Su mejor amigo

Su mejor amigo

he aqui mi 3ª fic bueno espero q est lo lean mas personas q las q normalment len mins fics

Capítulo 1​

Kagome era directora ejecutiva de una empresa de programas informáticos que aunque llevaba poco tiempo en el mercado ya era merecidamente una de las mejores del sector.
La mañana estaba siendo especialmente dura, hoy precisamente tenía que ser la entrega de dos de sus últimos y más novedosos programas pensaba nerviosa, el día en que llegaba Sota; llevaba más de dos años en Londres y en todo ese tiempo casi no habían podido verse, él estaba muy ocupado con su empresa de Seguridad y ella también había conseguido elevar su empresa hasta lo más alto, pero eso le había dejado sin tiempo para su familia y no disfrutaba de una vida social activa, exceptuando las fiestas a las que debía asistir por motivos de la empresa.
- ¿Kagome?
- ¿Sí?- dijo sobresaltándose un poco
- Siento haberte asustado, dijo Sango su secretaria, me dijiste que te avisara una hora antes de que llegara el vuelo de tu hermano.
Kagome miró el reloj y dio un respingo en la silla.
- Gracias Sango me voy ya, porque tal y como está el tráfico hoy no sé si llegaré a tiempo.
Después de media hora de retraso ya empezaba a impacientarse, cuando a través del monitor vio que anunciaban el vuelo de su hermano, se apresuró a llegar a la puerta, y allí comenzó a entrar la gente que iba hacia el terminal de la recogida de maletas.
Al fin lo reconoció entre la gente, estaba tan guapo como siempre, con su traje de corte impecable, en ese mismo instante él la vio también y apresuró su paso para ir hacia ella, entonces fue cuando se fijó en el hombre que iba a su lado, era alto y moreno, provisto de una lustrosa cabellera negra y anchos hombros, de hecho todo su cuerpo parecía hecho de acero, en ese momento levantó la cabeza encontrándose con sus ojos, eran de un azul poco común y parecían conferirle una mirada de hielo puro, se quedó como hipnotizada hasta que su hermano corrió hacia ella dándole un largo abrazo.
- ¿Te acuerdas de Inuyasha? -preguntó Sota
- ¿Inuyasha? – Kagome se quedó muda, pues claro que se acordaba de Inuyasha había sido su mejor amigo, prácticamente su único amigo, hasta que cumplió los nueve años, pero claro no podía relacionar al chiquillo bajito y casi flacucho con el que jugaba con ese hombre viril y seductor que tenía delante.
- ¿Inuyasha eres tú?- dijo Kagome intentando ocultar su nerviosismo.
Inuyasha la miró cómo si la estuviera desnudando y ella sintió como si se le derritieran las piernas.
- Has cambiado mucho – dijo Kagome
- Pues tú no – contestó Inuyasha -sigues siendo la misma niña preciosa con la que jugaba a subirme a los árboles, ¿pero sigues siendo tan salvaje?
Kagome sintió que se ponía roja de la cabeza a los pies aunque sabía que la pregunta no tenía ninguna connotación sexual ¿o sí?
- No, realmente ahora soy más pacifica que entonces- y a la mente le vinieron varios recuerdos de las travesuras en las que siempre andaba metida y de las que casi siempre debían sacarla su hermano o Inuyasha.
- ¿No os dais un beso? -Dijo Sota- que tímidos que estáis los dos, parece mentira con la de tiempo que pasabais juntos.
Inuyasha dio un paso hacia ella e instintivamente se sintió intimidada por su potente masculinidad, pero no retrocedió sino que levantó la cabeza hacia él como retándolo y entonces Inuyasha puso sus labios en su mejilla en una caricia casi imperceptible, pero ella sintió sus labios húmedos y calientes y un perfume que parecía innato en él, algo que no tenía nada que ver con la colonia, y retrocedió como si se hubiera quemado.
- Yo iré a por las maletas- dijo Inuyasha- vosotros adelantaros hasta la puerta, ya os cogeré allí.
- ¿No necesitas ayuda?- respondió Sota
- ¡No! no te preocupes puedo apañármelas.
Kagome le miró de soslayo el cuerpo atlético y estuvo segura de que podría con todas las maletas que le echasen. Sota entonces la cogió de la mano y empezó a hablar del vuelo que se le había hecho eterno y de un montón de cosas más a las que casi no prestó atención.
- ¿Y cómo es que vienes con Inuyasha?- preguntó Kagome.
- Pues en realidad fue una estupenda casualidad, nos encontramos en Londres cuando su empresa cambió todo el sistema de seguridad, por unas filtraciones que estaban teniendo, al principio yo tampoco lo reconocí pero al ver su nombre me di cuenta de quién era, empezamos a charlar y a contar nuestras anécdotas de niños y pronto volvimos a ser los mejores amigos. En Londres salíamos juntos a menudo, también hablábamos mucho de ti, de cuando estábamos los tres siempre juntos.
- Bueno- dijo Kagome-, espero que esta vez te quedes más de dos días en casa que es tu record de estancia desde que te fuiste a Londres.
- En realidad si me voy a quedar más, vengo a hacer los preparativos de mi boda.

