The King of Fighters o7: Eclipse final

Tema en 'Fanfics Abandonados de Temática Libre de Anime' iniciado por Angel Caída, 13 Julio 2007.

  1.  
    Angel Caída

    Angel Caída Guest

    The King of Fighters o7: Eclipse final

    <CENTER><CENTER>:saludar: ¡¡¡Hola a todoooos!!!:saludar: </CENTER></CENTER><CENTER>
    <CENTER>Estoy súper emocionada por el fanfic que acabo de hacer:fiesta5: . Bueno lo empecé el año pasado pero no importa. :D </CENTER>
    <CENTER>Tuve muchas ganas de empezar a escribir algo sobre mi juego favorito (bueno, mis personajes favoritos):bounce: y aquí les tengo el primero y único fis que hice hasta ahora. La historia consta de varios capítulos de estre 15 - 20 páginas.:nervioso: </CENTER>
    <CENTER>Sí que escribí mucho.:espiritus: </CENTER>
    <CENTER>Dejen comentarios, críticas, más elogios (si es posible).:llorar1: </CENTER>
    <CENTER>Disfruten mi bella historia de acción, suspenso, venganza, mucha comedia y un posible triángulo amoroso ¿entre quiénes? eso tendran que descubrirlos a medida que leen mi fic...:amor: </CENTER>
    <CENTER>:rosa: ...Hasta pronto...:rosa: </CENTER>
    <CENTER>**********************************</CENTER>



    <CENTER>The King of Fighters 07: </CENTER>
    <CENTER>Eclipse Final</CENTER></CENTER>

    Mi nombre es Yuki, Yuki Yayoi. Soy de Japón, tengo 20 años y fui testigo de algunos hechos importantes en la vida de un gran luchador y mi gran amor. Quiero contarles mi historia. Es algo un tanto no creíble pero sucedió, bueno corrijo, ME sucedió…
    Aunque al mismo tiempo pude entender lo mucho que lo amo. Al igual que él a mí.
    Voy a contarles la simple vida de una persona, importante para mí y en parte para el mundo y, al mismo tiempo, como las cosas pueden darse vuelta cuando no queda otra más que aliarse. En este caso como su enemigo supuestamente destinado, es ahora su mejor amigo y también el mío.
    Escuchen por favor…


    <CENTER><CENTER>Prólogo</CENTER></CENTER>


    Aquel día, ahaaaa…para mí fue el primer día, estaba en un supermercado, ubicada en la Av. Central. El sol ya se estaba yendo. Trate de buscar un reloj pero no lo encontré. No recuerdo como llegue. Pero se que fui a comprar algo. Fue entonces cuando todo empezó…mi cuerpo estuvo a punto de caer.
    -¿Se encuentra bien?
    Un hombre. Me vio y me sostuvo. Me llamo la atención el color del iris de sus ojos: blancos.
    -Si, gracias…-
    Me puse en equilibrio, ordene mis pensamientos. Me acerque a la acomodadora de la caja, identifico el código del producto, un par de galletitas dulces. Lo pagué. Cuando conté las monedas, note que tenía la cantidad justa.
    <<Era como si ya hubiese hecho esto antes>> pensé.

