Explícito de Pokémon - Spies

Tema en 'Hall de la fama' iniciado por Jetto, 27 Marzo 2017.

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    J.Nathan Spears

    J.Nathan Spears Adicto Comentarista Top

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    ¡Y apareció la hermanita de Clemont al fin! O__o. Wow. Esta historia está cada vez más alocada y enrevesada o_oU

    May tiene un problema mental serio n_nU. Si bien no necesariamente ella fue la que parió a tantos niños, su mente realmente está retorcida como la cola de un Spoink. Dawn fue muy inteligente al inventarse que tanto ella como su esposo murieron huyendo de los Rocket. No sé si esté en lo correcto... pero creo que a ella le cambiaron los niños que parió, con el motivo de hacer algún seguimiento sicológico experimental. A ver cuánto resistía su mente...

    Seh, suena descabellado, pero los Rocket son capaces de TODO e_é

    De momento, la historia avanza muy calmada... ya quisiera ver qué otras cosas suceden... y espero no confundirme de nuevo xD.

    Y vaya si te gustan las cosas "tristes", por lo que leí en tu comentario de autor... ¿Le da más realismo?

    Nos vemos en otra xD
     
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    Jetto

    Jetto Latin groovin'

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    A Map of your Head




    Podía escucharlo.

    Fuertemente, con toda la claridad del mundo. Al menos en su cabeza.

    Un sujeto cantando frases generalmente sin sentido, recitando la desgracia de la existencia humana y lo inútiles que somos en el planeta. Más bien, cantaba para darnos cuenta de que todos deberíamos morir. Y de acompañamiento, una guitarra totalmente fuera de ritmo con lo que el sujeto cantaba. Como si alguien hubiese escrito la canción más feliz del mundo y le puso la letra más nihilista-pesimista de la historia.

    Todo quizá pasaba en su cabeza, pero no tenía idea de por qué embonaba tan bien con la situación:

    Estaban Eureka (Con un curita en la mejilla), Drew, Ash y ella sentados en una mesa redonda demasiado pequeña con una taza de té frente a cada uno. Un juego de té bonito, estilo victoriano, blanco y adornado con flores rosas. El té era de un color entre rojo y naranja, muy apetecible. Cada taza tenía su respectivo platito con su respectiva cucharita y al centro había un platito con galletitas y otro con cubitos de azúcar. ¿De dónde habían conseguido azúcar y harina para galletas?

    ¿Qué hacían allí, en esa situación, con ese silencio incómodo y con esa canción en su cabeza?

    Quisiera saberlo.

    Un reloj tras ellos hacía su característico sonido, marcando el compás de la canción en su cabeza y rellenando los espacios donde debería haber una charla. Si no fuera por todo lo que había pasado en el último piso del edificio, incluso parecería que estaban teniendo la fiesta de té más afeminada y fuera de lugar de la historia.

    ―… Esto es incómodo. ― Dijo Eureka.

    ―… Sí. ― Concordó Drew.

    ―… Mucho. ― Añadió Ash.

    Y ella, en lugar de comentar algo, solo tomó una galleta y bebió té.

    Estaba rico.




    Como es 'tradición mía, cuando el siguiente capítulo es muy corto, lo traigo a la semana porque no vale la pena esperar dos semanas. Además, este capítulo surge de la misma manera que surgió el piloto de Spies en su momento, aunque ya con la historia muy trabajada y varios meses de progreso. A Map of your Head es, a mi gusto, la canción de Max. ¿Conocen alguna serie que siempre que aparece algún personaje, suena una canción? Se me viene a la mente mucho Rewrite. Yo leí la novela antes de que saliera el anime, y recuerdo muy bien que aparecían Anthurium para Akane o Carnation para Shizuru, o en la increíble historia de Kara no Shoujo de Innocent Grey, con Liliac para Yukari. Bueno, con algunos personajes tengo esas sensaciones también, aunque en Spies solo me pasa con dos. Max, justamente, con A Map of your Head y con otro personaje que aún no conocen, con Deference for Darkness, una canción que forma parte del OST de Halo 3: ODST.

    En fin, solo es eso por hoy.

    Es solo que para esa escena, el final quedaba muy simple y sin muchas consecuencias. Mi intención es que los personajes se den cuenta de lo que pierden, por eso pasó de Feliz a "Feliz". Eso, y sobre lo otro... soy más un dramaturgo que un comediante (En lo que escribo. En mi día a día puedo ser bastante savage), y al mismo tiempo no me gusta hacer sufrir mucho a mis personajes. Si los hago sufrir, yo les hago ver la manera de salir adelante (Como fue en el primer arco acá).

    El único personaje al que recuerdo haber hecho sufrir mucho es a la protagonista de la historia que tengo en mi firma, "Slice of Life". Básicamente, le quité a su padre, luego la mudé a otro país, luego le dí amigos y le quité uno por necesidad y otro en malos términos. Luego le presenté a otro amigo que, curiosamente, nunca quiso amistad con ella, así que solo se fue a la menor oportunidad. Le dí otros 3 amigos y bullying al mismo tiempo... Entonces le quité a su hermanita, por la pérdida de su hermanita casi también cae su madre, uno de sus amigos desaparece y, finalmente, nuevamente la mando a otro país, dejando a su novio atrás. Esa niña, Hikari, casualmente, pasa por muchas cosas y al final termina siendo la misma persona. Es un ejemplo que uso en esa pequeña novela para demostrar que los cambios que uno sufre, físicos o mentales, no siempre se pueden ver, y no siempre se demuestran.

    Bueno, sin nada más que añadir, espero tengan un excelente fin de semana e inicio de vacaciones (Me parece).

    Como siempre, muchísimas gracias por la oportunidad. Gracias por leer!

    Later.
    [/Spioler]
     
    Última edición: 21 Julio 2018
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    J.Nathan Spears

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    No sé por qué me dio por poner el sellito de "Gracioso". Leí tanto el mini-episodio como tu comentario posterior... ninguna de las dos cosas es particularmente divertida. La idea de imaginar una rola específica para cada personaje favorito que tengas, me parece algo increíblemente interesante. Lo que es yo, imagino canciones para una o dos batallas Pokémon, tipo AMV. Aún recuerdo cuando vi uno con la canción "Happy?" de Mudvayne, y era sobre la "rivalidad" que tuvieron el Chimchar que era de Paul y el Turtwig de Ash. Y eso fue antes de que se estrenasen los episodios en donde Paul abandona a Chimchar... (ay, y luego pensar en cómo desembocaría el destino de esos dos Pokémon, con Torterra siendo un jodido "jobber" e Infernape tratado como todo un superhéroe... mejor no me pongo a reclamar porque me descarrilo...)

    Pero bueno, ya veo que eres bien dramaturgo para tus relatos. Yo definitivamente NO lo soy. El drama no lo manejo bien... y tanto estar expuesto a telenovelas (mis padres son demasiado fans de esas mierdas) me tiene re podrido con eso.

    En fin, ahora a esperar todo lo que se venga... me gustó ver esa reunión tan interesante entre esos cuatro personajillos xD. Pensé que Eureka iba a hacer algo más luego de su aparición lanzando el cuchillo a Ash xD.

    Nos vemos en otra...
     
  4.  
    Jetto

    Jetto Latin groovin'

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    XXV



    Días después, las cosas se habían calmado de nuevo entre los 4. Eureka y Ash pasaban una parte decente de su tiempo juntos, tratando de recuperar todo lo que se perdieron del otro luego del ataque. Al menos de parte de Ash, Dawn sabía que lo hacía para asegurarse de qué es lo que había sucedido, referente al tema del anterior líder del lugar.

    A ella misma le gustaría estar en esas charlas, porque ella conocía igual algunas irregularidades que se presentaban si Eureka vivía. Una que ella conocía, y que quizá Ash no ―aún―, era sobre la historia que algún día Annette le dijo, de cuando liberaron a casi todos los miembros actuales de esa microsociedad.

    Si recordaba bien, dijo que hubo un ‘drama’ de por medio en ese día, que fue lo que terminó logrando que Eureka estuviera viviendo con ellos. Y tenía que ver directamente con el antiguo líder de ese lugar. Así mismo, ese líder aún desconocido había estado luchando por encontrar a alguien, y tenía el trato que tenía con todas las jóvenes por un error que cometió durante el ataque, que lo llevó a perder a dos personas― mujeres, muy importantes para él.

    Si juntaba los hilos, quedaba una teoría que afirmaba que Eureka era una de esas dos mujeres, y que era la causa de la lucha del antiguo líder. Lo que dejaba un ‘lugar’ abierto para otra persona más que compartió importancia con Eureka. Y las únicas personas que podían llenar ese perfil eran Ash y su difunto compañero de viajes, Citron. Por supuesto, Citron no podía ser el dichoso líder por mucho que encajara en todo el asunto de los inventos y porque la otra persona sería Serena, quien estuvo con Eureka y Ash el día del ataque. Encajaba muy bien, de hecho, pero Citron había muerto ese mismo día. Los dos sobrevivientes de Paleta fueron Eureka, que fue entrenada, y Ash, que fue mandado a Portual unos días luego de recuperarse de la extirpación forzada de su riñón.

    Entonces, ¿quién era la persona que había sobrevivido también? Si el drama que le comentaron un día estaba ligado a Eureka, y el líder estaba buscando a alguien, ¿no quería decir que Eureka era a quien ese líder buscaba? ¿O era que alguien más sobrevivió al ataque en Paleta? Pero no había nadie más con relación hacia Eureka aparte de Ash y sus compañeros de viaje de Kalos, y los dos sobrevivientes eran ellos dos…

    Había algo perdido. Sabía que Ash lo estaba buscando a su propia manera. Que resultaba ser mediante una sesión de entrenamiento, aparentemente.

    Ash no estaba en la misma forma que cuando tenía 23 años, pero seguía siendo muy hábil, y prueba de ello radica en la tierna mejilla de Eureka, bajo un curita.

    ¿Y ella?

    Bueno, había encontrado la biblioteca en el sexto piso, así que pasaba algún rato allí poniéndose al corriente con todo lo que había pasado desde el punto de vista del Team Rocket. A veces jugaba con Nana ―que a pesar de su falta de palabras era totalmente imposible no enamorarse de ella― y otras veces simplemente se dormía.

    Ya se había planteado en hacer alguna actividad, pero no le habían asignado nada, porque todo ya estaba distribuido. Pensó en salir a entrenar junto a su compañero y Eureka, pero esos dos estaban en un nivel totalmente diferente al de ella. Dawn solo era rápida cuando ejercía de mensajera, y perdió esa condición física cuando cambió de trabajo. Y el único método que tenía para defenderse era lanzando cuchillos, lo que era la especialidad de Eureka. Para la rubia, entrenar con Dawn sería solamente el calentamiento o el repaso de los básicos. Y Dawn era muy orgullosa para entrenar sabiendo lo poco que significaba su compañía. Se sentía inútil, de por sí, con solo saber lo mal que estaba.

    Por eso buscaba alguna actividad extra. Algo que le fuera útil tanto a ella como a Ash. Se dio cuenta, riendo con algo de bochorno, que buscaba la manera de complementar a su compañero, justo lo que una pareja de casados busca. Aunque para su mala suerte nada parecía llegarle a la mente.

    “Iré a platicar con Melany un rato…”, se dijo al final, levantándose de su cama y bajando varios pisos hasta el mostrador del médico y ama de llaves.

    Al llegar, la vio platicando con un joven de cabello oscuro, en la típica coleta de caballo. Sería unos años más joven que ella y estaba en buena forma física.

    Melany la vio y la saludó, indicándole que se acercara, a lo que obedeció.

    ― ¿Se te ofrecía algo? ― Le preguntó con su elegante sonrisa.

    ― No, pensé en pasar a saludar. ― Fue lo que dijo. Sintió la mirada del tercer miembro sobre ella y volteó a confirmar eso. El joven miró hacia otro lado inmediatamente, que logró arrancarles una sonrisa a ambas féminas.

    ― Permítanme presentarlos. ― Tomó la palabra nuevamente la recepcionista. ― Dawn, él es Max. Max, Dawn.

    “¿Es el hermano de May?”, pensó Dawn, tratando de verlo al rostro para encontrar algún rasgo propio de ambos. No fue difícil porque el joven, Max, regresaba su mirada hacia ella lentamente, con una mueca de sorpresa bien pintada, con algunos toques de sospecha.

    Notó Dawn que compartían en general la forma de la cara y el ceño. Sus ojos, cabellos y nariz eran diferentes, pero podía asegurar que sí era hermano de May. Recordaba de charlas con Ash, Brock y la misma May que él usaba gafas por astigmatismo, lo que en primer lugar la confundió un poco al no verlas, pero pronto las encontró colgadas del cuello de la playera blanca que usaba.

    Le sonrió entonces, ya que estaban frente a frente, aunque le sacaba una cabeza de estatura.

    ― Encantada. Debes ser el hermano de May, ¿cierto? ― Le extendió la mano entonces. ― Es una lástima que vengamos a conocernos quince años después…

    ― Sí… ― Respondió él. Su voz era profunda, pero agradable. Algo vivaz. Sin duda, ya no era un niño. “Es una lástima que May no pueda verte…” Pensó con algo de amargura. Max entonces tomó su mano. ― Si conoces a mi hermana, supongo que sí eres Dawn Berlitz.

    Ante eso solo asintió. Max susurró un “Ya veo…” tratando de convencerse de algo, aparentemente. Dawn notó que no le soltaba la mano, así que la retiró un poco para darle a entender eso, y Max lo entendió de inmediato, soltándole abruptamente y mirando hacia otro lado, soltando una disculpa en el camino.

    Melany la miró y ella le regresó la mirada. En primera instancia, parecía que le gustaba, a lo que ambas ahogaron una risilla cómplice. Era tierno para ambas, principalmente para Melany que tenía años de conocerlo.

    ― Dime, Dawn, ― Tomó la palabra Melany para ayudar un poco al único varón en la recepción. ― ¿ya te estás acostumbrando a lugar?

    ― Sí, pero no sé qué hacer con tanto tiempo libre. ― Sonrió difícilmente. ― Me paso el día leyendo o dormida. Me gustaría hacer algo más físico.

    ― Pues… ― Canturreó la recepcionista, mirando a Max. Él sintió la mirada de la recepcionista y sintió su estómago hacerse pequeño. Voltear a verla y encontrar su mirada malvada no le ayudó en los más mínimo. ― Aquí Max es el instructor de supervivencia de todos nosotros. Todo lo que sabemos lo aprendimos de él.

    Dawn nuevamente recordó a Annette y la historia que le contó. Entonces, a la persona que habían enviado para entrenar a los Elites del fuerte era a Max. “El mundo sigue siendo un pañuelo…”, pensó.

    ― Entonces, ¿fuiste tú quien entrenó a Ann? ― Le preguntó ahora a él. Max quería meterse bajo una piedra. No entendía por qué se sentía tan nervioso y tan consiente de todo cuando Dawn lo miraba. Era vergonzoso que sintiera de pronto mucho calor y algo de sudor recorrer su cuello. Afuera hacían como 15 grados, ¿cómo era posible?

    ― Eh… S-sí. Annette Martin… Muy buena siguiendo pistas y encontrando agua… ― Balbuceó rápidamente. Nuevamente, Dawn y Melany ahogaron una risa. ― También es muy buena localizando bayas.

    A Dawn eso le paró la risa en seco. Recordó esa noche en el bosque, cuando, de no ser por el Team Rocket, ellos habrían muerto porque no pudo encontrar una baya que Ash necesitaba.

    ―… ¿Crees poder entrenarme a mí? ― Le preguntó entonces, totalmente seria. Max lo notó, y solo pudo ladear su rostro, confundido por el súbito cambio de comportamiento. Eso igualmente lo tranquilizó un poco y pudo pensar con más claridad al fin.

    Max accedió sin entender del todo luego de eso, y le dijo que podrían empezar al día siguiente. Aparentemente, fue su turno de ir al lago de Malvalona a revisar el agua. Le sorprendió que él pudiera ir solo cuando ella sabía que mandaban a grupos de tres personas. Más le sorprendió al darse cuenta que ya había pasado un mes, al menos. No tenía sentido que fueran de manera semanal, pues igual era un camino algo largo como para ir tan seguidamente.

    Durante la tarde, Ash se reunió con ella en su habitación (De Ash) luego de ducharse, y ella le comentó que se había encontrado a Max. Dawn sonreía al ver los gestos de sorpresa que se le marcaban en la cara al describir un poco de cómo era Max. Claro, su compañero lo había conocido cuando aún no tenía ni edad para entrenar, pero era de cualquier manera sorprendente.

    Le comentó así mismo que él era el instructor general de supervivencia y que estaría aprendiendo de él un rato durante las mañanas, a lo que el azabache aprovecharía para acompañarla y saludar a Max luego de tantos años. Le comentó con algo de tristeza que Max le había pedido muchos años atrás que se enfrentaran a una batalla cuando volvieran a verse.

    Y sin más novedades, ambos siguieron su día platicando y deambulando juntos, yendo a jugar un rato con los niños y comiendo, antes de recostarse y dormir. Dawn ya había regresado la llave de su habitación a Melany, pues no la usaba. Tan solo movió sus cosas a la habitación de Ash y al paso de los días se dio cuenta que muchas mujeres igual dormían en los pisos pares, contrario a lo que se les había comentado al principio.

    Así pues, al día siguiente ambos fueron a la parte trasera del edificio, donde Max supuestamente los esperaría. Luego de media hora allí, no obstante, el joven aún no aparecía. Ash se disculpó con ella y le pidió que lo saludara, pues su hora de entrenar con Eureka estaba por empezar y tampoco quería llegar tarde.

    Unos diez minutos luego de eso Max llegó, disculpándose por tardar. Aparentemente se quedó dormido, pues hacía mucho que no entrenaba a nadie desde cero.

    Y, con Ash en la zona este entrenando con Eureka y Dawn aprendiendo de Max en la norte, las horas se convirtieron en días. Los días en semanas y las semanas en meses.

    Los pequeños cambios en ambos no pasaban desapercibidos. Ash regresaba a su vieja forma y Dawn se estaba convirtiendo en una experta superviviente. Sorprendía muy frecuentemente a Max con sus ingeniosos métodos y sus rápidas respuestas con fundamento científico. Eureka comenzó a asustarse, asimismo, dado que el nivel de combate de Ash era tal que la llevaba al cansancio. Ningún Elite entrenado tenía la perseverancia ni la resistencia de él, incluso cuando ninguno de los dos se lanzaba con todo su potencial para intentar encontrar sus propios límites. Se tenía que recordar muy frecuentemente que, después de todo, era de las personas más peligrosas mano a mano. Y se preguntó también si el resto de los reclutas destacados ―'Paladines', los llamaba el Team Rocket― tenían el nivel para hacerle frente. Porque entonces quizá solo un Paladín podría oponerle resistencia o incluso ganar a un Elite bien entrenado.

    A Drew esto no se le pasaba por alto y muchas veces trataba de encontrar más información de Dawn para asegurarse que ella no fuese una recluta de la misma manera que Ash lo fue. Para su tranquilidad, no era el caso. Como se lo dijo la vez que cruzaron palabras animadamente, ella tan solo fue una mensajera y una costurera, que muchas veces pudo morir.

    Lo que sí le llamó la atención, no obstante, fue cuando conectando contactos y moviendo papeles se encontró con un rostro extrañamente familiar. Una Espía de cabellos lacios negros y ojos cafés, que era aparentemente una niña igual de peculiar que los hijos de May. Esta niña estaba recibiendo entrenamiento en una zona muy alejada de la mancha habitable, al norte de Johto.

    Según su información, esta niña tenía una capacidad de deducción increíble. Logró deducir su ritmo de entrenamiento y el ritmo de los mayores por un año a ella, y se saltó ambos para adelantarse 3. A sus inciertos 7 u 8 años, esa niña tenía el mismo nivel que tuvo Eureka a sus 13, sobre el papel. Sin duda sería de las mayores amenazas a disposición del Team Rocket en cuanto terminara su entrenamiento. A ese paso, esa niña tendría las capacidades de Eureka para sus 14 o 15 años.

    Pero no le preocupaba en lo más mínimo. Al igual que no le preocupaba Ivory, la primera hija de May o Brendan, el quinto hijo. Esos dos en particular eran peligrosos, pero nunca se habían lanzado contra nadie. La niña de sus recientes informes le daba la misma sensación. Una pista fundamental estaba en los niños: Ivory y Brendan tenían prácticamente el rostro de May.

    La niña sin nombre de sus reportes tenía el rostro de Dawn.



    Originalmente, no incluía el término "Paladín" en esta etapa del fic. Pero me dí cuenta que apoya mucho el solo mencionarlos ahora en futuros capítulos y referencias. Esto porque yo mismo me preguntaba muy seguidamente el poder "real" de un Paladín. Ash es el único personaje del anime que entra a esta categoría. El resto de los que llegué a mencionar, como 'Ninfa', son personajes originales que no hacen aparición real, pero que apoyan a moldear lo que es el Team Rocket. Por decirlo de alguna manera (Y siento tener que usar Halo de nuevo como referencia, pero no se me ocurre ningún otro universo con una clasificación semejante):

    Los niños Espías son básicamente los Marines. Son soldados fuertes con pocas fallas y ofrecen excelente soporte guiados correctamente.

    Los niños Elites son los soldados ODST: Marines superiores, especialistas y capaces de realizar misiones en solitario o en grupos específicos. Muy inteligentes y ágiles, muy capaces de adaptarse rápidamente a la situación y tenaces hasta la muerte.

    Los Paladines, dada su escasez, serían los Spartan, pero solo en nivel. Recordemos que los Spartan no son humanos como tal, sino que son humanos aumentados (Tipo Deux Ex, cyborgs...) sumamente capaces en combate y capaces de hacer irrelevante una ventaja numérica en su contra.

