Teenage days [sxs-nxh-gxm-sxi-sxt-nxt]

¡Hola! Muy buenas noches, vengo a dejarles la conti de mi fic.

Gracias por sus comentarios ^^ espero que esta parte también la disfruten.

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Ino estaba caminando entre la gente de la fiesta, se sentía un poco perdida y además estaba molesta, ese idiota de Sai se había atrevido a dejarla sola para irse con esa mosquita muerta de Suki, la que por cierto no le caía nada bien.

—Pero cuando lo encuentre me va a oír, ese idiota… - Se decía enrabiada a más no poder. En ese momento divisó la cabellera negra de Sai, él le estaba dando la espalda. Tomó aire para gritarle un par de cosas a pesar de que no estaba demasiado cerca, pero se quedó callada al ver como él se daba una vuelta en la pista, abrazado de esa Suki, para luego besarla en los labios.

No se dio cuenta en que momento ni por que, pero de pronto sus ojos se llenaron de lágrimas, así que no pudo hacer más que salir corriendo de ahí, no podía ver esa escena por más tiempo.

—No sé ni por que estoy llorando – Susurró.

Sai mientras tanto se separó de Suki, la miraba fijamente mientras ella le sonreía de manera dulce, parecía ser una chica tan linda, tan tierna y que lo trataba tan bien, todo lo contrario con Ino, que no hacía más que agredirlo sin razón ¿Por qué debía pensar en ella? No valía la pena.

—Sai-kun… me gustas mucho… - Le confesó la chica reposando su cabeza sobre el pecho del pelinegro, el cual sonrió y la tomó del mentón.

—Tú también a mí Suki-chan – Respondió antes de volver a besarla. Así era como debía ser, esa chica sí lo merecía.

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Sakura había corrido hacia la azotea llorando sin poder detenerse, pues las palabras de Sasuke realmente le habían afectado. Lo amaba, pero no era capaz de estar con él mientras ese bebé estuviera de por medio, no era esa clase de persona.

—Lo siento Sasuke… - Fue todo lo que pudo decir, quería parar de llorar, pero era inútil.

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Ya se acercaban las doce de la noche y la fiesta estaba que ardía con tanta gente, todos bailando de lo más felices.

Yuuki estaba buscando a Kiba, hace como media hora que se le había perdido de vista su primo, seguro andaba buscando a Matsuri y Gaara que se habían ido más o menos hace media hora también. Miró hacia un costado y observó a Naruto bailar amenamente con su dulce novia, lo que la puso muy triste, así que decidió darse la vuelta sin mirar si había alguien o no.

Llevaba un vaso de refresco en su mano y cuando se volteó chocó contra el pecho de alguien, tirándole parte de su refresco en la camisa blanca que llevaba.

—¿Así que te estás vengando? – Oyó la petulante voz de Itachi Uchiha. Levantó su mirada para quedarse perdida por unos segundos en aquellos ojos negros, pero rápidamente salió de ese estado.

—Itachi – Nombró frunciendo el ceño - ¿Qué no estabas con una de tus golfas?

—¿Acaso estás espiándome? – Cuestionó él arqueando una ceja, pero la sonrisa arrogante que puso la chica lo molestó bastante.

—Claro, eres tan, pero tan importante en mi vida que no puedo estar un solo segundo sin saber que estás haciendo – Dijo con sarcasmo. Itachi rió con molestia ante el comentario.

—Muy graciosa.

—Quítate que estoy buscando a alguien – Le exigió Yuuki moviéndolo de su camino. No podía soportar verle la cara por más de dos segundos, realmente era un tipo detestable, no entendía como la gran mayoría de las chicas de la escuela morían por él.

—¿Buscas a tu novio? – Preguntó Itachi, mostrándose levemente interesado. Por alguna extraña razón no le parecía buena idea que ella tuviera novio, tal vez la defendería y ya no la podría molestar.

—No tengo novio.

—Claro, con ese carácter dudo que alguien te soporte – Bromeó esbozando esa perfecta sonrisa que volvía locas a las jovencitas, sólo que era la que Yuuki más odiaba.

—¡Imbécil! – Exclamó con una venita marcada en su frente, para luego empujarlo y salir corriendo. Ese era su estilo, siempre salía corriendo después de insultarlo y empujarlo.

—¡Al menos pídeme perdón! – Exigió el Uchiha.

—¡No sueñes idiota! – Fue la respuesta de la castaña. Corrió con una sonrisa graciosa en su rostro, hasta que se topó con nada más y nada menos que el hermano menor del tipo con quien peleaba – Sasuke…

—Yuuki ¿Podemos hablar? – Preguntó el azabache con la mirada baja. Yuuki asintió con la cabeza, tratando de sonreír.

—Claro Sasuke ¿Qué deseas? – Preguntó amablemente. Sasuke estaba dudando, pero ya no sabía que más hacer para poder volver a estar junto a Sakura, de verdad la necesitaba de regreso.

—Yuuki por favor dímelo ¿Ese hijo es mío? – Preguntó Sasuke con un triste semblante, logrando conmover a la chica, que se debatía entre decir la verdad o no traicionar a su amiga.

—Sasuke… yo… - Pero justo cuando iba a decir algo más su celular comenzó a sonar. Ella lo contestó rápidamente al ver que se trataba de Yayoi - ¿Bueno? – Pero su expresión cambió a una de sorpresa enseguida.

