de Inuyasha - SongFic: Amor Eterno [InuYasha y Kagome]

:cool:;)Hm Hola, bueno espero les guste y aclaro que este es el único capitulo :):D​

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SongFic ​

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Amor Eterno ​

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[De “Camila”]​

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Link: http://www.youtube.com/watch?v=MqHX7Pf_NaQ&feature=related​

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Todo era sombrío para mí. La vida no me importaba, me enamore y me traicionaron. El corazón me pedía a gritos ser arrancado, ya no soportaba más estar dentro de mí y seguir palpitando ya sin ninguna razón.
Ella se había ido y yo tendría que hacer lo mismo. O al menos eso pensé hasta que abrí los ojos después de un largo sueño, encontrándome con la azabache que había robado mi corazón, todo en mí se detuvo y luego sentí en pecho como mi corazón comenzó a palpitar, había un dolor que ya no podía soportar.
La sangre viajaba por mis venas y se paró de golpe, por primera vez en mi vida la quería matar, sentía verdadero enojo, aquel sentimiento que me era imposible controlar.
Pero ahora, después de aquel encuentro con la reencarnación de mi amada, toda expectativa cambio.

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Hoy amanecí con el deseo firme de continuar​

Nunca tuve tantas ganas de entregarme hasta el final​

El temor se ha ido y descubrí el amor en ti​

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Mi aptitud seguía siendo igual, pasaba el tiempo y todo cambio.
Su sonrisa, su mirada, ahora ya no podía vivir sin mirar aquellos ojos de chocolate derretido con aquel destello tan peculiar en ellos.
Tenía que sentir su presencia, oler su tan embriagante aroma para sentirme seguro, para saber que aquella persona a quien solo consideraba un detector de fragmentos y luego se convirtió en mi compañera y amiga estuviera bien.
Pasaba el tiempo y todo cambiaba una vez más.
— Kikyou — Me sentía confundido, aquel dolor volvió a mí. Después de años de estar sellado en aquel árbol y no verle más, después de días de no encontrarla en la aldea de su hermana la vuelvo a ver.
— ¿Por qué? — Me preguntaba mientras veía en aquellos ojos que una vez domaron mi alma y le dejaron ver mis sentimientos, dolor, verdadera nostalgia y rencor-¿Por qué me mataste aquella vez?
— Claro que no fui yo — Me defendía.
Me sentía confundido y el dolor aumentaba. Ella preguntaba el porque de mi y yo el porque de ella, todo era confuso, todo en mí se juntaba y el dolor no lo soportaba.
Ahora mirando a todos lados entiendo por fin.
Yo no me sentía morir por ella, yo no sufría si ella no estaba y mucho menos sentía lo que ahora siento por Kagome.
Por primera vez en mí vida veo claramente las cosas…

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Escuchado mis latidos que gritaban fuerte tu nombre​

Me basto sentir para entender y saber hacia donde​

Vivo con la idea de entregar​

Y aprender ha amar​

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Escucho mi corazón y entiendo todo.
— Inuyasha — Pronunció ella cuando entre a su recamara típicamente por la ventana.
— Kagome — Musite.
Era incapaz de decirlo, incapaz de defender esto ¿Acaso toda la vida será así?
— ¿A que viniste? — Me pregunto, la mire cerré los ojos e inhale — ¿No deberías estar con Kikyou? — Me pregunto, abrí mis ojos y baje la mirada, ella en este preciso momento sufría…
Ya no lo soportaba más, si no era hoy el mañana nunca llegaría.
— Kagome yo… — Trataba de decir mientras caminaba hacía ella.
— Aléjate de mí — Me grito en un mar de llanto.
Mi pecho se oprimió, no quería verla llorar, no lo soportaba.
Su familia no estaba y bien lo sabía.
Camino hacía la puerta y comenzó a abrirla.
— Kagome por favor escucha — Le pedí oprimiendo ahora mis sentimientos y dejando el maldito orgullo atrás.
Me interpuse entre la puerta y ella para que no saliera, la abrace y pude sentir como rápidamente mi pecho se iba humedeciendo.
— Per…perdóname — Dije tartamudeando.
Su cuerpo estaba frió, levanto la mirada y vi en esos ojos tan hinchados por las lágrimas un destello de confusión.
— Perdóname por hacerte sufrir de está manera.
Nadie me escuchaba y que importaba, solo decírselo aquella, con eso bastaba.
Baje la mirada.
— No tengo nada que perdonar Inuyasha — Me dijo — Al fin y al cabo tú no eres nada mió.
La abrace más hacía mi cuerpo.
¿Qué no era nada de ella? Estaba completamente equivocada, todo mi ser ya le pertenecía a ella cuando comprendí que la amaba de la forma más inmensa que puede existir.

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Este amor eterno​

Es mi bendición​

Un presentimiento​

Esto es para siempre amor​

No se porque supe desde siempre que serias para mi​

Que eras lo que dios había mandado para serme feliz​

Vivo con la idea de entregar​

Y aprender ha amar​

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Sentí como ella se quedaba quieta, levante la mirada y vi como ella miraba a cualquier punto de la habitación.
— Kagome yo… — Volví a decir.
Me miro y yo la mire, no lo soportaba tenía que decirlo pero el madito orgullo siempre estuvo presente y ahora que intento apartarlo no se mueve.
— Será mejor que te va…
— Te amo-le dije.
Me sentía algo más tranquilo pero no podía evitar que aquel tonto color rojo se hiciera presente, la tenía en mis brazos y no la quería soltar, sentí un sobresalto departe de ella cuando dije aquella dos palabras conformadas por 5 letras.
— Inuyasha — Me dijo tocando mi frente — ¿No estarás en medio de una fiebre? — Me pregunto mientras notaba algo de decepción en sus ojos cuando sintió que estaba algo caliente.
— Kagome — Dije tomando su mano con delicadeza mientras negaba lentamente con la cabeza y una media sonrisa se formaba en mi rostro — Es verdad estoy caliente pero es porque te tengo cerca y tú cuerpo me entrega su calidez — Le dije sin mirarla — Lo que te dije antes no era broma.
La abracé más fuerte, quedando la cabeza de ella en mi cuello y mi cabeza en el cuello de ella.
Su aroma, tan solo con eso me sentía tranquilo. Me embriagaba, me hinoptizaba haría cualquier cosa por tenerla siempre a mi lado.
Sentía su respiración entrecortada en mi cuello, me erizaba la piel, primera vez que la tenía así. Tan cerca de mí.
Me daba cuenta recién de la situación, la tenía abrazada de la forma más comprometodra posible encerrados en su habitación, recargados en la puerta bajo la luz de la luna llena y sus amigas estrellas.
— Yo…­ — Pude escuchar que pronunciaba — Yo…también te amo Inuyasha.
Abrí mis ojos y sentí como ella correspondía mi abrazo poniendo sus suaves manos en mi cuello.

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Este amor eterno​

Es mi bendición​

Un presentimiento​

Esto es para siempre amor​

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La despegue un poco y la mire fijamente a los ojos.
— Kagome — Dije.
Mire sus labios y me fui acercando lentamente hacía su boca, estuvimos a escasos centímetros y di el último avance para juntarlos…
Era un beso en el cual por fin demostraba mi amor hacía aquella mujer peli azabache y oji marrón.
— Inuyasha te amo — Me decía una y otra vez entre besos.
Mí corazón no estaba sanado por completo pero eso solo el tiempo podría hacerlo.
— Y yo a ti pequeña — Conteste.

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Este amor eterno​

Es mi bendición​

Un presentimiento​

Esto es para siempre amor​

Amor​

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Después de un mar de besos quedamos abrazados.
Había abierto por segunda vez mis sentimientos, dejando expuesto mi corazón con otra persona y no me arrepentía.
Sabía que ella era la indicada, que no me haría sufrir. Y a la cual yo siempre amaría.

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Esto es para siempre amor​

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Sabía que tenía una segunda oportunidad y no la desperdiciaría.
— Inuyasha — Me dijo tiernamente.
La mire y sonreí.
— ¿Podrías bajarme un poco? — Pregunto.
Asentí levemente.
Era tanta la emoción que termine por alzarla en uno esos besos.
Camine lentamente y la deje delicadamente en su cama.
Fue cerrando sus ojos mientras una hermosa sonrisa duraba aun en aquellos labios.
La miraba dormir, tenía un encanto sin igual. Era una mujer bella, que más pareciese un ángel.
Me sentía por primera vez curado para la llegada de otro amor a mí vida.
Ella era el ángel de mis sueños, ella era mi pequeño ángel.

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Hoy amanecí con el deseo firme de continuar​

Hoy amanecí con el deseo firme de continuar​

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Gracias a su compañía podía seguir adelante y gracias a la cual yo siempre estaría agradecida.

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Hoy amanecí con el deseo firme de continuar​

Hoy amanecí con el deseo firme de continuar​

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— Inuyasha — Decía entre sueños.
Le mire y toque su frente.
— Duerme bien mi pequeño ángel que a tú lado siempre estaré — Musite.

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Hoy amanecí con el deseo firme de continuar​

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Me senté a su lado en el suelo recargado en aquel extraño mueble.
— Y se que tú siempre a mi lado estarás — Musite antes de caer rendido ante el sueño.
Está noche siempre sería algo especial.
Pues estaba la noche, la luna, las estrellas y mi amor eterno a mi lado.

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Hoy amanecí con el deseo firme de continuar​

De continuar​

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