Somos prisioneros a un amor perpetuo [Inu&Kago]

Capitulo 1: Confusiones peligrosas

Era un día soleado y las golondrinas cantaban, y yo iba caminando hacia mi escuela, pero me puse a pensar
- Estoy tan emocionada por conocer a mis nuevas amigas – me dije en vos baja.
Me senté en el pasto a ver la naturaleza que se veía desde allí. Pasaba un buen rato y yo seguía pensando en lo mismo, hasta que de repente, escucho una campana que se veía allá a lo lejos, me levante sigilosamente y mire…
- Oh no, es la campana de la escuela –
Corrí lo más rápido posible, pero ya no había tiempo alguno, temía llegar tarde, y como si fuera poco, era mi primer día de clases.

(10 minutos después)

Lamentablemente, llegué tarde, y ya habían armado los grupos para estar divididos en cada aula. Le pregunte a una profesora que estaba al lado mío.
- Disculpa, ¿Te puedo hacer una pregunta? –
Ella se dio media vuelta, me miro y me dijo
- Si, con gusto te responderé –
Entonces yo, con una cara sonriente, le dije
- Espero que no te moleste, pero llegue tarde, tuve un retraso a la hora de venir, la historia es muy larga. Quería saber bien a que curso podría ir -
Solo me pidió mi nombre, no me dio explicaciones porque, ni para que lo quería.
Pero de buena persona, yo se lo dije
- Mi nombre es Kagome Higurashi.
Anoto mi nombre y se retiro, por supuesto, ella se voltio y me dijo
- Gracias Kagome –
- Por cierto ¿A que grado vas?
Con todo respeto le dije que iba a tercero.
Ella se dio media vuelta y se fue.

***

Como no me había llegado ninguna información de donde, o a que división iría, me metí en un curso.
El profesor estaba tomando lista, rápidamente me senté en un banco para que no halla problemas, pero yo savía que el me estaba mirando.
-Señorita, usted a llegado tarde ¿A que se debe la demora? - Me interrogó tranquilamente, dejando la lista aun lado.
- Perdón, me quede hablando con la profesora, ella me dijo que me iba anotar en algún curso, también me pidió mi nombre y a que grado pertenecía, sin problemas se lo dije, pero como era tarde me metí en este salón para saber a donde tendría que ir- Comenté en respuesta al no tener excusa alguna.
El profesor me dijo que podría quedarme aquí por el resto del día, pero tendría que consultarlo con la directora.
Claramente le dije
- Gracias profesor –
- A, otra cosa, mi nombre es Kagome Higurashi, por si es que me quedo en este curso –
El mismo, sin pensarlo, me anoto en la lista.
Me presento como nueva alumna y tuve que pasar al frente para sociabilizar con los demás. Salude a todos y mi hice amiga de algunas chicas que estaban sentadas detrás de mi banco.
Ellas me dijeron sus nombres de forma respetuosa
- ¡Hola! Mi nombre es Yuka, un gusto conocerte –
- Kagome, mi nombre es Eri, espero que seamos buenas amigas –
- Mi nombre es Ayumi, bienvenida –
Eran muy simpáticas y tenían gustos en común conmigo.
Les dije que tenia 15 años y que vivía con mi mamá, mi abuelo y mi hermano menor.
Pasada la clase de historia, salimos almorzar y empezamos hablar de nuestras vidas.
Luego, Yuka se retiro de la mesa, para ir a buscar a un amigo suyo.

***

Después de un largo rato, ella vuelve con el mencionado.
Yuka dice
- Los presento –
- Kagome, el es Hoyo –
- Hoyo, ella es Kagome –
Para no quedar como una desubicada, lo salude
- Hola, espero que nos llevemos bien –
Hoyo la miro, la saludo con un beso y le dijo
- Hola Kagome, yo también, espero lo mismo.
Como buena amiga, le dije
- Hoyo, ven y siéntate con nosotras, así nos podemos conocer y hablar de lo que nos interesa. El mismo se sentó sonriendo, mientras que no le sacaba la mirada a Kagome.

(20 minutos después)

Pasada la jornada escolar, le dije a Hoyo si quería venir a mi casa, así conocería a mi familia. El mismo sin dudarlo, me dijo que si…


CONTINUARA

 

Capítulo2: El principio de un amor extraño


Cuando llegamos a mi casa, encontré una nota que tenia escrito: “No estaremos en casa por dos o tres días”
“PD: Nos fuimos de vacaciones”
Ya que no sabía donde ir con Hoyo
—Bueno, parece que estamos solos, pero no sé que hacer ¿Tienes alguna sugerencia? —le pregunté un tanto aburrida. Realmente me fastidiaba estar en casa sin hacer nada.
—Podemos ver una película—Hoyo soltó sus palabras sin titubear, dedicandome una breve mirada.
Me sonrojé levemente, pero trate de quedarme callada. Lamentablemente no pude.
—No esta mal la idea, pero vayamos a verla al comedor —le dije sin problema alguno.
Hoyo no tuvo problemas y me siguió hacia el dichoso lugar.