—¿Qué pasa? – Preguntó Sasuke un tanto preocupado. Vio como Yuuki bajaba lentamente el aparato de su oído, para después mirarlo con preocupación.

—Algo le pasa a Yayoi – Fue todo lo que dijo antes de irse corriendo, por lo que Sasuke no tuvo más opción que seguirla.

Naruto bailaba alegremente con su novia Hinata, pero desde hace un rato que la notaba muy extraña, en realidad desde hace varios días, aunque ella no le hubiese dicho nada.

—Hinata-chan ¿Te pasa algo? – Se atrevió a preguntar, porque la verdad ya estaba cansado de no ver la dulce sonrisa de su Hinata.

—N-Naruto-kun yo… - Hinata dudó si decirlo o no, tan sólo por un momento, pero la verdad era que no quería preocupar a Naruto, no tenía caso – N-no es nada.

—¿Nada? – Naruto atrapó el blanquecino rostro de su novia entre sus manos, haciendo que lo mirara directo a los ojos – No puedes engañarme, te conozco Hinata-chan, sé que algo tienes y voy a insistir hasta saber que es.

—Y-yo… - Ella ya no pudo aguantarlo, abrazó a Naruto con fuerza y trató de no llorar – Es que… mi padre, me ha estado presionando para dejarte, y yo no quiero Naruto-kun… no quiero hacerlo…

—Hinata-chan, no seas tonta – Naruto la rodeó por la cintura, sintiendo el aroma de su pelo sedoso – Yo te amo, y siempre voy a estar a tu lado sin importar lo que quieran los demás ¿Me escuchas? No tengas miedo de nada.

—Sí, Naruto-kun – Respondió la ojiperla levantando su rostro para besar a su novio en los labios. Él tenía razón, no había de que preocuparse.

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Matsuri se encontraba totalmente nerviosa, su estómago estaba apretado y su corazón no dejaba de latir como si estuviera a punto de estallar. Gaara no dejaba de besarla, la había besado tantas veces ya que prácticamente perdió la cuenta ¿Tres? ¿Cuatro? ¿Cinco? Ya no se acordaba, no tenía cabeza para pensar en otra cosa que no fuera corresponderle.

—Matsuri… - Le susurraba el pelirrojo entre besos, sin alejar sus labios de los de ella – Matsuri… te quiero… te quiero… te amo – Y después de decir aquello volvió a besarla de forma apasionada, sin que la castaña pudiera reaccionar a más que a rodearlo por el cuello con sus brazos.

Quería saltar de la emoción ¡Le había dicho que la amaba! Pero no podía ni moverse de los nervios, esto era demasiado para ella, sentía que se iba a desmayar.

—G-Gaara… - Su voz parecía más débil de lo normal, pero para Gaara era simplemente adorable – Gaara ¿Es… es verdad lo que has dicho?

—Por supuesto, ya no puedo negarlo Matsuri – La volvió a besar, pero fue un contacto leve y corto – Estoy loco por ti, no dejo de pensar en ti en ningún momento, no me puedo concentrar en las clases… odio cuando estás con alguien más… porque te amo…

—Gaara… - Matsuri estaba tan sorprendida que no pudo evitar llorar, parecía que aún seguía soñando, que ese hermoso sueño del campo de flores no había terminado, pero no, debía darse cuenta de que esta era la realidad, esa que tanto ella deseaba.
—No llores – Le pidió Gaara secándole una de sus lágrimas, no quería verla llorar por su culpa – Sé que he sido un idiota, sé que te lastimé demasiado, pero estoy arrepentido… y si tú quieres… lo podemos intentar…

—¿Q-que quieres decir con eso? – Cuestionó sorprendida, no podía ser lo que ella creía.

—¿Quieres ser mi novia?

Ahora sí que Matsuri quería llorar, lloraba por la felicidad que estaba sintiendo, porque por fin Gaara correspondía a sus sentimientos y le había pedido que fuera su novia, simplemente era maravilloso.

—Claro que sí Gaara, acepto – Respondió con una hermosa sonrisa. Gaara acarició sus labios con su dedo pulgar, dibujando sobre ellos un corazón imaginario, para después besarla lentamente, disfrutando de cada roce con esos dulces labios que ella poseía y que él adoraba besar.

Y ahí, justo a unos cuantos metros de ellos y escondido tras un pilar se encontraba Kiba observando el espectáculo. Sus ojos demostraban una profunda tristeza al ver como ellos se abrazaban y se besaban con tanto amor.

—Debería estar feliz por ella… ¿Pero por que me siento así? – Se preguntó bajando la mirada. Y ahí estaba su respuesta, él la amaba, pero Matsuri jamás lo sabría.

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Yuuki había corrido hasta su cuarto lo más rápido que pudo, y cuando llegó observó a su amiga Yayoi tirada en el piso y sangrando, estaba consciente, pero aparentemente sufría algún síntoma de pérdida.

—¡Yayoi! – Gritó desesperada y corriendo a auxiliarla. Se agachó a su lado y la ayudó a quedar sentada - ¿Estás bien Yayoi?

—Yuuki… me duele mucho, ayúdame… - Rogaba la chica con sus ojos llenos de lágrimas. Yuuki no sabía que hacer, ella también estaba llorando.

—¡¿Qué pasó Yuuki?! – Gritó Sasuke al entrar, y al encontrarse con la escena no pudo evitar poner una expresión de sorpresa y correr hacia ambas chicas - ¡Yayoi! – Gritó preocupado. Se agachó junto a ella y tomó su mano - ¿Qué tienes?

