Microrrelato Subversivos

En memoria del 24 de marzo...​

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Para aquellas personas desaparecidas en el golpe de estado. ​

Para mi Argentina.​

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Subversivos​

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Llorar es lo único que puedo hacer. Pero debo hacerlo en silencio, o ellos vendrán y me pegarán, o matarán. Cualquiera de las dos cosas están bien para ellos. Al fin y al cabo… ¿qué son? Unos malditos asesinos y desgraciados.

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¿Qué hice yo para ir a parar a este lugar, en donde quiera que esté? No he matado, no he hecho nada malo. ¿Qué hice para merecer esto? ¿¡Qué hice!? Quiero salir, pero no puedo. No saber que ha pasado con mi familia me aterra, aun más que la idea de morir en manos de estos militares. ¿Qué hay de mi padre? ¿Qué hay de mi madre y de mi hermana? Quizás estén muertos, quizás estén a salvo; quizás se han fugado y se han olvidado de mí, o me recuerdan en silencio, cuidando sus vidas.

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En este lugar no puedo evitar enloquecer por dentro. Los sollozos de mis compañeros de celda me dan escalofríos, y el frío viento que entra en las noches por mi ventana me hiela el cuerpo. No tengo abrigo mas que el camisón con el que estaba durmiendo la noche que me secuestraron, y ni siquiera llevo zapatos. Tengo los ojos vendados, y la boca seca. Hace dos días que no tomo agua, y la comida es escasa. A nuestro lado tenemos una mujer embarazada que grita en las noches, esperando ser oída en este lugar parecido al infierno.

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Todos aquí sabemos que vamos a morir. Los militares no tienen piedad, y nunca la tendrán. Nos torturan sin problemas, nos insultan, nos amenzan. Algunos de este lugar son inocentes, pero a ellos no les importa. Somos jóvenes, viejos, adultos y niños. Nos metieron acá por un comentario, por un mínimo comentario del cual no teníamos idea que podría causar este desastre. Y si ellos escucharon… y si ellos nos escucharon de cerca... somos subversivos, y nuestros familiares y amigos también.






Nunca más.

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