de Inuyasha - Tú ~(Sesshomaru & Kagome)~

Hola, pues aquí subiendo algo, realmente no paso mucho por este foro. La imaginación está en mí contra, pero Erza y Miss Love me han estado inspirando con sus escritos. ¡Adoro su forma de escribir! Ho bien, decidí escribir algo Sesshome (Sesshomaru y Kagome) así que espero no decepcionar con mí poca y algo mala narración.

Titulo: Tú.
Palabras: 101.

Te veo caminar, y no puedo evitar sonreír, tu imagen siempre está presente en mis pensamientos, sin importar el tiempo te imagino y mí día se ilumina, realmente has cambiado mucho mí parecer.

Cada facción de ti hace una extraña sensación en mí cuerpo, sintiendo una gran oleada de atracción hacía tú presencia, fue así como he cometido grandes locuras. Una de ellas “Enamorarme” exacto, tú un príncipe de las tierras del oeste, hijo de la luna y un gran luchador con belleza inigualable me hacía estremecer ante tú sola presencia…

Porque mí más grande pecado fue enamorarme de ti.

 

Titulo: Callados.
Palabras: 156.

Tu mirada…tan silenciosamente cautivadora, la cual encierra tú alma, la cual muestra frialdad.
Tu cuerpo…siempre tan perfecto, tan poderoso, el cual protege sólo a aquellos que se merecen tan siquiera tú presencia…
Tu voz…, aquella melodiosa, aterciopelada, cálida para quien sepa apreciar y fría para quien teme, es tan, pero tan única en el mundo.

Puede que odies lo humano pero a veces siento que dejas de ser aquel ser tan temible y cuando me tocas, cuando me abrazas simplemente una vez, yo en toda plenitud te siento muy humano, mí humano. Pero se que esto no debemos mencionarlo, comprendes mí indecisión, me reprochas mí nerviosismo pero me amas a tú manera, y cada día sonrió al anochecer porque sé que los dos callados nos amaremos sin remordimiento, porque eso es el amor, un misterio que atrapa y puede cambiar aun al más fiero ser y las más ingenua chica de un modo radical…

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Edit:
Me alegra que les allá gustado el primer drabbles. Espero esto no sea algo malo y gracias Miss, ahora lo arreglo ;) Dedicado especial y exclusivamente a mí hermosa Srita. Ice <3

 

Titulo: Rechazo.
Palabras: 191.

La miko del futuro sólo podía observar desde una lejana distancia a aquel ser, del cual, su corazón ahora era perteneciente, ella sabía desde hace unos pequeños segundos, que él había notado su presencia pero no había hecho nada, sólo seguía ahí, sentado, contemplando como su pequeña protegida, Rin, junto a su sirviente, Jaken, cazaban algunos cuantos peces para el alimento de la mañana.
Ella lloraba, pero sonreía con melancolía. ¿Cómo decirle a ese ser que ella lo amaba? ¿Cómo decirle a InuYasha que ya no sentía nada por él? ¿Cómo aceptar un rechazo más?

—Volveré—susurró, consiente de que él la escucharía, consiente de que Sesshomaru No Taisho ni siquiera se dignaría a mirarla, consiente que…, ella ya sentía su rechazo.

Y sin más, caminó hacía la aldea, con su arco en la mano y flechas colgando de su espalda, ella volvería cada vez, hasta tener el valor suficiente para postrarse ante aquel ser y decirle un simple pero importante “Te amo”…

Edit: Gracias Eva, sepa dios porque no puse el "se" xD

 

Titulo: Finalmente, adiós.
Subtitulo: Mí secreto ha sido descubierto.
Advertencias: OoC notorio.
Aclaración: Capítulo final.

—¿Dónde estabas?
—En ningún lugar que te interese.
—Tienes que decírmelo—gruñó.
—No eres nadie para darme órdenes—le dijo algo asustada.

Justamente al momento de regresar la miko había tenido la suerte de encontrarse con él, un chico de ojos ambarinos, aquel que un día no muy lejano había sido su todo y ahora no era nada.

Él se alejó de ella pero seguía enojado, había hecho hipótesis sobre su desaparición constante en las noches, pero ninguna lograba satisfacerlo. Se detuvo a unos cuantos metros y comenzó a inhalar.

—Ese olor—murmuró, giró la cabeza por sobre su hombro y se volvió a encaminar hacía la azabache, está le seguía mirando, pero él no se detuvo, miró detrás de ella—. ¿Con quién estabas? —Preguntó impaciente a su lado.
—Sólo salí a caminar—contestó confundida y tal vez un poco tranquila.
—¡No me mientas!—gruñó.
—No te estoy mintiendo—susurró.
—¿Así? —Le dijo en su oído—¿Entonces que hace ella aquí? —Le gritó, provocando que Kagome se alejará.

La miko miró los matorrales, Rin la había seguido, y detrás de ella se escuchaba la voz rasposa de Jaken llamándola.

—¿Qué hacías con él? —Nuevamente, InuYasha estaba completamente enojado.

Rin salió de su escondite y abrazó a Kagome, Jaken al llegar sólo miró la escena, rápidamente corrió de regreso, en busca de su amo.

—Nada—contestó Kagome con un hilo de voz, Rin temblaba en sus brazos.
—¡No mientas! —Gritó.
—¡No te estoy mintiendo! —Le dijo la miko.

Los orbes dorados del hibrido se transformaron en rojizos, su cuerpo convulsionaba, y el leve color negro remplazo los destellos blancos en sus pupilas. Había perdido el control…

—¡Te ibas cada noche! —Comenzó a relatar él—¡Nunca sospeche nada porque sabía que no eras tan tonta para adentrarte al bosque, pensé que estarías en la aldea! —Silenció. Otra convulsión y prosiguió—¡Pero las desapariciones eran demasiadas, y hoy me encuentro con que te veías con él! ¡Con él! —Gruñó ya perdiendo el poco control que le quedaba—¿Sabes? Lo que menos soporto es una traición—sonrió cínicamente.

¿Y ella? ¿Acaso a ella no le dolía cada vez que él se ausentaba para ver a Kikyou, ¿acaso ella no había aceptado todo con tal de no perderlo? Y por una estúpida vez que ella volvió a encontrar el amor él se dignaba a llamarla mentirosa. ¡Mentirosa!

—¡Así que pagaras! —añadió y atacó.

Ella y la niña cerraron los ojos, Kagome la colocó detrás suyo y espero el golpe que nunca sintió. ¿Acaso así se sentía la muerte?
Y abrió los ojos lentamente…, frente a ella, blandiendo su espada, se encontraba Sesshomaru. Su Sesshomaru.

La pelea comenzó, no tan larga, no tan corta, pero fue dura.
Gruñidos, choques de espadas, sangre…, mucha sangre estaba manchando el césped, algunos cuantos insignificantes rasguños en la anatomía de Sesshomaru y al parecer lo grave provenía del cuerpo del hibrido. Finalmente el hermanastro del ambarino mayor cayó inconsciente a sus pies y antes de poder darle fin a la insignificante vida de él, la miko se atravesó en su camino. ¿Por qué no matarla? Era un buen negocio, pero su protegida lloraba, aferrada a los ropajes de la chica y sin más, guardo su arma y sólo miró.

Rin tenía los ojos cerrados, su vestido estaba lleno de sangre al igual que la miko, con un movimiento de manos departe de Sesshomaru, Jaken subió a la pequeña en Ah-hun y partieron al río, de donde ella había escapado, para limpiarla.

—Gracias por no matarlo—sollozó Kagome.

Ella podía ya no amar a InuYasha pero aun significaba algo en su vida, levemente, pero lo sentía.

Él sin decir nada, sólo aborreciendo la escena dio media vuelta, dispuesto a partir, pero su ropa fue levemente apretujada, giró la cabeza, ¿quién se había dignado a tocarlo? Y para su sorpresa, o talvez no, una blanca pero diminuta mano sostenía fervientemente su manga.

Respiró, demostrando en su pecho como el aire entraba forzosamente, seguía sollozando, pero si no lo hacía ahora nunca jamás en su vida podría tener este momento. Soltó la manga y lo miró, tenía sus ojos hinchados, podía sentirlo pero…aún así sonrió y aquellas frías y calculadoras perlas ambarinas miraron por primera vez con extrañeza a la miko.

—Te amo—susurró y agacho la cabeza.

Estaba dispuesta a todo en ese momento.
Esperaba el rechazo, pero nunca llegó. Levanto la mirada y ese ser ya no se encontraba, sonrió con melancolía, esa acción dolía más que mil palabras.

Aún con lágrimas en los chocolatazos ojos, utilizó su fuerza para sanar las heridas de su hanyou, quien seguía inconsciente, las marcas de su rostro comenzaron a desaparecer y por primera vez se preguntó la razón por la cual nadie había acudido a la pelea y miró el cielo, sorprendida pero feliz, se dio cuenta, que en el momento en que su daiyoukai había llegado, ella, sólo ella, había invocado un campo de fuerza.

En el siguiente día tendría que dar muchas explicaciones, ya no le importaba ¿por qué? …Por él. Por el príncipe había ella cambiado, al quitar el campo, colocó un brazo del hibrido por sobre su hombro y caminó hacía la aldea, de lo único que no se percato es que un par de ojos sombríos, miraron la escena desde la copa del más grueso árbol cercano.

Una garra se colocó en su pecho, justó en su corazón. Y fue en ese momento cuando sintió unos leves latidos más acelerados de lo habitual.
¿Qué le había provocado ella a él?

—Simplemente, adiós—musitó la miko al aire antes de ingresar a la cabaña.

Desde un momento su amor fue imposible, desde un momento ella sabía que sufriría más que nunca, pero no le importo. ¿Qué porque le gustaba sufrir? Si era por amor… ¿Qué más daba? Ella lo haría, por él. Sólo por ese ser.