—No sé – Respondió Yayoi sin parar de derramar lágrimas – Me empecé a sentir mal y después… - Dejó de hablar para abrazar a Yuuki, llorando más fuerte – No sé que hacer, ayúdenme por favor…

—Tranquila – Le decía Yuuki acariciando su cabello.

—No te preocupes yo… llamaré a una ambulancia, vas a estar bien – Aseguró el Uchiha, que se encontraba demasiado desconcertado. Él había deseado deshacerse de ese bebé para así poder volver con Sakura, pero esto… lo que estaba sucediendo era horrible y esa criatura no era culpable de los errores que hubiese cometido, lo mejor que podía hacer era ayudar a Yayoi como sea. Se levantó y tomó su celular, marcando de inmediato el número correspondiente.

—Cálmate amiga, no va a pasar nada – Le decía Yuuki abrazándola aún, sin dejar de acariciarle el cabello como a un gatito asustado.

—Tengo miedo… no quiero perder a mi hijo… - Dijo Yayoi sin dejar de llorar.

Sasuke no dejaba de mirarla de reojo mientras hablaba por teléfono, estaba demasiado preocupado, no se esperaba esto, Yayoi lucía muy mal.

—Ya vienen – Dijo para tratar de calmarla, arrodillándose junto a ella y tomando su mano.

—Sasuke, por favor no me dejes sola, ni tú Yuuki – Pidió la chica asustada. Sasuke sólo asintió con la cabeza, no lograba sentirse mejor.

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La ambulancia llegó muy pronto, causando un gran alboroto en toda la escuela. Todos los presentes se acercaron a curiosear mientras subían a la chica al vehículo. Sakura que iba pasando luego de haber bajado de la azotea, se quedó sorprendida al ver lo que estaba pasando.

—¿Qué pasó? – Preguntó con expresión de preocupación. Observó a Sasuke, quien la miró de igual forma.

—Yayoi tiene síntomas de pérdida.

Yuuki se acercó a los dos jóvenes que permanecían en absoluto silencio, sin mirarse a la cara.

—Yo voy a ir con ella ¿Irás Sasuke?

Sasuke miró detenidamente a Sakura, como pidiendo su aprobación, por lo que ella sólo sonrió y asintió con la cabeza.

—Debes ir Sasuke – Le aconsejó dejando de sonreír para bajar la mirada. Sasuke sólo asintió y se subió a la ambulancia junto a Yuuki, dejando sola a la peli rosa que no quiso permanecer más ahí, se fue corriendo a su habitación con varias lágrimas bajando por sus mejillas, pero debía ser fuerte y olvidarse de él.

Todos regresaron a la fiesta y dejaron atrás el chisme, pero Tenten al ver tan mal a su amiga decidió que lo mejor era seguirla, no la podía dejar sola.

—Lo siento Neji, tengo que ir a ver a Sakura – Le dijo la castaña soltando su mano, ya que sin darse cuenta ambos estaban así desde hace mucho rato.

—Claro Tenten, te entiendo – Dijo Neji sonriendo levemente. Tenten se acercó al joven de ojos perla y le dio un beso en la mejilla, para luego subir corriendo las escaleras hacia el segundo piso.

Neji llevó una mano a su mejilla, sintiéndose realmente extraño con aquel beso, ya que su corazón había latido muy fuerte.

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Eri se encontraba bajo las sábanas de su cama, no llevaba nada puesto a parte de eso, por lo que se podía ver su espalda desnuda. La mano de alguien se abrazó a su cintura y un chico besó su mejilla, pero ella lo apartó de pronto, sentándose y aún cubriéndose con la sábana.

—Takano ya basta, tengo mucho sueño – Se quejó.

—Perdona – Le susurró Takano al oído, abrazándola por la espalda – Si quieres ya me voy, te dejaré dormir tranquila – El chico se levantó de la cama y comenzó a vestirse, mientras ella miraba sólo al suelo, sin atreverse a levantar la vista – Nos vemos mañana preciosa – Dijo acercándose a ella para darle un beso, pero Eri ladeó el rostro para evitarlo.

—Buenas noches – Dijo sin ninguna emoción, volviendo a cubrirse bajo las sábanas. Takano frunció el ceño y se alejó.

—Buenas noches – Sin más se dirigió a la puerta y abandonó la casa de la muchacha, que de pronto se había puesto a llorar, pues se sentía lo peor del planeta tierra.

Eri se cubrió el rostro con las sábanas, tratando de no pensar en todo el daño que le hacía a Neji, él no lo merecía, pero ya era tarde para detenerse.

—Perdóname Neji…

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Sakura estaba llorando en su cuarto, sobre su cama, escondiendo su rostro entre las almohadas. Tenten entró a la habitación y se sentó a su lado, abrazándola.

—Tranquila Sakura, ya no llores.

—No puedo Tenten, ya no puedo aguantarlo más… lo amo… pero… no podemos estar juntos ¿Viste lo que pasó? Ella lo necesita más que yo.

—Sakura… - Tenten no sabía que decirle, después de todo tenía la razón.

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Sasuke estaba en el hospital, sentado en una silla en la sala de espera junto a Yuuki. Golpeaba sus dedos contra su pierna constantemente en señal de nerviosismo, al mismo tiempo que golpeaba el suelo con su pie.

La madre de Yayoi estaba ahí también, no lo miraba, no le decía nada, y él tampoco era capaz de hablarle, se sentía muy avergonzado por todo.