    Salí del local. Me dirigía a la parada del transporte más cercano cuando de pronto me sentí observada de manera muy exagerada. Note un auto a mi izquierda, a unos cuantos metros de distancia cerca de mí, de color negro que, por lo visto, no estaba interesado en transitar el asfalto, sino, en seguirme. No podía voltear. Me daba miedo mirar a aquel atrevido que me seguía. Me aferre mucho más a los brazos de mi mochila cuando por fin llegue a mi destino.
    Un grupo de chicas se me acercaron curiosas.
    -¿Pasó algo, Yuki?-
    -¿Por qué no estas con él?-
    -…-
    En ese momento, el auto negro de hace rato, se estacionó en frente de nosotras.
    -¡Miren es él!
    -¡Me das tu autógrafo, Kyo!
    Y antes de que aquella turba intentara acercársele, el joven actuó rápido.
    -¡No!, luego chicas, solo vine por mi novia-
    Sentí un poco de pena por la repentina decepción de las chicas y algo de envidia por la afortunada.
    -¡Ven, Yuki!
    Todas se fijaron en mí. Una incómoda brisa me petrificó. ¿Me estaba preguntando a mí? No solo eso, la mirada de aquel chico tan hermosa como, al mismo tiempo, sospechosa me asustó.
    -¿Yo?-
    -No…- estuve a punto de voltear para ver a quien se refería, pero luego terminó diciendo: -… al poste de luz del fondo, ¡claro que tú, Yuki!-
    Mire los rostros de las chicas y luego la del supuesto “Kyo” y preferí acompañarlo, en lugar de quedarme y recibir todas las miradas amenazadoras de ellas. Di toda la vuelta hasta llegar al asiento que da con el misterioso conductor. Cuando ya nos encontrábamos en la autopista, acomodé mi vestido celeste con pequeños relieves ondulantes, mi mochila y la bolsa del mini-súper.
    -¿Por qué no subiste cuando estaba allá atrás esperándote?-
    -¿Tú eras el que me estabas siguiendo?-
    -Por supuesto-
    -…Creí que era alguna clase de pervertido sexual…-
    Después de terminar lo dicho, no me había dado cuenta que lo dije en voz alta. Miré a Kyo pensando en la cara de sorpresa que me iba a poner. Pero en lugar de eso, solo… …sonrió inocentemente.
    -¡¡He, he, he, he!! En serio pensaste que yo era un…-
    Lo bueno fue que no le afectó para nada como lo juzgue, aunque aquello me puso como tomate. Pero luego hizo una pausa para analizar la frase… “pervertido sexual”… ¿Por qué dije eso?
    -…Pervertido sexual, guau, nunca escuche esa palabra de ti…he, he. No te preocupes si yo fuese así entonces…
    Me mira a los ojos, pero esta vez serio.
    -…Créeme, que ya te hubiera amarrado a una cama…-
    -……°/////°………..-
    -¡Ja, caíste!-
    Y me presiona la nariz para tranquilizarme. Que bueno que lo hizo rápido porque ya me estaba preparando para darle una buena cachetada.
    -¡¡No hagas bromas así!! ¡¡No ves que casi me lo creo!!- decía al tiempo que colocaba una mano en el pecho para tapar los molestos latidos.
    -…Entonces tú tampoco lo hagas…-
    Miré su rostro y observé como sus ojos se inclinaban hacia arriba mientras se masajeaba la mejilla con el dedo índice para disimular el rubor en sus mejillas. ¡Estaba rojo! ¿Yo lo puse así? Tenía razón, la que empezó fui yo, no él.
    No dije nada. Espere que el silencio borrara aquella incómoda situación. Y luego miré por la ventanilla. Estaba anocheciendo.
    -¿A dónde vamos? -
    -¡¡ Jyodan janai ze!! (No bromees) -
    -¿…Nani? (¿Qué’) -
    -Ya lo olvidaste… -
    -No, es que…- que podía decir, la verdad no lo sabía.
    -…Vamos a mi casa…-
    -¡¿a tu casa?!-
    La simple idea de estar a solas con un chico en su propia casa y a estas horas, me daba mucho pavor. Rezaba para que el auto dejara de funcionar y así poder irme a casa que, extrañamente, recordaba que estaba cerca. O que fingiera un malestar para escapar, o esperar a que me llamasen a último momento por una emergencia, o cualquier cosa con tal de estar lejos de ese chico que me intimidaba. Pero no. Nada de eso sucedió. Hasta que al estacionar cerca de su casa una señora lo esperaba. Tal vez ella podía salvarme.

    Apagó el motor, sacó las llaves que iban acompañados de unos pequeños juguetitos: un sol y una patineta. Al salir saludo a la señora y hablo con ella. Lastimosamente no pude escuchar nada. Solo podía deducir la conversación con las expresiones de sus caras. Primero empezó la señora hablando, luego Kyo con cara de muy pensativo, en eso me miró, ¿estaban hablando de mi?, luego Kyo con cara de muy decidido, la señora con preocupación, una pausa, Kyo con una sonrisa maliciosa, la señora satisfecha y ambos felices.
    Kyo regresó sonriendo.
    -…Ya está…-
    -¿De qué hablaban?-
    -Era mi vecina pidiendo que cuide de su pequeña molestia…-
    ¡¡Si!! Era la oportunidad perfecta, con esa excusa podía irme a mi casa.
    -… ¿Y?…-
    -Le dije que no…-






