FanficsLandia Supervivencia (Fic del Foro).

Tema en 'Literatura experimental' iniciado por Cygnus, 26 Octubre 2011.

  1.  
    Eri

    Eri Usuario popular

    Tauro
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    LOOOL, al leer Arepita me parto de risa, solo al imaginar a una Arepa ayudando a Shani XDDD

    En fin, me encantó el grupo, y sí que quiero liderarlo xD Claro, junto con Estrella xD

    Omg, que quede en cuenta que yo siempre llevo abrigos en los aviones [?] Ok, olvida eso xD

    Jajajaja, debo admitir que me encantó la personalidad de Alexandra, no sé por que pero me pareció muy directa *W* Ah pesar de que no esté de acuerdo con ella :/ En fin, muy bueno y entretenido... Ya veré el otro capi :D
     
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  2.  
    Shani

    Shani Maestre Comentarista empedernido Usuario VIP

    Sagitario
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    Me gusto como manejaste mi personaje en este capitulo, la verdad es que no soy de rogar y si Inmor se negaba a ayudarme y a que vaya con ellas la hubiera agarrado de los pelos para arrancárselos (por mas que me este muriendo)
     
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  3.  
    Kai

    Kai Usuario VIP

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    Gracias por esperarme ;_;
    Estaba abstraída de la tecnología.

    Bien, cada vez toma más forma, se van marcado dos bandos, pero por el momento es de : salir o quedarse. La gran mayoría tiene la idea clara, espero lo dados no tengan tanta maldad.
    Como dijo Inmor arriba, nunca había leído algo así, no entero al menos, si partes de supervivencia, pero es distinto, quizás por que formamos parte de ello : /.
    Con respecto a mi persona, me sorprende los comentarios taaaan asertivos que llego a lanzar *nótese el sarcasmo* . Y más aún, esto es serio, ¡yo no me comería el chocolate y menos con esa excusa tan pobre!, me inventaría una enfermedad ;_; Te demandaré (?).
    Si incluyes canibalismo, por favor, que mi cuerpo sea incomible ._. Que se quede perdido en un río, por favor.

    Espero lo que decidirá Alexandra, incluso, se es mayoría, dudo que allí se quede. Sólo tiene que pensar con la cabeza fría -no de forma literal-.

    Espero la continuación.
    PD : Ningún error de dedo, y sí, después de enredarme, aún no he comprobado aquello de los puntos. Como sea.
     
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  4.  
    Cygnus

    Cygnus Maestre Usuario VIP Comentarista destacado

    Libra
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    Título:
    Supervivencia (Fic del Foro).
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    5
     
    Palabras:
    3563
    Hola!
    Perdón la tardanza, siendo líder esto ya no es tan sencillo D:
    Primero voy con las respuestas a sus amables comentarios :3

    Lilith: Gracias por tu comentario tan completo; como te dije, voy a trabajar en tu personalidad porque ya la tengo definida, pero justo ahora aún tengo muchos personajes; a medida de que los vaya desapareciendo (e.e), voy a forjar mejor tu perfil. Lo de Lilita no volverá a ocurrir, ya regañé a Word y le indiqué que no me corrigiera Lilith xDDD Bueno, tomaré en cuenta el detalle de que ayudas mucho, y como ves, en este capítulo ya lo quise plasmar mejor, aunque de nueva cuenta aún no es suficiente... como te digo, necesito que haya menos personajes! xD
    Um, ¿y qué querías? ¿Dormir con los cadáveres? xDDDDDD

    Estrella: Gracias también por tu comentario ; D Habrá un poco más de tiempo estas escenas del avión, pues como verás, se presentó cierto contratiempo, pero igual intentaré agilizarlo para que no aburra y que al fin puedan verse en camino desconocido ; D (ya quieres ser la líder del grupo, eh?) Sí, cada personalidad intenté definirla; no sé si estoy correcto contigo pero necesitaba un personaje con un perfil como el que describo contigo, es que me pareces la que menos expresión tiene de todas xDDD No sé por qué. Lo de Shani ya lo verás : D

    Bella Luna: Gracias por tu comentario : D El encanto de que te obedezcan se te va a pasar pronto xDDDD (?) Ya verás lo que sucede, tendrás algo de importancia en este capítulo que viene.

    Alme: Gracias también por leer ^^ Pues disculpa por lo de tu personalidad, yo veo que no eres taaaanto así como te describo pero te explicaré lo mismo que le dije a Lilith, como son tantas por ahora me cuesta trabajo distribuir los papeles; tengo que irlas eliminando xDDD Así cada quién tomará su debida importancia y su relieve de personalidad. Vamos, no creo que en una situación como ésta, saques tus audífonos... imagínate que te pase algo así, creo que estarías aterrada, sin saber qué hacer, hay ocasiones en que la música no puede disfrutarse : ( Además tus audífonos se descompusieron con el impacto : D xDDDD Lo de ir poco abrigada, bueno... tampoco es para tanto, pero quise dar a entender que no esperaban un percance como éste. Gracias por tus comentarios tan alentadores : 3

    Candy: Ah, tu personaje favorito es Alexandra, no? Espero que a mí no termine estresándome xDD Bueno, intentaré manejar mejor tu personalidad, hasta este momento no te he dado tanta relevancia, pero ya la tendrás cuando te pase lo del codo xD Ya la tendrás, así que paciencia, aún queda largo fic por delante. Malos chistes? No sé si incluirlo, pero si tengo oportunidad seguro que lo haré. Gracias por el dato y por la lectura ^^

    Okita: Gracias por pasar a leer de nuevo : 3 Sí, efectivamente en el avión no tienen demasiada oportunidad de sobrevivir las pobres, pero si salen se enfrentan a nuevos problemas que les pueden traer una muerte más prematura. Ya veremos qué plan siguen y cómo ^^

    Inmor: Pues qué bueno que te haya gustado; a mí me agrada manejar tu personalidad y ya te daré el protagonismo debido xD No te preocupes. Y ya me indicarás a quién quieres comerte xD Y espero que de este fic se haga una película (?)

    Arepa: Rayos, tu nick ridículo le da gracia a mi fic T___T Se supone que no debe ser de risa D: Tienes la culpa! >< xDDDD Nah, no te creas, tiene su sentido gracioso, supongo ; ) Sólo que no te imagines a una Arepa, eso sí lo arruina! D: xDDD Ya veo, creo que Alexandra comienza a simpatizarles (y no se aparece más por aquí D:), aunque aparenta ser la más débil del grupo. Ya verás como continúa esta aventura y el desglose de personalidades, no lo abandones ^^ Gracias!!

    Shani: Vaya comentario xDDDDD Pues bueno, de cualquier forma supongo que te hubieras ido con ellas, aunque sea arrastrándote, con esa convicción que mencionas. No te preocupes, te daré tu vendetta anhelada, aunque quizá sea diferente de como imaginas. Gracias!!

    Kai: Lol. Muy simpática en comentar y en personaje. ¿Cómo niegas lo de los chocolates? Estoy seguro que lo hubieras hecho! xDDD Seeeh, o al menos deseé que así hubiera sido. ¿Cuerpo incomible? No lo creo xD No debes ser cruel con tus compañeras, también tienen hambre!! xD Así que deberías donarles tu cuertpo ^^ Bueno, no es que sean dos bandos como tal; el equipo sigue pero tendrán ideas divididas, como puedes darte cuenta. Yo mismo me emociono de pensar lo que sucederá, tengo ideas vagas pero más o menos tomo el hilo xD Aunque aún no sé qué sucederá con tu cadáver (?) Gracias por leer!!

    Gracias también a Cherry, Bettle y Alexandra, cuando pasen a leer! : D Ahora sí, les dejo el capítulo 3:

    ___

    Cap. 3

    Unos gruñidos extraños, casi sordos, la hicieron reaccionar. No podríamos hablar de despertar abruptamente, como podría suponerse, porque el dolor agudo en el costado izquierdo le había impedido cerrar los ojos durante toda la noche. A pesar de la oscuridad, las pupilas de Shani se dilataron y su corazón de repente comenzó a acelerarse: alguien había emitido, sin duda, un golpe fuerte en la pared exterior del avión. La noche le jugaba una mala experiencia: sin otra luz a su alrededor más que la brindada por la de la luna que se filtraba por las ventanas y los boquetes, sus ojos se encontraban completamente inhabilitados. Sólo ciertos destellos, como pequeños rayitos que se colaban por los agujeros del metal corrugado, llegaban hasta su percepción visual. Afuera parecía desarrollarse una contienda infernal, un alboroto increíble.

    —Debo estar soñando —se dijo a sí misma—. No hay nadie cerca, ya lo vimos…

    A pesar de no percibir voces, las pisadas resonaban con claridad, y no de uno solo, sino de varios. ¿Quién podría ser? ¿Sus compañeras que habían descendido a investigar? ¿Realmente la estaban abandonando?
    Un sentimiento de angustia fugaz cruzó por su mente, y fue el sentirse sola y herida en el avión. ¡La estaban dejando, era eso!
    Una exhalación se cortó en su garganta cuando descubrió que la puerta seguía atrancada por dentro y a su alrededor comenzó a distinguir ciertas siluetas humanas en perfecto reposo.
    Su corazón no dejaba de latir apresuradamente, ¿sería que acaso sus salvadores arribaban al fin? ¿Eran los hombres del helicóptero del que tanto habló Alexandra? ¿Rescatistas heroicos que habían ubicado la posición del avión caído e irrumpirían en cualquier momento en busca de sobrevivientes?

    Haciendo un esfuerzo titánico, logró arrastrarse hasta su compañera más cercana, que dormía tranquilamente, y la agitó del brazo mientras susurraba, dubitativa:

    —Almee… ¡Almee!

    Esta abrió los ojos lentamente, casi molesta por la interrupción de su sueño.

    —¡Shani! ¿Qué sucede? —preguntó, recuperando la alerta al recordar su situación.
    —¡Allá, allá afuera…! —comenzó a contar Shani entrecortada—, ¡allá afuera se oyen ruidos! ¡Sin duda alguien encontró nuestro avión! Vamos, tú estás fuerte y llena de energías, ¡corre a mostrarte! ¡Diles que habemos sobrevivientes!

    Almee se incorporó enseguida, con los ojos muy abiertos. La sensación del sueño ya se había volatizado.

    —¿Ruidos? ¿Cuáles?

    Y sin esperar respuesta, corrió a pegarse a una de las ventanas. Shani la siguió a paso lento. Ambas se asomaron por la abertura.
    Por fuera, parecía que reinaba un silencio digno de un sepulcro. La noche era iluminada solamente por la luz de la luna, que de tanto en tanto esquivaba ciertas nubes dispersas con mucha paciencia. El manto de nieve parecía extenderse a distancias increíbles, hasta descender lentamente por las pendientes de la montaña. Sólo el viento silbaba de vez en cuando, en los momentos en que arreciaba lo suficiente como para colarse con autoridad por los agujeros del avión destrozado.