Yuuki se levantó para ir a la máquina expendedora por un refresco, estaba demasiado preocupada por su amiga, pero no podía hacer nada más que esperar. Estaba concentrada en escoger su bebida, cuando oyó una voz que la dejó congelada.

—Yuuki…

Abrió los ojos como platos y se volteó rápidamente, encontrándose con un chico alto, de cabello blanquecino y de ojos azul cielo, que la miraba muy preocupado.

—Keiji ¿Qué demonios haces aquí? ¿Cómo te enteraste? – Preguntó algo aturdida, estaba segura de que él no sabía nada del embarazo ¿Entonces como llegó?

—Yayoi me llamó, me dijo que algo le pasaba, fui a verla a la escuela y me dijeron que estaba aquí ¿Cómo está? ¿Qué le pasó? – Preguntaba el chico consternado, no podría soportar que a ella le pasara algo. Yuuki lo tomó de la muñeca, alejándolo del lugar.

—Keiji, por favor te pido que te vayas, no debes estar aquí – Pidió ella en un susurro, pero el chico la miró confundido.

—Pero quiero ver a Yayoi, Yuuki por favor déjame pasar – Insistió él.

—No puedes, tú y ella ya terminaron, no la busques más.

—Pero…

—Mira, yo te llamaré y te contaré cuando sepa algo ¿De acuerdo? Ahora sólo vete, entiende que nadie puede verte, por favor – Pidió Yuuki en tono de súplica, logrando finalmente convencer a Keiji de abandonar el lugar.

—De acuerdo, pero por favor llámame – Y así el joven de marchó, dejando más tranquila a Yuuki, que pudo suspirar aliviada una vez que lo vio salir.

La castaña regresó junto a Sasuke y a la madre de su amiga para esperar al doctor, que finalmente salió y les notificó que el peligro había pasado, Yayoi y el bebé estaban bien, así que todos pudieron sentirse aliviados por eso.

—Al menos todo salió bien con ella… - Pensó Sasuke cerrando sus ojos y dejando caer su cabeza hacia atrás – No me queda de otra, no puedo dejarla sola, tendré… que olvidarme de Sakura para siempre, es lo mejor…

Continuara…

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¿Cual fue su parte favorita?
¿Estará Ino celosa?
¿Creen que Sasuke hizo bien en irse con Yayoi?
¡Gaara y Matsuri ya son novios! ¿Que opninan al respecto?
¿Creen que Kiba haga algo para separarlos?

Bueno, me despido y hasta la conti, nos leemos pronto ^^

¡Bye!

 

¡Hola!

Perdón por la demora con el fic, pero muchas gracias por todos sus comentarios, me animan mucho ^^

Estoy trabajando en un fic con una historia que realmente me gusta, la pareja principal será la que todos saben que adoro (GaaMatsu), pero con todas las demás incluidas, y tendrá mucho de ellas, sobre todo ShikaTema y KankuSari (hasta ahora no he publicado ninguno de mis fics que contenga esta pareja aquí), las demás también estarán, nadie tendrá pocas apariciones, todos saldrán en todos los capis ^^

Pero bueno, aquí les dejo la primera parte del capi de hoy, nos leemos abajo ^^

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Capitulo 15: Decepción

Ya habían transcurrido dos semanas desde el baile de navidad, dos semanas de vacaciones de invierno. El año nuevo también había pasado y siguiendo la tradición, cada uno de los chicos fue al templo a pedir por la suerte de un nuevo año.

Sin embargo, esas pequeñas vacaciones ya habían terminado y ahora todos estaban regresando a la escuela una vez más.

Sakura entró casi corriendo, ya que Sasuke la venía siguiendo y quería evitarlo en lo más posible. No hablaban casi nada desde entonces, apenas se dirigían la palabra en la casa y ella había estado casi todo el tiempo encerrada para no verlo. Por un lado Fugaku se sentía mejor, su hijo ya no estaba saliendo con la hija de la empleada, pero aún así las cosas seguían siendo problemáticas.

—¡Sakura, espérame! – Le exigió Sasuke, ya no iba a permitirle que lo siguiera evitando, en la casa él sabía que no podía reclamarle nada porque estaban sus padres, pero aquí en la escuela nadie le iba a impedir hablar con ella, nadie lo haría.

—¡Déjame en paz, ya te dije que no me sigas! – Le respondió sin voltearse a verlo.

—¡Pero Sakura! – Sasuke no aguantó más y con fuerza y algo de brusquedad agarró a la peli rosa de la muñeca, volteándola para que ella lo mirara a los ojos —. Yo no quiero pelear contigo, sólo quiero que me escuches.

—No quiero oírte – Con fuerza Sakura se soltó del agarre del chico y se encaminó hacia el interior de la escuela. Hacía frío, incluso caían pequeños copos de nieve aumentando aún más el invernal paisaje, pero nada era más frío que el trato de ella.

Naruto se acercó a la entrada de la escuela y divisó al Uchiha luego de que su padre se marchara, aún estaban algo peleados debido al tema de Hinata, pero Naruto había decidido no hacerle caso a su padre por más que este le insistiera en abandonar a la ojiperla, no estaba dispuesto a someterse de esa manera.

—Eh, hola Sasuke – Saludó alegremente el rubio. Sasuke se volteó y sin quitar su ceño fruncido también le saludó.

—Hola Naruto.

—Te ves medio mal ¿Te pasa algo? – Interrogó Naruto con curiosidad. Sasuke bajó la mirada y soltó un hondo suspiro, llevándose sus manos heladas por el frío a los bolsillos de su chaqueta.

—Lo mismo de siempre, Sakura no quiere hablarme, seguro que me odia.

—Oh vamos, no creo que Sakura-chan te odie – Aseguró el Uzumaki sonriendo, aunque eso no logró animar para nada a Sasuke, sólo quería acabar con todo esto de una vez, pero no podía dejar sola a Yayoi, tenía que estar a su lado porque era su responsabilidad —. Si quieres… puedo hablar de nuevo con Yuuki-chan, ella tiene que decirme si todo es verdad o no.

—¿Por qué tratas de ayudarme si me odias?

—Lo hago por Sakura-chan – Respondió Naruto, cruzándose de brazos y haciendo un desprecio —. Aunque… en realidad no te odio… - Completó su frase, observando como una pequeña sonrisa aparecía en los labios de Sasuke.

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—¡Date prisa Hinata! – Exclamaba Neji desde el auto, llamando a su prima que estaba muy atrasada para la escuela. Él ya estaba listo junto con Hanabi, pero Hinata parecía haberse levantado muy tarde porque aún no bajaba.

—¡Ya voy! – Respondió la chica saliendo por la ventana para avisar a su primo. Este sólo suspiró en su asiento. Hinata por su parte bajó las escaleras como una loca, por suerte sus maletas ya habían sido llevadas por los empleados de la casa y ella sólo debía subir al auto, pero antes de llegar a la puerta su padre la detuvo.

—Hinata – La llamó tan serio y frío como siempre, cosa que le heló la sangre a la Hyûga, cuando él le hablaba de esa manera nada bueno vendría, estaba segura.

—¿Qué sucede padre? – Preguntó bajando la mirada, intimidada por ese hombre tan severo.

—Antes de que salgamos quiero decirte algo, y espero que por tu bien lo comprendas.

Hinata sólo asintió con la cabeza, aún sin atreverse a mirarlo, no podía cuestionarlo, él era su padre y la persona que estaba encargada de cuidar y proteger de ella, y aunque lo hacía había una cosa que siempre le había faltado darle, su amor y comprensión. Para Hiashi, ella era demasiado débil y sumisa, por eso jamás la dejaría hacer su voluntad.

—Te diré esto sólo una vez – Comenzó a decir el hombre, sin quitar su mirada de su hija —. Dejarás a Uzumaki Naruto hoy apenas llegues a la escuela.

—¿Qué? – Hinata lo miró sorprendida ¿Qué clase de locura le estaba pidiendo? Esto era demasiado y por supuesto que no estaba dispuesta a ceder, no ésta vez —. Yo no puedo hacer…

—Lo harás, lo harás o yo personalmente me encargaré de arruinar a su familia, de dejarlos en la calle y en completa miseria – Aseguró, asombrando aún más a Hinata.

¿Qué pasaba si eso era verdad? Si su padre fuese capaz… ella sabía que podría hacerlo y no quería, no podía permitir ver a Naruto sufrir de esa manera y mucho menos si ella tenía la posibilidad de evitar todo eso. No entendía por que su padre no los quería juntos, no sabía que tenía en contra de él, pero lo mejor era que le hiciera caso y dejara a Naruto, no quería hacerle daño.

—Haré lo que usted diga padre – Dijo al fin, luego de varios minutos de silencio. Hiashi sólo cerró los ojos y asintió con la cabeza.

—Así me gusta – Susurró dirigiéndose a la puerta.

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—Nos vemos papá – Dijo Matsuri alegremente, dándole un beso en la mejilla a su padre mientras se despedían en la entrada del colegio. Él la notó más feliz de lo normal, pero no entendía a que se debía, ya que su hija aún no le contaba que ahora tenía novio, estaba esperando el momento indicado.

—Recuerda que tienes que estudiar mucho porque falta poco para el periodo de exámenes finales – Le aconsejó Ryu, a lo que ella asintió contenta con la cabeza.

Después de eso ella ingresó y su padre se alejó. Matsuri estaba algo distraída, desde hace una semana que no veía a Gaara porque él tuvo que irse con sus padres a la casa de sus abuelos, pero antes de eso habían tenido una hermosa cita en el parque, que seguía cubierto de nieve.

Sus mejillas se encendieron al recordar ese momento, al acordarse de los besos que él le daba, de sus brazos cálidos que la rodeaban por la cintura mientras los copos de nieve caían al suelo, y cuando le dijo aquel apodo.

—Princesa… - La castaña dio un salto al sentir ese suave aliento dentro de su oído. Se volteó y se sonrojó completamente al notar que había sido Gaara, estaba junto a ella y no tardó nada en abrazarla, rodeándola por la cintura.

—G-Gaara… - Articuló la avergonzada castaña. Realmente Gaara la había sorprendido, no supo en que momento él llegó a su lado y ya se encontraba abrazándola, pero realmente no importaba, estaba feliz de volver a verlo —. T-te extrañé mucho…

—Y yo también a ti – Aseguró el pelirrojo posando su cabeza sobre el hombro de la castaña. Su corazón estaba muy agitado y eso era algo molesto, pero había sucedido desde que la vio ahí caminando, tan distraída y sumida en sus pensamientos. De verdad ella le gustaba, la amaba, ahora lo sabía con certeza, porque realmente la había extrañado toda esta semana, no hallaba ya la hora de regresar y estar a su lado —. Te quiero, princesa.

