Solo el amor puede hacer esto

Tema en 'Fanfics Abandonados de Inuyasha Ranma y Rinne' iniciado por only love, 28 Noviembre 2011.

  1.  
    only love

    only love Iniciado

    Escorpión
    Miembro desde:
    27 Noviembre 2011
    Mensajes:
    16
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Solo el amor puede hacer esto
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    11
     
    Palabras:
    3961
    Capitulo 7:
    Compromiso parte III


    La llegada de Rin no se hizo esperar mucho, para la hora del almuerza ella ya había llegado a la mansión Taisho, solo estaba esperando a que Kagome llegara. Por lo que le habían dicho había ido a solucionar unos temas sobre el compromiso; del cual ya había sido avisada previamente por su amiga Sango.
    Durante el tiempo que le toco esperar a la joven observo la gran cantidad de fotos familiares que tenían los Taisho, vio a los padres y al que debería ser el hermano del prometido de Kagome, esperaba que lo fuera, se sentía realmente atraída por el imponente muchacho de pelo negro y ojos dorados. Por lo que podía ver era una marca de todos los Taisho’s, ya que su padre y el muchacho más joven, también poseían la misma cualidad.
    Mientras escudriñaba las fotografías se sintió alertada por una vos conocida, era Kagome, la que estaba llegando a la casa.
    – ¡Rin, que alegría verte de nuevo! –dijo Kagome mientras la abrazaba con las bolsas todavía en las manos. –te presento a Izayoi, la madre de Inuyasha. –
    –Mucho gusto señora Izayoi –Rin era una muchacha muy educada y muy tímida, así que como modo de saludo le hizo una reverencia a la señora de la casa. – gracias por dejarme quedarme en su casa. Se lo agradezco demasiado. –
    –Oh por favor no hay nada que agradecer. Eres amiga de Kagome, eres amiga nuestra. Así que Rin por favor no hay necesidad de tanta formalidad, llámame por mi nombre, ¿Si?–
    –De acuerdo – dijo con una enorme sonrisa.
    – ¿Tienen hambre? ¿Por qué no pasamos al comedor? – pregunto Izayoi.
    El almuerzo y la tarde pasaron entre los últimos arreglos para la fiesta de compromiso, estaban muy apuradas, ya que la fiesta se realizaría en tres días, y todavía faltaban muchas cosas por hacer. A mitad de la tarde Kagome se tomo un respiro junto con Rin, mientras Izayoi llamaba a agencias de Lunch para que sirvieran la cena el día de la fiesta.
    –Lamento mucho que estés pasando por esto. – dijo muy apenada Kagome, ya que hasta ella misma se estaba sintiendo exasperada con todo el tema del compromiso.
    –Kagome no te preocupes, sabes que me gustan estas cosas. –
    –Lo se, pero es que es muy tedioso. Sabes que te puedes retirar en cualquier momento, si quieres ir a tu cuarto lo puedes hacer. –
    –Lo se. Y lo haré cuando tenga ganas. De veras no te preocupes por mi, querida Kagome. –
    –De acuerdo. – dijo por ultimo de mala gana Kagome. Justo en ese momento estaba llegando Izayoi con una gran cantidad de papeles en las manos.
    Las tres mujeres siguieron trabajando en los asuntos de la fiesta, entre charlas y risas el tiempo se fue volando y ya eran las seis de la tarde. Kagome tenía que arreglarse ya que saldría en una cita con Inuyasha.
    Se dirigió rápidamente a su habitación y allí comenzó a subirle todos los nervios contenidos en todo el día. No sabía que debía ponerse o como debería maquillarse. Nunca había salido con ningún muchacho y esto era nuevo.
    Decidió por último, y luego de dar vuelta todo el closet, en ponerse un vestido muy bonito con unos zapatitos de baja estatura. Se dirigió al baño, para así poderse dar una rápida ducha. Se vistió y se maquillo.
    Estaba realmente hermosa, su vestido le llegaba hasta las rodillas, de un color amarillo suave, y unos zapatitos como los de bailarina que se agarraban delicadamente en los tobillos de la muchacha. El maquillaje era poco solo un ligero delineado, un poco de mascara de pestañas y un poco de brillo labial. Rubor no lo necesitaba porque solo en pensar en Inuyasha la inundaba un color en sus mejillas.
