Otro Sueño de Inmortal

Tema en 'Relatos' iniciado por Maze, 27 Marzo 2018.

Tags:
  1.  
    Maze

    Maze Usuario común

    Aries
    Miembro desde:
    27 Febrero 2018
    Mensajes:
    406
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Sueño de Inmortal
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    837
    Otro relato corto siguiendo el mismo tema del anterior. Creo que en esta ocasión no hay advertencias.

    Sueño de Inmortal


    Comenzó como un susurro, como la suave caricia del viento sobre su rostro. Sir Pernath abrió los ojos como un autómata y esperó a que su vista se acostumbrara a la oscuridad. Allá, en la lejanía, le parecía reconocer algo brillante: un destello de luz que se alzaba a mitad de la noche.

    Él también intentó levantarse, pero se sentía demasiado cansado. Y hacía frío. Prefirió quedarse tumbado hasta que el sueño volviese a reclamarlo.No funcionó. Seguía despierto y aún sentía frío. El susurro de la lejanía parecía un poco más claro, y tuvo la ligera impresión de que venía de sí mismo, como un pensamiento del que no puede uno librarse.

    «¿Qué estoy haciendo aquí?»

    Cerró los ojos con desaliento, intentando remontarse al principio de todo. Se ve a sí mismo de niño hablando con un padre: un hombre viejo de manos cansadas y ojos tristes. No recuerda las palabras, pero la imagen decadente de su padre nunca lo ha abandonado; como si la hubieran tallado con fuego en sus ojos. Con el paso de los años, se dio cuenta de que algo nació dentro de sí mismo ese día, una inquietud que le acompañaría hasta el fin.

    El miedo a la muerte.

    Seis siglos han pasado y no ha logrado liberarse de ese temor.

    Ya era un hombre viejo cuando los vio por primera vez, cuando los secretos del mundo se presentaron ante sus ojos. Esa noche sin luna y sin estrellas en que contempló los secretos del mundo y éste le mostró sus reglas. Tenía más de setenta años, sus brazos temblaban como ramas al viento y a cada paso que daba se sentía más cerca de la muerte. Apenas y pudo ver más allá de sus ojos, ya afectados parcialmente por la ceguera, pero ante las revelaciones que le hizo el universo esa noche, brillaban como los de un niño.

    No, no encontró la fuente de la juventud, ni siquiera de la vida eterna. Simplemente aprendió a evadir a la muerte, una y otra vez. A oler su presencia en el ambiente, a comprender su comportamiento. Aprendió que era perezosa y dejaba a la mitad su trabajo si creía haberlo hecho bien, y que no volvía a verificar sino mucho tiempo después, cuando recordaba hacerlo. Aprendió que la suerte, el amor, el odio y la pasión estaban tan vivos como él, que no eran conceptos ni abstracciones humanas; sino que gobernaban como reyes sobre todas las cosas, y que si se adecuaba a sus costumbres, él podía predecir y conducir sus acciones.

    Nunca volvió a ser joven, pero durante los últimos seiscientos años vivió más intensamente que ningún otro ser humano. Conoció los más grandes heroísmos y los más bajos placeres, estudió hasta el último resquicio del alma humana y del alma del mundo, contempló toda la creación con sus ojos de viejo. Ha vivido evadiendo a la muerte y entregándose a los brazos de una y otra voluntad. No significa esto que fuese feliz. Nunca lo fue. Cada segundo de su vagabundeo por el mundo ha sido una tortura constante, una carrera interminable contra aquella que le seguía los pasos.

    Aún luego de tanto tiempo, no comprende por qué le infunde tanto miedo, qué aspecto de la muerte es el que le aterra tanto. Cree que tiene que ver con la inmovilidad, con la aversión que le produce verse a sí mismo reducido a un mero objeto.

    O quizás fuese la trascendencia. El saber que no quedará nada de él una vez que dé su último aliento.

    En cualquier caso, sabe que no le queda mucho. Ella se vuelve persistente. Con el paso del tiempo comenzó a sospechar de él, y cada vez le es más difícil burlarla. Y en cada nueva visita se muestra más hostil, más grotesca. Le aterra pensar en lo que hará cuando se encuentren la próxima vez; a qué clase de final degradante piensa someterle, cómo desea vengarse de él.

    Comenzó como un deseo: el deseo de vivir para siempre. La obsesión que acabó consumiendo su falsa vida inmortal.

