Tergiversado

Tema en 'Relatos' iniciado por Chocolatita, 6 Enero 2013.

  1.  
    Chocolatita

    Chocolatita Inmutable

    Cáncer
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    3 Marzo 2012
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    83
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Tergiversado
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    888
    Bueno, este escrito hace un crítica clara y espero que eso sea permitido. (?)

    No sé mucho sobre este lugar, pero si merezco bann ni modo. Un historia más.



    Tergiversado
    Un pequeño atisbo de luz surcó entre las espesas mantas que cubrían la ventana enrejada, mientras mi cuerpo permanecía descansando en la pared más alejada de puerta metálica… la celda era tan pequeña que si estiraba una mano podía tocar la puerta que se encontraba enfrente, alguien con claustrofobia estaría perdido, pero para mí no era más que algo común y eso puede sonar extraño, sin embargo estoy demasiado acostumbrado a acabar en una de estas. No cualquier persona puede afirmar con orgullo que es un pecador, esa es una de las actitudes que me diferencia de las demás.

    —Prisionero de la celda doce, su comida —ladró una voz fiera y masculina, al tiempo que una pequeña reja se abría en la parte inferior de la puerta y mi alimento era tirado a mí como si fuere un animal.

    No me quejé, sólo agarré el trozo de pan viejo y duro, lo ingerí y seguidamente me tomé el agua, después rompí el vaso y guardé los trozos en un pequeño compartimento de mi camisa; confesaré que llevaba unos tres días planeando la fuga, lo cual era fácil, luego de tantos años de dedicarme a matar demonios y ser capturado en ciertas ocasiones. ¡Ya era un profesional del escape!

    Tomé la biblia entre mis manos y recé, agarré con fuerza uno de los trozos filosos de vidrio que había conseguido luego de destrozar varias tazas en estos días, pedí perdón a Dios por mis acciones y le supliqué que comprendiera que era mi forma de llevar a cabo su palabra.

    —¡Dios, oh padre todo poderoso, perdónales! —escuché desde el otro lado de la puerta, el sacerdote que llegaba a veces intentar cambiar a los prisioneros y convertirlos en fieles corderos del señor.

    —Gloria a Dios, alabada sea su palabra —respondí y tenía la certeza de que sería escuchado, la puerta se abrió y me encontré con el sacerdote, quien era acompañado por un guarda algo joven, quizá hasta parecido a mi hijo, mas no podía dudar, así que sólo mordí mi labio inferior con fuerza y agarré con mayor seguridad mi intento de arma.

    —Dios le bendiga hermano, que sus pecados sean redimidos —habló el padre con su mano sobre mi frente, después dio media vuelta y avanzó.

    —Joven, ¿podría usted hacerle un favor a ese viejo? —usé la voz más andrajosa para formular mi petición, eso le causó mucho temor y algo de lástima ¡justo como esperaba!

    —Claro… —respondió dudoso y algo titubeante.

    —He vuelto a romper el vaso en que me traen agua, estas manos torpes ya se han deteriorado tanto con el paso del tiempo… —solté un suspiro de esos que sueltan los ancianos y me corrí para mostrarle unos residuos de vidrio roto, los había dejado ahí para poder hacer mi farsa.

    —Los recogeré por usted, si es eso lo que desea —dijo mientras comenzaba a cerrar la puerta, aproveché ese momento y le corté la yugular con el vidrio y sentí como su sangre tibia humedecía mi brazo, lo acosté en el suelo y esperé a que muriese, le cerré los ojos y dibujé una cruz en su frente.

    —Dios te tenga en su gloria, hijo —vociferé, después de quitarle las llaves salí corriendo y logré escapar.

    Corrí en medio de la multitud, muchos se asustaban al ver un hombre en mi estado y otros sólo empezaban a llamar a los guardias. Me vi obligado a refugiarme en una iglesia, recé un poco más y mi pequeña biblia, manchada con la sangre del joven, llamó la atención del sacerdote, sin embargo no tuvo tiempo de decir nada… mi hijo le había matado y yo le felicité, le di mi bendición y proseguí a cerrarle los ojos al padre, le dibujé un cruz en su frente y dije:

    —Dios lo tenga en su gloria, perdona sus pecados, padre lleno de misericordia.

    —Padre, debes ser más cuidadoso.

    —Tú debes ser más discreto, pues deberás seguir con mi camino hacia la purificación del mundo y tendrás que matar a muchos demonios para lograrlo, no importa si se ven como niños, mujeres o ancianos… es nuestro deber cumplir la palabra de nuestro padre.

     

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