    Cuando termino de alistarse vio la hora en su reloj de muñeca, se horrorizo al confirmar que eran más de las ocho. Ella era muy puntual siempre, se lo había enseñado su abuela y en la academia también era muy importante la puntualidad.
    Estaba a punto de salir de su recamara cuando se encontró con lo más hermoso que pudo haber visto nunca. Era Inuyasha. Llevaba puesta una camisa de mangas largas color gris abierto hasta el segundo botón, con unos pantalones clásicos. Ante la fuerza con la que salía Kagome no pudo evitar chocar con el muchacho que estaba enfrente y quedaron apoyados uno contra el otro. Se quedaron mirándose fijamente hasta que el muchacho dijo:
    –No podía seguir esperándote mas abajo, así que subí para ver si te encontrabas bien –mientras decía sus palabras, Inuyasha no podía evitar verle los labios a Kagome. Se sentía tan endemoniadamente atraído hacia ella, como nunca antes. Sus labios eran como la fruta prohibida, que hacia querer besarlos más y más. Kagome no paso desapercibido el acto del joven porque ella se sentía en la misma situación. Quería besarlo y abrazarlo y estar con él todo el tiempo.
    –Lamento el retraso. No he sido conciente de la hora. –
    –No te preocupes. Valió la pena. –dicho esto se alejo un poco para mirarla de pies a cabeza en una mirada poco santa que conllevaba muchos deseos y Kagome lo pudo notar. Su sonrojo fue mayor cuando el llego hasta su cara, la miraba con algo mas que deseo. No sabia que era, pero le llenaba el corazón . Y fue ella la que no pudo evitar y se tiro sobre sus labios en un beso desesperado por amor y deseo.
    Inuyasha le correspondió inmediatamente, sintiéndose victorioso. Paso sus brazos por detrás de la estrecha cintura de la joven y la acerco más a el, quería tenerla tan cerca como pudiera.
    Kagome dejo que Inuyasha la abrazara de aquella forma, correspondiéndolo al pasar ambos brazos por detrás de su cabeza. Se sentía en las nubes. No había nada más hermoso que estar entre sus brazos, se sentía tan protegida y amada con el joven.
    Inuyasha termino el beso de una forma delicada y mientras seguía abrazado a Kagome le dijo:
    –Creo que deberíamos irnos ya. Mis padres nos están esperando para despedirse de nosotros. –dijo mientras la tomaba de la mano.
    Juntos se dirigieron a la planta baja donde se encontraban los padres de Inuyasha.
    –Muchachos, espero que se diviertan. –dijo Inuno muy orgulloso.
    –Si. Y si tienen algún inconveniente, llámennos. Que se diviertan. –
    –No se preocupen. Yo voy a cuidar bien de Kagome. –
    –Hasta luego –dijo por ultimo Kagome, sentía como un rubor se expandía por sus mejillas, a medida que salían de la mansión.
    Todavía de la mano se acercaron al auto de Inuyasha, donde él le abrió la puerta, del copilot, a Kagome para que pudiera sentarse. Tras cerrarla Inuyasha se dirigió al asiento del piloto y le dijo:
    –Bien. ¿A dónde te gustaría ir? Podríamos ir al cine o primero a cenar. Lo que a ti te guste. –
    –No se podríamos ir a cenar primero. Si tú quieres claro. Seguro que tienes hambre. –
    –Lo que tú quieras, para mi esta bien. –
    –Bien, entonces iremos a cenar. –la forma en que Kagome lo dijo, le hizo recordar a Inuyasha a una niña y eso lo puso distintamente feliz.
    –Si eso es lo que tu quieres, te llevare allí. Mi hermosa princesa. –las palabras de Inuyasha lograron que a Kagome se le colorearan las mejillas y que su corazón diera un vuelco.
    La había llamado hermosa princesa nunca nadie, lo había hecho.
    En silencio se dirigieron a un restaurante muy caro, Inuyasha pidió una mesa para dos. Allí ambos ordenaron su comida.

