Tú contra el mundo —¡Y cuando estén en la universidad, nadie les va a ayudar! Tendrán que hacer todo por su cuenta, todo... por... Miré con hastío la cara fruncida del docente, mis ojos cayeron sobre el paisaje, soleado, finales de año, aún quedaba tiempo... Un futuro donde no importaba nada más que tú, tu futuro, tus logros, tu fortaleza. Tú, tú, tú. —Cualquier cosa me pides ayuda. —Te lo digo porque me preocupo, quiero que te vaya bien. —Aquí estoy para ti. —Toma, te compré esto. Y no importaba si fue antes, si era ahora. Si fue en la escuela, si era en la universidad. Yo nunca supe qué importaba en verdad. Cuesta imaginar los límites de la maldad humana... pero los bondadosos son pocos. Hacer el bien es difícil y quienes buscan hacer lo más difícil... deben ser también pocos. Tarareo una canción, miro por la ventana, veo a un profesor más relajado, un profesor universitario. Y pienso en lo difícil que es, pero también pienso que no estoy sola. Nunca lo estuve, por más que nos quieran hacer creer que lo estamos.