    Abre los ojos de nuevo. El lejano resplandor resulta extrañamente cercano. Se le asemeja a una silueta espectral, una especie de humo que se eleva en la oscuridad. Sólo entonces se da cuenta de que mana de él, de la herida abierta en su pecho. Se siente tentado a pensar que es su alma elevándose a la verdadera eternidad, preparada para perderse en la gloria divina o en las profundidades del infierno, ambas le vienen bien, pero no es ninguna de ellas. Entiende que son los últimos brillos de su alma antes de desaparecer de este mundo.

    El susurro incomprensible comienza a hacerse claro ahora que su ritmo se vuelve pausado. Le resulta extrañamente nostálgico. Con los ojos secos y abiertos de un muerto, acepta la bienvenida de su eterna compañera.
     
    • Me gusta Me gusta x 1
    • Ganador Ganador x 1
    • Adorable Adorable x 1
    • Fangirl Fangirl x 1
  2.  
    Sonia de Arnau

    Sonia de Arnau Let's go home Comentarista empedernido

    Leo
    Miembro desde:
    19 Diciembre 2010
    Mensajes:
    2,486
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Excelente relato. Me gustó la forma en que describes el temor a la muerte. Nadie desea que llegue ese momento pero lastimosamente, tarde o temprano, nos llegará. No obstante, una parte me gustó todavía más:
    A pesar de sus seiscientos años y de haber la evadido, sabía que algún día se toparía con ella y que por ello no pudo gozar su larga vida, siempre pendiente de que no lo encontrara. Y leer eso, me hizo pensar en que muchas personas se preocupan demasiado (hablando de forma excesiva y hasta enferma) por su salud, que terminar sacrificando buenos momentos o momentos "tranquilos", relajados. Es verdad, solo hay una vida y se debe gozar.

    Fue un placer leerte.
     
    • Adorable Adorable x 1
  3.  
    Rahzel

    Rahzel Usuario popular Comentarista empedernido

    Aries
    Miembro desde:
    12 Mayo 2018
    Mensajes:
    800
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    ¡Qué interesante relato! Me recordaste un cuento de cuatro o cinco personajes que lograban hacerlo mismo: huir de la muerte y vivir varias eras hasta que no se vuelve a saber de ellos. Aunque en esta caso, el personaje encuentra a la muerte y cede a ella. Aunque la desventaja de vivir tanto es que los demás viven tan poco. Imagino que en todos esos años, debe haber experimentado la muerte, frustración y la soledad de manera muy intensa, sabiendo que sólo él era capaz de escabullirse del fatidico final de cualquier persona.
    Lo disfruté mucho.
    ¡Un abrazo!
     
    • Fangirl Fangirl x 1
  4.  
    Gold

    Gold Entusiasta

    Géminis
    Miembro desde:
    1 Junio 2010
    Mensajes:
    183
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Al fin me puedo hacer un huequito para comentar esta historia.

    Me gusta ese enfoque se le da a la inmortalidad, un pequeño giro de lo que significa vivir por siglos y siglos eludiendo la muerte, donde ser inmortal no es lo mismo que ser atemporal; no te quedas joven y bello para siempre, te desgastas, envejeces hasta el punto donde no te puedes mover por tu cuenta, te cansas más. Vaya, que cuando eres inmortal no todo es party hard, no es algo genial como lo pintan en diversas películas y libros. Una vez que consigues todo lo que quieres, te aburres, y es un aburrimiento pesado por el hecho de que ya nada es lo mismo, todo pierde su magia y solo se vuelve un adorno monótono que está ahí; cuando se es inmortal no hay porque ver lo bello de la vida, ni los detalles, ni nada de eso, porque ya lo has viso, y se vuelve simplemente banal y común. Vivir intensamente, no es lo mismo que vivir una vida plena y feliz; porque ya todo es igual.

    El final me dejó con una sensación amarga, debe ser horrible ver como tu presencia se evapora, sube y se desvanece sin nada más, sin ningún tipo de consuelo de más allá, sea lo que fuera (cielo, infiermo, purgatorio, lo que sea, pero que te de la seguridad que al menos habrá algo para residir ahí). El miedo a la muerte no es solo el miedo a morir per se, sino que simplemente te vayas del mundo sin dejar nada y sin encontrar nada.
     
    • Adorable Adorable x 1
Cargando...
Similar Threads - Inmortal
  1. Sylar
    Respuestas:
    1
    Vistas:
    832
  2. Kirino Sora
    Respuestas:
    0
    Vistas:
    487
  3. LadyWitheRose
    Respuestas:
    3
    Vistas:
    696

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso