Teenage days [sxs-nxh-gxm-sxi-sxt-nxt]

¡Hola!

Perdón por haberme tardado tanto, pero ya me había olvidado que tengo que actualizar jaja, gomen, gomen ^^

Aquí les dejo la conti, y de antemano les digo que no se desesperen por lo que verán aquí, recuerden que las cosas pueden cambiar, ahora sin más, la conti ^^

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Neji estaba con su novia Eri, ambos encerrados en un salón vacío de la escuela. El castaño estaba muy feliz de volver a verla, la había extrañado demasiado y por eso ahora no dejaba de besarla, de abrazarla y de repetirle lo mucho que la quería.

—Neji… - Le llamó la chica, haciendo que las suaves caricias de su novio se detuvieran por un momento.

—¿Qué sucede Eri? – Preguntó el ojiperla separándose un poco de ella, mirándola algo confundido, pues deseaba seguir besándola, seguir acariciando su cuerpo.

—Es que me da vergüenza pedirte esto… - Dijo Eri bajando la mirada, haciendo la perfecta actuación de una chica desinteresada y avergonzada.

—Vamos, sabes que puedes confiar en mí, mi amor – Le alentó el Hyûga, haciéndola sentir algo mal ¿Cómo era posible que Neji creyera tanto en ella?

—Verás… te había comentado que mi madre vive en otra ciudad, y que está muy enferma… por eso yo…

—¿Cuánto necesitas? – La interrumpió Neji, seguro de que era lo que seguía. En más de una ocasión ella le había hablado de sus problemas de dinero y lo enferma que estaba su madre, cosa que obviamente era mentira, pero él era capaz de creerle todo.

—No, me da pena pedírtelo, no tienes que hacerlo…

—Claro que tengo qué, eres mi novia, y te amo – Después de sus palabras Neji volvió a besarla como antes, provocándole a ella una sensación de felicidad que nunca había experimentado; tal vez lo mejor era renunciar a ese hombre que sólo la obligaba a hacer cosas malas y quedarse con Neji, quien era un chico de buenos sentimientos, pero ella no merecía a alguien tan bueno, después de todo le había engañado.

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Las chicas estaban sentadas charlando en el comedor. Tenten tenía sus ojos cerrados, recordando esa hermosa noche que había pasado bailando con Neji, cuando se sintió como una princesa en un cuento de hadas.

Era una tonta, sabía a la perfección que Neji estaba enamorado de esa mujer, que a ella sólo la veía como a una amiga, pero no podía evitar ilusionarse al recordar la forma en que él la miraba, cuando estaban tan juntos el uno del otro, abrazados…

—¿Y entonces qué Tenten, pensando en el chico que te gusta? – Le molestó Ino, causando un pequeño sonrojo en el rostro de la castaña, que infló las mejillas y desvió la mirada.

—N-Nada que ver ¿De dónde sacan que a mí me gusta alguien?

—Se te nota en tu cara de boba – Respondió Temari, que a leguas se veía bastante contenta. La razón era simple, después de la fiesta de navidad las cosas entre ella y Shikamaru se habían arreglado, aún podía recordar eso que pasó.

Estaban los dos caminando por el centro comercial. Era día veinticuatro de diciembre y todo estaba adornado con motivos navideños, además de que la nieve blanca caía hermosa sobre toda la ciudad, llenándola de un ambiente más alegre y cálido a pesar de ser tan fría.

—Ten – Dijo la rubia de forma ruda, entregando un pequeño paquete de regalo al joven, que lo recibió con una leve sonrisa. Abrió el regalo de navidad y encontró dentro una abrigadora bufanda de color verde olivo —. ¿Y… que te ha parecido? – Preguntó la chica cruzada de brazos y viéndolo de reojo.

—Está linda, gracias, problemática.

—Uy, esa estúpida palabra que o… - De pronto Temari no pudo seguir hablando, ya que los labios de Shikamaru la habían dejado callada de una sola vez y por todas. Mientras la besaba, el chico depositó un pequeño presente en su mano, el cual ella miró con curiosidad una vez que se separaron.

—¿Es para mí? – Preguntó algo sorprendida.

—¿Tú qué crees?

Temari frunció el ceño ante la respuesta y abrió el paquetito que él le había dado, encontrando dentro una linda pulsera dorada, más una nota que le llamó la atención; "Temari, eres la mujer más problemática que he conocido, por lo mismo se me hace difícil decirte esto, pero… ¿Podrías darme el mejor regalo de navidad?"

—¿Qué significa esto? Creí que mi bufanda te había gustado – Cuestionó la rubia confusa. Se sorprendió cuando Shikamaru la abrazó, como nunca lo había hecho antes.

—Claro que me gustó, pero no me refiero a ese regalo, problemática… ¿Quieres ser mi novia?

Los ojos de la chica se abrieron como platos, pero el Nara no obtuvo una respuesta, al menos no con palabras, pues ella lo besó como contestación, haciendo evidente que sí quería ser su novia.

—La única que tiene cara de boba eres tú Temari – Le dijo Tenten en tono pícaro, haciendo que la Sabaku No se sonrojara un poco, por haber sido descubierta pensando en su ahora novio.

—Oh, déjame en paz – La rubia se cruzó de brazos, haciendo un desprecio.

—Pero miren a quien tenemos aquí – Habló Ino divertida, abrazando a cierta castaña por sobre el hombro, con la intención de avergonzarla un poco —. Es la flamante novia de Gaara.

—Es verdad ¡Ya somos cuñadas! – Exclamó feliz Temari, abrazando también a Matsuri, la cual estaba completamente sonrojada, después de todo era la primera vez que tenía un novio y no sabía cómo comportarse, hablar de ello era vergonzoso —. Y dime algo ¿Mi hermano es un buen novio? ¿Te trata como todo un caballero?

