Teenage days [sxs-nxh-gxm-sxi-sxt-nxt]

¡Hola!

Bueno, nuevamente llegamos al día sábado y aquí les dejo la conti del fic ^^

Gracias por sus comentarios y espero que les guste.

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Capitulo 12: Adiós Sasuke

Sakura estaba llorando encerrada en su cuarto, había corrido hacia allá apenas Yayoi se alejó de ella y de Sasuke. Mientras, afuera del cuarto el azabache le golpeaba la puerta como un loco.

—¡Sakura! ¡Sakura ábreme! – Gritaba mientras le daba uno y otro golpe a la puerta, sólo oyendo como la chica lloraba sin poder contenerse, lo que lo hacía sentir peor ya que hacer sufrir a Sakura era lo último en el mundo que quería.

—¡Lárgate! – Le respondió Sakura alejando su rostro de la almohada para mirar hacia la puerta, la cual no dejaba de ser aporreada por el chico.

—¡Sakura por favor! ¡Sakura tienes que escucharme, abre la maldita puerta! – Gritó Sasuke casi desgarrando su garganta.

—¡Vete Sasuke! – Contestó la peli rosa.

—¡Mierda! – Gritó Sasuke, esta vez pateando la puerta. Justo en ese momento se acercaron Hinata y Temari, quienes se quedaron algo sorprendidas e inquietas al notar lo que estaba pasando ahí.

Temari frunció el ceño y fue la primera en hablar.

—¿Se puede saber que le hiciste para que se encerrara en el cuarto así? – Interrogó demandante, pero Sasuke no se atrevió a responderle.

—Yo… - Trató de decir bajando la mirada. Hinata sólo lo observaba intrigada, pero dejó de hacerlo para acercarse a la puerta y golpear suavemente.

—Sakura, ábreme, soy yo, Hinata – Dijo con su suave tono de voz. Sasuke sólo observó y vio salir a la peli rosa, la cual se abrazó a Hinata al instante.

—Sakura por favor escúchame, yo no sabía, no tenía idea que ella…

La peli rosa se alejó de Hinata y miró a Sasuke con la más fría de las expresiones, lo cual le dolió a él más que nada en toda su vida.

—Te acostaste con ella – Dijo secamente, pero Sasuke no soportó aquello, no podía dejar que ella pensara lo peor de él, no iba a permitirlo.

—¡Eso fue antes de enamorarme de ti! – Gritó casi histérico. Hinata y Temari se quedaron con la boca abierta y Sakura no hizo más que bajar la mirada. Hinata no podía creer lo que oía, era la primera vez que oía a Sasuke decir que amaba a alguien con tanta seguridad.

—Eso da igual, ella va a darte un hijo ¡Yo no quiero estar en medio de los dos! – Gritó también Sakura, dejando escapar varias lágrimas de sus ojos, pues se sentía como una estúpida, tan traicionada por el que pensó que era el único que la entendía de verdad.

—Temari, vámonos – Dijo Hinata, que de pronto se sentía completamente fuera de lugar, como si no debiera estar ahí. Tomó a la rubia de la mano y la comenzó a jalar, pero Sakura la tomó a ella, impidiendo que se fueran.

—¡Maldita sea Sakura! – Gritó Sasuke abrazando a la peli rosa sin importarle nada - ¡No quiero separarme de ti, te amo! – Siguió el azabache, ya con la voz algo quebrada – Por primera vez estoy jodidamente enamorado, no es justo…

Sakura se separó de él, sin llorar ni mostrar ninguna expresión en su rostro, sólo seriedad.

—Adiós Sasuke… - Fue todo lo que dijo, rompiendo tanto su corazón como el de Sasuke con esas simples palabras.

—Sakura, no… - Volvió a rogar Sasuke con una mirada de tristeza, pero ella sólo desvió la mirada.

—Vete Sasuke – Insistió Sakura. El azabache nuevamente iba a replicar, pero fue detenido esta vez por Temari.

—¿Qué no la oíste? Que te vayas, lárgate – Dijo furiosa. Sasuke sólo la miró y se alejó del lugar, no sin antes apretar los puños con fuerza pues no podía estarle pasando esto.

Cuando por fin el azabache se fue Sakura se abrazó a Hinata de nueva cuenta, la cual sólo correspondió al abrazo tratando de calmarla.

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Gaara y Matsuri estaban en la cafetería de la escuela bebiendo una malteada. Como aún era temprano las clases no habían comenzado y podían estar ahí un momento.

La castaña sonreía alegremente, tratando de disimular que aún le dolía que él la hubiese rechazado.

—Te ves feliz – Comento Gaara de pronto, algo sorprendido por el cambio de su amiga - ¿Te sucedió algo bueno el fin de semana?

—No, es sólo que… - Por un momento Matsuri se quedó sin saber que decir, pues no quería arruinarlo todo una vez más y decirle lo mucho que aún lo amaba – He decidido seguir adelante, he aceptado que tú no me amas y que lo mejor que puedo hacer es olvidarte y seguir siendo tu amiga – Dijo tan directamente que por un momento Gaara pensó que estaba hablando con otra persona y no con la tímida y dulce Matsuri.

—¿A sí? Vaya… y si no es mucha indiscreción ¿Cómo piensas hacerlo? – Interrogó algo divertido, notando como la sonrisa en el rostro de la castaña se ensanchaba un poco más.

—Dicen que un clavo saca a otro clavo – Respondió sin dudarlo un segundo, dejando a Gaara aún más desconcertado ¿Acaso estaba diciéndole que saldría con otro? Pero no pudo responderse a esa pregunta al ver como Kiba se les acercaba sonriente.

—Hola Matsu ¿Qué hay? – Saludó sólo a la castaña, e ignorando por completo a Gaara.

Matsuri sonrió – Hola Kiba-kun, buenos días – Dijo amablemente.

Gaara arqueó una ceja algo enfadado al ver lo "bien" que se llevaban esos dos y como sus constantes miradas hacia el otro sólo lo ignoraban a él.

—Eh, Matsuri y yo estábamos hablando – Se quejó cruzándose de brazos y mirando mal a Kiba por haberse aparecido en medio de la conversación.

—Que bien ¿Puedo sentarme? – Le preguntó a Matsuri. Gaara volvió a enfadarse ¿Pero quien se estaba creyendo?

—De hecho… - Estuvo a punto de decir el pelirrojo, pero fue interrumpido por la chica.

—Claro que puedes.

—Sí – Dijo Gaara, que al cabo de unos segundos miró a Matsuri sorprendido - ¿Qué?

—En todo caso estábamos hablando de cosas sin importancia – Comentó Matsuri bebiendo más de su malteada.

—Ya veo – Dijo Kiba sonriente mientras miraba a la castaña algo embobado.

Gaara mientras tanto sentía como un tic aparecía en su ojo derecho, al mismo tiempo que sentía que estaba sobrando en aquel lugar.

—¿Así que ahora ya no le importo a Matsuri? – Se preguntó extrañamente enfadado. Se sentía mal al pensar así, al pensar en que ella pudiera olvidarlo así de fácil, en que ella ya no lo quisiera más ¿Por qué justo ahora le tenía que suceder esto? ¿Por qué justo después de haberla rechazado comenzaba a sentir algo por ella?

