Pelotita se rascó la nuca y sopló el aire contenido en la cara de Caterina, se maldijo por dentro. La vio en el pijama y no pudo evitar sonreír con ternura, pero movió la cabeza, sacando esas imágenes de su mente. —No, no... sólo es que... bueno, me preocupé que no hayas estado allí atrás con los demás y bueno... esteee... vine para ver si necesitabas algo... y si estabas... ¿bien? —hizo cara de inocente.
Klebitz se quedó en silencio y en el tiempo que estuvo Ryshia hablando se llevó la botella a los labios. Intercambió miradas con Bobby, parecía algo malo en aquellos asentimientos... pero todo se borró cuando ambos empezaron a reír. —¡Ésto fue culpa del destino! Nadie pudo evitar que pasara, ¿verdad? Relájate, bebe y come algo. Ahora eres parte del club. —se levantó con la botella en la mano y se la entregó. —Y nosotros cuidamos la espalda de los nuestros. No tienes de qué preocuparte si estás entre nosotros. Capitán América solo quiso mostrar sus músculos. —se burló, sonriendo. —No tiene una mierda y aunque la tenga, no hay modo de que pueda arrastrarlo hacia nosotros. Disfruta tu victoria y la responsabilidad sobre tus hombros, tienes que defender el título. —le guiñó un ojo.
Henry Mala suerte: me habían visto. Al levantar la cabeza por encima de la barra para ver quién me hablaba, vi que se trataba del tipo de la chaqueta sin mangas. Jax, si no me equivocaba. Y encima era un sujeto muy listo, pues había adivinado la razón que me llevó a colarme detrás de la barra para rebuscar entre lo que había debajo de los vinos. No me hubiera molestado servirle un poco del whisky, ya que después de todo nos encontrábamos de fiesta. Pero lo que dijo, más el hecho de que Piney estuvo guardando su bebida por casi diez años, hizo que me incorporara con un gesto pensativo. La botella de etiqueta amarilla relucía en mi mano. —¿Tacaño, dices? —repetí, frunciendo el ceño dolorido— Conmigo no ha tenido problema en compartir sus whisky, y eso que nos conocemos desde hace un par de días... ¿O es que acaso ha habido un problema entre ustedes dos? No hice ademán de servirle, pero con mi mirada le hice entender que no tenía nada en contra de él. O, al menos, esperaba que entendiera lo mismo.
Ajax hizo un gesto de impaciencia con la mano, restandole importancia a las palabras del novato. Alargó el brazo con el vaso. —Hasta arriba, vamos. No olvides tu lugar, novato— estaba claro que no se iría de ahí sin probar el whisky, mucho menos discutir con un aspirante. Finalmente lo miró a los ojos, retándole.
Sonrió algo aliviada, en el fondo no quería volver a estar sola, y que la respandaran la animó, tomó la botella y le dió un buen trago; lo necesitaba, por un momento iba a agradecer todas las palabras, pero los miró y sabía que ellos la entendían —Ahora siento que debo fortalecer mas mis brazos si planeo quedarme con el monopolio en pulsos como lo tenía Hannigan; me he hecho de tantos enemigos que debo mantener mi estatus para que no se rian de mi o de mi familia — sonrió y levantó la botella— ¡Por The Lost!— mentiría si dijera que no le importaba mas el asunto, pero aún sentía la presión en su pecho; pero ahora sentía un fuerte apoyo en su espalda que la dejaría respirar con tranquilidad.
Hablaba bastante pero hubiera sido lo mismo si no decía nada. Igual en lo último tenía razón: él llevaba tiempo en el Club y yo seguía siendo un recién llegado, aunque de ningún modo le daba derecho a ponerse por encima de un compañero. Yo jamás había hecho eso. Además, Piney se daría cuenta de la falta de whisky si le servía hasta al borde, y no me agradaba la idea de disgustar al abuelo. Jugueteé un rato con la botella, deslizándola sobre la barra y, obviamente, matando de impaciencia a Jax. —De acuerdo —dije al fin, destapando la botella con calma. Incliné el pico sobre el vaso de Jax. El líquido pareció desprender una melodía al chocar contra el fondo de vidrio. Sin embargo, no le serví hasta el borde. Me detuve cuando había llenado un poco menos de la mitad. Aun así, le mostré una sonrisa relajada. —Mi lugar es la hermandad con ustedes —le respondí, empezando a salir de detrás de la barra—. Por eso te invito a beber con nosotros, como buenos compañeros de The Lost —alcé la botella como brindando por él, y comencé a dirigirme a la mesa donde el abuelo me esperaba.
Caterina Sonreí levemente antes de apartarme de la puerta. — Solo estoy un poco mal por la derrota contra Msitslav — contesté volviendo a entrar en el cuarto para sentarme al borde de la cama — Pero tú deberías estar peor porque te han quitado el título ¿no? — mostré una leve sonrisa mientras lo invitaba a entrar con la mano. No podía dejarlo en la puerta después de haberse preocupado por mí.
—¡Por Lost!— brindó Bobby aún sentado, Jhonny asintió, rodeándola con el brazo por sus hombros. —Tus enemigos van a pensárselo dos veces antes de hacerte algo. Nadie daña a nuestra familia. —y le dio un beso en la frente, como si fuera una hermana menor. —Sácate esas preocupaciones de tu cabeza y dime quién te dio una mano con tu moto... es modificada y no siempre se ven esos modelos por la ciudad. Fuiste la única de los novatos en presentarse con un motor propio.
Piney no había perdido ni un segundo del pequeño encontronazo entre Ajax y Henry; solo negó levemente, fastidiado. Cuando el campeón se acercó, alcanzó dos vasos que ya había preparado, con hielo. —Estuviste bien. De lo contrario no te hubiera dejado tranquilo. —dijo refiriendose a Ajax, que se encontraba bromeando con otros miembros. —Tiene una extraña necesidad de mostrar quien la tiene "mas grande". —rió mientras tomaba la botella y servía, sintiendo el ritmico choque de los hielos contra el vidrio. —A tu salud—
Eddie sonrió de lado, gruñendo en el proceso; su cuerpo era un dolor compacto. Se apoyó en el marco de la puerta, mirándola. —Es duro perder una pelea tan cerca de la final... pero demostraste todo lo que pudiste demostrar; voluntad, determinación y sobre todo, carácter. No te vi aflojar en ningún momento... ademas Jhonny dijo que estaba orgulloso de ti, eso es mucho decir... generalmente solo complace con patadas y gritos. —meneó la cabeza, riendo. —Sería hipócrita de mi parte si no estoy mal... —entró en el cuarto solo un poco, aún cerca de la puerta. —Pero la verdad es que estoy... mmm, ¿feliz? de que el título aún lo retenga Lost, pero en parte me siento mal conmigo mismo... nunca pensé que otro novato me sacaría el título a la primera. Pero la verdad es que desde que entré en el club, lo único que me distinguía de otros novatos era mi título... y ahora ya no lo tengo... es raro, ¿sabes? —la miró y sonrió con vergüenza. —Supongo que será cuestión de acostumbrarse —vio el cabello húmedo y atinó a olerse las manos. Aún apestaban a vendas sucias. —Creo que tendría que haberme dado un baño antes de venir... me siento un zorrino—
Caterina — Mmm... Creo que sigues siendo importante por haber tenido el título. Aunque Henry lo haya conseguido ahora, tú lo tuviste durante mucho tiempo para The Lost y eso te hace especial — filosofé con una mano en la barbilla — Bueno, es mi opinión, tampoco comprendo mucho las mentes masculinas de este club y no sé lo que te dirán ellos — me encogí de hombros. >> No importa — dije con una leve sonrisa — Pero si quieres ir a ducharte, yo no me voy a ir de aquí — bromeé.
—A tu salud también —choqué mi vaso con el de Piney y di un largo trago. El sabor del whisky incendió mis entrañas, pero por lo menos hizo que me olvidara del dolor en la cara. Y no estaba mal, para ser honesto—. Por lo visto tiene aires de superioridad, me recuerda un poco a Látigo Wolga —dije, continuando la charla— Debió olvidar que una vez estuvo en mi lugar... ¿Jax lleva mucho tiempo en The Lost? ¿Qué tal le fue siendo novato?
Rió ante la perspectiva de Cat, no por burlarse, sino porque le pareció gracioso que intentará entender las mentes tan conflictivas de los miembros del club. —La verdad es que si fuera por Ajax o Brian ya podría ir despidiéndome del club. —se quedó con la mirada perdida entre las piernas de la fémina; Eddie amaba las piernas femeninas y debía de admitir que Máquina tenía un buen par de ellas. Sonrió, desviando la mirada nuevamente a los ojos. —Te propongo algo... me baño, vuelvo en un segundo, te invito unas cervezas e intento hacerte olvidar el mal trago del torneo, ¿qué dices?
