The Perfect Love Exist

Hola chicos, lamento de nuevo la tardanza, pero eh estado intentando arreglar bien este mismo fic, y ya esta siendo modificado como debe ser... así que gracias por sus consejos que los estoy usando para construir bien mi historia. Pero como es larga esta historia lleva 25 capítulos... pues me tomará tiempo hacerlo, así que seguiré publicando el mismo que eh estado publicando ahorita... pero después lo verán completamente mejorado ^^ ... y bueno les dejo el capítulo siguiente de esta historia... ^^

Capítulo 5.- Un día pesado

Al día siguiente, me desperté, al parecer él había resistido, si no estaría dormido conmigo, en lugar de eso estaba sola y me encontraba bocabajo con mi cabeza en la almohada en lugar de su pecho. Me levante para ir a la escuela, mientras esperaba a Saya con mis patines puestos, yo observaba desde esa distancia el lugar especial de él y mío. Estaba ansiosa por volver a verlo, iría a buscarlo a la hora en la que saliera.

¡Anna! –Saya me hablo de repente y yo me sobresalte. Me había olvidado de que la esperaba.

Saya: ¡Cuéntame como paso! –pregunto ansiosa.

Anna: ¿Contarte que? –Hice una mueca confundida mientras ambas empezábamos a andar con los patines.

Saya: ¡De cómo es que ahora eres novia del hermano de Matt!

-¡Demonios!, ese Matt no podía quedarse callado, no quería que Saya se enterara de boca de otro que no fuera mía. Suspire desilusionada, pero después, el pánico apareció, ¿Qué le iba a decir?, ¿Que lo conocí en sueños y ahora que nos encontramos en la vida real ya podemos ser pareja de verdad? Claro que no, pero si le decía lo mismo que a mamá, no me creería pues el no estaba en la misma Preparatoria, entonces se me ocurrió otra cosa.

Anna: Lo conocí en Tokyo, pero antes de entrar a la Secundaria, él y su familia se mudaron para acá –tendría que obligar a Matt a seguirme la corriente.

Saya: ¡Oh!, eso no lo sabía –dijo sorprendida, cuando llegamos, todos se reunieron en el salón, Saya se puso a hablar con Hitomi a fuera del salón, yo estaba sentada en mi mesa-banco esperando a Matt, nerviosa tamborileando con los dedos en la mesita, mirando la entrada, en eso entro y aproveche que Saya estaba distraída para hablar con él a solas, cuando nuestras miradas se cursaron, yo lo fulmine, él se encogió de hombros ante mi mirada y una gota de sudor bajo por su sien, le hice una seña con el índice para que se acercara y se sentó delante de mí.

Matt: ¿Qué sucede? –susurro. Cuando me di cuenta, se había parado el cabello y su flecho se lo hizo de lado.

Anna: ¡Baka! ¿Por qué le dijiste a Saya? –masculle entre dientes, regañándolo y el se veía apenado.

Matt: Lo siento –se disculpo aun susurrando ahora en voz baja- se me olvido que tu y Ginji se conocieron entre sueños –lo mire perpleja cuando dijo lo último.

Anna: ¿Tú lo sabes? –Ahora yo me encogí de hombros, él asintió- ¿Cómo paso?

Matt: Pues hubo una noche en que baje a la cocina por un vaso de agua…

-Flashback- (C/A: EN ESTE MOMENTO MATT ES EL QUE NARRA)

Cuando iba llegando a la cocina, vi a alguien sentado en la mesa y me di cuenta después que se trataba de mi hermano, la luz de la estufa estaba prendida, se miraba tenso y con la mirada ausente, los labios fruncidos formando una línea, las manos las hacia puños y las tenía encima de la mesa y era lo único que veía.

Matt: ¿Ginji? –pregunte un poco preocupado, el se sobresalto ligeramente, como si no se hubiera percatado de mi llegada y parpadeo incrédulo.

Ginji: Ah… Matt, lo siento, ¿me hablaste? –su expresión estaba sorprendía, pero en sus ojos estaba aun la angustia y su voz sonaba inexpresiva.

Matt: Si, ¿Pasa algo?

Ginji: No, no pasa nada –aseguró, pero su mirada lo decía todo.

Matt: ¿Seguro? –torcí el gesto, esperando su respuesta con cautela, entonces suspiró.

