Tenku no InuYasha

Re: Tenku no InuYasha

Culpen al server que no me dejo entrar ayer... demanden al webmaster

bueno al grano (estoy en el cole y estoy apurada ToT)

Capítulo Nº 5: Aquí hacen falta muchas explicaciones I (Primera Parte)



- Miroku: Pero Sanguito no tienes por que enojarte, sabes que sólo te quiero a ti – Dijo acercándose a la exterminadora y tocando su trasero. De inmediato Recibió otro fuerte golpe de Sango.

- Sango: Déjeme en paz, pervertido!! – Gritó enfadada.

- Inuyasha: Nunca te rindes – Murmuró resignado, mientras los demás observaban la escena con una gran gota en la cabeza y riendo nerviosamente.



Medio para salvar la situación, medio por curiosidad, Dryden interrumpió el combate que se desarrollaba entre Sango y Miroku. En realidad era una persecución, ya que el monje huía desaforado de los ataques que Sango intentaba asestarle. Su interrupción, que fue ampliamente agradecida, tenía el fin de indagar en el por qué de los presentes hechos.



- Dryden: Ehmm! Disculpen, pero ya que todo acabo… Alguien podría explicarnos ¿Qué es lo que ha pasado aquí? – Solicitó con la cortesía que lo caracterizaba.



En ese momento fue cuando acaparó las miradas de todos los presentes, que lo observaron sin entender a que se refería, a excepción de los de su propio grupo, que luego de mirarlo a él se dirigieron a los aludidos en espera de la explicación solicitada. En ese instante, de incomodo silencio, interrumpió la anciana Kaede, quien comprendía perfectamente a lo que se refería Dryden.



- Kaede: Este ha sido un ataque de Naraku, él fue quien envió a Kagura – Respondió con algo de resentimiento en su voz.

- Millerna: ¿Kagura? ¿Naraku? Pero ¿Quiénes son ellos? – Preguntó sin entender.

- Kaede: Kagura es una extensión de Naraku, la mujer que dirigía a los demonios que nos atacaron – Le aclaró.

- Merle: Yo no vi a ninguna mujer – Soltó confundida – Y usted estaba con nosotros, entonces… ¿Cómo la vio? – Añadió.

- Kaede: Jovencita – le llamó la atención – En mi condición de sacerdotisa no es necesario que vea a los demonios para saber que están ahí – Añadió de modo explicatorio.

- Allen: Demonios?? ¿Entonces esos monstruos que nos atacaron eran demonios? – Preguntó incrédulo de que esto fuera realidad.

- Inuyasha: ¡Claro que lo eran! ¿O que crees? ¿Qué eran animales del bosque? – Le contestó con ironía.

- Dryden: Pues la verdad, esas serpientes o demonios como les llaman ustedes, se parecen a los dragones de nuestro mundo – Explicó sonriente, pero pensativo, a la vez que los ojos de los presentes, a excepción de los gaeanos, se centraron en él. En eso Kagome volvió al tema salvando la incomoda situación.

- Kagome: Ejem! Pero Naraku no es un demonio cualquiera, él es un híbrido… mitad humano mitad demonio – Los gaeanos y Hitomi la observaron a ella como si estuviera fantaseando despierta, así para darse a entender mejor, Kagome creyó necesario un ejemplo – Como Inuyasha, ven sus orejas – Señaló acercándose al susodicho que se encontraba parado a unos pasos de ella con los brazos cruzados. Se paró junto a él y se estiró para alcanzar su cabeza, tomándolo por las orejas – Lo ven, el es mitad Taiyoukai y mitad humano.

- Merle: Yo pensé que era un hombre-bestia como en mi mundo – Soltó extrañada.

- Hitomi: A decir verdad yo ni siquiera lo había notado – Agregó sorprendida.

- Inuyasha: Suelta mis orejas!! – Gritó iracundo e incomodo al ser utilizado como ejemplo, mientras concentraba las miradas en él. Se quedó en silencio al notar que todos lo miraban como a un fenómeno, sin excepción alguna, ya que su brusca reacción los tomó por sorpresa. El medio demonio malinterpretó la situación y soltó furioso - ¡¡¿Qué?!! ¡¿Por qué miran como si fuera a matarlos?! ¡¡¡¡Soy medio demonio, pero no soy un asesino despiadado!!!! – Luego de estas palabras abandonó el lugar tan velozmente como pudo, sin contener en lo más mínimo su ira.

- Miroku: No se preocupen, es un tema algo delicado y suele ponerlo incomodo, además él siempre ha sido muy irritable – Dijo tratando de calmar la situación, una vez que Inuyasha se había ido.

- Millerna: No, al contrario. Deberíamos disculparnos, pero nos sorprendió su rudeza – Trató de arreglar.

- Merle: Ese perro tonto! Pero lo comprendo, en nuestro mundo los hombres-bestias son muchas veces maltratados y tratados como esclavos – Dijo recordando la situación de sus congéneres.

