Caterina — Cinco minutos más... — murmuré echándome la sábana por encima de la cara, hablándole a quién sabe quién. No pasaron más de dos segundos hasta que me di cuenta dónde estaba. Me puse de pie rápidamente, ignorando las dos figuras despiertas de las chicas que hablaban entre ellas. >> ¿Qué hora es? — murmuré buscando por los alrededores con las manos hasta que dí con un reloj — Mierda — me quejé y salí corriendo de la habitación, sin despedirme de mis compañeras, llegando al lugar dónde había tenido lugar la fiesta pero me paré en seco al ver solo a dos personas que no conocía y ni rastro de Eddie — Buenos días... — dije en voz baja pero lo suficientemente alta para que me escucharan — ¿Habéis visto a un chico por aquí que estaba limpiando? — pregunté con el ceño levemente fruncido.
Esperó pacientemente por las palabras de Laila, no se movió de su posición para no hacer que ella decidiera no hablar, no quería espantarla —Estoy bien en este lugar; no es un lugar pacífico y perfecto pero he estado tanto tiempo sola que desde que llegué aquí y me adoptaron me siento protegida y rodeada de un hermanadad; insisto, no la mejor — rió— al llegar aquí hice algo que jamás me creí capaz de hacer; una estupidez, por miedo y defensa propia pero aún así fue torpeza mia; sin darme cuenta y sin aún pertenecer a The Lost, ya me había vuelto uno de la banda— miró fijamente a Laila, viéndola mientras abrazaba sus piernas —Aún no los conozco a la perfección, pero quiero creer que Jhonny no tendría represalias su decides irte; pero algunos no verían eso con buenos ojos— le sonrió —Y yo te extrañaría— se estiró un poco — Pero es tu decisión, no podría decirte con certeza si es una decisión segura; en especial porque otros grupos ya te ubicarán como parte de Lost...—decía preocupada —Creo que abandonar la familia es como abandonar toda la ayuda y protección— Después escuchó la voz de Cat y rió —¡Ah! ¿Tú novio eh Cat? — Dijo mordiendo su lengua entre sus labios —No lo he visto pero seguramente ya está despierto—
Aspiré en cuanto él llegó a mi lado y encendió el cigarrillo, generando un poco de humo a medida que comenzaba a quemarse el tabaco. Una vez fue apagado el encendedor y el cigarrillo encendido, alcé la cabeza para liberar una bocanada de humo blanco hacia el techo, el cual flotó por unos instantes sobre nuestras cabezas antes de fundirse con el aire y desaparecer. Mientras procedía con una segunda pitada, Dennis, tras tomar asiento, nos pidió un trago a un novato que se estaba encargando de limpiar el desastre que era el claro resultado de la gran fiesta de la noche anterior. Sonreí de lado, dirigiendo mi mirada hacia abajo de la barra, donde el joven buscaba la botella adecuada, pero al parecer inseguro acerca de cual era la adecuada en cuestión. —Sorpréndeme —le respondí, esperando ver qué trago nos serviría el muchacho. Sería interesante ver qué nos ofrecería. Entretanto, llegó una muchacha, preguntando por el chico que estaba limpiando. Hmm… ¿acaso sería su amante de la noche anterior, que buscaba un segundo round o al menos un beso de despedida? En cualquier caso, decidí dedicarme simplemente a fumar en silencio, dejándole a Dennis responder la pregunta formulada por la recién llegada.
