PLoS: Ráfaga Aloliana [Tablero Solar] Prólogo

[Colina Dequilate]

Contenido oculto: OST

Una gran colina que se encuentra al sur de la Isla Melemele. Formada por la actividad de un volcán marino, cuenta con varias cuevas que se conectan formando una especie de laberinto, pero atravesando las mismas se puede llegar a un área abierta en el medio de la colina, donde habitan varios pokémon raros, siendo la principal atracción del lugar.
Sin embargo, varios de los pokémon de la colina son agresivos, y más fuertes que los que se suelen encontrar en otras partes de Melemele. Esto hace que sea uno de los mejores lugares para entrenar, pero a la vez peligroso para cualquier turista o persona curiosa, por lo que es un lugar restringido y solo accesible para aquellos que hayan superado la Gran Prueba de la Isla en su recorrido Insular.



Ya solo faltaban unos pocos minutos para que sea mediodía, la hora acordada en que el curso comenzaría. En el área de acceso a la colina aún se encontraban unas vallas que indicaban que no se podía entrar a la zona. Sobre las mismas, estaba un Crabrawler vigilando atentamente los movimientos de su alrededor.
No muy lejos del pokémon, una chica tenía una libreta y parecía estar observando fijamente al Crabrawler y anotando. Tenía una pokéball en su cinturón por lo que no cabía dudas de que era una entrenadora.
Un poco más alejado, se encontraba un chico de cabellos verdes entonando una especie de canción mientras movía su cabeza de un lado a otro. Su mirada estaba fija en la Malasada que sostenía entre sus manos.

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Ruby , Kaleu y Marlowe habrían pasado antes por Hau'oli , pues es en donde se encuentra el único puerto de la Isla. La gente de allí ya está acostumbrada a los nuevos visitantes, por lo que saben cómo hacer de guías a la vez que dar una cálida bienvenida; mientras que Sapphire y Ethan por fortuna ya se encontraban en la isla previamente, y tenían idea de como llegar al lugar por su cuenta.

Contenido oculto: NPCs Colina Dequilate

Contenido oculto: ???

Contenido oculto: ???

Contenido oculto: Crabrawler

 

[Aldea Marina]


Antes de salir de Poni, La Sacerdotisa haría entrega del equipo básico para realizar el recorrido a los nuevos entrenadores, como ya es la costumbre de hace varios años para brindar buena fortuna. Aunque mientras Kaleu partía en el bote, podía sentir como las miradas de algunos aldeanos se fijaban en él y susurraban, pues Lillinoe le había entregado solamente a él una pequeña caja.
" — ¡Sólo debes abrirla cuando empieces el recorrido, te servirá para que te acuerdes de mí cuando más lo necesites!
...
Y asegúrate que no haya nadie más mirando, por las dudas— "
Las palabras de la sacerdotisa habían iniciado una chispa que parecía que acababa en la conclusión de que Kaleu habría hecho algún movimiento con la sacerdotisa... Pero por su fortuna o desgracia, ya estaba partiendo su viaje, y no volvería a Poni en un buen tiempo.

Contenido oculto

Buenas gente, la idea es que useis este inicio para introduciros (?). Podéis rolear desde que estabais en vuestra isla/aldea y como viajaron hasta la Colina. Incluso luego podéis interactuar entre vosotros y/o los NPCs del lugar.
Aquí solo Hygge tiene este mini evento que es relevante para su inicio, los demás tendrían un viaje con normalidad hacia la Colina Dequilate

 

Marlowe

Analizaba con la mirada cada rincón de la Colina Dequilate para formarme una primera impresión del lugar. A simple vista parecía haber sido formada por la actividad de algún volcán… En mi familia no quisieron aportarme más información respecto a los biomas que habían surgido más allá de la isla Ula-Ula porque, según su filosofía, iba a formarme mejor si descubría los elementos por mi cuenta, si dejaba que la naturaleza misma me sorprendiera y me obligase a comprenderla. Era esto por lo que me encontraba sacando, yo solito, mis primeras hipótesis. Pero para mi mala fortuna, había una valla bloqueando por completo mis futuras intenciones, y yo no me caracterizaba por ser alguien que rompiera las reglas, a menos que existiese un excelente motivo para hacerlo. Y ese Crabrawler con cara de pocos amigos resultaba bastante convincente para obligar a portarme bien.