—¿Eh? C-claro que sí… Gaara es… - La chica bajó la mirada, mostrándose realmente feliz, causando curiosidad en todas sus amigas —. Gaara es el chico más lindo que existe…

Ino soltó un suspiro de resignación al verle tan ilusionada y risueña con la relación que llevaba ahora, por lo que la castaña la miró algo triste.

—Ino-san… - Dijo la chica con cierta tristeza —. ¿Tú… tú estás triste por mí y por Gaara?

—¡N-no! – Exclamó algo nerviosa la rubia, agitando sus manos rápidamente delante de su rostro —. No te preocupes por mí… es verdad que antes Gaara me gustaba, pero yo no me siento ni triste ni enojada… estoy muy feliz por ti, porque eres mi amiga…

—Ino-san… - Matsuri sonrió alegremente, nunca pensó que Ino diría que eran amigas, ya que al principio la rubia no le tenía muy buena voluntad debido a Gaara, pero le daba gusto que las cosas hubiesen cambiado.

—Y bien ¿Te sucede algo Hinata? – Interrogó Tenten, haciendo que la ojiperla –que sólo miraba al suelo desde hace rato- levantara su vista para verla, pero negó rápidamente con la cabeza.

—Y-yo estoy bien, no tengo nada – Respondió sonriendo de esa manera tan dulce y tranquilizadora, pero de alguna forma sus amigas podían darse cuenta de que mentía, lo que las dejó muy inquietas —. Por cierto, muchas felicidades por tu noviazgo Matsuri-chan, se ve que Gaara-kun te quiere mucho.

—¿Tú crees? – Cuestionó Matsuri, sonrojándose un poco al oírla. Era verdad que Gaara le había dicho que la quería, y no sólo eso, sino también que la amaba, pero era muy embarazoso recordar eso.

—Claro que lo creemos – Habló Sakura, quien había estado callada todo el tiempo. Señaló hacia la entrada de la cafetería para que la castaña se volteara y, al hacerlo pudo ver a su novio, el cual le sonrió antes de sentarse con sus amigos, cosa que la hizo sonrojar.

Sakura sonreía al ver la expresión en el rostro de su amiga, pero repentinamente su felicidad se apagó al posar sus ojos sobre Sasuke, que estaba sentado junto al pelirrojo. Odiaba sentirse de esa manera, detestaba estar tan estúpidamente enamorada de él hasta el punto de deprimirse sólo por verlo unos segundos.

—Disculpen chicas, recordé que tengo algo que hacer – Avisó antes de levantarse y marcharse, pero fue seguida por Ino ya que no la había visto muy bien.

—Neji… - Pensaba Tenten, observando algo embobada el joven de ojos color perla, el cual estaba también junto a sus amigos.

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—¡Sakura! – La llamó Ino corriendo detrás de ella para darle alcance. La peli rosa se dio la vuelta, mostrando la tristeza que sentía reflejada en su mirada —. Sakura… no deberías ponerte así…

—Lo sé Ino, lo sé muy bien, pero no lo puedo evitar… - Dijo la chica de ojos jade, bajando la mirada. La rubia la abrazó para hacerla sentir mejor, pero mientras la confortaba, se dio cuenta de que a unos metros más adelante se encontraban Sai y su novia, besándose, lo que le hizo sentir muy mal.

—¿Por qué me importa tanto? – Se preguntó, cerrando los ojos para ya no verlos.

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Yuuki y Naruto estaban sentados en una banca de la escuela, ambos miraban al suelo, como sintiéndose incómodos.

—No sabías que tenías algo con Itachi-san – Comentó el Uzumaki, temblando un poco cuando se dio cuenta de que su amiga le miraba asesinamente.

—Yo no tengo nada con ese idiota, nosotros nos odiamos – Aclaró enseguida, emitiendo un aura negra y asesina, que provocó una gotita en la sien del rubio.

—¿Segura? No lo parecía, como estaban abrazados y todo… - Continuó hablando él, provocando aún más la furia de la chica.

—Estoy segura… - Respondió enojada, pero repentinamente sonrió alegremente, cambiando de humor de un segundo a otro y dejando a Naruto desconcertado —. Pero bueno ¿Me querías decir algo?

—Eh… Dios ¿Cómo ha podido cambiar así de estado de ánimo? Yuuki-chan… ¿Será bipolar? – Pensó algo asustado, pero se puso serio después de un momento —. Sólo quiero preguntarte lo mismo de siempre, somos amigos y no creo que debas ocultarme algo así.

Yuuki sólo suspiró, poniéndose de pie y dándole la espalda al chico.

—Me voy…

—¡Pero Yuuki-chan…!

—¡Pero nada Naruto! – Le gritó la castaña, soltando un par de lágrimas que lo dejaron sorprendido ¿Por qué lloraba? —. Tú sólo te acercas a mí para preguntarme eso, no eres diferente del estúpido de Itachi… antes éramos amigos, hablábamos sobre nosotros, jugábamos juntos… pero ahora…

—Yuuki-chan… - Susurró Naruto bajando la mirada, se había dado cuenta de que ella tenía razón, ya no la buscaba porque eran amigos, sino para que le contara la verdad sobre el tema de su amiga, pero estaba equivocado, no tenía por qué hacerle eso a Yuuki —. Perdóname, Yuuki-chan, estaba haciendo esto por Sakura-chan, porque ella es mi amiga… pero… tú también eres mi amiga… y lo siento…

—Naruto… - Dijo Yuuki abrazándole con tristeza, a lo que Naruto sólo correspondió. La chica alzó la mirada, clavando sus ojos miel en los azules de él, acercando su rostro hasta desaparecer por completo la distancia.

