Fantasía Tales of the Last White Rouss-[Saga #0]

Tema en 'Novelas' iniciado por KAMERIA, 21 Noviembre 2022.

  1.  
    KAMERIA

    KAMERIA " Si caes, levántate y vuelve a intentarlo"

    Cáncer
    Miembro desde:
    15 Noviembre 2022
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    118
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Tales of the Last White Rouss-[Saga #0]
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    75
     
    Palabras:
    3913
    Capítulo 10_ " Amigo"


    Tales of The Last White Rouss

    Saga N° 0 : Hijos del Futuro

    [I Parte]


    .

    .

    .




    La noche seguía para ambos fénix, quienes sentados uno al lado del otro miraban en silencio aquella lámpara de fuego en donde apresado estaba aquella alma…


    —Tim—Suspiró tranquilo—Yo…creo que tengo una charla pendiente contigo, según prometí, ¿No es así?—el chico, solo asintió—Esta bien, ¿Quieres hablar ahora?


    —Antwan: Esta bien…pero sin mentiras. Ni malos chistes. Tengo muchas preguntas.


    Tim solo río un poco pero con alegría.


    —Tim: Muy bien. Iniciemos entonces…




    Hubo un momento de silencio luego de esto dicho, el ambiente seguía siendo algo frío a causa de la noche y que el clima estaba comenzando a ponerse lluvioso, sin embargo era agradable gracias a ese fuego que rodeaba el círculo en donde estaba Tim.


    Sus llamas eran magníficas.



    —Tim: Pude leer que… tú no eres de aquí, muchacho, al menos tu nacimiento aún no se ha dado, eso es un problema del tiempo y por ello temes que al decirme algo o comentarme algo al respecto sobre tu vida la línea del tiempo se rompa, ¿no? Al menos…tu línea temporal.—Antwan abrió un poco sus ojos sorprendido ya que no esperaba que Timothy le saliera con algo así, fue sorprendido por él. Tim lo notó—Tranquilo, no debes porque desconfiar de mi a estas alturas porque como ya te dije como fénix tenemos códigos, hay un código que me obliga a ser leal a los míos y yo me apego a esos códigos. Así que no tengas miedo de decirme algo, yo ya estoy enterado sobre ti…bueno al menos lo que creo saber de ti. —soltó una risa suave —


    Hubo un momento de silencio en lo que observaba de regreso la jaula. Tim notó la incomodidad del joven que al parecer lo estaba comenzando a atormentar.


    —Tim: ¿Puedo proseguir…?—no recibió respuesta alguna, pero momentos luego el chico asintió—He llevado por años el peso de la culpa, de no poder ser capas de liberarme de una simple jaula, porque me confié y tomaron de mi lo que buscaban. Como tú tengo una misión que cumplir y hasta que no lo haga mi alma seguirá encerrada aquí.


    —Antwan: Su alma…—murmulló—Por un momento pensé que usted estaba llendo en contra de las reglas al tener un ave de fuego como mascota.


    —Tim: ¿Mascota…?—le miró con sorpresa por su ocurrencia—es que no has…je—soltó una ligera risa—Joven, no te equivoques, este ave…es mi alma, no es una mascota. Claro que no haría una cosa tan terrible.


    —Antwan—aquello fue inesperado, que aunque el anciano-no anciano le aclaró que se trataba de su propia alma aún así lo impactó, miró desconcertado la jaula viendo como el ave de fuego reaccionaba a los movimientos de la mano de Tim quien lo pasaba de frente a la jaula aún a esa distancia—El ave…¿Realmente es su alma?


    —Tim: Todo mundo cree en mí supuesta muerte y eso es porque mi conexión con el reino se rompió, se cree que es porque así lo quise pero…no es así, ésta es la prueba de la línea que me separa de este lugar con el mundo exterior. Existe un límite que no puedo ni pasar y que no debo corromper, aunque lo deseara no podría salir así nada más…ésta jaula me a dado una sentencia eterna, hasta que las llamas no puedan más.



    El silencio era grande, la expresión del chico quien estaba en shock decía más de mil palabras. El viejo comprendiéndolo solo desvió la mirada al ave. Se fijó en ella.



    —Tim: No puedes decir nada, ¿eh? Es sorprendente aún para mi poder ver mi propia alma en esta jaula dorada, antes…antes era blanca pero con el tiempo cambió de color—el chico cambió su mirada a él, cuando de repente el viejo le sonrió—¿¡Es fabuloso no!? No sé quién lo haya hecho pero ¡Vaya! ¡Es increíble, el truco es fa-bu-lo-so!


    —Antwan: ¿Fabuloso? Tch, ¿Llama a esto fabuloso? Su simple estado actual, cuya consiste en tener su propia alma encerrada en una jaula, le parece fabuloso? Esta bromeando, ¿Verdad?


    —Tim: Muchacho, mírame—este lo hizo—por más que quiera que fuese un juego, no lo es, te estoy contando mi verdad, y ésta es. Solo que no es fácil tener que hacerlo ahora, hace un tiempo el único que podía visitarme era …ese amigo que te conté con anterioridad, pero supongo sus deberes en el reino lo impidieron. Nuestras identidades, es falso…mentimos de quienes somos en realidad—Hizo una pequeña pausa—Está en nuestra naturaleza hacerlo, pero bueno, falsas identidades, origen, deseos, metas, incluso origen incierto pero ¿Qué más nos toca? Nos persiguen y nos quieren muertos…no es muy bien vista la existencia de los fénix hoy en día pero… Ahhhh, bueno, supongo e rodeado demasiado el tema y aún no te aclaro mi situación, ¿Eh?


    —Antwan—le sostuvo la mirada—Solo hable ya.


    —Tim: Te conté sobre aquel día en que me robaron el Ambarino y con ello el secreto de la Key, ¿No? Pues mentí al decir que no sabía quién fue, también te mentí al decir que…no sabía quién pudo hacerme esto—refiriéndose a la jaula— en ese momento que pasó todo, en el que acabé cayendo en la trampa del enemigo, la persona que me atacó pertenecía al reino, al de los White. Ella era tan solo una niña con características delicadas, no parecía una amenaza. Supongo ahí se aplica lo de “las apariencias engañan”.

    Su rostro no lo vi bien pero lo que sé es que…su aura, su forma de vestir y todo de ella era como la nieve, tan blanca…estaba terminando de esconder una de las piezas del pergamino en la torre del reloj, esa noche el reloj sonó como hacía años que no lo hacía, tan de repente que me dejó paralizado porqué, como se sabe ese reloj muerto tiene algo raro en su sonar y es que, por más que este viejo repararlo nunca funciona, aún así quitarlo o derribarlo sería destruir un pilar principal de la isla.


    La historia de los pilares de la isla, allí se aplicaba la importancia de este pilar natural y antiguo. Para Tim estaba claro que los humanos aún estaban al tanto de la importancia que ese reloj viejo tenía en su isla y por eso no se atrevían a derrumbarlo.



    —Tim:…aquella chica me acorraló en ese instante, se robo el pedazo de pergamino que había escondido y uso un truco como ataque que jamás había visto, era hermoso, era blanco, luces blancas como luciérnagas que me rodeaban, acompañado de una melodía de un arpa…todo parecía tan mágico.



    A medida que oía, Antwan creía haber conocido a alguien así. La chica del arpa en blanco…



    —Tim: Tocaba como un verdadero ángel, lastimosamente era parte de su trampa diabólica. Sin darme cuenta esas luces dibujaron líneas a mi alrededor, me encerraron poco a poco hasta crear un tipo de jaula gigante, no supe en que momento o como pasó pero, ella culminó con un ataque estallante que me hizo salir del edificio y caí entre los engranajes del reloj, sentí sueño, mucho sueño de repente…y antes de irse la vi frente a mi, en lo alto, sostenía en su mano lo que tanto protegía y que ahora me había arrebatado…el Ambarino. Sé que era una White por su presencia y aparte su poder era muy distinto al de un Oscuro o un fénix. Para cuándo quise ir por el Ambarino, sin darme de cuentas ya estaba aquí, estancado en este lugar, en medio de la nada con un bosque perdido frente de mi y una casa abandonada a mi espalda. Y en mis manos una jaula con un ave de fuego que no dejaba de moverse tratando de salir…Esta es la única señal que ella me dejó de que por más que lo quiera no puedo salir. Dijo que mi alma apresaría aquí y permanecería por siempre allí, pasaría el resto de mi vida solo, apartado del mundo donde nadie, humano, ser mágico o incluso un fénix, jamás podría encontrarme… hay un límite que éste tipo de conjuro o maldición, no permite que salga, una barrera que cada vez que intento cruzar quema mi piel y mi alma se consume lentamente. Es un tipo de maldición que me lanzaron después de pelear contra los secuaces de la reina oscura….justo tres meses después cuando decidí cumplir mi misión con los trozos de pergami—calló en un leve silencio sin terminar sus palabras; el recuerdo de lo que pasó aún le frustraba demaciado—Fue por culpa de mi descuido… fui un tonto al no estar atento, y no logro superarlo del todo.



    .-



    Habían pasado largos minutos hablando en los que parecía que el tiempo se hubiese detenido, donde no notaron la hora y aun así seguían en el mismo sitio hablando y hablando.


    Antwan procuraba ahorrarse algunas interrogaciones y solo escuchaba atentamente.


    Con cada segundo que escuchaba una nueva revelación se daba a cabo y trataba de guardar en su cabecita toda la información que podía.



    —Tim: Fue entonces que decidí que no valía la pena seguir intentando salir de aquí, en mis condiciones, solo haría que mi alma se cansara más y su fuego se consumiera con más rapidez, ya lo intenté. Hum....pero como puedes ver el ave se hace más pequeño y más débil. Estas llamas que vez es la señal de que estoy vivo pero…el día que se apaguen ese será el día en que mi fuego se habrá extinguido.—en lo que contaba Antwan tenía su mayor atención en él— solo es cuestión de tiempo para que en cualquier momento se apague las llamas...y me vaya. Para siempre.


    —Antwan: Dijo que después de pelear para encerrar a la reina oscura usted fue atacado por uno de sus secuaces, y este hizo un tipo de hechizo con usted y ahora no puede salir de esta zona porque su alma está en esta jaula…


    —Tim—sonrió enorme—Si lo has entendido.


    —Antwan: Lo ha dejado muy claro, pero, tengo una duda...no cualquiera puede hacer condiciones que nos afecte. ¿Cómo usted pudo acabar así?


    —Tim: Quien lo hizo no provenía del linaje del reino oscuro—giro su mirada a ver al chico—sino del blanco, es por esa razón que es tan problemático. Lamentablemente no somos intocables, niño, nos libramos de algunos ataques provenientes de los oscuros, por nada tenemos ciertas diferencias que aún no se resuelve pero somos aliados, a diferencia de los Oscuros, ellos y los blancos no se mezclan, por obvias razones existe contienda entre ellos y no debería afectarnos pero lo hace. Este aliado de Krishna no es más que una desertora de su reino y hace cuanto sea posible por tal de que la reina regrese—miraba seriamente las llamas del ave entre la jaula, estudiando con curiosidad los tubos de tal jaula—No la he visto pero pude ver justo el momento en que lanzó su ataque a mi, su poder es realmente inquebrantable, nadie podría librarse de esta jaula así nada más.


    Antwan asintió levemente, estudiando aquella historia. “Dijo desertora...”


    Era realmente interesante. Tim se hizo un poco hacia atrás y alzo su mirada hacia los árboles.



    —Tim: Es por eso que llevo aquí encerrado más de 30 años, esperando por una segunda oportunidad, o en este caso una tercera. Quiero poder redimirme y si voy a morir con algo de suerte quiero hacerlo cuanto antes.


    —Antwan—alzó su mirada—¿Por qué?


    —Tim: Bueno porque...¿Por qué no? Quizá porqué quiero que algún día yo pueda volver a renacer?—sonrió más en broma—He vivido por muchos años y he vivido lo suficiente, además...estoy aquí solo y solo veo como el tiempo pasa y a mi pareciera no afectarme. Quiero que este martirio termine y si para eso debo dejar que mi fuego se extinga, que así sea...solo que como vez—señalando con su mirada hacia la jaula—No falta tanto.


    Pero Antwan se sentía impotente, con ganas de tener una respuesta para ese momento, sin embargo...no lo tenía. Miraba con rabia e impotencia el suelo ahora, frunciendo sus puños, algo que fue notado por el anciano.


    “Es el príncipe oscuro, una gran leyenda que en mi tiempo no existen más que historias que hablan de él, su poderío, su gran fortaleza y la fama de sus grandes esfuerzos, siempre ha sido un pilar que he querido descifrar , conocer si era posible y asemejarme a él, tal como padre, ¡Un gran ejemplo! pero ahora solo demuestra un deseo muerto, débil y lamentable y todo por culpan de esta….¡Tch! ¿Cómo desea él morir como si fuera gran opción!?”




    —Tim: Oye, ¿Estás bien?—inclinó su cabeza—


    —Antwan: Odio no poder hacer nada ahora, no poder evitar su final, no poder cambiar las cosas y solo, intentar darle más oportunidades a los demás, así como una vez yo...—se rompió un poco su orgullo. Alzó su mirada para cruzarla con los ojos brillantes del mayor. Era tan expresivos y cálidos que no pudo evitar recordar las palabras que había dicho anteriormente. “No debes porque desconfiar de mi porque como ya te dije como fénix tenemos códigos, hay un código que me obliga a ser leal a los míos y yo me apego a esos códigos. Así que no tengas miedo de decirme algo, yo ya estoy enterado sobre ti….”—



    Quizá solo debía romper aquella burbuja.



    —Antwan: Yo vengo de otro tiempo, de otro mundo en el que los oscuros ya no existen—negó algo lento—Los únicos son mi herma...hum, no se ni como debería llamarle, ese idiota lo odio por existir, ¡tsk! Papá es el único con ambas sangre, de un fénix y un oscuro y él como el nuevo rey se casó con alguien tan bizarro como lo es mi madre, una heredera del reino enemigo—su voz se hizo más neutra—una White, y sencillamente jamás lo he entendido y creo que jamás lo entenderé, pero papá hizo mal al unirse con una White, son enemigos, ¿no? ¿Por qué violó la ley que él mismo me enseñó? ¿No son enemigos comunes?



    Volvió su mirada curiosamente ahora al anciano, bueno a Tim quién le miraba expectante.



    —Tim: No sé que responder.


    —Antwan: Vengo del futuro y mi hogar está destruido, todo desapareció y mi propio según "hermano" intenta matarme, me culpan él y sus aliados de haber destruido nuestro hogar, ¿No debería hacer algo ahora para evitar que mi futuro desaparezca? ¿No debería yo detener su plan de morir aquí y darle la oportunidad de retomar su reino? Evitaría tantas guerras en el futuro si prolonga más su vida, quizá incluso ya no debería preocuparme de que mi hogar desaparecerá en un futuro…¿Debería cambiar algo...? Dígame usted ¿Qué opción sería la correcta? —sus dedos agarraron sus cabellos con fuerza—


    Tim comprendía en silencio que el niño venía cargando con mucho desde que llegó, quizá incluso desde hace mucho. No es que fuera revelde o un mal chico, sino que estaba desesperado por la presión de salvar su futuro.


    Estaba Confundido en, qué estaba bien y qué estaba mal.



    —Antwan—con ojos algo brillantes por la rabia y la impotencia los semi cerró por las ganas de querer llorar y solo se echó para atrás dejando caer su rostro al suelo—Por mucho tiempo e vivido con la incertidumbre de cuál debería ser mi destino, si ya no tengo nada...nada, las oportunidades son pocas, como dice usted, no existen terceras oportunidades, sino milagros...y justo ahora no tengo eso.—su mano se volvió puño y golpeó el suelo—soy un idiota, desobedecí la ley de papá y herí las enseñanzas de madre, vi a mi propia hermana morir cuando no pude hacer algo para salvarle y el imbécil de Suhail no hizo nada para evitarlo...—su voz se hacía más grave, su estabilidad iba cayendo, no quería que le vieran en ese estado pero ya no podía ocultar su dolor—fue un egoísta, tenía el poder para salvarla pero en cambio...decidió seguir las leyes, sus propias leyes estúpidas e innecesarias! ¡Cuánto me hubiese gustado verlo a él en su lugar! ¡Ella no debió morir!


    Golpe tras golpe, puño tras puño contra la grama y lágrimas comenzaron a salir de los ojos del chico. Tim se mantenía ahora en silencio, quieto mirando a la nada, entre el fuego y la jaula....escuchando al fondo el desesperado llanto del chico que cada vez más gritaba en silencio buscando la consolación, que sabía él esperaba de alguien que jamás le daría. Aferrandose a un sentimiento doloroso.


    Dejaría que el niño se desahogara, lo necesitaba.



    —Tim: ¿Y los demás sí?—¿eh? Escuchó como por su pregunta el chico se desconcertó un poco—Dices que hubiese sido mejor que tu hermano hubiese estado en el lugar de ella. Si dices eso es porque crees que la vida de los demás no importaban. ¿Valía entonces la pena la muerte de los demás?


    —Antwan—respiraba con dificultad pero ya había detenido su llanto, aún así mantuvo su rostro hacia abajo—Usted no le conoció, no puede entenderme.


    —Tim: Pues no, porque hablas con odio de alguien que deberías de tenerle amor y no aborrecer le. Sin embargo dices que hubiese sido mejor que hubiese muerto. ¿Es ese el tipo de sentimientos que guardas en tu corazón..?


    —Antwan: ¿Pero qué está diciendo...?—sus ojos se fueron reflejando entre sus flequillos, tornándose rojiza—La única vida que valía ser salvada era la de ella. Suhail…¡ese monstruo, ese desgraciado debía morir y no seguir aquí condenando mi vida como siempre lo ha venido haciendo! Si tanto sabe porqué razón no predijo cuando ocurriría el accidente y la salvo, ah? ¿Por qué solo se quedo viendo sin hacer nada?! ¿¡Era más fácil para él verla morir, oh es que jamás le importó, ah!?


    —Tim: Eso es algo que debes preguntar le a él, no a mi—el chico estaba lleno de ira, y demasiado—Es mejor que te calmes, en ese estado no podremos seguir hablando, no si continúas exaltado. No sé cuáles hayan sido tus conflictos familiares pero, airándote sin tener control de tus emociones no es la mejor manera para resolver esto...vamos, respira, intenta calmarte y pensar mejor las cosas...hoy estás aquí, quizá no con las personas que tanto deseas estar, quizá no con tu familia pero al menos no estás solo...me tienes a mi, y puedo asegurarte que ahora que he escuchado qué es lo que realmente te atormenta no pienso ignorarte, pienso ayudarte en lo que pueda, todo lo que este a mi alcance...te ayudaré a salvar tu futuro.


    Sus palabras fueron aliviando a Antwan, quien seguía con su mirada abajo pero ya sus ojos no estaban recargado con aquella sombra de odio o de querer matar como antes—porque estaba harto y cansado de todo— Se removió un poco en su lugar desviando su mirada a otro punto, pensando en lo que acababa de decir.


    —Tim: Antwan, la verdad es que no sé cual es el motivo o la razón por la que estás aquí, por qué el camino te trajo a mi pero, para cada tormenta hay una calma y si para mejorar nuestro futuro era necesario que ciertas cosas pasarán entonces no te aflijas por las cosas que pudiste hacer y no realizaste, piensa en las que harás porqué es lo que importa. ¿Recuerdas el amigo de quien te hablé, que controlaba el tiempo? Él solía decir que como personas a veces nos lamentamos por cosas que ya pasaron de las que luego trae consecuencias pero la solución para ello a veces es simplemente pasar la página y olvidarse de ello. —sonrió calmadamente para luego mirar de lado a Antwan con más seriedad. Falta no le hacia el querer consolarlo en un abrazo pero Tim debía ser duro ahora con él para que fuera capaz de tener una mente fría—No te estoy pidiendo que olvides lo que hiciste, se que es imposible y más si hay dolor en este, te estoy pidiendo que aprendas de lo que hiciste, si estás aquí es una oportunidad que debes aprovechar y hacerlo al máximo, si de ti depende lo que llamamos futuro entonces no pierdas el tiempo pensando en lo que ya pasó y lo que no pudiste hacer, porque lamentablemente ya eso se desvaneció y no cambiará, piensa en el ahora y lo que puedes hacer para regresar a tu familia y el hogar que tenías, ¿Quieres recuperar tu futuro? ¿Quieres salvar la vida de todos?


    Antwan se había quedado quieto escuchando con algo de admiración las palabras de Tim.


    —Tim: Entonces deja de lamentarte y comienza a pelear por ello, estás aquí ahora, ¿Qué es lo que esperas?


    Sin saberlo todas aquellas palabras hicieron sentir mejor a Antwan, le hicieron calmarse y reflexionar en las cosas, quizá Tim tenía razón.


    Él tenía otra oportunidad.








    Tim notó con curiosidad como Antwan estaba parado frente al ventanal con vista hacia los jardines en seco que ahora mostraban alguno de sus retoños. La mirada del chico captó con sencillez y una admiración oculta aquella tierra.


    "Y pensar que por 30 años estuvo encerrado aquí, solo…sin nadie que pudiera saber de él, sin poder salir al exterior. Y todo gracias a esa condición que le dio esa desertora "



    Aún pensaba en todo ese asunto, siendo franco que tal información que le reveló Tim o, bueno Lionel—aunque hacía mucho que no usaba ese nombre— era una información que debía procesar cuidadosamente.



    Tim se le acercó por detrás y se le colocó aún lado cerca a su cuello.



    —Tim: ¿Estas mejor, querido nieto?


    —Antwan: Hum. —apenas contesto —


    —Tim: Deberías sonreír más, en serio—dijo mostrando una enorme sonrisa al chico quién le miro de lado—


    —Antwan: ¿Por qué tiene que tener esa actitud?


    —Tim: ¿Ah?


    —Antwan: Padre no tiene esas actitudes a pesar de ser su reencarnación, como tal debería nacer con su mismo propósito. A mi opinión…


    —Tim: ¿Ah? ¿Pero quién te dijo que al reencarnar nuestras actitudes son las mismas? ¿O que al nacer cumplimos con el mismo "propósito" que nuestro anterior? Mayormente conservamos algunos rasgos , en veces una vez cada cien siglos y por milagro, renacemos igual hasta con algunos recuerdos pero…espera—mediante hablaba se fue dando de cuenta de sus palabras—siempre hablas de tu padre, cada vez que me observas mencionas que te hago recordar a tu padre, supuse que era por rasgos similares, ya sabes somos fénix y conservamos mucho parecidos pero ahora supongo es más que eso. Niño, ¿Estás afirmando que tu padre es mi…reencarnación?


    Antwan se auto reprendió por hablar demás, no debió decir aquello. Su mirada la desvío bajándola un poco.


    —Antwan: Kuso.


    —Tim: ¿Eh? ¿¡Entonces es verdad!? Oh, aguarda…significa que…—con brillantes ojos bien abiertos llevó sus manos a su rostro—¡Si voy a morir! ¡Aaaahhhh!


    Antwan casi se ahogo en su silencio.


    [Fin de la I Parte]

    Me tardaré un poco en actualizar, pero espero no mucho :(

    Chaito :)

    Aquí el Link del Dinujo a Dedicación al Capítulo
    Titulado : EliOenai & Lionel I
    : https://fanficslandia.com/tema/galería-de-tales-of-the-last-white-rouss.66667/
     
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    KAMERIA

    KAMERIA " Si caes, levántate y vuelve a intentarlo"

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    75
     
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    Capítulo 10_ " Amigo"


    Tales of The Last White Rouss

    Saga N° 0 : Hijos del Futuro



    [II Parte]


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    Capítulo 10_ Amigo



    "Desde mucho tiempo he contado con calma las horas y los segundos para éste momento, para esta gran oportunidad...Los exámenes de Admisión"


    "Sé muy bien que estos exámenes no tienen nada que ver conmigo, y no debería darle tanta importancia pero tratándose de algo de lo que Derint lleva trabajando duro por años, es importante..."



    "Por eso...no puedo permitir que nada lo arruine. Aunque si fuera por mi evitaría que él ingresara…"




    No es egoísta pedir mucho…


    …¿Verdad?




    .


    Aquél era un día nuevo y Freddy sabía bien que desde el momento en que despertó esa mañana y fue sin aviso a la casa de los Rouss fue una sentencia casi segura de muerte. Aunque sus intenciones eran de ayudar a su mejor amigo y darle una manito nadie aseguraba que Derint aceptaría el favor de llevarlo en su auto hasta Villa Neoma en donde presentaría su exámen , no. Y la verdad es que no lo aceptó.


    Al principio, pero gracia a su reina llegaron a un acuerdo.



    Nos vemos ahora en una biblioteca pequeña y variada de varios estantes de libros, mayoría libros de estudios avanzados para la universidad. El lugar era un salón incluido en una casa familiar antigua que le pertenecía a la familia Jameson por siglos y que Freddy desconocía totalmente pero Birian llegó a mencionarlo y Freddy le pidió que los llevara, y...bueno, el cuál dispuso para que Derint se quedara allí durante los días que debía prepararse para los exámenes.


    Un día nada más.


    Fue voluntario por él e involuntario por parte de Derint quien se negó a quedarse en un lugar desconocido desde un principio pero, Freddy le insistió que pagar un hotel sería una perdida de dinero innecesario cuando él no tenía problemas de instalarlo en su casa familiar.


    Aparte la casa no quedaba tan lejos del Centro TI.


    Tenían horas de haber llegado allí y por los momentos Freddy acomodaba unos libros en la mesa que Derint usaría para estudiar. Le ayudaba en conseguirle algunos libros que podrían ayudarle en su estudio.


    Miró hacia la mesa del chico y consiguió el plato con el desayuno que había preparado temprano, allí intacto. Ni siquiera se había molestado en tomar un bocado.


    "Y yo que me esforcé por…"




    —Freddy: A veces me pregunto ¿Cómo es posible que un troglodita como tú tenga ese deseo de lograr una meta para su futuro?. Suena hermoso—rió encantadoramente mientras tomaba un lápiz de la mesa pero vino Derint y se lo arrebató—Eres un bravucón. Pero amas comer libros.


    —Derint: No soy un nerd ni un obsesionado come libros, déjame dejarlo en claro, pero sí tengo una visión, no soy como los Frikis idiotas , traicioneros, vende amigos que solo pagan una gran cantidad de dinero y ya obtienen lo que quieren.—serio dejó el lápiz en la mesa mientras dejaba aún lado su propio bolso para ir sacando unos cuadernos—Sudo por lo que quiero y uso mi cerebro en vez de músculos.


    —Freddy: Me ofendes con eso Rouss, yo no soy así. Tampoco quise referirme a ti de esa manera—Derint ni contestó—Entiendo que estés molesto aún por todo, lo siento, discúlpame pero entiende que me equivoqué, y solo trata de olvidar durante el día que estás molesto conmigo y acepta de buena manera usar esta casa como hospedaje. ¿Puedes? ¡Así ahorrarías tu dinero! Je!


    Derint bufó.


    —Derint: Dinero es lo que me sobra y sobre relajarme, ¡ja! Tengo mi enfoque en esto al cien porciento ahora, sino fuera así claro que te moleria a golpes!—se levantó con un puño que quedó en el aire sorprendiendo a Freddy—


    —Freddy: Que...arrogante. je, si estás molesto, ¿Y si aclaramos lo de Yuri ahora? Quizá así entiendas de una vez que solo es un mal entendido. ¿No te parece?



    Yuri era un nombre que no quería oír, y el azabache al oír tal nombre inmediatamente se puso más serio y bajó el puño que había quedado en el aire cambiando su gesto como si nombrar a esa persona fue nombrar a mal a su madre. Derint cayó en cuenta de algo, esa discusión no tenía sentido. Al menos no ahora


    Suspiró y solo se dio la vuelta para regresar a la mesa a revisar sus libros.



    —Deritn: Solo cierra la boca y déjame en paz. Aceptaré quedarme pero solo porque ya me instale aquí y no pienso moverme de aquí hasta que repase estos libros. —Freddy iba a acercarse pero él le señalo—Has hecho demasiado en auto invitarte a venir y aparte obligarme a venir aquí, mejor es que te pierdas y me dejes en paz, friki.


    —Freddy: ¿Eh? ¿Acaso tú ..? ¿Me estás hechando de la biblioteca?


    —Derint: No—tomó un libro y tranquilo comenzó a revisarlo pasando sus hojas—Del lugar.


    —Freddy: ¿Eh? Es una casa familiar.


    —Derint: ¿Y? En serio ya lárgate, solo tengo horas antes de acomodar todos estos pocos, me tomara horas acomodarlos y asegurarlos, ¿Sabes lo que son miles de páginas por 2 años? No necesito que me arruines el día.


    —Freddy: Oye—se quejó—¿No dijiste que lo habías resumido? ¿Que pasó con el ensayo práctico de minoría de páginas? ¿No es suficiente con un portafolio?


    —Derint: Hacerlo no me servirá, igual necesito toda esta información que llevo acumulando de los trabajos de 2 años. Esas son las reglas para ingresar a estos exámenes...por eso es tan difíciles conseguir una oportunidad por este medio, para hacerlo se debe estar preparado 2 años antes—suspiró frustrado tomandose de los cabellos—¡Fracasar después de 2 años de preparación es una pesadilla…! Creo que sería lo mismo como sufrir una herida de muerte…


    Freddy sonrió nervioso ante el estado de su amigo, sí que cambió su actitud tan rápido.


    —Freddy: Y pensar que pudiste elegir medicina...rayos, aún tienes esa oportunidad, amigo.


    —Derint: ¡Por tu culpa tuve que rehacer el inicio porque rallaste la página de ingreción como si se tratase de un papel del prescolar! ¡Ahora tendré que ver cómo me las arreglo mañana! Sin saber si los políticos esos me permitan entrar, tks.


    Freddy le dio una mirada de seguir dándole su apoyo y que todo saldría bien.


    —Freddy: Lo harán, ya verás que todo saldrá bien . Y sino es así te permitiré golpearme todo lo que quieras, es más, te dejaré de molestar.


    Silencio, fue lo siguiente a todo eso. Derint decidió volver a los libros y dejar aquello así. Total se volvió a distraer. No quería caer en los juegos de su amigo…




    —Derint: Solo lárgate.



    Jameson entendiendo el mensaje solo se giró calmado para retirarse de allí de la mejor manera.



    —Freddy: Bien, como quieras amigo. Pero …¿Seguro que no necesitarás ayuda ? ¿¡Humm!? —apenas se volvió a girar tuvo que esquivar una jarra pesada que le habían mandado. Sonando el objeto al reventar contra algo y, cuando vio asustado a su amigo este en cambio se hacia el santo—



    ¡Que desinterés!



    —Derint: Sal o te reviento las demás costillas—el solo mencionarlo hizo que Freddy se cubriera por el dolor imaginado—


    —Freddy: Estás loco...



    Y salió de allí para dejarlo trabajar. ¿Total? Ya había recibido suficientes sustos. Pensó por un momento si mencionarle sobre la llamada que tuvo anoche con Sarah, averiguar un poco qué tal estuvo su noche, si el jefe de policías le había llamado pero desistió a eso ya que hasta donde sabía se suponía que Derint jamás le mencionó nada sobre eso, sino que se vino enterando gracias a la doctora Alex. ¿Qué pensaría el Rouss si hacia tal pregunta? Que descuido.


    Era mejor incluso no mencionar le lo de la llamada con su hermana.


    Ya afuera de casa miró el entorno con algo de preocupación. Había sido la mejor idea el traer a su amigo a esa mansión antaña de la familia, ya que sabía bien que por más terco que fuera el Rouss a él no le gustaba para nada el entorno de un hotel o hospedaje cualquiera, prefería algo más privado y tranquilo.



    —Freddy: Tengo aún algo que hacer, pero no estoy seguro que deba dejarlo sólo-


    —Chofer: Joven Fred, ¿Dejará a que su amigo se quede en la casa solo?


    —Freddy—se giró al oír la voz de su chófer notando que Birian le miraba con dudas. Le pareció espeluznante que éste dijera lo mismo que se estuvo replicando en voz alta—Estudiara para los exámenes de mañana, está preocupado que puede salir mal así que quiere estar solo, confío en que no destrozara la casa además los trabajadores pueden ayudarle si necesita algo, yo debo solucionar unos asuntos personales, así que si ocurre algo solo llámame, ¿Está claro?


    Dijo claro, recibiendo un asentimiento del chófer.



    .-



    —Freddy: La verdad es que hace un día increíble el día de hoy! ¡Jajaja! Tengo ganas de ir a un lugar cálido, así como la playa...creo que sería curioso ir ahora a fechas cerca del invierno. Es...es verdad, aún falta unos cuántos meses pero...el tiempo pasa rápido y cuando nos demos cuenta… ya el año se habrá ido—el chico motociclista iba en las calles muy animado disfrutando de su entorno, a pesar de cargar en sus hombros un peso mayor de la que aún no sabía qué hacer; creyó que saliendo un poco lograría despejar su mente...la velocidad incluso quedó en neutro en ese instante para él. Alzó un poco su mirada al cielo, notando unos cuantos globos lanzados al cielo de color rojo y dorados. Esa señal…—¿Eh? Globos rojos y dorados…¿Acaso hoy…?



    Esos globos y esas decoraciones en los postes y árboles que notó antes pero que no le dio importancia… el festival, ¡Había olvidado el festival!



    —Freddy: Olvidé que hoy es el día del festival de las luces de fuego. Justo hoy…


    "Eso significa que..."
    cambió su gesto a uno sombrío "...debo comprar un regalo cuanto antes"



    ¿¡Cómo pudo olvidar la importancia de ese día!?



    .

    .

    .



    Aquella noche del día anterior, después de volver del parque Miranda y de haber pasado esa tarde recorriendo todo el pueblo de Forever, Freddy y Johan la pasaron en casa tal como tenía en espectativa el mayor de los Jameson, Johan no dejaba de sonreír por ver a su hermano tanto tiempo en casa y esta vez compartiendo momentos con él.


    Ya se habían duchado ambos y preparado para hacer la cena; después de la llamada que Freddy decidió hacer súper "importante" Johan decidió bajar a la sala a ver una serie de espías en lo que esperaba a que su hermano se fuera a bañar. Algo que le tomó como media hora pero valió la pena, así disfrutó mejor de su serie.



    —Freddy: ¿Piensas que no me gusta estar en casa? Antes que nada ésta casa fue más antes mía que tuya, Johan.—le señaló con la espátula que fregaba ahora—tengo más apego a ella que tú.


    —Johan: Pero yo si paso mis días aquí, no en la calle como tú, Friki—le sacó la lengua haciendo molestar al mayor cosa que para él fue divertido—vago.


    —Freddy: ¡Ay, no soy un vago! Lo que pasa es que trabajo y...por eso se me es difícil pasar tiempo por aquí!


    —Johan: Si, si, cierto. Pero hoy tuviste tiempo para eso, ¿No? —friendo unos aliños con total tranquilidad, hablaba el chico, tranquilo porque gracias a una apuesta le ganó a su hermano para poder cocinar. No es que Freddy fuera malo en eso, al contrario, su hermano tenía un excelente sazón para cocinar, sino que esa noche él quiso ser quien preparara la cena—Tuviste el suficiente tiempo para venir hoy a casa. Aunque sea una noche es suficiente para mí, hermano.


    Freddy se quedó tan anonadado que miró por un rato al chico que cocinaba. "¿En serio le afecta tanto si no estoy en casa? Johan siempre a sido tan neutro pero que me diga esto, me hace considerar que…" rápidamente sus ojos se llenaron de lágrimas. "Quizá Papa tiene razón. ¡Él me necesita en casa!"



    —Freddy: ¡Awww Johan, pero si tienes corazón! ¡Oh enano me vas hacer llorar! Jajaja — y como hermano mayor sentimental lo tomó por sorpresa apretándolo entre sus brazos — ¡Cómo has crecido!


    —Johan: ¡Eeehhh! ¿¡Qué haces Fred!? ¡Estoy cocinando! ¡Suéltame, idiota! ¿¡Ya no soy un niño pequeño, entendiste!?


    —Freddy: Pues cocina, lo tienes muy bien merecido por nada me ganaste hace un momento con piedra, papel o tijeras para ver quién cocinaba. ¡Así que hazlo bien!



    Y bueno, el resto del tiempo se la pasaron entre risas, charlas y una que otra mala broma. Para Freddy era refrescante y para Johan educativo. Tanto se distrajeron que a ambos se le pasó el tema de su mamá y la llamada que había hecho, y Johan tampoco lo recordó al momento. Ya luego de unas horas Freddy tuvo que encargarse de revisar las gasas en sus costillas ya que desde que salió del hospital no se había hecho una buena revisión.


    Aquella mañana en el que el estuvo en el hospital, las cosas se pusieron tensas cuando se atrevió a entrar a la oficina del señor Rouss. Como le dijo la doctora Alex, el señor Rouss tenía unos documentos personales guardados bajo una montaña de papeles aún lado de su escritorio. Cualquiera pensaría que es uno más del montón pero...gran sorpresa para él fue cuando al dar con estos papeles se dio de cuenta de la validez que estos tenían. No es que supiera al principio con exactitud qué es lo que encontraría en tales documentos pero, nunca llegó a imaginarse que sería algo como eso.


    Reviso cada página como pudo con rapidez secciorandose de que fueran útiles y, si, eran importantes. Fue así como acabó llevándose aquellos papeles a su casa…



    Esos expedientes…



    Después de reemplazar las gasas y colocarse unas nuevas, con una mano sosteniendo un vaso con agua y la otra una pastilla, se sentó frente a su escritorio para revisar los documentos.


    Muy temprano había querido llamar a su padre para así saber qué tal le había ido con la mercancía que había recogido para él, o bueno, lo que sea que fuese esa cosa él solo quería saber si su padre lo había visto ya. Sin embargo tuvo que descartar la idea de inmediato porque recordó que una de las cosas que le dijo el extraño joven que le entregó la mercancía aquella noche fue que, hablar de ello por vía telefónica estaba totalmente prohibido sino podría meterce en problemas.


    Esto lo desconcertó por completo, ¿Qué clase de material o pedido era lo que su padre habia pedido en realidad? Tenía dudas ahora y pedirle explicaciones por teléfono no era una opción, tendría que hablar con él personalmente pero eso significaría ir al hospital y lamentablemente por ahora no podía ir al hospital.



    "Que mala suerte"




    Tragó la pastilla y comenzó a leer los documentos.


    Resulta ser que la paso así por media hora más o menos, dándose de cuenta con el recorrer de las páginas que lo que tenía en mano se trataba solo de los casos de Leint y sus citas semanales que mantuvo por un tiempo la menor, allí estaban las veces que fue al hospital y las veces que tuvieron que ingresarla por razones delicadas.



    Muy delicadas.





    —Freddy: Por lo que puedo ver…El doctor Rouss no tiene esto en los demás registro como se hace normalmente, tiene una razón para él mismo cuidarlos y no dejarlos en las manos del hospital. Quiero entender porqué. Tiene solo una Carpeta pero está dividida en tres secciones, pero la que más se repite es...la última. ¿Hum?


    Había una carta en medio de todo aquello y una libretica de notas metida entre una de las carpetas amarillas, quizás se trataba de los apuntes sobre el caso, ¿no? Freddy se acomodó en su escritorio para estar más cómodo, tomo la libreta y la abrió , comenzando a hojearlo.


    —"Jueves por la mañana, en horas clandestinas, me encuentro en una de las organizaciones de salud aquí en el extranjero, en uno de los tantos hospitales familiares, enfrentamos la disputa de un caso de "Fractura …"




    Cambió a otra nota.



    —"Domingo por la tarde, hora, la desconozco, me encuentro en el laboratorio justo ahora tratando de sacar resultados de la cura…”



    —Freddy—se detuvo allí—¿Cura? ¿Qué cura? Creo haber oído algo similar dicho por papá, cierta cura que desconozco, aunque en el hospital solo pocos tienen conocimiento de esto…me pregunto qué tan cierto es y… qué clase de cura?



    Decidió volver a la página.



    —“Conseguir la cura se vuelve cada vez más difícil y no sé qué es lo que le falte, hemos avanzado en grande y ya se ha tomado una muestra de sangre, no me siento orgulloso teniendo que recurrir a los viejos y sucios trucos de Papá pero…Leint está muriendo y necesito conseguir una cura cuanto antes”



    Freddy comenzó a sentirse ancioso ante leer ésto, porque aunque sabía que su pequeña reina alguna vez presentó estar enferma de algo, y por eso es que su amigo se la pasaba de sobreprotector con ella, por otra parte jamás supo qué tan grave era su enfermedad.



    —Freddy—tomo con fuerza aquella libreta y la apartó tomandose de los cabellos—¿Cómo es posible? No tengo ni idea de desde cuándo es esto pero, es muy serio…y si aún es un problema latente…¿El doctor Rouss aún trabaja en ello? O mejor dicho…¿Papá está involucrado..? Una cura para Leint…¿Por qué?


    Quizá por esa razón su padre le pidió aquello…


    Oh claro, claro, ahora lo recordaba. Es cierto que ya su padre le había hablado de cierta investigación en la que según sería para asegurar la vida de Leintni, pero él siempre creyó que a lo que se refería era a algún tipo de seguro de vida. La práctica que a veces llevaba en aquellas cabinas apartadas en el hospital siempre lo dejaban cansado y su padre siempre le daba un vaso con agua y una pastilla cada que terminaban de trabajar, sin embargo siempre le pasó que luego de aquello terminaba olvidando parte de lo que hizo ese día de trabajo con su padre o el doctor Rouss…


    "Yo…no se lo he dicho a papá y menos a Derint, él más que nadie a estado preocupado por Leint, siempre, sin embargo desde un principio se negó a participar de esas investigaciones. ¡Tsk, rayos! Tampoco puedo recordar con claridad…las cosas. Y nunca me puse a detallar en esto…"




    Pero no era el momento para descifrar está duda.



    .-



    Actualmente Freddy estaba frente a una tienda de teléfonos, con una bolsa negra cargando el producto que compró hace momento. Pero justo ahora miraba a la nada con sus cejas fruncidas, como si recordara algo para nada agradable.



    “No fue eso lo que llamó mi atención, porque tratándose de papá cualquier cosa es creíble, por nada él y el señor Rouss mantienen una amistad de años. Lo que no me gusta de todo esto es que Leint no está bien del todo, sin mencionar… lo que quieren de ella”




    Volvió a el recuerdo de la noche anterior. Cuál fue la nota que más le impactó de todas ellas.


    .-



    -“ Viernes por la noche, 24 de Septiembre, logré culminar con los experimentos e intentos para realizar la cura y orgullosamente todo fue un éxito. Tenemos la cura pero solo se logró sacar 2 muestras cuyas costo más de lo pensado, podría decirse que una sola vale 1 año y 5 meses de investigación y elaboración, eso es algo que debo corregir. Probamos con inyectarlo en Leint y se espera aún el resultado…”




    Luego fue a otra nota, la siguiente página.



    -“Dos semanas han pasado, Leint no tiene resultados positivos. Se intentará otra vez con un civil común, al menos para asegurar que el tipo de sangre no es el problema”



    Paso otra página.



    -“15 de Octubre, Lunes por la mañana, los resultados valen una respuesta positiva, se intentó con un niño que sufría de un tumor cerebral, fue arriesgado pero milagrosamente resultó. El niño está sano. La conclusión es que la cura es efectiva, tiene algo milagroso, extraño que no es común, supongo la sangre de mi hija tiene mucho que ver en ello, sus células o sus genotipos tienen una capacidad de regenerar tegidos, curar daños y fracturas de cualquier tipo en una persona normal tan inimaginables que como doctor no puedo explicar con exactitud, esta vez la ciencia no puede explicarlo, pero a todo esto la cura no cumple con el propósito principal por el cuál fue creado. Quizás sea porque la cura está en la sangre de mi hija y por ello con ella no funciona. Finiquito que la cura no funciona. No para el propósito que se desea”




    El chico quedó así en shock por un largo rato, en el que su mente viajó lejos, fue y vino así como un enorme espiral atrayendo fuertes golpes.


    Recuerdos de la niña, de su sonrisa, de su actitud positiva y torpe a la vez, de sus ocurrencias y sus mímicas. Todo de ella…era una mentira acaso..?


    “Leint… la pequeña niña adorable, inocente y dulce pequeña Leint , mi reina… no está tan bien? Leint…¿Cuál es el verdadero problema en ti? ¿A qué tipo de experimentos te han llevado?”




    —Freddy: —sentía un tarugo en su garganta y trató de tragar en seco a ver si se le pasaba—Me pregunto si, el doctor Rouss siguió con las investigaciones.—revisó otra página y allí lo único que halló fue…—No puedo creer que él como su padre se haya atrevido a…¿ah? ¿Qué es esto? Es un … ¿Un número telefónico?



    Y más abajo una nota de 5 líneas.



    “No era mi intención pero quiero disculparme contigo cuando nos volvamos a ver, no pude salvar a tu padre como lo pediste pero, entiende que estás usando la última cura contigo, eso significa que vivirás por mucho tiempo. Tu padre te amaba mucho y no se hubiese perdonado haberte dejado morir…solo espero que me perdones”




    —Freddy: Solo espero que…me perdones(?) Pero…¿De quién habla en esta nota? Y este número telefónico, me imagino que debe tener algo que ver.—tentado veía el número allí, comiéndose las uñas—Hummm, no debo pero prometí que ayudaría a solucionar este problema. Solo espero que no se haga más grande si yo—tomó de su mesa el teléfono y comenzó a marcar casi sin pensar con claridad—averiguó de quién es el número.


    Y marcó. Quizá el error más grande fue marcar.



    Si tan solo no lo hubiese hecho…




    —Freddy: Necesito alguna pista.



    .-



    —Freddy—cerro sus ojos dando un suspiro antes de volver a ver hacia adelante con total melancolía—Si tan solo no hubiera marcado, ¡tch! Todo es mi culpa…creí en serio que sería lo mejor. ¡Idiota!



    .-



    El sonido de que alguien contestó causó tención en Freddy al momento.


    Decidió hablar.



    —Freddy: ¿Hola..?



    Pero el silencio se prolongó y tan solo comenzó a intrigarse más.


    —Freddy: ¿Hola? ¿Hay alguien allí?



    Por un momento escuchó el aviso de que la llamada había finalizado tomándolo por sorpresa, consideró entonces que quizá quien contestó había cortado la llamada.


    Rayos.



    Tan cerca que estuvo de…





    —Finalmente usan el número.



    —Freddy: ¿Qué? ¿Quién es? —la llamada seguía allí…¡No habían cortado! —


    —Si has llamado significa que es hora de iniciar la operación. Ya no puedes huír, Doctorcito. Ya te tenemos.



    La primera reacción del rubio fue cortar la llamada inmediatamente y dejar el teléfono aún lado. No quería admitir que se había asustado con esa llamada pero sabía muy bien como se sentía su cuerpo ahora.


    Tenía miedo.


    Pero el teléfono volvió a sonar, pero él no contesto.


    —Freddy: ¿Q-Qué es lo que está pasando? ¿Por qué ocurre esto? ¿Y quiénes son..?—tragó fuerte—no pienso contestar.


    —No importa si no lo hace.



    Freddy casi pego un grito por la impresión de ver, como su computador en la mesa se encendía sola de repente y se mostró a alguien hablando… al menos solo se veía la parte de su boca pero ésta estaba tapada. Sonaba como alterada la voz.


    Claro, como en las películas…



    —Ya marcaste al número, esa era la clave de todo, ahora que lo has hecho has dado inicio a la operación, no podrás huir, te tenemos localizado y a partir de ahora serás vigilado.


    —Freddy—respiraba con dificultad, todo aquello lo dejó en shock—¿P-Por qué…? ¿Quiénes son..?


    —Solo has lo que se te diga, sino quieres que tus seres queridos se vean involucrados en esto, niño —se le escuchó mofarse—Segun tu información personal…Mmm, Tú hermanito, Johan Jameson, tu padre, el doctor Ogwen Jameson, tus amiguitos, son los más importantes para ti. Oh, pero hay una más, si…una criatura que nos hará ganar la lotería. La pequeña niña…Leintni Roussh Lin.


    —Freddy—abrió sus ojos—Leint..


    —Te contactaremos luego, si no quieres ver a nadie lastimado, harás todo lo que se te pide sin chistar. ¿Entendido?



    .-



    La brisa sopló moviendo sus lacios y rubios cabellos. Las hojas de los árboles ahora acompañaban el movimiento del viento .


    —Freddy: Si algo sale mal, deberé alejarme de ustedes, mis intenciones son ayudarlos pero e hecho algo malo y no podría soportar…exponerlos al peligro.—con su mano cerca al volante de su moto lo golpeó por la impotencia—Demonios.



    ¿Eh? ¿Ese de allí o es Freddy?


    Oh sí, ese cabello y esa ropa…¡Oh por supuesto es él!




    Esas voces atrás de él, ¡Las reconoció! Freddy inmediatamente se giró y al hacerlo se llevó la sorpresa de encontrar a…



    —Freddy: ¿Hitsoon?


    —Siro: Hola, ¿Cuanto tiempo, amigo? Je.



    Sin duda ver a ambos Hitsoon allí era una sorpresa para el Jameson. Su sonrisa temerosa se borró y una genuina se dibujó con fuerza.




    [Fin de la II Parte]
     
    Última edición: 12 Abril 2023
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    Tales of the Last White Rouss-[Saga #0]
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    Capítulo 10_ " Amigo"


    Tales of The Last White Rouss

    Saga N° 0 : Hijos del Futuro



    [III Parte]


    .

    .


    .




    Anteriormente...



    La brisa sopló moviendo sus lacios y rubios cabellos. Las hojas de los árboles ahora acompañaban el movimiento del viento .


    —Freddy: Si algo sale mal, deberé alejarme de ustedes, mis intenciones son ayudarlos pero e hecho algo malo y no podría soportar…exponerlos al peligro.—con su mano cerca al volante de su moto lo golpeó por la impotencia—Demonios.



    ¿Eh? ¿Ese de allí o es Freddy?


    Oh sí, ese cabello y esa ropa…¡Oh por supuesto es él!




    Esas voces atrás de él, ¡Las reconoció! Freddy inmediatamente se giró y al hacerlo se llevó la sorpresa de encontrar a…



    —Freddy: ¿Hitsoon?


    —Siro: Hola, ¿Cuanto tiempo, amigo? Je.



    Sin duda ver a ambos Hitsoon allí era una sorpresa para el Jameson. Su sonrisa temerosa se borró y una genuina se dibujó con fuerza.


    Actualidad...


    Momentos Luego.



    —Siro: Oh…Entonces significa que nada ha cambiado, tienes tu equipo de béisbol los cuales dirigues como todo un rey y de seguro debe ser fabuloso ser capitán, ¿No? Vamos, cuenta Freddy, ¿Es divertido?


    —Freddy: Hitsoon, no hables como si no me conocieras o como si tuviéramos años sin vernos, solo son 5 meses de no vernos.


    —Siro: Ah bueno, pero 5 meses son 5 meses amigo, es toda una vida para un bebé. Jejeje, ¿Sabés? Por cierto, mi hermana mayor va a ser mamá por eso ella y su novio piensan adelantar la boda, ¿Loco, no?


    —Freddy: ¿¡Sandra se va a casar!?


    —Sire: Vamos, ¿Por qué tan impresionado? Así es la vida ¿no? Un día naces, creces y a poco te das de cuenta que el tiempo pasa y te vuelves viejo.


    —Siro: Cierto, muy cierto—metiendose algunas papitas a la boca—Pero ya se veía venir.


    —Freddy: Vaya, y pensar que… estudiamos juntos… Sandra, ya va a ser mamá y también se va a casar.



    Se notaba que estaba impresionado, más shokeado que impresionado. Siro le observó un momento.



    —Siro: El tiempo hermano, dentro de poco ya te veremos en la misma situación, con niños y demás.


    —Sire: Trillizos, que sean trillizos —dijo ella en tono animado comiendo sus papitas hasta llenarse las mejillas—



    Comentario demás porque el chico se ahogó. Tuvieron que ayudarle un poco porque en serio casi se muere ahogado.




    —Siro: Pero que susto contigo, Jameson.


    —Sire: ¿Tanto te impacta tener hijos? —se reía de él —


    —Freddy: Gracias chicos—respiró y continuó— Pero sobre eso de los niños, no . Claro que no—tuvo que tomar su basó con jugo y beberlo para pasar el trago—Con respecto a mi… me dedico más a ayudar a mis compañeros, no los trato como mis sirvientes, como mencionaste antes Hitsoon.—se rieron un poco ante el comentario—Somos más como los futuros campeones de la región, ¡Ya verás! Jaja. Sin embargo…aún no hemos podido reunirnos adecuadamente por causa de los trabajitos que nos salieron estás semanas.—tomó su bebida fría y la mezclaba un poco—



    Siro y Sire se miraron entre sí.


    —Siro/Sire: ¿Nos?


    —Freddy: Hablo de Derint, obviamente.


    —Siro: Derint…Oh claro, hace poco me puse en contacto con él y se escuchaba cansado. Sire y yo queríamos invitarlo a el festival de esta noche y así tener una salida entre amigos como los viejos tiempos, ¿Lo recuerdas Freddy?—el chico asintió de acuerdo con él y Siro no pudo evitar sonreír enormemente recordando la imagen de los tres cuando se la pasaban juntos—eramos inseparables, los tres Mosqueteros de la escuela, parecíamos hermanos a dónde fuéramos.


    —Sire: Hermanos, claro, pero el único que parecía adoptado era Rouss.


    ¿Ehhh?
    Ante el comentario miraron a la chica quien comía igual, ante verse vista enarco una ceja. Al final el par de rubios se hecharon a reír.


    —Sire: ¿De qué se están riendo ustedes dos? ¡Par de rubias!


    —Freddy: S-Sire…aún no cambias ¿verdad..? Jejeje.


    —Sire: ¿Y por qué debería de hacerlo?


    —Siro: Vamos Sire no te molestes ahora, solo nos reímos un poco, ¿si? Nada que tenga que ver contigo. Jajajaja. Oh Dios, rubias ¿En serio? ¿De dónde lo sacaste?


    —Sire: Ah, de la tele claro.


    —Siro: Pues que cliché, eres muy mala roja.


    —Sire: ¿Roja?


    —Siro: Si, pareces un bachaco. Jajajaja.


    —Sire: ¿¡Ahora te burlas de mi cabello!?




    Pero nunca hay que hacer comentarios tan pesados hacia una chica, nunca, y Freddy lo sabía por experiencia.



    “Nota mental, jamás ofendas a una chica porque nunca saldrá bien…y parece que Siro nunca va a aprender”




    Tragó en seco desviando su mirada para que así su nueva atención se dirigiera a las calles al exterior que podía contemplar a través del vidrio de la tienda.


    "Todo se ve tan tranquilo esta mañana que me hace sentir tan extraño…debería tomarmelo como una buena señal ya que hoy es el festival, pero hay algo que me sigue inquietando"



    Algo se estrujó en su pecho cuando alcanzó a ver a las afueras un grupo de niñas preadolescentes bien vestidas, alegres y sonrientes, luciendo como las mejores amigas, caminaban tan relajadamente por las calles de la ciudad de Villa Neoma sin preocupaciones a nada.


    Pensando, tratando de imaginar que algún día Leint llegaría a esa edad en la que saldría con sus amistades, se arreglaría más y se volvería mucho mas linda de lo que ya era. Sin duda esa pequeña criatura llamaría mucho más la atención de muchos, más de lo que lo hacía ahora.


    Pero pensando así Freddy se dio de cuenta que estaba comenzando a preocurarse más por la niña de lo que lo hacía antes. Quizá todo se debía a lo que acababa de descubrir sobre ella y los experimentos de su padre en busca de una cura.



    Si él se sentía así, no quería ni imaginar cómo se sentiría el doctor Rouss.



    —Sire: Mi cabello es rojizo, si, pero te aseguro que es más hermoso que el tuyo, bobo.


    —Siro: ¡Ok, ok, lo que digas, pero solo deja de jalarme de el mío! ¡Ya basta, duele!



    Freddy desvió su mirada lejana y se centró a observar a sus dos amigos quienes parecían no querer parar su pelea de "primos-hermanos" aún.



    Lo que veía ahora era a la de cabellos rojos tratando de ahorcar a su primo quien con enormes lagrimones trataba de pedir ayuda.



    —Siro: ¡Hermano, ayúdame! ¡Esta bruja me quiere mataaaar!


    —Sire: Te metes en esto y te parto la espalda, Jameson! ¿Quieres volver al hospital, eh?



    De la vuelta Freddy palideseo al escuchar la sugerencia y negó con rapidez.



    —Freddy: ¡No, no, no! ¡Estoy bien! ¡Conozco mis límites! ¡Tampoco es como si pensara hacerlo, jeje…!


    —Siro: ¡Oye amigo…!



    De repente el momento se vio interrumpido por una llamada entrante a el móvil de Freddy, cosa que al momento no oyó pero al hacerlo sus ojos se abrieron desconcertados mirando a su chaqueta.


    Tenía nervios ahora de saber quién podría llamarle.


    “Me están llamando…justo ahora temo que sea de esa persona extraña. Y si es…¿Qué debo hacer? Mis amigos están aquí”
    miro hacia el par de Hitsoom y, curiosamente estos le miraban. Se habían detenido en su mal juego.



    —Siro: ¿No vas a contestar?


    —Sire: Seguro que es la novia y por eso está tan nervioso, solo miralo.


    —Siro: ¡Sire!—serio le chilló en "regaño" pero…¿y si era cierto su comentario? La simple idea le dio curiosidad—¿Tienes novia?



    Freddy hizo como si no no le hubiese oído y al ver la pantalla del teléfono se tranquilizó grandemente al ver que era su chófer quien llamaba.



    —Freddy: Gracias a Dios…


    —Birian: ¿Joven amo?


    —Freddy: Birian, ¿Pasa algo?







    Lo que le dijo Birian le hizo cambiar sus planes y tener que regresar a su casa cuanto antes, o bueno al lugar en donde se hospedaban ahora. Sin embargo antes de irse de la cafetería se giró a sus amigos para despedirse.



    —Siro: Entonces Derint se está quedando en una casa de tu familia mientras se prepara para el exámen de mañana, ya veo, el también irá, eh.


    —Freddy: ¿Cómo? ¿También?


    —Siro: Nosotros tenemos el mismo sueño Freddy, ¿Lo olvidas? No sé si ya lo olvidaste pero Derint y yo siempre hemos soñado con lo mismo—dijo el rubio mirando suavemente a los ojos de su amigo en frente quien parecía algo incómodo al no recordar de inmediato qué era eso que tenían en común—Derint siempre ha hablado de su ambición de ser un soldado y querer brindar sus fuerzas para defender su país, su nación, el mío no es tan diferente del suyo, yo quiero por otra parte aviación, deseo unirme a las fuerzas especiales aéreas. ¡Estaré en los aires volando entre las nubes, amigo! Jajaja. Sera grandioso hacer el exámen junto, te lo aseguro.


    Su sonrisa era de total orgullo por lo poco que le faltaba para iniciar sus sueños. Freddy no pudo evitar una sonrisa de lado asintiendo de acuerdo con el Hitsoon.


    —Freddy:¿Y tú?—mirando a Sire, quien como siempre parecía sería o molesta en todo momento—


    —Sire: También haré los exámenes pero solo porque Siro lo hará, no puedo dejarlo sólo y tampoco pienso ir a otra universidad sin él, ya él sabe cómo son las cosas.


    —Freddy: Oh…


    —Siro: ¡Sireeeee! ¡Ya te dije lo que pienso de eso! ¡Algún día tendrás que dejarme respirar, ok? Si sigues así se lo diré al tío Zen.


    —Sire: Entonces le diré a la tía Sandra que tú tienes el ya sabes qué—una amenaza que sin dudas solo ellos entendían—


    —Siro: ¡Ah! ¡Eso es jugar sucio Sire, no es justo!


    —Sire: ¿Y quién dijo que la vida es justa querido primo?



    Freddy no decía nada, rascando la parte de atrás de su cabeza desvió su mirada.



    —Freddy: Mejor ya me voy, Birian debe estar lidiando con Derint aún y debo ir a ver qué le ocurrió.



    Ambos Hitsoon asintieron de acuerdo.



    —Siro: Entonces cuídate amigo, fue agradable volver a vernos, y ¡Ah! Si, lo olvidaba, luego que el conquistador se recupere de su malestar mencionale del festival en la noche y dile que nos reuniremos como antes, ¿si?


    —Freddy: Espero que acepte…—sabía que si él se lo decía lo más seguro es que el azabache acabaría rechazando lo. Suspiró —De todos modos le daré tu mensaje.


    —Siro: —sonrió y asintió—Solo arrastralo, y si necesitas ayuda con él solo llámame—dijo casi arrogante, levantando un pulgar con el que se dio golpecitos de macho en el pecho. Freddy negó sonriente—Entonces, cambiando de tema. Sobre ti…¿No consideraras hacer el exámen con nosotros? Si pasas sería increíble porque así los tres volveríamos a estar-


    —Freddy; Lo siento pero he dejado en claro que no estoy de acuerdo con ello, mucho menos me agrada la idea de que dos de mis mejores amigos tomen una decisión de vida como esa, aunque se las respeto, pero no estoy de acuerdo—dejaba en claro con un tono de hablar que dejaba en claro que hablaba en serio. Siro se mantuvo callado—Si tuviera el poder en mis manos de retenerlos te aseguro que a ambos los mantendría en tierra y evitaría como fuera que fueran aceptados en la milicia. Ser soltado es arriesgarse, me gustaría que siguieran en el camino de la medicina, conmigo o en donde fuera que quisieran pero si esos son sus sueños….no puedo detenerlos.


    Siro nunca fue el tipo de chicos que perdiera los estrivos o que se llegara a tomar a pecho las palabras de los demás porque siempre creció con la mentalidad de que lo que no toca tu corazón no te daña, y era por eso que cada vez que alguien quería hacerle doblegar su confianza en él o su autoestima luego de escuchar lo que esa persona quisiera decirle, si eran palabras hirientes su cabeza irrefutablemente haría el trabajo de mandar esas palabras al diablo y librarlo de que su corazón se viera afectado.


    Siro venía conociendo a Freddy desde mucho, desde la primaria para ser específicos y desde que él recuerda el Jameson jamás estuvo sólo que digamos, el chico desde muy pequeño a estado rodeado de un gran sin número de personas que le seguían sin dudar, pero todo se debía a su alegre y pasiva actitud. Él nunca buscó pelea, jamás intentó agredir a un amigo y era eso una de las cosas que hizo que sus caminos se encontraran. Siro, un torpe don nadie, educado, recto y de buenas notas con un excelente historial estudiantil, bueno en casi todo lo que se proponía, falló por un tiempo en la clase a la que a los chicos no debería de complicarseles, hablamos de educación física, un arte que a muchos le salían natural pero que él fracasó por simplemente tener una complejidad débil en su cuerpo. Era muy delgado y de poca fuerza física.


    Recuerda él que esos días en primaria fue un tremendo martirio cuando de ver las clases de deporte se trataba ya que cuando los chicos iban a los vestidores a ponerse sus uniformes, él por otra parte le daba algo de pena mostrar su cuerpo a el resto cuando sabía él muy bien como era su compostura.



    Para ese entonces Freddy estudiaba un grado mayor al de él así que no tenía al Jameson de su lado en esos momentos—tuvo que aprender a no escuchar las palabras del resto y así se mantuvo por mucho tiempo—claro, no fue hasta el siguiente año.


    Año en el que también conoció a el niño más problemático con quién jamás imaginó se involucraría. Un azabache de mirada desafiante y que a simple vista cualquiera diría que era un niño delincuente de pesimas notas, pero gran sorpresa se llevó al saber que Derint era uno de los de mejor notas en la escuela. Ese chico llevaba un alto reconocimiento académico que no solía vociferar por alguna extraña razón, aparte que sabía manejar muy bien el lenguaje inglés, bueno en realidad cuando lo conoció el chico no hablaba tan claro el español, su asento siempre fue tan diferente pero elegante. Fue una de las primeras cosas que le impactó del Rouss.


    Derint conoció a Jameson antes que a él y Freddy lo involucró en su grupo junto al azabache luego de haberlo defendido en la cancha cuando unos chicos quisieron molestarlo. Siro sabe que fue él quien se metió entre esos dos al sentirse obligado a permanecer cerca a aquel que le había extendido su mano. Freddy siempre lo aceptó como su amigo, Derint por otra parte fue con el tiempo que comenzaron a mantener conversaciones e incluso hacer chistes entre ellos, algo que no fue tan difícil en realidad, Siro siempre fue agradable y tranquilo, incluso más que Freddy, Jameson por otra parte era el alarmista y escándaloso, Derint por otra parte…siempre fue precavido, en todo.


    " Para tercer añosde secundaria Freddy estuvo apunto de repetir año solo porque quería estar en la misma clase que compartiamos Derint y yo. Con la escusa de que de esa manera los mejores amigos no estaríamos separados, jaja, siempre a sido tan cursi. Así que, que admita que no esté de acuerdo en que nosotros nos unamos a la milicia y que haría lo que fuese con tal de evitarlo no es algo que me extrañe. Si fuera alguien más diría que está siendo un completo loco egoísta pero conozco a Jameson desde mucho y se muy bien que todo lo que hace es porque tiene un corazón tan grande que aveces solo le hace hacer cosas estúpidas. Pero las hace con el fin de ver feliz a los que ama…"



    Quizá en un tiempo atrás las palabras de alguien no le haría sentir nada porque las ignoraria por completo como solía hacer. Pero en este caso…las palabras de Freddy entraron en su pecho y sintió su corazón latir dolorosamente porque llegó a sentir lo que esa palabras querían trasmitir. Preocupación.



    —Siro—meditaba en todo los sentimientos que sentía ahora por las palabras tan sinceras de su amigo. Culminando que Freddy era la persona más brillante que había conocido y también la más sentimental. Asintió, lento tomandose con calma todo—Los tres sin duda hemos cambiado mucho al crecer ¿No amigo? Cada quien a elegido su propio camino de manera aleatoria pero selectiva también. Supongo llegará un punto en el que ni nos veremos, no por meses sino por años y aunque la idea me entristesca quiero que sepas que sea lo que sea que elijamos como carrera siempre seremos amigos, mi amigo. Esto es algo que…no se puede evitar…



    Pensar en ello era una mala noticia, una que entristecía al Jameson a más no poder. Porque su cuerpo reaccionaba ante lo que sentía y sus ojos perdían su brillo de alegría y ahora solo mantenían una mirada melancólica, mirando con total malestar a su amigo de la infancia, con tantas ganas de negar y decir que eso jamas pasaría, que nunca se alejaran y que en cambio volverían a esos tiempos en el que se la pasaban todo el día de paseo, al arcade, a la cancha o la playa haciendo cosas que solo los amigos disfrutarían al máximo y que cuando fuesen viejos contarían a sus nietos. Pero Freddy debía aceptar que por más que doliera, todo lo que dijo Siro era verdad.


    El tiempo avanzaban así que ellos debían hacerlo también.



    Sire, quien al momento de ver cómo el ambiente se tornaba melancólico decidió esperar a la distancia, ahora tan solo los observaban con una mirada serena, inexpresiva pero serena.


    Siro notando el decaimiento de su amigo decidió aclarar un poco su garganta antes de hablar.



    —Siro: Por cierto Jameson… ¿No tuviste problemas verdad? —¿eh? La expresión del rubio mostró confusión. No sabía a qué se refería ahora—Veras,yo…—desviando un poco su mirada luego suspiró—Fui yo quien le informó a Derint que tú viniste a Villa Neoma con su hermanita, le mandé una foto que les tomé ese día ya que, bueno se me hacía raro que su hermanita estuviera sola por estos lares…sin embargo luego noté que eras tú quien le tomaba de su mano. Supuse que se molestó luego de ver el mensaje que le deje, por la manera en que respondió era como si quisiera matar a alguien…je, ya sabes, Derint siendo Derint…pero bueno …solo espero que no te haya causado problemas, amigo. En serio creí que se trataba de un desconocido pero, bueno, supongo fue mi error en primer lugar mandar esa foto… jeje.



    Freddy sintió como si le hubieran hechado un balde de agua fría luego de haber escuchado aquello para enterarse de que Siro fue quien…dió el mensaje.




    “Siro…”





    —Siro: Bueno, creo que es mejor si me voy ahora , debes ir a ver qué le pasó a Derint así que te dejo —se despidió con un movimiento de mano— ¡Adiós amigo! ¡Nos vemos!



    Freddy no fue capaz de responder tampoco supo como tomar aquellas palabras que solo le dejó un sabor amargo en la boca.


    ¿Debia molestarse por ello?


    Él no lo habría hecho a propósito, no, Siro no era así entonces no había razón porque molestarse.


    Él solo había pensado que la hermanita de su amigo estaba con un desconocido. Solo eso. Por lo que contarle a su amigo era lo más lógico.


    Suspiró rascando un poco su cuello antes de darse la media vuelta, caminar a su motocicleta para subirse en ella y retomar su camino a la mansión.


    [Fin de la III Parte]
     
    Última edición: 18 Abril 2023
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    KAMERIA

    KAMERIA " Si caes, levántate y vuelve a intentarlo"

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    Tales of the Last White Rouss-[Saga #0]
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    Capítulo 10_ " Amigo"


    Tales of The Last White Rouss

    Saga N° 0 : Hijos del Futuro



    [IV Parte]


    .

    .

    .





    En la casa de los Rouss la pequeña de mirada heterocromática sabía que en primer lugar los planes de su hermano nunca fue dejarla al cuidado de Freddy y mucho menos con Johan pero dada las circunstancias y por el hecho de que ni su tía ni hermana estaban allí, "Sola-solita" ella no se iba a quedar así que la única opción que tuvo fue acceder a las estrategias del Jameson y dejarla en casa con el menor de los Jameson. Ella fue testigo de cómo su hermano le jaló de las orejas al pequeño, mientras le apuntaba con su dedo, aclarándole que si algo le llegase a pasar a ella, él sin duda lo tiraría del puente y lo dejaría a que se ahogara. Leintni no entendía a su hermano, en serio, a veces se comportaba de una manera distante con ella pero aún así siempre mostraba sobreprotección hacia ella.


    La cuidaba como si ella fuera de papel.


    Era lindo, su cabecita nombraba a sus actos raros " Manías lindas" y a veces le hacía sonreír y ver con más ternura a su hermano mayor. Pero eso no significaba que realmente le gustase ver cómo amenazaba a los demás.


    Por esa razón ella seguiría esforzándose por volverse fuerte y más útil.


    Por ellos.




    Esa mañana su hermano le dio la respuesta que esperaba escuchar, asegurando que su castigo había terminado y ya podría volver a el trabajo en la tienda.



    Se sentía alegre, contenta con ello, por eso incluso decidió preparar algo increíble para desayunar sin embargo por estar tan perdida en los brillos de su imaginación acabó quemando lo que sería un perfecto omelette. Johan frustrado por poco la echó de su propia cocina pero por piedad le indicó que solo se encargara del café y las servilletas ya que él terminaría de preparar el desayuno. En conclusión ambos acabaron preparando el desayuno juntos.


    La simple idea le hizo sacar una sorisa de felicidad a Leintni, cosa que molesto en crece a Johan, su actitud le incómodo en grande pero por primera vez o quizá…ya cansado de pelear contra ella, él solo lo dejó pasar, solo por esta vez.



    Hum. Sólo esperaba que esos momentos…quizá sí se pudiera, pudiese repetirse más adelante…



    .-



    —Johan: ¿Ah? ¿Qué quieres que te de una lección de defensa personal ahora? ¿En pleno desayuno?


    Con cara de no comprenderla la miraba como si de repente a la niña le hubiese crecido unas dos cabeza más. Leintni a su pregunta tragó primero antes de semi levantarse y mirarle inquisotivamente.


    —Leintni: No me refería a "ahora ahora", sino que si pudiera ser luego de comer el desayuno…ya que mi hermano finalmente me permitió regresar a trabajar a la tienda, pensé que quizá antes de ir podrías enseñarme algo, para a la ¿Segunda lección..?



    La comisura de sus labios temblaron antes de dibujar una lijeras sonrisa. Johan prefería simplemente comer su desayuno y no hacer gran cosa durante el día pero luego de lo dicho de la azabache toda esa idea se esfumó.


    La mañana de ambos fue agradablemente tranquila y armoniosa. Porque después del desayuno ambos empezaron con su siguiente lección de defensa personal.



    .-


    La emoción que sentía ahora era expresado por su enorme sonrisa y ese brillo en sus ojos. Porque no había nada más placentero que regresar a trabajar a la tienda de su tía.


    Y también….Otra vez poder usar aquel overol viejo y sucio.



    —Johan: ¡Oye Leint!



    ¡¿Si!?
    Se escuchó el grito desde la parte de arriba en el depósito.



    —Johan: Alguien viene pidiendo un asunto de un pago de, no sé que, ¿¡Podrías bajar por favor!?—el chico se sentía sofocado por todo aquello, no estaba acostumbrado a manejar la caja en una tienda y mucho menos atender a tantas personas a la vez—



    ¡Voy!




    —Johan: Anciano calmese ¿ok? Ya se solucionará su problema, solo deje a los demás comprar.


    —Viejo: A ti no te había visto antes, ¿Quién eres tú? Conozco a la pequeña nieta, sino habla la llamaré en seguida. ¡Vamos, identifícate mocoso!—con un pedazo de papel le golpeó la cabeza—


    —Johan: ¡Ah! ¿!Qué¡? ¿¡Es que está loco anciano!?



    Pero sus gritos tan solo causaron que los demás compradores se sorprendieran y se pusieran raros e incómodos. Miraron al chico sospechosamente.



    —Viejo: ¡Seguro es un ladrón!


    —Johan: Vamos viejo, eso ni siquiera tiene sentido, un ladrón no vendería en una tienda. “Cuando acepté ayudar en la tienda no esperaba enfrentar tantos problemas!”



    Leintni venía justo sacudiéndose las manos, acercándose a él mostrador, finalmente.



    —Leintni: ¿Si, Johan? ¿Todo bien?—este de brazos cruzados y los ojos cerrados le señalo que mirada al frente del mostrador—¿Eh?—al hacerlo se quedó de piedra ante ver la multitud acumulada—


    —Johan—se le acercó a él oído—Creo que a tu gente no le agrado del todo.


    —Leintni: ¿Eh?


    Momentos luego de atender a cada cliente, las cosas volvieron a la normalidad, el viejo se fue tranquilo y los compradores iban y venían regularmente. Leintni se preparaba con unos paquetes que debía entregar mientras que Johan le observaba desde el mostrador. Observando con atención la versatilidad de la niña al envolver aquellos paquetes y sellarlos apropiadamente, como si conociera tan bien qué hacer.


    "Bueno, literalmente ella disfruta hacer esto…puedo verlo "




    —Johan: Como hay que ver qué con solo un par de palabras se resolvería todo, eres algo así como…una muñeca con suerte.


    Leintni río bajito.



    —Leintni: Vamos Johan, eso es ridículo, je…más que suerte fue un mal entendido, y poner el simple nombre de muñeca suena aterrador—Como estaba de espalda en lo que envolvía los paquetes no vio cuando Johan solo puso los ojos en blanco—El abuelo solo pedía un reembolso de un control remoto que vino a comprar la semana pasada, tal parece que no funcionaba del todo.


    —Johan: ¿Y si solo se aprovechaba de la situación? ¿Y sólo no le funcionaba bien porque las pilas ya estaban desgastadas? Ya sabes, por ser viejo podría pasarlo por alto.


    —Leintni: ¡Johan, pero qué malo! —le hizo gracia su comentario —


    —Johan: Solo digo…Aparte se llevó 2 cajas de luces navideñas, eso es robar.


    —Leintni: No creo que el abuelo tuviera esas intenciones en primer lugar.


    —Johan: ¡Me llamó ladrón! ¡Hum! Fue un viejo grosero.


    —Leintni: Pues me disculpo por ello entonces, jeje.—y tranquilamente siguió arreglando las cajas sobre otra caja—No quiero que te sientas insultado trabajando aquí. Así que acepta mis disculpas.




    No podía evitar verla con ojos admirables y todo por su fuerza de voluntad. Pero a su vez le molestaba que fuera así de sencilla y honesta.



    —Johan: Tonta…no necesitas disculparte…“Sigo diciendo que ésta niña es rara, no común, a comparación de las niñas que conozco ellas son unas verdaderas brujas. Pero ella…le gusta vestir como un niño, bueno al menos usando ese overol luce poco femenina y no es nada delicada, le gusta trabajar cuando debería estar jugando con muñecas, no le importa ayudar a los demás, no tiene una mirada maliciosa…y es tan…”


    —Leintni: ¡Johan! — gritó, asustando al chico al correr a tropezones hacia el mostrador—¡Olvidé mi MP3 en casa y no puedo salir a hacer los repartos sin él! Por favor permíteme ir a la casa por ellos y luego me iré hacer los repartos, ¿Siii?


    —Johan: ¿Eh, qué? ¿Y por qué me pides permiso, ah? Ni que fuera tu padre—se cruzó de brazos—


    —Leintni: Mi hermano te dejo las llave y te dejo a cargo, ¿No? , necesito tu permiso para ir a casa.


    —Johan: ¿En serio? —en poco cayó en cuenta de lo que hablaba— Ahhhh, cierto, yo tengo la llave, ¡ja! Entonces significa que soy tu jefe ¿eh?—¿ah? La niña le miró confundida—Esta bien niña, soy el chico de las llaves, ya que soy tu jefe te las daré con una simple condición—sonrió de lado—“Hagámosle una pequeña pruebita” tu debes… darme un beso en la mejilla, como si se tratara de tu padre, a partir de ahora deberás saludar y despedirte de esa manera, ¿Toushe? Debes mostrame respeto.


    —Leintni: ¿En serio? ¿Es eso?


    El chico estaba jugando, incluso se había inclinado hacia adelante sobre el mostrador sacando las llaves y mostrándolas a la niña. Ella estaba tranquila, como si la broma ni le afectara. No consideraba que él estuviera haciendo una broma, por favor, era Johan.


    —Johan: ¿Entonces?


    —Leintni: Hum—asintió enérgicamente—No hay problema, te prometo que regresare rápido. Je.



    Y sin problema alguno se inclinó al chico para darle un beso justo en su mejilla izquierda, tomó con rapidez las llaves de sus manos, tomó los paquetes y salió de allí.



    —Leintni: ¡Gracias Johan, nos vemos ahorita! Je.



    El viento que la rodeó al salir de aquel lugar fue tan fresco, tan bello, era como si estuviera a su favor, Johan la vio salir con esa alegría que lo mareaba en cierta forma… quizá era su imaginación pero, había un brillo que la rodeaba…de un color tan brillante.


    Por primera vez lo notaba, no, ya lo había notado antes pero ahora era consciente de lo que veía.



    “No se que tiene ella pero, estar cerca…me inquieta mucho”




    Y para nada le gustaba. No.



    .-


    Al cabo de unos minutos, así como dijo la niña, fue a su casa a por su cajita de música. Según ella era esencial para su trabajo, amaba escuchar música mientras hacía sus cosas.


    En realidad ¿A quien no le encantaba?



    —Leintni: Aprendí que la música alimenta el alma y relaja mucho, jejeje, ¡Listo! Vámonos—salió de la casa con rapidez ya con su MP3 en mano. Cerrando la puerta justo cuando el gato negro venía corriendo alterado hacia ella—Kail…Lo siento Kail, pero volveré más tarde ¿Ok? ¡No hagas travesuras!


    El gato arañó con desespero la puerta después de que fue cerrada en su cara, maullando como si le dijera a la niña que no se fuera y ni se le ocurriera dejar ese terreno, pero su esfuerzo no llegó a nada sino que en cambio en una de sus acciones se vio como por la desesperación algo salió de sus garras y corrió por la puerta como un pequeño rayo partiendo la cerradura y la puerta se abrió inmediatamente.


    Inmediatamente el gato salió y busco con la mirada a la niña. Esta la vio irse en su bicicleta con rapidez y alejarse cada vez más.


    Miau.
    El gato vio lo que nadie podía ver y era, aquella sombra que seguía muy de cerca a Leint.




    _Cambio_





    Aquella noche era el festival y se celebraría la noche de las luces de fuego; Antwan aun no entendía del todo.



    .-


    Su cuerpo se balanceaba de un lado a otro de modo tan repentino, sintió una sensación de que caería en cualquier momento o como si su vista se nublara. Su cabeza daba vuelta y, sin entender el porqué comenzaba a escuchar en su cabeza las palpitaciones irregulares que ahora tenía su corazón.


    Algo que jamás le había pasado. Era tan humano.


    Se sostuvo de la pared en lo que avanzaba por los pasillos de aquella mansión rumbo hacia la salida para ir a alcanzar a el anciano Tim. No debía atrasarse para su entrenamiento.




    Momentos antes


    Antwan había salido de la habitación y luego de darse un buen baño salió, viéndose como ahora con una toalla en la cabeza venía secándose su ahora semi largo cabello, estaba algo distante de su alrededor por los efectos de lo preocupado que comenzaba a ponerse al pensar en el poco tiempo que le quedaba…


    Simples hora.


    Sin embargo se detuvo en la entrada al encontrarse con el anciano de pie con brazos cruzados mirándole animadamente.



    ¿Hum?



    —Tim: Te vez bien, sin duda te vez más humano así, querido nieto, pero, por ahora no necesitas de eso, ponte esto, a partir de ahora lo usarás—lanzándole una muda de ropa y, un tipo de diadema dorada cuya, aunque no sabía para qué diablos era, la tomó —por suerte tú tienes el poder de la Traslación así que podré divertirme contigo sin límite alguno, jijijiji. “¡Lo haré polvo!”



    Antwan ignoraba por completo los motivos que tenían al anciano-ya no más anciano, tan animado.


    —Antwan: Su majestad, ¿No estará pensando en probar quien de ambos es más rápido en el uso de su Traslación, ¿Verdad? Porque si ese es el caso-


    —Tim: Ay, deja de llamarme así joven, tsks, creo que fue mala idea dejarte saber quién era…¡Además! No me subestimes por ser un anciano, chico.—dijo entre comillas a lo que Antwan negó con calma por su actitud— Te aviso que si te descuidas te dejaré una bonita marca en la frente. No creas que porque nos pusimos un poquito sentimental antes tendré piedad de ti ahora.


    Sonrió enormemente casi disfrutando su malicia pero Antwan ya le conocía sus bromas como para molestarse a estas alturas porque le saliera con algo así.


    —Antwan: Ni siquiera me interesa —dijo desviando su mirada, acomodando con su agarre en el brazo derecho la diadema dorada entre el bulto de ropa que Tim le dio en lo que posaba su mano izquierda en su cintura adoptando una postura casual— Pero ¿De qué habla sobre esa marca?


    —Tim: Pues esa marca, querido nieto, es está marca—sacó uno de sus guantes que cubrían su manos ahora para crear una pequeña flama con la punta de sus dedos, creando con fuego una palabra extraña que solo ellos entenderían—Esta, es la marca de la inmunidad, una vez te la ponga perderás todos tus poderes, tus sentidos e instintos los perderás por completo, en realidad perderas todas tus habilidades como fénix y solo serás un humano cualquier como los demás, así que no podrás usar tus llamas ni tú Traslación, simplemente no podrás ser un fénix en su totalidad por 24 horas.


    Al oír aquello algo en él se estremeció.


    .-



    Muy en su interior su propio instituto dio señales de peligro.


    Su corazón comenzaba a latir con más rapidez y no entendía el porqué.


    Sus pasos eran torpes y su cabeza comenzaba a doler. Cada vez más y sentía que a ese paso no llegaría a el campo donde debía encontrarse con el mayor.


    .-


    —Tim: —antes de salir de la mansión sosteniendo la pequeña jaula con el ave de fuego que ahora colgaba cerca a su cintura, este se detuvo unos segundos y se giró a verle de reojos con una mirada inquisitora—Hoy empezaremos la primera lección y quiero ver cuál es tu fortaleza, niño. Hum, estaré en los bosques, no te tardes demasiado para nuestro primer encuentro.



    Y posiblemente última vez pero, eso jamás lo diría.



    .-



    Antwan negó tratando de ignorar aquel malestar y avanzó para alcanzar al mayor. Debía ignorar como su cuerpo cada vez más correspondía al descenso de tiempo que con cada segundo que avanzaba iba decayendo.


    Era como un reloj de arena que ya no le quedaba mucha arena por dejar caer.


    Una vez salió de allí cumplió de alcanzar a Tim y se reunió con él; curiosamente en donde estaban era en lo alto de una colina en los picos altos donde el mar golpeaba con sus enorme olas. El anciano quien estaba de espalda mirando el mar se giró a su dirección con una enorme sonrisa.



    —Tim: Se que el agua no es nuestro fuerte pero me pareció interesante entrenar usando este elemento, espero no te moleste.


    —Antwan: ¿Habla en serio?


    —Tim: —mostró los dientes asintiendo varias veces como si fuera un niño. Con esa nueva imagen de joven se veía tan diferente— Y quiero que tú trates de completar todas las pruebas del día de hoy, de lo contrario habrán terribles consecuencias.


    —Antwan: —Tim habló lo último "y que" con misterio pero a él le pareció ridículo que, solo miro a otro lado— Infantil.


    —Tim: ¡Tómatelo en serio!



    Y con un abanico que sacado de quién sabe dónde le dio un golpe en la cabeza sacando al chico de sus pensamientos quién respondió con un “¡Auh!” dándole una mirada asesina en lo que se sobaba la parte afectada.



    —Tim: Yo no tendré consideración solo porqué seas un futuro descendiente, niño, te probaré hasta sacar de ti lo último que tengas en tu ser, necesito que des todo en cuerpo y alma en esto —dijo en tono un poco más serio y con el abanico cerrado señaló cerca a su corazón al decir esto último— ¿Quieres aprender?


    —Antwan: ¿Tengo otra opción?


    —Tim: No, así que debes hacer todo lo que te diga, si es que quieres salvar tu futuro, claro.


    —Antwan: Suena a chantaje —mascullo entre dientes—



    Pero, tendría él alguna otra opción que no fuera recibir la ayuda del anciano? Claro que no.



    —Tim: Así que…te lo preguntaré una vez más. ¿Quieres aprender de mí?


    Su padre siempre fue alguien de pocas palabras, él muy bien lo sabía pero cuando decía algo los demás debían prestar sus oídos con cuidado porque casi siempre lo que decía eran como arma de doble filo.


    Y recuerda que una de las cosas que le escuchó decir fue que: " El conocimiento es poder"


    Y saber más, aprender de aquel gran pilar que tenía en frente le ayudaría a nutrirse más en conocimiento. Y el conocimiento significaba "Poder"



    —Antwan: Lo estoy.




    Tras hablar en qué quedarían con los acuerdos del entrenamiento, Antwan observaba en veces el cielo, sentía que las horas pasaban y el tiempo se le estaba acabando…


    Ya no tenia el brazalete, Suhail se lo había destruido, era obvio que estaba frito.


    Con sus ojos cerrados y en posición de loto, con sus manos juntas, el chico trataba de alcanzar el nivel más alto de su meditación, el anciano le había indicado iniciar con ello ya que era lo más básico en todo entrenamiento, cosa que no le costo nada; con su padre era rutinario hacer aquello.


    Tim observaba como el chico cumplía a la perfección las indicaciones, a pesar de verse atrás de él como las olas eran recias y golpeaban las rocas, él le había indicado realizar la meditación cerca a la punta de aquella colina donde estaría expuesto al sonido del viento y al ruido de las olas al golpear las rocas. A pesar del ruido del mar y el viento; el chico era un prodigio. Tim sonrió complacido.


    "Al menos se lo toma en serio "




    .-



    Tim consideró perfecto la ocasión para empezar a entrenar un poco, hacia mucho que no lo hacia. Dejo que el chico hiciera su rutina, él por su parte lejano se puso en poción de pelea para dar inicio a su rutina, sus piernas las abrió un poco y sus manos las formó en una técnica de defensa, sus dedos los juntó y con su mano y brazo estirado la mantenía frente a él en lo que movía sus piernas ligeramente, haciendo movimientos suaves como si bailara. Sus cabellos sueltos se mecían conjunto a sus movimientos así mismo sus túnicas, en veces se oía el sonido que hacia la pequeña jaula en su cintura.




    " Fuego es dependiente de tierra, como tal su Traslación es débil, aún. Él debe dejar de depender de la tierra que le rodea…no se si deba enseñarle esa técnica, es talentoso pero…"
    movió sus manos y piernas delicadamente y suave para hacer una técnica. Sus cejas se fruncieron bajo su concentración. " Con odio no ganara nada y eso es algo que él debe de entender. Debe aprender a crear un centro, ¡Su centro! "



    El hombre era ignorante de que en todo ese rato, al menos hacia segundos atrás, Antwan había abierto sus ojos, encontrándose con la impresionante vista de Tim entrenando por él mismo a unos 5 metros de allí. No es que no se había percatado antes pero nunca se puso a pensar en la gran llama que tenía Tim…y es que, su flama a pesar todo seguía siendo tan intensa.