    <CENTER><CENTER>Capítulo 1: Memoria</CENTER></CENTER>


    Colocó las llaves en la puerta, encendió las luces de su ordenado comedor y fue directo a la cocina que se encontraba mas adelante.
    -…Iré por unos refrescos…- y desapareció.
    Parecía una casa para dos. Una pareja tal vez… Una pequeña mesita en un rincón especialmente dedicado a CD de música, otra para los controles, comida o bebidas tal vez. Una escalera que daba en otras dos habitaciones. Me senté. No se por qué pero sentía que ya no era la misma. Y no era momento de estar junto a Kyo. Solos. Tenía que decirle que no me sentía bien ¡claro! esa era la verdad. ¡Ya está! hablare con él ahora.

    -… Espero que en estas semanas no te aburras conmigo…-
    -… ¡¿semanas?!…- pasó caminando a mi lado.
    -…Bueno, tu mamá me aviso esta mañana que su amiga le pidió que se quedase más tiempo con ella y… ya conoces el resto- abre una gaseosa para refrescarse.

    ¡¡¡Semanas con Kyo!!! Un mareo en el estómago me dominó… ¿o era emoción? Emoción de estar tan cerca de alguien tan lindo. Tenía que aceptarlo tarde o temprano…
    Luego Kyo encendió la grabadora de música. Un tema con un buen ritmo. Estilo rock. “Another Day”.
    Mientras tarareaba la música se sentó a mi lado.
    -Muy bien, ya que estamos solos voy a aprovecharte…-
    -¡¿Vas a qué?!-
    Sacó unos cuadernillos, lapiceras y la bolsa de galletitas que compre.
    -…Mira…- abre su ¿carpeta?- …recuerdas que te dije que algún día me ibas a devolver el favor…-
    -……….no-
    -Bueno, necesito que exprimas tu paciencia para lograr que a esta cabeza le entre algo de gramática, ¿Qué me dices?…-
    Cuando vi la cara de perrito que me intento hacer, por poco solté una risa, pero luego de ponerme nerviosa al ver sus brillantes ojos cafés, no lo pensé dos veces.

    Las manecillas del reloj no dejaban de dar vueltas. Me costaba creer que Kyo fuese tan agradable. También no podía evitar pensar que solo buscaba excusas para hablarme y, como es común en él, los incómodos chistes no podían faltar. Cuando lo dejaba con un pequeño ejercicio para ver si entendía aprovechaba la pausa para ver lo bien que se veía con sus Jean negros y la remera blanca ceñida a su cuerpo con un pequeño sol cerca de su pecho. Característico en él.
    A veces me miraba con una mueca de “AYUDAME QUE NO ENTIENDO” y yo simplemente le decía:
    -…Debes hacerlo solo. Durante la prueba no voy a estar para ayudarte…-
    Y volvía a la tortura en papel decepcionado.
    De paso intentaba recordar algo más que no sea lo que compre en el mercado y… repentinamente me empezó a doler la cabeza.
    -Ouuu….-
    -¿Daijoubu? (¿Estas bien?) -
    -…Sí, me duele un poco la cabez…-
    Posó su mano en mi frente. Quería confirmar si tenía fiebre, cosa que si seguía manteniendo su mano de esa manera pronto lo tendría…
    -No, no tienes nada… tal vez sea mejor que paremos con esto, además ya es muy tarde… - cierra la carpeta dando por terminada la práctica.
    Es verdad, estar a la 2:37 de la mañana estudiando no ayudaba a la mente.
    -…Dormirás en mi cama…Ya sabes, arriba la primer puerta…-
    Antes de que pudiese decir algo me hace señas con las manos para indicarme donde esta.
    Cuando subía las escaleras, vi a Kyo preparando unas sábanas en el colchón que ubicó a un costado de la sala. Me dio pena ver que intentaba darle un aspecto de comodidad cuando en realidad era algo pequeño para él. Automáticamente me di la vuelta ya que, por lo visto deseaba acostarse pronto, por la manera en que se quitó la remera por encima de la cabeza. Dejando relucir todos los años de su vida entrenando constantemente como lo define su familia.