Los ojos de Naruto se abrieron como platos, porque su amiga Yuuki le estaba besando, y él no se podía ni mover.

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Aquel día pasó muy rápido y ya era la hora de que todos se fuesen a dormir, pero como siempre, había alguien que no deseaba hacerlo; Sakura se había ido a tomar un poco de aire a la azotea de la escuela, aprovechando el frío viento invernal.

Tenía demasiadas cosas en la cabeza y la gran mayoría de ellas empezaban por el nombre Sasuke Uchiha. No podía dejar de pensar en él ni un instante, deseaba odiarlo como cuando lo conoció, despreciarlo con todas sus fuerzas como antes, pero lo único que lograba era quererlo más, necesitarlo más, porque Sasuke era quien le hacía olvidar todo lo que había sufrido antes.

—No puedo… no puedo más… - Se cubrió el rostro con ambas manos para no llorar, pero era algo inútil, pues las lágrimas igualmente salían de sus ojos, y como una broma, escuchó esa voz que pertenecía a esa persona que la estaba haciendo llorar ahora.

—Sakura… - Maldita sea ¿Por qué siempre tenía que encontrarla ahí, llorando por su culpa? Quiso desaparecer en ese momento, volverse muy pequeño para ser incapaz de lastimarla, no quería seguir haciéndole daño a la persona que amaba —. No sabía que estabas aquí, pensé que estabas dormida, mejor me iré.

—Sasuke… - Ese pequeño lamento hizo que se volteara. La luz de la luna bañaba el rostro de la joven rosada, haciéndola hermosa ante sus ojos, porque para él Sakura lo era.

No pudo soportarlo, ver esas lágrimas lo hacía débil, tanto así que sin pensarlo se lanzó a los brazos de la chica, apretándola contra su cuerpo, confortándola, sin importar si ella lo golpeaba o lo apartaba, pero eso no sucedió, ella simplemente lo estrechó con todas sus fuerzas, sin dejar de llorar.

—¿Por qué Sasuke? ¿Por qué todo debe ser de esta forma?

—No lo sé – Respondió él, acariciando su cabello rosado, peculiar color diría él, pero ahora era uno de sus favoritos.

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Ino, Tenten y Matsuri estaban en su cuarto, la primera oyendo música, la segunda chateando en internet por su laptop y la tercera, escribiendo en su diario.

Ino soltó un hondo suspiro tratando de aclarar sus sentimientos y emociones. Antes le gustaba Gaara, de eso estaba segura, incluso había envidiado a Matsuri por un tiempo debido a que eran tan cercanos, pero hoy le daba gusto de que ellos dos estuvieran juntos, no se sentía ni enojada ni celosa, pero otra era la historia cuando veía a su "hermanito" con su novia la tontita, ahí se moría de la cólera y no entendía por qué.

—¿Será que a mí…? – Abrió sus ojos con sorpresa al darse cuenta de ello, pero no pudo terminar su frase al sentir como alguien tocaba la puerta. Como las otras dos parecían distraídas, se levantó a abrir —. Oh, Gaara hola.

—Hola Ino ¿Está Matsuri? – El pelirrojo parecía impaciente por una respuesta, así que Ino le señaló hacia donde se encontraba su novia. Una pequeña sonrisa se formó en sus labios al observarla, se veía hermosa tan concentrada en eso que estaba haciendo —. Hey, Matsuri.

La chica levantó la mirada al oír esa voz, sonrojándose al ver a su novio en la puerta.

—Gaara… etto… ¿Qué haces aquí? – Preguntó avergonzada, sobre todo por esas miraditas picaras que se daban Ino y Tenten, sólo para molestarla.

—Ven, quiero mostrarte algo – Ella asintió con la cabeza y guardó su diario, era algo muy preciado para ella y esperaba jamás perderlo. Se levantó y se dirigió a Gaara, quien la tomó de la mano y se la llevó con él.

—¡Suerte Matsuri! – Le gritó Tenten, soltando una sonrisa —. Que penosa es, aunque con ese novio quien no.

—Te creo – Comentó Ino graciosa, dejándose caer sobre su cama. Nuevamente, no había sentido ni el más mínimo atisbo de celos al verlos juntos, y eso era por una sola razón —. A mí en realidad… me gusta Sai… - Escondió la cabeza en una almohada —. No puede ser…

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Naruto llegó hasta la cafetería de la escuela, la cual estaba completamente vacía, pues Hinata le había enviado un mensaje de texto para hablar ahí. Estaba desconcertado por lo que había pasado hace rato, por el beso de Yuuki, pero sobre todo porque al final… ¡Le había correspondido!

Se sentía pésimo, había engañado a Hinata, igual como lo hacía Sasuke.

—¡Soy un estúpido! – Se insultó enojado, revolviéndose el cabello.

—Naruto-kun – La dulce voz a su espalda le distrajo, haciendo que se diera la vuelta para ver a Hinata. Ella no se veía bien, parecía triste.

—Hinata-chan…

—Naruto-kun, es hora de que hablemos – A Hinata se le rompía el corazón de sólo pensar en lo que iba a hacer, pero era lo mejor para los dos.

—¿Q-que pasa? – Preguntó el rubio nervioso, por un momento creyó que Hinata sabía lo del beso con Yuuki.

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Sasuke se había sentado en una de las bancas de la azotea, abrazando aún a Sakura, secándole sus lágrimas. Ella apenas dejaba de llorar, se había desahogado completamente con él, pero aún había cosas que necesitaba decir.

—Perdón por ponerme así Sasuke, no eres un pañuelo de lágrimas.

—No pasa nada – El azabache la miró a los ojos, dándose cuenta de que ella no sufría sólo por él, sino por algo más, algo mucho peor —. ¿Por qué llorabas?

—Porque… recordé algo que me pasó, algo muy malo que… me hace mucho daño… - Cerró los ojos para contener el llanto, pero gracias a que Sasuke volvió a abrazarla las lágrimas no salieron.

—¿Qué es Sakura? ¿Qué es eso tan malo que te sucedió?

—Pasó hace un año… con mi primer novio… Llevábamos saliendo tan sólo unos meses, tenía catorce años y… mi mamá me dijo que no debía salir con un chico mayor que yo, él tenía diecisiete años. En fin, yo no quise escuchar a mamá, creí que ella sólo hablaba desde su posición, para mí él era maravilloso.

Sasuke sólo la escuchaba en silencio, sin hacer o decir nada, no podía creer que Sakura al fin le contaría la verdad, eso que la atormentaba.

—Sakura ¿Cuándo vamos a hacerlo? – Preguntó aquel chico, mientras besaba y abrazaba a su novia, la cual se alejaba de él, pues no le gustaba lo que hacía.

—No lo sé Kyo, aún soy muy joven para eso, me da miedo – Confesó la peli rosa, bajando la mirada con las mejillas sonrojadas.

—Pero Sakura, tú sabes que te quiero y puedes confiar en mí – Él volvió a abrazarla, así que Sakura sólo acarició su cabello castaño.

—Yo también te quiero, pero no hay que apresurar las cosas…

Él sólo hizo una mueca, eso le pasaba por tener de novia a una mocosa ¿Pero que podía esperar?

—De acuerdo, entiendo – Fue todo lo que dijo.

—Pero todo fue una mentira, que él iba a esperar, fue falso… porque él… él… - Sakura no pudo terminar la frase, volvió a esconder su rostro en el pecho de Sasuke.

—¡Ya te dije que no quiero! – Exclamó enojada, ya había pasado un mes más y él aún insistía con el tema.

—Pues ¿Sabes qué? Estoy harto de esperar – La tomó por las muñecas, arrojándola con fuerza sobre la cama. Sonrió arrogantemente y la miró con diversión, disfrutando de la expresión de miedo que ella mantenía —. Sakura, no debiste hacerme enfurecer.

—N-no… - Ella abrió los ojos como platos, cuando sintió como ese chico se le tiraba encima —. ¡No, para por favor! ¡Para!

Y entonces se quedó callada, mientras Sasuke solamente la seguía observando, intrigado por lo que ella acababa de contarle, horrorizado imaginando lo que tuvo que pasar.

—¿Y entonces qué pasó? – Se atrevió a preguntar, después de un rato de silencio —. Sakura… ¿Qué te hizo ese sujeto?

—Él… abusó de mí… - Y finalmente lo dijo, por fin había podido soltar esas palabras, dejando a Sasuke completamente helado, no podía creerlo.

Sintió un deseo incontrolable de matar a ese tipo, aunque no lo conocía, lo odiaba más que a nadie en su vida, por haberse atrevido a hacer algo tan aberrante.

—Tranquila Sakura… - No sabía que más decir, sólo la volvió a estrechar entre sus brazos, sin atreverse a hablar más.

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Hinata se sentó junto a Naruto, sin atreverse a verlo a los ojos, lo que lo tenía desconcertado, no entendía que pasaba.

—¿Qué pasa Hinata-chan?

—Naruto-kun… - Hinata bajó la mirada, apretando los puños y arrugando el borde de su falda —. Yo no puedo… no puedo seguir siendo tu novia.

—¿Qué? – Preguntó Naruto sorprendido, pensando en que tal vez había oído mal, pero eso no era posible, entonces creyó que ella lo sabía todo, pero no parecía que eso sucediera tampoco —. ¿Por qué estás terminando conmigo?

—Porque… ya no te quiero… - Mintió la ojiperla, aún sin verlo a los ojos. Naruto frunció el ceño, algo no estaba bien en todo esto.

—Estás mintiéndome – Hinata se sorprendió levemente, al mismo tiempo que Naruto se ponía de pie enojado y dolido —. Sé que no dices la verdad, de ser así me verías a los ojos y no lo estás haciendo.

—No estoy mintiendo… ¡Ya no te amo! – Finalmente Hinata lo miró a la cara, soltando un par de lágrimas al tiempo que levantaba la voz. Se puso de pie también, con tristeza.

—¡Mientes! – Naruto gritó también —. ¿Es por tu padre verdad? ¿Él te está obligando?

—Ya te dije que lo hago porque no te quiero ¡No te quiero! – Insistió Hinata, dañándose a sí misma con cada palabra que decía.

—No te creo nada, pero está bien – Los ojos azules de Naruto también estaban llenos de lágrimas, porque le dolía lo que Hinata estaba haciendo, que le dijera que no lo quería, que fuera capaz de mentir así —. Si tanto quieres acabar con esto entonces se ha terminado, terminamos Hinata Hyûga, para siempre.

Hinata cayó sentada, llorando sin poder contenerse, mientras Naruto le daba la espalda y se marchaba, era cierto que por un momento se sintió culpable por haber besado a otra chica, pero ahora estaba decepcionado de Hinata, porque ella no fue capaz de luchar por lo que tenían, había preferido huir.

—Perdóname, Naruto-kun… - Susurró la ojiperla.

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—¿Dónde vamos Gaara? – Preguntó Matsuri con curiosidad, siendo jalada por su adorado novio, quien la llevaba por el pasillo hacia quien sabe donde.

—Ya verás, es una sorpresa – Fue todo lo que dijo él. La verdad estaba un poco avergonzado, pero todo había sido idea de Temari, le dijo que lo mejor para que su relación fuera bien sería darle un regalo que a ella realmente le gustara, debía ser romántico y dejar un poco de lado su mala cara.