Y no podía negarlo, ahora se sentía celoso.

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—Déjame en paz Sai – Decía Ino entrando al colegio mientras era seguida por el pelinegro, que sólo trataba de obtener una respuesta.

—Pero Ino-chan ¿Por qué estás enfadada? – Insistió una vez más. Ino detuvo sus pasos y se dio la vuelta, comenzando a golpearle el pecho con su dedo índice.

—¿Y todavía lo preguntas? – Reclamó muy enojada, mas Sai sólo arqueó una ceja pues aún no acababa de comprender que había hecho para molestarla tanto. Ino se alejó y le dio la espalda – Eres un idiota Sai.

—¿Pero que te hice? – Preguntó una vez más muy confundido. En eso se le acercó una chica de cabello castaño, que le llegaba hasta los hombros y tenía los ojos de color verde oscuro. Se veía muy tímida pues estaba sonrojada. Sai se dio cuenta de que traía una carta en sus manos.

—Sai-san… por favor… acepte esto – Le dijo avergonzada y ofreciéndole la carta al chico, el cual sólo sonrió y la tomó, mientras que Ino observaba de soslayo la escena.

—Muchas gracias ¿Cómo te llamas? – Habló Sai, olvidándose por completo de que hace tan sólo unos segundos quería una explicación de Ino sobre el motivo de su enfado.

—Etto… soy Suki – Respondió la castaña sonrojándose más al ver como él le sonreía – Es un gusto, bueno… ya me voy – Después de eso se fue corriendo, mientras que Ino se mostraba cada vez más sorprendida ante lo que acababa de pasar ¿Qué demonios le sucedía a esa chica?

—Que chica tan linda – Dijo Sai de pronto. Ino lo miró enfadada.

—¡Idiota! – Le gritó para luego empujarlo e irse corriendo, haciendo que a Sai se le cayera la carta de Suki.

—¿Eh? ¿Y ahora que hice? – Se preguntó Sai confundido, pero mejor no quiso seguir a Ino y recogió la carta de la chica extraña, sonriendo levemente - ¿Suki, eh?

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—Ten – Dijo Temari entregándole un vaso de agua a Hinata, la cual tenía a Sakura llorando sobre sus piernas y acostada en la cama. Hinata sonrió y miró a la ojijade.

—Ten Sakura, bebe para calmarte un poco – Dijo amablemente. Sakura se sentó en la cama y tomó el vaso para comenzar a beber - ¿Cómo te sientes?

—Pésimo – Respondió Sakura bajando la mirada. Temari recibió el vaso de sus manos y lo dejó sobre una mesita, sentándose en una silla frente a las chicas.

—Es que no puedo creer que tuvieras una relación secreta con Sasuke – Comentó la rubia aún sorprendida – Ya entiendo por que tanto misterio y las llegadas tarde casi siempre.

Sakura sólo pensó en ese momento en Hinata, en que tal vez la había lastimado con todo esto y ella simplemente estaba ahí, consolándola.

—Hinata, lo siento yo…

—No, no – La interrumpió la ojiperla sonriendo – No te preocupes por mi por favor, ya veo quien ha hecho cambiar tanto a Sasuke y… me alegro… jamás me dijo todas esas cosas – Dijo bajando la mirada, pues de cierto modo aunque no estuviera enamorada de Sasuke, era una situación muy incómoda para ella.

—Hinata… ¿De verdad no te molesta? Ustedes terminaron por mi culpa – Dijo Sakura, sin notar como los ojos de Temari se abrían por la sorpresa del "nuevo chisme".

—¿Qué? – Preguntó asombrada. Hinata negó con la cabeza y volvió a sonreír, bajando la mirada al cabo de unos segundos.

—Hoy fue… la primera vez que vi a Sasuke hablar de esa forma, además sabes que no fue tu culpa, él y yo no íbamos a durar mucho más, yo estaba enamorada de Naruto-kun.

—Como que hay cosas que no me han contado – Se quejó Temari entornando los ojos, provocando que a las dos chicas les escurriera una gotita por la frente – Además ¿Cómo es eso de que andabas con Sasuke si tú lo odias? Y sobre todo porque es un imbécil, sin ofender.

—Sasuke no es así… - Dijo la peli rosa con tristeza otra vez, porque ahora sin él se sentía sola, vacía, como si lo que la sostenía ya no estuviera más y estuviera cayendo muy lentamente en un vacío sin fondo – Él me enseñó al verdadero Sasuke, alguien sensible, cariñoso… se preocupaba por mí, por eso me enamoré de él… pero… pero… ya todo se acabó… - Comenzó a llorar otra vez – Ya no volveremos a estar juntos.

Hinata la abrazó sin decirle nada y Temari sólo se quedó observando.

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—¡Mierda, mierda! – Gritaba Sasuke con desespero mientras golpeaba su cama. No podía creer lo que había pasado, tan sólo esta mañana todo era fantástico con Sakura y ahora ella no quería ni verlo, no quería saber nada de él.

Naruto entró a la habitación y lo vio golpeando su cama, lo que le inquietó un poco pues parecía fuera de si.

—Rayos, te vas a quedar sin un lugar donde dormir esta noche – Dijo el rubio arqueando una ceja, pero se quedó de piedra al ver como el azabache se volteaba con los ojos cristalizados.

—¡No me jodas Naruto! – Gritó sintiendo sólo deseos de llorar. Naruto estaba asombrado, jamás pensó que algún día vería al insensible y molesto de Sasuke Uchiha llorando como si fuese un niño.

—¿Qué demonios te pasó? – Preguntó aún absorto.

—Soy una mierda, mi vida es una basura – Respondió Sasuke dándole una patada a un mueble, para después caer sentado sobre su cama – Acabo de perder al amor de mi vida.

—¿Sakura-chan?

—¿Cómo es que…? – Preguntó Sasuke viendo sorprendido a Naruto, el rubio sólo suspiró y se sentó sobre su propia cama.

—No soy tan idiota como parezco – Fue su respuesta.

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Las clases ya habían comenzado, pero ni Sakura, Hinata, Naruto y Sasuke se presentaron a ellas. Temari llegó con algo de retraso y se fue hacia su puesto. Shikamaru –que se sentaba detrás de ella- se inclinó un poco hacia la rubia.

—¿Qué sucedió con los demás? – Susurró con curiosidad, pero Temari sólo bajó la mirada y se hizo la desentendida.

—¿Cómo esperas que lo sepa?

Mientras Asuma –el profesor de historia- escribía en la pizarra, Gaara observaba molesto como Matsuri y Kiba se pasaban papelitos de allá para acá y se sonreían como toda una parejita de enamorados. El pelirrojo se estaba impacientando cada vez más al verlos, y sin darse cuenta arrugaba una hoja de su cuaderno como si este fuese un repollo, luego siguió con la otra hoja sin siquiera ver lo que hacía, pues no quitaba su vista de esos dos.

