One-shot Sueños. [Full Metal Alchemist FanFic]

Sueños. [Full Metal Alchemist FanFic]

Hola, ¿qué tal?

Bueno, antes que nada, este es el FF que escribí para el concurso de "Recorriendo Fandoms". Había pensado en publicarlo desde hace mucho, a decir verdad, desde que habían dicho que podiamos publicar los trabajos. Pero por una ú otra razón, la flojera me dominó y no publiqué antes, y ahora, aquí estoy.

Aclaraciones del FanFic.

-La pareja es Edward x Riza.
-No sé como fue que pude lograr algo así.
-Había planeado una historia de ellos, pero no ésta.

Disclairmer: FMA no me pertenece, le pertenece a Hiromu Arakawa.

Disfruten la lectura.

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Sueños.
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“—No te vayas.”

Susurró desde la oscuridad, abrazándose más a él. Escondiendo su rostro en su pecho.

“—No lo haré.”

Tomó delicadamente su rostro y la besó.

Está presente en todos y cada uno de ellos, mis sueños le pertenecen.

“—Abrázame fuerte y dime que te quedarás.”

Comenzó a llorar con amargura, dolía, pero más a él verla así.

“—Tan fuerte como me sea posible, jamás te dejaré.”

La acomodó sobre su regazo mientras comenzaba a acariciar su cabello.

Pero, ¿desde cuándo?

No lo sé.

Lo cierto es que día a día, cada vez que despertaba no podía evitar preguntármelo. Era extraño, al menos a mi punto de vista, no podía descifrarlo. No le tomaba tanta importancia a esto al principio, después de todo eran sólo sueños.

“—N-no te detengas...”

Gimió al sentir que pronto llegaría a ese punto, estremeciéndose por completo.

“—Sólo un poco más...”

Siguió, hasta llegar al final. Se tumbó a su lado cansado, jadeando cubriéndola con la sabana.

Pero después, comencé a preocuparme. Al principio, era unos sueños dulces e inocentes, pero después eran húmedos y pasionales con los cuales despertaba agitado y con un gran problema en la entrepierna. Eso era realmente un problema.

“—M-más... más rápido...”

La embistió más rápido, cualquier cosa se haría como ella quisiera.

¿Está bien callar y quedarme con todo esto en mi mente o debería desecharlos y volver a la realidad?

No lo sé.

Aunque no quiera admitirlo estos sueños, están jugando con mis emociones, los hacen y deshacen como les place. Lo he pensado, será mejor hablarlo con ella.


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Tocó la puerta unas cuantas veces con los nudillos y esperó a que abriera.

—Edward —Aquella voz tranquila lo hizo salir de pensamientos inmediatamente—. ¿Qué te trae por aquí?

—Teniente Hawkeye —Dijo al mismo tiempo que sonreía, tenía tanto tiempo sin verla dado a que no había ido al Cuartel desde hace unos días—. ¿Cómo está?

—Ya mejor, me alegra que pasaras a visitarme —Sonrió interiormente por lo dicho—, pero aún no has respondido mi pregunta, Edward.

—Esto, Teniente —No sabía por dónde comenzar, ¿Estaba bien que le dijera lo de sus sueños?—... no sé cómo decirle esto, pero tengo que hacerlo. Pero espere, ¿Cómo qué «ya mejor», se ha sentido mal o algo?

—No, bueno si, pero ya me encuentro bien, no te preocupes —Sonrió como sólo ella sabía hacerlo—. Adelante Edward —Lo animó a entrar, él lo hizo y la guió a la sala, le pidió que tomara asiento.

— ¿Y bien? —Se sentó a su lado, espero a que comenzara.

—Y-yo —Comenzó—... no sé desde cuando comenzó, pero lo cierto es que no se bien lo que significa. Debe entender que no es algo que haya planeado ni tampoco esperado.

—Explícate Edward, no te entiendo —Lo miraba intrigada, y no era para menos.

Le era difícil. Y más con los pensamientos que no le dejaban concentrar, eran insistentes, podía sentir un leve rubor en sus mejillas al tenerla frente a él. Viéndola mejor, era muy hermosa. Aún más que Winry o cualquier otra chica, pensó.

—Lo que quiero decir —Se mordió el labio inferior—, es que desde hace tiempo atrás, yo...

No podía, era demasiado para él.

— ¿Sí? —Se extrañó de que no continuara.

Se acercó más a ella. Quedando más pegado a su lado tomó su mano y la miró a los ojos. Sin saber cómo sintió que la sangre comenzaba a subir a sus mejillas, tiñéndolas de un rojo que cada que se acercaba a ella comenzaba a hacerse más notable.

—Yo —Repuso— creo estar enamorado.

— ¿Por qué, por qué me dices todo esto a mí, Edward? —Preguntó más confundida que antes—. ¿Me hablas de la señorita Rockbell, verdad?

No pudo evitar pensar que, en el tono que se lo dijo quería que fuera eso en verdad. ¿Acaso, sólo tenía ojos para Roy? ¿Sería que no quería rechazarlo? ¿Tal vez, esto se quedaría sólo en sus sueños?

—Esto, Teniente —Pronunció con dificultad—, qué más quisiera yo, pero no es de Winry de quien hablo.

— ¿Entonces...?

—Hablo de usted, Teniente —Bajó su cabeza apenado, escondiendo entre su cabello el sonrojo mientras apretaba los ojos con fuerza—. Estos sueños, me sirvieron para darme cuenta de que la amaba, como jamás lo había hecho antes, yo...

—Edward, ¿te das cuenta de lo que dices?

—Sí, estoy seguro de lo que digo. Yo la amo, Teniente.

La Teniente lo miró de nuevo, cerró los ojos y suspiró. Tomó su rostro entre sus manos y lo atrajo hacía el suyo, uniéndolo en un leve roce, que luego de haberse recuperado del shock, profundizó con su permiso. Fue el mejor beso que pudo haber esperado jamás.

Se separó lentamente y comenzó a abrir los ojos despacio. Notó que en su rostro se asomaba una cálida sonrisa y antes de que se diera cuenta, lo abrazó con delicadeza.

—Edward —Lo llamó, esperó a que continuara—, quiero que te olvides de esto, ¿sí? No quiero que sufras por mi culpa, te aprecio, pero no puedo corresponderte.

—Es por Roy, ¿verdad? —Dijo con molestia cerrando los ojos, aspirando el perfume de su cabello.

—No sólo por eso, soy mucho más mayor que tú.

—Eso no importa, ya no soy un niño.

Se alejó de él, se levantó y fue hacía la puerta. Él también se levantó y anduvo hacía ella, tomó su mano y la besó.

—Edward, prométeme que no volverás a hablar de esto. Promételo.
Suspiró, si era la única manera de tenerla cerca, valía la pena hacerlo.

—Está bien, sólo amigos, ¿no?

—Sí, ahora ve a casa. Tal vez Alphonse esté preocupado.

Se despidió y se marchó. No todo estaba perdido, tal vez con el tiempo lograría olvidarse de ella. El amor no correspondido, ha de morir. Pero si volvía a tener sueños con ella, habría problemas.

“— ¿Me amas...?”

Preguntó sin soltar su cabello. Esperaba a que ella respondiera.
“—Más que a mi vida.”

Sonrió. Lo amaba y él a ella.

Aquella noche, Edward soñó. Y le dolió saber que su sueño jamás sería realidad.

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Notas Finales.

¿¡Qué rayos con eso!? D:

PD: Fue inspirado en un FF de FanFiction.net llamado "El Niño Ganberro e Insoportable", pero la verdad, nada que ver. Sólo porque me agradó la combinación de la pareja y porque no quería leer en inglés.

Ideas raras, pero posibles (?).

Gracias por leer.