[TCG] Senderos Eternos

Feliz, el niño saltó de alegría, arrojando las cartas por los aires.

—¡Yay, he ganado! ¡Qué bien! Si es que voy a ser un duelista de primera. ¡Gracias por jugar conmigo! ¡Me he divertido mucho! Jiji~.

>> ¡Oye, oye, tendrías que pasarte por la tienda de papi! ¡Tiene cartas super guays! Aunque no tan chulas como las mías, eso seguro. ¡Las mías son únicas en el mundo, ni siquiera cartas como ese Lucario EX del que hablábamos antes son tan raras! Jeje.

Y, feliz... Honte se marchó correteando.

>> Resto de opciones.

 

Ian Lockhart

Suspiré cuando el niño se marchó; de cierta manera me alegraba que fuese feliz, además de haber rememorado cuando yo mismo hacía ese tipo de tarjetas; pero no había solucionado, de facto, ningún problema. Sólo había aumentado la burbuja en la que vivía el chico. Él era feliz mientras las estuvieran allí dentro, pero cuando algo la amenazaba o, peor aún, si llegase a romperse...

No me agradaba la idea de colocar una piedra más en un edificio que tarde o temprano va a derrumbarse, incluso si al chico le alegraba. Lo único que esperaba del niño es que él mismo fuese el que rompiese esa burbuja tarde o temprano, y no otra persona.

En lo que convenía a mis asuntos, sólo había podido sacar en claro una cosa: Debía ir a la Tienda de Cartas.

Había escuchado ya mucho sobre el lugar, siendo, lo más relevante, que el dueño había visto a alguien con la carta de Lucario EX en algún momento. Aunque las probabilidades no eran muy altas, ¿Conocería a Seur?

 

Al entrar en la tienda de cartas, Ian pudo fijarse en que, al fondo del modesto local, se encontraba Honte, jugueteando con sus cartas y dibujando, lápiz en mano, una nueva y "maravillosa" carta para su colección. Alzó la mirada ligeramente, y vio a Ian. Sonriente, le dijo al dependiente, que parecía estar tremendamente aburrido y cansado:

—¡Papi, papi! Este es el señor que ha jugado conmigo.

Tan pronto como escuchó aquella revelación, el rostro del dependiente se tornó alegre y amable. Se notaba que de verdad le importaba su hijo.

—¡Vaya, así que eres tú! —le dijo a Ian, engatusador—. Muchas gracias por jugar con mi hijo. Al pobre le cuesta hacer amigos, y nadie parece compartir sus gustos. Y yo no puedo estar todo el tiempo con él, porque tengo que encargarme del negocio, así que... ¡es una alegría para mí escuchar que está contento por haber podido tener uno de sus "duelos"! No soportaría ver triste a mi pequeño.

>> Pero dime, chico, ¿en qué puedo ayudarte? ¡Te debo un favor, así que seré generoso contigo! ¡Descuento para vecinos simpáticos aplicado para ti!

>> Hablar con el dependiente: ¿qué cartas tienes a la venta? (comprar)
>> Hablar con el dependiente: preguntar por los duelistas que pasan por la aldea.
>> Hablar con el dependiente: pedirle datos sobre Lucario EX

 

Ian Lockhart

Cuando entré en la tienda me encontré una vez más con Honte; lo cierto es que no era una sorpresa verlo allí, pero había asumido que no volvería tan pronto a la Tienda. Al menos ser amable con él me había traído cosas buenas, ¡Descuentos en cartas! Siempre era bueno conseguir mercancia más barata.

—Un gusto —asentí—, mi hobby es coleccionar cartas, ¿Puedo ver las que tiene a la venta?

Hablar con el dependiente: ¿qué cartas tienes a la venta? (comprar)

 

—Ah, ¡vaya, vaya! Pues veamos, la mercancía de hoy es bien fresca, ¡espero que te guste! Aquí está lo que tengo... ¡vienen en packs de 10 cartas!

>> Te puedo ofrecer el pack Polos Opuestos. ¡Está lleno de pokémon de tipo acero y eléctrico con efectos especiales que se benefician de la presencia de otros pokémon del propio pack! Cuantos más de estos pokémon tengas en el campo, ¡mejor!