—¿Gaara que te pasa? – Le preguntó Neji al ver lo que estaba haciendo. Gaara ni lo miró, sólo seguía con su vista fija en ella.

—Nada – Respondió arrugando más la hoja – Nada de nada.

—Claro… - Dijo Neji entornando los ojos, no tenía idea de que le pasaba a Gaara pero prefería no intentar averiguarlo, al menos no por el momento - ¿No has visto a mi prima? No está en el salón – Preguntó extrañado.

—¿Hinata? – Exclamó Gaara con cierta sorpresa, al fin relajándose un poco y dejando en paz al pobre cuaderno que nada de culpa tenía – No, no me había dado cuenta que no estaba – Dijo mirando para todos lados, para luego volver a mirar a la castaña – Lo único que podía hacer era mirarla a ella… ¿Será que yo… de verdad me estoy interesando en Matsuri? ¿Esto que siento cuando la veo con Kiba son celos?

Ino se acercó a Temari disimuladamente.

—Ps, Temari ¿Hinata y Sakura?

—Están en el cuarto, es que hubo un problema con Sakura – Respondió la rubia en susurro. Al oírla, Tenten también se interesó en la conversación.

—¿Qué le pasa a Sakura? – Preguntó preocupada, después de todo ellas eran amigas desde hace mucho tiempo.

—Esperen a que termine la clase y luego les cuento – Dijo Temari, que al sentir como el profesor carraspeaba enseguida volvió a su lugar al igual que sus dos amigas.

—Silencio – Dijo Asuma, que al cabo de unos segundos volvió su vista a la pizarra para seguir escribiendo la materia que estaban pasando ahora.

—"¿Si te fijaste? El truco parece funcionar, Gaara no deja de mirarnos" – Leyó Matsuri en el papel que acababa de mandarle Kiba. Volteó a ver a Gaara y se dio cuenta de que era verdad, el pelirrojo la estaba mirando fijamente, pero cuando ella se volteó a verlo él miró para otro lado y estaba un poco sonrojado. Luego ella tomó el papel y comenzó a escribir algo, para regresarlo a Kiba.

—"No lo sé, pero acabo de notar que me estaba mirando, tal vez tengas razón" – Leyó esta vez Kiba, para luego sonreírle a la castaña.

—¡Kiba, Matsuri! ¡Dejen de enviarse recaditos de amor! – Les regañó Asuma muy molesto, haciendo que ellos dos se sonrojaran y que Gaara se enfadara cada vez más.

—Sí sensei, perdón – Dijo Matsuri avergonzada y encogiéndose de hombros, sin negar nada de lo que había dicho su profesor.

Por otro lado, Gaara fue el único que notó ese detalle.

—Con que sí eran recaditos de amor… mierda… - Pensó apretando sus puños y mirando a Kiba con mucha rabia.

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—Es bastante complicado – Dijo Naruto mientras se frotaba las sienes con cierto nerviosismo, ya que lo que le acababa de contar Sasuke no era muy fácil de resolver.

—Soy un maldito idiota – Se insultó el azabache a sí mismo, pues justo cuando había cambiado, cuando planeaba hacer las cosas bien por primera vez todo le salía al revés – Lo peor es que… no sé si ella esté mintiendo.

—Bueno, al menos le deberías pedir una prueba ¿No?

—Tienes razón – Respondió Sasuke con cierto fastidio, pues no quería ni pensar en que de verdad ella estaba embarazada. Miró a Naruto y por un momento se sintió un poco culpable por todas las veces que se habían terminado peleando, siempre por su culpa – Naruto yo… gracias…

—¿Por qué me das las gracias? – Preguntó el rubio sorprendido, porque obviamente no se esperaba algo así de parte de Sasuke.

—Sé que no nos llevamos muy bien, pero estás apoyándome a pesar de eso… - El azabache bajó la mirada. Naruto le puso una mano sobre el hombro y sonrió de esa forma tan contagiosa.

—Vamos, no quiero que llores como una nena – Bromeó, provocando que Sasuke también riera por un momento, a pesar de sentirse muy mal Naruto tenía razón, no era nada bueno que él estuviera llorando como una niña, pero era algo que no había podido evitar.

—Sólo quiero… recuperar a Sakura – Susurró algo deprimido. Naruto se puso de pie y le miró decidido, al parecer tenía un plan.

—Cuenta conmigo – Fue todo lo que dijo, para luego acercarse a la ventana. No era que de pronto hubiese querido hacerse amigo de Sasuke, pero la verdad era que estaba muy preocupado por Sakura, conocía a la perfección lo que le había pasado y si ella estaba con Sasuke sólo podía significar que estaba superándolo, por eso quería ayudarla.

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Para cuando salieron al patio ya toda la escuela estaba enterada del chisme y lo comentaban como si fuese la noticia más impresionante del planeta. Incluso había llegado a los oídos de Itachi que Chiba Yayoi estaba esperando un bebé de Uchiha Sasuke.

Itachi estaba que no se lo podía creer.

—Es que no me lo creo – Comentó Deidara con una media sonrisa dibujada en sus labios. Sasori le dio un codazo leve a Itachi,

—Gran puntería la de tu hermanito, mira que mandarse una de estas cuando ya casi vamos a navidad, buen regalo que se van a llevar tus papás – Bromeó el pelirrojo, pero Itachi sólo seguía sin hacer nada.

—Si Gaara o yo hiciéramos eso seguro mi mamá nos mataría, sobre todo a él que cree que es un bebé – Comentó Kankuro también, aunque él no quiso hacerle una broma a Itachi porque se dio cuenta de lo sorprendido que estaba.

—Eso no puede ser, no creo que Sasuke haya… - Itachi ni siquiera fue capaz de terminar la frase ¿Qué demonios era lo que había hecho su estúpido hermano menor?

—¿Tanto te afecta lo que ha hecho tu hermanito Itachi? – Preguntó Deidara, pero Itachi nuevamente lo ignoró, poniéndose de pie.

—No es eso… es que… - No terminó de contestar, pues se fue corriendo de ahí, tenía que aclarar todo esto rápidamente – Sasuke y Sakura… ¿No se suponía que estaban juntos?

—¡Itachi! – Lo llamó Sasori, queriendo ir detrás de él para saber que rayos le había pasado, pero Kankuro le puso una mano delante, impidiéndoselo.

—Déjalo, creo que algo le molestaba – Dijo el castaño. Sus amigos sólo lo miraron, de verdad algo estaba mal.

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Tenten entró corriendo al cuarto de su amiga Sakura y apenas la vio la peli rosa corrió a sus brazos.

—Sakura… - Susurró Tenten mientras la recibía como a una niña pequeña que acababa de caerse y rasparse la rodilla. Ino, Temari y Matsuri también habían venido y estaba paradas en la entrada del cuarto, viendo como la peli rosa lloraba desconsolada.

Ella no podía parar de llorar, pero aunque le había dolido muchísimo tener que terminar con Sasuke, esto era lo mejor, ya que de seguir con él sufriría más, él no era más que un mentiroso.

