[TCG] Senderos Eternos

Ian Lockhart

Tan sólo llegando al mercado pude comprobar que lo que habían dicholoa marineros era cierto: Habían afiches por todo el mercado, y sin duda la foto del chico era la mía.

—Esto es demasiado arriesgado —me dije, subiendome el gorro de la túnica—, pero no tengo de otra.

>> Entrar al mercado

 

Intentó avanzar por discreción entre la gente. Por fortuna, casi nadie se fijaba en los demás allí, sino que andaban distraídos con los puestos de diferentes productos y en sus propias conversaciones.

Bien, ahora... ¿qué hacer? ¿Dónde estará Seur...?

>> Examinar: puesto de verduras
>> Examinar: puesto de carne
>> Examinar: puesto de pescado
>> Hablar: puesto de helados
>> Acercarse: gente aglomerada
>> Acercarse: chica solitaria
>> Marcharse: resto de opciones

 

Ian Lockhart

Por suerte para mí estaba logrando pasar desapercibido de momento, pero eso podía cambiar en calquier momento, por lo que era imperativo que encontrase a Seur lo más pronto posible. ¿Donde podía haberse ocultado para tener la reunión con su contacto? No creo que se dejase ver a la luz del día, sabiendo además que ahora lo estaban buscando por ser, aparentemente, un secuestrador.

Quizá, entonces, debería estar en algún lugar cerrado y que no se visitase tanto. Algo como... el puesto de pescado.

Contenido oculto

excusa barata

 

Había mucha gente atendiendo en el puesto de pescado... tanta, que no se dio ni cuenta el dependiente de la presencia de Ian. Tal vez eso era bueno, porque así no se fijarían en él, ¿no?

Lo importante era, en todo caso, que a alguien se le habían caído cerca del puesto algunas monedas... y nadie parecía estar preocupado por ellas. En fin, no encontró a Seur ni nada más interesante, pero, al menos, algo de calderilla que se llevaba.

+20 TP.


>> Hablar: puesto de helados
>> Acercarse: gente aglomerada
>> Acercarse: chica solitaria
>> Marcharse: resto de opciones

 

Ian Lockhart

Al parecer el puesto de pescados no estaba tan abandonado como pensé; de hecho era justo lo contrario: Había tanta gente que nadie reparó en mi presencia, por lo que pude llevarme incluso algo de calderilla sin ser descubierto. Sin embargo, ni pistas de Seur; había una chica solitaria que me llamaba mucho la atención, pero podía ser la que me estaba buscando, así que preferí no arriesgarme y alejarme lo más posible.

Quizá debería mezclarme con toda esa gente aglomerada.

 

Para sorpresa de Ian, la gente aglomerada parecía estar observando algo. Ian no podía ver bien qué es lo que estaban observando, por lo que intentó desplazarse entre la gente para poder alcanzar a ver lo que todo el mundo miraba. Y, al hacerlo... supo qué sucedía.

Dos o tres hombres, que parecían ser las autoridades del sitio, estaban inmovilizando en el suelo a otro, que se resistía con todas sus fuerzas. El otro hombre llevaba una capucha y vestía de forma similar a Seur... cualquier podría haber pensado que era él, de hecho, pero... no lo era. Ian lo conocía bien, y no lo era. No obstante, los murmullos de la gente le confirmaron que todos creían lo contrario:

—Ese es el secuestrador del que se habla, ¿no?

—Eso parece, alguien llamó a los guardias cuando le vio.

—El tipo no paraba de gritar que le han tendido una trampa y que él no es a quien buscan, pero, ¡mírale, por favor! Es exactamente igual a la descripción.

Ian lo observó por un momento... el hombre parecía resignado, pero furioso, apretando los dientes.
Y, cuando el coleccionista alzó la mirada, a lo lejos, detrás de la gente, vio otra figura familiar. Seur se mezclaba entre los demás, capucha quitada, pero mirada fija en él. Le había visto... y sus ojos no parecían los de una persona amigable. Miraba a Ian con decepción en sus vacías pupilas.

Ian había incumplido su palabra. Y, aunque Seur no creía en las promesas... posiblemente no olvidaría eso.
Cuando quiso darse cuenta, se hubo perdido entre la gente, marchándose de la vista de todos.

>> Hablar: puesto de helados
>> Acercarse: chica solitaria
>> Marcharse: resto de opciones

 

Ian Lockhart

Tal y como me había temido en un principio, la multitud en la que me había mezclado estaba presenciando algo: El arresto de Seur.

O eso, al menos, es lo que ellos creían. Aunque aquella persona estaba vestida como él, lo cierto es, para alguien que lo conocía de antemano, estaba claro que aquella persona no era Seur.

Y, cuando levanté la vista, pude comprabar en donde estaba el verdadero. A lo lejos, mezclado con los demás, se econtraba él. Un escalofrío recorrió mi cuerpo al ver cómo me miraba fijamente, y me dejó tan sorprendido que no fui capaz de darme cuenta cuándo se marchó.

¡Maldición, no había conseguido nada! Sin embargo, no temia a las represalias de Seur, pues tenía aún "armas" con las cuales defenderme.

Exhausto, decidí ir al puesto de helados.

>> Hablar: puesto de helados

 

—¡Hola, ¿qué tal?! —le preguntó el señor del puesto, que parecía querer ignorar el revuelo que se había formado, pues perjudicaba a su negocio—. ¿Uh? Me suena tu cara, ¿te conozco? Hm... bueno, no importa. ¡Tengo los mejores helados del mundo! Están muy de moda ahora los polos de sabores. ¡Cada uno a 10 TP! Tengo de fresa, limón, naranja, cola y tropical! ¿Quieres uno?

 

Ian Lockhart

Me lo pensé un momento; con el cambio que me había encontrado podía comprarme algún helado, pero lo cierto es que no me apetecía comprarme uno, en verdad.

Y aquella chica, solitaria, comenzaba a intrigarme. Dado que al final no había logrado conseguir nada de Seur, entonces, quizá...

—No, muchas gracias —respondí, distraído, alejandome del puesto de helados.

Acercarse: chica solitaria

 

Contenido oculto

Demasiado jugar con fuego... al final te acaba quemando (?)

Ian tuvo la osadía de acercarse a aquella chica solitaria. Al igual que él y que Seur, llevaba una capucha cubriendo su rostro, y solo se adivinaban unos cabellos negros cayendo sobre los hombros y unos labios marcados y gruesos.

—... vaya. Nunca pensé... que sería tan fácil hacer que volvieses conmigo, querido Ian —y sonrió, con la ternura propia de una madre que encuentra a su hijo después de mucho tiempo.

Llevó sus manos a la cara de Ian, entrando tras la capucha, y la rozó con suavidad.

—Muy bien. Tranquilo, ya estás a salvo... volvamos a casa.

... ese fue el fin del viaje de Ian.

Game Over.
Pierdes 30 TP. Vuelves al punto de control. Las cartas obtenidas como resultado de examinar lugares no se pierden; otras ganancias, diálogos y datos obtenidos al "Examinar" sí; ya no es posible reexaminar lo examinado, por lo que no podrás recuperar el dinero o eventos que hubieses podido desbloquear. Otros eventos que no sean "Examinar" podrás, o no, iniciarlos de nuevo, pero se tendrán por no realizados.



...
...
...


Finalmente, llegaron al pueblo. Aún no era del todo de noches cuando llegaron, y Seur dijo que tenía tiempo de buscar a su contacto antes de la hora de cenar. Le aseguró a Ian que, en la mañana siguiente, irían juntos al estadio de duelos.
Así las cosas, Seur se marchó... e Ian quedó solo en la posada. Le había dicho que no saldría, pero... la tentación era grande.


>> Decisión crucial: Salir al pueblo
>> Decisión crucial: Permanecer en la posada

 

Ian Lockhart

Cuando Seur salió en busca de su contacto, me quedé reflexionando algunos minutos. Algo en mi interior me decía que Seur no era mala persona, y que lo que estaba haciendo, aunque enigmático, no era malo.

Pero aún así, era incapaz de quedarme allí. No con todas estas incógnitas en mi cabeza, y no habiendo soñado todo eso. Sin duda, aún cuando había dicho que no iba a salir, tendría que hacerlo.

Las promesas, después de todo, eran sólo palabras lanzadas al viento.

Decisión crucial: Salir al pueblo

 

Finalmente, Ian decidió salir al exterior, pese a haberle prometido previamente a Seur que no lo haría.

Las calles del pueblo eran pequeñas, empedradas y estrechas. Era un sitio bonito, con un aspecto antiguo, y, si se avanzaba por el sendero de piedra más ancho de su calle principal, uno podía llegar a la costa, al mar, donde el puerto pesquero se ubicaba. El mercado principal no estaba mucho más lejos del mar, de hecho. Y, si la orientación de Ian no le fallaba, al fondo del pueblo debía estar el estadio de duelos, pues vislumbró ya desde lo alto del acantilado un edificio redondo y alto, aspecto típico de dichos lugares. Curioso que en un sitio tan rural como ese hubiese un escenario de duelos... prueba de lo mucho que los mismos se estaban extendiendo por todo Valm.

>> Marcharse: al puerto
>> Marcharse: al Mercado
>> Marcharse: al Estadio de duelos
>> Marcharse: al bar del puebl

 

Ian lockhart

Seur había dicho que se reuniría con su contacto en el mercado, y era, por ello, el lugar al que debía dirigirme. Por supuesto, debía mantener mi perfil bajo para que Seur no me descubriese, dado que aún no sabía de lo que era capaz. Sin embargo, aún conociendo los riesgos, no podía echarme para atrás ahora, pues deseaba conocer qué era lo que Seur me estaba ocultado...

...O al menos ese era el plan, pero mi falta de orientación me hizo terminar en el bar del pueblo. Bueno, al menos así podría recabar datos sobre el pueblo.

 

El bar del pueblo era un lugar quizá demasiado... rural. Todo era de madera, se veía viejo y destartalado, y estaba lleno de personas, en su mayoría hombres, con aspecto de llevar mucho tiempo allí, entre cerveza, cerveza, cerveza y más cerveza.

El camarero tras la barra no era un tipo mucho más formal en apariencia, desde luego. Nada más entrar Ian, le analizó con la mirada. Pero se mantuvo en silencio... observándole. Probablemente, sospechando que alguien con sus pintas, tan diferentes a las de la clientela habitual, probablemente querría hacer alguna trastada o algo peor.

>> Marcharse: resto de opciones
>> Hablar: camarero
>> Hablar: cliente borracho
>> Jugar: máquina tragaperras (costará mínimo 1 TP, máximo 10).

 

Ian Lockhart

Entré al bar lentamente, y aunque no tenía ninguna expectativa sobre él, quedé sorprendido aún así del estado en el que se encontraba. Era cierto que ya estaba acostumbrado a estar de posada en posada, y que aquellos lugares tampoco eran la muestra de la elegancia suprema, pero aún así, aquel bar era, al menos en aspecto, deprimente.

Borrachos por allí y por allá, que mostraban en sus rostros dejos de tristeza y problemas que buscaban olvidar bebiendo alcohol. Y el cantinero tenía aún así el descaro de mirarme con desconfianza en su rostro, siendo que yo sería probablemente el menor de sus problemas.

—Buenas noches —saludé, sentándome frente al camarero—. ¿Qué puedes ofrecerme?

>> Hablar: camarero

 

El camarero alzó una ceja.

—¿Qué hace un crío como tú por aquí? Este no es sitio para niños, chaval.

>> Hey... tu cara me suena, ¿dónde te he visto yo?

Oh, vaya... ¿por qué decía reconocerle? Q-Quizá estuviese en peligro...


>> Marcharse: resto de opciones
>> Hablar con el camarero: ¿Qué información tienes para mí?
>> Hablar con el camarero: Dame algo de beber
>> Hablar: Cliente borracho
>> Jugar: máquina tragaperras (costará mínimo 1 TP, máximo 10).

 

Ian Lockhart

—¿E-Eh? —me quedé sorprendido cuando el mesero dijo conocerme de algún lado. ¿Me habría visto antes? ¿Cuándo?—. Francamente lo dudo mucho, estoy de viaje y este es mi primer día en el pueblo; sería muy complicado que de verdad nos hubieramos cruzado con anterioridad.

>>¿O acaso tienes idea de en donde?

>> Hablar con el camarero: ¿Qué información tienes para mí?

 

—Je... información, ¿eh? Pues poco pasa en este pueblo, chaval. Lo más interesante que ha sucedido aquí en los últimos días ha sido que una chica ha venido repartiendo carteles de "Se Busca". Aún no los he puesto, ni lo haré. Bah, ofrece una gran recompensa por el secuestrado, pero como si fuésemos a encontrarle.

Le entregó a Ian uno de los carteles para que lo viese, y, para su sorpresa... era él el que salía en la foto.
Para su desgracia, el camarero también había mirado el cartel, y se dio cuenta de quién era el que salía reflejado en la imagen bastante rápidamente. Aunque Ian intentó zafarse, el camarero le agarró del brazo, y silbó. Al hacerlo, los clientes se fijaron en él, y, prestos, le inmovilizaron.

—Vaya, vaya... de eso me suena tu cara, ¿eh? Parece que alguien te busca y está dispuesta a pagar mucho por ti... me pregunto cuánto aprecio te tendrá realmente, ¿eh? Quizá logre sacarle el doble, ¿no crees?

>> Si estabas secuestrado, sigues estándolo. Y si no lo estabas en realidad, bueno... ahora sí lo estarás.

Game Over.
-30 TP.

...
...
...


Finalmente, llegaron al pueblo. Aún no era del todo de noches cuando llegaron, y Seur dijo que tenía tiempo de buscar a su contacto antes de la hora de cenar. Le aseguró a Ian que, en la mañana siguiente, irían juntos al estadio de duelos.
Así las cosas, Seur se marchó... e Ian quedó solo en la posada. Le había dicho que no saldría, pero... la tentación era grande.


>> Decisión crucial: Salir al pueblo
>> Decisión crucial: Permanecer en la posada

 

Ian Lockhart

Cuando Seur salió en busca de su contacto, me quedé reflexionando algunos minutos. Largos y pesados minutos. Algo en mi interior me decía que Seur no era mala persona, y que lo que estaba haciendo, aunque enigmático, no era malo.

Pero aún así, era incapaz de quedarme allí. No con todas estas incógnitas en mi cabeza, y no habiendo soñado todo eso. Sin duda, aún cuando había dicho que no iba a salir, tendría que hacerlo.

Las promesas, después de todo, eran sólo palabras lanzadas al viento.

Decisión crucial: Salir al pueblo

 

Finalmente, Ian decidió salir al exterior, pese a haberle prometido previamente a Seur que no lo haría.

Las calles del pueblo eran pequeñas, empedradas y estrechas. Era un sitio bonito, con un aspecto antiguo, y, si se avanzaba por el sendero de piedra más ancho de su calle principal, uno podía llegar a la costa, al mar, donde el puerto pesquero se ubicaba. El mercado principal no estaba mucho más lejos del mar, de hecho. Y, si la orientación de Ian no le fallaba, al fondo del pueblo debía estar el estadio de duelos, pues vislumbró ya desde lo alto del acantilado un edificio redondo y alto, aspecto típico de dichos lugares. Curioso que en un sitio tan rural como ese hubiese un escenario de duelos... prueba de lo mucho que los mismos se estaban extendiendo por todo Valm.

>> Marcharse: al puerto
>> Marcharse: al Mercado
>> Marcharse: al Estadio de duelos
>> Marcharse: al bar del pueblo