    Aparte de éstos 3, hay otros 2 'rangos' que quiero mencionar: Todo soldado Rocket o recluta o guardia que sea puramente un Agente sería un soldado normal o un policía normal (No un Marine, sino menos). Y, aunque aún no es tiempo de liberar esto, les diré que hay un rango más, similar a lo que es el Inquisidor en Halo 2. Sumamente tenaz, que da la sensación de ser incluso invencible, aunque su mayor defecto es en el 'yo', o en su propio papel como ser vivo, no como herramienta. Repito, aún no hablaré a fondo de esto porque aún no es tiempo. Pero no falta mucho para la introducción formal.

    Pues, tengo pocos comentarios además de esto. El tema de la militarización Rocket es en realidad bastante extenso. También en capítulos venideros hablo un poco de ésto. Aunque si algo podría rescatar... diría que, al menos en un estilo 'normal' de militarización, un Paladín es el general de menor rango posible y un Elite es el equivalente a un Teniente. Los dejo como tenientes porque incluso dentro de la Elite alguno debe ser el líder de algún equipo. Estos líderes son Capitanes. Y encima de ellos hay algunos pocos Elites, como el que venció Eureka y que terminó por alejarla del entrenamiento para ser la escolta de Proton. En fin: Es extenso, pero fue divertido desarrollarlo.

    Asi que, hasta aquí será el capítulo...

    Damn, quedé en blanco.

    Gracias por leer! Espero que hayan tenido o tengan un excelente día.

    Later.
     
    Última edición: 21 Julio 2018
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    J.Nathan Spears

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    No tengo mucho qué decir esta vez. La dinámica entre esos chicos me parece interesante... al menos ahora apareció Max, vivito y coleando. Lástima que no pueda ver a May a causa del efecto que él pudiese tener sobre su ya rejodida psiquis n_nU.

    La idea de que Max "entrene" a Dawn también me agrada. A ver cómo sale todo para la esposa de Ash...

    Todo ese "lore" de militarización me parece demasiado pesado, a decir verdad. Pero no por ello le voy a quitar mérito... realmente se ve que disfrutas esto :V. A ver qué más te sacas...

    Alguien debería hacer un fanart de Ash vestido como Paladín de la edad media xD. De la mitología Arturiana... ya sabes :V. Lo haría yo, pero dibujando soy un asco... para calcar soy apenas un 6 sobre 10, cuando tengo tiempo.

    Nos vemos en la próxima :V
     
  6.  
    Siletek

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    No me llegaban las notificaciones, estuve sin PC dos semanas y estoy rindiendo materias de la universidad. Carajo, lo siento por no haber comentado antes.

    Mierda que se prendió esto, eh. May, como me lo imaginaba, está del tomate, al fin encontraron a Eureka y ahora parece que Autumn está en Jotho. Me hubiese gustado un encuentro más emotivo entre Ash y Eureka, pero no se le puede pedir todo a esta vida.

    Pregunta: ¿Podrán conseguir pokemón algún día? No es ningún reclamo o sugerencia, solo una pregunta genuina.

    De verdad, envidio tanto tu escritura que te pediría que seas mi beta. Tal vez hasta podríamos hacer un fic de Skyrim juntos (?).
     
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  7.  
    Jetto

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    XXVI



    ― A decir verdad, nadie sabe en realidad cómo lo logró. Solo él, pero ya no está. ― Le dijo Max.

    Dawn le comentó a Ash que comenzaría a indagar un poco sobre el antiguo líder de ese lugar. Ambos sabían que preguntarle a Eureka era algo complicado, dado que ella tenía de alguna manera una relación con esa persona. Así que Max o Drew eran las siguientes opciones. Drew siempre estaba ocupado, no obstante, así que eso dejó finalmente a Max como única opción, y por conveniencia sería la misma Dawn quien le preguntara.

    Era una de las cosas que más atormentados los tenía. A Dawn por un sentimiento de intriga muy sencillo, y a Ash porque de alguna manera estaría ligado al ataque de su pueblo. Esos dos supervivientes y el líder no terminaban de cuadrar, incluso luego de ya casi un año viviendo en ese edificio.

    Así que la mujer comenzó a poner manos a la obra. Tocando el tema levemente, con preguntas sencillas referentes en lo posible a su entrenamiento con el explorador de Hoenn durante algunas sesiones, cuando no estaban haciendo nada o cuando estaban haciendo una tarea más o menos larga, para no aburrirse en ello.

    Detalles comenzaron a salir, como su carácter, su carisma y sus rencores. Su buen trato a las mujeres un poco más explicado y que solía pasar el tiempo en el laboratorio donde Drew estaba.

    Claro, Drew no tenía el mismo ingenio que el antiguo líder, así que él, en lugar de diseñar más máquinas o armamento para defenderse, trataba de encontrarle sentido a los diseños ya existentes que dejó su líder antes de morir en el último ataque al Centro de Entrenamiento Rocket. Esa tarea era igual o más complicada, pues algunos de los diseños tenían el potencial de remediar las redes de comunicaciones para abrir canales espía y sacar información útil del Team Rocket. Muchos inventos se resolvían mediante ecuaciones matemáticas demasiado avanzadas. Ni Max ni Eureka, siendo excepcionales en esa materia, podían resolver los problemas que aparecían en los diseños. De allí que pasaran tanto rato en la biblioteca, asimismo: Buscaban un libro que les diera el método para resolver el invento.

    Conforme salían más detalles y Dawn podía juntarlos, ella se los comentaba a Ash y juntos trataban de dar con un rostro para el líder, pero solo uno se les venía a la mente, y era el del difunto Citron.

    Primeramente, estaban totalmente cerrados a esa idea, porque Ash sabía muy bien lo que vio. No creía que nadie pudiese sobrevivir a dos disparos en la espalda. Uno de los dos tuvo que dar en un pulmón, después de todo, y eso era muerte segura considerando la poca atención médica y lo poco especializada que había en Ciudad Verde, a donde tuvo que ser llevado. Pensaron que quizá él, por ser Líder de gimnasio, fue llevado a otro lugar, pero ya sabían igualmente que todos los líderes eran objetivos clave para que el plan de conquista funcionara; carecía de sentido mantenerlo vivo.

    Por otra parte, aún estaba el hecho de que solo se hablara de dos supervivientes de Paleta en aquel día. La opción única y real era que se hablara de Eureka y de Ash. No obstante, Ash ya le había preguntado a la joven si tenía alguna herida del día del ataque, para asegurarse de no lastimarla si llegaba a darle en dicha área, y ella respondió que no. Aunado a lo que él tuvo que ver, supo que las balas jamás la alcanzaron, después de todo.

    Aún así, los Rocket de aquel día comentaron que ambos estaban heridos. Él tenía el riñón deshecho y abierto, y del otro superviviente no sabía. Pero si Eureka no tenía ninguna herida significativa los Rocket no habrían comentado eso. Quería decir que el otro superviviente no era Eureka.

    Nuevamente Citron entraba en juego, dado que Serena falleció con el único impacto que recibió, aún luego de atravesar al rubio. Ese único disparo haría a Citron el otro superviviente, pero luego recibió otro, el que fundamentalmente tuvo que haberlo matado.

    Otra posible opción era Serena, que haya sobrevivido a pesar del disparo, y que lo que él vio no fue a la joven caer muerta, sino quizá desmayada por el shock. Dawn sabía muy bien que un disparo genera muchísimo estrés en el cuerpo, y eso que ella no recibió en realidad gran daño de la bala perdida que recibió en el brazo.

    No era una opción del todo fiable solo ir con Drew y pedirle que les respondiera sus preguntas, y no era prudente, sobretodo, que él estuviese trabajando por la seguridad de todos y ellos le interrumpieran por preguntarle sobre aquellos días.

    ― ¿A qué te refieres…? ― Dawn, por ende, preguntó cómo sobrevivió su líder al ataque.

    Una siguiente idea era que el líder no fuera del todo literal cuando hablaba de haber protegido a Eureka o a otra chica o mujer.

    Esto quería decir que quizá el líder haya sobrevivido de otro sitio y haya sido enviado a Hoenn tiempo después. Eso ampliaba la búsqueda en personas capaces de diseñar y construir aparatos, y que además, hayan sido conocidos cercanos de Eureka. Eso aún así terminó arrojando el mismo resultado que apuntaba al mismo rostro.

    ― A que, alguna vez, nos dijo que estaba intentando defender a alguien y al final terminó apareciendo en otro sitio.

    ― Como… ¿cómo si hubiese sido teletransportado? ― Dedujo la mujer. Max asintió.

    ― Jamás habló mucho de eso. Y ni Drew ni yo quisimos preguntarle más. ― Relató. ― Era… difícil. No había nadie en el edificio que pudiera ignorar el odio que tenía guardado muy en el fondo. Era de esas personas en las que sentías que solo tenías que escuchar y obedecer. Quizá por eso Drew lo siguió.

    De Ash sabía, ante esas declaraciones, que Citron no sería tan vengativo. Pero igualmente de Ash sabía que ese día rompió las mentes y los valores de casi todos los supervivientes. Así como su compañero pudo llegar a matar, cuando siempre buscaba alternativas a la violencia más allá de un deporte, quizá Citron llegó a odiar con tal intensidad al Team Rocket que terminó marcando una parte de sí mismo con el odio. Quizá él si fue ‘manchado’ por los Rocket.

    No podría culparlo en realidad si ese habría sido el caso. Pero no era el tema que ella estaba tratando de sacar aún.

    ― ¿Drew lo conoció antes?

    ― No. ― Max se levantó del piso para estirarse un poco, mientras Dawn seguía armando nudos en una soga gruesa. ― Se encontró con él en Hoenn. Luego de eso lograron escapar de donde los tenían y… bueno, ya sabes el resto de esa historia. ― Nuevamente se hincó junto a Dawn y prosiguió con su parte de la soga.

    El resto de la historia era básicamente el echar a andar el edificio de nuevo y los dos ataques.

    Dawn igualmente llegó a preguntarse por qué el Team Rocket habría abandonado ese edificio. Si dos personas lograron construir una sociedad en él, ¿por qué ellos no vieron ese potencial? Pudieron fácilmente convertirlo en un centro científico de investigación de cualquier cosa, regresarlo a su función original o simplemente tenerlo de punto de avanzada, como tenían a Verdegal. Claro que ahora ya no podían tomarlo porque no lograrían encontrarlo.

    Dawn negó con su cabeza discretamente, sacándose la divagación y tratando de acercarse más a su pregunta ideal.

    ― Pues, debió darle una impresión muy fuerte para tan solo seguirlo. ― Comentó. Max le prestó atención ante eso. ― Quiero decir, los niños Elite y Espías te siguieron a ti porque eras su instructor designado. Tus sobrinos solo los siguieron porque cuidarían de May. ¿Por qué Drew llegó a tener esa confianza en un desconocido?

    ― Uhm… ― Max cruzó los brazos y trató de encontrar una respuesta adecuada. Una le llegó rápidamente. ― Alguna vez Drew me dijo que es mejor seguir a quien tiene algo como meta que solo caminar en círculos. Drew no tenía ningún sentido de existencia al terminar de procesar todo lo que ocurrió luego del ataque, pero nuestro líder sí tenía una meta muy clara.

    “Ahora”, pensó Dawn.

    ― A todo esto, ¿cómo se llamó su líder?

    ― ¿No lo saben? ― Le preguntó Max genuinamente sorprendido. ― Pensé que Ash ya lo sabría si entrena todos los días con Eureka… ― “Entonces…”, pensó Dawn, confundida de la respuesta que ya veía venir. ― Fue Citron, el hermano mayor de Eureka.

    Dawn tan solo tragó saliva. Fingió entonces una risilla y soltó un “Claro” suficientemente audible para zanjar la conversación en ese punto. Midió bien sus tiempos, pues era exactamente la hora en la que terminaba su entrenamiento. Unos minutos después apareció Ivory detrás de ellos, avisando así que era la hora del almuerzo de May.

    ― Bueno, mañana continuamos con esto. ― Sonrió Max. Dawn asintió sonriéndole de regreso. El joven no pudo mantener contacto visual más de un par de segundos, y comenzó a caminar, con rojo en sus mejillas y solo saludando rápidamente a su sobrina.

    Ivory lo miró caminar apresuradamente hacia adentro del edificio y luego volteó a mirar a Dawn, quien trataba de ocultar la sonrisa divertida de su rostro. Ladeó tiernamente su ya preadolescente rostro en confusión. La mujer solo le sonrió a ella entonces y se acercó para acariciar sus cabellos blancos.

    ― Te enseñaré a hacer eso en un par de años. ― Le dijo. La niña asintió sin comprender del todo. Miró por donde su tío había ido y sonrió pícaramente entonces. Había aprendido algo muy valioso.

    Tras eso regresó al edificio, se duchó y vistió con su vieja ropa. En una de las tantas excursiones que se hicieron, por cierto, habían encontrado todas sus pertenencias. Poder recuperar su viejo peine y su poca ropa extra era muy agradable. Ash no sabía que ella siempre llevaba consigo ese peine. Con Max, lo había adaptado para que además fuera una navaja con segueta, lo que lo hacía incluso más útil. “Para defenderse sin perder el estilo”, le dijo a Ash un día hacía ya algunas semanas. El mismo rio ante el chiste.

    Luego de eso se reunió con Ash en su habitación y fueron juntos a comer algo igualmente. Tras el estofado de ese día caminaron un rato y regresaron a su habitación para tomar una siesta.

    Dawn, mientras Ash dormía, trataba de unir lo puntos en su cabeza que le dejó finalmente la declaración de Max. Citron había sobrevivido. De alguna manera, sobrevivió a los dos disparos y por otra razón no lo mataron, como al resto de los líderes.

    Quizá, pensó, habían tomado a Eureka a manera de señuelo. Eso quería decir que lo obligarían a trabajar para ellos a cambio de mantener a salvo a Eureka. Era una idea que cobraba entones mucho peso. De esa manera, Eureka fue elegida para ser entrenada en lugar de ser esclava o simplemente matarla, como fue la suerte de la pequeña niña que encontró en un Centro Pokémon luego de huir de Portual.

    “De hecho, es una teoría muy buena…”, admitió.

    Ignorando por el momento el hecho de que el rubio sobrevivió, si capturaban a su hermana y lo obligaban a trabajar a cambio de su bienestar, él terminaría odiándolos lentamente, pues eso no quería decir que algún día la volvería a ver. Quizá Citron comenzó a creer que realmente no la estarían cuidando y por ello buscó la manera de escapar y contraatacar. Posiblemente, bajo esa idea, Citron operó con la idea de acabar con los asesinos de su hermanita.

    Algo que tendrían qué preguntarle más adelante a Eureka era sobre el momento de la muerte de Citron.

    Nadie, ni siquiera Max, sabían lo que sucedió allá arriba. Max le contó sobre ese día saltándose algunos detalles que aún lo perturbaban (Como las capacidades reales de Eureka). De allí que supiera que lo que él encontró fue a Protón asesinado, muy seguramente con la técnica de la rubia, y a Citron con un disparo en el pecho. Así que era confirmado de manera extra oficial que el famoso guardaespaldas de Protón traicionó a su jefe. El motivo seguía siendo del todo desconocido, pero la teoría más aceptada era que Citron se hubiese adelantado a su gente y encarara directamente al difundo líder Rocket, mientras que Eureka, por indicaciones del susodicho, intentara flanquearlos, topándose allí con el resto de los seguidores de Citron.

    Así que cuando Eureka terminó su parte y fue a reportar, se encontró con la imagen de su hermano muerto o a punto de morir por ese disparo. El rencor que ella misma tenía fue la hizo atacar a su patrón, incrustándole esos cuchillos, regresando al cuerpo de su hermano y el resto es la historia que Max cuenta.

    Tendrían qué preguntarle, pues quizá ella sepa también cómo logró sobrevivir a dos disparos.

    Dawn entonces sintió dos apretones en su vientre. Uno presionó primero desde su espalda, producto de Ash aferrando su agarre sobre ella, y otro desde dentro, en su estómago, precisamente.

    Eureka, Citron y Ash, en ese caso, vieron morir a Serena. Y era la difunda rubia la que más preocupaciones le estaba trayendo en esos momentos. Porque, de esa manera, era la partida de la performer lo que pudo desencadenar los cambios en sus amigos. El lazo de esos 4 era tan fuerte que ella misma podía ver a dónde llevó la muerte de Serena. Lo veía en Ash y en Eureka, y lo sentía a su alrededor todo el tiempo. No le había comentado a su compañero que en las últimas semanas comenzaba a tener pesadillas además de sus sueños de siempre. Pesadillas en las que nada pasaba. En las que el ataque no se daba o que lo ganaban. La pequeña niña rubia que ahora conocía como Nana aparecía en esos mismos.

    Eran sueños muy extraños y terroríficos para ella. Sueños en los que veía a Eureka jugar muy animadamente con Nana. Serena, Ash y Citron los veían desde una mesa cercana en el mismo parque, platicando muy tranquilamente. En los dedos de Serena y Ash había sortijas con un discreto diamante. Y ella caminaba por fuera del parque, llevando a su pequeña Autumn en brazos, envuelta en su sábana amarilla. Trataba de entrar al parque, pero nunca encontraba la entrada. Así que solo deambulaba en círculos, observando a su mejor amigo reír y jugar con su hija con otra mujer.

    Le daba miedo, además, que los sueños se comenzaran a dar en el momento en que Nana comenzaba a adquirir sus rasgos propios, la posible mezcla entre May y quien quiera que fuera su padre. De May tenía muy poco, a decir verdad. Y aunque Drew tenía información del posible padre, nunca se la mostraba diciéndole que era información que para comenzar, no debería tener. Dawn aceptaba la excusa, pensando que en realidad aquel hombre prefiriera no ver el rostro del infeliz que se atrevió a tocar a su rival.

    Pero a final de cuentas, los rasgos de Nana comenzaban tomar forma en un rostro demasiado conocido para ella. Nana se parecía, con cada día que pasaba, más y más a Serena.

    ― Piensas demasiado. ― Le susurró Ash, logrando arrancarle un gritillo de la sorpresa. ― Lo siento.

    ― E-está bien. Tan solo… me perdí un momento en algunas cosas… ― Intentó responder. Deseó que Ash no le preguntara sobre lo que la mantuvo así. Aún no se sentía lista para hablarlo, siendo que ella misma no podía analizarlo fríamente. Su deseo fue concedido, cuando su compañero tan solo besó su frente con delicadeza y susurró un “Comprendo” después.

    ― ¿Hablaste con Max?

    Dawn tragó saliva de nuevo, y suspiró.

    ― Sí… ― Asintió. Ante el silencio que duró algunos segundos, continuó: ― Tenemos que hablar con Eureka. Es algo muy delicado.

    “Ya veo…” suspiró Ash. Ahora él fue quien se quedó en silencio tratando de encontrar qué decir. Tratando de formular de antemano las preguntas adecuadas y el momento adecuado. Él mismo no se sentía muy cómodo hablando sobre lo que pasó en Paleta años atrás, pero tendría qué revivir sus recuerdos de nuevo, para tratar de entender cómo su mejor amigo de Kalos había sobrevivido.

    Y más importante aún: Por qué lo mantuvieron vivo.




    Supongo que todos, en algún momento de debilidad, hemos visto una comedia romántica neoyorkina. Tipo Hitch o algo así. Bueno, regularmente, en esas películas siempre está el amigo fiel que da consejos o apoyo moral aunque la vida le vaya de la patada. Muchas veces, y desde hace ya muchos años, me he preguntado qué clase de historia podría escribirse sobre esos personajes secundarios que dan tanto soporte. Desde entonces también me he enfocado a narrar las historias desde puntos de vista alternativos. Lo más literal a este ejemplo aún no lo termino de escribir. De hecho, solo tengo un par de páginas escritas y sí, está basada en New York. La historia esta, o proyecto "Side ones", fue mi primer enfoque a describir un entorno diferente, nuevo y dándole sobretodo, luz a la persona que apoya al protagonista. O sea, los protagonistas de Side ones son, en realidad, personajes secundarios del proyecto. No sé si se entiende.

    Y comento esto porque lo que ustedes leen es un Spin-Off de sí mismo. O sea, Spies es un Spin-off de Spies mismo. Creo que ya había comentado esto: Dawn y Ash no son los protagonistas de Spies.

    ¿Por qué hago mención a esto?

    En realidad, es porque hay una cantidad increíble de relatos que jamás escribí para este universo porque no encajan en Spies. Muchos "capítulos" de cuando Dawn era mensajera tienen relevancia directa con el siguiente arco, pero nadie que no pertenece a ese arco sabe en realidad que existía una relación para empezar. Lo mismo con los días de entrenamiento de Max y Eureka, o lo que pasaron Drew y Citron antes de tomar el edificio, o, sobretodo, las historias de los líderes del Team Rocket. Oh, y claro que no me olvido: Dónde carajo están Jessie, James y Meowth. Y un buen y bonito etcétera. Al final, lo que escribo del universo es un pequeño espectro de un evento en común. Por decirlo así: Escribo solamente la historia de la Tierra luego del Big Bang.

    Lo que me lleva a lo siguiente:
    Al menos, Dawn y Ash no.

    Es aquí donde retomo algo: ¿De cuántas maneras se puede afirmar que el cielo es azul?

    Este capítulo es de mis favoritos. No es súper importante para la trama, pero me hace sentir identificado con la sensación de que soy un invitado. Es justo lo que sucede con Dawn y Ash no siendo tan proactivos. Se acostumbraron a un ritmo de vida, pero no parece que se involucren en realidad con muchas personas. Quizá solo me hace sentir identificado, con cambiar de entorno frecuentemente y no echar mucha raíz.

    Dicho eso último, no me queda nada más que agregar. Espero que hayan tenido o tengan un excelente día. Fuerza.

    Gracias por leer!

    Later.
     
    Última edición: 21 Julio 2018
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  8.  
    J.Nathan Spears

    J.Nathan Spears Adicto Comentarista Top

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    Así que Citron había sobrevivido... para luego morir en una especie de ataque kamikaze (?). Oookey...

    Y luego Eureka quedó más traumada todavía luego de ver a su hermano (probablemente) moribundo y terminó por escapar de los Rocket.