—¿Por qué no me contaste nada? – Reclamó Tenten algo enfadada, pues esperaba que siendo su mejor amiga la chica le hubiese dicho que estaba saliendo con Sasuke Uchiha, pero ella sólo se había quedado callada.

—Perdón, sé que fui una tonta, pero estaba enamorada – Respondió Sakura secándose las lágrimas. Sus palabras afectaron de cierta manera a Matsuri, que recordó lo que ella estaba haciendo para obtener el amor de alguien que sólo la veía como una amiga.

—Todas cometemos estupideces al estar enamoradas – Dijo de pronto, haciendo que a todas sus amigas les sucediera lo mismo.

De un momento a otro todas sintieron que esas palabras estaban en lo correcto, bajaron las miradas y ninguna se atrevió a contradecirla, ni siquiera Hinata que hasta ahora sólo había estado ahí sentada sobre su cama.

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Gaara y Neji entraron a su cuarto algo intranquilos por todo el alboroto que había afuera, ya que en todos los rincones de la escuela se hablaba sobre el supuesto embarazado de Yayoi y lo peor era que el posible padre era su mejor amigo.

A Neji le sorprendió un poco ver a Sasuke y a Naruto hablando sin tratar de matarse como sucedía cada vez que entraban al cuarto, pero Gaara ignoró ese hecho y se acercó a Sasuke.

—¿Es verdad lo que están diciendo allá afuera Sasuke? – Interrogó con el ceño fruncido, pues no podía creer que Sasuke fuese capaz de esto, ya había sido suficiente con lo de Hinata para que ahora también viniera a hacerle una canallada peor a Sakura, y no era que estuviera de parte de la chica o algo por el estilo, pero sí que estaba decepcionado de su amigo.

—¿No me digas que ya toda la escuela lo sabe? – Fue la respuesta de Sasuke. Gaara frunció el ceño aún más y le haló de la camisa.

—¿Cómo pudiste Sasuke? Cuando te vi con Sakura creí que habías cambiado, pero veo que sigues siendo el mismo de siempre y ni siquiera te avergüenza – Reclamó molesto. Sasuke no le dijo nada, sólo bajó la mirada sin atreverse a replicar, aunque se sentía lo peor y más si su mejor amigo le decía todas esas cosas.

—Suéltalo Gaara – Dijo Neji, quien también estaba conmocionado por todo esto, pero no pensaba reaccionar como el pelirrojo – Deja que Sasuke nos explique que sucedió en verdad.

—¿Para que? Si sabemos lo que nos va a decir… - Gaara soltó a Sasuke y salió del cuarto hecho una furia. Naruto no dijo nada, sólo se levantó y también salió, al parecer detrás de Gaara.

Sasuke se sentó y resopló con irritación, en estos momentos prefería que lo atropellase un tren a tener que enfrentar todo lo que vendría; cuando se enterara su padre, su madre se iba a morir. Esto era lo peor que podría pasarle.

—Mierda… - Masculló. Neji suspiró y trató de hablar sin sonar molesto.

—¿Me puedes explicar que pasó? ¿Y que es eso de Sakura? – Inquirió arqueando una ceja, pues en algo se había perdido cuando le oyó a Gaara decir eso.

Sasuke sólo le miró y nuevamente suspiró.

—Es una larga historia.

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Yayoi se encontraba en su cuarto sentada sobre su cama, tratando de asimilar el hecho de que de un momento a otro toda la escuela se había enterado de su estado y eso no había sido su culpa, fue sólo que unos chicos lo escucharon y se encargaron de difundirlo por toda la escuela sin que ella se diera cuenta y ahora estaban todos señalándola con el dedo, además seguramente Sasuke pensaba que era la culpable de esto.

Miró a su amiga, la cual sólo la observaba con reproche a través de sus ojos de color miel. Ella se levantó, dejando que su largo cabello castaño se moviera junto con ella.

—Ya sé que no está bien que se lo haya dicho a Sasuke, pero no tenía otra opción Yuuki – Dijo Yayoi bajando la mirada, pues se sentía culpable por lo que había provocado, no había sido su intención.

—¿Qué no tenías otra opción? Tienes muchas opciones, no puedes hacer esto – Le reclamó su amiga enojada – Yayoi, sabes bien que Sasuke no es…

—¡Ya lo sé! – Gritó la chica interrumpiéndola y parándose de golpe mientras comenzaba a llorar - ¿Pero que quieres que haga? Ellos nos matarán a mí y a él si saben la verdad, no quiero que eso pase… no quiero que le hagan daño…

—Yayoi… - Susurró Yuuki abrazando a su amiga con compresión – Te entiendo, pero entiende también que lo que estás haciendo no está bien, tienes que decir la verdad antes de que sea tarde, yo… no diré nada, pero…

—No lo voy a hacer, todo se quedará como está ahora – Fue la respuesta de Yayoi. Yuuki sólo suspiró.


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¿Que sucederá con Sasuke y Sakura?
¿Será cierto o no que Sasuke es el padre del bebé?
¿Por que se habrá molestado tanto Gaara con Sasuke?
¿Naruto y Sasuke se harán amigos? :confused:

Bueno, espero que les haya gustado esta primera parte.
Ya saben, si es que nada se cruza por el camino, nos leemos la próxima semana ^^

¡Bye!

PD: Si preguntan por una parte del adelanto que aquí no salió, es porque viene en la segunda parte (la escena GaaMatsu del adelanto en el capi anterior)

 

¡Hola!

Gracias por todos sus post ^^ me alegra que les guste, y no me odien por ser mala, la verdad es que me encanta hacer sufrir a los personajes (no hablamos de bashing por supuesto) es sólo dramatismo xD

Marlex, esta conti va para ti porque ya sabes, tú sí que jodes a la gente ^^

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—Gaara… - Llamó Naruto al pelirrojo mientras este sacaba unas cosas de su casillero y le ignoraba. Naruto sin embargo no quiso quedarse así y con su mano cerró el casillero para captar la atención del chico – No me ignores, te estoy hablando.

—¿Qué demonios quieres? Sabes bien que te detesto, así que mejor lárgate – Dijo Gaara de mala manera, pero aún así Naruto no se inmutó.

—Esto no se trata de ti o de mí, se trata del que es tu mejor amigo ¿O me equivoco?

—Eso pensé yo, que éramos amigos ¿Pero como puedo ser amigo de un descarado que sólo engaña a las mujeres? – Reclamó el pelirrojo mirando hacia su costado – Sasuke… ya me tiene harto.

—Entiendo como te sientes, puede que estés decepcionado de él, pero si de verdad eres su amigo deberías apoyarlo y no darle la espalda – Después de sus palabras Naruto se dio la vuelta y se fue, dejando a Gaara muy pensativo sobre lo que acababa de decir. Era cierto, estaba molesto con Sasuke pues ya estaba cansado de ese comportamiento que él tenía hacia los demás seres humanos como si él fuese la cosa más importante del mundo, aunque a veces él mismo se comportaba igual o peor.

—Maldita sea… - Susurró dándole un golpe a su casillero.

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En el cuarto de Sakura, el ambiente no estaba nada animado, todas las chicas pensaban en las palabras que hace unos momentos había dicho Matsuri y estaban algo deprimidas, aunque se suponía que como amigas debían estar consolando a Sakura y no llorando como tontas a su lado.