Si bien había otras personas en el lugar, el Pokémon era el actual dueño de mi atención. Ese porte, esas pinzas con formas de puño, esa mirada ruda. En mi aldea no eran muy comunes, por lo que me aproximé hasta donde se hallaba, para poder apreciarlo más de cerca. Antes que nada acaricié una zona de mi cinturón, allí donde una pokébola brillaba; su tacto siempre me permitía sentirme acompañado por mi fiel compañero de investigaciones, un Rowlet con una curiosidad equiparable a la mía, a quien hasta entonces no le había puesto un mote.

Una vez que estuve cerca, me pude percatar de la chica que hacía anotaciones en su libreta. No solía valerme de tan útiles instrumentos, aunque verla hizo que me dieran ganas de tener mi propia libreta. Me acerqué sigilosamente a sus espaldas y estiré el cuello para intentar leer las cosas que escribía, pero era una empresa difícil debido al sol. Al final me rasqué la frente para ayudarme a pensar y, tras meditarlo, opté por hablarle:

—Hola hola —dije, intercambiando miradas entre ella y el pokémon— Veo que también te llamó la atención ese Crabrawler. ¿Qué es lo que estás anotando sobre él?

Contenido oculto

Le hablo a la NPC uvu

 

Ruby

—Color grisáceo, cara de malos amigos, cejas negras...

¡Le falta algo! ¿Le sobra algo? ¡Algo pasa con este Geodude!

Desde que me encomendaron esta misión a mí y exclusivamente a mí —y que conste que no tengo ninguna compañera— sabía que estábamos... digo, estaba destinado a hacer algo grande. Pero, ¿de verdad mi único Pokémon es un Geodude? Supongo que el jefe concluyó que mis viejos Pokémon se habían hecho demasiado poderosos... ¡eso, eso! ¡Sí, seguro que esto es una prueba para demostrar que soy el mejor Rocket de todos!

No obstante, insisto... ¿desde cuándo los Geodudes tienen cejas negras? ¿Será alguna clase de enfermedad aloliana?

Mientras pensaba en todos estos asuntos de máxima importancia, la Colina Dequilate apareció ante mí... o mejor dicho, yo aparecí ante ella, y mi cara sudorosa también. Tendría que haberme dejado el pañuelo en casa.

Observé la colina. Lugar inhóspito y escarpado... check. Entrenadores con pintas de tener Pokémon poderosos... check. Pokémon autóctonos de Alo...

—¿¡Check!? ¿¡Qué le pasa a ese cangrejo!? ¿¡Acaso es el famoso Krabby de Alola!?

Sin pensarlo dos veces, saqué mi dispositivo intercomunicador y abrí una línea de comunicación.

—Sapphire, ven a Dequilate cuanto antes. Creo que he encontrado uno de esos famosos Tapus de Alola. ¡¡¡A LA CARGA!!!

Y así, como quien no quiere la cosa, corrí hacia ese cangrejo malhumorado. De esta forma comenzó mi aventura en la Colina Dequilate.

 

Kaleu

El trayecto en bote hacia Melemele, contra todo pronóstico, se sintió refrescante. La isla de Poni comenzaba a perderse a lo lejos, mientras cabalgábamos las olas bajo el sol del mediodía. Fue como abrir la puerta de una jaula en la que me había mantenido atrapado por años, y emprender finalmente el vuelo.

Mahina dormitaba sobre mi regazo; una pequeña burbuja se ensanchaba y encogía sobre su nariz y permití que descansase, con una mirada de circunstancias, aún cuando comenzaba a sentir las piernas algo entumecidas.

Acaricié con los pulgares el contorno de aquella pequeña caja, que inesperadamente cargaba conmigo ahora, perdido en mis pensamientos.

"¿Has escuchado eso? Dicen que tiene algo con la Sacerdotisa."

"Claro, ¿por qué le iba a dar si no esa caja solo a él? Tsk, menudo gusto tiene."​

"Mira esa cicatriz... ¿Será un delincuente?"

Solté un suspiro, observando al frente. Algunos de los presentes se tensaron, lo noté de reojo, pero no les concedí mayor importancia. Había esperado un inicio desde cero... pero había cosas que simplemente formaban parte de uno, ¿eh?

La colina Dequilate nos aguardaba en toda su extensión. Me llevé una mano de visera, notando cierto cosquilleo en el estómago ante la idea de encontrarme en un lugar completamente desconocido. Hacía tiempo que no sentía algo así. Habíamos llegado un poco antes de la hora establecida, junto a algún que otro bote más, y fuimos todos guiados hacia la explanada donde aguardaríamos al inicio del curso.