    Vaya, qué complicado todo... más encima el que Nana terminase pareciéndose tanto a Serena, quien perfectamente podría seguir viva también... o haber sufrido un destino similar al de Clemont.

    Como sea, la historia sigue siendo muy interesante. Además de que consideras esta historia hasta el momento un "Spin-off" de sí mismo... cielos, el "Spies-verse" está bien cabrón :'V

    Así como no olvidas eso, espero que no olvides dónde carajo están Iris y Cilan. En serio -w-U

    Solo queda esperar un poco más, creo yo :V
     
  9.  
    Dr Kaos

    Dr Kaos Guest

    Han pasado 86, disculpa men por no comentar en meses… pero e estado algo ocupado y otras cosas de la vida que no le e podido dedicar mucho a los fic >_>…. Pero ya estamos de vuelta para retomar la lectura de esta historia: D

    Disculpa si estos comentarios son un poco enredados, escuetos y toscos >_>

    Paraíso:

    No mucho que decir, es un relato más estomacal… la locura de un personaje? Siempre lo sentí como alguien encerrado… ya en los momentos finales me dio esa sensación de que era un fantasma cuya presencia estaría por siempre en esa habitación…

    Aunque lo vi más como una historia más de alguien que simplemente no pudo resistir a ese mundo…

    -no pude intuir después de que capitulo iba este “especial” …. Creo que igual debería darle una releída a futuro para dar una mejor opinión.



    XIX:

    Buen capitulo, más enfocado en la transición y crear expectativas para lo que viene…

    Me gusto la forma en que planteaste el camuflaje del edificio… (dos focos de luz anulándose…) como suele ser en tu estilo… la explicación se sintió a agradable y no tediosa…

    Destacar que la conversación fue un buen enganche para preparar un acontecimiento ya predecible… pero no por ello que le quite la moción… esa posibilidad de que se confirma que Max está vivo… y es un líder… aunque claro, lo sorpresivo es lo de Drew….

    Como mencione, buena forma de preparar la expectativa para lo que se viene…

    XX:

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    Wow!!!! Digo…… que demo… digo……. Ah.. si creo que me quede igual que Ash y Dawn al entrar al instituto meteorológico…

    ¡Fue una sorpresa! Y bien agradable… la verdad viendo este mundo enfocado en una distopia opresora… admito que no pensé que podría existir un sitio más propio de la distocia pos apocalíptica… (aunque claro viendo el paraje silencioso lleno de vegetación fuera de portual… debí esperarlo… )

    En definitiva, fue un combo sorpresivo y divertido que la visión de una base llena rustica y llena de armamento…. Se hizo añicos al pasar a “ese hotel” …. Wow…

    Una escena realmente muy cómica y bien ambientada XD… (mori cuando compararon a Melany con una vendedora de autos XD)

    Ah, adelantándome unos pasos…. Debo aregar que…;


    tengo curiosidad por saber qué tipo de conflicto interno de poder tiene el TR… (o más bien me deja ese gusto de… Por qué un plan bien estructurado de conquista mundial… termina yéndose al desagüe por algo tan…. ¿Simple y humano? No es una sorpresa… más una curiosidad de que paso ahí dentro… en esa “nueva” sociedad… )



    -fuera la parte cómica en la recepción… el capítulo se me hizo lindo… tierno… reflexivo… (¿resolutivo?) bien potente en lo emocional… natural…

    Ellos al fin pueden descansar… encontrando un lugar cálido… dejar esa sensación de peligro a un lado…

    Sin mencionar que es un momento en que realmente se puede notar una Dawn muy alejada a la de portual…

    Diferente a esa que sentía estar “forzada” (y forzándolo a él) a estar con él por la fuerte dependencia al no verse capas de sobrevivir en ese mundo…

    Un recordatorio que un humano busca la compañía de otros… no únicamente por necesidades reproductivas o, de sobrevivencia… sino de una forma más básica… para evitar la solidad… alguien con quien compartir un afecto (ya sea amor… o una linda amistad… una hermandad)

    O más bien como lo explico malany de forma más básica…




    -finalmente la última parte….. aghhh… esta se me hace difícil expresarla… tan llenos de feels…. Nostalgia… pero por sobre todo alegría… felicidad…. Esa que te saca la lagrima de cocodrilo con una sonrisa…….. ah….

    GIFF A MI!!!!


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    This! This!!... este momento… estas simples líneas…. A mi gusto… una de las mejores del fic… una de las más potentes… me encanta… y es que sinceramente… durante toda la historia se ha visto en parte a Dawn martirizarse por no encontrar una forma de hacer algo por Ash; después de todo el esfuerzo que ella considera que el hizo por el, buscando la respuesta en algo más “tangible” … o físico…. Un poco obligándose a estar con él hasta el final… (ya sea porque era la única persona en quien confiaba, por sentir que sola no era capaz…. Y porque se lo debía? )

    Esa sensación de ser “iguales” una vez más… estar con esa persona porque te cae bien… con la que compartiste algo (ok.. disculpa si aquí me voy de las ramas… en vola ya la ando cagando…)

    Encontrando por fin una forma en que solo ella podía ser por su “pareja”, una forma sincera… tierna e inocente… sin malicia….

    Ash durante toda la historia a tenido que soportar el ver perder a sus amigos, aferrarse a lo poco que le queda…. O la curiosidad por saber que les paso… pero sobre todo…. Ese peso de incontables promesas incumplidas… en cierta forma… a veces el fallar y fallarles a otros conlleva a empezar a cargar una mochila demasiado pesada… y hagamos lo que hagamos jamás descansamos… de esa forma siento Ash… y siento que Dawn… en ese momento como su ser mas cercano, su “amiga” era la única que poda hacer algo….

    Hacerle ver que al fin cumplió algo… un gesto simple que para muchos puede carecer de importancia… pero en un mundo tan ingrato que pareciera que todo sale mal… el agradecimiento por una pequeña misión cumplida…. puede valer oro….



    ….ok puede que me fui muy de las ramas… pero no se… me encanto el ep…. Y ahora con ellos dos pudiendo al fin descansar un poco…. Te deja esa sensación de felicidad, pero a la vez de….


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    Esto es spies… se que cada vez que algo muy bueno pasa… que tenemos una escena como esta… se te puede caer el mundo en sima de la peor forma…


    En fin antes de continuar la lectura quería dejar este post…. Con esa sensación que me dejaron este cap… uno de mis favoritos hasta la fecha….


    :D nos vemos!
     
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    Jetto

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    55
     
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    4720
    XXVII




    Tenía ya mucho tiempo soñando diferentes cosas. El sueño donde se veía caminando alrededor de un parque se había hecho menos frecuente, para su gran alivio, y lo mismo sucedía con las imágenes que veía tan solo cerrando los ojos, sobre la boda y el velorio.

    En cambio, soñaba con más frecuencia viéndose sola en lugares abiertos. Como si estuviese viajando. Eran en su mayoría sueños lúcidos, y tenía muchos recuerdos de ellos, pues sabía que en esos sueños ella era quien era en ese momento. En otras palabras, ella se veía a sí misma, con su anillo aún puesto y su meñique mutilado. Vestía un ―bonito― abrigo café de cuero ligeramente ceñido al cuerpo. Bajo este lograba ver un suéter de cuello de tortuga negro y usaba solo un guante a juego en su mano derecha. Traía un pantalón del que no sabía realmente la tela, pero que se parecía mucho a la mezclilla y un juego de botas similares a las que usaba cuando era mensajera, pero en versión todo terreno. Su cabello estaba corto, mucho menos de la mitad de lo que aún tenía en realidad, y traía además una media capa cubriendo su brazo derecho. Usaba finalmente una mochila estilo maletín bien sujeta a su cuerpo.

    En sus sueños no andaba sobre un camino, sino que ella libremente cruzaba un campo de plantas altas y doradas, viendo al horizonte montañas bajo el típico cielo gris. El viento soplaba con una increíble gentileza y podía apostar su anillo a que era muy agradable. Movía tanto su capa como sus cabellos y toda la hierba a su alrededor.

    Y ya dentro de su yo del sueño, a veces veía lo que contenía su mochila, caminaba hacia diferentes direcciones en cada ocasión, tratando de ubicarse. Quizá era el cementerio de Verdegal, y la sensación de paz que ―creía que― sentía era algo relacionado a su madre. Una sonrisa de ella, al verla ya como una mujer y con la libertad que tanto anhelaban. Quizá estaba en búsqueda de su hija. Quizá estaba alcanzando a Ash, o adelantándose al mismo. Quizá estaba en una misión con Max, Eureka, Ann o Ash, o con los cuatro y ella estaba haciendo reconocimiento de otra área, lo que explicaba por qué nunca veía a nadie más.

    Era un sueño que no había platicado con Ash, porque de alguna manera le parecía muy íntimo. Sentía que hablar de ello estaría regalándole aún más sobre sí misma al azabache. Y no es que estuviera del todo mal, dado que ya no podía verse a sí misma sin él a un lado, sino que era algo… tan profundo que quizá ni él entendería. El hecho de ahora querer hablarlo con él radicaba en que una noche vio a alguien en ese sueño.

    Vio a Nana.

    La vio muerta.

    En un pequeño ataúd justo a su medida. Con su característico cabello rubio y su pacífico rostro. La llamaba, y a veces la tocaba, pero nunca se movía y su piel estaba pálida. Creyó la primera vez que la vio que quizá fue una mezcla entre sus sueños anteriores y este nuevo, imaginando a la niña que solía creer por Autumn muerta. Pero no amanecía llorando, como cuando veía a la rubia en el velorio, y en otras ocasiones buscó el mismo lugar donde la encontró, y seguía allí.

    En cada ocasión que soñaba eso y la buscaba, aparecía exactamente en el mismo lugar. Sentía que podía incluso dibujar ese paisaje de lo segura que estaba de esa imaginación suya.

    Pero debía ser realista. Nana era quien cada mañana corría a despertarlos para que alcanzaran a ducharse antes que el resto y alcanzar el pan recién horneado. Era quien ocasionalmente les indicaba que sus entrenamientos habían terminado y a veces incluso les llevaba agua a ellos y a sus compañeros de entrenamiento. Era quien los buscaba cuando May quería platicar con alguien. La niña era casi su hija ya para ese punto, pues no había día en que no la vieran. Y además, era muy querida en el edificio, por lo que jamás la perderían de vista como para creer que pudiera pasarle algo. Eso, sin contar que todos los niños parecían casi conectados. Casi como si tuviesen telepatía. Si alguno corría peligro, seguramente Ivory o Brendan irían inmediatamente a auxiliar o con ayuda.

    Así que esperando a que o Ash despertara o a que Nana abriera la puerta con total confianza, tan solo se quedó recostada sobre el pecho de su compañero, fingiendo dormir.

    En esa ocasión, por cierto, Nana llegó antes de que Ash despertara, así que esperaría hasta reunirse con él tras sus entrenamientos y luego de comer algo para platicarle de sus sueños, ya en la tarde.

    Además, aunque ya habían decidido preguntarle a Eureka acerca de Citron, aún no habían encontrado ni el momento ni el lugar adecuados para ello. Algo les decía a ambos que ella preferiría no tocar el tema para nada.

    Y por sí misma, la joven tenía varios misterios alrededor. Uno de ellos se dio por mera coincidencia, cuando iban entrando al comedor al momento de que ella se levantaba para dejar su bandeja para la comida. Accidentalmente chocó con alguien más, con un joven de cabello verde oscuro, quien se giró a disculparse inmediatamente. Pero Eureka, en cuanto supo que chocó contra un hombre, dejó su bandeja en el sitio y salió disparada de la cafetería. Ellos, al estar en la puerta, vieron claramente lo pálida que se puso. Parecía que tenía ganas de vomitar. Y tras preguntar, aparentemente no era secreto que Eureka guardara algo entre miedo o asco por los varones. El contacto y la conciencia de que fue con un varón parecía ser la única manera de detonarla, no obstante, pues podía entablar conversaciones tranquilamente con la mayoría de los jóvenes del lugar, aunque por lo regular lo evitaba. Además, podía mantener contacto cercano con Max y no tenía problemas entrenando con Ash tampoco.

    Habían concluido que no sentía la misma repulsión con Ash por el tipo de contacto, siendo que el combate no es del todo cercano en cuanto a sensación. Sí, se guarda algo de cercanía contra el oponente en todo momento, pero la intención es generalmente opuesta al contacto ‘cercano’ normal. Con Max, dado a que pasaron los primeros años luego del ataque juntos y a que se ayudaron a superar la situación, tenía sentido que se sintiera cómoda, quizá hasta protegida. Sabían que en algunas ocasiones dormían juntos o que pasaban el tiempo espalda con espalda en algún árbol platicando de cosas que desconocían, además de que podían abiertamente buscar algo de consuelo cuando tenían malos días o pesadillas, en el caso de Max.

    Eso les decía que no era androfóbica. Pero sin duda cargaba con algún trauma fuerte generado por el contacto.

    De regreso en la realidad, Nana se colocó cerca de la cama, de manera que pudiera ver el rostro de Ash. Dawn lo sabía porque casi podía sentir los movimientos de la pequeña. ‘Sintió’ que ladeó la cabeza preguntándose por qué ninguno de los dos se había despertado aún. Sintió después que buscó algo en la habitación y escuchó sus pasitos correr en dirección al tocador. “¿Una liga?”, pensó entonces. Confiaba que la niña tuviera buena puntería, así que ella suspiró muy lentamente para intentar tolerar la risa que sabía que iba a lanzar en el siguiente momento.

    Sintió en su coronilla aire cortar y escuchó un agudo impacto, probablemente en la frente o nariz de Ash. Un quejido sorprendido y entonces su compañero ―con ella en brazos― se levantó rápidamente y buscó medio dormido la causa.

    Dawn ya no pudo aguantar una carcajada y la soltó, viendo el rostro de su compañero aún en el Dream World. Después regresó a ver a la niña y encontró la imagen que esperaba: La pequeña, con sus manos entrelazadas a la altura de su regazo, sonriéndole tímidamente. Era endemoniadamente tierno verla sonreír así.

    Miró de vuelta a su compañero, ya más espabilado y sonrojado ante la sonrisa de la niña. Esa sonrisa era totalmente irresistible. Enternecía incluso a Drew.

    Y luego una sensación de orgullo comenzó a formarse en su pecho. Después de todo, ella les había enseñado a Ivory y a Nana esa ‘técnica’. Nana era curiosamente más carismática que su hermana mayor, lo que la hacía más efectiva en ella. Ivory, en cambio, al ser más introvertida, podía hacerla con un esfuerzo casi mínimo. La sonrisa le salía con tanta naturalidad que buscaban la manera de hacerla sonreír.

    ― Buenos días, Nana… ― Suspiró su compañero. ― Nos bañaremos y vamos a ir a la cafetería, ¿ok? ― La niña asintió con una sonrisa más habitual en ella. Dando saltitos salió de su habitación y cerró tras de sí jalando el ―ya no tan alto― picaporte. Nuevamente, Ash suspiró. ― ¿Pretendes crear la supremacía femenina aquí?

    Dawn rio.

    Durante esos días ella no entrenaba con Max porque el mismo estaba en reconocimiento en los restos de Calagua. Le dejó en cambio una lista con algunos libros que podía leer para estar actualizada con diferentes métodos de diferentes cosas ―como separación de esporas― y Eureka se había ofrecido a enseñarle a usar armas de fuego pequeñas.

    Eso era para ella casi un honor. En primera instancia, sabía que el nivel de Eureka era tan alto que quizá darle clases a una total novata le sería más perjudicial que benéfico, sin importar lo críticos que son los básicos. Además, ella misma estaría recortando su tiempo propio de ocio o entrenamiento en armas por ella. Sin contar nuevamente que era la mejor tiradora del lugar a cualquier rango. Y, sobre todas las cosas, porque tenía la sensación de que no le agradaba a la rubia. No era que la odiara o algo así, y también habían hecho ya las paces de aquel día en que se enteraron que Ash fue entrenado para ingresar al Team Rocket.

    Más bien, fue un “Siento haber intentado matarte ayer” de parte de Eureka. Fue durante la ―rara― fiesta de té en la que estuvieron las dos junto a Ash y a Drew.

    Pero sentía que, cuando tenía que cruzar palabras con ella, Eureka siempre buscaba la manera de cortar la conversación e irse a cualquier otro lado. Cuando se topaba con ella en algún pasillo, se limitaba a un “Buen día” y seguía su camino. Cuando de hecho quería decirle algo, Eureka le daba las gracias por hacérselo saber y regresaba a hacer cualquier otra cosa que estuviera haciendo, incluso si solo estaba mirando por la ventana. No sabía, no obstante, si había hecho algo para caerle mal. Intentaba ser amable con ella y hacerle notar que no la resentía por haberle lanzado un cuchillo a la nuca.

    Llegó a pensar que quizá ella misma estaba incómoda por ese incidente. Después de todo, no siempre puedes llevarte bien con quien intentaste matar algún día. No siempre. Si lo pensaba fríamente… quizá ella era la única persona a la que había intentado matar y que no había podido. Gracias a Ash, claro, pero ella estaba viva aún cuando Eureka trató de asesinarla. Dudaba que de allí naciera esa frialdad, no obstante.

    Así que, el ser entrenada por Eureka era algo que intentaría aprovechar lo más posible. Ella era una persona muy importante para Ash, y por eso quería que su compañero notara que se llevaban bien. Así quizá podía hacerle ver que estaba progresando en su seguridad en sí misma para volver a hacer amigos con la facilidad que tenía cuando era pequeña. ¿Y quién mejor que una antigua compañera de viajes de Ash?

    Tras arreglarse fueron a la cafetería, donde almorzaron algo de pan ―recién horneado― y después fueron al campo de entrenamiento, donde Eureka ya los esperaba haciendo estiramientos.

    ― Buenos días. ― Les dijo. Regresaron el saludo entonces.

    ― Entonces, yo me voy a la biblioteca. ― Le dijo a Ash. Se acercó a él para besar su mejilla. ― Cuídense. Los veré más tarde.

    Eureka solo hizo un gesto de cabeza y le pidió a Ash que comenzara a calentar igual.

    Dawn se dio la vuelta y soltó un respiro cuando volvió a entrar en el edificio. “Quizá con algo más de tiempo pueda acércame a ella”, fue lo que pensó con un quedo de tristeza y subió a leer alguno de los libros que le enlistó su entrenador.

    En el campo de entrenamiento, la rutina fue la usual tras el calentamiento. Ash se enfocó en agilidad y fuerza en el abdomen y Eureka en elasticidad y potencia de salto. Luego ambos se apoyaron para entrenar fuerza en general y tras estirar otro poco trotaron bosque adentro para ejercicio cardiovascular. Normalmente trotaban una hora o poco más, con carreras esporádicas de unos 100 o 200 metros.

    Tras eso, regresaron al campo, se refrescaron un poco y volvieron a estirar, para entonces comenzar a entrenar combate físico.

    Normalmente, Ash la apoyaba como saco de boxeo, dado que podía resistir bastante bien los golpes que ella le llegara a asestar, además de que su mejor especialización de combate era el contraataque, por lo que su defensa era muy buena. Eureka tenía que esforzarse contra él dado que sus reflejos eran iguales a los de ella, quizá incluso ligeramente mejores, lo que lo hacía muy hábil para bloquear o esquivar sus ataques. Aún así, el nivel de Eureka era muy superior al de él, y de allí que ella optara por solo un tipo de ataque o una disciplina para atacarlo. A veces era estrictamente combate a corto alcance, a veces eran sumisiones, a veces combate a medio alcance y otras veces solo usaba piernas o brazos. En esa ocasión fue combate a mediano alcance solo con piernas, usando una disciplina de combate originaria del norte de Johto en la frontera con Kanto.

    A pesar del pequeño cuerpo de Eureka y su apariencia delicada, su fuerza y su técnica eran impecables. Muchas de las patadas que Ash bloqueaba igual le conectaban al empujar su defensa. Por ejemplo, una de las patadas que le lanzó, lenta y peligrosamente bien colocada en su sien, la bloqueó con su antebrazo, pero la fuerza del impacto fue tal que empujó su defensa y se golpeó muy fuertemente con su propio puño. Probablemente lo habría noqueado de no haber bloqueado ese golpe.

    Tras un rato, Eureka ya había comenzado a sudar, aunque él mismo ya estaba cansado de solo bloquear. Era el momento en que él podía atacar. Claro, su masa corporal mucho mayor a la de Eureka hacía que la defensa de la misma fuera insuficiente. De allí que la fuerza que aplicaba era solo la suficiente para colocar el golpe. Su peso era suficiente para asegurar que, aunque la golpeara, no la lastimara mucho.

    Eureka estaba así mismo consiente que sus defensas eran menores, por lo que cambió su estilo de combate a uno originario de Alola, muy similar al anterior, pero con ritmo. Era un baile de esclavos que los mismos aprovecharon para liberarse de sus captores. Esa técnica hacía que fuera más difícil apuntarle y le daba momento para escapar hacia una dirección. Ash era lo suficientemente rápido para atinarle varios golpes incluso enfocándose solo en esquivar o bloquear los inevitables, así que procuraba mantenerse lista para contraatacar cuando su defensa se abriera, lo que era muy raro.

    Algunos cohabitantes solían pasar a verlos entrenar en sus ratos libres. Era prácticamente ver a dos personas con muchísima energía bailando ante el ritmo de sus propios corazones. Era casi artístico. Más considerando que lograban resistir horas de esa manera, lanzando, bloqueando y esquivando golpes con técnica y clase dignas de mención.

    La rubia en un momento de debilidad de Ash se lanzó hacia arriba, prácticamente intentando una mortal, pero dejando su peso muerto a la mitad del salto, de manera que caería de cabeza. Con sus brazos, no obstante, aprovechó la caída para apoyarse en el piso y girar, lanzándose nuevamente al aire ya con movimiento centrífugo. Ash dio un pequeño salto hacia atrás para esquivar lo que creyó que sería una patada desde arriba, pero Eureka volvió a dejarse caer, ahora sobre su espalda alta. Giró sobre su eje, y lanzó una patada dirigida a la sien de Ash, que pudo hábilmente detener pero no sostener. La joven aprovechó que el azabache la detuvo para, con sus brazos, lanzarse hacia él y lanzó dos patadas con la intención de golpear con sus talones el rostro de Ash.