—Bueno… es verdad eso que dices… - Comentó Ino de pronto, quien era sin duda la más confundida de todas. Siempre había estado enamorada de Gaara desde que era pequeña, incluso se llevaba increíblemente con la madre de él –cosa muy difícil para cualquiera que tratara de quitarle a su bebé- pero ahora, desde que Sai había aparecido, había venido a cambiar toda su vida. Ese estúpido hermanastro no hacía más que exasperarla cada vez que le llamaba "hermanita" o le decía sus tontos comentarios sin sentido, pero debía admitirlo, algo le pasaba con él, algo que la confundía mucho.

Temari suspiró y se sentó sobre su cama, tratando de no pensar en el imbécil y problemático de Shikamaru, que desde que la había besado se portaba como si no hubiese pasado nada y ya estaba harta de eso, necesitaba que él le dijera algo, pero ella tampoco tenía el valor para exigir una explicación.

—Matsuri-chan tiene razón, estar enamoradas a veces nos hace ser muy tontas – Dijo Hinata también algo deprimida. Sus amigas la miraron sin comprender, pues era bien sabido que con Naruto iba todo perfectamente, pero lo que no sabían era que su padre la había estado atormentando para que dejara al rubio, e incluso para retomar su compromiso con Sasuke, cosa que no estaba dispuesta a hacer aunque su vida dependiera de ello, pero se sentía muy mal el que su padre se lo exigiera sin importarle lo que ella pensaba al respecto.

Tenten no dijo nada, sólo se quedó abrazando a Sakura mientras pensaba en su propio amor no correspondido. Sí, ella era el más claro ejemplo de ser una verdadera tonta pues aunque no lo quería aceptar, sentía algo muy fuerte hacia Neji y le dolía mucho el ser una especie de confidente y guardarle el secreto de que estaba saliendo con una chica mayor que él y que era empleada de la escuela. Se preguntaba en que demonios estaría pensando para haber aceptado eso.

—Pero… no se depriman por mi culpa – Les dijo Matsuri bajando la cabeza. Ella también se sentía mal, más por haber hecho que todas sus amigas lo sintieran. En un principio, cuando acababa de descubrir que estaba enamorada de Gaara todo era felicidad, como un lindo cuento de hadas, pero después, cuando supo lo que él sentía todo ese cuento de hadas se había vuelto como uno de terror. Nada le salía bien, se había tenido que enamorar y ahí comenzó a sufrir como una tonta porque nunca iba a poder estar a su lado; era deprimente.

—Será mejor que… que hablemos sobre otra cosa o todas vamos a llorar – Dijo Sakura soltando una leve risita, pues al menos ella quería que todas se sintieran mejor. Lo consiguió, pues las chicas sonrieron vagamente, pero justo en ese momento apareció por la puerta Itachi.

—¡Sakura! – Gritó al entrar. La peli rosa corrió hacia él y le abrazó sin importarle nada, pues siempre –desde que lo conoció- había sentido que sí podía confiar en él y que de alguna forma era un gran apoyo – Tranquila Sakura… - Le susurró el Uchiha mayor.

—Itachi… tu hermano es un idiota… - Susurró la peli rosa mientras agarraba con fuerza su camisa, mojándola con sus lágrimas.

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El atardecer caía lentamente y Hinata caminaba hacia la cafetería. Con todo esto no había podido no ver a Naruto en todo el día y se sentía un poco triste por eso, pero quería beber un poco de café o algo para serenarse. Ni siquiera había tenido el tiempo suficiente para calmarse por lo sucedido con su padre, todo esto la estaba abrumando.

De pronto sintió que alguien la abrazaba suavemente por la espalda, haciendo que todo su peso desapareciera al sentir esa calidez que inundaba todo su ser, casi como si hubiese amanecido nuevamente.

—Hinata-chan… - Le susurró Naruto con una sonrisa. Hinata sonrió y se abrazó a él, escondiendo su cara en el pecho del rubio, el cual la miró algo extrañado - ¿Sucede algo malo?

—No Naruto-kun, a tu lado todo está bien – Respondió la ojiperla mientras un leve sonrojo adornaba sus mejillas. Naruto acarició su cabello y sonrió levemente, tratando de entender por que su Hinata de pronto lucía tan triste.

—Hinata-chan ¿Estás triste por lo de Sasuke y Sakura-chan? – Interrogó algo nervioso, logrando ganarse una mirada de sorpresa por parte de su novia.

—¿Eh? Claro que no, yo pienso que ellos se ven muy bien juntos y sabes perfecto que yo no siento nada por Sasuke – Respondió la Hyûga un tanto desconcertada porque Naruto pensaba que eso la tenía afectada, pero aún así no quería decirle la verdad, así que prefirió callarse. Lo volvió a abrazar y sonrió – No es nada, de verdad yo estoy bien.

—Bueno… como tú digas – Susurró Naruto a su oído, abrazándola por la cintura y rodeándola con fuerza, como queriendo impedir que ella se alejara de su lado.

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Yuuki, la amiga de Yayoi estaba en la cafetería con un refresco en su mano y pensando en lo que le había dicho su amiga. Estaba tan metida en sus pensamientos que no se dio cuenta de que había alguien delante de ella, chocando con él e instantáneamente manchándose toda la blusa con refresco rojizo.

—Ah… - Exclamó la chica sorprendida por lo que acababa de pasarle.

—¡Pero que tonta, mira lo que hiciste! – Le reclamó aquella persona que acababa de tirar lo que traía en sus manos al piso producto del choque. Yuuki levantó su mirada con molestia y fue ahí que sus ojos color verde miel se posaron sobre unos negros como la noche.

Su boca se abrió levemente mientras veía como el chico más popular de la escuela y –además de eso- hermano mayor de Sasuke –objeto de todos los chismes de la escuela desde esta mañana- se limpiaba algunas migas de pan de su blanca camisa mientras la ignoraba totalmente. Ese hecho la enfureció, él sólo tenía unas cuantas migas y ella tendría que lavar su blusa manchada.

—Al menos ten la decencia de pedirme una disculpa – Reclamó molesta. Itachi por fin la miró, arqueando una ceja como si ella fuese la cosa más rara del mundo, aunque ciertamente le pareció adorable su expresión berrinchuda.

—¿Perdón? – Dijo el Uchiha terminando de sacudirse la ropa.

Yuuki sonrió arrogantemente y le miró de forma algo divertida.

—Te perdono – Dijo la chica, al mismo tiempo que una venita se marcaba en la sien del azabache ¿Pero quien se había creído que era esa mocosa?

—Yo no me estaba disculpando contigo, mocosa malcriada – Le dijo Itachi de forma pedante, a pesar de no comportarse así la mayoría del tiempo, de alguna forma esa chica lo exasperaba con su sola presencia.

—Eres un estúpido – Dijo Yuuki dándole un empujón para después irse corriendo, pisando apropósito el sándwich de Itachi que había caído al suelo hace unos momentos, que ahora era incomible.

