The Carpet Crawlers (filosophicshipping)

Pido una disculpa por cerrar el fic tan estrepitosamente. Pase de una ciudad a otra (Ciudad de México a Copenhague). Explicando esto, prometo no descuidar hasta donde se pueda el fic. Saludos desde Dinamarca.

VIII - Watcher of the skies

-Dos habitaciones con dos camas cada una, por favor.

La Enfermera Joy no respondió, escribió en su computadora.

-Mmm… ¡Listo! Dos habitaciones… ¿a nombre de quien debo registrarlas?
-A nombre de Ash Ketchum.

Hacia poco que el dia era soleado, bastaron unos minutos para que el clima cambiara de aquel brillante azul a un nublado gris. Los golpeteos de las gotas retumbaban por todo el centro pokemon, un frágil placer para una frágil alma. Brock esperaba en una gran sala., la sala de espera, era espaciosa y bellamente adornada con fotografías de pokemones. A su lado, el Pikachu de Ash, esperaba a su amo. En la sala no había alguien más. Nadie más y nadie menos. Nadaba en sus pensamientos, la flor había florecido, la cortaba con su nostalgia, pues fuero años los que pasaron Ash y Brock juntos, viajando por su mundo. Todo se repetía, tal como lo recordaba, solo que esta vez la esencia era diferente. Llevo su mano derecha a su frente. El cielo azul nunca cambia. El rio nunca cambia de dirección. Su corazón nunca cambia.

-A ver –la Enfermera Joy acerco su mano con las llaves- tienen la habitación quince y catorce. Que tengan -sonrió- una buena estancia… espera, ¿tus eres Ash Ketchum?
-Bueno eso depende… hay veces en que me siento como un Bob, hay otras en que me siento como un Peter y en muy raras ocasiones como una Leslie.

La Enfermera Joy sonrió.

-Un viejo dejo esto para ti.

Era un pedazo de papel doblado y en definitiva, no se necesitaba desdoblarlo para saber que tenia un mensaje escrito. La recibió cortésmente.

-Gracias. Creo que me he vuelto muy popular últimamente –Ash le regalo una sonrisa.

Ash camino hacia la sala de espera. Tenía una terrible curiosidad por saber que era lo que estaba escrito en la nota. Se detuvo en seco y abrió la nota. La letra era bella y estilizada.

“Eran dos y ahora en uno. Si dos y dos son… ven a verme, tu sabes donde esta.”​

Arrugo la nota. Miro al vacio unos segundos corrió locamente. Lanzo la llaves al mostrador y salió del centro pokemon. ¿A dónde ir? ¿Por donde empezar? Corrió, corrió y cruzo la calle. La lluvia se agudizo y las gotas llenaron su cara, el agua entro a sus ojos, sus ojos dejaron de ver y no vio la alcantarilla abierta.

Se precipito al vacio. Más dolor le causo la peste en su nariz que el concreto en su espalda. Su ropa ahora estaba sucia, mojada y hedionda. Se levanto poco a poco y miro como alguien cerraba la alcantarilla. Ya solo oscuridad. De nada valió que Ash gritara, nadie lo escucharía. “Debe haber alguna salida”, pensó. Camino a ciegas, no podía ver más allá de su nariz. Cada paso, cada golpe.

Mientras mas se adentraba a la cloaca mas insoportable se hacia el olor. Camino por horas.
Desde lo lejos vio una luz que sembró la esperanza de poder salir de ese inmundo lugar. Ash camino mas rápido, cada paso era mas firme que el anterior. La luz era cada vez mas intensa. Solo un poco mas. No todo es lo que parece.

Dentro de una gran habitación, una vela alumbraba. No fue difícil que se alumbrara, la habitación estaba vacía… o al menos eso parecía. Una silueta se mecía en el brillo. Un ser corpulento. Parecía que si era tocado se derrumbaría.

-Dos mas dos son cinco, dijo Winston Smith.

La voz proveniente de la silueta era como el rugido de un león que despierta.

-Antes de algo, la nada era todo. Un hoyo negro en el espacio. Y dios en su infinita sabiduría, omnipotencia y poderío, creo al hombre a partir de el polvo y la mierda. La Opus Magna del señor. Perfecta y hermosa. Y dios rio complacido al ver que el hombre estaba vacio, sin prejuicios ni miedos. Dios, sabio y perfecto, moldeo el alma del hombre, con el fuego de su avaricia. El hombre envidio a su vecino. Y dios al ver la envidia del hombre, le regalo la moral, para que así amara hipócritamente a su vecino. Lo bueno y lo malo, el corazón del hombre se polarizo. Y el hombre nunca amo a su vecino. La temblorosa mano del hombre tomo el puñal y mato a dios, a su hermano y a si mismo. Las manos del hombre se mancharon eternamente, dios en su agonía rio. Y así el hombre reino, olvido el antes y el después de si.

