Subterráneo

Margarita Nieves


En un momento mi vista se dirigió a una barca... Navegar... No recuerdo haber ido a alguna playa, tal vez fui a algún lago y a piscinas... pero playas nunca, no se me dio la oportunidad, aunque tampoco es que me llamaran la atención. Me levanté y caminé hasta la barca, llevada más que nada por mi curiosidad. Era una estructura bastante grande... ¿Cuantas personas soportarían? uhg, no me fiaba de mis dotes para nadar.

—¿Ho-hola?

 

Margarita Nieves

—¡Ay, disculpa! ¿Esta bien? —comenté algo preocupada ante su sobresaltado despertar —. ¿Uh? ¿Llevar a dónde? —pregunté, sin enterarme a lo que se refería.

No pude evitar sorprenderme ante la mención de los Nieves, dejando salir una leve carcajada, tal vez nerviosa.

>>Si, Margarita Nieves. Volví hace un par de días al pueblo, pero hasta ahora no había pasado por acá... ¿S-se enteró de lo de Lily?

 

Contenido oculto

Gracias por deshacerme las bolas que me hago, Yáahl; i lob you (?)
(Era muy tarde ya cuando escribí, veo lógico haber entendido las cosas a medias XD)

Margarita Nieves


—Gracias, en serio —dije decayéndome un poco, pero escuchar "ciclo de la vida" me hizo levantar la cabeza, para sonreírle al señor búho —. ¡Si, es un ciclo! Hay que respetarlo como tal —soné alegre, pero no necesariamente por estar feliz, más bien por cierta calma que empezaba a sentir —. Aparte, sospechaba que ella no querría estar mucho tiempo en la tierra tras la muerte de Jacob, no por nada le ofrecí la idea de mudarnos; estando acá solo la agobiaría más con sentimientos que no desaparecerían, pero jamás volvería a sentir en el presente. Creo que más que yo haciéndole un bien a ella, ella fue la que se esforzó el doble para mantenerse animicamente bien mientras yo terminaba de cursar mi estudios. Falleció dos meses antes de terminarlos, sonará raro, pero creo que si no hubiera sido por mí; hubiera partido antes a mejor mundo. Estoy agradecida por todo lo que hicieron, eran viejos en realidad muy testarudos, pero siempre amables... a su manera.

>>¿Qué hago en un lugar como este? ni idea. La verdad, tal vez solo solo quería simpatizar un poco con la basura, ya sabe; la basura es solo basura cuando nosotros decidimos que es inútil. Siempre me ha parecido gracioso, y hasta cierto punto admirable, las personas que pueden hacer de la basura algo interesante o útil... Los niños de por acá, por ejemplo: Parece que se inventaron su propio juego de calabozos y mazmorras gracias a este apestoso lugar... No sé si me explico —finalicé sonriendo algo cohibida al cerrar mis ojos, nuevamente había alargado la lengua.

 

Margarita Nieves

Miré sorprendida ante su primer comentario, para después soltar una genuina carcajada, una que esta a mí me sorprendió.

—¡Ay, de seguro a su edad todo el pueblo parecen unos bebés! —comenté, aun sin recuperarme completamente de mi risa.

Escuché después su propuesta, volviéndome a calmar mientras le sonreía con suavidad.

—Sería interesante, aunque odio el olor de esta pocilga; solo si usted se siente cómodo con ir, más que encontrar basura, me sería agradable compartir un tiempo más con usted. En casa estoy aterradoramente sola, no tener a Jacob y Lily presentes es demasiado... desolador en general. Ya sabe; no tengo a nadie a quien confiarle mis problemas ahora, mis tutores legales que decidieron ser como unos padres ya no están. Conversar con usted de seguro es más interesante que cualquier basura que encuentre en este río... pero no estaría mal un poco de adornos desastrosos en mi casa. Si a usted no le molesta, me gustaría ir en un viaje en esta barca.

Hice una pausa, demasiado silenciosa.

>>Aunque soy pésima nadando, ¿puedo confiar en que usted evitará cualquier incidente con esta barca? Aunque claro, a veces los incidentes son inevitables. Creo que no es necesario que le explique a que me refiero, usted parece en tender el triple de cosas que yo.

Y volví a soltar otra leve carcajada, era lindo encontrar a búhos como él de vez en cuando. Viviendo de la desgracia de una inundación, con viajes de mayor sentido que la lógica de como variedad de cosas terminaban en las cloacas.

 

Margarita

—¡Okey! Confío en usted —dije mientras me dejaba guiar dentro de la barca por él. Me acomodé como pude, para después seguir las indicaciones del señor Búho respecto a apuntar el techo con la gran linterna.

>>Uhg, murciélagos... Aunque de seguro no son mayor problema, siempre hay que tener cuidado de que no nos muerdan; una infección de parte de ellos no es algo lindo. Se nota la preocupación que pone por los tripulantes de esta sencilla barca.

No podía evitar sonreír, en realidad si que era como una niña pequeña; a pesar del mal olor y la intranquilidad del agua, estaba tan asombrada como emocionada de ir en esta pequeña barca, espantando murciélagos con luz artificial.

—¡Oh! Casi se me olvida —comenté de repente —. ¿Me podría decir su nombre, señor? Estar cuatro años fuera del pueblo me hizo olvidar a casi todos.

 

Mar

—Encantada igualmente, señor Salvi —respondí sin quitar la vista de los murciélagos que la linterna espantaba.

>>¡Oh! Y bueno; a todos nos aterra algo, a mi me dan miedo las armas, por ejemplo. No soporto ver una, a pesar de eso a veces son necesarias. Horrible, desde mi punto de vista —finalicé. No hablamos más en todo el transcurso, en un silencio tal vez mutuo. Me sobresalté un par de veces con algún ruido raro o un murciélago que se acercó demasiado.

Llegamos a las islas de basura... Wow, nunca las había visto, era un lugar de los más peculiar; Único en bastante sentidos. Solo Possum Springs podría resaltar por algo como esto, no pude evitar reírme ante mi propio pensamiento.

—¡Ya volveré, señor Salvi! No creo que me tome mucho tiempo —dije con algo de dificultad, por estar concentrada en bajarme sin tropezar de la barca —. Este lugar huele fatal, no es mi hobby torturarme con malos olores —sentencié mientras me acomodaba la larga falda que me había puesto ese día, junto al chaleco de la anciana Lily.

Gestualisé con un movimiento de pata en forma de despedida temporal, para después voltearme y enfrentar ese amontonar de basura... Tenía que caminar con cuidado, para ver si encontraba algo interesante, pero sobre todo; para no pasarme a llevar con alguna cosa infectada con quien sabe que bicharraco.

 

Margarita Nieves

Observó todo desde lejos, tratando de ver si hay algo interesante por llevarse...

Oh... Por un impulso desagradable, me acerco a la cosa que parecía una varilla clavada en algo. Poso una de mis piernas sobre la especie de caja abandonada, ejerciendo fuerza con ella mientras con mi manos intento sacar la varilla atascada en la basura.

Cuando logro sacarla la observo con cierta frialdad, pero no lo boto...

Vuelvo por sobre mis pasos, encontrándome nuevamente con Salvi.

—Ya terminé, ¿podemos volver? —preguntó mientras subía con cuidado a la barca, procurando no pasar a llevar nada ni caerme en el proceso.

 

Margarita


Me aferro a la gran linterna, mientras observo en una especie de trance como los murciélagos siguen huyendo de la luz.

—Por el cachorro de los Baxter precisamente, de nada le servirá la ballesta si no tiene una flecha que arrojar, pienso dársela... No lo sé, me preocupa que haga algo estúpido, pero más me preocupa que no pueda huir de sus estupideces cuando estas se tornen en verdad graves. Anda tras la pista de... O no sé, sobre el caso de la niña desaparecida, lo tiene viciado. Me da miedo que le hagan algo, no tiene consciencia de lo que es involucrarse con gente... violenta, irracional; el peligro tras este tipo de cosas, más aún en un pueblo; dónde es mucho más fácil que te encuentren, que te sigan la pista...

Hubo un corto silencio, dónde dejé salir un suspiro.

>>No tomará en cuenta mis advertencias, lo último que puedo hacer es ayudarle a que no se muerda la cola si termina yendo en círculos —. Y más silencio, no agregué nada más, porque nadie se merecía oír esa clases de preocupaciones. Eran privadas, al final; problemas míos, miedos propios.

Bajo de la barca con ayuda del señor Salvi, dándole las gracias junto a una sonrisa.

—No hay de qué —respondo a su agradecimiento —. Usted es bastante amable, eso también se agradece.

>>¡Espero que nos volvamos a ver! Tal vez me pase a saludar mañana, si no le molesta —comentó mientras me alejó de despacio de espaldas, despidiéndome con un movimiento de mano, para después voltearme y salir del subterráneo a un paso algo veloz.

 

Drey Duzz

Bajo las escaleras hacia el infierno. Cómo, habitualmente, buscando a Selvi.

Estoy seguro que el aún puedo encontrar un par de cosas más. Aunque dudo un poco de la calidad de estás.
Con el cachorro viniendo ahora, debo leer el primero en venir y pescar las cosas buenas

 

Drey Duzz

Miro a la dirección en donde suele estar la barca de Selvi, estando el día de hoy ausente.

Creo que debería fijarme mejor la temperatura antes de venir. Últimamente no me he fijado mucho en este detalle.

A pesar de que Selvi este ausente, no significa que el infierno este vacío. Escucho voces.

Pero no son de mí interés. Me acuerdo de ese grupete que vi tiempo atrás. ¿Serán ellos?

Es todo lo que tengo que hacer aquí por hoy.