    Y aunque logró bloquear las dos, la segunda tuvo la fuerza suficiente para derribarlo sobre su espalda. Eureka, por la fuerza del impulso de sus brazos, seguía en el aire en dirección a él. Aprovechando la fuerza de su abdomen, se irguió de manera que cayó sentada sobre el abdomen de Ash, inmovilizándolo y finalmente tomándolo del cuello con una mano, mientras empuñó la otra y la alistó para rematar.

    Ambos se miraron a los ojos durante el tiempo que Eureka permaneció sentada sobre él. Ninguno se movió, esperando la reacción del otro.

    Fue entonces cuando Eureka se levantó y lo ayudó después a levantarse. Nuevamente, la victoria fue de ella.

    Dawn, más tarde, fue a visitar a May también.

    Algo que cabía resaltar era el habla de la castaña. Ni Drew ni Max tenían idea de por qué había adoptado ritmo casi ‘poético’, por llamarle de alguna manera. Hablaba con mucha suavidad y articulaba casi con cuidado de artesano.

    Era, si era sincera, bonito hablar con ella, porque sentía que hablaba con alguien muchísimo más sabio. Alguna vez llegó a comentarle vagamente sobre alguno de sus sueños antiguos que la atormentaban. Y gracias a la increíble manera de leerlo de May, logró darle un significado tan sencillo que le pareció incluso tonto de su parte no haberlo entendido por sí misma.

    Tampoco quería ir con ella a hablar de sus problemas. Porque aunque May le había dicho alguna vez que desprendía la esencia de una madre, Dawn sentía en May así mismo una madre. Quizá porque intentando protegerse de sus tantos agresores optó por decirse muerta, eso la llevó al estado donde estaba en ese momento. Pero aún así, y siendo que quizá ella sí tuviera el derecho, no le guardaba la más mínima pizca de rencor a sus hijos. Al contrario. Los amaba apasionadamente, de una manera mucho mayor a cualquier madre que hubiera visto antes en su vida. Con algo de pena admitió que quizá ni ella misma podría sentir por su perdida Autumn lo que May reflejaba al abrazar a los niños.

    Ese particular día en que la visitó, no obstante, mencionó a Max. Era algo que Drew no había intentado antes, hasta donde sabía, pero lo hizo sin pensarlo.

    ― ¿Me pregunto, si se encontrará bien…? ― Fue lo que dijo, sonriendo tristemente, la castaña. Suspiró a continuación y acarició la pequeña de mata de cabellos cafés que descansaba en su regazo. ― Es un nombre al cual un rostro no logro unir. Siento la calidez misma que mis querubines me brindan al saberlos junto a mí. Con ese nombre, no puedo evitar ver bosques en mi cabeza, te comparto. Y no sé por qué.

    ―… Quizá viajaron mucho juntos… Más de lo que Ash y yo sabemos. ― Aventuró Dawn.

    ― Y son los bosques el reflejo de su persona en mi corazón. La sensación de conocer algo que se expande día con día, a convertirse en algo― en alguien majestuoso… Que brinde una sensación de orgullo. Y siento en el nombre a una persona bizarra y tranquila. Una persona en la que la confianza es un atributo que le brindas sin saber… En quien yo confío, sin dudar…

    Dawn esperó que Drew escuchara eso. Era una respuesta muy opuesta a lo que demostraba al ver a Max. Y si era honesta, ya se estaba cansando de tratar con la oscuridad. Quería respuestas. Quería saber lo que sucedió con Citron y Eureka, lo que pasó con May, lo que pasó con el mundo y lo que pasó con Autumn.

    Tras otra pequeña charla, Dawn se despidió y salió de la habitación. Afuera, como esperaba, estaba Melany, que le pidió que subiera a la ‘oficina’ de Drew. Ella le agradeció por el recado y la ama de llaves le preguntó si sabía por qué la llamaba específicamente a ella. “Quizá hay algo sobre Portual que no termina de comprender”, fue su respuesta. La mujer aceptó eso y dejó a nuestra protagonista avanzar.

    Y por fin en el último piso del edificio, la puerta esperaba por ella abierta. Dentro, Drew revisaba planos de algo y tomaba notas en una libreta aparte.

    ― Te pedí que evitaras hablar con May sobre Max o sobre mí. ― Le dijo a secas.

    ― ¿Ya sabías que no tenía problema al hablar de ustedes? ― Drew dejó su lápiz y la miró entonces.

    ― Recuerda a Max, pero no sabe qué fue para ella. Recuerda mi rostro, pero no quién soy. ― Fue lo que respondió. ― Nunca me interesó saber más allá, porque eso no nos acercará a curarla.

    ― Drew, entiendes mucho mejor que yo que eso no es cierto. ― Le dijo cortantemente. ― Yo podré especular tanto como quiera, pero si tú sabes la respuesta a tus propias preguntas, no deberías tener todo ese miedo. ¿Crees que May podría lastimarse más? ¡Se cree muerta! ¿Crees que yo misma no quisiera poder hablar con ella como antes? ¿Poder solo comentar sobre cualquier cosa por tonta que sea? ¿Crees acaso que lo que ella significa para mí es poco a comparación de lo que es para ti? No hablaré de Max por obvias razones, pero debemos ser realistas. ― Tomó aire. Drew no podía despegar la mirada de la suya. Quizá por orgullo. ― Ella es mi mejor amiga. Más allá de mi madre, no había querido tanto a alguien. Y hoy es igual. Mi madre falleció, pero mi hija está allá afuera, y solo tenerla junto a mi un rato fue suficiente para saber cuánto la amo. Volver a ver a May me hizo darme cuenta de lo mal que estaba pensando en mi como lo peor en el mundo.

    ― ¿Qué hay de Ash? ¿No lo amas? ― Preguntó de regreso él. Dawn paró de hablar en seco, porque no tenía respuesta para eso. Drew negó con la cabeza y suspiró casi al momento de terminar esas preguntas. ― Lo siento. Fue un golpe bajo. Está bien si no quieres o puedes responder. ― Dawn pasó saliva. ―… Tienes razón, para variar. ― Soltó él, rodando los ojos.

    ― Es… es hora de tener respuestas. ― Dijo al final ella. Drew asintió.

    Ambos se quedaron en silencio entonces. Cada uno metido en sus propias preguntas. Dándose cuenta cómo muchas ya tenían una respuesta. ¿Cómo era que no se habían dado el tiempo de solo platicar con ellos mismos? No preguntándose sobre lo que había que hacer, pendientes o preocupaciones extrapersonales. Sino, solo platicar con ellos mismos, dejando que sus opiniones más personales afloraran al fin. Dándose cuenta de las muchas dichas que ya tenían, a pesar de estar confinados a un edificio.

    Hubo dos cosas que en particular Dawn no encontró. Las respuestas a dos preguntas: ¿Qué era, de hecho, Ash para ella? y ¿Por qué, de pronto, sintió que estaba mejor en Portual?

    ― ¿Cuento contigo? ― Le preguntó el de cabello verde. Dawn ladeó la cabeza involuntariamente al no comprender la pregunta. ― Tú, por algún motivo, tienes muchísimo potencial para estudiar y concluir lo que sucede a tu alrededor. ¿Recuerdas los proyectores que nos protegen, no? ― Dawn asintió. ― No te lo dije en ese momento, pero tu idea detrás del diseño es correcta. Está de hecho mejor explicada de lo que me explicó nuestro líder cuando estaba aún vivo.

    ― Pero no entendí nada de los cálculos que había. Ni entiendo los números en los que trabajan Eureka o Max… ― Argumentó de regreso.

    ― Porque quizá tu fuerte no sean los números. Pero entiendes el medio. Tú tienes el potencial de entender lo que te rodea por ‘corazonadas’. Tienes la ligera noción de por qué se puede dar, y de pronto las leyes de la naturaleza llegan a tu cabeza hasta darles sentido. ― Continuó. Dawn sintió de pronto que la estaba halagando. ― Tu nos das a nosotros la idea, escrita sencillamente, de qué calcular.

    ―… Tan solo quiero sentirme útil. ― Murmuró por lo bajo. ― He sido poco más que una carga todos estos años. Tan solo… quiero sentir que soy capaz de algo que pueda serle útil a Ash. Para que no cargue él solo. ― Drew soltó una carcajada por la nariz ante esas palabras.

    ― Espero que Ash sepa lo afortunado que es por tenerte. De compañera o de esposa, al final es lo mismo. ― Algo hizo clic en la cabeza de Dawn ante esas palabras. “De compañera o esposa, al final es lo mismo.”. ¿Por qué de pronto se sentía ansiosa de regresar a su cabeza a sacar conclusiones? ― En todo caso. Tu ayuda ha sido muy valiosa en muchos aspectos aquí, lo creas o no. Estoy seguro que, si May tuviera la conciencia para ello, te agradecería mucho lo que has hecho por Ivory o Nana. Las estás volviendo humanas. A Max le estás dando motivos para superarse. A Eureka para abrirse. Y a mí, para seguir trabajando. De no ser por su llegada, por ese papel tan ‘pequeño’ de solo ser caras nuevas, las cosas se estarían derrumbando aquí.

    ― Exageras. ― Solo pudo decir.

    ― No. Tú en particular nos ayudas a Max y a mí con los diseños de nuestro líder. Nunca habríamos recobrado el estudio del RKG26. El sistema de recarga nunca nos hizo sentido hasta que nos diste la respuesta más sencilla y pudimos por fin fabricar una. Esa arma es nuestra principal línea de asedio ahora. Y Ash, entrenando todos los días con Eureka ha logrado que más gente se acerque a ella. ¿No fue gracias a eso que supimos que no es androfobia lo que padece? ― Drew suspiró entonces. ― Tómalo como un halago si así lo quieres. Pero su papel aquí es mayor al que creen. Quizá no sean ustedes los protagonistas de todo esto, eso no lo sé. Quizá ustedes solo sean… viajeros. Quizá solo llegaron aquí por casualidad y en algún tiempo prefieran seguir adelante, lo que sea que eso signifique. Ustedes le regresaron algo del aire de progreso a este sitio. Me atrevo a decir que ya sabes qué es lo que nos despertaba a Melany y a mí cuando llegaron.

    Y de hecho, lo sabía. Lo supo prácticamente desde que llegó. El hecho de que si no se levantaban a hacer algo, los menores a ellos verían que están llevando vidas sin sentido.

    ― Ya te he sido muy sincero, Dawn. Ustedes son importantes para todos aquí. Los necesito para mantener todo trabajando. Ustedes son… son los bardos de este ejército. Ustedes son los que cuentan la historia, y los que recordamos cuando necesitamos un toque de esperanza. ¿Nunca pensaron lo que ustedes eran cuando llegaron? ¿Lo que representaban para nosotros? ― Dawn solo negó con la cabeza. ― Una pareja que huyó de la esclavitud, esperando alcanzar seguridad aún si esto fuese peligroso. Representaban la fuerza de la unión para nosotros. Aún lo hacen.

    “Por eso, quiero contar con tu apoyo. Porque sé que contigo y con Max podré brindarles más seguridad a los jóvenes. Más seguridad a los niños y a May.”, fue lo último que dijo el actual líder del lugar antes de que Dawn accediera.

    Muchas cosas que le había dicho le estaban dando vueltas en la cabeza. Tantas que le era difícil poder tomarlas todas y sintetizarlas sin que se mezclaran unas con otras. No sabía si era para bien o para mal, pero ahora tenía qué pensar. Y mucho.

    Y tendría que, por fin, juntar el valor de acercarse a Ash y pedirle que hablaran. Porque cuando llegaron, aquel “Hablaremos por la mañana” jamás había llegado, luego de ya todo ese tiempo en el edificio.

    Ella misma lo había dicho ya: Era hora de tener respuestas.



    No tengo mucho qué decir esta vez.

    Sobre este capítulo: Creo que aquí, vemos el crecimiento de Dawn.

    Sobre la vida: Tomen líquido con calma.

    Gracias por leer!

    Later.
     
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  11.  
    Dr Kaos

    Dr Kaos Guest

    XXI.

    [​IMG]



    Creo que después de tantas desgracias… uno realmente no esperaría una escena tan tragicómica… jajajaja XD la verdad si vi la posibilidad de que Ash la palmara o por ultimo algo extremadamente grabe…

    Creo que lo catalogare como uno de mis favoritos… en poco provocaste el loop de una montaña rusa… pasando por muchas emociones… la cuchara latiendo a mi… el estómago pa dentro… y finalmente una risotada junto a “Q hijo de puuuuuuuuu*** ¡!! “

    Repito muy buen manejo de la atmosfera.

    (asi con la dinámica del propio fic que te preparas más para lo peor… y olvidas que no todo es desgracia… XD)



    ok... si imagine la mandibula de Dawn caer a piso.... jajjaja

    Ver a ash dormir de esa forma me recordó aquellos años de universidad… posteriores a los exámenes quedaba tal cual después de largas jornadas de dormir solo una hora al dia por una semana…. O dios… recuerdooooooooos!!!


    -----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
    XXII

    admitiré que tuve sentimientos encontrado al momento de leer este… una sensación de ¿Por qué mostrar estos eventos ahora… y no después de que dichos personajes hallan cruzado sus caminos con ash y dawn? Pero a su vez comprendía que era intrigante en cómo manejarían ellos el saber de estos eventos…


    Algo efectivo… porque apenas terminé este me fui como avión al siguiente XD... en fin interesante forma de estructurar los eventos…


    Del capítulo puedo decir que logra su cometido… me gusto, me impacto y si me dejo esa sensación de que shuuuuuu… físicamente no es uno de los capítulos mas crudos… pero emocionalmente es bastante shokeante…

    Buena forma de contar el origen del grupo… el punto de vista de drew fue perfecto, otro más que lo movió la inercia…



    Ok, si me hizo gracia pensar en Drew como el “encargado” de recordar a los demás como era el mundo y sus valores… habiendo sido el tan narcisista en su juventud… pero se nota que de los tres líderes era el “menos” socialmente roto… digo… uno paso su adolescencia siendo entrenado por el TR… y el otro segado por buscar a su ser querido y la venganza….

    Un punto que se nota sobre todo al momento en que realizan el ataque… ese en que Drew es el único en sentir repulsión ante tal masacre… ver como la inocencia ya no existía entre los que deberían ser los “más inocentes” ….

    La escena cobra todo su peso gracias a el… alguien que en el pasado fue un gran ególatra… pero no dejo de ser humano… oh bue…




    Paraíso…. ¿Eres tú?



    al final la especial cobra sentido… para ser sincero cuando lo leí pensaba que estaba enfocado en un OC… asique descarte a May… error de mi parte… pero con eso hizo más desgarradora la imagen de verla asi (¿?)…



    y ya sin darnos descanso… pasamos de esa denigrante imagen… a la del “trágico recuentro familiar” ….

    Primeras que nadas… felicitarte como jugaste con la “muerte de citron”… por la descripción de su muerte al inicio de la historia, más la afirmación de Ash de afirmar que el “murió” … realmente era difícil pensar o más bien aceptar que él estaba vivo, aunque pequeñas pistas indicaran lo contrario… era más fácil aceptar que eran características similares que nos recordaran al inventor…

    Leyendo la descripción de su muerte al principio nuevamente… es interesante el haber olvidado que nunca se dijo donde impacto la última bala en Citron… en fin…

    ……….pero ahora sí que no queda duda que él está muerto, sin respuesta… y el único testigo es su pequeña hermana que fue entrenada como rocket….

    Excelente plots twist… me dejo sin palabras… la ambientación es precisa para dejarte con esa sensación muda…. Sorpresa…. Y solo sentir resignación a tanta ironía trágica…

    Buen capitulo… si bien es un resumen de la situación, como dije resulta efectivo… y en poco transmite lo necesario (igual gracias a los personajes que conocemos) una secuencia de sorpresas “desagradables” que no nos sacan del shock… o poder pensar bien….


    Si fuera real… si darían ganas de vomitar como lo tuvo que hacer drew…. Angustia pura y a le vena.


    ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------


    XIII

    Y después de un capitulo turbulento… viene uno de calma… hasta gracioso....



    Partiendo por Dawn… se le noto un aire más jovial… más preocupada por un aspecto tan banal como su apariencia, aunque ella siempre tuvo algo de eso en el anime, preocuparse sobre todo por su cabello…

    Verla pensar de esa forma… resulta fresco… como si una parte de si misma se hubiese liberado tal vez por esos días de “paz” y sin sentir el peligro permanente… aunque después se recrimine al recordar el mundo en que vive…

    Por lado siguiendo sus pensamientos sobre la “relación” con ash… también se nota diferente… ya no tanto como un temor, o sostén de navidad… sino cierto enojo porque eso se dio de forma forzosa… y que puedo ser cualquiera… tanto para el como para ella…

    Diría más que es enojo a la situación que vivieron… en fin.



    - Me gusto la transición con la niña… tenía un aire místico o mágico si le podemos decir de alguna manera… pero a la vez tierno… imagine una escena con colores bien cálidos… :D fue agradable.



    - Y seguimos los momentos agradables (en serio… @_@ últimamente pienso que estamos teniendo más buenos momentos… que malos… se va venir una grande... serto?) se sintió genial ver Ash rebosante de energía por una vez en largo tiempo… era como ver al antiguo en su mejor momento por un breve instante….


    Mori con esto… jajajaj si sentía como el viejo… :D…


    Aunque igual la forma en que la realidad volvió a el… fue…. Triste D:


    -Una vez más es interesante cierto contraste con Dawn… me sorprendió verlo tener ese tipo de sueño… o más bien los partícipes… otra vida, pero en que si pudo tener esa familia tranquila junto a Dawn….

    Y ahí es donde la diferencia se nota… recordando que ella tiene más esa sensación de que hubiese tenido que encargarse sola de autum, como madre soltera (¿o esposa despechada?) me es difícil adivinar lo que ella quiere… o desea… y por eso me es aún más interesante al final que resolución llegara esta “relación” …




    - Finalmente, el encuentro con Drew fue mas frio… se nota su papel de líder…


    En fin, dejo el review hasta aquí… después publico otra tanda (para que no me queden muy largos) ojala que las cosas esten llendo a mejor en tu vida diaria men.

    Saludos!








     
    Última edición por un moderador: 22 Julio 2018
  12.  
    J.Nathan Spears

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    Buen episodio, mi pana... no tengo mucho qué agregar. ¿Tu misión con ésto era darle algo de protagonismo a Dawn? Pues cuando menos lo conseguiste y no de la forma repleta de "Wangst" que tenías en los episodios más tempraneros.

    Y sí, Drew todavía tiene ese toque "repelente" que solía tener cuando era un coordinador novato-intermedio. Claro que al menos no es solo por malicia -w-U. En fin...

    Todavía no hay mucho avance en la historia... pero presiento que pronto se viene algo grande. Algo tremendo...

    Y espero que consigan curar el cerebro de May xD. Quién sabe qué pasará con esa loquilla -w-U

    Nos vemos en otra -w-
     
  13.  
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    Bueno, llegó la hora de comentar, ya que estoy de vacaciones.

    XXVI

    Citron sobrevivió vaya a saber como, pero ahora está bien muerto. Hay mucho misterio alrededor de esto. Y ahora Dawn ve a Nana muy parecida a Serena. ¿Paranoia suya? ¿Serena tampoco murió? ¿Esa nena es hija de Serena y no de May? Bah, yo misma me estoy enredando, no me hagas caso.

    Tendrán que hablar con Eureka en algún momento, si. Debe tener información valiosa.

    XXVII

    Dawn está queriendo a Nana como su propia hija, eso es muy tierno. Al no tener a la suya, es obvio que se termine encariñando con una niña.

    ¿Sabes que no recuerdo o no entiendo por qué en capítulos anteriores Eureka había intentado matar a Dawn? Ahora la relación entre esas dos es algo tensa, pero de a poco parece que va a aflojar un poco.

    Drew diciendole a Dawn de que ella es mucho más útil de lo que parece. Era hora de que alguien le dijera lo contrario porque no paraba de pensar que era una carga para Ash y que no entendía nada y toda esa mierda.

    Tengo miedo de esa charla que puedan tener Ash y Dawn. Aunque más miedo me da de que el Team Rocket aparezca y los mate a todos o algo peor.

    Hasta la próxima.
     
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    Jetto

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    XXVIII





    ― Aunque nunca me lo ha dicho de frente.

    ― ¿Quizá realmente lo estás imaginando? ― Preguntó de regreso Eureka, tratando lo más posible de no hacer notar su fastidio.

    ― No lo creo… Tengo más tiempo con Dawn que sin ella. Es… difícil para este punto que no vea venir algunas cosas. ¿No te pasa algo similar con Max?

    ― Más allá de las pesadillas, no. ― No le iba a decir a Ash que justo Max tenía un fuerte flechazo con su esposa, y que le hablaba de ella cada que podía al punto que ella misma ya sabría leer a Dawn de ser necesario. Más bien, Max quizá ni sabía que estaban casados, aunque fuese de palabra. Jamás le había comentado nada sobre el anillo que llevaba la antigua coordinadora, quizá porque la misma lo guardaba antes de practicar con él. A pesar de ser increíblemente astuto y ágil para tomar decisiones de vida o muerte, Max era muy denso. ― No me he relacionado mucho, así que me cuesta entender una conexión como la suya. ¿Es como la de los niños?

    ― No… La de ellos va mucho más allá. ― Suspiró el azabache.

    Ambos estaban descansando luego de esa jornada de ejercicio. En esa ocasión no habían entrenado combate porque el Ash tuvo una mala caída el día anterior y se dolía de un hombro. Melany les dijo que no era nada serio, pero que igual era mejor que descansara lo más posible.