    -Ahaa…por fin en paz…-
    Claro esta que era incomodísimo permanecer con nerviosísmo cada momento estando con Kyo. Un rato sola me haría bien.
    -…Así que esta es la habitación del famoso Kyo…-
    Su cama estaba a la izquierda de la puerta. La ventana permitía que el cálido viento te diera la bienvenida. Una mesita con un velador mediano dejaba al descubierto una revista sobre autos y motocicletas. Al lado otra mesa grande acompañados de adornos, lapiceros, un discman y una foto que me llamó la atención.
    -Soy yo…-
    En la foto pareciese que la sacaron de arriba y, por lo que se ve algo muy gracioso en ese momento me hizo reír.
    Otra vez el dolor de cabeza, cada vez que quería recordar algo, el dolor aparecía para evitarlo. Ahora que lo pensaba lo único que podía recordar era el supermercado, cuando me caí y… nada. Parece que me hicieron un lavado de cerebro completo. Espero que solo sea temporal. Por lo menos me acordaba de Kyo, pero que yo fuese su novia fue algo nuevo para mí. Por eso me trataba con tanta amabilidad, aunque no lo siento como mi novio.
    Al lado había un placard de ropa con un póster de un grupo de rock y una especie de certificado pegado a la pared:


    <CENTER><CENTER>“THE KING OF FIGHT 2005”</CENTER></CENTER>
    <CENTER>
    <CENTER>Torneo Internacional de Lucha</CENTER>
    <CENTER>Agradecemos tu participación, doble veces campeón, Kyo Kusanagi y nuevamente campeón en este torneo. Esperamos de parte de toda la organización que hayas disfrutado de este importante evento mundial. </CENTER>
    </CENTER>
    Y más abajo se encontraba la firma de los organizadores. Era increíble que mi novio… ¿dije mi novio? La verdad ya me estoy acostumbrando. Bueno era increíble que fuese tan fuerte luchando… mmm…
    -…Bueno tengo que dejar de fantasear y acostarme de una vez…-
    Y con esto me fui a dormir en la cómoda y cálida cama de Kyo.



    <CENTER><CENTER>***</CENTER></CENTER>

    En la ciudad una joven niña con sus grandes ojos rojo estaba poniendo carteles de un esperado torneo por todos aquellos que no participarían. Llevaba una gorra gris que cubría toda la parte de arriba de su cabeza, encerrando su largo cabello celeste hacia atrás.
    -No puedo creer que me hayas convencido de hacer esto…-
    -¿no te estas divirtiendo?-
    -¿Crees que pegar carteles en la pared es divertido, niña?-
    -Es mejor que tus aburridos intentos de convencer a los comerciantes de tu increíble habilidad de… ¿cocinar? Ja, ja, ja…-

    Un hombre albino que reposaba a un costado del muro e iluminado por las luces matutinas de la ciudad en la noche, mete sus manos en los bolsillos de su pantalón de cuero y se dispone a marcharse.
    -¡¡Vamos es un broma!!-
    -…Lo único bueno de esto es que por lo menos nos darán algo de dinero…-
    -¡Espera un momento! Con el dinero pensaba comprarme una paleta multisabor…-
    -¡Cht! Déjate de bromas…- dice con una sonrisa de su mejilla derecha.

    K’ se marcha impaciente con terminar de una buena vez por todas con este pequeño aburrido trabajo. Mientras Kula lo sigue para tratar de alcanzar su brazo y entrelazarlo con el de ella.
    -¿A dónde se fue el tío Maxima?- mira al despreocupado K’
    -…A buscar algo…-

    No muy lejos de allí otro joven con anteojos rojizos y su característico mechón de pelo blanco acababa de salir de un negocio de comida rápida con una gaseosa y una bolsa de papas fritas. Se acerca a su llamativo auto muy querido por él y se queda allí esperando.
    -…Hasta que este tipo se decida dejar de alardear con la mesera yo ya me abre terminado de comer todo…- decidido a dar el primer bocado, una joven de cabello largo se le acercó.
    -…Disculpe señor, le gustaría ver el torneo internacional de…-
    -¡¡¡Podrías parar de hacer eso!!!- le grita K’ desde lejos.
    -¡¡Este es el último, lo prometo!! No le preste atención señor, señor… -
    -…En el torneo me conocerás…- y calma su sed con la bebida.