Henry Despegué el rostro de la almohada y dejé escapar un largo bostezo que a punto estuvo de desencajarme la mandíbula. Un fuerte dolor retorcía mis sienes, como pellizcándolas, y fui consciente de lo deplorable de mi aliento, en donde se mezclaba el whisky de Piney y algo más, tal vez cerveza. El último recuerdo que tenía del festejo de anoche, es que había abrazado a McKenzie por los hombros mientras le quitaba su vaso de alcohol y me lo bebía de un golpe. Lo demás, fue silencio, oscuridad y repentino despertar. Di la vuelta sobre el delgado colchón y pude ver el techo de la habitación de los novatos masculinos. Suspiré, aliviado: era el mejor lugar en el que podía despertar. No habría sido agradable que me barrieran como botella vacía e inservible. Me incorporé hasta quedar sentado sobre el borde de la cama y me escurría con el dorso de la mano la baba amarga que se me derramaba por la comisura de los labios. Levanté la vista después de tomar largas bocanadas de aire, con las que esperaba despejar mi agrietada mente, y alcé la vista. Sobre la cama de McKenzie noté unos bultos de sábanas y almohadas. Lo que no sabía era si se trataba de mi compañero de habitación… o sólo un menjunje de almohadas y sábanas. Tendría que averiguarlo en el salón principal del club. *** Al llegar, me encontré con bastantes sujetos desparramados por el suelo, algunos felizmente abrazados con otros. Entré con pasos lentos, frotándome una sien con dos dedos. No logré ver a McKenzie, pero sí a dos personas a las que no había visto desde mi llegada a The Lost. Un hombre corpulento y una muchacha muy atractiva. Cerca de ellos, Pelotita y Cat, a los cuales me acerqué. —¿Necesitas ayuda? —le pregunté al excampeón, esbozando como pude mi calmada sonrisa, y saludando a los desconocidos con un movimiento de cabeza.
Las palabras de Ryshia calaron fuerte su interior; se sintió avergonzada por pensar en irse del club, aquél sentido de pertenencia que sentía su compañera ella no lo sentía en absoluto. Le pareció buena idea ingresar a un club donde peleaban, reían y andaban en motocicletas... pero en el momento que había sido noqueada, lo pensó varias veces. ¿Y si la próxima vez en vez de ser un puño era una pistola? No sabía hasta que momento esto pasaba de ser un juego a ser algo que se tenía que tomar en serio. El discurso del policía la hizo pensar y pensar... pero antes de que pudiera responder, Caterina se levantó de la cama como un resorte y pasó de ellas como si no estuvieran. Eso la hizo reír. —Cielos... que ánimo. —dijo aún avergonzada, mirando a su compañera. —Creo que hablaré con Jhonny... no estoy segura que esto sea mi estilo de vida... y yo también... también te extrañaré... —terminó con una sonrisa débil.
"Sorprendeme", aquella frase no le gustaba en absoluto, fue la primera que dijo Jhonny cuando se presentó en el club con su moto. Aún recordaba el golpe en su nuca, de esos que se les da a un niño travieso. Le daba un poco de fastidio que lo trataran como si fuera la mascota del club, pero hasta que su chaqueta no gane el parche, eso no cambiaría. Tanteó entre los vasos hasta que encontró dos lo suficientemente dignos para ser servidos; buscó algún licor especial entre los que acumulaban polvo, hasta que encontró una botella de whisky de etiqueta amarilla a medio terminar, eso parecía ser fuerte. Entonces escuchó la voz de Cat, buscándolo a él. Levantó la cabeza tan fuerte que se golpeó contra el borde de la barra. —¡Auch!— se masajeó la cabeza con vergüenza, sonriendole a Caterina. Miró a Henry. —No te preocupes, campeón. Lo tengo resuelto. —le sonrió y depositó los vasos frente a Caroline y Dennis; destapó la botella de whisky de Piney y vertió el líquido en los vasos dispuestos. Dennis miró a los novatos y se sorprendió con la mujer que vestía la chaqueta de los aspirantes. Era raro ver a féminas en ese ambiente, la única mujer fuerte que conoció capaz de soportar algo así era Nokes. Sonrió levemente. —Parece que tendrás compañía femenina después de todo, cielo. —dijo a Caroline, tomando el vaso que el novato había ofrecido.
Ryshia Quedó sin palabras por unos momentos, la miraba sorprendida y consternada; lentamente lo asimiló como un golpe a la boca del estómago. Sonrió mientras se levantó para sentarse a su lado; la abrazó por los hombros y dió un pequeño beso en su cabeza —Entiendo Laila; te deseo lo mejor...— dijo abrazándola más fuerte; eso le hizo entender que se había apegado demasiado a su nueva familia, una lágrima comenzaba a caer, terminando su camino perdiéndose en el cabello de Laila. Lloraba por la Ryshia de unos días atrás, una mujer que no tenía idea de que tan sola se encontraba; lloraba por Laila, la cual seguía estando sola.