    —¿Ruidos, Shani? Sólo la ventisca.
    —No… —se apresuró a contestar débilmente Shani—. Por favor, revisa bien. Estoy seura de haber escuchado pisadas sutiles…
    —Voy a inspeccionar con más detalle —decidió Almee, y se alejó de la ventana para tomar camino hacia la puerta.

    Un rescate… sonaba a todas luces idílico, después de haber muerto casi toda la esperanza de salir con bien de tal percance, como si una mágica oportunidad resurgiera de las cenizas de lo extraviado. Y de pronto, mientras se abalanzaba sobre la puerta de salida, era ella quien escuchaba los sonidos en el exterior, casi ciertas vibraciones hasta sus oídos, demasiado dulces; palabras incomprensibles y jadeos, seguramente por el agotamiento que representaba abrir camino o quizá reptar los trineos por el manto de nieve. Y sin querer, casi subconscientemente, una pequeña sonrisa limitaba dejó brotar en su rostro.

    Shani seguía junto a la ventana y observaba la ausencia de movimiento ante cualquier punto, aunque alcanzaba a notar por la nieve ciertas huellas difusas, borradas por las mismas corrientes de aire. Además, creyó notar siluetas profundas dibujadas en la nieve. ¿Pero de quién? Pero lo que más llamó su atención fue cierta tonalidad rojiza, casi pinceladas, en las capas más bajas…
    Por la mente de Shani cruzó una especie de rayo a manera de pensamiento fugaz… ¡¿Dónde demonios estaban los cadáveres que habían arrojado?!

    Arepita despertó lentamente. Creyó escuchar rugidos cerca y, aún acostada, abrió mucho los ojos y prestó atención a los sonidos del silencio.

    En cuanto Almee abrió la pierta, junto con la corriente brutal al punto de congelación, saltó sobre ella como un demonio, una bestial forma peluda y furiosa, y con sus terribles patas delanteras que embistieron con todo su peso, hizo caer a la joven impactada por el susto y la sorpresa. El rugido, proveniente de aquella abominable criatura, no se hizo esperar en cuanto la tuvo sometida.

    —¡Lobos de las montañas! —se escuchó una voz al otro lado del pasillo, y la valiente Arepita se incorporaba de un salto para llamar la atención de sus soñolientas compañeras con sonoridad.

    Al instante, todas las muchachas se encontraron de pie, sorprendidas por el inminente peligro que la noche les había deparado con suma calma.
    Un lobo blanco, cuyo hocico aún rojo escupía vapor y abundante baba, se encontraba cual demente enfurecido por el hambre, intentando penetrar en el pasillo del avión, de donde emanaba el olor a sangre y a carne fresca; una jauría de cánidos enflaquecidos y bravos aguardaba afuera con paciencia.

    Almee, en el suelo y con la respiración cortada por el impacto en sus pulmones, luchaba por huir del agresor, gateando de reversa, pero estaba acorralada por la pared más próxima, y seguramente no tendría mayor escapatoria. La criatura dirigía sus ojos destellantes de ira hacia el rostro de la joven, pálido por el terror.

    —¡Almee, sal de ahí! —le gritó Bettle Red con más desesperación que conciencia, pues bien entendía que la chica estaba en serios apuros.
    —¡Almee! —chilló Candy Rose de igual forma, consternada por lo que veía.

    La joven Almee abrió mucho los ojos y se replegó lo más que pudo en la esquina; el lobo estaba frente a ella y la miraba con el hocico escurriendo, con unas pupilas encendidas por las ansias de saciar su eterna hambre. Con el estómago revuelto, la muchacha alcanzó a comprender que le quedaban segundos de vida, y mientras colocaba una mano sobre su boca, sus músculos se paralizaron por completo del terror puro.

    Un impacto desastroso volvió a presentarse, y otra cabeza peluda de ojos demoniacos y labios contraídos quebró el vidrio más próximo a donde se encontraba Shani de golpe, e intentaba penetrar por la pequeña ventana, haciendo añicos lo que quedaba del cristal. De su lengua aún escurría un líquido carmesí un tanto ennegrecido, de las víctimas del impacto que las muchachas habían lanzado a la nieve, pero su estómago reclamaba sonoramente sangre caliente y fresca.
    Shani se cubrió con sus brazos la cara, para evitar que los vidrios que volaron próximos a ella la fueran a lastimar.
    Varias de las muchachas volvieron a emitir gritos agudos de sorpresa ante esa segunda irrupción; el lobo que intentaba invadirlas por la ventana hacía tremendos esfuerzos por caber por este agujero, pero en apariencia lo estaba logrando y lograría colarse. Agitaba hacia un lado y hacia otro la cabeza con brusquedad, mientras que por sus patas delanteras intentaba abrirse imaginariamente un camino, queriendo terminar de pasar su torso por el agujero. Cherry y Kai Sakka se replegaron hasta las esquinas más profundas del avión, y otras más intentaron ocultarse bajo los asientos.
    Justo cuando estaba a punto de lograr pasar sus patas traseras y su cola, una mano heroica levantó un gran trozo de vidrio afilado, y con la misma convicción, sin miedo alguno a lo que fuera a suceder, lo enterró con fuerza en la vulnerable cabeza de la criatura, justo en medio de los ojos, para herirlo de muerte. Atorado como estaba, el lobo aulló de dolor y rabia, enloqueciéndose más; pero por lo mismo, con el forcejeo más atorado quedaba. Bella Luna, sintiendo que su espíritu se elevaba por su hazaña, volvió a empuñar nuevamente el pedazo de cristal y a volverlo a enterrar en la carne del cánido, una y otra vez, cada vez con mayor precisión y rapidez; tras de ella, Inmor la contemplaba con los ojos muy abiertos, casi tanto como su boca.
    El lobo continuaba luchando por desafianzarse y atacar, pero debido a que Bella Luna supo actuar en el momento preciso, las fuerzas se le agotaron antes de que pudiera realizar algún movimiento más tras las enormes y profundas heridas en su cráneo, y pronto la oscuridad hubo de envolverlo. Sus patas perdieron vigor y su cuello dejó de sostener enhiesta la cabeza. Con profundas magulladuras en su frente y rostro, el cuerpo de la feroz criatura quedó inmóvil para siempre, aún atascado en la ventana que nunca pudo cruzar en su totalidad.

    Con el vidrio en las manos, a Bella Luna no le dio tiempo de disfrutar su valerosa proeza, de haber dado muerte a una bestia salvaje, porque los gritos de sus compañeras continuaban alertándola.

    —¡Almee, Almee!

    Al borde de la locura, Almee aguardaba su momento funesto, pero el lobo agresor no se decidía a atacar, sino que se limitaba a seguirla viendo con sus ojos de fuego. Seguramente se dio cuenta de la muerte de su compañero, y eso le ahogó el instinto por un momento.

    —¡Atáquenlo! ¡Vamos, cobardes! —gritó Arepita, liderando el grupo con convicción pura, y adelantándose enseguida mientras cogía otro de los afilados trozos de vidrio que yacían en el pasillo del avión.

    Tras de sí, cuatro valientes compañeras más tomaron sus respectivas armas improvisadas e intentaron rodear a la bestia furiosa y demencial. Estrella Solitaria, con su tranquilidad habitual, observaba fijamente los ojos del lobo, con una expresión inmutable, cual si fuera una actividad de lo más corriente el luchar cuerpo a cuerpo contra un animal salvaje. Cherry sujetaba un utensilio metálico que se había desprendido del techo, justo del compartimiento del equipaje, y que pretendía usarlo como garrote en caso de que se le acercara el lobo. Y aun tras de ella, Lilith prensaba con ambas manos un tubo de no muy extensa longitud, pero lo suficiente como para aturdir a su contrincante cuando fuera necesario. Las manos le sudaban, y las piernas abandonaban sus fuerzas, pero su mirada intentaba mantenerla al frente, fuerte ante el lobo, todo fuera por salvar la vida de Almee que en cualquier momento podría escaparse. Justo detrás del grupo, Bella Luna las alentaba, agitando su misma arma una y otra vez.

    —¡Adelante, adelante, muchachas, ataquen o será demasiado tarde! ¡Adelante, adelante, adelante!

    El rugido que emitió el lobo al sentirse rodeado de presencias hostiles y miradas fijas hizo temblar a las chicas que prefirieron esquinarse en lo más profundo del avión; Alexandra, incapaz de incorporarse, se tapaba la cabeza con ambos brazos y ahogaba sus gritos de terror agachando el rostro; Kai, asomando los ojos tras un asiento derrumbado, pero a la lejanía del pasillo, contemplaba la escena con mutismo y sin perderse ningún detalle, temblorosa en su interior. Shani se sentía de repente más débil; con el susto, su presión comenzaba a elevarse y pronto se escurrieron todas las fuerzas que había logrado ganar durante las últimas horas. Su cabeza estaba a punto de estallarle por una misteriosa migraña, y los gritos la aturdían hasta el grado de casi desvanecerse. Candy Rose y Bettle Red se hallaban juntas y arrinconadas, temerosas de que más bestias irrumpieran en el recinto nuevamente. Y por último Inmor recogía varios trozos de vidrio y utensilios peligrosos y punzantes, pero con total cautela; quería que sus movimientos fueran tan suaves que nadie alcanzara a percibirlos. Su única meta era la defensa personal, de modo que se agachó lentamente para tomarlos pero no acudió en auxilio de Almee. Se limitó a observar con detalle el comportamiento de las cinco valientes muchachas que le hacían frente a la bestia, deseándoles suerte desde su interior.

    —¡Adelante, adelante! —clamaba Bella Luna, intentando abrirse paso sobre el indeciso grupo de atacantes, con tremendo valor para quedar de frente al carnívoro—. ¡Ataquemos a la vez!

    Sin embargo, sin detenerse demasiado a analizar su petición, Bella Luna se abalanzó sobre el cánido intentando herirlo como hizo con su anterior víctima. Ella era ágil, pero a comparación del lobo, sus movimientos fueron torpes, y en menos de lo que podría pensar, la joven ya estaba en el suelo; había tropezado en último momento y su ataque no se pudo consumar. Ahora, durante una décima de segundo, se sintió a merced de la brutal criatura hambrienta.
    Trató de incorporarse enseguida, pero la razón abandonaba su mente y el pavor la invadió de pronto. Verse en el suelo, contemplando apenas desde abajo aquellas fauces que no tardarían en cerrarse sobre su carne, le produjo el peor de los terrores, y el valor que mostró en un principio se extinguió en un santiamén. Un vidrio se escuchó caer: Bella Luna soltaba su arma e intentaba gatear de espaldas, hacia atrás, para ganar espacio de forma inconsciente. Su cuerpo ahora obedecía a sus instintos más primitivos de supervivencia, y su corazón se aceleraba con la peor dosis de adrenalina que había sentido en su vida: por tomar el papel de salvadora, su vida estaba a punto de terminarse.
    El lobo había dejado de momento a Almee; ahora le daba la espalda, pues estaba ocupado acechando a su nueva víctima que se arrastraba por el pasillo hasta la cabina en donde otrora se encontraran los pilotos designados, y en donde en aquellos momentos quedaba el peor de los desastres. Bella Luna no concebía escapatoria ante el ataque inminente del lobo, que bien podría apurar su bocado, pero seguía casi acechándola, inspeccionándola lentamente, con el hocico escurriendo.