    Kula se despide amistosamente de Alba, como hace con todos los chicos lindo que ve y se marcha junto a K’. Cuando Alba lo vio se paro un poco mas de su convertible al ver el gran parecido de ese muchacho con alguien más…Cuando se dispone a sacar conclusiones su hermano Soiree por fin sale del local.

    - …Adiós chicas y no se preocupen mi hermano también ira a su fiesta ¿verdad Alba?…- mira inquisitivamente al conductor.
    -…Sube de una vez, bueno para nada…- se voltea sorprendido de que las chicas lo miraban aun más interesadas.
    - …Por favor Alba no nos vallas a fallar, lindo pelirrojo…-
    El pobre de Alba no es de hablar mucho con las chicas y voltea para que aquellas atrevidas no lo pusieran más nervioso de lo que estaba.
    -…Déjenlo es tímido. Nos vemos chicas, no me extrañen…-
    Se acuesta en la parte de atrás del auto. Motivo suficiente para que hábilmente Alba lo pusiera en marcha.
    -¿Acaso quieres terminar muerto? Por que con gusto te arrojaría en medio del tránsito…-
    -No seas tan quisquilloso Meira…- arroja una papa en su boca.
    Ya estando en la autopista. Soiree le empieza a hablar serio. Hace rato Alba se había quedado muy pensativo.
    -…Oye en que pensabas…- se sienta bien, colocando cada brazo en la silla de Alba y en la de al lado.
    -…Una pequeña me estaba hablando del torneo y, en eso, su padre la llama, cuando lo vi me pareció muy familiar a… …olvídalo no es muy importante…-
    -Si tú lo dices- se recuesta nuevamente.
    Alba deja de pensar en aquello y se concentra en el hambre que lo estaba atacando de nuevo, acompañado del infantable sonido de la música rockera a todo volumen que tanto quería escuchar.



    <CENTER><CENTER>***</CENTER></CENTER>

    En la salida de un Cine…
    -…Bueno y ahora que hacemos…-
    -…La noche es aún joven Rookie, vamos a la plaza a comer algo…-
    -…Pero si acabamos de comer unos popcor…-
    -…Como lo acabo de decir, la noche es aún joven…-
    -…Haaa, no se de donde sacas las energías para seguir caminando, yo ya estoy muerto…- sacude la cabeza con ayuda de su mano izquierda mientras que con la otra la coloca a la altura de su cintura.
    Dos apuestos muchachos rubios, uno de pelo largo, el otro de pelo corto, con unos llamativos ojos rojizos, acababan de salir muy distraídos. Era costumbre de Terry o Wild Wolf, así le gustaba que lo llamasen, salir los domingos a divertirse antes de que llegase el pesado día lunes. Como Rock le gustaba pasar el rato con su hermano siempre lo acompañaba. Por supuesto nunca pasaban desapercibidos a los ojos de la femenina multitud y era más por eso que a ambos les gustaba salir.
    Mientras se dirigían al auto, un grito de mujer se escuchó no muy lejos de ambos. Los hermanos se voltearon.
    -¡¡¡No, ayuda me robaron!!!-
    Rock sale disparado en dirección hacia el ladrón, mientras la joven y su hermano lo miran sorprendidos.
    -¡Ja! después me dice a mí de donde saco las energías y ahora él sale corriendo como si nada…- mira en dirección a la joven -…por lo menos se gano una buena y hermosa recompensa…-

    En las calles, el ladrón corría como si el mundo se fuese a acabar, dificultando a Rock alcanzarlo. La gente se hacía a un lado, no querían intrometerse. Rock esperaba que “flash” tropezara o chocara con alguien, pero el maldito sí que era veloz.
    -¡¡¡No podrás alcanzarme nunca tortuga!!!-
    -… ¡¿Tortuga?! Ya es suficiente ¡¡SRIU DEST SUCKER!!-
    El ladrón no alcanzó a escuchar lo último pero al mirar el suelo una luz que lo perseguía tocó sus pies haciéndolo volar por un lado y soltando el bolso en otro. Rock se paró en frente y lo miró fijamente. Sin darse cuenta los rayos de la luna hacían centellear el rojo esmeralda de sus ojos.
    Asustado de lo que vio el mal viviente se fue sin ni siquiera importarle el bolso. Dando un estruendoso grito.

