Henry No podía permitir que continuara aflojando mi energía a golpes. La pelea contra Pelotita había sido una de las más salvajes que tuve en mi vida, y todavía seguía el recuerdo del estado de desorientación total en que estuve allí. Si me pasaba lo mismo contra este hombre, iba a terminar peor. Incluso podría no poder mantener el equilibrio sobre el ring… La adrenalina incrementaba… Su mano cerrada, como en cámara lenta, se acercaba… Ladeé mi torso hacia un costado y conecté un golpe en sus costillas. El sujeto, confundido, intentó contra-atacar. Seguía siendo muy lento. Me agaché, sintiendo como su brazo pasaba por encima de mí y, al levantarme, le propiné un fuerte uppercut en la quijada. Ahora no iba a ser el único preocupado por la salud de sus dientes. —Muy lento —dije con sorna, mirándolo a los ojos con sonrisa burlona. Nos atacamos nuevamente, mientras el público gritaba enardecido.
Mstislav Tuvo una breve visión del techo del galpón donde estaban peleando; su cuerpo cayó contra las cuerdas, casi derrotado. Se limpió con desdén la sangre que brotaba de sus labios y escupió una masa sanguinolenta a la colchoneta. Drakovitcht observaba desde su posición, sin ningún cambio significativo en su rostro. Mstislav se reincorporó y cayó de rodillas en el ring, ya estaba casi perdido.
Boxeo Stamina Henry= 44 pv Mstislav= 9 pv Henry= 32 st Mstislav= 26 st Contenido oculto @Bruno EVF podes darle el golpe de gracia o consagrarte victorioso sin mas!!!!!!!!!!!!!!!!! :D felicidades, Bruno! Cat fue vengada!
Henry Fue como si la adrenalina que hervía por todo mi cuerpo se concentrara en mi brazo. No me gustaban para nada las sabandijas que intentaban ganar una buena pelea a través de mugrosas artimañas, apelando al juego sucio. Wolga y Pelotita habían luchado con toda la dignidad de la que fueron capaces, en las mismas condiciones en las que me encontraba yo. Pero éste… Éste rarito confió en su buena salud, en el hecho de haber entrada al Torneo descansado y reluciente. Fue por eso que me inspiró mucho enojo y desagrado. Mis ganas de destrozarlo pudieron conmigo. Le di con todo. En la mandíbula. Le hice mirar el cielo, las estrellas, el universo, su pequeñez. No sé quién se creía para entrar a los Torneos cuando le salía de las pelotas, pero con mi golpe le demostraba que era un simple hombre más en este mundo sangriento… Tal y como había hecho con Wolga. No era la primera vez que me ponía a darle lecciones a la gente. Como miembro de un club de lucha, era normal encontrarme con personas engreídas y con aires de superioridad, subiendo al ring… Para después acabar recolectando tanto sus dientes como su orgullo. Miré a mí oponente desde mi posición en el centro del ring. Apenas sostenido por las cuerdas, se limpiaba las sangres con frustración. Pude ver entre el público a su compañero. Ni se había preocupado por el estado en el que había dejado a su amigo, lo cual no me causó, precisamente, buena espina. Aun las bandas como la mía vivíamos rodeados de mal, delincuencia y vicios, mostrábamos humanidad y preocupación por el prójimo. Estos parecían no tener sentimientos. Acto seguido, me coloqué en posición de guardia cuando noté que el del nombre rarito comenzaba a incorporarse para seguir… Pero… Cayó de rodillas… Ya no podía continuar… El público empezó a gritar con emoción… Y yo, parado como estaba, tardé en asimilar lo que estaba pasando. Cuando finalmente lo hice, esbocé una ancha sonrisa de orgullo. Y me acerqué al que estaba de rodillas. —No me gusta golpear a los que ya no pueden seguir peleando —le dije—. Pero llegaste hasta aquí después de que todos nosotros comenzáramos. Eso es trampa —apoyé una mano en su hombro, al tiempo que alzaba en alto el puño que quedaba libre—. Los tramposos se merecen una buena trompada… Dicho y hecho, lo tumbé de un certero puñetazo en la quijada, que resonó por las paredes del galpón. Y me puse a saltar por todo el ring, con los puños en alto, azuzando los vitoreos de público. ¡Era el nuevo campeón de los novatos!