    " El anciano tiene trucos que me falta por aprender, sabe cosas que no se, le creí un simple rey marginado que sufrió un pasado trágico…sí sufrió un pasado trágico pero, no es la persona que pensábamos"
    escuchaba las olas tras de él chocar contra las rocas, en parte algo de agua chocaba contra sus trajes y gotas caían en su rostro deslizandose sobre su piel.



    " Aguantaría todo lo que el tuviera que decirme y ordenarme con tal de fortalecerme…aun si los métodos de entrenamientos fueran algo estrictos, no importa, los entrenamientos con papá son peores…no me queda mucho tiempo y sin ese brazalete, mi existencia aquí se ira esfumando"
    era lo que mas le preocupaba.



    Tim se detuvo tras sentirse abruptamente observado. Se giró para luego buscar con su mirada a ese que le observaba con tanta intensidad, encontrándose con que Antwan tenía los ojos abiertos pero, miraba algo perdido el suelo.


    No a él.



    —Tim: ¿Eh? hum, le dije que meditara hasta encontrar su centro pero, ¡Distrayéndose así no conseguirá encontrar su centro! —con mala cara se enderezó y caminó a pasos grandes y escandalosos hacia el chico quien seguía con su mirada perdida—



    Ni siquiera se había percatado de como Timothy ahora se acercaba a su dirección.



    —-Antwan: "Hoy es mi ultimo día, solo me quedan pocas horas. ¿Qué se supone que deba hacer en mi situación?"


    —Tim: Hey niño, ya, de pie. — frente a él con sus manos en la cintura le ordenó a que se levantara. Antwan parpadeó y alzo su mirada sin entender porqué el cambio de plan tan repentino, aun así obedeció y se levantó— Veo que el meditar no es lo tuyo, ¿eh? parece que te distraes con cualquier tontería, —suspiró en negación— así no podemos trabajar…


    —Antwan: ¿Disculpe?


    —Tim: No, no, no, no te preocupes, intentaremos con otra técnica, trabajaremos el asunto de tu concentración luego, aun tenemos tiempo. —se giró y con su mirada decidida pensaba avanzar, sin embargo Antwan no comprendía nada de lo que se refería— Eh, vayemos ahora con la dominación de la Traslación. ¡Veamos qué tan bueno son tus enfoques!


    —Antwan: ¡Espere!, yo hice lo que pidió, medite durante el tiempo que me dió sin problema alguno, —le señaló— no puede decir que falle, ¿Qué le pasa?


    —Tim: Pero si te vi perdido mirando a la nada hace momentos atrás, joven…Eso no es meditar, fallaste la prueba. —dijo deteniéndose y mirándole de reojos—



    Más Antwan juntó sus cejas con seriedad.



    —Antwan: Estaba pensando, sin embargo cumplí con el tiempo que me dió, ¿No es nada justo, sabe?


    —Tim: Aja, ¿Así que pensando? pero ¿Es que no sabes que el meditar consta en no pensar en nada en particular?


    —Antwan: Pero sino pensaba en —que irritante se estaba poniendo aquello. Rodo los ojos llevando sus manos a su cintura— ¿Podemos dejar esta estúpida discusión y pasar a lo importante? ¿Por favor?


    Claro, lo importante. Tim no respondió, se quedó así de espalda sosteniendo en una mano el abanico el cuál luego lo semi golpeó en su palma. Miraba el cielo, en lo que la brisa pasaba y se escuchaba el sonido del mar.


    Vaya que el día pasaba rápido y ya dentro de algunas horas sería de noche.



    —Tim: Te traje aquí porque, en este punto las olas chocan y se golpean contra las rocas, el viento es mas fuerte y los sonidos son incesantes, meditar aquí no es fácil, sin embargo a mi me relaja aparte me encanta la vista, es hermosa. Luchar contra la naturaleza no es buena idea, es mejor si vas a su par, eso es lo que quería que aprendieras el día de hoy, que a pesar del bullicio de lo que te rodea supieras encontrar tu centro —suspiró, negó con calma— Creo que retomaremos esto el día de mañana—pero esto lo dijo con intenciones de provocar al chico, sabía cuan ansioso estaba el chico porque el empezara a enseñarle algo. Miró de soslayo con una mirada de esperar a que el chico respondiera en lo que fingió irse—


    —Antwan: ¿Mañana? ¿Qué? ¡Claro que no! ¡oiga, aguarde allí! —viendo que no se detenía, uso su Traslación y desapareció para aparecer frente a Tim. Le miro serio— Usted ya me ha hecho perder mi tiempo, ¡Tiempo que no tengo! ¿Cree que puedo simplemente esperar hasta el día de mañana? ¡Claro que no! ¿No sabe que solo me quedan horas antes de que mi estancia aquí se termine? No estaré aquí para mañana, ¡No tengo ese tiempo! ¡Y usted no hace mas que jugar conmigo! —le gritaba molesto, su mirada mostraba la rabia y desesperación que sentía— Tenía la esperanza de que me enseñara algo hoy, al menos si voy a desaparecer yo…quería llevarme algo del rey…cualquier cosa.


    —Tim: —al escuchar esto, inconscientemente apretó el abanico en sus manos y frunció el ceño. ¿Cómo es que ese niño hablaba de esa manera sin ser consiente de lo que provocaba en él? No merecía seguir siendo admirado como tal—¿Porque no me dijiste que no tenías tanto tiempo, niño? —estaba molesto— ¿Cómo quieres que sepa cuanto tienes de límite cuando no dices nada?


    —Antwan: Ese no es su pro-


    Un movimiento rápido hizo mover a los aires los cabellos rubios, una mano formó una técnica, y la otra sostuvo el abanico con fuerza el cuál fue abierto para así ser pasado frente al chico quien ante el ataque se echó para atrás a tiempo, apenas pudo notar con desconcierto como frente a sus ojos el abanico pasaba su hoja, cortando uno de sus cabellos; ¿¡Qué demonios le ocurría a ese anciano!? Y ¿De dónde sacó ese abanico?. Pero Tim volvió a moverse dando un simple paso adelante, se movió como si bailara y desapareció, volviendo aparecer tras del chico que apenas se recuperaba del otro ataque.


    No le dió tiempo a Antwan y con su mano golpeó su espalda en un toque que le hizo mandar a metros de él y comer tierra. El cuerpo del chico casi creó un cráter y con dolor se tomó del estómago, apenas abrió sus ojos vio como Tim apareció frente de él y con su puño preparado se inclinó a golpearle con todo, abrió sus ojos desconcertado y apenas se hizo aun lado esquivando el golpe. Tim giró su cabeza a verle, se veía serio y molesto, no parecía que estuviera jugando. Antwan puso su mano en el suelo y antes de que Tim volviera a darle otro golpe uso su Traslación para así desaparecer de la vista de su atacante.


    Apareciendo a muchos metros del anciano. Esperó verlo a distancia, sin embargo…



    —Antwan: ¿Pero, qué demonios..?



    Se movía rápido.


    Entonces fue testigo de cómo la silueta del rey se movía rápido cortando la fuerza del viento y desaparecía para así aparecer tras él abruptamente. Se giró de inmediato con intención de dar un brinco pero el hombre fue mas listo y se apresuro a cruzar una pierna tras él y empujándole con rudeza le hizo volver a el suelo. Su boca se abrió inconscientemente por el dolor ante el impacto de su cuerpo chocar contra el duro y rocoso suelo.


    Se ahogó.


    Solo se oyó el tiririar de la jaula en la cintura del mayor ante los movimientos.




    —Tim: Te doy 10 segundos, niño. Habla o calla.


    —Antwan: —adolorido apenas alzó su cabeza para mirarle— ¿Por qué…hace esto? ¿Qué le pasa?


    —Tim: De aseguro "papi" solía ser mas delicado en sus enseñanzas, ¿no? lástima que yo no sea él, o cierto, según es mi reencarnación ¿no? oh, ¡Entonces eso debería de convertirte en un hijo muy, pero muy lejano! — pero no se esperó que el chico fuera rápido y en un impulso le diera una patada haciéndolo alejarse. Tim vio al chico levantarse y mirarle con gran odio. "Allí está, esa mirada otra vez"— eso estuvo bien.


    —Antwan: —molesto, volvió sus manos puños— Él no es como usted, jamás lo será.


    —Tim: Claro, cada quien es como es ¿no? Yo soy irremplazable, niño —se jacto diciendo ésto abriendo sus brazos ampliamente —


    —Antwan: Usted es solo un chiste, tsk —pasó una mano por su mandíbula donde se notaba algo rojo lo cuál acabó limpiando— Esto no tiene sentido.


    —Tim: Escucha chico, no espero que te guste mi técnica pero haremos esto a mi modo… Yo, jugare contigo, dependiendo de qué tan rápido te muevas veré si puedo ayudarte a permanecer aquí un poco mas…¿Te parece? Tiempo es lo que necesitas, entonces te lo daré.


    —Antwan: ¿Cómo dice? —al escuchar esto se sorprendió—



    No podía si quiera comprender a qué se refería Timothy.



    —Tim:—sin decir más en su mano derecha creó un tipo de sello en el que sus dedos principales alumbraron en naranja— Usaremos la Traslación, será una carrera, debes evitar a que te toque , de no ser así tendrás este lindo sello en tu frente cuyo te juro no te gustara para nada…a menos que quieras volverte inmune, ¿ah? —como si la cosa fuera divertido hizo como si en cualquier momento fuera a correr y acercarse le—


    —Antwan: —el se puso en alerta dando un paso hacia atrás—Hum.


    —Tim: Bien, veo que si aceptas. Bien…esto será divertido, espero no termine muy rápido. Si pierdes recuerda que habrá consecuencias. A la cuenta de tres, querido nieto…Uno, dos…



    "Sea lo que sea que esté pensando hacer…este hombre, realmente esta loco"



    Ese era el momento de empezar y desaparecer, justo cuando vio los labios del hombre pronunciar lentamente el último conteo.


    Era la señal.



    ¡Tres..!




    Y sin mas, solo desaparecieron de allí…escuchándose como a lo lejos sonidos de arboles ser removidos.


    Ambos pondrían a prueba quién era mejor en su Traslación.


    [Fin de la IV Parte]
     
    Última edición: 19 Abril 2023
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    KAMERIA

    KAMERIA " Si caes, levántate y vuelve a intentarlo"

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    Tales of the Last White Rouss-[Saga #0]
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    Capítulo 10_ " Amigo"

    Tales of The Last White Rouss
    Saga N° 0 : Hijos del Futuro


    [V Parte]

    .
    .
    .



    _Cambio_



    ¿Quuueeee?
    La cara de Freddy era un poema justo ahora. Acababa de llegar y no esperaba encontrarse con esta imagen tan rara de su amigo.

    Derint no dejaba de comer como loco, sacaba de la nevera dulces, leche, tocino, pollo, ensalada, gelatina, de todo y…literalmente se lo tragaba a golpes.

    ¿Acaso estaba sufriendo de ataque de hambre?


    —Freddy: ¿Cuánto… lleva en éste plan de arrasar con todo?—preguntó bajito acercándose a su chófer—

    —Birian: Desde el momento en que le llamé no ha dejado de actuar extraño, minutos luego de usted salir, el joven salió de la biblioteca pidiendo permiso para tomar un arma de la recepción, me sorprendió mucho de que él supiera de ellas y-

    —Freddy: ¿¡Un arma dices!? ¿H-Hay armas en la casa..? —su voz tembló—

    —Birian: Bueno, el antiguo dueño fue un hombre muy excéntrico, confiaba mucho en su habilidad de matar, pero por su mal prejuicio terminó mal.

    —Freddy: Espera, espera Birian, acaso…¿Era un asesino..?


    La expresión que puso Birian decía que no creía que en serio su joven amo fuera tan ignorante.


    —Birian: Joven, sus antepasados eran asesinos—el pobre le miro desconcertado—en fin, parece que el joven Rouss lo encontró por ahí y la tomó para matar patos.

    —Freddy: ¿Dices patos? ¿Qué patos?

    —Birian: Los de la casa señor, ¿A poco sabía de ello?

    —Freddy: Vaya, sin duda me falta hacer un recorrido a la casa, jejeje… Me pregunto de cuánto me e perdido (?) —murmulló—Pero espera, ¿En serio mató a esos patos..?

    —Birian: Sólo a 5 de la jaula, por suerte le dije que si quería practicar que mejor lo hiciera con algo en movimiento ya que de esa manera practicaría mejor su puntería. Fue entonces que decidió que esperaría a que usted regresara.

    —Freddy: ¿¡Birian, lo alentaste!? ¿¡Es que perdiste la razón!?—se tomó de los cabellos—

    —Birian; Lo siento joven Freddy, pero es que es un buen tirador. Debió a verlo visto. Además, fue la única manera en la que dejó de matar patos.

    —Freddy: ¡Eso no es lo importante, ahhh! Oh santo cielos…—sentía que entraría en pánico en cualquier momento —¿¡Qué hubiese hecho si me hubiese matado, ah!? ¿¡De paso me llamas a que venga a verle!?—quería llorar—

    —Birian: Estoy 100 porciento seguro que no lo hubiera hecho, señor—aunque sabía que había otro 100% de que ocurriese lo contrario —

    —Freddy: Birian por favor. Derint está mal, no sé que rayos le pasa pero no es usual que una persona como él se dedique a tirar de un arma…y menos matar patos, debió haber ingerido algo o… no se, ¿Estará poseído por algo?

    —Birian: ¿Usted cree en esas cosas, señor?

    —Freddy: Todo en Foreingtown es anormal, no sería raro.


    Preocupado se acercó al chico quien ahora estaba de espaldas, frente al mesón, parece que preparaba unas especias justo ahora.

    Freddy no quería pensar mucho en la situación pero conocía bien a su amigo, demasiado como para asegurar que Derint jamás había tirado de un arma en su vida.


    —Freddy:—intentó tragarse su miedo—Oye, amigo… ¿Estás bien? ¿Aún sigues con hambre? Dime… ehh, ¿Qué es lo que te pasa?—a un metro de distancia le preguntó pero no recibió respuesta—Solo avísame si te sientes mal ¿Bien?

    —Birian: No creo sea buena idea que haga eso joven-

    —Freddy: ¡Birian¡ ¡Oh santo cielos!, sshhh, cállate, me pones nervioso. —se giró decidido hacia el chico y levantando una mano posándola sobre el hombro del chico, olvidandose que su chófer casi lo mata del susto hace poco—Derint es menor que yo por 2 años, aún así… su aura es súper tenebrosa y siempre le he tenido cierto recelo…—recordaba en voz baja todo lo que pensaba de su amigo, un tanto intranquilo—¿Podemos hablar..? No quiero que me mates aun-


    Pero apenas puso su mano en su hombro sintió como el chico la golpeó, lo asustó y por ello se alejó tomándose de la mano.

    Había sido una simple reacción por parte del azabache pero igual le provocó un tremendo susto.


    —Freddy: ¡Ahhhh! ¡Me lastimó la mano! ¿C-Con que lo hizo? Sentí un piquete de repente. Espera, no fue con un cuchillo ¿O sí? —que fuera un niñito del drama, sí, si lo era y Freddy sabía bien eso pero, justo en éste momentos sabía muy bien que todo esto no era un simple drama ¡Rayos! Esa cortada que se mostraba claramente en su mano ¡Obvio fue hecho por un cuchillo! — Ay madre, Estoy sangrando…

    —Birian: Pero es que… olvidé decirle una cosa, señor. El chico…parece actuar por impulso, no es muy consciente de lo que hace y creo que tiene que ver con esto.—en eso sacó de su bolsillo un frasco de pastillas cuya Freddy tomó casi de inmediato—

    —Freddy: ¿Qué es esto, Birian? ¿Pastillas para dormir? Pero…éstas son más para uso especial que para uso personal, ¿Él las tenía consigo?


    Miró a su chófer preocupado, no se imaginaba a su amigo acudiendo a esas pastillas solo para ¿Qué? ¿Intentar relajarse? Recuerda que cuando estuvo en el hospital el domingo por la noche llegó a ver lo mucho que su amigo trabajaba a pesar de las altas horas que eran, su rostro era un mar de cansancio y frustración y esos ojos, azules como el profundo cielo cargaban con tantas cosas que habían perdido ese brillo en él.


    Pastillas, pastillas…

    Esos fármacos…


    Lunes por la mañana, al despertar él se encontró con la doctora Alex y, oh, si…ya lo recordaba. Ella misma le había mencionado algo al respecto si mal no recordaba.

    Frunció el ceño.



    —Freddy: Rayos. ¿Es que pensaba drogarse o que? Se está sobrepasando con eso.

    —Birian: Lo más sorprendente es que en vez de caer dormido o verse en total desequilibrio por el insomnio, es como si las pastillas le alterara su sistema nervioso, pero no de la manera que uno conoce. Éste tipo de medicamentos cuando se usa con exceso llega a tener efectos secundarios, así como apatía, reducción de su estado de alerta, incluso amnesia de cierta manera, obviamente irritabilidad también pero eso ya es parte de él. Analizando la manera que ha venido actuando es obvio que no está del todo consciente de lo que hace, tampoco es seguro que luego que se le pase todo recuerde lo que hizo.

    —Freddy: De alguna estos fármacos…le están causando daño…


    —Birian: Aunque no llegaron a afectar su cuerpo con soñoliencia o algo así, no parece cansado ahora, quizá sea porque luego de todos esos días de desvelo el joven durmió muchas horas compensando lo perdido. Pero jamás se detuvo de beberlo y ya a consumido mucho de esas pastillas que incluso ya están en su sistema, quizá al tomarlas una vez que descansó tan solo le hizo reaccionar al contrario de lo que esperaba.

    —Freddy: ¿Cómo si en vez de relajarlo o provocarle sueño solo…le hace reaccionar impulsivamente..? —miró con dudas a su chófer, le sorprendía la conclusión que estaba sacando aunque realmente sonaba a que era lo más lógico pero no dejaba de sorprenderle. No sabía que su chófer supiera de esas cosas—


    Aparte jamás en su corta vida había experimentado un caso como este.


    —Birian: Como dije, parece solo afectar su sistema nervioso. No solo lo hicieron actuar impulsivamente sino que afectaron alguna neurona principal, no es por llamarlo loco sino que, solo mírelo…no parece actuar con mucha consciencia que digamos. Se puede ver por la ansiedad que tiene ahora.


    Freddy hizo caso en mirar una vez más a su amigo y en efecto. Su amigo parecía sufrir de una ansiedad vieja, de comer tantas cosas como si se hubiese resignado a comer una buena comida hace mucho y ahora se desquitaba sin control alguno.


    —Birian: Si, es como un impulso de adrenalina que le hace querer hacer cosas extremas, incluso recorrió toda la casa en un instante y como si nada se puso a darle golpes a la bolsa de boxeo que encontró en el salón.

    —Freddy: ¿Qué? ¿Hay una bolsa de boxeo?—el viejo solo alzó los hombros en respuesta—todo esto es raro, si Derint realmente tomó esto y no ha hecho más que parecer un auto descontrolado, comiendo todo lo que encuentra y actúa sin ser muy conciente de ello, entonces… es posible que lo que esté haciendo es tratando de gastar energías, algo así como energía acumulada, pero si es así… posiblemente en cualquier momento…él colapse.


    Claro, porque una cosa si entendía muy bien. Toda cosa tiene un límite, así mismo el ser humano, por más adrenalina acumulada en los músculos que un hombre pueda tener llegará un momento en el que su cuerpo le pasará factura y…

    Colapse.



    Y ¡puum! Se escuchó como de repente un cuerpo cayó al suelo sorprendiendo de sobremanera a ambas personas presentes. Inmediatamente Freddy se giró así como Birian. Solo para conseguir que Derint estaba inconsciente sobre el frío suelo de mármol.


    —Freddy: ¡Oh, Lo que me faltaba!


    ¿Ahora qué se supone debía hacer?


    —Freddy: ¿Birian…?

    —Birian: Llevemos lo al sofá.

    —Freddy: Eh, si.



    _Cambio_



    —Leintni: ¡Gracias! ¡Qué tenga un buen día..! Bueno tarde…¡adiós!—dejando un paquete en casa de la familia “peculiar", los Han's, se despidió de ellos y como era la última entrega venía más tranquila caminando por las ceras de Forever mientras oía música en su MP3—Hum, Mmm…¡Fue un grandioso día a pesar de todo! La gente está muy animada el día de hoy a causa del festival de ésta noche… vaya, como pude olvidar que hoy es la noche de las luces de fuego… me hubiese gustado en serio poder pasarla con mi familia…después de todo es tradición que la familia, amistades y parejas pasen este día juntos para así…fortalecer lazos—caminando tranquilamente miraba al frente, las ceras estaban solitarias y solo carros pasaban en ese momento—pero no tengo a nadie con quién pasarla…


    Mientras caminaba la niña era observada por alguien entre los árboles y arbustos, sin ella saber quién era.


    .-


    Johan en la tienda estaba ahora en la entrada, algo distraído mirando a las afuera y como en el cielo se veían algunos globos dorados y rojos.


    —Johan:—su mirada se suavizó—Hum, olvide que es hoy…




    _Cambio_



    Por otra parte el caminar tanto llevó a Leintni hasta un punto de un lugar que desconocía, sus ojos giraron a ver el enorme portón frente a ella, encontrándose con el frente de una enorme residencia.

    A la simple vista parecía más bien la entrada de un palacio. Casa de Reyes.


    —Leintni: ¿Es aquí?—suspiró luego de tomar el pequeño paquete de la bicicleta y empujarlo en su pecho—¿Cómo pude no ver este último paquete?, bueno, ahora sí es el último.


    Se quedó observando el portón, lo sólido que se veía y lo enorme que era, sin mencionar que estaba cerrado.


    —Leintni: Hummm—pensativa revisó su cuaderno donde anotaba las direcciones—esta dirección…estoy segura que no me equivoqué, ¡Es aquí! Pero las puertas están cerradas. Y no tengo registrado a quien le pertenece esta residencia—como toda niña sin pensar bien las cosas paró a un lado la bici y comenzó a llamar a gran voz a través del portón—¡Hola! ¡Hola, buenas tardes! Por favor ¿Hay alguien que pueda recibir el paquete? ¡Alguien pidió hace media hora un producto de la tienda Wings y…eh, ¡Bueno vine a traerlo! ¿Hay alguien?


    Pero nada pasó.


    —Leintni: Raro, demasiado raro…¿Eh?—vio como los portones se abrieron de repente de par en par frente a sus ojos— Etto…Eso…eso sí es raro.

    Ver dos enormes portones abrirse sólos, eso si era raro. La niña acudió a abrazarse al paquete con un ligero miedo, observó atrás y su alrededor y a nadie encontró. Tragó fuerte. No había necesidad de sentir miedo ¿No?


    “No hay nadie”



    La brisa que apareció, ese viento que sopló de repente corriendo bajo sus pies y piernas y alzándose un poco con gran fervor para mover un poco su ropa de plomera y luego cómo toque final aquellos mechones en su frente…

    Fue escalofrío lo que sintió después.


    Ven, entra, solo entra


    Su expresión cambió a uno sorprendido al oír tal susurro en el viento, como si alguien le hubiese susurrado al oído tales palabras…

    Leintni no supo realmente qué hacer pero acabó por entrar al lugar a pesar de que tenía un poco de miedo, la curiosidad fue más grande en realidad.

    ¿Cómo rechazar la oportunidad de explorar un lugar tan bonito y misterioso?

    Sus pasos acabaron por llevarla al lugar más interno y espeso de tal residencia, caminaba por la entrada cuya era un espacio largo y ancho con un césped muy bien podado, de colores verdes tan vivos y brillantes; las flores en abundancia era otro adorno natural de la larga entrada y poco a poco iban enamorando más y más a la pequeña azabache.

    De repente a sus costados vio aparecer mariposas de un color peculiar en azul, éstas estaban sobre la maleza bien cortada, sobrevolando como bonitas luces y se movieron de allí para revolotear a su alrededor como si entendieran que su naturaleza era darle ambiente a aquel lugar.

    Entonces fue que una de entre tantas mariposas se acercó a Leint maravillandola mucho más de lo que estaba, sorprendiendola al posarse en la punta de su nariz.


    —Leintni: ¿Eh?—a causa de ello tuvo que parar sus pasos irremediablemente—¿De dónde salieron tantas mariposas? Vaya…tienen un color tan hermoso, brillan…jajaja, qué lindas son.—sonriente volvió a distraerse esta vez con esas mariposas tan magistrales—casi parecen mágicas.



    Pero lo que no notó al momento es que ya no era una sola mariposa la que se le acercaba sino muchas. Éstas mariposas comenzaron a posarse en diferentes partes de su cuerpo, desde piernas, rodillas, muslos, brazos, hombros, cuello, cabeza, mejillas y…una peculiar, un poco más grande a las otras se posó justo donde se encontraba el lado de su corazón, una posición muy casual en realidad.

    La niña estaba muy distraída como para notarlo pero en un momento cuando sintió un leve piquete chocar en su pecho su reacción fue arrugar un tanto su gesto y llevar su mano a la altura de su pecho, sin embargo se extrañó al momento porqué, al ver hacía su pecho inmediatamente se distrajo al encontrar un montón de mariposa pegadas a ella desde sus pies hasta su cintura y subiendo a gran velocidad por todo su cuerpo.


    —Leintni: ¿Ehh? ¿Qué es esto? ¿De dónde salieron? Son demasiadas…eh, vamos, váyanse…—puso cara de puchero disimulando su inicial nerviosismo—si no me apresuro me van a regañar y otra vez me distraje, debo darme prisa…¡Chu, Chu! Vamos amiguitas lo siento pero no tengo suficiente tiempo, debo irme, ¡Adiós!

    Se movió para apartarlas y luego se hecho a correr para ir más adentro del lugar, desaciendose e ignorando por completo la tormenta de mariposas.

    Sin darse de cuenta de aquella mariposa en particular que aún permaneció pegada a su pecho.


    .


    Después de correr un poco…


    —Leintni—frente a una enorme estructura verde la chica se quedó tiesa al no entender nada de lo que veían sus ojos, más bien le aterrorizaba.—¿Qué se supone es esto? Es enorme—trago fuerte—Ahh, ya esto me esta asustando, no aparece nadie y mientras más me interno al lugar para buscar a alguien siento que me estoy perdiendo o algo así…brr~ ¿Sera que me voy o continúo? Pero ¿Y si no hay nadie aquí y solo estoy perdiendo el tiempo? Nooo, pero alguien pidió el paquete y pagó por ello, ¡Debo cumplir con mi trabajo tal como debe ser! ¡Si!

    Cómo repartidora se apegaba a esa regla.


    ¿Eh?

    La brisa sopló otra vez pero esta vez fue más exacto, la golpeó de repente y le hizo cubrirse por reflejo. Cerró sus ojos cuando de golpe miles de hojas la golpearon rodeándola y…de un momento a otro fue arrastrada por una ráfaga poderosa que incluso le robó el aliento.


    —Leintni: ¡Ahhhh! ¡¿Qué está pasando!?



    _Cambio_



    Las orillas de los puentes y los ríos que conectaban con el río del dragón eran adornados por las preparaciones de luces y fuegos artificiales para aquella noche especial. Se podía ver cómo personas ayudaban con algunos globos gindados en los postes cercanos y por otra parte estaban las personas que harían sus ventas para esa noche.

    Todo se veía bien, daba la impresión que esa noche sería perfecta.

    Muchas personas esperaban con ancias que la hora llegara, de celebrar la importancia del Festival de las luces de fuego.

    A todo esto, por otra parte, había una chica en la orilla del extenso puente quien tenía una flor de color azul en la mano cuya la dejó caer brevemente para que de esa manera el agua se la llevara en su corriente suave.

    La chica de cabellos oscuros y mirada de igual manera parecía mirar el exterior con un sentimiento opacado. Deseoso de algo que solo ella entendería…

    Se trataba de Yuri.



    —Yuri: Así como esa flor que ha sido arrastrada por las corrientes del río así mismo será nuestro momento al soltar la lámpara de luz cuya simbolzará nuestro lazo y unión por siempre. No pienso rendirme contigo mi Rouss. Nunca lo haré—entonces luego, sonrió fascinada mirando la foto del chico por quien estaba obsesionada cuya tenía como fondo de pantalla en su móvil, era una que le tomó desapercibido en clases, se veía vestido formal e irremediablemente atractivo con ese aire de desinterés con el que estaba cargando siempre —Vas a ser mío. Hum, solo espero que el conejito ese haga lo que se le dijo, sino quiere que mi cariñito se entere de su secretico, jijiji. Es tan perfecto…



    _Cambio_



    Leintni fue abriendo sus ojos poco a poco después de aquella loca sacudida. ¿Dónde estaba? Quería preguntar. Porque tal parece que literalmente perdió la consciencia por 10 segundos.

    ¿O quizá fueron 30?

    Sus ojos se mostraron algo sorprendidos, estaba en el suelo justo ahora ya qué tal parece se cayó en el proceso.


    —Leintni: ¿Dónde estoy ahora..?—con sus manos se soportó para levantarse poco a poco, estaba poniéndose de pie cuando sus ojos dieron con una figura alta a metros de ella. Al parecer no estaba sola—¿eh?


    Esta persona era una persona alta y delgada, parada a espalda a ella, vestía en oscuro, sus cabellos eran oscuros también… Estaba parado mirando un árbol de cerezo que tenía justo en frente de él, un árbol muy peculiar que allí en Foreingtown no crecían usualmente o al menos no en esa zona.


    "No recuerdo que los cerezos puedan crecer en Forever…"
    su pueblito era muy cálido para eso.



    La niña no salía de si, al menos no del todo y cada vez más iban creandoses pequeñas lagunas en su cabeza.

    Algo estaba comenzando a molestar en su cabeza y el pecho, pero sobre todo en su pecho.

    Observaba con un interés el cabello y la imagen de la persona agena.


    Lindo



    Fue lo que pensó al divisar mejor el cabello del chico y su color.



    “¿Quién es?”





    <<Por alguna razón yo…yo no>>




    —No puedo entrar a tu mente—se escuchó un susurro lento y suave cuyo la niña escuchó, pero no captó bien—a pesar de todo el intento que haga, realmente no puedo hacerlo. No puedo ver más de ti…


    La niña permaneció en silencio abrazandose ahora a aquel paquete que traía consigo, siendo ignorante de su estado algo sucio por la caida y aquella mariposa que seguía pegada en su pecho.


    —¿Eres la niña de la tienda Wings, no? La qué hace trabajos a domicilios por su propia cuenta—se medio giró mirando de reojos a la niña sin mostrar mucho su rostro y solo dejar a la vista esa mirada suya—hum, ya veo, es bueno confirmarlo. Tus ojos…—sus labios dibujaron una bonita sonrisa —Tienes unos ojos muy…peculiares. ¿Puedo verlos más de cerca?

    —Leintni: ¿Ah? ¿Disculpe?

    —Oh, lo siento, otra vez fui impulsivo con mis atrevimientos—tomó su tiempo en lo que volvió a mirar el árbol de cerezo frente a él.



    <<Un árbol que siempre a trascendido en la familia, ¿No es así…padre?>>




    Los pensamientos del chico lo llevaron a lo más profundo de su ser y a pensar en su propio origen.

    El árbol de hojas rosas tenía su tiempo y por nada él estaba allí visitando lo que en unas décadas en el futuro solo sería una leyenda.

    Leintni observaba muy metida en sí la imagen que tenía aquel chico joven a quien no le calculaba más de 18 años. Su manera de vertir tan formal y a la vez tan casual, a sus ojos parecía estar viendo a un príncipe de cuento de adas. Por un momento ella pensó que se trataba de una persona de dinero, quizá el hijo del dueño de aquella gran Residencia ¿No?

    Tendría mucho sentido.

    Sus ojitos subieron de apoco desde sus pies, piernas, en donde admiró el detalle bonito que el chico tenía en su pantalón blanco a las orillas de éste, para así ir subiendo poco a poco hasta observarlo por completo. En medio de su observación pensó que había visto antes a ese chico…se le parecía conocido.

    Pero antes de si quiera decirlo en voz alta ya su mirada se había topado con el rostro del chico, quien se había dado la vuelta hacia ella.

    Entonces fue que Leint se encontró con esos ojos.


    "Son…"




    —Soy…bueno, no se si sea bueno darte mi nombre pero al menos déjame darte mi apellido. Soy Lee, Lee White, y estaba esperándote, pequeña Rouss. —y su sonrisa. Vaya que Leint aceptó que esa sonrisa amable era la más hermosa que jamás había visto—

    Realmente, entre todas las cosas, ella amaba las sonrisas.

    La brisa sopló removiendo los cabellos de Leint quien no escuchó de lo que dijo el chico, porque solo le interesaba observarlo desinteresadamente.


    “Este muchacho no sé quién es, pero creo haberlo visto antes, no en un sueño , no en alguna visión, ¿O si? Aunque se parece también a…¡Ah, si! ¡El chico del callejón! ¿El que me ayudó y se fue de la nada! ¡Claro, ya lo recuerdo! ¿Como olvidar esos zapatos? Je, debo agradecerle por todo”



    Internamente estaba feliz. Ese chico le llegó a salvar de esos tipos en el callejón.



    —¿Hum? Pasa algo?

    —Leintni: Oiga, disculpe, pero usted es el chico que me ayudo en el callejón, ¿no? Cuando un grupo de personas malas me perseguían…alguien apareció y de no ser por él no sé que hubiese ocurrido…¿Era usted?



    Él no dijo nada, aparte que parecía verla con unos ojos brillantes con un interés oculto.


    —Leintni...—saboreo el nombre en sus labios. La niña no se esperaba que el chico pronunciara tan de repente su nombre completo—eres aún una pequeña flor que aún no ha florecido, te falta mucho aún y a pesar de eso, con todo y lo que te falta descubrir, aún así…puedes verme—se inclinó poco a poco hasta quedar de cunclillas para observarla de esa altura—me hace feliz saberlo.

    —Leintni: ¿eh? ¿Cómo que verlo? ¿Usted está bien, señor..?

    —Mejor que nunca, ahora que estás aquí. ¿Podrías acercarte un poco más, por favor? Tranquila, no te haré daño, te responderé a tu pregunta.


    Su mano con guantes la levantó un poco y la extendió a la niña pidiéndole que se acercara. Cosa que la niña la sorprendió pero, como era Leint era algo lenta para pensar en una posible mentira del desconocido. Era muy ingenua. Con sus alertas activas, sí pero a veces muy ingenua.

    Ella caminó y acabo a medio metro del chico. Él asintió.


    —Acércate un poco más—la niña lo hizo, dio unos pasos más y paró cuando el chico puso unos dedos tan repentinos en su frente que la desconcertaron. Ella abrió sus ojos sorprendida —Aquí…en donde mis dedos tocan, es donde la marca que muestra el poder del dominio en los 4 vientos se encuentra palpable, pero sin embargo, parece que aún no la tienes.

    —Leintni: Disculpe pero, no entiendo nada de lo que me está hablando.

    —Lo sé, solo eres una niña, aún…

    —Leintni: Bueno, siempre lo he sido y no creo que lo vaya a cambiar, señor.

    —¿Eh? No me refería-

    —Leintni—sorpresivamente dio un brinquito, lo sorprendió al hacer como si nada, alejándose de su toque y sacando a la luz aquel paquete de entre su gran bolsillo de overol—Aquí tiene, el paquete que pidió, disculpe las demoras pero me confundí de dirección y, sinceramente me distraje un poco, je, si está disgustado por el retraso puede decirlo y me encargaré personalmente de recompensarlo, la tienda tomara toda la responsabilidad—terminó con una bonita sonrisa cálida de una niña inocente. Acción que hizo que el chico la detallara más—

    —Ya veo. La verdad es que… no me importa el paquete, fue solo una escusa apropiada con tal de hacerte venir a mi presencia. —disimuló una sonrisa desviando su mirada—suena mal pero, era necesario.


    “Necesario…¿Para qué?”
    ella se inquietó desconfiando del chico. Retrocedió un paso.


    Ahora sí se puso alerta.



    —Leintni: Bueno ya cumplí con mi trabajo, debo irme, adiós señor—se giró para irse pero una mano la detuvo— ¿Hum?


    De repente la mano de la persona fue hasta su pecho donde vio sus dedos tomar algo entre ellos. Leintni se sorprendió pero no hizo nada, en cambio vio curiosa lo que el chico tomó, era una…¿Mariposa? ¡Era como de las que la rodearon hace momento! Pero está era más grande.


    “No se que ocurrió pero, sentí…como si algo saliera de mi pecho, cuando vi a esa persona alejarse con la mariposa en manos, quizá sea mi imaginación pero la mariposa brillaba en azul y por un momento ese azul me hizo recordar al cielo porque el cielo es intenso y ese azul que vi lo era…tal como los ojos del chico amable. Aunque aseguro que por un momento creí ver que su ojo derecho era de otro color diferente al azul…así como…celeste o ¿Verde?…yo sentí frío, mucho frío, y una brisa soplar a mi alrededor después de que esa persona se alejara y me dio mucho miedo lo que sentí, quise abrazarme pero mis piernas me fallaron y la vista se me nubló…esa mariposa… y esa luz desprender de mi…”



    —Eres aún tan frágil, y solo fue un poco que se tomó de tu vida…aún así ¿Puedes verme? Dime pequeña, ¿aún me vez?


    Su voz era tan…calmante.


    —Leintni: S-Si señor, claro pero…me siento cansada...¿E-Es un problema que le vea?


    La mariposa en las manos del joven azabache echó vuelo de repente, movía sus alas como algo sublime, soltando aquella luz azulada en su trayectoria…

    Se alejó, la mariposa se alejó.



    —No para mí, pero si para ti. Supongo ya es momento de abrir tus ojos, Leintni Kohara Rouss White…



    Pero la niña antes de que el terminara bien sus palabras acabó cayendo al suelo o casi lo hizo, porque el chico se apresuró en tomarla en brazos. Apegó a su cuerpo el más pequeño. La observó, la detallo con cariño y dudó… tuvo dudas sobre la niña.

    Por primera vez, después de tantas décadas, volvió a llenarse de un sentimiento ambiguo. Al menos para él.


    Una de sus manos se alzó hasta el rostro de la pequeña y con delicadeza pasó sus dedos sobre su frente y sus ojos, cuando de repente sus dedos mostraron un azul brillante de su propio poder al simple toque de estos con la piel de Leintni. Su poder reaccionó a el contacto con la niña.

    Justo ahora él le estaba otorgando un regalo a la niña, cuyo más adelante, daría el inicio de muchas cosas.


    [Fin de la V Parte]


    ¡Y Bien, actualización al fin! Aunque en realidad no pensaba actualizar hasta terminar un dibujo que hice en el que trato de recrear una pequeña escena aquí en esta parte V del Capítulo 10. La idea era publicar todo al mismo tiempo PERO aún tengo detalles que terminar en los dibujos así que decidí que solo compartiría por ahora el boceto de los dibujos para ver qué les parece y así se hagan una idea de este intercambio entre estos dos personajes uwu (Leintni & Suhail)

    LEintni.png

    Suhail Lee.png

    Y bueno, eso es todo por ahora :) Bye bye
     
    Última edición: 23 Abril 2023
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    KAMERIA

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    Tales of the Last White Rouss-[Saga #0]
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    Capítulo 10_ " Amigo"

    Tales of The Last White Rouss

    Saga N° 0 : Hijos del Futuro



    [VI Parte/Último]


    .

    .

    .



    El tiempo estaba pasando muy rápido y a todo esto, la hora de la feria se aproximaba cada vez más.

    Ya los arreglos estaban listos para cuando el momento de empezar llegara.



    Las cosas con Derint, gracias a Dios, se arregló con éxito pero, aun no estaba del de todo bien. Derint estaba sufriendo los efectos secundarios del exceso del consumo de pastillas y ahora le dolía la cabeza y sufría de mareos. Ya hace poco le dio un mareo tan fuerte que el chico no aguantó las arcadas y acabó disparado hacia el baño en donde botó todo lo que horas atrás se devoró.

    Birian tuvo que ir por unas mantas y tuallitas para limpiar tanto el mueble como el camino porque, realmente fue un desastre.

    Luego de eso Derint no quiso reconocer que él tenía toda la culpa de lo que estaba sintiendo. Se negaba a admitir que estuvo actuando fuera de sí por horas. Freddy estaba preocupado pero también molesto con él por su actitud y le exigió que descansara pero…Derint insistía en decir que estaba bien.

    Justo ahora, Freddy mantenía una de sus discusiones con el azabache gruñón.



    —Freddy: Derint, por favor, por última vez…¿Sólo unas cuantas para dormir, dices? Derint, casi te drogas con esto, literalmente hiciste locuras solo por adrenalina, sin saber qué mas hubiese pasado si Birian no te hubiese detenido al momento. ¿Tienes alguna idea de lo que hubiese pasado si en vez de aquí hubieses presentado ese ataque en tu casa o en alguna posada de esas que pensabas pagar? ¿O si en vez de hoy hubieses presentado esos efectos el día de tu exámen? ¿Te haces a una idea, amigo?


    —Derint: Ya, maldición, cierra la boca y deja de regañarme, no soy un crío.—fastidiado tomó el reloj aún lado de la mesa de aquel mueble donde yacía sentado desde que despertó. Aún lado de él estaba aquel pañito mojado que había usado el Friki para bajarle la supuesta "fiebre" que presentó durante su inconsciencia— "Idiota "



    —Freddy: Soy mayor que tu y aún te falta para ser mayor de edad-



    Y de golpe Derint se levantó aún bajo el efecto de las pastillas, sin importarle su estado se le fue ensima.



    —Derint: Tu no tienes ni idea por lo que estoy pasando, no tienes ni la edad ni el derecho de decirme naaa, maldito traidor. Eres una rata—le señaló, en el proceso cayendo sentado de regreso al sofa por causa de la debilidad que sentía—


    —Freddy: Realmente estás mal amigo, ya hasta has dicho una mala palabra. Claro que tengo el derecho de decirte tus cosas primero porque soy tu amigo y como tal me preocupas tu, ¿Entiendes? ¡Tu! Y que se te meta en la cabeza. Segundo soy tu capitán y si te llega a pasar algo o te desestabilizas antes del partido literalmente nos vas a arruinar la temporada Rouss. Y no puedo permitirlo. El equipo completo cuenta conmigo, ellos cuentan contigo. Llevamos más de dos meses preparándonos para esto y lo que más deseo es que todo nuestro equipo vea la victoria al final del partido, nuestra victoria y lo haremos juntos. Yo lo que creo es que necesitas descansar por ahora.


    —Derint: Si…. Descansar en paz, algún día lo haré, no fastidies—estaba acostado boca abajo ahora, aún pasando el efecto del mareo, por ello tenía sus ojos semi abiertos—


    El Jameson suspiró



    —Freddy: Hablaba de la rutina. Deberías tomarte un brake, ya mañana continuarás con el exámen.


    —Derint: T-Tengo que pasar, yo…debo lograr acceder a …la universidad para poder ser…un militar. Pienso ser un escudo de mi hogar.


    Freddy odiaba oírle decir que ese era su sueño. El chico se inclinó para quedar de cunclillas frente a el azabache.



    “Si fuera por mí haria lo que fuera con tal de evitarlo, quisiera que cambiarás de parecer, amigo ”




    —Freddy: Oye compañero—con vocecita pequeña y tranquila, como si tuviera cuidado de cómo le hablaría a el azabache, le habló bajito moviendo lo un poco y recibiendo un “hum” de respuesta—Creo saber lo que necesitas para levantar un poco esos ánimos y así distraer un poco tu mente. ¿Te interesa? —Derint solo abrió un ojo mirando le sin interés. Freddy sonrió más alegre y, lanzó la propuesta—¿Qué tal una cita?



    Mala formulación de palabras, quizá. Para Derint ésto sonó horrible, a pesar de que seguía bajo el efecto de las pastillas distinguió muy bien que algo andaba mal.

    No se sabe que pasó a continuación con exactitud pero, sólo se supo que Freddy muy tranquilo estaba esperando una respuesta con su sonrisa de siempre cuando de repente una mano tomó algo que encontro tirado por allí y…¡pum!


    Golpeó al chico con eso hasta dejarlo inconsciente.


    Y si sangró o no el daño ya estaba hecho.


    Derint fue el causante, parecia un maniático sosteniendo algo con fuerza y mirando con ojos brillantes al rubio extendido en el suelo.



    —Derint: Al fin, finalmente se calló. Jajajaja, hablabas demasiado.


    —Birian: ¡Joven Fred! O Santo cielos ¿¡Pero que pasó aquí!? ¡¡!Amo Freddy!!!



    Sin duda el pobre chófer estaba de los nervios. Apenas había salidos unos minutos por unas cosas y al volver se encontraba con esto.



    "¡Y eso que le advertí!"
    Pensó el pobre chófer.




    Aunque todo fue un mal entendido, primero que nada Derint estaba súper sensible que por cualquier cosa reaccionaba, no estaba bien. Segundo Freddy no se explicó bien, o bueno, ¿Conque tiempo?


    Su amigo era un monstruo.


    Birian terminó ayudando a su amo a recostarse en el mueble mientras Derint se había ido a hechar un baño, a según fue lo que dijo.

    Fuese lo que fuese Birian atendía a su amo quien luego de minutos largos despertó con jaqueca. Una horrible jaqueca.


    Éste se llevó una mano a su frente, despertando lo primero que vio fue como su chófer preparaba un baso y una pastilla.



    —Birian: Con suerte el golpe no fue tan fuerte, de ser peor lo hubiera matado. Debería tener más cuidado con qué clase de persona se relaciona, amo Freddy.


    —Freddy: Llevo conociendo a Rouss por más de 4 años, sabes cómo es. Además de haber ocurrido algo más hubiese sido tu culpa Birian.


    —Birian: ¿Mía?—se acerco extendiendole la pastilla y el agua—¿Por qué dice eso, joven?


    —Freddy: Porque fuiste tú quien le propuso matarme en vez de a los patos, me diste como una opción alternativa, me vendiste Birian y no pienso perdonarte por ello—sonando exageradamente serío como un niño molesto tomó en un arrebato la pastilla y el agua, pero por dentro se reía, mirando de reojo al chófer, pobre hombre estaba pálido—


    —Birian: Joven Fred…



    Sería bueno hacerle una buena broma a Birian.


    Lo que no se esperaban era que Derint ya cambiado, con el cabellos húmedo y una toalla en los hombros, con cara sería de brazos cruzados los miraba desde la entrada de la sala.


    Escuchando todo.



    —Derint: Pero vender a las personas se te da muy bien Jameson, que lo hagan contigo no debería ser diferente. Pruebas un poco de la misma medicina—con mirarle supo que el chico casi se ahogo en el proceso cuando tomaba las pastilla—


    Entre tocidas el chico se calmó y se levantó mirando a Derint allí parado tan inmune como siempre.



    —Derint: Como no se muere ahogado…



    Murmulló.



    —Freddy: Derint, ¿Sigues molesto?


    —Derint: ¿Por qué debería estar lo? ¿Por la metida de pata tuya o la humillación? Para nada, estoy excelente.


    —Freddy: ¿Humillacion..? No te entiendo.


    —Derint: Fíjate que hasta me dio ganas de ir a la tienda por unas cosas y, ve lo que te compré para el cabello—sacando de una bolsita un frasco la lanzó al chico quien lo atrapó—


    Freddy observó curioso el item.


    —Freddy: ¿Shampoo? Eh, gracias pero “ si le pasa algo, ¡él no suele obsequiar cosas! ¡Oh! ¡Esperen! Tal vez es que no olvidó la fecha”—sonri9 ante creer en tal posibilidad—Ya veo, supongo que…me gusta, gracias. ¿Estás mejor ahora, no? Te vez mucho mejor, si pudiste salir a la ciudad entonces estás bien, aparte me compraste un detalle que por cierto tiene una fragancia muy…


    —Derint: ¿De chica? Oh lo siento pero eran los únicos que habían.


    —Freddy: Eh, iba a decir particularmente dulce pero… bueno, si estás mejor…¿¡ Significa que si podemos salir hoy entonces!?



    Fue allí que Derint botó la perola.



    —Derint: ¿¡Acaso estás loco!? ¿¡Por qué crees que estás cómo estás, sopenco!? Oye, si lo hubiera deseado el golpe hubiese sido peor. Tú tienes la culpa de siempre arruinar todo.


    —Freddy: ¿Yo? Pero ¿Por qué? Solo te propuse salir-


    —Derint: ¿¡Una cita!? ¿¡Una maldita cita!? Dígame anciano, ¿El Friki es un rarito? —miró entonces con mirada de asco al rubio— ¿Cómo jamás lo noté?


    Ahí Freddy sintió su cuerpo calentar de golpe.


    —Freddy: ¿Qué quieres decir con rarito, Rouss?—ahora si sonó serio—



    El chofer solo se dio por salir de allí e ignorarlos llevandose el baso sin agua y las pastillas. Total ese era un problema que no le incumbía.




    —Derint: ¡Te estoy hablando anciano!


    —Freddy: Espera un segundo…Derint, tú crees que yo…pensaste que yo te pedí fue tener una cita pero específicamente como una...¿Eh?—no supo si fue por los nervios o por lo penoso pero le dio por echarse a reír después de que su cerebro procesó todo y descubrió que quería decir su amigo. Tanto fue así que incluso tuvo que tomarse del estómago por el dolor que sufrió—¡Jajajajaja! ay, ay mis costillas...¿En serio malinterpretaste las cosas y creíste que yo…?- ¡Ay, por Dios! ¿¡Pero estás demente o qué!? ¡Por supuesto que no idiota! ¡Sí te pedí una cita pero no para una salida entre ambos sino una salida formal con una chica! ¿Entiendes? Una chi-ca. ¡Y no, no tengo esos gustos! Que horror…


    Respiraba ahora agitado, sus mejillas se habían coloreado por agitarse tanto. Derint lo veía desconcertado, sintiendose más molesto que antes y no sabía él porque.


    O quizá sí. Odiaba que le gritaran.



    —Freddy: Me ofendes amigo, tus insinuaciones me avergüenzan, son humillantes. Graciosas pero humillantes.


    —Derint: Ya, no te hagas la víctima aquí y menos el payaso, explícate. Aunque haya sido un mal entendido no cambia el hecho de que siga molesto, imbécil.—se movió—¿Qué quieres decir con salir entonces?


    —Freddy: Pues, salir, salir, Salir hombre, ya sabes, el término de “salir” como un joven normal.


    —Derint: Insinúas ahora que no lo soy—frunció el ceño—


    —Freddy: Ya, ya en serio, no digas nada que pueda iniciar una discusión entre nosotros, no otra del montón—tendió a suspirar cansado y se sentó de regreso a el mueble. Pero parecía preocupado, pensativo…miraba el teléfono que ahora sacaba de su bolsillo revisando el mensaje que la chica le mandó—Hoy es un día especial y por lo mínimo quisiera tenerte como antes, mi mejor amigo—miro a Derint quien le miraba serio a esas alturas— De aseguro no te gustará para nada lo que vas a escuchar pero…Yuri me emboscó hace unas horas atrás cuando venía de regreso a casa, no la vi venir. Me pidió que te dijera esto. Ya ella lo sabe, sobre la mentira que montaron tu hermana y tú el día de ayer, dice que no soportaría perderte y que aun si fuera verdad tu compromiso con alguien ella lo evitaría…no sé cómo averiguó que en realidad Sarah y tu son hermanos pero es muy obvio. Ambos apenas y se ven y Yuri es tu mayor acosadora. ¿Entiendes mi punto?


    —Derint: Ve al grano Friki. Ya deja de darle vuelta.



    Fue que Freddy miró directo a los ojos del chico y soltó…



    —Freddy: Quiere tener una cita contigo sí o sí esta noche, justo cuando comience el Festival de las luces de fuego.


    —Derint: No habrá ninguna cita, y menos con ese monstruo. Tengo mejores cosas que hacer.


    Se giró y pensaba irse cuando Freddy rápidamente se levantó y lo detuvo.



    —Freddy: ¡Derint espera..! ¿Por qué no accedés por esta vez..!? —Derint movió con búsquedad su brazo para que le soltara—tiene una buena idea y sino funciona te aseguro que no la verás jamás, te lo aseguro.


    —Derint: ¿Desde cuándo estas de su lado, desgracia?


    —Freddy: No estoy de su lado, y no me insultes. Sólo escúchame, ella me propuso esto. Se que sonará raro pero ella me pidió que te convenciera como fuera en salir con ella, yo obvio me negué, te conozco lo suficiente para saber que tipo de agua eres, amargado. Pero ella me dio está opción. Tu accedes a salir ésta noche con ella, como si nada hubiese pasado, tratarán en lo posible de mantener una conversación decente, deben de hacerlo hasta la media noche y si nada pasa pues…ella se irá para siempre y dejará de molestarte .



    El silencio fue lo más notorio al momento.



    —Freddy: ¿Tienes una mejor opción para quitarte la de encima? Creo que no. Entonces, ¿Te parece?


    —Derint: ¿Por qué me vería yo en la necesidad de hacer ésta tontería…sino me importa—su voz sonó más calmada pero molesta. Miró el piso—Esto es sólo una niñería de una chica malcriada que de aseguro siempre a recibido lo que quiere por sus padres al sólo poner ojitos. Yo solo soy un capricho de ella.


    —Freddy: Bueno amigo mío, quizá tengas razón, pero al menos puedes acabar con esto de una vez…te aseguro que te apoyaré en todo.


    Derint le miró sin creerle nada.


    —Derint: Tu no deberías hablar, aun hay una conversación pendiente.


    —Freddy: Y nunca se da esa bendita-



    Acalló cuando Derint le señaló poniendo su dedo en medio de sus ojos.



    —Derint: Con una condición accederé pero deberás hacer lo que te diga, Friki.


    —Freddy: ¿Podría negarme?


    —Derint: Inténtalo y veras.



    _Cambio _



    Ya se acercaba la hora del Festival y más de uno se arreglaba para el ocaso.


    Erhan era uno de ellos que se veía al espejo todo emocionado por la salida que tendría esa noche junto a sus amigos.



    —Erhan: Listo, ¡Hora de ir al Festival! ¡Yupi!



    Escuchó entonces que tocaron fuerte mente a su puerta. Supo de inmediato de quien se trataba.



    —¡Ey White! ¡Baja que hay que ir a la Convención ahora! ¡Recuerda que los principales pidieron puntualidad! Y tu eres el del micrófono.



    —Erhan: ¿Qué acaba de decir el nerd? ¿Convención...? ¡Oh, Oh demonios! ¡Lo olvidé por completo! ¡Hoy es esa convención! —pero en sus planes no estaba el cancelar la salida con sus amigos— ¡Mejor adelántense! ¡Luego los alcanzó!


    —¡Ni hablar! ¡La última vez dijiste lo mismo y te escapaste! No debes causarle problemas a los de la mesa, tonto, recuerda la influencia que tiene tu padre. ¿Qué pensarían los de la mesa?




    Erhan hizo un pequeño puchero mirando ahora su reflejo en el espejo en lo que terminaba de acomodarse un par de mechones azabaches.



    —Erhan: Pues sáquenme de la mesa pues…


    —¡Oí eso!




    Cuándo en eso sonó su teléfono. Lo tomó y contestó.




    —Erhan: ¿Si?


    —Jackson: ¡Bro!


    —Erhan: ¡Jackson! ¡Negro Nazi! ¡Qué más hermano!


    —Jackson: ¿Estas listo?



    —Erhan: Pues…



    Un tercero entró a la conversación. Era Erick.



    —Erick: No me digas que tienes cosas que hacer Erhan. ¿Estás evitando alguna de tus responsabilidades?



    —Erhan: ¡Erick!. ¡Oh nada, nada, nada que no se pueda posponer, amigo mío! Jejeje. ¿Están listo?


    —Jackson:¡Siii!


    —Erick: White, ¿Seguro que no estás mint..?-





    ¡Erhan! ¡La convención!




    Obviamente sus amigos oyeron eso.



    —Jackson/Erick: ¿Convención?



    —Erhan: Eh no es nada hermanos, ya lo arreglo. Es el baboso del nerd siento molesto como siempre, pero ya lo arreglo no se preocupen.—apartó el teléfono ignorando las protestas de su amigo Erick por su actitud y gritó hacia el chico al otro lado de su puerta—¡Entiende que iré con mis amigos, nerd! ¡No iré a la convención así que… sayonaraaaa! Jajaja.


    Se atrevió a abrir la ventana y a dar un salto sin pensarlo hacia el jardín como si estuviera seguro que alguien lo atraparía abajo, en el proceso gritando ante la adrenalina del momento



    ¡Yujuuuuu!




    Klay quien andaba caminando por el rededor de los jardines tratando de memorizar bien la zona en donde a partir de ahora trabajaría, iba muy distraído paseandose por estos lares cuando de la nada escuchó aquel grito provenir desde el área de arriba. Entonces miró arriba y sólo vio con terror como aquel cuerpo le caería encima.


    Y ¡pum! Pobre chofer, acabo amortiguando la caída de su amo.



    Mientras que a las arriba Aarhon, el primo del desastroso de Erhan, había entrado a la habitación buscando a Erhan por todas partes pero no lo hayo, entonces fue que notó que la ventana estaba abierta de par en par. Corrió y se asomó entonces fue que lo vio.


    Erhan aun sobre el hombre miró hacia arriba apenas notando los ojos azules furiosos del pelo negro. Qué sin duda ahora tenía ganas de gritarle, como siempre hacía.


    —Erhan: Esta furioso…hace mucho que no me miraba así—en vez de preocuparse sonrió—Me gusta. ¡Hahahaha! ¡Lo siento nerd! ¡Pero tendrás que disculparme con el tío Aren! Yo me voy al Festival. —se levantó y miró al chofer aún en el suelo—¡Ya vamosno de aquí, Klay! ¡Sácame de aquí de inmediato antes de que Aarhon me siga! Por algo te contraté ¿No?


    —Klay: Ahh—negó frustrado sacudiendo su traje—es tan caprichoso. Pero el pago es bueno. Hum, vámonos.



    Y así se fueron. Saliendo de la residencia Russell.


    Esto ocurría en la ciudad de Villa Neoma.



    Mientras que en el pueblo de Forever otros problemas se hacían palpables…


    Johan por otra parte ahora cerraba la tienda, cargado de un aire totalmente cansado pero no tanto físico sino mental. Era estrés. Ya había caído la tarde y la tienda cerraba por causa del Festival.


    Se giró cuando oyó la música de las comparsa que ahora pasaban , y vio como un gran número de personas y niños participaban en bailes y cantos.


    Era descomunal sin duda alguna.



    —Johan—ver esto le hizo latir un poco el corazón pero frunció el ceño llevando su mano a su pecho—Ya es tarde y Leint no regresa. ¿Donde estará? Le dije que no tardara tanto ¿Por qué siempre es un problema con esta niña? Santo cielos.




    _Cambio_




    Era momento de saber quién era el ganador de entre ambos.


    Ya la noche estaba cayendo como debía ser, aquel día se terminaba y mientras las personas se preparaban para el Festival ambos Fénix se encontraban aún recorriendo aquella zona del bosque.



    Lo único en verse bien eran las hojas de los arbustos moverse, las ramas de los árboles, parte del agua de los riachuelos moverse de repente, en un disturbio causado por cuerpos que de ellos sólo las sombras se observaban—apenas—, entre estos movimientos rápidos de aparición y desaparición más de una planta cayó al suelo y en la arena, piedras, tierra donde fuera que tocaran para teletrasportarse quedaba una marca.


    Esto se mantuvo por una hora más o menos en el que el chico era versátil y solo a segundos lograba esquivar los ataques del anciano.


    Sin embargo ya se estaba comenzando a cansar.



    “¡Tch! No mintió al decir que no lo subestimara, ¡El anciano es bueno! No me ha llegado a darme pero siento que en todas los intentos él ha estado jugando conmigo. Hum, aunque creo que también se debe a su nueva forma, es totalmente diferente ahora”
    pensó pero con un toque de calma y alivio algo que no le había pasado hacia mucho. Se notaba que estaba disfrutando ese entrenamiento junto a Timothy. Sonrió “Padre, si pudieras verme ahora ¿Estarías orgulloso de mí..?” sus pensamientos se vieron interrumpidos abruptamente ante el aparecimiento abrupto de Tim tras de él…


    Un movimiento totalmente fuera de la realidad.


    "¡No puede ser!"
    pensó él. "¿En qué momento él…?"



    Suspendido en pleno aire a 300 metros de tierra con vista de todo aquel bosque Antwan no contó conque el viejo Tim diera con él a esa altura. Cuando parecía mentira.


    “¿Cómo logró dar conmigo a esta altura…? ¡Maldición! Si me tiene pisando los talones “




    No se le puede engañar a una leyenda



    —Tim: Tanto vagar por el mundo ¿Y se te ocurrió visitar el cielo, muchacho? ¿En serio creías que no leería tus pasos a último momento?—el chico chasqueó la lengua mirándole de reojos al verse descubierto. Con sus cabellos volando entre la atmósfera y su ojos ya rojos por el cambio más intenso en sus llamas—Brillante, Si, es como un instinto natural que tenemos los Fénix de siempre elegir los cielos pero es un gran error que muchos no han aprendido a corregir. Somos fuego y necesitamos algo de tierra para realizar la traslación. Es cierto.


    Y en un parpadeo mientras aún estaban flotando en el cielo Antwan se echó para atrás desconcertado al ver al anciano frente a él….pero la imagen era distinta, la imagen que veía ahora era de alguien alto, irreconocible, sólo podía ver la sombra de su rostro a causa de la oscuridad que comenzaba a ganar…Y está personas tenía un largo cabello que ahora flotaba por los aires… y no era el mismo Tim de siempre,no del todo que digamos. Aparte de la figura del mayor lo que realmente desconcertaba al muchacho era un detalle…hizo la traslación en pleno aire.


    ¡En el aire!



    —Tim: Creo que éste es el final de la carrera niño, hum. Digámoslo en otras palabras más lindas para no romper tu espíritu. Querido nieto, el abuelo te acaba de vencer así que acarrea las consecuencias. Bye, bye…


    Todo fénix brinda lealtad a alguien durante su vida, sea desde pequeño, durante la adolescencia o cuando fuese adulto, todo fénix siempre le daba su lealtad a alguien y esto se debía a su gran llama en su interior que se volvían más fuertes cuando tenían a alguien por quien velar y a quien respetar. Fuese quien fuese, una amistad o un amor, la lealtad de un fénix era tabú y si por alguna razón esto se llegase a romper causaría heridas terribles al fénix. Por esa razón para los Fénix era tan difícil darles sus lealtad a alguien pero, más difícil era cuando se rompía.


    Y Antwan recordaba todo esto al recordar lo que una vez el anciano le dijo sobre eso, de deberle lealtad por ser iguales, sabía bien que el viejo bromeaba probocadolo y de esa manera quizá revelar a quién él le había brindado su lealtad, cosa que no funcionaría porque él…jamás se lo ha dado a nadie.


    De pequeño estuvo apunto de darcela a alguien especial para él, cercano y muy querida para él pero que al final terminó traicionando lo.


    Y allí es que iba su desestabilidad en abilidad. No había confianza y sin confianza él nunca avanzaría.


    ¡Debía confiar!


    ¡Su padre se lo dijo una vez!



    Tim notó la gran baja que tuvo el rubio a último momento y se inquietó por eso. Pero jamás se detuvo de cumplir su papel allí.




    “Quizá sino fuera porque aún estuviera anonadado quizá, solo quizá hubiera esquivado el ataque, y no hubiera dejado ponerme esa marca en la frente…pero mi mente aún no podía procesar la realidad y es que…no soy el único en hacerlo, usar la multi-traslación tal como por una ocasión vi a mi padre usarlo y el anciano obviamente debe saberlo. Pero todo de él es tan magistral…sin duda merece tener el título de leyenda…”




    Pero Antwan notó algo.



    “¿El siempre supo hacerlo? “




    .

    .

    .


    Y todo de repente se volvió oscuro para él. Pero ahora la pregunta de un millón…


    Si fue marcado con el sello de inmunidad perdiendo todas sus abilidades… ¿Entonces él iba a..?



    “¡Ahhh! Maldición! ¡Ese anciano…acaba de ganaaaar! ¡Se salió con la suyaaa! ¡Si caigo de estas alturas, voy a...!”


    .

    .

    .

    [Extra]

    En alguna parte de Foreigntown con la Vanguardia.



    Estaba preocupado, y no era de menos.


    Hace mucho que Suhail había dejado el fuerte y por lo tanto que no volviera después de la charla que él y Mikhail habían tenido era preocupante. Mikhail como líder analizaba la situación, la ausencia de su amigo hacia peso al grupo y aunque los demás no lo dijeran aún estaba esa mirada de Tsuhaya quien no disimulaba para nada la molestia que tenía.


    Comía de su fruta normalmente con su mirada en el fuego, pero a cada rato dirigía su mirada a el líder.


    Mikhail sabía que los demás no sabían sobre el juego en el tiempo que hizo Suhail ya que los demás fueron afectados en el proceso olvidando el primer encuentro. Cargando con este secreto Mikhail no era capaz de mirar al resto como solia hacerlo normalmente y menos estando allí sentado en un tronco al rededor de la fogata.


    Cómo si nada, comiendo de aquellas frutas que Diana y Samir había recolectado temprano.



    Nadie parecia pararle mucho a el estado serio del líder, o al menos fingían. Samir reía como siempre, con sus acostumbradas ideas ocurrentes, no paraba de contar una de sus raras historias al resto mientras era animado por la pequeña Anika—el único ser humano que los había aceptado a ellos en ese tiempo— sin cansancio alguno reía entre aquellas charlas, Diana y Ada eran las que

    preferían mantener el silencio mientras comían las frutas, en vez en cuando mirando de reojos hacia su líder sabiendo muy bien que algo le estaba preocupando.



    —Diana: Ada—habló bajito hacia su compañera, recibiendo como respuesta un "hum". Diana lo pensó un poco, mirando el fuego como consumía rápidamente los pedazos de madera— Parece que se nos está acortando los días. Algo tiene al líder distraído y no creo que sea simplemente preocupación por Suhail.


    —Ada: Es probable que…el líder Supremo le haya informado de algo de lo cual lo haya dejado pensativo, o se le sea difícil comunicarnoslo—sin muchas ganas observó cómo ahora Samir jugaba junto a la pequeña Anika mientras la niña trataba de ponerle un collar de flores—


    —Diana: Dudo que solo sea eso.



    Los susurros eran demasiados ruidosos como para molestar el propio silencio del de coleta amarilla. Sus manos se cerraron en aquella ramita seca antes de tirarla hacia el fuego y presenciar como se consumía después de hacer ese sonido creciente "crack"


    Tanto que Tsuhaya trataba de evadir el tema para no molestarse más de lo que estaba y tenían que venir esas par de azabaches a murmullar sandeces.



    —Tsuhaya: Tsk.


    ¡Mitsu, Mitsu! ¡Mira!



    Él iba a levantarse cuando escuchó el griterío de la pequeña humana de cabellos de dos colores. Anika, escandalosa como siempre apareció delante de él con ¿Qué? Una adsurda montaña de flores.


    —Anika: ¡Oye, Mitsu, adivina qué!


    —Tsuhaya: ¿Qué quieres ahora, mocosa? Y es Tsuhaya, recuérdalo, "Tsu".


    —Anika: Hice un collar para ti con tus flores favoritas, ¿No te lo quieres probar?


    —Tsuhaya: No—con cara de poco interés apartó sin mucha delicada la cara de la niña quién estaba muy cerca—Ya deja de fastidiarme y ve a peinar los rizos del tonto de Sami, déjame fuera de tus juegos.


    —Samir: ¡Ey! ¡No hables de mis rizos!


    —Anika: Hoy no peinare los rizos de mi hermanito, es que tiene el cabello algo enredado—dijo la pequeña de mirada dorada, alzando los hombros relajada —


    —Samir: ¡A-Ana..!


    A Tsuhaya no le interesaba para nada los juegos molestos que Samir siempre tenía junto a la pequeña humana, tampoco le interesaba ser parte de ellos pero ya hace mucho dejó de quejarse tanto y aprendió a tolerar mucho más las risas tontas de ambos, así como las historias tontas del baboso de Samir como también los apodos cursis y molestos que le ponia la niña. Anika no era una humana cualquiera y eso lo supo desde la primera vez que sus vidas se vieron atrapados en ese lugar, ella tenía una pequeña flama demasiado viva en su interior que él podía notar con claridad, y quizá por eso, a pesar de todo, su presencia no le parecía tan molesta.



    —Anika: ¡Jaja, no te molestes hermanito pero es verdad! ¡Sabemos que entre Mitsu y tú él tiene el cabello mucho más lizo y cuidado, así como el de una princesa! ¡Además es muy rubio!


    —Samir: ¿¡Ah!? ¡Pero soy rubio también!


    —Anika: Pero los de él son más como albino, ahora que lo pienso.



    Claro que había veces en las que Tsuhaya se preguntaba ¿Cómo terminó él envolviendo se con personas como esas? Si desde pequeño, los únicos cercanos fueron su padre, su tío-no de sangre-, su abuela y una que otra mascota. Creció como un ninja y aprendió a moverse como un samurái desde que era un mocoso. Jamás tuvo tiempo para bromear con su padre o llorar en los brazos de su abuela. Jamás tuvo la necesidad de desear esos momentos, pero al conocer a estos chicos que resultaron ser sus familiares y que se volvieron más cercanos al transcurrir del tiempo, sin duda alguna eran ahora su familia y Mitsuhaya no cambiaría nada de eso nunca más.


    No volvería a arriesgarse.


    Diana notó que al fuego se le acababa la leña así que pensó en levantarse para ir al bosque por más, cuando la mano de Ada le detuvo y le hizo mirarle con confusión. Entonces vio que Ada le hizo una señal a que mirara. Pero, ¿Mirar qué?


    Los ojitos de la niña se abrieron sorprendidos por lo que vio dibujado en la comesura de los labios de Tsuhaya y un brillo apareció en sus pupilas.


    —Anika: ¡Ahhhhhj! —chilló—


    —Samir: ¡Anika, qué tienes!? ¿Acaso Mitsu te atacó? —como un torrente llegó a su lado—


    —Anika: ¡Mitsu acaba de sonreír, hermanito! ¡Sonrió!


    —Samir: ¿Ah? ¿Qué dices?



    Fue hasta entonces, en ese momento, cuando las voces de sus compañeros gritando emocionados por una estupides como esa, que la mente de Mitsuhaya Lee regresó en sí, dándose de cuenta de que realmente estaba sonriendo.


    Pero lo había hecho inconscientemente, además ¿Qué tenía de malo hacerlo?



    Tsuhaya abochornado borró la sonrisa y frunció el ceño, antes de ponerse de pies de golpe.



    —Tsuhaya: Eso no es cierto.


    —Anika: ¡Ah, pero sí que lo hiciste!


    —Tsuhaya: Ay, ya no molestes pequeña paracita, ve mejor de regreso a tu casa antes de que tu molesta madre venga gritando, en dónde está su hija. Shuuu, largo.


    —Anika: Entonces le diré que tu estabas diciendo que piensas que ella es una bruja y que de paso también le diré que me llamaste "maldita humana"


    —Tsuhaya: ¿Qué? Oye, oye tu—vaya sorpresita se llevaba con esa renacuaja. Ja. Una sonrisa, pero de total malicia y molestia, se dibujó en sus labios, dando un paso hacia la enana llevando sus manos en su cintura—Si que eres problemática ¿Eh? Jamás dije nada de eso, aunque…si pienso eso de esa mujer, pero jamás te llamé maldita-



    —Anika: ¡Mitsu sonrió, si, jajaja, en serio lo hizo! —rió cuando vio la intención del rubio en tratar de alcansarla para callarla, pero antes de que siguiera acercándose, entre risas solo empezó a correr siendo seguida por el mayor— ¿Hermano mayor, te han dicho que cuando sonríes el corazón de todos se detiene?


    —Tsuhaya: ¡Tú…..! —su pasiencia que se fuera al diablo, atraparía a esa mocosa y le dejaría en claro que con él no se jugaba—

    ¡Espera aquí, renacuaja! ¡Ya verás lo que pasa cuando molestas a un príncipe!


    —Anika: ¡Los príncipes sonríen más seguido y son muy caballerosos! Jajajaja ¡No me atraparas Mitsu! ¡Se lo que vi!


    —Tsuhaya: ¡Aggg, dije que soy Tsu…! ¡Tsu, no Mitsu, maldita mocosaaaaaa!


    —Anika: ¡Lo dijiste! ¡Le diré a mamá que me llamaste mal…!


    —Samir: ¡Ana, no, no digas malas palabras!



    Y de esa forma el correteo siguió, el ambiente cambió un 180° de cómo estaba antes y el silencio de antes se había convertido en gritos, risas e insultos que solo pertenecían a esos extraños.


    Ellos, a esos chicos cuya existencia dependía de un hilo.


    Era tan refrescante para el líder observar todo este escenario, que a pesar de estar preocupado por dónde podría estar su amigo, ver a los demás pasando un momento agradable y normal a pesar de todo, no hacía más que traer tranquilidad a su ser. Al menos un poco.


    Ya no se preguntaría en donde podria estar Suhail o lo que estuviera haciendo. No. Mikhail se resignó a seguir pensando en eso y disfruto, junto a Diana, Ada y el gritón de Samir como Tsuhaya intentaba—sin mucho éxito— alcanzar a la humana quien parecia cada vez mas volverce más ágil para no dejarse alcanzar por Tsuhaya.


    Para Anika se le estaba siendo fácil evadir los intentos de su hermano mayor, pero lo que no sabía era que ya hace mucho Mitsuhaya había desistido de alcanzarla y ahora, solo por esta vez se dejó llevar por el momento y le siguió la corriente. Con su orgullo no se jugaba, aún así su majestad era sensato ante todo y sabía cuándo debía dejar su brazo a torcer.



    Por una humana, ¡Ja!




    Patético




    "¿Qué más da? No cambiará nada si me ven sonreír o si me ven llorar, después de todo ellos ya me han visto en mis peores momentos"
    ver la cara de Diana verle en burla por darse esos bajones al jugar con la niña. La sonrisa tranquila y un poco cariñosa de Ada, la de Samir al reírse hasta más no poder mientras animaba a la niña a seguir corriendo para que no se dejará atrapar por él y, el semblante de su líder, ahora mucho más calmado y sereno…incluso, mostrando genuinamente una mueca que podía descubrir cómo una sonrisa de alegría.


    Todos, cada uno de ellos eran parte de ese momento.


    Kam se había ido ya y, aunque no quisiera admitirlo extrañaba su presencia. Hum, ahora él haría un esfuerzo para vengar y luchar por lo que a todos ellos se le fue quitado. Ya no pensaría solo en matar y toda la cosa, así como lo hacía hace 4 años atrás e incluso unos días antes después de la muerte de su compañero.


    Tsuhaya entendía que si quería a EliOenai en sus manos tendría que cambiar su estrategia por completo.


    Y el primer paso a eso sería darle su lealtad a su líder y seguir las instrucciones que tuviera a partir de ahora.


    Suhail no estaba y él sabia muy bien que su desaparición tenía mucho que ver con que no pudieran dar con el maldito de EliOenai, siendo así, solo pondría sus ojos de Mikhail.


    Aunque no le gustara.



    .



    Pasaron los minutos y la noche ya había caído.


    La niña fue llamada por su madre así que regresó a casa dando en marcha el movimiento siguiente que tendrían la vanguardia. Mikhail fue el primero en levantarse para tomar la palabra y darles una charla a el grupo, no más que recordarles lo que ya sabían y anunciando que…esa noche era la noche en que harían su movimiento para dar con EliOenai. Suhail había dado su consentimiento para llevar a cabo tal orden.

    Inmediatamente los chicos se pusieron de pie, formando firmemente el acto de respeto ante su líder antes de afirmar que sus palabras eran órdenes y, así sellar con broche de oro lo que horas antes comenzó como una tranquila velada en la fogata y que ahora no era más que un buen recuerdo.


    Sin dar órdenes de nada aún, Mikhail se disponía a retirarse y regresar al refugio, a aquel enorme árbol de sauce que siempre concideraron como su hogar. Fue entonces que Tsuhaya se le adelantó y le informó que él y Samir saldrían a dar una vuelta, irian por leña, ya que la que tenían se había acabado y además aprovecharía para traer para la amargada madre de la humana. Escusa que Mikhail no refutó y le dio luz verde para que hiciera lo que fuese a hacer en compañía de Samir.


    Diana comenzó a tener un extraño presentimiento y esperaba que solo fuera su imaginación, pero…lamentablemente a medida que pasaban los minutos, estos empeoraban.





    —Ada: ¿A donde vas? —


    Preguntó Adamaris al ver las intenciones de Diana de retirarse. Ya Mikhail había regresado al fuerte así que solo quedaron ellas resguardando los alrededores del hogar donde vivían Anika y su familia. Debían patrullar.



    —Diana: Debo moverme, iré a revisar algo y luego regresaré cuanto antes.


    —Ada: La misión.


    —Diana: Sé cuales son las órdenes, por eso pretendo hacer esto rápido.


    Pero Ada no estaba del todo convencida. Aún así asintió y se dio la vuelta dando su frente al camino hacia el hogar de la niña.


    —Ada: No hagas nada estúpido.


    —Diana: Hum, no soy Tsuhaya, recuérdalo —chistó los dientes dándose la vuelta, posado una mano sobre la catana en su cintura—También quiero atrapar a EliOenai ¿Lo olvidas? Además…


    Miró al cielo y el cielo no parecía querer darle más preocupaciones porque, lo que vio Diana allí no fueron nubes grises ni un espacio sin estrellas. Más que eso se topó con un mar majestral de adiamantadas gotas que en su lejanía brillaban celosamente. Y eso estaba bien.


    Porque esa noche, era la noche de fuego.


    —Diana: Todo acabará está noche.




    [Fin del Capítulo]


    ¡Hi! ¿Qué tal todos?

    Bueno, debo admitir que estuve un poco ocupada con esta parte final, pero bueno, sigamos con los puntos importantes a anunciar.

    Primero que nada ¡Ya terminé los dibujos del Capítulo 10 Parte V! O sea, de la escena anterior. Déjenme aclararles que hice otra galería en donde subiré dibujos tipo cómics en donde solo se trataran de escenas ilustrada ocurridas en la historia, así que si desean ver la escena de Leintni y el chico "extraño" pueden pasar a verlor por aquí → https://fanficslandia.com/tema/t-l-w-r´comics-dibujos-ánimes-etc.67016/ el link si desean verlo. Está en blanco y negro.

    Y algunos de ellos los subí a color así que si desean darle un vistazo aquí está el link de la otra galería →
    https://fanficslandia.com/tema/galería-de-tales-of-the-last-white-rouss.66667/

    Uff, es bueno y reconfortante haber terminados los dibujos, ¡Fue todo un reto! Y bueno, otra cosita es que en esta nueva galería también estaré subiendo otros bocetos pero de personajes de anime, claro, siempre y cuando la inspiración llege :)

    ¡Y por ultimo! antes de despedirme...

    Abajo pondre algunos datos de algunos personajes de la historia. Para ser más exactos, son detalles y datos de los miembros de la Vanguardia, ya que hay detalles que en la historia no se aclaran tanto así que los pongo aquí. Solo puse 3 de los miembros pero en el próximo cap al final pondre los restantes.

    En lo personal estos eran detalles que no iba a poner pero, ya estamos por el cap 10 y no faltan muchos capítulos para que esta saga llegue a su fin. Por lo tanto ire poniendo curiocidades- pequeñas- sobre algunos personajes.

    Espero no haberme extendido tanto. ¡Anyway! Aquí me despido. Bye, bye :)


    ↓↓↓

    Tsuhaya


    Nombre:
    Mitsuhaya

    Otro nombre:
    JinCheng

    Apellido:
    Lee

    Edad:
    14 (al llegar a ese tiempo) 18 (ahora)

    Naturaleza:
    Humana, Fénix - descendiente.

    Poder/habilidad:
    Llamas vivas, Traslación. Escudriña recuerdos (solo lo más reciente o algo específico, no es igual al leer mentes)

    Arma:
    Katana o Sable gemela Shǎndiàn.

    Rango en la Vanguardia:
    Beta (b) (son definidos así dependiendo sus habilidades o poder)

    Cargo:
    Defensor


    Samir


    Nombre:
    Samir

    Apellido:
    White

    Edad:
    14 (antes) 18 (ahora)

    Naturaleza:
    Humana

    Poder/habilidad:


    Poder de manipulación Agujas tentáculos: Son látigos que salen de la parte de atrás de su nuca que con la combinación de agujas hace que los látigos se muevan como tentáculos.

    Arma:
    Desconocida

    Rango en la Vanguardia:
    Opcional ( c )

    Cargo:
    Protector


    Diana


    Nombre:
    Diana

    Apellido:
    Lee

    Edad:
    15 ( inicio) 19 (ahora)

    Naturaleza:
    Humana, Oscuro

    Poder/habilidad:
    Puntería, flecha de purificación. Crea flechas color escarlatas que pueden purificar lo impuro o lo no-sano.

    Arma:
    Espada de acero (realmente grande pero no suele usarla tanto) Arco y flecha (ésta lo hace aparecer o desaparecer a su antojo)

    Rango en la Vanguardia:
    Alpha (A)

    Cargo:
    Estratega
     
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  7.  
    KAMERIA

    KAMERIA " Si caes, levántate y vuelve a intentarlo"

    Cáncer
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    Tales of the Last White Rouss-[Saga #0]
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    Género:
    Fantasía
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    75
     
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    3835


    Capítulo 11_ " Las Llamas del Fénix: I Parte"

    Tales of The Last White Rouss

    Saga N° 0 : Hijos del Futuro



    [I Parte]


    .

    .

    .





    La noche era el momento perfecto para realizar el siguiente movimiento, tal parecía que habrían muchos sucesos aquella noche.


    Las presencias malignas comenzaban a levantarse del suelo para reclamar un lugar aquella noche, hacían acto de presencia con mucha emoción y con deseo de hacer de las suyas, no era de menos, llevaban tanto tiempo intentando el regreso de la reina oscura, sin poder lograrlo por solo una razón.


    Tiempo



    En la lejanía de las montañas de las tierras de Akaryun, en lo muy profundo donde se podía ver la sólida estructura de aquellos montes y la profundidad de bosques que desprendían humedad, allí en ese punto los animales eran libres entre tierras que le pertenecían, y el animal principal que tomaba lugar en esto era un conejo, un tipo de conejo único en su especie de color blanco azulado...esos conejos se veían correr a gran velocidad como si fueran eléctricos, dejando en su paso una reciente frecuencia de color azulado.


    Bestias ancestrales y tan efímeras para el conocimiento humano porque para ellos no eran más que seres de cuentos de hadas, ya que en la actualidad eran pocos los que sabían de su existencia y los que con fortuna alguna vez llegaron a verlos. Seres de gran velocidad y aparte con una característica muy particular. Eran los responsables de mantener en equilibrio las sondas magnéticas que conectaban cada trozo de tierra de la isla, cada municipio o región era muy bien conectado a las demás regiones gracias a estos magnetismos y que estos seres, con su rapidez como la luz, al correr a cada momento al rededor de la isla, permitían el perfecto equilibrio.


    Las hojas de los árboles se movían ante los movimientos abruptos. Alguien estaba observando esto desde lo escondido y oscuro de las sombras entre los árboles. Sus ojos inexpresivos, de rostro pálido y de porcelana, sentada en una rama en lo que entre sus piernas reposaba una pieza musical de aspecto angelical, oro blanco, que desprendía un brillo celestial, que aún estando en lo más oscuro lograba mostrar su luz. Un arpa blanco de solo cinco cuerdas de tamaño pequeño…


    Ella estiró sus dedos como preparándose para tocar.


    .-


    Los conejos conocidos como rayos azules corrían entre valles cruzando ríos y altas colinas, nadie era capaz de alcanzarle sin embargo eso no evitaba que tuviera un enemigo en común y ese era el zorro...aquel zorro en particular.


    Los conejos huían del zorro que les pisaba los talones, moviendo sus patas como si volaran, gruñó un poco en disgusto cuando en una zona esquinada el conejo se fue contra un monte rocoso, corriendo a esa dirección como si apropósito tomara un mal camino en el que le dejaría sin salida alguna, un engaño que el zorro captó a primera pero que lastimosamente no prestó la suficiente atención para ignorarlo a la primera. Apoyándose de las rocas para impulsarse de regreso, el conejo azul se arriesga a desafiar a su enemigo al hacer este movimiento, y crear una colisión en el que golpeó su cabeza con el cuerpo del zorro así creando unas hondas que se dispersaron, todo causado por la velocidad del conejo y la fuerza, el zorro salió rodando y el conejo tomó otra ruta huyendo del zorro.


    Ira, molestia es lo que mostraron los ojos anaranjados del zorro. Gruñó casi en un lamentar que retumbó en todo el bosque y sin esperar más, siguió al conejo. No se rendiría hasta alcanzarlos.


    .-


    Entonces a miles de metros de aquel punto, Jerzi, la niña del arpa tenía sus manos ya en el instrumento. Escuchó la exclamación del animal y fue la señal que esperaba para dar el primer movimiento.


    El plan era sencillo, tan solo esperaba que su compañera siguiera las indicaciones al pie de la letra.


    Un primer dedo tocó una cuerda, pasándolo lentamente sobre este para soltarlo y otro dedo le sostenía, de manera que se hacía un sonido cuyo fue acompañado del movimiento de los otros dedos, estos tocaron 3 cuerdas más en una misma frecuencia hasta que el sonido salió pulcro. Una nota exacta que debía ser “perfecta”. Entonces Jerzi paró de golpe y aguardando 3 segundos sin movimientos alguno, volvió a tocar pero con más fuerza y seguridad, en una tonada más larga y angelical sin embargo éstas frecuencias viajaron entre los árboles , bosques, valles y se iban alejando de aquel punto en el que ella estaba, haciendo que la noche se viera misteriosa y aterradora.



    “Nota principal: Atar”



    La niña tocó una nota grave y está sonó como un retumbar, seco y profundo. El peso de la nota fue enviada hacia los conejos y ante escuchar la melodía entre el bosque su corrida se paró de golpe, más de un conejo sintió como su cuerpo dolía y comenzaron a chillar, de alguna manera sintieron que “algo” tomaba control de su cuerpo, el zorro había parado su carrera también y a diferencia de los conejos solo se quedo observando lo que ocurría.


    Esa era una nota oscura.


    La primera fase ya estaba hecha.


    .-


    La nota fue escuchada a muchas millas más lejanas de dónde se ubicaba aquel bosque; en una zona cerca a un enorme árbol mágico. Dónde 2 de los miembros de la Vanguardia que allí se escondían ahora se encontraban a camino de regresar a casa.


    Ambos caminaban de regreso llevando algo de leña, muy tranquila y distraídamente, en un silencio cómodo, en el que Tsuhaya amaba su silencio pulcro y Samir sufría internamente con unas ganas enormes de sacarle conversa a su rubio compañero, fue entonces cuando el chico de adelante de coleta paró su pasó, su compañero se extrañó por esto.


    Fue que el líder del grupo con el ceño fruncido giró su cuerpo para mirar a algún punto del bosque.


    Allí donde podía sentir una oscura presencia tan latente.


    Samir fue el único en no oír la melodía.


    .-


    Tsuhaya no fue el único en oír la melodía, porque él también lo hizo.


    Aquello llegó a oídos de el viejo Tim quien seguía en aquel bosque después del entrenamiento con la traslación. Por segundos llegó a escuchar aquella frecuencia de notas oscuras, estando allí en medio de un bosque con la poca iluminación, no teniendo más que aquel poco que le brindaba algunos fuegos artificiales en el cielo…


    Fue momentáneo pero oyó aquella melodía y si era lo que pensaban, afuera estaban ocurriendo cosas.


    .-


    Los conejos cambiaron toda su naturaleza, su rapidez era sobrenatural haciendo de ellos una especie no-común, sin saber para qué ellos le querían, la melodía se encargó de controlarlos y se pudo ver cómo aquellos conejos sufrieron de un cambio radical, crecieron y tomaron el tamaño de un perro, su cuerpo, sus orejas, sus patas, todo creció y sus ojos se colocaron en un brillo azulado. El zorro ante esto se dio la media vuelta y regresó.


    Bien sabiendo que ya había terminado su trabajo.


