The Path of a Planeswalker

Tema en 'Relatos' iniciado por Accelerator, 23 Diciembre 2011.

  1.  
    Accelerator

    Accelerator Shadow Paladin elf

    Piscis
    Miembro desde:
    7 Julio 2011
    Mensajes:
    154
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    The Path of a Planeswalker
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1415
    Este es mi primer fic original, el cual es un one shot corto que escribí para un concurso en otro foro. Espero que les parezca interesante, a pesar que por lo breve que es no hay mucho espacio para explicaciones.​
    The Path of a Planeswalker

    En el amanecer del tiempo, Odín, gobernante de Asgard, nombre por el cual era
    conocido el mundo de los dioses, creó un lugar para que habitaran elfos y valquirias, llamado
    Midgard, debido a que ambas razas eran apreciadas por dicho dios, luego de haber luchado
    contra las huestes de Loki y haber contribuido a evitar el Ragnarök, evento que hubiera
    aniquilado por completo a los dioses y a su mundo.

    Las valquirias, quienes eran los seres más cercanos a los dioses de Asgard, eran la clase
    dominante de dicho país. Era un lugar donde no existía la corrupción provocada por el
    dinero ni tampoco había grandes lujos, puesto que esas cosas eran consideradas
    superfluas, especialmente por la clase gobernante, la cual estaba más interesada en
    proteger la naturaleza de dicho lugar que del bienestar de sus propios habitantes. En cambio,
    en el mundo humano dicha situación es completamente diferente, ya que ahí no existe mayor
    respeto por los distintos ecosistemas de la Tierra, sólo se preocupan de su propia
    comodidad, sin importar si llegan a destruir su propio planeta.

    Como ven, existen diferencias irreconciliables entre ambos ideales, si es que se les
    puede considerar como tales. En fin, les contaré mi historia como planeswalker para que
    tengan una idea más concreta de las discrepancias que existen entre el mundo humano y el
    de los elfos y valquirias.

    Mi nombre es Ilyria, soy una de los tantos magos élficos que existen en los dominios de
    las valquirias. Nací en ese país y viví hasta los setenta años en Midgard, tiempo en el cual la
    valquiria Scum era la reina, quien para mi gusto era una dama bastante incompetente y que
    seguía al pie de la letra las tradiciones milenarias introducidas por nuestros dioses, lo cual
    me parecía que no era acorde con la época en que vivíamos, dado que hasta los humanos, a
    pesar de tener costumbres bastante barbáricas y comportarse como siervos de su propia
    religión durante la Edad Media, ya habían logrado algunos avances tecnológicos, mientras
    que nosotros, los elfos, apenas contábamos con armas primitivas como arcos y lanzas, y
    muy pocos lograban conseguir espadas, dado que los metales necesarios para forjarlas no
    eran abundantes en Midgard.

    Mi disgusto respecto a la clase gobernante aumentó cuando las valquirias
    decidieron que los elfos éramos inferiores a ellas, tras lo cual comenzó a notarse la represión
    en contra de todos los que manifestáramos nuestro enojo respecto a las medidas arbitrarias
    aplicadas por el séquito de Scum, el cual hacía gala de corresponder a una clase superior al
    compararse con mis congéneres. Todas esa injusticias hicieron que tomara la decisión de
    abandonar Midgard y buscar nuevos horizontes, con la esperanza de llegar a un mundo más
    justo. Esto se vio precipitado por el hecho que poco tiempo antes había logrado descubrir
    que poseía “la chispa”, al encontrar una verdad trascendental, que todo ser vivo, a pesar de
    su origen, no podía ser considerado inferior a otro, dado que todos cumplen con una función
    vital en los distintos ciclos que permiten las estabilidad de la naturaleza. Así comenzaría mi
    camino como planeswalker, el cual está reservado a los magos más poderosos del
    multiverso.

    Al abandonar mi país de origen, tuve que atravesar la Eternidad Invisible, el espacio etéreo
    que separa los distintos planos del multiverso. Dicho lugar sólo puede ser atravesado por los
    planeswalker, y ni siquiera podemos permanecer mucho tiempo, dado que la entropía y el
    mana no contenido puede destruirnos, y en el caso de los simples mortales, mueren al poco
    tiempo de entrar en contacto con ese lugar caótico.