Ash impávido y callado escucho a la sombra que le daba la espalda.

-Y el hombre creo a dios, bello y orgulloso, después de su ascensión. Creo a dios a partir de su odio y aislamiento. Y el hombre rio complacido de que ya no estaba solo. Transfirió sus culpas a dios y se lavo las manos en la pila de la iglesia. Si el hombre era prejuicioso y miedoso, dios debía ser justo y amoroso. Pero dios ha muerto hermano, no lo olvides.

Todo le pareció tan familiar a Ash. Su mente tuvo una regresión de un año, en una cueva, fría y húmeda. Alucinaba en como mataba a dios, cada día lo hacia, lo repetía, lo destruía y lo reconstruía.










 

La estación esta vacía. El ultimo tren salió hace una hora y el niño esta perdido. Los fríos copos de invierno son la obertura de la sinfonía de primavera. John Himself y Peter Unimportant estan esperando el proximo tren a Sababurg. Parece ser que nadie les dijo que el último tren ya partió. La maleta de cada uno de los pacientes viajeros, se ha llenado con los recuerdo del Barón Saturday. El niño perdido llora por su hogar en una banca, esperando el próximo tren a casa. Del bolsillo de su saco, John saca un chocolate, lo parte en dos y lo comparte con Peter. El frio viento de invierno y el cálido aroma de Sababurg se han introducido en la maleta de Peter y en la maleta de John. ​

El niño perdido llora desconsolado. John y Peter sonríen animados. A lejos se divisa un nuevo tren. Un tren que sale fuera de hora. A lo lejos una madre grita que la cena esta lista. Mama y papa cada vez son más cálidos. ​

Y el Barón grita…​

-Mataras a tu mejor amigo…​

Si mi camarada entendiera…​

​

 

IX - Sin nombre


-Así como el humano y dios, el espacio y tiempo han renegado el uno del otro. El espacio y el tiempo, mi querido Ash, son conceptos, ideas preconcebidas para cubrir tu necesidades y mis necesidades. ¡Pero el hombre no es un concepto!, es conciencia, no es una idea, es el génesis de la ideas. Bien aventurado el que diferencie al hombre del concepto.


La silueta abandono la escuridad de la cloaca, se encamino a la vela que alumbraba toda la galería. Un hombre viejo es delatado por las arrugas que se esculpen en el rostro de un hombre. Sus facciones no importan, no importan si fijas tus ojos a los suyos. Son como la cascada en la que fluye juventud y curiosidad. Barbudo y canoso, mas joven que Ash tal vez era.
Cuando termino de hablar, Ash se dio cuenta de que la voz del viejo era serena y tranquilizadora. “Cada hora es un puñal clavado en mi cabeza”, pensó.

-Cada hora es un puñal clavado en tu cabeza. No puedes negar que dependes enfermizamente del tiempo. Eres un suspiro, soy un suspiro y los humanos en el mundo son un suspiro. Como el roble que arde, me extinguiré y te extinguirás. Mírate, mira tus manos, no hace mucho eran manos de niño. Un año no es nada comparado con la eternidad de un día. Un segundo es la diferencia entre una vida bien vivida o perdida ante la muerte.
-Sigue hablando -la voz de Ash era como un susurro.

El viejo hizo un elegante ademán de gratitud, como si hubiese esperado a que Ash le aprobara el que siguiera hablando.

-El espacio, cada átomo dentro de su leyes hasta el final de los tiempos. Cada color. Cada forma. Cada sabor. Cada percepción. Todo esto es infinito. El espacio es infinito. Naciste hace dieciocho años y crees que ese fue tu punto de inicio. Te mentiste, tu inicio es inmemorial. Antes de Ash Ketchum, fuiste parte del todo. Fuiste la roca, fuiste el agua, fuiste el césped, fuiste madera, fuiste dios por un instante. Partículas dispersas en el universo. Si ese fue tu inicio, este será tu ascenso.
Y el viejo callo. Ash busco un lugar donde sentarse, la caminata de hace unas horas le agoto las piernas.
-P-pero, ¿Quién eres?, ¿Cómo te debo llamar?
-Bueno, ciertamente por ahí debí empezar. Yo soy el guardián en los cielos. El infinito y el finito. He guardado y vigilado a tiempo y al espacio desde el génesis, lo suficiente para saber que están hermanados. Soy y talvez no soy lo que esperabas., pero soy el que debería ser. He sido llamado de muchas formas. Mis amigos me llaman Barón Saturday.
-Ok, eres el Barón Saturday - el tono de Ash era casi burlón, una afrenta al Barón- . Yo soy…

-Ash Ketchum… el gran hombre que esta frente a mi es el gran Ash Ketchum. ¿Por qué te he llamado?