Empezamos a ver la película y de repente, siento que alguien me esta tomando de la mano.
Tranquilamente, sin decirle nada, seguí mirando la película, pero noté que Hoyo no me sacaba la mirada de encima.
—Que haría yo, si mis amigas se enteran que Hoyo gusta de mí, siendo el primer día en conocerme —Me puse a pensar y sinceramente no encontraba una solución para detenerlo


Pasada la película, sin tener otra opción, apague el dvd
—Hoyo, discúlpame si mi pregunta no es la más adecuada, pero, ¿me parece o tu sientes algo por mi?—le dije respetuosamente, con una mirada sospechoza
El mismo respondio, pero note en él una cara medio rara.
—Kagome, te conozco hace dos o tres horas, no te párese que para enamorarse la gente necesita más de un día. Por lo menos yo lo veo desde ese punto de vista. Lo único que te diré, es que me pareces muy atractiva, pero necesito conocerte—
Realmente me quede boqueada al escuchar a un hombre decir palabras tan profundas. Por supuesto, no me quería quedar con la angustia de haberlo intimidado de tal manera.
—Perdón, no quise ofenderte, solo quería sacarme la duda—le dije tristemente.
Hoyo, sin decir una palabra, siguió como si nada.
Como buena amiga que soy, le ofrecí un café
—Discúlpame, pero me siento un poco lleno—me dijo un poco preocupado.
Como ya no podía retroceder el tiempo para evitar la pregunta que le he dicho
—Si te he ofendido, no era la idea, discúlpame—
El mismo se retiro de la casa con una linda sonrisa.



Me quede tan triste, que no podía dejar de pensar en lo desubicada que pude llegar a ser al preguntarle una cosa tan desagradable.
Bueno, en fin, iré a tratar de dormir, así sea mucha la angustia que tengo dentro.
Al día siguiente tuve que levantarme, para ir a la escuela. Sinceramente, no tenia ganas de ir por dos o tres días, ya que me daba vergüenza con solo mirarlo. Temía que le haya dicho a mis amigas.
Solo quería que este mal momento pasara.
Me preparé el desayuno y la mochila.


Bueno, ya estoy satisfecha. Me retiré de mi casa y me fui caminando tranquilamente hacía la escuela como si nada hubiese ocurrido ayer.
Caminé, caminé y caminé, hasta que llegué.
Como siempre, llegue un poco retrasada, pero como nadie estaba en el salón, me acomode en mi banco para no tener problemas con el profesor.
Luego de esperar cinco minutos sentada, llegaron todos los alumnos del curso, al igual que el profesor. El mismo empezó a tomar lista, solo falto un alumno, ese alumno era Hoyo.
El mismo empezó a dar clases, y mientras él hablaba, mis amigas Yuka, Eri y Ayumi me decían
—¿Qué paso con Hoyo? Me ha llamado diciéndome que estaba triste y a la vez estaba feliz.
No sabia que responderles, pero con todo respeto.
—Tuve una charla, cuando venga él les podrá contar absolutamente todo, pero les hago una pregunta a ustedes, ¿por qué Hoyo estaba feliz?—les dije como si nada.
Las tres me miraron diciendome
—Estaba feliz porque había pasado una bonita tarde con tigo, también dijo que eras muy atractiva y si se presentaba la ocasión, te iba a decir todo lo que el siente por ti.
Entonces, ya entendí porque se fue sonriendo de mi casa, me dije en voz baja.
—Ultima pregunta chicas, entonces, ¿él gusta de mí?—
Yuka, Eri y Ayumi me dijeron
—Mira Kagome, no estamos seguras si gusta de ti o no, pero por como te describió y como la paso en tu casa, nosotras podríamos decirte que la respuesta es un sí …

 

Capítulo 3: El destino nos ha unido

Pensándolo bien, no sabía que decirles con respecto a la conversación, pero como no había nada más para hablar, me di vuelta y seguí prestando atención a la clase.
Noté que el profesor nos estaba mirando atentamente.
—Señoritas, tienen algo para aportar a la clase, ya que hablan tanto—se expreso con una mirada penetrante.

Como Yuka, Eri y Ayumi no dijeron nada con respecto al tema, tuve que decir algo.
—Disculpe profesor, no queríamos interrumpirlo de esta manera—le dije mientras me sonrojaba, sin tener alguna que otra palabra.