>> También tengo un pack muy interesante, ¡Misterios espaciales! Aquí hay varios pokémon que, supuestamente, son del espacio exterior. ¿¡No es inquietante!? ¡Se rumorea que dentro hay una carta de uno de esos "ultraentes"!

>> ¡Cómo olvidar el magnífico pack Artes marciales. Bastante auto-explicativo, ¿no crees? ¡Podrás encontrar pokémon de tipo lucha con diferentes estilos de lucha!

>> Oh, ¡qué maravilla este pack! Es el pack Macroinsectos. Está lleno de pokémon de tipo bicho de gran tamaño, ¡y varios de ellos son EX! Ugh, espero que no te den asco...

>> ¡Ah, y por último, el pack Lienzo en blanco! Poca broma, ¡me han dicho que hay un pokémon muy curioso y especial dentro de este pack! Eso sí, es el único pokémon que encontrarás, ¡el resto son todo cartas de entrenador! Y todas ellas tienen efectos de lo más raros, huh.

>> ¡El pack sale a 50 TP, pero con el descuento, te lo dejaré a 40! ¿Te interesa alguno?

 

Ian Lockhart

Tsk, lo cierto es que, al menos como me los estaba describiendo, todos los sobres lucían enormemente interesantes. Miré un momento el dinero que tenía; no el suficiente para comprar uno de cada uno, claro. Debía ir con cabeza, como coleccionista sabía muy bien que los sobres o packs de cartas eran engañosos, siempre te los pintaban como las mejores cosas del mundo, pero usualmente no tenían nada interesante.

El de polos me podía ser útil, más que nada para poder usar la carta que Éclair me entregó. Luego, el hecho de que una de estas trajese un Ultraente me llamaba especialmente, y me quedaba, aún, para una más. Lienzo en Blanco lucía atractivo, demasiado, diría. Como una trampa para bobos; debía ir a la segura, sí. Comprar el de lucha era la mejor opción...

...y, pese a saberlo, no pude resistirme.

—De acuerdo, compraré el pack de Polos opuestos, Misterios espaciales y... Lienzo en Blanco.

Suspiré; de verdad esperaba no estarme equivocando.

 

—¡Genial! ¡Todos tuyos! Supongo que no podrás esperar a ver las cartas que incluyen los packs, ¿eh? ¡Venga, no esperes más, vamos!

Polos opuestos:
- Plusle
- Minum
- Klink
- Klang
- Klinklang
- Dedenne
- Aura Magnética
- Piñón auxiliar
- Ampharos EX
- Manectric EX

Misterios espaciales:
- Elgyem
- Beheeyem
- Cleffa
- Clefairy
- Clefable
- Solrock
- Lunatone
- Enteball
- Ultraespacio
- Nihilego

Lienzo en blanco:
- Smeargle
- Rahisi
- Claus
- Vakuum
- Ciudad Lienzo
- Aeropuerto de Aerosol
- Huevo pokémon
- Amor ball
- Reseteo
- Toxistrella



>> ¡Excelente, qué buenas cartas! Ahora, dime, ¿te puedo ayudar en algo más?

 

Ian Lockhart

Lo cierto es que eran cartas muy curiosas, sí; mi corazón de coleccionista se sentía bien. Pero por otra parte, quizá había gastado todos mis ahorros en cartas que no me servirían tanto para los duelos. O al menos no con mi baraja actual.

En todo caso, la pregunta del dependiente me hizo levantar la cabeza.

—Ahora que lo menciona, sí. He notado que aquí lo cierto es que no hay muchos duelistas, ¿Me equivoco? Y supongo que conocerá a los pocos que vienen a comprar cartas a su tienda, y a los que solo pasan de visita y se marchan ¿Podría hablarme de ellos? Busco a uno en particular.

Hablar con el dependiente: preguntar por los duelistas que pasan por la aldea.

 

El dependiente se cruzó de brazos, meditativo.

—Bueno, no queda demasiado lejos la capital. A unas cuantas paradas, eso sí, pero este es un lugar de paso clave para los viajeros que van allí. E imagino que lo sabrás, ¡pero el torneo de duelos está aconteciendo allí! Por eso, hace no mucho, cuando estuvo por empezar el torneo, pasaron por aquí muchos duelistas. Y hubo bastantes que me compraron cartas, ¡eso era maravilloso para el negocio! ... ahora ando un poco de capa caída, pero bueno.

>> ¿Buscas a alguien en concreto, dices? Pregúntame, quizá lo recuerde.

>> Dar descripción de Prince.
>> Dar descripción de Seur.
>> Dar descripción de Éclair.
>> Resto de opciones

 

Ian Lockhart

Asentí; ya me habían comentado sobre eso, el torneo que estaba ocurriendo en la capital. ¿Debería ir para allá?

—Hmm, sí. Un chico de ojos morados, con una trenza en el cabello...

Comencé a describir a Prince una vez más, tal y como lo había hecho con el viejo. Quizá ahora tenía más suerte.

Dar descripción de Prince.

 

—¿Ah? ¿Ojos morados, dices? ¿Y con esos rasgos? Hmmmm. ¡Nop, definitivamente no he visto a nadie así por aquí! Pero la descripción que das encaja a la perfección con una muchacha bastante mona, pero eso sí, muy extraña, que pasó por aquí para preguntarme por el Torneo y comprar unas cuantas cartas. ¡Estoy segurísimo de que iba hacia la capital! Pero era una chica, estoy seguro. ¿No te estarás confundiendo?

>> Lo que sí que puedo asegurarte es que ningún chico así pasó por aquí. Y si no lo he visto ni me he enterado de la visita de alguien así en la aldea, es bastante probable que esa persona que buscas no se dirija a la capital, ¡quienes quieren ir allí suelen pasar por esta aldea, ya te digo!

>> ¡Ya sé! Si le buscas o algo, puedo avisarle, ¿vale? ¿Le dejo algún mensaje sobre ti? Es posible que, si en algún momento alguien como él pasase por la aldea, me lo terminase encontrando, y como se parece tanto a esa chica, sabré reconocerlo. ¿Le comento algo?

Decisión crucial:

>> Pedirle que, si pregunta por Ian, le comente que dijo que iría en la dirección contraria a la capital.
>> Pedirle que, si pregunta por Ian, le comente que dijo que iría hacia la capital.
>> Pedirle que, si pregunta por Ian, le diga que no lo conoce de nada.

 

Ian Lockhart

Así que Prince, efectivamente, no había pasado por este pueblo. Sin embargo, ya era la segunda vez que alguien me comentaba sobre aquella chica; sería... ¿Sería sólo una coincidencia? Probablemente no. Por otra parte, ¿Qué debía responder? Estaba claro que estaba huyendo de Prince, pero, al mismo tiempo, estaba buscándolo. Necesitaba extraer información de él, eso estaba claro. Y quedándome quieto no iba a conseguir nada.

Mi garganta se secó por completo, y las palabras salieron con mucha dificultad de mi boca, pero no iba a retractarme.

—Si ve a alguien... a alguien que cumpla con las características que le acabo de decir, entonces... dígale que lo espero en la capital.

Pedirle que, si pregunta por Ian, le comente que dijo que iría hacia la capital.

 

El dependiente asintió.

—De acuerdo, cuenta con ello entonces. ¡Se lo diré si le veo!

Bueno... Ya estaba hecho, pues. Ahora bien, ¿había algo más que quisiese hablar con el dependiente?

 

Ian

Bueno, lo hecho hecho estaba; pronto sabría si había tomado, o no, la decisión correcta. Sin embargo, aún había algo que me inquietaba: Lucario EX. Sin embargo, no sabía cómo proceder con el tema.

—Hmm, sí, Honte me habló sobre algo que me llamó mucho la atención. Dijo que, una vez, usted vio la carta de Lucario EX. ¿Podría darme más detalles?

 

Abrió mucho los ojos, entusiasmado.

—¡Oh, esa carta, sí! Recuerdo que le hablé a mi hijo de ella. Las cartas EX son raras de por sí, pero hay algunas que son especialmente raras, ¿eh? He visto en mi tiempo como vendedor de cartas varios ejemplares de Riolu, Lucario, Mega-Lucario y demás. Son cartas raras, sin duda, pero no tan extrañas. ¡Pero su versión EX es otra cosa! Solo pude verla una vez, en posesión de un duelista, cuando vi el anterior torneo en directo, ¿sabes? Luego empecé a vender cartas, y tenía apuntados los efectos y demás contenidos de varias de ellas, las que más me interesaron, para poder conseguirlas y venderlas. La única que no conseguí fue Lucario EX.

>> ¡Pero estoy de suerte, porque mi proveedor me dijo que me conseguiría, al fin, un ejemplar! ¿No es genial?

>> Si te interesa mucho saber sobre la carta, prueba a hablar con él. En las afueras de la capital podrás encontrar una de las fábricas de cartas, justo quienes son mis proveedores, ¡si pasas por allí, diles que vas de parte de Honte, de la tienda de la aldea del sur! Seguramente me conozcan, ¡puede que te den datos sobre Lucario EX!

La fábrica de cartas, ¿eh? Puede que... fuese buena idea echar un vistazo.

Ian ya puede marcharse de la aldea. Para ello, debe ir a descansar a la posada y dormir.

>> Hablar con el dependiente: Seguir comprando
>> Ir a: Plaza de la Aldea
>> Ir a: Costa
>> Ir a: Posada (Dormir)

 

Ian Lockhart

Asentí. Así que la fábrica de cartas; sí que sonaba un lugar que debía visitar pronto. Algo me chirriaba de ese lugar, y era que, estos eran pequeños pueblitos pegados a un acantilado, que además, no parecían atraer demasiados duelistas. ¿Por qué, entonces, habría una fábrica de cartas cerca? Algo no olía bien.

—Muchas gracias por su ayuda, espero que le vaya bien con su tienda y que sigan llegando muchos clientes —me volteé para mirar al niño—. ¡Y hasta luego Honte!

Mientras me dirigía a la fábrica, no pude evitar centrar la vista en la costa. Quizá... no sería mala idea pasar por allí primero, a descansar un poco y despejar la mente. Planear lo que haría después.

Ir a la costa.

 

Ian llegó a una cala bastante acogedora, donde había un buen puñado de gente disfrutando del buen clima en la playa. Sí que era cierto que había más gente ahí que en la aldea...

Desde lejos, podía verse cómo la costa seguía desplazándose hacia el horizonte, y... muy lejos, podía apreciarse lo que parecían barcos, un gran puerto, y enormes edificios ya adentrados dentro de la tierra. Esa... esa debía ser la capital, ¿eh? Aún quedaba algo lejos a pie, pero podría llegar, tal vez, en un día. Aunque... mejor salir al amanecer.

De momento, tal vez fuese buena idea disfrutar de las últimas horas de sol en esa playa, ¿eh?

>> Examinar: Castillo de arena
>> Examinar: Conchas junto al mar
>> Examinar: Algas en el agua
>> Resto de opciones.

 

Ian Lockhart

Me tomó por sorpresa que hubiese tanta gente en la playa, sobre todo cuando los últimos rayos de luz solar estaban por desvanecerse; no me cabía duda de que había más personas allí reunidas de las que había llegado a ver en la aldea durante todo el día. De verdad, ¿Era la aldea tan aburrida? No había pasado más que unas horas allí, por lo que no podía opinar al respecto, pero parecía como si todas las personas estuviesen de acuerdo en ello.

Volví a mirar el mar, distrayéndome durante unos instantes, pero estaba claro que yo tenía el mismo efecto hipnótico que había tenido la primera vez. Desvié la mirada hacia otra parte, y me encontré con algo curioso: Un castillo de arena.

Si jamás había visitado el oceáno o el mar antes, se entendía que mucho menos había llegado a ver un castillo de arena, por lo que, curioso, me agaché a mirarlo mejor.

 

Al agacharse, Ian, sin querer, tropezó ligeramente... con tan mala suerte de que pisó el castillo, desmoronándolo por completo. ¡O-Oops, qué mal! Esperemos que no estuviese el niño que lo construyó cerca, se enfadaría bastante...

¿Eh? Vaya, parece que había una carta, algo sucia y desgastada, pero aún en condiciones de usarse, entre la arena del castillo. En fin, todo pasa por algo, ¿no?

Obtienes Palossand-shiny.


>> Resto de opciones.

 

Ian Lockhart

Al parecer la suerte quizo sonreirme por un breve instante, porque me permitió encontrar, entre todo ese marajo de arena, una carta shiny. ¿Quién dejaba esas cosas allí?

Para cuando me di cuenta, ya estaba anocheciendo. Tendría que volver a la Posada, eso seguro. Y debía cuidarme de cualquiera que se pasase por allí.