Microrrelato Sonrisa

Caminé hacia mi casillero. No había abierto la boca en todo el día, tampoco había sonreído, no quería.
Miré hacia ambos lados de los pasillos, vacío.
Sonreí frente al espejo. Cerré la boca y con preocupación golpeé mi espejo. No estaba bien. Tal vez se arreglaría si dejaba de sonreír.

-¿que haces?- escuché desde atrás mio. Me asusté, voltee, era mi novio, el chico frío y sexi, según mis amigas.

-N...nada-contesté intentando que no viera mi boca.

Comenzó a acercar su mano a mi cintura, sabía lo que pretendía, o eso creía.
Me empezó a hacer cosquillas mientras se burlaba de mi debilidad hacia ellas.

Yo me reía, era débil con eso de las cosquillas, el seguía haciendo que me riera, me hacía cosquillas en el cuello y el estómago. Se detuvo. No podía contener la risa. Ambos estábamos en el suelo, por suerte no había nadie.

-¿¡Q..que crees que haces!?- le grité.

-Lindos aparatos (o frenos, depende que país) - me dijo con una pícara sonrisa.

Puse mis manos sobre mi boca con la cara toda roja.

-¡Cállate!- le grité.

Sacó mis manos y las sostuvo con las suyas. Se acercó a mi y me besó.

-Me encanta tu sonrisa- me dijo.

Desde ese día ya no me importaban los aparatos, sonreía siempre sin importar nada, pero lo que me gusta no es mi sonrisa, es su expresión al verme sonreír.