—Pero si nos ven aquí nos castigarán – Dijo la castaña.

—No pasa nada princesa, nadie nos verá – Finalmente llegaron a su destino, uno de los salones de estudio de la escuela. Él abrió la puerta y Matsuri observó sorprendida un enorme osito de peluche, que sostenía un corazón rojo con letras bordadas, las cuales decían "Te amo".

—Gaara… - Susurró la chica, sin creer lo que veía.

—¿Te gusta? – Gaara desvió la mirada, viendo al techo, estaba algo sonrojado y avergonzado por hacer esto, pero ver la hermosa sonrisa de Matsuri lo compensaba todo.

—Está hermoso… ¿Pero por qué? – Cuestionó ella confundida. El pelirrojo la tomó del mentón, acercando su cuerpo al de ella, observando su tierno sonrojo.

—¿Cómo que por qué? Es un regalo para mi novia, mi princesa.

—Gracias mi amor – La castaña lo rodeó con sus brazos por la cintura, escondiendo su rostro en el pecho del chico —. Gaara, te amo mucho.

Él se quedó en silencio por unos segundos, cada vez que ella se lo decía se sentía feliz, como nunca antes, no entendía como pudo ser tan ciego, pero ahora ya no lo sería más, ahora ella era su novia y se encargaría de hacerla muy feliz.

—Yo también te amo Matsuri – La miró a los ojos y sin esperar un solo segundo unió sus labios a los de ella, besándola dulcemente, demostrándole así que decía la verdad, que ambos sentían lo mismo el uno por el otro.

Ella le hacía sentir lo que nadie, y era por eso que no quería dejarla nunca.

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Yuuki estaba tratando de dormir en su cuarto, no dejaba de pensar en el beso con Naruto, pero tampoco en cierto idiota que rondaba en su mente.

Frunció el ceño al darse cuenta de ello ¿No se suponía que debía estar feliz por haber besado a Naruto? ¿Entonces por qué pensaba en el bastardo Uchiha ese?

—Ese idiota, como lo odio, que bueno que se irá… - Masculló, dándose una vuelta para tratar de dormir.

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Un nuevo día llegó, y las clases comenzaban como siempre, aunque no a todos les parecía buena idea.

Sakura entró al salón, tratando de no ver a Sasuke, quien sólo la observaba con tristeza, después de lo que ella le había contado no sabía como sentirse, no se atrevía ni siquiera a hablarle.

Las cosas estaban peor cada día, ya no sabía que hacer, sólo podía tratar de olvidar.

Continuara…

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¿Les ha gustado el capítulo?
¿Qué les pareció la confesión de Sakura?
Ino ha admitido que le gusta Sai ¿Qué sucederá de ahora en adelante?
Hinata y Naruto terminaron ¿Opiniones al respecto?

Bueno, me despido, jaja para las amantes del NejiTen, no me vayan a decir nada, ya verán que con los próximos capis van a quedar contentas (aunque me quieran matar después por lo que voy a hacer, pero, mejor que me quede callada xD)

¡Nos leemos!

 

¡Hola a todas!

Después de muuuucho tiempo, aquí les dejo la conti, espero que la disfruten ^^

Aclaro que esta es sólo la primera parte, la segunda estará pronto xD
PD: De antemano, perdón si hay faltas de ortografía, lo escribí todo a la rápida.

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Capitulo 16: Dime que es verdad

Un nuevo día comenzaba. Todos los alumnos estaban yendo hacia sus clases, aunque en realidad nadie se daba prisa por llegar temprano, porque a fin de cuentas les tocaba con Kakashi-sensei y sabían que no llegaría a tiempo, como siempre.

Por su parte, Sasuke ya estaba en el salón junto con Neji. Miró a la puerta, justamente en el momento en que Sakura entraba. Habían pasado algunas semanas desde la confesión que ella le hizo, pero no podía dejar de pensar en eso, era algo inevitable que cada vez que la mirara la imaginaba sufriendo y eso no le gustaba.

Sakura por su parte también le miró, aunque enseguida volteó al suelo, como si éste fuese mil veces más interesante.

—Si no dejas de mirarlo jamás te olvidarás de él – Le dijo Tenten, dándole un golpecito en el hombro, a lo que la rosada le miró con una sonrisa.

—Ya lo sé, pero es todo lo que puedo hacer, lo quiero Tenten, incluso fui capaz de contarle mi verdad – La castaña sólo le miró con una pequeña sonrisa, fue en ese momento que posó sus ojos chocolates sobre quien estaba junto al Uchiha. No quería deprimirse como Sakura, pero con sólo ver a Neji se sentía de esa manera, porque estaba segura de que él nunca la iba a ver, que jamás le haría caso, siempre sería una amiga sin importancia en su vida.

—Te entiendo amiga, no es fácil cuando ese alguien en verdad te gusta.

Sakura le observó atentamente, para luego mirar hacia donde Tenten mantenía su vista fija, soltando una pequeña sonrisa de complicidad.

—¿Es Neji, verdad?

—¿Eh? – Tenten la miró confundida y sorprendida, a lo que Sakura sólo le hizo un gesto, como si ya lo supiera todo.

—No te hagas, el chico que te gusta, sé que es Neji Hyûga y no me digas que no porque lo leo en tu cara.

—No sé de que hablas – Dijo indiferente, pasando de largo a su amiga para ir a sentarse en su lugar, aunque su rostro estaba bastante rojo, siempre había sido buena para ocultar sus sentimientos, no podía creer que Sakura se hubiese dado cuenta, era en verdad muy lista —. Ah ¿Qué hago si Neji se entera? Tengo que disimular mejor.

Hinata estaba entrando al salón, pero algo se le cayó al suelo y se volteó para agacharse a recogerlo, sólo que al hacer eso, pudo ver a Naruto en el pasillo, abrazando a otra chica.

—Naruto-kun… - Susurró con tristeza, bajando la mirada para voltearse y entrar al salón, pensando lo peor de lo que acababa de ver —. Él ya no me quiere, lo he decepcionado y ahora… parece que ella le gusta mucho…

—Feliz cumpleaños, Yuuki-chan – Dijo alegre el rubio, separándose de su amiga, quien también le sonreía.

—Gracias Naruto, eres el mejor – Después de sus palabras, la castaña se fue corriendo hacia su salón, dejando solo a Naruto, quien se volteó y entró a su propio salón. Por un momento sus ojos azules se fijaron en cierta chica, pero al cabo de unos segundos volteó nuevamente; no quería verla después de lo que había pasado hace semanas.

—Hola Kiba-kun – Saludó alegremente Matsuri al entrar al salón, yéndose a hablar con su amigo castaño, el cual no podía evitar sonrojarse cada vez que la observaba, Matsuri le parecía demasiado linda.

—Hola Matsuri ¿Y ese milagro que no estás con tu novio? - Cuestionó sarcásticamente, aunque se notó que fue en tono de broma, por eso en lugar de molestarse, Matsuri sonrió graciosamente.

—Hey, no me la paso todo el día con él – Dijo con el ceño fruncido, pero no estaba enojada de verdad, sin embargo para el castaño lucía demasiado tierna.

—Sí, como no, sólo porque el día no es más largo – Entornó los ojos, recibiendo un leve golpe en la cabeza, cortesía del libro de matemáticas de Matsuri.

—Estás siendo grosero.

—Eh… perdón – Se disculpó Kiba apenado, no quería hacer sentir mal a Matsuri, pero él mismo no sabía como sentirse, desde que ella era novia de Gaara se encontraba así de confundido, se suponía que en un principio sólo quería ayudarla, pero se había enamorado de ella y le dolía verla tan feliz con otro hombre —. Lo siento, no estoy de buen humor hoy.

—Deberías buscarte una novia, apuesto a que eso te hará subir de ánimo – Le aconsejó la chica, mostrando esa dulce sonrisa que le caracterizaba y que hipnotizaba al castaño —. ¿No hay nadie que te guste?

—Ahora que lo dices, sí, la hay, pero ella tiene novio ya, jamás me hará caso – Confesó, cubriéndose la mitad del rostro con su mano derecha, como si le avergonzara hablar de esto, pero más era porque estaba diciéndoselo precisamente a esa chica.

Matsuri le miró con cierta tristeza, como si entendiera lo que él sentía, pero estaba demasiado lejos de ello.

—Lo siento, pero ¿Sabes? Si ella de verdad te gusta no deberías rendirte, lucha por lo que sientes.

Kiba la miró sorprendido, si ella supiera que le estaba animando a luchar por ella, seguramente no diría eso, Matsuri sólo tenía ojos para Gaara, no había alguien más que pudiera interesarle.

—Pues… gracias… - Sonrió, recibiendo el mismo gesto de parte de la castaña.

En ese momento Gaara entró al salón, frunciendo enseguida el ceño al notar a su novia muy sonriente con el Inuzuka. No soportaba verla con él, tenía muy claro que esas miradas de Kiba hacia Matsuri no eran de simples amigos, había algo más, algo que él sabía muy bien que era y que le hacía hervir la sangre de los celos, porque su novia no se daba cuenta de ello y se acercaba muy inocentemente a la boca del lobo.

—Estúpido… - Masculló, pero justo antes de dar un paso, Kakashi-sensei ya había llegado, así que no le quedó más remedio que atender la clase.

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—Espera Mitsuko, no deberías entrar así a ese lugar – Rogaba Natsumi, la asistentes de Mitsuko, quien no le hacía el menor caso, caminando hacia el interior de un lujoso restaurante sin siquiera tratar de esconder su identidad de famosa, por lo que apenas las puertas se abrieron un flashazo le llegó en plena cara; había sido fotografiada por un paparazzi.

—Ay ¿Pero que le pasa? Déjeme comer en paz – Dijo furiosa, a lo que el hombre sólo se alejó corriendo.

—¿Estás bien Mitsuko? – Preguntó Natsumi, viendo lo enojada que se encontraba la artista, más esta sonrió alegremente, como si nada hubiese pasado.

—Claro, nada me afecta – Respondió dando unos pasos para buscar la mesa que antes había reservado, pero iba pensando en lo irrespetuosos que eran los periodistas con la vida privada de las personas, cuando de pronto se chocó contra el pecho de alguien —. Auch, lo siento señor – Levantó la mirada y notó a un hombre rubio, alto y de ojos azul profundo, muy guapo.

—Oh, no se preocupe – Le respondió él, quien al mirarla más detenidamente enseguida le reconoció —. Pero si es usted la famosa Mitsuko Ama, es un honor conocerla en persona.

—¿De verdad me conoce? – Interrogó la mujer, halagada y sonriente, hasta que sus ojos se posaron sobre una figura masculina que acababa de llegar, quien se paró al lado del hombre rubio.

—Ya estoy aquí Minato – Dijo Hiashi Hyûga, notando de pronto a la actriz y frunciendo el ceño al instante —. Usted.

—Hmp, usted – Repitió la mujer, al mismo tiempo que su asistente sudaba frío.

—Presiento que aquí va a correr sangre – Pensó con nerviosismo.

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El primer periodo de clases ya había acabado y Hinata junto a Sakura estudiaban en la biblioteca, ninguna de las dos se veía muy contenta, pero trataban de estarlo.