Laila la abrazó de la misma manera, intentó no sollozar inútilmente por una despedida, pero los sentimientos que la embriagaban eran más fuertes. Se secó los ojos y le dedicó una sincera sonrisa a su compañera de cuarto. Luego se reincorporó, vistió su prenda normal y tomó la chaqueta negra con una mano y salió de la habitación. Jonathan Klebitz irrumpió en el comedor junto con Iroquis Pliskin, Jean Nokes y la gran mayoría de su escolta personal. La gran parte de los trastos de la noche anterior habían sido levantados y ya no había borrachos en el suelo, sino sentados, intentando mantener la imagen. El Judío clavó la mirada en Dennis, el hombre macizo que acompañaba a Caroline. Luego una sonrisa enorme apareció en su rostro y de inmediato todos fueron hacia él para abrazarlo. —El maldito Chulo Hopper nos honra con su presencia luego de cuanto, ¿diez años?— todos rieron a su alrededor. —Quería ver con mis propios ojos como podías mantener este chiquero tu solo, maldito desgraciado. —luego de una calurosa bienvenida, obligando a los novatos a servir bebidas alcohólicas, brindaron a salud del hombre que había llegado, al parecer era un miembro del club, pero no vestía el chaleco de la hermandad. —¿Quién es ella? ¿Tu chica? —inquirió Ajax mirando a Caroline, especialmente sus piernas. —La encontré en la ruta, me pareció interesante agregar una mujer más al club, sentí que Jean se podría sentir sola y aburrida con la mente pequeña de Pliskin a su lado. —el ruso gigante dio una risotada y palmeó el hombro de Hopper al tiempo que Jean Nokes, con chupetín en boca, le guiñó un ojo. —No es tan corto de mente... al menos sabe lo esencial: en qué agujero va. —Dennis rió, mirando a Caroline. —Creo que podría ser una buena aspirante a Lost, Jhonny. Pero claro, eso depende de ti. —Jonathan miró a Caroline por unos segundos, luego afirmó con la cabeza. —Tendremos la junta en la mesa y lo discutiremos. Nunca tuvimos tanta cantidad de novatos como ahora. —Chibs hizo una especie de mueca y agregó: —Es bueno tener caras nuevas en el club. Y bonitas. —sonrió como para consagrarse. Entonces escucharon un motor fuera del club, era el inconfundible sonido de una motocicleta. Juice fue hacia la puerta del club y la abrió; su rostro se iluminó y gritó: —Alguien más vino a visitar, Jhonny. —el vicepresidente caminó sin prisa hacia la puerta y se encontró a un dos hombres y una mujer aparcando la motocicleta, luego caminaron hacia él. En el medio, sin lugar a dudas, era Cowboy King. Chaqueta negra del club Lost, con los parches e insignias correspondientes, pero la única diferencia era el nombre por debajo de la chaqueta, en vez de decir Lost, decía Nómadas. Vestido como si fuera un maldito vaquero del viejo oeste, Cowboy King se acercó con una sonrisa, se sacó el sombrero vaquero y abrazó a Jhonny. —Lamento mucho tu perdida, hijo. De verdad quería a tu padre. Siento haber tardado tanto en volver para darte mis condolencias. —susurró al oído de Jonathan. —Mejor tarde que nunca, King. Mejor tarde que nunca... —se apartó de la puerta para darle paso. —¡Vean que desgraciado volvió! —nuevamente los gritos eufóricos, Cowboy era un viejo ex miembro, ahora parte de los Nómadas. El único que no fue a saludarlo fue Ajax, que se quedó mirándolo con una mirada torva, alejado. —También te traje algo interesante, Jhonny. Espero no te moleste. —hizo un ademán con la mano para que Julia y Votan ingresaran al club. Contenido oculto Nombre: Julia (Yulia) Beilschmidt. Edad: 27 años. Sexo: Femenino. Apariencia física: De nacionalidad alemana, Julia es una mujer alta (1'78) esbelta, de aspecto fuerte y complexión media, de ademanes algo masculinos. Contrastando con esto, sus rasgos no son en absoluto viriles, sino finos y delicados como una dama de la más alta clase. En su semblante, destacan por encima de todo su mirada sesgada y sus profundos ojos color vino, que muestran una expresión seria y desafiante la mayor parte del tiempo. Su cabello, que contrasta de forma poderosa con el color de sus ojos y el tono de su piel, oscila entre el blanco y el plateado, dependiendo sobretodo de la luz del sol. Largo, aunque no en demasía, cae desordenado hasta la mitad de su espalda, acrecentando la sobriedad de su semblante. Como mujer sencilla y de costumbres algo toscas y vulgares, la ropa no es algo que le preocupe especialmente, y verse bien ante los demás tampoco es