    Le era raro a ella, no obstante, que Ash se lastimara por algo así. Tenía ya mucho tiempo entrenando con él, así que sabía muy bien de lo que era capaz de aguantar. Una caída era algo… tonto. Incluso le dio algo de pena la preocupación en el rostro de Dawn cuando le dijo que había tenido un pequeño accidente. Normalmente la veía muy relajada o sonriendo, incluso cuando la entrenaba. Jamás había visto sus entrenamientos con Max, pero tenía la idea de que en ese caso era lo mismo ―por no decir que era algo que Max recalcaba cada que podía con algún estúpido suspiro añadido―. Algo tuvo que encontrar Max en ella para fijarse de esa manera en una mujer. Incluso cuando algunas de las jóvenes le coqueteaban más abiertamente, él o se reía amablemente de los intentos o simplemente buscaba la manera de girarlo a su favor para hacer de las insinuaciones algo más cómico.

    Dawn en cambio ni se esforzaba y lo tenía en la bolsa. Y claro que tenía a Ash. Aunque era un caso mucho más especial, de acuerdo a lo que ambos le habían contado. Ellos prácticamente se convirtieron en pareja por obligación con el otro para protegerse, en algún momento comenzaron a vivir y a pensar como una pareja real, luego tuvieron un problema ―que jamás se interesó en saber, pues creía que era algo que les correspondía solo a ellos― y los dejó en una posición muy diferente, pero manteniendo el sentido de protección mutuo. Ella no sabía realmente de cosas del amor, pero a sus ojos, Dawn y Ash se amaban. Porque, ¿quién podía permanecer 17 años junto a otra persona de no ser por eso? Ella no tenía ni 10 en el edificio y buscaba cualquier excusa para estar sola todo el día, mientras ellos pasaban todo su tiempo libre juntos. No lo sabía ―porque no le interesaba saberlo―, pero inclusive creía que dormían juntos.

    Eso le hizo pensar en que hacía ya 4 años que la pareja de Portual llegó un día totalmente al azar de enero. Y durante ese tiempo, había cosas que habían cambiado significativamente.

    Tenían información de que había colonias de supervivientes libres en varias regiones. Estaban comenzando a colonizar de nuevo Calagua al notar que el Team Rocket la había abandonado totalmente. Dawn se había convertido en una parte importante para el desarrollo del sitio y Ash había comenzado a entrenar a los jóvenes en algunas disciplinas para no dejar a Eureka al frente de todo.

    May no presentaba cambios, pero los niños sí habían cambiado. Además de los cambios físicos propios de la edad (Dejando a Ivory como una señorita de una belleza impresionante), los niños tan solo necesitarían hablar para ser un grupo de hermanos ―casi― común y corriente. Brendan era aún el único que hablaba, pero ya todos eran expresivos. Cada uno tenía una personalidad propia y tenía pequeños rasgos que los hacían aún más únicos. De Ivory, además de su belleza, estaba su curiosa habilidad para la cocina. De Ulrich, el segundo, destacaba su facilidad con los números, llegando a apoyar a Max y a Eureka en la investigación de Citron aún cuando nadie le había comentado de ella. De Hans, el tercero, estaba su ‘noción contra imprevistos’, como llamó Melany a su capacidad de anticipar posibles problemas y brindar las herramientas para evitarlos, como ejemplo el que empacara en las cosas de los excursionistas más medicinas o agua extra, cuando justamente habría algún pequeño retraso ocurría y necesitarían insumos extra. De Erika, la cuarta, estaba su inverosímil habilidad para las lenguas, aunque la misma no hablara; prácticamente podía re-interpretar cualquier libro a cualquier otro idioma si se le pedía y daba el tiempo para transcribir el texto. Brendan, el quinto, era el único que podía hablar y, junto a Ivory, podía saber con absoluta exactitud dónde estaba cualquiera de sus hermanos. Astrid, la sexta, tenía las cualidades físicas que se buscaba en los Elite; con el entrenamiento correcto, sería igual o más letal que Eureka en la mitad de tiempo. Y estaba June, la más pequeña y casi caricatura de su madre ―lo que le atribuyó el nombre―, que aún era muy pequeña para saber si era particularmente buena en algo, aunque había quienes decían que a veces la veían dibujar en la biblioteca, cuando no estaba con su madre.

    De Nana, la séptima y motor moral del edificio, Eureka prefería no hablar. Aún no, al menos.

    Así mismo había cosas que no cambiaban, y eran justamente Dawn y Ash el mejor ejemplo de ello, pues su comportamiento siempre había sido el mismo prácticamente desde que llegaron.

    ― ¿Por qué? Si pudo recibir un disparo por ti y estar dispuesta a recibir otro, de parte de Drew. Y ni se diga del cuchillo que lancé y que me devolviste.

    ― Nuestra confianza no es la misma de antes. ― Dijo entonces, viendo hacia la niebla en el cielo. ― Quizá unos 10 años atrás las cosas serían similares, pero ya no. O al menos así lo siento.

    ― ¿Lo dices por lo de reclutarte?

    ― Entre varias otras cosas.

    Ellos, Dawn y Ash, habían sido las últimas personas que habían llegado al edificio.

    Drew sabía que no podían dar el ataque que tanto anhelaban, porque el Team Rocket seguía tan fuerte como antes, pero estaba internamente débil. Por explicarlo de alguna manera: El esqueleto estaba hecho añicos. No se sostendría mucho tiempo. Pero el caparazón de poder que habían forjado se mantenía bien. De alguna manera, los huesos atados a ese caparazón los mantenía de pie. “Es cosa de tiempo”, se repetía Drew.

    Los intentos del mismo para ‘curar’ a May se centraban ver su condición como un sueño o algo por el estilo. Así que sus esfuerzos apuntaban en encontrar a un pokémon legendario capaz de ayudarla. Creselia, Jirachi, Celebi y el mismo Darkrai eran su mejor opción, pero los 4 estaban desaparecidos. Estaban escondidos por miedo a ser capturados por el Team Rocket.

    Porque, la condición del mundo se debía puramente a la ausencia de varios legendarios.

    Fue el hallazgo ‘oculto’ que Dawn encontró un día, leyendo en la biblioteca del lugar.

    De acuerdo a las revistas del Team Rocket que poseían, la organización tenía capturadas a varias bestias, entre las cuales varios nombres importantes radicaban. El caso de la niebla, la rara condición actual de las plantas, el comportamiento sobreprotectivo de los pocos Pokémon Salvajes encontrados y los climas se debían, en ese orden, al poder de Rayquaza, Celebi, el trio legendario de Unova y Kyogre.

    Esos, no obstante, estaban libres, pero se defendían de esa manera. Rayquaza cubrió al mundo con extrañas nubes. Por los archivos a los que Dawn tenía acceso, pudo concluir que eran diferentes a simples cuerpos de agua evaporada. Esto por varias características que juntó. Primeramente: No eran nubes como tal, pues no llovía. Esto indicaba que estaban hechas de otra cosa por leyes naturales. Segundo: No provocaban cambio de temperatura. Esto lo concluyó de manera sistemática en conjunto con otras observaciones, pero se debía de manera fundamental a otra captura que el Team Rocket había logrado.

    En revistas posteriores encontró un listado de los que tenían capturados y gracias a eso logró darle significado al mundo en donde vivían.

    El eje del mundo había cambiado gracias a la captura y a la furia de Regigigas. Enfurecido, juntó todo el poder que pudo desde su prisión y movió el globo hacia el norte, de manera que los polos quedaran a la altura de los trópicos. De esa manera, la mayoría de los continentes del hemisferio norte quedaban prácticamente sobre los polos, convirtiéndolos en zonas inhabitables para los humanos.

    La idea que junto a Ash tuvo algún día de que Sinnoh sería un iceberg sería entonces errónea, y de hecho sería una zona tropical o un bosque cálido. Kanto, y Unova tendrían un destino similar, con Unova cerca del polo sur. De esa manera, Portual estaría a la altura de Ciudad Trigal, por lo que ellos, en ese momento, estarían aproximadamente en la antigua ubicación del Lago de la Furia. Eso explicaba un poco el frío, pero no las mutaciones de las plantas.

    Para ello entraba Kyogre: Ocultándose, no podría llamar a la lluvia, y la vegetación moriría en un tiempo. Por ello nutría más los suelos. Los llenaba de mantos acuíferos subterráneos y las plantas para subsistir juntaron sus raíces. Los troncos delgados e individuales no eran suficientes para contener la cantidad de agua necesaria, por ello que los árboles se unieron en los gruesos y extraños troncos que habían visto desde que salieron de Portual. Así mismo, con la cantidad de agua que las plantas tenían almacenada, aunada a la falta de luz solar debido a la niebla, el ambiente en general se hizo más fresco y húmedo en toda la región.

    En conclusión y aunado a la captura de Regigigas ―y parcialmente también a la de Groudon―, los cambios de todo el mundo en cuanto a clima se debían a la razón más lógica: A que el planeta había cambiado. Su rotación cambió y sus polos se estaban descongelando. Eso era alarmante así mismo, porque las costas y las ciudades cercanas al mar terminarían siendo engullidas.

    Dawn le reportó esas observaciones a Drew, quien no pudo encontrar un argumento suficientemente fuerte para tirar su teoría, por lo que terminó aceptándola. Además, confiaba en su criterio respecto a su entorno natural gracias a su ya muy grande conocimiento sobre la naturaleza. Ambos igualmente concluyeron que eso no fue una mera coincidencia. Porque si fue Regigigas el principal causante de esos cambios, una voluntad mayor estaba siendo la detonante de todo eso. Un pokémon era el único de tener tal control: Arceus.

    Y ambos lanzaron una conclusión final a todo eso: Arceus había provocado todo eso porque, justamente, el Team Rocket se asentaba principalmente en zonas cercanas a los puertos.

    Inicialmente tomaron únicamente las ciudades capitales, siendo que eran las que tenían más recursos y mejor infraestructura, pero aprendieron que luego de los primeros años, todos se mudaron a los puertos más importantes por la facilidad que implicaba no tener que transportar mercancía del mar a las ciudades. Eso sin contar que las reservas de combustible se estaban agotando y era muy complicado refinar los combustibles sin tener que arriesgarse a que alguien tratando de oponérseles tomara alguna acción con esa tecnología para afectarlos.

    Arceus, probablemente, notó eso y de allí las acciones: El mar se terminaría tragando las ciudades y solo algunas zonas serían habitables entonces, dejando muy poco espacio y forzando otro genocidio.

    No tenían manera de saber a ciencia cierta en cuánto tiempo todo eso pasaría, pero ya eran más de 10 años desde que el clima cambió. Sin Groudon, el proceso seguramente iba más lento, pero había pokémon capaces de suplantarlo en esa función a menor escala.

    Eureka entonces negó discretamente con la cabeza, tratando de despejar su cabeza. De una u otra manera, incluso ella terminaba pensando en su alumna de cabellera azul. Y hablando con Ash de eso y recordando fugazmente a Max, se preguntó por qué la excoordinadora no se habría dado cuenta que su entrenador estaba enamorado de ella.

    Quizá estaba demasiado metida en su cabeza tratando de encontrar métodos más eficientes de hacer sus labores o tratando de darle más forma al mundo de manera teórica ―pues no podía ir a Johto a comprobar su teoría de los cambios de polo―, y eso le impedía detenerse y dedicarle 5 minutos de atención a los gestos, miradas y detalles que el varón de Hoenn tenía con ella.

    Pero Eureka sí estaba notando eso.

    Ella, por su parte, jamás se había fijado en alguien de una manera diferente a la que se ve a un compañero de trabajo. Max era prácticamente la única excepción a esto, y por ello que le dejara un sabor extraño en la boca cuando le hablaba de Dawn en sus ratos libres. Así mismo, prácticamente todo lo que Ash podía contarle estaba de alguna manera relacionado a la mujer de cabellos azules porque estuvo con él durante los últimos 17 años. Tenía que además estar con ella entrenándola un buen rato durante la tarde luego de comer, y luego de eso, antes de anochecer, Max nuevamente hablaría sobre ella. Y no era que le cayera mal la ‘esposa’ de su compañero de entrenamiento, pero escuchar todo el día algo acerca de ella se volvía tedioso y no podía evitar sentirse cansada tan solo de verla.

    Le daba miedo, asimismo, que cuando pensaba que quizá Ash le hablara de ella a Dawn cuando coincidían, sintiera algún tipo de satisfacción extraña. Nuevamente, no podía culparse de ello gracias a su prácticamente nulo conocimiento sobre el sexo opuesto. Siempre había sido temida de algún modo, y las únicas personas que la trataban con confianza eran los niños, May, Ash, Drew y particularmente Max.

    Antes de ir a Hoenn, cuando era la guardaespaldas de Proton, la única forma de contacto que tenía con varones era a través del mismo, y eso era en contadas ocasiones.

    Esto se debía a que él era muy posesivo. No quería que nadie se le acercara. Y corrió con la mala suerte de que, en la mente del difunto jefe Rocket, eso implicaba muchas más maneras de las que realmente eran.

    Ella, gracias a él, siempre mantuvo un quedo de asco por los hombres. Entendía lo poco fundamentado que eso era, dado que solo fue Proton quien le dio los motivos para ello. Pero, ¿qué podía pensar ya? Lo único que sabía es que la esposó y la violó más ocasiones de las que jamás admitiría. ¿¡Cómo podía llegar a pensar en algo más que asco por un hombre a nivel sentimental!? Sí, había excepciones, pero incluso tocar o rozar a Max accidentalmente le daba algo de náuseas, cuando a él era a quien más quería. Si toleraba el contacto con Ash era puramente porque sentía que se liberaba de sus emociones golpe tras golpe, y no le negaba el contacto a Max porque sabía que él jamás la forzaría a nada.

    Era algo que Eureka jamás había admitido. Y quizá se llevaría eso a la tumba. No podía dejar que la gente la tratara con lástima. Era la manera en que Proton le hablaba. Sabía que eso solo la enfurecería y, en el peor escenario, terminaría matando a mucha gente totalmente inocente. Quizá por eso tampoco buscaba tener muchas relaciones interpersonales. Si el caso en que llegara a herir a alguien se daba, no tendría que lidiar luego con el dolor de haber lastimado a un ser querido. Eran muy pocas las personas a las que les tenía aprecio.

    Aunque sabía que no debía ser así, por cierto, Dawn se había convertido en una de las personas menos apreciadas para ella. Le daba miedo igualmente pensar que incluso llegara a buscarla para intentar matarla. Y eso implicaría que tanto Max como Ash saltaran a defenderla. ¿Sería capaz de detenerse, aun teniendo a dos seres queridos en frente? ¿Sería capaz de convencerse y hacerse ver claramente que la mujer de Sinnoh era incluso ignorante ante sus sentimientos? No podía evitar sentir ese ardor en su pecho por mucho que lo intentara. Porque dos personas queridas por ella serían capaces de levantar sus puños por defender a la excoordinadora.

    Eureka empuñó discretamente sus manos tratando de contener la ira que de pronto nacía en su pecho.

    ― Ah, gracias. ― Dijo Ash junto a ella. La sorpresa hizo que algo de su irracional enojo se fuera para ver a quién le hablaba.

    Se topó entonces a Nana, sosteniendo una botella de agua para ella. La niña la veía con un toque de timidez y rompió el contacto visual rápidamente. Eureka suspiró suavemente y tomó la botella de agua. Le regaló una pequeña sonrisa a la niña a manera de agradecimiento cuando la volteó a ver y la misma le regresó el gesto aún con timidez.

    Eureka deseó por un momento nunca haberse dado cuenta del origen de esa niña. Probablemente ella también estaría enamorada de Nana de no ser por eso. Pero no podía ignorar el brillo en sus ojitos cafés.

    ― Supongo que será todo por hoy. ― Dijo ella, un poco más tranquila. ― Dile a Dawn que venga a la hora de siempre con sus cuchillos.

    Nana y Ash vieron cómo la rubia se alejaba a paso seguro, metiéndose en el edificio.

    ― ¿Ya comiste? ― Le preguntó él a la niña. La pequeña negó con la cabeza. ― ¿Tu mamá? ― Asintió entonces. ― Ya veo. ¿Y tienes hambre? Podemos ir por Dawn y comer los tres juntos. ― Propuso. La niña sonrió con alegría y asintió enérgicamente, sacudiendo sus cabellos en el proceso. Ash sonrió ante el gesto. ― Muy bien. Entonces vamos y aprovechamos para saludar a tu tío.

    Era raro que Nana no hubiera comido ya para esa hora. Normalmente ella comía junto con su madre y sus hermanos. Así que sería la primera vez que fueran a recoger a Dawn. Igualmente sería la primera vez que vería a Max justo al terminar los entrenamientos. Normalmente se lo topaba una o dos veces al día por la tarde, cuando los dos estaban libres, aunque Max solía despedirse tras unas palabras por alguna tarea que estaría a punto de realizar.

    “Un cambio de rutina no nos viene mal luego de tanto tiempo…”, fue lo que pensó al notar lo increíblemente monótona que se había vuelto su vida.

    Sacó de su bolsa del pantalón su anillo y se lo colocó entonces en su dedo usual. Al igual que su compañera, prefería guardarlo para evitar dañarlo durante sus labores.

    Caminaron entonces alrededor del inmueble para dar con la zona donde regularmente entrenaba Dawn. Justo frente a la puerta estaba ella junto a su entrenador platicando de algo sobre la sesión de ese día, Max trabándose varias veces en palabras sencillas.

    La mujer los vio llegar antes y sonrió ante la curiosa sorpresa de la niña ―que corrió hacia ella a saludarla― y su compañero. Ella igual pensó que era la primera vez que algo así ocurría, y se sintió algo extraña al pensar que eso pasaría bajo otro contexto si todo ese enrollo nunca hubiera pasado.

    Max, más que atento en el lado maternal de Dawn, se fijó en que Ash llevaba un anillo. Se dio cuenta cuando, para explicar el por qué de que apareciera junto a Nana, acarició la cabeza de la niña. Nunca se había fijado realmente en las manos de su antiguo compañero de viajes. Y se preguntó entonces por qué usaría un anillo. ¿Ash se había casado en Portual? “Pero, ¿qué hace con Dawn y no con su esposa?”, se preguntó. Claro, pensó en la posibilidad de que la mujer fuese su esposa, pero él en esos años jamás le había visto un anillo puesto y siempre veía sus manos durante sus sesiones. Además de que negaba la idea de que había ‘perdido’, quizá mucho antes de siquiera intentar ganar el corazón de la de ojos azules.

    Entonces se enfocó rápidamente en el hecho de que ambos estaban en Portual. Dawn siempre que le comentaba acerca de Ash, le decía que había algo que les impedía ser una pareja en sentido romántico. Entonces Dawn estaba enamorada del azabache, pero alguien ya ocupaba la mente del exentrenador. De ser así, entonces la esposa de Ash era alguien más de Portual. ¿Y su paradero? El que Ash usara su anillo, incluso fuera de la ciudad amurallada, le dio cabida a la idea de que quizá esta persona murió en el puerto, y él usaba el anillo a manera de recordatorio de lo que fue esa persona para él. Solo así se explicaría por qué había llegado con Dawn y por qué ella no llevaba un anillo.

    A todo esto, Max regresó de su mente en el momento exacto en que Ash besaba en la mejilla a su alumna. Sintió su quijada ponerse rígida y sus manos empuñarse, así como una fuerte punzada en el pecho. La errónea idea que se había formado en esos momentos le dio pie a otra idea igual de errónea: Si Ash no se quitaba el anillo y besaba a Dawn, y si Dawn realmente estaba enamorada de él, ¿no quería decir que Ash se estaba aprovechando de ella para intentar ‘tapar el hueco’? ¿Y Dawn estaba de acuerdo con eso?

    “Estás pensando demás, Max. Cálmate”, se dijo mentalmente para evitar soltarle un puñetazo a Ash. Además, seguramente él lo vería venir y no tenía ganas de explicar por qué se le lanzó. Tendría que decir todo lo que tenía en la cabeza y decirle a Dawn justo allí que quería más que una relación de aprendizaje con ella.

    ― Muy inusual, pero muy lindo. ― Escuchó decir a Dawn. ― Normalmente es Ivory quien viene. Pero justo hoy no apareció.

    ― Nana por lo regular no nos lleva agua a nosotros. Y elegiste el día en que menos ejercicio hicimos. ― Le dijo Ash a la niña. Ella bajó la mirada ante ese comentario. ― Aun así, te agradezco el gesto. Estoy seguro que Eureka también te lo agradece. Te sonrió, ¿verdad? ― La pequeña asintió sin convencerse del todo. ― Y a casi nadie le sonríe. Quizá seas la segunda persona a la que le sonríe. Solo a ti y a tu tío Max.

    Nana sonrió después de escucharlo.

    Max, todavía sintiéndose nudos por dentro, prefirió salir de allí antes de hacerse más ideas tontas. “Entonces, te veo mañana a la misma hora.”, le dijo a Dawn. Le hizo un gesto a Ash de despedida y se despidió de su sobrina.

    Dawn entonces se colocó su anillo en su respectivo dedo. Nana tomó la mano izquierda de Ash y la derecha de Dawn, y los guio hacia el comedor. Ellos rápidamente le nivelaron el paso y caminaron así, tomados de la mano, hacia el comedor, arrancando varias sonrisas en su camino mientras charlaban sobre lo que hicieron en sus respectivos entrenamientos.

    Nana era muy querida en el edificio. De alguna manera extraña y sin ninguna excepción, siempre aparecía en el momento justo con alguna curiosidad entre manos para animar a la persona que lo necesitaba. A veces su mera presencia era suficiente, o el verla pasar por el pasillo dando saltitos con su pequeña melena acompañándola en eso. Otras veces era alguna travesura o alguna herramienta que, muy casualmente, alguien necesitaba en ese momento y ella tenía por cualquier razón. Incluso, aunque jamás la habían escuchado decir ni exclamar nada, sentían que era una escucha mucho mejor de lo que debería para sus tiernos e inciertos 10 años. Muchos sentían que, de poder hablar, ella les daría las respuestas que necesitaban. La niña era un pilar en ese edificio. Era la cara que siempre se les venía a la mente al mencionar a los niños del lugar, dado que su carisma era insuperable.

