Tú no sabes amar

Tú no sabes amar

*Concurso: Desamor

*Categoría: One-Shot

*Autora: Reyka Uchiha.

*Advertencias: Leer con mucha atención <<narrado en primera persona>>

*Aclaraciones:

—Conversación —narración.

Pensamiento del personaje

*Palabras: 886palabras + 4 del titulo =890


*Disclaimer: Es una vivencia personal

*Agradecimiento: a Dark Lady por su paciencia y tiempo ^.^ y a mis amigas (ellas sabran quienes son lol ^.^)

Titulo: Tú no sabes amar ​

Te odio, no sé en qué maldito instante fui a enamorarme de ti. Cambiaste el sentido de mi vida, el color de mis días y mi personalidad.

¿Ahora me vez, por qué mi apariencia ha cambiado? Sí, el semblante de mi rostro es de total indiferencia y este cuerpo no es más que el de una niña,… no, ahora tiene más la apariencia de mujer.

El brillo de mis orbes negros, ya no es más que el reflejo frío, inexpresivo y sin vida del mismo abismo. El sonido de mis labios ya no te nombra con cariño, sino con indiferencia e ironía.

—¿Por qué has cambiado tanto? —irrumpes mis pensamientos, me preguntas ahora que me tienes delante de ti, por una maldita jugarreta del destino me encontraste mientras deambulaba a la orilla de la playa.

El cielo se ve pintado en tonalidades naranjas y amarillentas gracias al sol. Las olas nacen y mueren al llegar a la orilla, puedo sentir su frialdad acariciando mis pies descalzos en contacto con la húmeda arena, mientras en mis manos cuelgan mis zapatillas de tirantes, mi vestido corto y blanco, danza junto con mi cabellera larga y negra al son que le marca el viento. Giro mi rostro para enfrentar tu mirada azulina.

—¿Quién se supone que eres tú? No te conozco —el tono de mi voz te sorprende, ¿Al caso creías que bajaría la cabeza como en el pasado? Me pregunto en mi pensamiento al ver tu expresión.

—No es necesario que finjas conmigo, sabes muy bien quien soy y lo que significo en tu vida —me respondes arrogante como antaño, al parecer tú no has cambiado en nada.

—Yo no necesito fingir ante nadie y menos con alguien como usted, quien apenas conozco por asistir al mismo colegio y grupo —respondo sin darte la importancia que desearías.

—¡Por un demonio, deja de jugar conmigo! —mi respuesta te irrita más de lo debido.

Te observo. Tu rostro airado, tus ojos brillando con resentimiento y el tono de tu voz desesperado.

—¿Desesperado? Sí, es desesperación lo que capto en ti por no tenerme, porque no hago tu santo capricho —una sonrisa burlesca se dibuja en mis labios al darme cuenta de lo demencial que puede llegar a ser la vida. Mi actitud sólo te enerva más, pronto me doy cuenta que me encuentro prisionera entre tus manos, que me aferran con crueldad y fiereza.

—Dilo, acepta que no me has olvidado, que mis manos aún queman tu piel —me exiges mientras me mangoneas con fuerza y me apegas más a tu cuerpo cada vez— que mis palabras aún te hacen estremecer, ¡dilo! Di que aún me amas como la última vez —tus labios se apoderan de los míos, me encuentro tentada a corresponder.

Todo lo que has dicho, es verdad. Tiemblo con el sólo tacto de tu piel, me quedo sin aliento por tu cercanía, un nudo en mi garganta se forma impidiéndome gritar que mi terco corazón aún te ama.

—¿Qué ganas con saber eso? —indago, evadiendo tus suplicas disfrazadas de órdenes.

—Nada, sólo saber que aún me perteneces solo a mí —finalizas cambiando la expresión de tu cara mientras en tus labios se dibuja una sonrisa arrogante.

¡Que estúpida fui! Demasiada ingenua al pensar que diría que era porque me amaba.

—Y si así fuera ¿Qué? Además tú andas con ella y mi respuesta no cambiaría en nada tu decisión —respondo abruptamente, disfrazando mis palabras de indiferencia, cuando la verdad es que muero por dentro.

—¡Hump! Sí, ando con ella y no la pienso dejar, porque es un capricho que me acabo de dar —me respondes jactancioso de tus palabras clavando una daga más a mi corazón y aplastando como si fuera una vil escoria mi amor.

—Ya no soy la misma, así como tú, yo también tengo a alguien más — respondo con frialdad, halando mis manos para soltarme de tu prisión.

—No te creo, no soy fácil de olvidar y menos cuando me amaste —presionas con más fuerza mis manos.

—Déjame en paz —ordenó apacible— no soy más aquella niña que te seguía a ciegas a donde fueras. He cambiado ¿Qué, no te alegras de tu propia creación? ¡Mírame! —llamo tu atención, levantas tu rostro y tus orbes azules ahora reflejan cierta tristeza y se clavan en mi persona— mírame bien, —¿Dónde quedo tu arrogancia, Hiroki? pienso al verte— porque de ahora en adelante será lo único que podrás hacer.

Te amo como jamás pensé. Pero ahora que he abierto los ojos me doy cuenta que no vale la pena amar, sí, es un desperdicio de sentimientos amar a alguien como tú.

Sonreiré en tu presencia, llorare por ti en mi soledad. Viviré indiferente a tu persona, y soñare contigo tratando de llenar el vacío de mi alma por tu ausencia.

—Hikari —escapa de tus labios mi nombre.

He tomado el valor suficiente para reanudar mi caminar, paso a tu lado mientras que el viento juega con mis cabellos que rosan tu rostro como si una despedida fuera. De soslayo puedo apreciar el impacto que mi actitud te ha causado, más sin embargo no haces ya más nada por detener mi marcha.

—Hasta pronto —me despido en un doloroso susurro, apenas audible para ti.

Viviré con la frialdad de mi soledad… en mi vano intento de olvidar.​

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Me gustaria contar con su opinion sincera ^.^