Eché un vistazo ligero al resto de presentes, manos en los bolsillos del pantalón, balanceando mis pies ligeramente mientras hacía tiempo. Mahina me había pedido un par de pokéballs vacías para jugar, como solía hacer siempre, pero no esperé que apareciese frente a uno de los muchachos que aguardaba sentado al inicio de la presentación.

La Popplio saludó al chico con una reverencia, con ese carisma innato que tenían los de su especie. Movió sus aletas sin más preámbulos, advirtiéndole del show que estaba por ver. Entonces fingió sacar detrás de su oreja una ball, fingiendo sorpresa; lo mismo con su otra oreja, y hasta de detrás del hombro, ¡alucinante! Cuando tuvo los tres esféricos en su poder empezó a hacer malabares, alzándose sobre sí misma con el pecho henchido de orgullo.

Ah, le estaba saliendo perfecto. Ya podía escuchar las ovaciones del público.

—Mahina, ya hemos hablado de esto —le reproché, suave, tomando asiento también. Me dirigió una mirada fugaz antes de seguir a lo suyo—. Asaltar al público no te va a dar más puntos, solo los vas a asustar —Le dirigí una sonrisa al muchacho, liviana, a modo de disculpa—. ¿Qué hay? Discúlpala, adora hacer sus numeritos allá por dónde va.

No obstante no iba a ser la única en causar alboroto. De la nada un chico echó a correr hacia el pokémon defensor de la zona, exclamando algo al aire y captando la atención de todos. Lo inesperado de la situación hizo que Mahina perdiese la concentración, y una a una las balls fueron golpeando su cabecita, hasta caer al suelo.

Se encogió de aletas, bufando con disgusto.

Hmpf. Ya sabía a quién no le daría pases vips a ninguna de sus futuras actuaciones.

 

Sapphire

Contenido oculto: musiquita ambiental :3

Hauoli era realmente grande, ni comparación a los pueblitos en los que crecí. Y para alguien que sólo vivió en medio de islitas, esta era, sin duda, una isla bastante excepcional, ¡fuera de lo común!

Caminábamos por las calles. Magi-Two, o sea Pichu, me observaba fijamente mientras caminábamos... mientras yo continuaba sollozando... Cuando en eso oí la señal del intercomunicador. Era Ruby...

— ¿¿¿E-En serio???... — dije, en medio de sollozos. No puede ser, Ruby ha encontrado al pokémon raro antes que yo, Tapu.... Kokoro o algo así, creo que se llama.

— Ruby,... ¡ME HE PERDIDO, NO PUEDO ENCONTRAR LA COLINA!!— *sollozos* — ¡N-No te preocupes, *snif* estoy en una ciudad enorme llamada Hauoli, pediré indicaciones y llegaré lo más pronto posible, lo prometo... — *snif*

¿¿Cómo era posible que Ruby, habiendo llegado mucho después que yo a la isla, haya podido encontrar la colina antes que yo?? Miré a Magi-Two, mientras el trataba de animarme...

— ¡Pichúuu...! —


...


Pero ¡hey, debo advertir a Ruby!, no puedo permitir que se vaya de la lengua con el jefe. ¡Los Rocket jamás me lo perdonarían!


— Ruby... con respecto a mi fracaso...

... ¡¡DÍSELO AL JEFE, DILE TODO, NO LE OCULTES NADA, EL DEBE SABERLO PARA PODER APLICARME UN CORRECTIVO, ES LO QUE MEREZCO!!—


... y corté la comunicación.


¡Ay no, que tonta, que tonta!, ¿¿¿por qué me cuesta tanto engañar y ocultar la verdad??? Sólo espero que, como otras veces, Ruby sepa interpretar mis "verdaderas" intenciones...

— En fin, ya basta de llorar. ¡Vamos Magi-Two! ¡Nos espera la colina... ¡Espera un momento! ¿¿RUBY DIJO "DEQUILATE"?? ¿¿QUE NO ERA "TEQUILA Y TE"...??—

Hora de revisar el mapa.

— ¡MUY BIEN COLINA DEQUILATE! ¡ALLÁ VAMOS!—

 

[Colina Dequilate]
(Acceso Principal)

​

Marlowe se acercó a la muchacha, y aunque la luz solar le impidió husmear los detalles de qué es lo que estaba escribiendo, pudo ver que era una libreta gruesa, con varios marcapáginas de distintas formas en sus bordes.
Cuando llamo su atención, se dió vuelta y solo le observo por unos momentos con una expresión totalmente monotona... Acto seguido, busco en su bolsa otra libreta e ignorandolo por completo procedió a hacer unas anotaciones a una velocidad que pareciera que las hojas de la misma iban a prenderse fuego. Cuando terminó de anotar, movió entre las páginas de su libreta a lo que parecían ser anotaciones anteriores, asintió ligeramente y procedió a volver a guardar sus 2 libretas.

— Oh. Me olvidé de responder, mis disculpas. Los Crabrawler normalmente no suelen estacionarse en lugares elevados, y menos aún en estados de vigilia. Si un Crabrawler salvaje no está entrenando, está enterrado entre un acopio de bayas que consigue luego de su entrenamiento. Mi hipótesis actual es que pertenece a un entrenador que no está presente aquí, o está siguiendo una orden de alguien más que le hace desviarse de un comportamiento típico de su especie. Aunque lo que en verdad es curioso es que su-

La explicación fue cortada en seco cuando un niño de cabello rojizo pasó gritando "AA LA CARGA!" corriendo entre medio de ambos sin siquiera reparar en que estaban allí.

*THUD*

El ruido del golpe que dió de golpe en pleno en el pecho del chico pareció incluso hacer eco entre la cueva que daba acceso a la colina. Así como había pasado corriendo entre ellos, el chico pasó de vuelta volando del golpe. Cayendo a unos metros de donde estaban. El crabrawler había actuado de forma rápida y eficaz, dando un salto para frenar a la amenaza y volviendo a la misma posición. De su pinza parecía salir un poco de humo.

— Su complexión. Tiene más músculo que cualquier Crabrawler salvaje. Y de varios que pertenecían a entrenadores. En verdad es un espécimen interesante — Terminó su explicación sin inmutarse. Aunque una vez terminada, se ajustó las gafas con una mano y observó la distancia entre el Crabrawler y el chico en el suelo. — 3 Metros. Y 20 centimentros, aproximadamente — Concluyó mientras sacó de vuelta una libreta y empezaba a anotar.




Por otra parte, Ruby podría haber visto su vida pasar ante sus ojos mientras volaba por los aires, pero una vez que golpeó el suelo... ¿Aún estaba vivo? E incluso el golpe no parecia haber dolido tanto; Pero por alguna razón sus piernas ya no respondían.... Estaba paralizado .

 

Marlowe

La chica de la libreta se giró para posar en mí una mirada carente de emoción, sus ojos no reflejaron ningún tipo de reacción ante mi cercanía. Se quedó así por unos momentos. Como sentía que no me quedaba otra opción, sostuve nuestro imprevisto duelo, ojos contra ojos, mientras esperaba con cara concentrada a que respondiera la pregunta que le hice. Pude notar que su libreta era bastante gruesa y estaba llena de marcadores, se veía pesada; aunque no pude apreciarla mucho más porque, sin previo aviso, mi interlocutora silenciosa le estampó encima otra libreta y se dedicó a hacer unas anotaciones a velocidad vertiginosa. Ladeé la cabeza con una mezcla de confusión e interés… No lograba adivinar lo que anotaba, pero estaba seguro de que me estaba registrando como si fuera un manojo de datos más que una persona. Me llevé una buena primera impresión.

Para cuando finalmente habló, me dio una explicación bastante clara sobre el comportamiento común de los Crabrawler y por qué el que teníamos enfrente era una excepción. Yo asentía con seriedad, tampoco es que hubiese dejado ver demasiadas emociones en mi semblante, ya que estábamos concentrados por un asunto científico en común. Además, se trataba de algo vinculado con la naturaleza del mundo, lo cual siempre hacía que me desconectara de todo, con tal de aprender algo al respecto. Si esta absorción fue cortada, se debió a la inesperada intervención de otra persona que pasó corriendo entre ambos… En dirección al Crabrawler del que estábamos hablando.

La sorda resonancia del golpe fue estremecedora. Llegué a ver cómo el pokémon golpeaba al osado corredor y éste volvía a desplazarse entre la chica y yo, aunque de forma aérea. Mi interlocutora finalizó su explicación sobre el Crabrawler sin perturbarse y yo asentí, pues porque el final de su exposición volvió a captar mi atención. Sin embargo, el estado del chico pelirrojo también era objeto de mi interés.

—Dame un momento —dije a la chica con un gesto de la mano, como pidiéndole que me esperase; seguramente no me vio porque ya estaba con la cara sobre una libreta.

Me acerqué hasta el muchacho de cabellos rojizos, que estaba despatarrado exactamente a tres metros veinte centímetros de nuestra posición. Sí que había calculado bien semejante distancia, esa chica era impresionante, me agradaba.