Matsuri se sonrojó aún más al oírlo llamarla de esa manera. Había comenzado a llamarla así en su última cita, después de ver una película en donde salía una joven muy parecida a ella y que hacía el rol de una princesa, entonces a él se le metió la idea en la cabeza de llamarla de esa manera, además a Matsuri le gustaba mucho.

—Yo también te quiero Gaara – Respondió antes de besarlo. Aún era muy tímida para atreverse a besarlo ella, pero lo necesitaba y no podía esperar hasta que él lo hiciera, quería sentir la calidez de sus labios. A pesar de que nunca había besado a nadie más que no fuese Gaara, Matsuri sabía que nadie más la haría sentir así, no necesitaba besar a otro para saber que él era el mejor.

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Yuuki estaba en su cuarto junto a su mejor amiga Yayoi, la cual lucía mucho mejor que la última vez, pues al estar unos días hospitalizada se había recuperado del todo y ahora estaba muy pendiente de su salud, a pesar de todo no quería perder a su hijo.

—Voy a la cafetería ¿Quieres que te traiga algo? – Ofreció Yuuki amablemente, a lo que Yayoi asintió con la cabeza alegremente.

—Ah, un helado de chocolate, desde ayer que me muero por probar uno.

—Esos son antojos amiga – Le aseguró la castaña sonriendo —. Bueno, ya regreso – Iba a salir, pero Yayoi la detuvo.

—Yuuki, espérate.

—¿Qué pasa? – Preguntó la chica volteándose, notando a su amiga bajando la mirada, al parecer estaba triste.

—Es… es sobre Keiji… ¿Has hablado con él verdad? ¿Le dijiste que yo estoy…?

—No – Le interrumpió Yuuki antes de que acabara su frase, porque sabía perfectamente lo que iba a decir —. No tengo el derecho de hablar de eso con nadie, pero… Yayoi él está muy preocupado por ti, a pesar de… que lo dejaste él todavía te quiere, se le nota — Yayoi se entristeció al oírla —. Deberías decirle la verdad.

—No puedo.

—¿Tanto te importa lo que vayan a decir tus padres por haberte involucrado con un chico sin dinero? Incluso le has mentido a Sasuke, asegurando que el bebé es suyo cuando sabes perfectamente que no es así, que él no tiene nada que ver en esto.

—Sabes que yo no pienso de esa manera ¡Sólo estoy tratando de hacer lo mejor que pueda!

—¡Lo estás haciendo todo mal! – Yayoi la miró sorprendida, pero Yuuki tenía razón, ella estaba haciendo todo mal, desde el momento en que había decidido mentir para salvarse, porque podía asegurar que había mentido para que sus padres no arremetieran en contra del verdadero padre de su hijo, pero la verdad era que lo hacía por sí misma, porque temía lo que le podrían hacer si decía la verdad.

Y ahora ya no sabía si seguir con esto o hablar y terminar todo de una vez.

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Hiashi, Neji, Hinata y Hanabi llegaron al colegio en su lujosa limusina. Hinata estuvo callada todo el viaje, pensando en como haría ahora para terminar con su amado Naruto, no podía decirle que lo haría obligada por su padre porque eso sería reconocer que él era un tirano, y a pesar de todo era su padre.

Todos bajaron del vehículo y el chofer bajó sus cosas en silencio, pero Hiashi no bajó, él permanecía dentro todavía.

En eso oyeron los sonidos de unos gritos muy fuertes que se acercaban a ellos.

—¡Mitsuko, detén el auto que nos vas a matar! – Gritaba Tenten muerta del miedo. Ella y su madre venían acercándose a la escuela, pero Mitsuko como siempre, no sabía conducir a pesar de haber insistido mucho en que ella lo haría con gusto.

—¡¿Cuál es el freno?! – Preguntó Mitsuko tratando de encontrar el freno y presionando de todo, mientras que Tenten entornaba los ojos.

—¡Es este! – Exclamó pisando el freno, logrando detener por fin el auto a centímetros de chocar con la limusina de los Hyûga —. Uff… - Suspiró la castaña.

—Eres una genio hijita – Le dijo Mitsuko con una gotita resbalando por su sien, aunque ya estaba más calmada, suerte que Tenten supo como frenar el auto, sino no sabía que hubiera pasado.

Hiashi se bajó furioso de su auto al oír tal escándalo, más al ver que ese auto por poco y chocaba con el suyo.

—¡¿Pero que demonios?!

Tenten se bajó del auto de su madre y cerró dando un portazo, aún con la respiración agitada.

—¡No vuelvas a traerme nunca mamá!

—¿Tenten? – Cuestionó Neji abriendo los ojos como platos, estaba sorprendido por toda esa escena que se había desarrollado frente a sus ojos.

—¡Neji! – Exclamó Tenten completamente sonrojada ¿Cómo era posible que Neji la hubiese visto mientras hacía el ridículo? Se sentía realmente avergonzada.

—¡Ah no, pero esta mujer es un peligro público! – Gritó Hiashi Hyûga, llamando la atención de los presentes, mientras que Mitsuko se trataba de arreglar el cabello mirándose en el espejo retrovisor, claro que al oír como ese sujeto le gritaba se bajó indignada.

—Ah, pero si es el señor amargado, Hiashi Hyûga.

