This Is Not My Life...

Tema en 'Fanfics Abandonados de Naruto' iniciado por Bloody Rabbit, 31 Mayo 2011.

Estado del tema:
No se permiten más respuestas.
  1.  
    Bloody Rabbit

    Bloody Rabbit Usuario común

    Sagitario
    Miembro desde:
    14 Febrero 2009
    Mensajes:
    359
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    This Is Not My Life...
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    26
     
    Palabras:
    3678
    Bueno chicos aquí esta la continuación mil disculpa a todos por no haber actualizado en casi mas de una semana, he tenido unas pequeñas dificultades para poder concentrarme y mas ahora se me dificultan las cosas para escribir las continuaciones de varios fic pero, no se preocupen que hare lo posible con actualizar más seguido. Espero que sea de su agrado aunque no lo veo muy largo n.n

    Pd: lo Cursiva significa llamada telefónica.
    -------------------------------------------------------------------------------------------------------------
    Capítulo XVIII

    Le costó mucho poder volver a la guarida y eso que a su hermana menor la tenia cargada en sus brazos algo que la había enrojecido de forma leve por lo que mantuvo su mirada al frente sujetándose del cuello del moreno que se adentraba a la casa para bajar al sótano encontrándose con su compañera que monitoreaba los movimientos de dos de las chicas de la organización Tsukuyomi.

    Sasuke menos mal que llegaste tengo que infórmate que... Se calló en seco al ver con quien venía. ¿Qué hace ella aquí? Preguntó secamente.

    No hables y atiende la herida que tiene en el tobillo de inmediato. Ordenó esté sentándola con cuidado en un sofá para tres que tenía cerca.

    La pelirroja obedeció la orden que se le dio y se levanto de su lugar para ir por el kit de primeros auxilios dejándole a la vista de la azabache el radar de bomba que se encontraba activado.

    ¿De dónde viene esa señal? Preguntó.

    De dos de los almacenes de la organización Akatsuki. Respondió ella acercándose a donde se encontraba.

    Ese es un detector de bomba ¿Verdad? Preguntó nuevamente.

    Así es, lo utilizamos en cada de que nuestro enemigo intente accionar una bomba en nuestra guarida. Respondió de nuevo tomando el tobillo de la chica para pasar un algodón bañado de alcohol por la herida.

    Aiko se tenso por eso que gimió del dolor.

    ¿Qué es lo que planean hacer? Preguntó Sasuke quien estaba recostado en una pared de brazos cruzados.

    Por lo que pude averiguar, intentan acabar con los cincos almacenes que tiene dicha organización para agotar sus suministros de armas. Respondió la joven roseándole un espray en el tobillo.

    Tensándose con más intensidad ese gemido salía con dolor que de verdad sentía su herida arder.

    ¿Cómo… sabes… de eso? Preguntó con dificultades para hablar.

    Créeme tengo mis métodos para saberlo todo y pues, invadir sus archivos es pan comido. Respondió con arrogancia estirando su tobillo para escuchar el sonido de sus huesos.

    La Uchiha grito ante tal movimiento.

    Epa, ten más cuidado mira que duele. Se quejó.

    Discúlpame pero para sanar este tipo de herida tengo que hacer esto, además ya eres grandecita y creo que puedes soportar un poco el dolor. Explicó divertida mientras que le vendaba el tobillo.

    ¿No era nada grave? Preguntó el moreno que tenia minutos callado.

    Por su suerte no, y menos mal que la trajiste para que la atendiera porque si no hubiese sido peor para ella. Dijo recogiendo todo para poder levantarse del piso.

    La Uchiha adoptiva se mantuvo calladita y no quiso decir más nada solamente miraba fijamente a la joven como si quisiera decirle algo pero, Karin se da cuenta de ello que se detuvo en seco antes de continuar.

    Ni se te ocurra darme las gracias, sólo hago esto porque mi líder me lo ordeno. Anticipó sus palabras para irse del lugar.
    Sasuke rió divertido por ello ya que no se esperaba que su novia fuera a hacer tal cosa y eso que ella lo miraba con cara de pocos amigos.

    Te aconsejo que te calles, porque no estoy para enojarme contigo ahorita Sasuke. Acotó de forma rápida.

    Tampoco pensaba hacerlo, conozco tu carácter y lo orgullosa que llegar a ser Aiko. Dijo.
    ~o~

    En el almacén que estaba a las afueras de la ciudad se encontraba la joven castaña con la chica de cabellos azules por lo visto preparadas para llevar a cabo su plan.

    No pensé que durarías poco con Kisame. Comentó como si nada.

    Tampoco tenía que ser tan piadosa con él y darle una muerte lenta. Citó en seco.

    ¿Tanto odio le tenías? Preguntó confundida.

    Demasiado debería decir, siempre odie lo arrogante que era porque se creía mejor que los demás. Respondió la chica de ojos negros.

    Por ahora acabaremos con dos almacenes ¿Verdad? Dijo dudosa de lo que se acordó.

    Yuu asintió.

    La idea es montarle una advertencia a la organización. Explicó.

    ¿Con qué motivo haremos eso? Preguntó Konan.

    Con el motivo de que sepan que ya estamos moviéndonos y que tenemos la determinación de acabar con ellos. Respondió la chica.

    Y para eso vamos a destruir dos de sus almacenes. Especuló.

    Ella asintió nuevamente.

    Como lo comento Riko hace unos días, su suministro de armas es lo que los hace intocables porque, tienen cinco almacenes y el plan a realizar es acabar con dos de ellos que están situados en un perímetro de 50m cada uno para montarle una advertencia. Explicó.

    Perfecto, y ¿Qué es lo que estamos esperando? Preguntó al ver como esta aun no acciona las bombas.

    La caballería pesada. Respondió con una sonrisa.

    ¿Qué quieres decir? Preguntó confundida.

    La organización tiene una alarma para bombas, que les avisa cuando sus almacenes están en peligro y esto casi segura que en estos momentos vienen dos de ellos a detener a las dos personas que colocaron dicho artefacto. Respondió la castaña.

    Teniendo la razón en lo que estaba diciendo en esos instantes venían en motocicletas dos de miembros de dicha organización a atrapar a los intrusos que quieren destruir sus almacenes. En el lugar a una de ellas le comenzó a sonar el teléfono por lo que Konan lo tomo para responder esa llamada.

    Diga…

    Sal de ese lugar, ahora. Habló la Uchiha desde la otra línea.

    ¿Por qué lo dices? Preguntó confundida.

    Akatsuki sabe quiénes son los miembros de la organización Tsukuyomi si se enteran que estas cooperando con nosotras te van a matar. Respondió ella.

    Pero… Antes de hablar la interrumpió.

    Sal de ahí que Riko te va a suplantar. Dijo ella al saber su duda.

    La chica de cabellos azules tranco la llamada para salir del lugar dejando que saliera de los arbusto a la joven de cabellos grises que por lo visto tenia minutos esperando.

    ¿Qué tanto tiempo tienes? Preguntó Yuu.

    No mucho, tengo minutos que llegue. Respondió ella. ¿Ya accionaste las bombas? Preguntó acercándose a donde estaba.

    Aun no, espero la llegada de nuestros invitados especiales para hacerlo. Respondió con una sonrisa.

    Como te gusta llamar la atención. Acotó divertida.

    Esperando unos cuantos minutos al ver las dos motociclistas detenerse de una vez acciono las bombas que volaron en mil pedazos dos de los principales almacenes de la organización. Éstos sorprendidos de lo que hicieron bajaron de sus vehículos de transporte para ir detrás de las chicas que salieron corriendo del lugar al saber que intentarían ser atrapadas.
    Riko se detuvo en seco al perder de vista a su amiga que le dijo que se distanciara por lo que espero a que su novio llegase, al momento de mirarse a los ojos pudo notar la frialdad invadir los ojos grises de la chica con la que tenía una relación de dos años; pensando que se mantendría en secreto por más tiempo esté no tenia deseos de matarla porque de verdad la apreciaba y si de verdad tenía que protegerla debía conseguir una forma de evadir cada orden en su contra por parte de su organización.

    ¿Por qué lo hiciste? Preguntó.

    Tengo ordenes de mi superior en hacerlo no puedo evitarlo. Respondió. Además sabes muy bien como yo que deseo ser la mejor. Citó la chica.

    Al notar su forma de hablar y la determinación que tenía sabía que estaba hablando muy en serio y que si tenía propósitos de cumplir su más grande sueño que es ser conocida como una de las mejores mafiosas en esta industria.

    ¿En verdad quieres cumplir esa meta, Riko? Preguntó el Akasuna no acercándose a ella.

    Sasori-kun, desde siempre he tenido esto en mente y… hare lo que sea para conseguirlo. Respondió de forma tranquila pero a la vez con una tonalidad suave.

    No dijo mucho hasta quedar de frente con la persona que bajo la mirada ya que no se sentía dispuesta a mirarlo a los ojos.

    ¿Quiénes de ustedes mataron a tres de nuestros miembros? Preguntó.

    Tienes que averiguarlo para saberlo. Fue la única respuesta que le pudo dar.
    Intentando irse esté tomó su brazo para inmovilizarla en un árbol que tenia detrás suyo, sorprendiéndola por completo termino de inmovilizarla al agarrar el brazo que tenia libre.

    ¿Qué te pasa? ¿Por qué haces eso? Preguntó exaltada.

    Vas a hacer que te mate, Riko. Dijo ignorando sus preguntas.

    ¿Por qué harías eso, Sasori? Preguntó ella.

    Ya ustedes cinco están en alerta roja con nosotros, cualquier movimiento que hagan en contra de la organización nos dan el permiso de exterminarla y no quiero llegar a recurrir esa orden. Respondió el joven.

    Ya decíamos cuándo nos tendrían en la mira. Acotó. Porque ahora es que se tienen que cuidar de nosotras. Agregó como si no fuera la gran cosa lo que le conto.

    ¿Eres capaz de matarme para conseguir lo que quieres? Preguntó inconscientemente.

    No le respondió porque sabe desde lo más profundo de su ser el porqué no puede hacerlo y lo que esté valía en su vida. Teniéndole un cariño especial a este chico se dio cuenta que jamás intentaría lastimarlo porque era lo único que tenía en este mundo que valía la pena pelear y eso que tenia a sus cuatro amigas Sasori tiene más valor significativo que ellas por lo que lo ponía al tope de todo y si de verdad lo adora no podía cometer tal estupidez así Madara se lo ordenase.

    Responde mi pregunta, Riko. Exigió.

    No lo haría. Contestó con una voz suave.

    ¿Por qué razón? Preguntó de nuevo.

    Sabes muy bien el porqué. Respondió ella.

    Déjame decirte que lo olvide por completo, así que refréscame la memoria. Habló con sarcasmo para poder escuchar ese porque salir de sus labios.

    Puedo matar a cualquier persona que me pidan, pero no a ti porque te amo demasiado y eres muy importante en mi vida, Sasori. Contestó la joven haciendo un enfrentamiento a sus ojos.

    Sonrió de forma cerrada y se acerco a su rostro para rozar sus labios, soltándola de su prisión se volteo para darle la espalda dejándola incorporarse.

    Es mejor salir de aquí antes de que sepan que voy en contra de lo que se me ordena. Dijo tomándola de la mano para sacarla del lugar.

    Cerca de un lago fue que la logro acorralar al momento en que se le tiro encima para quedar acostado en su cuerpo, despojándola de la arma que tenía cerca de su pierna izquierda tomó sus dos muñecas para llevarla a los lados de su cabeza, enfrentando sus ojos notó el odio que tenía en ellos y la pregunta que se hacia el rubio de ojos azules era el porqué se sentía así.

    Suéltame ahora. Ordenó ella.

    No hasta que me expliques un par de cosas, Yuu. Negó en seco.

    Deidara no me quiero enojar contigo por lo que te sugiero que me sueltes. Volvió a insistirle con poca paciencia.

    Te dije que no hasta que me expliques el porqué haces esto y el porqué mataste a Kisame. Negó nuevamente.

    ¿Cómo sabes que fui yo la que lo mate? Preguntó la joven.

    Te conozco perfectamente y sé que al principio le tenias un rencor por la forma en cómo te trataba. Respondió Deidara.

    Eso no tiene nada que ver con el hecho de que allá sido asesinado. Dijo ella en su defensa, buscando ocultar lo que había hecho con anterioridad.

    Es evidente que no sabes mentir y muchos menos ocultar las ansiedades de asesinar a una persona que odias. Dijo con una sonrisa arrogante.

    Se quedo callada porque no tenía otra excusa para escaparse de lo que esté le decía y mas porque se daba cuenta que de verdad la conocía al pie de la letra entonces… ¿Para qué negarle eso? Si sabe que de verdad le tenía rencor a ese hombre de piel azul y que se sentía muy bien con haberlo borrado del mapa. Lo que hacía que su orgullo batallara con su sentimientos es que aun no le revelaba ese secreto que quiso decirle el día en que le dijo la verdad por lo que de una forma u otra intento mantenerse firme así tuviera que actuar como una niña pequeña para lograrlo.

    ¿Por qué haces esto? Preguntó de forma serena.

    Mis ambiciones están por encima de cualquier cosa y estoy dispuesta a conseguir de una forma u otra. Respondió la castaña.

    Sin importar que forma lo hagas. Dedujo consiguiendo la afirmación de su parte. ¿Así tengas que matarme para conseguirlo? Preguntó de nuevo.

    Con eso pudo notar el cambio de ánimo que tuvo al desviar la mirada a un lado, mostrando en sus ojos un brillo de duda comenzó a sospechar un sentimiento que mantenía oculto esta joven pero, que no estaba dispuesta a conversar con él.

    Entonces… Le insistió.

    Así me lo ordenen, no lo pienso hacer. Contestó Yuu.

    ¿Por qué no? Preguntó el chico.

    Porque… Dudo unos minutos en pronunciar esas palabras, pero si de verdad quería sentirse tranquila con esto tenía que contárselo sin importar las circunstancias en la que se encuentra. Porque… Te amo, Deidara. Desde el momento en que comenzamos a trabajar los dos juntos me enamore de ti. Confesando finalmente ese secreto que guardo por muchos años desvió su mirada hacia el amor secreto de su vida notando en su rostro una expresión de sorpresa.

    Por lo visto no se estaba esto y mucho menos pensó que la persona de la cual estuvo ciegamente enamorado sintiera lo mismo hacia él, cuando la conoció pensó que todo era una broma y que nunca debía estar enamorado de una mujer no eso no va con él, el hecho de enamorarse y que venga ella a cambiarle sus estados de ánimos o sus sentimientos le hace ver que de verdad vale la pena estar a su lado sólo que no conseguía la manera de hacérselo saber. Actuando de forma inconsciente no se dio cuenta del momento en que sus rostro se estaban encontrando para sellar tan hermosa confesión en lo que sería un tierno beso que dejo sorprendida a la joven de cabellos castaños claro que abría sus ojos hasta más no poder.

    ¿Estaba pasando realmente lo que ella esta viendo? Si esta pasando, eso que en sueños siempre quiso hacer estaba pasando, Deidara la estaba besando por lo que le tomo más de dos minutos poder corresponderle ese beso. Era tan inexperto ese beso que nunca en su vida había sentido o tenido contacto con los labios de un chico por lo que se había enrojecido levemente por ello ya que era la primera vez que hacia algo como esto aunque le gustaba la forma en cómo movía sus labios para darle un poco de movimientos a los de ella que se mantenían todavía paralizados, avergonzándose mas no se dio cuenta como esté la abrazaba de la cintura para poder tener una mejor comodidad de su cuerpo y eso que sus lenguas comenzaron a jugar entre sí.

    Lo malo de todo esto es que sus pulmones comenzaron a sentir la falta de aire por lo que tuvieron que separarse lentamente del otro para poder mirarse fijamente a los oj0s sintiendo sus alientos chocar entre sí, Deidara apoyo su frente contra la de Yuu para dejar que el silencio ambientara un poco la hermosa escena que los rodeaba en ese momento.
     
    • Me gusta Me gusta x 3
  2.  
    Yuriko Fate Granger

    Yuriko Fate Granger Usuario popular

    Cáncer
    Miembro desde:
    15 Abril 2011
    Mensajes:
    530
    Pluma de
    Escritora
    Aaaaaaaaaaaah que tierno final y el capitulo en sí :D nooooooooooooooo amé el final estoy gritando de lo tierno que es!!!!! Kyaaaaaaaaaaaaaaaaaaa mato por la continuación pero tomate tu tiempo para escribirlo!!!
    Cuidate!!!!
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  3.  
    Alex Jordison

    Alex Jordison Entusiasta

    Leo
    Miembro desde:
    28 Julio 2010
    Mensajes:
    174
    Pluma de
    Escritora
    Reportandome al servicio de leer, pss me gusto mucho la actitud de los personajes, mas me gusto en fin el final, sigoamandoesapareja. bueno bueno, cambiando de tema... Kisame muertito yo feliz :3 bueno no, pero le tenía odio, Awwwww como amo la pareja que hacen sasori y la otra meolvideelnombredevuelta tengo malas noticias, supongo que no volvere a leer otro capitulo ya que... bueno se me a prohibido el anime y de mas cosas, e intentando terminar con todo lo que fuese anime, bueno ya esta no importa, leere este fanfi hasta que lo termines. bueno como siempre lista para leer otro capitulo.

    bueno nos vemos y espero pronti la contiiiiiiiii

    Att: Mili Hyuuga.​
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  4.  
    Bloody Rabbit

    Bloody Rabbit Usuario común

    Sagitario
    Miembro desde:
    14 Febrero 2009
    Mensajes:
    359
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    This Is Not My Life...
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    26
     
    Palabras:
    4557
    Bueno aquí vengo con un capítulo nuevo que en mi persona me encanto transcribir *-*
    y eso que ahora es que las cosas se pondrán buena y dentro de poco sabran el porque.

    Esto va para mis seguidoras Lectoras Yuriko y Mili Hyuuga.
    -------------------------------------------------------------------------------------------------------------
    Capítulo XIX

    Viendo todo lo que estaba pasando no se dio cuenta que a su lado estaba apareciendo el enmascarado que miraba de reojo a la rubia que se encontraba muy concentrada en su trabajo.

    ¿Cómo va todo? Preguntó el hombre.

    Tal y cual como lo hemos planeado. Respondió ella.

    Quiero detalles. Exigió Madara.

    Los dos miembros de la organización Akatsuki que pidió matar fueron exitosamente asesinados, así como la destrucción de dos de sus almacenes. Contó sin quitarle la mirada de encima a su laptop.

    ¿Tenemos señales de la policía? Preguntó de nuevo.

    Por ahora no, porque si no ya me hubieran llamado desde hace rato. Respondió Rima.

    Perfecto, cuando eso pase ya sabes que hacer. Dijo eso para poder retirarse de la habitación.

    Siempre me tiene que tocar a mí hacer el trabajo más pesado pensó con fastidio continuando con su investigación. Observando cautelosamente los movimientos del cuerpo policial y la organización Akatsuki se dio cuenta que éstos estaban planeando algo muy favorable para sus planes.

    Por lo que veo ya saben de nosotras y para poder contrarrestar nuestros planes tienen que interrogar a nuestra líder. Comentó para sí misma. Entonces, su objetivo desde siempre ha sido Aiko, pero… ¿Cómo saben todo sobre la organización y de quiénes la contribuyen? Preguntó curiosa arqueando una ceja hacia arriba.

    A los poco minutos su teléfono comenzó a sonar por lo que contesto rápido ya que el sonido de esté le molestaba.

    Diga...

    ¿En dónde te encuentras metida? Preguntó la chica de cabellos rosados desde la otra línea.

    ¿Por qué? ¿Paso algo? Preguntó de regreso sin responder a lo que está le había preguntado.

    Te necesito en estos momentos, Neji-san nos acaba de mandar una misión. Respondió ella.

    ¿Qué paso esta vez? Preguntó nuevamente Rima intentando disimular curiosidad.

    Por lo visto dos de los almacenes de armas de Akatsuki fueron destruida por unas bombas que de seguro te parecerán conocidas. Respondió la joven.

    Perfecto, mándame las coordenadas que te veré en el lugar de los hechos, ahorita estoy resolviendo un asunto de suma importancia. Dijo.

    Entendido. Aceptó la Haruno cortando la llamada.

    Con tan sólo saber eso era evidente que tenía cosas que hacer por lo que antes de eso bloqueo todos los archivos de la organización Tsukuyomi pero antes de realizar dicha acción tuvo que grabar una copia de dichos archivos en un CD que fue escondido en una caja fuerte que se encuentra en la parte subterránea del escritorio del despacho Con esto oculto no tendrán manera de saber más sobre nuestro planes, y eso que cualquier tipo de aparato electrónico que introduzca bajo el conectador USB de mi laptop será infectado por un virus que yo misma diseñe hace poco pensó la chica de ojos amatis para levantarse de su lugar y tomar todas sus cosas, preparada para salir esta vez a realizar una importante tarea.

    ~o~

    Caminando por la oscura habitación en donde se encontraba acostado en la mesa sin ninguna señal de vida el cuerpo de Kazuku, mirándolo con frialdad sabía perfectamente quien había sido la persona que se dispuso a matarlo de una manera que no sólo era su punto más fuete sino que también era una maestra en ese arte por lo que no era de extrañarse que la tuvieran que mandar a una de estas misiones para exterminar a uno de sus camaradas.

    Ahora sí que estoy considerando si debo o no matarte, Rio. Habló para sí mismo mirando hacia un lado para notar que algo faltaba en el lugar.

    ¿Crees qué es lo mejor que puedes hacer? Preguntó la mujer de cabellos azules acercándose a donde estaba el chico.

    No me gusta mucho llegar a estas circunstancias y eso que matar a las personas es una de las cosas que más me gusta hacer pero… con Rio es diferente porque le tengo un cariño especial. Respondió Hidan.

    Sabes que nuestra misión ahora es defender nuestro título como la organización más buscada por todo el cuerpo policial del país. Dijo la mujer.

    Eso lo sé muy bien pero, recuerda que un ser humano tiene sentimientos. Citó eso con sequedad.

    ¿Acaso me estas diciendo que no tengo corazón? Preguntó Konan ofendida.

    Si lo ves de esa forma está bien, pero no dije eso. Respondió como si no fuera la gran cosa. Lo que trato de decir es que, muchas veces no parezco un ser humano porque siempre mato a sangre fría. Explicó lo que le intentaba decir al principio.

    — ¿No crees que ella se considera de la misma forma? Cuestionó en seco lo que había dicho, ya que parecía hablar por la joven.

    Puede ser, puede que no; la verdad no estoy seguro si… ella y yo somos idénticos o simplemente tenemos cosas en común. No afirmo con certeza lo que está le preguntaba.

    Eso quedaría en ti si quieres saberlo o no, por ahora matándola no te ayudara a aclarar tus ideas, Hidan. Lo aconsejo para comenzar a rodear el cadáver. Se llevo el dinero que estaba contando Kakuzu, porque no se encuentra la bolsa en donde traía esos billetes. Dijo.

    Solamente dejo esos que mancho con sangre. Acotó el chico de cabellos grises.

    Por lo visto si sabía lo que hacía. La halagó con una sonrisa.

    Te lo dije de camino para acá, este es uno de sus puntos más fuerte porque es toda una maestra en el arte del asesinato silencioso. Repitió lo que antes había mencionado sobre la pelirroja.

    Sin duda alguna lo demuestra con esto. Murmuró en un suspiro. Bien, comencemos a limpiar antes de que la policía aparezca. Sugirió Konan.

    Esté solamente asintió a dicha sugerencia para ponerse a trabajar La próxima vez que nos encontremos me vas a tener que escuchar, porque tienes más de una cosa que explicarme, mocosa pensó en seco quitando los billetes llenos de sangre que tenía el cadáver a su alrededor.

    ~o~

    Por otra parte en el callejón a unas cuantas cuadra de la guarida de Taka, estaba una pelirroja de ojos grises acompañada de un chico de cabellos anaranjado quien le había salvado la vida de una patrulla que le ha estado siguiendo.

    Supongo que… te debo una ¿No? Dedujo está.

    Con un simple gracias estamos a mano. Acotó esté en seco.

    Al decirle eso la había callado en seco que más bien la joven lo que hizo fue girar sus orbes grises en señal de fastidio, aunque también era necesario decir que la susodicha era de pocas palabras ya que se le hacía difícil algunas veces establecer una conversación con una persona porque no le agarraba mucha confianza a los minutos de conocerla.

    ¿Qué haremos ahora? Preguntó Juugo.

    Supongo que esperar a que el lugar este despejado para poder avanzar. Respondió Rio en seco.

    ¿Siempre has trabajado sola? Preguntó nuevamente.

    Sólo en este tipo de misiones, ya que soy la más capacitada para realizarlas. Respondió como si no fuera la gran cosa. En parte, lo que intentaba la chica era evitar que esté continuase con su charla.

    ¿Por qué?

    ¿Ahora me interrogas? Preguntó de forma atacante.

    Solamente responde la pregunta. Respondió perdiendo un poco la paciencia.

    Es más fácil trabajar en solitario que en compañía porque las posibilidades de ser atrapada son escazas. Explicó la joven.

    Tu especialidad es la muerte súbita ¿Verdad? Dedujo el chico.

