Microrrelato Superación

Superación​

El tiempo es una carga diferente para todos. Así como existen personas que lo sienten estancado si no lo comparten con otras, hay quienes no sienten mayor dicha que oír el silencioso avance de aquella fuerza fundamental en total soledad. Y para cumplir ese objetivo deben llevarse a cabo medidas, medidas para evadir a todas las personas lo más posible.

Ese es el caso de un estudiante de secundaria, diecisiete años de edad, de pie frente a la puerta de su casa, respirando profundamente para llenarse de valor y salir a la calle en dirección a la escuela; el martirio que debe sufrir cada día debido a su timidez extrema.

Cuanto no desearía quedarse en casa eternamente para evitar la mirada de las personas, miradas que lo ponen en extremo nervioso. Pero no tiene más remedio que asistir a la escuela, al menos hasta graduarse.

Sin embargo, asistir al recinto escolar tiene sus ventajas, gracias a su actitud distante y recelosa se gano el titulo de antisocial y buscapleitos, motivo por el cual lo dejan solo y se apartan de su lado. El único problema es evitar a toda la gente en el camino, una aventura demasiado problemática.

— ¿Cuánto más vas a estar ahí parado como una estatua?— el reclamo repentino de su hermana gemela le hace dar un respingo y caer de espaldas tras perder el equilibrio— Eres raro Oni-chan ¡Ya me voy!— se despide y sale a la calle en un instante con tal facilidad que deja al estudiante asombrado y pensativo.

¿Cómo pueden ser tan distintos?

Con la clara excepción de sus cuerpos adolescente de géneros distintos, a pesar de ser gemelos idénticos sus personalidades son opuestas y muy diferentes; el hermano mayor es extremadamente tímido mientras la hermana menor es toda carisma y una idol en la escuela.

— ¡Buenos días!— la voz de aquel saludo saca al muchacho de sus pensamientos, la reconoce, se trata de la mejor amiga de su hermana, miembro negligente del comité disciplinario y la piedra en el zapato de su vida— ¿Tu hermano no esta listo todavía?— la pregunta le provoca un estremecimiento, aquella muchacha jamás lo busca si no es para regañarlo y provocarle un ataque de pánico eterno, y solo lo busca a él sobre todo en las últimas semanas.

— ¿Por qué tan interesada?—

Mientras aquella conversación continúa con balbuceos y preguntas sugerentes, el muchacho evalúa sus opciones para llegar a la escuela lo antes posible. La única alternativa es dejarlas atrás para que no lo sigan, tras idear su plan toma aire y sale por la puerta.

— Buenos días— es el saludo apresurado, frio, casi hiriente, que el muchacho da pasando de largo a las muchachas que lo observan, lo cual lo deja agotado, pero igualmente se apresura a las escaleras.

Sin embargo, logra oír el cuchicheo de su hermana junto a su amiga, siguiéndolo.

Todo apuntaba que aquel día seria uno de los más problemáticos y eternos de su vida.