Caterina Observé el combate desde mi posición con mirada atenta, sin perder ni un detalle de los movimientos de ambos combatientes. Y Henry había ganado. ¡Lo había hecho! ¡The Lost ganaba ambos Torneos! Me puse en pie dificultosamente para dirigirme a la zona más cercana del ring, viendo como celebraba su victoria con alegría. Cualquier lo haría. — Ah~ — me revolví el cabello levemente — Felicidades, campeón — murmuré con una sonrisa, cruzándome de brazos mientras seguía al chico con la mirada.
Mstislav recibió el golpe sin poder hacer demasiado; la potencia de aquél impacto lo arrojó por debajo de las cuerdas, cayendo fuera del ring. Drakovicht miró curioso como su compañero estaba totalmente inconsciente, pero no alterno la posición de su cuerpo, aún seguía de brazos cruzados. Levantó la vista hacia Henry y luego hacia su banda, que gritaba de alegría y muchos saltaban al interior del ring para levantar al nuevo campeón. Se agachó y cargó a Mstislav mientras se retiraba del lugar. -¡Lo hiciste, maldito malnacido! ¡Lo hiciste! -gritó alguien pero Henry seguro no podía distinguir quién era; todos los hombres se hallaban a su alrededor, golpeandole los hombros y despeinandolo a la par que lo alzaban y lanzaban hacia arriba al único grito de campeón. Debajo del ring esperaba Caterina, Ryshia, Laila, Mckenzie con su brazo dislocado y Pelotita que sonreía mientras sostenía una bolsa de hielo sobre su pómulo izquierdo, Piney también estaba ahí, y cuando sus miradas se cruzaron, afirmó con la cabeza. Los Angel of Death se habían retirado hace tiempo, su campeón Hannigan había perdido en el torneo de Pulsos y ya no tenían nada que ver ahí. Sólo los Nómadas aplaudían, los dueños del lugar y del torneo. El presentador se acercó hacia Jhonny y el Judío lo miró con cara de pocos amigos. -¿Qué rayos fue eso? ¿Dejando que unos tramposos ingresen? De todas formas, ¿quienes eran? No pertenecían a ningún club. -el presentador de bata solo atinó a sonreír, mostrando su blanca dentadura que resaltaba con su piel tostada por el sol; alzó los brazos. -¡Jonathan! Tantas preguntas, tantas preguntas. Eres igual a tu padre, del mismo palo la misma astilla, ya sabes como dicen, ¿no? ¡Enhorabuena! Tu club salió campeón en las dos categorías, venciendo a tus rivales eternos... ¿y en lo único que piensas es en esos hombres que de todas formas pudieron derrotar? -paso una mano por el hombro de Jhonny. -Ganaron buena pasta, hijo. Ve a hablar con mi chico de las apuestas, te transferiremos todo a la cuenta del club. -Jhonny se lo quedó mirando y asintió, sin estar del todo convencido. Con una seña llamó a Juice y éste fue corriendo a su lado; hablaron brevemente y el muchacho salió corriendo con su laptop para terminar la transferencia. El vicepresidente volvió con el grupo que seguía festejando, con gritos y risas fuertes. Observó a todos sus novatos con una amplia sonrisa, estaba satisfecho con el resultado que todos habían dado. -Ya tenemos apodo para ti, campeón. -dijo mirando a Henry. -Lost quedó primero entre los tres clubes más fuertes de la zona, ¿hay alguna duda de que Lost no es la banda más pesada de todas? -sonrió como para consagrarse y todos respondieron con gritos y aplausos. Contenido oculto @Amelie @Miss Phantomhive @Bruno EVF los dejo por si quieren agregar algo o decir algo mas! Una vez que terminen, podemos continuar con otro episodio! :) FELICIDADES A LOS TRES! <3
Ryshia Al llegar con su familia se sintió completamente aceptada, haber dado una victoria a The Lost la llenaba de satisfacción aunque algo en la actitud de sus rivales la inquietaba, jamás había tenido rivales como ahora; alejó el pensamiento de su cabeza, pues de ahora en adelante eso sería el pan de todos los días. Se acercó a Laila y a McKenzie y sonrió —Esto fue por ustedes hermanos— dijo con su puño cerrado frente a ellos. Después continuó viendo la pelea final; la cual la tuvo mordiéndose el labio por sus nervios al ver a Henry tan golpeado; de repente deviaba la mirada para encontrarse con Pelotita aún bastante maltrecho "Si hizo esto con el Campeón no debería preocuparme por él ¿Cierto?" pensaba mientras lo veía balancearse; pero sus preocupaciones se esfumaron cuando Henry dominó el ring, su oponente estaba de rodillas cuando le dió el golpe de gracia. Fue en menos de un segundo que todos los de Lost estaban de pie; con los brazos al aire festejando la victoria de Henry —¡Lo has logrado!— dijo hacia Henry con una gran sonrisa.