    -…Entonces ustedes participaron en The King of Fighters del año pasado…-
    -…Así es, juntos llegamos a terceros de final, lástima, pero este año no vamos a fallar…-
    -…Espero lleguen a ser campeones…-
    -…Sí, aunque parece que a Rock no le interese mucho entrar. Tal vez un poco de persuasión femenina logren convencerlo…-
    Las chicas se reían tímidamente del cumplido. Cuando por fin hizo aparición su rescatador.
    -Deja de parlotear ¿por qué no viniste a ayudarme? Un poco de ayuda estaría bien…-
    -Y arruinar mi peinado, naa, dejare lo difícil en tus manos…-
    Rock entrega el bolso a la joven que, por cierto sorprendió mucho su belleza ante los ojos del temeroso rubio. Ojos celestes, cabello negro, una camisa gris con algo de escote, que eso podía volver loco a cualquier chico, un pantalón de Jean largo, y zapatos de taco alto, parecía tener la apariencia de una chica de alrededor de 18 o 19 años.
    -…Muchas gracias…- toma las manos de rock -…como agradecimiento ¿le gustaría comer algo con nosotras?-
    -¡¿Tan rápido?!- la confianza de la mujer lo dejo muy sorprendido y muy feliz al mismo tiempo -Bueno eso… no estaría mal…-
    -¡Ese es mi hermano! Y ahora ¿A dónde vamos a comer?- Cuando quiso juntarse con el grupo la belleza de hace rato lo detuvo.
    -Usted no…- poniéndose desafiante delante del hombre más alto.
    -¿Nani?-
    -Usted no ayudo a parar al ladrón, solo seremos nosotras tres y este lindo rubio, vámonos…-
    -¡Hey Rock di algo!…-
    Empujado en la otra dirección, Rock es llevado a la fuerza mientras las chicas no se separaban de sus brazos. Aunque tampoco lo molestaba.
    -…Lo siento hermano, las mujeres mandan…- y una sonrisa vengativa se muestra en el rostro del afortunado joven.
    -¡¡Ya necesitarás mi ayuda y cuando lo pidas, olvida que soy tu hermano!!…- Cuando voltea en otra dirección un grupo de cinco chicas se le acercaba. Fue entonces que el mal humor pronto se convirtió en una sonrisa pícara y muy satisfecha…



    <CENTER><CENTER>***</CENTER></CENTER>

    Ya era de día, pude notarlo por el canto de los pájaros. Me sentí algo arrinconada como si la cama fuese de repente pequeña. Me di vuelta y, cuando acomode mi mano pude sentir por medio del tacto de mis dedos el pecho bronceado de…
    -…..¡¡¡¡¡AHAAAAAA!!!!! …-
    Kyo se despierta rápidamente atontado
    -… ¿Nan-nan da?… (¿Qué-Qué pasa?) -
    Se levanto tan rápido que la sabana bajó estrepitosamente hacia sus bien formadas caderas.
    -¡¡¡¿¿¿QUE HACES EN MI CAMAAAA???!!!-

    Pasado 22 minutos…
    Kyo con su remera negra con un diseño de líneas blancas que forman una cruz en su pecho. Acompañada de una pequeña chaqueta blanca que destacaba su cintura, que con recurrencia me recordaba al pequeño acontecimiento de la mañana. Llevaba puesto un pantalón de Jean azules, un poco desgastado en las puntas. Sus guantes de cuero negro y su cadena del lado izquierdo. Con todo esto lo hacia más joven de lo aparente. Sin olvidar sus revoltosos flequillos jugueteando con su frente.
    Se quedó en la cocina preparando café. Como la mesa no estaba tan lejos, permanecí sentada observando su cara de distraído. Esta vez Kyo no puso música como supuse que lo haría. Otra vez el silencio. Lo único que no dejaba de hacer ruido eran mis pensamientos.
    -Bueno…- se acerca Kyo con las tazas muy sereno.
    -…arigatou…(Gracias) - agarro la taza. Me pasa el azúcar.
    -¿crema?-
    -…no, gracias…-
    Mientras nos ayudábamos con las cucharas para mezclar el azúcar, Kyo no paraba de mirarme, y yo mantenía la vista fija en las galletitas que sobraron de ayer.
    -¿Por qué estabas en mi cama?- me interrogó de pronto.
    -¡Yo no estaba en tu cama!-
    -… ¿ah no?…- sonríe divertido por la inútil negación, ya que las acciones hablan mucho más que las palabras.
    -¡Como voy a estar en tu cama si ni siquiera!… ni siquiera recuerdo como llegue hasta ahí…-
    La vergüenza me dominó, mi corazón no paraba de indicarme la salida, parecía una tonta con una excusa aun más tonta.