 

Re: Su mejor amigo

hola aqui os pongo la siguient conti os prometo q a partir d ahora la cosa se pondra mucho mas emocionant jijijij buebno espero q os gust

Kagome lo miró estupefacta
- ¿Pero de qué hablas?, pero si ni siquiera sabíamos que tenías novia.
Sota empezó a reír y la miró de frente
- Estuve haciendo apuestas con Rin sobre si lo averiguarías en cuanto me miraras, antes solías hacerlo, me mirabas a los ojos y no podía ocultarte nada.
Kagome estaba muy unida a su hermano y sabía cuando tenía una preocupación o una alegría antes de que le hablara de ello, pero de eso hacía mucho tiempo, entonces estaban todo el día juntos y se conocían mejor que a sí mismos.
- ¡Oh! Sota cuanto me alegro, y cómo no nos has dicho nada, dónde está ella porque no la has traído contigo ¿es española o es…?
Sota le puso la mano en la boca,
- Sabía que me taladrarías a preguntas en cuanto te lo dijera, por qué no dejamos las preguntas para cuando estemos en casa.
- Claro dijo Kagome, que tonta soy ahora estarás cansado del viaje, ya tendrás tiempo de contárnoslo todo cuando lleguemos a casa, papá y mamá llegan mañana de Grecia estoy segura de que también querrán saber toda la historia.
- He pedido a Inuyasha que se quede con nosotros – dijo Sota cambiando de conversación, -no te importa, ¿verdad?
-Pues claro que no, dijo Kagome, porque habría de importarme, de todas formas no es a mí a quien tienes que pedir permiso, pero estoy segura que a nuestros padres no les importará ya sabes que Inuyasha siempre les cayó muy bien y además sus padres eran sus mejores amigos hasta que se fueron a Ámsterdam.
- Sí es verdad, no es curioso que después de tantos años nos volvamos a encontrar en otra ciudad totalmente diferente.
En ese momento llegaba Inuyasha con las maletas así es que Kagome les indicó donde había dejado el coche y ella se quedó esperando en la puerta del aeropuerto.
Kagome los dejó en la casa para que pudieran refrescarse y descansar y volvió a la oficina aún tenía que hacer muchas cosas antes de que acabara el día.
Llegó a casa destrozada a eso de las nueve, el día se le había hecho eterno y lo único que quería era ducharse e irse a dormir, ni siquiera iba a pararse a comer, se llevaría unas galletas y un vaso de leche a la habitación pensaba al abrir la puerta de la casa.
Entró hasta el salón y se quedó boquiabierta allí estaba Inuyasha riéndose con una pelirroja espectacular colgada de su brazo, Kagome se miró en el espejo de la entrada y se sintió como una hormiga delante de un elefante, el traje de chaqueta después de todo el día de trabajo estaba arrugado, el pelo que casi siempre que iba a la oficina lo llevaba recogido en un moño presentaba un aspecto francamente lamentable, muchos de los mechones se le habían soltado formando guedejas en torno a la cara y aunque su maquillaje era casi siempre bastante natural en ese momento prácticamente no existía.
Se volvió para salir lentamente del salón y así poder subir por las escaleras que conducían a su habitación cuando la interceptó su hermano.