    Evidentemente, he ejecutado catorce muertes súbitas y en ninguna de ellas me han atrapado. Afirmó ella.

    Tienes una buena manera de pensar, no me extrañaría que fueras la cerebrito del grupo. Asimiló de brazos cruzados.

    No exactamente. Negó. Cada una tenemos cualidades que nos hacen implacable en cada misión que realizamos, aunque algunas veces tenemos que tomar medidas drástica para que todo sea un éxito. Argumentó Rio.

    ¿Cuáles seria esas medida? Preguntó extrañado de eso último.

    Matar a cualquiera que intente interponerse en nuestros planes. Respondió con mucha frialdad, algo que en ella no se había visto antes.

    Por lo visto, has tenido una infancia dura. Volvió a deducir el joven de ojos rojos al estudiar la personalidad que está tenía.

    Puede ser que tengas la razón. Medio afirmo lo que le decía. Digamos que… soy de las personas que le tienen rencor a aquellas cuyos planes es lastimar a otras. Añadió eso a su concepto desviando la mirada a un lado.

    Se quedo en silencio tratando de analizar ese último argumento que le dio Pensaba que era una buena chica pero por lo visto me acabo de equivocar al escuchar cada una de sus respuestas pensó Juugo acercándose a las afueras del callejón para verificar su todavía esa patrulla se mantenía cerca de donde se encontraban.

    ~o~

    Haciendo que su compañera volviera a su trabajo, tomó nuevamente a su hermana menor y la condujo a la sala de estar del lugar en donde le sentó cuidadosamente en el sofá para tres personas que se encontraba ubicado al frente de una mesita de té y dos muebles individuales que tenía a su alrededor.

    ¿Cómo te sientes? Preguntó Sasuke.

    No me duele tanto como antes pero, siento poca movilidad en ella. Respondió serenamente.

    Karin dice que te mantengas sentada por unos cuantos días y no le hagas mucho movimiento porque sino el dolor se volverá más intenso. Dijo eso tomando camino hacia el sótano.

    Sasuke… Llamó a su hermano haciendo que se detuviera en medio camino. Gracias por… salvarme, si no hubieras llegado en ese momento no se qué hubiera pasado. Murmuró en bajo desviando la mirada hacia el piso.

    Esté la miro de reojo para voltearse a su dirección en donde camino con esos pasos serenos para quedar de frente a la chica que parecía algo apenada con lo ocurrido anteriormente, se arrodillo en el piso para ver por encima el rostro que subió hacia arriba al tomar su mentó con una de sus manos consiguiendo así el enfrentamiento de sus orbes ónix.

    Desde que mis padres murieron tú pasaste a ser una de las personas más importante en mi vida, y nunca permitiría que algo te sucediera. Confesó eso para ver como las mejillas de la Uchiha se enrojecían levemente.

    Sasuke…

    Aiko no digas nada, solamente te pido que te dejes ayudar cuando la situación lo amerita. Pidió esté acariciando su mejilla que se encontraba aun sonrojada.

    Sabes tan bien como yo, que no hare eso porque es como ser una carga para alguien. Aspecto en seco, negándose por completo a su petición.

    Deberás hacerlo porque hay situaciones en la que puedes terminar peor a cómo te encuentras ahorita. Insistió el moreno.

    Se le calló por unos momentos pensando en sus palabras puede que tenga la razón pero, desde siempre la azabache ha tenido el apoyo no sólo del joven que estaba arrodillado al frente sino también de su hermano mayor Itachi que desde siempre la ha respaldado en cada misión que le ha tocado hacer. Por eso es que esta vez intenta hacer las cosas por sí misma sin tener que contar con otra persona porque así le probaría a todos la líder que es y lo que puede llegar a hacer para llevar a su organización hasta lo más alto. Tan pensativa se encontraba que no se dio cuenta del acercamiento de su ahora novio por lo que logró que se enrojeciera todavía más esas mejillas consiguiendo de eso el roce de sus labios.

    Sa… Sasuke…

    Deja que… No completo su frase porque había tomando su otra mejilla para poder besar sus labios.

    Sonrojándola por completo ante tal acto comenzó a corresponder ese beso, cerrando lentamente sus ojos no noto como esté se sentaba a su lado para poder agarrarla de su cintura y apegarla a su pecho en donde está fijo en el sus morenas manos. Desde el día en que se hicieron una pareja intento volver a tocar esos labios pero como han estado en misiones consecutivas ahora que los tiene no se quería separar de ellos y se lo hacía saber al apegarla aún más a él volviendo ese abrazo uno posesivo que obligo a su hermana adoptiva a enrollar sus brazos en el cuello del moreno.

    Dejándose llevar por el momento dejo que Sasuke pudiese jugar con su lengua apegándola todavía más a él con el motivo de que ninguna distancia los separase y estuviesen apegado el uno al otro, esos minutos corrían rápido que para estos dos jóvenes era una eternidad porque sentía que ese tiempo pasaba de forma lenta, para su mala suerte tuvieron que cortar tan romántica escena ya que sus pulmones habían comenzado a reclamarles oxígenos, estando separados por unos centímetros de los labios del otro sentían sus alientos chocar entre sí y sus miradas oscuras lo que decían era el cómo es que pueden sentir tan extraña sensación.

    Hace mucho que… no hacia esto… Habló apenas con un hilo de voz.

    La joven lo que hizo fue sonreír de forma agitada.

    Pensé que no te gustaba… besarme… Dijo eso en broma con la misma dificultad de voz.

    ¿Bromeas? Me encanta… hacerlo… Seguía hablando con esa misma dificultosa voz.
    Dejando que sus mejillas se volvieran a sonrojar esté no perdió su tiempo y la apego más a su pecho para darle un par de roces a los labios de la chica que se encontraba semi húmedos.

    Aiko… se que estamos poco tiempo juntos pero… te amo… Confesó el Uchiha.
    Esto si era una verdadera sorpresa para la chica que lo miraba con los ojos abiertos de par en par, sin creer las palabras que salieron de sus labios antes de contestar dicho sentimiento ambos se dieron cuenta que no se encontraban solos.

    ¿Qué haces aquí? Preguntó enojado al saber quién era.

    Vengo a buscar a mi ex compañera y líder de la organización Tsukuyomi. Respondió el mayor de los Uchihas, sintiendo la mirada desafiante de su hermano menor en él.

    Al darse la idea de lo que esté haría apego a la chica más a su pecho.

    Ella no es a quien buscas. Acotó de forma rápida intentando despistarlo.

    No la encubras demasiado que se perfectamente quien es Aiko Uchiha. Dijo con frialdad.

    ¿Qué harás si te confirmo que soy la líder de dicha organización? Preguntó está con frialdad.

    Tendría que llevarte a muestra guarida para someterte a un interrogatorio. Respondió Itachi.

    ¿Con qué motivo? Preguntó de nuevo.

    Con el único motivo de que podamos sacarte información que nos sea útil para detener sus planes. Respondió el chico de cabellos azabaches.

    Piensan que con sacarme la información, nos detendrán tan fácilmente. Dedujo Aiko.

    Por lo visto es tan inteligente como dijiste, Itachi. Comentó su compañero que se encontraba oculto entre las sombras en donde sólo se mostraban unos ojos amarillo chillón.

    Con escuchar esa respuesta la apego todavía más.

    Así quieras defenderla saldrás igual de perjudicado que ella. Comentó su hermano.

    No me importar eso, la voy a proteger así te guste o no la idea. Habló verdaderamente enojado.

    Puedo sola, deja de entrometerte en mis asuntos. Susurró la chica para que sólo él la escuchase.

    Te acabo de decir hace rato que te dejaras ayudar, así que deja el capricho. Rezongó esté en un susurro.

    Entonces… ¿Vas a venir con nosotros, Aiko? Preguntó un poco insistente el hombre que se mantenía oculto en las sombras.

    La azabache se mantuvo callada, cerrando por unos momentos sus ojos dejo que sus pulmones se llenasen de oxígenos para poder soltarlo en un hondo suspiro que le permitió levantarse con dificultad del sofá pero fue sentanda nuevamente en el por un movimiento brusco que el azabache había hecho.

    ¿Qué estas haciendo, Sasuke? Cuestionó enojada lo que hizo.

    Tú no te vas a mover de ese lugar. Ordenó fríamente.

    Pero… Fue interrumpida por su novio.

    Pero nada, te quedas en ese sofá porque no te vas a ir a ningún lado. Replicó enojado. Además, creo que deberías saber que un Uchiha nunca se rinde, Aiko. Mencionó el joven.

    Sasuke… no soy una Uchiha, y lo sabes. Habló de forma exaltada.

    Si lo eres, sólo que no lo eres de nacimiento. Afirmó esté.

    ¿A qué te refieres con eso? Preguntó confundida.

    Que eres una Uchiha desde el momento en que mis padres te adoptaron. Respondió con firmeza para aclarar sus dudas.

    Itachi tómala de una vez para largarnos de este lugar. Dijo Zetsu fastidiado.

    Acercándose a donde estaban esos dos, lo que detuvo su paso fue la puerta doble que se abrió con intensidad por causa de una patada que proporciono la chica de cabellos rojos.

    ¡Aiko! Gritó Rio quien al dar un pie en la sala de estar abrió fuego a los dos jóvenes que intentaba acercarse a su líder.

    Alarmando al hombre sombrío y al Uchiha mayor, éstos de una vez tomaron sus armas para dispararla a la joven de ojos grises y al joven de ojos rojos que buscaban la manera de acercarse a los líderes que se encontraba en medio del disturbio.

    Sasuke, sal de aquí. Acotó ella.

    No me iré sin ti. Dijo él.

    Una de las balas de Zetsu venia en dirección a ellos y con escuchar un: “Cuidado” el moreno se interpuso en el impacto para salir lesionado al momento en que esa bala se incrusto en su hombro derecho, dejando sorprendida a la joven azabache que lo miraba con los ojos abiertos.

    ¿Te encuentras bien? Preguntó tomándolo entre sus brazos. Intento subirlo un poco pero su peso podía más que su misma fuerza por lo que dejo a su hermano recostado en sus rodillas.

    Toma el arma que tengo en mi espalda. Dijo el chico haciendo presión en su hombro para detener el derrame.

    Ella asintió a su orden y agarró el arma para dispararle a Zetsu quien soltó el arma cuando la bala impacto contra la pared en la que se encontraba parado, haciendo que la pelirroja despistara a Itachi cuando le disparo en la mano para despojarlo de su arma. Corriendo hacia la joven pudo ver el tobillo vendando preguntándose qué fue lo que había ocurrido.

    ¿Qué te paso? Preguntó desconcertada.

    Eso no importa, saca a Sasuke de aquí. Exaltada por lo que paso, no podía pensar con claridad por el miedo.

    ¿Qué harás tu? Preguntó de nuevo.

    Me dejare llevar por ellos pero, sácalo de aquí. Respondió con esa misma exaltación de miedo.

    No me voy a ir sin ti… Negó la orden que está daba.

    Sasuke deja lo terco y vete con ellos, estaré bien. Molesta por lo que decía intentaba mantener la calma.

    Juugo, agárrame y Rio toma a Aiko para poder salir de aquí.Ordenó el moreno.

    Ambos obedecieron esa orden e hicieron exactamente lo que el Uchiha le indico para que la joven de cabellos rojos antes de irse lanzara una bomba de humo que disminuyo el campo visual de los dos chicos que se taparon los ojos con uno de sus brazos permitiéndoles a ellos poder salir satisfactoriamente del lugar.
     
    • Me gusta Me gusta x 4
  5.  
    Alex Jordison

    Alex Jordison Entusiasta

    Leo
    Miembro desde:
    28 Julio 2010
    Mensajes:
    174
    Pluma de
    Escritora
    Primera en comentar, leer y poner me gusta, me encanto todo, hasta hay una palabra mal escrita que me hizo dar una risa, que me caí de la cama, bueno lo demás me gusto mucho la trama, esta cada vez más interesante, ¡JA! te cagas Zetsu, pobre Uchiha Itachitontoeraenelcorazóntendríasqeuhabermatadoasasuke! bueno, bueno dejando de lado ese tema, este capitulo te lusistes, estubo espectacular igual que el relato y la narración, como siempre no busco errores, ni nada por el estilo, pero esta vez si que estuvo de pelos la parte de acción más divertida que cualquier pelicula de lo sudicho, bueno bueno, sin mas preambulos espero continuación, bye bye.

    Ti amu <3
    sigue así.

    Mili Hyuuga​
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  6.  
    Yuriko Fate Granger

    Yuriko Fate Granger Usuario popular

    Cáncer
    Miembro desde:
    15 Abril 2011
    Mensajes:
    530
    Pluma de
    Escritora
    Bueno soy la segunda!!!! es mortal este capitulo sin dudas con demaciada acción!! Itachi me caes muy mal por haber interrumpido esa hermosa escena eso que odio a Sasuke. Bueno sin nada más que decir espero la continuación!
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  7.  
    Bloody Rabbit

    Bloody Rabbit Usuario común

    Sagitario
    Miembro desde:
    14 Febrero 2009
    Mensajes:
    359
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    This Is Not My Life...
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    26
     
    Palabras:
    2534
    Aquí vengo con otro capítulo gracias por su comentarios me inspiran mucho a continuar :)
    No es ta muy largo pero, digamos que vale la pena verlo
    -------------------------------------------------------------------------------------------------------------
    Capítulo XX

    Estando lejos de la guarida de Taka decidieron irse a una cabaña que estaba cerca de un lago. Aiko se encerró en la habitación con su hermano mayor para poder atender su herida, Rio se mantenía en la sala con Juugo dejando que el silencio los invadía que a los pocos minutos uno de ellos prefirió hablar.

    ¿Seguro que no vendrán por nosotros? Preguntó secamente y sin tenerle mucha confianza.

    Tranquila, tampoco soy tan despiadado como para hacer eso y mucho menos si mi líder esta mal herido. Respondió el joven asomándose por la ventana.

    Confió en ti, porque mi líder esta en las misma condiciones y dudo mucho que pueda moverse por un buen rato. Lo amenazó molesta.

    Rio ya tranquilízate que te acabo de decir que no sería capaz de montarles una trampa. Inquirió perdiendo la paciencia.

    Lo miro de reojo para después fijar esa mirada a un punto ciego de la pared, porque ahora que Akatsuki esta encima de Aiko tendrían las otras cuatros buscar una forma de protegerla para no ser capturada ya que si consiguen tal objetivo las cosas se les complicarían más a partir de ese entonces.

    Ahora tendremos que esperar a que esos dos se recuperen. Comentó Juugo.

    Con un tobillo lastimado y un mal herido no conseguiremos mucho, por lo que apoyo ese comentario. Citó la pelirroja recostándose en el sofá del lugar.

    Tenía la razón con la situación en la que se encontraban no lograrían mucho que era preferible esperar, lo que si tenía que hacer la joven de ojos grises es buscar una forma de comunicarse con las demás chicas de la organización para informarles sobre el estado de su líder.

    En el interior de la habitación se podía ver a una chica de cabellos negros que se encontraba desprendiendo lágrimas de lamentos luego de que vendara a su hermano mayor que se encontraba sentado en la cama mirándola con seriedad. Odiándose a sí mismo por verla así llevo una mano a su rostro para tomar una de sus mojadas mejillas en donde usó el pulgar para secar esas lágrimas que no podían dejar de descender una detrás de la otra.

    Aiko…

    Perdóname, es mi culpa que esto pasara. Lamentaba mucho lo sucedido con anterioridad.

    Aiko…

    Fui una cobarde yo debí… Fue interrumpida por el abrazo del moreno.

    Cállate, escuche suficiente de tu parte; no lamentes nada que no tienes la culpa, yo fui quien decidió protegerte. Aspecto el Uchiha de forma fría.

    Sorprendida de eso sus orbes ónix se encontraban abiertos hasta más no poder, haciéndole ver esas lágrimas descender más rápido lentamente fue correspondiendo el abrazo desesperado que le estaba proporcionando ya que por primera vez se estaba sintiendo segura en los brazos de otra persona.

    Sasuke… perdóname… Alcanzó a decir en un tono de voz suave.

    No digas nada, sabes que hago esto para cuidarte; entiende de una buena vez que tú eres importante para mí y nunca dejaría que algo te lastimase. Murmuraba de la misma manera para que sólo la azabache lo escuchase.

    Lo sé y de verdad trate de ser… La interrumpió de nuevo.

    ¿Fuerte? Dedujo a lo que está asintió. Aiko eres fuerte y estás consciente de eso, es sólo que… Al ver lo que me hicieron tuviste miedo en ese momento y te paralizaste. Seguía murmurándole acariciando lentamente su cabellera negra.

    No le decía ni una sola palabra solamente se dejaba acariciar por él, apegándose un poco más lo que intentaba era seguir teniendo esa misma comodidad que le estaba proporcionando su abrazo.

    Toma en cuenta que si no me hubieras atendido a tiempo de seguro estuviera muerto. Dijo eso buscando subirle los ánimos.

    Es porque tuve la suerte de conseguir un kit de primero auxilios sino… De igual forma hubiera usado lo primero que encontrase para atenderte. Dijo ella con la mirada al frente.

    Tomando su mentó con una de sus manos subió su mirada hacia la suya en donde se miraron por un par de segundos que para los dos parecían eterno, enrojeciendo a su hermanastra se acerco a sus labios para hacer un roce con los suyos.

    Gracias… Susurró en bajo para acercarse de nuevo a ellos en donde se los besó de forma suave.

    Sonrojando más sus mejillas fue correspondiendo lentamente ese beso en donde dejo que esté la abrazara de forma posesiva al apegarla más a su pecho No comprendo que es esto… Que siento hacía mi Hermanastro… pensaba confundida sin dejar de mover sus labios al compás de cómo movía Sasuke los suyos. Queriendo no estar ni un momento lejos de ella, se lo hizo saber al apegarla todavía más a su pecho como si intentase protegerla de algo, quería hacerle sentir seguridad y que no tuviera miedo de nada.

    Se fueron separando lentamente al darse cuenta que sus pulmones le estaban pidiendo oxígeno por lo que tenían la respiración agitada y con enfrentar los ojos del otro, el muchacho tomó nuevamente esa enrojecida mejilla para acariciársela lentamente.

    Tienes que ser fuerte a partir de… Ahora y no mostrarte… Débil ante otra persona… Mira que toda la… Organización Akatsuki estará encima de… Ti. Aconsejándole de forma agitada, lo único que hacia está era asentir una y otra vez.

    Lo sé… Tengo que mantenerme firme… Y más si es por las chicas… Afirmaba en la misma situación.

    Tienes mucho sentido común para confiar en ti misma. Murmuró con la voz un poco más calmada.

    Mi madre siempre me enseño a que tengo que confiar en mi propia fuerza. Comentó con una serena sonrisa.

    Entonces… Ella debe estar orgullosa de tener a una hija muy fuerte. Sin dejar la caricia notó como está se sonrojaba todavía más.

    Intentando acercase de nuevo, se separaron en seco al ver la puerta de la habitación abrirse en donde se vio a un chico de ojos rojos y una chica de ojos grises que sonreía divertida por lo que estaba viendo.

    Que romántico es ver esto. Dijo eso para provocar una separación entre los dos Uchiha. ¿Qué haremos ahora, Aiko? Preguntó fijando la mirada en ella.

    Mientras que Sasuke y yo nos recuperamos tendrán que quedarse aquí. Respondió.

    Sí ya me había dado esa idea pero, te hacia la pregunta era por Akatsuki que ya te tienen en la mira. Aspecto la chica.

    Se mantuvo callada para poder ingeniar un buen plan que los ayudase en la situación que afrontaban en este momento.

    Lo único que propongo es dejar que me atrapen. Propuso.

    Creo que es muy arriesgado que lo hagas. Negó su indicación.

    Lo sé pero, tendrá que ser un riesgo que debo tomar. Insistió ella.

    ¿Cómo harás para que no te extraigan información? Preguntó su hermano.

    En Akatsuki me sometieron a un entrenamiento en donde no me puedo dejar vencer por cualquier pregunta o insinuación que me hagan al momento de interrogarme. Respondió con seguridad.

    ¿Por qué te someterían a tal cosa? Preguntó Juugo con curiosidad.

    Como ella era al principio compañera de Itachi entonces muchos de sus enemigos pueden pensar que es su hermana y que forma tan fácil de robar información que ir detrás de ella. Respondió Rio por ella.

    Entonces… ¿Vas a dejarte atrapar? Preguntó Sasuke no muy convencido.

    Quédate tranquilo, déjalos que hagan lo que tengan que hacer, con tal… Podre engañarlos con facilidad. Aseguró su hermana con una sonrisa.

    Con tan sólo ver ese gesto en su rostro sabía que algo planeaba y si estaba segura de ello no le quedaba de otra que confiar en sus instintos para que todo saliera como la Uchiha lo planease.

    ~o~

    En una motocicleta que iba de camino a la comisaria se podía ver a una rubia de ojos morados quien miraba las coordenadas que estaba siendo recibida por parte de su compañera por lo que en un semáforo rojo se viro a la derecha para ir a su nuevo destino. De camino a ella se pudo encontrar con una patrulla que tenía ya dos minutos siguiéndola por lo que bufeo por ello para estacionarse cerca de un bar en donde apago el motor y se quito el casco para dejar libre sus dorados cabellos.

    Del auto bajo un hombre de cabellera gris y ojos negros que mantenía oculto con unos gafas negras, y con esos serenos pasos se acerco a estaba la chica quien se había bajado de su vehículo para recostarse en ella.

    Se le ofrece algo, Kakashi-senpai. Dijo con una tonalidad de voz suave pero que a la vez se mostraba serena.

    ¿Cuánto más piensas fingir? Preguntó de forma directa.

    Con que te diste cuenta de quién soy ¿Verdad? Dedujo con una arrogante sonrisa.

    Tal vez engañes a todos los demás policías pero a mí, porque recordaría ese rostro por donde quiera que vaya. Acotó fríamente intentando intimidarla.

    Por dios Kakashi ya deja ese jueguito conmigo que no conseguirás asustarme. Bufeo. Además si ya sabes quién soy ¿Por qué no le dices a los demás para que me procesen? Preguntó Rima.

    Porque sería muy fácil mi trabajo, además tú conoces a una persona con quien deseo hablar. Respondió.

    ¿Quién te dijo que te llevare hasta ella? Cuestionó enojada.

    Lo tendrás que hacer si no quieres que te entregue a la policía. Aseguró Kakashi.

    Inquieta por su amenaza se puso de nuevo su casco montándose en su vehículo.

    Me tienes que llevar hasta ella. Pidió.

    Lo haría pero… dudo mucho que esa persona deseo verlo. Dijo la rubia.

    ¿Por qué dices eso? Preguntó el hombre confundido.

    Ponte a pensar un poco, ella piensa que eres el asesino de su padre y si te ve de frente a su persona lo primero que hará es matarte. Respondió ella.

    Por eso necesito que intentes hablar con ella y le expliques todo lo que paso. Yo me supongo que estás consciente de lo que paso. Asimiló el de cabellos grises.

    Como rastreadora de mi organización tengo que conocer a fondo la vida de cada una de mis compañeras. Comentó con la mirada al frente.

    Rima, yo estoy es detrás de Akatsuki no de ustedes por lo que te parecerá favorable que me ayudes si no quieres que los ponga a todos en su contra. Amenazó con frialdad a la chica.

    Mirándolo serenamente sabía que estaba entre la espada y la pared, pero eso tampoco la asustaría porque a tal amenaza que hacia podía sacarle una ventaja que las favorecería a ellas.

    No prometo mucho pero, veré que puedo hacer. Aceptó la joven mientras que encendía el motor de su motocicleta para poder irse del lugar.

    Viéndola irse sólo esperaba que ella pudieses cumplir con su palabra Más le vale que me cumpla con lo que prometió sino las cosas se le pondrán difícil a partir de ahora pensó serenamente para encaminarse nuevamente a su vehículo decidido a ir a una escena del crimen.
     
    • Me gusta Me gusta x 4
  8.  
    Alex Jordison

    Alex Jordison Entusiasta

    Leo
    Miembro desde:
    28 Julio 2010
    Mensajes:
    174
    Pluma de
    Escritora
    Bueno, hermoso, espectacular como siempre, aun que una parte no tuvo concordancia seguro un error de tipeo.

    Creo que quisisteis poner desee verlo, bueno no importa, esta bien un error lo tiene cualquiera.

    además de eso, no note otro error, lo que si noté aun que tu avisasteis que era corta, la vi bastante larga, no tanto como las anteriores, pero si bastante larga. bueno, sabes como me encanta tu forma de escribir, y en como narras.

    aun que cuestionó un poco que le mandas mucho dialogó, no, te me enojes, solo que pones mucho dialogó, aun que me fascina todo. bueno, ¿sabes? tu fanfic me hace sentir muy bien, leerlo me hace sentir bien, y aun que es largo me gusta mucho que sea rápida la continuación.

    Carácter de los personajes:

    Sasuke: Wow, fue bastante más cambiante que en la serié, aun que no cambia el hecho de que lo odie o no, pude notar mejoría, se parece aun que, cada vez, va aflojando más con Aiko, con los demás también, de vería ser frío con los demás y solo con su hermana "amoroso" xD me da risa esa palabra.