—Maldición, me lo iba a comer – Se quejó el Uchiha frunciendo el ceño. Miró hacia donde se había ido esa chica y suspiró resignado, pero las cosas no se iban a quedar así.

Claro que no.

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Matsuri, Tenten e Ino se estaban yendo a su cuarto mientras charlaban con cierto desánimo. Las tres iban por el pasillo, hasta que Matsuri se detuvo.

—Voy al baño chicas, luego nos vemos – Avisó antes de irse corriendo por otro pasillo. Las otras dos sólo asintieron y siguieron caminando.

—Oye Tenten… - Habló Ino de pronto, aunque sonaba algo dudosa – Dime la verdad ¿Tú también estás enamorada de alguien?

—¿Eh? – Se preguntó la castaña sin comprender. Miró a Ino, la cual sólo la observaba de forma intrigada y se sonrojó levemente - ¿P-por que me preguntas eso? – Fue todo lo que pudo decir, sin afirmar o negar nada, pues ella misma quería negárselo con todas sus fuerzas.

—Por la cara de tristeza que pusiste cuando Matsuri dijo eso en el cuarto de Sakura – Respondió Ino encogiéndose de hombros, después de todo se había dado cuenta de que Tenten no quería hablar de eso, y ella misma podía entender como se sentía al encontrarse tan confundida.

—¿Estás así por Gaara? – Cuestionó Tenten con expresión de tristeza, pues ver a Ino así de triste era de muy pocas veces, a pesar de ponerse como una energúmena cuando de su padre se trataba, la rubia siempre era muy alegre y estaba risueña todo el tiempo.

Finalmente Ino sólo negó con la cabeza; ni siquiera había pensado en Gaara, era cierto que antes le gustaba, pero ya no estaba tan segura de eso, incluso le parecía mejor que él de una vez se fijara en Matsuri y así la castaña sería feliz.

—No, no tiene nada que ver con él – Respondió soltando un suspiro – Será mejor que vayamos a nuestro cuarto, sino Ebizu-sensei se enojará si nos ve en los pasillos a esta hora.

—Sí – Dijo Tenten comenzando a caminar.

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Matsuri se encontraba en el baño, lavando su cara con el agua helada que le causaba un poco de frío. Se secó el rostro y se miró fijamente al espejo. Era la primera vez que se observaba de esa manera y no le gustaba lo que veía; su cabello desarreglado, su rostro infantil, más bien parecía una niña y no una mujer como le gustaría, además de no tener demasiados pechos como la mayoría de sus amigas.

Se sintió tan triste al pensar en eso, en que tal vez por esa razón Gaara no estaba interesado en ella, tal vez era muy poca cosa para él.

—¿Será por esto que no le gusto? – Se preguntó en tono triste. Dejó de mirarse al espejo y salió hacia el pasillo, pero al ir mirando al suelo y estando tan sumida en sus pensamientos, no notó que alguien más iba pasando por afuera, por lo que ambos se golpearon y cayeron sentados al piso.

Matsuri se sobó el trasero con expresión de dolor y sin abrir los ojos aún.

—Auch… eso dolió… - Se quejó adolorida, mientras la persona que estaba frente a ella la miraba fijamente.

—Matsuri…

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Sasuke se encontraba en la azotea de la escuela. Estaba sentado mirando a la nada, mientras sus manos no dejaban de tocar las cuerdas de aquella guitarra que hace tiempo le había regalado su madre, una vez que a él le había dado con que quería ser un gran músico, pero ahora no estaba entonando nada en particular, sólo tocaba vagamente, pasando sus dedos por cada cuerda sin darle forma a nada.

—Maldita sea… ¿Cómo se supone que te recuperaré Sakura? – Se preguntó bajando la mirada. Se sentía patético y estúpido ¿Cómo había podido enamorarse? Siempre había pensado que esa tontería jamás lo afectaría; todas las chicas morían por él y se arrastraban, incluso había sido el novio de Hinata, pero cuando ella llegó fue como si de un golpe todo ese mundo perfecto se le hubiese caído, como si ella lo hubiese derribado de una sola patada, y le había golpeado tan fuerte que le dejó marcas imborrables; no podía resignarse a ya no tenerla más en su vida.

Era la primera vez que Sasuke Uchiha se encaprichaba tanto de alguna cosa, pero no, esa no era la palabra correcta; era la primera vez que Sasuke Uchiha se enamoraba de verdad de una chica y deseaba con todas sus fuerzas protegerla.

—Sakura… - Volvió a soltar con tristeza, mientras los dedos de su mano izquierda comenzaban a hacer una nota con las cuerdas de la guitarra y su mano derecha hacía la melodía, comenzó a cantar.

No sé vivir sin poderte amar​

No sé vencer a esta soledad​

Y junto a ti llegar hasta la eternidad​

Quiero morir si tú no estás​

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—G-Gaara… - Articuló la chica sorprendida y avergonzada al haber chocado con el pelirrojo de sus sueños.

Matsuri estaba paralizada en su sitio. Se había caído sentada y con las piernas abiertas, por lo que cuando Gaara la vio se sonrojó levemente, pues podía ver su ropa interior. La chica se dio cuenta y a parte de sonrojarse terriblemente cerró sus piernas.

—Pervertido… - Le dijo en voz baja. Gaara lo notó y su sonrojo aumentó más.

—L-lo siento, no quise mirar – Se disculpó Gaara apenado, aunque su comentario fue mal interpretado por la castaña, que pensó nuevamente que él no estaba para nada interesado en ella, como le había dicho que no quiso mirar.

—P-perdón por haberte tirado Gaara, lo siento, lo siento mucho – Comenzó a disculparse como loca, haciendo mil reverencias con su cabeza pues aún no se levantaba. Gaara se le acercó y posó ambas manos sobre sus hombros para hacer que parase.

—Ya deja de disculparte, estás mareándome – Dijo el pelirrojo. Matsuri levantó la cabeza y lo quedó mirando fijamente, él estaba tan cerca de ella que no pudo evitar volver a sonrojarse.

—Lo siento…

En ese momento Gaara comenzó a reírse, provocando que Matsuri frunciera el ceño. Él se alejó de ella y se quedó sentado en el suelo, apoyando una de sus palmas mientras la otra la llevaba a su estómago. El ceño fruncido de Matsuri aumentó.

—¿Qué es tan gracioso?

—Es que no dejas de disculparte… eres tan graciosa Matsuri – La castaña puso una expresión de berrinche, inflando las mejillas como un pez globo, lo que produjo más risas al chico.

—Hey, ya basta – Se quejó la chica enojada.

Gaara se detuvo después de unos momento, deteniéndose a pensar que nunca se había puesto a reír así con nadie; en verdad Matsuri era una persona muy especial y se preguntaba como no se había dado cuenta antes ¿Por qué siempre las personas debían notar lo que tenían cuando estaban a punto de perderlo?

—Oye… ¿Te puedo hacer una pregunta?

—Ya la hiciste – Respondió Matsuri esbozando una dulce sonrisa, después de todo era su turno de jugar.