- ¿Kagome ya has llegado? -estupendo dijo cogiéndola del brazo para guiarla hasta el salón.
En ese momento giraban las cabezas hacia ella Inuyasha y su acompañante.
- Ven, voy a presentarte a Kikyo ella es la asistente personal de Inuyasha, y una buena amiga suya y mía.
Más suya que tuya pensó Kagome, viendo como seguía agarrada del brazo de éste.
- Kikyo esta es mi hermana Kagome dijo Sota
- Encantada -dijo Kikyo recorriéndola con la mirada con aire de superioridad.
- Igualmente- respondió Kagome más por cortesía que por otra cosa.
- Kikyo vino ayer para ultimar algunas cosas de trabajo, de un negocio que tenemos juntos.
- Estupendo -dijo Kagome intentado una sonrisa que más bien pareció una mueca, ahora voy a retirarme, estoy muy cansada y necesito dormir.
- Sí -dijo Kikyo- pareces realmente cansada.
Querrá decir desastrada seguro, porque ella parecía recién salida de la peluquería y de una tienda de Alta costura.
- En realidad yo también tengo que irme -dijo Kikyo- mañana hay mucho trabajo que hacer, tengo que levantarme temprano y ya se está haciendo tarde.
- Bien, te acompaño hasta el hotel -dijo Inuyasha.
Kagome se quedó mirando como salían por la puerta Inuyasha iba informal con unos vaqueros y una camiseta negra que resaltaba aún más sus músculos pero aún así parecían una pareja de cine.
Pues que les aproveche pensó Kagome, se acercó a su hermano y le besó en la mejilla.
- Estoy deseando que me lo cuentes todo acerca de tu novia, de tu trabajo…
- Pues tendrá que ser mañana -dijo Inuyasha- porque ahora tengo una reunión.
- ¿A estas horas?
- Sí, en realidad es una cena de trabajo.
- Bueno pues entonces me iré a descansar, pero que sepas que mañana no te libras del interrogatorio -dijo Kagome
- Apunta entonces todas las preguntas que quieres hacerme y yo aguantaré el tercer grado -dijo Sota sonriendo.
Kagome subió hasta su habitación y se quitó la ropa iba a ducharse pero luego se lo pensó mejor y se decidió por un baño en la piscina le encantaba bañarse a la luz de la luna desde pequeña y en algunos de esos baños le acompañaba Inuyasha que muchas veces se quedaba a dormir con su hermano. Les gustaba a los tres jugar en el agua, pero Sota era más inquieto y le costaba más trabajo quedarse mucho rato en el mismo sitio por eso al final siempre se quedaban solos Inuyasha y ella.
Bajó hasta la piscina con el bikini y la toalla, pero luego se lo pensó mejor total en la casa no quedaba nadie del servicio por la noche, Sota ya se había marchado y Inuyasha no creía que volviera pronto del hotel de Kikyo pero de todas formas si volvía pronto, tendría que llamar a la puerta y ella podría vestirse antes de abrirle.
Se quitó el bikini y se lanzó al agua, estaba fría pero la sensación era gloriosa para sus pobres músculos machacados, empezó a nadar más enérgicamente hasta que oyó una voz en sus espaldas.
- Vaya creo que he pescado una sirena bajo la luz de la luna
Kagome se quedó petrificada, no quería ni volverse, intuía que el cuerpo se le estaba poniendo color escarlata por momentos.