—Hola Hola —saludé, notando su traje tan particular—. No voy a preguntarte si te encuentras bien porque la respuesta es más que clara, a mí me haría mal tener una experiencia cercana a la muerte o a la incapacitación motriz —mencioné mientras me inclinaba para analizarlo con la mirada—. Y, bueno, parece que tienes de lo segundo, pero no es más que una pequeña Parálisis —diagnostiqué. Acto seguido alcé mi cabeza en dirección a la Chica de las Libretas y levanté una mano para llamar su atención— ¡Hey! ¿En tus libretas hay algo sobre curar personas paralizadas por Pokémon? Creo que le harías un favor a este pobre hombrecito, eh… tú…. —moví la mano en el aire, claramente contrariado por un dato que me faltaba— No me has dicho tu nombre…

La pregunta iba dirigida a la chica.

 

Ruby

Me acerqué corriendo al famoso Krabby de Alola y lo que vi, instantes después, fue el inmenso cielo azul. Y eso de ahí eran... ¿estrellitas? ¿Desde cuándo se podían ver las estrellas a estas horas del día? ¿Tan limpio se encontraba el cielo de Alola? ¡Sí, eso debía ser! ¡Una maravilla de la naturaleza! ¡Un paisaje virgen, libre de la contaminación del ser humano!

Instantes después, el golpe de realidad llegó.

—Comunicación iniciada. Sapphire, me encuentro en estado crítico... he sido abatido... envíen a los médicos de primera línea de forma inmediata a la Colina Dequilate... ¡estoy paralizado!

¿Quizás me había pasado de temerario? ¡No! ¡El temerario había sido ese Krabby del demonio! ¡Es una amenaza para la isla entera!

Mientras pensaba en mil formas de vengarme de ese Pokémon legendario, un chico de ojos amarillentos se acercó a mí, tratando de ayudarme. ¡No sé quién es, pero habrá que aprovechar la oportunidad!

—¡Sí, eso es, estoy paralizado! ¡Pero no te preocupes, tengo un plan! ¡De camino a la Colina me topé con un chico de pelo verde que estaba comiendo una malasada! Según mis datos, las malasadas tienen la capacidad de curar cualquier problema de estado: ¡chico, consígueme esa malasada y estaré en deuda contigo! ¡Todo tesoro que desees estará a tu alcance!

Me aseguré de que la conversación con el chico de ojos amarillos fuese también escuchada por Sapphire mediante el intercomunicador.

 

[Colina Dequilate]
(Acceso Principal)

​

Mientras Marlowe se dirigía hacia donde estaba Ruby, la chica termino de apuntar en su libreta y buscó una rama en el suelo y procedió a acercarse lentamente hacia donde estaba el Crabrawler, midiendo cada paso y observando la reacción del pokémon.
Cuando llamaron su atención, dejó una marca en el suelo con la rama, anotó algo en su libreta y luego se giró hacia donde estaban ellos.

— Oh. Según lo que sé, los efectos de la parálisis afectan distinto a los pokémon y humanos, siendo en algunos casos la misma de curarse de forma natural en humanos aunque pueda tardar algo de tiempo dependiendo del individuo...
Juzgando por la hora que es, el curso ya debería de estar a punto de empezar, así que como dice la mejor alternativa sería conseguir un ítem curativo como una malasada que tiene un efecto más inmediato. — Explicó de forma calmada, de alguna forma su expresión había permanecido constante desde el principio, incluso cuando Ruby pasó volando entre ellos.
— Y me llamo La'ila . El chico de cabellos verdes llegó hace un rato, y cometió el error de acercarse demasiado al Crabrawler también. Y más de una vez. Si mi hipotésis es correcta, solo el último golpe le habría paralizado, y aún no se dió cuenta que al comerse la malasada se curo de su condición. —

Al terminar de hablar, desvió su mirada hacia donde se encontraba el chico, que se encontraba sobre una roca algo alta sentado, y ya sólo le quedaba media malasada en sus manos y cantaba alegremente ignorando todo lo que había ocurrido antes.


— No es rosquilla ni es tostada... ¡Es la rica malasada! ★ — Cualquiera que se acercase, podría observar que mientras disfrutaba su malasada, su gran sonrisa distraía de los varios raspones recientes que se podían observar en sus piernas.