El mismo siguió dando clases como si nada o nadie hubiese molestado.
Traté de seguir adelante sin que ningún problema pasara por mi cabeza, pero no podía sacarme ese nudo que tenia en la garganta. Sin embargo, tuve que
decir algo.

—Profesor, no quiero molestar, pero me duele mucho la garganta, por favor, ¿no podría ir a la dirección para llamar a mis padres?—exclamé, levantando la mano respetuosamente.

Él mismo me dijo que si y me acompaño hacia el dichoso lugar.
—Kagome, ¿usted se siente bien?—me dijo mirándome atentamente.
Tenía que decirle algo, sino quedaría como una completa ignorante.
—Más o menos, tuve una severa charla con un amigo y me puse un poco triste por la situación, por eso me retiré del aula un poco dolorida—solte mis palabras sigilosamente para que nadie se enterara de lo que me ha pasado.

El profesor sin dudarlo, llamo a mis padres.
Pero yo sabía que se habían ido de vacaciones. Tenía que decirle algo.
—Lo siento, pero mis padres no están en mi casa, pero puede llamar y pedirle todos sus datos para poder retirarme del establecimiento sin problema alguno—me expresé sin importar las consecuencias.
Él no me negó absolutamente nada, de hecho, acepto con gentileza todo lo que dije.



Me dejaron sentada en una silla de la sala de esperas.
Tuve que esperar un buen rato, hasta que de repente… El profesor vino y me tomo de la mano.
—Kagome, puedes retirarte, espero que te mejores—me dijo con una linda sonrisa en el rostro.

Me levante de la silla y me fui caminando hacia la puerta que indicaba la salida. Me di media vuelta y salude al profesor.
—Gracias por preocuparse por mi, usted es muy agradable—le dije alegremente.

Él me escuchó, me miró y siguió su camino.
Una ves que me retiré, me fui caminando hacia mi casa, no dejaba de pensar en lo que paso con Hoyo.
Iba tan distraída que de repente, me lleve por delante una piedra y me tropecé. Como no había mucha gente alrededor, de casualidad vi a un chico que iba caminando, se notaba que estaba yendo hacia una escuela, como no me podía levantar, tuve que pedirle ayuda.
—Discúlpame, chico, ¿por favor, me puedes ayudar a levantarme?—le dije un poco insegura.

Él, con mucho cuidado, me ayudó.
—Con gusto te ayudare, por cierto, mi nombre es Inuyasha Taisho—me dijo con una voz varonil.

Me pareció muy gentil de su parte haberme ayudado a levantarme.
Tuve que decirle algo, sino quedaría un poco desubicada.
—Muchas gracias, mi nombre es Kagome Higurashi, mucho gusto—le dije con una bonita sonrisa.
Como no tenía algo para decir, que no sea gracias, no pude quedarme callada.
—Perdón si es muy descortés mi pregunta, pero tu atuendo me ha llamado la atención, ¿vos vas al mismo establecimiento que voy yo?—le dije humildemente, también le señale donde quedaba dichoso lugar.

Él, con todo respeto, me dijo detalladamente porque no empezó el primer día.

—Bueno, no empecé el primer día porque tengo un hermano que necesita ayuda, porque en estos momentos esta liceado—me dijo respetuosamente.

Me puse un poco triste por el hecho de saber, que el solo no podía enfrentar las consecuencias con el hermano.


—Oh, que lastima, si es que necesitas ayuda, puedes contar con migo—le dije un poco dolorida.

Él me miro y me dijo gracias. Pero yo sabía que quería decirme algo más.
—Kagome, te dejo el número de mi casa, llámame después del horario escolar—me dijo un poco apresurado.

Note que no tenía mucho tiempo para seguir hablando conmigo.

—Bueno Inuyasha, ve a la escuela, que ya estas un poco demorado, no te quiero sacar tiempo—le dije un poco dudosa.

Me saludó y se marcho alegremente.
No podía dejar de pensar en lo caballeroso que fue conmigo. Estaba segura de que era un buen muchacho.
Mientras pensaba en él, al mismo tiempo pensaba en Hoyo.



Iba caminando hacia mi casa, traté y traté, pero no podía dejar de pensar en ellos.

—Se que algo estoy haciendo mal, pero no se como remediarlo—me dije en voz baja.

Me puse a pensar y llegue a una conclusión.

—Ambos me agradan, pero no seria justo dejar a alguno de lado, no quisiera perder mi amistad con cada uno de ellos—me dije silenciosamente, pero también estaba confundida.



En fin, llegue a mi casa y lo primero que hice fui llamar a Inuyasha… Esperéen el teléfono, haber si me atendía, pero al instante me acorde que me dijo: “Llámame después del horario escolar”. Entonces tuve que esperar hasta el día siguiente para conocernos mejor.
Tengo un buen presentimiento de él, espero llegar a ser más que amigos.

CONTINUARA.