    El que eligiera, por así decirlo, a Ash y a Dawn, daba la sensación de que era tan especial, o quizá más especial, de lo que ya sabían. Esto porque eran justo las personas que estaban impulsando más el desarrollo del sitio, cuando muchos se empezaban a sentir estancados.

    Ash era como un padre, y Dawn como una madre. Esto para todos. Él era del tipo de persona al que le podías pedir algo y probablemente sabría hacerlo y te enseñaría pacientemente a hacerlo. O podría tan solo acompañarte a platicar de cualquier cosa. Ella estaba siempre atenta a su alrededor y pocas cosas no podía arreglar con algunas palabras y un apretón en el hombro o una sonrisa.

    Nadie en el edificio además de Drew sabía que ellos tenían una hija perdida en algún sitio del mundo ―Johto, de acuerdo a la información del líder el sitio―, y quizá ellos mismos no notaban esos pequeños pero muy significativos gestos con el resto de las personas. Justo como le dijo Drew a Dawn, el edificio ya los necesitaba. Ellos eran los que brindaban el apoyo necesario para seguir trabajando.

    Drew era el timón. Melany el navío. Nana las velas. Dawn y Ash el viento. Los problemas eran el agua y su destino era el regreso al viejo mundo.

    Pero, ¿eso quería decir que sin Dawn y Ash, el papel de Nana era menor? ¿Quizá insignificante? Tal vez así era, pues fue gracias a la pareja de Portual que comenzó a portarse cada vez más humana. Esto influyó, aparentemente, en sus hermanos, que igualmente sacaron a relucir los pequeños gestos que les daban características propias. Porque nadie se imaginaba que, por ejemplo, Brendan fuera ambidiestro o que Astrid fuera tierna y cómicamente torpe cuando estaba distraída.

    Quizá eran justamente como los padres de la niña. O esa impresión les dio a las personas que los vieron pasar, entrar a la cafetería o comer juntos.

    De regreso en su habitación, la ya denominada pequeña familia tan solo platicó y jugó con unas cartas que habían llegado en una excursión a Calagua hacía ya un buen tiempo. Nana por lo regular ganaba, pues había memorizado las reglas del póker y tenía muchísima suerte. Algunas veces ganaba Dawn. Ash no había ganado una vez en los meses que tenían jugando cartas.

    Otro rato más tarde, Dawn se retiró con sus cuchillos a entrenar con Eureka, dejando a su segunda hija y a Ash en la habitación armando un castillo de cartas en la alfombra.

    Luego, intentaron competir para hacer uno cada uno ―Ganó Nana― y después se sentaron juntos en la cama a leer uno de los libros que tenían allí.

    En algún punto de la entrada tarde, la niña se sentó en las piernas de Ash mientras aún leían.

    Rato después, le entró sueño y se durmió recostada sobre el pecho de su segundo padre.

    Ash se contagió y rodeó a la pequeña por los hombros con su brazo izquierdo, acomodándola un poco mejor. Pensó por un momento si sería un buen padre si también tuviera a Autumn allí con ellos.

    Él, así como Dawn, mentalmente tenía una imagen de su niña. Él solía imaginarla castaña y de ojos azules, robando los rasgos de sus abuelas más que los de su compañera o de él. La veía con su cabello acomodado en una graciosa coleta en algún lugar al azar de su cabeza, siempre riendo y brincando de aquí para allá, absorbiendo con infinita curiosidad todo a su alrededor. Dando preguntas típicas de un niño en la famosa ‘Etapa de los por qués’ aunque para esa fecha ella ya debería ser grande para estar en esa etapa. Quizá él mismo la imaginaba así por no verla crecer. Bueno, por no verla en absoluto, dado que estuvo más asustado del pequeño bulto ―con nariz― que no dejaba de llorar.

    “Si estuviera con nosotros… ¿qué habría sido de ella aquella noche en Malvalona?”, pensó muchas veces. Tuvo miedo inicialmente de que ella no hubiera soportado la noche, aunque probablemente Dawn habría hecho todo lo humanamente posible para que estuviera caliente. A la mañana siguiente serían entonces atrapados por el Team Rocket.

    Y entonces les dispararían. ¿Él o su compañera habrían saltado a protegerla? ¿No hubieran llevado a la niña enfrente? Recordaba de la mujer que iba en la media cabina del camión el golpe que la dejó casi desmayada cuando el vehículo se volteó. ¿Su niña habría sido capaz de resistir el golpe?

    O, si regresaba más en el tiempo… ¿habría desertado del Team Rocket para ya aprovechar los beneficios que eso le daba y no arriesgar más allá a su familia? No, probablemente habría seguido para convertirse en recluta y exigir el derecho tenerla junto a ellos, cualquiera que fuese el precio de ello. Quizá, de no poder evitar su traslado, pedir que se le diera el cambio junto a Dawn a donde fueran a llevar a Autumn. Aunque claro, eso no se iba a dar de una u otra manera porque falló en su prueba.

    Suspiró levemente, al recordar que todo lo que tenía tanto su compañera como él estaba perdido gracias a él.

    Era una piedra que jamás se había podido quitar. Y se juró jamás olvidar esa culpa hasta que su familia estuviera completa de nuevo. No dejaría de buscar formas de hacer feliz ―en medida de lo posible― a su esposa, incluso si eso implicara apoyarla a encontrar a alguien más y quedarse con ese alguien.

    Ash sabía que ella se sentía como una carga. Y él se esforzaba todos los días en darle la atención y el cariño necesario para que dejara de verse de esa manera. Lo hacía desde antes de que Johanna muriera. No se le ocurría otra manera de hacérselo notar, más que dándole todo lo que podía y estando con ella todas las noches si ella así lo quería. Si le pidiera espacio, le pediría a Melany otra habitación por el tiempo que ella necesitara. Le pediría a Drew mandarlo en alguna misión si ella necesitaba tiempo totalmente para ella.

    Notó que Dawn era particularmente cariñosa con Nana. No sabía a ciencia cierta el porqué de esto. Si bien la rubia era irresistible para los adultos sin distinción, Dawn le enseñaba más cosas a Ivory ―cosas que creía mucho mejor no saber― y por su amistad con May creyó así mismo que le tendría cierta preferencia a June, a la pequeña May que tenían corriendo por allí. ¿Por qué Nana? Era algo que él mismo se preguntó, pero que prefirió ignorar por ese momento y la adoptó de la misma manera en que Dawn había acogido a la pequeña. Eso resultó en pasar mucho tiempo con ella e, inevitablemente, encariñarse con ella conforme pasaban los meses.

    Alguna vez ya había pensado en lo hermosa que era Dawn porque la había visto crecer. Lo mismo le estaba pasando con Nana. Sus rasgos iban cambiando lentamente y le daban más características propias además de sus bonitos ojos cafés. Había algo, no obstante, que lo atraía mucho de la niña. Sentía que la conocía, por así decirlo.

    Sentía que, de hecho, la niña lo conocía mucho mejor de lo que creía. Lo mismo él: Sentía que si la llegaba a ver triste, sabría exactamente qué hacer para animarla. Y había muchas más cosas que solamente no tenían sentido con ella. O al menos él no las entendía, pero no podía sencillamente ignorarlas. Todo lo contrario, las veía y le gustaban. Por ejemplo, no comprendía por qué sus ojos le eran familiares ni por qué su melena rubia siempre estaba cortada a la misma altura, un poco más allá de sus hombros, aunque probablemente dejarle el cabello hasta su espalda baja le sentaría muy bien, pero siempre con la frente descubierta. Quizá incluso conseguirle un sombrero bonito…

    Siempre, sin excepción, la veía y recordaba sus viajes por Kalos.


     
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    XXIX





    Dawn notó algo distante a Eureka esa tarde.

    Quería decir, más que de costumbre.

    Por lo regular no hacía mucho ejercicio con Max. Se enfocaban mucho a habilidades de supervivencia y métodos de captura y sumisión, así como habilidades varias relacionadas a leer su entorno para entender el medio. Eureka le preguntó más a detalle qué era lo que hacían la primera vez que se reunieron para entrenar, y ante su respuesta, la rubia ladeó su cabeza con duda marcada en su rostro.

    “Es extraño de Max que te enseñe a sobrevivir, pero no a huir”, fue lo que le dijo. Dawn sintió eso como un balde de agua fría por lo simple y cierto que era.

    Caminar por el bosque no es tan fácil como mucha gente piensa ―o pensaba― en primera instancia. Se necesita equilibrio por no poder ver siempre el terreno, y el equilibrio se gana mediante fuerza en el abdomen. Esa fuerza además le daría habilidad de trepar más fácilmente, pero para eso necesitaría que el resto de su cuerpo también estuviera trabajado. Ejercicio sería entonces necesario igualmente, pero para que este tenga sentido necesitaba poder hacer fuerza un buen rato, lo que hizo necesario el ejercicio cardiovascular y este el calentamiento y estiramiento.

    Básicamente, podía tenderle una trampa a un Ursaring, pero no correr de él si la misma fallaba.

    Eureka por tanto decidió ejercitarla con enfoque al escape, que era mucha velocidad y fuerza abdominal, algo en lo que Dawn tenía de antecedente por su tiempo de mensajera.

    Recuperar su fuerza cardiovascular fue algo complicado al principio, pero en cuanto tomó el ritmo adecuado todo fue mucho más sencillo. Su abdomen, aunque Dawn lo sentía frágil, era fuerte y sus piernas largas, lo que en conjunto con zancadas rápidas la hacían bastante veloz. Un salto de ella era igualmente bueno. En alguna prueba de salto de longitud que le hizo, su marca fue de casi 3 metros y medio. Eso era un salto bastante bueno, si se ponía de ejemplo que Eureka alcanzaba, con su entrenamiento, los 6 metros.

    Ese día, Eureka la mandó a dar algunas vueltas y entrenar “lo de siempre” mientras ella acomodaba el campo de entrenamiento para lanzar los cuchillos y disparar las armas cortas ―dado que su puntería y reflejos eran mejores a menos de 20 metros―.

    Dawn obedeció esto, notando que los usuales quedos de enfado o cansancio en la voz de Eureka ahora eran de aburrimiento.

    El entrenamiento como tal fue normal. Lanzaban y disparaban eficientemente, Eureka con su impecable 100% y Dawn con su creciente promedio de 70% de efectividad. Después de varios años entrenando era normal que alcanzara un porcentaje tan bueno en lanzamientos, tiro semiautomático y automático, aunque en este último tenía que disparar en ráfagas, a diferencia de Eureka que podía vaciar el cargador entero y hacer agujeros a milímetros de distancia.

    Acomodaron las cosas juntas y caminaron de regreso a las áreas de entrenamiento físico, donde se sentaron a disfrutar un poco del frío aire de esos días finales de Octubre. Eso también era raro, pues por lo regular Eureka se iba en cuanto ella se sentaba.

    ― ¿Ash habla de su entrenamiento contigo? ― Le preguntó de golpe. Le sorprendió a la excoordinadora que de hecho Eureka intentara empezar una conversación.

    ― S-sí… Casi siempre hablamos de lo que hicimos. ― Explicó. La rubia asintió un poco.

    ― Entonces igual le hablas de Max, ¿no?

    ― Bueno… ― Dawn hizo memoria de la última vez que habló específicamente de su entrenador. No recordó ninguna ocasión. ― No en realidad... Hablamos de la sesión como tal. A veces él se detiene a explicarme algo de ti para entender el ejercicio, también. Pero no puedo decir que hablo de Max. ¿Ocurre algo?

    Eureka negó con la cabeza como respuesta y murmuró algo que no entendió.

    ― Max es un buen tipo. Un poco torpe, pero es bueno, ¿no?

    Dawn no entendió entonces qué estaba pasando. ¿A qué venía Max tan de pronto? ¿Le pasaba algo?

    ― S-sí… Es paciente. Con sus alumnos y con él mismo. ¿Pasa algo con él?

    La rubia la volteó a ver entonces. Dawn notó un quedo de frustración en sus ojos, pero nada en su rostro le hacía hincapié en eso, así que creyó que solo lo imaginaba.

    ― No… Es solo que él… ― Se detuvo entonces a pensar en algo. ― Más bien, es algo que he escuchado en el edifico mucho, y me ha dado qué pensar. Sobre el papel de nosotros aquí.

    ― ¿’Papel’?

    ―… Dime, ¿alguna vez has sentido que no eres de utilidad? ¿Qué las cosas podrían estar igual o mejor sin ti?

    La de cabello azul sintió como si una afilada estaca le atravesara el pecho ante la precisión de las palabras de su maestra. Ella suspiró sintiendo su mandíbula temblar y juntó sus pensamientos para darle la respuesta más concisa y menos hiriente ―para sí misma― que pudiera.

    ― Sí. He sentido muchas veces que soy una carga para Ash, ¿sabes? Muchas de las cosas que hizo las hizo pensando en el bien de mi madre y mío. Y yo una vez le escupí en la cara todo el esfuerzo… Estaba tan enojada y tan ciega que ni recuerdo qué le dije. Solo sé que si alguien me dijera eso, yo ya no me acercaría a esa persona. ― Terminó de decir. Al ver a su entrenadora, notó un quedo de una emoción que jamás la había visto hacer. No supo ni siquiera nombrarla, pero era similar a simpatía. En serio, ¿qué pasaba por la mente de la rubia en ese momento? Hablar de Max y hablar de ser útil de pronto…

    Algo en su mente hizo clic entonces. “¿Y si ella piensa de Max lo que yo de Ash?”, se planteó. Básicamente, la premisa era que primero intentó sacar el tema sobre Max para saber su opinión de él y tratar de encontrar algún apoyo o complicidad entre ellas. Luego del tema de ser útil: ¿Qué hacía ella por su compañero? ¿Era suficiente solo estar allí? Las respuestas a las preguntas serían, respectivamente, Nada y No. Así que le pedía, a su manera, consejo de qué hacer para apoyar a Max en sus labores.

    Era una buena posibilidad. Entonces, creyó, lo ideal era darle a entender que había momentos en que sentirse útil y ser útil no eran necesariamente lo mismo, en cualquier dirección que se leyese.

    ― Pero Ash estuvo allí. Cuando por fin me calmé y pensé en las cosas que había dicho, creí que definitivamente él ya no querría tener nada que ver conmigo. Y aún así, cuando pensaba en disculparme ya resignada a que lo había perdido, él apareció frente a mí. ― Eureka pareció interesarse en eso. ― Me aceptó y me dijo que saldríamos adelante.

    ― ¿Y lo hicieron? ― Se atrevió a preguntar la rubia. Dawn asintió.

    ― Seguimos caminando juntos. Y así llegamos aquí. Nos liberamos de mucho más que las paredes de Portual cuando pisamos el bosque de nuevo.

    ―… Eso quiere decir que, ¿podría cada uno seguir solo? ¿Por su propio camino? ― Era una conclusión más o menos lógica, concedió Dawn. Pero la respuesta a eso la tenía ya desde hacía muchos años.

    ― No… ― Suspiró la de Sinnoh. De la bolsa de su chaleco sacó su sortija y se la colocó en su anular izquierdo, resaltante junto a su meñique cercenado, con tanto cuidado que parecía cariño. ― Hay cosas que serán irremplazables. Y al menos yo no me desligaré jamás de él. Este anillo es una de las muestras más pequeñas.

    Ambas quedaron en silencio. Eureka de pronto quiso preguntarle muchas cosas más.

    Su intención era que en realidad su alumna se diera cuenta de lo que sentía Max y así mismo saber las posibilidades de Max de lograr algo. Esa pequeña charla solo le dejó muy firme la idea de que el de Hoenn había perdido, y por muchos años de diferencia. Ya era para ella algo muy significativo que se quitaran sus anillos para no maltratarlos durante sus entrenamientos. Los usaban incluso fuera de Portual, donde no tenían ningún significado real.

    Pero ambos los usaban todo el tiempo. Caminaban de la mano, con o sin Nana. Comían y dormían juntos ―probablemente―. Era casi impensable ver a uno sin el otro, a menos que estuvieran con Max o con ella.

    ¿Cuál sería una de las pruebas mayores a ese par de anillos? ¿Cuál sería la mayor? Cosas que Eureka ya había decidido no preguntar por falta de interés y respeto ahora solo no las preguntaba solo por respeto.

    La forma en que la charla llegó a ese punto le hizo cuestionarse así misma sobre sus pocas relaciones. ¿Qué era para Drew, Max o May? Particularmente para Max, ¿qué significaba ella?

    Eureka sabía que lo que sentía con Max era distinto. Lo atribuía al gran apoyo que fue cuando era una niña aún, luego del ataque. Pero luego del ataque ambos se habían vuelto tan diferentes a cuando pequeños. Y a pesar de las discrepancias, al punto de que casi intercambiaban personalidades de vez en cuando, seguían buscándose como insectos a la luz. Como las raíces buscaban el agua bajo la tierra.

    “Te veo mañana. Gracias.”, fue lo que le dijo a Dawn entonces, y se encaminó con más preguntas que respuestas a la biblioteca. O eso pensaba, pero al recordar que Max probablemente estaría allí su estómago se hizo nudo. No tenía ánimos de hablar con él en esa tarde. Necesitaba pensar. Cambió su rumbo entonces hacia su propia habitación. Se ducharía e intentaría dormir.

    Dawn por su parte regresó a su habitación.

    Al llegar, se topó con la nueva sorpresa de Ash y Nana dormidos. La niña descansaba cómodamente sobre el pecho de su compañero, acurrucándose. Ash la sostenía protectoramente con ambos brazos y sostenía su cabeza sobre la misma de la niña. Nunca había visto algo que le provocara tanta ternura.

    Con un toque agridulce, pensó en el excelente padre que Ash pudo haber sido.

    La parte agria del pensamiento estaba sobre la duda de si sería padre de Autumn o padre de una niña que cada día se parecía más a Serena.





    Buen día, gente.

    De antemano me disculparé por no haber subido el capítulo de la quincena pasada. Quien me tenga agregado en FB quizá haya notado que en realidad sí estuve activo en internet, pero no tanto por acá porque -por fin- conseguí un empleo. De bodegusita en una zapatería, corriendo en escaleras de 10 hasta el último cliente, que normalmente pedía doce o quince pares de zapatos y no compraba nada, claro. Pls, no sean ese cliente. Es feo querer regresar a casa y no poder.

    Además, particularmente los sábados, mi horario era desde la apertura de la tienda (7:30) hasta las 22, por lo regular, o una vez me quedé pasadas las 24 porque nos llegó mercancía por la temporada escolar. 315 cajas de calzado. O sea: 315 cajas con 18 cajas con zapatos cada una, descargadas entre 5 dudes en una noche, pare tener que acomodarlas en una bodega que no tenía espacio para tanto zapato al día siguiente, sin dejar de surtir a la zapatería, lo que era mi rol principal, llevar el zapato de bodega a tienda. Trabajé aproximadamente un mes, así que mi mente estuvo bastante ocupada y pude conocer gente en un entorno muy diferente al de la U, algo que necesitaba a gritos por el tema de mi ánimo. Y creo por fin tener una idea de qué necesito. Porque me parece absurdo que echándome en cara lo que ya sé, que tengo una oportunidad increíble que muchas personas quisieran siquiera aspirar a tener, no pueda sentir una pizca de satisfacción. Solo logré sentir la necesidad de dejar el trabajo, porque no es lo que quería hacer por el resto de mi vida. Si soy sincero, era un pensamiento que ya tenía, pero que no pensé sentir tan pronto mientras trabajaba. Fue quizá lo mejor que pude hacer este verano. Ya tuve muchos años de introspección. Necesitaba algo de experiencia real de lo que ya sabía.

    Finalmente, esta semana fue mi inscripción a la U. Fue vergonzoso, realmente. Tener que ir y explicarle a la coordinadora de mi carrera (La que nos autoriza que materias/ramos llevar/cargar/cursar) que tendría que repetir por tercera vez una materia, cuando yo llegué a este campus con promedio de 90/100, y que por lo tanto corría el riesgo de ser expulsado. La parte académica no ayudaba en nada a mi situación, ¿no? Solo como comentario, mi ánimo ya estaba abajo antes de que el semestre pasado se fuera al caño. Por eso supe que lo que tenía que hacer era acercarme a más gente y al mundo real que vive mi país, entre inseguridad, malas condiciones de trabajo, pagas cuestionables y comida rápida.

    Ahora, tengo una noticia para ustedes: Terminé Spies.

    Esto es malo para mí. Como ya había comentado antes, junto a un buen amigo mío estuve haciendo brainstorm para el final de Spies que no me satisfacía. Finalmente terminé de escribir la idea final y aproveché el flujo creativo y escribí las últimas dos partes, que de hecho tenía ya muchísimo tiempo que había decidido. Esto me recuerda, por cierto, que necesito agregar un detalle que olvidé. Algo mínimo, pero ya una vez 'olvidé' prácticamente un capítulo entero de este fic porque tenía la historia tan memorizada que en algún momento creí que los lectores del otro sitio ya sabían. De cualquier modo, es una parte del decorado, y quiero que esté allí. Le da un peso diferente a esos párrafos.

    Retomando: Justo hoy por la tarde le avisé a este dude y le pedí que leyera. Acepto con más gusto del que pensé, y le avisé que leería solo lo último que escribí. Como ya tiene la idea central de Spies, aunque ha preferido esperar a que la termine para leerla completa, le pedí que leyera con calma. Es... bastante. Y por lo mismo, el tema del pulido (Pues él hace algo que llamo "Client Beta Reader", o un Beta Reader que solo te dirá si fue bueno o no leer mas algunos comentarios de qué partes se sintieron raras y asdf) recae un poco en lo que él me responda. Normalmente dejo los capítulos "reposar" mucho tiempo porque los leo una y otra vez, a veces durante semanas, hasta estar contento con el resultado. Pero ya le debo mucho tiempo a Spies, y por respeto a mi obra, quiero terminarla lo antes posible y quiero que sea la mejor experiencia posible. Este FanFic me ha acompañado por mucho tiempo, y no quiero que viva conmigo en estos momentos en que me trato de centrar para no caer en mi más grande miedo.