- Kagome: Creo que será mejor que vaya por Inuyasha, si me disculpan… - Dijo mientras emprendía el camino por la dirección que Inuyasha había tomado.

- Dryden: Mientras, tal vez ustedes nos podrían contar de su relación con ese tal Naraku – Cambió de tema muy interesado en la respuesta.

- Kaede: Se las contaremos de camino a la aldea – Dijo la anciana. Para ese momento, todos los aldeanos que se encontraban con ellos en el momento de la pelea, se había retirado a lo que ahora eran las ruinas de sus casas, tendrían que empezar a reconstruir ya y la anciana Kaede debía de hacer lo mismo.



Así empezaron la marcha asía lo que quedaba de la aldea que los había albergado y mientras tanto la anciana Kaede comenzaba su relato. Miroku y Sango no los acompañaban, pues decidieron buscar a Kagome y a Inuyasha antes de volver a la aldea.



- Kaede: Bueno, el problema comenzó hace más o menos 50 años. Mi hermana, Kikyou, fue una sacerdotisa muy poderosa a quien le fue encargado el cuidado de la perla de Shikon, una valiosísima joya, se dice que quien la posea tendrá un poder incalculable o podrá hacer lo que desee y eso es lo que le interesaba a Inuyasha. Él siempre fue discriminado y atacado por humanos y demonios, puesto que no era ni lo uno ni lo otro, por eso creció deseando ser un demonio completo y así dejar de ser perseguido y despreciado, les daría una lección a todos. Sus intereses los llevó a conocerse, Inuyasha queriendo robarla y Kikyou siendo su guardiana, por supuesto nunca se la entregó, finalmente, con el tiempo, se enamoraron el uno del otro e Inuyasha decidió ser humano y quedarse al lado de mi hermana, pero el destino les jugó una mala pasada y ahí es donde interviene Naraku. Él era un ladrón que fue tracionado por sus secuaces en venganza de su líder, a quien ya había traicionado antes, fue encerrado en un edificio en llamas, no pudo escapar, pero contrario a todo sobrevivió y fue cuidado por mi hermana, aunque sus heridas eran muy graves y prácticamente no se le reconocía. En su lecho de muerte, Onigumo entregó su alma a un sin fin de demonios quienes se fusionaron con los restos de su cuerpo y formaron al híbrido que hoy es Naraku. Él ansiaba poseer la perla y además el odio a Inuyasha por ser el amado de Kikyou, ya que él también se había enamorado de ella, lo incitaron a idear un macabro plan. Tomó la forma de Inuyasha y atacó a mi hermana, hiriéndola de muerte y haciéndole creer que Inuyasha la había traicionado. Para ese momento Inuyasha trataba de robar la perla en la aldea y huyó con éxito, pero en el camino se encontró con Kikyou, quien lo apuntó con una flecha de su arco y al dispararla y clavarlo con ella en un árbol, lo dejó sellado para siempre, luego tomó la perla y con sus ultimas fuerzas se dirigió a la aldea. Al llegar se desplomó y yo la sostuve en mis brazos, mientras en su último aliento de vida me ordenaba quemar la perla junto con su cadáver y luego de morir eso fue lo que se hizo. El árbol en que fue sellado Inuyasha, era un árbol del tiempo conocido como Goshinboku y ahí permaneció por 50 años y durante ese tiempo tampoco se supo nada de la perla, hasta que un día hace ya un tiempo, Kagome llegó a nuestra época a través del pozo come-huesos, este conecta a la época 500 años en el futuro de donde viene Kagome con el Sengoku, que es donde estamos. Kagome llegó aquí por culpa de la mujer ciempiés, quien la hizo caer en el pozo y la trajo hasta acá, ella logró escapar y así conoció a Inuyasha, que estaba muy cerca de ahí, en el Goshinboku… - En ese momento fue interrumpida por Merle.

- Merle: Pero si estaba muerto ¿Cómo es que está aquí ahora? – Consultó confundida captando la atención de los presentes al estar en lo correcto.

- Shippo: Estaba sellado, no muerto – Corrigió a la vez que le sacaba la lengua y le hacía una mueca con el rostro, provocando que la aludida erizara su cola y lo mirara enojada, pero la anciana Kaede interrumpió justo a tiempo para salvar a Shippo del inminente ataque.