Henry Mucho tiempo había pasado desde la última vez que sentí el placer del volar en manos de unos compañeros, y apenas sentí las decenas de manos que me tomaban por las ropas para lanzarme en dirección el techo, como queriendo que lo atravesara y me perdiera en lo alto, como una estrella más… Después tanto sufrimiento, sólo pude sonreír en silencio, y aprovechar ese instante de euforia generalizada para derramar mis lágrimas de pena, que se mezclaron con las de alegría. Por fin podía volver a considerarme un luchador hecho y derecho. Después de una larga sesión de cabellos revueltos y palmadas que me dolieron como patadas de caballo, sentí un grito que me felicitaba. Al alzar la vista, vi que se trataba del otro ganador del día, de Ryshia . Me acerqué hasta ella, devolviéndole la sonrisa. —Creo que ahora me toca a mí felicitarte —dije, tomando una botella de agua que alguien muy amablemente me alcanzó, y con la que empecé a limpiar la sangre de mi rostro—. Te he visto antes de subir al ring y sólo puedo decir que lo hiciste excelente —alcé una mano en su dirección, para darnos un saludo de campeones—. Sigamos trabajando para formar juntos un club de temer.
Juice regresó al lado de Jhonny y le mostró un informe completo de los nuevos ingresos por las peleas ganadas; el Judío sonrío y jugueteó con la cabeza de Juice, atrapándola entre sus brazos con una llave, luego lo soltó. -¿Qué esperan? Salgamos de este maldito agujero y vayamos a festejar. Rápidamente salieron del galpón, era de noche. Fuera solo estaban todas sus motos aparcadas en un costado de la carretera. Vieron un BMW negro cercano a ellas, donde un hombre calvo con traje impecablemente negro ingresaba de conductor; llevaba pequeñas curitas en su rostro y cejas, era Mstislav. Fuera, terminando de hacer un apretón de manos con Brian, se encontraba un hombre con nariz aguileña, ojos celestes y un aura apabullante; vestía una bufanda larga de color morado, que caía de forma de solapa sobre el chaleco que vestía; pantalón negro y zapatos que brillaban. Les dedicó una mirada con desdén y sonrió, moviendo de esta forma el cigarro que colgaba de sus labios. Ingresó al auto negro y se fueron en silencio, el motor de aquél vehículo contrarrestaba totalmente con los ruidos de sus Harleys. Brian Jeremy se acercó al grupo, se sacó las gafas para limpiar el sudor de su frente y volver a colocarselas. -¿Quién era ése? -interrogó fieramente Jhonny, mientras el resto preparaba las motos para partir nuevamente al club, en Charming. -Solo un hombre de negocios, Jonathan. -respondió Brian, riendo, colocándose sus guantes. Se sentó en su moto. -Nada de que preocuparse. -el Judío se acercó a Brian y puso el pie sobre el embrague, impidiendo que lo arranque. -¿Por qué me tomas, Brian? -el aludido se quedó en silencio, colocándose el casco. -Llevaré esta falta a la mesa, cuando estemos en el club. -Bobby Elvis apareció por detrás con todo su corpachón, era un sujeto grande y redondo, con una panza inmesa. -Vamos, presi. Tenemos motivos para festejar, no lo arruinemos. -Jhonny accedió y dejó en paz a Brian. Caminó hacia su moto. -¡Volvamos al club! Capítulo III: ¿Bandidos o heroes? El viaje de regreso se hizo muy corto, quizá por la felicidad que embriagaba los ánimos del grupo. No tardaron en llegar a la ciudad y cuando lo hicieron, el club Lost fue su última parada. Se sorprendieron a encontrar el jeep del alguacil de policía en el taller junto a tres vehículos policiales. Todos los efectivos estaban registrando el taller y el alguacil estaba esperándolos con los brazos cruzados, como si hubiera estado esperándolos toda la tarde. Los motociclistas, indiferentes al movimiento policíaco, estacionaron las motos sin muchas prisas, tardándose el tiempo necesario. Jonathan se quitó el casco y lo dejó colgando del manubrio de su Harley, miró a los novatos. -No abran la boca. -dijo por lo bajo y caminó hacia el alguacil, a su lado lo acompañaba Iroquis. -Logan, me extraña verte a estas horas de la noche. Tenemos el taller cerrado, puedes decirles a tus chicos que los atenderemos mañana por la mañana. O pueden llamar al teléfono y pedir una cita. -Logan, el alguacil, ignoró por completo