—¿Puedo hacer otra? – Interrogó el pelirrojo, que de pronto se quedó medio perdido en esa sonrisa de Matsuri.

—La acabas de hacer – Siguió la chica, logrando que Gaara frunciera el ceño, vaya que era ingeniosa cuando se trataba de vengarse de sus burlas.

—Pero ahora sí en serio – Miró a Matsuri fijamente a los ojos, mostrando seriedad en su expresión - Matsuri yo… quiero saber si tienes onda con Kiba – Preguntó Gaara, notando como su amiga castaña se sorprendía un poco por aquella pregunta.

—¿Con Kiba-kun? Claro que no – Respondió ella, sin darse cuenta de que causaba un gran alivio en el pelirrojo – Solamente somos amigos.

—¿Y los recaditos de amor que? – Inquirió el pelirrojo algo molesto. Notó como Matsuri reía graciosamente, llevándose una de sus manos a su labio inferior; ciertamente se veía hermosa de esa forma.

—Esos sólo eran recados sin importancia, no eran de amor – Aclaró la chica, pero al cabo de unos segundos miró a Gaara intrigada - ¿Por qué?

—N-no por… porque… - Gaara no sabía que decir, no estaba seguro aún de que era lo que le estaba pasando, sólo tenía claro de que no quería ver a Matsuri con Kiba, y ciertamente con ningún otro. Desvió la mirada y trató de pensar en alguna palabra que no lo hiciera quedar mal – Porque eres mi amiga y estaba preocupado por ti, sólo eso.

—Ah… - La voz de Matsuri sonó decepcionada, pues ciertamente esperaba algo más.

—Matsuri tú… ¿Irías al baile de navidad conmigo? – Preguntó Gaara de pronto, ganándose una mirada de sorpresa por parte de la castaña, pero que al cabo de los segundos se convirtió en una dulce sonrisa.

—Por supuesto que sí Gaara.

Gaara sonrió; tal vez esto era lo mejor, tal vez lo que comenzaba a sentir cada vez que veía a Matsuri sí era amor, tal vez y sólo tal vez podría estar seguro si pasaba un poco más de tiempo a su lado.

—Matsuri, creo que será mejor pararnos – Aconsejó dándose cuenta de que seguían en el piso del pasillo. Matsuri lo miró también y asintió con la cabeza.

—Creo que tienes razón – Dijo la castaña.

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Al día siguiente todos entraban al salón para las clases de Kakashi, que como siempre aún no llegaba pues era su costumbre llegar después del último alumno y luego inventar alguna tonta excusa.

Sasuke iba hacia la entrada con cara de fastidio, pero también se veía como que no había dormido demasiado. Justo en ese momento se apareció Sakura en la puerta, por lo que cruzaron sus miradas al atravesar el marco y ambos se quedaron de pie ahí por unos segundos.

—Saku – Sasuke no alcanzó a terminar su nombre cuando ella le desvió la mirada y se alejó.

—Con permiso – Fue todo lo que dijo la peli rosa, yéndose a sentar a su puesto luego. Sasuke bajó la mirada y apretó los puños.

—Mierda… - Masculló.

Las clases fueron igual de aburridas que siempre, por lo que todos estaban felices a la hora de salir al patio a descansar.

Sasuke y Naruto salieron juntos, mientras que Gaara sólo les miró con fastidio y se fue por su cuenta, pues aún estaba molesto con Sasuke.

—Ahí está Yayoi – Señaló Sasuke a la chica que estaba sentada junto a Yuuki. Naruto miró a la última con algo de sorpresa y luego sonrió - ¿Crees que deba hablarle ahora?

—Sí, ve ahora, yo hablaré con su amiga – Informó el rubio antes de dirigirse a la chica. Se acercó con una sonrisa amigable y levantó su mano en gesto de saludo - ¡Hey, Yuuki-chan! – La saludó como si fuesen amigos de toda la vida.

Yuuki lo miró con algo de sorpresa, pero luego recordó que el amigo de su primo ya llevaba varios meses en la escuela, sólo que no le había hablado desde entonces y le había parecido raro que lo hiciera ahora de forma tan amigable, pues sólo la saludaba ocasionalmente y ya.

—Naruto… - Susurró esbozando una sonrisa. Yayoi –que estaba a su lado- notó que Sasuke le hacía una seña para que se fuera con él y así lo hizo, dejando a Naruto y a Yuuki a solas.

—Hola ¿Cómo estás Yuuki-chan? – Preguntó Naruto sentándose a su lado y sonriendo con esa naturalidad de siempre, lo que provocó un leve sonrojo en las mejillas de la chica – Hace tiempo que no hablamos.

—Sí, estoy bien pero… - Yuuki lo miró intrigada – Te conozco Naruto ¿Qué quieres pedirme?

—Me descubriste – Dijo el rubio mientras una gotita resbalaba por su sien.

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—¡¿Pero como te atreves Sasuke?! ¡¿Crees que miento sobre mi embarazo?! – Gritó Yayoi alterada, mientras que Sasuke le hacía señas para que dejara de gritar, ya suficiente tenía con todo el chisme regado por la escuela para que encima lo vinieran a acusar de alguna otra cosa, como "padre desnaturalizado" o lo que sea que se les fuese a ocurrir a esos chismosos de la escuela.

—No lo sé, por eso te pido una prueba, sólo estuvimos juntos una vez.

—Dos – Le recordó la chica. Sasuke puso mueca de no entender; en realidad no se acordaba si habían sido una o dos, pero eso no venía al caso, lo importante era la prueba.

—Como sea, sólo dámela ¿O es que tienes miedo?

—No, no tengo miedo – Respondió Yayoi mirándole con el ceño fruncido – Sólo quiero saber por que haces esto, por que dudas de mí.

—Porque por esto perdí a mi novia ¿No entiendes? – Reclamó Sasuke con furia contenida. Yayoi le miró y bajó la mirada, se sintió culpable.

—No tenía idea que Sasuke tuviera novia, pensé que como había terminado con Hyûga-san… pero… lo siento mucho, pero no me retractaré… - Pensó la chica, mirando a Sasuke fijamente – Si quieres una prueba te la daré.

—Bien – Fue todo lo que dijo Sasuke antes de darse la vuelta, aunque en realidad esto sólo lo preocupaba más ¿Qué iba a hacer si era verdad?

Seguramente se tendría que resignar, no le quedaba de otra, Fugaku iba a matarlo.

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—Yuuki-chan por favor, te lo pido por nuestros años de amistad – Rogaba Naruto a una negativa Yuuki, la cual sólo se cruzó de brazos y lo miró furiosa.

—¿Por nuestra amistad? Naruto llevas meses sin hablarme y cuando finalmente lo haces sólo es para pedirme algo, algo que no haré – Respondió Yuuki poniéndose de pie. Se dio la vuelta y dejó al rubio solo, el cual simplemente bajó la mirada, tal vez ella tenía razón y había hecho mal en acercarse de esa manera.

Ella siguió caminando, hacia las mesas de la cafetería.

—Tonto Naruto, quería hablar conmigo sólo por eso – Se detuvo y soltó un suspiro de resignación, ya había escuchado del noviazgo de Naruto con Hinata Hyûga – Así que nunca va a notarme – Se dijo algo triste.