El anciano asintió sin más, con la mirada entre los miembros de la banda. —Ajax es conflictivo, es como un perro; solo entiende a los golpes, no hay otra manera. —sonrió. —Yo fui así en una época... no tan... ¿intenso? Pero cielos, me gustaba pelear con cualquiera que tuviera las bolas suficientes para enfrentarme. —tosió y bebió del vaso. —Ajax fue un matón, mucho músculo y poco cerebro; el padre de Jonathan, Jhon, lo metió en el club. Desde que vistió la chaqueta de novatos, sin insignias, se mostró feroz y autoritario, bastó varios golpes para que pueda respetar su puesto, la jerarquía y dónde se estaba metiendo realmente. Es leal... cabeza dura, pero leal. Trabajó como un pobre animal para llevar la chaqueta de cuero que viste ahora. Siempre es así con los novatos, dale tiempo... hace mucho tiempo no recibíamos más aspirantes aparte de Pelotita. Se quiere mostrar, ya sabes, cosas de "chico rudo" y esas mierdas.
Caterina — Muy bien — acepté con una leve sonrisa — Aquí te espero. Me levanté de la cama en cuanto el chico desapareció y miré la habitación, dándome suaves golpes en la mejilla con el índice. Finalmente decidí ponerme la chaqueta por encima del pijama y ya. Tampoco es que me importase lo que pensasen los otros de mi ropa y no tenía ningún interés en arreglarme para tomar una cervezas, literalmente, ahí al lado. Una vez echada la prenda sobre mi cuerpo, salí del lugar para apoyarme en la pared, esperando a Eddie.
Ryshia Una amplia sonrisa iluminó el rostro de Ryshia, pues le preguntaban por su "bebé" —Fue un viejo proyecto que tenía mi abuelo, planeaba hacerlo con mi padre pero la guerra les arrebató ese privilegio— dijo quedándose unos segundos en silencio — Al viejo le gustaban las cosas hechas a mano por lo que gran parte es una Vincent Black Shadow— hizo una pausa cambiando su voz — "Si tu montas una Black Shadow a velocidad máxima en cualquier tiempo o distancia; es prácticamente seguro que mueras Ryshia" —rió imitando a su abuelo y luego suspiró— mi abuelo murió antes de poder escuchar ronronear aquel motor; así que me di a la labor de terminar este proyecto por él. Conseguí varias piezas para ajustarlas al tamaño y funciones, muchas de estas fueron de una vieja Harley modelo K — sonrió — Tardé un tiempo para que ese motor se hiciera escuchar; desde entonces Black Shadow ha sido mi compañera, hasta ahora no me ha fallado; pero si lo hace sabré como repararla, saber de máquinas es lo que me ha mantenido con vida estos años—
No tardó mucho en bañarse, pero lo hizo con cuidado, cada extremidad de su cuerpo le dolía. Cuando se cambió se colocó unos jeans, una playera blanca y por encima el chaleco; salió al pasillo descalzo y con los cabellos revueltos, con algún que otro mechón revuelto y húmedo. Sonrió cuando Cat ya estaba esperando en el pasillo, la miró de pies a cabeza y su sonrisa aumentó. —Te sienta bien el negro. —le entregó una botella de cerveza mientras él se destapaba la suya con los dientes. —Y el pijama, claro... —no pudo evitar reír.
Caterina — Gracias, supongo — acepté el frasco y lo destapé haciendo fuerza — Tú te ves bien así — choqué la botella contra las suya antes de darle un largo trago que no me sentó del nada mal. >> Cuéntame, ¿cómo te fue a ti como novato antes de conseguir el título? — cuestioné intentando sacar tema de conversación mientras movía la botellita en círculos, jugando con el líquido.
—Un sujeto sabio tu abuelo; teníamos sujetos así en el club hace muchos años atrás, cuando Piney era un poco más joven. La mayoría están debajo de la tierra o encerrados de por vida. —le puso una mano en el hombro. —Creo que ya le hacía falta el toque femenino a este lugar. Espero no te importe que cuente contigo cuando el taller no de a basto; sé que no te molestaría engrasarte las manos... y hay días que no tenemos suficientes manos para todo. ¿Quién sabe? Quizá con la cara adecuada los muchachos puedan prestar atención. —tomó otra botella de una mesa y bebió del pico. —Y cuidado con Jim, que no te oiga hablar así de motos... puede llegar a enamorarse.
—La verdad es que no cambió mucho mi estadía cuando conseguí el título; Ajax dejó de portarse como un imbécil solo unas pocas semanas... y seguí desagotandole el baño a Piney. —sonrió avergonzado. —Dicen que no pueden decidir qué hacer conmigo hasta que Billy regrese; él es la última palabra en el club. Así que, por el momento, sigo siendo el novato simplón de siempre. —dijo con inocente sarcasmo. —¿Y qué hay de ti? A diferencia de Jhonny, yo no pude leer sus archivos. ¿Qué esconde Caterina?