Ginji: Esta bien, te lo diré, pero promete que jamás se lo dirás a nadie

Matt: Lo prometo –le aseguré y me senté a su lado, con ganas de ayudarlo, aun que me gustaba molestarlo, también me gustaba ayudarlo en estos momentos. Inhalo profundamente antes de hablar.

Ginji: Bien, pues… hace dos semanas o tres, empecé a ver a una chica en mis sueños, la primera vez que soñé con ella, fue cuando soñé que yo iba caminando por la playa y de pronto, me encuentro a aquella chica con la mirada ausente en la puesta de sol y el viento revoloteaba su cabello, después se percato de que yo la miraba y fue cuando la conocí, hubieron otros sueños en la playa y otro en el bosque y últimamente ahora sueño que esta dormida en mis brazos y en mi habitación –de pronto su tono cambio mas frustrado- pero lo que me angustia y me molesta es… que después que abro los ojos, no la veo por ningún lado, me entristece ver que ella no es real y ya siento mucho por ella, extrañamente… - sacudió la cabeza con la misma frustración- la quiero

Matt: Lo lamento –me sentía mal por él- pero, si lo deseas con ganas, tal vez encuentres a esa chica algún día – con eso trate de animarlo.

Ginji: ¿Tú crees? –me alivie de que si funcionaba.

Matt: Claro

-Entonces hizo una sonrisa sin ganas-

Ginji: Gracias

-Le hice un pequeño golpecito amistoso en el hombro-

Matt: Cuando quieras hermano

-Fin de Flashback-

(C/A: Fin de la narración de Matt)

Anna: Hum… el pasaba lo mismo que yo –murmure casi para mí.

Matt: Ayer cuando regreso a casa, se veía demasiado contento y me agradeció por a ver sido yo el que le diera la esperanza de que podría encontrarte

Anna: Pues si, la verdad –coincidí con la palabra de Ginji.

Matt: Ay no es para tanto, solo fue en plan de animarlo, no creí que en verdad iba a suceder

Anna: Créeme que yo tampoco

Matt: ¿Y que le dirás a Saya?

Anna: Pues… cuando veníamos para acá, le dije que ustedes antes vivían en Tokyo, pero que antes de entrar a Secundaria se mudaron para acá, si te pregunta algo, tú sígueme la corriente, nadie debe saber que Ginji y yo nos conocimos en sueños, sería extraño para ellos

Matt: Bien –asintió, antes quería matar a Matt por decirle a Saya de mi relación con su hermano, pero cuando entendí que fue sin querer y que el era alguien de confiar, me sentí mucho mejor, justamente Hitomi y Saya se acercaron a nosotros-

Saya: Hay viene la maestra Matt

-Mientras se levantaba, ambos nos miramos y después se sentó en su mesa-banco, de pronto quise que estuviera a mi lado como si fuera una parte de su hermano, el en verdad se parecía un poco a Ginji, me recordaba mucho a él. En la hora del descanso, estábamos sentados en una mesa, Saya, Hitomi, Haruhi, Jaden, Syrus, Sasuke, Matt, Hinata y yo. Matt estaba en frente de mí, mientras que yo me encontraba en medio de Saya y Hitomi. Sospechaba que Hitomi también ya lo sabía todo y fue así.

Hitomi: Anna, ¿Enserio sales con el hermano de Matt?

Anna: Si, así es – enrojecí un poco encogiéndome de hombros-

Saya: Yo no sabía que antes vivías en Tokyo Matt

Matt: Lo siento, no lo recordaba, fue hace mucho –el actúo bastante bien, de Saya paso una mirada rápida a mí. Yo suspire de alivio. Cuando terminamos, le dije a Saya que esta vez no podría acompañarla a casa, lo que quería evitar es no decirle a donde iba, espere un momento a que ella se fuera, para después ir a casa por mi auto, pues iría a ver a Ginji. Estaba muy emocionada, ya ansiaba estar a lado de él. Pero antes de que me dirigiera a casa, Matt me habló.

Matt: Anna, me alegro que todo saliera bien

Anna: Si, gracias Matt, te debo una

Matt: no te preocupes, ¿A dónde irás?

Anna: Iré a buscar a Ginji a la hora en el que el sale, pero iré por mi carro antes ¿y tu?