    Flash back
    La verdad cuando lo vi a mi lado pensé que él estaba en mi cama ¡ja que gracioso! Digo mi cama cuando en realidad es la cama de Kyo, bueno volviendo al tema, cuando quise alejarme mi espalda se paro bruscamente por el mueble de atrás y fue entonces que reconocí el lugar, yo estaba en el comedor. Me espante con la simple idea de que yo fui hasta Kyo inconcientemente ¿acaso era sonámbula? Sentía cierta atracción pero no tanta como para hacer eso, ni siquiera pienso lo que digo. Fue tanta mi sorpresa que me estaba por ir con la sábana de Kyo, al darme cuenta la solté y esta vez, era yo la semidesnuda con mi mini pijama a cuerpo, Kyo apenas me vio se dio vuelta rápidamente para darme tiempo a cubrirme con lo que sea. Me encerré en la habitación de arriba y allí me quedé. Ya no tenía valor para bajar y ver a Kyo confundido. Pasó todo tan rápido. Transcurrido 20 minutos él vino a mi puerta.
    -Yuki… suponiendo como te sientes, yo también estoy confundido, por que no bajas y hablamos tranquilamente de esto…-
    -…Crees que tengo deseos de bajar después de lo que hice…-
    -…te entiendo pero no puedes quedarte allí para siempre, Yayoi… a menos que seas una especie de ser inmortal y tengas más años de vida que yo…-
    Siempre tan alegre. Entendí que quiso demostrarme que no estaba molesto, claro, que chico se molestaría por estar tan cerca de su novia de esa forma.

    Y aquí estamos. Tratando de descifrar por qué paso lo que paso.
    -…Bueno, en ese caso…– me sonríe –…olvidemos este mal entendido… … ¡oh no! Tengo que irme…-
    Se levanta abruptamente, se pone su mochila negra y sale disparado a la puerta cuando lo detengo.
    -¿A dónde vas?-
    -¡Tengo que asistir a clases pronto!-
    -…Pero las clases ya terminaron…- que raro me pareció recordar eso.
    -…Vamos Yuki sabes mejor que nadie mi falta de atención en clase durante el año, por eso tengo que recuperarlas a fin de año, ¡nos vemos!…-
    Como una especie de alivio Kyo suspiro ya estando del otro lado de la puerta. Sujetó con firmeza su mochila decidido a pasar de una buena vez por todas esas insufribles horas en la cárcel, aunque esforzarse no era una de sus cualidades favoritas. Pero ahora se sentía diferente partir a clases, no después de lo sucedido hace rato, era como sorpresa, confusión, curiosidad, ¿alegría?...