 

Marlowe

La otra continuaba la observación del Crabrawler como si nada más importara, actitud de seguro reprochable ante los ojos de muchos, pero que para mí tenía todo el sentido del mundo. Debía confesar que hasta me daba un poco de envidia, pero yo no era capaz de abandonar al muchacho de ropaje singular a su suerte, básicamente porque su parálisis me distraía y al mismo tiempo captaba mi interés, pues no había presenciado tal estado en las carnes de la humanidad…

—Soy Marlowe —le respondí a la chica cuando ésta guardó otra libreta entre sus cosas. Miré hacia el suelo, donde el otro sujeto seguía con las piernas entumecidas—. Y eso va para ti también, espero que nos llevemos bien. No me interesan los tesoros y prefiero que no guardes ningún tipo de deuda hacia mí persona… suena engorroso —admití en respuesta a sus promesas.

>>¿Te molesta si te cargo?

Para cuando terminé de hacerle la repentina pregunta, ya tenía las manos sobre él. Soy poseedor un mal hábito consistente en no esperar a que la gente conteste mis preguntas y saltar inmediatamente a la acción, la paciencia era una virtud de la que carecía a veces. Pasé uno de los brazos del chico sobre mis hombros y lo conduje con dificultad hacia el otro sujeto de los cabellos verdes, porque la punta de sus pies paralizados se arrastraba sobre la tierra, dejando dos largas líneas paralelas como huella de nuestro andar. En el camino pasé frente un par de personas y un Popplio, a los que dirigí una rápida mirada de intereses antes de seguir avanzando.

—Disculpa —hablé hacia el chico de la malasada, con la voz alta como para cortar en seco su canción—. Me hace falta tu ayuda. Tengo en mi poder a este desafortunado individuo —finalmente me cansé de estar cargando al otro y lo dejé en el suelo, era gracioso porque parecía que lo estaba dejando como ofrenda de paz—. Lo ha golpeado el Crabrawler y quedó paralizado a la primera. Pero me dijeron que una buena malasada podría curar su condición —mencioné, posando mis ojos sobre el bocadillo, con una ceja alzada—. Dependemos de tu buena fe para que este chico no se pierda tan importante curso. Ah, y para que se cure, claro. Pero nadie debería perderse el curso.

 

Sapphire

Contenido oculto: musiquita ambiental :3

— Parece el final del sendero,... ¡Oh, mira eso Magi-Two, allá parece que hay un grupo de personas! ¡Entonces esta debe ser la Colina Dequilate, al fin!— dije a Magi-Two, o sea a Pichu, mientras nos apresurábamos a llegar. A pesar de todos los percances, había logrado conseguir la Malasada que Ruby pidió por el intercomunicador, además el camino desde Haouli hasta la Colina había sido bastante gratificante.

— Magi-Two, ¿traes la Malasada contigo, verdad?—.

— Pichuuu...— respondió Magi-Two mientras caminaba apoyado en sus patitas traseras y sostenía la malasada con sus manitas,... porque esas eran manitas, ¿verdad?

A pesar del poco tiempo que llevábamos de conocernos, me había acostumbrado a hablarle a Magi-Two aunque él sólo respondiera con un "Pichu", era como si entendiese todo lo que le decía. Además, era la primera vez que me llevaba bien con un Pokémon,... Pero... por otro lado,... me preguntaba que sería de Magi, ¿se acordará de mí?...

Como sea, seguimos recto por el sendero cuando noté ¡algo que despertó todos mis instintos de Rocket y corrí junto a Magi-Two!:


Observé como un chico sostenía a un inerte Ruby en sus brazos y lo dejaba caer como ofrenda de paz a otro chico que estaba sobre una roca.

— ¡QUIETOS AHÍ!, ¿ACASO BUSCÁIS PROBLEMAS? ¡PUES ESCUCHAD NUESTRO LEMA!: ¡PREPÁRENSE PARA LOS PROBLEMAS Y MÁS VALE QUE TEMAN! — llegué rápidamente hacia donde ellos. No sé de donde saqué el valor ni las palabras, pero que más daba. Sin duda, esto había sido obra de un Pokémon, ese tal Tapu Kokoro. Así que observé a mis alrededores buscando al culpable.

— ¿Acaso fuiste tú?— dije, apuntando con mi dedo hacia un pokémon azulito que luego me pareció bastante adorable. No, no podía ser, era demasiado adorable, además observé que estaba acompañado de dos chicos y tenía 3 pokéball a su alrededor, seguramente estaban intentando capturarlo.

— ¿Fuiste tú?— miré y apunté hacia ese... ¿¿Krabby de Alola?? Era la primera vez que veía uno, pero este tampoco tenía pinta de ser el culpable, parecía ser demasiado pesado y lento, así que sólo podría ser el culpable si acaso Ruby se hubiera arrojado hacia él. Descartado.


Seguramente fue ese tapu que mencionó antes Ruby, pero ya no había rastro de él. Así que me acerqué a Ruby:

— No te preocupes Ruby, pronto te sentirás mejor, Magi-Two y yo trajimos algo que te ayudará a sanar todas tus dolencias—, dije a Ruby esperando que no se muriera. Luego voltee hacia Magi-Two:

— Magi-Two, la Malasada.


— (Crunch), (crunch),... *yum*... ¡PICHUUU!...— se lame la boquita.​

...
​

— Lo siento Ruby, la malasada sufrió un pequeño percance. No te preocupes, estaré contigo aquí, hasta que dejes de respirar... ¡No, espera!, si la parálisis es producida por el ataque de un pokémon, entonces con otro ataque paralizador, quizás...

¡MUY BIEN, TODOS ATRÁS! ¡AHORA MAGI-TWO, ATACA A RUBY!—

— ¡¡¡¡PICHUUUUUU!!!!

El ataque había sido fuerte y directo, mas no parecía haber surtido efecto. Quizás requería de más potencia.

— No te preocupes, Ruby, lo intentaremos de nuevo. Y no tengas miedo, yo estoy aquí contigo— dije, mientras me agachaba y tomaba a Ruby de la mano — Esta vez sí que te quitaré esa paraaAAAAAAAAAAAAAAA........


— ¡¡¡ PICHUUUUUUUUUUUUUUUUU.........!!!!!!—

(*Zap*)​

No sabía bien que estaba sucediendo, de pronto vi un montón de colores para despertar con la vista hacia el cielo. Pude notar que Ruby estaba tirado a mi lado. El cuerpo me temblaba y apenas pude voltear a ver hacia el chico de la roca.

— Ouoye, tú... ¿pooodríaass coonvidaarnoos un poocoo de esaa malasadaaa? por favoor.

Contenido oculto

Chicos, perdón por haber estado ausente, es que estos últimos días me ha llovido mucha shit irl, de hecho de lo último aún sigo enferma (*ay mis oídos, snif*) pero espero ya poder retomar con ganas esto, que de verdad quiero darle como debe ser. Y me disculpo con santy también, y con Lavender que le prometí el dibujito de nuestros rocket, ya prontito los subo, lo juro ;-;

 

[Colina Dequilate]
(Acceso Principal)​

— ¡ AHHHH ! ESE PIKACHU CHIQUITO VIENE A POR NOSOTROS, SALVENSE QUIEN PUEDA, YO NO ME PUEDO MOVER ASI QUE HUID SIN M— El chico gritó aterrado, sujetando con firmeza lo que quedaba de su malasada, y su pánico frenó al ver que Magi-two cayó debilitado luego de darlo todo con su ataque electrico (sin notar que también hizo caer a su entrenadora paralizada).


—Bueno, parece que nos salvamos... Oye, tú antes de que apareciera el Pikachu chiquito dijiste algo sobre la Malasada para curar de la paralisis, si eso fuera verdad...— El chico se tomó una pausa y empezó a mover sus extremidades, notandose como crecía el asombro en su rostro a medida que veía que tenía control de su cuerpo.
Se incorporó de forma apresurada, haciendo que se resbale de la roca sobre la que había estado sentado y cayera directo al suelo, aterrizando de pie de milagro.

—¡ESTOY COMO NUEVO! ¡¿Acaso hay algo que las malasadas no puedan hacer!? Vosotros alolianos tenéis tanta suerte de tener una delicia taaaaaan exquisita al alcance de vuestra mano. Había llegado a probar alguna en Kanto, pero es que no se parecen para nada. ¡Son Fantabulosas!— Se notaba que el chico tenía una especie de acento algo tosco, pero sobre todo la forma en que proyectaba su voz y hablaba casi sin respirar entre palabras hacía que su energía y excitación se notara en el ambiente. Hizo una especie de giro que termino en reverencia luego de haber aterrizado a forma de presentación. Aunque luego de forma más calmada reparó en que habían dos personas paralizadas que necesitaban ayuda y necesitaban de él (O lo que tenía entre manos)

—Aunque.... a mi solo me queda la última parte de esta Malasada. ¿No podemos llegar a recuperar a ambos ahora no? La chica de gafas parece más lista que nosotros, quizás lo mejor sea preguntarle a ella quien sea mejor ayudar.... ¡Oh, espera, tengo una idea mejor!
Para momentos así, siempre se piensa mejor luego de comer algo dulce — Acto seguido y sin dudar se comió lo que quedaba de Malasada. Se llevó una mano a la boca mientras saboreaba lo que estaba comiendo, denotando un extremo placer. Luego de terminar de comer, suspiró satisfecho y volvió a reparar en la situación.

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—Uhmm.... Ahora que puedo pensar más claramente, creo que lo que acabo de hacer no fue muy buena .
Oh, y mi nombre es Aki★ . Aunque solo Aki, de la agencia me han dicho que no revele mi apellido para no meterme en problemas, ¡Así que no puedo decir mi nombre completo, lo siento!
Creo que llegados a este punto, lo mejor será que tu sigas cargando con el chico, y yo por mi parte cargue a la chica.
¡Luego correremos sincronizados e intentaremos pasar sobre el Krabby de Alola, así no podrá parar a ambos y superaremos la prueba! — Los ojos de Aki brillaban con determinación, totalmente convencido que el Crabrawler era algo que debían superar.
En la distancia, La'ila observaba la situación totalmente en silencio. Si alguien pudiera observar sus anotaciones, podría observar que acababa de escribir "Aki : Deficiencia de Células grises. Condición quizás empeorada por los golpes de Crabrawler. "

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— ¡Kahahahaha! Vaya que los extranjeros son graciosos. ¿Cuántas veces planean tropezar con la misma piedra? Sin duda me habéis hecho reir, y no puedo negarme a ayudar a alguien que se ve tan determinado - Recién acababa de llegar, y pese a que caminaba de forma despreocupada, su presencia se hizo notar al instante. Llevaba ropas algo anticuadas, destacando el brillo de su cabellera dorada, y su sonrisa de oreja a oreja, claramente entretenido ante toda la situacion en vez de estar preocupado.

Contenido oculto: Apariencia

Se acercó donde estaban los chicos paralizados, primero levantó a Magi-Two y de una sacudida, que pareció recuperarse y ganar algo de energía , sus mejillas ahora llenas de electricidad. Acto seguido, levanto a Sapphire con la misma facilidad con la que levantó a Magi-two, y la sacudió de la misma forma. En el aire, la sacudida fue abrupta y por su piel sentiría de vuelta un impacto similar al que sufrio por el ataque del Pichu, más fuerte incluso. Pero una vez superado el shock del golpe, Sapphire podría notar que ya estaba parada, sus piernas respondiendo como debían y libre de la paralisis.
— Solo uno más... — Sin dar tiempo a que accediera, tomó a Ruby del agarre de Marlowe, parecia no tener mucha fuerza por su complexión, pero Marlo podría notar que incluso si se hubiera resistido con toda su fuerza podría haberle quitado a Ruby de sus manos con la misma facilidad . Repitió lo mismo que con Sapphire, y Ruby luego del shock de la sacudida podría notar que también había sido curado.


— Bueno, pongámonos manos a la obra. Aloola , vosotros ahí en la punta solo observando. ¿También estáis aquí para ese curso para entrenadores verdad? Yo me desharé del Crabrawler, así que seguidme — Se dirigió a Kaleu y Ethan mientras avanzaba hacia donde estaba el Crabrawler, tronando sus nudillos listo para la acción.


El Crabrawler por su parte, parecía estar preparandose mentalmente para enfrentarse también, pero se lo notaba inseguro de poder frenar a este nuevo oponente. Lai'la por su parte también se había congelado en el lugar, su expresión parecía haberse alterado por primera vez, sus ojos abiertos ante la sorpresa, e incluso las manos estaban sosteniendo su libreta mientras temblaban.


¿Era este individuo alguien en el que podían confiar?

 

Ruby

P-pero... ¿qué? ¿Cómo me ha curado ese chico? ¿Qué clase de magia ha utilizado? ¡Increíble! ¡Debo saber más!

Decidí acercarme corriendo hacia el chico, pero entonces la vi... A una chica, con cara de tonta, tirada en el suelo... ¡Sapphire estaba aquí!

—Sapphire, Sapphire... mueve el culo... ¡despierta!

Le di un par de patadas suaves, pero no se movía. Parecía aturdida, así que decidí centrarme otra vez en ese mágico chico y... ¡estaba caminando en dirección al malvado Krabby!

—¡Chico! ¡Sí, tú, el chico sexy! ¡Creo que no deberías acercarte a ese Krabby, es demasiado peligroso! Te recomiendo... ¿sabes qué? ¿Qué tal si pasas de ese cangrejo y me cuentas con qué magia o artefacto misterioso me has curado?