    La cena pasó tranquilamente, ellos conversaban de cosas sin sentido, comían y reían, la estaban pasando de maravilla. Kagome se sentía realmente bien en la compañía de Inuyasha. Y él se sentía un hombre distinto al lado de Kagome. Luego de la cena el joven la llevo al cine como había prometido.
    Como el caballero que era en ningún momento la dejo pagar y la dejo elegir la película que verían, Inuyasha ya imaginaba una romántica típica, y no se equivoco, la morena eligió la romántica de la cartelera. Para darle el gusto, cosa que le estaba gustando más de lo normal, vieron esa película.


    Luego de la cena que le había tocado compartir a Rin con los padres de Inuyasha se acostó a dormir, se sentía muy cansada del viaje. Uso su típico pijama, unos shorts y una musculosa. Ambos le quedaban muy sexy.
    Un rato pasado de la hora que se había dormido despertó por una increíble sed, se dirigió a la cocina a tomar un poco de agua. Allí abajo sintió una vos que le decía:
    – ¿No crees que tu ropa es muy sexy para estar en una casa con hombres de buen gusto? –Rin casi escupe su agua por las palabras dichas del muchacho.
    –La verdad es que no, no creo que mi ropa sea sexy. Creo, más bien, que es cómoda, y eso es lo que me gusta. –dijo mientras se daba vuelta y agradeció haber dejado el vaso de agua, porque lo que tenia en frente era el hombre más hermoso que había visto jamás. –Soy Rin, por cierto –y le extendió su mano.
    –Seshomaru. – y el toque de sus manos causo una ráfaga eléctrica entre los jóvenes haciendo que se soltaran.
    Para Seshomaru, que había estado apreciando la vista de una hermosa muchacha, cuando salía de se escritorio, la ráfaga fue inesperada. Le había parecida hermosa en el primer instante en el que la vio, y como nunca antes, no supo que decirle.
    –Será mejor que me retire a habitación. Buenas noche joven. – dijo Rin apenada y con la cabeza gacha.
    Seshomaru no tuvo tiempo de poder contestarle a la dama. Quedo toda la noche pensativo, debido al acontecimiento reciente.


    Kagome e Inuyasha llegaron a la casa finalizada la película. Venían hablando de lo mucho que a la joven le había gustaba el film, el ojidorado solo la escuchaba complacido. Sin darse cuenta ya habían llegado a la entrada de la habitación de la muchacha.
    –Bien has llegado sana y salva. –dijo en tono gracioso Inuyasha.
    –Creo que si. Gracias Inuyasha por la hermosa velada. Lo he disfrutado mucho. –
    –No tienes que agradecerme, Kagome, yo lo he pasado genial contigo. –
    El joven se acerco lentamente a los labios de la pelinegra y apenas los rozó.
    Kagome incremento la cercanía de ambos al pasar los brazos alrededor del cuello del muchacho, así como la cercanía, el beso también se incremento. Convirtiéndose así en uno muy apasionado.
    Inuyasha tenía sus brazos alrededor de la estrecha cintura de la muchacha, y con su lengua pidió permiso para entrar en la cavidad femenina, haciendo que ambos se estremecieran ante el toque.
    Inuyasha ahogo un gemido cuando Kagome también introdujo su lengua dentro de su boca. Las sensaciones que pasaban por su cuerpo eran tan sabrosas que quería probar más, comenzó a acariciar lentamente la espalda de la muchacha, pasando por la espalda baja hasta llegar a la parte posterior de los muslos femeninos. Quería más pero la famosa vocecita de la conciencia hizo mella en Inuyasha. Delicadamente termino el beso, volviendo a la posición principal.
    Los ojos de Kagome denotaban desconcierto, y algo mas profundo que Inuyasha pudo identificar como deseo.
    –Creo que ya es hora de que vallamos a descansar pequeña. –
    La joven solo asintió y se metió en su recamar, no sin antes darle una significativa mirada al ojidorado.