—Cielos, se vienen bastante complicados estos exámenes ¿No crees Hinata? – Habló la peli rosa, ya que la Hyûga se veía demasiado triste y pensativa.

—¿Eh? Ah, sí – Soltó un suspiro, sin siquiera prestar atención a lo que acababan de decirle, estaba como en las nubes, así era desde que su relación con Naruto acabó, pensaba que ahora Naruto la despreciaba, que no quería saber nada de ella, pero en realidad estaba equivocada.

—¿Hinata que te pasa? – Se atrevió a preguntar Sakura, al verla tan complicada.

—No puedo dejar de pensar en Naruto-kun, en lo feliz que se ve cada vez que está con esa chica.

—¿Te refieres a Yuuki? – Hinata asintió con la cabeza. Sakura no sabía que decirle, antes había visto a esa chica, recordándolo muy bien, incluso antes de entrar a esta escuela, ella era amiga de Naruto, parecían llevarse demasiado bien.

—Naruto-kun… ya no me quiere… - Susurró con verdadera tristeza reflejada en sus ojos la joven Hyûga, contagiando por un momento a su amiga también.

—No entiendo, si quieres tanto a Naruto ¿Entonces por qué terminaste con él?

—Es algo complicado – Fue todo lo que salió de los labios de Hinata, que no tenía deseos de hablar de ese tema con nadie, no era algo que le gustaba estar gritando a los cuatro vientos, sería su secreto y punto.

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Matsuri miraba sin comprender a su novio, no sabía por qué él le estaba reclamando, estaba enojado, pidiéndole que no se acercara más a una persona que ella consideraba como un amigo muy importante.

—Pero no entiendo por qué tienes que ser tan amable con él – Se volvió a quejar el pelirrojo, obteniendo una mirada de reproche por parte de su dulce novia.

—Porque Kiba es mi amigo ¿Qué tiene de malo? No entiendo qué te molesta – Respondió, sentándose sobre el banco que estaba a su lado, cruzándose de brazos enojada, pero se veía tan tierna ante los ojos de Gaara que éste no podía evitar querer abrazarla y disculparse por estar tan celoso.

Soltó un suspiro de resignación, dispuesto a decir lo que en verdad le sucedía, no podía enojarse con ella, no era su culpa.

—Me muero de celos cada vez que veo como te sonríe.

—¿Celos? – El rostro de la chica inmediatamente se tornó de un leve color carmín, no podía creer lo que estaba escuchando ¿Gaara estaba celoso de su amistad con Kiba? —. P-pero no tienes por qué… no tienes que sentirte así…

—Es que te amo – Confesó sin más, haciendo que Matsuri volviese a sonrojarse. La tomó de la muñeca e hizo que se levantara, abrazándola por la cintura —. Y estoy seguro de que él siente algo por ti, sólo basta con mirarlo para darse cuenta.

—Yo creo que estás equivocado, él y yo somos amigos, ya te lo dije, no hay nada malo en eso – La chica miró a su novio a los ojos, sonriéndole tiernamente para asegurarle que todo estaba bien —. Aunque me hace feliz que me digas que estás celoso.

Gaara desvió la mirada avergonzado, ahora se sentía como un tonto, primero mostrándose como un novio celoso y ahora porque su corazón estaba muy acelerado con sólo ver la dulce sonrisa que tenía su novia en el rostro, era demasiado para él.

—Ya te lo dije, es por que te amo, eres sólo mía y nadie tiene derecho de acercase a ti – Sin más la besó en los labios, ante la sorpresa y vergüenza de ella. Su pequeño cuerpo se estremecía ante cada roce con esos labios, porque cada vez que él la besaba y le decía que la amaba se sentía enormemente feliz, ella también amaba demasiado a Gaara.

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Temari e Ino estaban charlando en la cafetería sobre lo aburridas que estaban, porque ya se acercaban los exámenes finales y sólo quedaba un mes antes de las vacaciones, aunque eso era lo único bueno, salir de vacaciones.

—Que aburrido, quiero que este mes se pase muy rápido, así saldré de vacaciones con mi novio – Dijo la rubia de cuatro coletas con una leve sonrisa, a lo que Ino sólo le miró de reojo, dejándose caer sobre la mesa como si ésta fuese una cama.

—Yo no quiero que acabe el año, no quiero que mi papá se case con su noviecita, no la soporto – Dijo sin ánimos de nada, aunque no era esa la verdadera razón de por qué no aprobaba ese matrimonio, sino una muy distinta —. No quiero estar cerca de Sai, no quiero ser su hermana… maldita sea ¿Por qué tiene que gustarme ese idiota?

—Ino, ya deberías superarlo, tu padre no tiene la obligación de quedarse soltero de por vida sólo porque tú así lo quieres – Ino iba a responder de mala gana, pero justo en ese momento se acercó la persona a quien menos deseaba ver en ese momento.

—Hola Ino-chan – Le saludó Sai, con su siempre extraña sonrisa, esa que ponía de los nervios a la Yamanaka.

—¿Qué quieres Sai? – Interrogó groseramente, no podía soportar el tener que verlo, no sabiendo que él le gustaba y que tenía novia, que era su hermanastro y que en verdad él se creía esa estupidez de que eran familia, no lo aguantaba.

—Me dijo Shizune-san que nos buscan nuestros padres en la dirección – Comunicó, sin importarle la cara de asesina que tenía Ino, después de todo ya estaba acostumbrado a ella y le parecía de lo más tierna y divertida. Ino era demasiado caprichosa, tal vez la persona más caprichosa que había conocido en su vida, pero le gustaba estar a su lado, aunque ella lo odiara.

—Ya voy – Dijo furiosa, pasando junto al pelinegro y dándole un leve empujón, totalmente a propósito.