Matt: Iré con Sasuke, Jaden y Syrus a practicar baloncesto

Anna: Valla… con razón eres muy alto –de hecho lo era, su altura igualaba a la de Ginji aunque era un año menor que él, pues era de mi edad, a ambos les llegaba por los hombros. Bueno debe haber una buena razón de ser pequeña, Matt se río.

Matt: Así es

-Mire mi reloj muñequera y se hacia tarde-

Anna: ¡Oh!, me tengo que ir, nos vemos –me despedí de él agitando la mano.

Matt: Ah, Bien entonces nos vemos –se despidió alzando la voz para que lo escuchara, por suerte alcancé a oírlo claramente, pero tenía prisa y ganas de ya estar con su hermano, así que me di prisa. Entonces cuando llegue a casa no había nadie, pero tenía una copia de la llave en caso de emergencia, entre por mis llaves del carro y después salí de nuevo –cerrando la puerta sin falta- y me fui en mi Jetta, llegue justo a tiempo en que ellos salían, me estacione en la esquina, me baje y empecé a buscarlo, tan pronto cuando lo vi, mi ansiedad fue haciéndose mas grande, por suerte, venía en la dirección en donde yo me encontraba y venía con la vista hacia abajo y la mochila detrás de su espalda y la sujetaba con una mano.

Vestía una camisa de manga larga blanca, un pantalón de mezclilla la otra mano la tenía en uno de sus bolsillos, unos zapatos negros y el cabello completamente parado, parecía que se lo sostenía con un imán, solo unos cuantos pequeños cabellos estaban en su frente, se veía tan guapo, que no resistí ningún momento mas- ¡Ginji! –en eso levanto la mirada y la alegría se lleno en todo su rostro, sus ojos dorados se iluminaron por completo e hizo una sonrisa, enseñando sus dientes relucientes. Le tome la mano tan pronto cuando estuvo a mi lado, duramos un momento mirándonos sonriéndonos con ganas, era como si hubieran sido siglos en lugar de un rato sin verlo. Entonces maneje hasta su casa, ambos no decíamos nada, pero el me miraba como siempre, con aquella dulzura, me encantaba, aun que también me ponía nerviosa que alguien clavara su vista en mí, el pulso se me aceleraba, no me podía acostumbrar a su mirada.

Anna: ¿Cómo te fue? –le pregunte tratando de distraerlo.

Ginji: Bien, gracias –me contesto, pero no funciono, aun sentía su mirada encima de mí, era tan irresistible- ¿y a ti?

Anna: Bien también –le conteste igual y actuando como si nada, me alegre de que podía hacerlo. Entonces cuando estacione enfrente de su casa, nos bajamos, yo mientras cerraba el carro con un portazo y después con la llave, rodeo el carro hasta ponerse detrás de mí y justo cuando di media vuelta, algo pasó de pronto- Te… - iba a decirle algo, pero antes de si quiera terminar, él me abrazo en ese momento y me abrazó con fuerza. Tenía que agacharse para hacerlo, pues él era alto y yo muy baja. Yo tenía que ponerme de puntas y rodearle mis brazos en torno a su cuello.

Ginji: Estoy tan contento de verte de nuevo –me dijo en el oído- estaba tan ansioso en la escuela por verte, que ni prestaba mucha atención a mis clases –de nuevo me robo las palabras de la boca, pero me sentía contenta, de que el sintiera lo mismo.

Anna: Al igual que yo –conteste susurrando. Y entonces dejo de abrazarme, pero no soltó mi mano. Entramos a su casa y no había nadie, Matt había dicho que saldría con, Jaden, Sasuke y Syrus, pero…- ¿Y tus padres? –pregunte cuando me senté en el sillón, me sorprendía no verlos por ningún lado.

Ginji: Ellos trabajan, mamá hace pasteles, así que trabaja en una pastelería

Anna: Guau –me impresione, Carlie cocinaba muy bien, me preguntaba que tal sabrían sus pasteles, apuesto que son deliciosos.

Ginji: Y mi padre es Doctor en un hospital –decía mientras ponía su mochila en una esquina y después se dirigió hacia donde yo estaba.

Anna: Que impresionantes empleos, tu padre es un doctor, tu madre es pastelera y Matt es muy dedicado

Ginji: Si, le gusta jugar baloncesto, también el béisbol y natación, de hecho todos lo hacemos, bueno ecepto mi madre, a ella le gusta mejor algo mas tranquilo como caminar en el parque o en el caminador

Anna: Hum… -suspire un poco decepcionada.

Ginji: ¿Qué sucede?

Anna: Nada, es solo que, tu familia es de altos, mientras que yo soy pequeña, ni siquiera me ven como de diecisiete –el sonrío y me abrazo de nuevo y después me beso a la frente.

Ginji: No te preocupes por eso, me gusta tu estatura y tal como eres, pareces una muñequita, esa es una de las cosas que me agradan de ti

Anna: ¿Enserio?, por que para mi ser pequeño es algo incomodo

-El se rió en lo bajo-

Ginji: Ser pequeño tiene sus ventajas

Anna: ¿Cómo cuales?

Ginji: Tu cabello no se enreda en las ramas de los árboles

Anna: ¿Te pasa a ti?

-El hizo una mueca incomoda ante el tema-

Ginji: me da pena decirlo pero si

-Yo me reí-

Anna: entonces si me alegro de ser pequeña

Ginji: Oye… -hizo el tono de que en verdad callo.

Anna: Es broma

-Empezó a hacerme cosquillas y me hice para atrás acostándome en el sillón, apoyando mi cabeza en el brazo del sillón, pero entonces se detuvo y se acostó poniendo su cabeza encima de mi pecho, yo empecé a hacerle cariñitos a su cabello-

Ginji: No sabes lo bien que se siente eso, eres buena haciéndolo –me dijo haciendo un cumplido.

Anna: Gracias

-En ese momento nos quedamos callados un momento, el disfrutaba mis cariñitos, así que empezó a relajarse, cerrando los ojos. Pero en eso, abrió los ojos de nuevo, se alzo, me miro un momento con sus ojos dorados brillantes como el oro y acerco su rostro hasta que sus labios tocaron los míos, entonces empecé a sentir aquello cuando me besaba, los latidos de mi corazón retumbaban haciendo eco en mis oídos, la llama aviva de pasión en mi pecho, el aliento incontrolable. El me conocía muy bien así que se aparto sentándose para dejarme respirar- Espera –dije sin aliento, eso me importaba un poco y seguí besándolo, pero no duro mucho, hasta que el me aparto cariñosamente el rostro.

Ginji: Tranquila, tienes que respirar –él ya no tenía problemas con la respiración como yo, pero eso me importaba menos que besarlo.

Anna: Aun no he terminado –proteste.

Ginji: Pero necesitas un momento para respirar –el siguió en contra y se paro dirigiéndose a la cocina, saco algo del refrigerador y después cogió un vaso de un mueble, después regreso con el vaso con agua y me la ofreció agachándose completamente.

Anna: No lo necesitó –hice una excepción seriamente, cruzada de brazos y el suspiró.

Ginji: Empiezo a darme cuenta que eres un poco terca –dijo tranquilamente-, pero tu me dijiste la otra vez que te ayudaba mucho, anda tómatela –me animo de nuevo. No luche mas así que tome el vaso y empecé a beber con tal de que termináramos el asunto del agua y me besara de nuevo. El de nuevo acariciaba mi rostro como aquella vez, entonces recordé que a el le gustaba cuando mis mejillas estaban coloradas. Cuando me la termine le devolví el vaso y el aliento se tranquilizo, en verdad esto ayudaba.

Anna: Gracias

Ginji: No hay porque, Señorita –después de eso me guiño un ojo y me beso solo unos segundos, no tanto como hace rato, cuando el se aparto me acaricio mi mejilla derecha colorada y me susurro “Te amo”, sus ojos brillaban como el oro, yo quería más pero al menos me había besado de nuevo, así que no exigí mas, así que deje que se sentara pero yo me acurruque con el, poniendo mi cabeza en su pecho y el me envolvió con sus brazos.

-En eso pasamos el día juntos, Matt regreso a las siete de la noche y la verdad estaba bañado de sudor, tuvo que disculparse y pasar a darse una ducha, pero después vino con nosotros y vimos una película que pasaron en la tele, después Matt y Ginji me invitaron a jugar ajedrez, Kay y Carlie llegaron durante ese momento que los chicos jugaban y se nos unieron observando la jugada, Ginji le gano a Matt y me toco a mí jugar con él, pude entenderle al ajedrez con claridad, sorprendentemente yo le gane, al anunciar “jaque mate”, Kay y Matt se rieron impresionados. Ginji también se les unió y Carlie se puso a mi lado y me dijo al oído “bien hecho cariño”. Luego Ginji me acompaño a casa, mamá lo invito a cenar, aceptó y le contamos a ella sobre mi nueva experiencia en el ajedrez.

Al día siguiente volví a pasar por él, pero esta vez no lo vi como ayer y tuve que buscarlo, mientras lo buscaba me tope con Shuzuke, el hermano de Hitomi y me acerque hacia él.

Anna: Hola Shuzuke –lo salude, el se sorprendió al verme.

Shuzuke: Hola Anna, que milagro verte ¿puedo ayudarte en algo? –pregunto con amabilidad.

Anna: De hecho si, estoy buscando a Ginji, ¿Lo has visto?

Shuzuke: Si, lo vi en el jardín hablando con alguien, parecía que discutía con esa persona

Anna: ¿Enserio? –me sorprendí

Shuzuke: Si, fue muy extraño

Anna: Bueno gracias, iré a buscarlo

Shuzuke: De acuerdo gusto en saludarte

Anna: Igual -el dio media vuelta y se fue pero antes de ir a buscar a Ginji, no fue necesario, lo vi dirigirse para acá, estaba totalmente serio, pero cuando me vio, se le tranquilizo un poco el rostro, no del todo.

Anna: ¿Estas bien? –le acaricie su rostro frustrado.

Ginji: No –respondió molesto.

Anna: ¿Qué paso? ¿Con quien discutiste?

Ginji: ¿Quién te lo dijo? –se sorprendió ante mi pregunta.

Anna: Pues, me tope con Shuzuke y le pregunte si te había visto y… dijo que te vio discutiendo con alguien

-El suspiro todavía frustrado y sacudió la cabeza-

Ginji: Es que… era una chica, que se llama Reiya –pronunció el nombre de la chica, con mucho rencor- pues, ella… ella se me declaro –se puso mas serio todavía cuando pronuncio eso. Yo hice los ojos en forma de plato del pánico, alguien me lo quería quitar.

Anna: ¿y que paso? –mi voz sonó temblorosa, el acarició mi rostro.

Ginji: Pues obviamente le dije que no Anna, tu eres mi vida ahora, nadie mas lo es, nadie, y nunca te remplazare con alguien más, por que tu eres la persona con la que deseo estar toda mi vida entera –respondió todavía frustrado, con la ira en sus hermosos ojos dorados, había algo todavía.

Anna: ¿Y? –lo animé a seguir, controlando mi pánico, pero esperando su respuesta con cautela, el suspiro profundamente.

Ginji: Pues esta chica, se puso pesada, cuando mencione que ya amaba a alguien, ella quería que me alejara de ti, para estar con ella, casi me sacaba de mis casillas –ahora mascullaba entre dientes. Después algo paso en ese instante. Una chica de cabello ondulado y fleco de lado, castaño y ojos púrpura caminaba en nuestra dirección, tenía una blusa rosa mexicana de manga corta y una minifalda de cuadros de rosa y blanco y tenía puestas unas botas. En cuanto nos vio a mí y a Ginji, sus ojos llamearon de ira, al parecer ella era Reiya. Parecía de esas chicas fresas y de padres con mucho dinero.

Reiya: Ah, ¿Así que esa es? –pregunto bruscamente, Ginji se dio media vuelta molesto, poniéndome atrás de él, yo me incline un poco para ver a la chica.

Ginji: Si, ella es –su tono era muy brusco, jamás lo había visto así.

Reiya: Pierdes el tiempo estando con personas como ella, no es más que una cualquiera, hasta se viste de esas de clase media –me miraba con odio, su comentario me dolió profundamente, así que me le quede viendo con mueca de adolorida.