    Al fin la fiesta de compromiso había llegado. Habían decidido hacerla de noche, en el jardín de la imponente mansión, habían colocado alrededor de veinte mesas donde cabían diez personas en cada una. La decoración había sido elegida por lo jóvenes, por lo tanto habían seleccionado hermosos manteles para todas la mesas color blanco perlado, rosas rojas en pequeños ramos hacían de centro de mesa en cada una.
    La mesa principal, donde se encontraban los homenajeados, era rectangular y tenía un ramo de rosas mucho más grande que el de las otras mesas.
    Habían colocado un piso, provisorio, donde podía bailar cómodamente. También habían armado un gran escenario donde se encontraba una banda preparándose para la fiesta. Luces tenues colgadas por lugares estratégicos hacían que el ambiente se viera más cómodo y romántico.
    En fin, el jardín se veía como sacado de un cuento de hadas, pero muy a la moda.

    Dentro de la mansión Izayoi, ya vestida y arreglada, estaba tratando de ayudar a Kagome. Habían contratado a un estilista para que se encargara de la joven.
    El momento había llegado e Izayoi tenía que encargarse de recibir a los invitados junto a su marido. Se despidió rápidamente de Kagome y se dirigió a la entrada.

    Tras un largo tiempo de estar siendo maquillada y peinada, Kagome disponía a vestirse.
    Inuyasha esperaba tras la puerta de la joven. Según la tradición ambos muchachos debían presentarse juntos como los novios. El muchacho estaba vestido con un esmoquin negro, y una camisa blanca. Muy simple pero atractivo.
    El joven cansado de esperar llamo a la puerta de Kagome impacientemente.
    –Mujer, si no te apresuras los invitados se irán. – trato de sonar gracioso para no presionar tan directamente a Kagome.
    –En un momento salgo Inuyasha. Que impaciente que eres. –
    Tras haber terminado la frase Kagome abrió la puerta. Inuyasha no pudo más que quedar con la boca abierta.
    La muchacha realmente era la princesa sacada del cuento de hadas, estaba hermosa. Un vestido banco, que le llegaba a las rodillas y sin tirantes, remarcaban la sensual figura, el maquillaje sutil la hacia ver muy natural pero hermosa a la ves. Y su peinado remarcaba sus facciones.
    –Creo que he muerto y he sido muy bueno, porque he ido al cielo y me encontré al ángel más bello del universo. –
    –Hay Inuyasha pero que cosas dices. Haces que me de vergüenza. –
    –No Kagome, eres la mujer más hermosa que jamás he visto y creo, no, se que soy el hombre más afortunado por tener el placer de pasar el resto de mi vida a tu lado. Solo si tú me lo permites. – Las palabras del joven dejaron a la muchacha anonadada. –Es hora de que te presente como mi futura esposa. – acto seguido le ofreció su brazo para así bajar juntos.
    Una ves frente a la puerta que los conducía a la fiesta, Kagome se detuvo.
    –Inuyasha estoy muy nerviosa, tengo miedo de arruinarlo. –
    –Kagome no tienes nada de que preocuparte, yo estaré junto a ti para darte mi apoyo, si es que lo necesitas. –termino la frase con un tierno beso en la comisura de los labios de la joven.

    Al llegar a la puerta y ser visto por todos, los invitaron comenzaron a aplaudir a los jóvenes. Y poco a poco se fueron acercándose hacia ellos. Todos querían hablar con ellos, saludarlos, felicitarlos.
    Los novios se dedicaron a saludar particularmente a cada uno de los invitados y recibir las respectivas felicitaciones de cada uno.

    Inuno se dirigió al gran escenario para poder decir unas palabras en honor a Inuyasha y Kagome.
    –Queridos amigos, les damos las gracias por haber asistido a la fiesta de compromiso de mi hijo menor con esta hermosa muchacha. Por favor ¿Por qué no les damos un fuerte aplauso a los futuros marido y mujer? –acto seguido todo el mundo aplaudió por los aludidos.
    Kagome que estaba abrazada a Inuyasha se sonrojo tanto como sus mejillas se lo permitieron.
    El joven le dio un corto beso y se acerco al escenario. Inuno les dio unas palmadas afectivas en el hombro y le dio paso a que hablara.
    –Realmente amigos, Kagome y yo estamos muy contentos de que pudieran acompañarnos en este momento tan importante para nosotros.
    >>Se que para muchos el anuncio de nuestro compromiso pudo haber sido sorpresivo, pero para nosotros tan solo es el inicio de nuestra felicidad. Kagome es la mujer más hermosa y encantadora que jamás he conocido y he tenido el placer de conocer. Les doy las gracias a sus padres por haber traído a este hermoso ángel al mundo, mi mundo.
    Un brindis por Kagome. –
    –Por Kagome. –repitieron todos a coro.
    Kagome, que estaba junto a sus padres y a los padres de Inuyasha, se sintió tan conmovida que no pudo evitar soltar un par de lágrimas de felicidad. Sus padres la abrazaron felicitándola, al igual que los padres de su prometido.
    En ese momento llego el joven que le robaba los suspiros y la abrazo muy tiernamente.
    –Espero que hayas entendido lo importante que tú eres para mi, Kagome. – al terminar de decir esto Inuyasha la beso con todo el amor que tenia dentro suyo para con Kagome.

    La noche pasó de lo más tranquila, todos bailaban y conversaban alegremente. En el lado contrario donde se encontraba Inuyasha estaban Kagome con Sango, Rin y Ayame. Las cuales se habían conocido esa misma noche, gracias a la morocha.
    Estaban conversando muy animadamente cuando cuatro caballeros se acercaron a ellas.
    –Hola preciosa. ¿Te gustaría bailar conmigo? –pregunto muy seductor Inuyasha tras la espalda de Kagome.
    –Me encantaría. –le respondió la muchacha dedicándole una mirada coqueta. –luego nos vemos muchachas. –dijo dirigiéndose a sus amigas.
    En el grupo habían quedado Miroku, que no dejaba de hablar con Sango, Seshomaru, que solo observaba a Rin de un modo poco santo. Y Kouga que había quedado embobado con la amiga de Kagome, Ayame.
    –Sanguito, ¿te gustaría dedicarme esta pieza? –
    –Claro. ¿Por qué no? –dijo y siguió al hombre de ojos como mar.
    – ¿Y tú? ¿Qué no piensas invitarme a bailar? –Ayame, con su sinceridad dejo a Kouga un tanto desconcertado.
    –En realidad te lo estaba por pedir. – así que juntos se fueron con todos los demás y bailaron coquetamente.
    Del grupo de ocho integrantes solo quedaban dos, Seshomaru y Rin.
    La joven al sentir la mirada tan penetrante del imponente hombre que tenía delante no pudo aguantarse más y dijo:
    – ¿Qué no piensas hacer otra cosa más que verme? Ya lo se, me veo muy distinta con vestido que con pijama. ¿No es así? –
    –La verdad es que estaba pensando en como seria verte desnuda. –aquello dejo atónita a Rin y no pudo evitar enrojecer hasta la punta de los cabellos. Cuando pudo recobrar un poco la compostura se dedicaba a irse cuando Seshomaru la tomo por el brazo y la acerco a él.
    – ¿Acaso no querías saber que qué era lo que pensaba? –
    –Yo no tenia interés en saber lo que pensabas. Lo único que quería era que dejaras de mirarme de esa manera tan lujuriosa. Y por si no lo sabes yo soy una dama, y si tu no sabes como tratar a una, será mejor que no te acerques a mi. – acto seguido se soltó bruscamente del agarre del joven y se fue a cualquier lugar lejos de él.
    Seshomaru quedo sin habla, tenia que admitir esa pequeña lo volvía loco, y ahora más que empezaba a conocer su carácter.


    En la otra punta de la fiesta se encontraban dos jóvenes bailando muy cerca el uno del otro.
    –Creo que desde la última vez que hablamos, luego de nuestro encuentro en la cafetería, no he podido dejar de pensar en ti, eres una mujer muy hermosa, Sango. Me gustaría que pudiéramos volver a vernos. –
    –Miroku, las cosas que me dices hacen que me den vergüenza. – dijo tapándose un poco la cara. – pero si me encantaría que volviéramos a salir. –
    –Genial, entonces será una cita. –dijo el muchacho muy contento de poder estar con la mujer que lo traía loco.