    Por esa razón, no subiré semanalmente. Espero que para la siguiente actualización, en dos semanas, mi CBR tenga algo con lo que pueda decidir qué hacer, y por supuesto, yo tendré tiempo de leer (En lo que cabe. Tengo un viaje de más de una semana que empieza el martes y estaré ocupado con mi rondalla un rato) y pulir y pulir hasta que pueda estar satisfecho con el final de este Fic. Entonces, podré escribir el capítulo especial final, donde básicamente desgloso desde el punto de vista del Deus Ex Machina lo que sucedió en esta historia. Y luego... pues, no sé si escribiré algunas de las historias que no tuvieron cabida en este Fic como una colección de OneShots o si solo me moveré a alguno de mis otros proyectos, el de la sexualidad y relaciones personales o a la crítica a la mediocridad y conformismo de mi México. Como ya tengo avance en el primero, lo más seguro es que me enfoque en ese.

    En fin... No tendré tiempo de acomodar bien estos capítulos, así que solo tienen mi sello de calidad de la primera revisión. Me disculpo de antemano por cualquier error que encuentren. El domingo me daré una vuelta y revisaré que no haya detalles, así como una limpiadita a errores o cosas así.

    A todo esto, no publico en sábado (Bueno, este capítulo se publicó en Sábado. LOL) porque voy a un pueblo cercano a comprar café para mis padres. 500 dls de café. Y el adicto soy yo. En fin, estaré fuera casi todo el día y probablemente llegue cansado, solo para ver Hataraku Saibou y dormir.

    Sin más que añadir, me disculpo de nuevo por la demora. Procuraré anticiparme mejor a los imprevistos y tenerles respuesta en la siguiente actualización sobre la rapidez de las actualizaciones.

    Muchísimas gracias por leer, gente.

    Later. ~
     
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  16.  
    J.Nathan Spears

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    Una lata tu experiencia laboral, mi pana... pero igual, son buenos episodios los que te mandaste :P. A ninguno de los dos les hallé fallos ortográficos ni nada por el estilo

    El episodio "XXVIII" nos muestra más de la estructura interna del grupo de los jóvenes, con algunas metáforas inteligentes y no demasiado enrevesadas. También vemos que en el tiempo que estuvo en el bando de los Rocket, Eureka fue violada en reiteradas ocasiones por Protón O__O... wow. Eso explicaría su repudio hacia los hombres. Ni Max se salva de ese sentimiento. Ufff... aunque quizás sí pueda lograr que ella lo supere cuando todo esto termine n_nU

    La explicación de los distintos talentos de los hijitos de May también me pareció acertada y nada confusa. Vaya si son aliados valiosos...

    Ahora, en cuanto al episodio "XXIX"... hmmm... es una linda historia de amor y dudas, la verdad. Pero siento como que no avanza en NADA la trama. Esto queda mejor como un "Especial" -w-U. Ojo, que está todo bien escrito, y me gustó el revés de la duda que Eureka tenía... que si Ash realmente amaba a Dawn y viceversa o que solo era costumbre... es un lindo relato, pero que no aporta mucho que digamos en el gran esquema.

    Nos veremos en otra :P
     
  17.  
    Jetto

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    XXX





    Al día siguiente, Eureka no fue a entrenar.

    Max se dio cuenta de ello y se preocupó, dado que ella nunca se saltaba los entrenamientos.

    Por ello, en la mañana que se encontró con Dawn le comentó que tendría que revisar algo ese día y que solo estaría con ella un rato. La mujer asintió sin darle mayor importancia. No era la primera vez que Max tenía otra cosa qué hacer.

    Así que allí estaban los dos: En la biblioteca del lugar. Max con un viejo libro de herbolaría y Eureka viendo por la ventana, un rostro distante y aburrido cubriendo sus bonitas facciones.

    Ya le había preguntado qué tenía. Y como buena mujer, le dijo que nada. Max optó entonces por darle algo de tiempo. Ya le diría en un rato más qué es lo que la molestaba, de manera indirecta, claro.

    Otra cosa rara fue que por la noche ―anterior―, cuando la vio, estaba… distante, por llamarlo de alguna manera. Se mostraba con la mente en un lugar totalmente diferente, como en ese momento, pero mucho más confundida. Algo había pasado durante su entrenamiento, eso es lo único que tenía claro.

    ― Ash es muy fuerte. ― Comentó entonces. Max inmediatamente comenzó a buscar el significado tras eso. Sin poder pensar en algo firme, en ese momento procuró mantenerla hablando.

    ― Es raro que tú lo digas. ― Dijo, sin despegar su mirada del libro, pero sin leerlo ya. ― ¿Te ganó ayer o algo?

    ― No. Aún no se recupera de la caída del otro día. ― Respondió la joven. Aún no era la información que Max necesitaba. ¿Y si Ash fuese solo una parte? Si lo pensaba de esa manera, la única opción para atajar el por qué Eureka estaba así radicaba en Dawn.

    ― ¿Y si entrenan solo con sus piernas? Siendo tú, podrías incluso someterlo así.

    ― No lo creo… Piensa que pesa el doble que yo, pero es igual de rápido.

    ― No es necesario que lo sujetes. Puedes inmovilizarlo de diferentes maneras. Yo lo sé.

    ― Sí, bueno, no siempre es posible. Tú eres muy lento. ― Bromeó ahora. Más bien, lo dijo explícitamente para burlarse de él. O sea que también tenía que ver con él. “¿Ahora qué hice…?”, pensó el explorador con amargura.

    ― Prefiero ir lento y seguro, a rápido y terminar cayendo. ― Regresó él, con el tono más casual que pudo. Eureka soltó una carcajada por la nariz. ― ¿Qué? ¿No recuerdas la fábula del Buneary y el Shuckle?

    ― Si sigues pensando así, no te sorprendas si no llegas a donde quieres. ― Con eso, le dio a entender totalmente que tenía que ver con Dawn. Eureka sabía lo que él sentía por la excoordinadora. No le daría esa indirecta en particular si no tuviera que ver con Dawn. Ahora, ¿cómo enfocaba la charla sobre la mujer de cabello azul?

    ― Nunca has estado allí. No puedes creerlo en realidad, ¿o sí? ¿Qué te hace pensar que no voy más delante de lo que crees?

    ― Muchas cosas. Tu carácter, la manera en la que hablas y lo que de vez en vez escucho.

    ― ¿Y qué será?

    ― Nada acerca de ti. ― Dijo. Eso, aunque no le importaba en ese momento, le cayó como un balde de agua fría. ¿Dawn nunca hablaba de él cuando entrenaba con Eureka?

    Aunque igual era algo más o menos lógico. Dawn le comentaba cuando practicaban que Eureka en cuanto terminaban la sesión del día, se iba o al bosque o al edificio. O sea que para empezar rara vez cruzaban palabra, y conociendo a su amiga, lo que cruzarían sería explícitamente referido al entrenamiento.

    Ahora, ese comentario indicaba que habían platicado. ¿Debía darle mucha importancia? No lo sabía, pero sentía que sí. Después de todo, Dawn habría logrado hacerla tener una charla al punto de hacerle saber a Eureka que no hablaba de él. ¿Qué clase de plática era esa para llegar a un tema de ese estilo? No sabía cómo su alumna lo abordaría, pero Eureka podía ser un poco indiscreta y soltar algunas pistas que seguramente Dawn entendería.

    Si ese fuera el caso… ¿Qué tan indiscreta sería Eureka? ¿Qué tanto pudo decirle Dawn? Le picaba en el cuello la curiosidad de saber más a detalle sobre eso, pero era una plática de mujeres y su hermana le había dicho muchas veces cuando niño que eran temas que era mejor para él no saber.

    Intentó regresar al tema. Quizá lo estaba tomando por el lado equivocado. Quizá la charla que tuvo fue con Ash, que así mismo le dijo que Dawn no hablaba de él. Nuevamente sintió un aguijón perforar su pecho, pero su prioridad era saber qué le pasaba a Eureka para estar así. Era ilógico, partiendo de este último pensamiento, que Ash no supiera absolutamente nada de sus entrenamientos tras tanto tiempo, ¿cierto? Entre ambos ―Dawn y Ash― terminarían notando algunos de los pasos que daba, como cuando sujetaba las manos de Dawn para guiarla en un nudo o la cercanía al armar tiendas con hojas, ¿no?

    ― No quiere decir que no me comente. Llevo tres años trabajando en ello, es ilógico. ― Argumentó, sin saber cuánto tiempo tardó en responder. Era la respuesta que enfocaba el ‘quién dijo qué’ en Ash.

    ― Quizá. Pero igual debes entender lo poco práctica que decía que era. No puedes esperar que entienda todo lo que ‘trabajas’ si sigue distraída.

    Esa respuesta le dijo que había elegido el pensamiento adecuado, seguramente. Ahora hablaban sobre Dawn basándose en los comentarios de Ash, creyó. Eso último le llamó la atención, no obstante… ¿A qué se refería? ¿Qué quería decir con eso de que Dawn era ‘poco práctica’?

    ― ¿”Poco práctica”?

    ― Por decirlo de una manera amable. Yo lo escuché bajo ‘útil’, de hecho.

    Oh, eso no era lo que quería escuchar. Porque ahora, más que saber el motivo de por qué Eureka estaba molesta, tenía que lidiar con la idea de que estaba tan molesta que estaba insultando a Dawn. Y, por mucho que quisiera a la rubia, eso le molestaba.

    ― ¿La estás llamando inútil? ― Le preguntó, enojo en su voz. Eureka lo volteó a ver entonces. Algo no le había gustado en ese tono. ¿Quizá no lo dijo bien?

    ― Tranquilízate. Yo no fui quien lo dijo, ¿recuerdas?

    Eso quería decir que Ash era quien decía eso, en la mente de Max. Porque si Dawn y Eureka no hablaban o hablaban poco, y no fue ni Eureka ni Dawn quien lo dijo, quien quedaba era Ash. Y que fuera él quien dijera tales cosas lo molestaba. Mucho.

    ―… Creo que iré a platicar un rato con Ash.

    Eureka entonces tuvo un mal presentimiento mientras lo veía irse a paso veloz. No había visto a Max tan molesto desde… bueno, de hecho, nunca lo había visto así de molesto, parcialmente porque rara vez se molestaba con algo. “¿Por qué se molestó tanto?“ pensó recordando la conversación línea a línea.

    No entendía, aun así, qué pudo ser. Sí, admitía que quizá la charla no era la más madura de su parte para buscar algo de apoyo, pero tampoco es que insultara a alguien. Lo más cercano a un insulto fue cuando mencionó que Dawn solía pensar que no le aportaba nada a Ash. Regresó nuevamente su memoria a la charla, consciente de que debería buscar a Max para asegurarse de que no hiciera nada estúpido, tratando de dar con alguna frase que pudiese haber entendido mal.

    ― Oh… ― Exclamó la joven, sintiendo su corazón latir más lento. ― ¿No entendió que Dawn solía pensar eso de ella misma…?

    Entonces se encaminó detrás de Max. Se equivocó al no ser directa, y esperaba que el joven de Hoenn pensara de nuevo y dudara que entendió bien. Ahora tenía qué adivinar si Ash estaba arriba, con Drew, comiendo o entrenando por su parte.

    Max caminó muy rápido por los pasillos tratando de llegar a la habitación 408, donde sabía que Ash dormía. A pesar de los años, no obstante, nunca se enteró que Dawn igualmente dormía en esa habitación, quizá porque él mismo dormía en otro piso.

    Bajó las escaleras rápidamente, asustando a los que se encontraba en el camino. Era, para muchos, la primera vez que lo veían molesto.

    Por fin en el cuarto piso y justo fuera de su habitación, Max encontró a Ash. No tardó en llamar su atención, jalándolo con fuerza de más del brazo.

    ― Una inútil, ¿no? ― Le dijo con el tono elevado. Algunas personas alrededor no pudieron evitar poner atención a la escena. ― Eso es lo que piensas.

    ― ¿Eh? ― El azabache, por su parte, estaba totalmente perdido. ― ¿De qué hablas? ― Max rio y bufó, moviendo su cabeza en negación.

    ― Ahora me vas a decir que jamás pensaste eso, ¿verdad? Que eso jamás salió de tu boca, ¿no?

    ― Max, en serio, no sé de qué estás hablando. Y suéltame, por favor. ― Pidió el azabache, comenzando a sentirse atacado.

    ― ¿Por qué no lo admites?

    ― ¿Admitir qué?

    ― ¡Que piensas que Dawn es una inútil! ¡¿O me vas a decir que no le dijiste eso a Eureka?!

    ― ¿Qué…? ― Esto fue lo que hizo a Ash perder el primer estribo de calma. ― ¿Qué cosas estás diciendo? ¡Yo jamás he pensado eso de ella! ― Nuevamente, Max rio.

    ― ¿Cómo puedes ser tan cobarde? ¿O sea que Eureka es una mentirosa? ¡Sí, eso es! ¡Dawn es una inútil, y Eureka una mentirosa!

    ― Max, ¡retira eso ahora mismo! ― Ash aquí perdió el segundo estribo.

    ― ¿O qué? ¿Vas a comenzar a soltar palabra de mí? ― Mofó. ― ¡¿Cómo tienes el descaro de pensar así, cuando ella ha dado todo por ti?!

    ― Retira lo que acabas de decir, Max. No hagas esto más grande.

    ― ¡Entonces acepta que lo crees! ¡Déjate de estupideces haciéndote el inocente de una maldita vez!

    ― ¡No aceptaré algo que jamás en mi vida he pensado! ¡Tú sácate esa idea de la cabeza antes de que pierda el control!

    Max así solo soltó una carcajada, y con su brazo libre, en un impulso por la ira, lanzó un puñetazo hacia el rostro de Ash. Justo en ese momento, Dawn salió de la habitación 408. “¿Qué está pasando?”, preguntó, notando un segundo después el golpe del explorador yendo dirección del rostro de su compañero.

    Esto solo enojó más a Max. Ash bloqueó con relativa facilidad el puño, pero Max soltó el brazo del azabache para lanzar otro, cargado de la furia al creer que Ash tenía engañada a la mujer en más de un sentido. Por supuesto, el azabache tenía un límite y Max lo había cruzado ya. De un golpe con su brazo izquierdo desvió el segundo puñetazo y preparó inmediatamente el derecho para tranquilizar a la mala a Max.

    Dawn reaccionó ante eso y tomó a Ash por el brazo, llamando su atención.

    ― ¿Qué haces, Dawn?

    ― Te detengo de cometer una tontería. ¿Qué crees que suceda si lo golpeas?

    ― Pasará que aprenderá algo de respeto.

    ― ¿Y lo dice el que está a punto de golpearlo en el rostro? ¡Ash, sé coherente!

    Ash no sabía cuánto tiempo estuvo Dawn allí. En su estado de ira no logró procesar toda la información, así que creyó erróneamente que ella estuvo con él todo ese momento, aunque ella estuvo dentro de la habitación y no pudo escuchar mas que voces murmurando. De su boca salió entonces la única respuesta que explicaba sus acciones en su distorsionado estado.

    ― ¿”Coherente”? No lo estás siendo tú si te pones de su parte.

    ― Aquí no hay partes. Pero si tengo que estar de la suya para que detengas esto, pues entonces lo estoy. ― Declaró la mujer, perdiendo también la paciencia.

    ― ¡¿No escuchaste lo que este… tipo piensa de ti?!

    ― No, pero si es sobre mí, entonces déjame arreglarlo a mí, Ketchum.

    ― ¡¿En serio vas a defenderlo?!

    ― ¡Te estoy defendiendo a ti! ¡Detente un segundo y piensa en lo que sucederá luego de que lo golpees!

    Para este momento, Ash se había girado hacia Dawn y había bajado sus brazos, discutiendo frente a frente con ella. Max comenzó a confundirse ante la escena, y Eureka justo llegaba. Corrió como pudo hasta Max y lo obligó a verla de un jalón.

    ― ¡¿Qué demonios hiciste, Max?! ― Le preguntó en voz baja.

    ― ¿Que qué hice? ¡¿Crees que me quedaría de brazos cruzados mientras Ash piensa esas cosas de Dawn?! ― Contestó él de la misma manera.

    ― ¡Si me hubieras puesto atención, genio, te habrías enterado que Ash me dijo que ELLA SOLÍA pensar eso de ELLA MISMA! ― Max palideció entonces.

    ― O sea que… Ash…

    ― ¿¡Crees que alguien pensaría eso de su compañero luego de estar juntos casi toda su vida!? ¡¿Cómo puedes ser tan estúpido?! ¡Llevan más de 15 años juntos!

    Max de pronto le encontró sentido a todo. Sí, era un perfecto estúpido.

    ― Ahora, ¿cómo pretendes detener esto? ― Le preguntó Eureka.

    ― Detener, ¿qué?

    Eureka le tomó el rostro con firmeza y lo obligó a ver la escena de la pareja peleando.

    ― ¡… me imagino cómo reaccionaría Johanna si te viera ahora mismo!

    ― ¡NO METAS A MI MADRE EN ESTO!

    Y entonces hizo que volteara su rostro para verla nuevamente.

    ― Uh… ¿Crees que sea muy tarde para decir que fue un malentendido? ― Preguntó Max estúpidamente. Eureka se golpeó muy fuertemente la cara con la mano.

    ― Vamos los dos. ― Dijo. Admitidamente, ella era tan culpable como Max. Si antes no podía a ver a Dawn por escuchar sobre ella todo el día, ahora no podría verla a los ojos por la vergüenza de lo que provocó.

    Colocándose junto a la aún enojada pareja ―que se atacaban con argumentos increíblemente venenosos―, levantaron la voz.

    ― Eh… Ash, Dawn. ― Comenzó Eureka. ― ¿No creen que sería mejor detenernos y hablar esto tranquilamente…? ― Pero fue ignorada.

    ― Vamos, hay mejores formas de arreglar los problemas… ― Intentó intervenir Max. ― Yo provoqué esto, así que, si deberían estar enojados, debería ser co- ― Aquí, fue interrumpido por un par de ojos azules y un par de ojos cafés tan enfurecidos que lo hicieron desear de un Digglet y meterse a un hoyo.

    ― ¡ESTE NO ES SU PROBLEMA! ― Les gritó la pareja, antes de regresar a su discusión.

    “En realidad… lo es.”, pensaron los más jóvenes.

    El cúmulo de personas alrededor de ellos comenzó a alejarse un poco, por miedo a que fueran atacados de alguna manera. Max y Eureka igualmente dieron un paso atrás, un sentimiento de impotencia comenzando a presentarse en ellos. Después de todo, ellos habían logrado lo que ni Petrel, ni Portual, ni el Team Rocket había logrado: Que Dawn y Ash pelearan.

    Entonces un agudo sonido resonó, dejando perfectamente mudo el pasillo.

    La escena mostraba a Dawn, con el rostro rojo de furia, dándole una muy fuerte bofetada a Ash, antes de salir caminando apresuradamente hacia las escaleras, con el ceño perfectamente marcado y hacia los pisos de arriba. Ash bufó sonoramente, como un pokémon salvaje y salió tras ella, pero se fue escaleras abajo.

    Un silencio muy incómodo llenó el pasillo, y luego los espectadores comenzaron a desalojar el pasillo, dejando a Max y a Eureka solos entonces.

    ― Bien hecho, Max. ― Soltó Eureka.

    ― Si me hubieras dicho toda la historia desde un principio, en lugar de jugar a hacerte la digna, nada de esto habría pasado.

    ― ¿Hacerme la digna? ¡Pues discúlpame por querer resolver mis problemas por mí misma!

    Entonces, una segunda pelea comenzó.

    Eureka y Max estaban conscientes, no obstante, de que la furia los estaba consumiendo poco a poco. Era parte del calor de la discusión anterior, aunado a su frustración e impotencia de no poder hacer nada. Escuchaban lo que decían, pero no querían decirlo. Se apreciaban demasiado para querer, de corazón, decirse la mitad de las cosas que se decían, al menos en la manera en que lo decían. Pero no podían detenerse.

    Y los lastimaba. Tener que buscar un freno para todo eso y no poder encontrarlo. No poder accionarlo. Las palabras los lastimaban tanto a ellos mismos como al otro, y sabían muy bien que no era su intención real.

    Estaban siendo irracionales.

    No pudieron frenar. Eureka salió hacia abajo, gritándole finalmente algunas ‘verdades’ a Max, mientras éste se quedaba en el piso caminando como un pokémon furioso enjaulado, tapándose la boca con una mano tratando de contenerse.

    Fue un rato más tarde cuando comenzaron a recapitular en todo lo que pasó, y pudieron contar las cosas que se dijeron. Fueron muchas palabras que jamás esperaron tener qué decirse. Golpes bajos acumulados y mezclados con la ira por muchas cosas. Ninguno sabía ya si su pequeña relación podría mantenerse a flote luego de eso. Entonces se dieron cuenta de lo que pudo ser para Dawn y para Ash eso mismo.

    Ambos sabían que la relación que tenían esos dos era mucho más fuerte que lo que ellos compartían. Ellos habían sufrido muchas cosas juntos, aunque en realidad no sabían la mitad de lo que habían pasado.

    Eureka sabía que estaban ‘casados’, aunque era solo en espíritu. Max no sabía eso. Y ninguno sabía que habían tenido y perdido a un hijo.

    Quizá fue para bien que supieran pocos detalles de su relación, pues ya sentían que habían destruido una de las pocas cosas buenas que sucedían en el mundo solo con eso. ¿Cómo ver a los ojos a los que más lastimaron? ¿Cómo verse a los ojos sin recordar ahora lo que provocaron? ¿Cómo verse en el espejo y no sentir asco de que eran exactamente lo contrario de lo que procuraban ser? Una microsociedad ejemplo, llena de individuos que se apoyaban mutuamente de cualquier manera que les fuera posible.