una de sus prioridades. Aunque disfruta llevando ropa oscura y ceñida, normalmente de licra o cuero. Contenido oculto Nombre: Votan D. Oslo Edad: 33 Sexo: Masculino Apariencia física: De tez clara y pelo castaño, el cuerpo de Votan está lleno de pequeñas cicatrices, causadas por su irresponsable forma de conducir. Suele vestir con un pantalón negro de mezclilla y unos zapatos negros que suele limpiar cada cierto tiempo, junto con una chaqueta de cuero; debajo de esta se encuentra una playera de color marrón, con los signos "¿?" dibujados. Su altura ronda entre el metro con setenta centímetros, más suele enconvarse seguido. —Sabes que siempre pienso en el club y con Billy en la cárcel me pareció buena idea que tengas un par de manos extras. —se quedó mirando a los novatos detrás de la barra. —Pero no esperé que ya tuvieras algunos en vigencia. —rió y Jhonny le paso un brazo por el hombro. —Nunca vienen mal manos extras. Haremos de inmediato una junta para ver el destino de estos palurdos. —se dirigió a los nuevos. —No se pongan cómodos. Quizá los saquemos a patadas una vez que salgamos de la mesa. ¡Vamos a...! —volvió la cabeza, hacia la puerta y vio a una pequeña niña, mirando curiosa la escena. Jhonny se la quedó mirando un rato largo. —¿Qué mierda es esto? ¿También trajiste a una bebé? —King se acercó a la puerta y quedó pasmado. —No tengo idea de quién es... Contenido oculto Nombre: Melany Sandara Edad: 17 Sexo: Femenino Apariencia física: Es una mujer joven de estatura promedio, aproximadamente 1.56m, su cuerpo es totalmente esbelto, su cintura se le marca demasiado gracias a que su cadera no es tan ancha pero resalta mucho, su piel es de un color bronceado, sus ojos son de un color chocolate obscuro al igual que su cabello, tiene mechas rojas qué ocultan su cabello natural, normalmente se lo ata en una. Cola de caballo pues no lo tiene muy largo, viste siempre con un top negro y pantalones ajustados obscuros, calsa de unos tenis de tela y nunca le faltan unos guantes de dedos medios, se pueden notar sus uñas largas y con esmalte negro, su boca es grande y con labios pintados de carmín suave, se pone maquillaje discreto color negro, usa un collar de una guitarra eléctrica plateada y sus únicas cicatrices son las de sus muñecas. Contenido oculto @Noir @juanjomaster @Alisse Madness ya estan en el tema principal!!!! intenten sorprender a Jhonny con sus respuestas, puede llegar a ser muy malo si se lo propone xD
Melani (Mel) Estaba ante una puerta y al fondo había miembros, al parecer algunos no lo eran, yo no me esperaba solo hombres pero había de igual manera había gente de mi sexo, y como era de esperar era la más pequeña de los presentes. —¿Qué mierda es esto? ¿También trajiste a una bebé — Escuché de uno de ellos y dirigí mi atención a aquel hombre, le brinde una mirada molesta por ese comentario. —Mi nombre es Melani Sadara —tenía mi labio roto y la sangre se deslizaba gota por gota pero eso no me impedía protestar y le dije con el seño fruncido hablando con el otro hombre más serca de mi. Crucé mis brazos y me recargue al filo de la puerta quejándome un poco pues las heridas que recién me había hecho mi madre esban frescas y notorias. —he venido a ser parte de esto — mi cuerpo lastimado me obligaba a hablar con una voz de dolor un poco cortada pero aun asi era firme y decidida.
Todos rieron ante la respuesta de la pequeña joven, más de uno se atragantó con saliva por la carcajada ruidosa que salían de sus bocas. Jonathan se limpió las lágrimas de los ojos y le hizo un ademán para que se alejara. —Piérdete, niña. No tienes idea dónde te metes. —el vicepresidente le dio la espalda pero Jean Nokes se acercó a ella, le ofreció un chupetín, uno parecido al que ella comía en ese instante. —¿Qué te paso en el labio?—indagó, agachándose para estar a su altura. —Jonathan miró a la pequeña y alzó una ceja. —Jean, ¿qué haces? —la mujer giró el rostro para verle. —Esto no parece obra de que se cayó de un árbol, Jhonny. —el vicepresidente se cruzó de brazos, mirando a Melany. —Jean... es solo una niña. No tiene nada que hacer aquí. —Angus Martin se acercó sobre su silla de ruedas. —¿La niña quiere unirse? No tiene ni la fuerza para mantener una motocicleta en velocidad. —Jean Nokes ignoró ese comentario y volvió el rostro a Melany. —¿De verdad quieres entrar en el club? ¿No tendrías que ir a la escuela o algo? —le sonrió.