    Después de emerger de la Eternidad Invisible, llegué a un mundo habitado por humanos,
    el que estaba al borde de la ruina. Dicho mundo era muy avanzado tecnológicamente, pero
    había sido destrozado por las constantes guerras, provocadas por las ansias de dominación
    presentes en las distintas facciones opositoras, debido a que no existían países
    independientes, sino que agrupaciones de países que luchaban por el control mundial.

    No pasé mucho tiempo en ese mundo post apocalíptico, a lo más soporté durante un
    año ese tipo de ambiente, en el cual decidí cambiar mi vestimenta élfica por algo más similar
    a lo que usaban los humanos, ya que era incómodo tener que escuchar comentarios
    denigrantes por el simple hecho de no pertenecer a la raza dominante, además de esa forma
    podía infiltrarme con mayor facilidad en los lugares que me parecían interesantes. En dicho
    mundo conseguí un arma extraña, pero que resultó ser bastante útil a la hora de tener que
    defenderme, dado que si usaba magia se darían cuenta de mi verdadero origen, cosa que
    como ya mencioné, no me interesaba en absoluto. El arma, que admito que robé de una
    armería, era un híbrido entre rifle y espada, el cual era llamado sable-pistola, el que podía ser
    usado tanto en su modo de arma de fuego como un arma cortante, pero para eso debía
    transformar dicha arma cada vez que quisiera darle un uso diferente.

    El tiempo que permanecí en dicho mundo me hizo pensar en las posibles causas por las
    cuales un planeta podía alcanzar semejante grado de decadencia. En dicho mundo comencé
    a leer acerca de la historia de la humanidad y de los conocimientos que habían logrado en
    todo ese tiempo, de los cuales los correspondientes a las ciencias naturales fueron los que
    más me llamaron la atención,especialmente por el hecho que de algún modo eso podría ser
    combinado con la magia para crear un híbrido, el cual pensaba que podría ser llamado
    Magitek, sé que es un nombre poco creativo, pero representa la idea fundamental de esa
    fusión.

    Cuando ya había averiguado lo suficiente acerca de los humanos de ese mundo, volví al
    éter que separaba los distintos planos, buscando el que correspondiera al pasado del lugar
    que había abandonado, lo cual no fue tan sencillo como esperaba. Cuando al fin llegué a mi
    plano de interés, permanecí ahí por casi seiscientos años, debido a que quería conocer con
    mayor detalle la historia de la humanidad, partiendo desde las últimas décadas de la Edad
    Media, hasta la época posterior a la Guerra Fría. Durante todos esos siglos noté que existía
    un patrón cíclico en el cual surgían potencias que iban reemplazando a las que ya iban
    quedando desgastadas por todo el tiempo que permanecieron como países dominantes,
    además que sin importar si fuera la época Renacenista, el siglo XVIII o la época
    Contemporánea, inevitablemente ocurrían masacres entre distintos países, de las cuales la
    Segunda Guerra Mundial fue uno de los acontecimientos más horrorosos que vi en toda mi
    vida.

    Al final, llegué a la conclusión que si la humanidad seguía la senda de las guerras,
    iba a terminar destruyendo su propio hábitat, como pasó en el mundo post apocalíptico que
    conocí anteriormente, lo cual ya a estas alturas me parece casi inevitable, dado que pude
    comprobar que esos hábitos violentos y los deseos de dominar a sus congéneres que
    consideren inferiores, es parte de la naturaleza humana, y es algo que ni siquiera con los
    poderes de un planeswalker puede ser modificado, así que la única solución sería que
    hubiera un cambio de mentalidad general en dicha especie. Aunque ahora el mundo humano
    sea relativamente pacífico, al compararlo con las épocas de ambas guerras mundiales,
    todavía existe el riesgo latente de un nuevo conflicto global. Una nueva guerra sería
    desastrosa para el equilibrio de la Tierra, ya que lo más probable es que vaya a haber un uso
    generalizado de armas nucleares, químicas y biológicas.

    Considerando todos estos riesgos, y el simple hecho que ya he vivido demasiado
    tiempo en este mundo que no tiene arreglo, decidí continuar con mis deberes como
    planeswalker para seguir viajando por el multiverso, aumentando mis conocimientos acerca
    de las distintas razas que existen. De ahora en adelante no permanecería más que un par de
    años en cada plano, debido a que mi estancia en la Tierra impidió que investigara otros
    mundos, todo por mi estúpida idea de creer que los humanos pudieran ser menos arrogantes
    que las valquirias.

    Fin​
     

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso