Egin Cerré los ojos y me rasqué la nuca. No estaba acostumbrado a que me hablaran en ese tono y con adjetivos tan favorables hacia mí persona. No era que me resultaran desagradables, era bueno encontrar una voz tan amable en este mundo podrido. Pero no dejaba de ser incómodo para mí, que me costaba hablar con la gente y estaba más habituado a los insultos o humillaciones. —No se preocupe por mí, sé cuidarme… Creo —respondí no muy seguro—. Además creo que me hice amigo de un varelkraft. Uno así de chiquitito —hice un gesto con la mano para marcar la estatura de Crimson; me di cuenta que me veía ridículo y me erguí enseguida—Yo… Eh… Debo irme… Giré sobre mis talones y me alejé con rapidez sin mirar atrás. Tan concentrado estuve en irme que tropecé con alguien, con quien me disculpé sonora y apresuradamente. —Eh… —dije— Yo te he visto hablando con Espella… Creo que haces exploraciones o algo por el estilo. Quizás fuera una buena ocasión para ganar Ascuas. Extendí una mano y entregué parte de mi éter acumulado a este tipo. —¿Podrías traer cosas para mí de… Umh…? —ahora que caía, no se me ocurría un lugar que no fuera el Camino de los Fieles, y de seguro las cosas de allí no tendrían tanto valor para los varelkrafts. Pero recordé un sitio que mencionó Kiri cuando viajamos juntos— El Bosque de la Vida, ¡eso es! ¿Podrías explorar el Bosque de la Vida por mí? >> Hablar con Natt >> Pedir exploración en el Bosque de la Vida
Kashya Por si acaso, preferí hacer una nueva parada en el Templo, aun si recién había salido de ahí, para deshacerme del pergamino y así no llevar peso demás en la exploración que fuese a hacer a continuación. Así pues, ahí estaba de nuevo, y en aquella ocasión me dirigí hacía el Varelkraft en cuestión. —Bolm, te traigo un nuevo pergamino. >>Entregar pergamino de piromancias Varelkraft II a Bolm.
Bolm sonrió, alzando la cabeza. Sus manos pasaron rápidamente por la tabla, curioso. —Oh, jo, jo... qué interesante. Más piromancias traes me, ¿eh? ¿Interesada estás en fuego el aprender controlar a tan? Vale, quieras como... de modos todos, otra cosa no tengo hacer que en Templo este. Quien herrero volviera ser a, ¿huh? Piromancias de Bolm actualizadas.
Kiri Ah, al fin algo de descanso en el Templo de los Dioses. No sentaba mal poder estar en un sitio seguro de vez en cuando, aunque no lo necesitase tanto. Pude dedicarme un tiempo a cuidar mis dagas, algo desgastadas, así como a ver si podía reajustar mi equipamiento para utilizar esas garras tan interesantes que había encontrado. Sin embargo, antes de ponerme con ninguna de esas labores, pude reconocer a un tipo conocido. —Vaya, Egin, tiempo sin vernos. Tch. Sigues... vivo —dije, sin más. Sin embargo, esta vez me interesaba verle. >>Oye, ando buscando algo de munición para mi nueva ballesta —presumí, mostrando el arma—. Me vendrían bien algunos dardos, ¿cuántos me darías por este pequeño cúmulo de éter? No te pases, o te quedarás sin negocio —advertí—, no tengo paciencia. Contenido oculto Bruno TDF
Zuko Ah~. Cuánto tiempo sin estirar las piernas en el apacible y aburrido templo de los dioses. Tras dejar el pozo eché un vistazo desinteresado al lugar, manos tras la cabeza. Podía ver caras nuevas, cada vez más criaturas usaban ese lugar como una suerte de refugio. Curioso, que los Elegidos para matar a los dioses terminasen salvando esa clase de gente en su camino. Cada uno sabría cómo desperdiciar su tiempo, pero ese no sería mi caso. Perdí de vista a Riki no mucho después, tampoco me dispuse a buscarlo. Simplemente me acerqué al Oráculo, esbozando una sonrisa felina. —Qué de tiempo, viejo. Aquí tienes el éter, haz lo tuyo. >>Subir tres niveles (Fe +3, Inteligencia +1)
Egin Me encontraba con el Hacha Pesada en mis manos, mirando con detenimiento los cambios que tuvo en manos de Einar. Se veía algo más oscuro y su hoja parecía arder; casi se podía ver un poco de vapor saliendo de ella. Aun así, no quemaba en mis manos, lo cual era de agradecer: no quería más cicatrices ahí. En eso escuché una voz conocida. Era Kiri. Me alegré de verlo, aunque lo primero que dijo no tenía sentido porque nosotros los Elegidos no podíamos morir, no había manera. Pero no le señalé eso por temor a que se pusiera de malas. Por su parte, respondí a lo otro. —Es verdad, Kiri, ha pasado un tiempo —dije. Admiré su ballesta y me limité a asentir con la cabeza—. Creo que a eso le vendrían bien estos dardos que tengo aquí. Se los quité a unos molestos descerebrados varelkraft que no paraban de tirar cosas desde lejos. Eso es lo que te puedo dar por un pequeño cúmulo de éter. >>Intercambio con Kiri: 6 dardos acuchilladores + 6 dardos ígneos x 1 pequeño cúmulo de éter. Contenido oculto Lucas Diamond Suzaku-kun
Kiri —Trato hecho, nos vemos —me despedí, con velocidad. No quería perder mi tiempo en charlas absurdas, ni en agradecimientos sin sentido: yo había pagado mi parte, no debía nada más, todos ganábamos lo que queríamos. Y si no te gustaba el pacto, no lo hacías. Así que no le debía un "gracias", ni nada por el estilo El intercambio había sido claramente positivo. Unos cuantos dardos, si señor; doce en total, de varios tipos. Los examiné, algunos parecían producir mucho calor, probablemente serían buenos contra enemigos débiles al fuego, y los otros eran afilados. Ahora solo debía aprender a manejar un poco mejor la ballesta, y estaba seguro de que el Oráculo podía ayudarme. —No sé cómo va esto, pero me han dicho que puedes ayudarme a mejorar o cosas así —le dije—, así que eso, ya sabes. Lo que sea... Subir cinco niveles: +4 Agudeza, +1 Vigor. Me equipo la ballesta por el arco corto y las garras de alma.
Espella Ahora que tenía las cosas que la chica me había dado, podía seguir con mis asuntos. Quizá visitaría al viejo Varelkraft ese, si es que no se había muerto ya, claro~ Pero antes, con todas las cosas que me había dado el hijo de Selea, podía realizar unas buenas mejoras a mi sable. Tocaba visita con Einar, pues.
Egin Apenas terminamos de cerrar el trato, Kiri se fue a toda velocidad para mi desconcierto, dejándome solo con un pequeño cúmulo de éter en mis manos. Se ve que tenía muchas prisas por algo. Me hubiera gustado preguntarle de qué asunto se trataba y, en todo caso, ofrecerle un poco de ayuda, pero al final no me quedó más alternativa que encogerme de hombros. Miré que todas mis cosas estuvieran en su lugar. La armadura bien ajustada, las armas a mi espalda y todo lo demás. Ahora que llevaba poco éter encima, morir no tendría demasiado costo. Sólo un dolor insuperable y la horrible chance de repetirlo, pero en fin, así de tristes son los destinos de algunos. Me metí en el Pozo del Templo y, a través de él, viajé al Refugio de los varelkrafts.
Zuko No había sido del todo honesto con aquel Litzel, pero tampoco me importaba demasiado. No era la única tabla que tenía, pero aquella otra se veía... distinta. Bastante tentadora. Los milagros no eran lo mío, y había escuchado que alguien en aquel templo sabía recompensar bien si se le otorgaba una de esas tablas oscuras. No lo conocía de nada, pero hey, me gustaba su estilo. Más que el de aquella criatura inofensiva en apariencia, ugh. —¿Qué hay? He escuchado que estás buscando esto —le tendí la tabla y me llevé las manos a los bolsillos de mi túnica, recargando el peso de mi cuerpo sobre la pierna—. ¿De qué clase de recompensa estamos hablando? >>Dar tabla de Milagros oscuros a Jeviet.
Jeviet, tirando de su sombrero y elevando su pañuelo para cubrir su rostro, casi como gesto instintivo al ver cómo se acercaba Zuko, dejó caer una risotada orgullosa cuando tuvo la tabla en sus manos. —Vaya... pero mira qué maravilla, ¿no? Preciosa tabla hereje. Llena de maldiciones y milagros prohidos. Je. Me alegro de que me la hayas traído, has hecho bien. Ponerte del lado de la Iglesia es lo adecuado. Ese viejo lagarto no podrá cumplir sus malévolos planes. Así, lanzó la tabla con fuerza al suelo, rompiéndola en pedazos. Luego agarró un par de pedazos, los más grandes, y los rompió más, arrojándolos de nuevo. La tabla quedó reducida a poco más que trozos de piedra. Jeviet se sacudió las manos tras su "hazaña". —... magnífico. Sabía que serías leal. Tu decisión fue la correcta. Así pues, permíteme que te ofrezca algo. Te ofrezco formar parte oficialmente de los Asesinos de la Iglesia. Únete a mí, jovencito: es la senda correcta. Purifiquemos juntos a los herejes, a los ladinos y a los vástagos de la oscuridad. Seamos la cuchilla, la flecha y la maza que caigan sobre los cráneos patéticos de los seres impuros. Únete a mí, únete a Jeviet y... empieza la caza. >> Cuando me respondas, seguiremos hablando. Tengo más que ofrecerte, por supuesto... pero lo que te ofrezca dependerá de tu respuesta. Contenido oculto Bien, Zuko acaba de desbloquear la posibilidad de formar parte de un juramento: los Asesinos de la Iglesia. En este rol, habrá seis juramentos, cada uno con un líder diferente. Jeviet será el líder de los Asesinos de la Iglesia, pero habrá otros juramentos que podréis desbloquear siguiendo ciertas quest de ciertos NPC o encontrando ciertos secretos. Una vez que se os ofrezca uniros a un juramentos, si aceptáis, quedaréis unidos a este permanentemente. Nada de cambiarse de juramento. Y, como hay seis, pues podréis estar cada uno en un juramento distinto. Nada os impide uniros dos o más al mismo juramento, pero no es lo más rentable: lo ideal que es que os repartáis, y cada uno esté en uno diferente, para poder aprovechar todas las recompensas y objetos exclusivos. Y es que esa es la clave de los juramentos: cada juramento tendrá una mecánica que, usualmente, girará en torno a jugego multijugador. Con esto quiero decir que las acciones que hagáis como miembros de juramentos afectarán usualmente a otros jugadores... de forma positiva o negativa, depende del juramento. Sí, tal vez podáis joderos entre vosotros (?) La cuestión es que cada vez que desarrolléis las tareas del juramento, las propias a lo que os corresponda, recibiréis objetos que luego podréis canjear con vuestro líder por premios exclusivos que nadie más podrá conseguir. Claro, salvo que se lo déis a los demás (? ¿Cómo funciona cada juramento? Bueno, eso es lo interesante y lo que hace que os prohíba saliros de uno una vez entréis: será totalmente secreto salvo para quien forme parte de él, a quien se lo contaré por MP. Es más, las interacciones que hagáis para con los juramentos no las haréis directamente vosotros, sino que, por el MP, me diréis qué, cuándo y cómo queréis hacer, y yo seré el que lo haga en el rol, sin que nadie sepa qué ha pasado. Quizá ni siquiera distingan los otros jugadores qué cosas son obra vuestra :0 En fin, lo dicho. Como es todo secreto, se entenderá mejor una vez que forméis parte de algún juramento, vaya. Y ahor, Zuko tiene la primera oportunidad de unirse a uno: los Asesinos de la Iglesia. ¿Será parte de este juramento o no? Ah, debo destacar otra cosa, por cierto: algunos juramentos interactúan con otros. Por lo que no se le sacará todo el jugo hasta que no haya un par de juramentos activos más. Por eso es importante que os apuntéis a juramentos distintos (? Os etiqueto, pues es info valiosa para todos: Lucas Diamond Hygge Amane Lelouch Bruno TDF Reual Nathan Onyrian
Zuko El extraño tipo pareció querer ocultarse inmediatamente ante mi presencia. Era sospechoso cuanto menos y quizás por esa razón me apetecía aún más ver qué clase de reacción tendría, cómo haría aquel intercambio equivalente para ambos. Solté un silbido de admiración al ver que hacía añicos la tabla, encogiéndome de hombros. —Bueno, se ve que tienes gustos cuestionables, pero quién soy yo para señalarlos. Fascinante giro de muñeca, por cierto. Y ahora, por dónde íbamos... —Lo que hiciese con la tabla me daba bastante igual, estaba allí por la supuesta recompensa, y el hecho de que fuera inmortal y hubiese un pozo justo detrás le venía bastante mal a nuestro querido amigo de las sombras. En cualquier caso la desidia en mi rostro se desvaneció al escuchar su repentina propuesta, y le miré con algo más de interés—. ¿Y qué ganaría uniéndome a tu supuesta secta? Quiero decir, comparto completamente tu punto de vista. Esos herejes, ugh, usando hechizos oscuros y para nada suculentos. Una desgracia, sin duda. Me lo pensé por un momento. Si eran asesinos como decía, debían tener buenas técnicas en su haber. Podría aprender de ellos, aunque su supuesta lucha no me importase en lo más mínimo, ayudando a cambio a hacer algún encarguillo o dos. No me suponía ningún problema, tampoco se salía de mi esquema habitual. Extendí mi mano hacia él con tranquilidad. >>Como sea, cuenta conmigo. Veamos cómo os las gastáis los asesinos hoy en día.
Jeviet, cruzado de brazos, asintió, conforme y orgulloso. —Je. Me complace, entonces, nombrarte oficialmente como Asesino de la Iglesia. Aquí y ahora, acabas de aceptar que darás todo para purgar el mal y a los herejes y mantener la indemindad y sacralidad de la Iglesia a toda costa, tal es la voluntad divina. Y ahora que eres uno de los nuestros, permíteme que te cuente tu labor... Y comenzó a hablarle al oído a Zuko, en voz baja, para que solo él pudiese escucharlo. Le contó sobre su función, sobre qué debía hacer como Asesino de la Iglesia. Recibirás información por MP. —... bien. Entonces, ten. Este anillo es tu recompensa, además de que ya sabes para qué más puedes usarlo, ¿no? >> Ve ahí, Asesino de la Iglesia. Y honra tu título. Confío en que lo harás. Obtienes Anillo de Asesino Ahora, eres parte del juramento Asesinos de la Iglesia.
Espella Tras abandonar el castillo, tenía más que claro que debía mejorar mis precauciones sobre algunas trampas en las que podía caer. No llevaba conmigo nada para evitar ningún tipo de veneno, quemadura, u otro tipo de inconveniente, y aunque esta era la primera vez que realmente me veía en problemas por ello, no quería que volviese a pasar. Por eso me dirigí con Helga a comprarle varias provisiones, y después con Einar, de quien me interesaba seguir mejorando mi sable, que me estaba resultando bastante útil. Tras eso, probablemente, me dirigiría al refugio a ver cómo iban las cosas, y si Viola había llegado o no hasta allí.
Kashya Me sacudí por completo en cuanto salí del pozo después de haber acabado muriendo. Robbert era fuerte, pero yo había estado cerca también, así que no era una pelea imposible. De cualquier modo, seguramente mejor informaba a Espella al respecto y que ella lo intentase, porque seguramente lo tendría más fácil con sus armas. Después de descansar un rato, me acerqué al Litzel que había en la zona y le extendí la tabla de milagros que, por algún motivo, había olvidado que tenía antes. —Toma. >>Dar tabla de milagros Litzel I a Grimsli.