    Un aullido la hizo estremecer, pero era un aullido de dolor: desde atrás habían clavado puntas filosas en sus costados y espalda múltiples veces, con la rapidez que ella misma había mostrado con su víctima anterior. Los brazos fuertes de Arepita prensaron el ancho cuello del animal, que se agitaba bruscamente, pero pronto fue auxiliada en su labor por Estrella Solitaria, quien aportó sus fuerzas para el mismo fin y minimizó los movimientos. Tan rápido como fulminante, en el acto un pesado tubo metálico cayó en seco sobre el cráneo del animal, y un crujido intenso se escuchó. Aún temblorosa, Cherry aparecía sujetando el tubo con ambas manos, incapaz de creer lo que había realizado: no sólo había atacado a un lobo salvaje, sino que salvaba la vida de una de sus amigas.

    —¡No ceses de golpearle! —exclamaba Arepita, aún prensando junto con su compañera el cuello del animal, para de esta forma inmovilizarlo—. ¡Está inconsciente, termínalo de una vez!

    Cherry obedeció hasta haber cumplido con su cometido: la segunda víctima había caído a manos de las muchachas, que ya se sentían como todo un equipo, y el saldo de ellas aún era blanco.
    Cuando el lobo cesó de respirar, Bella Luna aún continuaba pálida y con el corazón en la garganta. El susto había sido terrible, y no podía olvidar la respiración del animal casi en su cara, aquella imagen de las fauces abiertas, con la saliva escurriendo profusamente; aquellos ojos que se posaban inequívocamente en ella, que le hacían temblar al darse cuenta de que, efectivamente, ella era la víctima elegida.

    La mano vigorosa y firme de Estrella Solitaria la hizo incorporarse nuevamente, pero las piernas de Bella Luna no le respondían de forma correcta. Todo su vigor se había escapado y ella ahora estaba muerta en vida. El susto le había dejado algunas secuelas, pero por su actitud, era seguro que pronto se le pasarían.

    —Todo está bien —le murmuró al oído Lilith, después de que ella misma también respirara profundamente—. Mira, el lobo ha muerto, y hemos cerrado la puerta para que los demás de la manada no puedan introducirse. Todo está bien, todo está bien.

    Eran palabras consoladoras, pero en realidad las cosas no estaban bien. A pesar de que tanto Bella Luna como Almee salieron ilesas del increíble ataque, las cosas no parecían esperanzadoras para el equipo, ya que, aparte del temporal tan terrible que se vivía, fuera del avión esperaban sentados cinco lobos blancos más, esperando su oportunidad. No ignoraban que había carne fresca adentro, que aplacaría un poco su insaciable hambre eterna.

    ______________________________

    Gracias!!!! Espero que les guste!!

    Saludos.
     
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  5.  
    Ashlotte

    Ashlotte Usuario común

    Tauro
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    Holas!!
    Jeje, me ha gustado bastante el capi.
    Aunque no tengo una graaan participación en él, me ha gustado bastante. Me gustó la idea de que introdujeras animales en la historia... Eso le da un toque... "salvaje" a la historia...
    Uy... Pobre Almee... La compadezco, estar justo en frente de un lobo da miedo... Bss!! >.<
    Me gustó mucho la acción de Bella Luna, de no ser por ella, seguramente Almee habría muerto...
    Jejeje, me dió risa esta parte:
    Jajaja, me imaginé a una arepa agarrando un trozo de vidrio xD hahaha. Lo lamento Arepita, pero me da risa... xD

    Ok bueno, en cuanto a esto:
    De nada, esa es mi opinión. En cuanto a mi personalidad, no te exigas tanto, ya tienes la idea. Solo falta desarrollarla correctamente...
    Jajaja, okas. Veo que tendré un papel más complejo cuando algunos personajes desaparescan... xD. Jajaja, ok ok, tampoco mates a Word por eso... xD.
    En cuanto a lo de los cadáveres... Si, sería divertido dormir con ellos... Ok, no xD
    No, no quería dormir con ellos... Solo que me dió risa el método para sacarlos de ahí... xD Es que me gustan ese tipo de cosas por eso... Aparte me pareció sádico... lol!

    Jajaja, bueno, eso es todo lo que puedo decir por ahora.
    El capi me encantó, se nota que te ezfuerzas por mantener las personalidades como deben ser. Pero repito, no te exigas tanto...
    Me gusta mucho como se va desarrollando la historia, es bastante emocionante...
    Oye, y eres cruel... No nos dejas dormir en una fría noche por culpa de los lobos... ¬¬ xD Almenos no me pusiste a dormir con los cadáveres... xD jajaja
    Bueno, espero que pongas el capi pronto. Aunque si te tardas un poco no importa ¡Solo ponlo! :D
    Me avisas de la conti!
    Chau chau!
    Atte: Lilith-chan;)
     
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  6.  
    Beautiful Blue Moon

    Beautiful Blue Moon Usuario común

    Tauro
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    Ay chicas,gracias por dalvarme!!!TTT-TTT
    No tengo que decir otra cosa mas que me encanto!:D Ah,note una palabra que deberas buscar para arreglarla.Si no me equivoco,fue error de dedo.
    Perdona si no te digo cual palabra es... ^^Uu es que me entretube tanto en la historia que se me olvido copiarla u_uUUuu jejeje
    CONTINUA PRONTO PADRE MIO!!! :D
     
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  7.  
    Almee

    Almee Entusiasta

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    *Muerta de miedo* ¡Waaaaa! ¿¡Qué fue eso!?
    Realmente pensé que moriría, ¡que miedo! Gracias chicas, por salvarme... *llora... TT.TT*

    Cada vez más interesante, y cada vez me da más miedo, y curiosidad, cada vez que voy a leer un nuevo capítulo, esta pregunta viene a mi cabeza: ¿Moriré ahora? Realmente es terrible no saber si morirás o no... xD
    Te felicio hermanito de mi alma, bendita tu cratividad... TT.TT *emoción* No tienes faltas de ortografía, pero vi unos errores de dedo, que me da flojera mencionar porque tendré que buscarlos... ¬¬''
    Pobres chicas, se arriesgaron y todo porque ese tonto lobo trató de comerme. No pudo hacerlo, vio que yo era muy adorable y se rindió ante mí. Ok, no xD
    Espero el próximo capítulo, no te presiones demasiado, todo está quedando de maravilla, sigue así, ¡y no te rindas! Ò.Ó

    En cuanto a esto:

    No agradezcas, es realmente un gusto poder leer y servir de personaje para este escrito... *comienza a llorar. Sí, de nuevo, pero de emoción* ... no te preocupes por la personalidad, con tantos personajes que manejar... mejor ya mata a algunas y dame mi papel xD Debes sentirte presionado a hacer perfectas las personalidades, no te preocupes, en cuanto a mi personaje, está de maravilla... *llora. ¡Sí! ¡Otra vez! ¬¬''*
    Y obviamente, no sacaría mis audífonos, sólo quería bromear un rato, y claro, estaría aterrada ante tal situación.

    Bueno, date tu tiempo para el próximo capítulo, es cierto que quisieramos que terminaras rápido, obviamente, pero no podemos obligarte a que sólo escribas, comprendo que tienes otros deberes, no te presiones y date todo el tiempo que necesites... :3

    ¡Besotes! :3
     
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  8.  
    Okita

    Okita Adicto

    Piscis
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    woow xD pobres chicas yo creo que me moría ahi del espanto.

    No me gustó que repitieras al final lo mismo del líder de manada "hambre eterna" xD pero me gusto bastante muy entretenido y sientes el miedo que ellas tienen en ese preciso instante.
     
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  9.  
    Hope Van Blonsky

    Hope Van Blonsky Usuario común

    Acuario
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    OMG! Tengo miedo! ¿De que? De que para el próximo capítulo me mates .-.
    Yeei, me encantó, definitivamente te luciste *.*
    Al parecer en lo técnico no hay nada que deba mancionar, o tal vez sí, pero estaba tan emocionada que ni me fijé...
    Ahh, enserio me emocioné tanto con el cap que tendré unas dulces pesadillas :3
    No te preocupes por no darme tanta relevancia, sé que algún día llegará, sólo espero no morir antes D: Pero realmente es un verdadero honor participar en el fic, así que si no llegan mis quince segundos de fama no importa ; )
    ¡Sayoo!
    P.D. Afilé mis dientes, estás advertido.
    P.D. ¡Mi codito ya está bien, así que velo superando! Un besazo cariño ;3

    At: Michelle<33
     
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    Shani

    Shani Maestre Comentarista empedernido Usuario VIP

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    Creí que harías pasar por loca XDDD jajaja me imagina a las chicas con vidrios atacando al lobo LOL Me encanto el cap. fue ... salvaje

    pd: ¿Qué vamos a hacer con los demás lobos? ¿Los cazaremos? ;)
    pd 2: ¿Puedo tirar a Inmor a los lobos como venganza?
     
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  11.  
    Kai

    Kai Usuario VIP

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    +1 a la pd2 de Shani :3

    Acá vengo, después de muuuchos días. ¿Soy la última?, creo que si.

    Oh, oh, antes que se me olvide. Lo de los puntos o comas entre pregunta y pregunta, si es como yo te había dicho, cuando te conectes te explico. :3

    Hump, sigo pensando seriamente en demandarte. Ads, lo del cadáver, lo lamento fue mi momento egoísta del día ;_; ¡No soy así! No normalmente.
    No exactamente división física a lo que me refería, sino a lo que reflejas, opiniones distintas. Me encanta como exageras y disminuyes ciertas cosas en nuestras personalidades, diría Ooc a mi persona, pero, me alegra el toque extraño que le da. :3

    ¡Se me erizaron lo pelitos de solo pensar en esos lobos! Se me salió el alma del terror. Supiste como hacernos sentir allí adentro, creo que esa ha sido la mayor situación de miedo que he sentido tan vívida en una historia escrita. Tuve pavor y debo admitir que reaccionaría de la misma forma, al menos justo ahora, no sé si me adrenalina jugaría contra ello.

    Si esa ha sido la sorpresa de la primera noche, no deseo saber mucho sobre lo que pasa por tu cabeza, ¿qué deparara a nuestros personajes en esas tierras heladas, con lobos hambrientos y demás? Me da de todo pensarlo, siento un nudo en la garganta de solo leerlo, no puedo evitarlo. ¡No nos dejes en ascuas!

    Saludos amin :3
     
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  12.  
    Cygnus

    Cygnus Maestre Usuario VIP Comentarista destacado

    Libra
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    Supervivencia (Fic del Foro).
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    5
     
    Palabras:
    3751
    Hoola!
    Bueno, pues aquí les vengo con el capítulo cuatro, sufrí mucho para escribirlo aunque igual no es demasiado sustancial e.e Espero que les haya gustado el anterior y que les guste éste que ahora publico.
    Primero, las respuestas ^^

    Lilith Chan: Gracias por tu comentairo, siempre excepcional ^^ Qué bueno que te vaya gustando, y sí, de no ser por Bella Luna otra cosa seguramente hubiera pasado : D A los animales los introduje porque hacía falta algo así, algo con intensidad y no simplemente luchar por salir de las montañas porque eso es sumamente pasivo... En fin, espero que yo mismo no las esté metiendo en un problema tan grande que ni siquiera sepa cómo sacarlas de ahí ._.
    Gracias por tu comentario, espero que te guste este capítulo ^^

    Reyna: Jajaja, en realidad tú fuiste la salvadora, aunque luego metiste la pata y por poco y no te salvaba. Sólo por ser importante en la historia (por lo que verás en este cap), es por lo que sobreviviste esta vez e.e Pero nada te asegura tu supervivencia prolongada...
    Me corriges errores de dedo, "dalvarme"? e__e xDDD

    Alme: Gracias por tu comentario, muy completo ^^ Qué bueno que te vaya gustando el fic; como ves quise ponerle un poco de emoción, y bueno, querías salir en la historia con protagonismo, no? Jajaja, pues ahí le hice vivir a tu personaje un poquito de intensidad para que no se nos aburra xDD Y deje de llorar e.e Deja las lágrimas para cuando realmente estén en una situación desesperada xDD
    Por el tiempo de los caps, bueno, creo que se va a reducir, ya escribí la mitad del quinto ayer por la madrugada, estaba demasiado metido en la idea como para dejarla ir ^^ Gracias por tu comentario.

    Okita: Gracias por tu comentario : 3 A qué te refieres con lo que escribí de hambre eterna? No logro ubicar bien lo que me indicas o.o

    Hope: e.e No te preocupes, tendrás una muerte muy dulce (?), bueno, ya lo veremos, ni yo mismo sé. Pero tranquila, todas tendrán su relevancia en el fic, si no no tendría caso que las hubiera tomado como personajes xDD Tú sólo observa lo que realizará pronto tu personaje, más o menos tengo planeadas algunas cosas ^^
    Tu codo ya se sanó? q_q Quería echarte más carrilla al respecto xDDDD (?)

    Shani: Por loca, tú? Y eso?? xD Si apenas y te puedes levantar x´DD Y quieres tirar a Inmor a los lobos... bueno, a ver si de pronto te regresan las fuerzas y puedes hacerlo : D Y... umm... sí, las voy a convertir en unas salvajes desquiciadas a todas, matonas!!! xDDD

    Kai: : 3 Gracias por tu comentario, muy completo : D Pues sí, lo de los lobos es apenas la primer sorpresa, y qué bueno que te haya gustado hasta el momento lo que va : D Y sí, quise imprimirle un momento de terror por ahí al capítulo aunque, no soy tan bueno en esas cosas xD Los momentos intensos no son lo mío, sabes? Umm, sí, la división es latente, es interesante que todas tengan diferentes opiniones al respecto de la situación porque de hecho así debería ser xD Gracias por tu comentario, espero que disfrutes el cap.

    Gracias también a las que le pusieron me gusta al capítulo ^^ Lástima que no les pueda responder acá como es debido, porque no tengo los comments a la mano xD

    Cap. 4!!

    La agitación la había paralizado por completo. Los enormes ojos estaban abiertos en toda su capacidad, y sus cabellos caían sobre su rostro sin que hiciera ningún ademán de apartarlos, como si su caída fuera totalmente natural. Se apoyaba del brazo de Estrella Solitaria al andar; de otra manera se hubiera desplomado enseguida.

    —Está muy pálida —observó Candy Rose—. Por favor, que le dé el aire.

    —No era para menos —respondió Arepita, y dirigiéndose a Inmor, añadió—. Vayan y cuiden que todo esté en orden. Que la puerta se encuentre debidamente cerrada y que no corremos riesgo de un nuevo ataque.

    Inmor corrió enseguida a verificar lo acordado. La joven les tenía una especial fascinación a los lobos blancos. Cuando vio el ataque del agresor de Almee y Bella Luna, había quedado simplemente anonadada, como en un sueño. ¡Cómo quisiera verlos más de cerca! Entonces podría admirarlos con más detalle, y conocerlos mejor. Si tan sólo fueran dóciles…



    Arepita recostó a Almee en uno de los asientos. Su rostro estaba lívido, y su labio comenzaba a volver a sangrar sin razón aparente. Las manos le temblaban y no alcanzaba a articular palabra alguna. Había caído en un shock emocional.

    —Calor, ocupamos calor —murmuró Arepita, viendo de reojo a sus compañeras, sin quitarle las manos de la frente y mejillas a la que atendía.

    —Sí, comienzo a aterirme —dijo Kai Sakka—. Con este frío, no sobreviviremos mucho aquí, esperando que el helicóptero soñado arribe.

    —Necesitamos calor para Almee —aclaró Arepita—, pues no se me ocurre manera de reanimarla.

    Luego de una pausa, agregó.

    —Y claro, necesitamos calor para nosotros también.

    —Pero no podemos hacer una fogata aquí adentro —dijo Lilith—, pues el humo terminaría encerrándose y nos asfixiaríamos sin la posibilidad de salir. Y debido a ello, tampoco podemos realizarla en el exterior. Mira, la manada sigue esperando la posibilidad de atacar.

    —Vamos a morir… —murmuró para sí Alexandra.

    Las muchachas quedaron consternadas al escuchar aquellas palabras fatídicas de la más pesimista del grupo. Aunque conocían sus debilidades, debían aceptar que en el fondo tenía toda la razón.

    —Arepita, me siento mal… —se escuchó una voz.

    Shani se reclinaba sobre su costado izquierdo y hacía muecas de dolor. La herida comenzaba a cobrar su cuota; las fuerzas se le extinguían al cuerpo y era difícil reclamarle que se levantara para andar: parecía que ya no lo haría más. Sin embargo, tras sus pupilas dilatadas, se lograba comprender un fervor increíble por ser aceptada como una compañera más de viaje: estaba claro que no se daría por vencido. De hecho, de las doce muchachas, ella era la más convencida de que podrían salir con bien de esto. Sin embargo, la herida, aunque comenzaba a cicatrizar levemente, era muy profunda e incómoda para realizar la larga caminata, además de que le desgastaba completamente las fuerzas, dejándola exangüe.

    —No te preocupes —le dijo Lilith suavemente, acercándose a ella—. Todo va a salir bien.

    Estrella Solitaria contemplaba la escena en silencio, con las manos sobre la cintura. De pronto, nadie podía saber lo que estaba pensando, si veía una esperanza, si tenía una idea brillante, o si sólo las observaba burlándose de ellas sin decir una palabra. Sus pupilas encendidas, sin embargo, reflejaban una viveza pasiva. Era una mujer taciturna, no hablaba si no era necesario, aunque solía tener las ideas más sustanciosas del grupo. Justo en aquellos momentos, se acercó lentamente hacia la ventana más próxima, cuyo vidrio se hallaba completamente destrozado. Candy Rose se apoyaba en ella y también miraba silenciosamente hacia el exterior.

    Cuando notó la presencia de Estrella Solitaria tras de ella, se giró levemente y susurró.

    —Míralos, ahí siguen. Son cinco.

    Estrella Solitaria también se asomó levemente hacia donde su compañera le estaba indicando, y al contemplar la escena, sonrió con cierta ironía.

    —Cinco lobos hambrientos…

    —¿Cómo los ahuyentaremos? —preguntó Candy Rose.
    —Con un buen susto —contestó Estrella Solitaria.


    Cherry fingía que ayudaba. En realidad, ella misma estaba lo suficientemente contrariada como para comenzar a hacer algo o aportar un plan. En sus pupilas brillaba el intenso terror, puro como un manantial vertiginoso. Aunque quería controlarse y sentirse irónica en todo momento, hasta en las situaciones más cruciales, no lograba mantener la estabilidad emocional y terminaba volcando un sinnúmero de agitaciones; las manos le temblaban en contra de su voluntad y sentía una revoltura tremenda en su estómago. Las cosas no podrían marchar peor.

    Bella Luna, por su parte, se había recuperado pronto del enorme susto que consistió estar a merced de una bestia. Se había incorporado y sacudido de sus ropas el polvo, como si tal cosa, e incluso se asomaba de vez en cuando sobre el hombro de Arepita para revisar cómo se encontraba Almee. Parecía que volvía en sí.

    —Alguien ayúdeme a inspeccionar la cabina. Podríamos encontrar cosas útiles —dijo.

    —¿Como qué? —inquirió enseguida Kai.

    —Tú no preguntes y mejor sígueme —indicó Bella Luna.

    Ambas recorrieron el pasillo del avión, hasta llegar a la puerta de la cabina. Todo en ese lugar estaba prácticamente destrozado por el impacto, los asientos volcados y las ventanas rotas. El armazón hasta ese punto se comprimía de tal forma que su curvatura hacía casi imposible el acceso. Lo primero que ambas notaron fue una cantidad inimaginable de artefactos regados por el suelo que alguna vez estuvieron empotrados al panel, y un terrible cableado serpenteando el área por doquier.

    —Vamos a buscar todo aquello que pueda funcionarnos durante el viaje, y sobre todo, para ahuyentar a esas bestias que nos están esperando afuera —indicó Bella Luna a Kai.

    —No sé por dónde empezar a buscar —dijo Kai—. Hay un terrible desorden y nada se puede levantar.

    —Sí, todo se puede, mira.

    Sin embargo, por más esfuerzos que realizaban ambas muchachas en hallar algo que les fuera de utilidad, las cosas no parecían funcionarles. Levantaban todos los materiales que estaban desperdigados por el suelo con la esperanza de que hubiera algo que les diera una idea de cómo proceder, pero sus esfuerzos resultaban en vano. Nada les brillaba como la luz con la que se esperaban topar, nada que les murmurara algún secreto para salir de ahí. A ciencia cierta, ni siquiera sabían lo que buscaban.

    Kai se acercó de pronto a un compartimiento debajo del panel de instrumentos, frente al asiento del copiloto. Abrió la puertecilla, y tras husmear un par de segundos, sus ojos se iluminaron. Por un momento se quedó inmóvil con un objeto en la mano, luego, le hizo una seña diferente a Bella Luna, quien se acercó enseguida, sumamente interesada por el hallazgo.

    —Los lobos no se van —murmuró con desesperanza Candy Rose, sin despegar su mirada de los cinco lobos que, sentados, rodeaban la parte externa del avión que las resguardaba.

    —Ya se irán —dijo Inmor—. No van a quedarse ahí toda la vida. En cuanto vean que pasan las horas y ninguna de nosotras sale, se aburrirán y el hambre les obligará a buscar alimento por otro lado. Confíen en mí, no hay nada más lógico.

    Arepita, quien le pasaba una mano sobre la frente de la recién despierta Almee, miró de soslayo a Inmor y musitó.

    —No los conoces.

    —¿A quiénes? —inquirió enseguida Inmor.

    —A los lobos. No los conoces.

    —¿Por qué lo dices?

    —Por la manera en cómo crees que se comportan. ¿Sabes? Son capaces de permanecer semanas rodeándonos. Ellos están acostumbrados al hambre, nosotras no. Lo saben perfectamente, y están seguros de que tarde o temprano tendremos que salir. Y entonces será cuando nos van a cazar. Técnicamente, no tenemos muchas esperanzas.

    Alexandra cerró los ojos con más fuerza y hundió su rostro entre sus brazos y rodillas.

    —¡Pero no podremos quedarnos aquí por semanas! —exclamó Lilith consternada—. ¡Moriremos antes que eso!

    —Por eso lo dije. Tenemos pocas esperanzas —repitió Arepita, y volvió a fijar su rostro en Almee, que murmuraba algo como a la lejanía.

    —¡No puedes decirnos eso! —exclamó Lilith nuevamente.

    El silencio se hizo presente en aquellos momentos. Nadie atinaba a decir nada, ni siquiera Shani se quejaba en voz alta, sólo apretaba los ojos ante cada latido de su corazón, porque aunque la herida estaba tomando su proceso de cicatrización lento, la circulación de su misma sangre le traía punzadas horribles. Además, sentía su cabeza a punto de estallar, y las palabras no podía coordinarlas con exactitud. Ya había perdido demasiada sangre, y no confiaba demasiado en que sus piernas alguna vez la pudieran volver a sostener.

    Lilith había tomado su mano, pero ella misma sabía que la joven era la que menos esperanza de vida tenía con respecto a las demás. Aunque se libraran de los depredadores que las esperaban afuera, Shani no iba a poder acompañarlas en ese estado, por más que les insistiera de lo contrario. Estaba claro que era muy fuerte, pero su estado de salud ya era sumamente precario.

    Bettle Red buscaba con la mirada, inconscientemente, algo en el suelo que pudiera llamarle la atención. Siempre que no se le ocurría nada, era afín a esta técnica de distracción, el recorrer la estancia objeto por objeto con la vista para despejar un poco de su problema y poder pensar mejor. Pero ante esta situación, las ideas simplemente habían dejado de fluir y las cosas no parecían aclararse en su mente. Poco podía aportar en esa situación.

    Candy Rose suspiraba al ver por la ventana que compartía con Estrella Solitaria, la cual simplemente se hallaba cruzada de brazos y en actitud meditabunda. Era bastante claro que, de todas, ella era la que tenía la mente más despejada y pensaba con mucha mayor soltura. Sabía coordinar la percepción de los acontecimientos y canalizarlos a su debida manera, de tal modo que el pavor no obstruyera a su pensamiento. Sin embargo, permanentemente se rehusaba a soltar alguna idea que no tuviera bases. Elegía con cuidado sus palabras, y moldeaba sus planes con diligencia. El proyecto para ella era básico, no tenían más remedio que salir del avión a como diera lugar, y no aceptaba bajo ningún motivo el quedarse a esperar un milagro. Sin embargo, el final de su bosquejo mental aún no tenía lugar. ¿Cómo harían para salir de ese embrollo? Mientras lo manejaba en su cabeza, no profería palabra alguna; era amante del silencio, lo que la convertía en una líder genuina al trazar las ideas con máximo cuidado.

    Penosamente, Alexandra volvía a soltar las lágrimas, sólo que esta vez en completo mutismo.

    —Yo no quiero morir de hambre y de frío —declaró la misma—. Es la peor muerte que hay.

    —No te desesperes —dijo al fin Estrella Solitaria, volteando a verla—. Todo tiene solución.

    De pronto, unos pasos agitados y presurosos se hicieron presentes retumbando con eco en las corrugadas paredes del armazón del avión. Kai entraba a la sala corriendo, con una sonrisa impecable en su rostro, gritando que deseaba comunicarles que había encontrado algo de suma importancia en la cabina. Detrás de ella, y a pasos un poco menos vigorosos pero sí apurados, la seguía Bella Luna más o menos con el mismo entusiasmo, pero sin pronunciar palabra alguna. Kai Sakka no aguantaba las ganas de mostrarles su hallazgo.

    —¡Miren todas! —exclamó fuera de sí de la emoción, casi de sentirse heroína del cuento.

    —¿Qué es? —preguntó Cherry acercándose.

    —¡Santo Dios! —exclamó Bettle Red un tanto horrorizada.

    —¿Qué es eso? —secundó Lilith, mientras también dejaba las atenciones a Shani para acercarse a compartir la noticia.

    —¡Diablos! ¿Dónde hallaron eso? —preguntó emocionada Inmor cuando notó lo que era.

    —Lo encontramos en la cabina. Fue Kai quien lo descubrió en un compartimiento secreto —dijo Bella Luna cuando hubo llegado junto a todas.

    —Así es, ¿qué les parece? Y creo que trae ocho útiles —presumió Kai Sakka sonriente, como si con eso ya hubieran arreglado el rescate entero.

    Y, sin mucha cautela, extendió su mano para mostrar la pistola escuadra de seguridad.

    Las muchachas que estaban en pie morían de curiosidad y se amontonaron alrededor de la descubridora, mirando el artefacto con sumo temor. Inmor sonreía un poco, al principio tímidamente y luego ya con descaro, imaginando que ésa era la forma en que la Providencia se les había presentado para acabar de una vez con la amenaza latente que estaba allá afuera, en el campo nevado. Una buena dosis de plomo a los hambrientos caninos bastaría para abrirles el camino, y aún sobrarían balas para lo que fuera necesario después.

    Cherry quiso tocar, y extendió su mano, pero Kai enseguida alejó la suya, demostrándole con eso que no pensaba compartirla con nadie. La pistola sería para su seguridad personal.

    —Basta —dijo Arepita, imperante—. Eso no es un juguete. Deja en paz, Cherry, y aléjate, es algo muy peligroso que ciertamente ninguna de nosotras sabe operar. Es cierto, Kai, es un gran hallazgo, y si está completamente servible, podrá ayudarnos a despejar el área. De cierta forma, tenemos mayores probabilidades de defendernos de los lobos con un arma de fuego, esto seguro los intimidará.

    —Creo que la oportunidad de continuar se nos ha presentado —dijo Lilith con una sonrisa de alivio—. Gracias a esto quizá podamos escapar. No hubiéramos querido algo mejor…

    —No fue nada, no fue nada —contestó Kai, como si se estuviera otorgando el crédito.

    —Pero —intervino Candy Rose con un rostro de evidente preocupación—, ¿quién sabe disparar una pistola? ¿Alguien lo ha hecho alguna vez?

    —Ciertamente no… —respondió Arepita con una mueca triste—, pero la necesidad obliga a aprender. Sólo debemos cuidar de no desperdiciar tiros útiles.

    Bella Luna abrió un poco de paso entre el grupo y levantó un brazo para ser escuchada, porque los comentarios chocaban aquí y allá; el hallazgo generaba mucha polémica de pronto.

    —Momento, amigas. Creo que yo tengo un poco de experiencia en esto.

    —¿Tú? —preguntó Inmor—. ¿Y desde cuándo sabes disparar?

    —Yo… desde hace algunos años —confesó Bella Luna, con una sonrisa tímida—. En realidad, fue parte de mi educación básica. Nada me forjó mejor que tener cierto tipo de habilidades adquiridas casi por obligación. ¿Saben? Mis padres me obligaban a irme de campamento todos los veranos desde que yo era muy pequeña. No fue ahí donde aprendí a disparar, pero gracias a esos cursos que en su momento consideré inútiles, aprendí muchas técnicas de supervivencia que ahora, creo, llega el momento de aplicar.

    —¿Y dónde has operado un arma? —volvió a inquirir Inmor.

    —Cursos posteriores, ya en mi adolescencia —dijo Bella Luna, tomando suavemente la pistola de las manos de Kai Sakka—. Cuestión de defensa personal en los casos más extremos. Créanme que siempre es útil.

    Candy Rose recordó los momentos intensos en los que Bella Luna mató a uno de los lobos, y luchó cuerpo a cuerpo contra el otro. Pensó que, después de todo, tenía mucha lógica su anécdota y que, sobre todo, era una mujer muy valiente. Sí, seguro las sacaría de problemas en más de una ocasión a futuro.

    —¿Cómo está Shani? —preguntó Kai.

    —A decir verdad, no muy bien —dijo Lilith bajando la mirada—. Está sufriendo de una fiebre intensa, sólo mírala. Me siento impotente por no poder ayudarla.

    —Aparentemente, no hay mucho que podamos hacer por ella, es una grandísima pena. Me siento sumamente triste —dijo Arepita, casi tomando la responsabilidad del estado de salud de su compañera.

    Shani levantó su torso un poco y, entreabriendo los párpados, miró con los ojos torvos a sus amigas.

    —¿Bromean? —dijo, casi arrastrando la lengua—. Yo estoy bien. Todas juntas vamos a salir de esto. No hay nada que me suceda, voy a seguirlas a dondequiera que vayan; les ruego que no se preocupen por mí. Ya saben, las fiebres suelen dar por los cambios bruscos de clima, pero nada que realmente me afecte. Una simple migraña. Vamos, quiero que me lleven con ustedes, estoy fuerte.

    Todas se miraron mutuamente, no muy convencidas.

    —Y Almee sigue mal —dijo Arepita, complementando la situación con otra desgracia—. Me da pena decir que en realidad casi no tenemos esperanzas de salir con bien de ésta.

    —No digas eso —dijo Bettle Red, reclinando un poco la cabeza—. Aquí tenemos a una experta tiradora, a Bella Luna. Ella nos va a sacar de este embrollo, ¿no es así?

    Y dirigió su mirada a la aludida. Sin embargo, fue Candy Rose la que contestó.

    —Pero aunque llegue a matar a toda esa manada, ¿quién nos garantiza que sean los únicos? ¿Quién dice que no hay una manada de otros animales terribles acechando en esas montañas, o más peligros qué afrontar? ¡Y recuerda que sólo tenemos ocho tiros!

    Esa frase cayó como plomo entre las muchachas, a las que ya se les había levantado un poco el ánimo con el simple hecho de no sentirse inermes completamente.

    —Además, no es sólo eso, también está el factor natural, las heladas contra las que nada podemos hacer con un arma…

    —Por favor, Candy Rose, no sigas… —suplicó Lilith.

    Bella Luna hablaba para sí misma, mientras al fondo, los sollozos de Alexandra continuaban intensificándose.

    —Austera, nueve milímetros. Liviana y de cartucho simple. Ideal para encuentros en los que la velocidad es un factor imperante. Tiene gran movilidad, es un arma básica, y sin duda letal hasta para una bestia si se sabe exactamente en dónde disparar. Nada mal, no podía pedir mucho.

    Y levantando su rostro, se dirigió a las compañeras.

    —Andando. Esos lobos no se irán solos. Necesitamos darles una lección.

    ____

    Saludos!
     
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  13.  
    Ashlotte

    Ashlotte Usuario común

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    Holis!!
    Wow, Cygnus encerio, ¿y dices que no escribes como los dioses? ¡Estás demente! Ok, no.
    El capi me pareció... me pareciooo... ¡Brillante, interesante, dramático, excelente, angustioso, amistoso!... Ok, ya... xD
    Encerio me quedé con la boca abierta... Pobre Almee... :( Se quedó en shock! Pobrecita! u.u
    Jajaja, algo que me dió mucha risa. Es cuándo en el fic preguntaron quién sabía disparar una pistola. Y Arepita dijo que ella no sabía. En ese momento me imaginé una arepa con la pistola disparándole a quién sabe que cosa... Jajaja xD. Lo lamento Arepita, pero es que no puedo evitarlo... U.U
    En este capi, te expresaste mejor en mi personalidad. Se notó mi interés en hacer sentir mejor a Almee y tener la esperanza de salir adelante. Es decir, rechazar el comentario de Arepita. ¡Esa soy yop! ^-^
    ¡Felicidades Cygnus! Cada vez más vas mejorando! :)
    Ok, ahora voy con esto:
    Jeje, gracias. Realmente no es nada ^-^. Si, por eso dije que me gustó la idea de introducir animales en la historia. Jejeje, eso espero Cygnus. Si nos metes en un problema nos sacas! :P De nada, como dije, no me cuesta nada. Jeje, si me ha encantado :D

    Bueno Cygnus, eso es todo lo que te puedo decir por ahora. Espero que me avices de la conti!
    Te cuidas
    Sayonara!!
    Atte: Lilith-chan ;)
     
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  14.  
    Beautiful Blue Moon

    Beautiful Blue Moon Usuario común

    Tauro
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    Reyna: Jajaja, en realidad tú fuiste la salvadora, aunque luego metiste la pata y por poco y no te salvaba. Sólo por ser importante en la historia (por lo que verás en este cap), es por lo que sobreviviste esta vez e.e Pero nada te asegura tu supervivencia prolongada...
    Me corriges errores de dedo, "dalvarme"? e__e xDDD
    Eso mero era xD

    Chupa chivito!!! *O*
    Ay casi salto de la emocion pero luego me tomarian por loca y pos... u///u
    xD jejeje Wow realmente la cosa se pone buena...bueno,no tanto pero al menos algo. Por primera vez en mi vida
    me alegro de que mi padre Cygnus me obligara a ir esos campamentos u_u De verdad,gracias papi =3 Ah,y beso especial a Kai.
    No sabes lo *O* que me puse cuando escarbo y encontro ese ''algo''que nos ayudaria. ViVa la curiosidad de Kaaaaii!!! xD jajajaja

    P.D. Puedes abreviar mi nombre si te hace sentir mas comodo.No se,que a alguna se le ocurra decir ''tu nombre es muy largo asi que solo te llamare Bella/o/Luna para ahorrar saliva. xD
     
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  15.  
    Almee

    Almee Entusiasta

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    Alohaaa!! =3
    ¡Me encantó el capítulo! Muy emocionante, y quedé en shock. No puedo decir que no me pasaría eso, porque nunca me he topado con un lobo hambriento que quiera comerme, así que supongo que está bien mi reacción.
    En cuanto a la pistola, ¡Yo sé disparar armas! Hace años que sé dispararlas, si tan sólo hubiera estado despierta xDD
    Como siempre, hermanito, no tengo de qué quejarme, el fic es una maravilla, me encanta tu forma de narrar y siempre le pondes emoción a los capítulos. en cuanto a esto:

    Por nada, hermanito. Claro que quería salir con más protagonismo, pero, ¿acaso alguien conoce el sonido de mi voz? xDD
    Bueno, no me aburrí, ¡me aterrorizé!
    ¿Qué deje las lágrimas? ¡Pero si tu me haces llorar! ÒwÓ

    Bueno, mejor ya no me quejo, felicidades, como siempre, el fic me encanta, aunque ya me has reiterado un millón de veces que quieres matarme, vaya a saber por qué, el día en que muera -en el fic, claro-, por lo menos serviré de alimento... =3
    Bueno, sigue así, déjate llevar por tu sádica imaginación, que esta es la mejor manera de ocuparla... Cuídate.

    ¡Besooos! =3
     
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  16.  
    Shani

    Shani Maestre Comentarista empedernido Usuario VIP

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    ¿Se acerca mi fin? XDDD bueno... al menos haz que mi muerte sea heroica XD

    pd: ¿Por qué no atacamos a los lobos con el arma, vidrios, caños etc, y nos hacemos unos lindos abrigos con sus pieles? muajaja >) XDD
     
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  17.  
    Hope Van Blonsky

    Hope Van Blonsky Usuario común

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    Escritor
    Cyg, prometí que siempre pasaría :3
    ¡Yeeei! Tengo una mente calculadora *O* (?), te quedó muy bien, ya quiero ver que pasa *--------*
    La última frase me mató, no tienes idea xDD.
    Vaya, creo que todas estamos actuando de una forma bastante razonable...Es genial, pero que alguna de nosotras se nos dispararan los nervios no estaría mal >:'3
    Felicidades, querido.
    ¡Sayoo!
    P.D. Síp, mi codo sanó, no tendrás la oportunidad de seguir :'9 Gracias por avisarme y darme mi relevancia ;D

    Michelle<33
     
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    Cygnus

    Cygnus Maestre Usuario VIP Comentarista destacado

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    Miembro desde:
    28 Abril 2011
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    Escritor
    Título:
    Supervivencia (Fic del Foro).
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    5
     
    Palabras:
    3722
    Holaaa!
    Traigo continuación! : DD

    Lilith: No escribo como los dioses x.x De hecho, éste nunca ha sido mi verdadero estilo de narrativa, a mí me gusta más la violencia psicológica y los relatos oscuros. Sólo que tuve que adaptarme a hacer algo así por primera vez. Tú tienes una obsesión por las arepas e.e xDDD Ya deja a la pobre Arepita xDDDD Al fin acerté en tu personalidad! Espero seguirla desarrollando de la misma manera. Gracias!

    Reyna: Sí, quise que fueras la matona en mi fic… La que supiera disparar el arma y matar e.e Aunque dudo que en la vida real llegues a hacerlo, es que como ibas a ser la gore, tenía que forjar desde ya tu personalidad. Y no te preocupes por el nombre. No es largo, y además estoy usando dos nombres para casi todas: Bettle Red, Kai Sakka, Estrella Solitaria, Candy Rose… No voy a abreviarlo ^^

    Alme: Sí xD En shock por la emoción, estuve investigando un poquito sobre este tipo de trances, no te preocupes que son temporales ^^ Y bueno, lo del arma ya me lo especificaste en tu perfil, seguro que también te daré esa habilidad para el fic, aunque se torna complicado como verás en el capítulo que hoy posteo. Y… ya te hice hablar e.e Pero eso ya lo notaste el otro día. Gracias!!!

    Shani: Aparentemente sí, se acerca tu fin, mi estimada Shani… pero ya verás lo útil que serás ^^ (?) e.e porque no sé cómo se despelleja un lobo, así que no puedo narrarlo. No tengo idea del proceso de curtir pieles.

    Hopita: Gracias por pasar siempre a pesar de estar amarrada a una camilla : ( Gracias, de verdad serás de mucha ayuda para el hambre de las caníbales ^^ Tranquila, ya verás como las complicaciones surgen. Hasta ahora todo ha marchado bien, pero deja que Inmor se desquicie y comience a comérselas vivas a mordiscos (?).


    Bueno, aquí va el capítulo ^^
    Espero que les guste:

    _____
    _____

    Mirando a través de la ventana más próxima a donde se hallaba, Bella Luna se abrió paso entre sus compañeras, que formaba un pequeño círculo concéntrico, a excepción de Alexandra, que lloraba en una esquina; de Almee, que se hallaba postrada en un sillón intentando respirar; y de Shani, quien reposaba recargada en la pared opuesta, con la mirada un poco perdida. El resto de las muchachas no quería obstruir la movilidad ni la visibilidad de su compañera, que portaba el arma de fuego, pero aún así no resistían la tentación de acercarse y de contemplar su campo visual por simple curiosidad, y morbo al ver accionar a una pistola por primera vez en vivo.

    —Espacio, por favor, muchachas —reclamó Bella Luna, haciendo un ademán con su brazo, mientras que con su otra mano sostenía firmemente el mango de la pistola, como temiendo que el viento se la arrebatara bruscamente.

    Estrella Solitaria les indicó a todas con más gestos que se hicieran hacia atrás, porque le restaban acción y espacio a Bella Luna. No muy convencidas, las restantes dieron unos pasos en retroceso, pero no demasiados, para no perderse la escena.
    Bella Luna respiraba entrecortadamente; aunque no iba a ser la primera vez que accionara un gatillo de verdad, sí sería la ocasión más seria, en la que tendría que arrebatar una vida de un tiro, aunque fuera de una bestia. Calculaba las posibilidades de acertar o de errar con su visión de águila, recargada en la ventana que carecía de vidrio, y revisando con cautela a los cinco lobos que estaban postrados alrededor de la puerta de salida, por donde había ingresado el primero de los caninos atacantes y del que jamás salió.

    —Con suma tranquilidad, Bella Luna… —le indicó Lilith en un intento de calmarla, ignorando que con eso aún la ponía más nerviosa por la presión.

    Bella Luna asintió despacio al escuchar esa voz que parecía provenir de la lejanía, y sin despegar la vista de los lobos, notó que le temblaba la mano que sostenía el arma. Levantándola hasta ponerla a la altura de su rostro, y apoyándose también con la mano contraria, sujetó con fuerza el mango y colocó su dedo índice derecho en el gatillo.
    Cerró los ojos por un instante y respiró ampliamente, una, dos, tres veces. Sabía que no debía errar el tiro, aunque estuviera algo lejana del blanco y que la ventisca con nieve exterior le jugara una mala pasada a su visibilidad. Sólo eran ocho, errar uno sería terrible. Su plan era que con la acción del fuego eliminara uno, y los demás huyeran por inercia e instinto animal. Tembló nuevamente de tan sólo sopesar la posibilidad de que no fuera así, y volvió a tragar saliva. Era un momento decisivo, todas confiaban en ella, hasta Alexandra que había levantado su rostro y secado sus ojitos para verla en acción.

    Arepita, la líder tácita del grupo, se pasó la lengua por los labios una sola vez, con los nervios de punta. Inmor quería acercarse varios pasos más, pero el brazo firme de Estrella Solitaria siempre la detuvo. Candy Rose aguardaba hasta el final del grupito, en la zona más alejada, y se tapaba los oídos con insistencia, sin saber cuándo vendría la detonación que habría de reventarle los tímpanos, más aún con el eco de las montañas y del mismo avión que formaba una caja de resonancia natural. Lilith rezaba en silencio porque todo saliera bien. Bettle Red sentía un peso gigantísimo en el estómago, que la estaba asfixiando por dentro y sin parar. Cherry contemplaba boquiabierta la postura que Bella Luna había tomado, con el arma apuntando directamente hacia el exterior por una ventana, y no menos impresionada se encontraba Kai Sakka, sin saber exactamente qué actitud tomar al respecto.

    Bella Luna abrió los ojos, lo que tendría que pasar sucedería ya.

    Un estruendo resonó terriblemente por todas las paredes del avión, y varias de las muchachas gritaron profundamente, con terror y pánico. Justo en el momento del tronido intenso, reinó la confusión dentro de su mismo grupo reducido, los chillidos no se hicieron esperar, y varias quedaron con la incertidumbre de saber si Bella Luna había errado o no el tiro.
    Una sonrisa mínima en tiempo se había dibujado en los labios de la mencionada, mientras exclamaba con una mezcla de gusto e inseguridad.

    —¡Sí! ¡Le di a uno!

    Las demás soltaron un suspiro de alivio, Candy Rose aplaudió brevemente. Dos o tres sobrepasaron la autoridad de Estrella Solitaria y se reunieron con Bella Luna para presenciar lo que había sucedido allá afuera.
    Pero la sonrisa se le había borrado del rostro.

    —Ups… —murmuró nada más.

    Los gruñidos de las bestias no se hicieron esperar: presenciaron mínimamente cómo uno de los suyos caía herido —mas no muerto—, y enseguida rugieron con toda su autoridad y se disgregaron por alrededor del avión, algunos cruzándose al lado opuesto. La mano de Bella Luna temblaba lo suficiente como para no poder afirmar la pistola de forma recta, de modo que permitió que la nieve saliera volando tras las patas de los lobos que corrían sin que nadie los detuviera. Incluso uno de ellos, que pasó cerca de la ventana por la que Bella Luna había accionado el gatillo, soltó tal jadeo que estremeció a las doce muchachas por igual.

    —¡Ahora nos rodean, ahora nos rodean! —exclamó Kai Sakka sin contener el pavor.
    —¡Retírense de la ventana, pronto! —ordenó Estrella Solitaria, mientras con toda diligencia tomaba en brazos el cuerpo semiinconsciente de Almee para alejarla del peligro.

    Las muchachas corrieron y gatearon hasta el fondo del avión, en donde supuestamente estaban más seguras debido a la ausencia de ventanas. Bella Luna tomaba el mango de la pistola con tal fuerza que incluso se lastimaba. Los rostros de horror se agudizaron aún más cuando notaron que los jadeos de las bestias, por fuera, continuaban haciéndose presentes con mayor intensidad y esta vez por todos lados. ¡Pretendían rodearlas!
    Todas guardaban el más absoluto silencio, a excepción de Shani que aún gateaba por el pasillo para alcanzarlas al fondo. Incluso procuraban respirar quedo, para que el ruido natural no interfiriera con el que deseaban escuchar: sus oídos pretendían ser sus ojos, puesto que a falta de ventanas nada podían ver del exterior.
    Las pisadas de los lobos blancos continuaban escuchándose en la nieve blanca, con más y más furia. Los gruñidos eran intensos, y los gemidos y aullidos lastimeros del que había sido herido solamente alimentaban más su coraje hacia su atacante. En el círculo concéntrico que habían formado las muchachas en el rincón, casi se rodeaban con los brazos, no había una sola que no temblara de miedo.

    —No podemos continuar así —dijo con voz trémula Inmor—. Una de nosotras debe de asomarse a ver qué está sucediendo para informarnos.
    —No —dijo Estrella Solitaria.
    —Sí, de preferencia quien tiene el arma —dijo Bettle Red, ignorando la advertencia de su compañera.
    —¿Puedo ir yo? —preguntó Cherry—. Bella Luna, préstame el arma, necesito ir a asomarme.
    —¿Te has vuelto loca? —preguntó la aludida.
    —Cállense —ordenó Arepita con frustración.

    Y lo había ordenado de esa manera tan imperante porque detectó el ruido de arañazos en las paredes exteriores del avión. Justo a la izquierda, bajo el alerón trasero…

    —Ahí están… ¿lo escucharon? ¿Escucharon eso? —preguntó Kai Sakka sin poder contener la emoción y el miedo.
    —Vienen, vienen, van a entrar… —murmuraba Alexandra en silencio, aún acurrucada en un rincón, destilando terror.

    Arepita suspiró fuerte, esperando su momento final. Para ella, las esperanzas se habían agotado.

    —Recemos… —sugirió tímidamente Lilith.

    Candy Rose miraba fijamente y con amargura un boquete en el techo del avión, lo suficientemente amplio como para que cupiera un lobo grande. A decir verdad, el boquete no estaba precisamente en el techo, sino en la parte más alta de la pared derecha, justo en donde se había desprendido el ala con el fuerte impacto de aterrizaje. Era de ese sitio de donde peligraban.

    —Atenta allá —le murmuró a Bella Luna—. Es el lugar por donde seguramente entrarán en cuanto nos detecten.
    —Ya nos detectaron —le respondió Bella Luna—. Es cuestión de esperar a que su indecisión se agote.

    Y diciendo aquello, dirigió su mirada insistentemente al lugar señalado. No dejaría que ningún intruso arribara por esa área.
    Shani jadeaba por el esfuerzo, realmente era algo sobrehumano lo que estaba realizando. No cabía duda de que tenía una voluntad férrea y unas fuerzas que superaban cualquier expectativa. Sosteniéndose con la mano izquierda de uno de los asientos, y con la derecha oprimiéndose la herida, las muchachas se sorprendieron de verla al fin de pie, aunque trastabillando. Su rostro estaba completamente pálido y sucio, su mirada se notaba realmente perdida y la contorneaban unas profundas ojeras de cansancio. Ella misma se había negado a dormir, bajo ninguna circunstancia iba a hacerlo. Sin embargo, no sabía cuánto más podría soportar en esas condiciones.
    Con cada paso que daba, las pulsaciones en su herida se tornaban en sufrimiento pleno. Cada latido de su corazón era una tortura, sentía su bombeo uno tras otro con el mayor de los dolores.

    —Shani, déjame ayudarte —dijo Kai Sakka, y enseguida acudió a prestarle apoyo para que pudiera caminar con menos esfuerzo.
    —Gracias… estoy bien… —insistió Shani.

    Arepita le pasaba las manos sobre la frente a Almee. Su respiración era débil e irregular, y su pulso cardiaco parecía siempre ir en aumento. Intentaba transmitirle calor, porque su piel de pronto se había puesto terriblemente fría y casi húmeda, pero no demasiado: sólo ella sabía las consecuencias que podía tener un estado como en el que se hallaba su compañera.

    —¿Despertará? —preguntó Bettle Red.
    —Sí, con un poco de fe —contestó Arepita—. Esta clase de estados tienden a complicarse sin una medicación adecuada. Demonios, desafortunadamente no tenemos nada aquí para poderla ayudar.
    —Creo que está consciente —dijo Bettle Red.
    —No lo está —le respondió la otra.

    Kai había ayudado a Shani a incorporarse al grupo de muchachas, el peligro para ella en particular había pasado por lo menos un poco: se había alejado de las ventanas.
    Sin embargo, cuando quiso sentarse lentamente, una contracción interna le hizo desgarrar un grito.

    —¡Arghh!

    Las demás voltearon asustadas a verla: se había lastimado nuevamente su herida por una imprudencia, y ahora se retorcía otra vez en el suelo. Su rostro expresaba el sufrimiento puro, y tras aguantar unos segundos, no pudo evitar volver a soltar otros alaridos de dolor extremo.
    Estrella Solitaria comenzó a sudar: los lobos no sólo la habían escuchado, sino que parecieron deleitarse con los gritos de sufrimiento. De pronto, de todas partes comenzaron a atacar: escucharon claramente cómo trepaban por las paredes del avión con sus garras poderosas, cómo saltaban por los alerones traseros y cómo merodeaban por los exteriores intentando encontrar un hoyo para entrar.

    Todas las presentes se estremecieron cuando las fauces de los lobos comenzaron a golpear brutalmente las ventanas que aún conservaban sus vidrios. Habían detectado a sus presas desde hacía tiempo, y ahora sólo buscaban el momento adecuado de atacar. Olía a peligro el ambiente, olía mortuorio. Los gruñidos convertían la escena en un pandemonio, en un infierno, en una algarabía fúnebre.

    —¡Por allá! ¡Por allá! —gritó Candy Rose con terror puro, señalando el boquete.

    Uno de los atacantes estaba justo en el borde del agujero y pretendía entrar. Observaba atentamente a sus doce carnadas, acurrucadas al fondo del avión. Sus ojos revelaban astucia, capacidad de resolver cualquier problema o trampa que le tendieran. Su pelaje blanco se mecía terriblemente con los vientos impetuosos del exterior.

    —¡Dispara, dispara! —chilló Cherry.
    —Que se acerque un poco —dijo Bella Luna nerviosa, sosteniendo entre temblores el arma.
    —¡Que dispares! ¡No dejes que entre! ¡Son muy rápidos!
    —Precisamente —volvió a murmurar Bella Luna—. No deseo gastar balas.
    —¡Maldición, mátalo!
    —¡Cállate, Cherry! ¡Alguien contrólela!

    La mirada del lobo estaba puesta fijamente en el tumulto de mujeres desamparadas. Eran presas vivas, la cena seguramente para los carnívoros que rondaban la estructura del avión. Del invasor, sólo lo separaba un salto para llegar hasta ellas. Sin embargo, no lo hacía. Se limitaba a quedarse quieto, con esa fijeza que las ponía nerviosas, que las llenaba de indecisión pura, de terror inagotable.
    Un aullido se hizo presente, un aullido ensordecedor. El lobo daba una especie de señal y, luego de haberla culminado, esta vez rugió en serio, mostrando su dentadura afilada, con unos colmillos punzantes que terminarían cerrándose sobre los cuerpos de las muchachas. Sus intenciones eran claras, estaba hambriento. Su rugido fue tan estrepitoso como un trueno en el desierto.

    —¡Ahora, ahora! —bramó Cherry enloquecida al oído de Bella Luna.

    Ésta le hizo caso omiso y continuó apuntándole con nerviosismo al atacante solamente. Tal situación hizo colapsar a la nerviosa Cherry, la cual de un fuerte empujón derribó a su compañera y le arrebató el revólver con la completa convicción de defenderse de una vez. Bella Luna cayó al suelo con sorpresa, luego de verse desarmada.

    —¡Cherry, estás loca, dame eso! —gritó incorporándose.
    —¡Cherry! —gritaron otras más.

    Pero la aludida no iba a hacer caso. Sin los debidos conocimientos, detonó el arma, una, dos veces. Un par de ráfagas y estallidos tuvieron lugar en el recinto, seguido de una polvareda. Cherry había presionado el gatillo y gastado dos balas, pero con tan mala suerte que ninguna dio al blanco, por mucha distancia. El efecto del resorte que causó la pistola hizo que la chica se viera impulsada hacia atrás, por un mal manejo y una crítica falta de experiencia: tan blandamente había asido el arma, que la dirección de las detonaciones se le salió de control.

    El lobo, furioso, dio un salto hacia el interior del avión y, con toda la ira que le hizo sentir el verse atacado tan directamente por la joven, se lanzó en embestida hacia ella, con las garras por delante. Debido a que todas estaban juntas en ese momento, también cayeron otras dos o tres de sus compañeras al suelo, muertas de miedo.
    Cherry tenía una expresión de terror puro al ver cara a cara a la muerte. El arma se le resbaló de las manos cuando se precipitó, y ahora el canino se proponía a atacarla ferozmente, a acabar con su vida y con la de todas las demás.

    ¡Bang, bang! Antes de que tuviera oportunidad de hacer algo, Bella Luna había recuperado el arma caída y le dio dos certeros balazos en el cráneo al atacante. Había actuado con total precisión y oportunidad, de modo que Cherry quedó libre en cuanto pudo apartar el cuerpo peludo y sin vida de encima de ella.

    —¡Gracias, Bella Luna! —exclamó Cherry casi sollozando.
    —Cállate —le contestó solamente—. Y no vuelvas a hacer esto.

    Cherry ni siquiera sonrió de nerviosismo. Más lobos no tardarían en arribar, y quizá no correrían ellas con tanta suerte para la próxima.

    —Tenemos que salir de aquí, ya —dijo Estrella Solitaria, fiel a su plan, y poniendo acción a la palabra, tomó en brazos a la semi-inconsciente Almee para correr hacia donde se hallaba el boquete de la salida.
    —Sigámosla —dijo Inmor, sin escuchar más opiniones—. Hay que escapar, correr, huir, pronto.

    Subiéndose a uno de los asientos, era tarea sencilla alcanzar el agujero en el extremo del techo. Una a una, cada una de las muchachas comenzaba a trepar lentamente hasta él y, haciendo acopio de energías, lograban salir al exterior por la parte superior.
    El viento era cortante, les azotaba en la cara como una gran cuchilla. La noche era tremendamente oscura, y no se lograba divisar absolutamente nada. Afortunadamente, tampoco aparecían los cuerpos blancos de los feroces y hambrientos caninos.
    Estrella Solitaria, sin soltar a Almee de sus brazos aún, observó hondamente el panorama desde la ventaja que suponía tener el techo del avión por su altura. Definitivamente, estaban completamente perdidas en unas montañas desconocidas y sin civilización cercana aparente. Era una tarea titánica tener que bajarlas (¿o acaso subirlas más?), pero sobre todo, era cuestión de azar el decidir hacia dónde tenían que caminar o qué rumbo tomar.

    Lilith le estaba dando una mano a Shani, la última, para subir al techo, y entonces todas se hallaron fuera de una vez. Incluso Alexandra, motivada más por su miedo de quedarse sola que por su esperanza, se había convencido a regañadientes de continuar el camino con sus compañeras. Ya no lloraba, pero sus ojos reflejaban una tristeza y una debilidad infinita.
    Almee parecía mover los labios, pero sus ojos continuaban cerrados. La herida cerca de su boca era horrible y no cicatrizaba; antes bien, con el aire lacerante de la noche, parecía partirse más.
    Bella Luna empuñaba la pistola con todo el valor que le quedaba. Restaban tres balas en el cartucho, aparentemente. No podían defenderse demasiado, ya habían gastado demasiados recursos. Les quedaba bajar enseguida y correr hasta cansarse, encontrar una salida o un lugar en donde pernoctar.

    —Abajo, ¡vamos! —dijo Arepita en tono imperativo, y fue la primera en deslizarse por las paredes externas del avión para caer a tierra firme.

    Otras más imitaron sus movimientos. Tenían que bajar cuidadosamente, pues la estructura era alta, de modo que iban buscando apoyarse en lo que restaba del ala caída o las ventanas.
    Cuando nueve de sus compañeras estuvieron abajo, Estrella Solitaria se dio cuenta que no podría bajar con Almee a cuestas. Era preciso que despertara de su shock. Sin embargo, las esperanzas eran alentadoras, parecía que el golpe frío comenzaba a despabilarla. Sus ojos pestañeaban rápidamente y su respiración parecía agitarse un poco.



    —¡Shani, tienes que saltar! —le gritaba Kai desde abajo, alentándola.
    —¡No puedo, no puedo! —exclamaba ella, miedosa.
    —Vamos, haz un esfuerzo, nosotras estamos justo abajo —dijo Lilith.
    —No puedo… —insistió Shani, con voz trémula.

    Unos rugidos intensos despertaron nuevamente el terror de las muchachas, que palidecieron al notarse tan vulnerables en medio de la nada, a merced de los lobos.

    —¡Salta ya, que tenemos que correr! ¡Baja! —gritó Inmor.
    —¡Date prisa, toma ya la decisión y salta! —complementaba Bettle Red.
    —Ya… no… puedo —decía en un susurro desde la altura del avión Shani. De su herida brotaba sangre nuevamente.

    Los rugidos delataban que los lobos las estaban acechando desde la oscuridad, con sus malignos ojos dilatados por el hambre y la negrura.

    —Maldición, vámonos, vámonos —sugirió Inmor al grupo de muchachas.
    —No podemos dejarlas allá arriba, han de venir con nosotras —observó Kai Sakka.
    —Peligramos más nosotras aquí esperando que bajen —observó Arepita—. Tenemos que dividirnos y correr. Shani y Almee no pueden saltar en ese estado, y Estrella Solitaria se niega a dejarlas solas. Vámonos, corramos a refugiarnos a algún lado, huyamos.
    —Por favor, ya vámonos… —carraspeó débilmente Alexandra.

    Las nueve muchachas tuvieron que emprender carrera hacia la nada, perdiéndose en la oscuridad, alejándose más y más del avión, dejando atrás a sus tres compañeras solas, dos de las cuales estaban heridas. Estrella Solitaria las vio con amargura, perderse entre las sombras de las montañas, hasta que se salieron de su margen visual. Las había extraviado.

    —¡Espérenme, voy con ustedes! —gritó la valiente Shani, decidiéndose al fin, y acercándose temerariamente al borde para saltar.
    —¡Acelera el paso! —escuchó la voz de Bella Luna retumbar en algún punto de la lejanía, aunque ya no la vio entre las sombras.

    Cerró los ojos, e intentando olvidarse unos segundos del dolor que sentía por su herida tan latente, se dejó deslizar por la pared externa del avión hasta el suelo.

    Fue tan torpe su aterrizaje, que cuando tocó suelo se escuchó un crujido intenso dentro de su cuerpo, y la pobre Shani se retorció nuevamente sobre la nieve sujetándose su pierna izquierda con ambas manos, apretando los ojos con fuerza y emitiendo gritos esta vez desgarradores de dolor puro. Por culpa de su herida anterior, no pudo caer grácilmente, y ahora sus esperanzas de seguirles el paso a las compañeras se desvanecieron repentinamente: no iría a ponerse en pie de nuevo. Su pierna izquierda estaba rota, desgarrada, hecha trizas por dentro…

    —¿Escuchan esos gritos? —dijo Kai Sakka a la lejanía—. Son de Shani…
    —No podemos volver ahora —dijo Arepita, tomando nuevamente su papel de líder.
    —Pero puede estar en problemas… ¡esos gritos son diferentes!
    —¡Mejor! —intervino Inmor con dureza—. ¡Mejor que Shani sea la cena de esos lobos para que nos dejen en paz, no nos persigan y nosotras nos podamos alejar al fin!



    ___
    ____

    Saludos!!
     
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  19.  
    Ashlotte

    Ashlotte Usuario común

    Tauro
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    Hoola Cyg!!
    Gracias por avisarme de la conti ^^
    Wow, me encantó el capi. Te centraste en mi personalidad, realmente cada vez mejoras ^^
    Omg... pobre Shani!! La compadezco, eso debe doler >.<
    Uy... creo que Inmor fué algo dura... U.U

    Bueno, en cuanto a esto:
    Pues para mí si... ¬¬ Y Almee piensa igual que yo... Bueno sólo es mi opinión...
    Nos vamos entendiendo con lo oscuro Cyg! e.e
    Jajaja, claro que nó... Sólo que me da risa. Pero ya, dejaré a Arepita en paz xD Jejeje.
    Sip. Vas bastante bien! ¡Felicidades!

    Sólo, que cometiste un graaaan y remarcado error en cuánto ami... ¡Yo no rezo! No me gusta rezar... odio rezar... Pero bueno, comprendo que es parte del fic, así que no hay mucho problema con eso.

    Bueeno Cyg, no tengo más nada que decir. Sólo espero que nos saques del problema de los gritos y que no seas tan malo con Shani...
    Así que chau chau!
    Atte: Lilith-chan ;)
     
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  20.  
    Almee

    Almee Entusiasta

    Sagitario
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    Pluma de
    Escritora
    Omg! ¡Me abandonaron! T.T
    Eres cruel, que pena, Estrella Solitaria debió haber ido, ahora no podrá ir con las demás por mi culpa... Gomen, sobrinita mía... =(

    Espero que sean temporales, bueno, aunque así sea, quedé botada en la nada, seré comida de lobo...
    Lo de hablar, se me había olvidado que ya había hablado, es que fue tan poco lo que dije, que ni lo recordaba xD

    Bueno, como siempre, un muy interesante capítulo, sin ningún error, todo muy bien narrado. Como siempre mi hermanito es el mejor. Tu estilo no es este, pero aún así, pienso que escribes genial =D
    Gracias por esforzarte tanto en las personalidades de cada una, sigue así, y tómate tu tiempo para escribir el próximo capítulo, sabemos que tienes muchas cosas que hacer, así que no te presiones ¿si? =3

    ¡Besos! =D
     
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