    Juugo: de ser el más serenó y tranquilo, paso a ser, uno de los más sorprendentes de todo el grupo. además de Suigetsu, que por cierto ni idea donde anda, ni se si lo nombrasteis.

    Fin de carácter de los personajes.

    Me gusta mucho este fic, pero no me a avisado que había continuación, bueno esta bien no importa, de todas formas lo leí, bye bye avísame cuando allá continuación.

    Alexia Merino, Alías, Mili Hyuuga.​
    Pds: Primera en leer y comentar (?)
     
  9.  
    Bloody Rabbit

    Bloody Rabbit Usuario común

    Sagitario
    Miembro desde:
    14 Febrero 2009
    Mensajes:
    359
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    This Is Not My Life...
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    26
     
    Palabras:
    3172
    Siguiente capítulo espero que les guste.

    Mili Hyuuga: Hermosa intento todo lo posible con darle más narrativa para equilibrarlo pero, entre los diálogos hago entender mejor las cosas , y lo que esta ocurriendo en ese momento. Porque la narrativa que utilizo es para dar a conocer la acción o los sentimientos de los personajes (en caso de que lo llegue a utilizar)
    -------------------------------------------------------------------------------------------------------------
    Capítulo XXI

    Estando en la cabaña pudo contactarse con las otras dos chicas para que hicieran lo posible con aparecer en las coordenadas que se les fueron mandadas, estando aún en la sala con Juugo pensaba esta vez en el chico de cabellos grises. Ese maniático por el dios de la muerte Jashin, le hacía mucha falta, escuchar su escandalosa risa, hacer sus misiones juntos, pero sobre todo, el hecho de que la acompañase al cementerio cuando visitaba a su padre; ahora que todo se sabía, no tenía idea de cómo lidiar con él, más porque… De seguro la debe estar odiando por no contarle todo al principio.

    Siendo observada por el joven de cabellera anaranjada, intentaba adivinar qué era lo que pensaba, o en quién pensaba para estar tan metida en sus pensamientos. Con lo poco que la conocía, tenía una perspectiva de cómo era y tenía que admitir que notarle tan preocupante rostro era de extrañarse ya que tenia expectativa de Rio, que no a muchos le demuestra lo que realmente siente, y era porque no quería mostrarse débil ante cualquier persona que estuviera a su alrededor.

    ¿Te ocurre algo? preguntó sereno, pero con curiosidad.

    No es nada, puedes estar tranquilo. respondió ella.

    ¿Segura?

    ¿Por qué la duda? preguntó la joven.

    Al juzgar tu manera de responder, y la expresión que llevas en tu rostro, haces notar otra cosa en ti. respondiéndole con tanta lógica, se le fue acercando para sentarse en el sofá, justamente al lado de la joven pelirroja.

    Mirándola de reojo podía seguir notando esa misma expresión en su rostro Que extraña, ni aunque estuviera cerca de sus labios cambiaría ese expresión pensó analíticamente sin dejar de mirarla disimuladamente. En ese entonces fue que se dio cuenta del porqué estabas así, era muy obvio estaba extrañando a una persona que era importante en su vida, tanto era la importancia que le tenía que estaba casi segura de que… Se debe estar odiando a sí misma por no contarle las cosas con anterioridad.

    ¿Sigues pensando en él? preguntó repentinamente.

    Ella asintió inconscientemente. No le importo el hecho de que descubriera lo que de verdad le pasaba porque, la realidad de todo esto es que… Quería hablarlo con alguien, hablar de lo que pasaba, hablar de lo que sentía, estaba sofocada y tenía que contarle a una persona lo que sintiese en dicho momento, sin importarle si era o no una persona de su total confianza.

    ¿Qué es lo que realmente te preocupa? preguntó fijando la mirada en ella.

    De que no me perdone esto que hice. respondió. Hace mucho que tengo este cariño especial hacia él que… Me siento una total cobarde, por no confesarle todo esto, por no decirle la verdad sobre mí, por todo… Sé que si estuviera en estos momentos al frente de mí, se burlaría de mi existencia… Por ser siempre una cobarde que aparenta ser una dura persona. sacando cada sentimiento, estaba contando a Juugo lo que de verdad pensaba de las cosas.

    El chico antes de poder decirle unas palabras que la pudieran consolar volvió a analizarla la situación, por lo visto, era muy sensible, tanto que… Hasta aparenta una actitud que no parecer ser propia de ella. Era inconcebible todo esto, como es que le cuenta las cosas, como es que deja salir sus sentimientos, como intenta tener un consejo u consuelo que de verdad la haga entender todo, pero… ¿Qué podía decirle? Nunca ha sentido tal emoción hacia una chica y era verdaderamente extraño adentrarse a un campo el cual no estas acostumbrado a enfrentar a diario.

    Tienes idea lo que pueda sentir por tu persona. dedujo algo que no había mencionado en su historia. Ella negó en seco ante tal deducción. Que ironía, una maquina que mata a sangre fría se deja destruir, por las emociones de un simple ser humano del cual sus sentimientos hacia ellas son desconocidos para sus propios ojos. recitó con la mirada al frente recostándose en el sofá.

    ¿Cómo puedes decir esas cosas sin siquiera saber que se siente? preguntó confundida por sus palabras.

    Te diré que ni yo mismo sé cómo responderte eso. contestó con una serena sonrisa llevando la mirada hacia el techo.

    Se le quedo mirando sin tener más que decirle para después, desviar la mirada hacia la puerta en donde vio a sus dos compañeras llegar a la cabaña con el pelirrojo y el rubio a su lado. Eso alarmo a Rio quien tomó su mágnum 9 mm para apuntarle, sorprendiendo esta vez, de ver a esas dos proteger a esos dos.

    ¿Qué haces estos dos aquí? preguntó fríamente.

    Sasori sabe todo desde un principio, y no viene con malas intenciones. respondió Riko en su defensa.

    ¿Y Deidara? desvió la mirada al rubio que estaba siendo protegido por la castaña de ojos negros.

    También sabe todo, y no viene con ninguna intención de lastimarlo. habló serenamente en su defensa.

    ¿Piensa decirle esto a alguien? lo cuestionó en seco.

    No creo hacerle eso a ninguna de ustedes, y menos si pone en peligro a mi novia.aclaró.

    Esto sorprendió a las dos chicas que estaban presente en el lugar, preguntándose lo mismo: “¿Cómo fue que paso esto?”; Yuu sonrojándose levemente por la noticia que dio su rubio de ojos azules, desvió la mirada a un lado para ocultarlo, aunque en Deidara logró sacarle una sonrisa, que parecía victoriosa y burlona, pero a la vez era sincera porque, le gustaba mucho ver ese lado de ella en algunas ocasiones.

    A ver, ¿Algo que decir sobre eso? preguntó Rio, rompiendo el curioso silencio que había entre los seis.

    Es complicado de aclarar. respondió rápidamente, sin tener que enfrentarla con la mirada.

    Volviendo a lo nuestro. Habló la de ojos rojos para ir a lo que de verdad importaba en estos momentos. ¿Dónde esta, Aiko? preguntó.

    Con ellos aquí, no pienso decir nada. respondió ella.

    ¿Por qué tanta desconfianza? preguntó Yuu ofendida con tal comentario.

    Porque la organización Akatsuki va detrás de Aiko, y lo menos que queremos ahora es que la capturen. respondió Sasuke, quien salía de la habitación.

    ¿Qué tal tu hombro? preguntó su compañero.

    Está bien, según mi hermana, sólo necesito descanso. respondió.

    ¿Cómo se encuentra ella? preguntó Riko.

    Aún le duele el tobillo, y como es tan terca no quiere mantenerse en cama. respondió el moreno.

    Como cosa rara, nunca hace caso a lo que dice. bufeo la de ojos negros negando con la cabeza un par de veces.

    Riko, Yuu vamos. ordenó la chica siendo seguida por las otras dos.

    Éstas la siguieron y se encerraron con la azabache en la habitación para hablar de lo que era importante ahora, idea un plan que las ayudaría ocultar a su líder. Sí querían que esto funcionase, y que Akatsuki no las atrapase, tendrían que ocultar a la Uchiha quien era la única que conocer cada detalle de su propia organización.

    Tenemos un gran problema. comentó en seco al verlas pasar.

    ¿Están detrás de ti? preguntó la chica de cabellos grises.

    Aiko asintió. Se mantuvo callada para permitirle a sus compañera que tomaran asiento, así podrían hablar con tranquilidad.

    Quieren interrogarme para sacarme información. contó ella.

    Para así poder contrarrestar nuestros planes, y destruirnos con nuestros puntos más débiles. explicó Riko.

    Entonces, ¿Qué haremos? preguntó Yuu.

    Lo pensó cautelosamente antes de contestar, aunque pareciera arriesgado tomar esa decisión era la mejor forma de poder acabar con Pain, y para eso tendría que…

    Sacando por fuera a Rima de todo esto, la mejor opción que tenemos es dejarme atrapar por ellos. propuso la Uchiha.

    ¿Por qué vas a hacer eso? preguntó la pelirroja no muy convencida.

    Por ahora no le daré detalles pero, tendrán que darme mucha paciencia. fue lo único que les pidió.

    Las demás no dijeron mucho, porque confiaban en ella, y si tenía un plan en mente era mejor dejarla ejercerlo.

    ~o~

    Estando en los escombros del almacén con su compañera de trabajo, que se encontraba mirando unas cosas a un perímetro de quince metros, identifico con facilidad la bomba que había usado sus compañeras para destruir el lugar.

    Una dinamita, C4. mencionó para sí misma haciendo anotaciones en un cuaderno. Efectiva para destruir edificios, y almacenes. No la pensó mal esa condenada. comentó con esa misma tonalidad.

    Tomando de nuevo su camino pudo ver marcas de zapatos que para ella, eran muy conocidas y anotó la talla, y marca de zapato, para así montarle una trampa no sólo a ellos sino también a la policía Veamos qué tanta información puedo proponerles pensó Rima sin dejar de hacer sus anotaciones.

    ¿Qué tanto recopilaste? preguntó la chica de ojos jades.

    Lo suficiente como para hacer el informe. respondió la rubia.

    ¿Qué crees tú que esta ocurriendo? preguntó ella encaminando hasta su vehículo de transporte.

    De seguro es una guerra, para saber quien de esas dos… Organizaciones, es la mejor. respondió la joven montándose en su motocicleta.

    ¿Estás diciendo que tienen enemigos los de Akatsuki? cuestionó su teoría.

    Lo más seguro, para que le hagan este tipo de cosas es cuestión de que tiene una guerra. aclaró su duda.

    No le dijo más nada hasta no llegar a la comisaría. Entrando al auto de patrulla, y encendiendo el motor del vehículo, miró a su amiga quien se colocaba su casco y le daba arranque a la motocicleta, antes de arrancar comenzó a pensar cosas sobre la joven con quien lleva trabajando por unos cuantos meses, y para aclarar dudas… Sakura estaba muy segura de que algo ocultaba, que no duraría en averiguarlo.

    En la comisaría, Neji se encontraba en la sala de juntas con varios chicos que estaban a cargo de la misión que se le ha asignado, revisando unos cuantos papeles que se le fueron entregado, intento adivinar cuál sería la siguiente jugada de la organización.

    Por lo que se nos fue informado, un miembro de Akatsuki ha sido asesinado, por muerte súbita. informó el Nara.

    Con esto descartamos la idea de que estén solos. aspecto el chico de grandes cejas.

    Entonces… ¿Cuál sería esa organización? preguntó el rubio de ojos azules.

    Sólo tenemos el nombre que sería, Tsukuyomi. respondió el Hyuga.

    Hasta ahora, hemos intentando conocer sus miembros pero… Nuestra base de dato tiene escases de información, por lo que… Nos tomara tiempo encontrarla. dijo el castaño.

    Pero… ¿Por qué van contra Akatsuki? preguntó Naruto.

    De seguro es por terreno, como muchos mafiosos disputan ahora por ver quién es el mejor de todos. respondió el chico de ojos perle.

    Entonces, si así son las cosas, lo que buscan esta nueva organización es hacer conocer su posición. analizó Shikamaru.

    Con sacar esa conclusión miraron de nuevo la información que la Yamanaka le había proporcionado; las puertas de la sala se abrieron dejando pasar a la rubia de ojos amatis, y a la chica de cabellos rosados, que traían el informe de su investigación. Rima se acerco a su capitán para hacerle entrega del reporte, en donde esté en unos minutos le hecho una miradita rápida para sorprenderse de lo que leyó.

    Las bombas no son de esta ciudad. contó.

    ¿De dónde provienen? preguntó el Uzumaki.

    Aún no tenemos la información completa, tenemos que esperar más datos. respondió Rima.

    Por ahora tendremos que analizar lo que nos han traído de ese lugar. dijo el castaño.

    ~o~

    Con pasos serenos caminaba por un callejón sin salida, pero tenía a una persona con quien encontrarse.

    Llegando a su punto de encuentro vio a una figura masculina asomarse por lo oscuro, sólo con la poca luz que se reflejaba en ambos distinguía unos anteojos de cristal.

    ¿Viniste solo? preguntó.

    No te preocupes, nadie me siguió. respondió Madara. ¿Alguien se dio cuenta de su asesinato? preguntó en seco.

    Nadie se entero y pude limpiar todo a tiempo. respondió el chico.

    ¿Y sus hombres?

    Preparados para sus órdenes. respondió con confianza.

    Perfecto, dejemos que las chicas acaben con la organización. dijo.

    ¿Por qué esperar? preguntó confundido.

    Ellos son poderoso y muy hábiles pero… fue interrumpido.

    Esos chicos las debilitan por completo, facilitándome todo. completo su frase. ¿Qué harás con ese equipo de Sasuke?

    No los veo como una amenaza, sino más bien como mis aliados, por lo que voy a esperar ese momento para darles una propuesta. respondió el enmascarado.

    ¿Harás que la mate? preguntó nuevamente.

    Si no quiere que yo la haga deberá hacerlo, aunque cuando termine de completar cada mandado que les encargue, me haré cargo de cada una. respondió Madara.

    ¿Por qué tanto rencor? preguntó Kabuto.

    Esas cinco han sido mis peones desde siempre, y cuando todo acabe voy a extermine a cada una de ellas. respondió con melancolía.

    El muchacho no le decía nada solamente le sonreía porque sabía con la persona con quien se estaba relacionando, y de lo que era capaz de hacer.
     
    • Me gusta Me gusta x 4
  10.  
    Yuriko Fate Granger

    Yuriko Fate Granger Usuario popular

    Cáncer
    Miembro desde:
    15 Abril 2011
    Mensajes:
    530
    Pluma de
    Escritora
    Asi que son sólo peones? eso si es malo pero se pone mejor. sólo hay unos pequeños errores de tipeo; una pregunta el que está hablando con Madara es Kabuto?
     
  11.  
    Alex Jordison

    Alex Jordison Entusiasta

    Leo
    Miembro desde:
    28 Julio 2010
    Mensajes:
    174
    Pluma de
    Escritora
    Primero, hola, gracias por avisarme, ya que aveces no me avisa mis notificaciones y tengo que responder como cuatro días más tarde y me da re mal. u_u.

    comencemos:

    Si lo se, te explicas muy bien, llevas bien la trama con diálogos. Me gusta como va, no te pido que dejes de lado los diálogos, porque se haría aburrido el fanfic. Lo cual no sería conveniente ahora que llevas tan bien la trama.

    Supongo que un error de tipeo, pasa todo el tiempo, no es tan grave creo que quisisteis poner: "perla". Ese es el único error que encontré, así a la vista. Cuidado bien donde pones los dedos y tipeas, ¿Algo te esta des-concentrando? ¿o Alguien? Cada día noto más errores de tipeo, no son grabes pero solo pregunto.

    Bueno me gusto mucho la actitud de todos los personajes.

    Vamos a donde spameo:

    Oh por dios, Madara, no seas tan cruel... Aún que... *-* Lo hace ver más sexy de lo que ya es, entre que es malo y como todo Uchiha se parte, queda muy bien en el fic.

    Fin del spameo.

    Bueno, no creo tener más que decir, corregí tu error, te dije lo que pensaba, spamee un poco, conteste lo que me mandasteis, creo que este comentario tiene todo, me despido y por favor nunca dejes de escribir, como también te pido que me avises de las continuaciones, desde ya muchas gracias.

    Alexia Merino,​
    Mili Hyuuga.​
    Teamosigueasí
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  12.  
    Bloody Rabbit

    Bloody Rabbit Usuario común

    Sagitario
    Miembro desde:
    14 Febrero 2009
    Mensajes:
    359
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    This Is Not My Life...
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    26
     
    Palabras:
    3238
    Disculpen la tardanza aquí les traigo el otro capítulo.
    -------------------------------------------------------------------------------------------------------------
    Capítulo XXII

    Estando en conferencia en el despacho del líder de Akatsuki, el hombre de cabellos anaranjados analizaba muy bien todo los movimientos que se han hecho hasta ahora, y tendría que admitir que tiene mucho trabajo por encima porque éstas sí que supieron persuadirlo por completo, sin contar el simple hecho de que ahora que conocen los movimientos de su imperio, sabrían que hacer perfectamente al momento de realizar un movimiento.

    Con esto nos damos cuenta de lo buena que son admitió.

    ¿Qué haremos ahora? preguntó Itachi.

    Pensó cuidadosamente las cosas antes de comentar algo, ya que no podía confiar mucho en alguien, y más sí pueden traicionarlo.

    Por ahora, nada. Tendremos que esperar a reponer todo lo que hemos perdido, estas chicas son demasiado buenas, y no puedo permitir que nos derroquen de esta forma contestó el líder.

    Sí es lo mejor que podemos hacer para defendernos de ellas, por mí esta bien eso aceptó Hidan.

    En parte sí, pero sobre todo es para poder planear menor nuestros planes para contrarrestar los suyos aclaró el hombre de ojos metálicos.

    ¿Vas a matarlas, Nagato? preguntó la mujer de cabellos azules.

    Sí buscan eliminarlos, no me quedara otra opción que hacerlo respondió con seriedad.

    Konan aún se mantenía en silencio porque estaba entre la espada y la pared al estar en dos organizaciones.

    ¿Cuánto tiempo tendremos que esperar? preguntó el azabache.

    Vamos a darles dos semanas para recuperarse, ya que nosotros también necesitamos reponernos de esto respondió sosteniendo su mandíbula con ambas manos, mientras que ubicaba sus codos en la mesa.

    Dando arranque a dicho tiempo, ambas organizaciones, comenzaron a prepararse para lo que sería su guerra campal por el reclamo de los territorios de la ciudad de Konoha, haciéndose conocer como una de la organización más mafiosa de todas. Todo Akatsuki se encontraba reunido desde hace unos días tomando la decisión de que esas chicas no formaban parte, ahora esta organización era contribuida de casi todos los miembros hombres, y una sola mujer. Volviendo a ese grupo sus enemigas lo único que tenía que esperar Nagato de la orden de matarla.

    Cada uno de ellos tenían un labor diferente que atender, siendo una labor de trabajo, entre ella se unía el labor personal porque con cada una habían formado un vínculo que incluso se podía tornar íntimo ya que eran sus novias, bueno… Algunas de ellas lo eran ya que el único de ellos que todavía no la tenía con esa palabra al lado de su nombre, era el chico de cabellos grises.

    Saben que hacer ¿Verdad? especuló, viendo la afirmación por parte de cada uno. Muy bien, ahora tendremos que esperar con mucha paciencia su plan.

    Sonrió melancólicamente porque estaba cien por ciento seguro de que todo acabaría mal para ellas Sólo puede haber una organización en pie, y será la de Akatsuki, señoritas pensó serenamente el hombre.

    ~o~

    Eran las diez de la mañana, y una pelirroja de ojos grises se encontraba de nuevo en ese cementerio, como de costumbre le hacía la visita a su padre. No se cansaba de venir a este lugar, ya que él era el único que la podía escuchar, y eso que no ha tenido de nuevo contacto con ese joven de cabellos rojos. Sentándose de piernas doblada, volvía a poner sus rosas en su tumba, siendo su progenitor era el único que de verdad ha querido en su vida… O eso cree ella.

    Padre, sé que esto no es lo que querías para tu hija pero, ya no hay vuelta atrás y ahora tengo que afrontar las consecuencias de mis actos. contó Rio.

    Se levantó de la grama para sacudirse el short que se había ensuciado con tierra, mirando una vez más la tumba de su padre, saco el arma que tenía escondida en su zapato para apuntarle al hombre que estaba detrás de ella, sin mostrar mucho asombro, miró con frialdad al joven de orbes rojo sangre que la miraba de la misma manera.

    ¿Qué haces aquí? preguntó ella.

    Era el único lugar en donde te encontraría. respondió Hidan.

    ¿Para qué me estabas buscando? preguntó nuevamente.

    Sabes tan bien como yo que tenemos que hablar. respondió sin mostrar ningún cambio de emoción.

    En lo que me concierna, no tenemos nada de qué hablar. acotó con frialdad pasándole por un lado para irse.

    Hidan molesto por la seca actitud de su ex compañera, la tomó de un brazo para apegarla a su pecho, en donde, la rodeo por completo con sus dos brazos para que no tuviera forma de escaparse. Con tenerla así, había logrado que se sonrojada levemente ya que nunca había estado tan cerca de él, pero de todas maneras, mantenía ese mismo orgullo, por lo que su mirada la mantenía hacia abajo.

    No te voy a soltar hasta que hablemos, así que ni intente librarte. le advirtió mirándola de forma seria.

    Ya te dije que no tenemos nada de qué hablar. masculló molesta.

    ¿Por qué no me dijiste nada antes? preguntó secamente, ignorando por completo lo que le había dicho.

    Iba a hacerlo pero… se calló en seco.

    ¿Pero?

    Comencé a pensar en la reacción que tomarías cuando te lo dijese, que estoy completamente segura que te enojarías, ya que… No te gusta que te mientan o te oculten cosas. respondió la pelirroja.

    Por lo visto se preocupa mucho por su bienestar, tanto que era de extrañarse de ella. Cuando la joven entró a la organización ha cuidado sus espalda pero pensaba que lo hacía por compañerismo, ahora con más razón entendía el porqué tanta preocupación había otra cosa, un sentimiento que no había notado en ella al principio, y aunque ya tenía la ligera sospecha desde el día en que toco sus labios.

    Rio… ¿Qué es lo que te pasa conmigo? preguntó con serenidad para ocultar su confusión.

    No sé de qué me estas hablando. respondió aparentando la misma confusión que el chico. Sí sabía de qué estaba hablando, sólo que no iba a decirle nada, que hasta intentaría lo imposible para evadir el tema.

    No quería mostrar debilidad con Hidan, por lo que desde lo más profundo de su corazón intento ocultar todas y cada una de sus emociones.

    Rio, contesta mi pregunta. exigió impacientemente.

    Hidan… pronunció su nombre en bajo. Dudosa de contarle la verdad, sólo estaba mirándolo a los ojos.

    ¿Qué es lo que pasa? preguntó manteniendo esa misma inquietud.

    Enfrentando sus brillantes ojos rojos seguía preguntándose si iba o no a contarle todo, ese corazón palpitaba con intensidad, impulsándola a decirle todo, notó la forma en cómo se colocaba; al fin se había dado cuenta que era lo que estaba pasando, gustar de él, era increíble que le pasara esto, que gustase de una persona... Y, que le hiciera sentir cosas que antes no había sentido con nadie; Rio para ser tímida, con tan sólo mirarla a los ojos podían confesar claramente todo lo que sentía por la persona que tenía al frente.

    ¿Yo te gusto? preguntó con serenidad, pero abortando de una vez el tema.

    Sus mejillas se enrojecieron levemente por tal pregunta, que por lo visto no sabía disimular las cosas, siendo descubierta con facilidad. Se mantuvo callada por unos largos minutos, sin tener una manera concreta para responder su pregunta, y eso le molestaba al chico de ojos rojos que mostraba señales de inquietud Para que ocultarlo si de todas maneras me descubrió pensó resentida la chica mientras que dejaba escapado un suspiro.

    Sí me gustas y mucho confesó en bajo.

    ¿Por qué?

    No te sé explicar las cosas, sólo te diré que desde siempre he tenido una atracción hacia ti respondió la joven.

    Rio… pronunció su nombre, tomando ambas mejillas con sus dos manos. Tú a mí también me gustas, y mucho… Tanto, que estoy dispuesto a protegerte haciendo saber su secreto, los ojos de la chica se abrieron de par en par sin creer todo lo que le estaba diciendo el muchacho.

    Sin poder aguantarlo más se acerco nuevamente a sus labios para besárselos lentamente, en su vida, como fue mencionado antes, está no sabía besar pero eso no le importaba ya que le hacía entender que era el primero que los tocaba, contando la vez que esté la beso de forma desprevenida en el cementerio Se siente muy extraño pero… Tengo que admitir que se siente demasiado bien pensaba con fascinación abrazándolo del cuello al momento en que el muchacho rodeaba su cintura con sus brazos.

    Volteándose con la chica se encamino hasta un árbol aprisionándola en él, sostuvo su cintura con una mano mientras que con la otra se sujetaba de la corteza, jugando con su lengua se sentía superiora ella ya que era una inexperta en todo esto, aunque tenía que admitir que besaba muy bien, tanto que se sentía aliviado con eso, calmado, como sí esta chica fuera su medicina a todo el estrés que día a día lo molesta, con tanto trabajo y sin nadie que lo comprenda a la perfección, estaba dispuesto a dar a su vida por ella… Por esta chica, que de alguna extraña razón le tomo un cariño que no tomaba cualquiera.

    Para ser su primera vez tengo que decir que lo hace muy bien pensó divertido mientras que se comenzaba a separar de ella, al sentir la falta de aire. Acarició su mejilla que se encontraba todavía sonrojada, y sin quitarle la mirada a sus orbes grises que brillaban con intensidad, lo siguiente que estaba por hacer, era una completa locura.

    Hay algo que quiero decirte —comentó en bajo.

    Parecía que el gato se hubiera comido su lengua, porque aún permanecía callada, esperando a ver, que era eso que tenía que contarle.

    Ya sé que nos gustamos el uno al otro, entonces… Me preguntaba si… ¿Quisieras ser mi novia? haciéndole finalmente esa dudosa pregunta, los orbes de la joven brillaban todavía con más intensidad.

    Sonrojándose de forma violenta, lo miraba parpadeando constantemente, intentando entender sus palabras, era increíble lo que le decía que no parecía ser cierto, era más bien un sueño para ella, con el sólo pensar que Hidan le estuviera diciendo todo esto.

    Bueno, Hidan… No sé qué decirte, me tomaste de sorpresa con eso que dijiste era lo único que pudo decir, ante su confesión.

    Eso lo sé… Pero, aun así te insisto con esta pregunta insistió Hidan.

    ¿Por qué?

    Porque te puedo proteger respondió con esa misma tranquilidad, que oculto la insistencia.

    ¿De quién? preguntaba con tanta confusión que le gustaba un poco asimilar cada cosa que le estaba diciendo.

    De la organización, ya nos han dado la orden de exterminarlas con cada falso movimiento que hagan. respondía con serenidad sin quitarle la mirada de encima.

    Sabía que esto iba a pasar, es más le daba la razón a su líder cuando les comento a todas que estuvieran atenta a cualquier cosa que hagan, los alarmaría a ellos, tentándolos a cazarla como animales para llevarlas a una cita segura con la muerte Por lo visto, ya no nos queda de otra que seguir con esto pensaba claramente desviando la mirada hacia un lado.

    Entonces… ¿Qué me dices? preguntaba con la misma insistencia.

    Bueno… Siempre he querido esto, así que… ¿Para qué seguir dudándolo? Sí quiero serlo, Hidan. aceptó sonriéndole dulcemente.

    Esté contento con la noticia que recibió de su parte, abrazo a su ahora novia para así poder besar nuevamente sus labios.

    ~o~

    En la mansión de los Uchihas, se encontraba el grupo Taka en compañía de tres de los miembros de la organización Tsukuyomi.

    En absoluto silencio cada uno pensaba en lo que harían, ya que hace unos días la pelirroja del grupo les informó a éstas que tenían a un espía entre ellas, y esa le ha contando todo lo que han hecho a la organización enemiga. Pensando con mucha claridad quién podía llegar a ser esa persona, la única que tenían en mente era la persona que se mantenía en amabas organizaciones… La gran pregunta que ahora se hacían era: ¿Quién es esa persona que intenta derrotarlas?

    El único que pienso en estos momentos es, Madara. dedujo Yuu.

    Sólo porque no ha dado la cara en días, no quiere decir que él sea reprochó la líder. Yo pienso que es Konan, recuerden que ella se mantiene en dos organizaciones, y sabe al pie de la letra lo que hacemos. dedujo la Uchiha.

    Estoy de acuerdo con ambas, pero… Deben tener en cuenta lo siguiente. aspecto Riko. Poniéndonos a pensar en eso, para llegar a ser el mejor debía eliminar no sólo a la organización de Akatsuki, sino también la nuestra; porque ahora nuestra posición esta a rayas con el de ellos. citó.

    Sacando a cuentas que Rima dijo que la policía las comenzó a investigar, entonces no hay de otras que es Madara quien va detrás de las dos organizaciones. —planteó Suigetsu.

    Sí ha de ser así tendremos que movernos rápido, porque de seguro esta esperando que hagamos nuestro movimientos para fregarnos a todos. sugirió la chica de cabellos grises.

    Bueno en todo caso, no es necesario que Aiko se entregue a Akatsuki si le damos esta información comentó Juugo.

    No tendría caso que hiciéramos eso. lo terco el Uchiha menor. Haciendo eso, de igual forma van a querer ir por ella, porque es la cabeza de la organización, y una de las mentes maestras de todos sus planes. explicó.

    Sasuke tiene toda la razón, de nada sirve que le digamos esto, si de todas maneras van a ir detrás de mí para sacarme información sobre cada uno de mis movimientos en esta organización. afirmó la azabache.

    Tampoco podemos privarle esta información a ellos, porque saben que los derrocara de la misma forma que las derrocaran a ustedes. dijo la castaña.

    Entonces, tendremos que pensar otra forma para poder comentarle todo, sin tener que formar un lio. propuso Karin.

    Volviendo a dejar que el silencio les invadiera el ambiente en donde se encontraban, de nuevo intentaban pensar una manera clara y precisa que los ayudase con todo este lio, si es que tenían la razón a tales deducciones que hasta ahora han sacado.

    ~o~

    Revisando unos papeles que se encontraban en su escritorio, miró el reloj que tenía a un lado, dándose de cuenta que ya era momento de retirarse, se levantó para acomodar sus cosas, dejando todo ordenado; tomo su celular y sus llaves para poder salirse de la comisaría.
    A unas cuatro cuadras notó que un auto negro la estaba siguiendo, por lo que detuvo su caminaba para ver como esté se detenía a su lado. Al desviar la mirada hacia la ventaba, no se sorprendió mucho de ver a la persona que estaba bajando ese vidrio negro ya que era nada más y nada menos que…
     
    • Me gusta Me gusta x 3
  13.  
    Alex Jordison

    Alex Jordison Entusiasta

    Leo
    Miembro desde:
    28 Julio 2010
    Mensajes:
    174
    Pluma de
    Escritora
    Me encanto, realmente me gusto, mucho. *-* Fue muy tierno lo de Hidan, fue super *-*, de veraz.

    Bueno, comenzemos realmente:

    Horrible, na joda, pero ya serías, te estás tragando muchas "S" y palabras, las escribes mal. Esto es sorprendente Nanami Aiko, siendo usted mi sensei, me sorprende poder detectar no uno, sino "tres o cuatro" errores así.

    También pude notar que estás un poco más distraída para escribir, y te tardasteis un poco más, pero al menos dejasteis continuación.

    Bueno, va bien desarrollado el fanfic, pero también recuerda que tienes que concentrarte un poco más para escribir. ¡Me encanta! tu forma de narrar, por obvias razones me hace muy bien como narras.

    Algo que te quería comentar, pues no entendí bien una parte del texto, luego te la pregunto por msn. espero que no te enojes por mi critica. bueno sigue así que me gusta como va todo. la trama es excelente y todo va muy bien.

    Avísame para la continuación.

    Te ama Mili Hyuuga/Alexia Merino.​
    Solocontigofirmoconminombreoriginal
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  14.  
    Yuriko Fate Granger

    Yuriko Fate Granger Usuario popular

    Cáncer
    Miembro desde:
    15 Abril 2011
    Mensajes:
    530
    Pluma de
    Escritora
    Amé a Hidan fue muy tierno :) sinceramente amé toda la continuación en sí

    Pude ver que te faltaron un par de "S" y uno que otro error de tipeo. Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah cada vez más intriga me da, más con quién es el/la espía ;). Espero la próxima continuación!
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  15.  
    Bloody Rabbit

    Bloody Rabbit Usuario común

    Sagitario
    Miembro desde:
    14 Febrero 2009
    Mensajes:
    359
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    This Is Not My Life...
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    26
     
    Palabras:
    5234
    Capítulo XXIII

    Era increíble de todo los chicos que pueden existir en este mundo tenía que ser este moreno de ojos azabaches penetrantes que la viniese a buscar.
    Con las manos posicionadas en su cintura, comenzó a hacerse más de una pregunta, pero, la principal de todo era el qué hacía aquí.

    ¿Ocurre algo, Itachi? preguntaba con una tonalidad de voz suave.

    Móntate en el auto y hablamos respondió fríamente. Eso sí la extraño por completo, ya que no tendía a tratarla de esa forma.

    Giró sus ojos en señal de fastidio y con hacerle caso, se montó en el auto. Al cerrar la puerta esté comenzó a andar, mostrando en el ambiente una señal de silencio que los incómodo en cierta parte a ambos.
    Tenía muchas cosas que hablar con ella, demasiado para ser más claros; estaba en una fuerte posición y como de verdad le tenía un gran aprecio a esta chica no podía permitir que algo le pasase, así Pain le dijera que tuviese que matarla se negaría completamente a cumplir tal orden.

    Rima… con mencionar su nombre, ésta desviaba la mirada hacia él para enfrentar sus orbes ónix.

    ¿Qué pasa? preguntó manteniendo esa misma tonalidad de voz.

    ¿Por qué haces todo esto? ¿Cuál es el verdadero objetivo que vayas en contra de nosotros? preguntó sofocando de mantenerse por mucho tiempo en silencio.

    Por unos minutos se mantuvo en silencio, pensando en lo que estaba preguntándole desvió su mirada hacia la ventana ya que no quería mirarle para darle una respuesta que no era la verdad. Era imposible, difícil de explicar, tanto que no sabía la verdadera razón por la cual hacía todo esto. Pero, tampoco podía mentirle a la persona que de verdad la ha amado en todo este tiempo, por lo que dejó salir un suspiro que llamó la atención del azabache que aún no se dignaba a quitarle la mirada de encima.

    Hago esto porque quiero ser la mejor, siendo reconocida por la policía me daré cuenta de que puede llegar a ser igual de buena que mi padre contestó honestamente, enfocando su mirada hacía la del chico.

    ¿Así estés dispuesta a matarme para conseguir tal meta?fríamente se lo preguntaba porque jamás pensó escuchar esas palabras salir de sus delicados pero a la vez tan carnosos labios.

    Acabando con Akatsuki por completo aclaró en seco. Yo no te voy a matar porque te amo, Itachi; pero… Si no me das otra opción, no tengo más que cumplir con la orden que se me dé citó con tanta serenidad que parecía muy honesta al decirle eso.

    El joven no hizo más que acortar la distancia con su novia para poder tomar su mentó con una mano, llevando esa fría mirada hacia la suya pudo ver en la amatista el miedo que desde hace un tiempo presentía, y estaba casi seguro de que hacía todo esto para no quedar mal con sus otras compañeras porque con la rubia se podría comentar que sí le importaba demasiado la reputación que tuviera con las mismas.

    Entonces… insistió impaciente al no obtener ninguna respuesta de su parte.

    ¿Quieres saber qué pasara? preguntó a lo que éste asintió. Dentro de unas semanas se desatará la guerra entre Akatsuki y Tsukuyomi; todas nosotras estamos preparando todo, que hasta tendremos el cargamento que tenemos días esperando contó.

    ¿De qué tipo de atentado me hablas? preguntó manteniendo esa misma compostura.

    Desvió la mirada por unos minutos, como si dudase de contarle todo. Con hacerle eso sabría que estaba siendo una soplona, y traicionaría a sus amigas que cuentan cien por ciento con ella para que mantuviera todo al margen.

    Sé que tu hermanastra me va a odiar por contarte todo esto ya que es la líder, y cuando con que cada cosa que hagamos salga perfecto. anticipó antes de continuar con su respuesta. A unas cuantas horas, Riko y Yuu irán por el cargamento que le pedimos al presidente de la compañía Sunano hace unas semanas atrás, y para hoy es que tendríamos esas armas siguió contando con la mirada fija en él.

    ¿Quiénes burlarán la seguridad de la guarida ese día, y quién es la que entrara para asesinar a nuestro líder? preguntó el mayor de los Uchihas.

    Rio y Riko se encargaran de lo primero, y tu hermanastra por la cabeza en todo esto se encargará del trabajo sucio respondió la rubia.

    Cada curiosidad que tenía se lo contestaba sin mucha duda, y era algo que lo beneficiaba por completo ya que sabría muy bien como contrarrestarle sus planes, pero… El instinto de hermano mayor no le permitiría hacer eso porque está su hermana adoptiva en medio de todo esto, y con saber el peligro que correría era mejor darles una mano que ir en su contra así le costará la lealtad que le ha tenido al hombre de cabellos anaranjados por años.
    Manteniendo su mirada en ella, acaricio lentamente sus mejillas para después acercarse a su rostro con intenciones de darle más de un corto beso, ésta lo que hacía era sonrojarse mas no se ponía nerviosa ya que estaba acostumbrada a que el azabache se comportarse de tal manera hacia su persona.

    ¿Vas a informar todo lo que te he dicho hasta ahora? preguntó fríamente sin romper ningún contacto.

    Éste negó en seco.

    Aiko esta metida en todo esto, y no estoy dispuesto a traicionarla respondió Itachi. Eso sí la sorprendió por completo, pensando que su lealtad hacia Pain era más fuerte que la lealtad que le tiene a su único dos familiares, estaba dándose dé cuenta con estas palabras de que estaba completamente equivocada.

    Entonces tú… fue callada por su dedo índice al saber lo que estaba a punto de decirle.

    ¿Quién dijo que iba a traicionarla? preguntó divertido. Mas bien me preocupo por ella, es sólo que no se lo hago saber porque tiene un orgullo que se lo come cualquiera dijo eso para escuchar una risita burlona por parte de su novia.

    No voy a defenderla porque tienes toda la razón. Afirmó ella para verlo sonreír ligeramente.

    Por algo es que ella y Sasuke son tal para cual aspecto divertido para volverla a hacer reír.

    Cierto, ese es otro al que se deja comer por su orgullo volvió a afirmar divertida sin lograr borrarle esa sonrisa del rostro.

    Sabía que tenía una valiosa información que le pudiese ser de muy buena ayuda pero, como su casi misma sangre estaba por encima de todo debía ser muy cauteloso para poder cuidarla porque estaba demasiado consciente de lo que era capaz de hacer para cumplir con su meta.
    ~o~

    Luego de darse una larga ducha, se colocó lo primero que encontró para poder descansar tranquilamente ya que su mente estaba siendo invadida por la misión que dentro de unas semanas le tocaba hacer, y para ser líder no era fácil hacer este tipo de cosas ya que tenía que contar con el apoyo de sus otras compañeras, además de que para hacer este tipo de cosas tenía que carecer de mucho coraje ya que no muchas veces arriesgaba su vida para poder hacer una misión bien hecha.

    Colocándose una camisa de tirantes y pescador semi largo de un color negro brillante, se recostó en el asiento que hacia conexión con su ventana para poder colocarse la toalla semi mojada en su cabeza, y con usar ambas manos comenzó a hacerle leves movimientos para secar sus mojados cabellos.
    Mirando un punto ciego de sus piernas que se encontraban dobladas, pensaba perdidamente en todo lo que ha hecho hasta ahora, y lo peligroso que le toca hacer después que hasta en un cierto punto hacía saber el miedo que sentía al respeto, pero… Como no lo mostraba con facilidad mucho no eran consciente de ello; lo que logró sacarla de su a tormentoso pensamiento fueron las manos masculinas de su hermano mayor que se movían al compas de los suyos, bajándoselas a los pocos segundos continúo con lo que hace mucho tiempo no le hacía, que era secarle sus cabellos cada vez que se los mojaba.

    Es raro verte hacer esto comentó divertida, sonriendo de forma arrogante.

    Calla y deja de burlarte que no ando para tus juegos fanfarroneó molesto. Te he notado muy aislada de la realidad desde que todos se fueron, ¿Te encuentras bien? hablándole con tanta frialdad, ocultaba perfectamente la preocupación que sentía.

    Con mantenerse en silencio le daba una repuesta afirmativa a lo que le estaba preguntando.
    Cuando terminó su debe, ésta se levantó para poder dirigirse unos minutos al baño con intenciones de guindar ese mojada toalla, al salir del lugar miró a un distraído azabache quien observaba perdidamente la luna, suspiró cansadamente para poder acercarse a donde se encontraba sentándose a su lado éste la miró de forma serena comenzando a hacer más de mil preguntas. Sabía que estaba preocupada pero el orgullo se la comía demasiado y no le decía a cualquiera lo que de verdad sentía, la comprendía por qué pasaba por lo mismo… Muchas veces no decía lo que de verdad pensaba por miedo a no ser comprendido por las demás personas pero, ella… Ella era diferente, y sabía perfectamente por lo que pasaba, era algo que de verdad le gustaba de su persona; ahora que estaba muy perdida en su propio mundo era momento de sacarla y Sasuke conocía la única manera de lograr eso.
    Con tomar sus dos enrojecidas mejillas, se fue acercando a su rostro para hacer un contacto con los semi mojados labios de la chica que lentamente correspondía su beso al colocar sus morenas manos en el pecho del joven que la tomaba de la cintura para poder sentarla encima de él.

    Al principio era un juego de roces lo que hacían para poder humedecer los labios que deseaban los dos comer, claro en esto su hermanastra le ganaba ya que se dejaba dominar y con verla a ella empujándolo con ambas manos para recargar su espalda en la ventana ésta había quedado recostada en el pecho de un Uchiha que posicionaba sus manos en sus caderas para permitirle a ella enredar los delicados dedos de sus manos en los negros cabellos de éste.
    Que increíble era las cosas cuando éstos se besaban, parecían no tener control de sus emociones cuando tocaban la final textura de los labios del otro. Con acercársele aún más lo que finalmente estaba buscando lo había logrado conseguir, la unión que mató a la chica de cabellos azabaches quien se recostaba todavía más en su hermano para poder abrazarlo del cuello.
    Pasión y deseo, esas dos emociones iban agarradas de la mano cuando éstos se encontraban atrapados en un desesperado beso, y eso que Sasuke muchas veces para molestarla la arrinconaba en el primer lugar que encontraba con intenciones de hacerle unos jueguitos que la terminaban enrojeciendo por completo. Jugando con sus lenguas, Aiko despertaba en Sasuke un sentimiento que antes no había notado en él y era el aprecio que le podía tener a una persona cuando de verdad se preocupaba por ella, es sólo que no muchas veces lo demostraba por lo orgulloso que era pero no le importaba ya que de igual forma lo sentía en su interior sin necesidad de que éste tuviera que decírselo.

    Al sentir la falta de aire se fueron separando lentamente, permitiéndole a sus pulmones recobrar todo el aire que se les fue robado; fijaron la mirada en el otro para poder creer que era cierto lo que ocurría, que era verdad que todo este alocado deseo no era una broma para ambos.

    Eres una verdadera molestia especuló. Despiertas en mí deseos que no he tenido con otra mujer que ha pasado la noche conmigo.

    ¿Eso me tiene que importar? preguntó arrogantemente. Y ahí estaba, la personalidad Uchiha que llevaba Aiko por dentro. Lo que pasa es que ésas a las que llamas “mujeres” no saben darte lo que de verdad necesitas. con tal arrogancia se le recostaba más para provocarlo.

    Eres todo un peligro para mí, Aiko Uchiha admitió arrogantemente. Tenía que decir que para no ser de su misma sangre, sí que sabía manipular a las personas a su antojo. Deberían temerte. dijo.

    Deberían sabiendo de lo que soy capaz de hacer para conseguir lo que de verdad deseo afirmó lamiendo su labio inferior.

    Y con eso se le quitó de encima para pode dirigirse al baño, pero de un ágil movimiento había sido acorralada por su hermanastro en la puerta del baño. Acercándose nuevamente a su rostro, la engañó al irse a su cuello que lamió lentamente, erizándola por completo ésta llevó su mirada hacia el techo soltando durante su trayecto un auxiliar suspiro.

    Sasuke, suéltame tengo una misión que cumplir le decía para que la soltara.

    No creo eso posible ahora… Mi adorada hermana manteniendo ese mismo tono arrogante, volvió a lamerle ese cuello para erizarla todavía más sin dejar de apegarse a ella.

    Suspiros eran los que salían de sus labios que le costaba demasiado articular una palabra y como sabía que ésta la estaba esperando tendría que ingeniarse algo para salir ilesa de esto.

    ~o~

    Recostada en la puerta de un camión se encontraba una chica de ojos rojos que al parecer se encontraba completamente fastidiada por lo que le tocaba hacer, y eso que tenía la compañía de su mejor amiga que por lo visto andaba en las mismas; fastidiada y sin nada que hacer, ambas estaban deseando poder irse a sus respectivos hogares a descansar pero… Su líder les hizo un llamado ya que les tocaba completar una misión que tenía días asignado.
    Esperando por la llegada del Sabaku no con su nuevo lote de armas, éstas giraban los ojos en señal de fastidio para intentar calmar esas locas ansiedades de maldecir a la primera persona que estuviese a su lado en ese preciso momento.

    ¿Cuánto más estaremos esperando como unas tontas? preguntó Yuu enojada.

    ¿Es mucho pedirte que esperes unos minutos más? preguntó su amiga de vuelta e igual de enojada.

    Bufó por ello. Que fastidio era esperar por dos horas a un exitoso empresario que duraba mucho en traer un simple encargo.

    Parecen tortugas, y más con hacernos perder el tiempo que es una de las cosas que más odio comentó cruzándose de brazos.

    Deja el reproche que me enfermas con esos fastidios comentarios pidió Riko con la poca paciencia que tenía.

    Bufó nuevamente para inflar sus cachetes como toda una niña pequeña, y con desviar la mirada hacia otro lado ésta lo que hacía era burlarse de ese cómico rostro que lograba sacarle una sonrisa. Había que admitir que aunque la castaña tuviera sus niñadas era toda una compañía agradable y eso a Riko le gustaba ya que la hacía sentir muy cómoda y segura de sí misma.

    Al mostrar la señal de aburrimiento Yuu se había puesto a jugar con sus dedos índices al chocarlos entre sí un par de veces, siendo observada por la muchacha que se preguntaba el por qué hacía tal cosa desviaron la mirada al ver una camioneta negra llegar con un camión de carga atrás de ella y otra camioneta que venía seguida de la misma; por lo visto, cumplió con la expectativas que les había hecho saber la Uchiha al haber hablado con el pelirrojo hace unos días atrás antes de darle inicio a la misión.

    Ya era hora de que llegará con eso se incorporó un poco para poder acercarse con Yuu a su lado a donde estaba el empresario que bajaba del auto acompañado de una figura femenina de piel blanca, cabellos rubio brillante amarrado en cuatro coletas, sus orbes verde miraban a las dos jóvenes que se detenían al frente. Por lo visto cumplió perfectamente las condiciones que le puso nuestra líder.

    Es bueno verla de nuevo dijo eso con cortesía. Sí, no hace mucho hable con ella y con un par de indicaciones pudimos hacer exitosa el transporte de sus armas.

    Nos alegra mucho que eso haya sido un existo hablándole con la misma cortesía, chasqueó sus dedos para que varios hombres salieran de una camioneta gris que se encontraba escondida en lo oscuro, quienes se encargaron de traspasar todo a su camión de carga.

    ¿Quién es su acompañante? preguntó la fémina que tenía rato callada.

    Ella es mi hermana, Temari Sabaku no presentó a la aludida que mantenía su fría mirada.

    Parece ser de pocas palabras comentó en bajo.

    Pues creo no ser la única porque antes usted se encontraba en las mismas condiciones especuló en su defensa.

    Eso la molestó demasiado que su amiga tuvo que hacerle señas de que se mantuviese tranquila.

    Bueno creo que ahora debe cumplir con la otra parte del trato dijo el Sabaku no para continuar con la conversación.

    No se preocupe que no pensaba olvidar eso con una sonrisa ligera le susurró un par de cosas a la chica de orbes ónix que se había dirigido a la moto para sacar un maletín de plata.
    Al acercarse nuevamente a donde se encontraba le hizo entrega de esté para que la rubia pudiera hacer un conteo de la plata que acordaron ambos chicos aquel entonces.

    No veo necesidad de hacer eso; toda la plata esta dentro y es la cantidad exacta que pidieron especuló la joven.

    De igual forma no esta de más percatarse de las cosas comentó con frialdad volviéndose de nuevo al lado a donde estaba su hermano.

    Díganle a su líder que hace conmigo dentro de unas semanas para acordar la otra carga que saldrá para el exterior dijo eso para poder montarse en la camioneta junto a su hermana.
    Esté dio arranque para poder retirarse del lugar. Ambas se comenzaban a hacer la misma pregunta “¿De qué estaba hablando el muchacho?” Por lo visto la Uchiha tenía un plan de respaldo por si las cosas no salían como ella quería.

    Algo me dice que luego de esto nos tocara viajar comentó yéndose para la motocicleta.

    Eso no me extrañaría, sabes que Aiko siempre piensa las cosas en grande especuló Yuu montándose en su vehículo de transporte.

    Bueno, ya nosotras hicimos nuestra parte. Es mejor dejar esto en la guarida para mantenerlo seguro propuso la chica de cabellos grises para poder darle arranque a su motocicleta.