    <CENTER><CENTER>***</CENTER></CENTER>

    En un videoclub, en la sección “romántica” se encontraba un hombre totalmente pelirrojo mirando con total tranquilidad las tapas de las películas, tratando de decidir cuál llevar. Sabía que nadie lo iba a molestar ya que todos lo conocían mejor gracias al seudónimo que le impusieron la gente del lugar: “Demonio de la luna” eso significaba ningún mirón o chismosa alrededor.
    Disfrutaba mucho que la gente se le alejase por miedo a convertirse en blanco fácil de su fuego púrpura. Por eso pensó que debía agregarle más emoción al momento. Puso a todo volumen su discman. Cuando repentinamente es empujado hacia al suelo.
    -¡¡¡MALDITA SEA, POR QUE NO SE FIJA POR DONDE CAMINA CIEGO!!!-
    Ese repentino grito me asustó tanto que las ganas de buscar… un momento ¿Qué vine a buscar en un videoclub? parecía que todas las miradas estaban puestas en mí, pero extrañamente me di cuenta que nadie se encontraba alrededor. Era un alivio que nadie haya notado mis apenadas mejillas por mi graan torpeza.
    -…lo-lo siento mucho, disculpe, perdón, déjeme ayudarlo…-
    Cuando aquel muchacho me miró a los ojos se sorprendió mucho. Era como si ya me conociese. Que mala suerte por que yo no lo reconocía. Su mirada furiosa cambió tan rápido a una tranquila. Lo ayude a levantarse y tan pronto como se paro, volví al suelo para levantar su billetera, algunas tarjetas y su discman…roto.
    -¿pero qué…?-
    -… Gomen nasai (Lo siento), se lo pagaré…-
    -… ¿pagármelo? Ese era mi discman favorito. Prácticamente no tiene reemplazo…-
    -…discúlpeme, gomen…-
    Por un momento creí que iba a matarme, pero en lugar de eso se dio media vuelta.
    -…Olvídalo…- ya se estaba marchando cuando una pequeña tarjetilla con una foto no muy alegre que digamos permanecía bajo mi zapato.
    -¡espere!, olvida su documento…-
    El rostro del pelirrojo mostró una sonrisa divertida.
    -…Eres muy valiente para seguir hablándome después de romper mi mp3…-
    -…Ya pedí demasiadas disculpas ¿no le parece?...-
    Una ceja se alzó en su rostro por la persistente valentía que seguía demostrando en su presencia.
    -…Ven a mi casa hoy a las 3:00, esta es mi dirección…-
    Saca su lapicera y un pequeño cuadernillo para anotar. ¿Pero qué le pasaba? ¿Acaso le golpee muy fuerte la cabeza? ¿Por qué repentinamente quería que fuese a su casa?
    -… ¿Nani? Espere, yo en verdad lamento lo que hice pero…-
    -Si en verdad lo lamentas, ven a mi casa, es lo menos que puedes hacer como para devolverme el favor…-
    -…Tal vez sea distraída pero no soy tonta, no voy a ir a su casa…-
    -En ese caso…- Vuelve a escribir algo más en el papel -…ese es el precio, ven a las 3:00 y tráeme el dinero…-
    Bueno no pude decir más nada, tenía razón. De alguna forma debía pagar lo que rompí. El muchacho de mirada asesina se marchó. Observé el papel y noté que la dirección se hallaba veinte minutos en autobús de distancia, algo lejos, cuando mire el enorme reloj del negocio faltaba una hora para las 3:00. Por lo que se ve quería que fuese a su casa pronto. Cuando lo pensé, evite los malos entendidos. Volví a la nota y al ver el precio creí que se trataba de una broma, con esa cantidad podría comprarme unas 4 o 5 bolsas de papas fritas, ¿me estaba tomando el pelo? Ahora solo quedaba saber si iría o no. Era peligroso ir a la casa de un completo desconocido. Si a mi me rompieran el discman también me gustaría que me lo paguen… para que dije eso, me parece que tendré que ir.

    Ya estando fuera vi que en la enorme sección en la que estaba parada antes se convirtió en la mas pequeña, ya que después de la ausencia de… Yagami, según la nota, provocó el repentino alboroto de la gente.
    -…Te diste cuenta de la chica que acababa de hablar con el loco…-
    -…Parece que no le tiene miedo, si que es valiente…-
    -…o muy tonta. ¿Le avisamos?-
    -…Naa, ¿que clase de persona no conocería al demonio más peligroso en South Town?-
    -…Sí, tienes razón. Lo único probable como para no conocerlo sería que le hayan lavado el cerebro…- hace señas con el dedo haciéndolo girar a un costado de la cabeza.
    -Entonces va a necesitar toda la suerte posible, porque con ese monstruo uno nunca sabe si te va a sorprender por la espalda o simplemente te romperá el cuello de frente…-
    Si hubiera escuchado ese comentario, entonces no haría lo que estaba a punto de hacer... ... ...



    <CENTER><CENTER>KOF pertenece a SNK</CENTER></CENTER>
    <CENTER>
    <CENTER>“The King of Fighters 07: Eclipse Final”</CENTER>
    <CENTER>es propiedad de Ángel Caída</CENTER>
    <CENTER>Publicado en Cemzoo</CENTER>
    Diciembre, 2006



    **********************************
    Bueno, les dejo algunas fotos de los luchadores que ya aparecieron en el fic.
    Bye
    </CENTER>
     
    • Me gusta Me gusta x 1

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso