Te amo a pesar de la amargura (SESSHxKAGxINU)

Te amo a pesar de la amargura (SESSHxKAGxINU)

AGRADEZCO SU APOYO, danielitaaxi gracias, Zukita Yasha siempre al pendiente, también a otras personitas muy importantes: AngelLove, Turquoise_Kagome, lesley, Pan-chan, judith, otakuhime, mariiChelo, margaretrose, IlEiNLove

Y a todas quienes se pasan a leer mi fic y ha votado, GRACIAS DE VERDAD, SIN USTEDES QUE SERIA DE MI FIC :P
A partir de este capítulo, el mismo lleva su título. ;) se me había olvidado ponerlo al principio y así lo fui dejando, pero nunca es tarde. :o


TE AMO A PESAR DE LA AMARGURA (SESSHxKAGxINU)
(CAPITULO 7) – “La propuesta”

Ahora el instinto de Kagome, hizo que lo abrasara, sintió la temperatura elevada de su acompañante, ni ella entendía porque disfrutaba lo que estaba sucediendo. Sesshoumaru levanto una mano y acarició su cuello con delicadeza, haciendo que Kagome vibrara, cerró los ojos para sentir más intensamente ese roce tan sublime.

Culminando este juego seductor, el youkai retiró los cabellos azabache de su compañera, que traviesos se colaban hacía el cuello, mostró de improvisto su afilados colmillos, los acerco peligrosamente en señal de morder ese cuello, la aferro totalmente hacía a él y se dispuso a clavárselos...

…

-¡¡¡AMO SESSHOUMARUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU!!!- el grito efusivo de Jaken retumbo en los oídos del youkai, fue como un despertador a la realidad. Apenas y había rosado el cuello de Kagome, por lo que no logro su cometido, el cual era marcarla.

La razón le volvió al instante y se separo de ella, luego soltó esa prisión en la que la mantenía, estaba desconcertado, no podía explicarse el porque perdió el control tan repentinamente, su rostro mostraba sorpresa y aún, falta de cordura.

(¿Qué… qué me paso?) Miraba al frente, hacía la nada, intentando recordar algo de lo que hizo en su inconsciencia, pero el youkai no tenía nada claro.

La miko estaba inmóvil, sus ojos chocolate mostraban la confusión que sentía, apenas y había podido creer lo que sucedió segundos antes e intentaba comprender el por que su cuerpo tuvo tantas sensaciones, el por que de la reacción de Sesshoumaru y de sus propia forma de actuar ante lo acontecido.

-¡Sesshoumaru-sama! Estaba buscándolos desde hacía rato, pensé que me habían dejado abandonado.- Decía Jaken montado en Ah- Hun, mientras se aproximaba, inocente de la situación.

Al momento Sesshoumaru recobro toda su lucidez y volvió a ser el mismo.

-¡Jaken! Es hora de irnos, ayuda a subir a Kagome en Ah-Hun.- dijo en un tono menos frío a lo habitual, estaba un poco nervioso por la reacción que no lograba concebir.

(Yo no soy como el débil e inservible de Inuyasha, maldición, no entiendo que me paso.)

En realidad no pensaba en su intento de marcar a Kagome, porque de eso no tenía un solo recuerdo, simplemente sabía que perdió su razón, porque al recobrarla abrazaba fuertemente a la miko y estaba muy cerca de ella.

(¿Qué fue lo que hice?) Se preguntaba intrigado y temeroso, a su mente volvió esa expresión en la miko al separarse de ella ¿tenía miedo? Eso no le parecía, ¿estaba enojada? Tampoco le era una reacción familiar, más bien parecía… ¿qué parecía? Se cuestionaba. ¿Extasiada tal vez? Eso debía ser imposible.

(Tonterías, se lo preguntare más tarde, ahora sería imprudente.)

Kagome se había montado en Ah-Hun junto con Jaken (más bien casi la monto él con remilgos, enojo y maldiciendo, pero haciéndolo, porque ella se movía poco.) Seguía sin entender nada de lo ocurrido, estaba ordenando sus ideas.

(¿Qué pretendía hacer?) Se pregunto. (A caso…) se imagino algo indebido, al momento su cara se matizo de color rojizo. (Kagome, ¡eres una pervertida! No creo que el se aproveche de ti ¿o sí?) Le invadió un temor, no quería imaginarse que el youkai fuera capaz de tomarla a la fuerza, pero lo pensaba.

(No creo que por enojo alguien pudiera hacer eso, además el me acaricio y yo…) sintió como si viviera ese roce, lo había disfrutado, pero eso era lo que la tenía molesta consigo misma, el haber deseado que el youkai siguiera en su tarea.

(Yo nada; lo que haya ocurrido Sesshoumaru me lo tiene que explicar.)

Le ardieron un poco los hombros y fue así que volvió a ser conciente de los rasguños propinados por Sesshoumaru.

(Es un baka, me lastimo, se que hice mal en irme sin su consentimiento, pero no era para tanto. Además…) se lamento no haber corrido con suerte. (Estuve a punto de lograrlo, solo un poco más y estaría a salvo.)

Durante el camino al castillo no se emitió ni un sonido (exceptuando el de sus respiraciones y la boca incasable de Jaken.)

El ocaso estaba llegando dando el saludo a la noche, en cuanto llegaron al castillo, Sesshoumaru creó el campo de energía y sin mencionar nada se volvió a ir, encargándole a Jaken el cuidado de todo. Su atención se centro en otra cosa pendiente.

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En una oscura y helada cueva, iluminada por unas cuantas velas se encontraba una bruja muy particular, era Uranai, quien estaba sentada cerca de su acostumbrada fogata, la cual humeaba hacía la punta del cerro donde estaba la cueva.

(Naraku, ese hibrido no se que planea, pero solo lo usare para lograr mis objetivos, durante todo este tiempo mi odio hacía Kikyou ha ido creciendo cada día, cuando vino por primera vez desee matarla aquí mismo, pero supe que no era lo correcto, además el quitarle ese cuerpo de barro no era demasiado sufrimiento, quiero que suplique cuando la destruya.) Sus ojos estaban llenos de ira, su arrugada piel se veía aún más marcada y apretaba los dientes con rabia.

Veía de reojo el cuerpo de barro vacío que alguna vez contuvo a la sacerdotisa, le había hecho una fisura en la pierna, debido a la rabia hacia poco.

(Naraku me será de utilidad.) Sonrió inesperadamente, pensando en sus planes y recordó como supo del semi-demonio.

***flash back***​

Uranai estaba preparando una pócima para un rico y malvado señor que había ido a solicitarle un veneno fuerte. De repente sintió mucha energía negativa, aún más de la que siempre había en el lugar, un aire pesado se comenzó a respirar y entre la oscuridad pudo ver unos ojos rojizo-guindos y una maléfica sonrisa, poco a poco se fue haciendo más clara la figura.

-¿quién es y que quiere?-

Lo que parecía ser un demonio apareció, pero se dio cuenta de inmediato de su presencia humana, era un hanyou.

-jm jm jm jm jm, me han contado que eres la bruja más poderosa de los alrededores Uranai.-

La bruja no se sorprendió, hizo una mueca de agrado pero siguió en su labor dando a entender que no era de su atención la presencia del semi-demonio.

-he venido a hacer un trato contigo, algo que te va a interesar.-

La bruja contesto secamente, mientras agregaba algunas plantas a su poción.

-yo no hago tratos con nadie, mucho menos con un hibrido, solo vendo mis preparados “especiales”, realizo maldiciones y otros trabajitos que se me paguen bien.- pensó en que era una contestación larga, pero directa para que saliera de ahí esa imponente presencia.

-pues es un trato muy “bueno”, se trata de la asesina de tu hermana Urasue.-

Uranai concentro toda su atención al momento, dejo de hacer su pócima y se acerco un poco más a donde estaba Naraku.

-¿tú sabes quien es la asesina de mi hermana?- le dijo con desesperación por saber la respuesta.

-sí, más que eso la conozco perfectamente, jm jm jm jm.- dijo Naraku sonriendo maléficamente.

Ahora tenía a la bruja en sus manos, lo vio con las pupilas dilatadas, su boca hacía una mueca de coraje y apretaba los puños con fuerza.

-si me dices ahora mismo quien es, haré cualquier clase de trato contigo- le dijo chispeando odio en los ojos.

Naraku sonrió para sus adentros, era justo lo que quería lograr.
-que interesante.-

Uranai recordaba el doloroso momento en que supo de la muerte de su querida hermana menor (para que vean que vejestorio es Uranai) solo sabía que una mujer de barro y huesos a quien ella misma regreso a este mundo, fue la causante, pero nunca supo más, se dedico a buscarla pero no la encontró jamás, era escurridiza, solo pudo saber que era una sacerdotisa llamada Kikyou.

-Supongo que ya debes haber escuchado los rumores sobre la sacerdotisa Kikyou, a quien tu hermana dio vida, yo se donde encontrarla y lo mejor de todo, te ayudare a vengarte.- su mirada era fría y sin expresión, fija en la bruja, su boca sonreía.

Uranai estaba atenta hasta la última de sus palabras, era lo que había esperado por tanto tiempo y ahora un hanyou le traía la venganza a su odio más intenso. Con una seriedad impresionante y ocultando su alegría de saber que podía estar frente a la asesina de Urasue, se dispuso a pactar.

-te escucho, que trato quieres hacer.-

-oí que tu puedes devolver la vida a alguien, conteniendo sus almas en un cuerpo humano viviente ¿no es así?-

-ja, pocos conocen ese secreto, estas muy bien informado, así es, pero es algo que me dio problemas en el pasado, la persona debe dar un pago monstruoso a cambio de esa vida, muchas veces es así, contados corren con suerte de no pagar y ese pago me trajo consecuencias a mí, desde entonces no lo hago.-

La mirada de Naraku brillaba de gusto y su maldad se hacía notar hasta producirle a Uranai un extraño temor.

-¡oh ya veo! Pero eso también lo sabía, precisamente por eso quiero que le devuelvas la vida a cierta persona, yo haré correr el rumor de tus poderes y estoy seguro que tarde o temprano caerá en tu trampa. En cambio tendrás tu venganza.-

Uranai lo medito unos momentos, la última vez que había hecho por dinero “el favor” de regresarle a un terrateniente a su esposa a la vida fue una catástrofe, era la segunda vez que hacía tal rito, la primera ella controlo su victima y cuando no pudo hacerlo se deshizo fácilmente de él.

Aún advertido de lo que podía pasar, el terrateniente quería a su esposa de vuelta pues no soportaba su perdida.

Pero un cuerpo humano que no es propio, “al final es algo prestado”, se dice que, la verdadera esencia dueña del cuerpo genera una profunda tristeza al morir, otras veces crea coraje por haberle robado su cuerpo, esto se vuelve en una gran maldad.

Los espíritus viles asechaban la esposa del terrateniente, pues era como un contenedor fácil de poseer. Y acabo convirtiéndose en un peligro viviente, llena de toda clase de inmundicias y malos pensamientos, mato a su aldea entera, pero sobre todo, se deshizo a final de cuentas de lo que más amaba antes de fallecer su cuerpo original, su esposo.

Y no conforme con esto se dedico a hacer toda clase de perversiones y atrocidades a donde iba, con ella acarreó pestes, demonios, sufrimiento, ira y muerte.

Fue un alto precio, para el periodo tan corto que disfruto al lado de su esposo, después de que Uranai la volvió a la vida.

Pero también hubo problemas para la propia Uranai, tuvo que soportar toda clase de criaturas inmundas, perder clientes, luego una fuerte escasez de alimentos por sus tierras, ya que el terrateniente vivía cerca, finalmente esa ansia de matar de la mujer la llevaron hasta ella y la intento asesinar, fue así que se decidió a terminar de nuevo con la mujer, pero le fue muy difícil.

(Corrí suerte en que funcionara mi conjuro, pero solo suerte, era imposible detenerla, al final la que más sufrió fue esa mujer, porque entre más maldades hacía, la tristeza de la persona a la que tuve que sacar para poder darle ese cuerpo, la consumía y la hacia sufrir. Recuerdo que en su último aliento me lo agradeció.)

-¿y quién es esa persona a quien deseas tanto mal?- le dijo intrigada y temerosa de sus propios dones, después de meditar lo pasado.

-la misma a la que quieres acabar.- exclamo cínicamente Naraku.

***fin flash back***​

(Me opuse rotundamente al principio, pero creo que es astuto para convencer, al final se que nuestro odio hacía Kikyou es mutuo.
Se ve que ese Naraku la conoce muy bien, se me hacía estúpido advertirle lo del pago a la sacerdotisa, me bastaba con el supuesto interés en el dinero que robo para mí. Pero al final le advertí de su pago y sabiendo las consecuencias ella acepto, ¡tanto le urgía la vida a esa malnacida!

En realidad acepte la proposición de Naraku, porque me conviene ser su aliada, ya antes e matado demonios para quedarme con sus poderes, este semi-demonio es muy poderoso y le haré lo mismo, lo matare en cuanto pueda.) -jejejejeje.-

Una tierna voz le quito sus inspirados planes de la cabeza.

-Señora, tengo ganas de ir al baño.-

La bruja la vio enojada. –Que fastidiosa eres chiquilla, esta bien, saldremos cerca.- (al cabo que debido a mis esencias especiales, nadie puede olfatear algo más en los alrededores y no hay peligro de sacar un momento esta molestia.)

-Ya le dije que no soy chiquilla señora, me llamo Rin.- le afirmo la niña.

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La noche apenas comenzaba, en un bosque conocido esperaba Kikyou impaciente a cierto youkai, ya era tarde y pensaba que no iba a llegar.

(Sesshoumaru, necesito que me quites esta duda.)

Como si fueran escuchadas sus suplicas, el poderoso demonio apareció entre la espesa niebla que se formaba por el intenso aire frío nocturno. Se paro frente a ella y se vieron a los ojos fijamente unos segundos, la mirada dorada del youkai se enfrento a los intensos ojos cafés de Kikyou.

-Sesshoumaru.- la sacerdotisa exclamo su nombre con vehemencia, como agradeciendo su visita, pero ocultando su afinidad por saber que era de Kagome.

-¡tan interesada estabas en saber de esa chiquilla!- le dijo Sesshoumaru irónicamente.

-en realidad, quería ver si todavía existe esa mocosa.- le contesto en tono desafiante.

Sesshoumaru contesto algo certero, rápido y sencillo.
-no se que quieras hablar pero hazlo pronto porque no tengo tu tiempo.-

Kikyou fue directo al asunto. -¿está viva?- le pregunto sin atreverse a mencionar su nombre, como sintiendo que alguien fuera a escuchar, estaba nerviosa de saber la respuesta, deseaba que en realidad dijera “SÍ”, pero en apariencia solo se veía seca indiferencia.

-NO.- eso fue lo único que le contesto, se dio la media vuelta y se marcho.

Kikyou no lo detuvo, mil cosas pasaron por su cabeza y a la vez nada, pero lo cierto es que Sesshoumaru era directo, ese NO lo decía todo sin muchas explicaciones y claramente.

(En verdad asesine a Kagome.) una culpa le invadió, fue tan cobarde de su parte, se sintió como ese día en que Naraku la engaño, pero no por ser la engañada, se sentía igual que el hanyou, perversa, las piernas le tambalearon, no entendía porque pero se sentía más mal de lo que pensaba.

Por su mente pasaba el sufrimiento de Sango, Miroku y el zorrito que tanto le gruñía, pero sobre todo Inuyasha, ahora sentía ese dolor real, no había forma de pararlo y ella lo había provocado.
(Entonces ese era su cuerpo de verdad, pero…) pensó un momento intentando despejar su mente. (Pero eso es imposible, estoy segura de que no era Kagome ¿o sí?) La duda se apodero de su mente, algo era seguro, ella mato a “Kagome” (eso pensaba supuestamente.)

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Sesshoumaru caminaba sin prisa, atravesando el bosque lentamente, como si no importara volver al castillo.
(Me pregunto si esa mujer vivirá en paz después de creer que se fue la vida de Kagome a cambio de la suya.) Su inquietud no era por preocupación, solamente mera duda.

Luego sus pensamientos regresaron a otro lugar.

(¡¡¡Rin!!!) El solo pensar en su nombre lo erizaba (no se cuanto planea Naraku mantener esta absurda mentira, pero tampoco se lo permitiré mucho tiempo, te traeré de vuelta, lo juro.)

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Kagome daba vueltas de un lado a otro en su habitación, estaba nerviosa y temblaba de miedo de pensar que el youkai volvería al castillo y que a lo mejor la visitaría como la noche anterior.

(¿Y si viene y me intenta hacer algo?) Le aterraba pensar esto, pero deseaba verlo de nuevo inexplicablemente.

Por su mente pasaban una y otra vez las escenas vividas, aún podía sentir el aliento de Sesshoumaru en su rostro, la manera en que la acariciaba, las manos en su espalda, el roce de su cuello, el cual fue tan agradable.

(Agradable… que estoy diciendo, me da asco acordarme.) Se enojo por sus pensamientos. (Si vuelve a hacer eso, juro que lo matare.)

Luego recordaba la indiferencia con la que reacciono a la llegada de Jaken y su vuelta al castillo, no voltio a verla siquiera una vez antes de irse. (Ja, ni falta que me hace, odiaría tener que verle ese feo rostro, bueno feo no es, en realidad… ¡ay Kagome ya basta! No se que te pasa.)

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Inuyasha estaba sentado en unas ramas del Goshimboku (árbol sagrado) recordaba la primera vez que vio a Kagome, fue tan raro, para él era el vivo retrato de Kikyou, pero luego al pasar de los días se dio cuenta que era totalmente diferente. Su forma de hablar, su extraña vestimenta y su manera de ser, eso era lo que más le gustaba, su risa, su enojo, sus alegatos.

(Kagome, si tan solo aquel día…)

***flash back***​

Kagome e Inuyasha descansaban bajo el árbol sagrado, ya estaba oscuro y el ambiente era muy agradable, pero más aún por el olor de Kagome que aunque no quisiera admitirlo tanto le gustaba, ese aroma dulce como los duraznos, tan fragante como el perfume y tan delicado como un pétalo de rosa.

(Kagome ese aroma en ti yo lo…)

-¿Qué piensas Inuyasha?- lo interrumpió la miko curiosa.

-¡heeee! ¿yo? En nada.- le dijo rápidamente y se quedo serio, despistando un poco, porque se le figuraba que sus pensamientos se podían leer repentinamente.

Kagome lo vio directo a los ojos, él se hipnotizo con esa mirada, contemplo sus ojos chocolate intenso, adornando ese rostro tan bello y esos labios rosas dando un tono rojizo, que en ese momento se le hacían parecidos a la miel. Las palabras que le decía la miko le sonaban lejanas.

El ver a Inuyasha tan ido y viéndola de esa manera, hizo ruborizar a Kagome, pero luego regreso a la normalidad al imaginarse sus pensamientos. (Seguramente esta pensando en Kikyou.) Sus ojos se tornaron tristes y agacho la mirada, Inuyasha que la contemplaba detenidamente se dio cuenta de esto.

-¿qué te pasa Kagome?- le dijo volviendo un poco de ese trance femenino en que lo envolvía la miko.

-nada.- mintió con obviedad.

-ya dime.- le insistió Inuyasha, la atmósfera del lugar ayudo a suavizar sus palabras luego de esta frase. -hace un instante, te veías más bonita antes de poner ese rostro triste- tras escuchar que el dijo esas palabras se quedo O.o incrédulo, se sonrojo.

El comentario tuvo efecto en Kagome sus mejillas acompañaron a tono con Inuyasha, ambos se vieron fijamente. Y para ellos desapareció el mundo.

-Kagome.- susurro mientras se acercaba a ella, el corazón les latía con mucha fuerza, e instintivamente ella se acerco hacía él. Se veían fijamente por segunda vez y sus caras se acercaron hasta estar a punto de besarse.

-Inuyasha.- le llamo Kagome intentando creer que no era un sueño.
Sus labios se fundieron en un beso inevitable, primero pequeño, tan suave, como si fuera algo muy deseado pero delicado, después se volvió un poco más intenso, indicando la desesperación de ambos por probar el contacto de su piel.
Cuando Kagome iba a abrazar a Inuyasha y este a corresponder, mientras se besaban, algo sucedió.

(Kagome yo tengo que decirte que…) -Kikyou.- se interrumpió su deseo y a la vez soltó a Kagome.

Ella lo vio con dolor, con uno muy intenso.

(Inuyasha imaginaba que besaba a Kikyou.) Sus ojos se humedecieron intentando contener unas lágrimas. (Solo fui un reflejo de ella.) -Inu… Inuyasha.- le dijo con mucho sufrimiento, reprochando el nombre de la sacerdotisa con el tono de voz.

Pero lo que no se imaginaba es que Kikyou había llegado cerca de ellos y vio cuando se besaban, Inuyasha detectó su presencia gracias a su olor y al saber que los observaba sin ser conciente de ello, menciono su nombre en voz alta.

Kagome lo vio unos segundos más y salió corriendo hacía la cabaña de Kaede, llorando amargamente.

Cuando Inuyasha reacciono era demasiado tarde, vio hacía donde estaba Kikyou, luego pensó en Kagome y comenzó a corre para alcanzarla.

Kikyou había ido para ver el árbol sagrado donde había sellado a Inuyasha, porque le traía recuerdos de su amado, no se espero ver a él y Kagome besándose, le dolió presenciarlo.

(Me veías con esos ojos de reproche, parece que no te agrado mi presencia. ¡Pero como te iba a gustar si estabas tan ocupado!) Pensó triste y a la vez celosa.

Inuyasha se acerco a Kagome, dándole alcance.

-¡¡¡Kagome!!!- le replico, al tiempo que la tomaba de un brazo.

Ella no voltio a verlo, solo le hablo con mandato. -suéltame.- le ordeno.

-no lo haré.- le contesto sin saber que más decir, pero esto enfureció a Kagome.

-¡¡¡OSUWARI!!! ¡¡¡OSUWARI!!! ¡¡¡OSUWARI!!! ¡¡¡OSUWARI!!! ¡¡¡OSUWARI!!! ¡¡¡OSUWARI!!! ¡¡¡OSUWARI!!! ¡¡¡OSUWARI!!! ¡¡¡OSUWARI!!! ¡¡¡OSUWARI!!! ¡¡¡OSUWARI!!! ¡¡¡OSUWARI!!! ¡¡¡OSUWARI!!! ¡¡¡OSUWARI!!! –

El hanyou quedo más que estampado contra el suelo, parecía desecho y hasta un hoyo se formo en la tierra.

***fin flash back***​

(Kagome, aquel día no dije el nombre de Kikyou, porque pensara en ella al besarte, era porque la vi llegar y me tomo por sorpresa.) Se lamento Inuyasha mientras recordaba a su dulce y obstinada Kagome con nostalgia.

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-Naraku me mandaste llamar.- decía Banguetsi, la extensión del semi-demonio.

-así es Banguetsi, quiero que hagas un trabajito jm jm jm jm.- le dijo cínicamente Naraku. –Quiero continuar con mi plan- hablo golpeadamente.

(Ahora tengo en mis manos a la sacerdotisa Kikyou, llegara el momento en que se arrepienta de haber vuelto a ser humana ja ja ja ja. También tengo a Kagome, para ella tengo planes más “especiales”.

Sesshoumaru estará seguramente viendo la manera de recuperar a Rin, pero lo detendrá por un rato el que sepa que su vida corre peligro si actúa contra mis reglas.

La chiquilla no podrá ser encontrada mientras este en esa cueva perdida, Uranai tuvo una excelente idea al llevarla a su guarida, la cual esta protegida por miles de esencias que ella pone para confundir al enemigo, eso fue bueno porque Banguetsi ya no podía controlar su temperamento.

Inuyasha debe estar débil por la “supuesta pérdida de Kagome” así que no me ocupare de él, por ahora, tengo tiempo suficiente, tardara en recuperarse de su pena.

Es el momento perfecto para seguir con mi plan, mi siguiente objetivo es ese monje, lo desapareceré ahora que todo esta a mi favor, ese kazanaa me estorba.)

Al ver que Naraku no decía nada, Banguetsi se intrigo. -¿entonces que hago Naraku?-

Naraku le explico su plan…

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Sesshoumaru regreso al castillo ya muy tarde, efectivamente pensó en subir al cuarto de Kagome, pero no lo hizo, no era impaciente para algo que le parecía sin importancia (se refería a lo que hubiera pasado con Kagome) y esperaría a preguntar al otro día.
Por ahora su apuración era haber perdido el control tan repentinamente precisamente a raíz de la huída de la miko.

Kagome permaneció esperando hasta tarde.

(Me debe una explicación y ni siquiera viene a dármela) Sesshoumaru nunca llego, (quien la entiende no que le tenía miedo) el sueño la venció avanzada la madrugada.

El otro día vino a la Sengoku, se escuchaban los típicos ruidos diurnos, el sol era tenue y brindaba rayos cálidos al estar en una débil posición.

Kagome se coloco un kimono verde oscuro con rayas en zig-zag color dorado en uno que otro lugar. Amarro su cabello en una coleta con un listón amarillo fuerte y se puso unas sandalias de ese color. Luego bajo a preparar el desayuno para Jaken y ella.

Jaken aún dormía, salía una bombita de saliva de su boca y volvía a regresar con cada respiración. (¡Que cochino!)

Kagome bajo las escaleras y se sorprendió de ver a Sesshoumaru en el recibidor, no llevaba su acostumbrada armadura, simplemente su Ahori (el traje típico que usa) y observaba algunas de las cabezas de colección.

La miko se acerco discretamente aún lado de él y vio las cabezas.
-Sesshoumaru, ¿tú las coleccionas?- dijo con timidez y a penada por lo pasado la tarde anterior. (Olvide decir otra vez Sesshoumaru-sama, uch, pero el tiene la culpa, para que me trata tan mal.)

Sesshoumaru no dijo nada por unos segundos, luego contesto.
-vienen de generaciones antes de mi padre y algunas de él, yo no tengo esas ridículas costumbres.-

Kagome entendió que sería lo mismo de siempre, así que sin decir más, le dio la espalda y camino rumbo al cuarto que adopto como cocina (y que más se parecía a alguna vez cocina.)

-¿qué paso ayer?- dijo tajantemente el youkai.

Kagome se paralizo ante la pregunta en el lugar hasta el que logro llegar, el cual era unos cuantos paso adelante. (Va a hablar de lo de ayer.) El corazón se le acelero, pues Sesshoumaru se acerco a donde ella estaba, podía sentir su cuerpo cerca suyo.

-yo… eso es lo que quiero preguntar ¿qué significo lo de ayer?- le dijo con frialdad, pero por dentro moría por recibir una respuesta.

-la verdad…- no le salieron más palabras, se acerco a Kagome hasta quedar casi pegado a ella.

La miko sentía que sus piernas no le respondían para recorrerse o huir a otro lado, era como si hubiera deseado esa reacción en el youkai. (Que me pasa.)

Sin decirle nada le tomo de los brazos, cerca de los hombros.

Kagome sabía lo que eso significaba. (¿Va a hacer lo mismo?) Se pregunto nerviosa, reprochando la actitud de Sesshoumaru y su sensación de agrado.

Pero en realidad no fue así, sin previo aviso le bajo el Kimono hasta un poco más abajo de los hombros, con una fuerza certera, pero no agresivamente.

(¿Pero qué hace?) El gusto se transformo en indignación, lo primero que la miko vio fue un poco de sus pechos al aire, pero solo un poco (No… Por lo menos si me quiere hacer algo, no aquí.) Se dijo así misma al saber que estaban a merced de que bajara Jaken en cualquier momento.

-Sesshoumaru no por favor.- le dijo cerrando los ojos con fuerza y encogiéndose un poco.

-no te voy a lastimar de nuevo, si eso piensas.- le contesto Sesshoumaru secamente.

-solo quería comprobar si te había hecho algo malo, veo que te herí en los hombros, aún pude oler el aroma de tu sangre cuando bajaste.- le dijo al tiempo que la soltaba y se retiraba de su cercanía.

-ten.- le ordeno el youkai –me imagine que algo así sucedió y traje esto.- al tiempo que lo decía, le daba un bálsamo viscoso contenido en un jarrón chico.

Kagome no entendió esa reacción, ¿a caso eso era todo lo que quería decirle? ¿Qué había de todo lo demás que sucedió? ¿No mencionaría siquiera un por qué?

-gracias.- le dijo volteándose hacia él, al hacer esto, Sesshoumaru voltio la cabeza de inmediato, un poco avergonzado. Se puso rojísima, se le había olvidado que tenía “al descubierto” parte de sus encantos femeninos, se volvió a voltear rápidamente.

-lo siento mucho.- dijo intimidada.

Sesshoumaru camino para dirigirse al jardín. Kagome no podía creer su reacción tan fresca después de las intenciones de “tomarla” que parecía tener el día anterior (ella no sabía eso de marcar y su significado, se imaginaba que le iba a hacer algo más depravado el día anterior, Jejeje.)

(Lo menos que me merezco es una gran disculpa.) Su semblante era de enojo.

-Sesshoumaru.- le dijo autoritaria. -¿solo eso me vas a decir?- tenía el ceño fruncido, la boca haciendo una mueca desagradable y se subía su kimono con una mano, con la otra sostenía el jarroncito con bálsamo.

-ah si, se me olvidaba lo fastidiosa que eras, si te preguntas ¿por qué ese ungüento? No tiene veneno, te curara.- recordó quien se lo daba (es un remedio de plantas medicinales, mi madre me lo ponía siempre.)

Siguió hacía la salida, estaba sereno esa mañana, por eso contestaba a las preguntas, aunque conservando su forma de ser, poco común era que estuviera así.

-bueno también tengo que decirte algo más…- le dijo serio, volteo su cabeza para lanzarle una mirada decidida.

Kagome se imagino de qué se trataba (porque me siento tan nerviosa.)

-¿ayer como fue?- le dijo con seguridad, pero en realidad deseaba decirle ¿cómo me comporte cuando perdí el control de mi mismo? Su orgullo youkai le impediría admitir algo que nunca le había pasado antes.

La miko no se esperaba esa pregunta tan directa. (Que… que desvergonzado es, lo dice como si fuera algo muy bueno.) -este… jejejeje.- sonrió exaltada, las manos le temblaban un poco.

Sesshoumaru noto esa reacción. (Esta atemorizada seguramente, parece que de verdad me tiene miedo.) -¿tan malo fue?- le pregunto frío.

(Que es esto… po… po… porque me pregunta semejante cosa) no podía pensar con claridad, el jarrón se movía ligeramente en la mano que lo sostenía, delatando su estado. La otra mano la oculto un poco tras ella.

-¿qué… qué… có… cómo fue?- no sabía que decir (no me había puesto a pensar en eso, pero como se atreve, degenerado…)

Sesshoumaru noto que no le contestaba. –ja, no hay necesidad de que lo digas, tu reacción me lo dice todo.- duro como era, volvió a girar y se dispuso a marchar.

Kagome al fin reacciono.

-¡NO FUE TAN MALO!- le grito afirmando, estaba rojísima. –pero realmente me asuste, ni siquiera me pediste permiso.- le contesto suavemente. –además eso es algo que no me agrada, no contigo, lo siento.- le dijo cabizbaja.

Sesshoumaru ya no entendía nada estaba con cara de confundido O.o

Se devolvió hacia donde estaba ella, quedando de frente.

(¿De qué habla?) - ¿Te herí en otro lugar?- argumentó.

Kagome vio que su cara expresaba asombro, ante lo que le decía.

-pero como es que ahora lo niegas, bien sabes de lo que hablo.- luego de enojarse, su cara se torno melancólica. –Te soy sincera, me alegro que no haya pasado a mayores, ese tipo de cosas es algo que se hace con el ser amado.-

Sesshoumaru se incomodo, empezaba a “sobre-entender” el asunto.

-No te entiendo.- (¿?)

Kagome lo vio detenidamente directo a sus ojos, las pupilas chocolate se clavaron en la visión miel del youkai.

Se dio cuenta que en nada se parecía al Sesshoumaru que la agredió el día anterior, era muy diferente, aún más que lo de costumbre, estaba ante un demonio, tranquilo y con un toque rarísimo de amabilidad. Comenzó a comprender.

(Ahora entiendo porque esta atento, se siente culpable de mis heridas.)

Inevitablemente recordó esa mirada rojiza, si bien había visto antes a Sesshoumaru como youkai completo y con esos ojos, pero ese tipo de comportamiento le parecía familiar… “Era como Inuyasha” se dijo así misma, eso explicaba algunas cosas.

-¿no recuerdas lo que paso ayer?- fue una pregunta afirmativa, le sostenía la mirada con tristeza.

Sesshoumaru no contesto, su arrogancia, no le permitía admitirlo, pero con la mirada del demonio era más que suficiente, lo delataba, en esos días Kagome había aprendido a descifrar un poco esos ojos.

-ya veo…- volvió a decir, con la vista agachada, volteando a un lado y un aura depresiva. Luego por arte de magia recupero la compostura.

-voy a desayunar, gracias por el remedio Sesshoumaru.- le dedico una sonrisa y unos ojos alegres ^^ y se alejo dejando a Sesshoumaru solo, algo herido en su orgullo con eso de “no recuerdas lo que paso ayer”

(Maldita sea, porque intento recordar y no puedo.)


Kagome llego a la cocina, cerro la puerta que “por suerte” tenía, y de repente las lágrimas salieron de sus ojos.

(Soy una tonta, porque estoy llorando.) Se reprochaba.

Pero las lágrimas no dejaban de salir. (Tan poco significo para él, que ni siquiera recuerda lo que hace conmigo.) Las escenas que rondaban su cabeza cuando Sesshoumaru la había olfateado, abrazado y acariciado, se trasformaron en amargas.

(Eres igual a él…) se limpio un poco las lágrimas. (Inuyasha y tú son unos idiotas.)

-¡eres detestable Sesshoumaru!- dijo en voz solo perceptible por ella.

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En la aldea donde vivía Kaede…

-dijo Sango que ayer no volviste a dormir Kikyou ¿puedo preguntar por qué?-

La sacerdotisa le contesto con otra pregunta.
-¿eso quiere decir que tú tampoco regresaste a la casa de mi hermana?-

-no.- contesto Inuyasha con la cabeza agachada. –Estuve toda la noche en el goshimboku.-

(Aún estás triste por ella Inuyasha, por mi culpa.) Kikyou lo observaba con unos ojos de dolor, sabía que estaba sufriendo.

***flash back***​

Después de Sesshoumaru le dijera que Kagome murió se quedo afectada, era verdad que Kagome no tenía muchos tratos con ella y mucho menos un cariño de por medio, además también le dolía verla tan cerca de Inuyasha, pero eso era algo que había aceptado, le hacía feliz ver a Inuyasha contento.

Aún así lamentaba la perdida, le había tomado aprecio, ¿cuántas veces no la había salvado incondicionalmente? Hasta aquella vez que casi se iba de nuevo de este mundo por culpa del veneno de Naraku.

(Aquel día aún después de que me fui de su lado, pude sentir la calidez de sus manos en mi pecho. Ella pudo librarse de mí, pero decidió ayudarme, a pesar de sus sentimientos por Inuyasha, lo hizo.)

Esto la hacía sentir más culpable.

(Al final parezco la misma muerta de barro ambulante, esa que no tenía más que las serpientes cazadoras y los espíritus Koishio y Aska como amigos, me siento igual de fría y sin vida.)

Una y otra vez recordaba la escena donde le había encajado la daga en su estomago.

(Lo hice lo más fríamente posible, pero tenía esa serpiente preparada para que pasara cerca de donde estaba Sesshoumaru, era mi única forma de ayudarte.) Se maldecía.

(Debí encontrar otra manera, ni siquiera se porque te elegí a ti, a lo mejor sentí que tomando un poco de tu vida podría tener algo de todo lo que tenías.) Lo pensó con sinceridad.

(Kagome, eras afortunada, una buena persona, amable, alegre y noble, sinceramente admiraba esas cualidades en ti para hacer que el corazón de Inuyasha sanara, él ya no tiene la mirada de antes, ni yo pude lograr quitarle esa mirada. Pero tú lo hiciste, ahora ve de una forma compasiva, es amable como tú y definitivamente es un Inuyasha con amor.)
Unas lágrimas se le escaparon.

(No entiendo porque estoy así) las lágrimas volvieron a aparecer escurriendo por su rostro.

(No quise matarte; pensé que Sesshoumaru te iba a salvar, yo imagine conocer un poco de ese youkai, en apariencia parecía frío, pero en el fondo yo sabía que tiene buen corazón, eso creí… pero… pero te dejo morir. O más bien yo te asesine.)

Se dejo caer derrotada entre la noche, en medio de la hierba del bosque.

(Pero ahora Inuyasha sufre sin ti, su mirada esta perdiendo calor, me parece que a veces se va a quebrar como una débil hoja de árbol.)

Después de un rato se dirigió a pasar la noche en una aldea
cercana, estaba cansada como para regresar.

***fin flash back***​

-yo me quede en una aldea conocida, me aleje de aquí bastante y estaba casada, por eso no volví anoche.-

Vio al afligido Inuyasha y le hizo una invitación.
-¿podemos ir a dar un paseo lejos? Nos servirá para despejarnos.-

El hanyou asintió con la cabeza, le daba lo mismo estar en cualquier lugar.

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Sango y Miroku comían tranquilamente fuera de la cabaña de Kaede, ya estaban acostumbrados a las ausencias de Inuyasha, de Kikyou (aunque eso no les importaba demasiado) y las de ambos. También se dieron cuenta de que estaban distanciados.

-excelencia ¿cree que Kikyou va a dejar que Kohaku se quede con el fragmento de la perla que tiene?- expreso Sango triste.

-no lo se, pero estoy seguro de que así será, Kikyou no es una mala persona, solo que a sufrido demasiado y a obrado fríamente desde su regreso a este mundo, pero ahora es diferente, la veo muy cambiada.-

-tiene razón Houshi-sama, tengo que admitir que ya es diferente, debe ser por su cuerpo humano, me alegro por ella.- sango lo decía con honestidad, voltio a ver unas nubes. –Extraño a Shippou, pero espero que en este viaje con Kaede Obachaa se recupere más.-

-pensé que Kaede iba a querer permanecer más con su hermana Kikyou, pero creo que también esta muy afectada por lo de Kagome.-

-lo note excelencia, por eso decidió salir de viaje a otras aldeas.-

Miroku la vio nostálgico, algo dentro de él le preocupaba. -sabes Sango, siempre he sido un monje rebelde que te hace enojar ¡verdad!-

A Sango le dio gracia el comentario. -ji ji ji ji, ¡hay excelencia! Más que rebelde creo que es un pervertido.- le guiño un ojo y le sonrió. ;)

Hacía tantos días que él no veía esa sonrisa, le alegro y correspondió con otra sonrisa :)

-Sango se que no es el mejor momento para esto, pero quisiera decirte algo muy importante.-

Al ver la mirada tan directa y seria del monje, Sango se sonrojo.
-¿qu… qué es Houshi-sama?-

Ambos se vieron a los ojos, la mirada azulina del monje tenía presa a Sango al verla con tanta devoción y ella correspondió con sus ojos cafés brillando, estaban fijos uno al otro.

-Sango yo…-

Una risa maléfica se escucho terminando el momento.

-ja ja ja ja, hola tortolitos, siento interrumpirlos, pero la reunión ya se termino.-

Les dijo un demonio de ojos esmeralda grisáceo, piel blanca, forma casi humana (excepto por sus orejas picudas) y mirada malévola. Le acompañaba un ejército de youkais y muchos saimyoushu. Era Banguetsi.

-ataquen.- dio la orden para que se atacara a Sango y Miroku.
Todos se dejaron ir (montoneros) Sango tomo su Hiraikotsu y se defendió de inmediato, Miroku quito el rosario de su Kazanaa y empezó a absorber monstruos, los insectos de Naraku se acercaron a él.

-¡no excelencia!- le repelo Sango bajando su mano, el monje la sello de inmediato con su rosario.

-¡Sango!- la vio con ojos de agradecimiento por su preocupación y comenzó a atacar con pergaminos y su báculo. Pero eran demasiados y no había quien ayudara.

(Inuyasha ahora te necesitamos, pero veo que no vendrás esta vez, lo siento Sango pero no permitiré que te hagan daño.) Dicho esto volvió a abrir el agujero negro.

-¡Kazanaaaaaaa!-

Sango vio con horror como absorbía todo los saimyoushou y youkais que tenía enfrente.

-¡EXCELENCIA!- le grito desesperada.

El veneno se comenzó a extender desde el agujero negro del monje hasta su hombro. Sin pensarlo se arrojo sobre él y ambos cayeron al suelo, Miroku cerró el agujero nuevamente para evitar succionar a Sango.

-no vuelva a hacer eso excelencia, si hemos de morir, será juntos.- le dijo llorando.

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Kagome estaba aburrida y quería despejarse un rato sobre lo pasado, ya había terminado de hacer las labores de ese día y exploraba lo que podía del castillo.

Había accedido a varias habitaciones muy bien cuidadas y arregladas acorde a la época, en todas había suaves mantas y tapetes de colores, adornos, figuras decorativas, abanicos y bastantes reliquias.

(Es grande este castillo, pero Sesshoumaru dijo que esas cabezas disecadas en el recibidor fueron de su padre y generaciones atrás, creo que eso significa que su padre le heredo este lugar.) Luego se le formo una sonrisa burlesca. (Bueno algo tenía que heredarle, ya que no tuvo a Tensseiga) le hizo gracia recordar la vez que Sesshoumaru intento robar a colmillo de acero de las manos de Inuyasha.

Vio a Sesshoumaru, quien había regresado a su habitación después de ir a ver a Ah-Hun, pero volvía a salir. Noto que no cerró su habitación con llave.

(Se le olvido cerrar, ji ji ji ji) permanecía escondida tras la puerta de una habitación que exploro. Y su curiosidad la traiciono. (No lo notara.)

Se adentro en el cuarto de Sesshoumaru sin hacer ruido, iba de puntitas y con cuidado cerro la puerta al entrar.

(¡Guau!) Quedo impresionada, no era nada de lo que imaginaba.

(Pensé que iba a ser una habitación fría y tenebrosa.)

Contrario a eso era una habitación acogedora, tenía tapetes color azul oscuro, había varias reliquias en una repisa, en una esquina tenía doblados un puñado de Ahoris de diferente tonos y estilos.

(¿Entonces por qué siempre usa el mismo?) Se cuestiono

Siguió observando y se fijo en que había una ventana igual que en su cuarto, se acerco a ella, vio una preciosa vista a la parte trasera del castillo, había otro gran jardín con árboles de manzano, se veían las caballerizas y un bosque a lo lejos. Asomo la cabeza, cerró sus ojos y sintió la brisa en su rostro, luego aspiro el aroma a manzanas, olía exquisito, volvió a meterla y siguió explorando el cuarto.

Le llamo la atención ver una pintura de una hermosa mujer de piel blanca pálida, de ojos miel claros e intensos, sus labios estaban pintados tono rojo carmesí, sus orejas era picudas y tenía largos cabellos blancos con ese tono plateado tan conocido, un adorno de flores le coronaba la parte alta de la cabeza y portaba un vestido verdaderamente bello.

(Debe ser la mamá de Sesshoumaru, se parecen mucho, pero entonces los ojos los debió sacar de su padre, son más fuertes, sí, como Inuyasha.)

Estaba entretenida con esa dama tan distinguida, sin duda era una youkai de gran personalidad.

En eso se escucho un rechinido y se abrió la puerta de la habitación, Kagome sintió que se le salía el corazón.

-¡¡¡QUE HACES AQUÍ!!!- le dijo cortante la poderosa voz, con un tono de molestia notorio.

-Se… Sessh…- no podía ni mencionar su nombre.

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Inuyasha y Kikyou tenían rato de estar caminando tranquilamente, cada uno pensando en sus propios asuntos, en silencio, pero hacía la misma dirección, llegaron cerca de un prado colorido y se detuvieron a descansar.

La sacerdotisa contemplaba a Inuyasha, él simplemente miraba el paisaje.

(Inuyasha el sufrimiento que atraviesas por la muerte de Kagome no lo puedo remediar, lo hecho, hecho esta. Pero por lo menos se que puedo ayudarte.)

Kikyou de estar sentada a un lado de Inuyasha, se levanto repentinamente, el hanyou no sintió esto, estaba perdido en sus recuerdos de Kagome.

Se acerco y acomodo por detrás de Inuyasha, con sus brazos rodeo su pecho, luego recostó su cabeza sobre uno de sus hombros.

-Inuyasha.- le dijo tiernamente y dio una pausa.

El hanyou no esperaba esto, pero agradeció a Kikyou su cariño, puso una de sus manos sobre las manos que lo rodeaban.

-¿Quiero hacerte “UNA PROPUESTA”?- le planteo la miko.

Inuyasha le hablo en tono dulce. -te escucho Kikyou.-

Hubo un momento de absoluto silencio, donde solo el viento que los cobijaba y ondeaba sus cabellos hacía la izquierda, era voz.

La quietud fue quebrada por Kikyou. –Déjame ayudarte a olvidarla, no ocupare el lugar de Kagome, quiero tener mi propio lugar contigo, un lugar aún más especial del que ya tengo, deseo que puedas continuar.-

El silencio se hizo más abrumador pues el viento estaba en quietud.

-¿aceptas Inuyasha?-


CONTINUARA…



POSIBLE DUDA:
¿Qué fue de Sango y Miroku? Lo resolveré en el próximo capítulo.

“Si hay dudas no duden en comunicármelas”​

PALABRAS QUE PUDIERON NO SER ENTENDIBLES:
(Kazanaa = así se llama el agujero negro que tiene el monje Miroku)

(OSUWARI = siéntate) esta era la frase original que dice Kagome, pero en latino cambiaron por un “abajo”

(Saimyoushou = insectos que usa Naraku y parecen avejas.)

(Tensseiga = así se llama la espada que tiene Inuyasha)

(Ahori = el traje ese como el que usa Inuyasha.)

 

Re: Te amo a pesar de la amargura (SESSHxKAGxINU)

¡Hola Turquoise_Kagome! Arigatou Por leer y comentar. ;)

Yo también te quiero mucho y me alegro de que estés en el foro :)

Estaré al pendiente de tu fic que esta muy bueno.

De nuevo gracias y pondré la conti en cuanto pueda (ojala hoy) pero sino mañana en la mañana :)


¡AH IlLiN Love! acabo de leer tu comentario, muchisimas gracias eres una amor.
Te agradezco ese apoyo tan grande y tus palabras, me motivan a seguir.

 

Te amo a pesar de la amargura (SESSHxKAGxINU)

Hola les traígo la parte 1 de este capítulo, AGRADEZCO SU APOYO. :) Y DISCULPEN LA TARDANZA.


TE AMO A PESAR DE LA AMARGURA (SESSHxKAGxINU)

(CAPITULO 8) EL MISTERIO DEL CASTILLO.


-¿Quiero hacerte “UNA PROPUESTA”?- le planteo la miko.

Inuyasha le hablo en tono dulce. -te escucho Kikyou.-

Hubo un momento de absoluto silencio, donde solo el viento que los cobijaba y ondeaba sus cabellos hacía la izquierda, era voz.

La quietud fue quebrada por Kikyou. –Déjame ayudarte a olvidarla, no ocupare el lugar de Kagome, quiero tener mi propio lugar contigo, un lugar aún más especial del que ya tengo, deseo que puedas continuar.-

El silencio se hizo más abrumador pues el viento estaba en quietud.

-¿aceptas Inuyasha?-

...

Inuyasha quedo en shock ¿eran tan obvios sus sentimientos por Kagome?

-Kikyou yo...-

No lo dejo terminar. –no necesitas decirlo, me di cuenta de ello desde hace tiempo.- la miko dejo de recargarse en Inuyasha.

El hanyou giro su cabeza y le vio melancólico.

-lo siento.- agacho la vista.

-no tienes porque decirlo, solo dame una oportunidad.-
(Ahora soy yo la que entiende lo que Kagome sentía cuando Inuyasha me veía, es duro saber que alguien que ya no existe, se lleva el amor de quien más te importa.)

La sacerdotisa volvió a incorporarse y se sentó junto a él. –se que lo haré, volveré a darte la felicidad.- llevo sus manos a la cara del semi-demonio y lo miro fijamente, con ojos tiernos. -entonces, ¿qué me respondes?- replico.

Inuyasha no sabía como reaccionar, ni decía nada. Kikyou acerco sus labios a los de Inuyasha y se fundieron en un beso.

(Ki... Kikyou...) pensó cerrando los ojos. Una densa neblina apareció en su mente y entre ella estaba envuelta Kagome, la miko le sonreía como siempre y lo veía con esos dulces ojos, el aroma de Kikyou era diferente, pero tenía un ligero toque parecido... tan parecido.

(Kagome) se dejo llevar por la imagen tan real en su mente, acerco a la miko a él, abrazándola con fuerza, deseando que no escapara.

Kikyou sabía que no era a ella a quien en realidad abrazaba. (duele, duele mucho saber que alguien te besa y abraza pensando en otra) pero no dijo nada, ella había elegido ese camino, los besos se tornaron más intensos hasta parecer que Inuyasha quería deshacerse en su boca, su lengua comenzó a hacer jugueteos dentro de ella.

Pero el dolor en Kikyou no cesaba, Inuyasha la amo tanto, era tan ilógico que cambiara de repente ¿a caso tendré que morir de nuevo para agradarle?Como si prefiriera a las muertas. (porque me siento tan mal.) no soporto más y se despego de él.

-¡basta Inuyasha!- le dijo fríamente, el hanyou recupero la cordura y la visión de Kagome se esfumo con la neblina que había llegado.

-perdoname Kikyou, no quise ofenderte.- admito avergonzado.

-no es eso Inuyasha, me agradan tus besos, pero veo que no es el momento de ellos.- Kikyou intentaba comprender, Kagome, ahora ya no dolía tanto, estaba celosa, tan celosa de ella.

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(¿qué cálido? ¿abre muerto? Siento la sensación en mi pecho de paz... ¡Un momento! ¿dónde está? Quiero verlo, ¿a dónde fue? Todo es tan vacio, no veo más que luz por todas partes.
¡¡¡Excelencia!!! Onegai, digame como encontrarlo, hableme, un susurro bastara para que sepa llegar a usted. Houshi-sama, no me deje, creo que no sobrevivire si le pierdo, siento en mi pecho el dolor cortandome, regrese, se lo ruego. Miroku-samaaaaaaaa.)

-¡agh, agh, agh!- Sango se despertó sudando, estaba recostada dentro de la cabaña de Kaede, con un vendaje cubriendo parte de su cabeza.

-¡Sango-chan!- le decía un zorrito con los ojos llorosos.

Sango le dedico una leve sonrisa, era la primera vez desde la partida de Kagome de este mundo (supuestamente) que el kitsune mencionaba palabra.

-Shi...Shippou, me alegro de oirte.- el kitsune se lanzo a su pecho llorando.

-tenía miedo Sango, no quiero perderte a tí también, por favor.- el pequeño se acurruco.

La anciana Kaede escucho el alboroto.

-veo que a despertado.- le acerco un caldo que recién terminaba de preparar. -¿cuénteme que fue lo que sucedió, la encontramos tirada cerca de la cabaña? ¿a dónde fue mi hermana Kikyou, Inuyasha y Miroku?-

Esa pregunta fue como un estallido para su corazón.
(¡MIROKU!) –no... no lo sé, vino una extensión de Naraku, Banguetsi, así dijo llamarse, ataco a su excelencia y a mí, con cientos de monstruos y saimyoushou. Recuerdo que no podíamos con tal cantidad, houshi-sama abrió su Kazana por segunda vez, intente detenerlo y me lance a él... luego... luego no supe que paso, algo golpeo mi cabeza y caí inconsciente.-

Estaba triste, con los ojos casi cerrados, viendo fijamente la cobija que le cubría la mitad del cuerpo, pero sin prestar atención a ella, solo podía pensar en lo ocurrido.

-¡lo encontrare!- dijo repentinamente, levantándose.

-Aún esta débil señorita Sango, descanse un poco y luego busca todo lo que quiera.-

Se escucharon voces.

-¿qué pasa? Porque esas caras tan largas.- pregunto Inuyasha.

-ay Inuyasha, por lo menos no las tenemos deformes como otros perros pulgosos que conozco.- Shippou le dijo cruzando los brazos, con los ojos cerrados y moviendo la cabeza de arriba a abajo en señal de aprobación.

-óyeme enano, eso no te lo perdonare.- se dispuso a darle un coscorrón.

(¿un momento?) ¡Shippou estaba hablando nuevamente! Eso era algo inesperado.

-Shi..Shippou ¿¡en verdad hablaste!?- le afirmo contento el can, perdón, Inuyasha.

-¡que pensabas! Bestia, si ya estas tan abuelo como para no escuchar no es mi problema, yo si tengo la voz de un hombre.- le asintió.

-¡me alegro que ya estes mejor Chiquilin!- le sonrió Inuyasha dandole palmadas en la espalda que mataban, tomando en broma su comentario, solo por esa ocasión.

-asi soy de fuerte.- Le aseguro el kitsune, luego voltió a ver despectivamente a Kikyou. -¡tú!- señalo con una mano apuntadora a Kikyou. -ex-mujer de lodo y hueso, sustituta de Kagome.-

Un comentario que casi hace que Kikyou la arrancara el pescuezo con la mirada.

-quiero decirte que más te vale prepararte para mi batalla, porque hoy te declaro al guerra.-

Todos veían a Shippou con una gotita de sudor en la cien ¡que absurdeces decía! Pero a quien no le hizo gracia era a la sacerdotisa, estaba que echaba lenguas de fuego por la boca, no había tenido un buen día.

-Shippou veo que regresaste con mucha energía de tu viaje.-
interrumpió nervioso Inuyasha.

Kaede intento quitar el tenso ambiente. –así es, ni yo lo entendí pero veo que nuestra visita en la última aldea le ayudo.- ^^

***flash back***​

Shippou estaba desganado y triste cerca de el río, recordaba cuantas veces Kagome lo bañaba, mientras le contaba alguna que otra historia de su época. Unas aldeanas se acercaron a tomar agua en unos cantaros.

-es un rumor extraño, pero se dice que esa bruja es más poderosa que la legendaria Urasue.- (humanos, para ellos todo es legendario.)

-si yo también escuche eso, cuentan que puede regresar a la vida a cualquier persona si se le paga bien.-

El zorro demonio escuchaba atento y sin poder creer una noticia tan reconfortante. (Si encuentro a esa bruja, seguro que podré regresar a Kagome a la vida.)

La esperanza en él surgió como magia. (Kagome, no se como, pero te regresare) decía, mientras un destello se veía en sus ojos -ju ju ju ju- (ahora si usurpadora, seguro que tu fuiste con esa bruja, se tu secreto jejeje. Mientras encuentro a la bruja te daré un trato “especial”)

***end flash back***​

Ya calmada la cosa, Sango le contó a Inuyasha lo que sucedió con el monje, encendido de furia decidió ir inmediatamente a buscar a Naraku, quien seguramente sabía ¿qué fue de Miroku?

-espera Inuyasha, por favor, solo necesito reponer un poco de fuerzas y los acompañare, quiero ir.- le rogó Sango.

-¡feh! Esta bien, pero mañana nos iremos temprano.-

-hai, arigatou Inuyasha.- le sonrió.

-----------------

Kagome lloraba afligida apretando la cómoda y limpia almohada que recientemente había colocado en su lecho de dormir, la cual encontró arrumbada con más cosas dentro de una habitación en el castillo.

(Sesshoumaru, eres despreciable.) recordaba la sucedido.

***flash back***​

-Se...Sessh...Sesshoumaru.- apenas menciono su nombre, asustada por haber sido descubierta espiando en el cuarto de youkai.

El la veía enfadadísimo, definitivamente habían desaparecido los restos del demonio amable de la mañana.

-¡como te atreviste a entrar!- le dijo al punto de asesinarla con los ojos.

-lo siento mucho, yo es que...- desvió la vista. –tenía curiosidad por ver tu habitación.-

Se fue directamente a ella y mostró sus afiladas garras amenazantes en su cuello. –espero que esa “curiosidad tuya” desaparezca ahora mismo o la próxima vez no dudare en destrozarte, me escuchas.-

Sabía que hizo mal ¿pero por qué le dolían tanto sus palabras? Después de decir esto la tomo de un brazo bruscamente (olvidando las heridas de su hombro) y casi la hizo volar hasta la salida, pues fue tan rápido su forma de echarla de su cuarto, que cuando acordó tenía la puerta por poco golpeando su nariz.

***flash back***​

(Quiero volver a ver a Inuyasha, se que él ama a Kikyou, pero extraño su compañía, es tan diferente a Sesshoumaru.) mencionar el nombre del youkai aún en su mente, le irritaba.

-----------------

-Naraku, ¿qué piensas hacer conmigo?- le dijo Miroku al hanyou de ojos rojizos, que lo veía con total calma, contemplándolo tirado y muy lastimado, en un rincón de la cabaña. Donde el semi-demonio se encontraba ahora “reposando” de las heridas hechas por Sesshoumaru, las cuales casi sanaban.

-¡oh monje! Es una pregunta excelente.- le contesto trazando una sonrisa peculiar y centrando una mirada diabólica hacía el houshi, el cual ardía en fiebre debido al veneno de Naraku y estaba perdiendo la noción de la realidad.

Un aire se colo por una ventana de la habitación donde estaban, ondeo los negros cabellos del demonio y le acompaño con un lamento para él, encantador. Luego de ver unos momentos el delicado estado de salud de Miroku, se acerco a él y le toco el pecho.

-ahora mismo sabrá lo que haré, tal vez con la poca consciencia que le queda quiera dedicarle sus últimos pensamientos a alguien, jm jm jm jm.- argumento burlesco, luego saco un tentaculo filoso de su espalda.

-despidase de esta vida Miroku.- dicho esto le encajo un tentaculo directo al corazón, el cual lo perforo hasta salir por su espalda.

Fue un dolor terrible para el monje, sintió el trozo de carne oprimirle y quemarle como si fuese fuego, dio un quejido fuerte pero lo ahogo entre su fiebre, ardía tanto que dejo de sentirlo poco después.

(Sango.) pensó, mientras por primera vez derramaba lágrimas rememorando a la mujer de su vida. (te amo.) fue lo último en su mente, el monje dio su aliento final.

(¡Soy un demonio generoso! Te hice un favor al evitar que siguieras sufriendo por el kazana que pronto te iba a consumir, sino es que mi veneno te mataba esta vez.)

Acerco un fragmento contaminado de la perla de Shikon al cuerpo inerte de Miroku, el cual hizo que sus almas no escaparan. Y lo convirtió en otro sirviente más del poderoso Naraku.

Pronto el fragmento dio un brillo de maldad, cerrando la herida tan horripilante que arranco la vida del monje. Para dar paso a un triste muerto deambulante.

-¡Miroku!- le llamó Naraku contemplando con agrado su nueva creación.

Los ojos sin pupilas del monje eran color grisáceo, indicando su estado.

-quiero que hagas cierto trabajito jm jm jm jm.- le dijo burlándose.


LO HARÉ EN DOS PARTES, JEJEJE, CREO QUE HOY ME FALTO INSPIRACIÓN PARA ESTA PRIMERA, LA AGOTE EN UN "DRABBLE" QUE ESTOY HACIENDO PARA UN CONCURSO.
AL RATITO PONGO LO QUE FALTA, LA SEGUND PARTE. ;)

 

Re: Te amo a pesar de la amargura (SESSHxKAGxINU)

jajajajaja casi me caigo de la risa con tu comentario "necrofilia" jajaja, de verdad que si ^^
Te agradezco Pan-chan por tus comentarios, ¡espero que te haya ido muy bien en tu viaje! y ¡BIENVENIDA DE NUEVO!

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Quiero hacer una mención especial a mi adorada amiga "Kotono" oh si, tú sabes lo agradecida que estoy por que sacaras las ideas locas de mi cabeza jajaja. Y por el avatar "LES PRESUMO QUE ELLA ME LO DISEÑO junto con una niña linda llamada Dulce" y como no, le doy la Bienvenid@ (hay Kotono todavía me siento algo mal, tu sabes porque. *_*) pero te agradezco tu lectura. Y por supuesto honor por hacerme ver los detalles de mi fic para arreglarlos :)

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Pues sí, NO HUBO PLAGIO SEÑORITAS, fue un error mio, solo ERAN COINCIDENCIAS, tengo que pedir una disculpa mental por el daño hecho a esa personita (bueno pensarlo ya es un daño XD) por eso primero como les mencione preferi omitr nombres y datos personales, porque tenía que comprobar :o
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Gracias por leerlo todo, me alegro que te haya gustado y espero que sigas por aquí, daré mi mejor esfuerzo ;) estamos en contacto.

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Gracias Zukita Yasha, siempre un amor, amiga, no te preocupes por la tardanza, tu siempre estas aquí al pendiente, aquí seguimos y espero no defraudar :)

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lesley aquí desde que me lees, siempre al pendiente gracias. Espero corresponder con la misma lealtad que tu, ya sabes lo que opino, me alegro que estemos leyendonos. ^^

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IlEiN Love, AngelLove, Turquoise_Kagome, judith y danielitaaxi ¡las extraño! y espero verlas pronto por aquí, al igual que mariiChelo y margaretrose. Y todas las otras amigas que me leen.

¡SEGUIMOS AQUÍ, TRAIGO LA CONTI, PERO PREFIERO PONERLA SEPARADA, PORQUE SE VE MUY MAL TODO EL POST, ASI! :P NO CREO QUE SEA SPAM

 

Te amo a pesar de la amargura (SESSHxKAGxINU)

Recuerden: comentarios de la autora los pongo en negritas entre parentesis (ejemplo) ^^


Por falta de tiempo ya no puedo poner las palabras que posiblemente no se entiendan. Espero que si les surge alguna duda, me la comuniquen ¡GRACIAS!


TE AMO A PESAR DE LA AMARGURA (SESSHxKAGxINU)


(CAPITULO 8) EL MISTERIO DEL CASTILLO
CONTINUACIÓN...

Pronto el fragmento de la perla dio un brillo de maldad, cerrando la herida tan horripilante que arranco la vida del monje. Para dar paso a un triste muerto deambulante.

-¡Miroku!- le llamó Naraku contemplando con agrado su nueva creación.

Los ojos sin pupilas del monje eran color grisáceo, indicando su estado.

-quiero que hagas cierto trabajito jm jm jm jm.- le dijo burlándose.

…


Sango sintió un extraño presentimiento, tan fuerte que no la dejaba dormir. (¿Por qué tengo esta angustia? Como si se perdiera una parte de mí.) Esto la mantuvo en vela toda la noche.

Amaneció el nuevo día y apenas era el alba, cuando el conocido grupo de Inuyasha, Sango, Kikyou (la nueva), Shippou y Kaede. (¿Kaede? O.o) Iban para luchar con todas sus fuerzas.

Todavía algunas gotas de sudor resbalaban por la cara de los presentes y sus miradas veían a Kaede con ¿¡horror!? Pero de ese que da cuando no sabes ni como reaccionar ante algo.

-Ka…Kaede…- hasta Kikyou no lo podía creer. - ¿segura que quieres ir? Es muy peligroso.-le replico.

-sí, Onee-sama, eso deseo.- La anciana siguió caminando como si nada con su habitual ropa, llevaba su flechas y una bandita amarrada en la cabeza, cubriendo su frente, estilo samurai.

***flash back***​

Era la última aldea que visitaban antes de regresar, venían dos aldeanas de llenar sus cantaros de agua.

(Estoy tan feliz, Kagome puede regresar a la vida.) Pensaba Shippou viendo alejarse a las mujeres.

Kaede recogía una planta rara que solo se daba por esa zona (tiene propiedades muy buenas para las reumas.) sonrió contenta con su hallazgo.

-es solo un rumor, pero se dice también que esa poderosa bruja puede quitarte cualquier dolencia, es milagroso como sana.-

-si lo he escuchado, ¡como ella no hay dos! Hasta puede volverte más joven.- (¿¡JOVEN¡? ¡Bakas! Si la bruja es una vil ruca que ni ella se puede quitar las arrugas.)

El comentario de las aldeanas resonó en los oídos de Kaede ¿alguien de esa época era aún más capaz que ella de curar los dolores? (Es imposible.) Las siguió con disimulo.

-¿pero dónde se encuentra?-

-yo he escuchado que pocos saben, lo que si te puedo decir es, que se cuenta que caza a los más poderosos seres de maldad que encuentra, donde este uno, allí estará ella.- (que viejas tan verduleras, puro chisme.)

Los ojos de Kaede brillaron con una chispa única, no vista en muchos años. (Naraku es un ser lleno de maldad ¡seguro ella lo buscara!) asintió para sus adentros y sonrió ligeramente. –jejeje, me hará bien un poco de ejercicio.- (debo encontrar a esa bruja y enfrentarme con ella, nadie le gana a Kaede en cuestión de remedios y astucia.)

***end flash back***​

Inuyasha ya no lo soportaba más, venas se le saltaron en sus manos y frente, mantenía los puños cerrados en señal de golpear en cualquier oportunidad, pero conteniendo esas ansias, tenía una ahogante desesperación por el problema de llevar a Kaede.
-¡no tolero ni un minuto más esta situación! Hemos caminado solo veintiocho pasos desde su cabaña.- le reclamo tratando de no gritar.

-¡ah pues caminemos más!- le respondió tranquila la anciana, que iba a pasos lentos.

-veintiocho pasos, en cuatro minutos.- le vio fulminante.

-si ese es el problema, ¡tengo una idea que te agradará!- sonrió Kaede.

Así partió al encuentro con Naraku el extraño grupo, Sango y Kikyo arriba de Kirara (no quedo otra opción.) Shippou sobre Kikyou con una sonrisa perversa, mientras la molestaba jalándole de repente los cabellos.

(Necesita un corte de cabello y yo se lo daré muy pronto) –ju ju ju ju ju-

Kikyou volteo a hacia Shippou desconfiada, que pensaría ese zorro tan molesto para ella, la tenía cansada.
-¡aaahhh!- suspiró (es solo un niño, debo de ser paciente.)

Y Kaede sobre Inuyasha, quien apenas soportaba su peso, de eso que era muy fuerte, por supuesto que la idea era repudiada por el hanyou pero al paso de Kaede no hubieran llegado ni al árbol sagrado.

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(¡No puedo creerlo! Al fin pude apoderarme de las llaves del castillo) -¡¡¡bien!!!- (ahora si Sesshoumaru, quieres guerra, pues guerra tendrás, ya estoy cansada de que me trates como si fuera tu sirvienta. Yo soy Kagome Higurashi, vengo de más de 500 años adelante, nadie me va a pisotear.) Decía Kagome con aires de burla. El día anterior había llorado debido al comportamiento de Sesshoumaru, pero también había tomado la determinación de darse a respetar. (Ni a Inuyasha que es de quien estoy enamorada le permito eso, menos a ti.)

Camino unos cuantos metros por el largo pasillo del segundo nivel del castillo.
(Ahora si, el primer lugar al que iré, es precisamente el lugar que tengo más prohibido, aquel cuarto abandonado al que nadie puede siquiera acercarse en el tercer nivel.) –ji ji ji ji.- tenía la mirada hacía arriba, imaginando retorcidamente lo que haría con las llaves que había tomado de Jaken mientras dormía, y la mueca sonriente no se le iba para nada.

Pronto estuvo frente a la puerta prohibida, su intención de romper las reglas de Sesshoumaru, cambio por un escalofrío intenso. (¿Por qué me siento tan nerviosa? Pareciera que aquí hubiera un aura negativa, siento así) intento darse una explicación creíble. (Debe ser que es prohibido, obviamente, lo que no debes hacer altera un poco.)

Se dispuso a abrir aquel lugar tan quieto, saco la argolla que contenía las llaves, un viento fuerte se sintió repentinamente, pero no había ventanas en el tercer nivel, solo aquella imponente puerta pesada, hecha de madera, escondida entre las sombras podía haber dejado escapar esa ventisca, seguro había una ventana enorme dentro de la habitación.

El corazón de Kagome latió con una extraño tuntuneo, la tensión creció. Si Sesshoumaru ocultaba algo, era que debía ser muy importante, demasiado, estaba apunto de descubrir EL MISTERIO DEL CASTILLO, le producía morbo, curiosidad y miedo. Y…

(¿Uno momento?) Abrió la boca y ojos asombrada. (Una, dos, tres, diez, treinta… so…son más de cincuenta llaves seguramente las que hay aquí.) Pensó viendo y contando incrédula el conjunto inmenso de llaves de todos tamaños y formas que sostenía. (¡No pensé en esto! Bueno Kagome, valor, mueres por saber que guarda ese orgulloso youkai aquí) meditó unos segundos (¡aaaah! Y si fuera una colección de…) recordó cuantos de los estudiantes de su preparatoria tenía colecciones inmensas de posters con mujeres en “poca ropa”, revistas para adultos y demás cosas. (¡Pero que me pasa! En primer lugar es imposible eso en esta época, en segundo lugar ese youkai tan despreciable nunca tendría algo así…) seguía parada con las llaves en las manos, viendo hacía la puerta, pero con la mente muy divagada. (Me pregunto si de verdad Sesshoumaru alguna vez a llegado a pensar en una “mujer”, bueno, una Taiyoukai, porque no creo que un demonio como él se fijara en una humana, al parecer eso detesta de su padre. ¡o…o….o no será que es…!) Hizo una expresión de horror. -¡aaaaaaaaaaahhh! Dio un largo suspiro. (Creo que me falta algo en que ocuparme, pienso cosas demasiado absurdas.) -¡ahora!... ha abrir esta puerta!- comenzó a probar llaves.

Mientras tanto Sesshoumaru regresaba al castillo, llegó y vio todo quieto, busco a Kagome en los lugares acostumbrados pero no la encontró.

(Debe estar encerrada en su cuarto, mejor, sirve de que no me da problemas.)

Se introdujo en su habitación y se quito su pesada armadura, le vino a la memoria el acontecimiento del día anterior, lo que le recordó todos los atuendos que le regalo su madre, solo por eso no se deshizo de ellos, debido al regalo los apreciaba tanto, aún sin usarlos.

(Me parece…) se rió pensando algo abusivo. (Después de todo, esa humana me puede servir para algo.) Empezó a recoger varia ropa que tenía mucho tiempo guardada y estaba polvorienta. (Necesita limpieza.)

Salió hacía la habitación de Kagome, cargando un puño de sus vestimentas, iba directo ha abrir, pero recordó que la última vez aún haciéndolo, paso una penosa situación, por lo que sería bueno tocar.

Pero no recibió respuesta, hasta que se canso y entro.
(¡No esta! Iré a ver donde anda, es tan fastidiosa que de seguro debe estar buscando la forma de salir, no me importaría, pero Rin esta de por medio y ya que es un intento de sacerdotisa, con suerte podría salir.) Dejo la ropa en el cuarto de la miko y fue a buscarla.

Jaken caminaba sigiloso, ya había planeado otra de sus “famosas trampas” para hacer la vida de Kagome miserable.
(Es mi oportunidad, la vi salir del cuarto donde se queda hace mucho rato, así que ahora si me vengare…) un destello de malignidad se reflejo en sus ojos. Entro a la habitación de la miko y se llevo una “grata sorpresa”
(Estos deben ser sus kimonos) –ja ja ja ja ja.- (los destruiré y no tendrá que ponerse.) empezó a darles con sus pequeñas garras. –tome y esto, también esto otro. Ja ja ja ja ja ja…- (¡te arrepentirás de vivir en este castillo, no lo mereces!)

Luego de sus maldades Salió de nuevo con cuidado y se fue a donde estaba Ah-Hun para no levantar sospechas (que tonto, ¿a quién le va a echar la culpa si alguien pregunta?)

Kagome casi llevaba una hora intentando abrir la puerta anhelada y al final se dio cuenta de algo. (No…no puede ser, ni una sola de estas llaves es la de esta habitación.) Todo su esfuerzo fue en vano. Respiro resignada y bajo al segundo nivel, inspecciono y se fijo que no hubiera nadie, entonces devolvió las llaves al cuarto de Jaken, al fin y al cabo todas las demás habitaciones, ella las había recorrido a escondidas hacía tiempo.

Sesshoumaru busco a la miko y no la encontró. (No sería capaz de… ¡el tercer nivel!) Se asusto y fue rápido al lugar al que nunca subía ni por equivocación, se alivio de no ver a nadie. (Entonces a lo mejor escapo, ja, iré por Rin ahora mismo, ya me canse de tanta estupidez que no tengo que tolerar, yo soy el príncipe de los youkais del oeste, Sesshoumaru Taishio.)

Rendida de tanto ¿pensar? Kagome regreso por el pasillo hacia su habitación. (Bueno actué como una tonta, después de todo lo que hay en este castillo no me importa. Mamá, Souta, abuelo, los extraño mucho. También al baka de Inuyasha, Sango, Shippou, Miroku y Kaede Obachaa) agacho la cabeza y caminaba desganada (hasta cuando piensa tenerme aquí Sesshoumaru, creo que hasta extraño al enemigo, a Naraku.) Abrió la puerta de su habitación.

-¿qué… qué… qué es esto?- se pregunto boquiabierta, al ver un destrozadero de tela, regado por todos lados.

Sesshoumaru decidió ir a buscar a Rin hasta por debajo de las piedras si fuera necesario. (Mi paciencia llego a su limite, más con esa mujer tan repulsiva en mi castillo, le urgía largarse con el imbécil de Inuyasha.)
Iba a entrar a su habitación a colocar su armadura para salir y por inercia volteó a donde estaba la habitación que ocupaba Kagome, la vio cerrada, él la había dejado entreabierta.
(Entonces no se fue.)
Levito hasta ella y cuando la abrió y entro sus ojos se quedaron casi desorbitados.

-Sesshoumaru.- le susurro Kagome ¿¡sin entender nada de lo que ocurría!? Él no decía nada seguía conmocionado por lo que sus ojos veían.

-¡¡¡tú!!!- la señalo finalmente con una ira tremenda. – ¿¡destrozaste mis…!?- le pregunto, afirmando y cuestionando a la vez, sin completar la frase.

-¡no se de que me hablas Sesshoumaru! Estoy tan sorprendida como tú.- le hablo sincera Kagome.

Se dejo ir furioso contra ella tomando sus hombros con brusquedad, sabía que aún debían dolerle. Unas venitas saltadas se formaron en la cien y frente de la sacerdotisa, se lo había prometido la noche anterior. No volvería a dejar que la pisoteara, así se llamara demonio puro, así fuera el príncipe del oeste, así la matara de verdad. Cerró los puños y los ojos molesta, hizo una mueca y mostró los dientes un poco, como si fuese atacar.

-¡TE DETESTOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!- dio una pausa solo para respirar el aire perdido, Sesshoumaru si que se sorprendió. –ya me canse, quien te crees que eres, demonio de cuarta, que dizque puro, ¡pura madre es lo que me importa! me da igual, así seas el rey del mundo, así me claves tus garras o tu espada, máteme si quieres, pero no te soportare ni un momento más.- Kagome parecía ser tan gigante y tener una enorme cabezota con ojos saltones viendo a Sesshoumaru, que por un momento el youkai se sintió pequeño. –así que de una buena vez déjame largarme y no ver tu FEA Y AMARGADA CARA en mi vida, pareces un cobarde que se escuda en sus poderes para atacar a una mujer indefensa, ¿y así te crees el mejor Taiyoukai? Pues me burlo de eso- el aire se le termino -¡agh-agh-agh-agh!-

Y se acabo el Sesshoumaru de hacía momentos, que sintió que un “monstruo” lo atacaba, pero también adiós a ese lado de ataque agresivo (co…cobarde que se escuda para atacar a una mujer indefensa.) el comentario de Kagome fue como un balde de agua fría, pero entre todos no había como escoger cual era más hiriente.

Ahora era él quien apretaba los puños guardando el coraje, las venitas se le saltaron, vio a Kagome con gran desprecio, estuvo apunto de convertirse en una “fiera verbal” como la miko, pero no, ese no era Sesshoumaru, ese lado frío y sin sentimientos no iba a flaquear.

-Ja, que me puede importar lo que piense una sucia humana, poco agraciada, de horrible rostro y asqueroso olor.-

Fue todo lo que le contesto, se dio la media vuelta y se fue sereno, como si nada le importara. Pero a Kagome esas palabras le pegaron hasta el fondo.
(Así que eso pensaba de mí.) Su enojo cambio por tristeza. (Otra vez no, que debe importarme lo que él piense, no debe) las lágrimas la traicionaron.

En sesshoumaru de pronto se pusieron unos ojos rojos y sea asomaron unos colmillos afilados que hubieran aterrado a cualquiera (¡¡¡Jaken!!!) Había analizado la situación y se imagina al responsable.

Kagome recupero la compostura. (Tener que tratarlo fue lo peor que me pudo pasar en mi vida.) Le dio hambre y bajo a comer algo (este castillo esta tan vacío y solitario) una idea le cruzo por la mente (¡que brillante! Todo lo que me gusta el lo odia, por eso…) sus ojos chispearon perversidad (ahora si Sesshoumaru, prepárate, voy a hacerte desear nunca haberme traído.) un gritó la interrumpió.

-¡¡¡por favor Sesshoumaru-sama!!! Tenga piedad de mi, piedad de este inocente youkai de bajo nivel, que solo se a dedicado a servirle, a honorarle, a alabarle, no me haga esto.- decía Jaken como si lo estuvieran matando.

Kagome se asusto (¡será capaz de matar a quien tanto le ha servido!) Corrió para auxiliarlo a donde provenían las suplicas.

-¡Sesshoumaru no lo mateeeeeeees!- gritó con desesperación, saliendo al jardín principal. Pero la cara se le descompuso al ver la escena.

Estaba Sesshoumaru viendo hacía el suelo a Jaken con mirada inquisitiva, cruzado de brazos y expresión molesta. Mientras él… ¿cortaba las hierbas malas del jardín? (O.o yo también hubiera visto con cara descompuesta, o más bien sin saber que cara poner)

Sesshoumaru quien escucho su grito voltio a verla peor que a Jaken, casi la asesino con una sola mirada, que quito inmediatamente para seguir viendo a su sirviente.

Kagome se quedo estupefacta (Jaken, que escandoso eres.) estaba avergonzada por el grito tan dramático que acababa de dar e inmediatamente entro con rumbo a la cocina. (No lo entiendo) se dijo así misma (¿por qué se comporta así? ¡Que clase de castigo es ese por romper su vestimenta!)

Se imaginaba que había sido Jaken el responsable, aunque no entendía como es que estaba la ropa del youkai en su cuarto, pero eso no era lo importante.

(Es como si fuera otro, como si saliera a relucir el youkai debajo de una coraza… Y cuando es así yo… yo…) recordó las palabras del hirientes del youkai (¡¡¡una sucia humana, poco agraciada, de horrible rostro y asqueroso olor!!!... Eso cree, pues yo pienso lo mismo, es feo, arrogante y me da asco, quien iba a querer un youkai así, que bueno que no le gustan los humanos, porque jamás una humana se fijaría en algo como él.)


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Inuyasha iba casi arrastrandose, con la lengua de fuera, exceso de sed y los ojos pareciendo que daban vueltas.

-¿te encuentras bien perrucho?- le pregunto Shippou que estaba parado sobre la cabeza de Kikyou.

-Shippou, por favor ¿podrías bajarte de mi cabeza? Siento que me vas a quebrar.- le dijo amablemente Kikyou, tratando de tolerar todas las cosas que le hizo durante el camino.

-no te preocupes “Ki-gome” ya no eres de barro, no te vas a quebrar.- dijo indiferente el kitsune.

Kikyou se enfado muchísimo por el “ya no eres de barro, no te vas a quebrar” Pero lo que no pudo contemplar fue ese ¿¡Kigome!? ¿qué significaba?

-¿por qué me dijiste “Kigome” Shippou?- le pregunto bajándolo ella misma y sosteniéndolo por la cintura con ambas manos, quería estrujarlo pero no debía (tranquila Kikyou)

El zorrito le contesto quitado de la pena. –a partir de hoy te llamare ¡Kigome! ¿Es más bonito no crees?- le sonrió cínicamente.

Esto ella ya no lo soporto, lo vio con la mirada fría de siempre, la que mata. -¡si vuelves a llamarme así “animalito” no creo que responda!- trato de no gritar.

Sango intervino. -¡déjalo Kigom… digo, Kikyou, es solo un niño, además a penas y a podido superar la perdida tan terrible de nuestra amiga, seguro te dice Kigome de cariño, deberías sentirte alagada.- hizo una pausa asegurando con su cabeza un “si” –me sorprende mucho, pero veo que después de todo le agradas bastante a Shippou, en todo el camino no se a querido despegar de ti.- Le sonrió la exterminadora.

-es cierto lo que dice Sango, Kigome, me doy cuenta de que me agradas.- dijo malicioso Shippou.

Kikyou se trago su coraje, no la aceptaba muy bien Sango y si se comportaba indebidamente perdería la poca confianza que le tenía dépositada.

(¡Excelencia! Estoy tan angustiada, no quiero que algo le pase.) Pensó para sus adentros Sango, en todo el camino no había dejado de pensar en él, trataba de distraerse, e Inuyasha con Kaede encima no pensaba con claridad, además decía que le estaba costando llegar al olor de Naraku.

Como leyendo sus pensamientos una extensión de Naraku apareció (la misma de siempre, ¡ya aburres!) Era Banguetsi y su ejército de youkais menores. (Raro ¡no venían saimyoushou! XD )

Inuyasha bajo a Kaede de su espalda, no sabía si agradecer o despreciar la llegada de los secuaces de Naraku, pues literalmente “le habían quitado un peso de encima”, desenfundo a colmillo de acero y ataco con sus lanzas de diamante a Banguetsi.

Kikyou ataco con sus flechas a los youkais, mientras Shippou atacaba con sus catañas chillonas a… ¡¿Kikyou?! (bueno pero que afán de fregar tiene este zorro.)

-¿¡qué haces Shippou!? No es momento de jugar.- le advirtió Kikyou pero apurada por los youkais que atacaban, esto detuvo al kitsune.

Kaede mataba también youkais, tenía buena puntería con las flechas, así no fuera tanta como su hermana.

Finalmente Sango usaba su Hiraikotsu.
-(“Sango”)- escucho una voz la exterminadora, pero a la vez parecían sus pensamientos, era muy bajita. (¿Quién esta ahí?) Respondió para sus mismos pensamientos, pero no hubo respuesta.

Entre los árboles vio una figura, una muy conocida que paso corriendo rápido. (¡Excelencia!) Viendo a sus amigos ocupados, corrió hacia donde había visto la sombra.

Se adentro entre la maleza, vio de nuevo a alguien pasar, pero nada encontraba, siguió y siguió alejándose del grupo, preparada para atacar si fuese necesario.

Hasta que se detuvo al ver de espalda a ella un peculiar monje de atuendo morado con negro, estaba parado allí sin que ella pudiera creerlo. ¡Era él! Lo reconocería en cualquier lugar, su pequeña coleta, su silueta, el báculo, hasta sus pies calzados con esas sandalias.

-¡¡¡HOUSHI-SAMAAA!!!- le nombro en un tono de voz alto y desesperado, tan ansioso de verle. Pero el monje ni siquiera volteo.

-¡Por Kami! creí que algo malo le había pasado, ¿qué está haciendo aquí solo?- caminó hacía él, quedando detrás suyo, el monje seguía sin hablar.

Le tomo el hombro suspirando de alivio. -¡Excelencia! Me alegro de que este bien, usted…- calló un momento, se puso un poco roja, era muy difícil decirlo, pero eso sentía y prometió confesarlo al verle de nuevo -… es tan importante para mí que si algo le pasará yo…-

Sus palabras fueron cortadas al sentir la mano del monje en la suya, misma que tenía colocada en su hombro. Pero no en señal de agradecimiento o expresión, era una mano afilada, que le clavaba las uñas con fuerza, haciendo que escurriera su sangre por las heridas.

-Ho…Houshi-sama, ¿qué… qué pasa?- dijo con temor, con ese temor del día anterior, el cual tomaba la fuerza del mal presentimiento que no la dejaba en paz y le dolía.

Como respuesta el monje se volteó repentinamente atacándola con una espada. Pero sus reflejos la hicieron quitarse rápidamente, esquivando el ataque.

-ex…ce…len…cia.- le dijo muy bajito, incrédula de lo que veía, Miroku ya no era “su Miroku”, era… ¿qué era? Sus preciosos ojos se habían apagado, esa mirada azul no existía, solo un color grisáceo sin viveza. Estaba pálido y… ¿por qué no lo había notado? Su atuendo estaba roto, justo… justo en el corazón, donde tenía una cicatriz en forma de araña.

-no, no pu…- movía la cabeza en negación.

-¡señorita Sango!- hablo por fin el monje, con una voz fría pero burlesca. –me encanta el olor de su sangre, teñiré mis manos completamente con ese líquido ahora.- le dijo lamiendo un poco de la sangre que había quedado entre sus garras, mismas garras que ahora tenía producto de las maldades hechas en su cuerpo, por Naraku. –será un placer matarla.- continuo la frase, finalizándola.

Sango lo veía horrorizada, pero no con miedo por matarla, sino con el temor más grande existente en la vida, aún más que la muerte. “Perder al ser amado”.


CONTINUARA...



(nota muy personal mía: Kotono eres un ángel, gracias por los comentarios)

 

Re: Te amo a pesar de la amargura (SESSHxKAGxINU)

Hola IlEiN LoVe no te preocupes!!! cuando puedas nos emparejas :) Yo también te quiero mucho, eres una persona bien valiosa y bueno, ya te lo dije por MP ;) ToT

¡Hola Kotono! Faltan 6 días para tu cumpleaños :)
Gracias por leerme, tu sabes relación explosiva entre estos dos (Ki"gome" y Shippou)
Ya sabes que pienso de tí para que te digo (¡TIERNA!)

Jajaja me da risa con tus diálogos cada que los leo, gracias por apoyarme, disculpa que no haya ido por tus rumbos, pero volveré pronto, sigo al pie de la historia ;)

¡mariiChelo! me has seguido desde el principio, no te preocupes, agradezco tu lectura y ¡bienvenida serás todo el tiempo por aquí!

Estuve tentada a poner toda tu escritura XD
Siempre me escribes cosas tan lindas, te quiero un chorro y un montón, gracias por todo Pan-chan.
Ahora te hice deshonor a lo rápido, llevo dos días sin continuación, las había estado poniendo casi diario, pero hoy traigo una larga en compensación. :)

¿¡DIOS!? ¿Qué es eso? O.o vaya que ahora si te han dejado tarea rara. Ojala que la hayas terminado bien :)

No me agradezcas nada, al contrario yo agradezco tu apoyo y sigo leyéndote, he estado ocupada, pero ahí estaré siempre que pueda, palabra :o


BUENO CONTINUACIÓN HOY (NO DIGO HORA PORQUE LUEGO SINO CUMPLO SOY LINCHADA) PERO SERÁ LARGA PARA COMPENSAR LOS DOS DIAS SALTADOS.

¡NOS ESTAMOS LEYENDO!