Melani Los mire riendose de mi y una sonrisa de furia se dibujo en mi rostro —Tan predecibles que son — exclamé para mi y mire al hombre quien se dirigió a mi, apenas y recuperó el aliento. Pero el chico que al parecer respondía al nombre de Jean, no concordaba con su camarada y se inclino para ofrecerme una paleta y cuestionarme un poco —mi madre... Siempre me maltrató —le dije aceptando su gesto —Hoy no fue la excepción y por eso estoy aquí — alcé la voz para qué Todos los presentes me escucharan —soy tan capaz de montar una moto como cualquiera de ustedes — seguía decidida a todo y mi tono de voz ya no decaia. Baje un poco la voz para que sólo jean me escuchara, parecia un chico amable a comparación de alguien más —en cuanto me acepten aqui continuaré mis estudios el próximo año — Limpie la sangre de mi labio y comence a abrir aquella paleta —Dame la oportunidad de demostrar que puedo ser digna de estar entre ustedes... — Me dirigí específicamente a aquella mujer , metí la paleta a mi boca y la mire con una mirada de reto acompañada de una sonrisa llena de burla —amenos que temas a quedar mal porque una "bebé" a contradicho tus palabras — lo reté y me quede esperando su respuesta.
Contenido oculto @Alisse Madness Jean Nokes es una mujer! xD ninguno de los varones hubieran hecho eso :P —¿Sabes que me maltrató a mí, niña? —dijo Chibs, haciendo sonar en cada paso la cadena que colgaba de su bolsillo izquierdo. —Mi hermano. ¿Y sabes lo que hice? —dijo hasta acortar las distancias. —Lo maté. —Jean le dio una mirada de reproche, luego volvió a mirar a Melany. —No depende de mi, cielo. Y créeme que si lo hiciera, te dejaría ir. La vida de este club no es algo que una niña de cuantos... ¿16 años? merezca atravesar... pero se lo haré pensar al que manda, ¿si? —Jonathan Klebitz, el vicepresidente del club y actual al mando se acercó a Melany. —¿Qué tiene una niña de 15 años que pueda ofrecerme? ¿Para qué querría que te unas, en que me servirías? Dejaré que lo pienses; no me lo digas ahora. Pero primera lección que tendrías que ir sabiendo si quieres vestir el negro. —le dio un ligero golpe tras la nuca. —Aquí mando yo. —le hizo una seña con el mentón para que Melany ingresara en el club: el resto de presentes no entendieron bien de que iba el asunto, por lo que se quedaron callados. Bobby Munson miró a la jovencita y alzó las cejas, sorprendido. —Una cría... cielos, me habré pasado de copas. Ahora veo niños.
Ryshia Vió a Laila salir de la habitación. Quedó en su cama un tiempo antes de levantarse y dirigirse a los baños; una buena ducha limpió sus pensamientos amargos por la partida de Laila; pero no podía hacer nada por ella, en cambio si podía hacer algo para si misma, seguir adelante. Se alistó, arregló su cabello dejándolo húmedo para que secara solo, se dirigió frente al espejo e hizo su maquillaje, iniciando por los ojos y terminando por sus labios rojos, sonrió. Salió de la habitación renovada, esperando encontrar a los demás con la terrible noticia de Laila; en cambio encontró varios rostros nuevos y se alarmó "¿Acaso dormí en un club distinto?" Pensaba; pero ubicó a los viejos rostros, se tranquilizó y sonrió al ver tanta conmoción en un lugar lleno de ebrios y gente desconocida, miró a Jean con una niña no tan pequeña —¡Oh! No sabía que Pliskin y tú tenían una hija — sonrió bromeando, pues a pesar de que la niña era pequeña no podía corresponder a ser hija de Jean. De Iroquis, tal vez.
Melani Escuchaba a la chica con algo de familiaridad —cómo si no se me hubiese pasado por mi mente — cruce los brazos y mire a Jean nuevamente quien casi acierta mi edad —mi vida no puede ser peor, amigo —le respondí consciente de que el ambiente en ese lugar era pesado y me esperaban cosas que ni siquiera me pudiese imaginar, si embargo estaba dispuesta a aguantar todo a cambio de libertad. Después un hombre que estaba presente hablo por primera vez dirigiendose a mi, entendí claramente sus palabras y por un momento me alegre al ver esa seña y que no me hubieran echado, si mi intelecto no me falla, había sido aceptada, al menos por hoy. Aquel hombre me dio un golpe en la nuca, moría de dolor, pero no quise demostrarlo solo encoji mi cuello y apreté mis puños —no me subestimes, espera todo de mi — le dije antes de que se retirará. Mi mirada se centró en Jean, estaba a punto de agradecer su amabilidad conmigo cuando se acercó otra chica, parecían conocerse pues le hablaba con cierta confianza —yo recién lo conozco —interferi con un poco de alivio en mi voz .
Jean Nokes rió por el comentario de Ryshia, reincorporándose. Iroquis comía una manzana y miró de mala gana a la pequeña. —No quiere tener hijos... créeme, ya lo intenté. —musitó Jean solo para que Ryshia y Melany escucharan y sonrió. —Creo que voy a tener que conformarme con mi primer hijo. —meneó la cabeza, como resignándose. —Me imaginé con muchos hijos cuando tenía tu edad, Melany. —se tocó la cabeza, riendo. —¡Quién hubiera esperado que terminara así! —Jonathan Klebitz dejó en paz a la niña y se dirigió a los nuevos rostros; Caroline, la chica que había traído Hopper y en los otros dos que habían llegado junto con Cowboy. —Hasta ahora la única que se atrevió a romper el silencio fue la pequeña. ¿Acaso son mudos? ¿O la lengua se les metió en la tráquea? ¿Qué carajo quieren en mi club?
Votan Después de bajar de su maltrecha moto, y de dejar el libro que estaba leyendo en el compartimiento trasero de ésta, acompañó a King hacía la entrada de aquel club motero. Honestamente, no conocía la mayoría de los detalles de su visita a aquel lugar, pues cuando King se los estaba contando hacía unos pocos días, Votan se encontraba demasiado absorto en su lectura de "Cómo reparar una moto sin gastar mucho", por lo que en realidad se encontraba más bien sin idea alguna de como actuar en dicha situación. De todos modos, no era precisamente la clase de hombre que se preocupaba excesivamente por ese tipo de cosas, por lo que no tuvo reparos en pararse frente a la puerta en cuanto King lo hizo, ni tampoco se percató mucho de las miradas que se clavaban en él o en el pequeño cactus que cargaba con su brazo izquierdo; lo apretaba con firmeza entre su torso y la parte interna de su brazo, sosteniendo la base de la planta con la mano. A esas alturas, después de haber estado en la misma posición tantas veces, a penas y sentía un leve cosquilleo en las partes de su cuerpo que entraban en contacto con las duras espinas. También podía deberse a que después de tantos accidentes había perdido parte de la sensibilidad en ese brazo.... Seguramente chillaría de dolor si tocase el cactus con cualquier otra extremidad. A los pocos segundos de estar allí, se quedó tan absorto mirando aquel club motero, sus mesas, sillas, y barras de licor, así como a sus diferentes miembros, que a penas se percató de que una conversación había comenzado hace un tiempo. Después, cuando lo notó, tardó unos segundos en procesar las preguntas que iban dirigidas hacia su persona, y cuando al fin creyó saber lo que quería expresar, se sonrió con franqueza. —Me distraje un poco con la atmósfera del lugar —exclamó; su mirada viajó entonces unos segundos hacía su interlocutor y después volvió a clavarse en el techo del club—, sin duda se respira la camaradería y el olor a alcohol en este lugar. Se concentró ahora en la última pregunta. —¿Que qué carajo quiero aquí? Bueno —De hecho, tampoco lo sabía, pero lo molerían a golpes si era tan tonto como para decir algo tan estúpido como eso. Sencillamente improvisó—... busco aquello que King encontró aquí hace años: "la camaradería más fuerte que se puede hallar en ningún sitio". ¿Quién sabe? A lo mejor y realmente buscaba eso. Y si lo corrían a patadas del lugar, al menos tendría una buena anécdota que contar a los paramédicos que lo recogieran en su próximo choque.
Henry Pelotita había rechazado mi invitación de ayudarle, ante lo cual me tuve que contentar respondiéndole con un encogimiento de hombros. Pero cuando volví a concentrarme en el estado del club, me di cuenta que su negación me había dejado insatisfecho. No podía dejar que él solo se encargara de arreglar todo el desastre. Y bien que me hubiera gustado increpar a la rubia y su acompañante por la pasividad con las que nos miraban, sin mover un músculo, pero preferí cerrar la boca. Tal vez eran invitados. O amigos del Judío, a los cuales debía tratar con igual respeto que al líder. Sea como fuere, me dediqué a levantar hombres y mujeres del suelo para acomodarlos sobre los sillones, y despertarlos con leves cachetadas. Algunos reaccionaron rápidos, mientras que con otros tuve que luchar unos minutos. Para cuando el Judío entró, mi tarea estaba completada y yo sonreí con satisfacción, completamente despabilado pero sucio. Un principio de barba invadía mi mentón y parte de las mejillas, por no hablar de las ojeras. Gran sorpresa me lleve al ver rostros nuevos. Pero no sólo eso: el día nos trajo novatos nuevos. Fruncí el ceño, aunque sin poder reprimir mi sonrisa. Yo tampoco había imaginado que el Judío necesitara tantas manos nuevas, pero eso era para mí una nueva noticia. La familia crecía. Me acerqué al grupo con las manos en los bolsillos, y los estudié de arriba abajo. Ryshia hablaba en ese momento con una chica muy pequeña. La miré con una mueca… ¿De verdad estaba interesada en formar parte de un lugar así? Nunca había visto mujeres tan pequeñas unirse a un club de este tipo...
Melani Me quedé observando como mas personas se hacían notorias y algunas se acercaban, rei ante el comentario de aquella chica sobre tener hijos, ¿a mi edad? Ni sonaba tan mal. Dirigí mi atención a un chico que se encontraba a un distancia considerable de mi, sentí su mirada y me había hecho un gesto de desagrado, no sabia si hacer lo mismo o simplemente sonreír. Decidí seguir mirandolo con atención de pies a cabeza para inspeccionarlo un poco ¿porque le molesto? ¿mi edad?, solté una carcajada discreta y me controle de inmediato... —vaya tontería —exclamé cruzándo mis brazos y mi mirada cambio a una de reto, supongo que era inevitable, pues era natural en mi. @Bruno EVF
Caterina ¿Qué era eso? Para cuando me quise dar cuenta el lugar estaba lleno de gente nueva, y parecía que había una chica de unos 16 o 17 años queriendo entrar al club. La miré de arriba abajo disimuladamente. Bien, yo era la menos indicada para decir a que edad podía entrar alguien ya que a mi me habían metido en este mundo desde muy joven, pero no fue por elección propia. ¿Estaba segura de lo que quería hacer? Me apoyé con un codo en la barra, dejando la barbilla sobre la palma de la mano. Antes, cuando se encargaron de servirle bebidas a los demás yo me escabullé para cambiarme por lo que llevaba unos shorts negros rasgados, una camiseta de tirantes también negra con unas letras simples blancas, la chaqueta y unos botines militares. — Eddie... — lo llamé cuando vi que pasaba lo suficientemente cerca — ¿Qué hacéis aquí cuando os aburrís? — pregunté, como curiosidad. Contenido oculto @rapuma
Se frenó al escuchar la voz de su compañera, giró su rostro y le sonrió. —A decir verdad no tenemos mucho tiempo para elllo. —rió, rascándose la nuca. —Pero siempre podemos ayudar en el taller de autos que hay en el frente. Es de Jhonny. —luego desvió su atención al resto de rostros nuevos, deteniendose unos segundos en cada uno, como para asimilar las caras nuevas. —Y ahora lo más seguro es que Jonathan haga una junta. Es raro que tantos novatos hayan entrado de golpe y a decir verdad no sé hasta que punto permiten aspirantes... —luego miró a Melany, la pequeña niña. —Especialmente ella. Si Logan se entera que hay una menor seguro le habilitará a abrir una causa en contra de nosotros.
