Harry Potter Te necesito [Her&Ro]

Te necesito [Her&Ro]

Que cuuuuuuursi xDDD... Aquí va, si veis algo de OoC ya lo siento, no manejo bien a estos personajes. En sí a mi no me gusta lo que he escrito, lo he hecho por hacerlo sin mas. Sin pensar en lo bien o lo mal que podría estar.

Palabras: 1023

Te necesito.

-¡Idiota! – Una chica de pelo castaño y ondulado gritaba una y otra vez la misma palabra mientras cortaba una fotografía en pedazos.

Se encontraba sentada en la cama con los ojos llenos de lágrimas. En su interior la nostalgia fue apoderándose por completo de ella hasta impedirle pensar con coherencia, de la forma que ella pensaba siempre.

Agarró los pedazos y los tiró al suelo de mala gana. No quería tener nada que le recordase a el, bastante tenía con verlo por el castillo. ¿Para que verlo además en fotografía? Aquella cara de idiota, aquel gesto de cobarde… Todo aquello la volvía loca, tan loca que la hacía perder la lógica cuando lo tenía cerca.

Se dejó caer sobre la almohada y hundió su rostro en ella. La blanca almohada comenzó a humedecerse debido a las lágrimas que ahora brotaban con rapidez. ¿Qué sentido tenía querer a una persona tan tonta como aquella? El chico que ella amaba, era la típica persona incapaz de entender lo que una chica siente por el, simplemente por miedo. Se sentía pesada y cansada así que dejó que sus ojos se cerrasen lentamente y se quedó dormida.

-¡¡Hermione!! – La voz de Ron le llegó como el sonido de un taladro a las cuatro de la madrugada.
-¡¡¿Qué?!! – Preguntó muy remolona.
-Vas a llegar tarde a clase.

Hermione era una chica puntual, aplicada e inteligente. No podía dejar aquella imagen por los suelos. Se levantó de la cama y se preparó a toda velocidad. Poco después bajó las escaleras de caracol y buscó con la mirada a Ron.

-Buff… - Bufó. La ilusión por encontrarse con el se desvaneció.

Medio desilusionada fue camino a la primera clase, sola y pensativa. Por el camino se cruzó con el pelirrojo y le apartó la mirada al comprobar que andaba muy acaramelado con Parvati. Sintió unas ganas irrefrenables de lanzarse sobre la desgraciada que se estaba dejando acariciar de semejante manera y arrancarle de cuajo el cabello, aún así, se contuvo.

Cuando llegó a clase se dejó caer en su sitio y dejó los libros sobre la mesa.

-¡Hermione! – Le llamó Harry mientras se sentaba a su lado. – Te veo un poco deprimida.
-¿Yo? ¿Deprimida? ¿Estás loco? ¿Por qué iba a estarlo? – Encerró la cabeza entre sus brazos y miró la oscuridad fijamente.
-Respira, respira. – La mano de Harry se posó en su cabello. Esto no le gustó a la castaña, esa mano le hacía recordar a las manos de Ron y no quería deprimirse más todavía.
-No soy un perro… - Advirtió la chica entre vagos murmullos.

El apartó su mano de la cabeza de Hermione y la dejó contra su cuerpo.

Por la puerta, el marcado como “idiota” entraba alegremente, sin ningún tipo de preocupación y agarrado de la mano de su novia.

-Que bonita pareja. – Se burló Hermione mientras los miraba con ansias de sangre.
-Vaya, así que es eso. – Afirmó Harry.
-A veces me asombra tu inteligencia. – A día de hoy Hermione no se encontraba con ganas de hablar adecuadamente.
-Hermione – Se rió Harry. – si no le llamas la atención el no va a darse cuenta de nada.
-Ya lo se, es un autentico idiota. – Segunda vez que Hermione lo llamaba de aquella manera.
-¿Quieres que interfiera yo? – Se ofreció Harry.
-No tranquilo.

La clase tardó en finalizar. Hermione prestaba más atención a la nueva parejita antes que al profesor. Sabía de sobra que no estaba bien que hiciese eso, pero que demonios, nadie era del todo perfecto. ¿Qué más querían los profesores? Era atenta, aplicada, sacaba diez en todo, estudiaba mas que cualquier otro, se sabía las lecciones dos años antes de la fecha… ¿Qué más podrían querer?

Ron se les acercó a los dos mientras que Parvati salía por la puerta.

-¡Hola! – Saludó alegremente. Sonrió y Hermione de repente se sintió iluminada por el mismísimo dios. Antes de caer en las garras de aquel imbecil decidió levantarse, mirarlo viperinamente y salir a toda mecha por la puerta de la clase. - ¿Qué le pasa…?
-Problemas personales. – Harry negó divertido. – Podrías preguntárselo directamente a ella. Ya sabes donde esta.
-De acuerdo.

El pelirrojo salió de clase y fue tranquilamente hasta la biblioteca.

En la biblioteca había poca gente, de hecho… solo estaba Hermione. La chica, envuelta entre montañas de libros estaba literalmente sumergida en los libros. Ron avanzó indeciso, cuando llegó a la mesa apartó una silla y se sentó. Entre las montañas de libros había un pequeño huecos por el que podía ver a Hermione.

-¡Ey! – Le llamó la atención sacándola de su ensimismamiento.
-Déjame en paz. – Respondió tajante Hermione.

¿A caso quería que le hablase como si nada? Lo había visto acaramelado con su “novia”, le había ignorado, a ella, a la dulce Hermione. De pronto Hermione se sintió agobiada y lanzó un fino libro a la cara del pelirrojo.

-¿Qué haces? – Le preguntó el.
-Lee – Respondió ella.
-Quiero hablar contigo. – Le dijo el pelirrojo.
-No me interesa lo que tengas que decirme. – Respondió tajante Hermione.
-Ven. – Le ordenó.

El pelirrojo se levantó y la agarró por el brazo, tiró de ella hasta llevarla a una ventana situada entre dos estanterías.

-Quiero saber que te pasa.

Hermione, que últimamente estaba algo violenta, sintió ganas, por tercera vez, de abalanzarse sobre alguien y dejarlo K.O. en el sitio.

-¿Qué me pasa? ¡Me gustas! ¡Eso me pasa! – Hermione encaró al pelirrojo sin miedo. Aunque, el chaval era como una oveja, incapaz de defenderse.
-Esto…
-¡Ahora déjame leer!

Ron le impidió el paso y la hizo voltearse a mirarlo.

-Esto… - La voz le temblaba. – Tu también… a mi…
-¡No hagas bromas de ese tipo! – Hermione quiso pegarle pero este la abrazó y se lo impidió.
-Yo también te quiero. – Dijo al fin mas seguro de si mismo.

Ron la miró fijamente y fue lentamente acercando su rostro al de ella. ¿Cuánto tiempo iba a durar aquella incertidumbre? La castaña, decidida, obligó a Ron a aproximarse más rápidamente.

-Hazlo de una vez. – Le pidió Hermione.

Se besaron, sus labios se fusionaron el uno con el otro hasta el punto de parecer uno.

-Te necesito – Musitaron al unisono.