—Oh, pero si es la chiquilla insolente de ayer – Escuchó una molesta voz. Levantó la vista y miró con fastidio a Itachi, el cual estaba frente a ella y la veía divertido. Yuuki frunció el ceño.

—Pero si es el idiota de ayer.

—Mira niña tonta… - Itachi trató de insultarla ¿Pero quien se creía que era esa mocosa? Además se quería vengar por su sándwich, pero ella sólo se largó dejándolo ahí parado ¡Lo había dejado hablando solo! – Maldita… ¿Qué demonios le pasa? Que insoportable.

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Kiba y Matsuri se encontraban entrando a la biblioteca de la escuela, ya se les hacía costumbre siempre hablar en ese lugar.

—¿Y que pasó? – Preguntó el castaño con curiosidad. Matsuri bajó la mirada, mostrándose algo triste, pero al cabo de unos segundos sonrió con mucha alegría.

—Él me invitó al baile de navidad – Respondió muy contenta para luego lanzarse a los brazos del chico - ¡Muchas gracias Kiba-kun! Gracias por tu ayuda, eres un gran amigo.

—De nada… - Dijo Kiba correspondiendo a su abrazo, aunque el tono de su voz era algo melancólico.

Matsuri se separó de él y le seguía sonriendo de esa manera tan adorable, haciendo que de pronto el corazón del chico latiera más rápido ¿Qué le estaba pasando con ella?

—Tengo otro favor que pedirte – Dijo Matsuri con seriedad, pues estaba decidida a hacer que Gaara la notara, que se diera cuenta de que ella existía y que no era una niña.

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Sasuke caminó hacia las mesas de la cafetería con una expresión de rabia en su rostro, después de hablar con Yayoi era así como se sentía, además todos estaban hablando a su espalda y eso era aún más molesto.

—A ti te estaba buscando – Le dijo Itachi parándose frente a su hermano menor. Sasuke le miró con fastidio.

—¿Qué quieres? No tengo ganas de hablar contigo, por favor Itachi.

—Sasuke… - Itachi ignoró su comentario, apoyando ambas manos sobre los hombros de Sasuke - ¿Es cierto que el bebé es tuyo? – Preguntó sin más.

—No lo sé… - Respondió el Uchiha menor bajando la mirada. Itachi aún no le soltaba, pero lo miró enojado.

—Maldita sea Sasuke ¿Qué se supone que harás con Sakura? Lo has arruinado todo.

—Ya sé, ni siquiera quiere hablarme – Sasuke apartó las manos de su hermano de sus hombros y le miró enojadísimo - ¿Pero debes estar feliz no? Ahora tienes el camino libre con ella.

—¿Qué estupideces estás diciendo? Tú la amas ¿No es verdad? ¿Cómo puedes regalármela en bandeja de plata? – Reprochó Itachi mientras su hermano menor le miraba sorprendido – Yo no me meteré con la chica de mi hermanito.

—Itachi… - Sasuke no sabía que decir, sólo podía sentir que por primera vez en la vida Itachi actuaba como su hermano, o al menos eso sentía, incluso el odio injustificado que sentía hacia él, ese que había nacido de la envidia, de pronto se le había olvidado.

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Sakura caminó hasta llegar a la azotea donde ella y Sasuke solían verse a escondidas. No podía contener sus deseos de llorar, se sentía como una tonta, una estúpida por haber creído en él ¿Qué le hizo pensar en que ella lo haría cambiar? ¿Qué le hizo pensar que una persona como Sasuke podría hacer que ella dejara atrás su tormentoso pasado?

Se abrazó a si misma mientras las lágrimas bajaban por sus mejillas; lo había recordado nuevamente, el motivo por el cual no quería enamorarse nunca más, porque ahora sin Sasuke era como si hubiese perdido su escudo.

—Sasuke… - Susurró tratando de parar de llorar, aunque le resultaba inútil al recordar cuando estaba con él, y cuando estuvo con ese otro – Sasuke… ¿Por qué?

Continuara…

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Bueno, hasta aquí ha quedado esta vez.

¿Gaara por fin se ha dado cuenta de sus sentimientos?
¿Naruto y Hinata estarán bien?
¿Algún día Sakura y Sasuke regresarán?
¿Las chicas dejarán de estar tan confusas?

¿Marlex es una niña mala y que jode mucho? (respondan que sí por favor ^^)

¡Nos leemos!

PD: Porque soy una buena chica, les dejo un pequeño adelanto ^^

—Ya está Sasuke, espero que estés contento – Dijo Yayoi mientras le enseñaba el resultado de sus exámenes a Sasuke, el cual decía claramente que tenía casi tres meses de embarazo, lo que coincidía a cuando habían estado juntos la última vez.

Sasuke sintió solo deseos de morirse, además de que por suerte no se había enterado aún Fugaku, seguro cuando lo hiciera iba a matarlo, sin contar con que definitivamente Sakura ya ni le hablaba, lo ignoraba por completo y si es que él le hablaba ella lo insultaba igual que antes, todo estaba peor día con día.

—¿No vas a decirme nada? – Preguntó la chica mirándole fijamente, pero Sasuke sólo negó con la cabeza y se alejó de ella, pues no sabía que iba a hacer ahora, toda su vida estaba arruinada.

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—No soy mala, sólo digo la verdad – Respondió Ino, que no se sentía ni ligeramente conmovida por el llanto de varias de las chicas – Ese Sai no es más que un imbécil al cual odio con todas mis fuerzas, un estúpido sin sentimientos y que sólo le preocupa sí mismo, nunca podría ser hermana de ese idiota, es más, desearía no haberlo conocido jamás – Dijo fríamente, sin darse cuenta de que el chico en cuestión estaba detrás de ella, y que se había sorprendido cuando la oyó hablar así.

—Sai-sama… - Dijo una de las chicas que estaban llorando al ver a Sai detrás de Ino. Ino arqueó una ceja y se dio la vuelta, quedándose de piedra y con la boca abierta al ver a Sai detrás de ella, el cual la miraba como nunca antes ¿Acaso estaba triste?

—Así que eso piensas de mí – Dijo Sai mirándola fijamente, mientras que Ino no sabía que decir, no tenía idea de que demonios debía hacer en este momento, realmente había metido la pata hasta el fondo.

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—Está muy bien Matsuri, sigo pensando que eres realmente inteligente – Dijo Gaara al acabar de leer. Miró a Matsuri, la cual bajó la mirada al instante, sintiéndose como si hubiera sido descubierta haciendo algo indebido y él sonrió acercándosele – Oye… tienes algo ahí…

—¿D-donde? – Preguntó la chica que ahora estaba completamente avergonzada y nerviosa, sintiendo como si se le fuese a salir el corazón por la boca en cualquier momento ante la cercanía del chico que tanto amaba, el cual iba acercando su mano hasta su cabello para quitarle una especie de pelusa, pero al mismo tiempo acercaba sus labios a los de ella ¿Acaso iba a besarla?


¡Bien, ahora sí me despido!