—¿Se puede saber quien fue el idiota que le permitió una licencia a una loca como usted? – Cuestionó el hombre arqueando una ceja, notando como una venita se marcaba en la frente de la hermosa actriz.

—Ay, no me diga que aún sigue resentido por lo de la otra vez ¡¿Qué no le bastó con demandarme?! – Gritó molesta, porque al parecer ese sujeto no se cansaba de incordiarla y realmente le colmaba la paciencia con su cara de momia.

—¡Pues parece que no bastó con eso!

Hinata, Neji y Tenten estaban totalmente sorprendidos viendo aquel espectáculo. Hiashi jamás le había gritado de esa manera a una mujer, y Mitsuko, aunque era muy temperamental tampoco se atrevía a ser tan ruda con nadie.

—Mejor me voy, no perderé mi tiempo con un amargado como usted, señor. Adiós preciosa – Dijo la mujer castaña dándole la espalda para subir a su auto. Lo encendió y se alejó dando saltos, mientras que Hiashi sólo miraba aquello con el ceño fruncido.

—¡P-por favor disculpe a la loca de mi madre! – Dijo Tenten muy avergonzada, haciendo una reverencia a Hiashi, quien sólo la miró y sin decirle nada ingresó nuevamente a su auto, para irse del lugar.

—Jamás vi a mi padre perder lo estribos de esa manera… - Susurró Hinata, aún asombrada y desconcertada por todo lo que había pasado.

—Chicos, de verdad perdón – Volvió a disculparse Tenten, verdaderamente estaba muy apenada, pero entonces Neji sólo le sonrió y negó con la cabeza.

—No, no es tu culpa Ten, tranquila.

Tenten también le sonrió, mientras que Hinata se preguntaba desde cuando ellos se trataban así, parecían más familiares de lo normal.

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Ino y Sai estaban entrando a la escuela, aunque ella trataba de ignorarlo caminando delante de él. Últimamente se llevaban peor que antes, Ino lo trataba de una manera horrible y él no entendía sus razones. Todo había comenzado desde que le vio besándose con Suki en la noche de navidad.

Se sentía estúpida por eso, por odiar a Sai sólo por tener una novia, (porque ellos ya eran novios) pero no lo podía evitar, detestaba la idea con todas sus fuerzas y no se explicaba la razón, porque no podía simplemente aceptar que estaba celosa ya que sentía algo por Sai, eso sería ridículo.

—Ino-chan ¿Por qué estás enojada? – Le preguntó el azabache, acercándose un poco a ella, pero la rubia sólo le ignoró, haciéndole un desprecio.

—Por nada – Respondió cortante.

—¿Por nada? Pero si te veo enfadada, Ino-chan – Insistió Sai, haciendo que ella se fastidiara más ¡Parecía un mocoso inocente! Era realmente exasperante cuando se comportaba de esa manera tan estúpida, pero al menos ya no la llamaba hermanita, eso era peor.

—¡Déjame en paz Sai! – Explotó la joven de ojos azules, pero se volvió como una estatua de yeso cuando vio como la linda novia de su "hermano" se lanzaba a los brazos de él.

—¡Sai-kun! – Exclamó Suki con alegría, provocando que una venita se marcara en la frente de Ino al ver que Sai sonreía a esa tonta y ridícula mocosa.

—Ah, hola Suki-chan – La saludó Sai muy alegre, sonriendo de esa forma tan típica de él mientras sus manos rodeaban la delgada cintura de la castaña, quien se acercó hasta casi tocar sus labios.

—Te extrañé tanto Sai-kun, no sabes cuánto, me estaba muriendo sin verte – Dijo antes de besarlo en forma apasionada y dulce, siendo correspondida por su novio ante la mirada casi descolocada de la Yamanaka.

¿Por qué dolía tanto?

—Estamos en la escuela, no es una feria – Les recordó Ino, tratando de hacer que se separasen, porque no quería seguir siendo testigo del amor que se tenían, no quería verlos besarse de esa manera. Entornó los ojos aparentando estar molesta, ocultando sus verdaderos sentimientos.

—Sí, tienes razón Ino-san, gomenasai – Se disculpó la chica con una tierna sonrisa, mientras que Ino la veía asqueada de la inocencia que mostraba, parecía una chica totalmente diferente a ella, mil veces mejor, alguien que fácilmente Sai podría amar, cosa que le desagradaba por completo.

—No le hagas caso a mi hermanita – Dijo Sai frunciendo el ceño, cosa que sorprendió un poco a Ino; jamás le había visto con esa expresión tan seria en el rostro, él estaba enojado por su actitud, pero repentinamente volvió a sonreír como antes, tomando a Suki nuevamente por la cintura —. Ven, Suki-chan, dame otro beso.

Su dulce novia sólo asintió con la cabeza, dándole un tierno beso al tiempo que Ino se alejaba de ellos dos con la mirada baja. La forma en la que actuaba Sai de verdad le dolía, ahora ya no le importaba siquiera fastidiarle la vida, estaba más pendiente de esa chica que de ella.

Finalmente tenía lo que había querido desde un principio, que Sai la dejara de molestar, pero ahora no se sentía feliz; lo extrañaba mucho.

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Hinata había estado evitando durante todo el día a Naruto, porque le dolía la sola idea de tener que obedecer a su padre. Estaba demasiado triste, desolada, tendría que dejar ir a Naruto y eso le rompía el corazón, pero no podía ser egoísta.

El descanso del almuerzo finalmente había llegado y Hinata se acercó a Naruto decidida a hablarle, a terminar todo de una vez.

—Etto… Naruto-kun… - Le llamó avergonzada, pero más que nada triste; no sabía cómo iba a hacer esto.

El rubio estaba sentado junto a sus amigos Kiba, Shikamaru y Chouji, los cuales se retiraron apenas vieron la expresión de seriedad en el rostro de la joven, era seguro que iban a hablar sobre algo importante.

—¿Qué sucede Hinata-chan? – Preguntó Naruto intrigado, dejando de comer su ramen para mirar a su novia con su hermosa y brillante sonrisa, la que la hizo dudar por un momento sobre la decisión que había tomado.

—Naruto-kun, tengo que decirte algo muy importante – Respondió bajando la mirada, mostrándose verdaderamente triste, lo que preocupó a Naruto.

—¿Qué pasa Hinata-chan? – Cuestionó poniéndose de pie, abrazándola. Ella se sintió morir con ese gesto, así que rápidamente se separó, porque sabía que se arrepentiría —. ¿Te sucedió algo?

—No es eso… es que yo… - La joven bajó la mirada, pero en ese momento la atención de Naruto fue llamada al ver pasar a cierta chica, con quien quería hablar desde hace un buen rato. Miró a Hinata y la notó confundida, no sabía si era buena idea dejarla sola.

—Hina… ¿Me podrías esperar un poco? Pero, después prométeme que me dirás lo que te tiene así.

—Sí, Naruto-kun – Asintió Hinata con la cabeza, para caer sentada sobre la silla mientras veía a su novio alejarse. Soltó un suspiro y trató de convencerse de que esto era lo mejor que podía hacer.

Naruto por su parte siguió a su amiga Yuuki, quien iba pasando junto a la piscina de la escuela.

Yuuki miraba el agua de lo más calmada y tranquila, hasta que cierto sujeto indeseable se apareció frente a ella, para nada más que molestarla. No sabía por qué, pero él la exasperaba demasiado, no le gustaba estar frente a él.

—¿Qué quieres? – Preguntó enojada, frunciendo el ceño. Él la miró burlonamente, como lo hacía siempre que se le acercaba.

—Cálmate, que no te vine a molestar – Respondió Itachi mirándole arrogantemente, pero a la vez despreciándola —. Solamente quiero que me ayudes con el problema de mi hermano.

—¡No me vengas a joder! – Pegó el grito enojada la chica de ojos miel, haciendo que él se molestara, pues no tenía por qué gritarle, pero no se rendiría tan fácil, la hostigaría hasta que ella hablara, porque Itachi estaba seguro de que esa tonta sabía la verdad.

—Vamos, sólo dime la verdad – Insistió con el ceño fruncido.

—Déjame en paz, no sabes lo molesto que eres Uchiha Itachi.

—¿Molesto yo? – Repitió el azabache, incrédulo a lo que le acababan de decir —. ¿Sabes que es la primera vez que una chica me dice eso? – Cuestionó enojado, pero decía la verdad, ninguna chica antes le había insultado de esa manera, esa Yuuki era realmente una tonta.

—¿Ah sí? Pues asimílalo, yo te odio – Masculló la joven castaña, acercando su rostro al de él de manera desafiante.

—Pues yo también te odio a ti, sólo te hablo porque quiero ayudar a mi hermano - Señaló el chico, alejándose unos pasos de ella, ya que le molestaba tenerla tan cerca y no sabía por qué, le hacía sentir extraño.

—No sé cómo puedes ser hermano de Sasuke, a leguas se ve más simpático que tú.

—Ya me estoy aburriendo de tus tonterías mocosa, que bueno que en poco tiempo me largo de esta escuela para no tener que verte más la cara.

—¡No sabes cuánto me alegro! – Exclamó Yuuki dándole varios golpecitos en el pecho, cosa que lo hizo enfurecer.

Itachi la tomó por la cintura, apegándola a su cuerpo mientras la miraba con profunda rabia, esa niñita tonta lo enloquecía de furia, no entendía por qué al mirarla se enojaba tanto.

—¡Yo también me alegro! – Le gritó a la chica, presionándola contra sí mismo, acercando su rostro al de ella y haciendo que Yuuki se sonrojara levemente —. No sabes el gusto que me da ya no verte nunca más en mi vida… - Susurró muy cerca de los labios femeninos.

—A mí me da más gusto – Fue su contraataque, mirando fijamente a Itachi, perdiéndose en el negro de sus ojos.

—¿Interrumpo? – Escucharon una voz. Yuuki miró a su costado y notó a Naruto con el ceño fruncido, por lo que sin esperar un segundo se separó de Itachi lo más rápido que pudo.

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¿Sai de verdad se habrá enamorado de Suki?
¿No son tiernos Gaara y Matsuri?
¿Hinata terminará con Naruto?
¿Yuuki e Itachi se odian tanto?

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Bueno, espero que les haya gustado, y recuerden no sólo responder las preguntas, no entiendo por qué, pero en el otro fic me borraron casi todos los comentarios que me habían dejado y solamente quedaron dos, la verdad eso me hizo enojar mucho, porque eran todos largos y que rabia que los estén eliminando sólo porque sí, por eso les pido que comenten lo que les gustó y que no, lo que les gustaría que hubiera en el fic, etc (no me pidan NejiTen, porque eso ya está considerado desde hace tiempo, y en pocos capítulos pasará algo que les va a agradar) ^^

Bien, me despido ^^

¡Bye!