    Ésta no le dijo nada, sólo se colocó su casco y prendió el motor de su motocicleta para poder seguir a su mejor amiga, siendo seguidas por el camión de carga en donde llevaban el nuevo armamento que utilizarían para el atentado contra Akatsuki.

    ~o~

    Se suponía que debía estar cuidando la puerta de la guarida pero, con su novia montada encima de él besándolo apasionadamente eso parecía una misión imposible de cumplir.
    Sus femeninas manos acariciaban suavemente los cabellos de la masculina figura que la abrazaba de la cintura para poder apagarla más a él dándole más pasión a su frenético beso, ésta se movían un poco para hacerle entender una cosa que Hidan no lograba entender.
    No muy lejos de donde se encontraba estaba una azabache acompañada de su novio quienes miraban extrañados la escena que estaba haciendo la pelirroja con el muchacho.

    ¿No se supone que burlaría la seguridad de la organización para borrar sus datos? preguntó éste confundido.

    Es lo mismo que me estoy preguntando respondió enojada la chica.

    Por lo visto, Rio-sama es buena para otras cosas comentó Juugo desde su comunicador.

    Que lo disfrute mientras pueda que la voy a matar cuando terminemos la misión masculló la Uchiha.

    Déjala vivir con arrogancia comentaba su hermanastro apagándole el comunicador a su hermana para poder moverle sus azabaches cabellos hacia un lado, logrando así repartir besos que erizaron nuevamente el cuerpo de la chica.

    ¿Qué haces, Sasuke? preguntó en un suspiro.

    Quédate tranquila y no digas absolutamente nada ordenó éste abrazándola de la cintura para poder apegarla más a su pecho.

    Ésta no le dijo nada, sólo se dejó llevar por los labios de su hermano que al parecer estaban algo inquietas.

    A pesar de tener un día como novios, de todas maneras una de las cosas que le gustaba de él es que besaba como todo un niño necesitado, como si dependiera de sus labios para seguir viviendo; era increíble esto ya que de esa forma lograba enloquecerla al punto de querer más.
    Entrando a un ambiente terriblemente apasionado pero que a la vez se mostraba muy lujurioso, lo que hizo que se separasen de forma seca fue la falta de aire que sentía sus pulmones quienes le pedían de manera desesperada la restauración de la misma. Escuchando su comunicador sonar, lo tomó para encenderlo al colocarle el auricular detrás de su oreja izquierda.

    Espero no interrumpir tan apasionada escena pero… Tienes algo que hacer Dijo su líder desde el otro lado de la línea.

    Eres lo peor que existe en este mundo ¿Lo sabías? reprochó ésta enojada.

    Sí y no me importa, ve a lo que acordamos volviéndole el reproche, ésta lo que hizo fue resoplar del fastidio.

    Recostándose unos minutos en el pecho de su novio, se le quitó de encima para poder besarle la frente en donde le había dedicado una sonrisa.

    Nos vemos después despidiéndose ahora con un beso corto, se adentró a la guarida rumbo al sótano.

    Yo no te mande a Akatsuki para que te besuquearas con tu novio, te mande a que eliminarás toda clase de información que tenga que ver con nosotras le hizo un recordatorio de la misión que le toca cumplir.

    La pelirroja suspiró fastidiada.

    Está bien, ya voy a hacerlo aceptó fastidiada bajando por las escaleras.

    Con una linterna en la mano caminaba por el interior del sótano. Llegando a la computadora central, sentándose en la silla comenzó a buscar entre la base de datos para eliminar toda clases de información que tuviera que ver con estas chicas, estando bajo la tutela de la azabache se le facilitaba todo pero, nunca había aceptado hacer esta misión.

    Recuerda la razón del por qué acepté hacer esto comentó durante el progreso volviendo a mostrar la señal de fastidio.

    Porque a Rima le dio la grandiosa idea de perderse acotó la Uchiha con sarcasmo.

    Pero tú puedes hacer eso ¿no eres hacker? preguntó confundida.

    Por si lo olvidaste grandísima idiota me están buscando, y no puedo darme el lujo de que me vean rondando por los alrededores para ser vista por ellos respondió con el mismo sarcasmo.

    Ésta no le dijo nada y continúo con los suyos, borrando e archivando información que le pudiese ser de ayuda. Durando otra hora más, su comunicador de nuevo estaba dándole señalas de una transmisión que estaba entrando.

    ¿Qué averiguaste? preguntó Aiko.

    Que no he averiguado mejor dicho habló sarcásticamente. Eliminé todo aquello que pudiese ayudarlos a ellos a derrotarnos; también me encargue de archivar la información de cada uno por si intentan montarnos una trampa reportó Rio.

    Veo que captaste muy bien mis órdenes ¿También archivaste la información de Tobi? preguntó de nuevo.

    Fue lo primero que hice respondió sin dejar de detener el tecleó.

    A los pocos minutos detuvo sus dedos al finalizar, recostándose en la silla cerró por unos minutos los ojos descansándolos de tanta resolución que le tocó ver.

    Ya termine, ¿Algo más? preguntó ésta de forma cansada.

    Sí, revisa todo lo que ha pasado en el atentado en Dianestown pidió la chica respondiendo a su pregunta.

    ¿Crees que tienen algo que ver con eso? preguntó esta vez confundida.

    No te puedo asegurar eso pero, algo me dice que sí tienen que ver con ello; sólo tenemos que buscar la información que nos logré dar la afirmación respondió la Uchiha.

    Está bien, veré que consigo por aquí aceptó dándole comienzo a su búsqueda.

    Por un bueno rato estuvo metida en esa computadora, buscando y buscando algo que le consiguiera dar acceso a esa información. Al lograrlo, tomó su pendráis y se fue a donde se encontraba su novio para dedicarle otro corto beso en señal de que esperaba verlo pronto, yéndose está vez a donde se encontraba su amiga quien la estaba esperando con el azabache y el chico de cabellos anaranjados.

    Con montarse en la motocicleta y darle arranque al motor éstos de una vez partieron lejos del lugar antes de ser descubiertos por los demás miembros.
     
    • Me gusta Me gusta x 2
  16.  
    Yuriko Fate Granger

    Yuriko Fate Granger Usuario popular

    Cáncer
    Miembro desde:
    15 Abril 2011
    Mensajes:
    530
    Pluma de
    Escritora
    yaaaaaaaaaaaaa esto sí me mata!!! se viene la guerra!! quisiera saber si son capaces de matar a sus novios las chicas de Tsukuyomi, además de que creo, que Rima hizo mal en contarle a Itachi todo lo que tienen planeado hacer, a menos que hagan otra cosa, no sé, igual lo único que puedo hacer es imaginar lo que puede llegar a pasar. Pero me matan esttas continuaciones, no sé que voy a hacer cuando se termine voyallorarcomounacondenada.

    Espero la próxima continuación Bloody Rabbit
     
  17.  
    Bloody Rabbit

    Bloody Rabbit Usuario común

    Sagitario
    Miembro desde:
    14 Febrero 2009
    Mensajes:
    359
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    This Is Not My Life...
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    26
     
    Palabras:
    5851
    Después de un largo tiempo. He podido continuar con el fic, mil disculpa por esta repentina muerte. Espero actualizarla más seguido.

    PD: perdón por algunas que otras palabras obscenas.
    ----------------------------------------------------------------------------------
    Capítulo XXIV

    Estaban los tres Uchihas sentados en la sala de la mansión, los dos varones ocupaban el sofá para tres, mientras que la única mujer ocupaba uno de los sofás individuales. Estaban en total silencio, y era porque tenían un tema del cual debían discutir, y eso que no mostraban señales de nerviosismo, al contrario se mostraban demasiado fríos, tanto que… ocultaban por completo, esa inquietud de que esta conversación familiar comenzaría.

    —¿Por qué razón haces todo esto, Aiko? —preguntó el mayor de los tres.

    —Sabes perfectamente el por qué —respondió su misma sangre.

    —Déjame decirte que se me olvido, es mejor que me digas lo que pasa —ironizó con sarcasmo, pero sin necesidad de cambiar su fría actitud.

    —Ya te lo dije, mi meta es ser una de las mejores, así tenga que derrotar a Akatsuki para conseguirlo.

    De nuevo estaban siendo invadidos por ese molesto silencio, tomando en cuenta que Sasuke todavía no había decidido hablar, como el asunto lo tenía sin cuidado lo único que hacía en ese lugar, era el presenciar la conversación entre sus dos hermanos.

    —No pareces tener límites para lo que haces, ¿verdad? —cortó secamente ese silencio, desviando la mirada hacia un lado.

    —Eso es algo que me tiene sin cuidado —acotó con arrogancia—; creo que deberías saber la manera en como hago las cosas, Itachi; por lo que no me es de extrañarme que empieces a decir ese tipo de cosa, menos si lograste que una de mis chicas te contará lo que pasará —expuso, apoyando su codo en el sujeta brazos para que su mano sujetará con delicadeza su mandíbula.

    Parecía toda una líder cuando hablaba de esa forma, que hasta hacía muy notable su labor como tal. Claro que, para ser adoptada, algo que había tomado como su pertenencia, era el hecho de que se daba a conocer como toda una Uchiha.

    Sin tomar en cuenta que no tienen su misma sangre. O era lo que quería hacerles creer.

    —Como no tienes más nada que decirme, yo tomaré camino hasta mi habitación, ya que deseo dormir en estos momentos —se excusó la menor, mientras se levantaba del sofá dispuesta a irse de la sala.

    Estaba por retirarse del lugar, pero el azabache mayor sacó su magnum de calibre 25 mm para apuntarle de frente a la fémina, que estaba siendo protegida por el segundo hermano mayor de la familia. Notando la serenidad en ella, parecía ser que la chica no tenía intenciones de cambiar el rostro de frialdad que reflejaba. Ni siquiera con eso se mostraba temerosa ante él, ahí sí podría decir que fue bien entrenada en la organización Akatsuki.

    —Sasuke es mejor que te quites del medio —ordenó el de orbes ónix.

    —Tendrás que matarme si quieres hacerle daño; además, es tu hermana idiota, no creo que hacer esto sea una buena idea —la defendió.

    —No pedí tu ayuda —murmuró la mencionada por lo bajo.

    —Cállate, que contigo hablaré después —ordenó el mayor de los dos.

    Lo miró de reojo con dicha frialdad, que no hizo más que suspirar ante todo el alboroto que había entre ellos dos. Sin tener más nada que decirles, se había ido del lugar para dejar a los dos varones en la sala, mirándose con serenidad sin necesidad de hacer otra cosa.

    —¿Qué intentabas al hacer eso? —preguntó el moreno.

    —Montarle presión para que me dijera lo que estaba planeando —respondió Itachi, sentándose con pesadez en el sofá.

    —Creo que olvidaste el hecho, de que asustar a Aiko es un gran problema. Diciéndote que es imposible conseguirlo —le recordó.

    Antes de contarle otra cosa, su hermano menor había tomado asiento para estar más tranquilo, y conversar seriamente con la cabeza de la familia.

    —Rima me ha contado lo que ha estado pasando con esas chicas, y tengo que decirte, que nuestra hermana está en la olla caliente —anunció, recostándose en el sofá.

    El silencio de nuevo estaba reinando en los lugares; dejando que los chicos pensaran con mucha claridad lo que se ha dicho hasta ahora, tomando en cuenta que, algo no andaba bien en el manejo de la organización Tsukuyomi.

    —Estuve investigando secretamente, fuera de las órdenes dadas en Akatsuki —comenzó a contar, incorporándose en el sofá—. Por lo visto, está esperando un momento preciso para derrocar a mi hermana.

    —¿Quién intenta hacer eso? —preguntó el azabache.

    —La persona que ha estado manejando a esas chicas desde un principio —respondió Itachi.

    —¿Madara?

    —Ése es uno de los que le gusta hacer las cosas a su manera, y conociendo a Aiko, en algunas cosas no le hace mucho caso, por lo que ella prefiere trabajar en solitario —explicó.

    —Sin dejar por fuera la ayuda de sus chicas —agregó el azabache.

    —Y por eso es que quiere acabar con ella. Tiene pensando esperar a que destruya a Pain, para sacarla de su camino —terminó de hablar, sintiendo la mirada del menor en él.

    —Entonces, tendremos que cuidarla —especuló al tener una predicción de cómo saldrán las cosas.

    —A la lejanía —le corrigió—; el orgullo es algo que se la come demasiado, tanto que, no se dejará ayudar con facilidad.

    El hermano del medio se incorporó para fijar su mirada en un punto ciego de la pared, al ver la actitud tomada por su novia, estaba consciente de que podía con cualquier cosa que intentará detenerla, el único detalle es que Madara suele ser algo peligroso por lo que, no se sorprendería de que intentará algo para acabar con la azabache, sólo si ésta antes no le montaba una trampa para evitar que los planes de su “superior” se llevaran a cabo.

    Como no tenía más nada que decirle, se levantó del sofá para tomar el mismo camino que había tomado la menor, dispuesto esta vez a hablar con ella.

    —Sasuke… —detuvo su caminar, para desviar la mirada hacia un lado—; como sea tienes que esconder tu relación con Aiko, sino todo se te irá para afuera, y peor si lo ves como una ventaja para Madara.

    Antes de que pudiera decirle algo al respecto, ambos hermanos subieron con rapidez hasta la habitación de la menor, al escuchar un grito proveniente desde ese lugar. De una potente patada, abrió esas dos puertas blancas para ver a su novia, pegada contra la pared gracias a ese hombre de cabellos negros, que tenía sujetado fríamente su cuello, buscando quitarle todo su aire para que no llegara a respirar; ella intentaba soltarse, y eso que agarraba sus manos para buscar la manera de zafarse de su agarre.

    —Suéltala —ordenó el mayor de los tres.

    Al ver apretar con más fuerza el frágil cuello de su hermana, tomaron medidas drásticas al apuntarle con sus armas calibres una de 9 mm y otra de 25 mm, preparadas para ser utilizadas contra el acechador de su hermana menor.

    —¿Por qué debería hacerlo? —preguntaba cínicamente, apretando con más fuerza el cuello de la fémina.

    Aiko chillaba a causa del dolor.

    —Es mejor que la dejes en paz, Madara —habló esta vez el novio de la azabache, molesto por lo que estaba haciendo.

    —Tiene intenciones de interferir en mis planes, es obvio que no pienso dejar que lo haga así como así, sabe perfectamente el trato que tenemos los dos y, si hace un movimiento en falso estará acabada —acotó, para enfrentar los orbes negros de la chica.

    —S-Suéltame… —chillaba ella, apenas con un hilo de voz.

    Sus intentos de seguir estrangularla fueron fallidos, gracias a la bala proporcionada por Itachi, quien le había disparado para que la soltara. Cayendo sentada en el piso de su habitación, comenzó a toser forzadamente, buscando normalizar su respiración; los dos hermanos se pusieron de frente a la menor, cuando ésta había quedado alejada de Madara a una distancia bastante respetable.

    —Esto es una advertencia, Aiko. Ustedes trabajan para mí, y si me entero de que están planificando algo en mi contra, cada una pagara muy caro las consecuencias —le advirtió, retrocediendo para salir por la ventana.

    —¡Maldita escoria! Ni creas que dejaré las cosas así, como… así —al forzar su voz, nuevamente estaba comenzando a toser.

    —Es mejor que te quedes calmada, Aiko —le ordenó su hermano mayor, para después dirigirse hasta su “invitado” —; es mejor que te largues, antes de que llame a seguridad.

    —Me tiene sin cuidado tus inofensivas amenazas, Itachi —acotó—. Lo que de verdad me interesa es acabar con tu hermana, la muy desgraciada es un genio cuando se lo propone, y mejor que ande a paso lento, porque haré que todo le vaya mal —aspecto con rabia, la
    inteligencia de la chica.

    —Es evidente que me tienes miedo, maldito desgraciado —burló la azabache—; pero tranquilo, tus advertencias no me harán mucho daño, con tal, no sabes lo que pienso hacer para acabarte de una vez por toda —dijo, colocándose una mano en su cuello para buscar aire.

    —Vas a salir quemada si juegas con fuego —le soltó un refrán—. No pienso ir directamente contra ti, pero sí pienso acabar con cada una de las personas a la cuales estás involucrando en este asunto.

    —Entonces, esto es una guerra —decretó fríamente—. Si le pones un dedo encima a cualquiera de mis chicas o a uno de mi familia, te juro Madara, que tu muerte no será la más lenta que digamos —lo amenazó.

    —Para ser adoptada, se nota que tienes sangre de Uchiha. No me sorprendería que en realidad si lo fueras —comentó con ironía, burlándose del pensar de la chica.

    —¡Lárgate de una vez! —exclamó la aludida, comenzando a perder la cabeza.

    Sonrió con arrogancia al ver dicha actitud, y como sabía que las cosas terminarían siendo peor, de una vez se había ido de la habitación para dejar nuevamente solo, a los tres Uchihas de los cuales dos de ellos miraban confundido a la menor.

    —Sabes que voy a hablar contigo sobre esto —le comentó Itachi.

    —No me importa.

    —¿Me dirás cada cosa que te preguntaré? —la interrogó.

    —Si así me dejas de joder, está bien —aceptó—; eso sí, más te vale no hacer nada en contra de lo que te diga, porque así seas mi “familia” te juro Itachi que te haré pagarlo muy caro —lo amenazó, enfrentando sus oscuros orbes.

    Éste sonrió con arrogancia al ver como su hermana se defendía ante cada palabra dicho.

    —Te espero en la sala en una hora, y será mejor que no estés presente Sasuke; porque este asunto es entre Aiko y yo —le dijo al otro mayor, comenzando a irse de la habitación.

    —Ni porque la misma Aiko me lo pida, pienso asistir —negó secamente—; con esto, estoy más que involucrado, así que estaré en dicha conversación, sin necesidad de protegerla si piensas amenazarla nuevamente.

    Esa sonrisa se extendía más al ver como esos dos menores se defendía, con esa determinación recorriendo sus venas, era definitivo que no pensaba retroceder a su palabra.

    —Como quieras, pero conste de que me estás diciendo que no dirás o harás algo mientras pasa dicha reunión —aceptó, dejando finalmente la habitación.

    Tomando en cuenta varias cosas expuesta por su hermana, era mejor darle una pequeña investigación antes de conversar con ella. Porque si las cosas eran como pensaba, entonces sí podía llegar la expectativa de que esa chica sí pertenezca a la familia Uchiha, exponiéndolo como punto, el hecho de que tenga esa sangre por sus venas “Si es verdad lo que dijo Madara, entonces debes ser esa hermana que ni Sasuke y yo llegamos a conocer” pensó, metiéndose en su habitación.

    Al quedar esos dos solos en la habitación de la líder de la organización Tsukuyomi, el mayor de los dos hermanos se acercó hasta donde se encontraba para arrodillársele al frente, tomando serenamente esa mejilla, tan penetrantes orbes lo miraban con serenidad.

    —¿Cómo te sientes? —preguntó.

    —Estoy bien, sólo necesito descansar la garganta —respondió ella.

    Manteniéndose en silencio por unos minutos, estaba ahora pensando en lo que le dijo Itachi hace unas horas atrás.

    —Aiko…

    —Sasuke no puedo dejar que Madara sepa que entre tú y yo hay algo —anticipó lo que estaba por decirle, desviando la mirada hacia el piso.

    —Por lo visto, tú e Itachi piensan por igual —ironizó.

    —Es lo lógico, mira él me tiene los ojos encima y viste que me amenazó, por lo que, no me sorprendería que intentará lastimarte sólo para perjudicarme. No es lo que quiero —explicó.

    —No eres la única que considera eso, pienso de la misma manera que tú, y sé que tengo que dejar que enfrentes este tipo de cosas por tu cuenta, ya que eres la cabeza de una organización que se da a conocer. Pero, tienes que…

    —Dejar que me cuides, lo sé —completó con una cerrada sonrisa su frase—. Eso lo acordamos y acepté sin decir nada en contra, pero ahora, trabajemos como si fuéramos compañeros mas no novios, porque en este caso todo son enemigos de uno, y mi rol en esta circunstancia es protegerlos, así se sepan defender, igual tentaran contra ustedes para derrocarme —citó la chica.

    Al abrazar a su novia, notó como hundía su cabeza en el todo el centro de su pecho, dejando que esa misma calidez la confortará por una rato, para Sasuke no era difícil aceptar el hecho de que tenía la razón, es más, estaba consciente de que era algo que le tocaba hacer, pero… de igual forma no podía evitar sentirse impotente al saber que no tendría una forma de ayudarla, es como si la misma Aiko le pidiera que no se metiera en este lío, porque según lo expuesto, no le convenía estar metidos en este problema, menos si Taka ha estado trabajando bajo las sombras para no ser descubiertos por la policía.

    —Me la pones difícil —acotó pensativamente.

    —Lo siento mucho… —susurró—. Pero, es mejor proteger a Taka de cualquier asalto.

    —Por esto, deseo matarte —bromeó para escuchar una risa de su parte—; me cuidas demasiado...

    —Eres mi hermano adoptivo y ahora mi novio, ¿cómo no hacerlo? Además, así fueran detrás de ti o de cualquiera de los seres que más quiero, de todas maneras le aplicaría lo mismo que hago contigo —aclaró—. Sólo te voy a pedir que no metas tus manos en esto, recuerda que es un problema que sólo yo puedo resolver.

    —Aiko, dices eso como si estuvieras pidiéndome que lo haga —le contradijo.

    —No, te estoy pidiendo más bien que no lo hagas —replicó—; te conozco muy bien, Sasuke Uchiha y sé que cuando alguien se quiere meter con lo que es tuyo, haces lo que sea para defenderlo.

    Esa carcajada adornó la habitación de la chica, haciéndola más sonora de lo normal, y eso que un suspiro se hizo sonar por lo bajo, mostrando una señal de reproche el cual daba una definición de que no se sentía muy a gusto con lo que estaba haciendo.

    —Idiota… —susurró en lo bajo.

    —Así te gusto, no te quejes mocosa.

    —¡Oye!

    Se volvió a reír al escuchar esa monosílaba de su parte.

    —Ahora eres más idiota que antes.

    —Eso no tiene sentido.

    —Poco me importa —le contradijo, mostrándose defensiva ante él.

    Tomando las mejillas de la chica, éstas se ruborizaron lentamente al sentir el contacto con sus manos.

    —Me gustas mucho… —dijo.

    —Es algo que ya sabía —ironizó la fémina.

    —Y con esa arrogancia te vuelves más atrayente —lo que consiguió con ello, fue aumentar el sonrojo de la Uchiha.

    —Tarado… —reprochó nuevamente.

    Con burlarse de ella, le bastó para ver esas mejillas infladas por lo molesta que se encontraba, y con depositarle un beso en la frente. Se levantó para ayudarla a ella a levantarse, quedando los dos parados en todo el centro de la habitación.

    —Haré un par de cosas antes de reunirnos nuevamente en la sala —le comentó—. Está alerta ante cualquier falso movimiento.

    —Está bien, como usted ordene —burló la fémina, para besar cortamente sus labios.
    ~o~​

    Apagó el motor para observar un punto ciego de la nada, se quitó el casco para que esos largos cabellos rojizos danzaran acorde a como el viento hacía contacto con él, y con tan brillantes orbes grises miraba sus alrededores para darse cuenta que era la primera en aparecer. Suspiró pesadamente por ello, para bajarse de su vehículo de transporte, dejando su casco en el asiento del mismo, se miró a sí misma para estar pendiente de que todo lo que necesitará estuviera en su respectivo lugar; al sentirse segura con todo lo que la rodeaba, esos serenos pasos de convers negros se dieron a conocer, cuando caminaba hasta el interior del parque.

    Con la mirada al frente, los pensamientos de Rio parecían no tener un orden, y es que se sentía –interiormente– nerviosa porque estaba a punto de tener contacto con ese hombre, el cual fue acusado, injustamente por un asesinato que no había cometido. Pero, ahora que sabía quién era el verdadero culpable, lo que estaban por hacer esas cinco chicas era uno de los atentados más grandes de la historias. Preparando las herramientas necesarias, el único detalle de todo esto fue lo que dio a conocer una de las multiusos hace unos días atrás.

    Flash Back

    Todas las presentes se encontraban reunidas en el comedor que daba con la maquinaria que utilizaban para hacer rastreos, ubicaciones, informaciones; lo que fuera necesario para la realización de sus respectivas misiones. La de orbes rojos y la de orbes amatistas, en estos momentos se encontraban revisando parte por parte la información obtenida por la rastreadora, luego de haberse infiltrado en la organización de Akatsuki.

    Su líder, estaba sentada en ese sofá para tres, esperando de brazos cruzados el informe de ambas chicas, mientras que Yuu se encontraba sentada en un sofá individual, jugando con un cubo de colores para matar el tiempo mientras esperaba.

    —Con lo que tenemos, es más que suficiente para poder armas nuestras estrategias —habló la primera multiuso—; pero, les tengo que informar un detalle que me hizo saber Rima hace unas semanas atrás, sobre nuestro “superior”.

    —¿Qué ocurre? —preguntó la pelirroja.

    —Rima, dilo de una vez —ordenó la líder.

    La aludida sin dejar de mirar la pantalla que tenía al frente, tomó una carpeta rosada que tenía escrito con marcador rojo la palabra “confidencial”; dándole una rápida mirada, giró su silla para quedar a la vista de todas las presentes.

    —Nuestro superior va a tentar contra Aiko —anunció.

    —¿Madara? —la cuestionó Yuu, con la mirada fija en su cubo.

    —Sí, al parecer se dio cuenta que estamos planeando algo en contra de él, por lo que, le pareció conveniente acabar con nuestra líder —afirmó la segunda multiuso.

    —Creo que con ir por ella, pagara por todas ¿verdad? —dedujo Riko.

    —Sí, como soy la cabeza de la organización para él es más práctico acabarme de una vez que tener que ir por todas ustedes —afirmó esta vez la azabache.

    —Algo en lo cual no estoy de acuerdo —protestó Rio—, si somos un equipo, ¿por qué coño tiene que tentar contra Aiko? —expuso su pregunta.

    —Repito lo mismo de antes —reprochó Rima—: ella es la cabeza de nuestra organización, y hay un dicho que dice: “Por uno pagan todos”; pues Madara va a aplicar lo contrario de eso que sería…

    —Por todos pagan uno —completó la líder—; sabe que si me acaba, la organización Tsukuyomi no tendría vida, cuando la verdad, es que no tiene ni la más remota idea de que todos trabajamos en conjunto para llevar adelante nuestra mayor creación —explicó.

    —Entonces, si ese hombre piensa ir detrás de ti. ¿Qué quieres que hagamos? —preguntó la torturadora, cruzándose de brazos.

    —Por ahora nada, sólo vigilaremos cada uno de sus pasos —respondió.

    —¿Para…?

    —Estudiar cada uno de sus movimientos —respondió la rubia, al comprender su estrategia.

    Las otras tres se miraron entre sí, confundida por el plan de la Uchiha.

    —Luego de eso, ¿qué se hará? —la negociante fue la siguiente en preguntar.

    —Lo que tanto te gusta, Yuu… torturarlo hasta provocarle la muerte —respondió la fémina.

    —Así nos cobraremos antes de tiempo, lo que piensa hacerle a nuestra líder —secundó Riko, al gustarle las ideas de la mencionada.
    Después de ello fue que cada una volvió a lo suyo. Esperando con más paciencia que al principio, el informe que las ayudaría a crear los planes que estaban por ejecutar para derrocar a Akatsuki y a la vez a Madara.

    Fin del Flash Back.

    Luego de ello fue que la multiusos Rima, la sacó de la sala ya que debían hacer una labor bastante importante, además, de que la fémina tenía algo que comunicarle.

    Pensando que… nunca se encontraría con ese hombre.

    Flash back

    Llevándosela hasta el almacén de armas de la organización Tsukuyomi; éstas tenían como labor, el verificar el trabajo que la fabricante Riko hacía para darle una modificación al armamento recibido por el presidente de la compañía Sabaku No.

    Estando paradas en la puerta, ambas chicas se mantenían en silencio; una con la mirada en la nada mientras que la otra miraba la silueta de sus zapatos, completamente fastidiada al saber que tendría que esperar a que la de hebras grises terminará con su labor.

    —Qué aburrimiento, por eso es que le reprocho a Aiko, el hecho de que nos mandé a cuidar a Riko, cuando sabe que se puede cuidar sola —rezongó la rubia, al dejar escapar un pesado suspiro.

    —Todo es por precaución, más bien deberíamos agradecer que tenemos a una líder, atenta a cualquier pequeño detalle que se pueda llegar escapar de sus manos —la defendió la pelirroja, mirándola de reojo.

    —No es que monté quejas por las cosas que hace, más bien estoy agradecida de tener a una persona como ella, que siempre piensa las cosas con cautelas. Lo que digo es que, puede montar mucha sospecha al hacer este tipo de precauciones —comentó.

    Rio burló divertida por ello.

    —Confía en ella, sabes que sus palabras son determinadas para lo que en realidad piensa, y si no fuera por Aiko no hubiéramos llegado hasta donde nos encontramos ahora —con esas palabras, quería darle ánimos para que dejará ir esa desconfianza.

    —Tienes razón —afirmó sonriendo serenamente—. Por cierto, ¿tienes algo que hacer hoy en la noche? —preguntó la rubia.

    —Pensaba ir a ver a Hidan, pero está de misión. ¿Por qué lo preguntas? —le devolvió la interrogante, fijando la mirada en ella.

    —Necesito que vayas al parque que está en el centro de la ciudad; hay una persona que desea hablar contigo —le pidió.

    Ella arqueó una ceja confundida para luego asentir.

    —¿A qué hora? —preguntó.

    —A las once, por cómo es él, de seguro llega a la media noche —respondió la chica.

    —Perfecto, cuando terminemos aquí, me iré rápidamente para allá.

    Al tener la serena mirada de Rima en ella, se estaba comenzando a preguntar lo que esté dispuesto a decirle esa persona. Preguntándose, si esa persona fuera él; ése a quien culparon, injustamente por la muerte de su padre.

    Fin del Flash Back

    Aiko hace unos meses habló con ella al respecto, y le comentó que el verdadero culpable de todo esto fue Madara. Kakashi nunca tuvo las intenciones de matarlo, es más, intentaba salvarlo pero su superior había sido más ágil y había conseguido asesinarlo, pero su mala suerte fue el tener que cargar con una culpa ajena, ya que despreció el día en que vio a esa jovencita de orbes grises, llorar al perder a una persona tan valiosa como él.

    Por eso es que había decidido acceder a este encuentro, ya que tenía una corazonada de que era él, quien la estaba mandando a buscar para aclarar todo lo que había ocurrido.

    Estaba tan metida en sus pensamientos, que no se había dado cuenta del momento en que llegó a un columpio, en donde se había sentando en el segundo para sujetarse con fuerza al hacerle escuchar un molesto chillido que anunciaba sus movimientos, cuando ésta se balanceaba de un lado a otro. Algo que se podía decir de ella misma, es que tenía lo mismo que la Riko poseía, odiaba cuando la hacían esperar, pero este caso lo ameritaba; se encontraba demasiado tranquila que ni ella misma se daba cuenta del cómo es que ahorita puede estar quieta, mirando un punto ciego de la nada, bajo esta hermosa noche de luna llena.

    Dudando nuevamente de quién podía ser esa persona, la fulminadora no podía evitar recordar por decima quinta vez, el asesinato de su ser amado. Lo que sí sabía era que su progenitor estaba deseando justicia ante tal acto, y era lo que ella iba a hacer cuando terminará de una vez por toda con Madara; ese hombre ha hecho demasiado daño, que las cosas con él se volvieron personales ya que no era la única implicada en este caso, resulta que también tenía que ver con los asesinatos de la familia de Rima y la familia de Aiko. Ya ahí, tenía consciencia de todo lo que hacían era para tomar justicia contra sus familiares.

    Esa era una de las razones por la que ellas tres hacían esto.

    De repente fue que vio aparecer a una figura masculina, de seguro mayor que ella, con un ojo tapado, esas hebras platinadas brillaban gracias a la luz artificial del faro que se encontraba iluminando el perímetro en donde estaba Rio.

    —¿Tienes rato esperando? —preguntó, acercándose hasta donde se encontraba.

    —Sí, pero para ti tengo paciencia. Me dijeron que era importante —respondió la pelirroja.

    —Eres precavida, ¿no? —Comentó al ver su arma, reposando en su porta armas—. Rio, sabes muy bien que todo lo que paso en Dianestown no fue mi culpa.

    —Lo sé —afirmó—. Las chicas y yo sabemos que Madara fue el culpable de los asesinatos ocurrido en ese lugar.

    Sus hebras rojizas disfrutaban de las caricias del viento, cuando la joven se inclinaba un poco hacía adelante, y con la mirada puesta en el cielo, podía notar la confusión del policía al saber que no le saldría con ninguna clase de reproche sobre ello.

    —Es cómico verlo defenderse, cuando ni siquiera he puesto en la mesa mis acusaciones, policía —burló con una arrogante sonrisa—; mi líder me ayudó a aclarar las cosas, creo que la puede tomar como su abogada legal sin necesidad de asistir a un juicio. Pero, nosotras venimos de un mismo lugar, y tanto ella como yo, no nos sentíamos muy segura de lo que había ocurrido, que hasta le vimos un extraño hueco al momento de investigar a fondo dichos asesinatos —explicaba la menor, mientras se incorporaba para acomodarse su short corto.

    —Por lo visto, a ustedes no se les puede subestimar —admitió con una serena sonrisa, que no podía ser vista por la máscara—. De todas maneras, están en la mira de nuestro cuerpo policial.

    —Algo que me tiene sin cuidado —aspecto cortante—; mis compañeras y yo no pensamos tenerle miedo a ustedes, es más, los tenemos bien vigiladitos, que hasta me causa gracia el saber que no estás dispuesto a exponer a Rima, sabiendo para quien trabaja.

    —Para hablar contigo, tuve que callar el secreto de Rima —aclaró—; se podría decir que es mi precio a pagar para tener este encuentro.

    Al saber que ya no tenían más nada de qué hablar, la única fémina presente en el lugar comenzó a moverse de camino a su vehículo, sin antes darle un último mensaje al policía:

    —Mucho cuidado con lo que haces, mira que cualquier orden que me den, la cumpliré sin tenerle ningún tipo de piedad. Tenga muy en cuenta que, en estos momentos soy un peligro para ti, Hatake Kakashi.

    ~o~​
    Al tener todo preparado, ambos se encontraban por segunda vez en la sala de la mansión, pero esta vez lo lugares eran diferentes. La fémina se encontraba sentada en el medio de ese sofá para tres, de brazos cruzados pero estaba siendo observada por sus dos hermanos mayores, quienes estaban sentados en los dos sofás individuales, los cuales estaban ubicados uno al lado del otro.

    —Sabes que esta vez no piensas negarte a responderme cualquier pregunta que te haga —le hizo recordar sus propias palabras.

    De manera fastidiosa subía esa ceja, mostrando la señal de que estaba consciente de ello.

    —Bien, me puedes explicar qué eslo que está pasando con Madara —pidió el mayor. Dándole inicio a la conversación.

    Aiko desvió la mirada por unos minutos pensando en lo que estaba por decirle, se acomodó un poco con la mirada desviada hacia un punto ciego del techo.

    —Luego de que acabemos con Akatsuki, nos mandará a matar a cada una de nosotras —contó—; pensamos que era mentira, pero como pude infiltré a Rima para que investigará a fondo cada movimiento que hacía Madara. Puede que fuera arriesgado ya que su vida corría peligro, pero como él confiaba ciegamente en ella, no tendría idea de lo que estaba ocurriendo —tomó un poco de aire para continuar.

    Sasuke e Itachi no hacían más que observar cada postura que su hermana tomaba, como si para ella no fuera del todo fácil el contar todo lo que ha estado pasando en este tiempo que ha transcurrido.

    —Al recibir el informe de su parte, me sorprendí por completo de las decisiones que había tomado y cuál sería la muerte perfecta para cada una —seguía contando, esta vez mirando a Sasuke.

    —¿Qué fue lo que descubriste? —se atrevió a preguntar el aludido.

    Sacando dos carpetas de color azul marino, que decía “Secreto”, le hizo entrega a cada uno para que éstos de manera inmediata, revisaran lo que contenía su interior, abriendo sus orbes oscuros como platos blancos por los planes del hombre.

    —¿Es en serio todo esto? —preguntó el mayor de los tres.

    —Cada simple palabra que está implantada en ese informe —respondió.

    —Se ven letales, pero… siento que hay un hueco en cada una —Sasuke no parecía convencido de ello.

    —Pensé de la misma manera que tú, pero me equivoqué cuando comprobé cada escena que estaba por armar —comentó—. La más letal es la mía.

    —Y eso que tiene información de ti, sobre cosas que ni tú misma sabías con anterioridad —dijo Itachi, mirando a fondo el verdadero historial de la azabache.

    —Al saber que tenía conocimiento de los planes que nos tenía encima, de una vez de deducimos que Madara no se metería con todas nosotras, sino que se meterá con la cabeza de la organización, que en este caso sería yo —aseguró, desviando la mirada hacia la ventana—; lo único que puedo admitir que hizo bien, fue averiguar a fondo sobre la vida de cada una de nosotras. Porque cuando tuvimos esos informes en nuestros poder, nos sorprendidos de lo que descubrimos sobre cada una —agregó, siendo omitida por sus hermanos mayores.

    —No voy a negar que tienes la razón, pero Madara está demasiado equivocado si piensa que vamos a dejar que te ponga una mano encima.

    —Así me protejan los dos o incluso las chicas, quienes tampoco están de acuerdo con todo esto, de todas maneras sé que Madara me acabará de una forma u otra —hablaba con firmeza, enfrentando los oscuros orbes de su hermano.

    El mayor estaba en completo silencio, ya que estaba afirmando lo que decía de Aiko y eso que sus propios pensamientos intentaban analizar las palabras: “hermana perdida”, “hija de otro padre”, “hija de la misma mujer”, “adoptada de esa familia”. Llegando a la conclusión de que:

    —Si eres una verdadera Uchiha —pensó en voz alta.

    —Eso fue lo que más me sorprendió —secundó ella.

    —¿Qué quieres decir? —preguntó el albino.

    —Aiko Uchiha, es hija de nuestro padrino Kaito Yoshimoto, pero su progenitora es nuestra difunta madre Mikoto Uchiha —leyó su expediente, sin notar la sorpresa en Sasuke.

    — ¿Media hermana? —dedujo.

    —Soy el resultado de un amorío entre su madre y mi padre, que sería su padrino en este caso —bajaba la mirada, aún sin entender lo que decía.

    —Dirás nuestra madre —corrigió Itachi—. Desde siempre lo fuiste, y al enterarte de la verdad no nos dijiste. ¿Por qué?

    —No es fácil aceptar este tipo de cosas —respondió—, cuando me enteré de todo, estaba en estado de shock, que hasta me fue difícil aceptar que, posiblemente lo que tenía con Sasuke era prohibido. Inclusive, comienzo a pensar que… no debería ser, hasta que me di cuenta que era media hermana, por lo que me alivié ya que podría ser la novia de Sasuke —aclaró Aiko.

    —No deberías, sabiendo que tu padre dio todo para protegerte cuando eras bebé —dijo.

    —Eso también lo sé, pero… de todas maneras, que me abandonara fue lo peor que pudo haber hecho.

    Una de las cosas que ambos jóvenes notaban en esos orbes penetrantes, era el dolor que sentía al saber la verdad sobre sus raíces, pero que no lo mostraba como tal, porque su rostro seguía siendo ese mismo cubito de hielo de siempre.

    —Hay una cosa más que tienen que saber —habló repentinamente, quitándose esos lentes de contactos negros que cargaba puesto, para dejar al descubierto unos oscuros orbes cobalto—. Este es mi verdadero color de ojos —explicó.

    —¿Cómo es que…?

    —Mis padres adoptivos me dijeron que para no montar sospechas de que soy adoptada, era mejor que los utilizará —respondió la fémina.

    — ¿Cómo fue que la encontraron? —le dirigió esa pregunta al mayor.

    —La adoptaron al encontrarla abandonada en la puerta de su mansión —seguía leyendo, rompiendo contacto con su hermana.

    —Sí, y a los seis años fue que los perdí, por el atentado que ocurrió ese día —afirmaba la Uchiha.

    —Lo que me deja sorprendido es el vínculo que existe entre tú, Rima y Rio al perder a sus familias.

    —Todos van por un mismo asesinato, y lo peor es que las escenas del crimen se parece —interrumpió Sasuke, mirando el archivo de Rima.

    —El otro vínculo que existe, es que cada familiar tenía contacto con la mafia. O eran poderos mafiosos que no podían ser derrotados con facilidad, puede que también fueran traficante de armas o fabricante de la misma —explicaba la chica.

    Notando la inteligencia de la chica, los dos Uchihas la miraron de reojo para volver nuevamente a lo mismo.

    —Con más razón tendremos que protegerte —decretó Itachi.

    —No quiero que se metan en mi problema, esto es algo que sólo yo puedo resolver —pidió Aiko.

    —Eso será imposible, princesa —negó el azabache con una sonrisa—; ya sabemos que eres nuestra media hermana, y como tal, nosotros protegemos a la familia.

    —Siendo también mi cuñada, sabes que no te quito los ojos de encima, así estés o no de acuerdo con ello, Aiko —secundó Itachi sin dejar de mirar el expediente.

    La tercera azabache suspiró ante ambos comentarios, ya que con revelarse la verdad no tendría más opción que dejarse ayudar por estos dos. Claro que, de todas maneras se encargarían de que se mantuvieran lejos de cualquier atentado para no perderlo, menos ahora que son la única familia que le queda.
     
    • Me gusta Me gusta x 3
  18.  
    Yuriko Fate Granger

    Yuriko Fate Granger Usuario popular

    Cáncer
    Miembro desde:
    15 Abril 2011
    Mensajes:
    530
    Pluma de
    Escritora
    Estaba ansiosa por leer la continuaciòn! Me alegra que hayas continuado :D, aunque me sigo perdiendo con las descripciones de las chicas :S, como casi todas empiezan con R me las confundo :D.

    Creo que las palabrotras no fueron tan fuertes, a mi parecer fueron normales. No te preocupes si no podes actualizar seguido, hacelo cuando puedas,yo te espero!!!
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  19.  
    Bloody Rabbit

    Bloody Rabbit Usuario común

    Sagitario
    Miembro desde:
    14 Febrero 2009
    Mensajes:
    359
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    This Is Not My Life...
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    26
     
    Palabras:
    4856
    Muchas gracias a todos por seguir el fic. De verdad estoy muy contenta de ver que todavía la siguen. Sé que tengo otros un poco abandonado, pero por ahora me libro de unos que están por terminar para así continuar. De todas maneras, haré lo posible para retomarlas todas.

    Y ante todo eso, les dejo la continuación, espero y le guste. Y... no sé si tenga palabras obscenas, pero de ante manos pido disculpa por ello.
    --------------------------------------------------------------------------------------------
    Capítulo XXV
    Estaba encerrada en su habitación, analizando todo lo que ha si líder le había hecho entrega, después de que ella hablará con sus dos hermanos mayores; viendo cuidadosamente cada plan que tenía en mente, estaban a pocas semanas –exactamente dos semanas– para derrocar a Pain, y aún así ninguna de ellas estaba nerviosa –o mostraba señal de la misma– al contrario, estaba más que armadas para tal momento; que incluso, tenían muy en cuenta los planes que debían formar para acabar con la persona que comenzó todo este lío.

    Ése el cual las ha impulsado a meterse a una vida, que ninguna de las mencionadas ha querido tener, pero que lamentablemente han tenido que continuar sin importar las circunstancias en las que se encuentran metidas. Es más, parecía ser un abismo que no tenía un final fijo. Tomando en cuenta, que todo lo que se dijera, fácilmente se volvía contradictorio así estuvieran o no de acuerdo con ello.

    Cada idea de que su mente le presentaba la anotaba en una libreta que tenía cerca, y como sabía que Rio tardaría en volver a la casa que las dos compartían, tranquilamente podía estar en la comodidad de su casa, estudiando a fondo no sólo los movimientos que su antiguo compañero hace, sino también los informes policiales que Sakura le entrega, cada vez que terminan de hacer sus deberes policiacos. Metida en sus pensamientos, no se había percatado de la llamada que entraba a su teléfono, y tomando con desinterés al extender uno de sus brazos hasta él, contestó, pensando que era Itachi quien la llamada.

    — ¿Qué es lo que pasa? —preguntó con serenidad.

    Soy yo, Rima… habló una voz seca desde la otra línea.

    —¿Madara? —lo encuestó.

    Así es, soy yo afirmó.

    —¿Qué es lo que quieres? —inquirió, fríamente.

    Te llamo para decirte que tenemos una misión que realizar, y te estoy esperando en el punto de encuentro que acordamos respondió el enmascarado.

    Miró el teléfono confundida para darse cuenta de que era las once de la noche, y si se ponía a pensar, en ningún momento se pudo de acuerdo con ese hombre para hacer un mandando. Además, de que hace tiempo que había abandonado la organización Akatsuki, para que le salga con ese tipo de cosas; tomando como deducción de que estaba buscando montarle una trampa, estaba completamente equivocado si iba a caer redondita en él.

    —No sé para qué me andas diciendo ese tipo de cosas, cuando la verdad del asunto es que yo no tengo ningún vínculo, ni contigo ni con Pain —especuló serenamente, haciéndose escuchar el sonido de su teclado.

    Déjame recordarte que ya tengo otros para planes, a diferencia de la organización para que la que supuestamente trabajo atacó, estratégicamente. Dándole en un punto clave para ésas cinco.

    “De seguro debe ser una trampa la que me está montando para molestar a Aiko” pensaba, meticulosamente, tomando en cuenta todo lo que ha estado diciéndole hasta ahora. Muchas cosas podían llegar a ser posibles, pero no había necesidad de actuar en contra de las órdenes dictada por la cabeza de la organización.

    — ¿Piensas que voy a caer con facilidad? —Lo cuestionó con arrogancia—, o es que acaso olvidas que soy una de las inteligencias que conlleva Tsukuyomi, y creo que también sabes que puedo diferenciar cuando un enemigo me está o no montando una trampa —añadió eso para regresar a lo suyo.

    Tranquila, que sé perfectamente con quien me estoy metiendo, pero no te preocupes que conozco cada secretillo que tienen escondida todas ustedes, y te puedo asegurar Rima, de que cuando se sepa la verdad de quién es en realidad Aiko Uchiha. Verás que podrán salir corriendo al tener en cuenta el peligro que corren por ella.

    —Que yo sepa, Aiko no es la única que oculta un secreto —acotó sin remordimientos—. Las otras cuatro, contándome a mí; tenemos algo que ocultar y estoy segura que te vas a ir directamente con ella.

    Sigues impresionándome desde el primer momento en que te nombraron mi pareja, pero descuida, eso es algo que poca importancia le doy. A fin de cuentas, es Aiko a quien voy a tomar para que pague por cada una de ustedes parecía hacer caso omiso a lo que decía, puesto que seguía teniendo la misma determinación.

    —Te lo voy a dar como sugerencia para que en claro una cosa: hagas lo que hagas, no lograras dar con nosotras y si crees que con saber nuestros secretos podrás vencernos fácilmente, pues déjame decirte que estas muy equivocado si crees que vas a vencernos —argumento, fríamente para colgarla de manera cortante la llamada.

    Puede que haya sido cruel con la persona que desde un principio ha sido su pareja, pero es que muchas veces suele ser un poco arrogante, y ahora que se volvió su enemigo era seguro de que Aiko iba a ser su víctima en sus “malévolos” planes.

    —Será mejor que ponga manos a la obra, si Itachi y yo no hacemos algo al respecto, entonces su media hermana corre un gran peligro —mencionó para sí misma, volviendo a analizar lo que hace minutos había comenzado.

    ~o~​
    Se llevaba sus manos hasta esos platinados cabellos, al no tener una idea de cómo resolver este caso.

    Sabía que la identidad de esas dos chicas, pero de todas maneras con una había hecho un trato para poder comunicarse con la otra, y de igual forma seguía en las mismas, puesta que esa misma lo había amenazado para que no tuviera intenciones de joderla la jugarreta a las dos.

    Había otras formas de poder desenmascararlas, sin embargo, ella conseguirían otra manera de atentar contra su vida, tomando en cuenta lo peligrosas que pueden llegar a ser cuando se volvían dificultosa la situación. Aun así, seguían siendo un obstáculo así tuviera que usar un u otro método diferente al antes pensado.

    En eso fue que, tomó en cuenta que seguramente éstas lo tenían bien vigiladito, puesto que la misma Rio se había encargado de hacerle saber dicho detalle.

    —Cada vez que consigo dar con esa organización, ustedes hacen que me tenga que desprender de tan valiosa información —suspiraba cansadamente, llevando la mirada hasta esa lijada manera de roble.

    La puerta de su oficina se había abierto, dejando pasar a una chica de hebras rosadas y orbes color verde jade, quien traía consigo un informe para la cabeza de este caso.

    —Pensé que ya se había ido para su casa, Kakashi-sensei… —comentó en bajo, cerrando la puerta después de haber entrado.

    El de orbes negros la miraba disimuladamente, buscando hacerle ver que prestaba atención, pero la verdad es que se encontraba metido en otro mundo.

    —Todavía sido sin terminar de leer unos reportes que me trajo Sai hace unas horas, por lo que dudo en finalizaré pronto —contestó a los segundo de haber reaccionado.

    —Entonces, le anunció que se quedará a solas en la estación, ya todos los demás policías se han ido para sus respectivas casa —le informó, colocándole las carpetas a un lado de su lámpara—. Neji-san quiere que lea estos informes que llegaron a último momento.

    —Lo haré ahorita mismo…

    Se había quedado en silencio, puesto que estaba teniendo una premonición con sólo ver a la Haruno a los ojos. ¿Por qué no lo había pensando antes? Puede que todo parezca perdido para él, más aún por lo arriesgado que sería tomar este tipo de medida, pero estaba completamente seguro de que con ella podría conseguir lo que esas cinco jóvenes están intentando hacer. Evitar caer en las manos del cuerpo policial.