sus palabras. -Tenemos información de un cuerpo de un mal viviente encontrado a las afueras de Charming. ¿Sabes algo de eso? -Jonathan encendió un cigarro con calma y lanzó el humo al rostro del alguacil. -No. ¿Por qué debería de saber algo? -Logan le mostró unas fotos del cuerpo y la localización. -Porque lo encontramos cerca de aquel pequeño montaje que armaron ustedes para llamar la atención de hombres con los sueños destrozados. En un pozo profundo. Alguien quería deshacerse del cuerpo, no fue suicidio. Están intentando identificar el cuerpo. -Jhonny rió. -Haga lo que tenga que hacer, Capitán América. Si quiere registrar el taller, quiero ver una orden. -Logan atinó a sonreír, guardando las fotografías que los motociclistas no se dignaron a ver. -Se les está agotando el tiempo, chicos. Son solo un grupo de bandidos que no saben hacer otra cosa que beber y andar en motocicleta. -rió. -Se creen héroes de esta ciudad solo por usar esos colores identificatorios de una banda criminal. Piensan que mantienen lejos los problemas de Charming sin saber que el real problema son ustedes. -Iroquis sonrió mientras el resto reía. -Hey, jefe. Solo estamos viviendo el sueño americano. -dijo Iroquis con sarcasmo. Logan arrugó el entrecejo. -Van a dar un paso en falso y ahí estaré yo. Charming es mía, no se equivoquen. Tú y tú club caerán tarde o temprano. Y créeme ahora cuando te digo que traerán más problemas del que causan cuando Grey salga de la cárcel. -Jhonny hizo una mueca como de un niño inocente. -Solo somos unos entusiastas de las Harleys, no se porque esa agresión para con nosotros. -Logan asintió, riendo ante la situación y entendiendo que no sacaría ninguna información. Dio una mirada rápida a los miembros del club e identificó a unos chalecos nuevos, sin identificatorias. Eran novatos. -Y ustedes... -dijo el alguacil a los novatos. -¿Piensan que se están uniendo a unos entusiastas de las Harleys? -dijo con ironía, sonriendo. -Visten los colores de una de las bandas criminales de la ciudad. Me da pena ver como unos tristes sacos de nada se lanzan a la primera piscina que ven con agua. ¿Creen que hicieron bien en unirse a estos matones y asesinos? -negó lentamente. -Y apropósito. -se agachó y examinó la rueda delantera de la moto de Jonathan. Había arenilla blanda y blanca. -Esta arenilla es exactamente la misma que hay en el bosque donde encontramos el cadáver. -rascó un puñado y se lo guardó en el bolsillo; se colocó las gafas de sol y se retiró. Hizo una seña con la mano y todos los efectivos policiales abandonaron el taller. De inmediato la sonrisa se borró en la cara del vicepresidente y dando un giro se dirigió directamente hacia Ajax. -Imbécil, te dije que ocultarás el cuerpo. ¿Cómo rayos lo descubrieron? -Ajax se aturdió unos momentos, tardó en responder. -Ya sabes como es Logan, Jhonny; siempre quiere buscar alguna excusa para ponernos tras las rejas. Hice lo que me pediste, no sé como rayos pudo haberlo encontrado en medio de la nada. Limpiamos la sangre del ring también. -Bobby asintió. -Lo hicimos, Jhonny. No sé como Logan pudo haberlo encontrado. Brian Jeremy de inmediato explotó y corrió hacia los novatos, apuntándoles con el dedo. -¡Seguro algunos de estas basuras es un puto poli! ¿Lo eres? ¿Lo eres? -el dedo golpeó el pecho de Henry, pero rápidamente Iroquis empujó a Brian y lo mandó a volar al suelo. -Tranquilos. Logan no tiene una mierda. Vayamos a festejar, el alcohol se calienta. -dijo Phil, intentando apaciguar las aguas. Todos parecieron de acuerdo y entraron al club sin mayores inconvenientes, pero Brian guardaba un recelo en los aspirantes. La música comenzó, era suave, para charlar y reír. Jean sacó a bailar a Iroquis que sin estar muy convencido accedió. Angus Martin llegó en silla de ruedas a recibir a los novatos que habían logrado el triunfo máximo, muy contento por el resultado. Piney llenó la cantimplora de whisky al tiempo que el resto se servía incontables bebidas y comían hamburguesas grasosas con papas fritas deliciosas. Contenido oculto @Amelie @Bruno EVF @Miss Phantomhive mas que nada para que se conozan mas a fondo entre ustedes o entre el resto. Recuerden que si quieren charlar con alguien, sea NPJ que sea, me etiqueta al final del mensaje para saber que me estan llamando! :p