Grimsli se frotó las manos al ver acercarse a Kashya con la tabla. Casi se relamía, entusiasmado. —¡Ah, mi buena señora, cómo olvidarla! Me alegra ver que llega sana y salva, ¡y trae algo para mí! Esta tabla se ve muy... La analizó de cerca, y, lenta pero disimuladamente, su expresión cambió a una que reflejaba algo de desdén, casi tristeza. Y, desde luego, decepción. —Ah, vaya. B-Bueno, ¡es un regalo magnífico! Con esto podré enseñarles más milagros, si es lo que buscan. A cambio de algo de éter, claro, ¡no por ánimo de lucro, mi señora, sino por mantener mis fuerzas altas, que dar estas lecciones magistrales me agotan mental y espiritualmente! Milagros actualizados.
Kashya —Eso va a ser muy útil, señor Einar, gracias. Cogí las dagas después de que las modificase y probé yo misma aquel nuevo sistema antes de asentir con la cabeza, satisfecha. Podría sacarle mucho mejor provecho ahora, de eso estaba segura. Me despedí del hombre y, antes de introducirme por el pozo, me acerqué a Seyja para contarle sobre los enemigos nuevos como siempre. Qué impropio de mí, eso también se me había olvidado como lo de la tabla... >>Actualizar bestiario (cuz i forgot y hay hasta nueva zona lmao (?)
Egin Salí del Pozo del Templo, proveniente desde el último asentamiento de los varelkraft. Se sentía bien poder recorrer lugares con "luz", al menos a mí me llenaba de una sensación de tranquilidad si quitábamos de en medio a los descerebrados y las ilusiones. Lo primero que hice fuere dirigirme a la planta superior para encontrarme con el Oráculo, a quien le dije lo siguiente: —Le pido, por favor, señor, que suba mis fuerzas. He vuelto con bastante éter en mis manos. Y además, tengo esta otra cosa. >>Usar cúmulo de éter x2 >>Usar pequeño cúmulo de éter x4 >>Subir tres niveles (+1 Aguante ; +1 Agilidad ; +1 Fuerza) >>Entregar fragmento etéreo.
El Oráculo recibió a Egin, sonriente. Tras canalizar su éter, recibió el fragmento etéreo y lo observó con sus dos luceros que tenía por ojos. —Ah... otro fragmento etéreo. Se dice que estos fragmentos son muy cercanos a lo divino. ¿Debo asumir que lo encontraste en los terrenos de una de las divinidades? De ser así, oh, Elegido, te agradezco tu empeño. Hemos recuperado el día y la noche, y eso ya es un gran paso: aún queda mucho trabajo por delante, me temo. >> No te preocupes. Trataré de darle buen uso a este fragmento, para que los pozos de éter repartidos por el mundo os aporten más alivio que nunca. Es mi misión guiaros, Elegidos. Para eso fui designado, con el objetivo y misión de serviros de ayuda. Sigue así, buen Elegido... y que los Dioses sean benevolentes contigo. Se han mejorado los usos de Brebajes de éter de todos los roleros. Ahora tenéis un máximo de 6 brebajes/pócimas; recordad que podéis interactuar con el Oráculo para cambiar cuántos de cada lleváis, sin poder nunca superar el número de pócimas al número de brebajes.
Egin —No sólo lo encontré en el lugar donde antes vivió una diosa, sino que hablé con ella —expliqué, rascándome la nuca; quizá alguien tan arrogante y creído como ese Oráculo no me creyera esa última parte— Muchas gracias por la ayuda, seguiré mi camino. ¡Ah! Pero antes me gustaría tener seis brebajes y ninguna pócima. Gracias de nuevo, gracias. Abandoné la planta superior del Templo para ir a comprarle una piedra reparadora a Helga, hasta que caí en cuenta de que tenía muy poco éter con el que pagar sus productos. Eso me desanimó y por un momento no supe muy bien qué hacer... hasta que a lo lejos vi a aquel semidiós, el tal Natt, a quien le había encomendado una exploración en el Bosque de la Vida. No esperaba verlo de regreso tan pronto. Me acerqué. —Hola —saludé— ¿Has conseguido algo? —pregunté, en un tono de voz inseguro. >>Oráculo: Pasar de 5 brebajes y 1 Pócima -a-> 6 brebajes y 0 Pócimas >>Hablar con Natt