 

Re: Su mejor amigo

ya q no ha posterado nadio podreis sufrir lo q os d la real gana l conti la pondre dntro d 2 meses como castigo por no postear

 

Re: Su mejor amigo

- Vaya creo que he pescado una sirena bajo la luz de la luna
Kagome se quedó petrificada, no quería ni volverse, intuía que el cuerpo se le estaba poniendo color escarlata por momentos.
- ¿Pero que haces tú aquí?
- Vivo aquí recuerdas…
- Pero ¿cómo has entrado?
- Tu hermano me dio una llave esta tarde, pero ya veo que no te informó -dijo Inuyasha con sorna.
- ¿Podrías darte la vuelta para que pueda salir por favor?
- Vaya, tal vez me haya precipitado al descubrir mi presencia, tal vez debí esperar hasta que salieras
- ¿Cómo dices?
- Me has oído perfectamente Kagome, pero tienes suerte de que sea un caballero -dijo Inuyasha dándole la espalda.
Kagome salió precipitadamente de la piscina y agarró la toalla rápidamente para anudársela por encima del pecho porque dudaba mucho de la caballerosidad de Inuyasha.
- ¿Puedo volverme ya?
- Sí claro -dijo Kagome
- Es una lástima que hayas salido del agua ahora que pensaba acompañarte, sabes aún recuerdo nuestros juegos en el agua.
- Lo siento pero ahora me voy a la cama necesito descansar
- Vaya así es que te has vuelto una cobarde ¿eh?
- Y que te hace pensar eso -dijo mirándolo desafiante
- ¿Es que te doy miedo?
- ¿Miedo? ¿Porqué? ¿Es que piensas ahogarme?
- Bueno ahogarte no era en lo que estaba pensando precisamente
- ¿Porque no te bañas tú solo? seguro que te lo pasarás igual de bien -dijo Kagome ignorando su respuesta.
- Venga Kagome no estás siendo muy buena anfitriona.
-Está bien estoy cansada de discutir, me bañaré contigo pero solo un rato porque de verdad que estoy muy cansada, voy a cambiarme, ve tú también -dijo Kagome andando hacia la casa
Cuando llegó, Inuyasha ya estaba bañándose, de hecho daba gusto verlo nadar y se quedó un rato mirándolo cada brazada hacía que los músculos se le tensaran dándole la imagen de un animal salvaje.
- Vas a quedarte ahí toda la noche o vas a entrar a la piscina -dijo Inuyasha desde el agua
Kagome bajó por la escaleras lentamente dejando que el agua refrescara su piel y realmente lo necesitaba.
Nadó durante un rato, intentando esquivarlo todo lo que pudo hasta que decidió salir del agua, Kagome se acercó a las escaleras de la piscina y en ese momento vio a Inuyasha que con un ligero movimiento había salido por una de las paredes de la piscina.
Kagome lo contempló a la luz de la luna, ni siquiera se molestaba en secarse, se quedó allí mirándola; No había visto nunca nada tan hermoso como ese hombre con la cara y el cuerpo mojados, algunas gotas de agua le resbalaban por el pelo y bajaban por la cara y el pecho cubierto de vello oscuro, sentía la boca seca nunca había notado una necesidad tan intensa como la que sentía en ese momento por lamer cada una de esas gotas.
Salió de la piscina y prácticamente corrió hasta la toalla para secarse y salir corriendo de allí cuando al darse la vuelta se topó con el pecho de Inuyasha, jamás había visto moverse a un hombre tan rápido, hacía solo uno segundos se encontraba al otro lado de la piscina.
Los dedos de él tocaron su brazo y ella sintió como electricidad recorriendo todo su cuerpo.
-Kagome -dijo Inuyasha- ¿a eso del aeropuerto llamas tú beso? Yo más bien pensaba en algo como esto
Le separó el pelo mojado de su cuello y la besó lentamente recorriendo su garganta, luego su barbilla hasta llegar a sus labios, empezó a besarla suavemente hasta que empujó su lengua por sus dientes y entonces el beso se volvió salvaje y sensual, el roce de sus lenguas era completamente erótico, Kagome no podía pensar, jamás había sentido algo como eso con tan solo un beso notaba los pezones endurecidos y una humedad que no tenía nada que ver con el baño que acababa de darse.
- Será mejor que te vayas Kagome -le susurró al oído-, o no podré detenerme…
Salió del trance y lo miró atónita. Pero que narices estaba haciendo, pero si prácticamente no conocía a ese hombre. Cogió la toalla y salió corriendo por el jardín hasta llegar a la casa. Tenía que salir de la casa por algunos días pensaba mientras cerraba la puerta de su habitación porque vivir bajo el mismo techo con Inuyasha iba a acabar con su paz mental.

 

Re: Su mejor amigo

bueno como la anterior es muy cortitita os pongo esta para q no os desilusioneis o mejor dicho no me comais por dejaros com la intriga jejeje

Capítulo 2​

No había podido prácticamente hablar con su hermano desde que había llegado y eso que habían pasado más de dos semanas desde que su hermano había regresado, pero si no estaba en reuniones de trabajo estaba con sus padres haciendo preparativos para la boda y eso que ni siquiera conocían a la novia.
Pero sus padres eran firmes defensores del matrimonio y la familia y les había hecho tanta ilusión que no se habían dado cuenta de que Sota casi ni les había hablado de su novia, ni de su relación, solamente que era preciosa y española pero que se había mudado a Londres con 16 años, ni siquiera les había enseñado fotos de ambos y que ella supiera jamás hablaban por teléfono, Kagome estaba algo preocupada por tanto misterio porque presentía que algo andaba mal.
Gracias a dios tampoco había visto casi a Inuyasha, solamente se habían encontrado dos veces en el desayuno y había tratado de comer lo más rápido posible para salir corriendo a su oficina.
- Kagome ¿vas a venir con nosotros? -dijo su madre cortando sus pensamientos
- ¿Ir a dónde?
- Pues al modisto, te dije ayer que habíamos concertado una cita y me dijiste que me no sabías si podrías venir pero que me lo dirías hoy.
- No entiendo a que vienen estas prisas, pero si ni siquiera conocemos a Rin
- Pues pronto la conocerás porque viene a finales de semana -dijo Sota entrado por la puerta.
- Eso es estupendo hijo al fin podremos conocer a la chica que va a hacerte sentar la cabeza.
-Bueno mamá eso ya es más difícil, porque no creo que sepa ni dónde la tiene -dijo Kagome sonriendo.
Sota comenzó a andar con las manos extendidas hacia ella
- ¿Cuanto tiempo hace que no te hago cosquillas Kagome…?
- Creo, que tengo que irme a la oficina ya -dijo Kagome corriendo hacia la puerta
- Kagome, creo que deberías hacer un hueco para lo del vestido, porque me caso a finales de mes -dijo Sota
- ¿Cómo? -dijo su madre sorprendida- Pero si dijiste que sería dentro de dos meses, Sota estás loco comprendo que tengas ganas de casarte pero tampoco hay que acelerar las cosas ¿o sí?
- Jajajajajj, no mamá no pienso hacerte abuela tan pronto no te preocupes, pero yo tengo que hacer un viaje a Venezuela a primeros del mes que viene de al menos tres meses y no quiero dejarla tanto tiempo, así es que lo mejor será casarnos antes y aprovechar el viaje como una larga luna de miel.
- ¡Qué romántico hijo!, bueno pues entonces intentaremos acelerar los preparativos, pero no sé si voy a poder realizar una boda decente en tan poco tiempo.
- No te preocupes mamá, preferimos que sea una boda íntima para la familia y amigos más allegados.
- ¿Pero que dices?, mi hijo sólo se casa una vez y por tanto solo llevará lo mejor.
- Está bien mamá haz lo que puedas seguro que quedará fantástica -dijo Sota pero su voz ya no sonaba tan divertida.
Kagome se quedó en la puerta mirándolo, algo raro ocurría pero por más que le daba vueltas no imaginaba que podía ser, esperaría a conocer a Rin y ya se aventuraría a hacer conjeturas después.
- ¿Está bien mamá a que hora es la cita con el modisto? -dijo desde la entrada de la casa
- A las 11 -dijo su madre-, que ya estaba apuntando miles de cosas en su agenda.
- Está bien entonces intentaré hacer un hueco para esa hora -dijo Kagome mientras salía pero ya nadie le hacía el menor caso.
A eso de las 12 estaba ya realmente cansada de ver vestidos de todos los colores y escotes diferentes, estaba probándose uno verde esmeralda en esos momentos, la verdad es que el vestido era realmente precioso pero a ella el que realmente le gustaba era uno negro con un ribete color plata que iba por todo el escote, y este realmente era de vértigo la espalda quedaba totalmente al aire y por la parte de delante se abría hasta casi la cintura con solamente dos trozos de tela en sitios estratégicos para enseñar sin parecer vulgar, lo miró por quinta vez pero no caería en la tentación de comprarlo, pensó Kagome, para quién se iba a poner ella esa prenda.
- El verde te sienta de maravilla Kagome pero me encantaría verte con el negro- dijo una voz detrás de ella.
Se dio la vuelta lentamente, aunque no necesitaba volverse para saber quien era, conocía muy bien esa voz y sin duda era Inuyasha.
- ¿Qué haces tú aquí?-dijo Kagome
- Pues he venido por tu madre, tenía que pasar por el centro y ella me pidió que me pasara a recoger los papeles de la separación de bienes para llevársela a vuestro abogado mientras ella hacia otros recados.
- Ah, pues te has equivocado de puerta mi madre está en la sala de al lado.
- Ya he estado con tu madre, pero ella me comentó que estabas aquí y pasé a saludarte.
- Pues me doy por saludada, ¿ahora podrías irte para que pueda cambiarme? porque tengo que irme a la oficina.
- ¿Porqué me esquivas últimamente Kagome? -dijo Inuyasha atrayéndola hacia él-, en cuanto entro a una habitación sales despavorida, ya me resulta francamente fastidioso, parece que tengo la peste.
- No sé de que hablas -dijo Kagome dando varios pasos hacia atrás hasta que se topó con la pared-, simplemente es que estoy muy ocupada y no estoy mucho rato en ningún sitio.
- Está bien Kagome si tú lo dices….
Inuyasha caminó hasta la puerta y la abrió pero antes de salir se volvió
- Kagome lo dije de verdad el vestido negro está hecho para ti, sencillez y lujuria unidos entre sí -dijo antes de cerrar la puerta.
No lo compraré, pensó Kagome, jamás le daría esa satisfacción a ese arrogante, pero se sorprendió a sí misma comprándolo.

 

Re: Su mejor amigo

ya estoy harta pongo contis para q nadie las leea ToT

 

Re: Su mejor amigo

vale as lo dedico a vosotras kagome--1554 y Darka_loka

Capítulo 3​

Realmente Rin era un encanto, morena, con ojos color miel y un bonito cuerpo, delicada pero con expresión decidida y parecía muy segura de sí misma le cayó bien en cuanto la conoció. Era huérfana y por tanto había tenido que arreglárselas por sí misma desde muy pequeña y tenía mucho dinero bastante más que su familia así es que no sabía porque seguía teniendo esa sensación que le decía que algo no funcionaba en esa relación, sobre todo cuando los vio juntos parecían hechos el uno para el otro y cuando Rin miraba a su hermano lo decía todo con la mirada; Seguramente me estaré volviendo una neurótica con la edad pensó Kagome.
- Queremos hablar contigo Kagome- dijo Sota- verás como Rin es huérfana y no tiene familia hemos pensado en que sea Inuyasha el padrino ¿te gustaría ser tú la madrina?
- ¿Cómo? -dijo Kagome atragantándose con el refresco que estaba tomándose
Lo único que me hace falta estar todo el día pegada a Inuyasha, si ya me es difícil estar con él mas de cinco minutos pensó.
- Así seríais una pareja más uniforme que si ponemos a Inuyasha y a mamá, venga Kagome di que sí, dijo Sota poniéndose zalamero como siempre que le pedía algo que Kagome no quería concederle.
- Está bien Sota si mamá está de acuerdo…por mí no hay problema
- Estupendo ya he hablado con ella y también ha pensado que es lo mejor dadas las circunstancias.
El tiempo pasaba rápidamente entre el barullo de la boda pero había conseguido hablar más veces con su futura cuñada que con su hermano y se habían hecho verdaderas amigas, habían ido a comer y de compras juntas, se habían contado muchas cosas, entre ellas como había conocido a su hermano, se le iluminaba la cara cada vez que hablaba de él no podía negar que lo amaba, lo transmitía cada poro de su piel, pero cuando estaban juntos no daban muestras de cariño, Kagome se había fijado bien y Sota jamás le daba la mano, ni tan siquiera un beso fugaz.
- Así es que estabais aquí -dijo Sota- andando por las mesas de la terraza en la que estaban Rin y ella charlando.
- Hombre pero si es el hombre ocupado que se ha dignado a deleitarnos con su presencia- dijo Kagome
Sota se acercó hasta Kagome y le dio un beso en la frente e iba a sentarse en un silla cuando vio la expresión de sorpresa de su hermana y entonces se volvió y besó delicadamente en los labios a Rin, Kagome se fijo en la cara de Rin parecía extrañamente nerviosa y se había puesto colorada, quizá es que no le gustan las muestras de cariño en público pensó Kagome.

Estaba mortalmente aburrida mirando como se divertían los demás miembros de la fiesta que su madre había organizado como despedida de solteros y anuncio de compromiso ya que había muy poco tiempo para celebrar dos. Llenó su copa con más champán y se dirigió hacia el ángulo opuesto del jardín en la que se había habilitado la carpa para la orquesta y el baile, porque allí se encontraba Inuyasha con su asistente que más bien parecía una modelo de portada, con su vestido ceñido y su larga cabellera roja balanceándose sobre los hombros de él mientras bailaban y no habían parado de hacerlo desde que llegaron.
Kagome se movió entre la gente saludando con una sonrisa hasta que consiguió llegar hasta el extremo más alejado y oscuro del jardín.
- ¿Te he dicho ya que eres la más bonita de la fiesta?- dijo Inuyasha mientras salía de entre los árboles que tapaban su figura.
Pero a ella no lo hacía falta verlo se había aprendido de memoria cada plano de su cuerpo mientras sonría y bailaba durante toda la noche, llevaba traje negro, camisa blanca inmaculada y el pelo engominado. Deseaba meter sus manos por su cabello y desordenárselo para que cayera en ondas como siempre pero aún tan formal seguía pareciendo un felino salvaje e indomable.
Kagome cortó sus pensamientos y alzó la copa para beber.
- ¿Ah pero me has visto? pensé que ni siquiera te habías dado cuenta de que estaba.
- Celosa estás aún más guapa Kagome, le da un toque de picardía a tu inocencia.
- Yo no soy inocente -dijo Kagome mirándolo furiosa.
- ¿Ah no?, pues entonces tal vez esté perdiendo el tiempo siendo tan prudente contigo.
- Ya sabes a lo que me refiero Inuyasha, ¿porque a todo lo que digo que das un giro sexual? no sé porque has de hacerme creer que me deseas ¿a qué estás jugando?
- Kagome mi deseo por ti es fácilmente comprobable -dijo empujándola hacia él acercándola lo más íntimamente posible introduciendo una de sus piernas entre su vestido de noche, Kagome notó al instante el bulto que oprimía sus pantalones y la envolvía en calor aún con la ropa puesta.
- Ya ves Kagome que mi deseo no se puede ocultar así es que la cuestión es ¿Me deseas tú?

 

Re: Su mejor amigo

se que es cortita pero es q la siguient ya es el capi 4 osea la boda

Kagome se sentía realmente sofocada mientras notaba cada músculo de su cuerpo moldeando sus curvas.
- Deberías mirarte más al espejo Kagome, tienes un pelo cobrizo realmente hermoso -dijo mientras cogía mechones de su pelo suelto entre sus dedos, tus ojos verdes parecen lagunas tranquilas y sosegadas hasta que te pones furiosa entonces saltan chispas doradas en ellos y tu cuerpo es lo más hermoso que visto en toda mi vida y sé de lo que hablo.
Kagome agradeció la oscuridad porque estaba segura que no había un lugar en su cuerpo que no fuera de color rojo en esos momentos, le empujó hacia atrás soltándose de su abrazo.
- Pues mira mi pelo es más bien castaño claro mis ojos son solo verdes y mi cuerpo es de lo más normal así es que ya puedes ir echándole el ojo a otra incauta que te escuche porque yo soy inmune a tus encantos y además es realmente poco caballeroso que me recuerdes la única vez que me has visto desnuda y no por mi voluntad.
-¿De verdad eres inmune a mis encantos? Déjame decirte que no estoy de acuerdo contigo ¿quieres que te lo demuestre?
Kagome se levantó el vestido para así poder andar más deprisa y prácticamente corrió por el jardín mientras le decía
- No gracias guárdalos para quien los quiera como Kikyo por ejemplo
Hasta ella llegaron los sonidos de una carcajada profunda que rompía el silencio de esa parte del jardín.

2 posts y pongo mañana la conti

 