Henry Me pareció una verdadera lástima que la fiesta se hubiera embarrado un poco gracias al sucio policía que mancillaba nuestro club con su uniforme. Apenas lo vi, sentí cómo se desinflaba dentro de mí la euforia que sentía por haberme coronado campeón de boxeo. Y me hubiera gustado faltarle el respeto con ironías, burlas y gestos obscenos, pero el Judío nos pidió que no abriéramos la boca y… Bueno, su palabra es la ley mientras porte esta chaqueta. Me senté en la barra del club y pedí una cerveza, con la conversación del polizonte resonando en mi cabeza… —Qué problemático —me quejé antes de empezar a beber. Que hubieran descubierto ese cadáver se iba a volver una molestia, más si teníamos en cuenta que yo había sido testigo de la muerte del malviviente. Pero no era esta la razón por la que el asunto me empezaba a preocupar de esta manera… Miré de reojo hacia el lugar donde se encontraba Ryshia… Ahora temía por ella. Iban a pasarle muchas cosas terribles si la policía descubría la verdad tras el muerto encontrado en aquel pozo. Algo mucho peor que caer en coma. La mente de un policía es terriblemente siniestra, peor que la de un criminal. Yo tuve que vivir sus ocurrencias en carne propia y no fue agradable, al punto de que me quedé traumado hasta el momento en que recuperé la confianza en mí mismo rompiéndole la mandíbula a Nistlav (o como se llame). Más allá distinguí al abuelo Piney, que llevaba su cantimplora en la mano. Lo cierto es que el rostro todavía me dolía demasiado, por lo que un trago de su whisky no me vendría mal. Me levanté y me acerqué. —Hey —saludé dándole una palmada en la espalda. Sonreírle se sintió como si me pasaran un cuchillo por la boca—. ¿Disfrutaste el espectáculo del galpón? Fue una tarde memorable para The Lost, ¿a que sí? Contenido oculto @rapuma
Piney —Campeón— saludó con una media sonrisa; su aliento ya apestaba a alcohol. —Hacía muchos años que no me divertía tanto en los torneos de los Nómadas. Le quitaste el puesto a Pelotita... —lo buscó con la mirada, pero no lo encontró. —Eso habla bien de ti; tienes carácter y determinación. La muchacha también me sorprendió: vencer al invicto de no sé cuantos años en Pulsos fue una hazaña enorme. Jhonny realmente le ha dado en el blanco con esta selección de novatos. —rió. —Es momento de descorchar el whisky que guardé hace casi una década. Ve detrás de la barra, está justo debajo de las botellas de vino. Etiqueta amarilla.
Ryshia Todo eso había pasado muy deprisa; aquellos hombres misteriosos del torneo no le traían buena espina, y menos si uno hablaba con uno de los suyos; pero las preocupaciónes no habían terminado pues un oficial los esperaba al llegar a Lost, Ryshia lo entendía, sabía que pasaba; pero hizo caso a las palabras de Jhonny e intentó sacar el asunto de su cabeza. Entro al club; pero no se sentía tranquila para brindar y pasar el tiempo despreocupada; buscó a Jhonny, tenía que hablar con él.
Henry —¿Un whisky de diez años? —alcé una ceja, lo cual también me dolió lo suyo— Suena a que la vamos a pasar bomba bebiendo. Volveré en un abrir y cerrar de ojos —dicho esto, giré sobre mis talones. En el camino hacia la barra fui saludado por algunos compañeros del club, todavía extasiados por mi nuevo título, y a los que les respondí con un gesto de la mano acompañado de un asentimiento con la cabeza. Algunos ya estaban borrachos, pero igual se los notaba contentos. Y si bien la música era mucho más suave que aquella vez que llegué a este lugar con Cat, Ryshia, McKenzie, Laila y el desaparecido Ranger, sentí que la sede del club estaba más animada que nunca. Si hasta el ruso Pliskin se había puesto a bailar; por el tamaño que tenía, a mí siempre me dio la sensación que raras veces lo vería moverse de otra manera que no fuese la acción caminar… Llegué a la barra, donde al parecer no había nadie. Miré hacia ambos lados y, seguro de que no me veía nadie, me fui al otro lado. Me agaché y me puse a buscar el whisky de Piney. Sin darme cuenta, seguía con la cabeza el compás de la música, al tiempo que la tarareaba. Me sentía contento.
Caterina Volvimos al club de The Lost y, lo cierto es que se me había hecho el viaje relativamente corto comparado con otra ocasiones. La euforia general (no por mi parte, eso desde luego, pero del alrededor se pegaba algo) debió ser la causante de esto. Mientras aquel comisario hablaba lo único que hice fue centrar mi atención en las mangas de la chaqueta, mostrando total desinterés por el oficial. No se podía decir que mi relación con la seguridad fuese especialmente buena... más bien diría neutra y desinteresada. Nada más ingresar nuevamente al club miré los alrededores. — Disfrutas la fiesta, yo estoy muy cansada — sentencié en voz algo elevada antes de entrar a la habitación que nos correspondía a las chicas. Me di una rápida ducha y tras colocar la ropa en su correspondiente sitio, me vestí con el pijama y me tumbé en la cama bocarriba, mirando el techo de forma pensativa. Suspiré al no poder alejar de mi mente la idea de haber perdido habiendo estado tan cerca de la victoria.
Jonathan Klebitz estaba en una de las mesas, con mirada pensante, escuchando a Bobby que estaba sentado a su lado; ambos con botellas de cerveza. Chibs también estaba con ellos hasta que apuró lo que quedaba de la cerveza y dándose media vuelta se fue, en el camino se encontró a Ryshia y le dio un apretón en el hombro. El Judío miró a Ryshia acercarse y le sonrió. —La hija prodiga. ¿Disfrutando de la fiesta? —obvió el apodo de la mujer, seguramente todo este encontronazo con la policía podría haberla afectado.
—Sirveme un vaso también a mí, chico. —Henry escuchó una voz proveniente por detrás de la barra. Era Jax, el único miembro de la banda con una chaqueta sin mangas que dejaba exhibir sus musculosos brazos. Sus manos eran de guantes recortados en las puntas, al estilo de los marines. De cabello enrulado, con un piercing en la oreja izquierda; con solo mirarlo cualquiera podría pensarlo dos veces antes de llevarle la contra. —Sé que si estás ahí abajo el viejo te envió por su whisky. El anciano no me servirá, es tacaño como de ebrio y eso es mucho decir si lo miras... cielos, si esa chaqueta que usa tendría botones, ya hubiera sacado algún ojo a alguien. El movimiento de esa panza es hipnotizante, ¿a que si?. Antes de llevarte la botella, sirvemelo hasta arriba. —arrastró un vaso a la barra y esperó.
Eddie estuvo observando a Caterina desde que habían llegado al club, aún llevaba esa bolsa de hielo en la mejilla y ya Chibs le había puesto en todas las heridas mas abiertas una curita; su ceja estaba protegida y no sangraba por ese motivo, al igual que tampoco la mejilla derecha, en el pómulo. Decidió dejar la bolsa de hielo sobre una mesa antes de decidirse en seguir a la novata a las habitaciones. Se procuró que nadie lo siguiera y se escurrió en ellas, intentando no ser visto. Una vez en el pasillo se quedó mirando la puerta sin tomar valentía para golpear. Tomó aire y golpeó con sus nudillos. -...¿Cat?...
Caterina Estaba a punto de quedarme dormida cuando escuché los golpes en la puerta. Distinguí la voz de Pelotita mientras me ponía de pie, acercándome segundos después para abrirle la puerta con expresión curiosa. — ¿Ocurre algo? — pregunté, repentinamente preocupada porque algo malo hubiese pasado.
Ryshia Regresó la sonrisa hacia Jhonny aunque fuera apagada, después dejó un ir un suspiro —Sé que esto ha sido culpa mia; es mejor dejar ir a un elemento que hacer que todo el club se hunda por ello...—Decía mirándolo directamente a los ojos, sin duda en sus palabras —...es más sencillo entregarme en lugar de hacer esto personal— rió desviando la mirada —Ya me las ingeniaré para sobrevivir después, ahora confío mas en la fuerza de mis brazos así que podré pelear un poco—