Self-insert Sueño fangirl [Inuyasha]

Retos de Inuyasha​

#9
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Realmente drama no es pero... vamos. Es tipo "No sé que demonios escribí"
Si quieres ver algo bien, esta no es tu historia, todo ocurrió tan rápido e idiota que queda hasta como comedia de la mala.
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Palabras: 557
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No entendiendo cómo había terminado así la situación sólo pude reír con histeria. Y es que, si loca no me había vuelto, el pasar tanto tiempo escribiendo sobre ellos realmente me había afectado.

Inhalé, exhalé e intenté pellizcar una vez más mis mejillas.

—No porque sigas haciendo eso cambiará algo, ¿sabes? —gruñó Koga y yo no sabía si llorar de la emoción o de la conmoción.

—¿Cómo sé realmente que mi mente no es la que está jugando conmigo?, ¿cómo sé que no estoy en mi cama con la alarma lista para despertarme de todo esto?

Kagome, a mi lado, me sonrió apenada.

Y yo, siendo como soy, la miré.

—Calla, que cuando tú veniste acá... toqueteaste a un hombre dormido, lujuriosa.

Escuché a Inuyasha atragantarse con el agua y Sango reír junto con Miroku.

—¡Yo no toqueteé a nadie! —gritó la azabache.

—¡Los vídeos me dicen lo contrario!

—¿¡Qué vídeos!? —dijo escandalizada.

Llevé mis manos a mi rostro.

—¿Esto no es un sueño, cierto? —lloriqueé como cría.

Shippo rió y casi me sentí ofendida con el niño kitzune cuando levanté la mirada una vez más.

—¿Por qué lo sería? Somos tan reales como tú.

—Y ese el problema, pequeñín —reí torpemente.

Tomé el vaso de agua ofrecido y suspiré, los hombros comenzaban a dolerme del estrés.

—Si esto no es, hipotéticamente hablando, un sueño. ¿Qué hago aquí?

—Eres tú la que debería explicar esto, que caer del cielo no es normal —gruñó el hanyou.

—¿Perdón? —susurré—. ¿Y vivir rodeados de monstruos y adolescentes con complejo de perro lo es?

Kagome rió sin pudor. Koga le secundó junto a unos ademanes burlones.

—¿Qué me estás diciendo, enana? —refutó el híbrido parándose.

—¡Enana tus… —la mano de Sango en mi boca me silenció.

—Gritar ahora no arreglará nada —murmuró Miroku.

—Lo último que recuerdo —opté por decir cuando escapé del suave agarre de la exterminadora— es sentir caer de mi cama y de repente aparecer aquí con una ropa que no se parece en nada a mi pijama.

—¿No has pensado que simplemente estás loca? —Inuyasha bufó.

—Me habla el que tiene complejos de can.

—¡Yo no tengo complejos de nada! —gritó y volteó a mirar donde la miko—. ¿Qué es un complejo? —le susurró.

Y yo reí, porque, de alguna forma, esto sólo era un mal fanfic.

Como uno de esos sueños donde no recuerdas cómo empezó ni cómo terminará pero sólo recuerdas algo intermedio.

Solté un suspiro más antes de ocultar mi rostro entre mis manos una vez más. Ignorando lo mejor que podía la típica pelea entre Koga y el hanyou. Con Sango manteniendo a Miroku lejos y Kagome sólo exasperada.

Shippo se acercó a mí y acarició mi espalda todo lo que sus pequeñas manos podían.

¿Qué tan idiota era el pensar que me sentía un poco decepcionada pese a todo? Sueño o no: ¿cómo rayos es que no podía ver a Sesshômaru? Hasta de lejos sería feliz.

—¿Cómo te llamas? —preguntó el kitzune. Kirara se acercó, restregándose en mi pierna como un gatito doméstico.

—Fernanda, Fer en todo caso. Un placer —le dije.

—¡Bienvenida, Fer! —rió el niño.

—Y dime, Shippo, ¿el hermano de Inuyasha no viene por aquí? —pregunté.

—¿Sesshômaru? —ladeó la cabeza confundido—. ¡Claro que no! —sonrió.

Y así, como un golpe, se fue mi sueño fangirl.