Temari sólo miró a Sai y se rió ante el comportamiento de su amiga, o ella en verdad lo odiaba, o se moría por él y no lo quería reconocer.

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Sasuke estaba junto a Yayoi, sentados en una banca del patio. El azabache estaba muy callado, esperando a que ella le dijera por qué lo había llamado, en realidad no tenía idea de que pasaba, pero ella le dijo que tenía algo importante que decirle.

—Soy una mala persona, tengo que decirle la verdad a Sasuke… aunque mis padres me vayan a matar… ya no puedo mentir… - Pensó, con sus ojos cerrados. Sasuke la miró, confundido ante la expresión que ella le mostraba.

—¿Sucede algo Yayoi? ¿Te sientes mal?

—¿Eh? – La chica abrió los ojos para mirarlo, notando su preocupación. Sasuke ya no era el de antes, tal vez en ese tiempo no hubiera sentido remordimientos, pero él había cambiado y merecía ser libre —. N-no, no me duele nada – Negó rápidamente.

—Que bueno – El azabache bajó la mirada, hasta que sintió como una de las manos de la joven se posaba sobre la suya, con delicadeza.

—Sasuke… gracias por preocuparte por mi y por mi hijo – Dijo Yayoi con una sonrisa sincera, de verdad estaba agradecida con él, Sasuke se había portado demasiado bien.

—No tienes que hacerlo, se supone que también es mi hijo – Él nuevamente bajó la mirada, no sabía en que momento había dejado de ser “Sasuke Uchiha” el frío, serio y popular chico que todas amaban, ahora era sólo él, un chico que se arrepentía enormemente de sus errores.

—Sasuke yo… tengo algo que decirte… - Yayoi presionó su mano con fuerza, estaba decidida a hablar, pero justo en ese momento se apareció Shizune, buscándola.

—Que bueno que te veo Yayoi-san, están tus padres en la oficina, quieren hablar contigo – Al oírle, Yayoi asintió con la cabeza. Shizune se alejó y la chica fijó su mirada en el azabache, pero esta vez era diferente, lucía más decidida que nunca.

—Más tarde hablaré contigo Sasuke, discúlpame – Sin más se alejó. Su barriga ya estaba crecida, era obvio que tenía algunos meses ya.

El Uchiha por su parte sólo la vio alejarse, preguntándose una vez más que era lo que ella quería decirle, en verdad le intrigaba ¿Sería muy importante?

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Neji y Tenten estaban practicando baloncesto en el gimnasio de la escuela. Solían juntarse ahí algunas veces por semana para charlar de sus cosas y jugar un rato, aunque casi siempre la chica anotaba más canastas que él, sin embargo Neji no era mal jugador, con su visión perfecta era capaz de realizar el tiro de media cancha mucho mejor que la Ama.

Ahora quien tenía el balón era Neji, pero enseguida Tenten pasó corriendo a su lado y se lo quitó, mostrando una sonrisa traviesa. El castaño frunció el ceño, pero se paró bajo la canasta, extendiendo sus brazos para proteger la canasta.

—No pasarás Ten – Dijo con seguridad, mirándola fijamente con sus ojos perlados, mas la chica volvió a sonreír, divertida.

—No lo intentaba – Y en ese momento saltó, sorprendiéndolo, soltando el balón desde el mismo lugar en que se encontraba, para hacerlo entrar en el aro, y a pesar de que Neji saltó para evitarlo, lo hizo demasiado tarde.

—Rayos, eso fue trampa – Se quejó el Hyûga, pero Tenten no pensaba de esa manera, para ella había sido una estrategia muy justa, que Neji lo tomara de otra manera no era su culpa.

—No es cierto, no fue trampa, estás ardido.

El genio volvió a fruncir el ceño, mientras observaba como Tenten tomaba la pelota que había rebotado hasta sus pies, haciéndole dar botes contra el suelo.

—No es cierto – Negó enfadado, acercándose a ella para quitarle la bola, sólo quería hacerla enojar, demostrarle que a él nadie le ganaba, pero en lugar de eso, lo único que consiguió fue que sus pies y los de ella se enredaran, yendo a parar al frío y duro suelo.

Al darse cuenta de que estaban cayendo, Neji abrazó a Tenten, para impedir que se fuese a golpear, recibiendo el impacto en uno de sus codos, sin embargo eso no pareció preocuparle mas que el estado de su amiga, quien yacía debajo de su cuerpo, con los ojos cerrados.

—Tenten… ¿Estás bien? – Preguntó, mirándola fijamente, sin darse cuenta aún de lo cerca que estaban sus rostros.

Los ojos de la chica se abrieron lentamente y un leve sonrojo cubrió sus mejillas al darse cuenta de que su rostro y el de Neji estaban sólo a centímetros.

—N-Neji… - Escapó aquel suave susurro de sus labios, los que pronto se convirtieron en el objetivo de la vista del Hyûga, que al igual que ella, de un momento a otro se había quedado hipnotizado. Ambos podían sentir el aliento del otro, cada vez más cerca, acortando la distancia entre sus labios.

Nada parecía importar en ese momento.

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Bueno, hasta aquí lo dejo por ahora ^^ Que mala soy xDD

Antes de poner las preguntas, recuerden no responer todo el post sólo con ellas, sino van a borrar los mensajes y me veré obligada a ya no poner más preguntas, y con lo divertidas que son xD

Pero, ahora sí las preguntas.

¿Cual fue su parte favorita y por qué?
¿Creen que haya un beso entre Neji y Tenten? (apuesto a que lo quieren xD)
¿No es Gaara un novio muy celoso?
¿Que le va a decir Yayoi a Sasuke?

Y bien, me despido, espero les haya gustado.

¡Bye!