La pregunta correcta y la respuesta aun en el aire. No sabia que responder. Bueno, estaba claro que no era una invitación para tomar el te. ¿Una vieja deuda de honor?… poco probable, ero no imposible.

-No, ni la mas remota idea…
-Bueno la respuesta es fácil. Pero yo no te la diré. Hoy es un día especial. Después de años de espera llegas con la ropa sucia y un terrible olor -el Barón miro fijamente a Ash, sus ojos tenían la mirada que solo se puede esperar de un al halcón al acecho- . La vía del profeta es tu senda, tu lo decidiste. Libre albedrío… ¡gracias dios por el libre albedrío! Mmm… hoy jugare a tomar un rol, seré Satanás, ese odioso personaje. Al que se revelo a dios , el que mato a Lennon, el gran líder comunista y el lobo debajo de la piel de Castro y
Kruschev, ¡Que se joda JFK y Calderón,! -cuando termino de expresar su ultima divagación el Barón río amargamente-. Y tu… mmm… Eric Johnson, en la encrucijada. Hay dos caminos. ¡Derecha! -el Barón grito-. Saldrás de la alcantarilla y desposaras a una de las dos chicas con las que viajas, vivirás hasta viejo, tendrás hijos y ellos también tendrán los suyos. Veras a tus nietos correr y jugar como veras a tus hijos, amaras a tu mujer y la honraras. Por el mundo serás conocido y amado y en tu lecho de muerte no habrá lugar para la tristeza y el arrepentimiento.


-¿Y si tomo el camino de la izquierda?

El Barón saco de su saco una pistola, un arma reluciente e imponente.

-¡Izquierda! -el Barón grito-, mataras a uno de tus amigos, ates de que cante el gallo del cuarto día fuera de esta alcantarilla.

Escalofrío estremeció la espalda de Ash. Se levante de su lugar , pero nunca dejo de ver el arma. Todo era tan turbio. Apenas una horas antes tenia la intención de recuperar su antigua vida, pero esto se salía de control. No era una propuesta a la que puedes aceptar y mucho menos rechazar. Es tan despreciable esta propuesta que es tentadora. Ash miro sus manos, el barón tenia razón ya no eran las de un niño.

-No respondas, a caso no es obvio que tomaras el camino de la izquierda. Esa es la maldición de Job, ríñele a dios, maldícelo y escúpele. El camino izquierdo comienza a la par del camino derecho. Claro, no tomaras la decisión hoy. Eso esta visto. Tomaras el arma y lanzaremos la moneda. Dos caminos. Describí el camino derecho, mas no el izquierdo.

Ash tomo el arma, la froto. Era bella, eso es cierto. Lo mas bello siempre es mortal. Miro al barón y el también lo miro.

-El águila esta en vuelo -las palabras del Barón, las pronuncio en un estremecedor susurro- y el cóndor ha caído. La niebla esta espesa este día. Mi piel siente la niebla, mi piel teme a la niebla. ¿Tu piel esta acostumbrada a la niebla? El camino de la izquierda será tu epitafio. Caminaras solo por la senda del poeta. Tus amigos te darán la espalda , serás odiado por todo aquel que hayas conocido. Morirás solo y en tu lecho el arrepentimiento y la tristeza dominaran el momento. Hay mas convulsiones detrás de la palabras…. Te prometo que lo que hagas será lo mejor.

El Barón paro.

-El cordero ha caído en Broadway. Hoy es tu momento. Hoy es tu iniciación. Donde sea y cuando sea el vigilante te vera.

Y antes de despedirse el Barón dio sus últimos versos.

-¿Te colgaras por un amor perdido?








 

May ha enloquecido,
¿Como me he dado cuenta?
Ayer tomo un frasco de somníferos
Aun espero que no se arrepienta.

Salio del consultorio del psicólogo
Le riño a papa.
Acaso no era lógico,
Que la vida se le escapa.

Grito al espejo
La visión de un hombre viejo
Señalo su pecho
Los dos conocían su miedo.

Drew espera solo en la lluvia
No le duele la indiferencia,
Ella es una intrusa
Que da vueltas en su cabeza,

Los platos vuelan a cada furia
Y May esta enloqueciendo,
A su pequeño hermano insulta
¿Qué sabe el del infierno?

May esta llorando
¿Cómo me he dado cuenta?
Por que las venas se ha cortado
¿La sangre siempre es tan espesa?

Pero hoy no, ya no
De la cómoda el maquillaje tomo
A papa escucho
Que la estrella no brillo

Desde que el regreso
Se acabo el dolor
A Govinda invito
A compartir su furor

En el juego de inspirar
Todos son dominós
Crees que no estamos solos
¿Cuándo te vas a colgar?

 

​