    Jerzi ahora de pie se mantenía con una expresión tranquila—como siempre—, volvió a pasar sus dedos por las cuerdas y ante la nota los conejos fueron llamados y éstos en sus lugares comenzaron a correr a su dirección.


    Habían planes para esa noche, el cielo estaba ya oscuro anunciando que en cualquier momento la fiesta comenzaría. Celebración que darían con honor a honrar la memoria de aquellos antepasados de fuego, y así mismo como señal de respeto y unión. En esa noche la isla sufría de un cambio sobrenatural que pocos conocían y que sólo los animales y naturaleza entendían bien.


    Era por esa razón que los conejos Akaryun tenían la libertad de salir aquella noche en específico.




    Jerzi en un parpadeo tomó lugar en lo alto de una colina donde tenía vista de una calle entre las montañas donde pasaban los autos, era algo curvosa y muy tentadora al peligro.


    Un camión de transporte policiaco venía en aquella ruta donde pensaban pasar justo donde la vista de la chica estaba enfocada, sus ruedas iban avanzando a gran velocidad a pesar de la zona en la que se dirigían, adentro solo habían 3 hombres de la policía, el que conducía, el copiloto y el tercero estaba dentro donde tenían al prisionero amarrado, vigilando lo casi en todo. Tal transporte de dirigía en esos momentos a Punto Muerto en donde pensaban encerrar a aquel delincuente demente de manicomio que tantos problemas les había provocado.



    Solo se oía el sonido del auto avanzar y el preso solo trataba de concentrarse en la nada.


    Sabía que los ojos del policía estaban sobre él.


    Pero en el momento en que éste se descuidara sin duda le iría mal.


    .-


    Jerzi vio a los conejos acercarse a ese punto; preparó su arpa y volvió a tocar una nota en la que les ordenó a los conejos qué debían hacer. En pleno bosque los conejos fueron desviando su ruta y corrieron ahora a otro punto, rumbo hacia aquella avenida donde cruzaría aquel camión…


    Dentro del auto el primero en oír la melodía fue el detenido, este abrió un poco sus ojos tratando de captar mejor la melodía, era...suave. El policía frente a él también se puso serio al captar la melodía y por esto miro a los lados. No era normal oír ese tipo de melodías en medio de la nada.


    Los otros de al frente iban hablando cuando también captaron el sonido.



    —Policia 1: El jefe se preocupa demás, es como si no confiara en nuestro trabajo-


    —Policia 2: —le calló tocando su hombro— Oye, aguarda…¿Escuchas eso?


    ¿Eh?
    Ambos prestaron oído al silencio y se percataron que sí había una melodía escuchándose en el aire. Eso no era normal, para nada y menos en medio de la nada durante la noche.


    Corriendo los conejos, estos se dirigían hacia el camión aquel, podía verse como apenas daban tres pasos y ya recorrían más de cien metros por segundos.


    El viento en contra, el sonido de los cauchos en el asfalto, la melodía suave en el aire y una respiración lenta, muy lenta al momento…


    Todo chocó en un segundo.



    —Policia 2: Oye, oye, mira eso, ¿¡Qué es eso!?


    —Policia 1: ¿Qué?


    El copiloto apenas señaló hacia la figura azul que vio venir a ellos desde metros sin detenerse, su compañero no podía imaginar que rayos podía ser eso, pero no contaron conque un segundo atacante venía desde arriba de la colina y fue hacia un costado. La mirada del conductor apenas pudo captarlo, segundos antes de ser impactado por un golpe de este animal que hizo que el camión se desestabilizara de inmediato.





    El escándalo no se hizo esperar. El zorro paró su corrida para mirar desde otro punto como los conejos se fueron reuniendo y con gran rapidez golpeando el camión, todos por diferentes ángulos hasta que hicieron que éste se girara y quedara ahorillado en el barranco.




    —Policia 1: ¿¡Qué está pasando!?


    La parte de atrás del camión estaba hacia el barranco y la parte de adelante era la que aún estaba en carretera, pero todo gracias a unos tuvos a orillas de los límites de las vías que aguantaban a que el auto cayera. Los policías adelante salieron de inmediato como pudieron del auto antes de que cayeran.


    Por otra parte las puertas de atrás se abrieron por el impacto y por la inclinación el preso acabó rodando y quedando en la orilla sostenido gracias al policía quién le agarró de las esposas antes de que cayeran. Pero dolían, las esposas dolían y la cara del preso lo decía.


    El policía se sostenía de una de las puertas...sin embargo sentía que no tendría resistencia para seguir así. Tratar de sostener su propio peso era complicado, ¿Cuánto más dos?



    —Policia 2: ¡Grey, Grey! —Grito preocupado pero no podía distraerse ya que aquellas bestias que les habían atacado con anterioridad seguían atacando. Sacaron sus armas y comenzaron a disparar y evitar a que se acercaran a ellos, sin embargo en veces uno que otro golpeaba el camión algo que les preocupaba— ¡ Rayos! ¿Pero qué cosas son estas?!


    —Policia 1: Solo no dejes que se acerquen, si siguen golpeando el camión pondrán en peligro a Grey y el paquete. ¡Tsk! —Dio un par de disparos evitando que uno se acercara—


    Sin embargo no esperó a que un conejo a distancia se fuera contra él en un costado y con sus patas le golpeara un costado de su cuerpo pegándolo contra el camión con fuerza. Fue un movimiento rápido y el otro policía no pudo ni creer lo que ocurría.


    —Policia 2: ¡Bill! —Apenas gritó, un ataque vino de la nada y le golpeó por un costado enviándolo a metros de allí y rodó por la carretera—


    Todo este desastre era observado por Jerzi, quién no dejaba de tocar su melodía. El plan seguía avanzando a la perfección.



    Ya el policía no podía seguir sosteniendo al hombre, no, ya sentía que su brazo cedería. Dolía su cuerpo y sabía que si se soltaba ambos morirían. Miró arriba con desespero y luego abajo hacia el preso quién le sostuvo la mirada en silencio como tratando de descubrir que haría, tratando de leer lo obvio de la situación…


    Miedo, no tenía, esos ojos ambar tan solo le observaban sin mucha emoción, ni siquiera por estar en aquella situación mostraba algo de miedo.



    Hum, era muy obvio que “eso” pasaría, no? No importaba, no tenía miedo de morir.



    —Policia 3: L-Lo siento. —No tenía porque disculparse pero lo hizo. Sintió un nuevo golpe dado hacia el camión y como el estremecimiento le hizo balancear todo su cuerpo con brusquedad—


    Y fue allí que su mano dejó se sostenerles y cedió, cedió a la gravedad.



    .-



    Dos figuras entre los aires y bosques se movían con gran velocidad dirigiendose a éste punto donde había peligro.


    Ambos llegaron a tiempo, cuando 2 cuerpos caían por aquel acantilado muy seguro de que morirían. Sin embargo esto no pasó.


    Uno tomó al policía y el otro al delincuente.


    El zorro quien estaba muy lejos de Jerzi creyó haber sentido el olor de alguien más y por esta razón gruñó en desagrado inclinándose sobre la colina para ver mejor. Fue entonces que vio como una figura cubierta con una capucha negra hacia acto de presencia trayendo consigo uno de los policías dejándolo cerca donde yacía inconsciente los otros dos...esto realmente le molestó y sin dudarlo sencillamente dio carrera hacia ellos.


    Apenas el primer sujeto dejaba el policía en tierra el otro venía aterrizando con el preso en brazos cuando de la nada el zorro apareció atacandole y haciendole volver a caer al barranco. Todo fue tan rápido que Tsuhaya, quién era el que traía el policía no pudo reparar en lo que ocurrió.


    Samir había caído y casi suelta al preso pero se apresuró a dar un giro y bajar la colina lo más rápido posible. Aterrizó cerca a un bosque y allí dejó al hombre cerca a un árbol.


    —Samir: —retiró su capucha revelando su apariencia hacia el hombre— Escuche señor, solo corra y no vuelva, ya está a salvo, ¡Corra!



    Apenas dijo esto el zorro hizo acto de presencia gruñendo y dispuesto en atacar. Samir se giró y al verle su reacción fue estirarse y sonreír de lado por la emoción que le daba el saber que pelearía con el enemigo.



    —Samir: Te arrepentiras pequeño zorro, no debiste molestarme.



    El preso por temor retrocedió y comenzó a correr y desaparecer entre aquel bosque.



    .-



    Tsuhaya viendo que dos de los policías estaban inconsiente y uno seguía consciente decidió que sería mejor acabar con aquello cuanto antes.



    —Tsuhaya: ¡Tsk! Que problematico es todo esto. — Observó cómo aún habían conejos locos tratando de atacar, cosa que le fastidio, con la Traslación se movió rápido tratando de parar a esos conejos, en más de una ocasión logró tomar uno y pararlo, con otros los mandó a volar como a otro que lo estampó contra el suelo pero aún así no dejaban de aparecer. Eran fuertes— debe haber alguna razón por la cual se comportan así, ellos no suelen ser tan agresivos...hum, a menos que…


    Volvió a oír aquella melodía, fue clara a sus oídos y por eso se detuvo y se giró para ver a una dirección específica donde podía oír la melodía provenir. Sus ojos se enfocaron en aquel punto muy pero muy lejos pero que aún así pudo ver a una figura que tranquilamente observaba todo, tocando su arpa.


    "Con que es ella quien hace esa melodía. Hum" f
    runció el ceño y sin pensarlo mucho uso su Traslación para así desaparecer.


    Apenas lo hizo se vio como al fondo del barranco se levantaba una enorme explotación y entre los aires se elevanba Samir entre enormes agujas que salían de su espalda sosteniéndolo como si fuera un pulpo, con una enorme sonrisa en sus labios.


    Jerzi sabía que irían por ella, por eso con calma dio un último toque justo cuando tras ella apareció aquella figura de presencia fría.




    —Tsuhaya: Eres la maldita cosa que se empeña en causar problemas en nombre de su reina ¿eh? Pues déjame dejarte en claro que ella jamás volvera.


    —Jerzi: —paró su toque y sin girarse guardo su instrumento, antes de simplemente darle una mirada de reojos al chico— Hum, está hecho.


    Tsuhaya le atacó pero cuando pretendió golpear su cuerpo solo vio como éste se volvía a plumas blancas las cuales volaron entre el viento y se esparcieron hasta desaparecer.

    Esto molestó al chico. La chica se esfumó.



    —Tsuhaya: ¡Kuso!



    El zorro había huido de Samir por lo que éste tuvo que regresar con su compañero. Se reunió con él en la vía donde ambos comenzaron a observar con detalle como los que habían atacado a los policías no eran más que simples conejos.



    —Samir: ¡Mitsu! Digo Tsuhaya...je, mira, son los conejos…pero son los que corren como relámpago…


    —Tsuhaya: Esa melodía los manipulaba ha hacer lo que ella quería…


    —Samir: ¿Eh? ¿Qué melodía?



    En lo que iban y recogían los conejos notaron como estos comenzaron a cambiar de forma y volvían a su tamaño normal.



    —Samir: ¡Wow! ¡Pero que lindos son! ¡Ha! ¡No sabes lo suertudo que somos al poder tenerles así, Tsu! —Abrazó a uno estrechandolo entre su pecho y rostro. Realmente estaba emocionado— ¿Sabes lo rápido que son? Nadie podría tener la oportunidad de ver a estos conejos tan de cerca, deberíamos conservar uno… a Anika le gustará.


    —Tsuhaya: Olvídalo, esas bestias pertenecen a la isla, solo déjalos ir.


    —Samir: ¡Pero…!



    Momentos luego no les quedó de otro que dejarlos ir, total Tsuhaya tenía razón, no podían conservarlos…



    —Samir: —con enormes lagrimones— Naa,¡ realmente quería uno!


    —Tsuhaya: —se giró para odservar como es que había quedado todo. Ya habían reunido a los policías con el que estaba consciente y este último se mantenía en silencio mirando el suelo...sin embargo el camión…— Me pregunto que pretendían lograr haciendo esto, Hum. Esos oscuros no planean nada bueno...Sami.


    —Samir: ¿Si?


    —Tsuhaya: Encárgate de arreglar el camión.



    Él por otra parte se acercó al hombre que aún seguía con su mirada pérdida en el suelo, en silencio se inclinó y cuando esté alzo la mirada algo sorprendido Tsuhaya tocó un costado de su rostro y cerró sus ojos de manera que el hombre se quedó quieto en lo que él escudriñaba sus pensamientos.



    Necesitaba saber que había ocurrido…



    Sin embargo nada de lo que vio le ayudó a resolver nada...ellos simplemente hacían una vuelta para llevar al preso a la prisión en las tierras muertas en Punto Muerto.


    Apenas terminó se levantó algo pensativo. Algo no encajaba.



    "¿Cuál es su conexión con los oscuros?"




    —Samir: ¿Y bien? ¿Qué haremos con ellos? Parece que no despertarán pronto, ¿Los llevamos a la estación más cercana?


    —Tsuhaya: No tenemos tiempo para eso. Intenté ver si estaban relacionados con el ataque pero ellos simplemente cumplían con llevar al prisionero hacia la cárcel al otro lado de la isla, el ataque fue repentino...aún no entiendo que pensaban lograr los oscuros atacandoles, son simples civiles —llevo una mano a su mentón. Samir solo alzo los hombros—


    —Samir: ¿Quién sabe?


    —Tsuhaya: Había algo más por lo que ellos estaban alerta...un ataque pero de alguien, algo relacionado con las desapariciones de los niños del orfanato, al parecer este tipo de ataques son muy vistos en las fechas del festival de luces por lo que ya la policía está alerta a cualquier movimiento…. no sé porque pero algo de esto me suena, ésta noche es el festival, por lo tanto...siempre ocurre algo.


    —Samir: —hizo aun lado su cabeza— ¿Crees que es algo que deberíamos informarle al líder?


    —Tsuhaya: Hum, Sería una misión pero...ya había planes para esta noche.


    —Samir: ¡Si, pero no hay nada más importante que el bienestar de esos niños! Sea o no algo seguro deberíamos de asegurarnos de que nada ocurra esta noche, Tsu! Yo estoy dispuesto a ser el primero en ir! Además el hermano de Anika es uno de esos niños...no pienso dejar que corra peligro…¿Tu si?


    Tsuhaya que miraba el suelo, giró su rostro para mirarle de reojos y notar la decisión en los ojos del menor.


    —Tsuhaya: Bien, debemos hablar con el líder. —aunque por dentro se moría de las ganas de salir por el idiota de du primo—



    Estaba decidido lo que harían.



    —Samir: ¡Si!



    Pero hasta ahora Tsuhaya recordaba algo.



    —Tsuhaya: Oye Sami, ¿Y el prisionero?


    [Fin de la I Partes]



    Adamaris

    Nombre:
    Adamaris
    Apellido: White
    Edad: 15 (inicio) 19 (ahora)
    Naturaleza: Humana
    Poder/habilidad: Tiro y presición, estrategia, fuerza.
    Arma: Arco y Flechas
    Rango en la Vanguardia: Alpha (A)
    Cargo: Estratega

    Kam

    Nombre:
    Kam
    Apellido: White
    Edad: 13 (inicio) 17 (ahora) (primero en desaparecer)
    Naturaleza: Humana
    Poder/habilidad: Sanguíneo. Hilo rojo. Súper rapidez. Oído y olfato. Habilidad lobo blanco.
    Tiene tubos finos que forman parte de sus brazos, cuello y piernas cuyos se conocen como "Tubos sanguíneos".
    Arma: Látigo hilo rojo.
    Rango en la Vanguardia:
    No pertenece a la Primera Elite. Es miembro de la Segunda élite. Sin rango como tal sino lo básico. Opcional (C, D, S, X, etc)
    Cargo: Protector

    Mikhail

    Nombre:
    Mikhail
    Apellido: Lee
    Edad: 13 (antes) 17 ( ahora)
    Naturaleza: Humana, Fénix- descendiente
    Poder/habilidad: Control de Cadenas, Juicio.
    Arma: Cadenas y Aguja escarlate
    Rango en la Vanguardia: Alpha (A)
    Cargo: Líder

    Suhail

    Nombre:
    Suhail
    Apellido: Lee
    Edad: Desconocida
    Naturaleza: Humana, Oscuro
    Poder/habilidad: Control Tiempo, Control Aire, Key en los ojos
    Arma: Arma de doble filo.
    Rango en la Vanguardia: Alpha (A)
    Cargo: Líder Supremo

     
    Última edición: 30 Abril 2023
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    KAMERIA

    KAMERIA " Si caes, levántate y vuelve a intentarlo"

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    Tales of the Last White Rouss-[Saga #0]
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    Capítulo 11_ " Las Llamas del Fénix: I Parte"

    Tales of The Last White Rouss

    Saga N° 0 : Hijos del Futuro



    [II Parte]


    .

    .

    .



    Se acercaba las horas de las siete, hora en la que la multitud de todo Foreigntown estaba en movimiento por motivos de la gran festividad de aquella noche, una celebración que nadie debía perderse, ese era el Festival de las Luces de Fuego.


    Por lo que podía verse a muchas personas caminar tranquilamente y animados por las calles, vistiendo muy llamativamente, otros con trajes tradicionales de los antiguos reyes fénix. Por ejemplo un mujer que salía de su casa en lo que el hombre joven esperaba a su esposa a que cerrara con llave la puerta. Él extendió su mano para tomar la mano de su esposa y con una sonrisa le ayudó a bajar las escaleras.


    —Mujer: Te vez tan bien con ese traje, pareces todo un rey de la antigüedad, mi amor.


    —Hombre: —sonrió con gracia y besó su mejilla— Pues si soy el rey tu eres mi reina, cariño. Vamos, disfrutemos del festival.


    Y así caminaron juntos para alcanzar a sus hijos quienes les esperaban con emoción.


    .



    El cielo estaba despejado, reflejándose algunas estrellas…claro, hasta que maravillosamente era iluminado por las luces de los fuegos artificiales, luces que emocionaban a todos.


    Mientras esto ocurría, por otra parte en plena carretera iba un auto lujoso que podía verse que era una limosina; se dirigía a la zona con poca luz del pueblo, en vez en cuando siendo iluminado por los reflejos de las luces artificiales…


    Un chico de cabellos oscuros, mirada azulada, sentado en los asientos de atrás de aquella limosina estaba recostado de una ventana en lo que una mano se posaba debajo de su barbilla.


    Tenía su mente en las nubes.



    —Shestther: Pudo haber asistido al festival y aprovechado para tomarse un respiro, en cambio se ahorraría esa mirada deseosa que tiene ahora, amo Will.


    —Will: —ante el comentario semi frunció el seño mirando de reojos con gracia a su chófer— ¿Cuál mirada deseosa? No digas sandeces, Shestther, es solo…que me gusta ver los fuegos artificiales, son realmente hipnotizantes. Sin embargo no tengo deseo de asistir a ese festival —suspiró de repente con frustración enderezándose en su asiento pero aún así mirando de reojos hacia la ventana— Aún tengo trabajo que hacer en la compañía…y debo darle cuentas a la tía Naomi sobre el avance de los nuevos ingresos.


    —Shestther: —vió como el chico pasaba su mano por sus cabellos con frustración— parece que el joven Roni hizo uno de sus trabajos, ¿No? Parece tenso.


    —Will: Ni que lo digas…ese pillo, ¡tsk! Es fascinante pero casi me causa problemas —negó con gracia— Solo asegúrate que cuando vuelvas no te topes con él en el mismo vuelo, Shestther. Es un maniático en veces.


    Soltó una leve risita, pero el chófer ante su comentario apretó su agarre en el volante.



    —Shestther: ¿Vuelo?


    —Will: Si. Yo…supe de la nueva orden de madre, y que debes volver cuanto antes a palacio —miró entonces hacia el chófer quién solo respondió con un leve “hum” — disculpa por darte tantos problemas y causarte tantos retrasos, ya deberías estar de camino al aereopuerto.


    —Shestther: No debe disculparse, está bien.



    En eso se quedaron en un momento de silencio cuyo Will aprovechó para volver a fijar su mirada hacia las calles y ver a la gente caminar alegremente por ellas, seguramente de camino al festival.



    —Will: El festival de las luces de fuego…hum, y pensar que es una celebración tradicional de los fénix —comentó más para sí, pero Shestther le escuchó quién alzó su mirada hacia el retrovisor para ver a su amo—


    –Shestther: Amo Will —le escuchó responder con un suave “¿Si?” — ¿Necesita que le lleve a alguna parte antes de llegar a la mansión?


    —Will: ¿Hum?




    En el cielo luces y algo de humo flotaba a causa de los fuegos artificiales, pero lo que no sabían era que entre la brisa pasiva y fría había una presencia algo extraña, no natural. Podía verse como si alguien viera todo desde otro ángulo, siendo rodeado de una brisa más descontrolada, a su favor y alrededor de su oscuro traje…un par de hojitas y pétalos blancos…él miraba con admiración todo el lugar.




    —Will: Solo a la mansión, no pienso retrasar más tu vuelo.


    —Shestther: Como desee, amo.



    De esa manera el viaje pasó en silencio, entrando cada vez más hacia las zonas oscuras de la calle, de aquel pueblito de Forever. En esa cuadra había luces en los postes, si, pero a la cuadra a la que se aproximaban los postes estaban oscuros.


    Will seguía en silencio mirando a las afuera por la ventana, cuando entraron a la zona oscura…Shestther iba algo ido, pensativo en lo que manejaba por esa parte de la calle.


    Cuya era donde estaba establecida una de las mansiones más grandes de todo Forever, y le pertenecía a los Lee.



    “Es extraño, en esta parte de la calle no hay luz, y justo en donde está la mansión de…”




    En lo que Will pensaba esto, Shestther que iba concentrado en conducir, de repente cuando la luz del auto alumbró un poco la calle y con ello la cera, de repente creyó ver la figura de alguien allí parado cuyo tenía cabellos oscuros, vestía en negro y su mirada…su mirada era como ver a…



    —Shestther: Joven Helios….


    —Will: ¿Eh? ¿Qué? ¿Dónde?



    El auto se detuvo y el primero en bajar de él fue el azabache. Más atrás salió Shestther observando como Will parecía mirar las ceras y parecía buscar algo, sin embargo no había nada. Will se quedó en silencio, observando el suelo.


    —Shestther: Disculpe amo Will, en serio creí haberle visto —se disculpó tras ver qué no había nadie. Más Will siguió mirando el suelo, alzo luego su mirada pero miró hacia adelante en la nada—


    —Will: Hace mucho que no se presenta, así que por un momento me emocioné. Helios no suele decir cuando desaparecerá o cuándo volverá pero…estoy seguro que donde sea que esté de aseguro solo esta haciendo su trabajo.


    —Shestther: —Se quedó en silencio observandole, notando como Will miraba algo ido la entrada de aquella residencia abandonada— ¿Quiere revisar el lugar, amo Will?


    —Will: No, no creo que sea necesario. Después de todo éste lugar lleva sólo hace muchas décadas, no tendría sentido entrar sino está él—el acceso a esa antigua residencia era todo un misterio y más por el gran laberinto en la entrada—Hum…solo regresemos a casa.



    Dicho esto el chófer asintió y se limitó a regresar al auto para así encenderlo y salir de allí. Will seguía mirando hacia el interior de la residencia a través de las enormes rejas del portón, viendo apenas algo que pudo captar sus ojos, era el inicio del laberinto…Típico de Helios. Giró un poco su cuerpo para así retirarse…sin embargo algo captó su atención, no había notado antes que en la entrada algo apartado había un cuerpo pequeño…Will abrió sus ojos ante el desconcierto y su reacción fue correr hasta el cuerpo.



    —Will: ¡Shestther! ¡Shestther! ¡Ven ahora mismo!


    —Shestther: —ante el grito salió del auto y confundido miró hacia su amo, notando cómo éste estaba inclinado hacia algo cerca a la entrada de la recidencia—Amo Will —se acercó de inmediato y le acompañó aún lado— ¿Ocurre algo?


    Sin embargo no fue necesario preguntar cuando vio como en el suelo estaba acostado e inconsciente el cuerpo de un pequeño. Vestía con un oberol azul oscuro, sucio con ojitas pegadas y unas botas de lluvia oscuras igualmente. Con un gran sombrero en la cabeza.


    Will observaba al menor con angustia y Shestther solo acabó inclinándose con seriedad.



    —Shestther: Joven Will, este niño…


    —Will: No lo sé, no sé quién es pero…parece que no lleva tanto tiempo aquí —su mano la bajó hasta tocar suavemente las mejillas del “niño”, las cuales estaban frías— sin embargo está frío, parece que no está simplemente durmiendo.


    —Shestther: Amo Will —esta vez sonó serio mirando al chico— Deberíamos irnos, mientras más se retrase peor será-


    —Will: Shestther, ¿Creerías que estoy mal en pensar ayudar a esta criatura? Sé que debo regresar lo más antes posible, pero —su mirada tenía un extraño brillo, como si ya tuviera una decisión en mente— es peligroso dejarle aquí. Disculpa que te dé más problemas pero…¿Podrías cambiar el rumbo hacia el hospital?


    Shestther ante la pregunta puso cara de , ¿En serio? Dejándole en claro al chico su desacuerdo. Pero Will le miraba serio, esos ojos azules en la oscuridad brillaban.


    —Shestther: ¿No habría cambio si me negara, no es así?


    —Will: Es una orden.


    Shestther solo suspiró con frustración, en lo que negaba y Will se apresuraba a cargar el cuerpo de aquel niño en particular. Will no dudó en llevarlo a su auto y con delicadeza lo acostó en los asientos de atrás de la limosina…Shestther por otra parte veía todo neutro, aún considerando que era una mala idea.


    —Will: Sería inhumano dejarle allí, a fin de cuenta también tengo hermanos menores —dijo después de dejar al niño, y más tranquilo se giró a ver a su chófer quién tenía la misma expresión neutra—Eh, ¿Pasa algo, Shestther?


    Sin embargo este sin decir nada, con una simple mirada dejó en claro al chico que estaba en desacuerdo, así que solo entró al auto dejando a Will desconcertado.


    —Will: Espera Shestther, ¿Por qué pones esa cara? ¿Qué hice mal esta vez? —Y con rapidez fue al otro lado del auto para entrar por la otra puerta al auto—Vamos no pongas esa expresión, me hace creer que lo que hice está mal…


    —Shestther: Es demasiado arriesgado recoger niños de la calle, Joven Will, no sabe ni de qué familia proviene ni tampoco si sólo es un pequeño ladroncillo.


    —Will: Vamos, es solo un niño.


    —Shestther: Si…a esa edad seguro que usted era solo un niño, ¿no?


    —Will: Shestther no empieces, no hablamos de mi. Está bien, será rápido ¿si? — Ahora parecía tratar de suplicarle al chófer— Solo iremos al hospital y le dejaremos allí, solo quiero asegurarme que esté bien…


    Shestther no es que desconfiara del sentir de su amo sino que, sentía que debía tener mas cuidado a la próxima.


    —Will: Le dejaremos dicho a algún doctor que contacte con sus familiares para que así puedan ir por él. —Miró con calma la figura del niño, notando cómo éste tenía su rostro sucio y la ropa enmarañada…sentía algo hacia esa criatura y no sabía porque—


    .-


    En lo que ellos desviaban su ruta para así regresar rumbo a la ciudad e ir hacia el hospital; una figura pequeña de un gato se podía ver sentado del otro lado de la calle, viendo cómo aquel auto negro se llevaba a su ama.


    Miu~



    Por otra parte , las calles aún siendo caminadas y asistidas por la gente, emocionada por el festival, eran observadas por la mirada de cierto pequeño peli amarillo, mirada verdoza que desde hacía horas buscaba a la menor de los Rouss; éste era Johan. El pequeño se había rendido de seguir buscando y ahora más que preocupado estaba angustiado.


    Caminó a paso cansado hasta un árbol de aquel parque y se recostó en su tronco, para así alzar un poco su cabeza y dirigir su mirada hacia el cielo.



    —Johan: ¿Dónde puede estar ahora? Leint —vio como al cielo era lanzado un fuego artificial y este luego alumbraba hermosamente entre bellos colores— solo espero que estés bien.


    Dejó su cuerpo bajar por aquel tronco hasta quedar sentado en la grama, donde se volvió un ovillo y dejo que sus brazos abrazaran sus piernas, al final ocultando su rostro entre ellas.



    .-


    Mientras todo esto ocurría por otra parte en las oficinas policiaca se presentaba un nuevo problema. Ya más de 10 patrullas habían salido a hacer la vuelta para asegurar que todo lo del festival estuviera en orden, habían muchos casos de niños que se perdían antes, durante y después del festival por lo que ya ellos tenían experiencia con aquellos casos.


    La oficial Philipinas iba como copiloto mientras que su compañero Lucas conducía. Escuchaban la radio en el que les era informado a todas las fuerzas patrulleras lo que debían hacer y cuál sería sus rutas.


    Las calles eran frecuentadas, las personas caminaban a todo dar y los autos pasaban muy seguido.


    En las oficinas, el señor Williams parecía pensativo mientras miraba algunos papeles en su escritorio y en una mano detallaba aquel pedazo de tela, recordando las palabras de uno de los oficiales.


    No hay registro del hombre que hizo el atentado y menos de tener contacto con alguien más, está en blanco, es igual al de los casos de hace 80 años atrás, con la diferencia de que es la primera vez que se captura al secuestrador. Lo malo es que no tiene antecedentes...según los libros los niños que desaparecían eran usados como utensilios para, llevar mensajes, ¿De qué manera ? Nadie lo sabe. Solo 5 chicos de miles fueron hallados luego de ser secuestrados…


    —Kliver: ¿Cuántos en total?


    —Philipinas: ¿Eh?


    —Kliver: De esos 5, cuántos en total que sobrevivieron?


    —Philipinas: Solo...2 señor, el resto fueron hayados muertos en diferentes lugares.




    Alzo su mirada y miro hacia la puerta recordando las últimas palabras de la oficial justo antes de irse.



    .-



    —Philipinas: Es arriesgado no hacer nada señor, todos los años a estas fechas ocurre los mismos acontecimientos, sino tenemos precaución muchos niños...pueden correr peligro.


    Su insistencia hizo que más de 10 patrullas salieran para hacer una vuelta alrededor, incluso se le fue informado a todas las oficinas policiacas alrededor de la isla que salieras a resguardar las calles.


    Curiosamente aquella noche los niños del orfanato tendrían una salida nocturna, cosa que los volvía un blanco fácil.


    El jefe de la policía trató con anterioridad contactar con la Dama del orfanato con tal de hablar sobre el caso y tratar de persuadirla de no dejar salir a los niños ese año. Sin embargo no logró nada.



    Kliver tomó una decisión, tomó el teléfono y marcó a uno de los oficiales.



    —Philipinas: —miro hacia el comunicador y lo tomó— ¿Señor?


    —Kliver: Los puntos...no tiene aún conecciones pero no estaría demás que dieran una vuelta en la ruta del autobús del orfanato, dirijanse a esa ruta y asegúrense de que la salida de esos niños no tenga complicaciones.


    —Philipinas: —asintió—Entendido señor. —Terminando la llamada no podía aguantar la emoción ya que indirectamente aquello era una misión—¡ Lucas, tenemos una misión! ¿No es increíble?


    —Lucas: ¿Ah?


    —Philipinas: ¡ El jefe nos confió un trabajo súper importante así que no debemos fallar, vamos, hacia villa Neoma!



    -.



    La pregunta era...de los dos niños que quedaban, ¿Quienes eran?


    Kliver salía de las oficinas cuando aquella pregunta vino a su mente.


    —Kliver: De esos 5, cuántos en total que sobrevivieron?


    —Philipinas: Solo...2 señor, el resto fueron hallados muertos en diferentes lugares.




    Pero…¿Quienes?



    —Kliver: ¿Quienes son esos chicos en la actualidad?



    Era una pregunta que ahora golpearía seguidamente su cabeza.



    _Cambio_



    —Freddy: —mirando su teléfono tenía una mirada algo perdida, observando la pantalla de su teléfono y recordando aquella llamada que recibió días atrás. Pensar en ello le preocupó…—¿Debería de asegurar..? “Pero regresar la llamada podría empeorar las cosas y justo ahora no estoy en una buena situación para esto. Si tan solo tuviera una idea de quién podría ser”


    —Birian: Joven Freddy —llamó apareciendo de repente—


    —Freddy: Eh, si — guardó rápidamente su teléfono, tomando una actitud extraña pero su chófer no le prestó atención, solo le señaló la salida del lugar— ¿Ya estamos listos?


    —Chofer: Listo, señor.


    Habían quedado en que asistirían al festival aquella noche, sin embargo Freddy estaba algo inquieto, primero porque tenía un extraño presentimiento, como si en cualquier momento algo ocurriría y…que su amigo no cooperaba con el plan.


    Caminó hacia el auto y fue a entrar pero la puerta estaba cerrada, tocó la ventana para que Derint la abriera pero éste ni caso le hizo.



    —Freddy: —tuvo un tic nervioso– “¡Se comporta como si el auto fuera suyo!” —Mejor era que se calmara, hasta hace poco terminaron su discusión así que era mejor no tentar al diablo. Fue y decidió entrar por el otro lado. Una vez dentro suspiró tranquilamente en lo que veía como su chófer arrancaba y comenzaban a salir de aquel hogar. — Por cierto…sobre “eso”, ¿No irás a recogerla? Yuri exigió a que fueras tú quien fuera a buscarle personalmente.


    —Derint: —quién miraba a la nada mantuvo su gesto pero algo molesto, ni siquiera se giró a ver a Freddy— No tengo ninguna responsabilidad en buscarle y si en estos momentos estoy montado en este estúpido auto no es por gusto, deberías agradecer que estoy tranquilo sino hace rato te hubiese matado con lo primero que hubiese encontrado.


    —Freddy: O-Oye… ¿Por qué tan agresivo tan de repente?…je.


    Pero Derint se controlaba para no golpear a su ex-amigo o en serio cometería homicidio; lo que ocurría es que tenía un mal presentimiento y ver el cielo —iluminado por los fuegos artificiales ahora—es lo único que lo calmaba, al menos eso pensaba. Su mente estaba dispersa, la verdad es que no quería pensar tanto en la estúpida cita ni en ese idiota del friki, tenía su cabeza hecha un lío pensando en qué estaría haciendo Leint en esos momentos.



    —Freddy: ¿Mm? Qué raro que no contestó de mala manera…oye amigo, ¿Estás bien?


    Derint solo se preguntaba una cosa: “¿Qué estará haciendo Leint ahora?"


    Después de salir de allí fueron rumbo hacia la entrada del festival donde podía verse a más de 50 personas entrar y salir. El auto del Jameson llegó y de este salió de inmediato Derint y más atrás Freddy. Curiosamente en la entrada estaban los amigos de la infancia de ambos ya esperándoles, cosa de lo que Derint no estaba enterado pero Freddy si pero se le había olvidado que habían quedado en encontrarse allí.



    —Siro: ¡Derint! ¡Amigo! —siendo el primero en acercarse con emoción le saludo con un choque de manos y luego un leve choque de pecho— Tiempo sin vernos, no creí que accedieras a la salida de hoy pero veo que Freddy si logró convencerte —sonrió tiernamente como siempre—que bueno.


    —Sire: Es el único idiota que lo aguanta —dijo cruzándose de brazos con aire de desagrado contra el azabache —


    —Derint: La verdad es que no estaba enterado de esta salida—dijo y se giró a mirar molesto a Freddy quién por la mirada desvío su mirada cohibido hacia otra dirección— siempre hace las cosas a lo loco incluyendo a segundos sin siquiera consultar. Como sea, es agradable verles igualmente y toda esa tontería. ¿Vienen por el festival?


    —Siro: ¡Claro! ¿Por qué más sería? —Emocionado ocupó lugar a su lado pasando un brazo por sus hombros para así comenzar a caminar— hace mucho que no nos reunimos, ¿Recuerdas como de pequeños soliamos venir a lanzar la lámpara de luz justo antes de la hora? Los tres siempre fuimos unidos y esas noches nos ayudaba a fortalecer nuestros lazos…¿Lo recuerdas?


    —Derint: Hum —sonrió negando. Después de todo estar con Siro –a comparación del Jameson– siempre era calmado y cómodo—claro...tiempos inolvidables. ¿Tu idea era que esta noche volviéramos a fortalecer esos lazos?


    —Siro: ¡Exacto! ¿Acaso no estás de acuerdo conmigo, Derint?


    —Derint: ¡Idiota! Eres un sentimental Hitsoon —comentó en reproche y el chico rió rodando los ojos—


    —Siro: Soy el único que se preocupa por nuestra amistad, amigo, a poco tu también nos extrañaste, ¿eh? —dijo en un tono de gracia en el que sabía molestaría al Rouss, y así fue, él en respuesta le dio un ligero toque en la cabeza en desquite, obvio se quejó— ¡Auch!


    —Derint: Pero trajiste a un ratón rojo y súper molesto contigo, creo que su presencia arruinara la noche. —Dijo mirando de rojos hacia la peli rojo quién iba tranquilamente caminando cuando ante el comentario abrió sus ojos con molestia. Siro soltó una risita de lado—


    —Sire: ¿¡A quién llamas ratón rojo, pedazo de idiota!?


    —Derint: Oh pero si tiene una boquita algo suelta, ¿eh? Sí es muy chillona.


    —Sire: ¡Tu…! —se le fue encima para darle lo suyo cuando Derint se soltó del agarre de Siro y con una mueca de burla corrió alejándose del peligro— ¡No corras cobarde! ¿¡Por qué siempre tienes que ser tan grosero!? ¡Tsk! ¡Como lo odio! No sé ni porque demonios accedí a venir aquí. —masculló. Roja y echando humo por las orejas—


    —Siro: Está bien, sabes que solo te está molestando. Vamos.


    —Sire: ¡Pero que moleste a alguien más! ¡Tsk! —volvió a resoplar— No soporto sus insultos.


    Freddy se había mantenido en una distancia algo alejada en lo que les seguía el paso, el chico tenía un semblante de preocupación y parecía que nadie lo notaba. De momento mantenía su mirada al suelo cuando una llamada entró a su teléfono. Inmediatamente al sacarlo paró sus pasos quedándose por completo muy atrás del grupo de sus amigos...cosa que más al rato ambos primos Hitsoon notaron y también se detuvieron.



    —Freddy: —al ver aquel número desconocido una vez más llamandole sus sentidos se agudizaron y la tención creció en él—Otra vez.


    —Siro: Amigo, —le llamó suavemente recibiendo la mirada del más alto— ¿Todo está bien?



    Quizá las cosas no estaban bien pero debía fingir que si, no quería poner en peligro a sus amigos.



    —Freddy: Por supuesto, todo está perfecto, en realidad todo está excelente —respondió casi torpemente tratando de disimular su nerviosismo, cosa que no engañó a cierto azabache y que preocupó ligeramente a Siro ya que vio como Freddy trató de disimuladamente guardar su teléfono guardando sus manos en sus bolsillos—ah, pero acabo de acordarme que quedé en encontrarme con alguien aquí, no tardaré mucho así que iré a buscarle y más tarde los veo a la hora de soltar las lámparas, ¿Bien?


    —Siro: Eh, bueno, creí que los tres intentaríamos recuperar el tiempo perdido pero...si tienes que-


    —Freddy: Será rápido , nos veremos al rato —sin dejarle a responder se apresuró a girar sobre sus talones y se retiró de allí bajo la mirada extrañada de ambos primos—



    Y más adelante Derint le miraba irse con unos ojos que no era de total amigos ni ningún agrado.


    Tenía un extraño presentimiento. Y nunca le fallaba.


    [Fin de la II Parte]
     
    Última edición: 2 Mayo 2023
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    KAMERIA

    KAMERIA " Si caes, levántate y vuelve a intentarlo"

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    Capítulo 11_ " Las Llamas del Fénix: I Parte"


    Tales of The Last White Rouss

    Saga N° 0 : Hijos del Futuro



    [III Parte]


    .

    .

    .





    No podía creer lo que veían sus ojos. Sus dedos, pálidos, sus manos las cuales observaba ahora, temblaban por las emosiones encontradas que ahora tenía por causa de la incredulidad, sus ojos bien abiertos temblaban por cada emoción experimentada.


    El bosque era frío y sombrío pero en aquellos momentos cargaba unos sonidos muy particulares perteneciente a la naturaleza. Insectos, grillos cantando, silbidos extraños, los árboles al mover sus ramas.


    No tenía tiempo para pensar en estos detalles, su cuerpo inclinado en el suelo porque acababa de despertar de su inconsciencia, arropado con unas ropas que particularmente no traía anteriormente, no eran suyas y no sabía como rayos lo traía puesto.


    El chico se movió para levantarse y mirar hacia atrás donde su vista recorrió toda la zona y descubrió que se encontraba cerca a las orillas de una colina...pero esa colina era la que estaba del otro lado de la zona donde estaba la mansión del anciano Tim.


    Antwan había descubierto que ya no estaba en el mismo bosque donde estuvo enfrentándose con Tim, ya no traía sus ropas así como que tampoco traía la diadema de antes, y también que su apariencia había cambiado por completo. El viejo había dicho algo curioso antes de iniciar todo y era que si no tenía cuidado él sufriría las consecuencias. Pero no creyó que esas serían las consecuencias.


    Se tomó la cabeza metiendo sus manos en las hebras ya no amarillos sino oscuros, negros como la noche. Antwan estaba que perdía la razón. Miró otra vez adelante y notó que ahora ya no podía ver el puente que unía ese trozo de tierra con el otro...ya no lo veía.


    Es que…¿Acaso él perdió su ser como fénix?


    ¿Entonces lo que dijo el viejo era realmente…?



    —Antwan: —al bajar la mirada notó que cerca a un árbol había un nota y gindado aún lado una pequeña lamparita hecha de papel, él se acercó y tomó la nota entre sus manos temblorosas—¡...!


    Con rapidez pasó su mirada por el papel y leyó lo siguiente:



    " Como perdiste la carrera quiero que hagas algo por mi, ya te habrás percatado de tu condición actual, te será difícil volver a casa sí ya no tienes la habilidad en los ojos, por lo tanto te aconsejo que aproveches tu condición y salgas esta noche, divierte."
    ¡¿Todo aquello era una broma o qué!? ¡¿Hablaba en serio?!. "Oh, algo más. No debes olvidar que no puedes decir quién eres, todo depende de si los demás llegan a reconocerte sino, bueno, estás perdido. Suerte."



    La mala suerte era un mito, una teoría humana sin embargo Antwan comenzaba a pensar que podía ser verdad. Se levantó y tirando aquel papel no le hizo caso a aquella lámpara que seguramente el viejo le había dejado para que iluminara el camino, por orgullo comenzó a caminar alejándose de allí y perdiéndose en el bosque.


    Fuegos artificiales alumbraban el cielo y era un verdadero espectáculo para los ojos de aquel rey Fénix que observaba todo desde lo lejos…


    Había visto a su nieto irse, desde ese punto pudo hacerlo. Sonrió de lado negando y relajado se dio la vuelta para caminar hacia el final del bosque hasta llegar a los límites rocosos donde las olas eran golpeadas sin cesar.



    —Tim: Que bonita esta la noche, ahhh, como me encantaría estar en ese festival. —Vio el cielo iluminado por los fuegos artificiales. Y no había cosa alguna que le fascinara más que eso…y su anhelo era poder verlos de más cerca—Querido nieto…solo espero que puedas recuperar tu tiempo.



    .-



    Una vez salió del bosque aquel, el cuál le costó como una eternidad, miró de reojos el camino en que vino y luego observó al frente donde se encontró con la vista de la carretera donde vio a más de un carro pasar.


    En ese momento Antwan entendió que esa noche sería muy movida.



    _Cambio_




    —Will: No tomará mucho tiempo...me aseguraré de que esté bien...si, si, entiendo tía —se le escuchó suspirar en lo que hablaba por teléfono y observaba las frecuentadas calles— no es necesario que se alarme, Shestther está conmigo y, quiero en serio asegurar que la vida del niño no está en peligro...bien, una vez salgamos del Hospital regresaremos a casa.



    Las voces no eran claras en su cabeza, solo eran sonidos lejanos, suaves, calmados, en veces distorsionados pero la niña no estaba aún consciente de donde estaba. Leintni tenía sus ojos cerrados cuando de repente entre tantos extraños movimientos comenzó a despertar...sus párpados temblaron y tuvo la necesidad de abrir los ojos…


    Se sentía incómoda en esa posición.



    —Will: Shestther…



    Leintni apenas abrió un poco sus ojos escuchando esa voz.



    —Will: Toma la ruta más segura, se que debo volver cuanto antes pero quiero asegurar que el niño está bien.



    Entre la oscuridad su mirada se plantó en los cojines de los asientos de adelante, notando apenas una pequeña iluminación que provenía de las calles, el lugar estaba oscuro por lo que Leint concluyó que quizá era un carro, aparte los movimientos…



    —Shestther: Como usted diga, amo Will.



    Con tensión apoyó un poco sus manos y codos buscando la manera de reincorporarse en aquel asiento, su cuerpo dolía. Leintni parpadeó un par de veces negando, muy confundida. La niña pudo haberse acomodado y sentado tranquilamente pero en pleno acto se detuvo tras notar que había alguien cerca a ella, curiosamente vestía en negó y éste no le había notado, estaba muy distraído mirando ahora hacia la ventana…



    "¿Dónde estoy? ¿¡Qué hago aquí!? "
    Alarmada miró su alrededor con cuidado y volvió a mirar al chico que hasta ahora notó. Tragó en seco. " Acaso ellos...me llevaran con ellos tal como él dijo..!?" Recordó las palabras de aquel hombre que intentó llevársela semanas atrás haciendose una idea terrorífica.


    Un secuestrador de niños, de buen vestir, joven, buen parecer y al parecer millonario.



    El miedo la invadió y negando comenzó a retroceder hasta pegarse de la puerta del auto.



    —Will: Shestther. —Solo recibió un "¿Hum?" De respuesta. Will río un poco—respondiendo así suenas como mi hermano.


    —Shestther: Supongo algunos hábitos se quedan.


    —Will: ¿Hábitos? Mmm, no recuerdo que mi hermanito tuviera algún hábito, aparte de siempre decir "Hum" a todo...claro que no le juzgo, es un chico de pocas palabras—Sonó más como si recordara algo. Y es que hacía tanto que no sabía de ese chico— Estaba pensando...quizá Layoner este aún en…¿eh? —notó algo moverse aún lado y miró a ese lado—


    Descubriendo a el "pequeño" . Este obviamente se asustó cuando sus miradas se encontraron. La expresión de Will cambió a uno de sorpresa y estuvo apunto de acercarse pero apenas hizo un movimiento notó a el niño pegarse a la puerta.



    —Will: —"¿Eh? Está asustado…" pensó ante su reacción— Tranquilo pequeño, no...te haremos daño. —claro que esto no hizo efecto en Leint quién en cambio negó más nerviosa tratando de girarse y así empujar la puerta. Obvio esto alarmó a Will—¡Pequeño, espera…! ¡No hagas eso…!


    Por preocupación a que el niño cometiera una locura su acción fue estirarse y sostener al niño de su hombro, su mano llegó hasta el y Leint ante sentir esto sintió una alarma en su cabeza que le gritaba "Peligro". Sus ojos se abrieron desorbitados y a su mente vino inmediatamente las enseñanzas de Johan.



    ««"—Johan: No grites, menos intentes huir a lo loco, pero si la oportunidad se da aprovecha el momento de debilidad y golpea en el punto que sepas lo dejara inhabilitado. Solo usa lo que sabes. " »»




    Lo que sabía, ¿eh?


    Pues lo que se le vino a su mente fue simplemente alejar a ese hombre lejos de ella y así lo puso en práctica, girándose así sintiendo la mano sobre su hombro en un movimiento rápido uso sus piernas para darle una patada que dio contra el pecho del chico así haciéndole retroceder y pegarse contra el otro costado del auto.


    Will sintió en ese golpe que rompieron sus costillas…



    —Shestther: ¡Amo Will! —quién había visto lo que ocurrió por medio del retrovisor movió rápidamente el volante del auto en lo que pensaba parar—


    Will apenas llevaba su mano a su boca sintiendo que le faltaba el aire, ese golpe realmente le había dejado mal. Pero tarde se dio de cuenta de las intenciones de la niña ...ella abrió la puerta.


    Leintni había tomado la perilla y la empujó de manera que al quitarle el seguro a la puerta abrió y se empujó contra este hasta abrirlo sin siquiera pensar en como resultaría esto. Solo sintió la necesidad de huir y por eso hizo tal locura; la puerta se abrió y la niña salió del auto quedando suspendida entre la velocidad y calló al pavimento.


    El auto dio un frenaso de golpe estacionandose a varios metros donde la niña quedó expuesta, el primero en salir fue Will, literalmente le dio una patada a la puerta y salió en busca del niño con desesperación.



    —Shestther: ¡Joven amo!, ¿El niño está bien!?


    Leintni ante la caída y en la velocidad en la que iban acabó hiriendose la cabeza, todo el rededor se movía...aún así Leintni no reparó en el hecho de tener su cara raspada sucia y que poco a poco entre sus cabellos fue corriendo lentamente un líquido rojo…


    Leintni se levantó y algo aturdida miro hacia atrás notando a Will, con temor comenzó a caminar alejándose...más adelante había un cruce así que podría intentar perderlo por esa ruta.



    —Will: ¡Pequeño, oye espera..! —viendo que desaparecia de su vista apresuró sus pasos y en el camino se percató que el niño había dejado el sombrerito que traía , lo tomó y continuó su camino—



    .

    .

    .

    .

    .



    El prisionero había tenido la suerte que nunca nadie más había corrido y era que había sido liberado; entre el bosque aquél que desconocía, después de caminar y recorrer aquellas zonas, el hombre de vestimentas de prisionero logró divisar a metros de el algo que lo dejó impresionado y no pudo evitar quedarse observando un rato . Se trataba de un alto y frondoso árbol que tenía la vista de un enorme monstruo verde, pero no…era solo un árbol. Si mal no deducía era un sauce.


    Caminó y en minutos llego hasta una colina rocosa que parecía una escalerilla, decidio no pasar por debajo de aquel árbol y solo subió aquellas rocas diriguiendose a una parte profrunda al otro lado de aquella montaña. La brisa era fría y sus ropas se movieron un poco ante el viento. El hombre no había dado ni cinco pasos cuando el sonido de voces llamaron su atención y decidió ocultarse y averiguar de dónde venía.


    Guiado por la frecuencia de las voces descubrió que a metros de bajo entre las sombras del sauce…habían personas reunidas y estos estaban hablando.


    Pero lo que llamó su atencion es que eran inusuales.



    .-



    —Tsuhaya: No creo que tome tanto tiempo si tan solo dividimos el trabajo en equipo, mientras unos asisten a el festival los otros podemos ir a por EliOenai. —dijo éste cruzandose de brazos mirando serio hacia el líder—


    —Samir: ¿Podemos, dices? Pero —se movió rápido quedando frente a él— ¿ Acaso no ayudaras con la seguridad de los niños?


    —Tsuhaya: Me abstengo a perder la oportunidad de dar con ese traidor, algo que es mas importantante que estarse preocupando por niños huerfanos, White.


    —Samir: Pero esos niños…son inocentes ¡Y estan inofencivos! ¡Corren peligro, Tsu! ¡Como Vanguardistas debemos..!


    —Tsuhaya: No trates de chantagearme con eso ahora, Samir. —el chico ante esto retrocedio mirandole disgustado—


    —Samir: Que inhumano eres, hum, se nota que pones primero tu venganza estúpida a antes salvar la vida de esos niños, ¿ah? ¿Tan importante es para ti?


    —Tsuhaya: No me importa nada más que destruir a EliOenai Lee, por más que seamos primos, por más que por nuestras venas corra la misma sangre, yo…lo odio con todo mi ser. —dijo pero no en tono suave, en serio que odiaba el simple hecho de pensar en su primo—


    Samir dedujo con esa respuesta lo que pensaba Tsuhaya y sus prioridades, era un chico inteligente y cuando de trabajar en equipo se trataba era diligente, claro, siempre y cuando ambos tuvieran el mismo objetivo en mente; sin embargo pensar que Tsuhaya no le interesaba la seguridad de los niños le molestó y solo hizo aun lado su mano echando un poco para atrás su capa, caminó pasando de largo del rubio y se dispuso a retirarse.


    Mikhail que observaba todo en silencio desde hace un rato le detuvo.


    —Mikhail: Samir, ¿A dónde piensas ir?


    —Samir: Es obvio, no perderé más tiempo e ire al festival…quiero asegurar que los niños no corran peligro.



    El polisonte que arriba estaba escuchando, no entendia a lo que se referían del todo pero por alguna razón que mencionaran a esos "niños" llamó su atención.



    –" ¿Niños? "




    —Samir: En los años que llevamos aquí siempre se ha oído del peligro que los niños del orfanato sufren, cada año…siempre ocurre algo —sus manos las volvió puño— Éste año él tendra su salida, es aun muy pequeño para poder defenderse de algún peligro y si algo le ocurre, Anika…llorará. —miro de reojos a Mikhail. Se reusaba a bajar la guardia—El hermano de Anika estará allí y como su hermano mayor pienso protegerle. Líder, sólo deme la autorización y permita que cumpla con esta misión, por favor. Lo haré sólo si es necesario.



    Tsuhaya se giro un poco y le miró aun serio, Mikhail sabía que si se negaba Samir igual iría, era tan terco en veces cuando de proteger alguien se trataba. Era un obstinado.



    —Tsuhaya: No te arriesges tanto, Samir, no deberías ir-


    —Mikhail: De acuerdo —accedió causando que Samir abriera sus ojos sorprendido y más tranquilo asintió— Pero para eso no irás solo.


    —Tsuhaya: —suspiró, sintiendo que la pelota se lo lanzarían a él— No pienso ir, Mikhail, ya lo dije.


    —Mikhail: Tú no iras, tendrás otra misión, a ti te quiero en otro trabajo pero irás con Diana para eso. —a lo que el chico respondio con un " ¿Ah?", sin ningún agrado—El caso de los niños es algo que lo hemos sabido desde hace poco, aun así debemos cuidar de ellos. Cómo Samir es mi compañero me corresponde ir con él. Por otro lado no podemos olvidar cuál es nuestro objetivo principal así que eso se los dejare a Diana y a ti para que se encarguen de dar con EliOenai…de todas formas ésta noche es especial, para nosotros no debe ser dificil de —hizo silencio. Miraba hacia un punto perdido del árbol, sin embargo dejo eso de lado para mirar ahora a Tsuhaya quien seguía con su gesto implacido de siempre—Solo traten de no llamar mucho la atención. Suhail no está.


    —Tsuhaya: Como siempre, tsk, pero esta bien…haremos como dices, Líder.



    El hombre entre las rocas se cohivio y se volvió a esconder entre ellas recostando su espalda entre las rocas y encogió sus piernas; no sabía quienes eran esos chicos pero…



    —Hombre: Humm, se refieren a el caso de esos asquerosos niños, ¿eh? supongo quizá se traten de un grupo de investigación especial que se encuentra escondida entre éstos bosques. Mm, ya veo, ya veo…son algo extraños, dos de ellos son los mismo de hace momento, hum. —parecia pensativo. Trataba de llegar a un punto— Solo pierden su tiempo, no evitaran que el plan se lleve a cabo…—rió por lo bajito— Pobres niños.


    Volvió a asomarse para ver si seguian hablando, sin embargo al asomarse no vio a nadie…se habían ido. Volvió a esconderse y pensandolo más consideró que mejor era dar una vuelta en el lugar…o quiza….



    —Hombre: Hum, creo que ya es tiempo de hacer una llamada. —y de entre sus ropajes, sacó un comunicador…era de la policia—



    [Fin de la III Parte]

     
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    KAMERIA " Si caes, levántate y vuelve a intentarlo"

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    Capítulo 11_ " Las Llamas del Fénix: I Parte"

    Tales of The Last White Rouss

    Saga N° 0 : Hijos del Futuro



    [IV Parte]


    .

    .

    .





    El festival comenzaba oficialmente en todo Foreigntown, las calles aun eran frecuentadas pero los sitios más visitados eran las orillas del río dragón y los que se conectaban con éste; podía observarse desde un punto en alto la gran multitud que asistian al festival y los niños corriendo felices llevando en manos estrellitas artificiales.


    La pequeña Leint por otra parte, caminaba algo perdida por aquellas zonas, mezclandose entre la multitud que iba entrando y viendose como en su camino chocó con un grupo de jovenes que iban en grupo, cosa que le hizo retroceder y caer sentada. No se levantó de inmediato a causa del dolor aun en su cuerpo, aparte la niña no había notado que tenía sangre sobre su cien.


    El grupo de jóvenes, por otra parte, estaban tan entusiasmados hablando sobre el festival de esa noche que pasaron por alto a la pequeña que yacía en el suelo. Se desenvolvían entre chistes y risas, en un ambiente tan alegre y feliz que Leint al verlos alejarse no pudo evitar sentir emoción, porque le hubiese gustado haber salido esa noche de igual manera junto a su familia y su amiga Cattherine.


    "Cattherine solía comprar mucha comida y dulces en el festival …"



    Cattherine y ella solían disfrutar de esas fechas en conjunto, donde la pequeña francesa siempre contaba con grandes aires de que prefería mil veces escuchar por un año entero los regaños de su madre a antes faltar una noche tan especial como esa. Leintni disfrutaba mucho estando con su amiga en esas fechas porque era Cattherine quien la orillaba a comer los grandes platillos del festival, a bailar en conjunto de los pequeños danzarines en esos bailes culturales y, la que más la soportaba.


    Oh, su amiga Cattherine…



    ¿Estaría extrañando estar esa noche con ella tal como ella lo hacía ahora?




    ¿Pequeña Leint?




    La suave voz llamó la atención de la pequeña azabache, escuchándose justo al frente de ella, cosa que le sorprendió mucho porque en ningún momento llegó a percatarse de cuando esa persona se acercó a ella. Su mirada estuvo perdida por mucho hasta que parpadeó varias veces, aclarando su vista y mirar a esa persona en frente de ella.


    Qué ahora, con un gesto en su rostro de clara preocupación se inclinó más a ella y extendió su mano. Entonces el chico de cabellos castaños, mirada miel y piel clara casi gritó por su apariencia.


    —Leintni: ¿Joven…Nathaniel? —casi no lo reconoció al verlo vestido como todo civil —


    —Nathaniel: Leint, oh pequeña Leint, ¿Qué te pasó? Tienes sangre en su cabeza.


    —Leintni: ¿Eh? ¿Sangre?


    —Nathaniel: Ven, déjame ayudarte.



    A Nathaniel siempre lo llegó a ver como un joven cartero muy entuciasta y alegre, por nada le quedaba como anillo al dedo que fuera el encargado de llevar la correspondencia a todos en Foreigntwon. Leint, sinceramente, siempre fue una fanática suya.


    No tuvo tiempo de responder cuando Nathaniel mismo tomó su mano y le dio un leve jalón para levantarla del piso. Algo de la situación preocupó al chico porque, bueno, había visto las noticias como todos los del pueblo y sabía muy bien la posición en la que estaba la menor.

    Leintni no debía de estar sola en la noche y mucho menos esa noche en la que habían tantos policías locos corriendo por las vías.


    —Nathaniel: ¿Estas sola?


    —Leintni: Eh, bueno…


    —Nathaniel: Es muy extraño que estés por aquí Leint y más estando sola, aparte que estás sangrando.



    Leintni no había notado la sangre en ningún momento, quizá por haber brincado así de aquel auto se lo había causado, pero estuvo asustada todo ese tiempo y por eso no pensó en la situación.


    Nathaniel le había jalado de la mano y acercado a unas baquetas donde la sentó para que esperara en lo que él hacía una llamada rápida.


    —Nathaniel: No estás con tus hermanos o algún familiar ¿No es así?


    Apenada por eso Leintni jugó con sus deditos, y negó. El chico terminó suspirado, inquieto paso su mano por sus cabellos.


    —Nathaniel: Me lo suponía, y me gustaría que me dijeras que haces aquí pero…no luces de querer contestarme a eso…—sus ojos observaron como la niña temblaba un poco, y aparte evitaba su mirada, parecía distraída. Eso lo preocupó más — Al menos dime si no te duele nada. Me aseguraré de que nada te ocurra.


    —Leintni: Está bien…No me duele nada.


    —Nathaniel: ¿Estas segura?



    Ella asintió, alzando esta vez su mirada a él.



    —Nathaniel: No quiero que mientras en esto pequeña Leint, porque sino…



    ¡Hey, Nathaniel! ¿Qué ocurre? Todos te estamos esperando.




    Esa había sido la voz de una chica a lo lejos llamando al muchacho. Una muy bonita jovencita que vestía tradicionalmente ya tenía en manos una linterna y parecía muy entuciasta por pasar el rato con el chico.

    La primera en mirar a esa dirección fue Leintni y luego Nathaniel.



    —Nathaniel: Es Violet.


    —Leintni: Que bonita está…


    Leintni había quedado encantada con el vestido y los accesorios con los que se había arreglado la chica de nombre Violet, y es que era muy bella. Nathaniel le pareció tierno la manera en que Leint lo dijo y no evitó reír encantado.


    —Nathaniel: Si, tienes razón…


    —Leintni: Ella ¿Es su novia, joven Nathaniel?


    —Nathaniel: ¿Qué? —claro que habían casos en los que los niños como de la edad de esa pequeña criatura, hacían preguntas curiosas que aveces incomodaban. Y él estaba apenado por esa idea errónea —Oh, no, claro que no es mi novia…es solo una compañera de la universidad. Claro que en veces para los demás paresca eso pero es porque somos muy cercanos.


    Leintni asistió, sin tenerlo claro pero creyó que en realidad el chico tendría pena de hablar de eso con ella. La chica volvió a llamarlo pero Nathaniel no estaba en posición de irse así nada más.


    Leint seguía allí.



    —Nathaniel: No se irá hasta que vaya, eso lo sé…vaya, tendré que…


    —Leintni: Es mejor si va con sus amigos, joven Nathaniel.


    —Nathaniel: ¿Ah?


    —Leintni: Que se preocupe por mí no tiene sentido porque estoy bien, esto es sólo porque me caí y me lastimé un poquito —llevó sus deditos a su frente sin tocar del todo la piel y sangre. Leintni solo quería salir de allí y que Nathaniel se preocupara por ella le hacía sentir mal. Era mejor excusarse y salir cuanto antes— Así que no tiene porqué seguir aquí. Vaya, le esperan.


    —Nathaniel: ¿Aaahh? Pero Leint, espera, para mi tiene mucho sentido que me preocupe, solo no puedo pasar por alto el hecho de que aparte de estar aquí sola, vistiendo de la misma manera con el overol con el qué sueles trabajar todos los días, aparte tu cabeza luzca así. Obvio tiene sentido. ¿Y si aparece alguien y te hace algo? ¿No te preocupa eso?



    Leintni sintió algo extremecerse en su interior y su garganta se secó, claro que pensó en eso ¿Cómo no? ¡Acababa de escapar del auto de un extraño!


    Pero ella no se sentía cómoda para hablar de eso. No, no con alguien como Nathaniel.


    Tomaría para ella sus palabras y tendría cuidado, lo prometía. Ella no quería mostrarse miedosa, prefería lucir torpe, tal como la llamaba su hermano pero, nunca miedosa.

    Esta Bien, pensó ella. No se arriesgaría más.


    Sin nada que decir la niña se levantó y dejó su asiento, sacudiendo un poco sus ropajes antes de mirar con seguridad y "tranquilidad" a el muchacho.


    Nathaniel la miró extrañado.



    —Nathaniel: ¿A dónde vas?


    —Leintni: Recordé que ésta noche vendría un familiar a la feria y, perdone por no mencionarlo antes pero estaba nerviosa—pasando una mano por su codo— Me iré y me reuniré con ella, no se preocupe.


    Y sonrió.


    —Nathaniel: ¿Qué? ¿Un familiar…? ¿Acaso hablas de tu tía-


    —Leintni: ¡Así que me estaré yendo, joven Nathaniel! ¡Se cuida, si!? ¡Que tenga una gran noche, y espero que disfrute la noche de las luces de fuego!



    Y entre risas Nathaniel la vió, correr y alejarse de allí.

    La brisa sopló leve, moviendo sus cabellos y haciendole sentir tan extraño en su posición.



    ¿La niña le habría mentido?



    ¡Nathaniel! ¡Ya vamosno!




    Y él que había llamado a alguien para que viniera a atender sus heridas…



    —Nathaniel: Ya voy…



    .-



    Momentos luegos, después de correr y alejarse de la entrada ella acabó mesclandose con esa multitud. El bullicio de la gente y el movimiento continuo la mareaba, pero le encantaba un montón admirar como todo estaba adornado.


    Tan cálido. Perfecto.




    —Niño: ¡Mamá, mamá! ¡Mira, mira! ¡Venden lamparas! ¡Quiero una, mamá! ¿Si? —pedía un pequeño de unos ocho años, estaba a lo lejos cerca a una de las tiendas de comida y dulces, el niño señalaba hacia un puesto en dónde un hombre vendía lamparas para esa noche—


    —Madre: Bien, bien, compraremos una pero, ¿No crees que deberíamos esperar a que tu padre llegue? —decía la dama quien era arrastrada por el niño quien estaba emocionado. El niño con su enorme sonrisa siguió corriendo—


    —Niño: Solo compraremos la lampara y le esperaremos a las orillas del río, mamá, ¿siii?


    —Madre: Mmm, pero que niño eres, tan ansioso —sonrió negando— Esta bien.


    La sonrisa del niño era genuina, mostraba calidez, felicidad, una expresión que era visto por los ojos cálidos y emocionados de la pequeña niña. Leintni se movió inconscientemente hacia ellos algo hipnotizada por la emoción de querer ver las linternas también.



    —Leintni: Las linternas…



    A distancia venían caminando en sentido contrario dos policías, era Philipinas con su compañero.



    —Philipinas: ¿Por que razón el oficial Mako dijo que el jefe mandó a que rebisaramos esta zona?


    —Lucas: Dijo que según habían civiles informando de una supuesta bomba instalada en las zonas de juegos. Sin embargo…


    —Philipinas: —molesta bufó— Pss, no encontramos tal situacion, todo fue una farsa y ahora estamos retrasados metidos aquí en éste festival. Deberé llamar al oficial y secciorarme de su información. Por ahora será mejor que vayamos a Villa Neoma, tengo un mal presentimiento.



    En lo que ambos oficiales caminaban dirigiendose a la salida del lugar, de ambos la oficial Philipinas fue quién se percató de una pequeña criatura que curiosamente llamó su atención, no porque tuviera accesorios caros, no por su apariencia sucia, no, sino por su condicion actual. En teoría todo de ella le inquietó. Sangraba.



    —Philipinas: ¿Eh? Esa niña —sujetando fuertemente su arma en su cinturón se acercó con rapidez a la niña, notando como ésta caminaba rumbo hacia unos puestos—


    Leintni se había en serio emocionado por las linternas y se acercó inconscientemente a la tienda donde vendían de estos, sin embargo antes de llegar a admirar uno más de cerca sintió como fue detenida por su hombre.



    —Philipinas: Hey, pequeña, ven aca un momento, por favor —llamó, no tan fuerte en lo que le giraba y le tomaba de la mano alejandola de los puestos—


    Lucas, su compañero, observaba ésto a distancia viendo a su compañera venir con la niña. Lo que no sabían era que había alguien más a lo lejos, quien miraba todo esto algo inquisitivo el cómo tomaban a la pequeña azabache.



    —Philipinas: —llegando en donde estaba su compañero se detuvo y se inclinó para ver a la niña— Pequeña, hola, ¿Cómo estás? ¿Te encuentras sola en el festival?



    —Leintni: Sola…—miró a la dama y parpadeando dos veces no supo si responder con la verdad a eso. Hace poco se había encontrado con el cartero y le había preguntado lo mismo. Pero ella era una oficial y si le mentía le seguiría investigando hasta saber que metía. Y ella no quería meterce más en problemas. Así que, asintnió— Si.



    Lucas esperaba que la niña se negara o si quiera pusiera algo de resistencia pero, por lo contrario no parecia nerviosa.



    —Philipinas: ¿Y por qué no has venido con tu familia, cuando…esta noche se trata de eso, no? es especial.


    —Leintni: Eso lo sé muy bien, pero papá esta ocupado, mi tía atiende sus negocios y mis hermanos están también ocupados, es entendible que tengan cosas que hacer. ¿No?


    —Philipinas: Bueno, siendo así, tu…¿Por qué estas aqui sola? ¿Acaso…te perdiste? — vio a la niña abrir grandemente sus ojos y cómo temblaron momentáneamente, más no respondió. Toda su calma de estaba desvaneciendo. Philipinas entonces observó la parte dónde sangraba— ¿Podrías decirme por qué estás herida? —la niña apenas respondió con un , ¿Ah? ella alzo su mano para limpiar la sangre, cuando la niña por instinto retrocedio de repente— ¿Mm? Estas sangrando, y eso no se ve nada bien. Si sigues en el festival en esas condiciones causarás terror a los demás.


    Cada una de estas palabras hicieron sentir mal a Leint y comenzaba a creer que si seguía allí arruinaría todo.



    "¿Voy a aterrar a todos…?"




    —Philipinas: ¿Qué fue lo que realmente ocurrió, señorita Roussh Lin?


    Se levantó, llevó sus manos a su cintura mirando más seria a la niña; Leintni se sentía temerosa pero no creía apropiado decirle a la dama lo de hace poco… tenía miedo.



    —Lucas:¿ Es la hija del doctor Rouss?


    —Philipinas: Así es —observó su reloj notando la hora que era y volvió a llevar su mano a su cintura— Ya debemos irnos, pero ahora, ésta pequeña…hum, creo que la llevaremos al hospital y le comunicaremos a sus familiares sobre su estado, aparte abría que limpiarle la herida de su cabeza, no parece que quiera que le revise.


    —Lucas: ¿Estas segura de ir al hospital ahora?


    —Philipinas: Si.





    Un palpital, lento, no muy frecuente, con un sonar muy lento y a la vez leve, resonaba en su cabeza de manera que sus oídos se volvieron sordos…no había más sonido, no existían ellos porque lo único en oirse era aquel latir de su corazón…


    Así como esos latidos, así eran sus pasos que se acercaban a esas personas.




    Philipinas tomó la muñeca de la niña dispuesta a llevarsela, pero Leintni se sorprendió y por miedo puso resistencia.



    —Philipinas: Pequeña, escucha, por alguna razón que no quieres aclarar estás aquí con esa herida en tu cabeza que no deja de sangrar, no hay ningún representante contigo y eso no esta bien, por ello te llevaré conmigo hasta el hospital y allí avisaremos a algún familiar para que te recoja, ¿está bien?


    —Leintni: ¿P-Piensa llamar a mi hermano…? pero…—temor, sonaba en su voz— tendra exámen dentro de poco, si le llama le interrumpirá, no lo haga por favor…


    —Philipinas: Esta bien, entonces llamaremos a tu hermana, ¿te parece?


    —Leintni: Pero —la policía comenzaba a avanzar y con eso ella sentía como le jalaban, no quería irse con ellos. Eso les causaría muchos problemas a su familia—E-Ella también está ocupada…no —negó—


    —Philipinas: Entonces tu Tía — puso más fuerza en su agarre en lo que comenzaba a avanzar, a pesar de sentir a la niña hacer fuerza para soltarse— no está a discusión.


    —Leintni: Pero mi tía está en un viaje de…—vio cómo la policía ya harta de sus escusas se detuvo y se inclinó quedando cerca a su rostro, mirandole seriamente— negocios…


    —Philipinas: Llamaré a tu padre, y le diré que su pequeña se perdió en el festival. No hay más excusas ¿Me escuchaste?—se giró y pasó aun lado de su compañero—Vamonos.




    El latir otra vez, era mas frecuente pero por su bien dejó que sus labios se abrieran, tomó algo de aire y, con cierto cosquilleo en sus manos vio como ahora los policías se llevaban a la niña y esto causo que una molestia extraña creciera en su ser; por impulso fue hacia ellos con decisión. Porque, no, no podía dejarla ir, no permitiría que la alejaran más.





    Leintni caminaba mirando incrédula a la dama, a ese policía, el cómo se la llevaban…ella, ella sería llevaba al hospital, la sacarían del festival, informarían a su familia y se metería en problemas…no otra vez.


    " Si le dicen a papá…papá se preocupará, papá no trabajará bien, papá…está lejos, él no va a.."
    negaba, lento, su cabeza retenía aquellos pensamientos por el miedo, su cabeza comenzó a hacer leves movimientos de negación.


    " ¡No quiero causarles más problemas…!"




    —Leintni: Por favor…no.



    De repente sin que así lo esperaran alguien apareció deteniéndose justo en frente de la oficial, un chico algo alto de unos 13 a 15 años si mal no calculaban. La policía, Philipinas ante esto se detuvo dejando atrás de ella a la niña.


    Leintni se confundió por la acción.



    —Philipinas: ¿Hum? —Le miró seria—


    —Antwan: No puede llevársela. —Dijo de repente causado confusión en la policía. Él le dio una mirada rápida a la niña para asegurarse de que estaba bien— Ella viene conmigo.


    —Philipinas: Aja, hablas de la pequeña…¿Y se puede saber quién eres?


    —Antwan: Decirle que soy un familiar está demás, ¿no cree?


    —Philipinas: ¿Disculpa?


    —Lucas: —se le acercó a su compañera— Oye, el capitán acaba de llamar, exige saber porqué no estamos en el punto. —Le susurró y ella frunció el ceño, entonces él miró de lado al chico estudiándolo— debemos irnos.


    —Philipinas: ¡Tsk! Pero la niña —se giró a verle y está le observó tranquilamente. No parecía negarse ante la presencia de aquel chico azabache—¿Qué haré contigo? No puedo dejarte aquí en estas condiciones.


    Antwan no dudó en moverse y colocarse aún lado de la niña, caminó tranquilamente y le tomó de la misma mano cuya anteriormente la policía le tenía sostenida. Él la colocó detrás de él y la dama se desconcertó por su acto.



    —Antwan: No tiene la necesidad de preocuparse por ella, la llevaré conmigo, oficial. —entonces con esa mirada seria, apretando fuertemente la mano de la niña pensó en retirarse—



    Su movimiento fue lento, silencioso sin escucharse sus pasos no más que el ruido de la gente alrededor, con todo y eso las frecuencias sonaban borrosas al exterior. Los latidos sonaban aún, al menos él los escuchaba pero eran más frecuentes, iban y venían, no eran tan lentos pero aún así podia oírlos con dificultad…y también podía sentirlos a cada rato contraerse en lo más profundo de su pecho.




    La dama frunció el ceño y como policía le dio un alto.



    —Philipinas: ¡Alto allí niño! Tú no te puedes llevar a la niña sino te has identificado, ¿Quién asegura que seas realmente un familiar, ¿ah? ¡Tsk! ¿Saben qué? Para sacarme de duda los llevaré a ambos a la comisaría y llamaré a sus representantes.



    Leintni no sabía que estaba pasando, no conocía a aquel chico, sin embargo ese chico se empeñaba en llevársela. Antwan perdía cada vez más los estribos y sentía que en cualquier momento haría algo contra esa mujer.



    "¡Ya me tiene harto!"
    Sus cejas se fruncieron, sus manos se cerraron y su agarre fue más intenso. Leintni abrió sus ojos y entre aquella tención Philipinas extendió su mano para tomar al chico del hombro.



    .



    Los ojos del joven rubio a lo lejos se enfocaron en la lejanía de entre la multitud en el festival, siendo guiado por su poder del fénix llegó a expander un poco su propia llama buscando a su familiar y con algo de éxito lo encontró...pero no como esperaba, este estaba en una extraña condición en la que sus cabellos eran negros pero aún así….


    Dió con él. Lo había encontrado.




    "EliOenai... ahí está, Hum, ¿Piensa que con esa apariencia podrá esconderse? ¡Pero que insolente de su parte…!"




    Pero justo ahora su esencia parecía irse desvaneciendo poco a poco y siendo difícil de ubicar. No sabía lo que ocurría pero a su opinión si EliOenai estaba usando algún tipo de truco para esconderse debía admitir que estaba funcionando. De haberse tardado un poco más no hubiese podido identificarlo.




    Un latir otra vez, resonante en su pecho, con una frecuencia más fuerte le hizo fruncir el ceño y llevar una mano a su pecho. El sentimiento era diferente al anterior, está vez sentía algo quemar su alma…era más intenso que antes.




    Tsuhaya desapareció de su punto alto en el que estaba y apareció justo detrás de la figura de la dama que justo ahora colocaba una mano sobre el hombro de Antwan con intención de detenerle. Cuando las intenciones de Tsuhaya eran atacar a Antwan, siendo su objetivo, pensaba destruirlo allí mismo sin importarle nada.




    —Diana: ¡Tsk! Imbécil. —masculló viendo desde un poste la tontería de su primo. Apenas lo había visto actuar—



    Entonces de repente, en la acción de la mujer de detener a Antwan de llevarse a Leintni, Tsuhaya como un rayo amarillo iba a dar su ataque sin importarle la vida de la niña ni de la mujer, con su mano extendida lista y preparada formando una línea amarilla que era su arma...antes de ejecutarla en contra de los presentes, una fuerza mayor apareció congelando al mismísimo tiempo de abrupto.



    Rompiendo brechas.



    Un sonar de un reloj al mover sus perillas, unos dedos que chasquearon en el silencio ordenándole a el tiempo no avanzar más del límite dado, una túnica moverse de aquella tela oscura que cubría los hombros y parte del cuerpo entero del dueño del tiempo. Su figura apareció justo delante de Tsuhaya dándole alto a su ataque.


    Todo se detuvo. Excepto ellos dos.



    —Tsuhaya: —tras ver qué su mano no avanzaba y que una fuerza anulaba su ataque y lo empujaba haciendole dar un paso atrás miró hacia el frente descubriendo allí la figura de su Líder Supremo— Suhail…¿Qué haces? ¿Por qué estás aquí? ¿No vez que ese de allí es…!?


    —Suhail: Recuerdo haberte dicho que nuestros planes lo envuelven, vivo, quieras o no él formará parte de nuestro regreso...sin embargo si lo atacas ahora arruinaras todo.


    —Tsuhaya: ¡El plan era…!


    —Suhail: Fui quién indicó qué hacer, lo recuerdo bien, pero tú...Hum, Estás intentando tomar una venganza personal— Tsuhaya se movió intentando liberar su arma y así atacarle pero apenas estiró su brazo sintió como la presión del viento lo detenía. Miró su brazo y éste estaba rodeado entre hojas. Suhail manipulaba el viento y lo usaba en su contra—No lo volveré a repetir. Regresa con los demás y hasta que no les de la señal no desenvainaras tu arma.


    El viento controlado por su Líder presionó su brazo lastimanle tras girar alrededor de su brazo como un torbellino, quemando su piel y con una presión dada el brazo fue empujado hacia arriba y luego...su cuerpo fue expulsado de allí como si le hubiesen golpeado por el pecho, con tal fuerza hasta ser enviado a mucho metros de allí, siendo su cuerpo impactado con algunos de los puestos de venta y destruyendo estos en el proceso.



    Entonces, Suhail volvió a chasquear sus dedos.



    El tiempo volvió a la normalidad y en un parpadeo un desastre se levantó entre los civiles. Porque esa explosión destruyó más de lo que se esperaba.



    Trozos de madera, peluches, comida y pedazos de escombros volaron quedando suspendidos entre el aire, entre un sonido ensordecedor que llamó la atención de más de uno. La mano de la policía se contrajo y la policía se giró, Lucas también lo hizo. Los civiles presentes se alarmaron y por la impresión muchos gritaron por la sorpresa del desastre.


    Diana quién había observado todo, se volvió hacia donde Tsuhaya había sido lanzado y antes de llamar la atención de los civiles tomó a Tsuhaya ayudándole a sostenerse y en un brinco se fue desapareciendo de allí.



    —Philipinas: ¿Qué demonios…?


    —Lucas: ¿Eso fue...una explosión?


    —Philipinas: —abrió sus ojos con desconcierto— ¡¿Explosión?! —Inmediatamente tomó fuerte su arma en su cinturón y salió corriendo, olvidándose de la niña— ¡Lucas, vamos!



    Aquello había ocurrido de repente sin explicación alguna, nadie podía entender qué había ocurrido. Leintni se giró muy sorprendida al ver aquel desastre a metros de ellos donde los policías habían ido, Antwan se medio giró mirando esto sin tener claro lo que había ocurrido pero...fuese lo que fuese no era su problema.


    Aprovechó el momento para mirar a la niña y notar que aquella era su oportunidad.



    —Antwan: Hum, ven — sin mucha delicadeza le tomó de la muñeca y salió de allí por otra ruta lejos de la multitud—



    En lo que Leintni abría sus ojos sintiendo como aquel extraño se la llevaba. ¿Quien era ese chico?




    .-



    Ubicados fuera de la ciudad y de la civilización, Tsuhaya estaba molesto por el resultado de hace momento.



    —Tsuhaya: ¿Por qué hizo eso? ¡¿Por qué él siempre hace lo mismo?! Es obvio que sus acciones son a favor de ese idiota, y todo porque lo protege, ¿Cree que soy ingenuo y que no sé qué desde un principio, en todo este tiempo lo que ha hecho es por querer evitar que lo destruya? —a un lado de aquellas rocas humedecidas por la pequeña lluvia causada por la cascada cercana, él con la molestia creó su arma y sin consideración a nada desembaido la hoja partiendo la roca—


    Diana a distancia vio el humo causado por la explosión, escuchando el sonoro estruendo, sin embargo ella negó en frustración, se acercó a donde había dejado a su compañero y al llegar a la zona vio como éste, hairado, había dejado la zona en mal estado.



    —Tsuhaya: —se giró a verle con esos ojos casi amarillos—Juro que la próxima vez no me detendré, será su hermano pero EliOenai sigue siendo el traidor que destruyó nuestro hogar, es su culpa que estemos aquí estancados. —se enderezó, dio un movimiento rápido a su mano e hizo regresar su arma— Suhail podrá ser el líder pero yo, sigo siendo hijo del príncipe oscuro.


    Caminó pasando de largo a Diana.



    —Tsuhaya: Vayamos a alcanzar a los demás, estoy aburrido.



    Diana se giró mirándole de reojos, como éste se alejaba. Ella no dijo nada solo le siguió en silencio. Conociendo a Tsuhaya éste buscaría la manera de desquitarse, con lo que fuese.


    [Fin de la IV Parte]

    Hi! ¿Qué tal? bueno, aquí la otra parte...una más y ya terminamo con el cap...uff...
    Quiero aprovechar para dejarles por aquí el link del nuevo mini comic (para mi es solo bocetos de escenas xd) en donde se ve un poco más la interacción entre la Vanguardia. En realidad es el mini comic que mencioné que haría, en uno de los primero capítulos especiales que escribí ;)
    Quien quiera darle un vistazo por aquí el Link ↓↓↓

    T L W R´Comics, dibujos ánimes, etc.

    Bueno, es todo por hoy, bye bye :)

     
    Última edición: 6 Mayo 2023
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    KAMERIA

    KAMERIA " Si caes, levántate y vuelve a intentarlo"

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    Tales of the Last White Rouss-[Saga #0]
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    Capítulo 11_ " Las Llamas del Fénix: I Parte"


    Tales of The Last White Rouss

    Saga N° 0 : Hijos del Futuro



    [V Parte/ Último]


    .

    .

    .


    Sonaban las melodías y la música tradicional que eran muy bien conocidos por cada civil de aquel lugar porque, ¿cómo no saberlo? se estaba celebrando la noche de las luces de fuego y todo mundo sabía que aquello significaba celebrar al máximo. Era una noche especial en el que formarían lazos con personas especiales, donde amistades empezarían, otras se harían mas fuertes, familias renovarían sus botos así mismo como los matrimonios, parejas orgullosas por su puro amor tomados de la mano de su amado y amada dejarían flotar entre las aguas aquella lampara especial que llevaría a cabo la maravillosa danza de luces entre el río del Dragón…las madres verían a sus hijos sonreír por un año más de unión, los novios verían a sus novias riendo y abrazandoles por la alegría de estar juntos, padres orgullosos de ver a su familia unida y los hijos verían con felicidad como sus padres aun cuidaban de ellos.


    Amistades, noviasgos, matrimonios…lazos incorruptibles.


    Era una noche de renacimiento y pertenencia.



    .-



    Los ojitos de la pequeña estaban puestos en el camino que ahora los llevaba a las orillas de aquel enorme Río del Dragón, una zona mas alejada de donde los demás se ubicaban, aun así desde allí podía ver que anteriormente, en algún tiempo en esa zona existieron puestos de ventas pero por alguna razón que desconocia ahora solo quedaban esos puestos solitarios y fríos. La madera rugia por lo viejo y frío que estaban sus estructuras.


    Antwan en silencio durante el camino se aseguró de que la niña no entrara en pánico, o que de repente comenzara a gritar ya que obviamente, para ella, él era un completo desconocido.



    Aunque era extraño que aún no hubiese dicho algo al respecto.



    Al cabo de unos minutos llegaron a aquella orilla de aquel muelle, dónde a la distancia antes de llegar a las orillas él soltó la mano de la niña y se dedicó a observar alejado el mar moverse tranquilamente…aquella noche era iluminada por las estrellas y una joven luna que pronto saldría.


    En cualquier momento.



    " En ningun momento se alejó o se negó a seguirme, es tan tonta y descuidada "
    él observo desde las orillas del muelle, con sus manos atrás de él, sobre sus hombros, como la menor estaba aun parada dónde la dejaron pero parecía asombrada por lo que veía en su alrededor…y no entendía que le atraía tanto de ese ambiente si el lugar se notaba que estaba solitario y en mal estado. " Es peligroso si sigue así, su inocencia o podría decirle, ingenuidad la pondra en peligro algun día. Imprudente."



    Sin querer pensar en el asunto, miró por un momento la manga de su camisa, notando lo bien que se veía , luego paso su mirada por todo su conjunto y a pesar de que notaba que era algo grande en ciertas partes, eran comodas, claro que eso no era lo que llamó su atención sino lo elegante y fino de la tela. Aunque no era para nada su estilo.

    Notó que en el cuello de su camisa había un incómodo trapo que no era más que un adorno estúpido. Lo tomó y lo retiro, total, realmente era incómodo. Arregló las mangas de su camisa subiendolas hasta sus codos, luego, tomando el pedazo de tela en sus manos se inclinó en las orillas del río para así mojar un poco la tela y exprimirla entre sus dedos.


    Leintni observaba aquel lugar aún con algo de curiosidad.


    Ese lugar…se le hacía conocido.


    Sus ojos, lentamente parpadearon, una brisa sopló con algo de extrañeza y movieron sus mechones, la frecuencia en sus movimientos hicieron que algo sonara, así como una campanita que se escuchó cerca, sonaba como la mismísima lluvia; Leintni curiosa se giró buscando el origen del sonido y comenzó a pasar su mirada por los postes, los adornos que a pesar del tiempo aún se notaban algunos gindados en los postes de madera, siguió buscando posando su mirada ahora en la tienda lejana, donde las tablas rechinaban y el color oscuro por la suciedad y el descuido le daban a el lugar un toque de misterio.


    Leintni se acercó sin pensarlo dos veces, se detuvo en frente de lo que parecía ser el mostrador, notando una que otra lata arrugada puesta como un simple rastro de basura sobre la madera. Que triste era notar que aquel lugar lo usaban para tirar basura.


    Leint.



    La suave voz que escuchó de repente no fue algo que esperara, más bien consideró que quizá era su imaginacion, aun así la niña miró a su alrededor buscando quién le llamó, pero no encontró a nadie. Entonces volvió a escuchar el sonido de la lluvia, aquel que hace momentos llamó su atención. Al oirla más de cerca le fue mas fácil buscarla con la mirada y notar que esto provenía del mismo local abandonado; la niña alzó la mirada y notó que en el techo arriba del local había un adorno metálico, unos finos y largos tubos de plata que al chocar entre ellas hacían un sonido ezpelusnante, escalosfriante pero también eran calmantes.



    —Leintni: —al ver cómo brillaba por la luz del exterior sonrió con ternura y alegría— Qué lindo.



    Leint.





    Su acción había sido el de llevar sus manos al mostrador pero de repente volvió a escuchar aquella voz llamandole, una voz suave y tranquilizadora pero desconocida, y se giró esta vez por completo buscando con más insistencia pero solo descubrió que fue su imaginacion.


    Nadie le llamaba.




    —Leintni: ¿Uhm? —¿Había sido su imaginacion? —


    —Antwan: Oye —desde las orillas le llamó, cosa que causo que la niña se exaltara y dirigiera su mirada a él—Ven.



    Leintni no conocía a aquella persona, su reacción fue mirar a la derecha y luego a la izquierda, miró un poco lento atrás de ella hacia el local y regresando su mirada adelante para luego mirar el suelo, decidió no decir nada y solo caminó hasta el chico desconocido.

    No dijo nada, no hizo ningún movimiento sospechoso. Sólo fue hasta él obedientemente.

    Se detuvo frente a él y alzó su mirada para verle con tranquilidad.



    " Su rostro…"




    No sentía amenaza en su presencia, cosa de la que se dio de cuenta la primera vez que ese chico le tomó de la mano y lo vio. Al contrario, se le hacía familiar.



    —Antwan: —detallandola notó que le miraba curiosa, pero decidió no decir nada y se inclinó a su altura, no estaba de ánimos para lidear con curiosidades de enanas problemáticas. Observó más detalladamente su rostro en lo que se disponía a revisar aquella herida en su cabeza y limpiar la sangre seca. "¿Como se hizo esto? " —…—y la verdad es que iba a preguntar, la duda era grande, sin embargo desistió a ésto, aún tenía orgullo. Tomó el pañuelo y lo acercó a el rostro de la niña—


    Con delicadeza, hasta incluso con algo de temblor acercó su mano a la altura de su cabeza y con el trapo mojado pasó la tela por su frente, dónde fue limpiando aquel hilito rojo de sangre seca y descubriendo que la herida aún estaba algo fresca. En serio no podía entender ni comprender cómo esa niña podía meterce en tantos problemas y hacerce heridas de ese grado.


    ¿Cómo?




    -"¿Aún recuerdas esa mañana en el parque cuando le partiste la cara a ese tipo que quiso llevarcela? "




    Ja, muy oportuno y todo pero, no creía que fuera un buen momento para escuchar esa molesta voz.


    Pero debía aceptarlo, le molestaba recordar ese suceso en esos momentos, demasiado. Y no entendía cuáles eran las verdaderas razones de eso.


    "¿Aún en este estado…puedo escucharte? Veo que de ti si no se puede librar. Hum"






    —Antwan: Hum —alejó el trapo, distrayéndose de esos susurros que le dejaba su alter-ego, y metido en una nueva concentración miró a la niña con seriedad—Espera aquí. No se te ocurra moverte —dijo por primera vez dejandole a la niña escuchar su voz con más claridad. Él se levantó y se alejó para remojar otra vez el trapo—



    Leintni entonces se quedó curiosa mirandole alejarse hacia las orillas del río. " No sé quién es, pero me trajo aquí y mintió a la policía diciendo que era un familiar…no es verdad, ni le conozco. " negó en su lugar, volviendo a ver al chico que ahora de espaldas a ella parecia escurrir el trapo. " Deberia volver…" Penso de repente inconscientemente dando un paso hacia atrás.


    Debía irse, ya.





    Leintni.






    —Leintni: —esta vez la voz sonó más clara, el llamado se escuchó muy cerca y se giró a buscar quien le llamó— ¿Eh? —pero otra vez no vio a nadie—



    Sus ojos se notaron confundidos, sin embargo tras dar una mirada rápida hacia la tienda notó algo curioso. Algo que no estuvo allí antes. Allí en el viejo mostrador había algo que no había notado antes…Era una lampara. ¡Una lampara de fuego!




    —Leintni: ¡Ah, pero si es…! —se emocionó—


    —Aantwan: Humana — llamó, haciendo que la niña se girara otra vez a verle. Serio, observó que la niña parecia intranquila mirando algo, quiza era el rededor, más sin embargo al estirar su mirada notó que a distancia en la tienda abandonada había sobre el mostrador polvoriendo una lampara. Eso no había estado allí, supo él de inmediato— Deberías tener cuidado, la noche no es segura, debes tener más cuidado con quien te encuentras — decía en lo que se inclinaba otra vez y dandole una mirada rápida volvió a subir su mano con el trapo mojado para limpiar el resto de la sangre— apenas eres una niña.


    —Leintni: Disculpe…—dijo suavemente— Me gusta está noche, todos los años solía…venir con mi familia, nos divertiamos en serio, la noche de las luces de fuegos siempre han sido mis favoritas, así como navidad…



    Sonrió alegre, pero el chico disgustado retiró la tela mojada y le miro severo.



    —Antwan: Pero no estás aquí con tu familia, eso lo pude notar hace mucho, aún así corres el riesgo de pasearte sola por estos lares con el peligro de que alguien te haga algo. —sonó como un regaño que hizo que la niña abriera sus ojos sorprendida— ¿Es que no te enseñaron a no confiar en personas desconocidas?


    —Leintni: Si…pero…


    —Antwan: No existen personas buenas en este mundo, humana, es algo que debes entender. La mayoría de las personas siempre hacen cosas por los demás, favores y buenas obras con el objetivo de obtener algo a cambio, no puedes esperar a que alguien te saque de un aprieto sin querer algo a cambio. ¿Puedes entenderlo?


    —Leintni: —bajo su mirada muy deprimida — Entonces…usted no me esta ayudando, es alguien malo tambien, ¿verdad? —la pregunta causo sorpresa en el chico quien abrió más sus ojos, sintiendo que algo comenzaba a arder en su pecho. Leintni alzó la mirada algo decaida y le observó —Papá dice que en el mundo existen personas malas y que tenga cuidado, pero tambien que en alguna parte del mundo existe alguien que espera el bien para ti…no quedan muchas personas que sean buenas, pero aun las hay así que no hay porque alarmarse tanto…¿verdad? —al decir esto sonrió más animadamente, una sonrisa que hipnoytizo al chico— Hice mal en desobedecer, otra vez…y sé que si mi hermano estuviera aquí el, ya se hubiese molestado conmigo.


    —Antwan: Él…tendría sus razones. Eres muy tonta. —soltó así de repente sin pensar—


    —Leintni: —abrió sus ojos sosrprendida, hizo un puchero para protestar pero después solo bajo la mirada frunciendo ligeramente el ceño—Si…



    Antwan se quedo observando las expresiones de la niña, aunque era pequeña e ingenua no podía evitar sentirse curioso y atraido por ella. Su espíritu era fuerte y estar cerca a ella era tan fresco. " No entiendo por qué estoy aquí ni como terminé sacandote de ese lío, pero tu imagen, tus expresiones y tus ojos…tan peculiares se parecen a su mirada, tan cálidos, tan bondadosos….te pareces tanto a ella" y le aterraba, le carcomía la intriga de porque hasta ahora se ponía a pensar en aquellos detalles y porque comenzaba a actuar sin pensar. Él estaba siendo débil con su sentimentalismo y creía que era a causa de su nueva imagen, estaba siendo muy humano.


    En muchos aspectos esa niña se parecia tanto a…



    El recuerdo de una esbelta figura, alta a su parecer, vestida entre flores, con un largo cabello azabache que parecian siempre familiarizarse con el viento, rodeada siempre de petalos rosales, su hermoso y bondadoso rostro. Su mirada y esa sonrisa.


    Oh, su sonrisa.




    " Dices que no te gusta tu nombre pero sabes que para mi siempre seras mi Onai, Antwan…no te aflijas tanto, recuerda que tu hermano lo eligió para ti"
    aparte de su hermano, su madre era la única en llamarle así.



    Ese recuerdo causó mucha tención y melancolía al chico quien bajó su mirada de repente, dejando que algunos mechones de su ahora oscuro cabello se corrieran y pegaran sobre sus mejillas. Fue que entonces notó el color negro de sus mechones recordando que justo ahora era un simple humano.



    —Antwan: —aún a la altura de la niña pero con la mirada abajo, alzó una mano y tocó uno de sus mechones, sin embargo su expresion siguió siendo seria como siempre— Un simple…humano.


    —Leintni: Le conozco de alguna parte ¿No?


    —Antwan: ¿Eh? —aquellas palabras lo despertaron—



    Leintni dudaba de su memoría pero algo en la imagen del chico le recordaba a alguien. En realidad a dos.



    —Leintni: Por sus fracciones se parece mucho al Mimo que me salvó aquel día de ese secuestrador…


    —Antwan: ¿P-Pero qué dices…?



    Algo en su interior se estremeció. No esperaba que dijera algo así.



    -"Vaya, ella te recuerda"




    Cállate



    ¿¡Acaso con el cabellos negros lucia como ese Mimo!? Oh claro…no era tan diferente de su apariencia si solo se teñía el cabello ¿No?




    —Leintni: ¡Hoy también me salvó, claro! ¡Me salvo de que fuese llevada por esos policías! ¡Fue genial! Me conoce, usted me a visto sino ¿Por qué se interesó en mi?


    —Antwan: … —sus dedos en su pecho se apretaron a la tela de su camisa, sus ojos buscaron a los de la niña expresando el profundo bochorno que sentía ahora—Eres una humana muy c-creida, ¿No crees? Claro que lo que hice no es tu asunto…no te confundas.



    Pero Leintni interpretó el mensaje de la siguiente manera: había metido la pata emocionandose al creer que conocía al chico y le había faltado el respeto de cierta manera por su actitud. Su rostro cambió a uno de arrepentimiento y pena.


    Bajando sus hombros. Y Antwan notó su cambio.



    —Leintni: Discúlpeme, joven…siento mi intromisión —sus manos inquietas las llevó tras ella y desvió su mirada a su izquierda—Pero entonces podría decirme…¿Podría saber quien es usted? ¿por favor? ¿Cómo se llama? —ante su pregunta notó como el chico dejaba de tomar su mechón y le miraba. Más no dijo nada— Aunque no me conoce mintió a la policia, ¿Por qué? ¿Realmente piensa hacerme algo malo?


    —Antwan: ¿De dónde sacas esa conclusión? Ya lo habría hecho de haberlo deseado.


    —Leintni: —sonrió enormemente al recibir esa respuesta— Entonces tenia razón, no es una mala persona después de todo.


    —Antwan: ¿Qué has dicho..? —frunció el ceño ocultando su nueva confusión–


    —Leintni: Sabía que no era una persona mala, por eso es que no decidí irme, tampoco golpearlo, de haber sentido que era malo ya hubiese huido —dijo de lo más normal y alegre—Lógico.


    —Antwan: ¿Golpeado? —ante la respuesta puso gesto de, ¿En serio? ¿A que iba todo eso ahora? —


    —Leintni: ¡Si, si!, ¡Golpeado! Vera, es que hace poco un amigo mío me estaba enseñando a como defenderme y aprendí muchas técnicas que me ayudarán a dejar a alguien fuera de base…según dijo Johan, si no tengo cuidado podría dejar mal a alguien —dijo de repente como pensativa— ¡Dice que tengo buena mano y mi puño es poderoso…!


    —Antwan: No me digas. Wou, increíble —dijo más irónico, pero aun así no dejó de oírle hasta el final —


    —Leintni: Aunque aún no he probado mi patada, quiza practicando pueda descubrír que tal…je, ¿Sabe? es divertido cuando sabes que puedes hacer las cosas por tí mismo sin necesidad de depender de alguien…aunque mi hermano dice que es peligroso —negó infantilmente haciendo un pequeño moin con sus labios— tiene razón, pero no tanto, es que no le agrada Johan, dice que es un delincuente pero no es así…es un buen chico.


    —Antwan: ¿Cómo lo sabes? —vio que la niña le miró sin entender— ¿Como sabes que es alguien bueno? ¿Sólo porque te enseñó defenza personal? No le veo el sentido.


    —Leintni: Bueno…porque, sé que no es malo, su hermano es el mejor amigo de mi hermano y lo quiero mucho, no es malo…me ayuda en la tienda, es muy hábil en lo que se propone, no es tan amable pero es agradable y…




    Así ella siguió hablando en lo que él sólo la observaba, a pesar de que él sabía quién era ella y también sabía que no mentía, por otra parte se ponía a pensar en lo serio de la situación. La niña era muy ingenua y sonriente a todos, no tenía el temor de decir lo que pensaba o lo que le preguntaran, era sincera y decia la verdad, claro, siempre y cuando la persona se portara simpática con ella, amable o agradable, solo hacía falta una sonrisa para que la niña se dejara llevar, pero ser así con un desconocido era lo más peligroso que pudiera existir en el mundo. De no ser él y si fuera alguien más con malas intenciones, ella justo ahora estaría diciendole todo sobre ella a un completo extraño. Su vida, dónde vivía, quienes eran sus padres y hermanos. ¡Todo! y eso no estaba bien.


    Antwan se levanto frunciendo el ceño, cerrando sus ojos. La niña dejó de hablar al notar esto y vio como el chico solo se dio la vuelta dandole la espalda, diciendole en su silencioso acto que la charla se había acabado.


    Los cabellos azabaches del chico comenzaron a moverse con el viento…




    —Leintni: Joven…¿Esta bien?


    —Antwan: —cerró sus manos, se sentía algo mal. Extrañamente sus palpitaciones volvían a ser regulares. No, obvio no estaba bien. Antwan recordó con molestia la razón de su estado actual y no era solo por el sello que le puso Tim en su frente, no. Suhail le había limitado el tiempo y ahora solo…solo le quedaban horas. " Solo es cuestion de tiempo antes de desaparecer…es lamentable que todo termine así. " sus palpitaciones, poco a poco las comenzó a escuchar, lento, fuertes pero lentas. ¿Horas? No, ya no eran horas sino minutos— Hum…Que irónico, morir de esta manera. Irónico.



    Leintni no sabía que le pasaba a ese chico. Murmuraba tantas cosas inentendible. Por ello le miró preocupada.



    —Leintni: Joven…oiga, ¿Se encuentra bien?


    —Antwan: Deberías irte, Leint…estando aquí perderas tu tiempo. Regresa a casa—ya no le importaba tratar de ocultar quién era o que la conocía. Sus fuerzas decaían a cada segundo que pasaba—Solo vete, por favor…


    —Leintni: Pero, yo…—sus ojitos temblaron al entender que el joven aparte de demostrarle que no le interesaba seguir su charla tampoco la quería cerca. Quizá después de todo él solo fue cortes con ella al preocuparse y librarla de la policía, ¿No? Sólo fue solidario y ya quería que se fuera—entiendo…está bien—su labio inferior tembló un poco, entonces fue en esos segundos que Leint se dio de cuenta que el chico había dicho su nombre—...usted…usted acaba …¡Usted sabe mi nombre…! ¿Por qué? ¿Sabe quien soy?


    —Antwan: Hum, realmente si.


    —Leintni: Pero yo no le conozco. Digame, ¿Cómo se llama?


    —Antwan: —su nombre…claro, el anciano le había puesto en esa situación con ciertas condiciones. Él, no podría decir su nombre. " Antes de la hora, solo quizá si con suerte corres, si alguien llega a reconocerte, solo quiza puedas salvarte…de lo contrario no puedes decir tu nombre. Es la condicion. Sólo entonces volverás a ser el mismo" — Maldita condicion. —tratando de tranquilizarse cerró por unos momentos sus ojos y, luego se medio giró a mirar a la niña una vez más —Si adivinas quién soy, quizá podrías salvarme…y darme una oportunidad. Podrías hacerlo, ¿Leint?


    —Leintni: ¿Eh? ¿Qué ha dicho?



    La brisa comenzó a soplar un poco más fuerte, razón por la que los cabellos de la niña se movieron con más fuerza y muchos de sus mechones salieron de su moño chocando contra su rostro. Leintni tenía su mirada clavada en aquel rostro que ahora parecía algo triste, algo ido y que parecía pedirle en silencio que le ayudara. Una ayuda que estaba dispuesta a darle. Pero…¿Cómo le ayudaría?




    Gritaba en silencio por una ayuda imposible.





    —Antwan: Aunque solo eres una humana. Hum, ¿Qué podrías hacer tu?



    .-



    Las fuerzas del viento volvieron a mover aquellos trozos de metal que chocaron entre sí y una vez más hicieron aquel sonido tan atrayende y espectral. La campanita en su mover daba sonidos tan finos y a la vez tan escalosfriantes que parecían mesclarse con los pasos de aquella persona que desde la oscuridad decidió—finalmente— en salir, dejando que las hojas a su alrededor cayeran con elegancia y naturalidad al suelo y luego volaran al rededor como siempre.


    Esta persona se detuvo tras llegar a un lado del puesto abandonado y con total calma miró hacia las orillas del muelle donde divisó aquellas dos figuras que tanto—hacía mucho— anhelaba ver.


    Entonces el controlador del tiempo se emocionó y sintió alivio al verlos allí.


    Allí, atrás de las sombras de lo desconocido. Dos figuras anheladas por sus ojos que ahora se deleitaban en admirar.




    ¿Era demasiado …?



    No.



    No lo era.



    Estaba bien.




    Atrás de una figura alta estaba la niña de ojos heterocromáticos, y en frente de ella estaba aquel a quien tanto le insistía volver con él.



    Miradas se encontraron, entonces, vino el silencio.



    .-



    En medio de aquel silencio, miradas cruzadas pero el silencio cortaba emociones que deseaban salir, frío causado por los vientos que soplaban en veces sin control, y el sonido de las aguas del mar al moverse.


    El momento no siguió su rumbo porque de la nada, una extraña fuerza hizo que los árboles cercanos se movieran con brusquedad soltando así las hojas en las ramas de éstas, las flores, pétalos revoloteando como si de mariposas se trataran. Leintni no comprendió nada de lo que pasaba, tampoco se alarmó al ver éste descontrol en la naturaleza porque consideró que solo era la naturaleza siendo ella misma pero para Antwan eso no era normal…Sus cabellos se movieron demasiado abruptamente, al girarse vio a la niña quién miraba su alrededor curiosa, él, por su parte, observó más allá entre los árboles pero no podía ver nada…era un simple humano ahora.



    La key…



    Sus ojos…



    ¡La habilidad…!



    Maldición.




    Pero algo llamó su atención entre todo eso y fueron los extraños pétalos que comenzaron a aparecer y a golpearlos…



    Esos petalos eran iguales a los de…






    Las tablas debajo de ellos temblaron de repente tras una ola chocar contra la orilla del muelle, se tambaleó, fue abrupto y su cuerpo se tambaleó sin poder evitarlo, pero no parecía ser algo de lo cuál alarmarce.


    Aún.



    Entonces, de repente la niña se alarmó en el proceso, él no entendio el porque, no lo hizo al momento…pero antes de girarse a ver porqué la humana estaba tan alarmada y porqué el mar estaba tan alterado, algo más llamó su atención.


    Se quedo viendo aquello hipnotizado, no era más que uno de los petalos aquellos que pasó justo aun lado de él, como si pasara en cámara lenta, en un ritmo sub real.


    Pudo estudiarlo bien en esos segundos, y notar una cosa…


    Tan pequeño pero importante.



    Lo conocía.




    Esos petalos eran de rosas. Como los de su madre pero diferentes también. No, no como los de su madre sino como los de…


    Estos eran como los de…




    Él.




    No.




    No podía ser cierto.





    ¡No, no, no, no…!




    ¡Claro que no podía ser verdad!




    ¡Ese hijo bastardo, no podía…!






    Suhail





    Sus latidos se hicieron cada vez mas regulares, una palpitación fue más fuerte a las demás y le hizo quedarse sin aire—tan de repente —se estaba quedando sin aire y sentía que sus pulmones quemaban, otro palpitar y sus piernas temblaron…un paso hacia atrás se dio inconscientemente.


    Y un nuevo dolor creció, allí.


    Una mano sobre su pecho a la altura de su corazón, y la otra sobre su garganta. Porque ardía, oh claro que ardía un infierno.




    Suhail





    Todo eso que estaba ocurriendo…¿En serio él estaba muriendo? ¿Tan poco tiempo le quedaba?



    ¿Sin nada más por hacer?



    ¿Sin siquiera ver lo que se prometió ver?



    ¿Sin siquiera salvar aquello que prometió salvar?



    Sin siquiera…no, claro que no haría nada de eso.




    Sin nada, olvidado y odiado. Sólo, sin sentido a seguir.




    ¿Cómo podría pensar si quiera en su salvación?





    No…



    .-





    -" Eres patético. Tsk"




    Lo sé…




    -"¿Qué diría tu padre si te viera en esta situación?"




    Yo…







    No existía tal respuesta.



    .-




    —Leintni: ¡….! —no sabía qué gritar, no sabía su nombre, pero el miedo creció en ella al ver como una enorme ola crecía tras el chico peli negro y, como si algo lo hubiese jalado desde atrás, iba cayendo causando un terrible movimiento en el muelle. Y su reacción desesperada fue moverse hacia el chico—




    Actuó. No lo pensó.




    Su intención fue ayudarlo, olvidando incluso su propio miedo al agua.



    A distancia aquel ser escondido tan solo observó, sin remordimiento hizo lo que hizo, pero por un bien.


    Porque todo lo que estaba haciendo era por un bien.



    Todo.



    Por un bien.




    Ordenó a las aguas a actuar y a los vientos a que detuvieran a la niña a seguir avanzando, porque ella no debía estar allí; no, su intervención no estaba prevista.



    De la nada una fuerte brisa corrió asi a su vez golpeando a la niña por la espalda y haciendo que tropezara casi cayendo al agua, casi haciéndole daño, todo, la situación ¡La ponía en peligro! Y él…


    Si…


    Lo sabía muy bien.



    Pero Antwan, no lo pensó si quiera. Al ver esto actuó más rápido justo antes de caer por completo al mar, y se movió sosteniendola del brazo y la empujó con las pocas fuerzas que le restaban hacia atrás de manera que ella cayó entre tropezones de regreso al muelle, lejos de la orilla, pero él…perdio el equilibrio en el proceso y acabó yendose contra el mar…sintió que la grabedad y el mundo se le fue, sus manos quedaron suspendidas por momentos, y fue muy consciente de qué significaba eso, claro que sabía que vendría luego.




    Sus cabellos y ropajes, juntos sufrieron el remover del viento contra la gravedad, para luego, solo oirse el sonido de un cuerpo caer al agua.




    Todo ésto paso, justo antes de que los fuegos artificiales estallaran en el cielo iluminandolo.


    Justo a tiempo para el momento que todos esperaban.




    Y el sonido del chapoteo se mezclaba con el sonido de los fuegos. Todo en uno.



    Las luces eran hermosas. Era tan efímero a la vez. Sin duda algo maravilloso de admirar.



    No había nada que pudiera arruinar ese momento.









    [Fin del Capítulo]

    Saludos. Una vez más por aquí :)

    Bueno, debo informar que por los momentos estaré un poco ocupada con cuestiones de estudios, y la verdad es que necesito terminar unos cuantos trabajos si quiero terminar exitosamente mi año antes de Julio. Con esa meta en mente les dejo saber que por los momentos dejaré de actualizar seguidamente, al menos por una o dos semanas, no creo que pase de eso... creo.
    Por consejos de otros, me tomaré un tiempecito (¡No más de 2 semanas, ojo!)

    Así que no habrá actualización hasta entonces, jeje.
    Aprovecharé ese tiempo para revisar los otros caps y editarlos. :)

    Una cosita más que tenía por allí, es que esta última parte trae dibujo también, así que por aquí les dejo el link por si no lo han visto aún.

    Se titula, Leintni & Antwan ↓↓↓

    Galería de "Tales of the Last White Rouss"

    Espero en verdad que esta historia esté siendo bien recibida, :(
    Sé que es un poco intensa y en veces se hace deaciado largo, pero es porque me gusta profundisar las cosas, me gusta dar " razones" del porqué pasan las cosas. Así que bueno, voy lento pero seguro en este camino, jeje ;)

    Well, that es todo por now...

    ¡Bye. bye! Hasta la próxima :) :) :)
     
    Última edición: 8 Mayo 2023
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    KAMERIA

    KAMERIA " Si caes, levántate y vuelve a intentarlo"

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    Tales of the Last White Rouss-[Saga #0]
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    Saluditos, otra vez por aquí. Si, se supone que actualizaría el próximo Lunes PERO...digamos que entre tantos trabajos hallé un pequeño huequito para conseguir el tiempo para publicar ésta primera parte, jijiji.
    La verdad es que no quise esperar para tanto ya que cada vez me quedan menos semanas de clases en las que las vacas-vacas se acercan, y aunque debería ser bueno para mí no lo es tanto para la historia, ya que en donde estudio me facilitan el Internet gratis, facilitandome el actualizar más seguido, sin embargo en las vacas-vacas regresaré a casa y no podré actualizar muy seguido :( (falta del Inter) Detalles que quisiera aclarar aquí.

    However... no quiero extenderme tanto antes de continuar con la lectura, así que cualquier cosa pondré alguna que otra nota al final de esta parte. :)

    Aviso: Temas complicados/Intensos. Aunque se pondrá más intenso a partír de este capítulo.

    Nota: La expresión de " .- " es más cuando ocurre cambios de enfóques/escenas durante la lectura (quizá ya lo hayan captado anteriormente pero solo quería dejarlo en claro. Habrá muchas a continuación)

    .
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    Capitulo 12_ "Las Llamas del Fénix: II Parte"


    Tales of the Last White Rouss

    Saga N° 0: Hijos del Futuro




    [I Parte ]

    .

    .

    .











    Antwan…había caido al agua y su cuerpo no pudo reaccionar para salir de allí. No habían las fuerzas, todo, aliento y voluntad, todo junto se habían ido.

    Una vez su cuerpo se halló bien hundido, las aguas le apresaron, algo en ellas, como unas manos invisibles tocaron sus ropajes y la jalaban al fondo del mar.



    Cada vez más a lo más profundo.





    <<¿Desde cuando esas aguas eran tan profundas?>>







    _________






    De haber querido salir de allí lo hubiese hecho ya, sabía nadar y la caída al agua no había sido lo suficientemente fuerte como para dejarlo insconsciente pero, en éste caso las cosas eran diferentes, Antwan luchaba por su propia voluntad de vida pero su corazón seguía latiendo lento, con menos frecuencia y esto causaba que su poco aliento saliera de su boca al ser abierta por el leve quejido de dolor que él quiso dar pero por razones de estar bajo el agua éste quejido fue una oportunidad para que el agua entrara por su cavidad.



    Entonces pasó lo siguiente:



    Las manos invisibles jalaron de él, y él vio apenas brevemente hacia arriba, como podía alcanzar a ver solo la iluminación de las luces de afuera, el agua moverse y el alejarse…sus ojos apenas se mantenían abiertos, su cuerpo no luchaba por salir y su propio ser estaba débil.




    Sin aliento.



    Sin fuerzas.



    Y sin voluntad en absoluto.





    Patético








    " Padre, Madre…donde sean que estén en estos momentos, probablemente en este tiempo estén bien, quiza ni siquiera tengan ni la mínima idea de lo que pasará, si acaso se habrán conocido aún. No…deben estar tan felices con sus vidas disfrutando de un buen momento con sus familias, ¿No? Es lo que creo. Hum. Qué irónico es, pero si es así siento algo de envidia…si tan solo pudiera tener ese milagro, esa última oportunidad…juro que yo, yo haría…evitaría lo que pasó…todo…mi error, mis acciones, yo… cambiaría todo, pero ahora es tan…tarde para l-lamentarse…que lástima..."
    de su pecho una fuerza extraña le hizo moverse con dolor en su lugar y de su garganta salió un doloroso sonido ante tener la sensación de tocer, pero solo soltó lo poco que le quedaba de oxígeno.



    Incluso eso se fue de él.





    Lo que faltaba. Hum.






    El sonido del mar y los movimientos de éste se silenciaron. Todo desapareció de repente para él y sin darse de cuenta cuando ocurrió, el dolor no volvió a existir. Todo se fue.


    .-



    En las profundidades de la oscuridad, dónde las aguas ya no eran seguras, en algún mundo paralelo fuera de la realidad, las fuerzas de un poder lejano que el ser de un alma apricionado entre las penumbras reconocieron de repente, un poder que le hizo reavivar el alma cuya llevaba millares de años dormido y exiliado.



    Alma que luchaba por salir y ser libre.



    Este ser aprisionado entre las cadenas dentro de las aguas, envueltas en ropajes grandes, donde sus cabellos sobre-flotaban a su alrededor en un oscuro color azul que chocaron con su rostro, pálido y suave al tacto pero que ahora mostraba que ella seguía durmiendo…

    Su cuerpo comenzó a sentir aquel poder a traves de las aguas y de inmediato comenzó a responder a ello.

    Lo sentía ¡Podía sentirlo tan cerca y tan vivo! una esencia tan familiar….




    Tan deseada…




    " La blanca…"
    volvió a sentir esa presencia. Estaba allí.





    .-





    Aquellas manos jalaban más el cuerpo debilitado de Antwan, unas aparecieron de,quién sabe donde y como si de unas serpientes se trataran, se movieron con rapidez al rededor del cuerpo del joven y en un movimiento rápido se fueron contra éste dirigiendose hacia su pecho, ambas serpientes se acercaron sin paro alguno e impactaron penetrando el pecho del chico en poco segundos.





    .-





    Aquel chico que apareció de repente frente a Leintni no dijo nada cuando su presencia fue descubierta por la niña y aún cuando ésta le miró sorprendida aún bajo el efecto del temor por la reciente perdida del chico azabache, perdida que había ocurrido justo frente a sus ojos.



    Ella temblaba y él lo presenció.



    Sintió impotencia, por primera vez. Sintió el deseo de consolarla y no podía.



    Y sabía él que la niña tenía dudas, estaba confundida y aún así no dijo nada.



    Menos cuando se giró muy seguro hacia las aguas y sin pensarlo ni un segundo, saltó hacia el mar.



    -.




    Aquellas cosas en su pecho comenzaban a absorber algo—algún tipo de energía del pecho del chico— y lo dejaba cada vez más débil a cada segundo que pasaba.



    De alguna manera ésta energía amarilla que salía del chico y que recorrían alrededor de aquellas serpientes llegaron hacia aquel lugar en donde se encontraba aquel ser dormido bajo las profundidades del mar, donde este ser estaba despertando; ésta energía comenzó a cubrir parte de las cadenas y amarres que ataban a la dama oscura. Ella lo comenzó a sentir y su cuerpo comenzó a reaccionar más a ello…sus parpados temblaban como si en cualquier momento se abrirían y su cabeza se movió de un lado a otro de brusque de un momento a otro.



    Esa presencia y esa esencia que robaba justo ahora, estaba segura que era como la de…





    " Blanca…¡La Blanca…esta cerca..!"




    .-



    No era tiempo para que esto terminara, no era el momento para que ese ser aun despertara y Suhail lo sabía muy bien.



    Tras saltar y nadar hasta el fondo del mar descubrió como el cuerpo de su hermano flotaba en la oscuridad, donde ya inconsciente, unas enormes extreminades como enormes y largas serpientes habían atravesado su pecho y ahora le estaban robando su energía.



    En un mover rápido de sus manos, la cuál se alzaron, Suhail dió la orden de formar aquella arma de doble filo que pocas veces usaba, llamando en una orden su presencia allí …sin embargo tras querer sacarlo notó como hubieron fallas en el proceso como una señal clara de no querer obedecerle, el arma apenas comenzaba a mostrarse Suhail notó que empezó a temblar y a rechazarle; eso era algo normal, claro, casi siempre lo rechazaba. Pero estaba en una situación delicada y necesitaba realmente usar el arma.



    Sin embargo el arma parecía no accederle el control.




    "No es el momento"




    No le dio importancia y deshizo aquella orden y sólo uso un movimiento para aparecer frente a Antwan, de un movimiento cortó aquellas extremidades en su pecho y jaló al chico de sus ropas como opción para liberarlo. Sus manos y brazos apretaron contra su cuerpo el delgado de su hermano menor.



    Suhail sabía que lo que estaba haciendo no era correcto pero…



    Ese rostro, y su sangre.





    ««¡Seguramente le proteges!, ¿¡No es asi Suhail!?»»

    La voz de Tsuhaya siempre cuestionandole, sabía que sería el primero que se molestaría si se enterara de aquello.​





    Hum.


    Su hermano no debía saber que todo aquello era solo un error.




    -.


    Tras el chico haber sido librado de las manos del mar, aquella energía dejo de ser pasada a aquella que por poco despierta.



    Estos acontecimientos no pasaron desapercibidos por cierta peli blanco de ropajes viejos estilos ingleses de igualmente blanca tela. Aquella niña de la arpa quien tranquilamente estaba recostada en la rama más alta de un enorme árbol…

    Sus manos se movieron un poco sobre sus piernas, sus parpados se abrieron un poco más de lo común y en ellos creció un brillo extraño.


    Indescriptible.



    —Jerzi: Mi reina…—podía jurar que podía sentir el alma de la reina de la oscuridad inquieta apunto de despertar justo en ese momento. El mar lo decía—



    Sin embargo parecía tener problemas.



    Una melodia diferente sonó en su arpa a continuación.


    .-




    Timothy estaba parado allí a las orillas de aquel enorme acantilado con vista al mar, en donde podía ver con nada de agrado como el estado del mar había cambiado de un momento a otro.





    " El mar responde como si el mal…hubiese despertado"
    sus ojos se enfrascaron al frente, allí a lo lejos donde el mar se mezclaba con el cielo infinito.



    Las cosas estaban poniendose mas serias.



    -.





    Después de que aquel chico salió del mar trayendo consigo el cuerpo inconsciente del joven peli negro, Leintni con toda preocupación se acerco sin duda alguna para ayudar.


    Leint en ningún momento se movió de su lugar, todos esos minutos se quedó esperando intranquila a que el chico extraño saliera del mar con algun rastro del joven azabache.

    Leintni en un momento ya había revisado el pulso del chico, revisando sus muñecas y luego su cuello pero lamentablemente los latidos eran lentos y no sabía si era por causa de haber tragado agua o al no respirar y estar a punto de morir su corazón comenzó a disminuir sus latidos.


    Suhail, quien se mantuvo al margen de todo a un lado de la pequeña, pasó su mirada sobre Antwan a la niña y notó como esta estaba que en cualquier momento se soltaba en llanto.



    Aún cuando no conocía al chico…ella se preocupaba.




    —Suhail: Pequeña, ¿Sabes lo que haces?


    —Leintni: ¡Mi papá sabe sobre primeros auxilio y es un gran doctor, se muy bien lo que hago! ¡Me enseñó muy bien a como hacerlo!


    —Suhail: Dime entonces…¿Estará bien? creo que tragó demaciada agua y ahora…su respiración es nula.


    —Leintni: Pero el río del dragón no es tan profundo… no debería ser tan serio, ¿No? ¿N-No es así? —trataba de ser fuerte y no desatender al chico—¿Por qué tragó agua o no intento salir? ¿No sabe nadar? no lo entiendo… —miró con preocupación al chico que le había ayudado, se sentía super desesperada pero Suhail no podía simplemente decirle lo que habia pasado allí abajo y sólo nego lento—Por eso no me gusta el mar, no, odio el agua…lo odio—aunque trataba de ocultar sus quejas entre murmullos, limpiando torpemente su rostro, Suhail le escuchó a la perfección —Hay que hacer algo rápido…


    —Suhail: Si —volvió a observar al chico notando su calma, como su cuerpo mojado daba apenas movimientos regulares suponiendo que quizá era por la baja velocidad en la que palpitaba su corazon. " El agua no es profunda, pero él no podia hacer nada… y estuvo apunto de" sus ojos se mantuvieron mirando su rostro por un momento y de repente más serio se levantó de su sitio, para así girarse y mirar hacia el mar, en donde pudo observar el mar ahora más intranquilo que antes… " Por supuesto que ella aun busca la manera de despertar y el mar es suyo" sus ojos, cuyos colores eran iguales al de la pequeña, cambiaron su color ahora en azules, pero un azul profundo con un extraño brillo que no duró mucho, aunque su furia era muy clara, hacía un total esfuerzo para no dejarse llevar…ya que pudo escuchar algo que llamó su atencion y le hizo volver en sí…una melodía, como si el mar hablara en un idioma que solo él y alguien más entenderían—



    La niña estaba impaciente en ayudar al chico, no le conocía pero tenía la necesidad de ayudarle a volver en sí a como de lugar. Sus manitas enguantadas apretaban fuertemente el pecho de Antwan, en lo que daba lijeros pero presisa presión, así lo hizo por más de 20 segundos. El viento soplaba fríamente llevandose algunas hojas consigo, movía los adornos gindados en los postes, así mismo aquellos adornos dorados…




    El fuego y sus llamas en una brecha estaba apunto de apagarse y morir para siempre, su llama disminuía y parecía que en cualquier momento se extingiría…






    —Leintni: Vamos, por favor, respira, regresa por favor, solo fue una caida al río, ¿no? si no sabías nadar no tenías porqué acercarte tanto al mar…¿no crees? —movía sus manos en el pecho del chico pero no estaba logrando nada— Abre tus ojos, regresa con nosotros, debes regresar y decir quien eres…ni siquiera dijiste tu nombre..! oye, en serio n-no te mueras…no puedes, e-esta mal — pero vio que los labios del chico se abrieron un poco y un suave suspiro salió de entre ellos como si fuera su último aliento. Leintni se paralizó casi en pánico al presenciar eso— No puedes… no puedes…No, no…no, ¡Joven oiga! Oh no, no respira, ¡Joven, por favor! ¡Dígale que se quede con nosotros, por favor!, Papá dice que cuando alguien está en este estado hay que llamarlos y pedirles que se queden, tomarles de la mano y asegurarles que estarán bien pase lo que pase, que hay alguien que espera por ellos, ¡Por favor dígale que no se vaya!, ¡Ayudeme por favor!



    Era desesperación pura que transmitía su pequeña voz, rompiendo el agudo sonido del viento. Con lágrimas apunto de caer y su cuerpo temblando.



    —Suhail: —aún con sus ojos oscurecidos hacia el horizonte se giró un poco mirandole de reojos— Nosotros no tenemos el poder de mantenerlos aquí, pequeña, es inebitable su muerte.


    —Leintni: ¿Ah? pero él no va a morir, él solo tragó un poco de agua…pero no quiere despertar…¿no es así? —el miedo se reflejaba en sus ojos ya cristalizados, pero el chico no parecia inmutarse por eso— Él volverá…solo es agua, ya vera que solo es agua.



    Su voz sonó como si algo se le hubiese sido arrebatado, la niña se volvió al chico y quitando sus guantes liberó sus manos para así luego simplemente llevarlas al cuello del chico y con torpeza tratar de quitar el ajuste de la camisa y asi retirarlo. Quitó un broche y asi pudo abrir la parte del cuello de la camisa hasta abrirla más poco a poco, dejó que se viera una camisa blanca de botones abajo de ésta, tambien la abrió, Leintni jalo un poco la tela del lado donde se encontraba el lado de su corazón y dejando a la vista la piel palida del chico llevó sus manos allí para precionar con mas fuerza. Suhail observaba esto sin miramiento alguno y la verdad es que no entendía las acciones de la pequeña. Solo captaba los deseos de la niña de salvar a Antwan.



    ¿Por qué?




    —Suhail: No tiene sentido que te preocupes por un desconocido…


    —Leintni: N-No lo es…claro que no lo es…


    —Suhail: ¿Sabes quién es? ¿Conoces a éste chico? —sus ojos buscaron los de la niña pero Leint seguía enfocada en tratar al chico en sus piernas—


    —Leintni: Es un amigo, me ayudó hace poco —decía aun precionando, pero no lograba nada— él…no sé de donde es en realidad, señor, pero me conoce…creo que olvidé quien es, no lo sé, y si es así es mi culpa que no le recuerde.


    —Suhail: Recordarlo…¿Eso es posible? —claro que tomaba todo de ella, indagaba, cada vez más, poco a poco, en cada pregunta, lo que sea que ella llegará a sentir en esos momentos. Lo que fuese, solo quería oírla hablar de ello—


    —Leintni: Tan solo quiero, poder devolverle en favor…


    —Suhail: Y solo por haberte ayudado ¿Ya lo consideras un amigo? hum, deberías tener mas cuidado pequeña, podría ser peligroso.


    —Leintni: Pero me ayudó—volvió a remarcar—…él lo hizo —pero ya estaba cansada—¿Por qué…? ¿Por qué no pasa nada? —miró ahora el rostro del chico, aun mojado y tranquilo, la niña recordó que había otra manera de sacar el agua del cuerpo de una persona y sin pensarlo tanto, se acerco más al chico posando sus manos en los costado de su rostro y retiró sus mechones—





    Claro que la acción extrañó a Suhail.




    —Suhail: ¿Qué haces?


    —Leintni: RCP es una manera de primeros auxilio, lo aprendí en el hospital.




    Suhail se quedo quieto sin saber que decir o hacer ante las acciones de la niña; que ella conociera de esas técnicas de primeros auxilios no le parecía extraño pero algo más si, ¿Desde qué edad comenzó a aprender esas cosas?




    Prodiguia





    Leintni entonces puso firmemente sus manos en las mejillas del chico y abrió un poco su boca para que así darle respiracion boca a boca…la brisa sopló en ese momento y los ojos de la niña captaron algo por segundos, justo antes de realizar su acto. Fueron segundos pero pudo verlo muy bien.



    La marca plasmada a un costado del cuello del chico, una lijera linea rojiza que la primera vez que ella lo vio le pareció imaginaria, parecía como una raiz de una flor pero en rojizo. Mismo color y textura como la marca que el chico tenía en su muñeca izquierda.



    Pero esa marca en el cuello eran tan iguales a las de su amigo de cabellos rubios.



    Y aunque a la primera llegó a preguntarle a ese chico si era un tatuaje él solo dijo que era una marca de nacimiento.




    Entonces…



    Entonces se detuvo allí tras recordar en donde había visto aquella marca con anterioridad y afirmar que ese de allí era el mismo chico a quien le preguntó por tales tatuajes.



    Leintni abrió sus ojos grandemente, ahora sus ojos si se llenaron de lagrimas y dejandose llevar hacia atrás se sentó entre sus piernas mirando con los ojos aguados y sorprendidos al joven.



    Sabía quien era, ¡Obviamente sabía quién era él! esa marca…esa marca decía que esa persona era…




    —Leintni: Antwan. — recordó cómo momentos antes le llamo diciendole " Humana" en ese tonido y de la misma manera como solía decirle Antwan. "Humana…" — Joven Antwan…




    Suhail tras escuchar ésto reaccionó desconcertado. Sus ojos dejaron de ser azul oscuro y rapidamente volvieron a tener aquellos colores que peculiarmente eran identicos al de la pequeña.



    —Suhail: —se inclinó a la altura de la niña y le miró con tranquilidad, escondiendo muy bien su emoción— Pequeña…¿Qué acabas de decir?



    Pero Leintni estaba aun atónita tras descubrir que ese chico…era el mismo Antwan, pero ¿Cómo? ¿Acaso se había pintado el pelo?


    Suhail no se esperaba que la niña comenzara a temblar y de repente de sus ojos…una lagrima comenzara a caer.


    Lloraba.




    —Suhail: —por primera vez sus ojos se abrieron un poco con asombro— Ma…—calló su boca. Estuvo apunto de cometer un gravicimo error, su cuerpo se tensó tras tener la necesidad de abrazar a la niña y darle su consuelo, pero se contuvo. Su corazón comenzó a doler y con total dolor miró a Antwan, notando como este comenzaba a perder más el color, entonces entendió que las cosas estaban empeorando y él no quería eso. Por más que él lo haya puesto en esa situación, por más que estuviera siguiendo las reglas, internamente en su ser él seguía siendo humano y ese ser que estaba apunto de morir era su hermano. Alzó su mirada a mirar a la niña— Pequeña Leint — dijo esta vez mas firme, así llamando la atencion de la niña quien giró su rostro mirandole con total tristeza— ¿Sabes el nombre de éste joven? Sabes quien es, ¿No?





    Pero la niña seguía en sus pensamientos, perdida con incógnitas si ese chico realmente era Antwan. A la vista parecía alguien más pero después de estudiarlo bien podría darse de cuenta que tenían cierto parecidos, solo que el tono de cabello era diferente.



    " Antwan siempre me llama por el nombre de humana… él… tambien lo hizo, ademas también me ayudó mintiendole a los policias diciendo que era un familiar…Antwan me conoce, él solo se pintó el cabello para que así no le reconociera, ¿No es así? debe ser eso…no se porque hizo eso, ¿Acaso no quería que le reconociera? Antwan es tan, extraño…pero él es el joven Antwan…lo sé, al menos eso creo…"




    No hubo palabra alguna después de aquello, la niña había concluido que aquel chico era Antwan aun así no comentó nada más. Suhail no la preciono más, solo observó tranquilamente a su hermano y a ella. Pero lo que la niña no había notado era que su mano, que aun seguía sobre el pecho del chico, dio un leve resplendor de un color azul claro, algo leve como si la niña le estuviera arrebatando algo al chico, claro que para cualquiera eso sería lo que estaba pasando.

    Leintni no lo había notado pero Suhail lo hizo y al ver esto no pudo evitar admirar en silencio a la menor.



    Porque sabía muy bien qué significaba ese poder en sus manos.




    Fuegos artificiales fueron lanzados al cielo, iluminando todo y de esa manera embelleciendo aquella noche con luna.



    Cada sonido, ruido y respirar alrededor sin duda era un regalo que Suhail atesoraria para siempre.




    "Jamas creí que correriamos con la suerte de verla otra vez, ¿Quién lo diría?, a pesar de todo, a pesar de no estar en casa, ella sigue protegiendonos y preocupandose por nosotros, sigue sanando nuestras heridas…¿Estas orgulloso de ello, Onai?"





    Antwan sabía que estubo apunto de morir, él lo sabía perfectamente ya que su mente había quedado en blanco y por segundos creyó haber visto las manos de alguien y luego la imagen de alguien frente a él…




    Estaba allí, en medio de una nada, lugar totalmente desconocido. Algo torpe, trató de enfocar mejor su vista y al ponerse de pie buscó con su mirada aquella persona cerca a él pero no encontró mas que una silueta de alguien a muchos metros de el…se parecía tanto a…




    —Antwan—alzó su mano entre aquella neblina blanca, notando como las imagenes cada vez se hacían más distorcionadas hasta casi no reconocer a esa persona— Madre…





    Tristemente en menos de un segundo, todo aquello desapareció. Y ella también.









    Así mismo como eso, una llama que estuvo apunto, muy cerca de extinguirse, de lo más débil volvió a tomar fuerza y una vez más volvió a crecer.







    Mientras que en la actualidad Leintni presenció como el joven peli negro comenzaba a toser y a recuperar el aliento.


    Volvía en sí ¡El joven Antwan volvía en sí!


    Ésto alegró a ambos heterocromáticos.




    _Cambio_




    Siro junto a Sire compraron una lampara, pagaron y se giraron para así caminar hacía su amigo quién en esos momentos estaba parada frente a una tienda de recuerdos pagando unos accesorios que había comprado. Derint justo en esos momentos se giró con una bolsita en manos.



    —Siro: Aquí la lampara amigo, ya falta poco para que sea la hora de soltarla. Je, —sonrió— veo que compraste algunos recuerdos…



    Ambos Hitsoon observaron la bolsa que traía el azabache.




    —Derint: Hum —por el comentario revisó la bolsa y de estos saco tres cajitas cuyas estaban envueltas en sintas de diferentes colores, así como el empaquetado. A simple vista podía observarse que eran regalos. Extendio uno hacia Siro quien sorprendido por su gesto abrió grandemente sus ojos, luego solo lo tomó, Sire por otra parte le pareció muy curioso todo ésto pero igual lo tomó— No sé que haiga adentro así que solo tomenlo y cierren la boca.



    Siro no evitó una risa por la obvia amabilidad de su amigo al darles sus regalos.



    —Sire: ¿Se supone esto es un regalo?


    —Derint: ¿Qué más iba a ser? — tras ver que un tercer regalo quedó en su mano, disimuladamente lo guardo de regreso, algo que no paso desapercibido por Siro, este solo sonrió suavemente —


    —Siro: Gracias amigo, yo también compré algo para ti, je, pero creí que los regalos se darían despues de la hora de las luces de fuego. —busco entre su mochila algo, sacando un paquete algo grande y se la extendio al chico— espero te guste.


    —Derint: Ahorrate el comentario—ni siquiera lo miró al arrebatárselo de las manos—


    Caminaron los tres hacia la parte de los juegos, en donde podía verse un grupo de jovenes compitiendo por quién podría alzar un martillo de hierro, el ganador se ganaba algo de la tienda, muchos perdían y otros lo alzaban con facilidad. Siro entre los tres era quien sonreía y aplaudía, su prima solo observaba sin hallarle el sentido al juego.



    —Sire: Los hombres siempre son iguales, tratando de demostrar lo fuerte que son. Tsk, que estupidez.


    —Derint: Deberías intentarlo, Hitsoon, ya tienes el porte después de todo.


    —Sire: ¿¡Que has dicho, pedazo de…!


    —Siro: —la detuvo por el brazo antes de que golpeara al azabache— Sire, je…calmate, no hagan una escenita aqui, por favor.


    —Sire: ¿¡Y tu de que lado estas, Siro!?


    —Siro: Pues el de la paz con el mundo, obvio.


    —Sire: Eres un blando, sabias!?



    Derint ante ésto solo sonrió con malicia y se alejó de ellos riendose en la cara de la chica en lo que decia un " Dejame enseñarte como es, payasa" y así se acercó a donde algunos jovenes trataban de alzar aquel martillo para asi él también intentarlo.



    Sire molesta se soltó del agarre de su primo.



    —Sire: ¡Como lo odio! ¿¡Qué cree que gana ese engreído!?—dandole una mirada super airada al azabache quien ahora se divertia—


    —Siro: ¿Quizá mostrar los resultados del gimnasio? —pero esa sonrisita en sus labios desapareció luego. Por su parte miraba algo inquieto su alrededor como buscando algo…estaba preocupado por sus dos amigos y que el Jameson no estuviera allí no era nada bueno— ¿Dónde te has metido ahora, Freddy?





    [Fin de la I Partes]




    ¡Hi! Bueno, por lo visto no tengo mucho que decír─creo─ así que no anunciará nada importante.
    ¡Oh! si, solo una cosita y es la actualización. Nah, solo publicaré cuando pueda, ya nos estaremos leyendo luego.
    Me disculpo por alguna que otra falta de ortografía, siempre paso por alto una que otra palabra, sorry :(
    Bye, que tengan un bonito día/noche :)
     
    Última edición: 17 Mayo 2023
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    KAMERIA

    KAMERIA " Si caes, levántate y vuelve a intentarlo"

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    Tales of the Last White Rouss-[Saga #0]
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    Capitulo 12_ "Las Llamas del Fénix: II Parte"


    Tales of the Last White Rouss

    Saga N° 0: Hijos del Futuro


    [II Parte ]

    .

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    .




    .-





    La noche conocida como la noche de las luces era una noche especial en la que los amigos y familias se reunian para así celebrar en conjunto el festival de las llamas del Fenix, a traves de esta celebración los lazos de los seres queridos podrían fortalecerse más, sin embargo también era muy bien conocido que para aquellas fechas siempre ocurrían catastrofes, y no hablamos de un catastrofe común o causado por la naturaleza, no, hablamos de desgracias causada por los mismos seres humanos; conocido como el acto de robo de menores, un delito mayor que todo Foreigntown conoce como un pecado que los hombres pagaran tanto en tierra como en el infierno. Por esta razón es que se había creado la ley de protección para los menores inocentes, una ley dirigida y manejada por una gran organización conocida como FECAN (Fuerza Especial Contra el Abuso de Niños) y estaban obligados a meter sus manos cuando de estos casos se trataban.

    La penalización por estos actos eran mayormente la pena de muerte.



    Este caso de los niños llevaba más de un siglo siguiendo su curso de manera no tan frecuentada, a mitad de siglo los casos no eran tan grabe pero a medida que se acercaban a los años quiniento las cosas cambiaron y el robo de niños se hizo mas seguido. Y todo empeoró hace 80 años atrás. Los niños robados…No se trataban de niños cualquiera….sino de aquellos con sangre de fénix.





    .-





    El prisionero que había escapado y que ahora recorría los bosques, después de haber presenciado aquella conversación privada de aquel grupo de personas extrañas, se comunicó con sus amiguitos y luego se encaminó hacia la profundidad del bosque del otro lado de aquel enorme bosque. El hombre había descubierto una enorme casa de madera, cuya a la vista se veia muy bien parada, había luces encendidas adentro, podia deducirse que había gente dentro gracias a las siluetas en negro que lograba ver desde ese punto.






    —Vaya. Qué curioso…hay abitantes en este punto del bosque, pero no cualquier tipo de habitantes a mi parecer. —distinguió una figura pequeña que salía de la casa corriendo, él por su parte se acercó un poco más para observar y descubrir quienes eran esas personas —





    .





    —Vivian: ¡Anika, no corras!



    —Anika: ¡Si mamá! —fue su respuesta desde adentro pero jamás dejó de correr, cosa por la que Vivian, quien estaba en la sala acomodando unos libros en la repisa, solo miró con molestia por donde se fue su hija—



    —Vivian: Ésta niña.





    Anika, corrió fuera de la casa para así alcanzar a la joven azabache, Adamaris; esta pensaba salir a dar una vuelta ya que había quedado encargada de patrullar alrededor y cuidar de ellos.





    —Anika: Ada, Ada, aguarda, ¿A dónde vas? —la nombrada se detuvo y solo le miró de reojos—



    —Adamaris: Debo patrullar.



    —Anika: ¿Y los demás? ¿Por qué no están? Mi hermanito dijo que hoy pasaríamos la noche juntos para ver los fuegos artificiales…dijo que desde el árbol podíamos ver las luces de la ciudad.



    —Adamaris: Tienen una misión que cumplir, así como yo ahora.



    —Anika: ¿Tan pronto ? Pero y la sali-



    —Vivian: Anika —su tono neutro llamó la atención de la niña. Vivian le dio una mirada sería diciendole en silencio que no insistiera— ¿Qué te e dicho de no alejarte tanto de casa en éstas fechas? además…ellos tienen sus propios problemas que resolver, no debes porque siempre estar molestando.



    —Anika: Pero yo solo quería acompañarle…es que ellos siempre están cuidando de nosotros y-



    —Vivian: Basta, deja de insistir, ya hablé, así que deja a la señorita tranquila. Regresa con Hyut —vió que la niña iba a protestar—Ahora —señaló hacia la puerta. Anika tristemente se giró a Adamaris quien solo le asintió para que hiciera caso a su madre—





    Anika sin querer solo se retiró.





    —Adamaris: Con su permiso. —pensaba retirarse, pero Vivian le habló, deteniendo su andar—



    —Vivian: Quisiera pedirte algo…sino te molesta. —notó como Adamaris detuvo sus pasos lentamente, pero no se giró—Han pasado ya cuatro años y aun no me acostumbro del todo a ustedes, siendo sincera. En otras palabras, no confío en ustedes, es obvio que jamás me han agradado pero…en estos momentos quisiera pedirte un favor, no lo hago por mi sino por…Anika.



    Se notaba que le costaba decir aquello, Adamaris podía verlo, Vivian tenía una mirada dura y en veces desviaba su mirada en algún punto perdido del bosque.





    —Adamaris: —se giró en silencio dándole su atención, Vivian le miró aun sin quitar su ceño fruncido, como siempre, pero Adamaris le dió un asentimiento sin molestia alguna— De acuerdo. Como usted quiera.



    —Vivian: Hum, creo que de todo tu equipo tu eres la única en no ser tan desagradable —comentario que no afectó para nada a la azabache, siguió observandole neutralmente— Los demás son demaciado molestos…más ese chico rubio de coleta, tsk, maldito crío.



    —Adamaris: Tengo que retirarme, sino tiene nada más que decir─no estaba dispuesta a escuchar las quejas de la mujer hacia sus hermanos─



    —Vivian: Si, ok, comprendo. —le costaba decir lo que tanto quería a la joven. Se le revolvían las tripas la simple idea de tener que pedir ayuda para algo. Mordió su lengua— Adamaris…—esto causó cierta sorpresa en la nombrada, quien por primera vez escuchaba a la mujer llamarle por su nombre— ¿Podrían, por lo que más quieran, cuidar de Anika? si algo llegase a ocurrir… si por casualidad nosotros —como madre sentía un dolor horrible de solo pensar en algo así. Pero ella estaba consiente de que por más seguros que estuvieran allí, el tiempo seguía pasando y su hija iba creciendo y presentía que algo, muy grande, pronto pasaría. Ya no era la misma niña de 4 años que conocieron esos chicos al llegar allí, no, ya pronto cumpliría sus 9 añitos— Quiero que prometan que la mantendrán a salvo. —su mirada, su voz sonó más seria. Vivian no pedía que lo hicieran, al menos no sonaba así, estaba exigiendo que cuidaran de su hija. Vivían dejó de ver a la nada y alzó su mirada para clavarlos en los dorados de la azabache— Es lo único que pido, por favor.





    Adamaris notaba en las faces de la dama una gran capa de preocupacion y de temor, a pesar de mantener una expresión seria sus ojos decían todo lo que sentía en realidad. El silencio era acompañado por los sonidos de la naturaleza, las hojas al caer al suelo y algunos insectos cantar, el viento se movió placidamente en esos momentos moviendo así los cabellos de la azabache y la rubia.


    Adamaris no tenía la obligación de aceptar aquello sin embargo dio su respuesta. Era una vanguardista y seguía la ley de su reino; después se retiró de allí dejando en la entrada a la dama quien se quedo observando ahora las estrellas…


    La belleza de la noche era indescriptible y Vivian lo amaba, lo amaba en secreto.







    —Vivian: Si hubiese decidido tenerte y no desecharte…mi amado hijo, ¿Cómo serían las cosas ahora? ¿Me estarías llamando mamá ? —las estrellas brillaban y muy a lo lejos podía notarse el reflejo de los fuegos artificiales—



    " Mi niño"






    .-





    —Adamaris: —ya en el bosque se detuvo tras recibir un aviso de su lider—No hay nada fuera de lo normal, estoy a dos kilometros de la casa, estuve siguiendo una extraña presencia, apareció de repente rodeando la casa…la segui y me llevó hasta las orillas del río…Extrañamente el rastro termina aquí…desapareció.



    —Mikhail: Solo no te alejes de casa, mantente alerta…ésta noche las cosas estan algo extrañas.




    —Adamaris: La misión…¿Samir tuvo razón?



    —Mikhail: Hum, lamentablemente si…justo ahora estamos encargandonos de eso. No pudimos ni siquiera llegar hasta el festival, ellos ya estaban en camino—recibió un "hum" como respuesta de su compañera—Hablaremos luego.




    —Adamaris: Mikhail —dijo antes de que cortara— La mujer…Vivian, dijo algo muy extraño antes de salir, parece actuar como si en cualquier momento ellos…







    ¡Mik! ¡El autobus!, se lo llevan, ¡Mik, se lo llevan!






    Aquella voz al fondo la reconoció de inmediato, cosa que hizo que Adamaris se extrañara. Samir se oía alarmado.







    —Adamaris: ¿Líder..?



    —Mikhail: Hablamos luego — la comunicación se cortó—






    Adamaris no era alguien de creer en superticiones o presentimientos, sin embargo en esos momentos sentía que algo no iba bien.





    _Cambio_





    En las vías de la ancha carretera que se alejaba de la ciudad de Villa Neoma, un autobus de gran tamaño se conducía a gran velocidad por las vías que en estos momentos no eran tan frecuentadas; la ancha carretera ya se había alejado de la ciudad y ahora se conducía en un camino más solitario y algo oscuro, donde los árboles eran los únicos en verse a su alrededor, apenas las estructuras rocosas de las altas montañas pero los edificios y sus luces ya eran simples imagenes borrosas olvidadas atrás.



    Mikhail y Samir quienes habían ido a reespaldar éste caso, justo ahora se veían correr a metros de allí entre lo alto de las colinas. Samir iba más al frente y estaba algo preocupado por la situación.


    Aunque "algo" quedaba corto.


    —Mikhail: —se acercó a su lado al alcanzarlo, le miró de lado—Samir, ya se han alejado de la ciudad, y por lo que escuché las patrullas ya vienen en camino.



    —Samir: Mik, no pienso esperar hasta que esos hombres con traje se encarguen de la situación porque no lo haran a tiempo. —decía muy serio, y era realmente extraño ver en su rostro tanta seriedad. En un brinco sobre una rama de un arbol, se impulsó para dar otro más alto y desde esa altura ver hacía abajo la figura del autobus alejarse. Frunció el ceño—El hermanito de Ana esta allí. Hay que protegerlo.





    Adentro del autobus habían niños de todas las edades, desde grandes, adolescentes y menores, los más pequeños eran encargados a los más grandes, cuyos no pasaban de los 13 años, los más pequeños no tenían menos de 4 años y entre ellos estaba el pequeño de cabellos negros y mirada dorada, éste pequeño estaba sentado en el asiento cerca a las ventanas y aun lado de él estaba una pequeña de unos 7 quien no dejaba de temblar por el temor de que justo ahora…estaban siendo secuestrados.


    El conductor tomaba el volante en lo que aceleraba más, miraba hacia al frente notando como un auto se acercaba por lo que sencillamente pasó aun lado de éste y dio un lijero giro sobre el volante en sus manos para girar por la curba de la calle. Uno de los niños mayores miraba con molestia al conductor, en lo que abrazaba fuertemente aun lado suyo a una niña que parecia querer llorar.



    —Chico: —se giro a mirar a la niña— Deja de hacer ruido, puede oirnos, sé que tienes miedo pero llorar no resolvera nada. —le susurraba con un regaño que hizo que la niña solo asintiera entre temblores— No te preocupes…muy pronto nos rescatarán.



    La niña quien estaba a un lado del menor de cuatro años, estaba tambien nerviosa, adelante de ella iba una niña más grande quien también sabía de la situacion…



    —Chica: Rayos, no entiendo por qué decidieron sacarnos a ver esas estúpidas luces si saben que siempre pasa ésto —era mayor y ver a los menores que consideraba sus hermanitos, todos asustados y en peligro le hacía subir la sangre— No pienso no hacer nada. — se giró hacia el asiento de atrás mirando a la menor quien ya tenía los ojitos temblorosos— Mary.



    —Mary: ¡Kay!



    —Kay: ¡Shhh! —le señaló a que hiciera silencio— ¡No hagas ruido!, no vayas a lloras Mary, solo manten la calma que dentro de poco vendrán por nosotros, eso te lo aseguro.



    —Mary: Pero Kay…T-Tengo miedo…e-ese…ese hombre…



    —Kay: Solo no hagas ruido y quédate en tu lugar. Cuida de Akle.





    La mayor se volvió a su asiento dejando a la menor toda temblorosa. El niño de mirada dorada no sabía lo que pasaba y sólo vio como la niña aun lado suyo parecia querer llorar, se encogió en su lugar, junto sus manos cerca a su pecho y parecía que en cualquier momento soltaría el llanto. El niño no podía entender la situacion, tampoco dijo nada. Solo observaba sin emoción alguna lo que ocurría.





    En esos momentos había salido algo de entre el monte y como un animal que huia tomó carrera para crusar la calle, a simple vista no se había identificado bien pero, al poco tiempo se pudo ver que si era un animal. Venía del bosque a gran velocidad como si huyera de algo pero, justo en ese momento venía el autobus; su cuerpo se detuvo y la luz del auto le cego. De repente se sintió como el autobus aceleraba más y daba un movimiento fuerte haciendo que más de uno se moviera abruptamente en su asiento…El grito de todos los niños no se hizo esperar.


    Akle se pegó contra la ventana, su cabeza se golpeó contra el duro vidrio casi dejandolo aturdido. La niña a su lado súper asustada empezo a llorar y de repente se levanto para correr con Kay.




    —Kay: ¡Pero Mary…! —la niña se abrazó más a sus piernas llorando—


    —Chofer: —rió en su lugar, arregló su sombrero que se había movido por los movimientos—Ups, seguro atropelle uno de esos animalitos salvajes, quiza fue un conejo… que lamentable —pero no parecia afectado por aquello, su expresión era de total locura. Empezó a escuchar como los niños comenzaban a llorar— ¡Tsk! ese llanto de mocosos…no me digan, ¿En serio? ¿Se van a poner en ese plan todos ustedes? —se giró en su asiento y los miró, su rostro cambió a uno hairado— ¿¡Podrían cerrar sus malditas bocas y dejar de hacer ruido!? Su asqueroso llanto no me deja conducir bieeeen! ¡Ya cierren la boca!


    —Chico: —quien estaba en los asientos de adelante, tapaba la boca de su hermanita— Tranquila, tranquila…todo estará bien. —pero miraba hacia el hombre con una rabia enorme—


    —Chofer: No entiendo como los soportan. — comento— Esten tranquilos, que al lugar a donde van se les dará un proposito…





    .-





    Samir había descendido cuando notó como en la carretera había algo que se movía lento y…herido.



    El autobús hace poco paso por allí, ¿Acaso eso era..?





    —Samir: —sus ojos se abrieron por el desconcierto. Se inclinó de inmediato quedando de rodillas frente a aquel pequeño y maltratado cuerpo que ahora luchaba por seguir viviendo…estaba herido de muerte y dolía verlo— A-Ah…—un nudo se trancó en su garganta y el menor sintió cómo al rededor de sus ojos agua salada se acumulaba— No puede ser.



    Ver a un animalito morir era lo más doloroso en la vida.



    —Mikhail: —mirando cómo se alejaba el autobús, bajó su mirada y descubrió la causa del dolor de su compañero. Se ahorró sus palabras— Samir. —pero éste no respondió. Sus hombros comenzaron a temblar, su voz se quebraba…¿Estaría llorando? — Samir…





    Sam era una persona muy sensible y sentimental, siempre había demostrado ser amante de los animales, amaba cada criatura del bosque, los cuidaba, los protegía con su vida, aunque ¿Qué no protegía el benevolente de Samir? No era juicioso como todos ellos, no le interesaba lo que pensara el resto, él siempre seguiría hablando demás y creyendo en los cuentos de adas que su padre toda su vida le llegó a contar.



    Su corazón no podía soportar ver morir a una criatura así que en su pasado, su especie fueron parte de su crecimiento.





    —Mikhail: — llevó una mano a su hombro para tocarle pero, sintió que no debía hacerlo. Así que se deshizo de esa idea—El autobús con los niños se aleja. Hum…no podemos herir a nadie, ésto te esta afectando mucho y, creo que es mejor que te quedes aquí y trates de calmarte, no vayas a perder la razón Samir —porque lo conocía, sabía sobre sus impulsos— yo me adelantaré.



    —Samir: Mik…ese malvado, inhumano…mató a ésta inocente criatura…¿Qué más con esos niños? Una persona así no merece misericordia.



    —Mikhail: Samir-



    —Samir: ¡Mik, es un monstruo! ¡Mato sin remordimientos a éste animalito! ¡Él…! —la rabia lo comenzó a dominar y sus ojos parecian brillar con un color algo peligroso, Mikhail le sostuvo de los hombros evitando a que se levantara y acabara siguiendo a lo loco a ese desgraciado. Le miró a los ojos—Mik…debo rescatarlos, ellos…



    —Mikhail: Iré. Tu debes recuperarte. Y sobre —mirando por un momento la sangre, cuyas mancharon las manos de Samir, quien sostenía apenas el cuerpo ya muerto de ese conejo de líneas azules, tomó un respiro antes de continuar— Retíralo con cuidado, sabrás como darle un funeral tranquilo…es lo que solia hacer tu padre, ¿No?



    —Samir: —un dolido respirar salió de su ser— Un funeral…



    Mikhail era el único en hablarle así de suave al chico, claro, luego de pasar años junto a él ya le conocia sus arranques. Los ojos de Samir estaban tristes, realmente quería ir pero…aquello lo destrozó. Aunque dolía agreadecía que tuviera junto a él a alguien como Mik.

    Mikhail se reincorporaba para irse, cuando vio en eso aparecer frente a ellos dos figuras más.





    …eran Tsuhaya y Diana…






    —Tsuhaya: Ésto si es…horrible —no quiso decir algo que pudiera alterar al menor, quién seguía inclinado en el suelo, desde la distancia pudo ver el ambiente y sin mucho esfuerzo sacó sus conclusiones—Estará así hasta, quién sabe cuando…



    —Mikhail: Pensé que tenías otra misión—sus ojos se encontraron—



    —Tsuhaya: Hum, lamentablemente fue saboteada —notó como Mikhail le miraba en silencio pero con una mirada como exiguiendo que le explicara. Tsuhaya solo desvió su mirada hacia Diana— Quédate con él, si llega a descontrolarse tu eres la única en saber cómo calmarle. Ire junto a el Líder a por esos niños.



    Diana no respondió pero tampoco se negó.



    —Tsuhaya: Bien, andando.



    Junto a Mikhail avanzaron su carrera.



    .-





    Ya en el camino ahora eran Mikhail y Tsuhaya quienes estaban a 500 metros del autobus, la brisa era fuerte y fría aquella noche, las cosas parecían no querer mejorar esa noche y a pesar de que cada quién tenía su propio problema…Mikhail pudo notar la mirada distante de Tsuhaya…parecía molesto pero a la vez perdido.





    —Mikhail: Mitsuhaya —hizo una pausa— ¿Por qué te nos uniste? EliOenai es tu prioridad, ¿No?



    —Tsuhaya: Hay cosas que salen de mis manos…pero no quiero hablar de eso ahora —dijo sin muchos ánimos. Mirando ahora hacia el autobus, frunció el ceño. Ni siquiera se había molestado en correguir a su compañero por llamarle así— Dime una cosa, Mikhail…No le veo el sentido a ésto, digo ¿Por qué aun no han detenido el autobus y solo lo siguen? ¿Cuál es el plan?



    —Mikhail: Atrás vienen las patrullas…la idea es que ellos se encarguen, nosotros solo nos aseguraremos de que esos niños no corran peligro. —dijo tranquilamente, sintiendo la brisa golpear su rostro durante el recorrido—


    —Tsuhaya: ¿Hablas de que esperan por esos humanos y sus autos? Eso no pasará, ellos estan ahora resolviendo otro asunto y no creo que se preocupen por venir a rescatar a esos niños.


    —Mikhail: —su mirada mostró algo de confusion y miró ahora al rubio— ¿A qué te refieres?



    —Tsuhaya: No vine por gusto—le dió una rápida mirada—Sufrí un percanse cuando trataba de dar con el idiota ese, falle pero ese no es el punto─no mensionaría lo de Suhail─ de camino a mi retirada Diana y yo notamos algo y es que, vimos a un grupo de esos patrulleros detenerse abruptamente en medio de su carrera , y de la nada cambiaron su ruta. No le hubiese prestado atención de no ser que uno de esos policías fue el último en salir, y éste tenía una extraña conversación que obviamente no pude ignorar…



    Gruñó al recordarlo.





    «Flash Back»





    Tsuhaya había parado en lo alto de un árbol apunto de saltar cuando escuchó voces provenir debajo de él, notó que a lo lejos había un auto de policía, algo que no debería ser TAN sospechoso, pero lo extraño es que estaban muy lejos de la carretera…y las voces provenían de abajo del árbol.





    —Policía: Dices que encontraste algo en ese bosque…el árbol milenario, ¿Eh? bien, no será problema a que el equipo acuda a ese punto sin embargo yo llegaré algo tarde…debo mover algunas cosas aquí sino quiero que esos malditos policías metan sus narices, ya me hice cargo de Philipinas, ella siempre de molesta…hum. Ya el idiota de Jack está en el autobus, tiene a esos niños del orfanato y ya se dirigue a ese punto, yo ya me haré cargo de la policía…nos vemos allí.





    Tsuhaya quién había bajado hasta una rama miró hacia el hombre con el teléfono en mano, éste se daba la vuelta y marcaba un número antes de volver a hablar.



    Sus ojos trataron de reconocer y guardar en su memoria la cara de ese tipo. Cabellos azabaches y mirada oscura, por la oscuridad no sabía si era castaña o azules.



    Pero escuchó claramente desde allí el nombre con el que le llamó el tipo del otro lado de la línea.





    ¿Mako?






    —Mako: Lu…diríjanse a el punto, los esperaremos allí.







    «Fin del Flash Back»







    —Tsuhaya: No sé ahora de quién deberíamos preocuparnos, si de los malos o de los policías pero, algo si te aseguro…hay un corrupto entre ellos quien está saboteando todo desde adentro, y sí esperamos a que esos humanos vengan a por esos niños será demaciado tarde.



    —Mikhail: —la información que le daba su compañero era completamente de paso para esa misión de riesgo. Sin duda las cosas no eran como él las imaginaba. Ante analizar la cuestion, asintió— Entoces movamonos ya.





    Tsuhaya asintió y así dieron inicio a aquello.



    El auto seguía avanzando y parecía que ahora se acercaban a una parte mas rocosa, pero mas frías, habían pequeñas montañas rocosas que tenían en su superficie nieve. El autobus se dirigía a esa direccion, cuando de repente del cielo Tsuahaya apareció y aterrizo en el techo del autobús. Claramente el ruido que hizo fue alarmante para todos, así asustando a más de uno y alarmando a el chofer.



    ¡Ahhh!






    —Chofer: ¿¡Qué demonios..!? —masculló mirando hacia arriba—





    Tsuhaya frunció el ceño.





    —Tsuhaya: Estos malditos humanos nunca aprenden.




    [Fin de la II parte]


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    El mismo que Samir vio morír entre sus manos
     
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    KAMERIA

    KAMERIA " Si caes, levántate y vuelve a intentarlo"

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    Tales of the Last White Rouss-[Saga #0]
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    Capitulo 12_ "Las Llamas del Fénix: II Parte"

    Tales of the Last White Rouss

    Saga N° 0: Hijos del Futuro



    [III Parte ]

    .

    .

    .




    Freddy había estado parado en aquel puente algo alejado del muelle, con vista a una parte del río en el que podía verse a algunas personas ir en botes en lo que remavan y hablaban meramente. Tenía una mirada lejana y en manos tan solo sostenía el teléfono…


    Esos tipos que le llamaron antes…



    " Estaremos cerca esta noche, ya conoces la fama de la noche de luces, los niños son un blanco perfecto, esos niños tan peculiares, creo que tienes experiencia en ello, ¿no? doctorcito, hum…hoy nos reuniremos y queremos que des el primer paso…sino llegas, el rostro de tu amiguito…ya no lo reconoceras nunca más"



    Esos desgraciados se habían atrevido a amenazarlo con dañar a Derint.


    La amenaza le hizo pensar y pensar, le dió dolor de cabeza, le dió nauseas pero al final llegó a la conclusión de que no podía quedarse de brazos cruzados…no podía arriesgarse a poner en peligro a su familia, menos la de su mejor amigo.


    Freddy miró su teléfono una vez más, alzó la mano con intensión de lanzarlo al agua cuando de repente este sonó entre sus manos. Sintió algo de pánico pero al ver el número se calmó.



    —Freddy: ¿Si? Ey Joni, ¿Qué tal? es extraño que llames a estas horas…¿Esta todo bien? —trató de sonar calmado—


    —Johan: Si, yo solo quería…—no sabía si decirle sobre lo de la niña —Mmm.


    —Freddy: ¿Leint esta contigo? No le ha pasado nada, ¿verdad?


    —Johan: —hizo una mueca de disgusto al escucharle preguntar por la azabache— Es lo único que te preocupa, ¿eh? ella…claro.


    —Freddy: ¿Eh? —ante su tono rió un poco, no creyendo lo infantil que estaba siendo su hermanito— ¿Por qué dices eso? Suena a que estas algo celoso —escuchó un fuerte "¡No lo estoy!" De respuesta— esta bien campeón, pero no creas que es eso, solo me alarma un poco su seguridad porque…ya sabes, si algo le llega a pasar Derint perdera la cabeza y, no creo que sea buena idea decirle en estos momentos que su hermanita se-


    —Johan: Entiendo, entiendo, se volverá todo un demonio, típico de él. Pero no llamaba para eso, Leint esta bien, esta conmigo, solo estamos observando los fuegos artificiales. Llamaba solo para saber…si estabas bien.


    —Freddy: ¿Asi? ¿Con qué ese es el motivo ? —sonrió tranquilamente, sintiéndose tan reconfortante ahora— Eso me alegra. No te preocupes, todo esta bien. Solo avísame si algo pasa, campeón.


    —Johan: Si…bueno, suenas algo extraño, pero, ¿Cuándo no eres extraño? — ¿Eh? Su comentario dejó fuera de base al rubio mayor. ¿En serio se comportaba extraño? —Solo deja de darme motes de bebé, ya no soy un chiquillo.


    —Freddy: Oye Joni…


    —Johan: Disfruta la noche hermano, cuidado. Adiós.



    Freddy apenas abrió su boca para decir algo más pero, escuchó la llamada cortarse. Eso si fue extraño. Miró su teléfono algo pensativo, ya no tenía esa cara de sufrido de hace momento—y se lo agradecía a Johan por su llamada—pero aun así seguía preocupado por la situación.



    —Freddy: No quiero que les ocurra nada, menos a aquellos que son importantes para mi…— sacó la línea de su teléfono, y esta vez si la tiro hacia el agua. De esta manera vio como las personas comenzaban a avanzar al muelle para así prepararse para la hora— es la hora de lanzar las lamparas.


    Tristemente él no lanzaría la suya con sus amigos. Y esto solo le estaba matando por dentro.



    _Cambio_



    A este punto la persecución acababa de empezar.


    Eran las 9 de la noche, y ya era la hora de lanzar las lamparas.


    Derint, Siro y Sire estaban por su lado cerca a las orillas del puente, viendo como las personas comenzaban a reunirse para el momento. Por esa zona pero a lo lejos estaba Yuri, junto a su amiga quien tenía en sus manos una lampara para ambas…



    —Chica: Quizá no salió como esperabas pero espero que al menos ésta noche la hallas podido disfrutar, Yuri.


    —Yuri: Silencio Sasha, estoy molesta. En serio, no puedo creerlo. Mi Rouss fue tan malo en dejarme plantada, ese cabezon en serio…parece que no le importo, ¿Por qué tiene que ser tan frío conmigo, ah? ¿Acaso no ve que en realidad me gusta?


    —Sasha: Quizá lo has acosado tanto que ya hasta te tenga miedo.


    —Yuri: ¿¡Qué!? —ante esa idea le miró aterrada. Sasha le miraba con algo de aburrimiento— ¿Realmente lo crees…?


    —Sasha: Hay una probabilidad. Lo has acosado desde primer año, ¿No?


    —Yuri: Si pero…


    —Sasha: Ademas, desde un principio solo fue por cosas de negocios y tan solo querías divertirte con él. No fue amor a primera vista.


    —Yuri: Si, si, fue un acuerdo, un tonto acuerdo en el que el conejito está implicado, lo recuerdo muy bien…pero no es mi culpa que ese conejito siempre estuviera enamorado de mi…jaja, fue un acuerdo de silencio aunque era una mentira, al pasar de los años yo, realmente llegue a enamorarme de Mi Rouss…no sé, quiza sea por su personalidad. Es algo grosero y parece no importarle nada pero, cuando vez sus ojos…es como si en ellos vieras todo aquello que no se atreve a decir, hay un alma tan tímida que te obliga a enamorarte de él, inremediablemente.


    Escucharla hablar así le hizo entender algo, y si, su amiga se habia enamorado. Saber eso le hizo sonreir. Jamás había visto a Yuri tan seria en algún tipo de relación.


    " Hum, finalmente si hubo un alma que llegó a mover ese corazón de hielo y podrido, lástima que éste sea un amor no correspondido. Quiza solo sea una provada de su propia medicina, ¿No es asi, amiga?"




    .-



    El grupo policiaco habían sido solicitado a ir a un punto totalmente distinto al que debían ir, se trataba de un lugar en un muelle viejo, en una antigua instalacion de gasolina en la que podia verse los grandes tubos de hierro en la entrada y a lo lejos, donde enormes tanques se alzaban en un soporte hechos por largos y gruesos tubos de hierro, así mismo tambores mas pequeños a montón, unos cientos cuyo algunos estaban vacios de aquel líquido.


    Los autos comenzaron a detenerse y más de uno comenzó a salir y a mirar el lugar con extrañeza. ¿Era ese el punto al que debían ir?


    Philipinas salió de la patrulla y lo primero que pensó al no ver nada extraño allí, no más que la situación, fue que algo estaba mal allí.



    .-



    En el bosque el prisionero había salido de su escondite y se dirigió a aquel punto dónde le informó a su grupo que se reunirían. Habían más de 5 de ellos, y entre esos uno dio un paso adelante mirando su alrededor con una mirada seria.

    Estudiando la zona.


    —Imprecionante. —escuchó como unos pasos se acercaban, miró a su derecha hacia el frente y fue que apareció la figura del demente— Dylan…finalmente apareces. ¿Éste es el punto del que tanto hablabas?


    —Dylan: Hum, hum…estaras de acuerdo conmigo cuando veas lo que encontre.



    El otro sólo enarco una ceja, los ojos de aquel loco brillaban pero al final cada uno asintió.



    —Dylan: Y…Mako…el no..?


    — Vendra después, solo quita esa cara de depravado y llevanos al punto—apretó estresadamente el arma en su cintura —



    El demente sonrió más maliciosamente ensanchando esa sonrisa.


    —Dylan: Ah Suoh, ¿Pero de qué hablas? No pongo caras…



    De esa manera comenzaron a avanzar en lo que Suoh y el resto de los hombres siguieron al demente, quién los guiaba hacia donde estaba la familia quien vivían ocultos en ese bosque.


    .-



    El plan era parar el autobus y poner a salvo a esos niños, nada más, nada de herir a nadie, aunque Tsuhaya estaba dispuesto a matar incluso a aquel deprabado que se atrevía a llevarse a los niños.


    El autobus se detuvo ante el extraño impacto en el techo, cosa que alertó al chofer ya que no volvió a oír nada más, sin embargo sabía que había algo allí arriba. Diciendole a los niños que se mantuvieran en silencio, apagó el motor y abrió las puertas del autobús para luego salir de allí. Los niños se abrazaban entre sí, muy temerosos.


    —Niño: Hermana…¿Por qué aun no llegamos a el festival? ¿Qué ocurre con el autobús? ¿Por qué se mueve tanto..? y por que ahora nosotros-


    —Niña: H-Hubo un contra tiempo pero todo estará bien, en serio, no te preocupes —trataba de no alarmar más al niño. Lo abrazo— iremos al festival, llegaremos pronto…



    —Chofer: —con cara fea, después de salir, miró la carretera a su alrededor. La calle estaba a oscuras— ¿Qué demonios fue eso, ah? Cómo me hacen perder mi tiempo.


    Apenas dijo, escuchó otro golpe arriba en el autobus, esto le hizo girarse alarmado y miró hacia arriba del techo del bus, aunque desde allí no podía distinguir mucho.



    ¿Qué había sido eso?



    —Chofer: ¿¡Quién esta allí!?


    —Tsuhaya: —en su lugar sin moverse, notó que atrás de él estaba Mikhail allí parado— Idiota, ¿No podías ser más escandaloso?


    —Mikhail: —ignoró su comentario—¿Qué esperas aquí arriba? ya el hombre salió.


    —Tsuhaya: Lo sé, el muy tonto se atrevió a salir tan fácil, es mejor asi, aunque —arrugo el entre cejo mirando abajo— tenía deseos de pelear.



    El tipo al no recibir respuesta arregló su sombrero adecuadamente, preparándose para lo que haría siguiente.





    —Mikhail: Nada de lastimar a los civiles, recuerda que ellos son mas frágiles —pero apenas dijo ésto dio un paso hacía atrás tras ver una figura aparecer en un brinco frente a ellos—


    —Chofer: Pero miren nada más, no son más que unos simples niños, se les perdio algo, ¿ah? ¿O también quieren viajar en el autobus con el tío Jack? iremos a una fiesta, ¡Están invitados si quieren ir! —sonreía como un maniático. Se veía horrible y más en la posición-estilo araña que tenía ahora—


    —Tsuhaya: ¿Dijiste "frajiles?" este tipo no se ve nada normal.



    El hombre le mandó un golpe, fue su primer movimiento, Tsuhaya en su posición solo se reincorporó apartando el golpe, esquivó los otros y respondió con otros, comenzando una lucha con el tipo.


    Mikhail veía esto sin entender bien.



    "Se mueve muy extraño, para ser un simple ser humano"




    —Chofer: ¿¡Vinieron por los niños, no!? jajaja, si, deben ser ustedes, esos chicos de los que el loco de mi hermano me habló, siendo así es gratificante ver que al menos saben pelear!


    —Tsuhaya: ¿Dices que alguien te habló de nosostros?


    —Chofer: Así es, de no ser así ¿Por qué crees que me hubiesen dejado a cargo de llevar el autobus, ah!? hahaha, ¡Soy el indicado!


    —Tsuhaya: —de un lado al otro esquivaba los golpes, chasqueó la lengua tras ya estar fastidiado por la actitud del hombre—Que fastidio. Mikhail —dijo así llamando la atención del otro que solo observaba—Es todo tuyo.


    Un puño, lo esquivó, tomó esta mano y la otra así deteniendo al hombre, antes de dar un giro en su eje y teniendo al hombre sostenido de esta manera hizo un movimiento rápido para así tirarlo a suelo pero Jack al adivinar lo que haría hizo un movimiento rápido que le permitió soltarse del agarre de mandarle una patada que, al contrario de ser débil le causó dolor a Tsuhaya quién acabó dando varios pasos atrás.



    —Tsuhaya: ¡Tsk!



    Su acción fue perfecto para que su líder tomara cartas en el asunto. Mikhail escuchó la petición de Tsuhaya y se preparó para, con su poder en las cadenas, sacar 2 de estas pesadas armas y así seguidamente atar al hombre por completo.



    —Tsuhaya: Hum, demaciado fácil —sacudió sus manos aún fastidiado por el golpe propinado por el maleante—


    —Mikhail: Hum. ¿Estas bien?


    —Tsuhaya: Claro, ¿A quién crees que le hablas?


    —Mikhail: Pensé que ese golpe-


    —Tsuhaya: No fue nada, así que ni lo menciones—sentía humillante que le hablara así—Maldición—murmulló—


    No quería acreditar nada hacia ese matón. Ni loco.



    —Tsuhaya: Que te encargaras de él era lo mejor. De haberlo hecho yo, lo hubiese matado. Feh.


    —Mikhail: Si tú lo dices.


    —Chofer: ¡Arrgg! ¡Sueltenme! ¡Ustedes..! ¡Grrr! ¡Veo que también son especiales como yo, ah!? ¡Aún así no pueden conmigo..! ¡Yo seré quien les…!



    Mikhail solo vio como el tipo perdía el conocimiento, pegando de lleno su cuerpo contra el frío metal bajo de él.



    Observó cómo en las orillas del techo del autobus Tsuhaya tenía una mano alzada cuya recién había usado contra el tipo.




    —Tsuhaya: ¿No te molestan las personas que hablan demás? deberían cortarle la lengua.




    Mikhail no dijo nada.



    Después de todo era Tsuhaya siendo Tsuhaya.



    Después de esto ambos bajaron y se seccionaron de que los niños estuvieran bien. Era mejor asegurarse de que no había nadie herido.



    —Tsuhaya: ¿Todo el mundo aquí esta bien? ¿No hay nadie herido? —entró, así observando hacia los asientos, habían al rededor de 30 niños y la mayoría eran como él…sus cabellos rubios lo decía— Tantos niños…todos ustedes son huérfanos, ¿No es así? —pensar que querían a esos niños por cosas malas le molestaba. Dió un paso al frente— no creí que me enfrentaría a una situación así, ustedes… la mayoría de ustedes fueron olvidados y dejado frente a la misma puerta y todo porque…ustedes nacieron diferentes. Hum, No hubo alguien que les entendiera…—hablaba por causa de aquel resentimiento, mirando como más de un niño le miraba temeroso y otros se abrazaban al que tenían al lado—Esos malditos sólo piensan en usarlos como…objetos, ustedes no saben del peligro de afuera, son tan señalados…es injusto todo lo que hacen…no deberían ni de existir. —llegó hasta el final del pasillo, los niños no lograban decir nada, menos entendían a lo que se refería el chico. Él tenía sus manos cerradas con fuerza mirando el suelo con ira—¡Esos humanos..!


    —Mikhail: Tsuhaya —llamó, más éste no se giró—Hay que regresar los niños al orfanato. Conduciras tú, pero ten cuidado.



    No dijo nada más y se giró con intenciones de salir.



    —Tsuhaya: ¿Eh? Espera —se apresuró unos pasos, Mikhail se detuvo y le miró— ¿Qué harás?


    —Mikhail: Debo encargarme de ese hombre. No es seguro dejarlo aquí.


    —Tsuhaya: No te preocupes, yo lo haré. Es mejor si tu conduces, no estoy de buenas para estar al control.



    Pasaba aun lado de los asientos cuando en eso se detuvo tras notar que había uno de los asientos vacíos, al menos el primero, y cerca a la ventana un niño de almenos unos 4 a 5 años, estaba allí acurrucado…algo ido y cómo cansado, mirando a la nada, parecía decir algo entre el silencio, palabras que jamás serían escuchadas.


    Tsuhaya se acercó extrañado, ¿Qué le ocurría al niño? Apenas se acercó y se inclinó, tan solo logró escuchar unas suaves y debiles palabras.



    …Ma…Má…




    —Kay: —al notar ésto se levantó—¡Akle! —se levantó empujando a Tsuhaya del camino y se apresuró a tomar al niño en sus brazos y protegerle— ¡No te le acerques, aléjate sino te patearé en los testículos! ¡Ya verás!


    —Tsuhaya: —le observó serio. No sabiendo en como tomarse aquella amenaza—¿Es en serio? —pero no podía enojarse con la niña por su grosería e insolencia. Estaba siendo valiente por su pequeño hermanito. Es fuerte. Cuanto odiaba tratar con mocosos. La niña tenía una mirada de determinación a pesar del miedo que también sentía— Humana, solo cuida bien de él. No dejes que cresca solo, hum. Protege y cuida a los que amas, sino quieres verlos irse.



    Al final acabó saliendo del autobús, tomó al hombre aquel que ahora estaba inconciente, cuyo ato con una cuerda electrificada que el creó. Mikhail vio desde adentro del autobús como su compañero se preparaba para retirarse, sin embargo Tsuhaya se giró y en un parpadeo desapareció.



    Sin decir nada más.



    Los niños que vieron eso se quedaro asombrados, nunca habían visto algo como eso. ¿Había desaparecido por arte de magia?


    Mikhail ya dentro se dispuso a llevar a los niños de regreso.


    Apenas ensendio el auto un niño habló.



    —Niño: ¡D-Dis…D-Disculpe…! p-pero… ¿Quienes son… ustedes…?


    —Mikhail: —se quedó observando al frente, al final respondió tranquilamente a su curiosa pero importante pregunta— Los vanguardistas. —así prendió el motor listo para partir— Procuren estar sentados apropiadamente. Iremos a casa.





    [Fin de la III Parte]

     
    Última edición: 23 Mayo 2023
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    KAMERIA

    KAMERIA " Si caes, levántate y vuelve a intentarlo"

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    [IV Parte ]

    .

    .

    .




    Leintni se levantó, dejandole a aquel desconocido el cargo de cuidar a "Antwan", iría a buscar una lampara, según era su idea.


    —Suhail: Pequeña —ante su llamada, la corrida de la niña se detuvo, ella se giró a verle—Esta bien, ¿Puedes observar con cuidado sobre el pequeño mesón de madera del viejo local la lampara que allí se encuentra? —Leintni lo señaló —Sí, esa…tómala, no necesitas ir a por una, esa es perfecta.


    Leintni se acercó muy sorprendida pero más anonadada al ver la pequeña cosa de papel fino con muchos adornos dorados y algunas cosas escritas que llamaron su atención. No lo había visto allí.



    —Leintni: No estuvo antes cuando llegué…


    —Suhail: Ya es la hora de lanzar las lamparas y todos ya estan comenzando a reunirse—estaba inclinado al suelo teniendo en sus piernas el cuerpo insconciente del chico—


    Tenerlo de esa manera le tranquilizaba y le hacía sentir un agradable calor en su interior. Hacía tanto, desde que eran niños de 7 años que no tenían un acercamiento de hermanos. Sabía el porque de su separación y de su ahora rota relación de hermanos, pero aunque dolía en lo más profundo, al menos se alegraba de verlo ahora, respirar con normalidad, vivo.




    Vivo




    Curiosamente en ese momento lo sintió moverse, Suhail que miraba el mar tranquilamente como una manera de distracción, en lo que divagaba minuciosamente en sus recuerdos, bajó lentamente su mirada a su regaso y…notó como los parpados del chico se movían tratando de abrirlos con dificultad.


    Como un pequeño.



    —Suhail: Hum—esa sonrisa—finalmente. Leint.


    —-Leintni: —venía con la lampara en manos— No sé el cómo sabe mi nombre, joven, si no le conozco, pero, si mal no recuerdo usted se parece mucho a…mmm—no es que fuera mala recordando a las personas es que a veces de la nada su cabecita le daba por olvidarse de algo en específico y eso a veces incluía personas. Raro, ¿No? Era lo que ella pensaba. Sin embargo ésta no era la ocasión. Leintni esta vez al observar mejor al chico se dio de cuenta de varios detalles y, lo reconoció—¡Oh…es…! —calló al ver cómo éste le señalaba a que viera al muchacho azabache, entonces ella se agachó— Oh, ¡Ya despierta! Que alivio… —inmediatamente se inclinó, mirandole preocupada, Suhail se había apartado y dejado al chico en el suelo cerca a la niña para que fuera ella quién se encargara a partir de ese momento, en lo que él se levantaba y preparaba la lampara en lo que se alejaba a las orillas del muelle— Oiga, ¿Está bien? ¿Puede oírme?



    La molestia en sus ojos, cuerpo, los parpados se movieron en temblores pequeños antes de abrirlos lentamente, su cuerpo actuó por si solo y poco a poco se apoyó en sus codos semi levantandose. Antwan se preguntaba a todo esto ¿En dónde estaba?


    —Leintni: —preocupada, llevó sus manos a la mano del chico que ahora estaba sobre su frente—Joven Antwan… respóndame, por favor, no le duele nada ¿Verdad? Y si es así, dígame en donde, por favor, trataré de sanarle.



    Esa vocecita…




    —Antwan: —abrió sus ojos, aturdido aún, llevó su mirada a la persona que tomaba su mano y que ahora le llamaba. Sorprendentemente se encontró con aquellos ojos heterocromáticos— Humana. ¿Qué haces tú aquí, cuando yo…? Esto no…¿Cómo es posible, tu…?


    —Leintni: Sí está bien —sus labios dibujaron una sonrisa— ¡Si está bien! ¡Qué bien! e-estaba preocupada —soltó su mano y prosiguió a sentarse adorablemente sobre sus rodillas ya juntas, dandole una mirada algo triste al ahora azabache—No le duele nada, ¿Verdad?


    —Antwan: —le quedó observando, sin embargo no dijo nada— Hum.



    Tenía tantas cosas que pensar.


    Se hubiese quedado así de no ser que frente a ellos poco a poco se acercó una figura, figura cuya Antwan no había notado, claro, hasta ahora. Con una lampara de papel de cebolla en las manos, él venía con una sonrisa—su típica sonrisa—, su sombra aturdió al menor quien alzó la mirada y al ver aquella imagen reconocida para él…su cuerpo reaccionó por sí mismo y se levantó furioso enfrentandolo.


    Casi de inmediato.



    <<"¡Alejalo de ella!" >>


    Esta vez sí escuchó a su alter-ego​



    —Leintni: ¡J-Joven Antwan..! —la mano de Antwan le había tomado del oberol bruscamente y llevado atrás de su cuerpo—


    —Antwan: —sus ojos se clavaron con furia en aquellos frente a él, en aquellos de aquella persona más alta que él. Sus cabellos oscuros, piel pálida y aspecto angelical, sus ojos cuyos lamentablemente eran identicos al de aquella persona que le dio la vida. Antwan le temblaba la mirada así como los labios, no pudiendo decir nada— …


    —Suhail: ¿Te sientes mejor?



    Antwan estaba que no sabía qué hacer, la rabia lo dominaba, sentía que debía golpear a aquel ser, sus manos ya estaban en puño pero su cuerpo no se movía…



    " ¡Maldito! ¿¡Qué haces aquí!?"
    Sabía que el tipo podía escuchar sus pensamientos, por eso lo gritó. Suhail le había dado una mirada tranquila y en cambio sonrió de lado. Podía sentir lo mal que lo estaba pasando con solo tenerlo de frente.


    Y aún así seguía fastidiando lo con esa estúpida sonrisa.




    —Suhail: Es mejor que te calmes.


    —Antwan: ¿Que has dicho…?


    —Leintni: —jaló de la mano del chico, temerosa se movió y se metió entre ambos, antes de abrazar al menor rodeando su estómago, y alejarlo un poco de Suhail. Temerosa alzó su mirada buscando la del azabache — Joven…Joven Antwan, él lo salvó…él lo salvó del mar, usted…usted cayó al agua por mi culpa cuando trató de evitar que cayera al agua y él…le ayudó. Por favor, cálmese. —su voz sonó suplicante. Fue en ese instante que el chico decidió mirarle, y lo hizo, miró a Leint pero para nada con ojos agradecidos—


    —Antwan: Tu…¿Cómo supiste que en realidad era yo? ¿Acaso él te dijo mi nombre? —mirando al mencionado con ira. Leint respondió con una negación —


    —Leintni: El joven Antwan es el único que me llama "Humana", fue usted quien me dijo su nombre, nadie más me dijo que era usted…además, me ayudó con la policía…no sé por qué se quiso disfrasar pero supe saber que era usted.

    —notó el lijero asombro en los ojos del chico. Ella se abrazó más a él para que viera que no mentía—Aunque quizá no me di de cuenta al principio, pero eso no importa, después de todo nadie puede ocultar cómo es en realidad aún si se pinta el cabello ¿Sabe?


    —Antwan: Oye niña, eso no…tsk, no es como piensas en realidad —no evitó el gruñido que salió entre sus dientes—


    —Leintni: No se moleste, por favor…el joven sólo le ayudó, no pelee, no me gusta.


    —Antwan: —que frustrado estaba ahora—Ni siquiera le conoces Leint, es un total desconocido para tí. —dijo soltando el mayor rencor en estas palabras, mirando airado a Suhail—


    —Leintni: —negó lento—El chico amable ayudó a el joven Antwan, se arriesgó por él, es una buena persona, no es un desconocido, además él…



    —Antwan: ¿Amable, dices? —murmulló. La apartó un poco de él pero con cuidado. Calmó su tono de voz para no sonar tan molesto—Te dije que no confiaras tan facilmente en los demás …es peligroso.


    —Leintni: Pero joven Antwan…Él no solo fue quien lo rescató de ahogarse, también es la persona que me ayudó en el callejón cuando unas personas me seguían, él hizo que ellos se fueran…aunque luego desaparecio. ¡Pero él me ayudó! —Antwan ante lo mencionado regresó su mirada a ella. Si recordaba ese acondicionado pero …¿Fue él?—confié en él, así como en usted. ¿Por qué debería estar mal?



    Era cierto que la niña aun era muy pequeña y para ella cualquiera que le ayudara sería buena persona. ¡Pero aún así, para su edad ya muchos niños sabían que no debían estarse de confianzudos con extraños! ¿Es que sus padres no le enseñaron o qué?



    —Antwan: No lo entiendes —fue más un susurro, clavando su mirada en el suelo—



    Luego de aquello hubo silencio. El otro chico seguía a distancia con la lampara en manos, Leintni en medio de todo miraba a Antwan sin saber qué pensaba el chico. Se giró a ver al otro chico y notó como éste solo le sonrió amablemente, luego le hizo una señal a que se acercara un poco.



    —Suhail: Tranquila. Seguro está algo alterado por la caida al mar, deberíamos entenderle. —la niña asintió convencida— Sin embargo es hora de lanzar la lampara a los cielos…


    —Leintni: ¡Cierto! ¡Es la hora! —como si lo que había pasado hace momentos antes se le hubiese olvidado, se giró a ver a Antwan emocionada— ¡Joven Antwan! —el mencionado se molestó en responderle la mirada—¡Es hora de las luces de fuego! todos lanzaran sus lamparas, ¿Quieres…?


    Ya se imaginaba a donde iría la pregunta, la verdad es que esas fechas siempre lo ponían un poquito arisco. Responder a la niña con una respuesta positiva le alegraría pero Antwan sabía que no era el momento indicado ni el lugar para seguir en presencia de ella. Por como pudo darse cuenta su cabello seguía siendo oscuro, en señal de que aún estaba inmune. Pero podía sentir como poco a poco las flamas en su interior crecían lentamente y en cualquier momento cuando volvieran y junto a él sus habilidades, su cabello regresaría a ser rubio.


    Leintni no entendería nada si llegaba a ver su cambio radical.



    —Antwan: No puedo. Disculpa, pero no traje dinero para comprar una. Así que, no.



    La niña se desanimó. Ella tampoco tenía para comprar una lámpara. En realidad ¡Estaba allí por error!



    —Leintni: —se giró al otro chico—Yo…—sonrió—¿Usted tiene seres queridos, no? —Suhal asintió— ¿Y lanzará esa lampara con ellos, verdad? —volvió a asentir. La niña sonrió mas enorme y cálidamente— ¡Que bonito! Digo, es genial entonces, je. Pues es mejor que vaya con ellos, no debería perder su tiempo aquí ¿Sabe? Deben de ya estar preocupados por usted.



    El rostro de Suhail cambió a uno preocupado. En su pecho aquellas palabras provocaron un horrible dolor.



    —Suhail: Pero…


    —Leintni: ¡Oh, y algo más! —le interrumpió. Antwan parecia sorprendido ya que Suhail se veía vulnerable ante las acciones de la niña y no era normal, claro que no ¡Era Suhail, por Dios!. Sus defensas estaban bajas, su atención no estaba enfocada y nada de él demostraba amenaza. Estaba actuando extraño. Leintni se acercó mirandole alegremente— Cuando tenga tiempo pase por la tienda de mi tía, ¿Si?…quisiera agradecerle por lo de aquella vez.


    —Suhail: ¿Supiste que yo era esa persona? — ella asintió alegre— Hum, que oportuno. Pense que no—pensativo—Ya veo…


    —Leintni: Gracias joven… eh, antes de irse ¿Podría…decirme su nombre? Je, usted sabe el mío pero yo no sé el suyo.



    .



    Los fuegos artificiales eran lanzados al cielo, en esos momentos las personas tenían sonrisas en sus labios, familias preparaban sus lámparas y otras ya las ensendian. Algunos ya estaban listos para lanzarlas revisando la hora, muchos se abrazaban y se tomaban de las manos. Derint miraba el cielo algo ido, Siro tenía a su prima aun lado, quién pasó la lampara a sus manos, él se giró a verle y sonrió.


    —Siro: ¿Dije que ese peinado te queda excelente?


    —Sire: No, pero ya lo sabía —contestó con tono fingido, pero sabía que su primo solo quería molestarla un poco, lentamente Siro era malo en esas cosas. Sonrió llevando una mano a su cintura —Otro año y otro momento contigo, bobito.


    —Siro: No es fin de año, Sire. Pero sí, otro año en el que compartimos momento ¿Llegaremos así hasta que seamos viejos?


    Preguntas comunes, dudas sobre un futuro prometedor. Tantas cosas podrían cambiar…




    Yuri estaba con su amiga.




    Freddy en esos momentos miraba la hora con algo de tristesa, sintiendo como los movimientos del taxi por la velocidad le inclinaban hacia la ventanilla de al lado. Podía oir el sonido de los fuegos artificiales explotar en el aire. Y ver el deslumbrante brillo que dejaban estos en el oscuro cielo.


    Cuanto hubiese deseado estar con sus amigos. Sonreír ahora era triste. No tenía sentido hacerlo en soledad.



    -.





    La pregunta de Leintni dejó frío a Antwan, él miró la escena con cierto descocierto. Suhail…¿Diría su nombre? ¿Se dejaría en evidencia tan fácilmente?


    —Suhail: Esta bien. —fue su respuesta respaldada con una cálida sonrisa— Pero antes de eso me gustaría pedirles, a ambos si no es una molestia, que para éste momento muy importante y explícito…me acompañaran en el acto de la noche, ¿Podrían ser parte de éste momento tan importante y permitirme por esta vez…no estar solo? —sus manos sostenían la lampara, cuya poco a poco la fue acercando a las de la niña en lo que él se iba inclinando para quedar a su altura— Quisiera que los tres lanzaramos la lampara…por favor. Sería lo mas significativo que harían en mi vida.


    —Antwan: ¿Qué..?



    ¿Es que había perdido la razón?



    —Leintni: ¿Usted habla de…acompañarle en el lanzamiento de la lampara? —el chico asintió. Ella se conmovió por ello, y dibujó una enorme sonrisa en sus labios— ¡Oh, Si!, jejeje, ¡Si, si, si!, ¡claro que si, no hay problema!



    Emocionada se giró a Antwan.



    —Leintni: ¿¡No es así, Joven Antwan!? ¿Está de acuerdo? —la emoción en su voz, y la imagen perdida del chico—



    Él no podia creer que aquello realmente estuviera pasando. Compartir un momento tan simbólico, en ese momento, ¿Con ellos? Y con tantas dudas en su cabeza.



    —Leintni: Pero…¿Y su familia?


    Suhail fue sorprendido con la pregunta , y no respondió.




    -.




    Y lo siguiente pasó así. Lento y acompañado de melodías calmantes al corazón, delicadas pero profundas que parecían desgarrar hasta el más duro corazón. No habían palabras, solo latidos lentos y cálidos. No había respiraciones incluso, solo miradas cálidas y en veces confundidas. El fuego en las almas eran continuas, sin ninguna señal de quererse apagar. La brisa era fría y solplaba causando huracanes en el cuerpo de las personas, pero no hacía daño.




    Fue lento el mover de sus manos, su cuerpo incluso como una sincronización perfecta y, ah sí, sus pies que caminaron hacia las orillas de aquel muelle, jalado de las manos por el toque suave de la menor, no podía decir nada, su corazón latía lento, muy lento y por primera vez no era incómodo. Claro que no tanto como lo hizo antes, porque al menos ya podía respirar con normalidad.


    Su mirada, enfocada en otros puntos, veía como su cuerpo respondía a la calidez que desprendía la niña; ella era única—no quería aceptar el sentimiento—, tomaba con confianza aquella lampara y con la mayor seguridad, junto a el otro chico, ambos se dispusieron de prender la llama de fuego en la lampara.


    Ella sonreía feliz. Y Suhail también lo hacía…


    Parecían como si se conocieran de años. Y quería saber porqué.



    Entonces Antwan, atrapado por el momento, las cosas mundanas que jamás le importó en su vida, en juego al destino, le pesaron de sobremanera y le hicieron preguntarse algo, él ¿Cómo es que ese manipulador mentiroso yacía siendo parte de ese momento junto a ellos?


    Aunque la verdadera pregunta era ¿Cómo rayos él terminó enredado en todo ese lío?


    ¡Él ni siquiera había deseado estar allí! ¡No estaba planeado!


    Ella había reido tanto que algunos mechones se sacudieron en su rostro, el chico más alto usó sus manos y en un toque suave pasó aquellos mechones en su frente hacia atrás de su oreja.


    Y Antwan los escuchó.



    —" ¿Tus padres no se preocuparan por ti?"


    —" Papá esta trabajando y…me escapé, ellos no están en casa, mi hermano es el único que está conmigo y en estos momentos él esta ocupado. En realidad no estaba planeado venir…"


    —" Entiendo"


    —" ¿Su familia…está aqui? ¿o vino solo?"


    —" Ellos…no saben que estoy aquí. Por los momentos agradezco compartir este momento con ustedes. Era el destino que nos encontraramos esta noche…"


    —"Si, jejeje. El destino"





    ¿El destino? Antwan no creía en el destino. Las cosas pasaban porque debían pasar, las acciones que uno hacía iban de la mano, determinaban nuestro camino, no por el destino.


    Suhail giró su atención a él cuando Leintni en la orilla del puente brincaba con la lampara en manos. Encantada.

    Se había alejado un poco, dándole el chance a Suhail para girar su atención a su hermano. Sus miradas se cruzaron, lamentablemente él no pudo apartarla o si quiera resistirse.


    Antwan odiaba por mucho a esa criatura frente a él, pero algo si tenía claro y era que siempre, aunque le duela en el orgulloso, mirar los ojos de Suhail lo calmaban. Eran "suaves"


    Quizá era porque era iguales a los de su madre.


    Si, era eso.


    Siempre fueron como el espejo que nunca mentía sobre el reflejo que mostraba de sí mismo. Tan sinceros y transparentes.




    Pero jamás lo diría en voz alta porque sino era seguro que Suhail se…



    La realidad llegó un poco tarde para él pero aún así el golpe fue duro. La expresión que tenía Suhail había cambiado a uno de gracia y Antwan vio claramente el momento en que Suhail con una sonrisa pequeña, llevó su mano derecha a la altura de sus labios haciendo un gesto de "vergüenza agena" y como si de la nada no pudiera seguir sosteniendo la mirada miró al suelo soltando una risita.


    Tan molesto, tan irritante y muy de él. Antwan conocía ese gestos ¡Por Dios, no podía ser cierto! Entonces fue que reflexionó en lo ocurrido y en lo que acaba de ocurrir.



    ¿Realmente en ese silencio él pensó esas cosas de…?




    —Antwan: ¡...Kuso! N-No me digas que lo…


    —Suhail: Si lo hiciste. Lo pensaste.


    —Antwan: —y sintiendo que ahora si le faltaba el aire se enfureció— Eres un…¡Deja de profanar mis pensamientos, maldición!



    Toda discusión quedó hasta allí, porque prontamente Leint apareció de regreso.




    —Leintni: Ya es hora, vamos, acerquense. Cada uno debe pedir un deseo…yo, ya tengo el mío. —jaló de la mano a Antwan para que se acercara más. Él parecía incomodo pero aun así no refutó— Sostengan una parte de la lampara…así los tres seremos parte de la noche de luces.



    La niña sostenía una parte de la lampara, Suhail sostenía una esquina y Antwan fue el último en unirse. A pesar de ser simples desconocidos Leintni se sentía familiarizada y ésto le parecía muy irracional a EliOenai.



    —Suhail: Ya es hora.



    La melodía en el viento era calmada, las almas estaban en calma y anciosas por el momento.



    " Nunca supe si eran ciertas las historias de Mamá pero, ésto es casi una ilustración de sus palabras. La noche de las llamas del Fénix, noche de luces es una noche festiva para los humanos, sin embargo su historia cuenta que esta noche es importante para fortalecer lazos, sea cual sea el lazo…para los Fénix tiene otro significado y es, unión y lealtad. "
    miró hacia la niña, ella le sonrió con total emoción, luego su mirada captó la imagen de Suhail quién ahora miraba el cielo…" Lealtad incorruptible. Más bien una pertenencia. "



    El momento llegó, en el que las lamparas debían ser soltadas. Finalmente todos dejaron que sus manos guiaran la lampara al cielo y ya a esa distancia…llegó la hora en el que sus almas se unieron y sintieron cuando ese momento llegó, entonces la soltaron. Era magnífico ver más de miles de personas lanzar sus lamparas, las luces eran hermosas.


    Familiares se abrazaron, amigos unieron sus manos…


    Sire miraba el cielo con furgor y pidió en secreto su deseo, tal como lo hizo Siro.


    Derint se quedo viendo la lampara alejarse…


    Por otra parte su deseo era algo efímero. Y lo sabía.



    " Solo deseo que el peligro se aleje de mi familia y finalmente podamos ser mas unidos. Y que Leint…finalmente este a salvo."




    Freddy, quién seguía en el taxi, miró con una mirada brillante como en el cielo comenzaba a alzarse aquellas linternas…ya había pasado el momento.



    Leintni juntó sus manitos y pidió su deseo.




    —Leintni: Que aquellos que estan solo…finalmente encuentren un lugar al cuál llamar hogar, por favor. Y si es posible…que mi familia pueda reunirse otra vez, y podamos ser como antes, por favor.



    La mirada de Antwan al suelo, analizando las palabras de la niña que no pudo evitar escuchar. Su deseo le había llegado al corazón, por alguna razón. Suhail en cambio sonrió cerrando sus ojos, como si estuviera satisfecho con los resultados de aquella noche, y también pidió su deseo.




    —Suhail: Una segunda oportunidad para aquellos que lo necesiten. —era un deseo muy extraño, Antwan lo llegó a escuchar y por eso se giró a verle con una expresión neutra pero estudiando su expresión. Su hermano estaba tranquilo y parecía feliz, éste al abrir sus ojos le miró con una sonrisa. Pero a Antwan le pareció un deseo muy hipócrita de su parte—Y tu…¿Qué deseaste?


    —Antwan: —frunció el ceño— Ese no es tu-



    No terminó, sintió como su mano fue tomada de repente, cosa que llamó su atencion. Bajó su mirada y notó que la niña tomaba su mano, y con la otra tomaba la mano del otro chico.



    —Leintni: Papá dice que la familia es lo más importante en la vida, desearle el bien y bendecirle en todo es lo primordial, no debe de haber mal entendidos…así que desee que todo aquel que necesite un hogar finalmente pueda encontrarlo. Antwan…me alegra mucho haberte conocido, eres un buen amigo…me hubiese gustado que el abuelo Tim estubiera aquí —dijo mirandole. El chico solo le observó, sin saber si responderle, así que solo asintió, total, de aseguro a ese viejo le hubiese encantado poder salir por primera vez después de tantas décadas—Y joven de ojos curiosos, gracias por estar aquí…quizá sí era el destino que viniera—le sonrió y él sonrió de vuelta—…usted, usted tiene unos ojos muy curiosos—se giró a verle, ahora más curiosa como si hubiese descubierto algo— No lo había notado…se parece tanto a…


    —Suhail: A los suyos. ¿No es así? —dijo respondiendo firmemente. La niña siguió observandole, y él sonrió más, si es que era posible— ¿Sabe la razón de eso?


    —Leintni: No.


    —Suhail: Bueno, digamos que eso se debe a usted, ya que en realidad usted para nosotros es-



    Pero un gritó lo interrumpió a terminar.



    —Antwan: ¡Suhail! —las emisiones que ahora le embarcaban todo su cuerpo, esa sensación horrible, la odiaba. Sintió que su corazón se detuvo y no pudo evitar gritar en ese último segundo porque, tuvo temor, ¡Terror! Porque Suhail…él estaba apunto de…—



    ¿Por qué?


    ¿Por qué estaba pasando eso? ¿Por qué el idiota de Suhail tenía que comportarse así, dejándolo tan confundido?


    ¿Qué se traía?




    El momento pareció tornarse en otro ambiente, otro escenario al que nadie esperaba y que en su totalidad se iba tornando intenso. Sofocaba. Las cosas estaban apunto de salirse de control y Antwan lo sabía, no necesitaba tener sus habilidades de fénix para saberlo porque ya su propia humanidad le gritaba en desgarradora manera que lo soltara, si, que lo soltara todo y tomara el control en sus manos. Entonces era allí en la que otra parte de su cabeza, la más racional le preguntaba con calma y serenidad ¿Qué era eso que debía soltar?


    ¿Qué tanto sujetaba que ahora debía soltar?


    ¡Pero no lo sabía! ¡Claro que no lo hacía, maldición! Si apenas entendía lo que estaba ocurriendo. ¿Qué sabría él de aquello que debía soltar?



    La declaración de la verdad no era algo que Antwan esperara. Y él no podría aceptar, jamás en sus cinco cabales, que sea lo que sea que ese hijo bastardo quisiera decir y declarar ahora, todo fuese verdad, porque no era más que blasfemia.


    ¡Dios!


    ¿Cómo se atrevía a siquiera insinuar que esa niña era…? ¡Y aparte decírselo en su cara como si fuera lo más normal!


    Ella no era ni lo sería.


    Nunca.



    Imposible





    Sus ojos parecían comenzar a rayarse como si en cualquier momento comenzarían a cambiar de regreso, ese brillo de llamas en su interior volvían a hacerse presente lentamente. Y esa frialdad. Miraba a Suhail, jamás apartó su mirada de él, éste le correspondía a la mirada.



    Cada uno se decía en silencio lo que en el exterior no podían.


    Y había odio por medio.



    Leintni confundida miró a ambos porque no sabía qué ocurría. Ni porqué su amigo Antwan había actuado así.



    —Leintni: ¿Joven Antwan..?


    —Antwan: ¿Cómo te atreves a si quiera querer decir algo como eso en estos momentos, bastardo? ¿¡Insinuar que ésta humana… que descendemos de ella!? ¿¡Qué demonios te pasa Suhail!? ¿¡Perdiste la razón!?


    —Suhail: Onai…—en su voz se halló decepción y tristeza. Suhail jamás había escuchado a su hermano llamarle directamente de esa manera tan…dolorosa, pero escucharle ahora le provocaba un sabor amargo en su paladar. Todo su ser sintió algo frío cubrir desde sus pies hasta la cabeza. Y hasta ahora entendió lo que sentía por él, y dolía. —EliOenai —entonces su nombre fue usado, en ese tono que había cambiado su amabilidad y cariño, a el iracundo. No tuvo otra opción. Su llamado tensó al chico— No vuelvas a lastimar a mamá, por favor.



    Los ojos de Antwan se llenaron de emociones, rabia y desconcierto al ver el gran cambio que hubo. Suhail había cambiado su tono y expresión, como nunca había hecho con él y, aparte, si no fue su imaginación…uso su nombre. Oh rayos, claro que lo hizo. Cosa que jamás, nunca, desde que eran pequeños, él llegó a usar.


    Aparte lo que acababa de decir, fue más una amenaza que una advertencia y le había dado en donde más le dolía.



    ¿Lastimar a mamá?



    Basta, detente, ya.




    De repente, el momento fue interrumpido por otra circunstancia.


    Antwan comenzó a sufrir de un extraño cambio, un dolor en su pecho comenzó a crecer de la nada y de inmediato se soltó del agarre que tenía con la niña, la pequeña al ver como luego de soltarla Antwan se inclinaba al suelo con dolor, estuvo apunto de gritar su nombre y con sus manos tomar su rostro para ver qué le dolía ahora, sin embargo antes de soltar alguna palabra Suhail había decidido que, era mejor intervenir y evitar seguir creando más "brechas" innecesariamente.


    Y actuó antes.


    Se movió mas rápido y la envolvió en sus brazos tras dormirla con un simple toque, luego de segundos.


    La brisa soplaba más fuerte a ese punto, las hojas sobre volaban y movían aquellos cabellos negros que en estos momentos estaban sufriendo un cambio y que…ahora se tornaban amarillos.


    Su humanidad, esa parte de él dejaba de ser parte de él una vez más.



    —Suhail: Es mejor que las cosas se queden así. No hay porque crear brechas. —se giró con la niña en brazos para así irse, más Antwan le retuvo de inmediato al entender sus intenciones, extendió una mano—


    —Antwan: ¿A dónde crees que vas con ella…?


    —Suhail: La regresaré con su familia, ya es muy tarde. —le miró menos iracundo que antes, como si ya volviese a ser el mismo rostro amable de siempre. Y ésto solo causó desconfianza en Antwan—No te preocupes, Onai, tenemos algo pendiente así que volveré. —dijo mirandole de reojo con calma. Antwan le soltó luego de escucharle volverle a llamar por aquel mote—



    —Antwan: —sus labios temblaron, veía lentamente cómo uno de sus mechones cambiaban su color a amarillo, algo de lo que no se había percatado hasta ahora…estaba recuperando sus poderes— Suhail —lo llamó. Oh, claro que lo hizo. Tsk— Ehumm…—ahora la pregunta. Era más fácil pelear contra miles de esos Oscuros pero ¿Enfrentar aquello en frente? Estaba perdiendo la cabeza—Lo que mencionaste antes de ella…¿Qué era…?


    —Suhail: Procura brindarle el mayor cuidado mientras estés con ella, hermano. Eres afortunado de…tenerla cerca. Hum. muy afortunado. Es todo lo que te puedo decir.



    Y sin más desapareció de allí junto a la niña, dejando así a Antwan en aquel muelle con tantas nuevas dudas en su cabeza.



    [Fin de la IV Parte]



    *Y Suhail jamás le dijo su nombre a Leint.
     
    Última edición: 26 Mayo 2023
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    KAMERIA

    KAMERIA " Si caes, levántate y vuelve a intentarlo"

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    Tales of the Last White Rouss-[Saga #0]
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    Para adolescentes. 13 años y mayores
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    Fantasía
    Total de capítulos:
    75
     
    Palabras:
    13822
    Nota de Autor No importante/Importante: Parte extremadamente larga. Leer en su tiempo libre para que no haya interrupción en la lectura.
    Se tratarán algunos temás muy delicados así que habrán muchos momentos Sad y demás, muerte de personaje.







    Capitulo 12_ "Las Llamas del Fénix: II Parte"

    Tales of the Last White Rouss

    Saga N° 0: Hijos del Futuro




    [V/ Última Parte ]

    .

    .

    .



    —Anika: ¡Oh mamá, mamá, mira, mira! ¡Las luces…!



    —Vivian: ¡Espera Anika, no corras!



    La niña miraba las luces de aquellas lamparas lanzadas al cielo, junto a su madre paradas en la entrada, observaban las estrellas cuando notaron aquellas lamparas alzarse en el cielo y acompañar a las estrellas. El acto era hermoso y la niña por la emoción del momento corrió hacia el campo abierto, buscando la manera de ver mejor aquel espectáculo. Vívian regaño a su hija pero esta nunca le escuchó.



    —Vivian: ¡Ésta niña..! Hum —se enderezó en su lugar mirandola correr cada vez más entre el amplio campo, cruzando las flores, pasando entre ellas y así mismo levantando a relucir aquellas luciernagas escondidas que iluminaron el lugar. La imagen era hermosa y juraba que si esa fuera otra vida, una en la que sus días fueran tranquilos y sus noches seguras, ese momento lo disfrutaría al máximo y estaría disfrutando de las flores junto a su hija y no allí parada regañandola. Pero ese no era el caso— ¡No te alejes tanto Anika! ¡El bosque no es seguro..!



    —Anika: ¡La señorita Adamaris está cerca! ¡No me alejare tanto mamá, te lo prometo…! ¡Ire a ver las luces más de cerca..!



    —Vivian: ¡Bien, pero cuidado..! —se sentía nerviosa, anciosa, no sabía porque pero era como si algo fuera a pasar— Rayos…no tiene sentido estar tan nerviosa ahora —suspiró negando en lo que acariciaba su propia mano tratando de tranquilizarse— son solo ideas locas Vivian, calmate. Uff…si, hum, mejor ire con Hyuk.



    La dama iba a girarse para tomar su camino de regreso, total, no tenía más opción que confiar en que su hija estaría bien junto a la guerrera del arco.




    Estará bien.




    Se repitió.



    Pero aunque estaba tranquila—hacía un esfuerzo para lograrlo—de repente, algo en sus sentidos se activó. Peligro. Se giró de golpe tras sentir algo, miró su alrededor, más no vio algo en concreto, solo los árboles al rededor pero…nada extraño como para preocuparse. Ésto, obvio la alarmó porque no lo veía pero si lo sentía, dio una mirada hacia donde se había ido su hija con mayor preocupación, pidiendo que solo fueran ideas locas de su cabeza.



    Entonces avanzó.



    Tomó la perilla de la puerta y se dispuso a entrar, pero a penas la abrío la volvió a cerrar tras sentir más claro aquello.



    Su presencia y, él.



    ¿Vivian?



    Esa voz.



    Esa persona..



    — Oh amor, sigues viva. Pero que milagro ¿Cuanto tiempo?



    Un escalofrío torturador arrancó de su pecho todo rastro de vida, su aliento se detuvo abruptamente tras sentir aquella presencia tan conocida tras de ella, cuyo ser ahora, pegada a ella apuntaba algo filoso contra su espalda.



    No puede ser



    ¡Imposible!




    Él no debería…



    —Debiste quedarte en donde estabas, amor, porque aquí no habrá nadie que pueda ayudarte. ¿No me extrañaste?



    —Vivian: ¡A..-!



    Su sangre se congeló cuando escuchó como las ventanas de los costados de la casa eran reventadas. El vidrio fue roto y por ellos comenzaron a entrar aquellos hombres. Vivian vio como uno de ellos a diferencia de los demás, con calma se acercó hacía ellos, el tipo tenía un aire imponente pero calmado a la vez, viniendo con manos en bolsillos, le miró a ella con una determinación extraña, como si la estudiara y luego observó al hombre que la sostenía ahora.



    El momento se tensó.



    —¿Es la misma muchacha, Dyl?



    —Dylan: Claro, que si…obvio que es ella, es mi princesa perdida, jaja, ¿Hermosa no? como ha crecido, pude percibir su olor a kilómetros y me encanta que siga oliendo así —pero cada palabra dicha tan solo provocaba terror a la chica. ¡Todo eso era una pesadilla y temía! Era una mentira. Era casi imposible que él siguiera vivo. Vivian sintió como con una mano sostenía sus propias manos atras de su espalda y con la otra le tomó del rostro apretandolo sin delicadeza alguna, mostrando así su rostro al chico tras suyo, alzandolo un poco. Sintiendo como ese hombre se apegaba más tentativa a ella. Le escuchó reír—No podía dejarla ir así nada más. Era mi compañera, mi amante, mi pareja…mi futura esposa…



    —Suoh: Tsk, estás demente.



    Y así el hombre, no soportando por más tiempo la actitud de su compañero y como seguía obsesionado con la chica, se giró hacia la puerta cuya abrió de una patada casi reventandola en el acto. Miró su alrededor notando lo muy cómodo que lucía la casa, los pocos adornos pero lo muy bien acomodados enmuebles. La sala principal la vista hacia las escaleras que llevaban arriba y claro…muy a lo lejos en lo alto alguien de pie cerca a la entrada de otra habitación. Era un hombre de largos cabellos oscuros, muy oscuros como la noche misma, lentes negros y…un bastón en manos.



    Ese camino de la perdición, como solía llamarlo su “Líder” le había dado la oportunidad de relacionarse con muchas personas, mayoría malas, obviamente, fue testigo de maltratos y muertes de gente inocente, así mismo como la hilarante costumbre dañina que solo afectaban a los “menores especiales” —como describiría a su compañero— él admitía que en su camino jamás se tomaba la molestia de recordar rostros o personas cuyas halla compartido aunque fuese horas en su pasado, ¿Para qué? Si al final la mayoría morían y dejaban de existir. ¿Para qué molestarse en recordar rostros si sólo le causaría pesadillas por las noches? Ya lo había experimentado en su niñez y fue un infierno.




    Odiaba recordar lo.



    Estuvo por mucho tiempo perdido en la miseria en lo que se entregaba en cuerpo y alma a aquel hobby asqueroso que tenía por trabajo. Fueron muchos años en los que no le halló sentido a la vida, claro, hasta que como cosa del destino en su camino se topó con aquel chico tímido e inocente que con el tiempo se volvería su karma.



    Dylan para aquel tiempo tenía otro nombre, para aquel tiempo tenía una familia, una vida pero eso se le fue arrebatado y él fue testigo de eso. Suoh no veía a Dylan reclamar a los cielos o quejarse por eso, y sabía la razón, lamentablemente él fue parte de todo lo malo que le ocurrió y quizá por eso ahora que estaba allí trataba de tenerlo cerca y no ignorarlo, trataba de caminar con él y señalarle caminos por dónde podría caminar. No le diría por donde ir porque sabía que con ese chico las cosas no funcionaban así.



    Suoh hace poco aceptó que todo lo que hacía por él era por consciencia propia, como una manera de redimirse.


    Aunque sonaba patético. Ja. Claro, no era su culpa que el chico acabara loco, pero…


    Si, si era su culpa.


    Suoh realmente odiaba recordar cosas del pasado, era irritable mente molesto, prefería vivir el presente al máximo y ya. Por esa razón era difícil para él recordar el rostro de una persona.



    Porque la mayoría con la que se relacionaban morían.



    Y justo ahora no sabía el porqué pero ver aquella persona en la parte de arriba de la casa le daba una sensación de ya haberla conocido.



    De haberlo conocido antes.



    Todo de él le atraía, como si de un llamado silencioso se tratara. Y lo inquietaba.



    Lo contradecía.



    Tonterías





    Al fondo escuchaba la risa de sus compañeros mientras tiraban todo y destruían todo a su paso. Se divertían por sus desquiciados actos. Él por su parte miró con detenimiento al tipo del bastón por un poco de tiempo, escaleras arriba.



    —Hombre : Oye, ¿Qué se supone vinimos a buscar aquí? el lugar no tiene nada interesante ni de valor, y no parece estar habitada no más que por la chica.



    Suoh le miró.



    —Suoh: ¿Ah si? Pues mira hacia allá arriba —le dijo señalándole con la mirada la dirección, el tipo se giró y miró hacia esa dirección así consiguiendose con la imagen de aquel hombre con el bastón— No vinimos a robar…vinimos a pagar una vieja deuda. Recuerdalo.



    El hombre aun lado solo asintió.



    —Hombre : ¿Quién es?



    —Suoh: Así como la chica que tiene Dylan ahora, ese de allí es el otro de la lista de los que escaparon —dicho ésto su compañero miró con más interes al hombre arriba en el balcón—



    —Hombre: ¿En serio? Vaya, quien lo diría…



    —Dylan: —quien traía a Vivian, no dejaba de reir en lo que ella forcejeaba— No te resistas cariño, deberías estar feliz de volver a vernos, ¡Verme en realidad! ¿¡No me extrañaste en todo este tiempo!? porque yo si…aún recuerdo nuestra promesa—dijo ésto cerca a su oído pero Vivian hizo su cabeza hacía atrás golpeando la cara del tipo tras el desconcierto de oír tales palabras—



    El golpe hizo que Dylan soltara a la mujer. Y Vivian aprovechó ésto para huir de allí, y corrió hacia las escaleras con la idea de alcanzar a Hyut, mientras que en el camino tomó un jarrón que vio en una mesita, así golpeando por detrás a aquel hombre conquien había hablado Dylan momentos atrás.



    Los tipos que revisaban el rededor se giraron tras escuchar el golpe, más nunca esperaron encontrarse con aquello que veían ahora. Vieron a su compañero con la cabeza partida—literalmente— y de inmediato se acercaron a su superior.



    Dylan por otra parte maldecia por lo bajo tomandose de la nariz.




    —Dylan: ¡Demonios! ¡Es una salvaje…!



    —Suoh: ¡Tsk! ya, ya, no molesten —dijo él, alejando a los demás quienes trataron de ver su estado. Molesto miró hacia arriba viendo como ya el hombre del bastón no estaba y menos la chica— Esos dos…no hay que dejar que escapen, y escuchenme bien ustedes —se giro a los demás, pasando una mano por su frente dónde sentía como corría algo de sangre— No quiero que el mismo error de hace 8 años vuelva a ocurrir…Makol cayó, ya no esta con nosotros. Esto no es una simple venganza ojo por ojo y diente por diente, sino una misión que hay que completar…ellos son los último de la lista que faltan y esta vez no quiero que fallen. ¿¡Lo han entendido!?



    Respondieron con un ¡Si!



    —Hombre : ¿Y Mako no se supone que vendría?



    —Suoh: Olvidense de él, solo enfoquense en capturar a esos dos.



    —Dylan: Hagan lo que quieran, pero—poco a poco terminó por incorporarse. Sus ojos brillaban en amarillo con locura—A mi reina no le hagan daño, ella es mía, ¿Escucharon? ¡Mía ! —bajo la locura que nublaba su juicio, iba a correr pero Suoh le jaló mucho antes de que diera un paso, tomandolo del cuello de su camisa de prisionero— ¡Ey!



    —Suoh: Tu no iras —miró a los otros dandoles una señal con la cabeza— ¡Adelantence!



    .-



    Vivian sostenía uno de los hombros y con una mano por la cintura a Hyut, quien a pesar de saber sobre la situación parecia sereno. No demostraba mucho en realidad. Iban caminando por la salida por detrás de la casa, tratando de huir de aquellos hombres. Ya habían cruzado esta parte y ahora se dirigian al bosque.



    Sin embargo había algo en el agarre de la chica que tenía preocupado a Hyut y era los temblores lijeros que daba.



    —Vivian: Debemos alejarnos lo más posible, te llevaré a un lugar escondido, estarás seguro allí.



    —Hyut: Vivian.




    —Vivian: No podemos esperar a que esos niños regresen, ellos tienen sus propios problemas y será demaciado tarde para cuando regresen —sonaba agitada, asustada, pero aún así no dejaba de ver con ojos fríos y afilados aquel camino hacia adelante donde ya se podía pisar la zona del campo, rumbo hacia el bosque—



    —Hyut: Vivian.



    —Vivian: Yo…regresaré para asegurarme de que Anika esté a salvo, volveré luego para reunirnos contigo, ¿Está bien? Hasta entonces debes prometer que…



    —Hyut: Vivian.



    —Vivian: ¿¡Qué Hyut!? ¿¡Qué!? ¿¡Acaso no vez que estoy tratando de planear algo y solo me distraes!? ¿¡No te has dado de cuenta aún en qué situación nos encontramos!?



    Sus ojos…si Hyut pudiera verlos ahora.



    Pero su voz lo decía todo.



    —Hyut: Vivian, por favor ya basta —se alejó un poco de la dama, parando sus pasos—Esto ya no es necesario —Sintió como la chica se tensó por su acto y al soltarlo Hyut la escuchó perder la cordura. Mucho más— no puedes arriesgarte a ir sola, no te lo permitire.



    —Vivian: ¿¡Podrías por favor por esta vez simplemente dejar que yo me encargue del asunto!? ¿¡No sabes lo mucho que me preocupo por ti, por Anika, por nosotros!? ¡Tu no puedes acompañarme, lo sabes..! ¡Tu estas..!



    —Hyut: Ciego, eso lo sé muy bien, no sabes lo mucho que lamento el estar en estas condiciones, no poder tener la facultad de verte…y poder defenderlas. Es un peso de culpa con el que he tenido que cargar todo este tiempo —la mujer se sintió lo peor luego de decir aquello y escuchar las palabras del hombre. Y se quebró. Hyut la escuchó. Él no quería escucharla llorar, sabía que lloraba, su voz lo decía. Alzó su mano dirigiéndola a su rostro pero se detuvo antes de si quiera tocarla— he sido una carga para ustedes por mucho tiempo y aún lo sigo siendo —fue bajando su mano— y lo lamento.



    —Vivian: ¡Claro que no, no es así, te equivocas! ¡Y si estás en estas condiciones es culpa de esos malditos, no tuya!




    Hyut quiso reír por su grosera respuesta, claro que quiso pero, no tuvo las fuerzas.



    —Hyut: Vivian…ese vocabulario…




    ¡Estan en el bosque!


    ¡Vayan ahora!



    ¡Jajaja! ¡Oye amor, no huyas de mí, ya voy por ti!!!!!!





    Esos eran los tipos aquellos, podía oirse sus voces acercarse más. Vivian vio como a lo lejos su casa parecía comenzar a cubrirse en llamas afirmando la desgracia que acababa de ocurrir, pero no le importaba del todo. Porque estaba muy segura que jamás volvería allí.



    Escuchar aquellas voces le recordó que esos hombres los buscaban y que entre ellos estaba él.



    El hombre que creyó muerto por tantos años.




    Giró a ver a Hyut y éste seguía igual de callado pero…ahora más serio. Su rostro había cambiado su centro de concentración.



    —Vivian: Ellos vienen…aunque corramos, nosotros no…ellos…¡Es obvio que nos alcanzarán!



    —Hyut: Vivian —dijo su nombre en un suave y relajado tono, poco a poco moviendo sus manos para dirigirlos a su rostro y de esa manera bajo la mirada desconcertada de la mujer pasar sus manos tras su cabeza donde tocó el nudo de la cinta blanca cuya cubría la zona donde se suponía debían ir sus ojos, y luego de tocar la zona jaló suavemente de la cinta, lentamente retirandola de su rostro. Su bastón cayó al suelo, Vivían veía como algo extraordinario ocurría con el hombre —confio en ti, pero olvidas que tu siempre has tenido el control de las cosas en todo este tiempo. Con o sin mí lo has hecho…por eso en estos momentos te pido que me dejes a mi manejar la situación.



    Dejó caer la cinta, esta cayó entre la grama. Con sus parpados cerrados, mostrando una leve imagen de una voluntad "imposible" para un ciego, Vivian pudo ver como el hombre comenzaba a tener un cambio en su imagen…su alrededor comenzaba a brillar en dorado y su cuerpo empezaba a tener detalles que nunca había visto.



    Primero que nada, llamas comenzaron a rodearlo, llamas que pertenecían a su propia alma.




    Luego siguió sus cabellos, cuyos de pronto se liberaron del amarre de su cinta y los largos mechones azabaches se fueron tornando en dorados. Poco a poco hasta volver a ser los rubios mechones que una vez fue.



    Incluso su imagen un poco envejecida, volvía a una rejuvenecida.



    Y para éste punto Vivian no sabía cómo formular una palabra.



    —Hyut: Me haré cargo de ustedes a partir de ahora.



    Incluso su voz…vaya que había extrañado escucharlo.



    —Vivian: Hyut, tu —sus piernas temblaron, oh claro que lo hicieron, por volver a tener al verdadero Hyut frente a sus ojos— Volviste…eres tú. Tú…has vuelto —sus manos trataron de ahogar el nuevo llanto, pero fue inútil — Todo este tiempo…



    —Hyut: Seguía siendo yo, Vivian, ya te dije que no importaba cual fueran las condiciones de esa pluma —la mensión de ésto enfureció un poco a la mujer. Sólo un poco—sería su recipiente pero ahora…haré lo que sea posible para protegerlos. Ésto.



    Señaló su pecho, en el acto tomó una mano de la dama para llevarlo a la altura de su pecho. Y la pegó a él.



    —Hyut: Ya no será impedimento para mí, porque lo usaré a mi favor para protegerlos y sé que ella está de acuerdo con eso.



    —Vivian: P-Pero Hyut, la pluma te tiene-



    —Hyut: Yo soy quien convertirá su cuerpo en llamas ahora, Vivian. Ya es hora de enfrentar nuestro pasado.



    Y con aquello dicho se alejó, tomando una decisión que dolía y lastimaba, no solo a uno sino a dos. Porque su decisión era un acto que actuaría como un boomerang, que iría y regresaría al mismo lugar.



    No, no como un boomerang. Claro que no.




    Corrección.



    Sino como un arma de doble filo.



    —Vivian: ¡Espera, no lo hagas! ¿Qué haces? ¡No puedes..! —se acercó tomandole de los brazos, deteniéndole a alejarse. Y mirandole angustiada negó sin frenesí—No harás esto…no dejaré que utilices tu propio cuerpo como bomba humana. Si algo sale mal usaré la flauta y te obligaré a-



    —Hyut: Vivian, ya no puedes regresarme a eso, ya te dije que hice acuerdo con la pluma, así que a partir de ahora soy yo quien-



    —Vivian: ¡Te regresaré Hyut! ¡No estoy bromeando!



    Pero volver solo pasaría si luego de que la dama tocase las notas correctas, la pluma, cuya vivía en Hyut, aceptase en su totalidad volver a tomar el control en el cuerpo del hombre. Y Vivian estaba dispuesta a hacerlo con tal de salvar la vida de ese cabeza dura.


    Lastimosamente su posición no era la adecuada. Hyut más que nadie era aquel cuyo en su interior llevaba aquella cosa viva, y era el único en comunicarse con éste o incluso deducir lo que pasaría.


    Ya no importaba si tocaba o no la nota. Ya Hyut había tomado una decisión.



    —Hyut: Esta noche es la noche de las luces—ya no le quedaba nada de tiempo— para los humanos no es más que una simple celebración pero para nosotros…sabes bien que era nuestra luna roja —creció en sus manos algo dorado, un fuejo suave con el cual acompañó su toque cuando alzo su mano y toco el rostro de la chica. Realmente no quería dejarla—debo hacer esto. Por favor, déjame ir.



    Vivian no aguantó más y lloró.



    —Vivian: —negaba frunciendo el ceño— No te dejaré hacerlo, ellos podrían matarte… ¡No puedes dejarme aquí sola!



    —Hyut: Hum, siempre has sido tan terca y difícil…nada te hace feliz, sin embargo ya es una decisión. Lo siento, Vivian. Pero te quiero lejos de ésto.



    —Vivian: ¡Hyut, no!




    El poder oculto en sus venas, en su interior, surgió luego de estar encerrado por…quiza siempre, era la primera vez que Hyut llegaba a sacar su lado fénix, aquel ser al que pertenecía, aquel ser que carcomía su alma cada año y que esta vez, luego de mentalizarse, comunicarse y conectar con la pluma cuya vivía en su interior, se permitió tener el control de todo. Pudo finalmente sacar lo más valioso para su especie.



    Su propia alma dorada.



    Sus cabellos se movieron ante la presión de su poder activarse, llamas le rodearon, entre sus cabellos salieron pequeñas y largas lineas rojas demostrando el rango de éste, con un abrazo protector envolvio a Vivian y en un parpadeo desaparecio de la zona, moviendose como un ave enorme entre los árboles del bosque para así dirigirse hacia las afueras donde estaba el árbol mágico, aquel que sabía bien los chicos utilizaban como santuario. Allí dejó a Vivian, bajo las sombras y raices del antiguo sauce. Vivian sintio como los brazos de Hyut la fueron soltando para dejarla recostada de una de las raices, ella miraba su rostro con total panino y tristeza…porque sabía muy bien que si él se iba…



    Si Hyut se iba.



    Sería la última vez que lo vería.



    —Vivian: Sabes que iré tras de ti si me dejas aquí.



    —Hyut: Entonces me apresurare en eliminarlos antes de que llegues…no dejaré que te hagan daño —dijo tranquilo— Debes vivir—con intención de retirarse se alejó— y cuidar de los animales… —pero se detuvo cuando la chica le tomó del rostro con ambas manos…y acarició su rostro— Vivian.



    Ella tenía sentimientos encontrados justo en esos momentos al ver aquel rostro tan cerca de ella, tan hermoso y cálido, siempre fue así, ¿No? El rostro de su hermano del mismo orfanato—y más que eso—, su amigo que siempre le protegió, su compañero de vida que le prometió jamás dejarla sola y jamás hacerla llorar. No le daría motivos por la cuál sufrir, le prometió él una vez, sin embargo ahora lo hacía; sus acciones la lastimaban hasta morir.

    Ese rostro otra vez…pero que no volvería a ver. Las lagrimas salían solas a pesar de que trataba de mantenerse fuerte. Acarició las pequeñas marcas bajo los parpados del hombre y sin pensarlo pegó su frente al de él, sintiendo su calidez, éste no se movió ni dijo nada. Ella cerró sus ojos, y dejó que su propio poder la rodeara y así de esa manera unió su esencia con la de él. Viendose como sus cabellos también comenzaron a elevarse.



    —Hyut: Vivian…no hagas eso, detente —tomó una de sus manos y la apretó entre sus dedos— Lo haces más difícil.



    Pero en vez de Vivian escucharle y detenerse se aferró a seguir cerca de Hyut, porque lo necesitaba. Así mismo dejando salir más la intensidad de su energía, envolviéndola con la de su compañero.



    Pero él no quería eso. Lo hacía más difícil.



    Mucho más difícil.



    Ya dolido, Hyut no pudo soportarlo y se apartó, dando un último movimiento antes de desaparecer de allí…dejando sola a Vivian.



    Ya no volvería.




    Su poder se alteró, sus ojos se iluminaron en amarillos tras sentir a su compañero en peligro y con total rabia ella miró hacia donde se había ido Hyut.



    Un grito desgarrador se oyo en todo el bosque, un grito como el de una bestia lastimada, totalmente desgarrador. Hyuk intentaba soportar el dolor al oir aquel chillido, acelero su vuelo y llego hacia lo que fue su hogar. El hogar estaba en llamas, los tipos estaban buscando cerca entre los bosque a ambos fénix, cuando un fuerte estruendo les hizo girarse hacia la dirección donde estaba la casa en llama. Como una sentella Hyut descendio del cielo cayendo sobre la casa y destruyendola en el proceso…no quedo mas que esconbros que volaron, el fuego se disipo y el aire se volvio pesado…



    .-



    Anika quien estaba en la colina mirando las luces escuchó aquel estruendo, cosa que le sorprendió de sobremanera y extrañada se levantó de donde estaba sentada para así alzar su mirada entre los árboles con dirección a su casa.



    Lo que alcanzó a ver no fue más que una tenue luz amarilla, parecia fuego y humo…bastante humo.



    —Anika: M-Mamá…



    Entre los árboles comenzo a salir Adamaris, quien en su mano venía arrastrando una criatura extraña…era un zorrito que al parecer estaba muerto. Esa criatura le había atacado momentos atrás,


    y pensaba llevarlo con sus compañeros para estudiarlo y saber si ese ser tendría alguna relación con el enemigo, pero no esperaba que en su camino se encontrara con la pequeña Anika.



    —Adamaris: Ana.



    —Anika: —con grandes ojos le miró— Señorita…—y reaccionó corriendo a ella para abrazarla—



    Ada terminó soltando el agarre en el animal sin vida.



    —Adamaris: ¿Qué haces aquí? ¿Por qué te alejaste de casa aún cuando tu madre te lo prohibió?



    —Anika: Quería ver las luces en el cielo más claro, pero…mire, señorita Ada, algo esta pasando en casa, ¡Hay mucho humo! —hablando más preocupada y alarmada, señaló hacia esa dirección—



    Adamaris, alzó su mirada y allí vio el infierno mismo, lo que dijo la niña era cierto, había mucho humo en esa dirección y eso solo decía que había peligro.



    —Adamaris: ¡Ana, vamos!



    .-



    El humo no era el problema, el fuego era el que se alzaba con más fuerza entre los escombros de lo que una vez fue un hogar. Los tipos ya habían regresado y habían rodeado al ser que ahora parecía estar transformado en medio de aquel campo; más de uno con sus armas en alto, Dylan era uno de los que parecía más ancioso pero no llevaba arma, y el que lideraba allí solo miraba todo con serenidad.



    Suoh aún estudiaba con cierta impresión el ser de apariencia mítica delante de ellos.



    —Suoh: Finalmente vemos la naturaleza de un verdadero hijo del fuego…solo mira esas llamas…eres un mostruo, has destruido tu propia casa, eres uno de los pocos afortunados, ¿Sabías? la mayoría no duran tanto después de que escapan…pero 8 años son 8 años, supongo fue lo suficiente como para darte la vida que siempre quisiste. Espero estes satisfecho.



    Hyut no quería oir aquello, él solo se dedicaba a observar por medio de su poder de fuego desde las llamas aquellos tipos que amenazaban a su familia. Eran al rededor de 6 de ellos…




    —Suoh: Tristemente en estas condiciones sera difícil enfrentarle. —comentó, dio un paso adelante pero se detuvo, el Fénix sintió su movimiendo y le atacó, cosa por lo que se alejó unos metros— ¡Tsk! es arriesgado.



    —Dylan: ¡Suoh! ¡Suoh!



    El hombre, se giró para atender al llamado. Dylan con una enorme sonrisa señalaba hacia el fénix.



    —Dylan: ¡Déjame encargarme de él!, ¡Sus llamas no me harán nada!



    —Suoh: No seas insensato, si haces eso…



    —Dylan: ¡Nah!, ya hemos perdido mucho tiempo aquí y no hemos logrado nada! ¡Además…! lo que haré es para hacerle pagar por lo de Makol, que pagen por lo que hicieron y claro…porque no me permitieron quedarme con mi esposa…



    —Suoh: ¿Otra vez con eso, Dyl?



    —Dylan: —su sonrisa se hizo enorme. Su cuerpo lo inclino hacia el suelo, una mano tocó el suelo y la otro la llevó tras su espalda. No dejaba de ver hacia el fénix con un profundo deseo de destruirlo con sus propias manos— ¿Listo para jugar, animal?


    Hyut no era totalmente un fénix ahora, no era más que un hombre pero tenía el fuego de su bestia a su favor. Sus cabellos sobrevolaban y su atención estaba ahora enfocada en aquel que ahora le amenazaba. Tenía su rostro en esa dirección y no parecía afectarle sus palabras.



    Dylan dio un grito, en lo que se movía como un verdadero animal, no era común, corriendo, dio un brinco alto dirigiéndose hacia Hyut, sonrió enormemente tras ver la oportunidad de atacar al hombre y descendió en una velodidad inhumana para golpear a Hyut, sin embargo éste se apartó rápido causando que el golpe de Dylan impactara y destruyera el suelo.



    Sus acciones no pasaban por alto por parte de Hyut, al contrario lo pusieron un poco más alerta al percatarse que ese chico que tenía toda una pinta de psicópata, aparte de eso mostraba ser totalmente inhumano.



    No se movía como un humano común y corriente.



    De repente se comenzó una pelea entre ellos, Hyut solo lo esquivaba, Dylan por su parte mandaba


    golpes a lo loco, pero en algo sí tenía razón…las llamas no le hacian daño.



    Suoh observaba desde ese punto, la pelea era mostruosa, Dylan hacía que el fénix se moviera de su lugar y comenzara a salir de su circulo. Y pensar que las condiciones de su amigo eran gracias a un experimento lo ponía un poco más inquietó, porque no tenía ni idea de cuál sería su límite. " No es uno de ellos, pero los experimentos cuyos se arriesgo a practicar en él causaron que su cuerpo no sintiera dolor, sus movimientos se volvieron más rápidos y agresivos, más fuertes pero también se volvieron más peligrosos. Un psicopata al no tener racionalidad. Hum…"



    —Dylan: Sólo una vez, una vez llegue a sentir lo que era amor, je…digo yo que fue amor, si es que no fue hambre, seguro que fue eso, el dolor en el estomago era similar y la verdad era insoportable la sensación. Te envuelve, te atrapa, te domina, te lastima —volvía a perderse entre sus risas de malicia, eran sonidos que perturbaban al fénix, su gesto cambió a uno de disgusto y asco— lento, muy lento lo sentí, pero ¿Sabes qué paso? me arrebataron lo que tanto deseaba de una manera tan cruel que ahora…no siento nada. —Una mueca— Nada de lo cual pueda arrepentirme. Sii, si, jajaja, ¡Ya no siento nada, es como si hubiese perdido mi alma!, ¿¡Puedes entenderme!?



    Hyut negó ya cansado. No podía seguir con aquello, temía que en serio Vivian se le ocurriera seguirle. Porque de ser así todo acabaría peor.



    En medio de todo aquello las cosas parecieron tensarse cuando entre los árboles una figura pequeña apareció corriendo de la nada con total terror en su rostro. Gritando por alguien que ya no estaba allí.



    Su voz infantil rompió el momento.



    ¡Mamá!!!!!!




    Los hombres al rededor fueron los primero en girar su atención hacia aquella voz infante, luego fue Hyut quien abrió su boca algo agitado tras reconocer la voz. " Anika…" inconscientemente su cuerpo se giró a ese ángulo, olvidando que tenía al enemigo cerca y éste no desaprovechó el momento, con un golpe seguro le dio una patada fuerte por la cabeza enviandolo a suelo.



    Su descuido le costó mucho.



    El golpe mandó a tierra al fénix, mientras que Dylan en su lugar solo sonreía con malicia.



    —Dylan: ¿Escuché bien? ¿Alguien dijo mamá..?




    Agitada, asustada, Anika corría hacia lo que fue su casa. Adamaris atrás se detuvo tras ver lo que ocurría, su expresión cambió a uno de asombro. El primero en moverse fue Suoh, este al ver a la niña venir frunció el ceno. " Y esta niña? ¿A quien llama mamá?".



    Una niña de su edad no debería estar allí ¿Qué hacía allí?



    La niña volvió a llamar a su madre, acercandose al fuego buscaba con su mirada algo de su madre…las lagrimas ya habían comenzado a salir.



    Aunque la calor iba en aumento ella en lo único que pensaba era en su madre.



    —Anika: M-Ma…Ma —el aliento comenzó a fallarle—



    —Suoh: Niña —se acercó a ella, lentamente observando con interes la peculiaridad de la niña. Era extraña. Su apariencia y complexión. Cabellos de dos colores y ojos amarillos— Oye pequeña ¿Llamas a tu mamá?



    —Anika: —temblorosa paró sus pasos e abrupto y giro su atención a ese hombre, un tipo alto de cabellos negros y mechones plateado, y su mirada era azulada, tan profunda y brillante. Ella respiró profundamente—Mamá…ella estaba en casa, ella estaba aquí cuando yo m–me fui…pero ahora…ella—sus tartamudeos fueron en aumento, hasta casi convertirse en un ahogo— ¿Dónde…dónde esta mamá...?



    —Suoh: ¿Dices que tú mamá estuvo aquí? —Llamó su atención este dato tan importante, porque ¿Cómo podía una pequeña aparecer tan de repente de la nada y preguntar por su madre? No había nadie allí. A menos qué…a menos que esa pequeña fuera…─ No, imposible…



    Desde el suelo Hyut se incorporo después de tal golpe recibido de ese demente. Desesperado, queriendo sacar a la niña de allí no pensaba para nada con claridad. Comenzaba a desesperarse.



    —Hyut: A-Anika…no. P-Por fav-vor… Sal de aquí…ahora.



    Suoh aún no podía sacarse de la cabeza la información que acaba de recibir, las ideas, los hilos sueltos de tantos años ahora comenzaban a atarse acorde a su orden y la verdad parecía empezar a salir a la luz.




    Todo.



    Y esto comenzaba a inquietarlo más.



    —Suoh: —ya frente a la niña, le observó más seriamente. Ésta escena le reveló la verdad al hombre—Creo que ya comprendo todo, hum. Eres hija de Vivian…¿No es asi? increíble…



    No pudo evitar pensar en su compañero allí.


    El comentario fue oído por Dylan, quien luego del arranque de locura que tuvo al golpear al fénix, descendió casi en abrupto justo detrás de ambas personas cuyas conversación reveló algo realmente peligroso.


    Él abrió sus ojos con total desconcierto, algo de sorpresa y locura.



    No estaba bien





    —Dylan: ¿H-Has dicho…su hija..?



    —Hyut: —sus manos se volvieron puños, y su fuego lo fue alzando más del suelo—Es mejor acabar con ésto…lo siento, Vivian…El tiempo se acabó…



    La niña abrió sus ojos con más miedo cuando Suoh se acercó a ella, sin embargo Suoh apenas se acercó unos centímetros, por detrás apareció Dylan corriendo y apartándolo sin control de su propia fuerza, no pensó bien, no lo hacía para nada, no pensaba en nada más que en apartar a ese que se acercaba a la niña y que para su propio instinto era un peligro.



    Fue solo por instinto que actuó en contra de su compañero sin pensarlo dos veces, apartándolo con una patada y luego se le fue encima a la niña casi con desesperación. La acción fue vista en cámara lenta por la nina, quien abrió enormemente sus ojos, asustada, aterrada…



    Suoh no podía crecer lo que acaba de pasar, en serio que no. Miró incredulo a Dylan y sus acciones, el cómo había actuado en contra de él como si no le conociera y todo por esa niña.



    Éste último parecia perder el control en absoluto.



    —Dylan: ¿S-Su hija…? ¡Tú eres…!




    La tierra, los aires y el mar, más bien la naturaleza corrió cuenta contra aquellos que le dañaban.



    Y no fue piadosa.



    -



    Vivian en su lugar tenía una flauta en manos, la cuál retiró de su cuello, en donde por años siempre mantuvo amarrado por una cuerdita y que a su vez también tenía tiempo de no haberla tocado.



    Pero ya era el momento de hacerlo.



    Comenzó a tocar, en una nota totalmente aguda, simplemente oida por aquellos que seguían su línea y entendían el lenguaje.



    Ellos




    La melodía era fuerte y perturbadora, porque así lo quiso la remitente de ésta y la volvió a una nota oscura…



    Hyut logró escucharla con claridad cuando su control se rompió y de él una fuerte honda salió, brotando de su pecho dolorosamente y haciendole gritar. Sus cabellos alzados al cielo, y sus llamas en un fuerte color amarillo se contrajeron a uno rojizo hasta volverse a un vinotinto matizado.



    Amenazante.



    Peligroso



    Destructor




    -" Creo que es momento de que tome el asunto en mis manos ¿No, niño?"



    "Por favor, no…¡Hicimos un trato!"





    Quería aferrarse a su control y no dejarle oportunidad a ese ser a ser parte de él. Lamentablemente ya lo era. Y no podía negarcelo.




    "P-Por favor…Anika …"



    -"Usame entonces. Hazlo si quieres protegerlas"




    ¿Qué…?






    Todos sabían que la pluma negra jamás se usaba como un arma.



    Pero allí estaba.






    Los tipos alrededor se alarmaron cuando vieron alzarse a los cielos una enorme bestia en llamas rojas, creando un tipo de huracan de puras llamas que iba calcinando todo a su paso.

    Ellos retrocedieron pero no fueron capaz de huir del todo cuando unas flechas fueron lanzadas e impactadas en sus cuerpos; más de uno perdió el aliento en el primer impacto, soltando sus armas y entre eso…cayendo al suelo.



    La arquera de perfecta puntería no dejaría a nadie salir de allí.



    La tonada de Vivian fue oída por Anika y también por aquel atacante que se paralizó por el dolor de oídos que la melodía comenzó a causarle, entumecieron su cuerpo y paralizaron su corazón, su sangre corría con dificultad por sus venas y podía sentir como si sus huesos se retorcieran en su interior.



    Cayendo así al suelo tras sentir luego sus oidos sangrar.



    —Dylan: ¡¡Ahhhhh!!



    Suoh no entendía lo que ocurría, pero al girarse y ver aquella imagen en el cielo y presenciar el cambio que sufría la naturaleza misma, sintió que estaba perdido.



    " Fue mala idea venir sin el arma. Mako se tardo demasiado en llegar…¿Acaso…vamos a morir..?"




    Las esperanzas morían a medida que el tiempo pasaba y el oficial no hacía acto de presencia.


    De repente sintió como una flecha era impactada en medio de su estomago, dejandolo sin aliento y privandolo de inmediato. Fue inesperado y certero. Ni siquiera lo escuchó venir.



    El dolor le hizo inclinarse al suelo y caer de rodillas.



    Adamaris una vez terminó de lanzar las flechas apareció justo frente a la niña aquien juró para sí que protegería. Rápidamente le dio un vistazo asegurándose que el hombre ese no le había hecho daño.


    Dylan por su parte seguía inclinado tomandose de los oidos, sufriendo por aquella tonada infernal.



    —Dylan: ¡Ahhh!, ¡Para! ¡Detente! ¡Ya basta, díganle que pare esa nota infernal…! ¡¡Ah!!



    Pero la nota no paraba.



    —Anika: —hipeaba, mirando a la nada, a pesar de que el fuego se extendía —Mamá…es ella, ella está tocando esa melodía —y por primera vez estaba feliz de oirla—sigue viva…



    -.



    Por otro lado, Tsuhaya, quien se había encargado de aquel sujeto del autobus, estaba en las orillas de un acantilado decidiendose si lanzar al hombre o no por el, quien aun seguía amarrado de pies a cabeza.



    Jack tenía una mirada insufrible de querer matar con sus propias manos a ese chico, justo ahora que acababa de despertar.



    Tsuhaya estaba en un debate en qué hacer con ese hombre, porque realmente no se merecía dejarlo libre con esa pinta de matón que se traía encima, sin embargo sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando a sus oidos llegó el sonido de aquella tonada a la lejanía. Inmediatamente miró a esa direccion, extrañado porque la tonada era distinta de las que había escuchado tocar de la mujer. Porque sí. Pudo distinguir que era esa molesta mujer quien tocaba esa melodía…pero entonces se percató que el hombre que sostenía en sus hombros como saco de papas comenzó a moverse inquieto, gritando como si algo le doliera.



    O como si alguien le rompiera los huesos desde adentro.




    Inmediatamente lo lanzó contra el suelo, y observó cómo este se retorcía.



    —Tsuhaya: ¿Qué demonios le ocurre?



    —Jack: ¡Es horrible el sonido, detenganlo..!



    Tsuhaya miró esta vez más detallante hacia la dirección en la que venía la melodía. Hasta ahora es que caía en cuenta que, si esa melodía venía de esa dirección y la mujer realmente estaba tocando la flauta, significaba entonces que…



    "No. No, no, imposible. ¿Es que acaso…? "






    «—Policía: Dices que encontraste algo en ese bosque…el árbol milenario, ¿Eh? bien, no sera problema a que el equipo acuda a ese punto sin embargo yo llegaré algo tarde…»




    ¿Cómo no había pensado las cosas más a profundo? Porque estaba claro, ¡Todo era tan claro! Y aún así fue incapaz de entender el mensaje porque estuvo todo ese tiempo enfrascado en la frustración al no enfrentarse a EliOenai. Claro, siempre él.



    —Tsuhaya: ¡Tsk!, ¡Shimatta!



    ¿Era posible que esos desgraciados realmente estuvieran hablando de ese árbol?



    Entonces se movió alejándose de aquel hombre, dispuesto a usar su traslación porque no estaba dispuesto a seguir perdiendo más el tiempo en averiguar si el mensaje dado por ese policía tendría mucho que ver con el hecho de que Vivian ahora tocase la flauta. No esperaría a averiguarlo.



    Iba a partir de regreso a el enorme árbol con su traslación, sin embargo escuchó entre los sollozos de aquel hombre cómo comenzaba a reír como un desquiciado, a dar señales de demencia y eso le hizo mirarle con desagrado.



    —Tsuhaya: ¿Qué es tan gracioso?



    —Jack: N-No lograrán n-nada…ya ellos deben de haberlos…matado…todos ellos…jajaja, si m-mi hermano al f-fin la encontró…la encontró…no la dejará ir. J-Jamás.




    —Tsuhaya: ¿Dejarla ir? ¿De qué demonios estás hablando?



    El hombre río más por la furia reflejada en las pupilas del rubio; aunque la tonada en el aire lo lastimaba la satisfacción de ver a él chico retorciéndose de la rabia le satisfacía en grande.



    —Jack: Morirás.



    Fue cuestión de segundos en los que su mente se nubló, donde sus manos se volvieron puños y sus ojos se dilataron, fuera de la racionalidad causada por la ira causada por las palabras de ese imbécil el cual lo ahorilló a moverse y actuar sin pensar lo bien; un paso, dos más y ya frente a ese delincuente no le importó dar una fuerte patada en su pecho que lo mando hacia atrás a varios metros de allí, así tirándolo hacía el acantilado tras su espalda por donde cayó, y su voz dejó de existir.



    Para siempre.



    -.



    Vivian tocaba su flauta como manera de expresar su dolor, y a su vez tratando de llamar a su hija por medio de éste. Deseaba por todas que su hija estuviera a salvo, con bien y así mismo Hyut. Que él escuchara el dolor por la que ella pasaba ahora.


    Pidiéndole volver.



    Aunque lo más seguro es que con esa nota haya causado que su control regresara a manos de la pluma.



    "Te lo dije "
    quería decir pero, ya no valía la pena.



    En ese entonces apareció Tsuhaya, llegando finalmente al lugar, quién al verla en ese estado se le acercó rápidamente.



    —Tsuhaya: Mujer, dime qué esta pasando —exigió, no preguntó —



    —Vivian: Tu —al verle sus ojos mostraron molestia, pero el chico notó el dolor mezclados en sus ojos y la angustia en ellos— Apresúrate y ve a ayudarle, ¡Apresúrate antes de que ellos lo maten!




    Esas palabras le dieron una sensación amarga en su estómago porque tal escena removió algo de su pasado. Y tragó fuerte. Ya habiendo escuchado algo similar anteriormente, sabía que no era nada bueno.



    —Tsuhaya: Explícame qué está ocurriendo. No puedo entenderte.



    —Vivian: ¿¡Qué no puedes entender!? —se levantó tomandolo de sus ropas ya desesperada con la furia en sus ojos— ¡Ellos llegaron, nos encontraron, no sé cómo demonios esos malditos dieron con nosotros! ¡Ellos…! ¡Esos tipos van a matar a Hyut! ¡Anika está cerca con tu compañera! ¡No sigas perdiendo el tiempo aquí y ve por ellos! ¡Salvalos, por favor..!



    Su rudeza y fuerzas la abandonaron al instante. Y Tsuhaya odió verla así.



    "¡Rayos!"




    —Tsuhaya: ¡Esta bien, ya calmate, bien! —tomó sus manos alejandola, sin poder soportar más el dolor que esa mujer trasmitía. Le miró y luego aquel camino al frente— Quédate aquí, ellos estaran bien. Te lo asegu—su voz murió sin terminar la frase. ¡Rayos!. ¿Cómo se le ocurría? No debía darle falsas esperanzas—Tsk.



    Y sin más se fue, dejando así a la mujer. Vivian acabó desplomandose en su lugar, pero ya no era capaz de derramar más lagrimas…simplemente estaba perdida…



    —Vivian: Por favor…salvenlos…



    Estaba allí, sola y más rota que nunca.



    Sin saber que a lo lejos alguien le observaba con ojos fríos.



    -.



    Dylan se recuperaba tras dejar de oír aquel ruido, su cabeza volvía a estar bien, poco a poco abrió sus ojos enfocandolos ahora con hacia el frente, mientras arrastraba su cuerpo casi inutilizado.



    Odiaba sentirse así.




    Suoh por su parte, estaba gravemente herido, sangrando por la boca a grandes cantidades. Dylan al girarse y ver ésto y darse de cuenta del grave estado en el que se encontraba su superior inmediatamente se acercó a él, alarmado, aterrado. Suoh mantenía su semblante serio a pesar de estar muriendo…pero entre sus labios se podia apreciar la cantidad de sangre que cada vez más iba perdiendo.




    Toda esa situación era un desastre, todo se había volteado en su contra y ahora casi todos sus hombres estaban muertos. Si es que no lo estaban ya.



    Dylan miró sus manos ensuciarse en sangre cuando tomó a su compañero tratando de acomodarlo en su regaso, éste se quejo ante el dolor . Dylan no sabía que hacer en esa situación así que intentó sacar aquella flecha en el estómago de su superior pero era enorme y larga. El material era extraordinariamente dura y solo le haría más daño a Suoh si lo retiraba…miró su alrededor para así encontrarse con una horrible imagen que lo enfureció, con horror vio los cuerpos de sus compañeros sin vida tirados en todo el campo, quemándose.



    Queria gritar…¡Quería matar a alguien..!



    Quería ver la sangre correr.



    —Suoh: —tosió algo de sangre, llamando la atencion de Dylan — A-Alister…



    Dylan, abrió sus ojos desorbitados tras oír aquel nombre.



    Ese nombre





    —Suoh: …si llegas a ver a Mako, dale un tiro por mi…por haberse atrasado tanto…hazlo sufrir —volvió a tocer— ese idiota…por su culpa y su maldito retraso todos nuestros compañeros ahora están…



    Volvió a toser ahogándose con la sangre asustando más al de mirada ámbar.



    —Dylan: ¡Esta bien, le dispararé, te lo juro, y lo torturare tan lentamente que deseara la muerte más que nada pero deja de hablar, idiota! T-Tu también estás herido…



    —Suoh: …no cometas una locura, si vas a vengarte quiero que lo hagas bien, ¿Entiendes? pero si te vengas no lo hagas por esta alma, sino por el de ellos y el de Makol…¿Me escuchaste? Yo no merezco una venganza…—respiraba menos pero no dejaba de transmitirle con sus mirada una enorme seguridad al chico—Luego de lo que hice…pude evitarte esta vida, pude salvarte de caer en las manos de la organización y aún así…no lo hice.


    —Dylan: ¿¡A quien le importa eso ahora, ahh!? ¡A nadie le importa! ¡ No te vengaré porque no morirás, idiota! ¡Tú mismo vengaras la vida de esos perros, escuchaste!? Jajaja…j-jaja.



    La locura luchando contra el dolor y la herida que una vez pensó que se había cerrado para siempre, pero volvía a abrirse.



    Y sangraba.



    —Suoh: Prométeme una cosa antes de que todo acabe, niño…—sentía que el chico lo jalaba demás como queriendo aferrarlo a la vida pero, él sabía la verdad de esa ecuación. El resultado era seguro— prométeme que vivirás sin arrepentimiento, porque no hay nada más lamentablemente en esta tierra que un hombre viva cargado de arrepentimiento…no la hay…



    Reía, si, Dylan quería seguir riendo como si de esa manera podría decirle a la muerte que se fuera al diablo. Qué no se saldría con la suya.



    Ja.


    Pero que ingenuo eran los humanos.



    —Dylan: J-Je…jeje, c-claro, como si yo ya no estuviera muerto, imbécil.



    —Suoh: Prometelo, Aliester.



    Y volvió a llamarlo.



    —Dylan: ¡Idiota, ni que te fueras a morir!



    Todo acabó en esos segundos.



    .-




    La figura entre los árboles se fue aproximando hacia la mujer, quién seguía inclinada al suelo…ahora mirando su flauta aun lado de ella sin fuerzas para volverlo a tomar.



    Ya no le hallaba sentido hacerlo.



    Estaba hundida entre el dolor, aún sin percatarse de aquel hombre.



    .-



    Adamaris estaba lejos de aquel desastre, tenía a la niña con ella quien no dejaba de llorar. La pequeña se aferraba a ella pidiendo ver a su mamá con urgencia pero ante esa petición no sabía cómo responder.



    Habían ido al bosque para evitar que la niña saliera herida y la verdad es que Adamaris no pretendía poner más en riesgo a esa familia.



    Fue justo en ese momento en que apareció Tsuhaya con su traslación.



    Finalmente alguien…



    —Tsuhaya: ¿Qué demonios ocurrió aquí? ¿Porqué hay tanto desastre? —vió como por su voz alarmada la niña dejó de abrazar a la chica y le miró con sus ojos rojos— Su madre me pidió que viniera a ayudarles. ¿Están bien?



    —Anika: M-Mitsu…— verlo allí fue todo para ella. Y sin decir nada más se echó sobre él, desconcertando al chico— ¡Mitsu! ¡Mitsu, estás aquí ! ¡Mamá esta bien verdad!? ¡Por favor! ¡Llévame con ella!



    —Tsuhaya: ¿Pero qué..? Oye, yo no soy tu-



    —Adamaris: Tsuhaya—el mencionado le devolvió la mirada—Quédate con ella, yo iré de regreso. —tomó firmemente su arma en manos, sacudió su capa y se encaminó de regreso—



    —Tsuhaya: Adamaris, espera…¡No soy niñera de nadie!




    Pero Ada no le escuchó, ella se retiro luego de tomar su decisión cuya no cambiaría, regresando donde estaba aquel desastre, en lo que Tsuhaya miraba con disgusto como la niña se aferraba a él entre llantos. Repitiendo bajito " mamá, mamá…"



    Y le causaba rabia verla en ese estado. A una niña quien siempre era inquieta, sonriente y alegre, que siempre la vio enérgica dispuesta a molestarlo todo el tiempo sin cesar, sin embargo verla así de rota era doloroso.



    ¡Todo por culpas de esos…!



    " Tsk, ¿Por qué tiene que pasar estas cosas..?"
    fue extraño y difícil pero, dejo una mano reposar en la cabeza de la niña.



    —Tsuhaya: —activó su micro-auricular y se comunicó con el resto— Aquí Tsuhaya, hubo un ataque en el hogar de los humanos y fue destruido …es mejor que regresen ahora. Repito, deben regresar. Así que Líder, Sam y Diana, si me escuchan vuelvan ahora.



    .-



    Adamaris sujeta fuerte su arma, camina firme hacia el fuego, sin embargo su camino es interrumpido cuando una de las llamaradas se alza y la rodea de manera amenazante. Es intenso.



    Ella alzó su mirada al ver esto, hacia aquel huracán de fuego que cada vez más causaba más daño a ese bosque y a todo lo que tocaba…allí vio como de entre el huracán salió un ave de fuego, exparciendo las llamaradas cuando volaba entre los cielo y luego descendió y se detuvo justo en frente de ella.



    Tan lenta y sutilmente, de una manera tan magnífica que Adamaris, por primera vez, sintió admiración por un ser como lo era un fénix.



    Nunca fue amante o devota a esas criaturas y su creencia. Sin embargo jamás había visto uno en su esplendorosa transformación.



    Eran magnificos.



    Eran únicos.




    Los ojos de aquel ser…se posaron en ella.



    Y ella e sintió desnuda antes él.



    .-



    Las manos de Vivian finalmente llegaron al instrumento, lento, muy lento se movió, sabiendo que ya no había nada que pudiera hacer que pudiera cambiar las cosas. Nada, pero mientras respirara seguiría luchando.



    Lo haría




    Ya rendida al dolor tomó firme su flauta y se la fue llevando a sus labios para así tomar aquella nota.



    Aquella que solo ella sabía tocar a la perfección.



    .-



    Dylan miraba desde esa distancia—rodeado del fuego joven—la figura alta de aquel monstruo, sus ojos demostraban ira, una ira profunda. Sus manos se cerraron, mirando por ultima vez aquel enorme fénix a quien le deseaba la muerte más que nada.



    El cuerpo sin vida de Suoh a su lado, su mirada perdida en la nada después de, con sus últimas fuerzas pronunció sus últimas palabras. Y que le quebraron por completo su corazón.



    Dylan se giró sobre sus pies y caminó de regreso…rumbo a el bosque.



    Hyut había perdido su humanida, se había descontrolado demaciado y ahora…no podía volver a su cuerpo, así que lo que se movía ahora era, la mismísima pluma e él.



    Adamaris seguía en su lugar, sin saber qué quería aquel ser, cuando de repente le vio extender algo que ocultaba entre sus plumajes de fuego…algo que por nada en la vida se le pasó por la cabeza a la chica que podría ver allí.



    Adamaris lo observó y notó que, era una pluma pero negra. La chica alzo su mirada y vio al ave de fuego sin entender.



    .-




    La melodía finalmente fue tocada, la flauta entre los finos labios comenzo a sonar aquella tonada pero ahora en un tono mas sueve, mas triste y doloroso…melodia que solo llego a escucharlo 4 personas.



    Dylan durante el camino cayó de rodillas tomandose de la cabeza, no soportando la nota que sentía que le partía torturosamente el alma. Entonces extendió su mano hacia un árbol donde se apoyó para no caer. Aún así no logró mucho.



    Tsuhaya junto a la niña, quien no dejaba de pegarse a él, por otra parte, ambos al percibir el sonido llevaron su atención a aquel punto.



    Entendiendo el mensaje de inmediato.



    —Anika: Es mamá…



    Y claro, Hyut, quien ante la nota llego a tranquilizarse y poco a poco cerrar sus ojos. El ave comenzo a hacer un sonido extraño, asi como de calma, como un sutil gorgoteo, el fuego comenzaba a moverse pero mas calmado, su pelaje se movía y su respiración era más calmada…Adamaris notó como el ave comenzaba a estirar sus patas y mover su cola…y poco a poco volverse en llamas para dejar entre esto…una figura pequeña…



    .-



    El hombre ya estaba más cerca de ella, no despegaba la mirada de la mujer cuya sabía que en su silencio pudo percibir su presencia, y aún así ella no hizo nada.



    Él, vestido en ropas negras y azul, con una placa brillante en su cinturón, sacó de éste mismo su arma y sin titubeo poco a poco lo fue apuntando a ella.



    Sólo un movimiento.



    .-




    —Hyut: —mostrandose frente a la chica, seguía rodeado de fuego, pero más tranquilo. Esa melodía lo había calmado en gran manera—Había perdido el control y, lamentablemente había perdido mi parte humana, sin embargo gracias a la melodia de Vivian…pude volver, ella debe estar en estos momentos preocupada por mí—dio un tranquilo respiro— Claro que me advirtió que lo haría—sonrió al recordar su ceño fruncido. Pero casi de inmediato se borró el gesto—No sé si entiendas de lo que hablo pequeña pero, quiero que escuches lo que diré…no sé cuanto más seguiré así, es posible que no pueda volver a mi forma humana aun así quiero pediros un favor —su voz era suave, calmada, pero se notaba su preocupación. Ada asintió emitiendo un suave “hum” en sus labios para dejarle en claro que tenía su atencion. Era lo menos que podía hacer—Hace mucho que nos buscan a Vivian y a mi por la misma razón que corre peligro los menores del orfanato, es una historia que creo ya conocen o al menos han escuchado… hace muchos años atrás Vivian y yo vivíamos en el orfanato de Dinasty, un pueblito que curiosamente se encuentra hubicado entre lo que es el final de Villa Neoma y entre el comienzo del camino vía a Santa luz, sin embargo está más hacia Villa Neoma por eso el gobierno lo registra como parte de Villa Neoma. Como sea…aunque no es algo relevante lo menciono porque a causa de la ubicación en la que se encuentra el orfanato lo vuelve un blanco perfecto para aquellos que usan a los niños para cumplir con la peor de las atrocidades…y es lo que vienen haciendo desde hace mucho. Nadie a pensado en esto pero yo por otra parte me he dado con la tarea de analizar todo esto en mi silencio y he llegado a la conclusión de que esos hombres también pensaron en todo esto, ya que por nada sus ataques casi siempre son muy exactos y no dan espacio a los errores. Saben lo que hacen. Vivian y yo nos vimos envueltos en uno de esos tantos casos que cada año esos tipos hacen como si de una tradición se tratara. Y lastimosamente perdimos muchas vidas ese día…demasiadas.



    Su voz en esa pausa fue más cansada, se podía distinguir lo mucho que le costaba al fénix mantenerse.





    —Hyut: Eran vidas inocentes —el fuego en su cuerpo mantenía alumbrado todo su ser, casi como una antorcha humana— Ese día planearon una salida de excursión al exterior, eligieron un pequeño grupo de niños y los que se harían responsables de ellos serían Vivian y yo, ya que éramos los más grandes del grupo. Recuerdo que la idea no me parecía, tenía dudas y lo expresé a la hermana, pero ella dijo que entendía el sentimiento que me abrumaba pero por eso es que habían elegido esa salida un día antes de la noche de las luces de Fuego, no pasaría nada. Bien, no hubo opción, el autobús pasó por nosotros y emprendimos el viaje, un viaje que parecía ir de maravilla, los niños que iban estaban emocionados y aunque muchos de ellos no les agradaban Vivian por conocer cómo era su temperamento la alegría de ese momento superó eso y acabaron jugando con ella, haciéndoles preguntas, diciendole malos chistes y claro que no faltaron los cantos. *Todos estaban emocionados por el nuevo "hermanito" que nacería.



    Claro, esos cantos de esos niños cuyos eran aprendidos una vez eras parte del orfanato y Hyut estaba tan familiarizado con eso que recordarlo creaba un nudo en su garganta.




    Pero no quería alargar su historia, darle detalles a la chica sobre aquello no cambiaría nada.



    Nada.



    —Hyut: Yo…—al ver a Ada notó que ella le miraba tan tranquilamente como si estuviera dispuesta a escuchar todo. Todo. Y ella leyó en él su inseguridad—Perdón…ya lo que pasa después de eso es un recuerdo que no quiero…repetir en mi memoria.



    —Adamaris: Está bien. No tiene que hacerlo.



    Hyut sonrió, triste pero lo hizo. Agradecido con la menor.



    —Hyut: Sin embargo, lo que ocurrió tras todo esto fue lo que me llevó a perder mis ojos. Vivian pasó por algo horrible durante el tiempo en el que perdí la consciencia, tiempo en el que esos tipos retiraron mis ojos…no fui capaz de proteger a esos niños como debía ser, no evité que los usaran y asesinaran, yo fui…—¡Tan débil! Gritaría, pero ya su mente le gritaba aquello. Y lo aceptó— la razón por la que mataron a esos niños y razón por la que ahora ellos están aquí. Todo es mi culpa.



    —Adamaris: No creo que lo sea.



    Hyut negó en desacuerdo.



    —Hyut: Lo soy. Lo soy—reafirmó. Ni un suspiro o un respiro hondo, nada. Y siguió para terminar su relato— Como pudimos huimos de allí, de aquel lugar en donde nos habían llevado, fue solo suerte que el grupo de esos hombres, que ahora yacen muertos, no nos hayan logrado hacernos daño…sin embargo no evitó que Vivian fuera la más afectada, ella fue la que más se esforzó y gracias a ella fue que escapamos. Se negó a dejarme allí, ciego e inútil y aún así me arrastró con ella. Fue tan…



    —Adamaris: Valiente.



    —Hyut: Si—la palabra era la correcta. Y le gustaba como sonaba relacionado a la dama—Siempre lo fue. Y muy fuerte.



    Tenían poco tiempo en realidad, menos de lo que pensaban y Hyut empezaba a sentirlo en su cuerpo, en su ser, en su alma y la manera en la que ésta se consumía…




    —Hyut: Pequeña, necesito que las cuiden, a ambas…bueno, hablo tanto de ellas como al pequeño que agradezco hayan evitado que pereciera en aquel momento. Gracias.



    —Adamaris: Agradecele a nuestro líder Suhail, fue él quien lo decidió.



    —Hyut:—negó meramente— lamentablemente no tendré tiempo, agradecería si lo hicieras por mi.



    Ella asintió con un “hum”. Sentía que esas serían las últimas palabras del hombre.



    Debía cumplir con su voluntad como última petición. Tal como su madre le enseñó.



    —Hyut: Una última cosa…—había mantenido aquella cosa lo más cerca de su ser para que no tuviera oportunidad alguna de escapar y hacer daño alguno. Siempre, durante esos 4 años dejó que la pluma fuera parte de él pero ahora era momento de dejarlo ir— Esto…quiero que lo tengan y que lo protejan de caer en manos equivocadas, es…



    —Adamaris: —al observar mejor la pluma abrió un poco sus ojos—La pluma.



    —Hyut: —se contuvo de preguntar el cómo ella era conocedora de esa cosa—No permitan que el espiral…vuelva a aparecer. Protejan a todos, por favor…es lo único que os pido. Fueron muchos años siendo recipiente de esta cosa. Y fue mucho lo que tuve que perder en el proceso pero ya es hora de que alguien más—lo extendió más a ella, más cerca. Sus manos formadas sostenían a la dichosa pluma negra cuya yacía rodeada en su magnífica aura violeta y negro—...se haga cargo de ella.



    Pero no llegó a eso.



    Hubieron gritos




    Los gritos de Dylan en todo el bosque llegaron hasta lo más profundo de los hogares de los animales del bosque.



    Vivian seguia tocando aquella nota, sin querer abrir sus ojos porque tenía miedo de encontrarse con la realidad. A esa realidad en la que su instinto le gritaba que había peligro ¡Muy cerca! Y que aún así no escuchó.



    Un arma era apuntado a su cabeza y ella lo sabía muy bien…un dolor creció en su pecho cuando escuchó el seguro del arma ser quitaba…listo para disparar.




    Allí, justos en su cabeza.



    " Mi niña, Hyut…¡Los quiero! Lamento tanto no haberlo dicho, lamento que nunca llegué a decircelos pero ya no hay tiempo para lamentarse. Mi pequeño, sea donde sea que estés ahora…a pesar de que jamas supiste de mí, deseo que encuentres tu camino y encuentres a alguien que te cuide así como no pude hacerlo, y nunca podré, te amo…¡Los amo!"




    La brisa fría paso suave por aquella piel que ahora ardia por el dolor, moviendo aquellos cabellos rubios que anteriormente brillaban con un color palido, pero que poco a poco—de un momento a otro—se mancharon descaradamente en un color rojo vivo, justo después de tocar la sintonía quebrada que, pareció haber sido donde dio el último suspiro de aquella alma dolida, porque no hubo ningún otro sonido después de éste.



    Cuando el gatillo fue precionado y la bala salió si titubeo alguno, muy seguro hacia donde daría su impacto y, voló, voló hasta transpasar el craneo de ella.



    Nunca antes había encontrado tanta paz en las caricias del viento, pero ésta era su primera vez y le gustaba.


    Si así era morir entonces mucho antes ella…



    La melodía murió y el silencio llegó como una suave brisa, llevandose los sonidos con ellos y demandando una paz por aquella alma que se iba.



    Y cuya flama jamás volvería.



    .-



    Y él lo sintió.



    Hyut sintió que su pecho dolió cuando algo en su interior dejó de latir. Su cuerpo tembló, sus manos apretaron aquella pluma antes de perder el equilibrio y caer al suelo. Todo a su alrededor de turno oscuro sin vida.



    Sin importancia.




    Nada





    La melodía dejó de oirla, y con ello también la presencia de su compañera desapareció. Se había ido como un último aliento en la tempestad, como una suave pero abrupta brisa de invierno.



    No estaba







    "V-Vivian…"







    —Adamaris: —se inclinó sin saber qué decir, mirando preocupada el estado del hombre. Había accionado como si algo lo hubiese herido de repente. Abrió sus labios para decir algo pero tuvo que retroceder varios metros cuando algo rodeo al hombre y le amenazaba a ella hacerle daño si se acercaba más—



    Un fuego más fuerte que antes lo volvió a rodear para así verse como Hyut volvía a tomar su forma de fénix y se alzaba a los cielos, pero esta vez estaba adolorido, creando en su camino una gran tormenta de fuego que a medida que se elevanaba se iba tornando más y más grande aquel torbellino. Era alimentado por la malicia del mismo espiral cuyo había hecho acto de presencia una vez Hyut soltó la pluma y no fue capaz de sostener por más tiempo su propia consciencia.



    Todo el control se fue.



    Esa cosa ganó.




    Otra vez




    No era él, ya no era él, aún así …se le oía hacer un ruido espantoso salir de su interior, casi ante su sonido partiendo los cielos. Sus ojos, cuyos gracias a la voluntad de la pluma le había otorgado "vista", ahora no demostraban el mismo color amarillo, no más, sino uno más rojizo. Más amenazador.



    Tsuhaya venía corriendo con la niña en los brazos, ella negaba a soltarle por nada porque ante todo Tsuhaya era su caballero de armadura dorada que siempre lucharía en su defenza, ¿No?, Eran los pensamientos de la pequeña ambarina. Y sr aferraba más a él, segura de que encontrarían a su madre.




    ¡Lo haría!



    Claro que en el camino escucharon aquel ruido que rompió al cielo mismo, algo que no era para nada nada bueno tomando en cuenta que, además…la melodía de la dama se habia detenido hace mucho.



    "¡Ésto no es bueno!"




    .-



    Mikhail llegó en ese momento al árbol mágico, finalmente después de recorrer el bosque y reunirse con Diana y Samir, cosa que no tomo tanto tiempo como lo fue dejar a los niños en un sitio más seguro.



    Hum.



    Sin embargo durante el trayecto sufrieron de un ataque enemigo en el que Mikhail decidió encargarse de ello personalmente, diciendoles a ambos chicos que se adelantaran, y así lo hicieron.



    Mikhail salió mareado y muy extraño de aquel enfrentamiento, cuyo extrañamente no fue como lo esperaba. Estuvo cara a cara con uno de los secuaces de la Reina Oscura, cuya aún dormía, y lo que dejó en desconcierto a Mikhail fue lo que vio en este chico que aparentemente no era para nada como lo era el zorro, el cual ya enfrentaron antes o como aquel portador del arpa cuyo él no conocía aún pero ya lo había escuchado antes.



    Éste desconocido le resultó familiar.



    Demasiado



    Fue en pleno camino de regreso que escuchó la notificación de Tsuhaya así que regresó lo más rápido que pudo. No le agradaba para nada ese sentimiento que ahora apretujaba su pecho.


    Mikhail al llegar al árbol vio como ya Samir y Diana estaban allí. Así que dejó de pensar en lo que tuvo que enfrentar en el bosque y se acercó a ellos, pero algo si notó al momento en que sus pies pisaron el terreno, algo estaba mal en todo el lugar, lo sentía, su nariz percibió el olor a sangre así como el olor del rocío en la arena cuando se acercaba con gran rapidez desde muchos kilómetros a la distancia, así de fresco.



    Observó también que algunas zonas de las yerbas estaban manchadas intensamente.




    Tal como si acabase de descender del cielo una lluvia de sangre.



    No.



    ¿…Acaso era posible que…?



    —Mikhail: Samir, dime que…



    Pero paró en seco cuando se acercó al chico y pudo ver mejor lo que ocultaba su figura y que con temblores parecían que en cualquier momento colapsaría. Entonces la vio. Allí.



    Pálida, sin aliento alguno.



    La dueña de esa lluvia de sangre.



    Sin brillo en esos ojos ni en su pálida piel.



    Recostada tan incómodamente apoyando su espalda al tronco del gran árbol.



    Quieta.



    Sin vida.




    Vivian había muerto de un tiro en la cabeza.





    —Diana: No tengo ni la mínima idea de qué ocurrió pero, ella está muerta. Lo más posible es que la niña y el hombre tambien lo esten-



    —Samir: ¡No, no!, ¡Ana!



    —Mikhail: Samir, aguar…



    Samir sintió pánico, miedo de pensar que su hermanita estaba herida o…muerta. Corrió sin avisar ni pensar tanto las cosas, porque principalmente lo más importante era asegurar la vida de Anika.


    Mikhail salió tras de él sin tiempo de pesarlo dos veces. Samir era su compañero desde hace mucho y durante ese tiempo el chico siempre fue un gran apoyo para él, era fuerte, era el más emocional de todos ellos, era puro y en veces muy recto con sus enseñanzas, que él lo abandone ahora sería un acto imperdonable.


    No podía permitir que el chico volviera a perder la razón tal como lo hizo años antes.


    Diana no recibió ninguna orden del líder por lo que ella no hizo nada. Sólo los vio irse y desaparecer entre la espesura de las largas y abundantes ramas y hojas que tenía el árbol y que caían como cascadas en sus costados.


    Sus ojos fríamente ignoraron la escena a un costado suyo. Sin deseos de seguir sintiendo la presencia de la muerte tan cerca suyo.



    No



    Pero aún así…



    En lo que Diana dio un paso para seguir a su grupo paró, volvió a mirar a el cuerpo inerte de la dama aún cuando se juró que no lo haría pero allí estaba. No podía dejarle así, de hacerlo sin duda tendría pesadillas por las noches.



    La dama no es que le haya causado un gran agrado a su persona pero tampoco la odió. Nunca se involucró tanto en sus asuntos, la respetaba por su fuerza como mujer pero nada más eso.



    Así que verla allí, muerta, era algo que no podría superar tan fácilmente sin antes undirse en sus pensamientos y dejar que sus propios sentimientos hagan de ella un huracán en pleno mar. ¿Qué sería amargo? Lo sería, ya lo era, ya lo había probado en el pasado por culpa de sus propias acciones. ¿Qué seguía viendo las sombras de sus pecados del pasado? Si, lo hacía y ya estaba acostumbrada.



    Pero no por eso pensaba añadirle un granito más a ese caldero podrido de memorias perturbadoras que gorgoteaba cada vez más.



    Of course not





    Hubiese dicho su padre.



    —Diana: Tsk—no sentía correcto pensar en su progenitor—



    Tomó la flauta y la guardó bajo sus ropas antes de, con cuidado dejar sus dedos tocar los párpados de la dama y cerrarlos como un acto de respecto a su muerte. Merecía el descanso.



    Y luego se fue.



    .-



    Dylan seguía en el suelo, ya la melodía se había detenido y su cabeza ya no era perturbada pero aun trataba de recuperarse. Aún sentía las punzadas.



    Entonces, sin siquiera esperarlo allí llegó él.



    Una sombra se detuvo frente a él, llamando toda su atención, y cuando alzo la mirada para saber de quien se trataba descubrió que era…él.




    ¡Ese bastardo!




    —Mako: ¿Eres el unico sobreviviente? Ya veo, que lástima. Bien dicen que yerba mala no muere.



    El loco tenía sus ojos desorbitados. Pero en su pecho justo ahora crecía un extraño fuego que muy pronto explotaría.



    .-



    Anika en la espalda de Tsuhaya, quién corría a dirección en donde estaba Adamaris, miraba sobre los hombros la imagen lejana de su hogar, con grandes ojos angustiados y llorosos.


    Esperando encontrar a su madre.


    El fénix en el aire se envolvio en sus mismas llamas cubriendo así su cuerpo, cuyo giró y se cubrió para crear un tipo de cúpula de ésta oscura miasma, desprendida del mismo espiral ya formado casi en su totalidad


    Así mismo poco a poco creando lo que a la vista podía deducirse era…una bomba.



    El fuego, las hondas se incluían ahora, la tierra misma comenzó a temblar. Era más grande la bestia y amenazaba en crecer más. La furia, su dolor era escuchado por los cielos y con sus chillidos amenazaba en partir el cielo mismo.



    El ave lloraba por dolor, un dolor de muerte.



    Uno cuyo no le encontraría consolación.



    Mikhail y Samir ya estaban en un punto de vista de aquel campo, se habían acercado lo suficiente como para hacerse a una imagen clara de lo que estaba pasando.



    Detuvieron sus cuerpos cuando vieron aquella imagen jamás vista, de aquel ser en lo alto envuelto en llamas y que cada vez más crecía más y más. El aliento se detuvo para todos. Tsuhaya se detuvo de abrupto abriendo sus ojos cuando entendió lo que ocurriría, y con gran temor miró esto negando la situación.



    Porque no podía ser posible que justo en frente de ellos…se estuviese creando el mismísimo espiral.



    ¡Dios, no!



    ¡Esa cosa, era imposible que realmente…!





    —Tsuhaya: Hay que salir de aquí…ya no hay tiempo, él está rodeado de la presencia del espiral. ¡Demonios, va a destruir todos! —y gritó— ¡ESCUCHEN TODOS! ¡HAY QUE SALIR DE AQUÍ AHORAAAA!




    Grito cuyo todos oyeron. Adamaris giró sobre su eje, Samir dio un paso en seco en su andar, entonces frente a sus ojos sin poder dar un respiro más el conteo llego a cero y el tiempo se acabó para ellos.



    No, para todos.



    La cúpula tensó su presión, las llamas y las hondas sonaron en un fino tambaleo que creó crateres a su alrededor mucho antes de reventar su propia cúpula, dañando la naturaleza de la mismísima naturaleza propia y luego…



    Detonar.



    Un solo impacto.



    Todo se volvió blanco a la vista. Segador. Un fino sonido que casi reventaba los oidos de todos y por propia voluntad del Fénix o más bien como algo potenciado por parte del mismísimo espiral, las frecuencias se extendieron destruyendo todo a su paso.



    Todo…estaba siendo destruido.



    Lo último por verse en secreto, entre el último aliento, fue como aquella pluma cuya a último momento se liberó entre el agarre del fenix, de ese color tan negro como el abismo, fue razón para que las cosas cambiaran, y para mal; un fino sello a su alrededor se creó y cubrio todo el lugar, abriendo un tipo de portal de dónde desprendía la más oscura aura de destrucción.



    Todo en esa explosión.



    Un aspiral enorme se creó en todo el eje de la explosión y antes de que todo a su paso quedara destruido por completo, la pluma junto al espiral—siendo ésta la misma—desapareció y a su vez, llevandose la parte mas impactante de la explosión.



    ¿Ser considerada un arma? No, porque no lo era.



    ¿Perdonaba o tenía consideración por la vida? Nadie podía hablar sobre ello porque no había nadie que conociera las intenciones de tal calamidad misma.



    Sin embargo esa noche, la destrucción de Foreigntown no ocurrió. No.



    No aún




    Nadie podría imaginar la realidad de ésto, habían almas que estaban destinadas a cosas horribles, que desde su nacimiento habían nacido con un propósito y que lamentablemente por más que desearan cambiarlo, jamás podrían.




    Simplemente habían nacido con un propósito y una vez lo cumplían, debían irse.



    Vivian y Hyut eran ejemplo de esto.



    .-



    La caída de dos de sus familiares hirió más la tierra de aquella isla, el dolor se reflejaba entre los arboles, flores y ríos, la naturaleza tenía una manera tan particular de demostrar su dolor a los demás con señales que no cualquiera entendería, y que solo los residentes entenderían. El dolor estaba allí. Las aves no hablaban pero al ver el cielo oscurecerse por nubes grises y sentir como la brisa cambiaba su temperatura a uno frío, rosando cruelmente su plumaje y maltratandolo en el proceso, era más que claro para ellos que algo había herido a la madre de todos porque…la naturaleza, siempre respondería por las almas inocentes.



    Y madre naturaleza exigía en silencioso castigo por la perdida de esas dos almas.



    La noche ya había caído, el festival había pasado a ser una festividad cultural que seguía para muchos, para reír, celebrar y así mismo recordar…pero también habían otros que, viendo la hora que era, se habían retirado a descansar.



    El cielo estaba iluminado por la nueva luna creciente, la luna que hacía dos horas se mostraba en lo bajo a la vista clara de los mortales, dejando que apenas se reflejará una pequeña parte de su ovalada figura en aquel cristalizado río, solo porque había sido muy pronto para mostrar su resplendor. Algunos ancianos la describían como tímida, tiernamente adorable por ser tan recerbada en salir temprano, con la vergüenza de ser observada por los ojos mortales. Teoría tan ancestra pero permanecía. No dejaba de ser tan repetida entre los jovenes y su creencia solo alimentaba cada vez más esa fuerza mística.



    Tan fascinante.



    La realidad ahora era que la noche no parecía querer mostrar tranquilidad a pesar de haber iniciado como una noche de paz. La luna brillaba hermosamente pero en memoria de aquellos caídos, voluntariamente dio todo de ella porque sentía dolor por ellos. Igualmente, había algo en el aire, algo sobrenatural envuelto en una luz celestial que entre los árboles se movía como una brisa pero cálida…como un alma desconsolada buscando desesperadamente su alma gemela.



    Dando de sí sus últimas llamas.




    .-



    Pidió un deseo.



    Sólo una última petición.



    Su alma antes de desaparecer por completo, antes de irse deseó verla una vez más, porque él era su compañero y ella era suya, así de simple. Su alma corrió hacia dónde estaba ella, donde su cuerpo yacia frío y sin vida alguna bajo las raíces de lo que segundos antes fue el gran árbol…donde incluso aquella explosión masiva había llegado y destruido tal árbol mágico.



    Todo por su culpa.



    Suya nada más




    Hyut se lamentaba por los chicos, tristemente ya no tendrían lugar donde refugiarse. Sentía haber causado tantos problemas, pero era cuestión de tiempo que eso pasará, solo pasaría.



    Entonces pasó lo siguiente.





    Todo había quedado en blanco, los unicos allí presentes eran él nada más, él y el cuerpo de Vivian.



    "Vivian…"
    nunca deseó eso. ¡Nunca!



    Hyut estaba respirando sus último aliento, su vida se iba poco a poco y su flama se apagaría prontamente, era por eso que siendo que ahora estaba yendose, se sentía en paz, se sentía renobado y todo solo por una razón.



    Sólo una.



    Eso significaba que…



    La muerte había llegado a él.



    Y por primera vez sentía alivio y no temor al saber de ello. No. Todo lo contrario.




    ¿Cómo es que tuvo tanto tiempo temiendo le a algo tan simple como eso? Pero ya no, nunca más.



    Porque le daría la bienvenida con gusto.



    —Hyuk: Vivian… —su cuerpo allí, con tristesa extendió su mano para tocarla, porque necesitaba urgentemente sentir su calor, pero…lamentablemente su acto fue demasiado tarde, para cuando se dio de cuenta, de repente todo había cambiado y él ya no estaba en el bosque, ya no estaba en frente de la dama, no, el cuerpo de Vivian ya no estaba, estaba ahora en la nada. Los segundos pasaros y se convirtieron en minutos, Hyut se dio de cuenta muy tarde que ya había dado su último aliento y por eso estaba allí, se resignó a seguir, porque perdido en la nada no valdría la pena seguir peleando. No—



    Luego de los minutos, se levantó sin mucho que decir, pensando que luego de ese paso dado solo debía esperar a que alguien apareciera y le dijera que vendría luego.



    ¿Pagaría juicio por sus actos y no volvería a verla, a ella, a Vivian?



    —Hyut: Solo quiero verla…una última vez, por favor.



    Entonces notó que el ambiente y todo a su alrededor había cambiado de la nada, casi como una imagen que acababa de ser cambiada. Él no se sorprendió del todo por esto pero si miró algo ido el ambiente. Debía admitirlo…hacia mucho que no tenía su vista y justo ahora la imagen que veía era de un hermoso y gran campo abierto donde todo era cubierto de flores amarillas y unas que otros blancas.



    Todo era brillante, hermoso.



    Tan calmado




    ¿Qué era ese lugar?



    —Vivian: Hyut…



    Le llamaron.




    El llamado y su dulce voz, reconocida de inmediato. Fue suficiente para que su semblante cambiara por completo, sus emociones salieron y se emocionó, la felicidad regresó a él y casi sonrió emocionado como un niño con un dulce nuevo pero, decidió que era mejor calmarse y confrontar el momento con calma, si…con calma porque primero que nada ya podía ver, ¡Oh si, claro que podía hacerlo!



    La muerte le había regresado es virtud.



    O quizá igualmente podría ser su lado fénix y en cualquier momento renacería ¿No?



    No pensaría más.



    Hyut se relajó y con gran devoción se giró para encontrarse con una figura deseada. Allí, tan cierto y real. Ella.



    Hyut mantuvo su mirada en aquella mujer de mirada fría, pero que muy en el fondo el veía calidez y un amor tan puro y merecedor de ser correspondido después de tantos calvarios que pasaron juntos, tantos momentos y sabía que ahora sí podría tomarse esos riesgos, lo haría; sus miradas se encontraron como dos amantes que anhelaban su encuentro, él se mantuvo tranquilo en todo momento y ella con sus manos juntas paró sus pasos a 2 metros de él sin apartar en ningún momento sus ojos de los de él.


    Finalmente podían verte, y ya a esas alturas nada más importaba.



    Una brisa sopló y movieron sus cabellos. Hasta ahora dandose de cuenta que estaban rodeados de flores hasta las canillas.



    Ja, que cursi, pensaron ambos, algo como eso no era para nada algo que ninguno de ambos se les pasaría por la cabeza realizar, caminar por el campo lleno de flores ¿Y disfrutar de tan hermosa perfección?



    Entonces, una sonrisa creció en los labios de ambos. En eso sí congeniaron porque lo deseaban. Qué aunque Vivian no creía en el renacimiento aún así estaba dispuesta a creer en ese momento que sin duda sería para siempre.



    ¿Sonreír por felicidad? ¿Finalmente se sentía feliz?



    Reiría incluso si era posible. Si. Producto de la alegría, de saber que finalmente…


    Podrían encontrarse otra vez.


    Y esta vez, sin duda alguna, sería para siempre.



    —Hyut: Te encontré.



    —Vivian: Si...lo hiciste.










    [Fin del Capítulo]






    *Todos estaban emocionados por el nuevo “hermanito” que nacería.
    – esto se hace referencia a que ella estaba embarazada en ese momento.



    Bueno, admito que al escribir cada capítulo no reviso realmente cuántas páginas me toma completar un solo cap y después de editar está V/ Última parte en Word me quedé en shock al ver el número de página que me tomó esta última parte…¡45!

    Oh Dios ..bueno, me gusta profundizar mis lecturas y si esa era la cantidad de pages que se debían de llevar ta’ bien entonces. Estoy conforme ☺

    Aquí abajito les dejo el link del dibujo dedicado a esta última escena.

    https://fanficslandia.com/attachments/vivian-hyut-jpg.83610/

    (Se ha cambiado la location del Link, ya que anteriormente tuve problemas para subirlo a la plataforma, pero ya lo hice! :) )


    Se titula “Vivian & Hyut: Un encuentro”


    Una última cosita, el capítulo trae incluido un extra pero tomando en cuenta que se hizo muy larga esta parte no se puso al final, así que se publicará aparte :)

    Bueno, es todo. Bye
     
    Última edición: 31 Mayo 2023
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    KAMERIA

    KAMERIA " Si caes, levántate y vuelve a intentarlo"

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    Tales of the Last White Rouss-[Saga #0]
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    Total de capítulos:
    75
     
    Palabras:
    4361


    Me disculpo por los errores ortográficos de ante mano :(



    -Extra del Capítulo 12-



    El Nombre de EliOenai

    .
    .
    .





    Después de haber llevado en sus brazos a la pequeña Rouss y dejarla descansar en su cama, remover sus cabellos y acomodarlos aun lado de su oreja, con una cálida sonrisa que le regalo se retiró de allí con el fin cumplir su palabra en encontrarse con su hermano a quien le había prometido verle después.


    No esperaba preguntas por parte suya porque así no era su hermano, tampoco esperaba mantener algún tipo de discusión─de lo cuál estaba seguro que algo así pasaría─ pero se preparaba para lo que fuese que viniera.



    Total, luego del encuentro con la pequeña Leintni extrañamente sus poderes de poder ver el futuro dejaron de funcionar casi en su totalidad, así que debía esperar hasta que todo se calmara.




    La noche aun era joven, no tenían mucho tiempo de haber soltado la lampara y haber pedido sus deseos al cielo. Cuando estas dos almas tan diferentes quedaron en encontrarse una vez más.



    .-




    Antwan estaba mirando las piezas de un reloj antiguo, cuyo había escuchado estaba descompuesto desde hace mucho. Era curioso para él porque nunca había estado allí pero, sentía algo familiar al verlo. Los enormes engranajes frente a él y cada pieza sin funcionamiento alguno pero que en perfectas condiciones se encontraban. Sencillamente se veían intactos pero congelados a causa del tiempo.





    Claro.




    El tiempo





    —Suhail: Ellos guardan el tiempo de todos aquí, a pesar de permanecer congelados. Se considera como uno de los pilares principales de la isla.



    Ante aquella voz el joven fénix se giró y miró sobre sus hombros a el más alto. No dijo nada, no fue necesario decir mucho para dejar en claro que debía hablar rápido sino se iría. No estaba allípara disfrutar de ver su cara otra vez.



    Al final fueron a otro lugar un poco menos oscuro como lo era el interior de ese reloj muerto, buscaron un sitio con iluminación natural, donde la luz de la luna tocase el exterior, así que ahora estaban en la punta de la torre del reloj, con la vista de la ciudad. Sin duda una maravillosa vista que en otro momento, aseguraba Antwan, hubiese disfrutado.



    Antwan estaba parado mirando todo con seriedad, y Suhail en el otro estremo manteniendo distancia.







    —Suhail: Este lugar…dejará de exisitir dentro de unos cuantos años más, y lamentablemente no seremos capaces de ver su futuro—estaba justo a un par de metros de distancia de la de Antwan, también observando el exterior. Solo quería sacar algo de charla antes de empezar a hablar de los puntos importantes que tanto martillavan sus cabezas— ¿Recuerdas cuando mamá nos hablaba de sus momentos de su niñez y cada que preguntábamos si podríamos visitar tal lugar especial solo nos abrazaba y luego nos daba una sonrisa? sin respuesta, nada.



    La pregunta fue directo hacia el pecho de Antwan, porque recordaba claramente esas veces de interrogación infantil en la que nunca recibían respuestas, en cambio solo alimentaban un dolor de una perdida que jamás sería superada y, hasta ahora Antwan era consiente de ésto.



    Ese lugar…





    —Antwan: Este es…



    —Suhail: Unm—asintió, lento, tranquilo, dejando que el aire fresco hiciera de las suyas, y siguió observando la lejanía—



    Antwan no quiso dar a sonar su respuesta como una "afirmación" y caer en la mísma página que su no-hermano había abrierto de aquel libro. No. Porque estaría confirmando que ese lugar era lo que su madre siempre extraño y añoró ver.



    Y peor, estaría aceptado la teoría de Suhail.





    —Antwan: Tsk, maldición—fastidiado por el pensamiento llevó una mano a sus cabellos, frustrados— Nada asegura que todo lo que dices es verdad. Nada.


    —Suhail: Onai-


    —Antwan: Ya basta, Suhail—dejando sonar la molestia en su voz finalmente se giró a verle— ¿Por qué permites ésta reunión? No vale la pena…sabes que te odio-


    —Suhail: Lo sé, demaciado bien —dijo cortandole suavemente. No quería empezar ya con esa discusión– Tengo mis motivos…y uno de ellos era, asegurar tu tiempo de vida. —giró su mirada a él, finalmente correspondiendole a esos ojos grises. Antwan mantenía sus cejas fruncidas— Es bueno saber que todo va de la mano…


    —Antwan: Destruiste el brazalete…aún así ¿Esperabas que siguiera vivo después de haberme arrebatado el tiempo? ¿¡Mi tiempo!? —dijo con molestia genuina. Se giró por completo a él, ya estaba arto de darle vueltas al asunto y de estarse aguantando todo aquello que deseaba decir. No, ya no podía más— Eres patético, por poco suenas como si te preocuparas. Pero ¿Sabes qué? eres un maldito mentiroso así que nada de lo que salga de tu boca voy a creer, nada.


    —Suhail: Lo hago, Onai. Me preocupa tu-


    —Antwan: ¡Dios!, ¡Cierra la boca!. Ésto es inutil —masculló con rabia, ya con sus ojos algo brillantes por la ira. El color carmín comenzaba a reflejarse con facilidad— Yo…no cederé a unirme a ustedes, si es eso lo que esperas de mí, menos me entregaré…tengo una misión que cumplir, así como tu y los demás. Y tu ni nadie más me hará cambiar de parecer. — decidido se giró dando un movimiento de sus manos moviendo abruptamente la pequeña tela esa que antes fue blanca y ahora en rojo guardaba en su bolsillo. Sin embargo paró sus pasos cuando pensó en retirarse— No tendría sentido hacerlo, de todas maneras aseguran que soy el culpable de la destrucción de nuestro hogar, ¿No? Dime una cosa ¿Para qué me querrían con ustedes? ¿No es obvio que implicaria tenderme una trampa?


    —Suhail: No voy a mentir, ellos así lo desean pero puedo cambiar eso.


    —Antwan: Oh ¿En serio? wow…—pero no jugaba, no, no era una broma y por la seriedad de Suhail el rubio desconfió más— No se qué pasa contigo pero estas actuando de una manera demaciado blanda y cercana conmigo y eso…me desagrada. —dijo dandole una mirada fría sobre sus hombros— Recuerda una cosa Suhail. Tu y yo no somos nada.


    —Suhail: Entonces madre no es nada para tí, quieres decir—lo calló— ¿Su sangre que corre por nuestras venas no significa nada para ti?. Si es así, entonces no deberías estar aquí.



    Antwan sintió ofensa ante la mensión de su madre, ¿Por qué siempre tenía que salir con eso? se giró de golpe indignado. Y lo encaró.




    —Antwan: ¡No menciones a madre, ella no tiene nada que ver aquí!


    —Suhail: Onai…


    —Antwan: No somos nada, no somo hermanos, Suhail. Nunca lo fuimos ni lo seremos —sus palabras estaban llenas de odio. Y Suhail lo sabía, sin embargo ese no era el tema que quería discutir con él–



    Le dolía que Antwan negara tanto que eran hermanos, si, dolía a su corazón pero tampoco podía obligarle a cambiar esas ideas. Sentía algo de lastima por el mismo, total, era su culpa que su relación de hermanos terminara de esa manera.




    Suspiró, y mirando a otro punto sintió la brisa soplar y con ello algunos de sus pétalos volaron… mezclandose con el viento mísmo.



    Su frecuencia y cada movimiento, lo sentía.



    Hablaban en un lenguaje que él sólo podía entender.




    —Suhail: Sobre la niña—volvió a tocar el tema, sin vacilar— ya dije que eras afortunado por estar cerca de ella. ¿Podrías cuidar que nada le pasara? Yo cuidaré de ella desde distancia pero no estaré cerca de ella como tú.


    —Antwan: Otra vez con eso…—masculló— déjame decirte una cosa, no me interesa lo que hayas dicho sobre ella y sobre ser nuestra madre, porque no voy a creer eso ni en un millón de años, pero hazme un favor —su voz era más calmada pero llena de frialdad. — no te acerques a ella.




    Era como si durante ese intercambio de palabras se hubiese cansado de seguír discutiendo sin sentido alguno y prefirió la tregua silenciosa.




    —Suhail: —miró a sus ojos, guardando algo de silencio. Y respondió con seguridad— No lo haré, por eso te pido que no la desampares hermano, ya que eres el único que puede estar cerca de ella.





    Antwan no esperaba una respuesta así, sin embargo la aceptó, aunque Suhail seguía insinuando con sus palabras que esa niña…¡Dah! ya no valía la pena seguír con eso.

    Solo recibió un “hum” de respuesta. Esto fue suficiente para Suhail, estaba más tranquilo sabiendo que al menos contaba con su hermano para algo.


    Algo que amaban en común.


    Algo que deseaban proteger y salvar.



    “Eso será suficiente para mí” sonrió.




    —Suhail: La cúpula está apunto de reventar, sus sonidos de clemencia son cada vez mas sonoros y me hacen creer que dentro de poco llegara el final, gritan…en una sinfonía que no puedo ignorar…al menos para nosostros, el tiempo se habrá acabado en menos de lo que crees. Nosotros estaremos esperando para atacar y venír por ti, tal como ha sido siempre el plan, sin embargo hay algo que el equipo no sabe y es que…para ese tiempo un enemigo del pasado se levantará y hará que nuestros planes que llevamos armando por 4 años se vengan abajo, por lo tanto nada de lo que venimos


    planeando desde tanto valdrá la pena, porque ya estaba escrito que así pasarían las cosas—en cada palabra sonaba un tono de seguridad pero de una sólida tristeza y lamento que no fue pasado por alto por parte del joven rubio. Era como si estuviera escuchando una de las revelaciones del azabache—…hum, es irónico, sé lo que ha de pasar, incluso si te aviso de lo que pasará no importará, aunque eso sería ir contra las reglas del manual, pero nada cambiará —su voz se quebró, algo intranquila, sus ojos temblaron en locura y miraron ahora a los grises del fénix, como si le suplicara por una ayuda silenciosa que jamás llegaría. Imposible— nada cambiará, Onai…



    Antwan no le gustaba lo que decía Suhail ahora ni la manera en como lo estaba diciendo, él normalmente no hablaba sobre el tiempo. Escucharle en ese tono le hizo remover algo en su interior.



    —Antwan: Tu no sueles hablar sobre lo que pasara. ¿Por qué me dices esto ahora?



    —Suhail: Eres mi hermano…quiero al menos compartir ésto último antes de desaparecer —dijo con una sonrisa muerta. Pero no le diría que se lo decía ahora porque sus poderes le estaban fallando y ahora el futuro que veía era otro, y que todo parecía ir a peor, que todo era su culpa ¡Suya! Ni su equipo ni compañero lo sabían pero tampoco debían saberlo, no merecían ser desepcionados más de lo que ya estaban de él. No, nadie más tenía la culpa de las desgracias que estaban ocurriendo sino él, pero Suhail no sentía correcto soltarse así a su hermanito pequeño. Dolía…—



    —Antwan: No empieces con eso —negó aún negandose a tragarse su cuentito— debe ser una broma.



    —Suhail: ¿Alguna vez lo he hecho, Onai? —le dio una mirada significativa— Mikhail es quien esta al frente ahora de la vanguardia, él debería de saber esto, tiene el derecho de saberlo y yo…estoy agradecido con él por su apoyo, pero no creo que él se merezca mi silencio. No de ésta manera ¿Esto es traición, no? Una deslealtad hacia un compañero, y Mikhail no se merece eso… —suspiró. Algo oscuro estaba comenzando a cubrir su corazón, su propia alma estaba siendo envuelta en tormentosas sombra y lo más triste de todo es que solo él era capaz de verlo. Nadie podría salvarle. Nadie— Pero informarle de la situación lo desenfocara de la misión y le hará perder la confianza, es lo que menos quiero en estos momentos. Literalmente él se encuentra llevando todo es peso como líder en estos momentos.





    Y sonrió, a pesar del dolor, lo hizo, porque lo sentía correcto.



    Lo único que le salía bien y sin costo alguno a nada.





    —Antwan: Si te has vuelto blando—declaró—


    —Suhail: Tiene. — se removió en su lugar y ahora caminó más hacia la orilla de aquella torre, miró el exterior— Tenemos solo 2 días para actuar, pero seremos atacados por el enemigo…cuyo ellos desconcen. Ellos no estan listos para esto y sé con certeza que habrán perdidas en el trayecto—leía las líneas que con facilidad la revelación frente a sus ojos le permitía leer, cada detalle que veía era importante pero tales detalles debían de interpretarse de la manera más sencillas y menos especificas posible para no crear brecha— Se abrirá el portal que nadie más podra cerra.




    Éste último susurro no fue dicho para que Antwan pudiese oírlo.



    —Antwan: Entonces —dudo un poco en preguntar. Todo por su orgullo pero ya Suhail lo había metido en el tema y debía preguntar— ¿Por qué no les adviertes? ¿Son tus compañeros, no?


    —Suhail: Más que eso…son mis hermanos—vio como Antwan enarcaba una ceja amargamente— Y sí, tienes razón…es mi deber como líder el advertirles pero —calló, levantó su mano hacia la nada y con su mano sosteniendo ese poder del tiempo poco a poco fue arrugando las cosas, haciendo que los árboles temblaran y la brisa se alterara, así confirmando que sus poderes poco a poco regresaban poco a poco a su normalidad. Antwan sintió el cambio en el ambiente, el cómo las cosas parecieron perder sus formas naturales y como el mismo aire parecía tensarse, siendole cruelmente difícil el respirar. Ese simple movimiento de dedos casi causa un caos, pero Suhail de repente se detuvo en sus actos— No puedo decirles de esto que se acerca. ¿Sabes por qué? ¿Onai…? —no recibió respuesta, aun así continuó— ¿Tienes idea de porque no puedo hablar de ello? hum, no, claro que no—y esa pequeña pausa, su voz se apagó— está prohibido hablar del futuro con los demas, hermano.


    —Antwan: Entonces por que-



    Antes de terminar Suhail se movió de un modo abrupto, aún con su mano en alto cuya antes había usado para torcer las cosas, la dirigió a otra dirección apuntando a su hermano ahora, y entonces, con la mirada brillante del controlador del tiempo, una honda de poder se creó en ese momento saliendo de sus dedos. Antwan frunció el ceño cuando sintió el ataque que Suhail le acababa de mandar con el poder del viento, no se lo esperaba así que inmediatamente respondió con otro ataque que fácilmente salió de sus manos, sin dudar en nada y pensando solo en defenderse de su enemigo en frente. Creó una pared de fuego y fue cuestión de segundos para que la diferencia entre la naturaleza de ambos poderes hiciera peso allí y se creara un tipo de barrera en el que el viento repelaba las llamas vivas de ese fuego pero que también potenciaba en crece la intencidad de aquellas llamas, casi pareciendo que en el más mínimo descuido el primero que bajara la guardia tendría la de perder.


    Sin embargo este confrontamiento no duró mucho cuando otra ráfaga de aire mucho más potente apareció de la nada y destruyó ambos elementos cómo si de un cuchillo sobre la espuma se tratara, dejando en el aire, dispersado, algunos petalos y…unas que otras hojitas.


    Hojitas que no pertenecía a ninguno. No.


    Solo a una sola alma.


    Las miradas entre ambos, fuerte y formes, no se hizo esperar la respuesta de ambos. Se entre cruzaron. Heterocromáticos y, grises. Por un momento todo quedo en silencio, nadie mencionó nada en absoluto, por otra parte Suhail estaba quieto mirando a su hermano y Antwan tenía sus manos vueltas puños, sin apartar su mirada de desección hacia Suhail.


    ¿Quién había apagado las llamas?



    —Suhail: Hay una manera en la que puedo ayudarlos…no rompiendo las reglas pero, quedando en buenos terminos contigo. Ambos recibimos el regalo de la blanca…y si lo usamos juntos, será más sensillo enfrentarnos a el enemigo.


    —Antwan: ¿Qué estas diciendo..? —susurró, no queriendo saber lo que ya sabía el quería decir—


    —Suhail: ¿Qué responderas? No lo pido como tu hermano, sé que eso no funcionará contigo, lo pido como el primogenito de la Reina Blanca, y líder Supremo de la Vanguardia, por el bien de nuestro futuro…por favor, acepta unir fuerza con nosotros y salvar nuestro futuro.



    Aquellas palabras quedaron rondando en la cabeza del rubio, quien recuerda que ante aquella pregunta, ante aquella proposición…no llegó a dar respuesta alguna. ¿Era posible volver a confiar en alguien, y más tratandose de un fraude y mentiroso como lo era Suhail?


    No lo creía.



    Imposible.




    —Suhail: O al menos piensalo, porque el tiempo se acaba y si esperas mucho, terminarás aceptando pero en los peores de los caso.





    Oh claro, y aparte lo apuraba ¡Que se fuera al diablo si quería!













    Sin embargo, Antwan jamás se había lamentado tanto de algo cómo lo fue no haberlo escuchado en esos momentos.


























    […]​







    —Onai…



    No respuesta, nada. Solo silencio.



    —Onai…



    Nada, nada de nada.



    —Onai, por favor, contesta.





    Porque le valía un bledo lo que quería ese ojos raros, ¡Ja! claro, cómo si luego de aquel encuentro harían como si nada y ahora si le hablaría de lo más normal, cómo dos hermanos que no se llevaban bien y de la nada el amor entre ambos floreció.



    ¡Si cómo no!



    Como si esas cosas pasaran.



    ¡Tsk! Cómo no se muere de una vez y me deja en paz, ¡Le haría un gran favor al universo!






    —Pero que malo eres pensando así de mí, Onai…¿Morirme? ¿En serio quieres que me muera?



    ¿¡ Qué demonios…!?




    Todo su cuerpo, cuyo estuvo un buen rato allí recostado en en el tronco de un bello árbol ubicado


    al rededor de la zona en donde podía apreciarse el parque Miranda, después de escuchar aquella vocecita justo a un lado suyo, no hizo más que alterarse y de golpe pararse de su lugar y enfrentar con ira a ese bastardo hijo de..!



    —Cuidado, cuidado con eso que piensas de mí y lo que estás por decir Onai, mi madre es la tuya igualmente ¿Lo olvidas?


    —¿¡Cómo voy a olvidar lo teniendo justo en frente de mi al bastardo que no deja de molestarme con su asquerosa presencia, eh!?


    —Auch, eso si dolió—era todo un dramático sin remedio y era lo que más irritaba al rubio quien acabó rodando los ojos— Aunque, eso significa que si admites que somos hermanos…¡Bien! estamos avanzando.



    Y esa sonrisa tonta.




    " ¡Ahhh! ¡Cómo lo odio!"








    —Yo también te amo, Onai.


    —¡Ya! ¡Ya cállate de una vez, déjame en paz! ¿¡Quieres?!


    —Pero ¿Qué dije esta vez…?


    —¡Sólo deja de molestar y vete, vete de una vez! Ya hablamos, ya me revelaste del apocalipsis que viene, me atacaste y aclaramos las cosas, me pediste unirme a ustedes y ya di mi respuesta, así que-


    —¿Y no crees que es mejor si me acompañas a ver a los chicos y luego reconsideras unirte al grupo?


    —¡Dios, no! ¡Claro que no haré eso, imbécil! —ya harto se apartó de su corto espacio, todo culpa de Suhail, y soltando un sonoro bufido llevó ambas manos a su cintura. Miró el camino al frente que lo llevaría camino a casa. Si…a esa mansión vieja que consideraba por ahora su casa. El viejo debe estar esperando. Supongo luego me hará interrogativas sobre lo que pasó esta noche. Y Por primera vez se sentía cómodo con la idea. El sentimiento era cálido— yo…tengo que volver.


    — Ya veo, tienes un lugar a donde regresar—y ese sonido de comprensión, sonó tan triste pero aún así Antwan no se giró a ver al azabache para confirmarlo— Yo igual, hum. Creo que…ya es momento de irme.







    Se creó un silencio luego de aquellas palabras, porque no hubo más intercambio de ellas. Suhail se preparaba para retirarse de una vez, listo para regresar con su grupo, sin embargo, aún con algo pendiente que debía de completar, apenas ejecutando dos pasos hacia adelante, luego de darle una mirada rápida pero detallante a las calles y a los edificios al frente, decidió en darse la media vuelta y por última vez interrogar a su querido hermano.


    Quería escuchar su voz esa última vez.





    —Onai.


    —¿Qué? —contestó irritado alargando esa última letra, dándose la media vuelta para darle una mirada irritada. Al menos contestó—


    —¿Sigues dudando que la pequeña Leint…?



    Su pausa, cuya pausa le dio la libertad a Antwan de fruncir el ceño.


    Pero Suhail no se detuvo.




    —¿No crees que sea mamá?


    —No, claro que no.


    —¿Por qué no lo crees?


    —No necesito creerlo porque sé que no es mamá.


    —¿Por qué estas tan seguro?


    —¿Por qué debería de no estarlo? —ya se había girado por completo— No hay manera de que ella sea nuestra madre, no la hay.


    —¿Y quién asegura que no sea así?


    —¿Y quién asegura que si? —más irritado—


    —¿Acaso no crees en las pruebas que hay sobre eso, Onai?


    —¡¿Pero de qué demonios estás hablando ahora!? ¡Pruebas, sí claro, pruebas! ¡No hay ninguna!


    —Claro que si la hay, solo que no te quieres dar de cuenta de ello—insistió—


    —No, porque no existen tales pruebas—dio un paso adelante. Molesto, muy molesto— Y de haberlas ya lo hubiera sabido de ante mano.


    —Entonces significa que ya lo sabes desde mucho antes, ¿No es así, EliOenai?


    —¿Q-Qué..?





    Suhail sonrió.



    Antwan no esperaba oírle llamar por su nombre otra vez. Jugo con él. Otra vez.





    —La única forma que había de romper el sello que tenías era de que un familiar de sangre te reconociera, diciendo tu nombre en el acto, esa a sido siempre la condición ¿No? —sus palabras dejaron en silencio al rubio. Lo estudió con la mirada—Pude sencillamente haberlo hecho si hubiese querido, total eres mi hermano, pero sabía muy bien que ese no era mi papel en ese momento, porque tu estaban enfrascado en pasar ese proceso sólo y si hubiese interferido no hubiese solucionado nada, ¿No es así?, para ti hubiese sido una burla de mi parte. Sin embargo ocurrió lo inevitable, algo que no viste venir.




    Claro, porque estuvo al tanto de él en todo momento, desde que sintió su presencia cerca a ese festival, por "pura casualidad" no despegó sus ojos de él, y sólo porque desde hace rato venía vigilando a la niña, solo que durante el trayecto no creyó que el camino de la pequeña y la de su Onai se cruzarían de esa manera.


    Diría que fue suerte, pero sabía que no lo era.


    Diría que era el destino pero…

    A veces él mismo dudaba de eso, así que simplemente aceptó que ésto fue un milagro.







    — Una niña "humana", como la sueles identificar, a quien conociste hace pocos meses, de la nada aparece envuelta en problemas y sin saber el porqué solo la ayudas, sin importar si te reconoce, arriesgándote a que mire tu rostro y descubra que el chico que tiene en frente es el mismo que ha estado vigilando sus pasos desde algunas semanas pretendiendo ser un simple Mimo-


    —¡No deberías de saber eso y mucho menos debería de importarte!


    —Lo sé porque así como tu también la e estado vigilando todo este tiempo, sólo para asegurar que ella se encuentre bien.



    Antwan chasqueó la lengua ya irritado.



    —No me compares contigo, acosador. No lo hacía por ella, corrige eso. No la protegía.


    —Lo hacías inconscientemente, tus actos solo aseguraban que la ruta que la niña usualmente tomaba de camino al trabajo era totalmente seguro, luego que cumplías tu trabajo desaparecías, así como sin más. ¿A poco me equivoco? —aunque sonara muy arrogante no lo decía con intención de molestar al chico— Todo esto quizá lo hacías sin un objetivo en mente o tal vez si, sea lo que te haya impulsado a hacerlo fue la razón para que el camino de ella y el tuyo se cruzaran, dandote la oportunidad que yo jamás tendré.


    —¿Y cuál sería—dijo casi en arrastra después de un rato. Irritado, o más bien tratando de sonar así—



    Suhail desvió su mirada lentamente a su derecha, y observó las mayas alrededor del parque. La noche estaba tan calmada.




    — Reconocimiento.

    —¿Eh?

    —Eso que ocurrió en el muelle…Ella dijo tu nombre, y luego de eso pudiste volver después de casi haber muerto. El sello en tí solo amortiguó la condición de tiempo límite que tenías por parte del brazalete destruido, así dándote una oportunidad, vuelvo a reiterar, fue posible porque la pequeña estaba allí, fue posible porque había alguien relativo a ti contigo, con la misma sangre, gen…un familiar.


    —...No sigas.


    —Ella te dio el reconocimiento, Onai.


    ─¡Que no sigas!


    ─Que no quieras verlo no es mi problema Onai, pero algo si quiero que tengas en cuenta y que te quede claro.



    Sus poderes estaban renovados, finalmente estaba completo y no sabía si era eso o si era la tensión que estaba sufriendo por la negatividad de su hermano pero, estaba comenzando a sentir algo extraño en su pecho.


    Así como un mal presentimiento.



    —Antwan no es tu verdadero nombre, EliOenai lo es, que ella lo haya pronunciado y que haya podido romper el sello solo significa una cosa…sólo una.




    Entonces el corazón de uno se detuvo casi en abrupto, así como el aliento mismo. Dos par de ojos plateados, brillantes como la mismisima luz de la luna, se abrieron de par en par cuando la realidad le golpeó en el rostro e inútilmente se le fue imposible seguir sosteniendo su negativa.

    Porque luego de oír aquello era simplemente imposible y sabía claramente el porqué.


    Claro.



    Suhail le había aclarado todo.



    Y no era capaz de creerlo aún.





    —M-Madre fue quien…


    —Si. Ella fue quien te dio ese nombre, y ella es la única que podía salvarte por tal nombre.



    Porque no había más condición.



    Sólo ese.



    Y Antwan, muy tarde, se dio de cuenta de la verdad.
















    Con tantas dudas, y con tantas preguntas que quería hacer.


    Lamentablemente, para él, ese fue la última vez que llegó a intercambiar palabras con Suhail.

    Al menos, la última vez en la que era él mismo.








    [Fin del Extra]
     
    Última edición: 7 Junio 2023
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    KAMERIA

    KAMERIA " Si caes, levántate y vuelve a intentarlo"

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    Tales of the Last White Rouss-[Saga #0]
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    Capitulo 13_ "Bermellón


    Tales of the Last White Rouss

    Saga N° 0: Hijos del Futuro



    [I Parte/ III]


    .


    .


    .




    [ Deya era tía de la menor llamada Leintni Roussh Lin, una joven abogada con grandes logros y maravillosas metas logradas para una joven que solo contaba con 24 años de edad. Era hermosa por naturaleza, el trabajo duro le había robado en veces su tiempo para dormír, causando en su rostro algunas apenas notables ojeras formadas bajo sus ojos, pero no era nada para alarmarse. Deya, ya con su corta edad había logrado levantar su propia empresa, " Compañía Co Juguetes ´Wings´ " no había nadie en todo Foreigntown que no conociera de ella y su marca. Sin embargo, ésto solo causaba la envidia de muchos y la competencia de los grandes]


    Pero para ella solo valía una cosa todo su esfuerzo.

    No había nada más importante que seguír luchando por la seguridad de su amada sobrina.



    .-



    Las oficinas algo grises, bañadas en una fragancia dulce con un toque amargo pero nada escandaloso como para no ser tolerado, llenaban el ambiente como un calmante a él olfato. La reunión entre los CEO's y los propietarios mismos de las demás compañías había acabado y como énde, los teléfonos en manos no se hicieron esperar.


    Se había cuadrado una reunión con tema a los progresos que cada quien había obtenido gracias a los aportes que aquellos anfitriones en la mesa redonda habían sido participe durante las campañas publicitarias a inicio de aquel año. Deya no contaba conque, para ese tiempo, ella también la contaran entre aquellos planes ya que como tal, su compañía no se relacionaba en la automotrís, no manejaba la madera o el medio de grandes exportaciones así como lo eran las compañías madres, con las cuales justo ahora tenía un ligero rose—no con todos, sino con una en espécifica— y debía lidíar con esto.


    Y es que este era el caso; a el gobierno se le ocurrió la brillantícima idea de pedír a las cabezas de cada corporación, fuese la que fuese, todo aquel que manejara una marca lanzada a los mercados de todo Foreigntown, una participación completa de sus ingresos cuyos serían inyectados a la casa de hogares, talleres, escuelas y en otros rincones cuyos tan solo eran adornos manejados por el mismo gobierno, en donde una parte de esos ingresos serían bonos de apoyos a aquellos necesitados. Ok, todo eso no parecía tener algún sentido para muchos de los cabecillas. Deya y muchos otros lo pensaron al principio.



    —¿Con qué fin debemos nosotros aportar en algo que no nos beneficiará en nada?— preguntó uno de los chivos grandes. Recargado relajadamente en su asiento, llevando en su mano un dulce a medio comer y con su otra mano hacía presión de una carpeta amarilla puesta sobre la mesa de cristal frente de él— Podríamos invertír todo ese dinero incluso en bares y le aseguro que tendríamos más rendimiento.



    Más de uno pareció de acuerdo con la idea, total estaban hablando de dinero, ¿No? Fue turno del hombre de ropas blancas y anillo de oro hablar ahora.


    Su voz era rasposa.


    — Hablamos de una suma de dinero realmente razonable, no hablamos de dejar a nadie aquí en banca rota, sin embargo por sus expresiones parece que todos prefieren desechar su dinero a medios que al final serán arrastrados por las alcantarillas— su dedo meñique, tocando su propio mentón dejaba claro a la vista aquel anillo dorado— son tan mundanos…y a la vez me dan algo de repudia. Hum, entiendan algo señores—se enderesó dejando su mano sobre la mesa de crsital— el dinero será inyectado a estos sitios con el fin de engrandecer las riquezas de nuestra isla, el comercio aquí es muy bienvisto pero nuestra economía no es tan fuerte como pensamos.


    —Claro, como en todo el mundo.


    —Si, un típico decaimiento. Pero quiero que entiendan algo, esto no es por el gobierno, no es por la casa blanca o por nosotros aquí…esto es para los necesitados, aquellos que recorren las calles incansablemente cada día buscando una manera de sobrevivir, los que se esfuerzan pero no ven frutos, los débiles que son inmulados, esto es para darles un futuro…¿Soy entendido? No será una inversión en vano. Sin embargo, bien sé es su dinero, es elección suya si están dentro del proyecto o no.



    Entonces hubo silencio.


    Más de uno negó con sus rostro sombríos sin poder creer las ideas del Gran líder sentado en aquella silla dorada. ¿Ese hombre, realmente merecía seguír sentado en aquella silla? Cargando con ideas tan fantaciosas de un soñador ingenuo, luchando por cambiar el mundo. Estaba loco, quizá la vejes le estaba comenzando a pegar.


    Éstas eran las ideas de muchos, sin embargo no es cómo si pudieran hacer algo al respecto, no sólo se trataba de el Gran líder sentado en aquel pequeño trono de la casa blanca, no, el tipo también era quien llevaba en mano la organización más grande y problemática de todo Foreigntown, FECAN, siendo el presidente y la persona quien tenía la última voz de decidír qué hacer con los abusivos de los casos de maltrato de niños, junto a el juez de la nación concluían cuanto tiempo de carcel estos tipos tendrían e igualmente, era quien administraba directamente el Hogar en el que las pequeñas victimas, luego de salvarlos de sus trágicas vidas venían a ser parte de este nuevo hogar en el que a partír de ese momento eran los protegidos del gobiernos pero igualmente les pertenecerían.



    Jak-Machain no era cualquier hombre. Para nada, tenía una alta influencia de toda la región.



    Deya en su lugar, quizá a su momento no debió poner ese gesto, el mismo que todos pusieron a ese momento, quizá fue erroneo de su parte no decír nada, total el hombre tenía razón y sus ideas no eran descabelladas, bueno si, un poco, sonaban muy hermosas para ser verdad pero debían ser francos. Nadie allí trabajaba para darle a los demás, y si lo hacían debían recibir el triple a cambio.


    La idea era buena, no era más que una estrategia para aumentar el comercio en la isla, ayudar un poco para aquel que quisiera trabajar, más tarde luego de los 7 meses cada aportador recibiría una suma de $100.000.000 grandes con otros ceros incluidos, un número que superaba a la pequeñes que aportaron al principio, pero no todos sabían de estos, solo el Monarca sentado en aquella silla dorada sabía lo que hacía y tenía esperanza que para ese proyecto al menos un 50 porciento (%) de las compañías aliadas le apoyasen, lastimosamente no fue así, pensando que, en vez de ganar más bien tendrían perdidas en sus negocios tan solo le dieron la espalda y lo dejaron sólo en aquel proyecto.


    Proyecto en un futuro podría salvar vidas.


    Tan solo un 5% estuvieron de acuerdo en progresar, darle play a aquel proyecto. Y gracias a eso, para finales de aquel año la isla había crecido su comercio y la economía había aumentado. No fue fácil pero lograron mantener en estandar y perfecto equilibrio las acciones, añadiendo que tuvieron el mayor apoyo por parte de los civiles, fue suficiente para mantener la campaña a pie.


    Había pasado el tiempo y luego de aquella reunión muchos simplemente se alejaron y los que quedaron fueron aquellos de acuerdo a ser partícipes de aquella campaña; tan pocos pero lo que buscaban era la calidad no cantidad.


    Deya Rouss era una de las que recapacitó y decidió aportar una moneda. Ella sabía lo que era trabajar duro y la idea de hacer algo para mejorar su isla le hacía asentir sin dudar.



    —Señorita Rouss.



    Un día normal, después de levantarse temprano, bañarse y tomado el teléfono para ordenar algo para comer, después de destapar la charola con su comida recien preparada, comer un poco y disgustar de su magnífico sabor, una llamada entrante le hizo cortar su momento de tranquilidad, pensando que se trataba de su sobrina Sarah, conquien mantuvo una conversa muy amena la noche anterior, al tomar el móvil se dio de cuenta que no era ni más ni menos que una llamada directa desde la casa blanca. Esto solo fue el inicio de su día. Del resto no fue importante, ordenó a los de limpieza que no prepararan su comida, ella no regresaría hasta el siguiente día, partió a el puerto donde tomó el tren que la llevaría al otro lado de la isla en la región más fría de toda la isla llamada Santa Luz. Una vez allí se dirigió a los enormes terrenos donde se hubicaba la casa blanca y su gran seguridad. Debía admitir que eran pocas las veces que había entrado a ese lugar y esta era su segunda vez.


    Por el frío infernal que allí había aceptó sentarse en un embellecido enmueble en una salita de espera donde había una pequeña y hermosa chimenea, el ambiente le daba un aire navideño a todo a pesar de saber que faltaban 2 meses para esas fechas, pero eso si, todo era muy cálido. Deya estaba muy consentrada bebiendo de su cálido té, ofrecido hacía 3 minutos atrás, cuando escuchó la voz de un hombre llamarle.


    Al ver de quien se trataba inmediatamente se levantó.



    —Deya: Mayor Jak-machain —con un saludo respetuoso dio un asentimiento, pero el hombre levantó su mano para que se detuviera y la invitó a sentarse de nuevo—


    —Mayor: Vuelva a sentarse señorita, esta bien.



    Una vez se sentaron el hombre comenzó a hablarle de el proyecto, aquel que dieron play a inicios de año, el logro y ayuda que brindaron a muchos, cómo gracias a su ayuda la economía había crecido y estaba realmente agradecido por ella ser una de los anfitriones de estas campañas. Ella era sincera, amaba su trabajo pero lo que si no toleraba eran los agradecimientos que las personas en veces le sobre-daban.


    Pero ¿Cómo detenerse a no agradecer a esa maravillosa mujer? Siendo tan joven y una completa novata que por primera vez participaba en una de esas campañas, fue la que más destacó y quien aportó más que nadie que haya estado allí. Jak-machain estaba agradecido.



    —Mayor: ¿Cómo no agradecerle? insisto, ha sido nuestra salvadora y no estaría más que orgulloso que aceptara mi proposición.


    —Deya: Y yo vuelvo a insistir. Agracezco su proposición pero no lo acepto.


    —Mayor: ¿Por qué no? ¿No es suficiente? Desea algo más como-


    —Deya: ¡Oh no, claro que no!, que pena, obvio no pediría nada. —suspiró algo apenada por la gran benevolencia y la insistencia de ese hombre de agradecerle pero debía dejar las cosas claras— Escúche, el proyecto fue un éxito, gracias a los cielos fue de beneficio para nuestra isla lo cuál era el objetivo, no sabe cuanto me alegra eso, yo amo mi trabajo, no hay nada más que me haga feliz que trabajar en pos de esos juguetes porque sé que al final harán felices a muchos niños, así mismo me hizo feliz hacer esta campaña porque sabía que sería de beneficio para todos; pero entienda una cosa, mi trabajo no es por dinero, tengo mis necesidades pero lo que aporté no fue por querer algo a cambio.


    Su rostro era cálido, a su vez mostraba una seriedad y seguidad que a todo que le miraba no podía evitar sentir cierto escalosfrío; no era miedo, no era terror, era más bien admiración.


    —Deya: Los $100 grandes fueron suficiente, no necesito tomar un cargo en el gobierno, un lugar en la casa blanca suena demaciado para mí, es una gran oportunidad pero, soy abogada y como tal tengo muchas responsabilidades.


    No sabía si fue estúpido o sensato pero creyó que fue lo mejor no aceptar aquella proposición. Se negó, el hombre insistió porque realmente la quería allí, el título de abogada no sería problema, total le daría más bentaja a su favor y podría obtener un lugar especial allí, pero Deya insistió que para ella eso no era importante.



    —Tengo una familia que proteger. Con permiso.



    [Deya Rouss. Una joven abogada, 24 años. Sin compromiso, tía de Leintni, Sarah y Derint Rouss, hermana menor de Dreytt Rouss. Dama amante a su trabajo. No era ambiciosa, le gustaba trabajar, era hermosa por naturaleza, talentosa, con un temperamento algo fuerte, seria pero ante el mundo siempre tenía un rostro espléndido y alegre. Una gran dama, una mujer fuerte.


    Luchaba cada día y todo por proteger a su pequeño pétalo de rosa]



    .

    .

    .


    ''Inicio"


    .

    .

    .


    5: 00 AM - Mie.


    El teléfono sonó.




    —Deya: Buenos días Sarah, ¿Cómo estás dulzura?


    —Sarah: Buenos días tía, estoy bien, pero llamaba para saber…¿Qué te tiene tan ocupada? —su voz sonaba como siempre, torcida, seca, nada amable o dulce como debía sonar una jovencita de su edad— Esperaba escuchar que ya estarías en casa pero me entero por Deritn que aún no te has aparecido.


    —Deya: Vaya, suena muy acusativo tu tonito, pero entiendo. No pude salir la fecha que prometí, por cosas de trabajo que sabes muy bien no puedo ignorar, llamé para cancelar todo como prometí pero a último momento recibí una llamada directa desde la casa blanca, querían verme.


    —Sarah: Ha dicho, ¿La casa blanca? —sonaba algo dudosa y sorprendida—¿Para qué?, ¿Qué querían?


    —Deya: Te diré pero no ahora, estoy en medio de mi desayuno y-


    —Sarah: Entiendo, disculpe por molesar.



    Pero el tono en que hablaba era muy neutro, Deya rodó los ojos tras pensar que su sobrina estaba haciendo un drama y si era así era por algo.



    —Sarah: Llamo desp-


    —Deya: Sarah, aguarda, no hagas drama, suenas como tu hermano así —rió un poco—


    —Sarah: No es drama. Y no me paresco a ese—calló, se le escuchó suspirar— Llamaré después tía, bendición.


    —Deya: —sonrió internamente, sabía que su sobrina estaba bien—Dios te bendiga mi niña. Oh y, salúdame a ese cabezón. Cuidate sobrina.



    La llamada una vez cortada no fue más que un detonador a dejar el ambiente en un total silencio, tan frío y profundo pero no era de extrañarse, total apenas eran las horas de la madrugada y el sol aún no salía por completo. Deya no sabía qué tanto hacía su sobrina estando despierta a esas altas horas, su llamada era inesperada pero conociendo la actitud de su sobrina no era tan raro, esa era otra aficionada al trabajo y sin duda algún día no muy lejano sería exitosa.



    —Deya: Mmm, algún día. Tengo fé en ti.



    Había rechazado ser parte de su firma, Sarah luchaba por lo que quería, siendo así entonces no era tan raro que se negara a trabajar con ellos. Le deseaba lo mejor, aunque le preocupaba mucho los medios que su sobrina usaba para destacar en el mundo sabía que precionandola tampoco ayudaba.


    Solo esperaba que en su camino pudiera conseguir a ese compañero especial.


    El desayuno quedó en segundo plano una vez su barriga se sintió satisfecha o simplemente el apetíto desapareció. Aún sin peinar bien su cabello y vistiendo con una simple bata para dormir de color lila se acercó a la mesita pequeña en la salita donde tomo una tablet y la prendió, buscó una página sin mucho esfuerzo y al abrirla la red se encargó de mostrarse los acontecimientos que horas atrás habían ocurrido.


    –" Los niños del orfanato en Villa Neoma, finalmente habían sido encontrados de una manera misteriosa. Los policías se encuentran en un arduo trabajo de encontrar la raíz de todo éste desastre, el causante y cabeza encargado de realizar estos planes tan retorcidos. Sin embargo aseguran algunos niños que no sufrieron ningún daño y, un joven de al menos 17 a 20 años fue quien condujo el autobus, trayendolos hasta el orfanato sanos y salvos. Así es como lo describen "—



    La prensa había hecho un gran trabajo, como siempre, de entrometerce y siempre estar en los lugares correctos a tiempo. ¿Cómo era esto posible?



    .-



    Una hora antes.



    Muy de madrugada, o quizá muy de noche, no sabía qué horas eran pero aseguraba que pasaban de las 4 AM, él debería de haber visto la hora antes de entrar a la residencia pero no lo hizo, fue insensato y justo ahora se encontraba de camino hacia el baño de "su" casa. Claro, la casa familiar.


    Su cuerpo estaba cansado así que hacer que sus pasos fueran casi de un muerto no era trabajo duro, Freddy tenía resistencia, si, el de un vampiro pero sabía cuando pasaba sus límites. Que estubiera a esas horas recorriendo los pasillos de aquella manción era sospechoso y más si no le había informado a su chofer-mayordomo. Ignoró ese hecho por el bien de ambos, de Birian y de Derint a quien, aseguraba, las sabanas debían de estarlo cubriendo justo ahora, tal como debería ser con él. Pero no, ahí estaba él, tomando camino hacia el baño en plena hora de la madrugada…


    Luego de recorrer el camino logró entrar al baño sin problema y en silencio. Cansado estaba su cuerpo, si, su rostro demostraba lo demacrado que estaba; retiró su chaqueta, luego su camisa dejando abajo una simple guardacamisa de color negro. Se acercó a el laba manos donde abrió la llave y tomó algo de agua, si, fue mucha para enjuagar su cara, estubo así al menos por 2 minutos hasta que sintió que la calma finalmente llegó a él.


    Su cabeza daba vueltas, quizá por el cansancio y la falta de sueño, sus ojos estaban cansados y apenas los alzó para mirarse al espejo y descubrir su imagen, descubrir ese rostro pálido que justo ahora solo mostraba cansancio. Parecía un zombie.


    Lo que acababa de pasar horas atrás, lo que él hizo…¿Habría estado bien?






    [ Momentos antes en la noche, lo que ocurrió en realidad ]





    Aquella noche fue demasiado particular para él, no porque hubiese sido mala pero tampoco había sido tan buena. Freddy aseguraba que el destino variaba de la suerte pero ahora lo que no sabía era si había sido suerte…o realmente el destino.


    .


    Después de concluír en que se reuniría con aquel que le había contactado, iba en pleno taxi cuando por alguna razón el auto se apagó y a él no le tocó de otra que bajar. Fallas de motor. Miró su reloj y luego el cielo, notando que no era tan tarde y que aún le faltaba algo para llegar al lugar citado. Salió del auto y comenzó a caminar.


    Pero no caminó no más que hasta el inicio de la otra cuadra cuando frente a sus ojos vio venir un autobús que según reconocía a la perfección, pero…no sabía de dónde.


    Y al poco tiempo creyó reconocer lo. Ese autobús… esos colores y el logo grabado en la cubierta del móvil le trajeron fuertes memorias de su pasado, cuando estuvo en el orfanato. Freddy sintió un sabor amargo en sus labios al recopilar aquellas memorias que creyó muertas.


    Él se detuvo por el sonido de los cauchos, de repente el frío le hizo abrazarse a sí mismo y algunos mechones de sus rubios cabellos se movieron entre el viento. Esperaba que el autobús que venía simplemente pasara de largo….pero en cambio…vio como a 5 metros de él se detuvo y de repente el motor fue apagado. ¿Eh? ¿Había ocurrido algo? Creyó que se trataba de alguna falla del mismo motor y pensaba pasarlo en alto pero, un sonido, ruido proveniente del autobús llamó su atención.


    Eran las voces de muchos niños hablando, alarmados, preguntándose ¿Dónde estaban?


    Fue allí que entonces el Jameson comprendió la situación.


    Freddy rápidamente dio un par de pasos al frente y, al escuchar algo más de las voces aceleró su paso y corrió hasta el autobús. Miró apresuradamente las condiciones del auto, estaba bien, las ventanas cerradas y claro…desde afuera pudo identificar que adentro habían solo niños…muchos niños con una misma característica que fue lo que lo desconcertó. Eran rubios, con ojos rasgados. Ellos, todos le miraban. Esos niños eran…


    Quería que solo fuera su imaginación pero no, ¡Realmente eran esos niños!


    Miró a la puerta, cerrada e inmediatamente se apresuró a tratar de abrirla…


    Freddy no se preguntaba el qué hacían esos niños allí, sin la supervisión de un adulto o porque habían salido del orfanato, ya él se hacía una idea del porqué, estaba familiarizado con el tema, lo que quería saber era…¿Quién había manejado el autobús y llevado hasta ese punto.?



    .-


    La madre principal o la señora a cargo de los niños del hogar de huérfanos, justo ahora se encontraba agitada, ansiosa a causa de la situación. Los niños habían salido hacia la ciudad para así ver la noche de luces, sin embargo en el camino el autobús fue asaltado y los niños capturados.


    Justo ahora la mujer hablaba con un policía quién asentía atentamente escuchando el testimonio de la dama mayor. Aseguraba que un chico de alrededor de 18 años había llegado y traído a los niños en el autobús, que había sido el responsable de que los niños estuvieran bien… ¿Cómo? No lo sabía. El chico se había retirado rápidamente antes de recibir cualquier tipo de interrogación.


    —Mako: ¿Entonces dice que, un chico de alrededor de los 18 años apareció trayendo el autobús en donde estaban los niños del orfanato? Quienes iban de camino a la ciudad cuando fueron atacados y abordados. —Repetía teniendo en mano una libretica con notas—quién le atacó tomó el autobús y se alejó de la ciudad, sin embargo no saben que ocurrió y milagrosamente este chico apareció con los niños a salvo. ¿Es verdad esto?


    —Dama: Señor oficial, le aseguro que yo misma no podía creer lo que estaba viendo, nosotros…ya habíamos sido informados del ataque a el autobús, pensamos que una vez más habíamos sufrido la misma desgracia de hacia 8 años atrás, Hum…esos niños no se merecían esto.


    —Mako: ¿8 años atrás? — Murmulló. La señora miro hacia donde estaba otra mujer quien estaba siendo interrogada por alguien más y estaba cubierta de una sábana—


    —Dama: La srta. Gloria informó a los medios y así llegamos a saber de la situación —negó lentamente— no puedo entender…cómo alguien en el mundo quiera hacerle daño a estos niños. Nuestros pequeños…No tienen culpa de lo que son.


    Dijo la dama con total desacuerdo y dolor en su voz, negando y abrazándose a si misma.


    —Mako: —asistió guardando la libretica. Carraspeó un poco— Nosotros nos encargaremos del resto, gracias por la información. —se despidió dándose la vuelta luego para retirarse— Si llega a saber algo de el joven, infórmelo de inmediato, podría ser un sospechoso en este caso.




    La dama abrió sus ojos sorprendida, viendo al oficial retirarse, subir a la patrulla y luego salir de allí.


    Ese chico…


    La dama tenía sus propias dudas.



    " Dudo mucho que sea así, aún así…se fue demasiado rápido”





    Recordó la dama.




    “Flash Back”



    El chico era alto, piel clara y aparentaba unos 18 años. Había traído a los niños a salvo, todos estaban asustados y corrieron inmediatamente hacia el interior del hogar. El chico no dijo mucho, quiso irse de inmediato.


    —Dama: ¡Joven, disculpa! —Bajó apresuradamente las escalerillas mientras tomba la orilla de su vestido, parando cuando el chico se detuvo— ¿Quién…quién es usted? ¿Cómo trajo a mis niños hasta el orfanato…? Acaso usted…?


    —Freddy: Hermana . Nadie hará daño a estos niños, no mientras pueda impedirlo. Cuide bien de ellos, son el futuro de Foreigntown.


    —Dama: No te vayas…¿No esperarás a que llegue la policía? ¿No podríamos hablar un poco?


    —Freddy: Si me quedo pensaran que soy el malo y, podrían inculparme —sonó honesto, esto sorprendió a la dama. El chico rió un poco por lo extraño que sonó pero estaba siendo honesto, ambos sabían muy bien como saldrían las cosas si esperaban a la policía— tengo familia y no pienso darles razón ha preocuparse por mi, lo siento, hermana… —Entonces se cubrió más la cabeza y salió de allí—


    La dama solo le vio irse corriendo y desaparecer entre las calles, sin saber si quiera quién pudo haber sido ese chico.



    “Fin de Flash back”







    [ Actualidad ]





    Seguía sin ver la hora, pero opinaba que tan solo había pasado media hora desde que llegó a casa.


    Claro, casa.


    Durante ese tiempo aprovechó a darse un baño rápido, limpiar su piel, lavar su cabello, enjuagandolo con aquel shampoo que amablemente le había regalado su amigo y claro, hacer un cambio de ropas a unas limpias. Unas más cómodas. Su habitación estaba justo al frente de donde su amigo dormía, fue sencillo entrar y cambiar sus ropas sin embargo tras salir y mirar hacia la puerta de aquella habitación se vio tentado a acercarse y abrir pero, aunque solo quería asegurar que su amigo estuviera bien se detuvo, presentía que si entraba allí saldría de allí con media alma partida a la mitad, o si acaso saldría con vida. Suspiró y salió, los pasillos seguían oscuros, el silencio era adornado por el taconeo de sus zapatos de cuero; tomo la decición de irse y no aparecer hasta que fuera seguro, todo lo haría por el bien de ellos.


    No sería adecuado hacerlo a esas alturas, teniendo en cuenta que dentro de pocas horas sería el exámen tan esperado de su querido amigo y deseaba estar allí para él desde el principio hasta el final, sabía muy bien que Derint lo haría bien y saldría victorioso de ese salón, deseaba estar allí para felicitarlo e invitarle una que otra bebida para celebrarlo pero por alguna razón sentía que si pasaba más tiempo a su lado tan solo lo pondría en peligro a partír de ahora.


    Ya la amenaza había sido lanzada al aire y él no se arriesgaría a tanto.



    Estaba dispuesto a retirarse pero, al revisar sus bolsillos recordó que había algo que aún no le había entregado a el Rouss, se sentía en la obligación de cumplír con eso aunque sea, como tradición que venían cumpliendo desde muchos años, así que se encaminó hacia la biblioteca, el lugar donde su amigo había pasado todo el día anterior, los libros no estaban desordenados, pudo notar que algunos reposaban en el escritorio, pero el resto habían vuelto a sus estantes correspondiente; frente al escritorio sacó de uno de los bolsillos aquella cajita envuelta en un lindo lazo, cuyo dejó sobre la madera del escritotio, moviendo entre las cintas la nota, fue rápido el vistaso que le dio a su alrededor antes de tomar un respiro algo cansado y con una expresión calmada volvió sus pies a la salida. Bien, en la mañana esperaba que el detalle fuera recogido, aunque conociendo al azabache… lo tiraría.


    Rió internamente con amargura.



    " No sería él si no lo hace"




    Las ventanas de cristales, a las afuera brillaban lijeramente por la iluminación de los postes afuera, el frío era latente y tocable, un lijero humo crecía cada vez que respiraba; Freddy sabía que ese clima aveces era cambiante pero era razonable, se acercaba el invierno y el frío era más latente. El chico que ya estaba en la entrada de la residencia giró sus pasos y miró hacia los ventanales, reflejandose en una de las ventanas para así girarse por completo y observar su imagen en el vidrial, el cabellos humedo, mechones chocando con sus mejillas y sus ojos menos zombicos como anteriormente. Freddy hasta ahora había notado algo curioso en su cabello y es que éste se notaba demaciado opaco, muy raro ya que su cabello era rubio, así que simplemente pensó que lo oscuro en su cabello era por la poca luz que había, sin embargo no estaba tan alumbrado o ciego como para no darse de cuenta que lo oscuro en su cabello no era por la poca luz.


    No, la iluminació era apropiada como para notar un detalle abrumador.


    Lo rubio había desaparecido, sus ojos se abrieron desconcertados y sus dedos tomaron los largos mechones con un temblor ganado por la bruma en la que cayó su corazón, acercando su rostro ya horrorizado a el vidrial para ver su reflejo y afirmar una cosa. Una broma, quiza, pero era amargamente mala, sus cabellos no tenían la culpa de su desamistad y él lo sabía muy bien, aún así él creyó profundamente en la sinceridad de su amigo al decirle que había pensado en él al comprar aquel shampoo, realmente se alegró al escuchar eso, es más, usó mucho de ese liquito al bañarse, olía bien pero, fue incapaz de notar un detalle y era ese tono tan llamativo en lo que había convertido su cabellos y que lastimosamente no quitaría tan fácilmente. Rubio, ya no más, ahora…todo su pelo era de un color sangre.


    Tan bermellón.



    ¡Ese no podía ser su cabello!



    —Freddy: No…no, por favor no, ¡No, no, no! ¡Ah! ¡Derint eres un..! —sus manos taparon su propia boca, con una terrible desepción correr por su cuerpo y con unas terribles ganas de correr a la habitación del azabache, tumbar la puerta y despertarlo a patadas pero, hacer eso solo le haría delatarse en ese lugar. ¡Diablos! Freddy estaba horrorisado por el nuevo tono de su cabello pero, no podía hacer nada— ¿Cómo pudo hacerme esto..? Me m-mintió…



    Le jugó una, y sincesamente una muy buena.


    Tras revisar la hora confirmó que no faltaba nada para amanecer. Suspiró más calmado después de superar su susto y asimilar las cosas, se auto animó y sonrió con gracia tras pensar que quizá podría recuperar a su mejor amigo; esa jugada podría ser una señal clara de reconsilación, sólo debía verle el lado positivo ¿No?


    Una broma pesada se contaba como algo que los amigos harían, ¿No?


    Con esa idea en mente, tomó una mequeña flor que vio en el camino de camino a la salida cuya sinceramente le atrajo sus hermosos colores, distraido, con ideas claras en su mente y una calmada sonrisa, salió de la residencia porque sabía que ya no podía seguír allí, no cuando ya había tomado una decisión. Debía hablar con Birian, aunque ya lo había hecho horas atrás, aún así…esperaba que una vez el día llegara y buscara al Rouss, este no le rebentara una roca en la cabeza. Aunque conociendo su temperamento, eso era poco.


    Por ahora atendería algunas cosas muy temprano. Luego buscaría a su amigo.


    ¿No había un dicho por ahí que, el que madruga Dios le ayuda?



    —Freddy: Hum, Birian hizo bien en darles los días libres a los del personal, hubiese sido imposible haber pasado por alto con ellos aquí. —la flor en mano de tan pequeño tamaño pero perfecto para sostener cómodamente entre los dedos, poco a poco fue dejado atrás, justo cuando el viento dio su soplido suave transformando ese horrible dolor que comenzaba a crearse en el pecho del chico, en algo pasajero—



    No le deseaba ese sentimiento a nadie.




    _Cambio_



    La mañana había llegado, finalmente y Foreigntown volviá a su rutina de todos los días. El cielo estaba iluminado por los rayos del sol y casi no se notaba ninguna nube.


    Mientras que en la casa de los Rouss, la pequeña Roussh Lin se acababa de levantar muy temprano para así limpiar un poco su habitación antes de salir a trabajar. El día anterior había asistido a el festival de las luces de Fuego—cosa que no estaba planeado y aún así estuvo allí, y todo por haber sido casi capturada por un loco en traje—y la verdad es que había sido increíble. Leintni sonreía alegre al recordarlo, aunque aún no recordaba como llegó a casa.


    A su mente solo llegaban fragmentos de lo que pasó la noche anterior.



    —Leintni: ¿Sabes Kail?, no le digas a nadie pero…creo que quien me trajo anoche fue…un ángel directamente de el cielo, ¿Puedes creerlo? —le decía con vocecita finguida, en un susurro aniñado con voz levemente pegajosa en lo que se iba inclinando hasta quedar inclinada hacia el gato de ojos azules. Éste le miraba sin muchos ánimos cómo siempre— Papá dice que siempre habrá alguien a tu resguardo, que nunca te desamparará…y la verdad es que, creo que tiene razón.


    El gato inclinó la cabeza, mirandole aburrido y, maulló.


    —Leintni: —entre risas, recogió todo en el suelo de su habitación y acomodó todo, para después en una ráfaga salir por la puerta y bajar las escaleras con una bolsa negra en manos— Hoy es el día en que mi hermano hará el examen, ¡Le deseo lo mejor!


    No tenía problema en estar sola en casa, total casi siempre era así, no tenía problema en encargarse de ella misma, total lo llevaba haciendo desde mucho y gracias a esto es que podía hacer las cosas que tanto disfrutada a diario. Trabajar, ayudar a su tía en el negocio, a su hermano, a su padre…todo era agradecido en silencio. Leintni no pedía mucho, no exigía nada, no más que algo que sabía era algo difícil.


    No imposible pero que en esos momento sería MUY difícil.



    —Leintni: Quiero que otra vez podamos comer juntos, en familia…que podamos hablar de cosas sin sentido y que cada vez que mi hermano dice algo feo mi hermana lo golpea con el salten porque dice que decir groserías en la mesa es de mala educasión—y sonrió. Este humilde deseo se lo pedía a aquellos que se plasmaban en aquella foto, en el pequeño cuadro en sus manos. Dejandolo sobre la mesa de la salita una vez más, y se giró para continuar con su limpieza—


    Después de media hora en esto, más o menos simplemente decidió vestirse lista para ir al trabajo. Esa mañana Johan se levantó muy temprano ya que cuando ella despertó no vio al chico en casa así que asumió que, se había levantado muy temprano y luego fue a trabajar.


    Hum, ese amiguito suyo era realmente una cajita de sorpresa.Y le gustaría poder saber qué era lo que pensaba de vez en cuando.


    —Leintni: Debía al menos avisar, no irse así —suspiró— lo más seguro es que nisiquiera se hizo algo para comer —mirando por el ventanal en su habitación, sentada en la silla de su escritorio cerraba lentamente su diario, cuyo acababa de iniciar a escribir en él sus bitacoras— Johan…no importa, yo le prepararé algo.


    Sonrió con la idea antes de continuar escribiendo los aconteciemientos de la noche anterior.

    Al menos lo que recordaba su aturdida cabecita.


    .-



    Era un nuevo día en todo Foreigntown, las personas felizmente aún celebraban por la noche anterior, asegurando que la noche de luces había sido la mejor. Mientras personas salían a trabajar, otras de compras y seguir la rutina de todos los días, por otra parte en una tienda particular estaba una Leintni limpiando el depósito como siempre, algo distraída escuchando su música favorita, esa del cantante desconocido al que todo mundo amaba por sus talentosas músicas pero que ante el público era todo un anonimatum, esa que con sus letras de fantasía le hablaba de cumplir sus sueños sin importar que sus alas en el proceso se reventaran por la presión del viento y sangraran, porque ella era capaz de todo y lograría llegar hasta el final. Si, Leintni estaba muy metída en la letra de la cansión que no era consciente de lo que ocurría en el mundo real. Tarareaba, repetía frases pegajosas que llegaban al corazón cuando de golpe entró cierto chico peli rubio a esa parte del depósito con un aura que parecía que era la mismícima muerte, era Johan.


    Buscaba a Leint con la mirada, se veía molesto algo que se podía entender muy bien—¿toda la noche buscando a esa enana como para que de la nada apareciera así nada más? ¿Tan sonriente, brillante y demás? ¡Ja!–, miró a los alrededores hasta que la halló en los lares de los estantes en donde guardaban algunas cajas. Ella estaba sobre un banquito inclinada para acomodar una caja, cantando o tarareando muy animadamente lo que sea que escuchara cuando Johan muy serio dio unos gigantescos pasos y apareció aún lado suyo.



    —Johan: Leint. —Más notó que la niña ni le notó y tampoco le escuchó. Frunció el ceño. Se acercó a un costado y levantó su mano tomando la tela de su overol. Jaló de ella— ¡Leintni Roussh Lin!



    Fue suficiente para que Leintni pegara un grito y por la sorpresa se viniera abajo, cumpliendo con la ley de gravedad.


    Solo se escuchó el golpe.







    Leintni sintió su espalda golpear la pared, estaba acorralada sin salida y sentía que la tranquilidad que tuvo esta mañana se esfumaba y ahora era reemplazado por los nervios. Miró entre nerviosa al chico frente a ella y tragó fuerte.


    —Leintni: E-Eh…yo…


    —Johan: ¿¡Se puede saber dónde diablos estabas!? —ahí comenzó…— ¡No tenía ni idea en donde demonios te habías metido, Leint, si estabas bien o si algo te había ocurrido! ¡Nada, no me informaste de nada y lo peor de todo justo en la noche de luces! ¿Crees que es gracioso? Estar preocupado por ti no lo es, te lo juro.



    Regaño cuyo dejó fría a la niña porque, le hizo recordar las mismas palabras y preocupación de su hermano. Había hecho mal…otra vez y esta vez se lo había hecho a Johan.


    ¿Cómo respondería a eso?



    —Leintni: Johan discúlpame, no lo hice apropicito, yo…lo siento.


    —Johan: —frunció el ceño, se sintió peor— ¿Lo siento? es todo lo que diras…¿Crees que eso lo compensará?



    La niña sabía que no, por eso desvió su mirada temerosa, sin embargo cambió su gesto a uno que mostraba que, se había acordado de algo en un gesto tan fugas que le dio a pensar a Johan que esa niña no se estaba tomando en serio sus palabras.


    ¡Las niñas eran tan…!


    Leintni buscó con su mirada algo y salió corriendo de allí escabullendose de la presencia del menor quien la siguió con la mirada con un tremendo disgusto, para luego verla inclinarse en una esquina de la habitación y revisar un bolsó. Sacó algo de éste y regresó corriendo a él.


    Leintni sonreía.


    Cómo tonta, si.




    —Leintni: Ten —dijo extendiendo la pequeña lonchera cubierta por una fina tela verde con dibujitos de conejos azules, cuya dejó a la vista del chico—Espero te guste.



    El pobre, con expresión de no entender nada, miró la cosa esa en las manos de la niña, luego a ella. Ella insistía en que lo tomara cómo si de no hacerlo ella misma se encargaría de darcelo en la boca, ah, claro que no ponía en duda la idea, Leint era rara y normalmente actuaba de la manera en la que uno menos se lo esperaba.


    Ver ese pequeño paquete envuelto en esos infantiles trapos le hizo sentír algo cálido en su pecho al pensar en que, Leintni había pensado en él y se había tomado el tiempo para prepararle el desayuno. Y sí, la muy observadora había descubierto fácilmente que él había salido de casa sin un bocado en boca.



    ¿Por qué en serio era difícil de entender a las…?


    No, no a las…a ella.


    Al final suspiró cansado y lo aceptó.



    —Johan: Gracias…



    No podía molestarse con esa criatura.






    _Cambio_






    Algo similar ocurría en la casa del viejo Tim. Bueno sí, esa horrible y vieja mansión de antaño que increiblemente parecía tener sus bases lo suficientemente fuerte como para seguir de pie por muchos siglos más.


    La llegada del joven rubio, con su apariencia limpiamente recuperada así sin más, cargando con él un aire de distraido pero que por otra parte parecía que el chico se había deshecho de un gran peso de sus hombros por la manera en que andaba y claro, esa enorme calma que había en su aura, sin duda había sido uno de los factores por la que Timothy estaba súper sorprendido.


    Con la diferencia de que Antwan no estaba sufriendo de un interrogatorio perpetuo justo ahora. Timothy se había levantado temprano, recorrido la casa, limpiado alrededor, regado las flores y, se detuvo algo curioso entre los cultivos de las fresas, entre las hojas de las plantas, un color rojizo se hacía notar entre ellas, cosa que le hizo sacar una satisfactoria sonrisa.


    Tal parcia que finalmente las fresas estaban comenzando a salir y Tim por primera vez en muchos años sintió orgullo.


    Esa mañana el anciano-no anciano, había amanecido de buen humor sin duda alguna.







    Tim regresaba de haber ido al jardín, trayendo en una pequeña canastilla unas frutas dulces, se había tomado su tiempo en cosechar y de paso dejar unas que otras semillas regadas en la buena tierra, pidiendo al cielo que prontamente cayera la lluvia para que así su huerto y plantas fueran regadas. Si, estaba de buenas esa mañana y Tim estaba feliz por una extraña razón que no pensaba mencionar.


    Notó entonces como la mesa ya estaba lista y sobre este algunos platos con comida ya estaban cervidos



    —Tim: Wou, todo se ve bien…


    Olió un poco el delicioso aroma que desprendía cada uno de esos platos, cada uno con un olor diferente pero ricamente esquicito. ¿Quien imaginaría que ese crío supiera cocinar a la perfección?



    —Tim: Debo admitír que estoy orgullosos de, de quien sea que hayas sacado esos dotes culinarios—y volvió a saborear el sabor a travez del delicioso olor—


    Fue entonces que el chico, que aún seguía en la cocina apareció trayendo en manos lo último faltante para el delicioso desayuno.


    Ah, ese delicioso olor a café estaba en el aire.



    —Antwan: Buenos días.



    Tim alzo la mirada y noto a Antwan trayendo un plato con unas tostadas y en el otro traía una jarra con jugo, los cuales dejo en la mesa. Tim apenas respondió un buenos días aún sorprendido. Al sentarse dejó la canasta de frutas sobre la mesa y observó cálidamente su plato.


    —Antwan: ¿Jugo o café?


    —Tim: Eh, Café —le pareció curioso que se lo preguntara, el jugo se veía bien pero en serio quería bebér algo de café esa mañana.


    —Antwan: Hum—respondió con un asentimiento—



    En serio que todo ese ambiente le había sacado de sitio al pobre Tim. ¿Debería quedarse callado?



    Nah.



    —Tim: Bueno, bueno…esto es nuevo, sin embargo lo agradezco. Mmm, se ve muy bueno todo el desayuno y debo admitir que me sorprendiste esta mañana—dijo honestamente—Buen provecho, niño. —tranquilamente dio su primera probada, masticó con calma disgustado los sabores, entonces sintió como su boca sufría de una magnífica explosión de diferentes sabores. Estaba increíble— Delicioso. Humm… podría deducir por este ambiente, la comida y el ambiente que traes contigo que, no es más que producto de algo bueno que te ocurrió, debo suponer que la noche anterior fue bueno para ti y lo disfrutaste al máximo…¿No es así? ¡Qué bien! ¡Eso me alegra! —riendo escandalosamente apenas terminó de masticar— Muchacho, finalmente te diste de cuenta de las cosas que te estabas perdiendo ¿Verdad? ¿Qué tal fue? ¿Vistes las luces?


    —Antwan: —pacientemente comía de su plato. Tomando su bocado y luego un trago de su bebida. Espero un momento antes de responder— Las vi.


    —Tim: ¿Y? ¿Qué te parecieron? ¡Increíbles, verdad!


    —Antwan: Regulares.


    —Tim: Bah, no seas tan aburrido, no puedes responder diciendo que fueron regulares a menos que realmente no lo hallas disfrutado, pero viéndote bien…juro que en verdad algo te ocurrió y ahora…te vez diferente —dijo abriendo sus ojos con la mirada sobre él como si le estudiara, algo que el chico tomó como una de las tantas locuras del viejo. Ah, se había tardado mucho en preguntar— No lo sé, pero un diferente positivo. Excelente —una pausa— La noche de luces puede ser nuestro día más importante en el calendario, me fascina, debo admitirlo, más por los fuegos artificiales, pero sino lo disfrutas con la persona adecuada, nah…no importaran las luces —dijo reflexionando en esto, quizá recordando algo de su pasado, la manera en que brillaban sus ojos lo decía todo. Negó con una sonrisa y volvió su atención a su plato— Temía que mi idea te perjudicara pero me alegra que en vez de eso te haya ayudado, querido nieto.



    Antwan solo asintió. Era cierto que de no ser por la idea loca del viejo de colocarle ese sello de inmunidad…no sabía que sería de él actualmente. Aparte, su noche si la había pasado con alguien a quien no esperaba, no estuvo nada mal pero eso jamás lo abmitiría en voz alta, porque también allí incluido estaba el desastroso de su hermano bastardo.




    —Tim: Solo que…no entiendo cómo lograste romper mi truco si, se supone alguien debía reconocerte. ¿Realmente alguien logro…?


    —Antwan: Si —tragó fuerte—


    —Tim: Oh. Ya veo.





    Antwan apartó su plato por un momento, su mirada se detuvo por un largo momento sobre aquella canasta llena de fresas y pensó, las fresas para su familia representaban la prosperidad y unión, no había día específico en el que su madre preparara deliciosos dulces y pasteles con…


    No pudo seguír ese hilo de pensamientos.




    —Antwan: —carraspeó—Debo agradecer por lo que hizo, aunque al principio no estaba de acuerdo por…obvias razones, pensé que había perdido la razón, ya que normalmente sus teorías parecen no tener nada de racionalidad, sin embargo…


    —Tim: Disculpa, ¿Qué? ¿Normalmente?


    —Antwan: Quizá sea por como lucia —le observó. El mayor se quejó por su grosero comentario, pero él prosiguió con lo que tenía que decir— Usted mismo se encargó de hacerme desconfiar, su alteza, ni siquiera se tomaba en serio toda esta situación. —dándole una mirada furiosa, muy en desacuerdo con Tim. Por otra parte el hombre desvió su mirada con agriedad por la manera en que el chico lo volvió a llamar— Pero su locura de castigo me dio más tiempo y también permitió que la condición del tiempo de estancia, no fuera válido mientras estuviera en mi forma humana, fue como un…


    —Tim: ¿Milagro de la vida?



    Antwan lo vio reír un poco, así que solo asintió de acuedo con él.



    —Tim: —ante su sinceridad juntó sus manos cerca a su mentón y sonrió inclinandose sobre la mesa— Me alegra entonces, no tienes nada que agradecer, chico. De hecho, ese es un viejo truco que…aprendí de joven cuando estaba en medio de mi crecimiento y reconocimiento, todo joven fénix pasa por algo así a causa de la intencidad de sus flamas y, bla, bla, bla, ya sabes el resto. Y en ese proceso tuve la oportunidad de aprender el sello, más bien…me enseñaron —el chico escuchando atentamente, asintió— Pero te digo, que solo los oscuros pueden realizar tal sello ¿Sabías eso? —tomó su último trozo de comida, masticó y se levantó— El sello es solo válido para nosotros, nos hace volvernos a un estado más "humano" y constrae toda nuestra energía almacenandola en una pequeña esfera que tenemos aquí en nuestro pecho, al lado contrario del corazón, tal esfera no es existencial en realidad pero podemos sentirla cuando nuestro cuerpo se vuelve en llamas, ¿No lo has sentido antes?


    Era cierto que el cuerpo de un fénix era diferente al de un ser humano, físicamente podría parecer igual o similar, pero en contestura solían ser más altos y grandes, sin menciosar su estructura facial que era otro tema aparte, todos ellos casi siempre tenían los mismos rasgos, pero diferentes. Eran de buen parecer, sí, pero eso se atribuía a la línea de sangre de la que provenían Antwan no sabía nada de eso de la esfera en su pecho, es más, era la primera vez que oía eso, jamás había leido algo así en sus libros de investigación o historia pero quizá se debía a cómo había dicho Tim antes, tal esfera era algo no existencial, o sea que no era algo que se pudiese ver o tocar, no era como si alguien quisiera revisar cómo lucía y sencillamente haciendo una radiografía rayos x podría tener una imagen de éste, era más complicado que eso y por esa razón no se registraba tal dato en los libros, pero Antwan entendía la referencia ya que una vez lo llegó a sentir y fue aquella vez en el bosque cuando por primera vez, no, segunda vez se había encontrado con Suhail.

    Aquella vez antes que él llegara se había topado con un chico albino de poder muy peculiar, recuerda bien que usó contra él un tipo de tuvos rojos que se pegaron a su cuerpo y que poco a poco parecía que retiraba sangre de él y de un momento a otro Antwan no sabe porqué razón comenzó a sentirse mal pero perdió contról de su propio cuerpo y lo siguiente que pasó, sólo pasó. No fue intencional, jamás deseó que ocurriera lo que había ocurrido esa fatídica noche.


    El calor en su cuerpo, las llamas en sus dedos recorriendo cada fibra de su ser. Ah, claro, fue en ese momento que sintió esa pequeña esfera en su pecho formarse y hacerse más grande.


    ¿Era ahí donde se creaba y almacenaba a su vez su propia flama?



    —Tim: Veo que si la has sentido antes.


    —Antwan: —asintió—Pero no fue por las causas correctas, debo abmitir.


    —Tim: Entiendo—dejó entonces el cubierdo con que había comido a un lado de su plato—La mayoría de nosotros hemos descubierto nuestra propia naturaleza de la peor manera, te lo aseguro, la mía no fue la más agradable de las experiencias—quiso sonreír, aunque fue una mueca rara—pero tuve a alguien quien pudo ayudarme a superarlo…¡Pero bueno! ¿No es así la naturaleza humana? y aún así siguen triunfando en éste mundo, que admirable.



    Y Antwan no pudo estar más de acuerdo con esa frase.



    —Antwan: Entonces sobre el sello…—retomó el tema, curioso pero lo supo ocultar por sobre su apariencia serena—su origen es por los oscuros y aún así ahora es un truco que los fénix usan bajo la manga.


    —Tim: ¿El sello de la inmunidad? ah bueno, no digamos que es un truco porque es más complejo que eso, pero, aunque los oscuros ya no lo usan…nosotros lo hemos adoptado y sólo algunos saben cómo realizar éste sello apropiadamente.


    —Antwan: Los más ancianos, supongo…


    —Tim: Si…hey, ¿Eso me incluye a mi?



    Antwan le mostró una ladida sonrisita molestandolo un poco. Timothy no podía creer su absurda actitud, sin embargo le parecía agradable de ver como el chico de repente estaba tan interezado en hablar más con él y hacía preguntas, sin contar la mala broma que le acababa de hacer, sin duda estaba de un buen humor. El chico estaba dispuesto a escuchar todo lo que él sabía sobre el sello.


    Se sentía agradable, se sentía escuchado, se sentía apreciado.



    Hasta ahora es que Timothy caía en cuenta que, de no ser porque Antwan estuviera allí, aparte de la pequeña Leint quien en veces es que aparecía, él estuviera completamente solo. No tendría a nadie quien pudiera verlo.


    Nadie.



    Trago fuerte, era mejor seguir con el hilo de la conversación.




    —Tim: Llámalo truco si quieres, pero no todos saben cómo hacerlo y para este tiempo, la única manera que un jovenzuelo como tu aprenda a hacer el sello es teniendo consigo el libro oscuro y la verdad es que eso sería casi imposible ya que…bueno—pensó en su pasado y cómo de joven ese tal libro solía estar bien guardado en una vitrina en una gran habitación de su palacio—El libro pertenece solo a la realeza y el único con acceso a él es el rey o su portador mísmo.



    Antwan no mencionó nada, estaba igual de pensativo con esta información y dudaba mucho que pudiera a esas alturas terminarse su desayuno. Con el tiempo que llevaba allí se había olvidado de muchas cosas con tema al reino y hablar del libro le hizo recordar a su padre, inremediablemente.



    —Tim: Ese libro…sabes que contiene las…?


    —Antwan: Si, lo sé.


    —Tim: Entonces, mmm—con cara algo seria pensó a más profundo, a detallar algunas cosas y a sacar conclusiones en su asfixiada cabeza—tomando en cuenta de que tiempo eres—Antwan le pareció inapropiado que dijera eso, incluso le miró serio— Bien, del año de que vienes, ¿Mejor? bien…sólo estoy sacando mis propias teorias, chico, ya que en sí no pareces interesado en contarme nada.


    —Antwan: De hacerlo sólo afectaría el pasado y cambiaría mi futuro.



    Respuesta sencilla.



    —Tim: Ya he escuchado muchas veces eso, y aún así nada me asegura que mi futuro será el que está escrito. Sólo digo que, tomando en cuenta estos temas es imposible que el futuro no sufra de un cambio, aunque sea uno mínimo, que lo notemos es lo imposible porque nosotros vivimos el momento y ya—tenía un punto a su favor, nadie le aseguraría qué futuro debían de vivir y la única persona que él conocía que podía ver el futuro ni siquiera podía hablar de ello, lo tenía estrictamente prohivido, ah, su inolvidable amigo— Así como lo que pasó con tu hogar, que de aseguro nunca debió de pasar o, así como lo que te pasó ese día al perder tu única conección con este tiempo.



    El sentimiento era frío, molesto pero no tenía el cómo calmarlo cuando se trataba de sus própios sentimientos. Antwan siempre fue un niño amante a lo cálido, a lo brillante y colorido, jamás le gustó la oscuridad o las cosas amargas, prefería jugar a la pelota junto a su hermanita porque siempre vio ese juego más divertido que el jugar ajedréz como solía hacerlo su aburrido hermano mayor. Con su hermanita había risas, bromas y uno que otro grito de regaño cuando a él se le caía el balón pero era divertido ¡Era divertido! Cada uno de esos sentimientos fue lo que fueron parte de su niñez, de su crecimiento, no la melancolía y las tristes historias llenas de oscuridad y drama, no.


    Jamás había sentido esos sentimientos tan pesados, tan amargos y confusos que solo agobiaban a su joven alma, no, si con él siempre estuvo sus padres y su hermanita…claro que en su tiempo Suhail también fue parte de eso, de esa felicidad ambigua, ja, incluso debía abmitir que fue feliz, con todo y eso luego de su rechazo a él tampoco llegó a experimentar sentimientos tan quebrados como los que experimentaba ahora.


    En este tiempo, en esta época, en estas tierras.



    Era como si volviera a él su humanidad al cien porciento y dolía, pesaba, cansaba.



    Antwan no sabía si lo que sentía ahora era a causa de lo que había vivido la noche anterior, no sabía si ya esos sentimientos estaban allí o qué, ¿Podría ser? de serlo así entonces lo desconocía y, hubo algo que lo detonó.


    ¿Qué pudo haber sido?



    —Tim: El libro oscuro contiene las joyas de nuestro reino, las perlas negras…sería curioso que en el futuro ya no exis —viendo las condiciones en las que caía el chico tan repentinamente supúso que algo más debió haber ocurrido anoche como para dejarlo así. Aparte de haberle ocurrido algo bueno también, por lo visto, hubo algo malo, así que calló, dejó el tema del libro aparte— No sé en qué estás pensando y tampoco sé cuales son tus problemas a profundidad, disculpa que no pueda ayudarte en eso, aunque no quieres hablar de ello, son tus problemas pero…si todo esto tiene algo que ver con lo que sientes hacia tu hermano, quiero que sepas que no hay nada más importante en esta vida que aprender a perdonar y más si de quien se trata es de alguien cercano a ti—volvió a hacer una pausa, no vio si el chico le miraba o seguía perdido en sus pensamientos, volvió a hablar— Me alegra ver que al menos para tu hermano si eres importante y obviamente no piensa dejarte perecer, como pensabas que haría.



    Sonaba ¿Aliviado? ¿Feliz? de cierta manera.


    Fue allí que algo hizo "click" en la mente del chico y, con ojos confundidos observó al mayor.




    —Antwan: ¿Qué?


    —Tim: Solo un miembro familiar puede romper tal condición, querido nieto, no lo olvides. Esa es la condición, no más.



    El viejo tomó su plato, su vaso y antes de retirarse tomó una fruta de la canasta así dejándola cerca a la mano de Antwan, y antes de irse con su mano izquierda tocó el hombre del chico cómo un toque reconfortante para él, según él, el chico lo necesitaba, para luego retirarse a la cocina con un aire de paz. Sin saber que sus palabras habían dejado frío y pensativo al chico.


    Porque esas palabras devolvieron a su mente aquel tema en que toda la mañana evitó pensar.



    “¿Dijo…un miembro familiar…?”
    incluso él lo afirmaba. Entonces era verdad.




    Fue entonces que recordó lo dicho por Suhail la noche anterior y todo lo mencionado sobre la niña, esa pequeña humana quién la noche anterior había dicho su nombre—no el primero— aún así, siendo ella la causante del rompimiento de aquel sello, cómo si de un truco de cuentos de hadas se tratara. Ya saben, esa magia.


    Esto le hizo reflejar una cosa y solo una cosa, y era que lo que había dicho Suhail era verdad.


    Aunque ya Suhail se lo haya dejado en claro la noche anterior, se obligó a no creerle, a no pensar en eso pero, esta vez sencillamente era imposible. ¿Cómo creerle a un mentiroso como Suhail? él ya había perdido la fé en Suhail, pero Timothy…Antwan no tenía motivos para dudar de sus palabras.




    Esa niña…



    Ahora debía de abmitir que, era su madre.



    Era ella.



    Ella.



    ¡Ella!




    —Tim: —lavaba su plato, pareciendo enfocado en su trabajo pero no, estaba perdido en su mente con una media sonrisa en los labios pensando en lo que quizá mantuvo al muchacho distraido toda la mañana y lo que lo tenía de la misma manera ahora. Era obvio— Significa que al fin hizo las pases con su hermano. Ahhh, es que es tan obvio, ajajajaja, ¿Qué haría ese chico sin mí? Me debe una, luego se la cobraré por los malos ratos. Bueno, esto ya quedó.



    Las pases entre dos hermanos que no se llevaban.


    Eso es lo que el legendario creía.



    [Fin de la I Parte]



     
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    KAMERIA

    KAMERIA " Si caes, levántate y vuelve a intentarlo"

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    Tales of the Last White Rouss-[Saga #0]
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    Capitulo 13_ "Bermellón"


    Tales of the Last White Rouss

    Saga N° 0: Hijos del Futuro



    [II Parte/ III]


    .


    .


    .




    —Birian: Joven Rouss. Ya el auto está listo, ¿Necesita algo más?


    Derint estaba mirando el reloj en la pared cuando Birian apareció. Le observó pero no respondió. Debía revisar algo antes de ir al Centro donde presentaría el exámen así que se retiró a la biblioteca, una vez allí observó el lugar sin mucha intesión de admiración tan solo haciendo la acción como una costumbre humana, una revisión rápida y sencilla que le dijera que todo estaba en orden.


    Si, en orden.


    Revisó los estantes, las mesas presentes, y el final de aquella habitación silenciosa pero, nada extraño encontro. No había señales de que alguien hubiese pasado la noche allí.


    Menos de que alguien, aparte de él hubiese estado allí.



    Ah, que frustración. Derint cerró sus manos fuertemente, en una acción inconciente, guardó ambas manos en los bolsillos de manera brusca y, caminó hacia su escritorio, si, ese que había estado usando el día anterior durante la mañana. Al acercarse al escritorio había un par de libros abiertos, estos los cerró. Derint extendió su mano y abrió una gavetica que tenía el escritorio en su parte baja y revisó.

    No buscaba nada en especifico pero, tenía un presentimiento.



    " ¡Malditos presentimientos del diablo! Por estas cosas no pude dormir toda la noche, tsk! "




    Mira que en veces era difícil dejar pasar una corazonada por alto y lo peor de todo es que siempre pasaba algo cuando un presentimiento se hacía presente.

    Algo así como, un sexto sentido.


    Siguió revisando la gaveta y allí encontró varios sobres y papeles sin importancia, hasta que sobre estos vio algo que llamó su atención.


    Allí había una cajita de color azúl oscuro muy bien adornada pero lucía tener ya sus años.


    Derint sin saber qué era entre cerro las cejas y tomó la cajita. La verdad es que él no era de chismosear pero lo que llamo su atención fue el símbolo en la caja. Tomó la tapa y la abrió un poco, notando como en el interior habían algunas fotos, papeles y…


    ¿Mmm? Su mano se extendió un poco más y sacó de este una pequeña pieza de tela, la tela era algo vieja con algunos símbolos extraños, no le prestó atención. Retiró la tela y en el interior encontró "eso". Derint frunció el ceño.

    Allí había un pequeño dije de forma de pluma en plateado, amarrado en un hilo rojo de un material aterciopelada.


    Lo peor de todo eso allí es que ese simple dije le acaba de revelar lo que no había visto antes.



    ¿Cómo hasta ahora lo entendía todo?



    .-



    El joven azabache había elegido sentarse atrás por razones obvias, primero porque no le interesaba hablar con Birian el chofer, segundo porque quería estar un momento en silencio, él y sus pensamientos…necesitaba pensar. Lo que había descubierto hace media hora lo había dejado pensando y con un sabor amargo en la boca.


    Justo ahora deseaba—no quería admitirlo—, necesitaba, quería ver la cara del imbésil de ese Jameson.



    —Birian: ¿Hay algo que quiera decir, joven Rouss?


    —Derint: ¿Disculpa? —su atención fue hacia el chófer—


    —Birian: Hay algo que le molesta. Supongo se tratará sobre el joven Fred, ¿No? —¡vaya brujo! pensó abrumado el azabache— El joven no se ha mostrado desde el día de ayer y…es preocup-


    —Derint: Cállate que no es eso. —desvío su mirada ahora hacia la ventana— ni siquiera tienes idea.


    —Birian: El joven Freddy…desde la primera vez que lo vi llegar al hogar de los Jameson, pude ver lo inseguro que era, a pesar de ser un chico inteligente y con el porte de un búfalo el joven tiene un secreto que no todos saben pero que es capaz de destruirlo y hacerlo caer para siempre…creame. Cómo su chofer pero más como amigo de la familia, sería terrible ver al joven caer tan bajo —hablaba en lo que conducía rumbo a dónde Derint presentaría el exámen. La manera en que decía todo hacía sonar que había un pasado oscuro siguiendo a Freddy, más del que sabía de ante mano— A veces es mejor no juzgar sin conocer, joven Rouss.


    —Derint: ¿Así? Hum —no quería demostrar interés pero realmente sintió algo carcomerlo, quería seguir escuchando más—ni me lo digas…


    —Birian : —lo observó por un momento por el retrovisor— Tiene suerte que usted sea su amigo y que esté de su lado, de no ser así —negó lentamente y no continuó con el tema. Solo llevó su mano a la radio donde lo encendió para oír algo de las noticias. Necesitaba algo de ambiente—



    Derint frunció el ceño, el viejo había dejado la charla a medias.



    —Derint: —cerró sus manos en puño, donde curiosamente traía sosteniendo aquello que tomó entre las pertenencias viejas de quien sea que haya dejado aquella cajita— El idiota de Freddy es huérfano, ¿No es así?


    —Birian: Eso usted lo sabe.


    —Derint: Sufrió algún trauma infantil y por esa razón es como es ahora o, no sé, ¿Sabe si quiera quiénes son sus verdaderos padres? ¿Están muertos o siguen con vida? ¿Es secretamente un delincuente?


    —Birian: —negó con gracia— Primero, si, si sufrió un trauma infantil, claro que eso afecta su actitud ahora pero no debería de preocuparse por eso, ha lidiado con las pesadillas y esos malos recuerdos por años, las heridas lo han hecho un chico fuerte. Sus padres, no, no los conoce, ¿Si siguen vivos y están muertos? es una información que solo el señor Jameson tiene, no estoy al tanto. Por otra parte, que sea un delincuente secretamente, no es mi problema, aún si es así lo dudo. El joven tiene por medio ante todo la familia y creo que usted lo sabe bien.



    Derint notó la mirada significativa que el mayor de dio a través del retrovisor.



    —Derint: Aún asi-


    —Birian: Ya llegamos, Joven Rouss.




    Birian había dejado la charla hasta allí, justo habían llegado al lugar donde Derint presentaría su exámen. Derint desvío su mirada y miro a través del vidrio así descubriendo aquel enorme edificio de lujo en donde chicos como él y de todas las edades realizaban aquel exámen opcional cada año. Nada fácil debía añadir. Por alguna razón sintió algo de nervios pero aún así se tragó aquello. Rápidamente guardo aquello que tenía en manos entre sus bolsillos, ajustó el bolso sobre sus hombros y salió del auto. Al salir inmediatamente estiró su mirada hacia lo alto del edificio y notó que gran parte de la estructura era vidrio.


    ¡Ja!




    Políticos chupa sangre.



    —Birian: Le deseo todo lo mejor en su exámen joven Rouss. Usted lo logrará —dijo desde dentro. No era muy expresivo así que solo alzó un pulgar ante de volver a el volante y arrancar. Retirandose de allí—



    Derint sabía que lo haría, no necesitaba que le desearan buenos deseos, aún así, no caía mal sentir esos apoyos verbales de los demás.



    —Derint: —miró su reloj, faltaban aún 1 hora antes de comenzar— “Aún me queda algo de tiempo antes de entrar. Hum, Debería aprovecharlo para…”




    .



    Las calles eran frecuentadas por pocas personas, el sonido de los autos al pasar y los pasos de un chico que vestía de un color oscuro en cuero, sus cabellos algo largos y según su color anaranjadizo casi rojo— bermellón muy llamativo en realidad—el chico era un rubio.


    Derint estaba a espaldas de éste chico, aún pensando en qué gastaría su tiempo en lo que esperaba para cuando el exámen diera inicio. Era ignorante de su alrededor, entonces, solo sintió una mano sobre su hombro y luego, lo escuchó, alguien le habló.



    —Freddy: ¿Derint?



    .



    El azabache simplemente se fue girando tras escuchar su nombre, al hacerlo se llevó la sorpresa de encontrarse con un chico de cabellos anaranjadizo, lentes oscuros en sus ojos y vestía como un motociclista… esa característica le hizo enarcar una ceja porque las conocía muy bien.



    —Freddy: Demonios, parece que no me reconoces así —masculló y frustrado soltó un suspiro y luego se retiró sus lentes mirando más que curioso a su azabache amigo— ~Ta-dan~ ¿Ahora si me reconocer, amigo mío? ¡Soy yo, Rouss! ¡Mira! ¡Sólo mira lo que has hecho con mi cabello! ¿¡Eres consiente del problema que me has causado, ah!?



    Tras los griterios de ese tipo loco que abusivamente le jaloneaba de los hombros, Derint sentía las ganas de preparar un buen puñetaso y darle por la heta, de veras. Más Freddy, quien sufría más en esa situación se quedó conjelado por lo que respondió el menor.



    —Derint: ¿Quién eres?


    —Freddy: ¡Por que lo hiciste cuando yo creí en..! Eh… ¿EH? ¿C-Cómo qué…? —tuvo un tic nervioso de la vuelta ¡Un tic nervioso! — Hermano ¿Es un chiste…verdad..? Fuistes tú quien me dio ese shampoo…. ¡Ese shampoo! ¿¡Lo recuerdas!? ¡Soy yo, idiota! ¡Freddy!



    Tristemente eso ya él lo sabía. Derint solo abrió un poco sus labios pero al final no dijo nada, cómo si de la nada las ganas de vivir se le hubiese ido de la nada y ahora pensara en una buena idea de como solucionar su problema. Claro que todo era hipotético, las ganas seguían allí pero no de vivir exactamente, y el chico agradecía aún tener autocontrol de sus acciones.


    En fin, aquel encuentro no fue tan malo como Freddy se lo esperaba, milagrosamente el azabache no le había golpeado pero eso si, siguió ignorandole.


    Y no había nada más horrible que ser ignorado por la persona más cercana a tí.




    —Freddy: ¡No me ignores así, ya te dije que esto es tu culpa, fuiste tu quien me regaló ese shampoo! O más bien tiñidor de cabello! No es justo, ¿No debería ser yo el enojado? ¿Ahora porque me ignora de esta manera? O es que acaso espera que diga algo más…espera, ¿Es eso? O quizá…



    Su silencio sin duda era una tortura.



    _Cambio_



    La mañana había iniciado de una manera muy peculíar para ella, no dejaría de lado el hecho de que por la falta de sueño unas ojeras muy notables se habían creado abajo de sus ojos, dandole un look totalmente terrible.


    La verdad es que para Sarah no era de mayor importancia el usar maquillaje y todas esas cosas cuando a final de cuenta todo aquello le traería consecuencias terribles al paso de los años. Sí, ese era el pensamiento de la joven anaranjada quien justo ahora miraba su imagen frente a su espejo, súper indignada por lo que estaba apunto de hacer con su cara pero no podía sencillamente ir por las calles luciendo así, ¿No? más si a donde iría sería un lugar en donde posiblemente la aceptarían cómo nueva empleada.


    Si, un lugar donde le darían un cutre puesto de mecera y donde seguramente tendría que vestir de manera ridícula, nada profecional, nada desente y totalmente fuera del estandar con el que se había acostumbrado a andar; no era su primera vez en que aceptaría un trabajo así, y tampoco pensaba que sería la última, aunque lo deseaba.


    Esa mañana cuando se hicieron las 5, al hablar con su tía sintió cómo su cuerpo se había tranquilizado al solo oir su voz, con solo escuchar su dulce tono al preguntar qué tal estaba, su saludo, sus palabras, y regaño, mentiría si dijera que no extrañaba los gritos de su tía cuando los descubría a ella y a su tonto hermano peleando por lo más mínimo. Sarah no era capaz de decirle ese tipo de cosas a su tía porque sentía un tarugo atorarse en su garganta a cada que intentaba expresar lo que sentía.


    Los sentimientos eran realmente una enfermedad que no tenía cura alguna y no se refería al amor en específico sino a todo lo que tuviera que ver con lo que le provocaba esos cambios de humor. Era un ser humano y a veces sentía que debía dejar de actuar como uno para poder obtener el resultado que deseaba.



    ─Sarah: Saldré a la ciudad, cuida de que todo esté en orden, regresaré en la tarde─contando con la única compañia que tenía en aquel complejo de departamente, teminó de guardar las pocas cosas que necesitaría en su bolsito de mano y salió de allí─


    Solo escuchandose el fuerte sonido de la puerta al cerrarse.


    El gato blanco, recostado cómodo en la alacena ni siquiera se inmutó ante las palabras de su compañera.


    ...


    Siguiendo con el hilo de aquellos pensamientos Sarah no podía evitar pensar en su pequeña hermanita, las veces en que las que se ha quedado sola y lo más seguro es que todo aquello que sintió al escuchar la voz de su tía en la mañana no era nada a comparación de lo que la menor debía sentir ahora, porque sin su hermano en casa la soledad de Leint era más grande. Sabía que el cabezota de aseguro se mantenía llamando a casa cada noche o en la tarde, seccionandose de que todo en casa estuviera bien, porque eso de que el hermanito del capitán del esquipo de beisbol se haría cargo de Leint no le convencía del todo a ella. Conociendo a Derint de aseguro fue una odisea convencerle de que todo estaría bien.


    Incluso a ella misma.



    "El niño tiene pantalones, ya lo confirmé, pero es un menor "




    Ella misma hubiese ido a cuidar de su hermanita, no era problema, era su responsabildad como hermana mayor después de todo, pero...


    Ese pero cambiaba todo.



    Sarah después de tomar un táxi, tomar la ruta de las camelias blancas y cruzar dos manzanas más finalmene llegó a su destino, revisando su bolso de donde sacó un par de Yudols y con lo que pagó al taxista quien, literalmente le había dicho con la mirada que cuando quisiera podrían dar un paseo si lo deseaba. Ellos dos solitos.


    Para la muchacha ese gesto fue desagradable, sin más que dandole una mirada de las suyas mandó al hombre al diablo y empezó su marcha hacia aquel local elegante, en donde posiblemente empezaría su primer día de trabajo ese mismo día.



    ─Sarah: Bueno, otro intento no matará a nadie, pero sin duda me hará perder más la fé en el hombre─tan dulce como siempre, delicada y tranquila, sí. Arrugó la comesura de sus labios pero después cambió su gesto a uno sereno, arregló un poco algunos de sus mechones, sugetó fuerte su bolso de manos y, con sus zapatos rojos de tacón altos bien puesto caminó más que confiada hacia la boca del lobo, lista para enfrentar a la bestia─


    Ese trabajo ya era suyo.


    .-



    Shestter miró a través del retrovisor y confirmó lo que se temía.


    Quiso suspirar pero sus años sirviendo a la familia Lee le había enseñado a no demostrar en ninguna circunstancia cualquier tipo de emoción. Fuese por las buenas o por las malas todo aquel que se relacioanaba con la familia terminaba adaptandose.


    Su joven amo parecía consentrado en lo que sea que estuviera viendo en su tablet a tal punto que no se había percatado de que habían llegado al sitio desde hace media hora.


    ─Shestter: Amo Will-


    ─Will: ¿Ya viste las noticias, Shestter? Tal parece que hubo un remover anoche, y la prensa no deja de mencionar que los responsables de todo este lío son ese grupo de pandilleros...


    ─Shestter: Si─respondió seco. No alimentó la duda del chico─


    ─Will: Pandilleros, mm, no...son más que eso─el chico buscaba muy minuiciosamente entre las gacetas y los periodicos en línea una respuesta a todo ese caso, que aunque no estaba tan metido en el tema era un sabedor de los problemas que ocurrían en la isla, así como todo civil de Foreigntown. Will había escuchado la radio en la mañana y durante la mañana cuando se preparaba para la reunión que tendría a las 9 am vio por la televisión las noticias del testimonio que dio una de las cuidadoras del orfanato, cuya mencionaba la intervención de un joven muchacho que gracias al cielo había rescatado a los niños─ Este problema no se ha podido resolver aún, todo el tiempo escuchas lo mismo, niños desaparecidos, bandalismo en las calles, hombres disfrasados con armas en manos atacando a civiles, pero jamás escuchas decir que la policia llegó a tiempo y detuvo a estos tipos.


    Se le escuchó suspirar con total frustración.


    Shestter volvió a mirarlo por el retrovisor, viendo a el muchacho recostado en el asiento con su cabeza echada para atrás, mirando el techo del auto en lo que pasaba su mano entre sus lacios y azabaches cabellos.


    Tensión y frustración en su mirada.


    Y quizá también, ¿Temor?


    Era cierto lo que decía su joven amo pero, ¿No era eso lo normal que ocurría en todo el mundo? aunque estaba mal.



    ─Will: Shestter.


    ─Shesstter: ¿Señor?


    ─Wll: ¿Crees que...hice bien en no seguir al niño y asegurar que estaba bien?


    ─Shestter: Hum─captando a lo que se refería posó su fina mirada adelante, mirando el exterior a traves del vidrio, entendió entonces entre líneas lo que traía así de angustiado al chico─No debería seguirse culpando por algo que no hizo, desde un principio le advertí que era una mala idea.


    ─Will: ¡Shestter! ¿De qué lado estás? Recuerda en qué condiciones encontramos a ese niño ¿Y si en vez de nosotros alguien más con, no sé, alguna mala intensión lo hubiese visto y hecho algo?


    ─Shestter: No digo que estuvo mal su acto, sólo le recuerdo que le advertí qué conyevaría hacerlo.


    ─Will: ¿Y no es esa una manera de decir que lo que hice estuvo mal?


    ─Shestter: Esta de su parte interpretarlo así─ignoró por completo la exageración en la voz del chico, entonces miró su reloj de muñeca para asegurar la hora─Ya se hace tarde. Ah, cómo a veces olvido la diferencia que hay entre usted y el joven Liang...polos opuestos.


    ─Will: ¿Perdón?, Oye Shestter─una risita, más bien un gesto de incredulidad mostraba el chico ahora casí sin poder creerse la queja infantíl de su chofer─Agradezco que hayas decidido quedarte un día más y que de paso madre haya aceptado que te quedaras un poco más, pero que me digas en mi cara que prefieres lidear con el temperamento de hielo e insencible de mi hermano menor es totalmente...


    ─Shestter: ¿Disgustante?


    ─Will: Disgustante.



    Hubo silencio luego de eso, pero un silencio muy cómodo, aunque William seguía pensando en lo que había ocurrido la noche anterior preguntandose una y otra vez si ese chico estaría bien.


    Fue entonces que el momento de hacer lo que debía hacer llegó, Will estaba mentalmente preparado que ese día sería un día totalmente agetreado, su tía le había llamado e informado en la mañana que tendrían una reunión súper importante en Santa luz, en la Casa blanca, y no se le venía a la cabeza otra cosa que no fuera "cosas de negocios", para Will ya era normal esa rutina pero no negaba que a veces solo quería tomarse un descanso y, disfrutar su juventud.


    Ah, que iluso.



    ─Will: Saldré a ver si encuentro alguna cafetería cerca, necesito tomar algo cafeinado antes de entrar a ese edificio─ese en frente en donde llevaban estacionado más de media hora. Se acomodó un poco su reloj de muñeca, ignorando la mirada "pesada" de su chofer que le miraba a traves del retrovisor─Pasaré una hora más o menos en ese lugar, hablando de cosas tan aburridas y para eso necesito ir con las fuerzas necesarias. ¿Tienes el lapiscero que te dejó Roni?


    ─Shestter: ¿No que irá por un café? Dudo que lo vaya a necesitar─aún así se tomó su tiempo en buscar entre los compartidores del auto de donde sacó una cajita cuadriculada que le entregó al azabache─


    ─Will: Ya veremos─guardó el objeto en uno de sus bolsillos─ Ya me voy Shestter, me informaras de cualquier cosa.


    Apenas escuchó un "claro, amo" por parte del chofer en lo que se preparaba para salir del auto, sin embargo antes de abrir la puerta notó cerca a su asiento algo que pasó por alto en todo el viaje, cuando sus ojos retomaron la ruta de este objeto hecho de tela gruesa en azul, en un material suave y esponjoso, aunque tenía manchas de polvo y barro casi en todo el material. William fue testigo de algo que no se esperó y fue el temblor que hubo en sus manos al reconocer el objeto y recordar de quién era.


    ─Shestter: ¿Ocurre algo, amo Will?


    ─Will: Shestter, recordé que...el niño de ayer...


    ─Shestter: Joven, ya le dije que no se preocupe, lo que pasó ayer no fue su culpa.


    ─Will: No hablo de eso Shestter, yo ─prefirió guardarlo para él, de todas maneras fue su error el no actuar a tiempo. Estiró su mano y tomando aquel pedaso de tela azul decidió guardarlo en su maletín personal antes de abrir la puerta con intenciones de salir─ sólo creo que pude haber hecho más, pero tienes razón, después de todo no es mi culpa pero... hubiese sido mejor si hubiese sabido desde el primer momento que en realidad era una niña, jajaja─ rió calmado, y así tomando camino ha buscar alguna cafetería en donde compraría su café─



    .-



    Las calles realmente estaban muy tranquilas y es más, la gente se paseaba de aquí para allá con una calma tan palpable que Will no podía evitar sonreír con empatía, capaz de sentir cómo todo ese lindo ambiente lo envolvía.


    ─Will: Ni siquiera parecíera que las noticias fueran cierta, la gente sin duda es cerrada a sus própios problemas─él era el único en tomarse el tiempo en ver de aquí para allá, observando los autos al pasar, las personas en bicicleta, unos chicos en monopatín y más atrás dos mujeres pasar a su lado totalmente frescas y con la piel toda rojiza y sudorosa por la ardua carrera en la que se mantenían ambas. Sus ojos se abrieron consternados cuando casi chocó con una de las chicas, por caballerocidad se detuvo y torpemente se hizo a un lado para que estás pasaran─


    Una de ellas le sonrió con cariño y agradecida por su gesto, no fue descortés ni tuvo doble sentido en aquel gesto que hizo con sus rosados labios al decirle en un susurro suave un "gracias", Will fue capaz de responderle con un asentimiento y así mismo decidió retomar su camino.


    Ah, la brisa sin duda era un calmante aquella mañana, tan fresca, tan sueve, tan...



    ¡Horrible!




    Taladrante, irritante, insoportable y asqueroso, cómo una pesadilla pero en la vida real, cientos de ojos que jusgaban cada movimiento que daba y sin mencionar cada boca que se abría con sólo el porpósito de criticar lo más mínimo que se moviera, incara, murmullara o incluso respirara, allí, en lo que muchos conocían cómo "la estrella", un titulo que no sabía podía llegar existir en un trabajo cómo mecera y menos en un lugar tan, no digamos indicente pero tampoco era un cinco estrellas el local ese como para andarse inventando etiquetas y estandares tan sacados de una revista para hombres con líbido. La mayoría de los locales en dónde su venta se especializaban en vender comida incluyendo bebidas y postres, comida rápida, chatarra y demás sencillamente jamás necesitaron de un "súper mecero" , para que al servir todo los clientes se quedaran maravillados y encantados con tal local y el servicio.


    Según su experiencia.


    Sí, no negaba que cada negocio tenía su própia pólita y manera de manejar las riendas de estas, incluso sabía que en cada restaurante o incluso las cafeterías pequeña los meceros solían usar un uniforme según el código de vestimenta laboral, con el logo, una publicidad sobre alguna marca o simplemente un simple top blanco y unos pantalones oscuros de vestir. Pero, eso de que había un puesto como lo era "la estrella" era le primera vez que oía eso.


    Y Sarah estaba disgustada. Porque hasta hace poco es que terminó de hacer la entrevista con el dueño del local del que acababa de salir, con cierta amargura,debía admitir, con éxito al obtener el trabajo, sí pero, a todo eso estaba súper furiosa porque hasta ahora es que después de aceptar el trabajo, aceptar la mano de ese horrible hombre en lo que cerraba el trato, soportar la mirada de las otras chicas que al parecer llevaban mucho más tiempo que ella allí esperando por obtener el trabajo y cuyo al parecer ella les ganó─no era su culpa, sentía pena por ellas, pero no era su culpa sobre salir─, fue elegida entre muchas de las bacantes como la próxima figura estrella de la cafetería, solo porque todo de ella gritaba "Perfección" dicho por la misma boca del dueño. Viejo verde es lo que es.


    Y de allí fue que empezó a sentir que la decición que hace poco había tomado había sido la más erronea.


    Porque a partír del día siguiente haría de trabajadora estrella, que significaba trabajar "doble" según su própia conclusión.



    ─Sarah: Lo hago por ellos, sólo por ellos─mascullaba en una voz nada calmada, debía admitir. Su cuerpo se movía a conciencia de su molestia actual, sus pasos no eran tan tranquilos cómo ella pensaba o cómo ella tenía la idea que sería al estar caminando con esos tacones rojos, pero estaba totalmente equivocada, no se daba de cuenta que la velocidad que había adquirido, ni siquiera el resonar sólido de sus tacones contra el pabimento─



    Las personas que pasaban a su lado la miraron pasar con esa fuerza sobrenatural que siempre llevaba con ella, robandoles el aliento y causando en algunos el arrebato de más de un suspiro, claro que en algunos fue todo lo contrario, porque para la mayoría de las féminas fue grosero ver a la pelinaranja pasar así como así, cómo si esas calles le pertenecieran. Y no, no era apropósito, Sarah estaba demaciado concentrada en una cosa y era salir de allí y buscar un lugar en donde tomar algo de aire, antes de que su mañana se viera arruinada más de la que iba tornandose, ni siquiera se había dado de cuenta de su actitud menos de toda esa aura fría que desprendía fuertemente todo su cuerpo.


    Tan enfocada en todo en la vez en nada, la joven estrella─ni en sus sueños─con esos ojos color azul capri, enfurecidamente de una hermosa manera en lo que respondía ante el brillo ageno del exterior, reflejaban la imponencia de su frájil alma. Frágil, ah. Como una exótica mariposa del decierto, con efímeros colores que jamás encontrarían entre los colores ya existentes y con los que ahora vestían su cuerpo, nada elegante, nada revelante, todo adecuado y muy sofisticado.


    Pasó como un aire fresco para una sola persona y a la vez peligroso para muchos, en ese mismo camino en el que sus pasos se dirigían, como una fresca lluvia que caía para refrescar su desidratada alma y que él mismo no supo que necesitaba. Ese joven muchacho con elegante traje negro, quien muy sonriente por primera vez en mucho tiempo caminaba tranquilamente por las aceras por sí mismo, positivo y pasible pensando en aquel café negro que tanto deseaba beber y cuyo si su madre se enterara que bebía con mucho disfrute, sin duda le arrancaría la cabeza.


    Ambos yendo y viniendo en diferentes direcciones. Ambos con sus mirada enfocadas en diferentes direcciones, imposible de notar si quiera la presencia del contrario.


    El viento sopló a favor de ambos y justo cuando ella iba, él venía y a solo tres pasos de pasar a el costado del otro el sonido de un teléfono empezó a resonar y el viento actuó ravoltosamente.




    Toc toc


    Toc toc





    ─Will: ¿Hum?, ¿Una llamada de...? ─ sus labios formaron una línea fina, en gesto de tragarse el tarugo al imaginar lo que le diría la dama al otro lado de la línea─Es mejor hablarle claro para evitar problema.




    Toc toc


    Toc toc





    ─Will: Hola tía Naomi, Muy buenos días.


    ─Naomi: ¡William! Santo cielos, ¿En donde estás ahora?



    ─Will: Eh, yo, pues...




    Toc toc


    Toc toc toc...




    ─Will: Digamos que-




    Toc....




    Habían personas que venían e iban, Will no les prestaba atención a la mayoria porque eran muchas, el ruido que había era notable y normal tanto por la natural charla entre muchas de las personas o por las que también, así como el resṕondían a una llamada. Todo parecía ser tan normal y monótono que él no veía más allá que eso, no había nada que le distrajera, llamara su atención, lo sorprendiera...nada.


    Sin embargo...



    Toc...




    Justo entre ese ruido, las voces y el sonido del viendo el picoteo de algo golpear el suelo con insistencia llamó su atención hasta tal punto que le desviaron de prestar atención a la llamada en la que estaba; un sonido que identifico como ¿Qué? ¿El sonido de unos tacones altos? los oía muy seguido casi todos los días durante su trabajo, cuando su secretaria cruzaba los pasillos firmemente para ir a dejarle los files de todos los días o informarle de alguna de las reuniones de las que debía asistir.


    Will se distrajo y no volvió a oír la voz de su tía porque justo en ese instante escuchó con más fuerza el sonido de ese picoteo justo a un lado suyo, más cerca, a una simple mirada de reojos y lo confirmaría.


    Pero no fue eso lo que lo hizo que su cerebro se quedara en blanco por segundos, no fue eso lo que le hizo para sus pasos, sino lo que sintió luego de que esta persona con tacones pasara a su lado dejando un suave perfume en el aire, causandole más de un revueltillo de emociones.


    Un sin fin de sensaciones, ¿Todo por un perfume? No, era más que eso.


    Dulce y rojo, era como olía aquella fragancia. Porque si, instantaneamente se le venía a la cabeza el color que tenía aquel perfurme.



    Peligro




    ─Naomi: ¿Will? Sobrino, ¿Me estás escuchando?




    No, claro que no lo hacía. El chico no tuvo la desencia de decirle a su tía que llamaría luego, sencillamente apagó su móvil y dio media vuelta sobre sus pies, ido e hipnotizado, en lo que sentía como algunos de sus cabellos bien peinados salían entre mechones y se movía con el viento, al girar y mirar hacia donde pudo haberse ido aquella persona tan solo encontró lo que se temía...


    Una multitud de personas tan ocupadas como él atendiendo llamadas, hablando con un compañero e incluso caminando apresuradamente para no perder su transporte de camino al trabajo. Tantas personas pero ninguna era la que él buscaba.



    Lo sabía, con solo buscarla y no encontrarla lo supo.


    Pero su perfume quedo en el ambiente para él, el cual le gritaba en silencio el peligro que representaba el color de su aroma. Confuso, pero para él tenía sentido. A su alrededor podía percibir otros aromas pero no era para nada similar al de esa persona.



    No tenían ese color bermellón.





    Ring, Ring





    La llamada que debía contestar, una vez más quedó en segundo plano.



    ─Will: Tacones, hum.






    _Cambio_




    Todos estaban haciendo el precalentamiento aquel día, mientras que Elías, un chico joven de 16, cabellos marrones rojizos y de mirada marrón, era quien dirigia al equipo. Todo ese tiempo en ausencia de su capitán había tomado la responsabilidad de velar por su equipo y seguir sin falta con las rutinas y la preparación para el juego que estaba a la vuelta de la esquina.



    —Elías: Muy bien, muy bien , sigamos así hasta completar las 50, así no será necesario hacer los demás ejercicios antes de empezar.


    —Joshua: ¿Como no? ¡Si con 50 terminas de molerte el cuerpo! ¡Esto no es fútbol! ¿Porque hacemos esto? Ahhh—lloriqueaba el más escandaloso entre gritillos mientras corría tratando de completar las 50 vueltas—no entré a este equipo para sufrir tanto. Por favor, piedaaaaaad.


    —Elías: Así es la rutina Joshua, solo corre y no te quejes—decia mientras los veía correr desde su lugar—agradece que reduje los límites en que debían correr, pero aunque sea difícil deben tratar de dar lo mejor de ustedes, nos quedan solo dos días antes del partido. ¡ Y debemos dar lo mejor de nosotros si queremos ganar las regionales!



    Pero él no corría y por esa simple razón los demás estaban chistando, en desacuerdo por la injusticia.




    —Joshua: ¡Si pero...! ¡Esto es injusto..!


    —Elías: ¿Injusto dices?


    —Joshua: El partido lo jugaremos todos en equipo, ¿No? ¡Entonces estos ejercicios deben ser para todos los miembros del equipo..!


    —Elías: ¿Si? obvio ¿Y?


    —Chico: ¡Oye Elías, estarás al cargo ahora pero también debes de realizar la rutina con nosotros, entiende!


    —Elías: Pero soy quien los vigila ahora, ¿Como quieres que los corrija si corro con ustedes? Je, además, el capitán dijo que confiaba en mis medios y estos son mis medios.—con una sonrisa de gran aire dijo esto, pero fue mala respuesta— yo velare desde este punto y les diré si deben parar o no. ¡Y yo digo que sigan corriendo hasta que les diga que paren, así que, muevanse!




    El primero en parar fue Joshua, luego un compañero suyo que tampoco le gusto lo que escuchó, seguido de Dash y así poco a poco todos se detuvieron y se giraron hacia Elías. Ante esto el chico se alarmó a causa de las miradas de todos hacia él, ya que tomando en cuenta su porte todos ellos mirandole así era aterrador.



    —Joshua: Oigan chicos, ¿Creen que debamos correr solo nosotros? Yo digo que como equipo debemos instuír a todo aquel que lo necesite y nuestro compañero necesita que le bajen de esa nube en la que se montó solito. ¿No les parece?


    —Chico: Si y de la cual ahora no sabe cómo bajar. Yo digo que lo obligemos.



    Y los murmullos y sonrisas entre ellos no se hizo esperar.


    Dash, el típico fortachón de sonrisa arrogante se gozó con la idea, haciendo tronar sus dedos.



    —Dash: Me parece excelente.


    —Elias: ¿Qué pasa con ustedes ahora? ¡Dije que cuando yo les dijera que parasen, pararían! ¡Así que..!


    —Joshua: ¡Ey Dash! ¡Juguemos un poco! ¿¡Te parece!?


    —Dash: No pienso ser participe de tu locura pero Elías está insoportable, y ya que no está el capitán...—miró también a Elías quien ahora sí se asustó, entonces sonrió con más gracia— Démosle una lección.


    —Joshua: ¡Yuju!


    —Elias: ¡E-Eh !¿¡Porque me miran así!? ¡Oigan, sigan corriendo y dejen de hablar tanto...! ¡Obedezcan..!


    —Joshua: ¡Vamos chicos, él dijo a correr! ¡Jajaja!


    —Elías: ¿¡Qué!? “¿Porque demonios me está pasando esto? ¡¡¡Soy su capitán!!! b-bueno, técnicamente lo soy”



    Joshua era el más loco del grupo, así que no fue extraño verlo ser el primero en correr hacia Elías quien retrocedía sin entender nada, no comprendía porque tan de repente su equipo corrían así a su dirección sin embargo una ola de terror lo cubrió cuando vio a Joshua adelantarse y correr a él como todo un demente, más cuando de la nada Joshua tomó un bate en el camino y se acercó más a él.



    —Elias: ¿¡Pero que te pasa Joshua!? ¡Baja eso en este instante! ¿¡Perdiste la razón!?


    —Joshua: ¡Es parte de la rutina, no!? Jajajaja ¡Entonces no te quejes!


    —Todos: ¡Vamos!



    Ahora eran todos que iban tras de Elías. El pobre ahora debía correr por su vida.



    —Elias: ¡Están locooooos!



    Lo que no sabían era que justo en ese momento su capitán llamaba al teléfono de Elías para secciorarse se que todo iba bien. Pero sería difícil que contestará ahora.




    .-



    Por otra parte con Freddy.




    —Freddy: Vaya, no contesta...son las 9, normalmente a esta hora nos damos un receso, ¿O ya habrán iniciado con las prácticas? Como sea, llamaré después.—guardó su teléfono y decidió salir de aquel lugar en el que estaba. Se trataba de una tienda de teléfonos—


    Al salir solo se vio como al pasar aún lado de un bote de basura desechó un cartucho de línea telefónica y junto con éste su vieja línea.



    .-



    El azabache no esperaba tener la mala suerte de encontrarse justo en esos momentos al Jameson, quien, bueno tal parecia había sufrido de un insidente en el cabello. Era cierto que minutos antes se preguntaba dónde podría estar el Jameson, la noche anterior luego de desaparecer no supo nada de donde pudo haber ido y su cambio de actitud era sospechoso.


    Derint tenía rato de haber llegado a aquella cuadra, donde había caminado un poco antes ver desde la distancia una tienda en específica, cuando paró sus pasos su vista de detuvo en esa tienda de motos. Derint dio un paso seguro en ir allí, sin embargo no avanzó más cuando la mano del motociclista se poso en su hombro.



    —Freddy: Espera — ante su petición el chico no dijo nada, solo se giró a mirarle seriamente—Tuve asuntos que atender la noche anterior, si es eso lo que te tiene así de moelsto, no pensaba desaparecerme así de la nada pero…pasaron cosas—pero al decir esto notó ese interrogativo en silencio que le hizo Derint con una mirada severa. Oh— En serio le iba a avisar a Birian que llegaría tarde a casa, de veras, pero… algo ocurrio con el teléfono y yo…. ya sabes, detalles.


    Mala respuesta.


    —Derint: Que no me interesan.


    —Freddy: —rió un poco desviando su mirada— Aún sigues disgustado, después de que me hicistes esta mala broma, ¿eh? Vayase a saber cuando volveré a recuperar mi color natural —reficiendose a su cabello— Debería ser yo el ofendido ahora, ¿Sabes? —pero al ver que Derint seguía igual de serio concluyó que era mejor no provocarle, aunque en realidad no necesitaba mucho para ponerlo de malas, en lo que pensaba ahora era en que dentro de poco presentaría su exámente y él no quería causarle jaqueca antes de tal exámen, ja— Oh, ya lo olvidaba…Derint tengo algo que decirte pero… ¡Oh! ¡Mira nada más, es la tienda de motos! Que maravillosa coincidencia —el sentimiento de alegría recorrió su cuerpo, pareciendo todo un crío así—Podríamos ir a dar una vuelta y ver que tienen de nuevo, ¿No lo crees?


    Soltando una risita fingida, comenzó a caminar tomando la adelantera cosa por lo que Derint solo le siguió con la mirada, más no dijo nada. La verdad es que no estaba de ánimos para discutir ahora, aparte, no había razón porque hacerlo. Fingír que estaba molesto con el Jameson le salía natural así que obviamente con poner ojos furiosos podía darle a pensar a su amigo algo erroneo. Si, Derint en estos momento lideaba con otro tipo de sentimientos que no sabía porque razón desde que despertó por la mañana habían aparecido en su pecho. Era totalmente diferente a esos con los que lideaba diariamente, esos de preocupación e impotencia al pensar a cada rato cómo estaría su pequeña monstruo de cara sucia, lidíaba con estas sensaciones y emociones diariamente, sin embargo con esto del exámen y toda la cosa, supongamos que su cabeza ha desviado sus pensamientos a otros factores.


    A otros problemas que no sabía que tenía.


    Ah, un suspiró quiso salir de sus labios para dejar ir la frustración pero ni eso pudo lograr. Se movió incómodo en su lugar, más bien estresado, metió ambas manos en sus bolsillos como un acto inconsciente.

    Después de cruzar la calle y llegar al otro lado, en frente de la tienda Derint fue el primero en cambiar su gesto neutro y de perdido a uno de asombro tras ver las bellezas mostradas al otro lado de aquel vidrial.

    Esas preciosidades que sin duda eran por lo único que babearía como un loco enamorado. Motos de último modelo, con detalles hermosos y sobre todo de un tamaño espectacular, no es que fuera quisquilloso con ese tipo de cosas pero, tenía un gusto único y cuando se trataba de motos era exigente.


    ¡Y allí, justo al otro lado de esa maldita pared de cristal estaba lo que más quería!



    Hipotéticamente hablando.



    —Freddy: Es demaciado espectacular, tienes buen gusto, amigo—y él sabía bien eso. Sonrió luego que comentó, había notado como miraba esa motocicleta de color negro con detalles plateado y dorados en la parte de las llantas, cosa que le hizo asentir en aprovación— Tienes para elegir entre la MTT 420 RR que de aseguro te costará un poco más que los ahorros que tienes pero que no dudo no te importará gastarlo si de tener la moto de tus sueños se trata y…ah, esa—esta vez refiriendose a la que tanto miraba el azabache— La Suzuki GSX-1300R Haya..busa? creo que es, si mal no recuerdo. ¿Te gusta más que la anterior? La MTT 420 RR es más velos si es velocidad que buscas, Derint.


    —Derint: Eso no importa. Ya había elegido antes con cuál me quedaría.


    —Freddy: Entonces ya tienes una a tu elección—él sabía eso, siempre lo supo desde que su amigo le había compartido su sueño de comprar una moto, le había dicho el nombre, color y todo cómo quería su moto, y Freddy nunca olvidó esas descripciones. Por eso esperaba que llevarlo allí quizá, solo quizá podría lograr algo por su amigo. Solo algo pequeño. Un inicio— ¿Sabes que? creo que deberías ir reservandola porque si alguien más le pega el ojo, la perderás.


    —Derint: Debo esperar por mi primer pago y eso no sera hasta el próximo mes—recordó con cierto cansancio—


    —Freddy: Cierto. Mmm, bueno…en ese caso, tengo una idea —se giró tomando su mentón, en una señal de pensar en algo, cosa por la que Derint no le interesaba en lo más mínimo, estaba muy concentrado mirando la belleza de su Suzuki allí frente a sus narices, sin embargo al ver de reojos por unos instantes el como el Friki se movía con intenciones de entrar a la tienda tuvo un mal presentimiento y se giró de golpe abriendo sus ojos desconcertado al tener una mínima idea de lo que ese loco haría—



    Derint preguntandose que rayos creía que estaba haciendo, le vio entrar cosa que lo puso a pensar, sin embargo momentos luego Freddy salió haciendole señal de que le siguiera.



    ¿Entrar? pero, ¿Qué demonios pensaba hacer ese loco? ¿Realmente pensaba…?, nah, debía solo ser ideas equibocada. Igualmente, entró. No le gustaba que los demás le arrastraran a hacer cosas que a él no le interesaba pero, por esa vez por la ocasión y porque el lugar al que entraría se trataba de una tienda de motos, no le importó entrar. No admitiría que estaba emocionado por ello.


    Nah, "emocionado" no era la palabra. Luego pensaría en ello.



    En lo que Derint aprovechaba sus minutos libres antes de iniciar el exámen, observando todo en aquella tienda. Por otra parte en el pueblito de Forever, donde Leintni estaba lista para hacer sus entregas, después de recibir todo un regaño de Johan y verle calmarse tras darle su desayuno, su sonrisa se ensanchó y conforme con ésto solo tomó su gran bolsa y salió de la tienda entre brincos, muy emocionada.



    —Johan: ¡Ni se te ocurra perderte otra vez! ¡O si no yo..! ¡Yo mismo ire a buscarte! ¿¡Me escuchaste, niña!?



    Fue su grito desde la entrada de la tienda en lo que veía alejarse a la menor entre risas y brincos.



    —Leintni: ¡Te prometo que no me perderé! ¡Haré bien mi trabajo!


    —Johan: ¡Más te vale, niña! ¡Más te vale! — gritar no era lo suyo, pero verla en ese estado, tan alegre y más revoltosa que nunca despertaba en él algo que no sabía que estaba allí. Y cayendo en cuenta de esto decidió calmarse, suspiró, porque necesitaba recuperar la calma de siempre para no parecer un tonto frente a la niña. Aparte, aún tenía trabajo en vigilar/cuidar de esa criatura hasta que su hermano, bueno, "hermanos" volvieran y finalmente podría descansar de toda esa locura. Y pasando su mano por sus cabellos decidió volver a la tienda— Extraño a Andrómeda, ahh, en serio juro que no vuelvo a aceptar venir a Forever y menos a casa de los Rouss. Me meresco unas largas vacaciones después de esto…Sip, me lo meresco.



    En lo que Leintni caminaba por las calles alegremente, llevando en su espalda aquella enorme bolsa donde guardaba el sin números de entregas de ese día. Iba crusando una calle mientras revisaba su lista de entregas.



    —Leintni: Esta vez son menos a comparación de los otros días…mmm, pero 30 paquetes en una hora tampoco suena tan fácil. ¡Bien! solo hay que correr. —mostrando una alegre sonrisa se dispuso a seguir su camino entre brincos—



    Lo que no sabía la menor era que desde el otro lado de la calle alguien le miraba con cuidadosos y calculadores movimientos, procudo evitar ser notado. El chico estaba recostado bajo las sombras de un árbol cruzados de brazos, desde hace rato que observaba a la niña pero no con malicia ni nada de eso, imposíble, ahora que sabía más cosas sobre ella, la observaba con intenciones de asegurarse de que no cometería una tontería, aún con ideas confusas volando en su cabeza, con pensamientos que atormentaban su própia opinión personal e incluso ideas, pero entre todo su revuelto de cabeza, con gran fuerza predominaba el impulso de seguirla de cerca y de cuidarla, aún si parecía extraño. Bien, lo bueno es que la pequeña estaba a salvo.


    Disimuladamente la seguiría de cerca pero sin necesidad de revelar su presencia. Nunca



    .-



    [ Centro policiaco e investigación. Oficina de Kliver Williams ]




    El hombre desde el otro lado de la puerta, ahora semi abierta observaba hacia las oficinas de afuera donde podía ver a más de uno de sus hombres trabajando arduamente. Hum, cosa que no le extrañaba, las cosas se habían puesto muy extrañas la noche anterior y la mayoría de sus hombres habían sido burlados.


    No pasó mucho después de haber recibido la noticia de que las cosas no habían salido bien con el patrullaje cuando otra llamada entrante directamente de la división de Santa luz, hecha por el mismo funcionario de la comisaria le dio la siguiente noticia, y confirmó; sí, unos bandalos salidos de quién sabe dónde habían sido muy sigilosos en aparecer en plena noche en lo que el autobus de los niños huerfanos hacían su carrera de camino a la ciudad de Villa Neoma, ruta que se suponía debía estar protegido y vigilados por "sus hombres", claro que para Kliver las palabras del funcionario sólo lo llenaron de una ira enorme y de no ser que en el momento de la llamada estuvo en compañía del inspector, quien justo media hora antes había sido informado de la situación y por esa razón luego de ser avisado no dudó en ír a reunirse con el Oficial principal, no sabiendo que éste estaba todo furioso por las malas noticias, y literalmente fue el inspector quien tuvo la tarea de calmar al jefe diciendole que era mejor pensar en una solución a ese problema PERO con la cabeza fría.


    Luego de eso el resto de lo que quedó de la noche se convirtió en horas estresantes, en el que luego de las 11pm todo el equipo policiaco se hicieron presentes poco a poco en la comisaría, sorprendentemente todos contando la misma historia, repitiendo la misma fracesita que durante la noche y lo que restó de la madrugada, jamás salieron de la cabeza del Williams.


    ─"Nos llamaron diciendo que eran ordenes del jefe"


    ─"Fui informado de una nueva orden, directamente del jefe"


    ─" Informaron de cambio de planes a último momento y mi compañero y yo recibimos nuevas instrucciones directamente del jefe"


    ─" Nos reunimos en el punto donde según el jefé ordenó a todos que…"





    ¡Ah!, es que no había sentido en que alguien le haya dado una información erronea a sus hombres y saboteado TODO el plan, de no ser que se tratara de un maldito traidor, ¿No? y Kliver sentía que le saldría canas verdes de tanto pensar en ellos, sin una solución, sin una pista ni nada que le mostrara quién era el causante de ese desastre.


    ¿Había algún tipo de infiltrado en su cuartada?


    ¿Un informante corrupto?


    ¿Un doble cara?



    Quizá había alguien de sus hombres que podría darle algo de información.



    —Aún no puedo creer que en serio esos tontos se haigan dejado engañar. Que poca profecionalidad, hum.



    El tonito que utilizó el inspector en su comentario le pareció particularmente molesto a el oficial Williams, ¿Estaba pasado de copas el idiota ese o qué?



    —Kliver: Cuide su boca, oficial—respondió seriamente el jefe mirandole desde la entrada. Cerró la puerta—Tengamos en cuenta una cosa, mis hombres seguían mis ordenes a todo momento, por supuesto que ellos no debieron ser engañados tan fácilmente.


    —Aún así pasó.


    —Kliver: Pero "esas" ordenes no vinieron de mí, le vuelvo a decir—por décima vez en la mañana volvía a reafirmar sus palabras a su hombre de investigación, ah, mal momento para desear una tasa de café. O quizá no era del todo una mala idea—


    —Lo sé, ya me aseguré de eso, señor pero ¿No es por esa razón por la que todo el mundo está como locos trabajando allá afuera? Buscando al culpable de todo esto—cansado, frustrado quizá, dejó salir su aliento— Todo esto se está saliendo de control.



    El momento era crítico, no eran si quiera pasada de las 9 cuando ya tenían ese cerro encendido y no había manera de saber cómo apagar ese fuego sin salir quemados en el intento. Ninguno, no, cada uno de los hombres de la jefatura respondían diligentemente ante los testimonios que se venían presentado esta misma mañana y que, desgraciadamente muchos de ellos fueron transmitidos por la TV. No estaba al tanto de la prensa aún, casi siempre tenía una mínima señal de donde atacarían esos mosquitos chupa sangre pero esta vez todo ocurrió tan rápido que Kliver no tuvo tiempo de responder adecuadamente al funcionario cuando le llamó, porque ni él mismo estaba al tanto de las cosas.


    Si hacía horas atrás─durante la noche─ se había comunicado con la oficial Philipinas, le había dado instrucciones directas de actuar si era necesario, sólo en caso ya que en toda la noche las palabras de la mujer no lo dejaron tranquilo, pensar que habría una posibilidad de que esos tipos desquiciados hicieran aparición en el festival era una duda que no quería dejar pasar así que confirmó con la oficial que tenía permiso para darle play a el plan C, ya que el B no funcionaría de todas maneras.


    Bien, eso había sido toda la comunicación que llegó a tener con sus hombres, uno que otro en diferentes puntos informaban sus puntos de locación, pero ninguno con una noticia alarmante, entonces ¿Qué fue lo que salió mal.


    Kliver se estaba rompiendo mucho la cabeza para este punto y el Inspector lo sabía muy bien. Entendía por lo que estaba pasando porque no era la primera vez que llegaba a pasar un desastre así, pero era la primera vez que una situación de esa magnitud se presentaba. Tantas vidas estuvieron en juego la noche anterior, y de no ser porque alguien milagrosamente regresó a esos niños a el horfanado, sin duda la policía esa mañana hubiesen amanecido con más problemas que los de ahora.



    —Oye tío…—paulatinamente dejó el formalismo y así mismo, el peso en su voz— no creo que sea necesario que te culpes por esto, no diste la orden, está bien, es obvio que uno del cuerpo policiaco nos ha embromado las cosas y te juro que yo mismo me encargaré de secretamente averiguarlo, pero entiende que no fue tu culpa, nadie salió herido y los niños fueron regresados a el horfanato milagrosamente, mira lo tú mismo—acercandose con total confianza le acercó al mayor unos cuantos papeles que sacó de su carpeta y cuya dejó en el escritorio del Williams. Éste alzó su mirada—Es el informe del oficial Mako en donde está toda la entrevista que le hizo a la dama encargada de los chicos, y sin duda alguna todos confirman que un chico desconocido fue quién recuperó a esos niños, no hubo heridos ni tampoco secuestro, puedes echarle un vistazo.


    Kliver viendo aquellos papeles en su escritorio puso su atención de regreso a su "sobrino", dandole a entender con su mirada que no entendía qué hacía con eso.



    —Kliver: ¿Cómo es que tienes esto y yo no?


    —Investigo—alzó los hombros, le restó impotancia—es mi trabajo después de todo, además debía analizar todo lo que la prensa se encargó de revelar a las redes lo antes posible. ¿No le echarás un vistaso?


    —Kliver: Claro, lo haré, es mi trabajo pero—su pausa fue justificada, la jaqueca que había empezado el día anterior volvía a palpitar en su sien, sólo que esta vez era más lento— Primero el caso de esa pequeña, que fue cómo una señal antes de iniciar el desastre, luego el intento de escápe de ese demente, luego… la explosión ocurrida en el Muelle en donde curiosamente se hallaba Tiroh y sus hombres, sin planearselo terminamos capturando a todos esos vandalos y—volvió a suspirar— ¿No es demaciado coincidente todo?



    Cuando por la mención a esto último Henry Atkinson no evitó la risa, ya que él principalmente estuvo trás la investigación de éste caso luego de la explosión, en la que él y su grupo tuvieron que revisar el muelle y secciorarse de que la zona estuviera en buenas condiciones. Estaban esperando encontrar en lo que anteriormente había sido el territorio del gran Tiroh de los Phoenix , no sé, ¿Drógas o algún almacen lleno de dinero labado? lo normal que se encontraba en territorios de pandilleros pero en cambio se consigieron con un lugar completamente vacio.


    Lo más sospechoso del lugar había sido el lugar donde había ocurrido la explosión—según la escena—no hallaron más que un auto calcinado, casi entero en su totalidad sólo que inservible, difícil de sacar muestras de allí sin embargo ya algunas de las muestras que se tomaron estaban en el laboratorio, así que lo más posible era que para ese fin de semana o la próxima semana dentría el nombre del dueño del auto.


    En fin, lo que más le sorprendía a Henry era cómo tan fácil ese tal Tiroh había sido capturado y puesto tras las rejas.


    Aún le parecía sorprendente.



    —Henry: Si tío pero…¿El caso de la niña? —entonces recordó que su tío lo había menconado antes. Vió como el jéfe de policía recorría con la mirada aquel folder sobre la mesa, para luego poco a poco juntas sus manos e inclinarse sobre su escritorio. Su silencio fue suficiente respuesta—Oh, se refiere al caso de hace 4 semanas atrás, el de la pequeña Rouss, pero ¿No cree que sería algo pretencioso coincidirlo con estos casos?


    —Kliver: Henry.


    —Henry: Claro que no hay opiniones personales en temas de trabajo, lo siento.




    Claro que su sobrino, siendo el esposo de una de sus sobrinas, aún era un hombre joven que a veces olvidaba que en el lugar de trabajo las cosas no se tomaba en broma, sus años en la comisaría eran muchos, sí, pero para los ojos del oficial Williams, el chico seguía siendo un niño.



    —Kliver: Exáctamente eso fue lo que pasó, no soy tonto, oficial Atkinson, sin embargo como todo eso pasó bajo de mis narices sin darme de cuenta alguna, usted como encargado en la sala de investigación tendra el trabajo de averiguar ¿Qué fue lo que pasó? quién hizo esa llamada indicando a mis hombres tomar otra ruta—su voz cada vez era más ronca llena de molestia, se había levantado de su sitio, muy cómodo debía admitir, entonces se fue acercando al hombre quien estaba recostado del escritorio y ante la actitud del mayor, el miedo le invadió y acabó en el suelo—No me interesa cuanto te tomes pero hazlo ahora. Tomarás todos los casos actuales con fecha de hace 5 semanas atrás y comenzaras con un cateo completo, quiero que averigues si cada uno de los casos tiene algo en común, luego vienes y me informas qué consegiste ¿Está claro?


    —Henry: B-Bueno, señor-



    —Kliver: Vamos, sal de aquí. Ahora.



    —Henry: P-Pero, esp-pere un momento señor—removiendose en su lugar— p-para eso necesitaríamos un permiso del juez y…eso llevaría al menos unos-


    —Kliver: Eso no importa, ya me comuniqué con la casa blanca en la mañana y el Mayor se encargará del papeleo personalmente.


    —Henry: ¿Dijo el Mayor…? Entonces…



    El cerebro del oficial comenzó a trabajar rápidamente, concluyendo casi de inmediato que si el mismicimo mayor estaba al tanto de todo no habría manera de escapar de esa, es más, significaba que la investigación de la que acababa de ser informado él debía llevar a cabo ya había sido aprovada por la casa blanca. Tragó fuerte.


    Kliver, con total calma caminó de regreso al otro lado de la oficina para prepararse algo caliente. En serio necesitaba disgustar en su boca el delicioso saber del café.




    —Henry: Ya veo, je, que bien entonces—pero el relajo le duró poco— ¡E-E…E-Espere jéfe!, usted podría hacer una comitiva y reunir a cada hombre, sería más fácil comunicar el problema y descubrir quien de ellos lo hizo, no? —torpemente se levantó arreglando su corbata— Hablo del saboteo. S-Sólo hay que ir uno por uno, sería más seguro ¿No cree?



    El Williams entre cerro los ojos mirandole incrédulo. Realmente no sabía qué rayos le ocurría a Henry pero estaba más idiota que nunca.



    —Kliver: ¿En serio?


    —Henry: ¿Eh?


    —Kliver: ¡Pedaso de tonto, eres un idiota o te haces!


    —Henry: ¿¡Ehhh!? ¡E-Espere, espere jefe…! ¡Tío…mi tío con la tasa no..! ¡Aguarde, por favor!


    —Kliver: ¡Sal ahora mismo de aquí y has lo que te dije sino olvidaré que eres parte de la familia! ¡Ahora!


    —Henry: ¡Si, s-si, señor! ¡De inmediato!


    —Kliver: Ahh—soltando todo el aire de sus pulmones se dejó caer en su cómodo asiento con total cansancio— Qué estrés, tsk ¡Y cierra la puerta al salir!



    El sudor en su cuello no era por simple calor, los nervios estaban presente pero lo más extraño de todo es que su mente y corazonada le gritaban que, hacer exactamente lo que le sugería el oficial encargado de las investigaciones—y aparte su oficial de confianza— no era del todo seguro, no ahora. ¿Reunir a todos? No podía hacer eso. Un hombre de la misma policia dio una mala información la noche anterior y eso causó problemas en la movida de transportar con seguridad los menores del orfanato. Hacer un movimiento así tan solo alborotaría las aguas. Kliver no era tonto, llevaba años siendo el encabezado allí del cuartel de policia, era un trabajo familiar que llevaba por años y por experiencia sabía cuando algo olía a carne podrída.


    No quería desconfiar de sus hombres pero…¿Quién? ¿Quién podría haber hecho algo como eso..?



    Ja, si fuera así de fácil el saberlo entonces que el responsable pasara por la puerta de su oficina ahora mismo.





    Toc Toc





    El llamado en la puerta, y Kliver apartó de sus labios la tasa de café que recien se había preparado. Un tanto inquieto y sorprendido consigo mismo.



    "No soy superticioso pero…"





    —Kliver: Adelante.



    El oficial del otro lado inmediatamente entró, haciendo un saludo de respeto antes de mirar seriamente a los ojos a su superior. Su uniforme bien planchado esa mañana y aparte ese perfume suave que usaba y que desde esa distancia podía percibirse en el ambiente, decían que el oficial no tenía mucho de llegar.


    Tarde, sí.



    El oficial para nada le gustó esa mirada por parte de su superior.




    —Kliver: Philipinas.


    —Philipinas: Buenos días señor. ¿Quería verme?




    Sus facciones, mostraban cansanció y algo más que el Williams no supo describir. Algo no estaba bien.



    —Kliver: Llegas tarde ¿Es que no puso el despertador esta mañana, oficial?


    —Philipinas: ¡Eh! E-Eh, lo lamento tanto señor, yo solo…


    —Kliver: Cómo sea—le hizo señal de que cortara el royo. No le interesaba discutir temas irrelevantes. Así que le indicó que entrara en lo que sacudía en sus manos el folder que estaba sobre su escritorio— Adelante, hay mucho de qué hablar.




    _Cambio_




    Tras hablar con el encargado de la tienda y hacer unos cuantos negocios, Freddy logró que el señor le diera un descuento sobre la compra de la moto que él le había señalado, cosa que Derint no podía creer, claro que una vez pagara la suma de dinero que costaba el vehiculo este sería todo suyo. Freddy sacó una tarjeta cuya le entregó al señor, este asintio estrechando la mano del chico tras aceptar el trato y para ese punto la cara de Derint no sabía a qué mostrar, pero sin duda el enojo no era parte de eso. Todo iba a la cuenta del idiota del Jameson. Derint tuvo que firmar unos papeles para así registrar su nombre y de esa manera dejar en claro que él sería el propietario de esa moto.


    Sí, él, Derint Rouss una vez terminara de pagar lo debido esa Suzuki sería toda suya.



    Una vez terminado el trato Freddy se despidió respetuosamente del encargado y fue el primero en salir de la tenda, más atras salió Derint, quien no tenía una bonita expresión que digamos.



    —Derint: Jameson ¿Se puede saber qué demonios fue todo eso?


    —Freddy: Eso, amigo mío se le llama hacer negocios —dijó con una sonrisa en sus labios, tan relajado como si de hablar del cambio climatico se tratara, antes de girarse a él— Fue sencillo, solo tenía que hablar con el encargado del lugar y convencerle un poco, claro que por recervación debía pagar una suma adecuada para asegurar las cosas, ya sabes como son las cosas en el mundo de los negocios, debes asegurar que alguien más no tomará lo que es tutyo ¿No? aaaah, pero fue lo de menos — estaba emocionado— Ya dimos el primer paso así que ¡La moto pronto será tuya, amigo! jajaja, ¿No es increible? ¡Es lo que querías! ¿No estas feliz? ¡Sé que lo estás!


    —Deritn: Lo quería, sí, pero lo lograría con mi propio esfuerzo, no que TU, idiota lo arruinaras.


    —Freddy: ¿Eh? ¿Qué? ¿Arruinar lo, dices? pero Derint…



    Un auto pasó, el sonido de sus cauchos hicieron que el momento fuera extraño, muy amarago para el gusto del Jameson quien ante sus ojos todo pasó en cámara lenta. Derint seguía disgustado y a cada acción del Jameson por alegrarle, solo lo arruinaba más y más.


    Freddy en serio que no sabía ya ni qué hacer para levantarle los ánimos a su querido amigo, a quien veía hacerle esos gesto de rechazos que sólo lo lastimaban más. Ah, si tan sólo hubiese una buena comunicación entre ellos, así como antes. Así como solía ser cuando tenía 12 y 14 años, ¿Dónde quedó esos momentos? ¿En qué momento dejaron de frecuentarse para dejar en cambio el lugar a un vacio que nada parecía llenar?


    Exageraba, sí, el Jameson exageraba al comparar su rechazo y el dolor que sentía ahora cómo algo que le robaba el aliento, que no le permitía pensar ni dormir bien, sí, quizá estaba haciendo drama otra vez, tal vez todo se debía a sus cambios emocionales que últimamente había tenido a causa de todo lo que en esa semana le venía ocurriendo. Tantos sucesos, choques y sustos, tantos factores que bien podría ser el causante de su malestar, aparte del lío en el que se encontraba ahora, ¿No era obvio que sumado a todo esto, que su mejor amigo no le diera ese apoyo o esa mano amiga en esos momentos, que sintiera que para él su amistad no era más que una molestia, no era razón para sentir que nada valía su mayor esfuerzo?


    Reir, bailar de felicida, tararear al bañarse, disfrutar un buen helado o ganar la lotería, incluso sonreír ante un nuevo día tan brillante cómo era esa mañana, ¿Valían en serio esta satisfacción con la ausencia clara de ese "algo" que le faltaba? ¿Y que no parecía mejorar sino que el sentir parecía más empeorar?


    Que aparte dolía cómo el demonio.


    Freddy sentía que se estaba rindiendo, y temía admitirlo pero no creía que tuviera las suficientes fuerzas para soportar otro rechazo.



    Ya no.



    Sus ojos eran el espejo del mundo, en el que su exterior se reflejaban en sus cristalinas pupilas en una manera tan vana y sin igual, mezclado entre la melancolía al ver la espalda de su mejor amigo alejarse más y más.


    A pocos pasos y a la vez a miles de él. El trago por su garganta fue amargo. Demasiado amargo.



    La hora estaba avanzando y Derint sabía que ya iba siendo hora de irse. Era hora de comenzar los examenes y por esa razón había comenzado con una caminata lenta pero acelerada para los pasos del ahora peli bermellón.



    —Freddy: —siguiendole desde atrás, solo veía con ojos decaidos la espalda de su mejor amigo, el como se alejaba más. ¿Qué podía hacer él para recompensarle por faltar la noche anterior? — " Sé que esta así por que desaparecí anoche, lo sé, total cada año Siro, él y yo lo celebramos juntos y que éste año no allá sido así…¡Ah, lo sé, lo arruiné por completo! Pero esta vez no…no puedo sensillamente decirle mis motivos, sería demaciado arriesgado; aun si eso significa ponerlo más de malas, sería peor envolverlo en esto. Que difícil se vuelve todo esto, ¡Dios! " Debo tratar de arreglar las cosas entre nosotros, aunque sea una última vez, si, así que… ¡Oeh! ¡Derint, oeh Derint! ¡Espera un segundo, quieres! Se que tienes prisa por presentar los examenes pero, en serio necesitamos aclarar que…¡Oye, aguarda!




    La calle era ancha, podía correr con tranquilidad ya que el frente del edificio en donde se presentarían los examenes tenían un diseño como si de una plaza se tratara, cosa por la cual las personas caminaban tranquilamente sin preocuparse por los autos. Derint iba adelante, Freddy había acelerado los pasos con intención de volver a detener a su amigo porque realmente tenía la necesidad de hablar ¿Qué? ¡Lo que fuera! Sólo necesitaba que escuchara lo que tenía por decirle.


    En su camino alguien venía, pero su aspecto estaba cubierto por una capucha, parecía que este chico tenía pensado atacar al azabache por detrás—al menos así lo vio el Jameson— cosa por la cual Freddy se detuvo abruptamente… su mente se quedo en blanco, transformando las imagenes frente a él en escenarios caóticos donde por culpa de él ponía en riesgo la vida de su amigo; en donde podía verlo, incluso oirlo, las palabras de esos tipos que le citaro durante la noche, que tras su llamada le abvertían que si no cumplía con su parte le harían daño a los que más quería y a Derint también, Dios, ¡Habían amenazado con dañar a su mejor amigo! ¡Obvio que era un peligro estar a su lado!



    " ¿Es que ellos realmente cumpliran con…?"
    fue un idiota.



    Freddy si recordó y entendió una cosa. Era posible que sus temores se hicieran realidad, ¿Por qué? simplemente porque…esa noche él no cumplió. Y jamás…


    Maldición, ¡Él nunca lo hizo! nunca llegó a ellos.



    Su cuerpo pudo llegar a congelarse en ese lugar por más tiempo de lo que hubiese imaginado, más sin embargo se apresuró a actuar y corrió una vez reparó en sí. Sin mucho que decir tomo a aquel sujeto del brazo y lo jaló haciendole una llave sin mera contemplación del tipo, tirandolo así de esta manera al suelo, paulatinamente poniendo un pies sobre una de sus piernas hasta inmovilizarlo. Mucho más si era posible. No fue delicado y eso lo confirmó cuando escuchó la voz del niño quejarse.



    Un momento, ¿Niño…?



    ¡Ahhh! ¿¡Pero que te pasa, demente!? ¡¿Acaso te debo!?





    Derint, quien era ignorante de todo esto, inmediatamente se giró por el grito, algunas personas cercanas se alarmaron y también se giraron a ver el espectáculo; no pasó mucho cuando las personas comenzaron a murmullar.



    .-


    A distancia un tipo dentro de un auto miraba todo lo que estaba ocurriendo, no estaba tan lejos de aquello así que podía ver a la perfección el rostro de ambos de sus objetivos.



    —Quiero que vayas y lo ejecutes. El hijo del doctor, es tu objetivo, tal cómo te dije.


    —Hombre: Bien, señor pero…¿Cuál de ambos? digo, ambos son hijos de doctores.



    Se escuchó la clara irritación del hombre al otro lado de la línea.



    —Dije el hijo de EL DOCTOR, sabes cuál doctor, imbésil. Y si falla el plan, entonces…plan B. Y no quiero errores, sino no habrá paga ¿Entendido?


    —Hombre: Si —respondió sin remedio a quejarse, total, sólo estaba dando uno de sus servicios allí. Solto aquel palito que masticaba desde antes y rápidamente puso sus manos sobre el volante, para así ensender el motor del auto—Bien, aquí vamos.



    .-



    El chico, quien había sido atacado por detrás miraba justo ahora súper indignado a el rubio ahora de cabellos rojizos. Se notaba la indignación en el rostro del chico, así mismo la confusión en la mirada del motociclista.



    —Chico: ¿Quieres soltarme de una vez, anciano? Eso duele.



    Freddy abrió sus ojos algo desconcertado, el chico frente a él le miraba furioso, aparte…según su rostro no tenía mas de 14 años…era un niño. ¡Un niño!



    Oh




    —Freddy: Lo… Lo lamento tanto, pensé que eras…


    —Chico: ¿Qué? ¿Un ladrón o un tipo de loco psicopata que le gusta bandalizar en las calles? ¡Pues no lo soy, fíjate bien! asegurate antes de atacar a las personas de esa manera, ¡Tsk! —sacudiendo su ropa, miró furioso luego a Derint quien, en su mismo lugar, seguía en silencio sin saber qué rayos había ocurrido— Cada vez hay más locos en esta ciudad…—murmulló con disgusto. No dejaba de ver a Derint y éste al notarlo también le miró— Solo lo reconocí y quise acercarme por detrás para, no sé, saludar, me atendió anteriormente cuando me fracture la rodilla, era un pasiente, no era tan grabe mi estado pero aún así él me cuido bien, debo decir que hizo bien su trabajo, feh, a pesar de ser un mocoso…


    Murmulló lo último.


    —Derint: ¿Ahhhh? ¡¿Qué dijiste, niño?!


    —Freddy: Oye, también eres un mocoso…


    —Chico: —bufó, y volvió su atención al azabache— no sé si lo recuerda pero él fue muy gruñón conmigo, muy molesto… claro que hizo bien su trabajo…es, un buen doctor, si es que se le puede decír así —esto último lo dijo algo apenado, cambiando por completo el semblante que mostró hace poco, y así terminando de sacudir su ropa— solo pensaba hacerle una broma —miró al suelo aún frunciendo el ceño. Tomó su capucha cuya se había caido por el movimiento brusco, y se volvió a cubrir la cabeza— pero no sabía que su "guardaespaldas" me atacaría deliberadamente. Rayos.



    "¿G-Guardaespaldas?"
    el peli bermellón se apenó.



    —Freddy: Por favor, disculpame, no fue mi-


    —Derint: No es mi guardaespaldas, idiota.



    Por la interrupción Freddy se descolocó un poco pero negó luego para así continuar con lo que diría.




    —Freddy: No fue mi intención. Realmente me siento avergonzado por-…lo siento —juntó sus manos en señal de disculpa ya sin saber como disculparse. Exagerando, cómo siempre— ¡Déjame pagarte por ello, por favor!


    —Chico: ¿Ahhh? ¿Pago?



    Derint alzó entonces la mirada y miró a su amigo, quien claramente tenía cara de sufrido. ¿En serio todo aquel problema se había creado por su culpa? Ese Friki era un idiota, sí, pero ese día sin duda lo estaba sorprendiendo de sobre manera.



    —Chico: ¿Hablas de dinero acaso? —viendo como el chico revisaba sus bolsillos y que parecía buscar desesperadamente su cartera sintió cómo algo dentro de su pecho se encendió y que le comenzó a quemar. Entonces el chico le detuvo, se negó a su acción— Nah, solo olvidaló, ya, que más da, fue un mal entendido, ¿no? No hubo heridos así que no hay nada que pagar.


    —Freddy: Pero…


    —Chico: Mi hermana siempre dice que el dinero es la raíz del mal, del caos, trae problemas, por eso…odio el dinero. Nunca lo e necesitado, menos lo necesitaría ahora —metió tranquilamente sus manos entre los bosillos de su abrigo negro en un acto relajado pero a su vez como si buscara la manera de lucír más seguro, más serio en sus palabra, miró a continuación los ojos del Jameson quien en silencio le observó— No me interesa eso, solo olvida lo que pasó —se dio media vuelta— Vine por cuestiones de estudios, pienso ser de provecho para mi familia sin necesidad de ese dinero asqueroso…seré grande, ya veran, así que no te preocupes por lo de hace momento, estoy bien. Además —fue sutíl la manera en que envió su mirada hacia el azabache, quien en serio sentía que estaba de expectador allí—Fue mi culpa por tratar de llegarle así por detrás, es bueno tener amigos cerca, puedo verlo.



    El chico comenzó a caminar emprendiendo su marcha una vez dijo esto, sin ser conciente que sus palabras habían creado un total asombro hacia ambos chicos que tomaron tales palabras de diferente manera, todo ocurría de manera lenta, sencilla y calmada, justo en el tiempo en que un auto se aproximaba a ellos, al menos a esa distancia era claramente visible.


    Derint pareció interesado en las palabras del niño y se giro a él.



    —Derint: Dijiste que también vienes a presentar el exámen.


    —Chico: —se detuvo más no se giró— Así es. Acabo de decirlo, y que digas "también" me da a entender que tu también lo harás, ah, ya veo, creo que aspiramos a un mismo sueño, eh—la pausa en su voz y el tono ilarante disfrasado en calma— Pienso ser de provecho y orgullo para mi familia. Así como tu…Hum, eres el hijo del Doctor Rouss después de todo, ¿No? —sus ojos eran oscuros, así como la misma noche, estos se mostraron entre las sombras de la capucha ahora fijados en los azules del azabache, quien ante la pregunta solo asintió. El chico entonces hizo una mueca y volvió a mirar al edifico, cómo si hacer eso le mostrara en dónde es que estaba parado realmente—Hum, es un gran hombre…cuanto hubiese deseado haber nacido siendo su hijo, siendo así no tendría la necesidad de venír aquí, simplemente sería como él. Todo sería más sencillo…



    La brisa sopló en aquel silencio, algunas hojas en los árboles se movieron, los cabellos azabaches se movieron también acariciando el rostro del chico, y ocultando un poco los ojos azulado cuyos ahora parecían ocultar un tipo de emoción que para nada era comparado con alguno que haya sentido antes. Era ageno, era todo lo que sabía. Las palabras de ese chico llegó a darle, y duro porque sonaban reprochantes y parecía decír entre muchas líneas lo que su boca había dejado de gritar hace mucho y que ahora, siendo un adolescente no se molestaría en dejar saber a los demás, palabras que interpretó como "un pasado trágico, con problemas económicos y familiares", pero las palabras del chico también le afectaron de manera diferente, haciendole un recordatorio de que, él bien pudo haber seguido los pasos de su padre, los pasos de ese gran hombre del que todos se honorgullecian. Era cierto, muy cierto…Ya el idiota del Jameson se lo había sugerido y lo ignoró.



    Era un buen punto. Sin embargo…



    ¿Por qué no serlo? Total, sería mucho más sensillo. Muchos deseaban tener esa gran oportunidad, tener esa dicha de tener las cosas tan faciles, tan accesibles a la mano, tal como él las tenía; convertirse en doctor no sería ningún "Imposible" para él, aún así él se atrevía a ignorar y desechar tal opción. ¿Por qué era así..?


    Ah, si claro, porque él eligió volerse soldado y sólo por la idea de "hacer algo por su nación". Que gran sueño tan tonto, ¿No era eso infantíl?



    Para esas alturas el chico ya se había retirado, era hora de que él hiciera lo mismo. Así que negando, sin querer pensar en aquellos detalles, tomo fuerte la gasa de su bolso y comenzó a caminar, sintiendo como si a cada paso que daba, cada vez más se alejaba de algo importante.


    No quería detallar en aquel mal presentimiento. No esta vez porque estaba seguro que sólo le terminaría arruinando su hora de exámen.





    —Freddy: Derint, esfuerzate. Estaré esperando hasta que termines el exámen —avisó él, cosa que al parecer no le importó del todo al chico azabache, este siguió caminando lento, sin parar ni responderle. Ah, era obvio que así sería. Freddy por su parte sonrió calmadamente, era obvia su actitud así que no se molestó en reprocharlo, justo ahora debía lidear con el sentimiento de frustración y resignación que se iba abarcando en su pecho— ya hiciste tu elección, amigo, no hay marcha atrás.



    Pero Freddy estaba preocupado, sentía que su amigo no estaba bien y eso lo martillaba a cada segundo. Existía las posibilidades de que algo se avecinaba, nada bueno sentía él, sin embargo que su cuerpo y sentidos le dieran señales que le hacían sentir inseguro no aseguraba que tenía la razón; quería evitarlo.


    Pero no era posible hacerlo.


    Hm.


    Metio sus manos sobre sus bolsillos, suspirando, viendo a su amigo retirarse, una acción que seguiría haciendo de no ser que…algo se activó en sus sentidos de manera casí inmediata, y fue entonces allí que lo sintió "otra vez"; esta vez, más fuerte. Sintió como si sus oidos sumbaran, o su piel se espeluscara…algo andaba mal, y por eso se fue girando a la derecha, mirando hacía atrás donde sentía que algo se acercaba amenazantemente


    Entonces lo vió.


    Lo que encontró fue un auto que pasaba justo a un lado de la cera y, de este una mano enguantada en negro se fue mostrando y entre sus dedos, sostenía firmemente lo que identificó como un arma, oh no, eso estaba mal…arma cuya señalaba a una dirección, específicamente hacía…




    " ¡Derint! "




    Freddy corrió sin pensarlo dos veces y fue atrás de su amigo para evitar aquel desastre. No lo pensó porque era innecesario pensar en las consecuencias justo ahora, su cuerpo se movió antes. El arma parecía tener silenciador, cosa por la cuál el disparo no sonó a tan alto calibre al momento de disparar, sin embargo si emitió un sonido que fue lo que alarmó al Jameson.


    Derint, quien estaba muy centrado en dirigirse a la entrada del edificio escuchó de repente a Freddy llamarle pero la manera en que lo hizo le causó extrañeza, además que también pudo escuchar unos pasos apresurados acercarsele, ¿Estaba corriendo acaso?, se giró un poco y apenas lo hizo al momento de dirigir su mirada a esa dirección abrió sus ojos enormemente, no por lo que vio, sino tras escuchar aquel disparo silencioso y ver el cómo frente a él su amigo tomaba la adelantera para de esa manera parar la bala con su cuerpo, Freddy recibió un disparo por un costado y por el impacto se fue costa abajo casi de inmediato y cómo el disparo era para él y Freddy había corrido lo más rápido que le dio sus piernas para evitarlo, al desplomarse justo en frente de él, por la cercanía literalmente cayó sobre él. Entonces ambos fueron a para al suelo.


    Derint sintió su cabeza impactar al suelo de manera abrupta, aturdido trato de levantarse y solo vio como su amigo estaba casi sobre de él…



    Estuvo apunto de replicarle por esto pero, no estaba del todo bien cuando cayó en cuenta el estado del Jameson. Al ver con sus propios ojos el cuerpo del chico. Freddy estaba herido.


    ¿Acaso lo que había oido había sido en verdad "eso"…?




    —Derint: —abrió sus ojos ampliamente, desconcertados con horror—¿ Q-Qué diablos…? —ni su voz quería salir apropiadamente—


    —Freddy: —por el impacto comenzo a toser, toser y toser hasta notarse como algo de sangre se mostraba en su boca. Esto paralizo a Derint quien se movió alejandose un poco del cuerpo herido, realmente aterrado— Derint…p-por favor, entra ya, no te atrevas a salir hasta que Birian venga por ti…por favor, no salgas, no lo hagas…sólo vete.


    —Derint: ¿Qué dices…? —escucharlo entre respiraciones ahogadas y aparte verlo casi vomitar sangre lo traía mal— ¿Qué demonios esta pasando, Friki? ¿Qué es todo esto?



    El auto que había pasado—y de donde se había mostrado esa mano con el arma— se había ido a gran velocidad, dejando atrás una nube enorme de humo.


    Sin embargo casi de inmediato el sonido de unas ruedas de auto frenar de a golpe se escuchó, anunciando la llegada de un segundo auto. La mini band gris se detuvo y de éste salió dos tipos enmascarados quienes rapidamente se acercaron a los chicos, Derint alarmado vió como estos traían armas consigo, Freddy se giró entonces y se levanto mirandolos molestos. A pesar de su estado actual no pensaba dejar que lastimaran a el azabache.



    —Hombre: Vendras con nosotros.



    El Jameson le sostuvo la mirada.



    —Freddy: Bien, no tengo problema con eso pero…—dio una mirada rápida hacia su amigo— no se atrevan a hacerle daño —amenazó mirandoles fríamente— Déjenlo fuera de esto, yo…ire con ustedes.


    —Hombre 2: Claro, si, si, cómo si estuvieras en posición de negociar ¡Solo camina de una vez! —le tomó del brazo y rusticamente lo jaló llevandolo al auto. Lo obligó a meterce en el—



    Derint solo vió como aquel tipo se llevaba al Jameson dirigiendolo al auto.


    El otro tipo con mascara miro por ultima vez a Derint con su arma en alto con la intención de disparar pero, al final de cuenta no lo hizo, bajó el arma y solo chasqueó la lengua como un acto de fastidio y molestia. Para este punto Derint le miraba seriamente, con un terror enorme, sí, pero la rabia de ver a esos tipos actuando de esa manera era más grande.



    —Hombre: En estos momentos no vale la pena dispararte—y aunque había bajado el arma, no evitó que le diera una mirada amenazante al azabache—


    —Hombre 2: ¡Idiota apresurate, ya! ¿Qué esparas? ¡Muevete!


    —Hombre: ¡Si, si, ya voy! Tsk, idiota.



    Aquel sujeto guardó el arma y se volvió al auto donde una vez dentro, el conductor arrancó y salió de allí, perdiendose de la vista del azabache. Derint seguía en su lugar, sin saber qué decir o hacer, ¿Qué rayos había ocurrido? Como era posible que hacía un momento el estaba tranquilo de camino a el edificio y de repente aparecían esos tipos armados, disparando, hiriendo a Freddy y de la nada…se lo llevaban.


    Al levanarse no tenía cabeza si quiera para ver el estado de su ropa, su mente estaba perdida, su vista no enfocaba. Su alrededor se veía incierto e incluso creía que el mundo se había silenciado, a distancia podía encontrar a pocas personas quienes habían presenciado todo y que ahora mostraban pena y otras miedo, ellos como él no podían hacer nada, eran simples civiles y esos tipos unos maliantes. ¿Serviría de algo llamar ahora a la policia? no, no lo creía…entonces, ¿A quién llamar?



    Acababan de llevarse a Freddy frente a sus ojos, y no pudo hacer nada para evitarlo.




    No hizo nada





    Cerró fuertemente sus manos.



    Entonces frente al edificio, comenzó a llegar un auto blindado de color oscuro, un diseño muy particular, por lo que podía abmirarse podía decirse que le pertenecía al gobierno, las banderillas y la placa, hum, las palabras sobraban. Las puertas comenzaron a abrirse y de este salió un sujeto vestido en verde oscuro, un soldado cuyo caminó seguro y apresurado a abrir la puerta de al lado contrario en donde de este salio un hombre de alto rango, según pudo ver por su uniforme… no podía verse su rostro, el ángulo de enfoque estaba en otra dirección sin embargo podía deducirse que este era un hombre joven y alto.


    Seguidamente se oyó otra puerta abrirse y de este salieron dos personas más.


    Pero a Derint realmente no le interesaban para nada. Aún así pudo escuchar sus voces desde esa distancia.




    —Wou, ¿Este es el lugar? —sonó curioso— me llamarán nobato pero es la primera vez que vengo, es que…el Mayor no suele permitirme las salidas. Esta vez fue con una condición, una terrible condición que casi me partió el corazón, ¡Fue súper malo el Mayor al pedirme algo como eso! ¿Sabes lo que es salir sin ella? ¿Mi amada Belladona? Ella no es dañina, es inofenciba —se le esuchó bufar de repente al hombre— Pero la gente no sabe, claro, no saben nada.


    — Eh…este es…el lugar, ¿No? ¿Aquí es donde presentaré…el exámen..? —una segunda voz se dejó escuchar. Fresca, joven, sutíl, suave y muy tímida—



    Derint apenas notó a esta gente llegar, no se molestó en detallar en sus rostros ni nada por el estilo, les escuchaba hablar, nada más, más no les prestaba atención. Su cabeza era un lio y ahora solo pensaba como haría para dar con Freddy.


    Necesitaba hacer algo y rápido, no podía si quiera imaginarse a dónde rayos esos tipos se habían llevado al rubio o, qué harían con él.



    "Hum, nunca llegan a tiempo, no cuando se les necesita. ¡Tsk! Inútiles. ¿Ahora que haré…?"




    Entonces entró al edificio más que molesto con la tardía de esos tipos, esos malditos políticos que no pudieron llegar minutos antes, segundos antes. No. Siempre tarde.


    Ya adentro, un hombre de seguridad le dio una hoja que debía firmar y Derint inmediatamente firmó, luego el hombre le entregó un tipo de carné cuyo debía entregar mas adelante, él solo asintió, pero siguió con su expresión seria.



    "¿Es secretamente un delincuente? "
    volvió a considerar, la respuesta había sido negativa y no es que hubiese hecho aquella pregunta porque sospechara del chico, es más, sabía que ese Friki de delincuente no tenía nada pero, presenciar lo que hacía poco ocurrió lo afectó tanto que si quiera pudo reaccionar. Lo peor de todo es que Freddy no mostró asombro, o temor alguno por ser apuntado así por un arma, era como si esperara que algo así pasara.


    Y era por eso que muchas ideas comenzaban a crearse en su mente. Sacar conclusiones, una posibilidad y un tal vez.



    Llegó a la resepción en la que debía registrarse completamente. La mujer encargada vestía un uniforme en blanco y azúl, era seria y lucia una expresión de aburrimiento, aún así fue educada en pedirle sus papeles y registros, Derint así lo hizo, retiró su bolso y sacó sus documentos, cedula y registro de nacimiento. En lo que la mujer trabajaba en la computadora, él por su parte miraba perdidamente la nada, las manos de la mujer moverse rapidamente sobre el teclado del monitor parecían una imagen lejana en el exterior cuya visualizaba pero no podía oír, el movimiento de personas pasar a su lado y voces a lo lejos que se acercaban…ni siquiera entendía que decían.



    —Mujer: Aquí tiene. Número 789, tome el pasillo directo hasta el final luego tomará la puerta a su izquierda, señor Rouss.



    Asintió, pero en sí no le escuchó, tomó el carné de registro dado y se retiró tomando el pasillo indicado. Pero tratar de enfocarse ahora se le estaba siendo difícil cuando aún tenía una discuta sobre, ¿Qué debía hacer ahora? ¡Freddy había sido secuestrado!


    ¿Qué debía hacer? ¡¿Enserio no haría nada!?


    ¿Cómo podía caminar a pasos ligeros a realizar sus sueños cuando el friki había sido secuestrado frente a sus ojos? ¿Podía ser más sangre fría que eso?



    Sus cabellos se vieron cruelmente maltratados tras el ataque de frustración y anciedad que sufrió y por no tener nada conque desquitarse sus manos llegaron hasta sus azabaches atacandolos sin piedad alguna. Debía pensar algo rápido, hacer algo, ¡Su amigo había sido secuestrado! ¿Y él? ¡El no…!, bueno…su ex-amigo.




    Su amigo




    Sus pasos fueron descendiendo en velocidad y una mano inconscientemente fue a parar a su bolsillo en donde retiró una pequeña pieza de color negro, forrado y cubierto con protecto del aparato, un protector con detalles azulados con un increíble diseño de un rayo azul dibujado en todo el material plastico; era su propio teléfono…aquel cuyo extrañamente encontró en la mañana justo momentos luego de revisar meticulosamente la biblioteca, descubrió sobre su desastre de mesa, cuya curiosamente esa mañana se notaba más acomodada─no recuerda haberlo arreglado─, encontró en el escritorio una cajita cuadrada o mejor dicho rectangular, con una cinta blanca que lo mantenía cerrado, y encima una pequeña nota.


    La nota era tonta, así como él. " Olvidé darte mi regalo por la noche de luces, espero no lo tires" no fue necerario leer el final para confirmar de quien provenía el regalo. Tras sentír como algo en su ser le hacía sentír fastidiado y molesto se atrevió a abrir la caja y descubrir qué tenía su interior. Decubriendo que era un teléfono negro con un protector igual en negro con detalles azulados oscuros…era nuevo, era algo grande pero no tanto como para ser no ser cómodo a la hora de guardarlo, era…su primer télefono, jamás llego a pedir o interesarse en uno y ahora, le obsequiaban uno.


    Ese idiota.


    Al revisar la vandeja de contactos solo se encontró conque tenía 5 número de contactos; cuyos eran el de su padre, el de el señor Jameson, el del Friki, el del mayordomo y el de la casa por si quería llamar a Leint…Los números de las únicas personas a quien llamaría, al menos 2 de ellas…


    Derint se había tomado su tiempo de pensar y considerar la idea de regresar sus pasos y salir de allí, correr hacia algún centro policiaco y poner la demanda a esos hombres que se habían secuestrado al Friki, buscaría a esos desgraciados a donde fuera, pero no lo hizo. Se contuvo y pensó que más discreto sería llamar a Birian…ese viejo debía saber algo.


    Ah, buena idea tener el número de ese viejo, ¿En serio sería al primero que llamaría con su nuevo teléfono?


    No pensó demaciado las cosas esta vez, marcó, el sonido de la llamada no ser aun contestada era algo molesto para el azabache, los segundos comenzaban a pasar y su poca pasiencia empezaba a agotarse, ¿¡Por qué diablos ese anciano no atendía ese maldit-...!



    —Birian: ¿Si, diga? Residencia Jameson Armory.



    —Derint: —"¿Jameson Armory?" — Anciano. —su voz, su tono al hablar fue serio, seco. El hombre del otro lado de la línea pareció guardar silencio una vez creyó reconocer la voz—


    —Birian: ¿Joven Rouss?


    –Derint: Escucha viejo, no tengo todo el tiempo para explicar las cosas pero, algo acaba de ocurrir con el Friki, él acaba de ser-


    —Birian: Lo sé.


    —Derint: secuestra-... —estaba a medio camino de acabar sus palabras cuando el mayor soltó estas palabras. Derint palideseó de inemdiato—¿Qué..?


    —Birian: Joven Rouss, el joven Freddy estará bien solo si usted se mantiene calmado, créame, no pasará nada pero si no es demaciado pedír, solo enfoquese en su exámen en estos momentos, en nada más y no hable con nadie de lo sucedido, es más sensato no hacerlo. Iré a por usted una vez su exámen termine. Y por favor, le vuelvo a pedir que no diga nada.




    El sonido de la llamada llegar a su fin resonó en los oidos del azabache quien incrédulo, abatido–expresión muy bien disimulada debía admitir–quedó mirando el aparanto en sus manos antes de apretarlo entre sus manos con mayor rabia y frustración. Unas ganas de tirarlo contra el suelo y estrellar éste cosumía su cuerpo cada vez más pero, no lo hizo. Fue inesperado aquella respuesta, sin duda le daba la razón a pensar que ese idiota…¡Que ese idiota en serio estaba en cosas tan..!




    Derint había entrando en conflicto con él mismo hasta el punto de guardar el teléfono, y comenzar a caminar sin rumbo alguno, estaba perdido, mirando y a la vez no, que, no notó una figura que venía en sentido contrario a él con pasos rápidos, rápidos hasta pasar a su lado y chocar su hombro. El golpe fue abrupto haciendole girar, Derint sintió el dolor, sus ojos se enfocaron en la pared y luego se giraron hacía la persona quien chocó…era, una chica pero, tenía una gorra y tapaba su rostro…solo pudo ver sus labios finos pintados en un leve color rojizo, no, más bien anaranjadizo.



    —Chica: Cuanto lo siento, tenía prisa.



    Derint le observó con expresión seria, pero no respondió del todo sino un simple "Fíjate por dónde vas." como debía de ser. Se dispuso a continuar sus pasos, pero la chica volvió a hablar.


    —Chica: ¿Viniste por los exámenes, no es así? — Obvio, ¿Por qué más estaría allí? quiso responder a golpe el azabache, pero se contuvo. La chica notó como el chico se giró un poco a mirarle de reojos sin mucha gracia— La puerta derecha es para presentar los exámenes estandares, para aquellos que quieren participar en la élite, ya sabes…los grandes, si tomas la puerta izquierda todo será rápido pero tu registro jamás lo consideraran y al final del mes estara en la basura como el resto de los demás. Es un consejo —Derint asertó a mirarle incredulo esta vez— Hum, cuidate.



    Se dio la vuelta y se fue. Así sin más desapareció de su vista.



    —Derint: ¡Eh..!- —Iba a hablar pero ya la mujer se había retirado— ¡Rayos! ¿Qué demonios?



    Era de mal gusto recibir comentarios como esos y más antes de hacer un exámen. No quizo pensar en ello y continuó su camino, donde a dos metros estaban unas puertas, esas que llevaban a donde presentarían los exámenes. No consideró la ruta que tomó y terminó tomando la puerta de su elección.


    La derecha.



    .-



    Al entrar los encargados de supervisar los exámenes le entregaron su papel, luego pidieron que firmara en una lista que tenían allí y claro, al final que pasara su guella de identificación por la pantalla de un aparato que ellos tenían, que claramente Derint le importó un comino.


    Bufó con ironía, subio las escalerillas una vez terminó de hacer su registro, camino que lo llevarían a uno de los asientos de arriba y tomó uno, se sentó para así dejar su mochila a un lado del asiento y luego comenzar a rellenar la página de registro antes de que anunciaran el inicio.


    Una vez listo, una campanilla fue sonada dando a entender que el exámen había iniciado.


    Vaya suerte.




    -" Sé observador en todo momento, no lo olvides cabezota"-
    las palabras de su hermana mayor llegaron de golpe bañandolo como sandalo en un momento algo crítico. Recordando las pocas palabras de consejo que recibió de esa amargada. Aunque tenía algo de sentido pensar en ello.


    Era verdad, entró deliberadamente y no observó a detalle su alrededor y cuantas personas había adentro. lamentablemente no podía darse la tarea de hacerlo ahora porque ya el exámen había comenzado.



    " Dudo mucho que alguien aquí le de importancia "




    .-



    Las horas pasaron. Podía observarse en un enorme salón con muchas divisiones de asientos largos, dónde eran divididos por muchos pisos hacia arriba, chicos y chicas de diferentes edades se presentaban allí, su atención toda estaba en la hoja. Sus manos parecían no detenerse en lo que respondían a las preguntas, todos parecían seguros y sabedores del tema, claro que esto no incluía a todos de allí.


    No todos tenían la paz que los muy dichosos en esos momentos disfrutaban.


    Al menos no para cierto azabache quien, desde que comenzaron el exámen no supo desde qué punto empezar. Todo era álgebra, ciencia y más ciencia. Los minutos pasaban y él no reparaba en nada, porque jada en esa página frente a él tenía que ver con todo lo que estuvo estudiando por 2 largos años. ¡Era totalmente diferente a sus libros de leyes y negocios de Primer años! ¡Eso frente a él parecía problemas para chicos de tercer año! de los que él no tenía conocimiento por completo.

    Una mano sostenía su cabeza y la otra sostenía al lapicero. La página estaba aún intácta sin siquiera doblar porque aún no había pasado la primera página.



    " ¿Qué es todo esto? ¿De dónde salen estas cuentas? No lo entiendo."
    Sus ojos incluso comenzaban a arder por el tiempo que llevaba mirando la página sin parar, tratando de hayar una lógica en algo. Más no la hallaba. Estrujó un poco sus ojos.


    Alzó su mirada algo frustrado y la dirigió disimuladamente a su alrededor en donde pudo admirar como la mayoría tenían sus lapices moviendolos desenfrenadamente sobre el papel; qué patético, ¿Él luchando y deseando realizar ese exámen que le costó dos años de su tiempo, para finalmente estar allí y no entender nada? Había una ventaja en todo aquello y era que, si terminabas podías entregarlo, sino pasarías el resto del día allí, era lo único que lo calmaba.


    Pero sino empezaba ahora, ¿Cuando terminaría eso?


    El anuncio de que alguien había terminado llamó su atención, parecía que el primer superdotado había acabado la prueba.


    Y vaya que eso le hizo sentir mejor.


    ¿Desde cuando su estómago le dolía de tal manera?



    " Genial, benditos esos nerd, ya va uno. Pff, que fastidio."
    con frustración se enderesó después de bufar, si quería salir al menos con una nota media debía hacer su esfuerzo.


    El mayor de todos y él era Derint Rouss, y Derint Rouss no se dejaba vencer por nada.



    Los pasos de la persona que bajaba se escucharon, al parecer se había sentado arriba, unos asiento más arriba a los asientos en donde Derint había decidido sentarse, su caminar era algo torpe por como se oía. Derint estaba mirando aun su página, lamentandose por no ser capaz de responder bien, siquiera una… mientras que por otra parte, la persona que venía bajando iba aferrado a su hoja, mirando el suelo algo temeroso, tembloroso y con una profunda timides que no le permitía ver bien el camino por el que iba, no tenía la intención de detenerse pero…algo que llamó su atención le hizo ir bajando la velocidad de sus pasos y mirar hacia su derecha, hacia un asiento en el que un azabache de mirada furiosa estaba sentado…sus cabellos negros, y esa espalda…


    La persona abrió sus ojos y sus labios, sus manos temblaron…fue capaz de distraerse en esos momentos y perder la noción del tiempo, así mismo no notó el escalón abajo de sus pies y pisó mal, de esa manera cayendo a suelo.


    ¡¡PAM!!!
    fue el sonido de su caía. Más de uno dejó de escribir, sus cabezas se giraron y su atención se dirigieron a esa dirección de inmediato en donde el sonido fue más fuerte. Los encargados sentados tranquilamente abajo cerca a el gran pizarrón, alzaron sus miradas y entre ellos, uno de seguridad se levantó para saber qué había ocurrido.



    —Hombre: ¿Qué esta ocurriendo allí?



    Nadie se levantó, solo se quedaron mirando mientras podían, mientras otros negaban y volvían a sus exámenes, porque sabían muy bien que antes de hacer tal exámen habían mencionado un par de reglas que debían cuplir una vez empezaran el exámen y entre esos estaba el guardar silencio, tampoco debían causar alboroto alguno porque de ser así serían retirados del lugar sin más.


    Por eso uno que otro chico de allí al ver lo que ocurrió sintieron algo de pena por esta persona, esperaban que con suerte el resultado de su exámente fueran correctos.


    Se había caído un chico, muy torpe el pobre, mira que no ver por dónde caminaba e interrumpir la hora de exámen. Muchos dejaron de prestarle atención, cosa que en el caso de Derint fue al revez. Su lápiz quedo en la mesa y con pesar miro a su lado dónde justo allí había caído el chico. No lucía como alguien que pasara los 15 años, era un niño o ¿Niña? ni lo sabía, con una chaqueta blanca que tenía una capucha que tapaba su cabeza, Derint notó que la persona no solo había perdido su hoja sino sus lentes…el pobre en el suelo trataba de hayar con sus manos ambas cosas.


    Aparte, su pequeño cuerpo daba pequeños temblores por la situación en la que estaba.


    Estaba aterrado.



    Patético




    —Chico: ¿D-Dónde…d-dónde están…?



    Hum, observarlo era como ver a Leintni, pensó inconscientemente el azabache; Derint recordó a su hermanita por lo torpe que era la mayoría del tiempo, cosa que le hizo negar. Vio reflejado en esa criatura a su enana. Notó entonces al desviar su mirada hacia escalera abajo el cómo desde abajo se acercaba uno de los de seguridad, un tipo con cara que para nada lucía amigable…vaya, si llegaba allí seguro el chico tendría problemas.



    " Le quitaran la hoja si no se apresura. Que torpe, ¿Es que no ve por donde va? Es como ver a la torpe de…"
    volvió a negar.



    Pensaba volver a su exámen, más sin embargo de repente sintió cerca a sus pies algo, los movió un poco y escuchó un rechinar…ok, eso era raro. Bajó su cabeza entre la mesa y revisó, fue allí que descubrió que estaban allí unos lentes de color vinotintos.


    Miro entonces al chico, el pobre seguía buscando, la verdad es que no era su problema pero le daba lástima. Negó frustrado, el de seguridad ya se acercaba, así que se apresuró y tomó los lentes. Se levantó rápidamente y tomó el exámen del chico el cuál no estaba ni cerca de donde él buscaba. Se inclinó y se los estampó a este entre sus manos y pecho…acción que asustó al chico que apenas pegó un chillido aterrado.



    —Derint: A la próxima fíjate por dónde vas, torpe. Levantate y ya vete si ya terminaste el exámen. Pff!, aparte de nerd patoso, ciego…—y se levantó volviendo a su asiento. No volvería a molestarse por nadie, al diablo—



    Vaya suerte que tenía ese día, ¿eh? que problema de afanarse a seguir chocando contra él, ¿Eran personas acomplejadas o qué? ¿O es que acaso esa mañana amanecio con un papel pegado a su espalda que decía "Crash me"? ¿O es que estaban todos ciegos o qué..?



    No fue capaz de ver el rostro de la persona torpe pero si notó que éste era súper pálido; sus manos núnca dejaron de temblar. Derint volvió a su hoja y una vez más se quedó allí pensando en qué responder. Éste había recuperado su hoja de exámen y lentes, una vez que se los arregló miró cuidadosamente a un costado buscándo con la mirada al chico que le había ayudado, y en efécto estaba allí sentado con una expresión de súper fastidio, así como lo vio estar hace momentos atrás. Sus labios hicieron una mueca algo incómoda al no saber como dirigirse a él y agradecerle.


    Quería realmente agradecerle.


    Abrió sus labios, dio un paso, abrazando su hoja, teniendo la intención de decirle algo. Más se mantuvo en silencio al ver hacia la hoja del chico y notar algo curioso y a la vez aterrador para cualquiera que estuviera escribiendo el exámente en ese lugar, era que esta estaba bacía. ¿Cómo era posible?


    —Hombre: Oye tu, si ya terminaste, entrega tu hoja y retirate, no es permitido hablar entre ustedes si están haciendo el exámen. Vamos, si ya terminaste entonces retírate.


    El mencionado se cohibió apenado y asintió. Sus intenciones habían cambiado, ya no quería solo agradecerle al chico sino ayudarle, pero no sabía cómo. Miró por última vez hacia el chico antes de irse, mirando su hoja y tratando de recordar los datos del chicos sobre la hoja.


    Quizá de esa manera podría hacer más que solo ayudarle, ¿No?



    Dio una mirada rápida, para solo recordar una cosa y era su registro.



    Derint Rouss

    15 años




    [Fin de la II Parte]


    «Pequeño boceto»
    ↓↓↓


    Boceto- Sarah y Will- Boceto, Sarah y Will.jpg
     
    Última edición: 12 Junio 2023
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    KAMERIA

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    Tales of the Last White Rouss-[Saga #0]
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    Capitulo 13_ "Bermellón"


    Tales of the Last White Rouss

    Saga N° 0: Hijos del Futuro


    [III Parte/ III]


    .


    .


    .




    Frío, no, hacía calor. Luz, para nada, le habían cubierto el rostro, sus manos estaban atadas atrás fuertemente y si intentaba soltarse se cortaría─fuese lo que fuera que le habían puesto para atar sus manos eran de un material filoso─ya que las cuerdas podía sentirlas envueltas con algún tipo de alambre y algunas puntas pegaban en su piel, un mal movimiento y se enterrarían en su piel. El ruido a su alrededor era del propio auto al correr, ah y claro, el de las voces de los tipos que hablaban…


    Freddy estaba encerrado en ese auto con dos hombres a cada lado, quienes hablaban sin miramiento de cosas tan asquerosas que le probocaban nauseas.


    Mujeres.


    Robos.


    Violæciones.


    Sæxo.


    Homicidios.





    El ambiente le repugnaba.


    Respiraba, agradecía que a pesar de todo, aunque estaba gravemente herido la sangre no salía tan rápido como antes pero, si podía sentir que ésta ya había manchado su abdómen. No importaba, lo único en que podía pensar ahora en toda esa situación era en la conversación que tubo la noche anterior con Birian.


    Que conveniente.





    "Flash Back"



    Eran las 2 a 3 de la mañana, acababa de salir del hogar del orfanato, tenía urgencia por esconderse o volver a casa pero, sabía que le vigilaban así que volver a casa sería exponer a su amigo al peligro.


    Rapidamente buscó un teléfono público y marcó un número.


    —Freddy: ¿Birian?


    —Birian: Amo Freddy, no ha regresado a casa y es muy tarde para estar llamando, ¿Dónde esta ahora?, ¿Ocurrió algo?


    —Freddy: ─su preocupación le hizo sonreír. Birian siempre había sido tan benevolente y comprensivo con él, y lo agradecía─ Agradezco tu preocupación, es…reconfortante. ─suspiró─ pero escucha, no puedo volver, no por ahora, hay…una situación y espero entiendas, no puedo revelar…posiblemente regrese mañana, no sé a que hora, necesito que lleves a Derint a presentar su exámen, cualquier cosa ten al pendiente de si hay algo inusual…cuida de que no le ocurra na-


    —Birian: Amo Fred. Todo estará bien, haré mi trabajo. Solo descanse, ¿Entiende lo que le estoy diciendo?



    Fue suficiente para calmar el corazón del chico. Freddy trataría de acatar todo al pie de la letra y seguir el consejo. Descansaría.



    Gracias



    "Fin Flashback"




    Posiblemente no llegaría consiente al sitio al que le llevaban, su sangrado era lento pero ya se sentía débil. Demaciado como para seguír luchando con el sueño que iba cubriendo su cuerpo poco a poco.

    De un momento a otro su cuerpo se inclinó a un lado y casi cayó, y la verdad es que Freddy no supo si fue por algún movimiento brusco del auto o fue por simple debilidad corporal. Uno de esos tipos le golpeó empujandolo de regreso a su sitio.



    —Hombre: ¿Qué?, ¿Acaso tienes sueño? Ohhhh, la nena tiene sueño, que lindo, ¡Hey oficial, parece que hay que bajar la velocidad, este de aquí tiene sueño!


    —Hombre 2: Pues duermelo de una vez si es el problema. ─se le escuchó mormullar otras cosas más, al menos algo así como un insulto hacia el otro hombre antes de escucharcele decir por último─Y no vuelvas a llamarlo así, imbésil, ¿Qué no piensas?



    Dijo el hombre sentado al otro extremo del asiento, a lo que el otro hombre rió con malícia al ver la preocupación de su compañero al dirigirse de esa manera a su conductor. Ja, sin duda esos tipos eran unos desgraciados. Freddy si estaba débil pero, lo que menos deseaba era que le noquearan ahora y la conversación entre esos hombres estaba tomando otro tipo de rumbo, quería seguir escuchando para de esa manera saber si obtenía algún tipo de pista que le pudiese ayudar a saber quienes eran esos tipos. Hasta ahora mencionaron a un "Oficial" pero ese juego de palabras no supo interpretarlo si eran ciertas o todo lo contrario.




    —Hombre: Bien, calma, no pasará nada. Además, creo que eso será súper fácil dormirlo, así que relájate.



    Debía aceptarlo, estaba perdido. " Si mal no recuerdo eran las 9 de la mañana antes del ataque, han pasado al rededor de una hora…10 con…un alrededor de 25 minutos. Hum…aun es temprano. " Sintió un mover en el auto y su cabeza volvió a tocar un hombro…sin duda esta vez si estaba muerto. "Solo he escuchado 2 voces de estos hombres, fueron 2 quienes nos atacaron y uno estaba dentro del auto al momento de que me metieron en él, supongo es el conductor, siendo así…son 3 presentes…"


    " Y pensar que todo este lío comenzó gracias a…el diaro. "
    un puño fue preparado, se alzó en aire. "Doctor, ¿Estaría usted al tanto de todo esto…? ¿Con qué clases de personas se estaba relacionando..?"



    Y un golpe, una mano en puño que ejecutó su acción golpeando al chico en la cabeza e inmediatamente dejandolo inconsciente.




    –.




    La hora del exámen dependía cuanto durases para terminarlo, como tal para muchos la

    idea sonó relajante y aliviante porque significaba "no presión" algo que a Derint para nada alivió ya que tardara una o diez horas igualmente sabía que jamás respondería a aquellas infernales preguntas que no sabía de donde rayos las sacaron. Suspiró luego que pasara casi 5 horas allí sentado y ver como poco a poco más y más chicos salían de allí, seguramente con sus hojas respondidas a la perfección. Derint hacía un moín ligero con su labio sintiendose hambriento y cansado, en serio ni siquiera sabía para qué diablos se enfrascó en presentar ese exámen del diablo cuando simplemente pudo optar ser un doctor. En serio, ¿Por qué no serlo? sería más fácil.



    Ah,
    ¡Hasta el universo trató de hacercelo saber justo antes de entrar a ese maldito edificio! ¿¡En qué pensaba!?



    El lápiz tirado sobre la mesa, el ruido de su lengua al chasquido, sus ojos fuertemenre cerrados y el respiro de superación que se dio. Debía acepar que había fracasado y, entender que él no estaba hecho para pertenecer a la milicia.


    Bajó por aquellas escalerilla alejandose de su asiento, llevando en manos aquella hoja en blanco, no más que con su registro.


    " Es mejor así, solo quiero salir de aquí y luego ir a comer algo. ¡Demonios, me muero del hambre! "
    pensar en que no había comido lo ponía de peor humor. "Tsk, luego llamaré a casa, necesito escuchar que todo está bien allá " O más bien saber de que ella estaba bien.



    Derint ya estaba cerca a la mesa donde estaban aquellos supervisores esperando porque él entregara su hoja. Dos mujeres se encargaban de recolectar e ir ordenando las página en lo que una iba poniendo su firma como de legalidad, cosa que Derint entendió así. El hombre por otra parte estaba en el teléfono por lo que no le notó hasta que se acercó más a la mesa y tocó la madera…frunció el ceño cuando el hombre alzó la mirada desinteresado.


    —Hombre: ¿Hum? oh ya terminaste…finalmente ─su tonito fastidiaba al azabache─ Solo deja la hoja allí y ya puedes retirarte.



    Claro que eso haría. Ni que fuera a quedarse más tiempo allí.


    Derint estaba ya por dejar su hoja sobre la mesa para luego retirarse, y con suerte luego de comer algo, ir con Birian y averiguar qué rayos ocurría con el friki. Pensar en esa situación lo ponía ancioso. De repente cuando alzó su mano para dejar su hoja, de la nada una figura pequeña apareció en la habitación, una en blanco que entró tirando fuertemente la puerta, el ruido causó que él se girara y los supervisores solo giraran un poco su atención…


    Derint solo pudo lograr ver una tela blanca, una chaqueta, no el rostro de la persona, corrió a él y se acercó; de repente sintió como esta persona se le fue encima casi tirandolo pero por la gran diferencia de tamaño solo pudo sentir su peso y sus brazos rodearle su cuello, su cuerpo pegado al de él, una respiración cerca a su cuello y claro…sus piernas casi ahogarle por el estómago…


    Olía dulce.


    " ¿Qué demonios..?"
    sintió como si todo se hubiese conjelado y como si el mundo se hubiese desvanecido pero no porque fuera maravilloso el momento, no.


    Era aterrador.


    La persona se aferró más tan de repente que Derint tuvo que dar un paso atrás al sentir que perdería el equilibrio. Esta persona aprovechó esto para disimuladamente ír bajando del chico, su acción fue torpe, su olor había mareado un poco a Derint. La persona entonces ya en el suelo metió su mano rapidamente en su chaqueta y de este sacó algo, rapidamente le arrebató la hoja a Derint y antes de que este protestara le dejó en la mano la ahora reemplazada.


    Derint retrocedió empujando a la persona y le miró incrédulo.



    —Derint: ¿Qué demonios te pasa? ─le miraba iracundo, asqueado con la simple idea de…sencillamente odiaba el contacto físico, ¡Por mil demonios, que era lo que más aborrecía! el contacto de la piel con alguie ḿás. Nefasto. Notó después que reconocía a esa persona al mirarle más detalladamente, su tamaño, sus ropas y todo lo acomplejado─ Momento…¿Tú otra vez?


    El supervisor se levantó.



    —Hombre: No deberías entrar, una vez los exámenes culminan todos deben desalojar el lugar. Ya, retirate, si es tu novio bien, pero esperalo afuera-


    —Derint: ¡¿Qué has dicho?! Por supuesto que no, no conozco a esta loca. ─más que ofendido le importó un comino si la chica se ofendió pero le hizo un desprecio y luego se giró hacia el supervisor para dejar de golpe el exámen allí antes de verle fríamente─ Estos exámenes no son más que una porquería, en hora buena por aquellos que pasen, pero no valen la pena.


    Su mano se alejó de aquella hoja para luego meterla en su bolsillo, miró mal a aquella persona que insistía en ocultar su rostro y solo pasó de largo retirandose de allí, sin evitar tirar la puerta tras él.


    Sin duda ese exámen había sido un fracaso.



    ¡Un día desperdiciado!



    El supervisor no sabía qué rayos le pasaba al chico. Tomó la hoja y la miró para así darse de cuenta de algo, y era que ese chico…había respondido a todas las preguntas.



    Oh





    .-



    Derint corrió luego de haber salido de aquel salón, aunque podía que lo regañaran pero no le importó. Aun bajo el enojo de hace momento, o quiza la adrenalina que le dio aquel momento incómodo fue lo que le hizo correr; paró ya en la entrada y agitado miró su alrededor para notar que ya el sol parecía ir cayendo.


    ¿Qué hora era?


    ¿Tanto había pasado allí dentro?



    —Birian: Joven Rouss.



    Escuchar esa voz le hizo girar a su derecha ancioso, agitado calmó su respiración y arreglando bien su peinado se acercó al auto negro donde Birian le esperaba para llevarlo a casa. Nunca creyó que extrañaría al sujeto.



    —Birian: ¿Qué tal el exámen?



    Pero la respuesta nunca llegó. Derint fue directo a los asientos de atrás y entró, cerrando de golpe la puerta. Birian negó con frustación entendiendo su silencio.



    —Birian: Creo que muy bien, por lo que veo.




    Una vez en el auto, arrancó rumbo a casa. Era todo por aquel día, un día que había empezado algo pesado para el azabache, nada agradable por razones muy obvias pero no esperaba que terminara de la misma manera. Quería un respiro, quería salir corriendo o simplemente huir, ¿A dónde? no sabía. O simplemente quería una cosa, y era apoyo, comprención.


    ¿Cómo obtenerlo? ¿Y de quién?



    Oh…Claro.


    Era algo tan penoso pero debía admitir con toda sinceridad que lo que pedía ahora con mayor urgencia era, a su padre.


    Solo eso.




    –.




    [Horas antes con Leintni]




    Leintni cumplió con repartír los paquetes durante el tiempo estimado, sus clientes la amaban por eso porque a pesar de su corta edad la niña trabajaba como si fuera un adulto, tenía la gracia, las abilidades que era lo importante, aparte tenía eso de atraer mucho la atención, no se sabía si era por su apariencia, sus ojos de diferentes colores, su tamaño o qué, pero las personas que la rodeaban y la conocían la amaban.


    Después de su trabajo principal, venía de regreso a la tienda como usualmente hacía, ella iba distraida tarareando la melodía de su canción favorita, "Ángel guardian", saludando a la gente cuando pasaban a su lado, cosa normal.


    La niña iba muy animada cómo para suponer que algo malo pudiese ocurrir de la nada. No pensaba que de la nada un sonido de una explosión se escuchara en todas parte, el polvo o el humo que se levantó, algunas personas alarmadas por el sonido y claro, algunas de ellas corriendo a esa dirección. Leintni se giró sobre sus pies para mirar atrás al descubrir que el sonido venía de uno de las construcciones grandes atrás de ella.


    Justo en un complejo de apartamento que justo acababa de pasar.



    —¿Pero qué pasó?


    —¡Sonó en la planta de arriba!, ¡Seguramente fue la tubería de gas otra vez!


    —¿Qué? ¿Otra vez?


    —Vamos, ¿Es normal que explote de esa manera cada vez que-



    La conversación de tres personas que salían del edificio se vio interrumpido tras escucharse un grito arriba, cosa que a más de uno alarmó abajo. Las personas comenzaron a reunirse afuera y Leintni atraida por el escandalo se acercó, no veía cuál era el problema allí si las personas no parecían más que chismosear que alarmarse por la siuación. Un hombre allí dio un paso adelante con intenciones de entrar.


    —¿Irás a ver? Esa mujer es super gruñona, apenas te dejara ayudarle—habló una mujer de unos 35 a 37 años, con unos rollitos en sus cabellos y sosteniendo un tipo de abanico en sus manos— Vamos muchacho, no te sigas metiendote en problemas de otros.


    —Lo siento señora pero quedandonos aquí no resolveremos nada.


    —¡Oye espera! ¿Piensas ayudarle con la fuga otra vez o qué? ¡Oye!


    —Ay, este muchacho si es loco.


    El chico que parecía ser un joven que ya pisaba los 23 años, no escuchó a la señora y entró al edificio, claro que por su acción no evitó que entre ellos comenzaran a hablar. Leintni los miraba y luego hacia el edificio.


    —Ese chico—negó el hombre— ¿Si acaso sabe hacer el trabajo?


    —Escuché que la última vez le ofreció ayudar a la muchacha con unas instalaciones pero el pobre como no es nuevo en eso de ello solo causó un desastre.


    —Cierto, y la mujer, odiosa como siempre lo echó—una mujer delgada, vestida con un vestido sentillo en verde y usando su cabello oscuro recojido, dio un bufido—pobre chico, solo se dirigue a su muerte segura, esa mujer es una bestia…todo solo por atracción, pobre chico ingenuo.


    —Leintni: Disculpe ─interrumpió su conversación acercandose a la señora de rollitos quien bajó su mirada a su altura─


    —Mujer: Oh, ¿Si, dulzura? ¿En qué podemos ayudarte?



    La niña observó al edificio una vez más antes de girarse de regreso a esas personas y con una sonrisa preguntar.



    —Leintni: ¿Podrían decirme el número del departamento de la señora de quien hablan, por favor?


    Lo que se sabe es que luego de realizar la pregunta más de uno se miró entre sí sin entender nada, la niña vestía muy peculíar y aparte llevaba con ella algunas herramientas, llamaba mucho la atención, por su tamaño su apariencia les parecía la cosa más adorable para esos ancianos. La dama le respondió sin problema alguno aunque podía distinguirse en su tono de voz que tenía curiosidad en entender porque la niña estaba interesada en entrar. Leintni se despidió de ellos y fue a donde le indicaron, las escaleras hacia arriba eran insoportables pero por su trabajito de medio tiempo entendía la fatiga de estar corriendo de aquí para allá y subir escaleras. Al llegar al piso del departamento se topó con una pequeña nube grisasea que nublaba un poco los pasillos, algunos de los vecinos tenían sus cabezas asomadas y otros a las afuera comentaban de la falla que volvía a tener "esa" mujer.


    Leintni no le dio importancia y caminó hasta la puerta correspondiente, ya de frente alzó la mano para tocar pero… escuchó entonces las voces de dos personas adentro discutír y de algunas cosas caerse, sonaba realmente mal…



    Y luego, las voces.



    —Meredy, por favor, solo déjame ayudarte, no voy a cobrarte por eso.


    —¡Oh si y dejarte empeorar esto! ¿Me crees idiota? ¡Solo largate! No necesito la ayuda de nadie.



    Leintni no entendía porqué los gritos, porque tanto escandalo por una fuga de gas. Su manía de meterce en problemas le había llevado hasta allí, cosa por la cuál seguro se arrepentiría después. Pero llamaba la atención, allí parada causaba la curiosidad de muchos.


    La niña miró a un lado y notó las miradas de algunas personas que le hacían señales de que se alejara de allí.



    —Mija ¿Qué haces? no te entrometas, esa mujer esta mal de la cabeza, suele tener un temperamento del demonio.



    Comentó un anciano.



    ─Ni que lo digas anciano─respondió esta vez la vecina de al lado─¡Esta vez la fuga fue peor, mira que por poco causa una explosión en las instalaciones!


    ─Sin duda deberían de reparar esa fuga antes de que termine matandonos a todos.


    ─¿Y cómo? si la muy condenada ni siquiera permite que nadie-


    ─Oiga, señora, señora, "vocabulario" ─carraspeó el viejo─ hay una niña presente.


    ─Oh, cierto…me disculpo, pequeña.


    ─Pero el abuelo tiene razón, deberías irte mija─terminó la ancianita con el gato gordo en brazos─




    Pero para Leint todas estas cosas estaban siendo ignoradas, al menos las quejas.




    —Leintni: ─aunque ya había escuchado eso antes se negaba a retroceder. Se giró a ellos─ ¿El joven que entró, realmente no sabe como reparar una fuga de gas?


    —Anciano: Pues no. ─suspiró cansado en lo que acomodaba sus gafas para mirar mejor─ Tiene un trabajo humilde como ayudante en una residencia en la ciudad, lleva al menos un mes viviendo en este edificio y en ese poco tiempo hemos notado que el chico trabaja duro…no tiene a nadie más que a él, en veces va y ofrece reparaciones al edificio sin la intención de pago alguno, ya sabes, cosas como limpiar los pasillos, las ventanas, ver si alguna necesita reparación o si alguna pared le falta una que otra brocha de pintura, sin embargo la fontanería no es lo suyo…je ─sonrió algo gracioso, como si recordara algún acontecimiento─


    —Leintni: Entonces…─pareció pensativa, pero no pudo decir nada cuando una anciana, quizá la esposa del anciano, le habló─


    —Anciana: Cosas de amor, mi niña, dudo que lo entiendas─su suave risa causó la risa de su esposo quien le acompaño con un leve gesto de negación por las ocurrencias de su compañera. Dejando a Leint sin comprender por completo─ el chico es joven y la muchacha también, es bonita la verdad, pero como persona es un poco extraña, no le gusta socializar y las pocas veces que sale siempre parece estar molesta. A mi opinión el joven quedó hechizado por la chica.


    —Anciano: No lo culpo…¡Auch!



    La anciana casi le reventó los huesos ante el golpe que le dió entre las costillas.



    Viejo verde.



    La charla hubiese seguido su rumbo en el que Leint seguía conociendo de los problemas del lugar, pero se vio interrumpido todo al escucharse como si algo se hubiese partido y estrellado en la pared…eso asustó a todos. Los viejitos se abrazaron entre sí comentando algo entre ellos antes de mirar con temor a la niña y hacerle señas de que se retirara. Leintni había retrocedido por impulso, su cuerpo se movió solo pero una vez se calmó solo volvió a caminar hacia la puerta…levantó su mano y, tomó la perilla. No retrocedió, no se fue.


    Entró.


    La puerta hizo un sonido al entrar y Leintni asomó su cabeza para ver si todo estaba bien, descubriendo un ambiente algo lúgubre para su gusto. Bien, Leintni observó las paredes y notó que éstas eran de color blancas pero estaban adornadas por cuadros y todos eran cuadros terrorificos. Colores negros, con rojo, gris, marrón. El árte de sus cuadros mostraban vigtimas de muertes y mujeres llorando sangre. Tragó duro en lo que entraba y cerraba la puerta.


    Sin duda no era el tipo de arte que estaba acostumbrada a ver a su hermano hacer.



    —Leintni: No debería estar aquí pero, si es solo un problema de gas ─su mano la llevó a su nariz a causa del fuerte olor a gas. Eso era peligroso─ no creo que sea un problema…



    Al menos no para ella.



    Cuando dio un par de pasos por la entrada a la vista notó que a unos metros parecía estar lo que era la sala o la cocina, el lugar era pequeño por lo que imaginaba todo debía estar en un simple lugar. Se acercó y escuchó más claro las voces.


    La chica peleaba con el muchacho. Con mucho cuicado a no ser escuchada se pegó a la pared y asomó su cabeza para ver, qué ocurría.



    —Llegaran en cualquier momento, solo debes calmarte.


    —Yo no necesito que entren a mi casa, no quiero a nadie dentro y menos tú. ¡Sal!


    —Meredy, por favor…déjame ayudarte.



    Pero la niña abrió sus ojos con sorpresa al ver como la mujer tomaba una de las hoyas que tenía al alcanze y se le iba encima al chico para golpearlo, cosa por la que el chico se quedó paralizado por la sorpresa. Esa mujer realmente era violenta y con un mal temperamento. Por el susto que dominó a Leintni salió dando un grito para que se detuviera, se acercó a el hombre empujandolo para que el golpe no le llegara, cosa que solo hizo que el golpe…fuera para ella.



    Y…¡PAAAAM! fue el sonido del golpe, antes de ver a la pequeña caer al suelo.




    —Chico: ¿Eh? ─parpadeó incrédulo apegado a la pared. ¿Qué había sido eso?─


    —Madery: ─haciendo aun lado la hoya miró al suelo, sin saber qué había pasado─ Diego…¿De dónde salió la niña?



    ¿Niña?



    Y bueno, luego de aquello…lo demás simplemente fue efecto de las disculpas y el mal genio de la chica quien aún no entendía qué demonios hacía esa pequeña en su casa. Las discusiones entre ella y Diego la llevaron a alterarse a tal punto que olvidó que tenía aquel problema de gas, algo que solía pasar muy seguido, si, era algo peligroso y por esa razón debía llamar a los técnicos para que fueran a repararlo, pero ella no era una persona que le gustase tener cerca la presencia de las demás personas, ella odiaba el socializar, el mesclarse con los demás. Tenía fobia y el único que lo sabía era Diego…un viejo amigo de la familia de la chica quien desde pequeño conoció de los problema que pasó la menor, milagrosamente o para desagracia de ella el joven logró dar con ella simplemente por casualidad, era nuevo en aquel edificio y bueno, una vez descubrió quién era ella no la dejó en paz. Lamentablemente ella era así, necesitaba ayuda y de un profecional pero, ella se negaba.



    —Diego: Disculpa.




    Habló el chico con una media sonrisa, acababa de venir de la cocina donde preparó un pañito con algo de agua oxigenada para la cabeza de la pequeña azabache, ya que luego de aquel golpe, por la fuerza le causó una pequeña herida. Al principio el chico se alarmó tanto que llamó a emergencia, cosa que solo causó que la muchacha en casa se volviera más loca y bajo los nervios tomó el teléfono de Diego sin antes poder terminar la llamada, luego lanzó el movil por la ventana. Y ahí se fue el aparato. Diego quería llorar pero por ahora se ocuparía de la pequeña.


    Leintni había despertado, sin mucha explicasión a nada tomó sus herramientas y preguntó en donde es que estaba la fuga, cosa que Diego apenas señaló ya que Medery por la molestia se había encerrado en su habitación. La niña sonrió al chico, se puso en marcha a reparar aquella falla.


    ¿Era posible que una niña de su edad pudiera hacer esas cosas? Diego quería preguntar, se sentía ligeramente avergonzado delante de ella, porque ella sí sabía cómo era el trabajo; esa niña tenía habilidades increíbles.



    —Leintni: ¡Oh!, es usted. ─con un sudor corriendo en su frente pasó su mano enguantada, la que tenía la llave inglesa─ Mire, acabo de dar con el problema mayor aquí y es que, cuando intentaban repararlo no ponían la suficiente preción en estos tubos de aquí, la cinta que usaron para sellarlo tampoco estaba bien puesta cosa que solo haría que la fuga quedara sellada temporalmente…otra cosa es que, los tubos están algo viejos y creo que lo mejor es que vayan pensando en cambiarlos…claro que si deciden hacerlo es mejor que consulten con un profecional para evitar fallas futuras.



    La sonrisa en el rostro sucio de la niña conmocionó al chico, quien se acercó a ver el trabajo de la niña, realmente sorprendido por lo que había hecho ella. Era sencillamente increíble. Sin mencionar la clara opinión de la niña, se le veía tan confiada haciendo tal trabajo.



    —Diego: Wou, en serio eres increíble niña. ¿Dónde aprendiste hacer estas cosas? ¿Cuantos años tienes? ¿Por qué estas aquí? Cuando deberías estar jugando en vez de estar trabajando…


    —Leintni: No es nada, suena tan alarmado pero no es nada, en serio…mi hermano me lo enseñó todo, dijo que mientras más aprendiera más util sería en el futuro.


    —Diego: Pero…¿Útil para qué?



    El reloj en la pared se mostró, un antiguo adorno que tenía un estilo algo asiatico, antiguo pero hermoso. Algo polvoriento pero se entendía, la casa no tenía buen cuido. La hora indicaba que ya eran eso de las 3 de la tarde, poco para las tres cosa por la cuál dejaba en claro porque la niña de 9 años tubiera hambre, pero por estar tan entretenida en su trabajo no pensaba en esto.


    Una vez Leintni acabó su trabajo tomó el trapito que Diego le ofreció y se sentó en una silla en la mesa para limpiar su herida. Tristemente no había visto a la chica por ninguna parte por lo que le entristecía.


    —Leintni: ─vio a Diego tomar asiento en otra silla en lo que le extendía sobre la mesa una tasa con café y él tomaba otra. Pero ella no quería café, estaba preocupada por la chica─ Podría decirme…¿Cómo esta ella? No la he visto.



    Diego entendió y solo hizo una mueca.



    —Diega: Ella esta bien. Solo esta tratando de pensar en lo que hizo. ─debía admitir que la actitud de su amiga le preocupaba, pero también le daba rabia, se sentía impotente al no poder ayudarle, no sabía cómo. Y ahora, había una niña en frente de él herida por su culpa─ Medery es…un poco bipolar, no tiene amigos y odia el tener que relacionarse con las personas…por favor acepta mis disculpas y perdonala, estoy seguro que no fue su intención lastimarte.


    —Leintni: Esta bien, este tipo de cosas suele pasarme muy seguido.


    —Diego: ¿Así?, bueno…¿De dónde es que vienes realmente? ¿Tus padres saben que estás aquí? ─debía preguntar ya que por la hora, la niña debía de haberse tardado unas 2 horas más o menos allí─


    –Leintni: ─tomaba la tasa de café para así soplar un poco─ Estoy al cuidado de mi hermano mayor por ahora… papá esta muy ocupado trabajando así que, je… pero si tengo el permiso ─le aseguró al sonreír que no había ningún problema─


    —Diego: Ya veo ─bebió de su propia tasa, pero sin despegar la mirada de la niña─ Creo que la he visto antes pero…no sé en donde.



    Por lo caliente del café la niña soplaba, hecho por lo que la hacía más adorable, el joven pensaba en la posibilidad de haberla visto antes pero, no recordaba dónde, cosa que lo llevó a hablar consigo mismo sin percatarse que la menor le escuchó. Alzó la mirada mirandole a los ojos. Él enarcó una ceja.



    —Leintni: ¿Me conoce?


    —Diego: ¿Ah? ¿Qué?


    —Leintni: Quizá me haya visto en las noticias. Mmm, papá es algo reconocido y yo…bueno, ultimamente suelo meterme en muchos problemas ─esto lo comentó para sí misma desviando su mirada a su izquierda, para así tener la vista hacia la cocina─ Soy hija del doctro Dreytt…¿Le conoce?



    Dreytt…¿Dreytt Rouss? ¿Sería ese mismo?



    Si era el mismo ¡Obvio que le conocia! era muy reconocido en toda la isla por su buen trabajo; siendo así entonces no estaba equivocado…si conocía a la menor, había escuchado de ella. Sin embargo Diego estaba algo sorprendido de ver que la niña en frente de él era esa misma niña. ¿No que hacía días había pasado por las noticias que ella estuvo apunto de ser capturada? ¿Entonces qué hacía ella sola por ahí sin cuidado alguno?


    No sabía si era prudente preguntar.


    En lo que ellos hablaban por otra parte la chica seguía encerrada en su habitación, arropada de pies a cabeza mientras mantenía su mirada perdida en la nada manteniendo una respiración regular. Su mirada era de descepción, escuchaba voces que hablaban muy animadamente y con calma, provenían de la cocina.



    .-



    Inesperadamente el momento fue cortado tras aparecer la presencia de un grupo de personas que, tanto Diego como la dueña del departamento no esperaban recibir. Los fontaneros habían finalmente llegado después de varias horas de haberles sido llamado, pero no venían solos, un oficial de policía venía con ellos.


    Tocaron la puerta. Las dos personas en la cocina se vieron entre sí, uno se levantó y fue a revisar, se encontró con estas personas y sin poder evitarles el paso simplemente los dejó pasar. El grupo de hombres traían sus herramientas ya listos para hacer una revición global de la casa y así hacerse a una idea a qué se enfrentaban. Dos de ellos revisaron los tubos que se conectaban hasta el otro piso, notando que los tubos estaban algo viejos, tal como había dicho la niña.



    —No es nada grabe, solo necesitan renovar las conecciones, pareciera que tuvieran siglos desde que lo instalaron.



    Diego rió ante la ocurrencia del hombre.



    —Si, ya la niña dijo lo mismo, según que estan demaciado desgastados cosa que podría llevarnos a tener el mismo problema.


    —¿Ah sí?



    Uno de los hombres estaba ahora revisando lo que la niña había estado reparando durante la tarde, por su experiencia y profesionalidad pudo notar que la fuga de gas no era más que la típica de siempre, nada del otro mundo sin embargo como el tubo estaba algo desgastado esto causaba que la fuga fuera más seguido. Notó que el tuvo había sido bien acomodado y envuelto en una especie de cinta, no exáctamente la que usaban ellos para tapar los huecos, se trataba de una cinta similar pero aún así era buena.



    —Increíble—no necesitó hacer gran cosa allí. Solo ajustó unas cosas allí y sin necesidad de usar sus herramientas se reincorporó, cerró la rejilla y se giró a mirar a la niña que siempre estuvo a su lado observando el trabajo con sus manitas atrás de su espalda— No esperaba que una simple niña me superara en el trabajo, aunque te falta algo de técnica se puede decir que tienes el trabajo de fontanera. Bien hecho pequeña.


    Leintni se sorprendió cuando el hombre grande se inclinó a su altura y le extendió su puño. Parpadeó y al ver aquella cálida sonrisa en los labios del hombre, se alegró, asintió y chocó los puños.



    —Hombre: Si sigues así, quizá en el futuro seas mejor que nosotros. ¿Alguien te enseñó?


    —Leintni: ─asintió─ Mi hermano.


    —Hombre: Pues agradece a tu hermano, eres muy habilidosa pequeña. ─antes de levantarse revisó una cuestión en sus bolsillos y sacó algo, era un tipo de llavero de auto pero en la punta donde debía estar la llave había una esferita…era de color negro. Él miró a la niña y se lo extendió─ ¿Sabes qué es?


    —Leintni: No. Parece una llave.


    —Hombre: Si, una llave ─sonrió negando─ pero más que eso en realidad es-



    Sin poder terminar aquella charla el hombre fue interrumpido por el leve toque en la pared hecho por los nudillos cerrados de el hombre en uniforme que estaba asomado tras aquella pared de la cocina. El fontanero aun con las palabras en sus labios asintió ante la señal del oficial, cerrando su mano con aquella llave que hace un momento le enseñaba a la niña y se levantó arreglando su gorra.


    —Oficial: ¿Terminaron? ¿Encontraron el problema?


    —Hombre: No más que fallas comunes pero nada de que alarmarse, por lo contrario todo es gracias a—miró a la menor a su lado, la pequeña azabache que curiosamente seguía allí parada ahora mirando muy respetuosamente al oficial—la niña es muy buena en reparaciones, al parecer. No tiene nada de qué preocuparse oficial, la casa esta en un estado adecuado aunque un poco descuidado pero nada que una manita de gato no pueda hacer.


    —Oficial: Me alegra escuchar eso, supongo no hay nada más que hacer aquí.



    Estuvieron de acuerdo en eso.


    Se acercaron dos presencias más seguido de Diego quien venía para despedir a los fontaneros por sus servicios. Luego de que hablaron no más de 2 minutos, todo conforme al estado de la casa, dandoles consejos de que mejor era hacerle algunos cambios a la casa y claro, si pensaban realizar alguna renovación en las tuberías y necesitaban ayuda que no dudaran en llamarles.


    —Este es el número directo de la oficina, cualquier cosa estaremos aquí cuando lo necesite—fue la educada y cordial sugerencia que le dio el que parecía ser el líder de aquellos fontaneros. Los otros dos hombres ya estaban afuera cargando con algunas herramientas. Diego miraba ahora la tarjetica que aquel fontanero le ofrecía, cosa por la que asintió y aceptó— Bueno, que tenga un buen día entonces.


    Una vez salió después de despedirse, se dispuso a alcanzar a sus compañeros cuando notó que afuera estaba la niña también, parecía que ya se iba también.



    —Diego: Hey pequeña, muchas gracias por todo, te debo una grande así que…si por casualidad llego a pasar por la tienda de tu tía…te recompenzaré, en serio. ─en la entrada del departamento, tenía una sonrisa más calmada, estaba más tranquilo sabiendo que por ahora todo estaba bien y que su amiga no sería reportada por la policía…claro que esa era una de las razones por la que aquel oficial estaba presente─ Me salvaste esta vez.


    —Leintni: No es nada, volveré a visitarlos cuando tenga algo de tiempo, ¿si? ─dijo muy segura, moviendo sus manos antes de despedirse─ Avísele a su novia por favor. ¡Traeré galletas! cuídese.


    —Diego: Mi…qué?- pero no es mi…eh, ¡Si, adiós!



    Comentarios como esos le hacían reír. Claro, Medery siendo su novia era una broma de mal gusto, no era porque le desagradara, claro que no, más que eso le molestaba la manera que todos apuntaban sus mirada a la chica y la juzgaban sin conocerla. Las personas gustaban de hablar tonterías sin tener idea de lo que realmente ocurría.


    Una vez se despidió de ellos, Diego se dio la media vuelta para entrar, cuando al girar se percató que el oficial aún seguía allí, miraba estudiando la entrada de la casa, y justo ahora admiraba en silencio aquellos cuadros nada atractivos que su amiga había realizado un tiempo atrás.


    —Diego: Oficial.


    —Oficial: Mm, estos cuadros…─le miró─ ¿Cuanto usted cree que sería su valor? deme un estimado a ver.


    —Diego: Oh, sobre eso…no creo que estén en venta, Medery suele dibujar porque es algo que le apasiona, pero como puede ver dependiendo a su estado de ánimos…sus creaciones salen algo lúgubres. ─Río un poco como para calmar el ambiente pero eso para nada le dio gracia al oficial─ no fueron hechos con lucros comerciales.



    Sería cinsero esta vez en hablar así de su amiga, aceptaba que ella estaba mal y esperaba que en un futuro con su ayuda mejorara. Lo haría. Tenía esperanza.


    El oficial no tenía intenciones de mantener una conversación amena con tema a los problemas de la chica. Había revisado la casa con cuidado con intenciones de hacer un reporte de lo que había encontrado y visto en ese hogar, los vecinos no dejaban de insistir que la chica tenía problemitas mentales y temían que la chica a escondidas fuera una psicópata; sus nervios, su miedo a salir había causo problemas anteriormente y no querían correr peligro por causa de una chica sin control. Aceptaba que el departamento era pequeño, sencillo y nada impresionante. No había nada para alarmarse.


    Una vez se despidió de Diego aseguró que no debía preocuparse de nada. Él tomó su camino de regreso a la oficina policiáca.




    .-



    Leintni por otra parte antes de tomar su camino a casa y notar que ya el sol estaba cayendo volvió a encontrarse por última vez con aquellos fontaneros, quienes se dirigían a su camioneta para así regresar a las oficinas donde trabajaban, fue cuando el hombre con quien había hablado anteriormente se le acercó para así entregarle algo en manos, algo que no podía verse bien qué era.


    Ambos compañeros estaban esperándole en la camioneta pero habían observado todo lo que había hecho su amigo, extrañándoles, se miraron entres sí.


    —¿Qué estará haciendo?


    —No lo sé, pero sabes? después de dos años de lo del incidente, es la primera vez que le veo sonreír por segunda vez en el día…


    —Es cierto. Esta mañana no estaba así, hasta hace poco…es raro que hable con alguien y más, la pequeña—su mirada oscura se detuvo observando con curiosidad el rostro ahora sonriente y sucio de la niña—¿Le conocerá?


    Estaba segura de que aquel día había sido algo fuera de lo común para ella, primero porque había empezado algo tarde de lo normal al horario que tenía establecido, luego darse cuenta que por la hora nunca había regresado a la tienda cosa que le preocupaba porque de aseguro Johan debía estar preocupado y molesto. Pero una cosa llevó a la otra y terminó allí parada, envuelta en un problema de fuga de gas que nunca pensó que terminaría resolviendo. Aparte había hecho amigos, bueno quizá no amigos como tal, pero había conocido a otras personas que en lo personal le agradaban un montón.


    Ella sonrió al hombre una vez este revolvió un poco sus cabellos con una cálida sonrisa antes de despedirse y alejarse. Ella se despidió de él y le vio partir en aquella camioneta.



    Recordando lo último que le dijo antes de irse….



    " Si sigues así ya la gente no tendrá que llamarnos, y no tendremos que movernos desde tan lejos para venir hasta acá…estarás más cerca y podrás ayudarles. Serías una gran fontanera, ¿Sabes?" le daba algo de risa.


    —Leintni: La verdad es que no pienso ser fontanera…mi sueño es más grande que eso. Quiero volverme alguien de ayuda para el mundo ─mirar el cielo ahora era más relajante que el simple respirar, eran similares, las nubes en el cielo ahora algo anaranjadizos por el atardecer que se aproximaba─ así como papá. Quiero ser como él.



    La tarde era cálida, claro ¿Cómo no serlo? cuando finalmente el día había acabado y con ello el sol parecía aferrarse a dar sus últimos rayos antes de desvanecerse entre el mar. El invierno se acercaba y con ellos el sol no tendría las suficientes fuerzas para calentar la tierra, no podría.


    La menor cerró con fuerza su mano así sosteniendo con fuerza aquel obsequio por parte del fontanero antes de irse y dándole una última mirada al cielo, se giró para así de una vez retirarse y tomar camino a casa.


    Habían ojos al rededor que observaban, y aquellos que siempre observaron de cerca a la niña, cuidando de sus pasos, cuidando de su cuerpo que no fuera expuesto al peligro, cuidando de que su alma no se rompiera entre la malicia de las personas que le rodeaban, con temor a que pudiera perder lo más hermoso que ella cargaba consigo; sensaciones y emociones que le llevaron a moverse sin pensar bien a detalle la razón de su actuar y solo acabó siguiendo a la niña entre la oscuridad para así cuidarla desde allí. Esos ojos grises llenos de un misterio que solo 2 personas en su vida sabían desifrar y lamentablemente una de ellas ya se había ido.


    De momento su atención se vio interrumpido cuando, entre su escondite, notó la figura de un hombre bien vestido, suponía por su estilo de vestimenta que, era un oficial. Hace rato había notado que desde que salió del edificio no dejaba de ver a la niña que ya hace poco se había retirado. Para él no era agradable su mirada, no quiso darle importancia y solo se dedicó a ver a la niña retirarse con la intención de seguirla como hace horas llevaba haciendo, pero no esperaba que aquel hombre de repente tomara la determinación de seguir a la niña, tomando la misma ruta que ella había tomado hace momento.


    Él, frunció el ceño y sin dudarlo desapareció de allí. No fue problema para él aparecer a varias cuadras adelante, había calculado por donde debía estar ahora la niña, así que solo uso su traslación para aparecer en un callejón, asco de callejón debía abmitír. Miraba las paredes y el suelo con asco, caminando hacia la salida con un gesto de total disgusto. ¡Cómo odiaba la suciedad! ¡Iack!


    Antes de salír por completo se detuvo en la entrada del callejó, metió sus manos a sus bolcillos y miró a su izquierda para buscar a la niña sin embargo no llegó a ver nada, cosa que obvio le extrañó mucho.



    —Antwan: ¿Dónde se metió? ─según sus calculos ella debía ya estar pasando por ahí─



    Un sonidito de unas bolsas plasticas ser rullidas llamaron su atención, haciendole girarse un poco a su derecha mirar hacia donde provenía el sonido, no era más que un animalito que ahora escarbaba entre la basura, seguro buscando algo para comer, sin duda esa imagen a cualquiera le daría repudia o quiza cosa por la condición del animal pero a él, solo le daba lástima.


    Y no entendía el porqué.



    —Leintni: ¿Joven Antwan?





    Oh




    La vocesita fue acompañada con el sonido de una campañilla ser tocada, así como de esas campanas instaladas en las entradas de las tiendas. Y en efecto tal parecía era eso. El rubio se vio descubierto, haciendole tensar sus hombros y con suma lentitud se giró para descubrir que tras él estaba parado la pequeña de ojos heterocromáticos.



    " Pero no estaba en el camino hace momento"



    Fue entonces que al observarla mejor notó que en sus manitos llevaba una bolsa de papel y podía ver que sobresalían algunos dulces. Al estirar un poco más su vista a su izquierda se dio de cuenta que al lado estaba una panadería pequeña…


    Oh, tal vez sus cálculos no habían sido del todo erroneo, lo que había ocurrido es que ella…



    —Leintni: ¿Qué hace aquí?


    —Antwan: Hum, no seas grosera, no deberías hacerle ese tipo de preguntas a otras personas, es personal.


    —Leintni:...disculpe. Pero es que no lo veo desde hace mucho y, me sorprende verlo por aquí.



    Apenas dijo esto el chico quiso replicar por sus escusas tontas, ¿No sé habían visto la noche anterior? Para qué decir que hacia mucho que no se…en ese instante el chico paró sus pensamientos y un frío repentino llegó a su espada como si le hubiesen echado un balde con agua fría. ¿Podría ser que la menor no recordara lo relacionado con la noche anterior?


    La menor apenada ante el comentario del rubio, más bien algo cansada miró a otro punto, antes de hacer un gesto de acordarse de algo y meter su mano a su bolsa de donde sacó un pan dulce, relleno de algo que Antwan no identificó. Ella se lo extendió sonriente.



    —Leintni: Tenga, un pan dulce relleno de mermelada de fresas, ¡Una delicia! se lo recomiendo.


    —Antwan: Dijiste, ¿Fresas?



    Y es que, auque no quería admitirlo, a él…le gustaba un poco las fresas.


    No, las amaba. ¡Tanto como su madre lo hacía, así como ella siempre repetía que su fruta favorita era…!



    Oh…



    ¡Oh!



    Claro, esa coincidencia ya no debería de perturbarlo tanto, pero lo hacía.



    No pasó mucho que en camino venía aquel oficial quien seguía buscando con su mirada a la niña, tras caminar un poco más pudo finalmente dar con ella, la alcanzó pero en su camino se detuvo tras notar que la niña no estaba sola sino que iba hablando con un chico de al menos unos 14 a 15 años, con quien parecía hablar muy entretenida. Éste de repente le señaló que tubiera cuidado antes de cruzar la calle ya que al parecer la niña casi sufre de un atropello por sus descuidos y a partír de ese momento el muchacho le tomó de la mano para caminar más seguros.



    El oficial se resignó a seguirle, no podría hacer nada por ahora ya que aunque tenía la autorización para investicar los pasos de la niña debía ser prudente y no ser notado, así que, era mejor si volvía su camino a la oficina, como debía de ser.




    _Cambio_




    [Hora actual]




    De camino a casa las calles se veían algo frías y solitarias, no es que no hubiera personas, de lo contrario, habían personas que frecuentaban mucho las calles, la cuestión es que para su cerebro nada de eso tenía sentido, la molestía de la mañana seguía latente para él y ahora que finalmente había presentado el exámen no sentía que hubiese sido la gran cosa. No sentía satisfacción por ello, era lo contrario, sentía como si todo ese tiempo solo hubiese trabajado duro para nada.


    Jamás en su vida había sido una persona pesimista, no al menos con las cosas que él se proponía a lograr, siempre estaba seguro de que lo lograría pero esta vez era diferente. Sentía que algo no iba bien.


    Una vez que el viaje en auto terminó se tomó su tiempo para tomar su bolso y salir del auto con pesar. Cerrando sin mucha fuerza la puerta para así montarse al hombro su bolso y tomar camino adentro de la casa. Claro, esa casa…hace momento había pensado en ese lugar como su hogar, ancioso por llegar, sin saber el motivo, como si esperase encontrar algo o a alguien allí.


    El fastidio en persona con grandes ojos saltones y dientes más blancos que la misma nieve parado como un poste en la nada con mal funcionamiento. Tsk, tan molesto.


    Derint se reprochaba por lo que sentía y porque no tenía control de ello. Era frustrante.


    Al entrar pudo sentír no más que un vacio y un frío que rodeaba la casa de una manera tan…abrumadora. Sintió a Birian alcanzarle y como éste se detenía un poco a distancia de él.



    —Derint: ¿Tiene alguna idea de dónde se lo llevaron?



    La pregunta no pensaba hacerla, aún no se sentía bien, así que al abrir su boca su mirada ya estaba clavada en el suelo con sus cejas fruncidas, cosa por la que Birian no fue capaz de ver, ni su gesto ni su nerviocismo en los ojos. El chofer giró su atención a él, y en silencio respondió con un asentimiento calmado.






    —Birian: Si.


    —Derint: Entonces sabe dónde esta…


    —Birian: Por supuesto, es mi deber saberlo.



    Vió como el chico entonces se enderesó y lentamente se giró a verle.



    —Derint: ¿Entonces porqué sigue aquí? ¿Es que no piensa llamar a las autoridades?


    —Birian: Joven Rous-


    —Derint: ─frunció el ceño─ No me salga conque ese idiota le pidió que no hablara por cuestiones de seguridad anciano, sino-


    —Birian: El joven ya esta en casa así que no tiene nada de qué preocuparse, joven Rouss. Él esta aquí.


    —Derint: ¿Cómo…?



    Obvio esa respuesta dejó sorprendido a el azabache, aunque su mirada era de sorpresa éste se empeñó en no moverse del lugar, solo bajó su mirada.


    Birian vio con orgullo lo persectible que podía llegar a ser la persona en quien más confiaba su joven amo, sin duda a Derint no se le escapaba nada, eh,


    Birian le señaló donde estaba ahora descansando así que ambos se encaminaron a una de las habitaciones de arriba en dónde solía ser para tratado especial cuando alguien estaba enfermo o herido, algo así como un pequeño cuarto de la cruz roja.


    La habitación estaba a oscuras y las ventanas estaban abiertas, algo muy extraño para Derint quien inmediatamente prendió las luces. Birian cerró las ventanas y luego se acercó a la mesita aun lado de la cama donde descansaba Freddy, aún estaban las pastillas y gasas que había usado para atenderle.


    Derint dejó su bolso por ahí tirado y se acercó a la cama para revisar el estado de su amigo y enterarse que lamentablemente estaba en mal estado.


    Sus manos inquietas tenían la necesidad de hurgar entre las sabanas, apartarlas y revisar qué tan grave era la herida del Jameson, pero la cierta culpabilidad lo dominaba y le hacía tragar en seco, recordandole lo que no hizo a tiempo y que gracias a eso el Jameson estaba en tan terribles condiciones. ¿Se culpaba? nadie lo sabía. Lo único que atinó a hacer fue pararse firmemente a un lado de la cama del herido y mirar con total frialdad el cuerpo de su amigo.


    Le dio un escaneo rápido.


    —Derint: Esta herido de pies a cabeza─Birian asintió en lo que tomaba un trapo mojado de la mesa y lo colocaba en la vandeja con los demás objetos de curación, al menos los pocos que logró encontrar en esa vieja mansión─ Veo que ya le tratastes algunas heridas pero su estado no esta mejorando para nada, y para las heridas que tiene se necesita de un equipo mayor.


    —Birian: Digamos que hice lo que pude con lo poco que encontre a la mano. Cuando lo encontré estaba inconciente y sangraba mucho, algunas heridas son superficiales pero otras son profundas, por ejemplo el de su estomago y hombro; el de su hombro tuve que tratarla antes de ir a buscarle, con cuidado de no empeorarlo pero me di de cuenta que la herida había sido causado por una bala ─sus manos habían estado cubiertas por un guante negro todo ese tiempo, una vez se las retiró les dejó en vista a el azabache el porqué de sus guantes…había aun sangre seca y parte de su traje estaba sucio, claro que aunque lo trató de lavar se notaba la diferencia entre el color azul oscuro de su traje con la mancha oscura de la sangre en ella─ intenté retirarla pero, no tengo las herramientas para eso, tal como acaba de mencionarlo, joven y, digamos que temía empeorar el estado del joven.



    Derint notó la preocupación del mayordomo, cosa por la cuál suspiró algo cansado antes de levantarse y con cuidado extrender su mano hacia el cuerpo cubierto de su amigo, dejando de lado ese remordimiento del asco que quería fastidiarlo. Al ver a Freddy encontró que el chico estaba tranquilo, dormía tranquilamente como un bebé o al menos eso parecía pero se notaba que había sufrido mucho. Su cuerpo decía lo que su boca no.


    Retiró un poco la sabana para así mirar el estómago ahora envuelto en gasas, notando lo manchado que estaba.


    Freddy perdía mucha sangre a cada segundo─muy extraño y preocupante─y ya su piel estaba súper pálida.


    Debía hacer algo de inmediato.



    —Derint: Llamaré al hospital y pediré un permiso para tomar unas cosas de emergencia de allí, será rápido. ─volvió a su posición y miró a Birian─ Sigue sangrando a pesar de las gasas, sino se sutura puede morir desangrado.


    ¿Sutura? ¿En serio el chico pensaba cocerle...?


    —Birian: Eh, bueno joven, el hospital esta a poco en carro-


    —Derint: ─negó─ Llevarlo en este estado alarmará al viejo del Jameson, no es prudente llevarlo al hospital.


    —Birian: Lo pensé igual por esa razón lo instalé aquí y evité el exponerlo llevándolo a un hospital.


    —Derint: Sugiero que lo tratemos aquí mismo sin necesidad de involucrar terceros. ─su comentario no convenció del todo al mayor quién le dio una mirada algo seria─por razones de seguridad─aclaró─ fue secuestrado, recuerdelo. Hum, Podría ir y pedir un permiso de doctor a paciente dándome la libertad de hacerme de algunas medicinas del almacén.


    —Birian: ¿Usará el nombre de su padre?


    ─Derint: No es la primera vez, no te alarmes.



    Birian lo pensó.


    ─Birian: ¿Y el señor Jameson?


    —Derint: Ese anciano…no, no es buena idea que él se entere de esto, justo ahora es quien esta al frente del hospital y salirle con una noticia como esta ─las mano del rubio…bueno, ahora peli rojo, estaban algo maltratadas, como si se las hubiesen pisado, y cerca a su labio había un moretón. ¡Tenía ganas de patear a esos desgraciados!─ lo haría perder la razón. Yo me encargaré de esto, usted necesita cuidar de que este bien en lo que yo entro al hospital, total no tengo problema para hacer eso.



    Seguro de sí tomó camino a la salida en lo que se iba quitando su chaqueta deportiva y la dejaba gindada en un gancho en la habitación, para luego proceder a arreglar sus mangas.



    —Derint: ─arregló rapido sus cabellos entonces miró de regreso al mayordomo─ Lo que si es que necesitaré que me preste el auto ─notó el desconcierto del mayor, ¿Prestarle el auto?─ Usaría la moto del Friki pero…no creo que sea buena idea, sin licencia es más peligroso que conducir un auto.



    Birian terminó accediendo, no muy seguro pero sabía que contradecir al chico ahora no serviría mucho, total eso de ir al hospital para tomar algunas cosas a espaldas de su padre para ayudar al Jameson era ya un acto realmente noble y de preocupación.


    Birian escuchó el motor del auto ser encendidio, y cuando se acercó a la ventana vio el auto alejarse cada vez más.


    No podía imaginar ni siquiera a acercarse un poco a saber, qué motivaba al chico hacer toda esa locura pero el corazón del hombre estaba totalmente agradecido por eso. Porque a estas alturas quien tenía la vida de su joven amo en manos era el Rouss.



    —Birian: Es mejor si preparo algo para la cena. ─cuando el chico regresara seguramente no pensaría en otra cosa que curar al Jameson así que por su parte él se adelantaría con la cena. Luego le instaría a comer algo. Con esto en mente caminó hasta la salida de la habitación─



    Hace 24 horas atrás ambos jovenes estaban corriendo contra el tiempo preparandose para asistir a la festividad más importante de Foreingtown, entre pintorescos atuendos y estravagantes perfumes, uno sonreía temerosamente y el otro miraba la lejanía con molestia, en desacuerdo con la presencia del otro.


    Ahora, 24 horas después, ambos jovenes corrían contra el tiempo preparandose para enfrentar una catastrofe empedernida, cruel e inimaginable, panorama totalmente distinto a la noche anterior, donde uno con arrebatadas respiraciones miraba la lejanía con furia, esperando llegar a su destino a tiempo y esta vez poder hacer algo antes de que fuera demasiado tarde, mientras que el otro, con apenas una respiración palpable, reconocía el silencio y éste, cómo consolador a su alma, se aferraba a su cuerpo, poco a poco envolviendolo y prometiendo que con menos tiempo, con menos minutos él se quedaría con su silencio, para siempre.






    Y en menos de 24 horas, todo, si, todo esto cambiaría.


    [Fin del Capítulo]




    Como casi todos los capítulo éste también tiene dibujo a dedicación, sin embargo esta vez no lo publicaré ya que me enfocaré más en la historia y en cada capítulo al 100%, ya que nos acercamos cada vez más al final. Lo más posible es que publique el Art del Cap─y el del resto de los cap─ al final, y cuando digo final me refiero al final en el último cap, que si mal no calculo será Nro 16.

    Anyway, se cuidan, y espero seguir esta historia hasta el final.


    :)



    Mitsuhaya.jpg


    KAMERIA
     
    Última edición: 15 Junio 2023
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