    Eureka, en el bosque, se encaminó hacia el norte del edificio. Perdida entre los árboles amorfos, y difícil de acceder por los años de crecimiento de los mismos, había una única y larga piedra en un claro no más grande que un autobús. En ella, alguien había usado fuego para, con una plantilla, quemar una pequeña inscripción en uno de los lados de la piedra. “Guía y amigo”, ponía.

    La joven se acercó a ella con algo de timidez y sintiendo el pecho comprimido. Miró la inscripción una vez, ya algo borrosa por la humedad y el musgo. Entonces se sentó, recargándose en la piedra y abrazando sus piernas a su pecho.

    ― Hola, hermano. ― Susurró. Quedó callada justo después. ¿Qué debería decir? ¿Estaba bien ir con él? Si era sincera, no sabía ni siquiera qué pensar. Tenía que admitir que se había equivocado, y mucho. Pero decírselo a la tumba de Citron no tenía mucho sentido. Debía disculparse con Dawn, Ash y con Max. Es lo que debía hacer.

    ¿Pero qué les diría? ¿Solo se acercaría y les pediría una disculpa? ¿Ella aceptaría algo así si los papeles estuviesen diferentes?

    Un agudo y pequeño chillido la sacó de su mente. A su derecha sintió movimiento y volteó. Asomándose tímidamente de la piedra, vio a un Caterpie. Desde que era niña no veía uno, pues el Team Rocket no solía entrenarlos. Con cautela acercó una de sus manos a este, y con curiosidad el insecto se acercó. Aprovechando el descuido, Eureka lo atrapó con delicadeza y lo sujetó frente a ella. Los grandes ojos negros del pequeño no reflejaban miedo, para su sorpresa.

    Su mente regresó a cuando era niña. Una de las primeras noches que compartió tienda con Serena habían jugado a imitar pokémon. Ella comenzó enrollándose en su bolsa de dormir, justamente imitando la forma de un Caterpie. “¿Para ella, habría sido suficiente solo disculparse…?”, pensó, recordando con cariño a quien fue su mejor amiga.

    “No…”. Tenía que decir algo más para dar a entender que realmente no fue su intención que las cosas terminaran así. Debía, como Serena, hacer algo que reflejara lo que estaba sintiendo.

    Recordó de nuevo la charla que tuvo hacía ya un buen rato antes con Max. Él había dicho que si no ‘se hiciese digna’ le habría dicho desde el principio qué le sucedía, y quizá tenía razón ―aunque dudaba que esa fuera la expresión correcta―. No obstante, estaba también el hecho de que no sabía qué tenía y debía aceptar que su orgullo y sus demonios la seguían demasiado para solo sincerarse de una sencilla vez.

    ― ¿Habrá alguna manera de… recuperar un poco de lo que solía ser? ― Le preguntó al pequeño Caterpie. Este ladeó su pequeña cabeza y chilló con duda. Obviamente no tenía respuesta. ― ¿Puedo solo decir las cosas y ya?

    No era la primera vez que hablaba de forma indirecta con Max. Prefería ir por las ramas cuando no sabía ella misma qué es lo que tenía, porque así haría una lluvia de ideas y tarde o temprano terminaría diciendo todo lo que la tenía molesta, triste o confundida. Y sería Max quien a final del día le intentaría dar unas palabras de aliento que le saldrían mal y terminaría abochornado por lo que dijo, haciéndola al menos sonreír. Ash ya lo había dicho; Solo les había sonreído a dos personas en el edificio: A Max y a Nana.

    Escuchó entonces algo de ruido cerca, hojas moverse y algunos pasos algo torpes.

    Levantó la mirada y se encontró con Nana.

    Sin darse cuenta, sonrió al verla.

    ― ¿Sabes? No me sorprende que sepas de este lugar. ― Dijo. La niña miraba con su bonita y profunda mirada castaña al gusano en sus manos. ― Y estoy segura que a él tampoco le sorprende.

    Se refería a Citron.





    Gente, solo me queda una disculpa. Por lo del viaje y muchas cosas que pasaron en él, terminé muy desubicado. Tenía la idea de que fue la semana pasada cuando actualicé, pero hoy revisé el calendario y me di cuenta del error.

    Pocas palabras tengo esta vez.

    Sobre el resto del fic, aún no tengo respuesta. No me afecta en realidad, pues sin ella puedo publicar de la manera habitual, pero solo para asegurarme que el final tenga la calidad que espero. Hice ya tres revisiones donde algo cambió y pretendo hacer otras a detalles anteriores a los últimos dos capítulos. Luego, juntaré las publicaciones de este fic aquí, en Fflnd y podré hacer la versión "pública" de Spies descargable. Usaría la portada y todo, aunque no recuerdo si usé blanco o blanco sucio para el fondo... Bueno, siempre puedo hacer la primera página la portada.

    Dicho eso, me retiro porque tengo hambre y mi sangre mexicana me exige tacos.

    Gracias por leer!

    Later.
     
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  18.  
    J.Nathan Spears

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    Ay, su fruta madre... otro episodio en la misma vena del XXIX.

    Cuando leí el título, "XXX", me dije a mí mismo, tontamente, "Uuuuuy, episodio porno" xD jaja...

    Pero no. Es un episodio hecho meramente de malentendidos... aunque me hizo relacionarme con Max. Me hizo preguntarme... "¿Tendrá Asperger o algo parecido, como otro transtorno del espectro Autista?". Porque la gente así tiende a ser pésima manejando indirectas... y seh, yo también le hubiese reclamado a Bonnie el usar indirectas para todo eso. De no ser por eso, no hubiese causado esa brecha entre Dawn y Ash.

    Y sí, parece que en el fondo, Max tiene sentimientos por Dawn =u= jeje... ah, qué cosas... en el fondo, aún son unos jóvenes que tienen sus sentimientos y necesidades distintas :P

    Como sea, el episodio se me hizo incómodo... pero luego vi a Bonnie reconociendo "uy, la cagué" y se me pasó un poco... a ver qué pasa después -w-. Por un momento pensé que los Rocket los pillarían, pero sería demasiada "conveniencia argumental", ¿Me equivoco? xD

    Linda aparición de un Caterpie... una pobre criatura ignorante de cómo ha cambiado el mundo a su alrededor (supongo).

    Olvidé mencionar que en el episodio "XXVIII" me gustó mucho la explicación del cómo el balance roto entre Legendarios cambió el mundo luego de la intromisión de los Rocket. ¿Habrán previsto eso? Probablemente algunas cosas sí y otras no. Después de todo, por más que planees las cosas, siempre habrá ALGO QUE SALDRÁ MAL xD.

    Buen lindo episodio... se siente menos "relleno" que el anterior, pero espero que el siguiente lo supere -3-

    Chau xP
     
  19.  
    Jetto

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    XXXI





    Luego de varias horas, Ash regresó a la habitación. Y tan solo se quedó sentado sobre la cama, viendo sus dedos.

    Ya se había tranquilizado y pudo recordar una buena parte de lo que le gritó a Dawn en su ataque de furia. Dijo muchísimas cosas que sin duda la habrían afectado mucho, varias de ellas eran estupideces. Y asimismo, ella le dijo muchas cosas muy hirientes. Aun sentía en su pecho la presión que algunas de ellas provocaron.

    Pero ya estaba tranquilo, al fin y al cabo, y estaba dispuesto a platicar como un adulto maduro con Dawn. Tenía que disculparse y tratar de enmendar todo lo que pudiera. Porque, aunque tenía que admitir que se sentía más ‘ligero’ luego de la primera discusión de pareja que tuvo, entendía que las cosas podrían cambiar. Y lo que tenía con ella era mucho más valioso que cualquier otra cosa en ese mundo, solo detrás de su hija. Valía la pena seguir hablando, supuso, pues el hecho de que tuvieran tantas cosas qué decirse reflejaba que no tenían la comunicación que creían. Y no es que estuviera mal, porque significaba que seguirían descubriéndose y entendiéndose. Los miedos que ambos tenían terminarían liberándose tarde o temprano por esa sencilla razón, y la idea de por fin quitarse las piedras de encima era tan atractiva que saltaría del cuarto piso si era necesario.

    La puerta de la habitación rechinó un poco y subió la mirada. Una inconfundible mata de cabello azul abanicaba suavemente sobre la espalda de Dawn, cerrando la puerta. Al voltear ella, notó que sus ojos estaban algo hinchados, pero se veía tranquila.

    Él suspiró discretamente y bajó la mirada de nuevo, demasiado avergonzado para intentar mantener contacto visual. La última vez que se sintió así fue luego de perder a Autumn, que no pudo evitar distanciarse un poco de su esposa al ver el daño que le había hecho. Fue la decisión más cobarde que había tomado en toda su vida.

    Dawn se acercó y se sentó a su izquierda. Estuvieron en silencio muchos minutos.

    ― No pensé lo que dije. ― Habló primero ella. ― Ni lo pienso.

    ― Ni yo… ― Respondió. Con la voz baja. ― No pensaba lo que hacía… Lo siento.

    ― También lo siento.

    Nuevamente hubo silencio.

    ― En serio, lamento haber siquiera sugerido que no piensas en ella.

    ― Jamás pensaría que tu madre estaría avergonzada de ti.

    Y tras otro silencio, ambos sintieron las lágrimas acumularse en sus ojos. No sabían por qué.

    ― Perdón por todo eso. ― Ahora habló primero Ash. ― Sé que te dolió mucho, y entiendo bien que hayas estado así de enojada. Fui un perfecto imbécil. Lo siento, Dawn. ― Sollozó, tratando fuertemente de no derramar lágrimas.

    ― Está bien. Yo también fui tonta por no saber mantener la calma. Tan solo… ― Buscó ella las palabras, sosteniendo débilmente las lágrimas. ― Tan solo me asusté de que, si herías a alguien, ellos te atacaran… Y sabes que no quiero perderte.

    ― Estaba cegado. Debí escucharte. Debí pensar. ¡¿Por qué tengo que ser tan lento, maldita sea?!

    Ya ninguno hizo el esfuerzo por mantenerse firme. Tan solo dejaron que lo último en ellos saliera. Dejaron que la tristeza que quedó luego de toda esa rabia por fin abandonara sus heridas almas.

    La tristeza de perder a sus seres queridos en una masacre, de quedar marcados de por vida. De ser atacados, de tener que mentirse para protegerse y de tener que matar. Tener que estar frente al otro para recibir los golpes. Unirse buscando algo de consuelo, y que la realidad les arrebatara su última y pequeña esperanza. Tener que abandonar todo, y tener que estar al borde de la muerte para aprender de la vida. Sentir que, a pesar de todo, no tenían idea de quién era el otro. El miedo, la angustia, la frustración, el dolor, la furia, la decepción…

    Por fin, esos retazos pequeños pero difíciles de soltar, los dejaban ir lentamente a través del llanto. Sin necesidad de gritar ni de abrazarse buscando apoyo. Solamente uno junto al otro, dejando sus lágrimas caer sobre la alfombra de su habitación, sin miedo a ser vistos ni inseguros de estar vulnerables. Con la sencilla intimidad que la presencia del otro les daba.

    Por qué tuvieron que hablar otro par de minutos para por fin soltarlo todo era algo que no comprendían. ¿Cómo es que un par de disculpas ―de palabras que en otra lengua carecían de sentido, podía darles esa satisfacción? No habían dicho realmente nada para demostrar que en serio estaban arrepentidos de lo que gritaron horas atrás. No habían tomado los pasos hacia atrás que se habían atrevido a planear, ni a demostrar que estaban equivocados. ¿Cómo entonces llegaron a eso? ¿Es que se habían vuelto tan incoherentes que ya no podían hablar sin volver a sentirse miserables?

    ¿Cómo, para empezar, sabían que el otro estaría allí? No en la habitación, sino en la misma situación. ¿Quizá era empatía? Podía ser, pero era casi cómico que, de ser por eso, uno lloraría por la pena del otro. Ambos, sin darse cuenta, soltaron una pequeña carcajada al pensar lo mismo al mismo tiempo. Con retazos de una sonrisa llena de lágrimas agridulces, voltearon a verse de nuevo, ahora sin vergüenza de ver los ojos del otro.

    Había sido un viaje increíble. Desde el momento en que se cruzaron por primera vez y que discutieron por primera vez hasta su primera despedida. Fue el transcurso de esos meses lo que forjaron la confianza que los impulsó en un principio, pero no era todo.

    Había complicidad con Brock, con May, con Iris, con Cilan, con Lyra, con Zoey, quizá hasta con Paul. Todos esos ángulos en que vieron al otro, compartiendo su punto de vista con más personas muy queridas, que ayudaron a comprenderse un poco mejor. Dawn comprendió lo valioso que era un amigo como Ash luego de que pudo conocer en persona a May, y Ash notó lo mucho que había crecido como entrenadora en esos mismos días, por ejemplo.

    Ambos habían pensado que había sido suerte lo que los llevó a Portual, y que era la misma suerte y el instinto lo que los llevó a desarrollar una relación diferente, pues no sabían si podían llamarla o no ‘madura’. Al menos Ash, ya estaba seguro de que no había sido el instinto. ¿Tarde o temprano terminaría de la misma manera con Dawn, no se hubiese dado el ataque o hubiesen ganado? No lo sabía, porque quién sabe cuántas personas más hubiese conocido de haber viajado a otra región luego de Kalos, y el mismo caso con ella. Pero sí estaba seguro de que lo que llegó a sentir por Dawn en Portual fue verdadero en su momento. Lo que sentía en ese momento era diferente, pero seguía siendo lo más valioso para él, solo detrás de su hija.

    Dawn por su parte comenzó a dudar nuevamente de su criterio. No podía explicar la cercanía que sintió al ver los ojos de Ash luego de reír al mismo tiempo. Estaba segura, al menos, de que rieron por lo mismo. Tenía mucho tiempo junto a él para no saber eso. Estaban conectados de una manera diferente a lo que tienen dos amigos, pero no sabía si era una conexión igual a lo que sienten dos amantes. Podía ser eso, o podía ser fraternidad, o podía ser mera empatía a un punto muy literal de la palabra. El no haberse dado el tiempo o la oportunidad de enamorarse, así fuese meramente un flechazo en alguien, la había dejado muy mal parada luego de relacionarse más carnalmente con Ash. Porque nunca dejaba de preguntarse qué era para él y qué era él para ella. ¿Tenía la culpa? No lo sabía.

    Ambos sabían, no obstante, que la certeza a lo que dudaban o dudaron llegaría con el tiempo, así como en ese momento les llegaban respuestas y preguntas nuevas. Pero era algo que no podían hacer solos. Estaban ya tan unidos, tan acostumbrados al otro, que no tenerlo cerca les hacía imposible pensar correctamente en lo que debían hacer y en cómo debían hacerlo.

    Finalmente aceptaron que el otro debía estar allí, incluso para comprenderse a sí mismos.

    Ash estiró su brazo a los hombros de su compañera y la atrajo a su pecho, presionándola con fuerza. Deseando por un segundo poder unirla a él, para asegurarse que jamás volviera a sufrir. Y Dawn lo sujetó con intención. De poder estar con él hasta por fin entenderse a sí misma. Deseaban protegerse, pura y simplemente, hasta de sí mismos.

    ― Estoy cansada, ¿sabes? ― Dijo ella luego de un rato.

    ― Yo igual. ― Susurró Ash.

    ― Antes, sabía qué tenía que hacer. Veía una dirección qué seguir. Pero aquí…

    ― Aquí es como estar en una isla. No hay forma de moverse. Y todo alrededor está… oscuro…

    Se sintieron conectados. Mucho más que en cualquier otro momento antes. Muchas pequeñas preguntas se respondían solo al sentir la cercanía que siempre hubo entre ambos, pero algunas pocas volvieron a salir.

    Pero estaba bien. Porque afirmaba que activamente trataban de entenderse mejor. Deseaban conocer bien al otro para entender la fuerza que tenían separados, y saber aprovecharla cuando estaban juntos.

    Y ese era un momento tan bueno como cualquier otro para preguntar y responder lo que tenían media vida preguntándose y que la intimidad no lo hacía.

    ― Ash. ― Le llamó ella. “¿Sí?”, atendió él. ― Hay algo que quiero pedirte.

    ― Igual quería pedirte algo. Tú primero.

    ― Quiero hablar. Necesito respuestas, y yo darte respuestas. ¿Qué quieres pedirme tú? ― Ash dudó un poco, pensando en la manera adecuada de decir lo que tenía en mente.

    ― Había dicho que quería llevarte a ver a Johanna. ― Dijo. Sintió a Dawn tensarse en sus brazos. “¿Cómo?”, le cuestionó ella suavemente. ― Al camposanto.

    ― ¿No hay vigilancia allí?

    ― Quizá. Pero nada que detenga a una experta exploradora y a un experto asesino.

    Dawn sonrió ante eso. En su mente, por fin podía soltar la mano de Ash y caminar junto a él. Quizá lo dijo porque era verdad (Debía permitirse alardear de sus habilidades), pero a ella eso le significaba el mundo; saber que era su compañera y no una carga. Eso era una pregunta menos. Tras un alegre suspiro y un par de lágrimas, respondió:

    ― Ok… Vamos a Verdegal entonces.

    Se separó de su pecho y lo besó rápidamente. Luego se volvió a acercar por otro. Y por otro.

    Ash notó entonces algo similar a la nostalgia mezclada con alivio en su pecho. Recordaba la última vez que Dawn lo besó así, progresivamente a algo más pasional, como lo que estaba recibiendo mientras pensaba esto. Quizá no eran fechas exactas en su cabeza, pero fue sin duda antes de que Autumn naciera. Y adivinó que luego lo tumbaría en la cama y continuaría.

    Por más que Johanna le había dicho que no ‘aprovechara el momento’, esa sería la primera vez que lo haría. Después de todo, tenía como 10 años sin algo de satisfacción. Y entre los entrenamientos con Eureka y dormir con una mujer que día a día se volvía más atractiva, ya soportaba suficiente tensión.

    Sí, sería más tonto si no aprovechaba.







    El motivo por el que hoy actualicé en lugar de ayer, es que ayer tuve un día ocupado pero productivo. Antes de irme de viaje hace ya dos o tres semanas, dejé un pedido para unos lentes nuevos. Pues, ayer fui dejar el último pago para que me dieran fecha de entrega... para enterarme que ya los tenían. Aprovechando, liquidé y hora tengo gafas nuevas. Hurra.
    Aparte de eso, tenía ya varias semanas queriéndome cortar el cabello. La idea era cortarlo ayer, así que igualmente aproveché para eso. Hurra.
    Luego, me comí una quesadilla because mexican con mi agüita de arroz y canela, aka 'horchata' y regresé a mi cueva para ducharme e irme de fiesta con unos amigos porque la noche del 15 de septiembre es feriada en México. Así que no encontré el espacio adecuado para subir Spies ayer.

    Ahora, hay algo importante que debo decir, y lo digo con una gran sonrisa en mi cara:

    Este es el último capítulo de Spies. :D

    Así que... pueden ponerse a pensar desde hace cuánto esto se podía ver venir.

    Sobre estos últimos dos capítulos en particular, más que darle algo de drama a un sitio relativamente tranquilo, la idea era el reflejar un par de pequeños aspectos del mundo, dentro y fuera de Spies. Dentro de Spies está el tema de Dawn sintiéndose una carga, de Ash culpándose de todo y de Eureka siempre a la defensiva. Son tres emociones negativas que espero jamás tengan que sentir. Aquí le doy un poco de resolución a cada una (Menos a Eureka, pero de eso hablaré dentro de unas líneas más) tratando de encontrar un punto de inflexión sobre lo "sencillo" que es el ser honestos con nosotros mismos y con los que nos rodean para superar algo. Hace muchos capítulos comenté que las evoluciones de Dawn y Ash se dan a ritmos muy diferentes, siendo que la de Dawn empieza básicamente al mismo tiempo que esta historia, en Portual, mientras que Ash evolucionó varias veces desde el ataque hasta el momento en que Dawn comienza a agarrar fuerza. La evolución de ambos, hasta cierto punto, termina en este capítulo. De allí que éste sea el último capítulo de Spies. O, más propiamente dicho: El último capítulo de los bardos.

    ... ¿O sea que hay más?

    Sí.

    Así que les pediré un favor. A partir del siguiente update, olviden todo lo que se ha narrado hasta ahora. Porque el siguiente capítulo... el siguiente arco, es el arco epílogo. Es una cucharada muy fresca de este universo. Hay respuestas.

    Gracias por leer!

    Later. ~


    Y VIVA MEXICO, HIJOS DLV
     
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  20.  
    J.Nathan Spears

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    Bueno, al fin podemos decir que terminé de leer "Spies"... ok no :V jaja.

    Este episodio para cerrar el arco me gustó. Normalmente no soy muy del drama y las reconciliaciones más bien "cotidianas"... pero esto sentó bien. Muy bien, en verdad.

    Ash no olvida que planeaba llevar a Dawn a ver a su mamá al cementerio... y Dawn todavía necesita respuestas. Totalmente comprensible.

    Y sí, puede que éste sea el último episodio de los "Bardos", pero a ver si el "universo más allá de los Bardos" no me termina por abrumar n__nU. Digo, aún hay muchas aristas por explorar, por lo que me das a entender...

    ¿Superará Eureka su aversión hacia los hombres?
    ¿Podrá ella llevar una vida más bien normal con Max? ¿O acaso escogerá a otro?
    ¿Podrá May sanar su mente?
    ¿Qué pasará con los pequeños de May luego de todo esto?
    ¿Aparecerá Iris al fin?
    ¿Aparecerá el TRío al que todos amamos?
    ¿Drew se mandará alguna cagada? (en 9 de cada 10 fics que he visto con Drew en él, se manda alguna cagada y aparte es derechamente un hijo de puta >:V )
    ¿Estoy siendo demasiado impaciente? :'V

    Responde cuando puedas, man xD. Nos vemos en otra... te cuidas ;)

    Ah, una última pregunta...

    ¿Ya te has visto con neurólogos y/o endocrinólogos?
     
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