Ginji: Ese no es mi problema –Ginji parecía en verdad que iba a estallar de la ira- ella no es de esas personas, tan desdichadas como tu, jamás estaría con alguien así y jamás lo are, cuando en verdad quieres a alguien, es con el corazón en la mano y sin importar como sean

Reiya: Eso es una tontería –seguía ella y se burlo de él- algún día, tu estarás junto a mí y comprenderás que es lo correcto, esa clase de personas –me señalo con el dedo- no son para ti-No pude más, eso me dolía bastante, así que las lágrimas se escurrieron por mis mejillas, no quise dejar que me vieran así, quería echarme a correr al auto, pero en ese entonces la mano de Ginji me acarició el rostro, me miro a mi con dulzura pero cuando volvió al verla a ella sus ojos cambiaron a odio.

Ginji: ¿Así que eso te la pasas haciendo?, hacer sentir a las personas mal

Reiya: Solo digo la verdad –ella seguía tranquila a pesar de a verme herido mis sentimientos.

Ginji: Te diré la verdad, no hay nada posible entre nosotros y que te quede muy claro, ella es mi única vida y no habrá momento en el que no desee estar con ella -Reiya no siguió y yo ya no quería seguir escuchando y di media vuelta, pero el me detuvo tomándome de la mano.

Ginji: No hagas caso de ella y sus palabras, no dejes que te ofenda –yo le creía a él, mi problema es que no quería seguir escuchando esta discusión.

Anna: No te preocupes, solo iré al auto, te esperare allí

Ginji: Eso no será necesario, por que yo me iré contigo, pero adelántate solo le diré que se largue

Anna: Bien –seguí pero caminando lentamente y entonces se escucho como decía.

Ginji: No vuelvas a dirigirme la palabra nunca más, así que vete a casa y olvídate de que abra algo entre nosotros, por que eso nunca sucederá -No escuche nada más, pero me alcanzo y me tomo de la mano, acariciándome el dorso con el pulgar, con plan de calmarme, aun las palabras de esa chica resonaban en el interior, uno decía que las heridas emocionales nunca se curarían, bueno si se curaría, pero dejaría cicatriz. Cuando llegamos, no hubo comentario alguno, pero el manejo y no nos llevo a ninguna casa, mas bien se estaciono en un sendero, donde comenzaba un bosque.

Anna: ¿A dónde vamos? –pregunte con curiosidad.

Ginji: No te preocupes, tu solo sígueme –me dijo con una sonrisa dulce, pero lo dulce no le llego a los ojos. Habíamos tenido un encuentro pesado esta vez, jamás se me ocurrió que algo así sucedería. Empecé a caminar junto a él. Caminamos unos cuatro kilómetros, por suerte traía tenis puestos, tenia unos pumas cafés, que combinaba con mi blusa estraple azul y tenia un pantalón capri café, después pude ver que ya no habían árboles, si no solo el césped cortito, pero cuando este terminaba, de este continuaba un gran lago azul, era hermoso, habían flores de distintos colores, entonces comprendí que era una especie de prado. Nos detuvimos y me senté en la orilla y el se sentó a mi lado.

Ginji: Lamento haberte hecho pasar por eso

Anna: No te preocupes

Ginji: En verdad, pensé que iba a estallar al ver como te hería, por favor, olvidémoslo y has de cuenta que nada de esto paso, no permitiré que eso arruine tus sentimientos y que derrames una lágrima por eso, no me gusta ver así a tu hermoso rostro –me lo acarició y rozo la yema del dedo índice entre mis pestañas húmedas.

Anna: Hum… puede que sea bonita, pero ella también es más bella que yo -Ginji puso los ojos en blanco, como si eso fuera algo completamente absurdo para él-

Ginji: Anna, tu nunca has sido solo bonita –me corrigió apretando los dientes y alzando una ceja perfecta, casi gruñendo de la desesperación.

Anna: En eso estoy en desacuerdo con tigo –me puse un poco sería y el abrió los ojos sorprendido ante mi reacción y parpadeó.

Ginji: Lo digo en serio

Anna: Bueno, no es exactamente lo que quería decir, lo que quería decir es, que hay otra belleza en el mundo para mí

Ginji: ¿Quién? –dijo con sus ojos entrecerrados y con cautela en su rostro, como si fuera a mencionar a Reiya. En ese momento fui yo esta vez la que se acerco a su rostro y pegar los labios en los suyos y me aparte acariciando su rostro.

Anna: Tu –le respondí al fin, el sonrío y esta vez su dulzura llego a los ojos y entonces el siguió besándome y allí estuvimos juntos, contemplando el bello mar.

Continuara…

Gracias por leer ;D