    —Sakura, necesito que tomes asiento —le pidió, indicándole con una mano que se sentará.

    La mencionada confundida por lo pedido, no hizo más que hacer caso a las palabras del ahora jefe del caso.

    —Hay una cosa que necesito de tu ayuda, pero eso sí, necesito mucha discreción en todo esto. No quiero que tu vida corra peligro —anticipó lo que estaba por revelar, ya que se había acordado de que era la compañera de la persona que estaba por darle una incrustada en su espalda.

    —¿En qué le puedo ayudar? —preguntó la chica, dispuesta a todo para cumplir la misión que estaba por serle enmendada.

    —Hay varias cosas que debes saber no sólo sobre tu compañera, sino de lo que realmente es ella, y necesito que discretamente me ayudes a hacérselo saber a los demás policías para que podamos dar con ellas —respondió, apoyando sus codos en la mesa para que sus entrelazadas manos sujetaran su mandíbula.

    La única mujer que se encontraba presente, arqueó una de sus finas cejas, mostrando lo confundida que se encontraba por lo que había dicho Kakashi. Pensando que estaba completamente loco, haciendo como señal de aceptación una afirmación al mover de arriba abajo –y de manera lenta– su cabeza.

    —Muy bien, antes que nada tienes que prometerme que por ahora no diremos nada, hasta no estar seguro de lo que está pasando alrededor de ella —dijo, enfrentando sus serenos ojos.
    Esos jades desaparecían de vez en cuando, porque parpadeaba completamente confundida a lo que estaba diciéndole. Pero como no tenía mucho que hacer, no hizo más que asentir a lo que el hombre le estaba diciendo.

    —Cuenta conmigo para lo que sea, Kakashi-sensei.

    ~o~​
    Estaba degustando los labios de su castaña, menos mal que tuvo la suerte de verla esta noche, porque desde hace un tiempo que ha estado demasiado ocupada, y tener la necesidad de darse unos que otros besos se volvía intenso para el chico de cabellos dorados. Es que demasiadas misiones lo tienen muy agotado, y pues… tener que disfrutar de las caricias de su Yuu no estaba de más en este asunto. Por ello es que ahorita, se encontraba besándola por quinta vez, mientras que ella, de manera juguetona, acariciaba su larga cabellera, mientras que sus lenguas jugaban divertidamente.

    Separándose por sexta vez, reposaba su frente al apoyarla con la de ella, observando fijamente los dos ónixs de la aludida. Viendo como éstos brillaban con intensidad. Así como sus azulejos robes miraban de reojo, el sudoroso rostro de la misma.

    —N-Nada mal… y-ya vas… m-mejorando… —admitió agitado.

    —E-Eres un i-idiota… —masculló de la misma manera.

    —Ahorita tiene que salir, ¿verdad? —murmuró para normalizar su voz.

    —No lo creo —negó con una tonalidad de voz suave.

    —¿Por qué lo dices? —interrogó confundido.

    —Mi compañera no está aquí, desde temprano Aiko la ha mantenido ocupada y dudo mucho que tenga que salir a hacer un encargado, y si vamos al caso, ya hace rato que me hubiera ido, ¿no lo crees? —ironizó con arrogancia.

    —Es cierto… sino en estos momentos no hubiera logrado poder devorar cinco veces tus labios —la abrazaba más a él, mientras que de nuevo estaba teniendo contacto con lo mencionado.

    —Así podrás tenerme por un rato más, es otra buena ventaja —aspecto, desviando la mirada.

    —Hay Yuu… harás que esta noche no salgas de tu casa —le advirtió, terminando de arrinconarla en la pared.

    —Es mi plan, ya veré si caes o no —decretó, volviendo a besar sus labios.

    Sonreía por tan divertida actitud, que no dudo ni un solo segundo en corresponderle su beso. Así podía sentir, nuevamente las caricias de su novia.

    ~o~​
    Revisando cada pequeño detalle, estaba buscando asegurarse de que todo estuviera en su lugar, y eso que Aiko le había dejado una lista de lo que quería, que hasta tenía que hacer una prueba para conseguir la efectividad de la misma. Estando metida desde el mediodía en su laboratorio, se podría decretar que tiene más de cinco horas en ello y sólo ha podido perfeccionar diecisiete de ciento veintidós armas –contando en ella las granadas–.

    Aunque el teléfono celular de la misma estuviera sonando en más de una ocasión, lo que en estos momentos estaba deseando esa chica de hebras grisáceas era el no ser molestaba por su novio. No era por ser cruel ni nada por el estilo, pero cuando ella optaba su rol de fabricante, era preferible dejarla en paz hasta que su trabaja llegase a completarse. Dejó escapar un pesado suspiro al decidir tomar un descanso, sacándose esos guantes de hule había decidido encaminarse hasta una de sus tres laptop para ver el panorama de lo que ha hecho hasta ahora.

    —Nada mal… —fue lo primero que había dicho—. Si sigo incrementado su efectividad en el disparo, de seguro será letal al primer tiro.

    Tecleaba con rapidez para terminar de sacar unas cuentas matemáticas que la tenían completamente confundida, pensando que no tenía respuesta ahora más que nunca es que daba a conocer todo lo que ha aprendido de su padre, sabiendo que, si lograba completar la formula que nunca finalizó antes de morir, de seguro haría las armas más peligrosas que han podido existir en este mundo.

    Incluso, podían llegar a ser más peligrosas que las armas nucleares.

    —Necesito de la sabiduría de Rima para terminar de armas este estúpido rompecabezas —masculló, mirando ahora los papeles que tenía a la mano.

    Con una mano se acariciaba sus platinados cabellos, para luego desviar nuevamente la mirada hasta la pared, pensando que todo era una completa locura, lo único que ella podía confirmar sobre todo esto, es que cuando las cosas finalmente se dieran, no van a tener una manera de escapársele.

    ~o~​
    El líder de la organización se encontraba reunido con todos sus miembros, entre ellos Taka, quienes tenían minutos de haber llegado.

    Estaba al pendiente de todo lo que se ha hecho hasta ahora, y con contar la noche de hoy ya les queda una semana y seis días para dar por finalizada la guerra que ha existido entre esta organización y la nueva que ha permanecido en las sombras gracias a los conocimientos de la azabache de orbes cobalto. Con esos orbes metálicos, miraba a todas las personas que se encontraba a su alrededor. Buenos peones que se encontraban preparado para una batalla difícil. Era impresionante como las cosas se le habían volteado en cuestión de minutos, pero estaba seguro de que no tendría regreso a lo siguiente que estaba por hacer.

    —Con esto sabemos que esas chicas están más que preparadas para la guerra —comentó en seco, aclarando un poco su garganta—, y si nos ponemos a ver, de seguro están buscando una forma de aumentar las posibilidades de las armas que recibieron de Suna.

    —Sí lo que dice es cierto —tomó la palabra el Uchiha mayor—, entonces las posibilidades de ganar son nulas a comparación de ellas.

    —Puede ser posible, pero una de las cosas que ellas carecen es los trabajos individuales —aspecto con una cerrada sonrisa—; si conseguimos separarla, es seguro tener una oportunidad para derrocarlas.

    Unos estaban conformes con dicha decisión, otros no por la sencilla razón de que cuatro de ellas sabían trabajar, individualmente, por ello es que, seguramente las cosas no saldrían como él lo estaba planeando si pensaba atacarlas por separado.

    —Pero… ¿y si ese plan falla? —acotó el Akasuna No.

    —Entonces, habrá que emboscar a la líder para dar con ella —comentó, secamente.

    —¿Aiko? —Lo cuestionó Hidan—. ¿No habías dicho que tendríamos que capturarla para interrogarla? —no estaba muy convencido de lo mencionado.

    —Sí, pero es más hábil de lo que esperaba, que hasta puedo asegurarles que esa niña ha tenido contacto con la mafia en un tiempo pasado —aclaró el de cabellos anaranjados.
    Itachi miraba de reojo a Sasuke al recordar lo que se había hablado con la fémina, que con dicha observación le daba la afirmación a lo que Pain decía.

    —De todas maneras, tampoco es seguro que andemos a pasos locos, Nagato —habló Konan—. Mira que al no tener a Rima con nosotros, no sabemos lo que esté haciendo la policía en estos momentos.

    —Tiene la razón, más que nunca debemos ser como ellas… —secundó Deidara—; habrá que actuar en las sombras para acabarla.

    —Es como si nos entregáramos en bandeja de plata —negó Sasuke. Teniendo minutos de haberse callado—. Mejor piensen de manera diferente, recuerden que ellas saben todo lo que hace esta organización, y no me sorprendería mucho que tuvieran mil y un de forma para contradecir sus planes.

    Con un nuevo silencio rondando los alrededores, era evidente que Sasuke había conseguido dar en el blanco; ese era uno de los detalles que estaba olvidando dichos hombres sobre las féminas, que las mismas sabían de cada movimiento que se realizaba en Akatsuki. Ahora, ¿cómo iban a conseguir acabarla si tenían las cartas suficientes para hacerlo? Pues tendría que prepararme mejor, y así hacer una convocatoria en general cuando tuviese todo los planes armados para ese día.

    Ahí es cuando sabría si estaban o no listos para vencerla.

    —Por ahora dejaremos las cosas hasta aquí —anunció—. Cada uno regrese a lo suyo, y en lo que queda de semana los mandaré a llamar.

    Todos los presenten murmuraban unas que otras cosas, dudando de la palabra de su líder. Por lo que se veía, las cosas no estaban a su favor y eso que la misma Uchiha había conseguido acorralarlo, porque el único detalle que las ayudaba en toda esta lucha, era el simple hecho de que conocía todo los movimientos de la organización. Por ese detalle es que Pain intentaba ser cuidadoso con cada uno de sus movimientos.

    —¿Qué piensas hacer ahora, Nagato? —preguntó la de hebras azules.

    —Por ahora no lo sé… sólo me queda analizar, nuevamente todos los movimientos que estás chicas han hecho hasta ahora —respondió en un pesado suspiro.

    ~o~​
    Caminaban con serenidad sin tener mucho que decir, y es que cuando habían salido por la parte de atrás de la organización, no se sorprendieron de ver a una joven de cabellos rojizos y orbes grisáceos ver a todo los presentes con serenidad.

    —¿Qué haces aquí, Rio? —interrogó el líder de la pandilla.

    —No creas que vengo para vigilarte —anticipó, incorporándose para sacudirse un poco la falda—; pero sí a decir que fue un error haber dejado a Aiko sola.

    —¿Por qué lo dices? —interrogó nuevamente.

    —Están por dar su segundo ataque, sabiendo que no tiene manera de protegerse —respondió, dirigiéndose hasta su vehículo de transporte.

    —¿Quiénes? —se atrevió a preguntar Juugo.

    —Madara, ya las demás chicas están dirigiéndose hasta donde se encuentra ella para estar pendiente —aclaró colocándose el casco.

    —No es capaz de hacerlo dos veces en una misma noche —la cuestionó Suigetsu—. Además, ¿por qué vienes a nosotros si tienes a Itachi y Hidan que de seguro te pueden ayudar?
    Burló divertida por ello.

    —Me parece tan patético la manera en como piensas, Suigetsu —decretó—. Itachi ya está de camino con Rima, y Hidan se fue adelante porque tenía que avisarle a Sasuke, para tu información es su novio, y se preocupa por ella por si no lo sabías.

    Y en efecto, tenía la razón. Porque en ese momento, un azabache de orbes penetrante se estaba colocando su casco para darle arranque a su motocicleta.

    —Es mejor que se suban a sus motocicletas —ordenó—, porque lo menos que estoy queriendo es seguir perdiendo el tiempo en este lugar.

    Los demás se miraron entre sí, sorprendidos por la decisión de su líder, pero como estaba dando en un punto bastante nulo. No habían hecho más que hacer caso a lo que estaba diciendo, por ende fue que, cada uno estaba abordando su vehículo de transporte para seguir la platinada motocicleta de una fémina, que tenía minutos de haber arrancado.

    ~o~​
    Con una camisa de mangas largas color azul pastel que le tapaban hasta la mitad de sus manos, esos largos cabellos azabaches se encontraban sueltos, danzando por el viento que hacía contacto con ellos. Y con tener las piernas al descubierto por esos short de color blanco que eran siete dedos más arriba de sus rodillas, Aiko Uchiha se encontraba completamente sola en su casa, descansando por el atentado que ha tenido que soportar hace unos minutos atrás.

    No había querido levantarse de la cama, es más, tenía la mirada completamente perdida puesto que aún no conseguía dar con todo lo que había hablado con Itachi hace unos minutos atrás. Por ende fue que le había dicho que la dejará en su casa y se fuera a ver lo que quería Pain –porque el colmo es que habían sido interrumpidos–. Sasuke por su parte, tampoco estaba tan convencido de dejarla sola, es más, era una cosa que le molestaba interiormente, pero… con enfrentar los oscuros orbes de su novia estaba seguro que ella podría cuidarse sola.

    Ahora más que nunca estaba atenta a todo lo que la rodeaba, puesto que podía ser atacado estando en estas dificultades. Y lo era, porque tenía su laptop encendida, pendiente del perímetro que la rodeaba. No sabía explicar muy bien el por qué, pero tenía la ligera impresión de que irían detrás de ella estando vulnerable y sin tener la manera de cómo defenderse.

    Pero… en realidad, era lo que estaba haciéndole ver a su acechador.

    Un suave suspiro se escuchó en su habitación, bajándose de su cama, había preferido salir a caminar hasta la sala sin tener que colocarse sus pantuflas de conejito. Pensaba que así estaría más tranquila. Saliendo de su espacio personal, caminaba esos pasillos con serenidad, abrazándose a sí misma por el frío que había, se escuchar el sonido de su camisa puesto que se estaba acariciando el brazo izquierdo para darse un poco más de calor. Llegando a las escaleras principales, lo que veía ahora era la soledad absoluta.

    Absurdo pero cierto, siempre ha pensando que estando acompañada de la oscuridad, se sentía completamente aislada de todo lo que la rodeaba, puede que fuera completamente patético y hasta en cierto punto tonto, pero era su pensar.
    Y a la vez su temor.

    —No sé, cuánto más podré soportar todo esto que está pasando —pensó en voz alta, bajando escalón por escalón sin dejar de ver sus alrededores.

    Al quedar de frente con la puerta principal, no parecía sorprendida de ver cómo está se abría de par en par. Siendo rodeada por siete hombres, era seguro de quien era la persona que había venido por ella.

    —Yo creo que Akatsuki no tendrá una manera de pelear con ustedes sin tener a la líder consigo, ¿verdad, Aiko? —acotó ese chico de lentes, apareciendo entre las sombras.

    —Debí suponer que eras tú, Kabuto —mencionó por lo bajo, sin cambiar su fría expresión.

    —Para decir eso, estabas esperando a alguien o me equivoco —dedujo, acomodándose sus anteojos.

    —Madara, supongo. Pero por lo visto, no eres de dejarte mandar por otro, ¿estoy en lo cierto? —lanzó una de sus deducciones, viendo como uno de sus hombres, llevaba sus manos hasta la espalda para atar sus muñecas con una soga.

    Reía burlescamente para acercarse hasta donde se encontraba la fémina, con acariciar cuidadosamente uno de los mechones de cabellos, era seguro que la niña es bastante inteligente para decir ese tipo de cosas.

    —Me impresiona lo fácil que analizar los que te rodea —acotaba, acercándose peligrosamente a ella—; me serás muy útil, porque ahora es que vas a venir con nosotros.

    —¿Qué te hace pensar que lo haré? —interrogó, fríamente.

    —Porque la hija de uno de los mafiosos más buscados por la policía, no tiene manera de zafarse de mi agarre —respondía encaminándose hasta la puerta—. Es momento de irnos muchachos.

    Éstos golpearon con el arma la espalda de la Uchiha para que diera pasos hasta las afuera de su casa, con la mirada gacha, se había percatado de que no estaba sola y que sus compañeras se encontraban esperando a que se fuera. Al montarse en una camioneta negra, estaba siendo transportada fuera del lugar, dejando que fuera seguida por dos motocicletas muy conocidas para ella.

    En la mansión, Sasuke estaba con su equipo y la multiusos de la organización para darse cuenta de que solo la puerta había sido forzada.

    —Al parecer no montó mucha resistencia que digamos —comentó Juugo.

    —Es porque tenía la impresión de que no sabría salir de esta y todo le saldría mal —afirmó Rima.

    —Conoces muy bien la manera en la que piensa, Aiko —acotó Karin, cruzándose de brazos.

    —Es muy predecible viniendo de ella —aclaró Sasuke—. Tengo los mismos ideales que mi cuñada, y estoy seguro de que si Aiko tuviera otra manera de escapar lo hubiera hecho.

    —Pero sabe que no puede…

    —Por eso se dejó llevar —sentenció el Uchiha.

    — ¿Qué vamos a hacer ahora? —Preguntó el de cabellos anaranjados—. Tienen a su líder y pueden estropearle sus planes con facilidad.

    La rubia de orbes morado caminaba por toda la casa, en busca de algo que diera con la persona que la había secuestrado, y por consiguiente había dado con una pista, poco peculiar para ella.

    —Necesito un teléfono —habló de repente.

    —¿Para qué? —interrogó Sasuke.

    —Sólo Hazlo —ordenó la fémina.

    Le hizo señas a su compañera para que le entregara el suyo, y ésta sin pensarlo dos veces marcó el número de una de sus compañeras.

    ¿Qué pasa? preguntó la pelirroja desde la otra línea.

    —Es el momento de acabar con Madara —respondió en seco.

    Pero… ¿cómo? Aiko no ha dicho nada parecía confundida por la orden.

    —Si lo dijo, antes de irse —aspecto sin darse cuenta que Sasuke se acercaba a ella—. Al parecer estaba segura de que Kabuto se revelaría, y me dejó unas coordenadas para que vayas a ese lugar.

    Espera… si me estás diciendo esto es porque…

    —Tú eres la que acabará con él —afirmó sus sospechas—. Sí Rio, eres tú la que vas a matar a Madara.

    Por unos momentos uno un fuerte silencio por parte de las dos, y es que una de ellas no estaba convencida de lo que estaba por hacer.

    ¿Cuándo tengo que partir? preguntó a los segundos de haber reaccionado.

    —Dentro de unos minutos —respondió—, te mandaré las coordenadas y le pediré a Sasuke que me presté a Juugo para que evitemos ligeros inconvenientes.

    Es seguro que esté solo, pero… bueno, está bien. Así estaremos más precavidas aceptó—. Entonces… ¿dejó que Yuu se encargué de Aiko?

    —Sí, me tiene a mí para esto y fácilmente podremos dar con ella —respondió—. Tú encárgate de lo que ahora importa, estoy segura de que es lo que nuestra líder tenía planeando.

    Escuchando un “ajá” de la otra línea. Había trancando la llamada para mirar sus zapatos por unos minutos, llenando sus pulmones con aire fresco, los dejó escapar a los minutos en un pesado suspiro. Ahora es que las cosas estaban por dar comienzo.

    —¿Puedes prestarme a Juugo? —se dirigió al líder de Taka.

    —Hazlo, si no es conveniente para este operativo, que la ayude —aceptó para que el mencionado se acerará a ella.

    —Este es el lugar en donde se encuentra ubicado, deja que Rio haga su trabajo y si ves que algo sale mal, intervienes —le indicó lo que haría—. De igual forma, ahorita buscaré comunicarme con Hidan para que le eche una mano.

    —¿Está segura de que no hará nada? —la cuestionó al no estar convencido con lo último.

    —Parte de Akatsuki está de nuestro lado porque alguno de ellos son nuestros novios y estoy segura de que harán lo que sea para cuidar de nosotras. Así que, puedes estar tranquilo —le aclaró.

    Ya con eso, había asentido para después irse. Quedando con sólo dos miembros de la organización, ahora es que se ponía a pensar en una cosa, y fue lo que hizo que mirara de reojo al novio de su amiga.

    —Sasuke ve a la habitación de Aiko y busca su laptop. Estoy segura de que tendrá todo lo que vamos a necesitar.

    El aludido no hizo mucho y fue directamente hasta el lugar que se le fue indicado, dejándola por unos segundos con la pelirroja.

    —Sé que no estarás de acuerdo, pero ahora vas a tener que darme una mano para salvar a mi líder —comentó, encaminándose hasta las afueras.

    —Así no quiera, Sasuke de todas maneras me lo iba a pedir —citó—. ¿A dónde piensas ir? —preguntó.

    —A buscar unas herramientas que tengo en la camioneta —respondió la multiuso—. Nosotras sabíamos que esto pasaría, por eso es que no había venido con mi motocicleta.
    Arqueó una ceja completamente confundida, en cierto parte asustaba que dijera eso, pero a la vez era impresionante ya que tenía una idea de que éstas se encontraban preparadas para cualquier clase de situación.
     
    • Me gusta Me gusta x 2
  20.  
    Bloody Rabbit

    Bloody Rabbit Usuario común

    Sagitario
    Miembro desde:
    14 Febrero 2009
    Mensajes:
    359
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    This Is Not My Life...
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    26
     
    Palabras:
    5180
    Capítulo XXVI
    Desde que el vehículo arrancó ha estado en completo silencio, sin necesidad de mostrar nerviosismo ya para ella no era la primera vez que esto pasaba, es más, estaba tan acostumbrada a esto, que se había percatado de cada detalle que tendrían sus compañeras que seguir con mucha cautela porque… como multiusos, Aiko se daba una idea de que Kabuto no era lo que parecía.


    Menos si… pensaba que revelársele a Madara le serviría para acabar con todas ellas.


    Ateniéndose a contestar las preguntas que se le ha hecho en lo que llevan de camino, se mantenía alerta a cada sonido que estuviera cerca de su perímetro, puesto que sus penetrantes orbes se encontraban bien vendados por una tela de color negro, el cual conseguía bloquear por completo su campo visual. Inteligente como tal, al parecer ya se daba una idea –o había conseguido investigar– todo sobre su pasado, porque estaba siendo demasiado meticuloso a cada cosa, palabra e movimiento que la Uchiha hiciera.


    Hace mucho que esto no le pasaba, y es que al igual que Riko, cuando la fémina tenía sus respectivos cuatro años… había sido secuestrada por unos mafiosos, que buscaban joderle la existencia a su padre; sabiendo que ella era lo más preciado que tenía, para ellos era preciso que se fueran directamente contra la pequeña. Sin embargo, las cosas no le salieron como lo pensaba ya que al ver dicha frialdad en su rostro, estaban conscientes de que se encontraba preparada para este tipo de cosas. Por algo es que su personalidad la vuelve fría y calculadora como lo era su padre, porque estaba consciente tanto física como psicológica de todo el mal que la rodeaba, y al cual se estaba adentrando.


    El de hebras grisáceas tenía rato observándola, sorprendido por la actitud que cargaba, no parecía impresionado de la verdadera personalidad de la Uchiha, y eso que la tomaba como primera en todo este campo; pero viendo el estado que posaba al estar envuelta en este tipo de situaciones, la hacía ver que sí tenía una idea como era la vida de un mafioso; no obstante, sus pensamientos la aturdían a diario, así como paso con las otras cuatro, para ella esto no era lo que pensaba y menos si cada día tendría que estar arriesgando su vida para conseguir lo que deseaba, puesto que… sería difícil de manera si se involucraba sentimentalmente con alguien que para ella pueda ser su perdición.


    Y es que siempre el enemigo se concentra en algo que protege con su alma.


    —Parece que no es la primera vez que pasas por algo como esto, ¿verdad Aiko?


    La aludida no contestaba, nuevamente; ya que estaba buscando mantener la calma para ingeniarse una manera de salir de esta situación, claro que también estaba recordando el hecho de que estaba dejando por fuera a Riko por el encargo que le había dejado, aún así, le tocaría mantenerse al margen de todo ya que esto era algo insignificante para lo que realmente tendrían que hacer más adelante.


    Por eso es que buscaba métodos que la ayudaran a no perder la cabeza, aunque lo viera lejano ya que no estaba ni asustada, ni mucho menos nerviosa. Esa sonrisa se ampliaba con solo verla, impresionado por su manera de pensar, se estaba dando cuenta que esta chiquilla sería su dolor de cabeza y más si se volvía una joven de pocas palabras.


    No muy lejos de ellos, estaba una platinada acompañada de un albino y una castaña, quienes tenían minutos siguiendo la camioneta negra que se estaba dirigiendo a las afueras de la ciudad; buscando descifrar lo que ese hombre pensaba hacer con la Uchiha, una de ellas tenía su mente en otra parte por la misión que debía realizar.


    —Traten de no apegarse mucho a ella, de esa forma sabremos qué es lo que piensa hacer con su líder —sugirió el de cabellera blanquecina con reflejos azules.
    —¿No crees que podamos perderlos de vista? —inquirió Yuu con ironía.
    —No te alteres que tiene la razón —lo defendió—; toma en cuenta que, ir a una distancia peligrosa lo que harán es despistarnos para evitar tener contacto con Aiko, ahora si disminuimos sólo un poco nuestra velocidad podremos seguirlos sin ser detectados.


    Suigetsu estaba sorprendido por la inteligencia de Riko, que admitía el hecho de que esa chica era como las otras y a Yuu no le quedo de otra que obedecer puesto que el plan era lo que se decía, y más si le daba lógica a cada cosa que ha expuesto la de orbes rojizos.


    —Está bien —aceptó no muy convencida—, mientras que esperemos las órdenes de Rima, estarás al mando de esta persecución.


    El chico sonreía divertidamente al ver como su orgullo estaba siendo pisoteado por la fémina, pero no podía evitar darle la razón y menos si tenía muchas formas de cómo defenderse, por ello es que habían tomado una formación que los permitían ir en línea, esperando que con eso pudiese continuar las llantas de la camioneta negra que se distinguía con los reflejos de esa brillante luna llena.


    ~o~
    Las cosas en la mansión Uchiha estaban llenas de aparatos que lo ayudarían a dar con el cobalto. Sabiendo que iban a necesitar más de una ayuda, ahora es que se daba cuenta de que Karin ha estado escaneando la información que la Uchiha menor, dejando claro que se encontraban lista para dar el golpe de estado hacia Madara.


    —Ella ya sabía que esto pasaría —mencionó por lo bajo, sorprendida de todo lo que éste contenía.
    —Nuestra líder suele ser precavida con cada cosa que hacemos, y más si tiene una idea del cómo puede finalizar las cosas —explicó Rima, tecleando con rapidez—; Aiko es bastante calculadora, sacando por fuera lo estratégica que puede ser; por ello es que, tengo la impresión de que no se dejó entregar solo porque no sabía defenderse.
    —¿A qué viene eso? —preguntó Sasuke, desde el marco de la puerta.
    —A que puede haberse defendido, sólo si tenía la certeza de que sus planes tendrían existo, deberías saberlo para algo eres su novio.


    Hubo un momento de silencio, que le permitió a la rubia organizar sus ideas, sabiendo que estaba por sentir la fuerte presión que tenía la azabache cada vez que tendría que lidiar con una misión, sólo esperaba que todo fuera como ella lo ha estado esperando. “Espero que con esto las cosas sean fáciles para nosotras, Aiko” pensaba la multiusos, mientras que sacaba unos lentes de marco morado, los cuales se colocaba para observar mejor la pantalla de la computadora.


    —Ya es hora, entonces… —murmulló por lo bajo.


    Siendo observado por las dos personas que se encontraban cerca de ella, pudieron ver como volvía a dejar escapar otro suspiro, en donde éste había conseguido calmada, ya que interiormente sentía miedo de que algo llegara a salir mal, claro que tampoco lo hacía tan notable porque ya lo había pasado con anterioridad. Por eso es que sabía muy bien, qué hacer y cómo mover sus piezas para que sus planes fueran lo esperado.


    —¿Estás segura que podrás con esto, Rima? —preguntó el albino.
    —No deberías dudar de mí, y menos si soy la mano derecha de tu media hermana —respondía con arrogancia.
    —Pero van contra Madara, y creo que sabes la clase de persona que es.
    —Eso lo sé, pero como no tienen hombres que lo defienda y con Kabuto lejos de su perímetro, para nosotras es un golpe vulnerable fácil de atacar. Y más si podemos movernos con cautela —explicó con esa misma arrogancia, posicionándose el transmisor en su oreja derecha.


    Girando sus ojos con fastidio, se había encaminado hasta el sofá para tres, en donde se había sentado con todo el pesar del mundo, esperando a ver si conseguían respuesta de su novia.


    —¿Ya saben el lugar a donde están llevando a Aiko?
    —Es lo que trato de descifrar —contestó la pelirroja—, las coordenadas que recibí de Riko son confusas, y es mas por la formación que está utilizando para seguirlos—; ¿crees que se dieron cuenta de su existencia?
    —No, lo que pasa es que Kabuto de idiota no planeó muy bien las cosas, y están viendo a qué lugar llevar a nuestra secuestrada —aclaró con ironía—; creo que no será suficiente para acercárnosle y por eso, tendremos que seguirlos un poco más de cerca para saber lo que están planeando.


    La fémina asentía a su sugerencia para volver a meter unos códigos en su laptop, siendo guiada por la violácea que preparaba todo para la otra misión, lo que esperaba es que su refuerzo llegase lo más pronto posible, y es que no sería sencillo para ella sola si solo con cuatro u cincos personas le meten una mano a esta operación. Notando la frialdad que poseía el líder de Taka, Karin ya sabía que él no dejaría que todo acabase rápido, a menos de que Aiko estuviera con ellos, por eso es que hacen todo esto.


    ~o~
    Miraba con distracción el hermoso paisaje que tenía a las afueras de su base. Pensando cautelosamente lo que tendría que hacer, ahora es que se daba cuenta con esas cinco chicas ha cometido más de un error, y las estaba pagando al notar que no tenía una manera de cómo llegarles sin que éstas se dieran cuenta.


    Sin embargo parecía que las cosas se volvían benefactoras para él, puesto que uno de sus hombres se había encargado de avisarle que la líder Aiko Uchiha fue secuestrada por uno de los hombres de Madara. Sabiendo que las cosas entre ellos no estaban del todo bien, ya tenía una idea del lugar por donde debía comenzar, y cómo no pretendía seguir perdiendo el tiempo, se había devuelto a su escritorio para sentarse con toda la prisa del mundo en su silla.


    Abriendo los archivos de cada uno de los integrantes de la organización de Akatsuki, pudo ver que de Tobi no tenía mucha información, algo que era demasiado raro, por ello es que al darse cuenta de la persona con la que estaba tratando, tenía que buscar una manera de saber lo que está pasando por esos lugares.


    —¿Estás cerca, Zetsu? —preguntó en seco, mirando los papeles del rubio de larga cabellera.
    —Dígame, ¿en qué lo puedo ayudar? —contestando con otra interrogativa, ese hombre de dos partes se encontraba saliendo de las sombras.
    —Necesito que rastrees las células de Aiko Uchiha, y busques la manera de saber el lugar a donde está siendo llevada.
    —¿Cuál es el motivo de que haga todo esto?
    —Sabremos muy bien los movimientos que harán esas chicas, y más si mis hombres les echa una mano a todas ellas.
    —¿Piensa que conseguirá atacarlas con ello?—Posiblemente, sólo esperemos que… este atentado nos sea de mucha ayuda.


    Confundido por las palabras de su superior, no hizo más que irse a la velocidad de la luz, ya que al dar con ella se había percatado de que estaba siendo sacada de la ciudad. Y como Pain era de aquellos que no le gustaba perder el tiempo, tendría que moverse como tal.


    Ahora que había quedado a solas, pensaba en todos los hombres que tenía en dicha organización, porque tenía la ligera impresión de que habían conseguido más de lo que esperaba, por ello es que investigaría a cada uno de los miembros para dar contra el traidor que ha decidido darle una mano a estas féminas.


    —No creo que por sus capacidades hayan sido capaces de conseguir todo lo que tienen hasta ahora, por eso es que… cuando consiga a esa rata inmunda, verá lo terrible que es meterse conmigo —mascullaba por lo bajo, recostándose de su silla para intentar guardar la calma.


    ~o~
    Con esos orbes perlados miraba los exteriores de su condominio. Esperando poder tener existo en esta misión, lo que a Neji le preocupaba era el hecho de que posiblemente vuelvan a perder contacto con la organización más buscada por toda la policía, incluyendo a los otros cuerpos que hay en distintos países; no tiene ni dos años trabajando como jefe de una comisaria, y ya sentía que no ha conseguido más de lo que esperaba.


    Tenía hombres que presentaban habilidades que los volvían únicos, aún así estaba consciente de que eran burlados por los mismos cuando éstos se la ingeniaban para persuadirlos. Por eso es que a veces se sentía frustrado, porque estaba seguro de que dar con Akatsuki es como buscar una aguja en un pilar grande de paja.


    Llevándose esa taza de café a tan delicados labios, se estaba dando cuenta de que estaban por entrar al horario muerto. Para los mafiosos, el que sean las once u doce de la noche, es como una alarma que anuncia la libertad condicional que le da el cuerpo policial cuando creen que éstos no estarán rondados los alrededores de la ciudad. Cuando la verdad era todo lo contrario. Por ello es que, en la reunión que tendrían en la siguiente mañana, conseguiría explicarles a todos su pelotón el gran plan que tenía armado.


    Atraparlos disfrazándose de ellos.


    Era un plan bastante bueno, pero a la vez que carga con un gran riesgo y tenía la certeza de que no todos aceptarían dicha condición, no obstante, confiaba en que los hombres que decidan ir sabrán jugar muy bien sus cartas, porque al igual que él, tenía la ciega impresión de que estas personas juegan en serio. Pero juegan en sentido de llegar a tentar contra la vida de su “negociante”.


    Ahora es que se ponía a revisar los documentos que hablan sobre la nueva amenaza que se ha presentado en los alrededores de un bar. Por lo que se ve, está organizando ha estado escondida entre las sombras de Akatsuki, pero que se han dado a conocer al revelárseles como tal; sorprendiendo por completo a la persona que los introdujo a esta industria, había una cosa que no conseguía convencer a más de uno, y era…


    Que estas jovencitas ya sabían de todo lo que hay que tomar en cuenta para ser conocido como un mafioso.


    Por ahora, la información que presentaban de las dichosas era muy pocas, y es porque alguien se había encargado de acabar con ellas; cosa que le molestaba con demasía, claro que… también estaba el detalle que no sabía con exactitud quienes eran, por eso y lo otro es que se encontraba atados de manos. Pero claro, tampoco se quedaría de brazos cruzados, al menos de una manera tendría que llegar a ellas.


    Concentrado en sus pensamiento se había percatado de que alguien estaba tocando su puerta, por eso es que al levantarse se había encaminado hasta ella para extrañarse de que no hubiese nadie a las afueras de su condominio, cuestionándose el por qué estaban haciendo esto, pudo notar en el piso un sobre amarillo que tenía la palabra “confidencial”.


    Por cómo se ven las cosas, alguien está dispuesto a meter una mano por la policía de Konoha.

    ~o~
    Apagando el motor de su motocicleta, lo que estaba buscando evitar era hacer notable su presencia; quitándose sin problemas el casco, podía confirmar lo que le había dicho la multiusos al decir que sólo una luz se encontraba iluminada en esa casa. Al lado derecho de la puerta, cerca de la esquina, en el segundo piso. Ahí estaba ese hombre, y como debía esperar instrucciones de Rima por ahora no podía hacer mucho.


    No esperaba ser ella quien tuviese que acabar con su miserable vida, es más, tenía la certeza de que sería Aiko quien hiciera dicha labor, puesto que ella junto con la rubia había prometido que la Uchiha sería quien tendría que saldar cuentas por las tres. Pero no, ahora sería ella quien tuviese que hacer las cosas como tal, y por ello es que buscaría usar su especialidad en él; suspiraba con fastidio al mirar sus alrededores.


    Rio era de las personas que no le gustaba trabajar en compañía, y el tener que esperar por una era algo que la hacía molestar demasiado. Pero, como su enemigo era nada más y nada menos que Madara Uchiha, no le quedaba de otra que aceptar la propuesta sin problemas.


    —¿En dónde estará metido? —reprochaba por su retraso.
    ¿Ya llegaste? preguntó Rima desde la otra línea.—Sí, estoy esperando por Juugo para poder comenzar —contestó, volviendo a darle una murada a todo lo que la rodeaba.


    Hubo un tenso silencio entre las dos, y es que todavía se podía sentir la duda en Rio por tener que ser la que extermine a la escoria que las ha estado fastidiando durante mucho tiempo.


    Busque mandarte a Hidan, pero…—No puedes hacerlo, y sabes perfectamente el por qué —acotó en seco—. Sabes que para mis misiones soy demasiado estricta, y la verdad es que no quiero rollos sentimentales para completarlos.
    También porque no podemos dejar que ellos sepan la verdad sobre nosotras, aunque sólo dos lo sepan secundó en seco; de todas maneras, espera a que llegue Juugo para que las cosas vayan con calma.


    Se volvía a mantener en silencio, pero es porque no tenía una idea del cómo iban a pasar las cosas, y eso en sí le preocupaba, tanto que… estaba esperando que al menos supiera lo que estaba haciendo.


    ¿Rio? ¿Sigues ahí? preguntó su amiga, preocupada de tanto silencio.—Sí, lo siento… sólo estaba pensando, es todo.
    Deja de preocuparte que lo harás bien, por algo Aiko confía mucho en ti le daba palabras de ánimos, al darse cuenta lo que estaba pasando por su mente; solamente busca tener cuidado, mira que este no es un enemigo ordinario.


    Reía divertida al verla de esa forma, ya que no muchas veces suele ser así; sin embargo, sabía reconocer que cuando las cosas se volvían fuerte, era mejor aunque sea un poco de preocupación por la persona que comparte parte de su tiempo consigo, y en este caso, se podía ver que Rima si estaba preocupada por su compañera de condominio.


    Así estuviera dándole una mano en todo esto.


    —Ya me tengo que ir… es… momento de sacar la basura —sonreía divertidamente, al sentirse más segura de lo que estaba por hacer.
    Está bien, te llamaré dentro de una hora para saber cómo van las cosas.—Está bien, entonces, procedo a comenzar… líder…


    Sabía que la había confundido por completo, pero tenía que darse una idea de que, sin tener a Aiko al mando ella tendría que tomar su lugar en su ausencia, y como tenía ganas de ayudarla en su búsqueda, por ahora, lo mejor que ella podía hacer era cumplir la misión que tiene ya cuatro meses de planificación.


    Suspiraba hondamente al saber que estaba a pocos segundos de hacer lo más esperado, ya con esto se vendría lo más difícil por eso es que… tenía que buscar la manera de separar sus sentimientos con su profesión, porque… si tenía que verse fuerte ante los demás, el tener que estar poniéndose como una niñita enamoradiza no la ayudaba del todo, y menos si las cosas podía ponerse feas.


    Metida en sus pensamientos, se había percatado de que su teléfono estaba comenzando a vibrar, dándose cuenta de que se trataba de su novio. Dudando de si contestarle o no, para ella era mejor que se mantuviera tranquila para que no supiera que estaba haciendo algo de suma importancia.


    —¿Qué ocurre, Hidan?
    Esa es la manera de saludar a tu novio, muñequita con esa actitud arrogante, no se podía dar cuenta de cómo una de sus cejas de arqueabas.—Si vas a andar con esas, avísame que yo te cuelgo de una vez la llamada.
    Ya, no te enojes, sólo llamaba para saber si estabas al tanto de lo que paso con tu líder.—Sí, pero ahora no estoy cerca para ayudarla.


    Estando nuevamente en silencio, parecía que no iba a conseguir evadirlo y es que el usuario de Jashin tenía un extraño sensor que le avisaba el que su mujer estaba haciendo algo en donde no iba a necesitar su ayuda, literalmente.


    ¿En dónde estás metida? preguntó ya con más seriedad.—Si te digo, estoy segura de que vendrás a ayudarme y creo que sabes perfectamente la manera en cómo trabajo.
    Lo sé, y por eso estoy seguro que no tengo por qué meter mis manos por ti, además, estás grandecita y puedes lidiar con esto tu sola.


    Estaba sorprendida, no se esperaba tal movimiento de su parte y es que para cómo es él, ya estuviera escuchando más de una excusa que le anunciaba el que estaba preocupado por ella y sin ninguna clase de quejas tendría que esperar a que estuviese en ese lugar para que hiciera la misión juntos. No obstante, su pensar había cambiado u poco, tanto que… mantenía ese mismo asombro en su rostro, sin embargo, sus pensamientos le dieron un fuerte golpe a la realidad cuando se había percatado de lo tarde que se le estaba haciendo, por ende fue que se había dispuesto a finalizar su llamado.


    —Hidan lo siento yo…
    Vete tranquila, cuando acabes llámame para saber cómo te fue.—Sí, que cuando finalice iré a verte lo prometo.
    Rio…—Dime…
    Te amo… y cuídate.


    ¿Estaba soñando verdad? Realmente le dijo esas dos palabras. Olvidando eso por unos cuantos minutos, se dispuso a comenzar con su labor ya que no podía seguir perdiendo el tiempo, y menos si su “compañero” no aparecía; girándose hasta el bolso que tenía en la parte de atrás de su vehículo motorizado, sacó lo que consideraba necesario para después, finalmente bajarse de su motocicleta.


    Con dar un último suspiro, se había encaminando a pasos cortos hasta los exteriores de la cabaña en donde se encontraba su antiguo superior. Preparada para lo que se le venía encima. Acomodando su postura, se quedaba pegada en la pared que estaba cerca de la puerta, buscando analizar las posibles trampas que le tenía el hombre para ella era preciso ir con mucho cuidado y más por lo que era capaz de hacer para éste consiguiera evitar su muerte.


    Tomando la piedra que tenía más cerca, la había lanzado a una distancia que le permitiera al hombre que estuviera de guardia, el ver lo que estaba pasando a las afueras de esa cabaña de mala muerte; percatándose de que no tenía a nadie custodiando los alrededores, había decidido entrar por la puerta trasera ya que no veía la necesidad de andar llamando la atención; estando recostada en la pared de la cocina, sacaba su calibre de 9 mm para estar armada, tomando precauciones a cada movimiento que hacía, volvió a llenar sus pulmones de aire medio contaminado para encaminarse hasta las escaleras que se encontraba cerca de la sala.


    Escabulléndose por las escaleras, cuando puso un pie en lo que era un pasillo se había dado cuenta que si estaba en el lugar, ya que la puerta se encontraba semi abierta y la luz de la habitación se encontraba prendida; lo más seguro es que esté al tanto de todo lo que está pasando, y es que siempre solía llamar a la rubia para confirmar que todo estuviera saliendo como lo ha estado planeando. Pero esta noche, las cosas serían diferentes y la rojiza se encontraba lista para ellos.


    Desviando esa brillante mirada hasta el techo, se mantuvo tiesa por unos cuantos minutos haciendo un auto-conteo que la ayudase a tomar camino hasta la pared que estaba cerca de la puerta de dicha habitación. Asomándose poco a poco por ella, tenía el pensar de que estaba meditándolas cosas en la comodidad de su sofá de terciopelo negros y arreglos dorados, puesto que veía la posición en la que tenía sus piernas. Decidida a terminar todo antes de que las cosas se salieran de control, cuando se encaminó hasta el lugar en donde se encontraba, estando detrás de él las cosas no le salieron como estaba puesto que ella había sido la emboscada en este caso.


    Sorprendida por el movimiento del aludido, la había conseguido tomar por el cuello para inmovilizarla por completo, al tomar sus dos manos quienes estaban posada en la parte de atrás de su espalda. Despojándola por completo de su arma, pudo ver como él sacaba un mágnum de 8 mm para apuntársela en uno de los lados de su cabeza.


    —¿Pensaste que no me daría cuenta de lo que estaban tramando? —burló el hombre con arrogancia.
    —P-Pero… ¿qué demonios…?


    No había podido dar con ella ya que estaba estrangulándole su frágil cuello.


    —¡S-Suéltame! —chilló del dolor.
    —No lo veo necesario, mocosa del demonio; puesto que tu líder ha mandado a matarme, ¿verdad? —Reía con esa misma arrogancia, al ver buscar aire con desesperación—; están muy equivocadas si pensaba que me tenían en donde querían, trió de insolentes.


    “¡¿Trió?! Entonces, sabía que nosotras tres buscaríamos acabarte sabiendo que las otras dos estarían de nuestro lados” pensaba la fulminadora que intentaba recuperar su aliento. Buscó con la mirada algo que la ayudase a librarse de él; a los segundos fue que se dio cuenta que en uno de sus bolsillos tenía una pequeña navaja que cargaba consigo por si las cosas se volvían problemáticas para ella, y sin tener necesidad de seguir pensando las cosas, había llevado una de sus manos hasta ella para tomar con el pulso nervioso dicho objeto.


    Esperando acertar, lo incrustó fuertemente en la rodilla de izquierda del hombre que la soltaba en seco para detener la sangre que manchaba sus pantalones azules. Comenzando a toser de manera intensa, vio como éste se arrodillaba para tomar su rodilla.


    —¡Maldita! —Grito enojado, sacando un cuchillo que tenía cerca del sillón—; ya vas a ver lo que te espera.


    Cuando estaba a punto de atacarla, nuevamente había sido inmovilizado, pero esta vez por una calibre de 25 mm. Esos orbes grisáceos brillaban con intensidad al ver a su salvador, apuntándole en la parte de atrás de su cabeza.


    —J-Juugo…
    —¿Estás bien? ¿Estás herida? —preguntó con la misma frialdad.
    —No llegaste antes de que pudiese hacerlo —se incorporó para después acercarse lentamente hasta donde se encontraba Madara—; ¿tus últimas palabras, escoria?


    Sonreía con malicia al ver la determinación que portaba la pelirroja, y es que se daba cuenta que iba en serio.


    —¿Quién lo diría? Moriría en tus propias manos.
    —Créeme ni yo me esperaba que me tocaría hacer dicho trabajo —comentaba con esa misma serenidad, mientras que tiraba la navaja al piso, muy lejos de su alcance, para recibir la mágnum que le estaba haciendo entrega el de hebras naranjas—. Pero… lamentablemente, así son las cosas.


    Haciéndole señas de que se apartará de ella, cuando el aludido retrocedió diez pasos lejas de ella, pudo presenciar con esos gélidos orbes el cómo la fulminadora cumplía su labor al darle tres tiros seguros en la cabeza del hombre que desde hace más de seis meses ha estado guiándolas. Acabando su vida como si nada, notó como parte de su ropa se manchaba con su ropa, y cierta parte de sus piernas. Cayendo en ese sucio piso, el color se volvía rojo carmín cuando una gran mancha de sangre se expandía por todo su cuerpo; sabiendo que se había convertido en un monstruo, bajaba la mirada para asimilar que era imposible lo que había hecho.


    Realmente parecía una persona que no tenía ningún tipo de emoción.


    Con tener el puso tenso, dejaba que su acompañante se diera cuenta del temor que sentía y es que no era de menos porque su cuerpo había comenzando a temblar de manera ligera.


    —Rio…
    —Es mejor que cierres la boca —ordenó en seco—; mejor ayúdame a limpiar la zona.


    Sin necesidad de darle una respuesta, se había acercando a ella para hacer lo que se habían propuesto, pensando que… cuando estuviera más tranquila, continuarían con la conversación que intentó iniciar. Y no era para tanto, porque estaba seguro que ella misma se ahogaría en un vaso de agua, si seguía pensando en la realidad que estaba afrontando ahora que había cumplido lo que las otras chicas han estado esperando desde hace mucho tiempo.

    ~o~
    Era la primera vez que se encontraba nervioso, a pesar de que su fría actitud no lo delataba como era debido, el no saber de ella le molestaba a demasía. Que estaba por estallar si no conseguía información en cuestión de segundos.


    Claro que ahora no sabía cómo explicar la emoción que estaba sintiendo; porque estaba la necesidad de darle protección por instinto de hermandad –sabiendo que era el mayor de los dos–, a su vez lo hacía porque era su novia, y una de las determinaciones que portaba era el hecho de tenerla consigo, en especial si era para protegerla.


    Karin y Rima estaban haciendo todo lo posible para saber la dirección que estaban tomando, aunque no estuviera muy convencida de ello; de igual forma no parecían dispuesta a rendirse con facilidad. Buscando tener contacto con su líder, el no saber nada de los motorizados que se iban detrás de la camioneta negra, perturbaba a la de orbes violáceos quien al parecer estaba por botar humo por las orejas.


    —¿Todavía no dan con ella?
    —Estamos haciendo todo lo que podemos, lo único que sabemos es que está a las afueras de la ciudad.
    Parece que no piensan detenerse comentó Riko desde el comunicador.—Dame una ubicación de dónde te encuentras —pidió la fémina de Taka.
    No estamos dirigiendo a un bosque…, pero no sabría darte una ubicación exacta.


    Inquietas por la respuesta dada, pudieron escuchar un sonido proveniente del joven de hebras blanquecinas, que parecían anunciar el que finalmente han conseguido detenerse.


    Se detuvieron.—¿Dónde está metida? —preguntó Sasuke.
    En una casa por lo visto, pero no tiene muy buen estado te informó bromeó su compañero.—¿Ya la sacaron? —preguntó Karin para retomar el tema.—Aún no…


    Se miraron entre sí, completamente confundidas. Preguntándose lo siguiente que pudieron escuchar, se empezaron a incomodar por la mal comunicación que estaban teniendo.


    —Dime qué tal todo, Yuu; tenemos problemas de comunicación.
    A-Aiko… E-Esta… F-Fuer… no pudo escuchar nada, puesto que habían perdido la señal.—¡No...! —gritaron las dos en unisonó.
    —¿Qué paso? —preguntó el Uchiha, quien tenía segundo de haberse callado.
    —Perdí la comunicación con Yuu y Riko.


    Perfecto, todo se le fue a la borda al saber que no tendrían manera de ayudar a los demás, sin embargo, de lo que no sabían es que un invitado especial estaba tomando camino hasta las coordenadas que se le fueron dada, puesto que desde hace un tiempo había conseguido rastrear la señal de una de las chicas de la organización Tsukuyomi.
     
    • Me gusta Me gusta x 1
Estado del tema:
No se permiten más respuestas.

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso