Stories about Monokuro Boo

Stories about Monokuro Boo

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En esta discusión iremos colocando las miembros del grupo Monokuro Boo Fans los drabbles que hemos realizado, tanto en los concursos del grupo como en las actividades. Cada 4-5-6 días una de nosotras dejará una historia, esperamos que os gusten :)

Aquí les dejo el primer cuento. Este lo presenté yo misma al Concurso de Drabbles en los inicios del grupo, hace ya como un año <modo_añoranza_off>




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[PRIMERA HISTORIA]
WHITY & DARKY
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-Uno, dos, tres monokuros, cuatro, cinco, seis monokuros…

Selene miró tranquila cómo Lis saltaba. A ambos extremos de la cuerda había un diminuto cerdito, el de la derecha blanco y el de la izquierda negro. Tenían tomada la comba por el morrito y la movían saltando alegremente al compás de la canción de la niña.

-¡La limonada ya está lista, cariño!- gritó desde la ventana, para ver cómo segundos más tarde su hija llegaba corriendo con dos monokuros encima de su cabeza.

-¡Menos mal, mamá, hace un calor horrible!

Selene sonrió mientras Lis se bebía todo de un trago y los monokuros la miraban con súplica.

-Sí, ya sé, no penséis que me olvido de vosotros- les contestó a la muda pregunta, depositando un cuenco en el suelo con limonada sobre el cual se abalanzaron. Ciertamente, aquella temperatura era insoportable...

-Cielo, será mejor que juguéis dentro de casa hasta que deje de hacer tanto calor, ¿no querrás convertir a Whity y a Darky en mantequilla, no?

-Esta bien, mami.

Lis se retiró, seguida de ambos cerditos y Selene se quedó pensativa.

La vida se había vuelto mucho más alegre desde que comenzaron a mutar algunos animales. En los casos de los leones, cocodrilos y ballenas la mutación conllevó muchos problemas. Parecía que la naturaleza se había empeñado en darles más fuerza, rapidez, velocidad y grandes colmillos para acabar con los humanos. Fueron dos años de terribles luchas y muchas muertes, hasta que exterminaron todas las mutaciones y restablecieron su línea de ADN para que no pudiese volver a suceder.

Pero en el caso de las palomas, se convirtieron en poderosas y grandiosas aves que habían llegado a sustituir a los aviones en transporte aéreo. Los gatos se convirtieron en grandes felinos dotados de una inteligencia descomunal y se les cedió el deber de proteger a la personas.

Y por último los cerditos, que mutaron a unos seres más pequeñitos, de color negro o blanco y se pasaban la vida jugando con los niños. Con ellos dejaron de lado las consolas, los videojuegos y pasaran a reunirse tardes enteras en los parques para hacer carreras de monokuros los chicos y disfrazarlos las chicas.

Selene sonrió. Benditos cerditos, qué paciencia tenían…

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Gracias por leer y no dudes en enviar tu petición si leyendo comienzas a adorar a estos bichitos! xD</modo_añoranza_off>

 

Re: Stories about Monokuro Boo

Me alegro que te gustase ^.^ Es lo único aceptable que he escrito últimamente...y tampoco es que sea para tirar cohetes. Lo escribí para el concurso de drabbles de monokuros que no celebramos ¿se acuerdan?

ENCONTRAR UN MIRLO BLANCO​

Mirlo.​

(Del lat. merŭlus). m. Pájaro de unos 25 cm de largo. El macho es enteramente negro, con el pico amarillo, y la hembra de color pardo oscuro, con la pechuga algo rojiza, manchada de negro, y el pico igualmente pardo oscuro. Se alimenta de frutos, semillas e insectos, se domestica con facilidad y aprende a repetir sonidos.​

White cerró el diccionario que había estado utilizando casi desesperadamente. Estaba tan nervioso como un actor novato antes de una gran actuación, que se inquieta esperando su turno detrás del telón. Intentando tranquilizarse, reflexionó el cómo había comenzado todo.

Flash-Back

Estaba plácidamente hablando con sus compañeros, riendosé en las bromas, preocupandosé en los problemas ajenos y reflexionando con las nuevas noticias que los comentarios le traían. Era difinitivamente una charla animada, en la que White se sentía completamente integrado y feliz, hasta que surgió la maldita frase causante de todos sus males.

-Últimamente White está más distraído, ¿será que ha encontrado un mirlo blanco?

Notó como lo miraban con interés esperando una ingeniosa respuesta por su parte, pero sólo pudo decir que no entendía el significado de "encontrar un mirlo blanco".Para su asombro, todos los demás empezaron a reírse de él, como si hubiese dicho el chiste del año. Intentó por todos los medios, que le explicasen el significado, pero ellos solo celebran su "infantilismo" e "inocencia" y se reían más fuerte.

Fin Flash-Back

Angustiado se había largado para buscar el dichoso significado por todos los diccionarios de la casa, pero había fracasado éstrepitosamente aunque... afortunadamente para él, no había agotado todos sus recursos.

-Black, ¿qué significa "encontrar un mirlo blanco"?

Black se puso nervioso, miró al suelo y a pesar del color de su piel, se notoba que estaba sonrojado. Abrió la boca intentando decir algo pero como no le salió, volvió a cerrarla. Durante una décima de segundo levantó la vista y se encontró con la mirada curiosa de White.Su adorado White. Y aunque no sabía cómo, supo que tenía que reunir fuerzas para saciar la curiosidad del cerdito.

-Encontrar un mirlo blanco significa que...¿cómo explicartelo?... encontrar a alguien... sin defectos...que sólo ves sus cualidades... y te ciegas hasta el punto de ignorar todos sus defectos e idealizarlo.

-¿Cómo un fan que se obsesiona con un actor?

-No, es mucho más intenso que eso. Es un enamoramiento tan profundo e incondicional, que no te importa las dificultades que tengas que pasar o los problemas que te pueda dar. En definitiva, es lo que yo siento por ti.

White se quedó paralizado durante un segundo, confuso por la declaración, pero después su cara se iluminó con una gran sonrisa y besando pícaramente en la mejilla a un nervioso Black, le dijo al oído:

-Entonces, ¿yo soy tu mirlo blanco?



Pd: Aunque parezca increible está dentro del límite de palabras permitidas.
Repd: Nomino a Sandritah para que publique algo suyo ^.^

 

Re: Stories about Monokuro Boo

Por fin había llegado la fecha tan añorada. Hacía ya unas cuantas semanas que había decidido cómo realizar mi encuentro con mi amado White. Las horas habían pasado muy lentamente y me había ido volviendo loca poco a poco, confundiendo a veces la realidad con los sueños y viceversa, pero hoy por fin le veré. He puesto toda mi alma para conseguir lo esperado, para preparar el chocolate que le entregaría. Conseguí un mantel estupendo y preparé con amor la comida que degustaría sobre el prado.

Se iba acercando la hora y me fui preparando. Elegí para esta ocasión su vestido favorito, con el final desigual y negro, como mi piel. Me maquillé suavemente mis parpados de un pálido blanco, y mis labios de un llamativo rojo, tenía la intención de resultarle lo más atractiva posible en nuestro encuentro.

Recogí todas las cosas y me dirigí rumbo a la entrada al cementerio, uno de los lugares más atractivos en estos nefastos tiempos. Las tumbas reposaban silenciosas, y el viento pasaba entre ellas llorando las desgracias de sus portadores. Los árboles descansaban inmóviles, tranquilos, presenciando el dolor de las almas atormentadas por no seguir viviendo.

Una sonrisa salió feliz en mis labios, contagiando a mis ojos y haciendo saltar a mi palpitante corazón. Él ya estaba tan cerca que podía sentirlo, notaba como mis mejillas normalmente pálidas volvían a adquirir un color rojizo, emocionadas por nuestro reencuentro. Y ya estaba delante de él, con mi vestido negro y mi corazón acelerado por nuestro reencuentro.

De la cesta de la comida saqué la botella de vino. Era rojo, como la sangre que derramó mi amado en su accidente de coche. Las imágenes ya no eran dañinas para mí, no volverían a surtir el mismo efecto, no ahora que me iba a reunir con él.
Me arrodillé junto a su tumba de marfil. Involuntariamente mi mano negra pasó por su reluciente nombre blanco, era frío al tacto.

-Hoy por fin nos reuniremos, amor mío –susurré al viento.

De los pliegues de mi vestido extraje una pequeña botella, pero lo suficientemente letal como para acabar con más de una de mis patéticas vidas. La miré, el líquido era gris, como la unión que se formaría con la fusión de los cuerpos de un monokuro de cada clase. Sin vacilar lo llevé a mis labios y me tragué su contenido. Pude sentir como el líquido bajaba por mi garganta, ya no había vuelta atrás…

-Y esta vez estaremos juntos –le dije al cielo-, para siempre.

Se me fueron cerrando los ojos, poco a poco, sin prisa. No había dolor, nada más estaba presente. Ya nunca me podría arrepentir. Un te quiero nació en mi mente, pero mis labios fríos nunca lo dirán.