- Kaede: Aun no llego a esa parte, ten paciencia jovencita – Dijo para luego proseguir con su historia, la cual mantenía a todos concentrados en su relato a excepción de Shippo, quien ya lo conocía – Bueno, Kagome llegó hasta nuestra aldea vistiendo sus ropas extrañas y preguntándose donde estaba y cómo podía regresar, naturalmente nadie sabía cómo y se vio obligada a quedarse con nosotros. Al estar un tiempo con ella me di cuenta que tenía poderes de sacerdotisa y por su gran parecido, en un principio, al verla la confundí con mi hermana, pero ella me explicó su situación y supe desde entonces que era su reencarnación, más tarde ella fue atacada y perseguida por la misma mujer ciempiés que la trajo aquí y al huir llegó hasta el Goshinboku, donde finalmente quedo atrapada, pero en un desesperado intento por salvarse despertó a Inuyasha y lo liberó de su sello, para ese momento a Kagome le habían robado la perla de Shikon que estaba dentro de ella. Inuyasha acabó con el demonio, pero luego quiso robar la perla y por eso yo le puse el rosario que vieron en su cuello y Kagome pronunció el hechizo que lo hace caer al suelo cada vez que lo dice, pero sólo tiene efecto si ella lo dice. Luego de esto pasó poco tiempo para que atacara el siguiente demonio, ahora que había aparecido la perla todos deseaban tenerla, ese demonio logró robarla y en un intento por recuperarla es que Kagome la rompió en mil pedazos y ahora tiene la misión de, junto con Inuyasha quien aun quiere ser un demonio completo, recolectar cada uno de los fragmentos hasta tenerla completa, pues si bien son sólo trozos, son muy poderosos y si llegaran a caer en malas manos sería un desastre. Naraku de quien no se supo nada en 50 años volvió a aparecer para intentar obtener la perla y corromperla con energía maligna y ha conseguido robarnos muchos fragmentos hasta tener casi la perla, por eso deben buscar los que faltan y enfrentarse a Naraku para evitar que algo malo suceda. Naturalmente a lo largo de su búsqueda Kagome e Inuyasha han comenzada una gran amistad y han conocido a los que ahora son sus compañeros en esta aventura, todos, en realidad casi, ligados estrechamente a Naraku por distintas razones.

- Allen: Se refiere al joven Shippo, la señorita Sango y al joven Miroku ¿No es así? – Consultó para confirmar una vez acabado el relato.

- Kaede: Si, a ellos – Respondió.

- Hitomi: Ahora sabemos de Inuyasha y la señorita Kagome, pero y los demás? –Preguntó curiosa mientras llegaban a la aldea.

- Kaede: Eso se los contaré otro día, por ahora debemos descansar y reparar la aldea – Dijo sin intención de reconsiderar.

- Millerna: Ella tiene razón Hitomi y tal vez deberíamos ayudarles – Dijo analizando el desastre a su alrededor y evaluando los daños.

- Van: Será mejor que nos pongamos manos a la obra – Dijo haciéndose a la idea para poder empezar.





A todo esto Kagome había logrado encontrar a Inuyasha y trataba de hacerlo entra en razón.



- Kagome: Inuyasha, no tenías por qué enfadarte de esa manera, nadie te miró así por ser un medio demonio, eso no significa que seas un ser maligno, pero debieras controlar un poco tu carácter que eso si que asusta a cualquiera – Le regañó una vez lo encontró recostado contra el Goshinboku.

- Inuyasha: ¡¡No seas tonta!! Viste acaso sus miradas de miedo, me destetan sólo por ser un híbrido. Hubiera sido mejor si no lo supieran - Contestó aun enojado.

- Kagome: Osuwari!! – Gritó sin poder contenerse para luego continuar con su sermón – Eres tú el que piensa eso y se discrimina a sí mismo, que ni siquiera te fijaste en la señorita Merle!! Ella no es completamente humana, tal como tú y nadie de ellos tiene ningún inconveniente en tratarla como a un igual – Le dijo con absoluta razón, haciendo que Inuyasha razonara y se diera cuenta de su error y se quedara cayado, además aunque quisiera hablar la gran cantidad de tierra en la boca se lo impedía.



Cuando pudo levantarse se sentó en el mismo lugar de su caída reconsiderando lo dicho y admitiendo que tal vez Kagome podría tener la razón. Finalmente luego de unas últimas palabras de aliento para Inuyasha de parte de Kagome (n/a: Las cuales no se me ocurren porque tengo mucho sueño y quiero terminar luego ¬¬) se encaminaron de vuelta a la aldea donde ya deberían estar los demás y hacer como que nada había pasado, ya que el orgullo de Inuyasha jamás le permitiría pedir disculpas. Por el camino de vuelta se encontraron a Sango, quien parecía molesta y más adelante con el monje que yacía inconsciente y con un par de grandes chichones en la cabeza. Dedujeron lo sucedido y continuaron el camino resignados con el monje a cuestas. (n/a: Se que me estoy echando la escena, pero como ya dije tengo mucho sueño, pero prometo recompensarlos en la segunda parte).

Fin de la primera parte del quinto capítulo
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Gracias a mis bellas lectoras.... besos a Alilu y a Sakurita

chauuuuu... nos leemos algun día

P.D.: El proximo capítulo en dos o tres semanas (se me vienen las pruebas).... tal vez más

 

Re: Tenku no InuYasha

Amiga te quedo muy bien el capitulo megusto mucho.
Pues espero que te mejores pronto.
Perdon no habia visto que ya estaba el capitulo.
es que aveses vengo de carreras nomas a reportarme.
bueno cada vez esta mas bueno.
asi que no pueden perdeselo.