Re: Su mejor amigo

Capítulo 4
Su madre andaba por toda la casa hecha un flan, su padre se acercó a ella y la sujetó por los brazos.
- Tranquilízate Cariño parece que la que te casas eres tú
- Gracias a dios no, ya tengo bastante contigo - dijo abrazándolo por la cintura
Kagome los miraba desde la puerta de su habitación las muestras de cariño entre ellos eran evidentes siempre estaban abrazándose y besándose a pesar de la edad que tenían y que llevaban más de 30 años juntos. Siempre le estaban diciendo que tenía ya 28 años y que tenía que encontrar una pareja estable, si ella encontrara un amor como el de sus padres no lo dejaría marchar, pero hasta ahora solo había encontrado hombres que bien querían compartir su dinero o su cama.
En ese momento salía su hermano de su habitación estaba ya vestido para la ceremonia, de frac estaba guapísimo, llevaba corbata y chaleco gris de brocado, y el pelo rubio ceniza le colgaba lacio un poco por encima de los hombros.
- Podrías abrocharme los gemelos -dijo dirigiéndose hacia su madre-, creo que estoy algo nervioso y no hay manera de cerrarlos.
Su madre lo miró y parecía realmente emocionada mientras se los abrochaba y le arreglaba un poco la corbata
- Estás guapísimo, hijo me has hecho muy feliz con esta boda Rin es verdaderamente encantadora y se nota que esta muy enamorada de ti.
Sota se quedó tenso por un minuto y luego abrazó a su madre y le dio las gracias por todo lo que había hecho.
- No tienes que darme las gracias ha sido un placer organizar vuestra boda estoy segura de que seréis muy felices
Kagome salió al pasillo
- Creo que deberíamos irnos ya si queremos llegar a tiempo ya sabes que llegar tarde solo es privilegio de la novia.
Sus padres y su hermano se volvieron hacia ella.
- Madre mía…-dijo Sota- creo que vamos a tener que pedir aire extra para que no se desmayen los invitados al verte.
Kagome bajó la vista sabía que estaba guapa, llevaba un moño suelto recogido artísticamente para que una nube de vaporosos rizos bajaran por su espalda los ojos parecían más intensos que nunca y el vestido se amoldaba como una segunda piel a su cuerpo y eso que llevaba un chal de seda color marfil para tapar el escote porque a última hora le había dado un ataque de timidez.
Su hermano le ofreció su brazo y ambos bajaron por las escaleras; para cuando llegaron a la Iglesia había mucha gente esperando aunque por supuesto no estaba ni la novia ni el padrino que llegaron 15 minutos más tarde, Rin bajó del coche parecía un hada del brazo de un apuesto príncipe, Sota tomó del brazo a Kagome y Inuyasha a la novia y comenzaron a andar por la alfombra roja hasta llegar a la catedral donde ya resonaban las notas del Ángelus.
La ceremonia había sido muy emotiva o por lo menos lo había sido para su madre que no había dejado de llorar pensaba Kagome mientras bailaba con su padre la música dejó de sonar y alguien cogió del brazo a su padre
- Cambio de pareja
- Por supuesto, los padrinos aún no han bailado juntos y es la tradición -dijo su padre dejándolos solos.
Inuyasha la estrechó contra su cuerpo invadiendo todos sus sentidos, Kagome bajo la cabeza para no mirarlo pero aún fue peor porque así su cabeza se apoyaba a la altura de su pecho e inhalaba su esencia sutil y poderosa una mezcla de perfume de sándalo, whisky y ese olor que no le abandonaba nunca.
El sonido de la música la relajaba mientras se mecía lentamente a su ritmo tanto que ni se dio cuenta de que la canción había terminado y seguía abrazada a él.
- La música ha parado -le murmuró Inuyasha junto al oído- y creo que los novios se marchan ya.
De inmediato se apartó huyendo de su contacto.
- Lo siento no me había dado cuenta, estoy algo cansada
- Pues no lo sientas, yo estaba muy a gusto…
- Voy a despedirme de ellos- dijo Kagome mientras andaba hasta la puerta
Las chicas se arremolinaban junto a las escalinatas esperando el ramo de novia, y Kagome se giró sobre sí misma para darse la vuelta hasta que hubiera terminado, pero no pudo, Inuyasha se había situado detrás de ella impidiéndole el paso, en ese momento lanzaba el ramo que cayó en su regazo sin poder evitarlo, empezaron a aplaudirle y felicitarla y deseó que la tragara la tierra.
- Ya sabes tú eres la próxima -dijo Inuyasha mirándola fijamente
- Esto no es más que una tradición tonta -dijo Kagome avanzando hasta los novios.
- Espero que seáis muy felices -dijo Kagome mientras los abrazaba y besaba
- Gracias preciosa -dijo Sota-, ahora tenemos que irnos o perderemos el avión pero no te preocupes en cuanto estemos instalados os llamaremos.
Salieron del hotel entre una lluvia de arroz y pétalos de rosas y se marcharon rápidamente en su deportivo.