    Kouga, mientras tanto, no perdía el tiempo.
    –Con que trabajas en la empresa del prometido de Kagome. –decía él mientras bailaba junto a Ayame.
    –Así es. He trabajado con ellos desde el mismo tiempo que Inuyasha. Veras, Inuyasha y yo fuimos al instituto juntos y luego a la universidad. Y como podrás ver nos conocemos desde que éramos unos críos junto con Miroku. –
    –Que interesante. No tenia ni idea de que eran amigos desde hacia la infancia. Y dime, ¿una dama tan hermosa como tu tiene alguien en quien este interesada? –
    –La verdad es que no he tenido tiempo de pensar en una relación. Soy muy independiente me cuesta tener relaciones duraderas. ¿Y tú? –
    –Pues yo, creo que me he enamorado. – los ojos de Ayame demostraron la gran desilusión que tuvo su corazón. –he conocido a una joven de cabello como fuego y creo que se esta llevando mi corazón. –
    – ¿De veras? ¿Y quien podría llegar a ser esa mujer de cabello llamativo? –dijo la joven haciéndose la tonta.
    –Pues creo que sabes bien de quién hablo. –
    – ¿Eso crees? –
    –Ayame no te hagas la tonta, sabes bien que hablo de ti. –dijo ya Kouga un poco nervioso.
    –Claro que se que hablas de mi, pero un poco de misterio no le hace mal a nadie ¿no? –dijo seguido de un guineo.


    –Creo que tus amigos están simpatizando con los míos. –decía Inuyasha mientras abrazaba a Kagome tiernamente.
    –Yo también lo creo, espero que puedan llegar a ser parejas, se ven todos muy lindos juntos. –
    –Tienes razón, se ven bien juntos. –
    Mientras Inuyasha y Kagome estaban bailando, Kikyo se acerco a ellos.
    –Buenas noches señor Taisho, señorita Higurashi. –hizo una reverencia hacia los jóvenes. –Señorita Higurashi, yo quería pedirle disculpas por el inconveniente que tuvimos en la oficina, en su primera visita. –
    –No Kikyo yo te pido disculpas, mi actitud fue totalmente inapropiada, no se que me paso ese día, yo no me comporto de esa manera. Estaba muy enfadada y me la tome contigo. Quiero que sepas que la única que tiene que disculparse aquí soy yo. –
    –Muchas gracias señorita Higurashi, acepto sus disculpas, y les doy mis felicitaciones por su próximo casamiento. –
    –Muchas gracias Kikyo, espero que puedas disfrutar de la fiesta. – esta vez fue Inuyasha el que hablo.
    Kikyo se retiro y dejo a los enamorados solos.
    – ¿Quién iba a pensar que Kikyo te iba a pedir disculpas por el altercado que tuvieron? Realmente me ha sorprendido. – Kagome solo asintió a las palabras de Inuyasha.

    La fiesta había finalizado y las expectativas de todos estaban más que cumplidas. Izayoi no podía más que regodearse de lo bien que lo habían pasado, que la comida había estado fantástica y que los muchachos estaban encantadores y que se los veía muy enamorados. Muy contenta, la mujer, se acerco a los jóvenes que estaban conversando muy animadamente y les dijo:

    –Bien niños, ahora lo único que falta es que fijen una fecha para la boda. – no hicieron mas que mirarse el uno al otro con amor, temor y ansiedad.



    ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

    Hola a tod@s l@s que siguen este fic, les pido mil disculpas por haber tardado todo este tiempo en subir el capitulo que faltaba. Se que no tengo escusa, yo tambien sufro cuando me dejan colgada con un fic :/ pero les prometo que esto no va a volver a pasar.
    Desde ya les doy las gracias por tener paciencia y por no odiarme (si es que ya no lo hacen), a modo de disculpa hice este fic mucho mas largo que los demás, espero que realmente lo disfruten como lo disfruto yo escribiendolo. También les pido perdon por las faltas de ortografía, por la mala puntuación y talves la mala descripción.
    Tod@s sabemos que no somos perfect@s y espero no tener más problema con las Kikyo's fan. Como promenti arregle la situacion entre los personajes para que nadie estubiese desconforme.
    De nuevo gracias por el apoyo y los buenos comentarios y ¿por qué no los malos comentarios? Gracias también por esos, ayudan a una a poder endurecerse en este ámbito.
    Espero que lo disfruten y que me comenten si algo no les parece. Buenas noche y que tengan una hermosa semana. Nos leemos en el próximo capitulo :)
    ONLY LOVE ;)
     
    • Me gusta Me gusta x 5
  2.  
    LunitaHemoxa

    LunitaHemoxa Iniciado

    Géminis
    Miembro desde:
    3 Noviembre 2011
    Mensajes:
    16
    Nena te kedo muy lindo el capi capi!!!
    Cuanto capis van a tener este ff???

    Va super linda la historia... Y me agrada mucho como manejaste esos comentarios pasados... Y q vieras la manera de hacer kedar a todos más conformes... Me alegra mucho...

    Adelante chicas... Q vas super mega bn!!!

    Animo y nos vemos en la próxima. Q la inspirasción te acompañe, para q continues tan tierna historia.
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  3.  
    only love

    only love Iniciado

    Escorpión
    Miembro desde:
    27 Noviembre 2011
    Mensajes:
    16
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Solo el amor puede hacer esto
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    11
     
    Palabras:
    2129
    Capitulo 8:
    Sonrojada.

    – Tú y yo tenemos una charla pendiente. – dijo Inuyasha mientras se acercaba a Kagome, la joven que estaba en una reposera, en su bikini sexy, tomando sol frente a la piscina, quedo desconcertada, ya que no tenía ni idea de a qué se refería el muchacho.
    – Pues, soy todo oídos. –dijo mirando al muchacho.
    – Yo los dejare para que puedan conversar tranquilos. – Rin que estaba junto a Kagome, se retiro para darles privacidad a los jóvenes.
    Ya había pasado una semana desde el compromiso y las cosas en la mansión Taisho iban normales.
    Inuyasha, que había quedado con la mandíbula desencajada, después de la gloriosa vista que tenía del cuerpo de Kagome, no pudo emitir palabra alguna.
    – Yo... yo... ol... olvide lo que venía a decirte. –decía mientras sus ojos paseaban sobre el cuerpo de la joven, en una mirada llena de lujuria. – Yo... venía a... lo lamento ¿Podrías taparte un poco? Se me hace muy difícil mantener la coherencia contigo vestida así. –
    – Lo... lamento. – el sonrojo de Kagome se extendió por todo su cuerpo e Inuyasha tomó nota del acontecimiento. Inmediatamente tomo su bata para taparse un poco.
    – En fin, lo que venía a decirte era que todavía tienes que decirme a qué lugar te gustaría que nos fuéramos este fin de semana. – Kagome quedo pensativa, lo que menos había esperado era que Inuyasha le preguntara exactamente eso.
    –Bueno, yo, en realidad todavía no lo he pensado, pero cualquier lugar que a ti te guste para mi esta bien. –
    – ¿Sabes? Esperaba que me dijeras eso. –Dijo con una sonrisa torcida – Estaba pensando en el lugar perfecto para nosotros. –
    – Bien, me encantaría saber cual es. –
    Inuyasha se acercó seductoramente al oído de Kagome y le susurró-
    – Es una sorpresa, preciosa, y no esperarás que la arruine por tu curiosidad. –rápidamente se alejo de donde estaba y comenzó a dirigirse hacia la casa. – Deberías ir haciendo tus maletas, ya que nos vamos esta noche. Y no olvides de llevar más de esas bikinis. Me gustan. – Kagome quedó perpleja ante la actitud de Inuyasha, era algo que jamás había visto y le gustaba mucho.


    Rin, que se había ido hasta la casa, estaba en la cocina buscando un bocadillo. Al igual que Kagome llevaba una bikini, pero tapaba la parte de abajo de su cuerpo con un pareo*, para no andar tan desnuda por la casa.
    Seshomaru logró encontrarla en la cocina. Se había dado cuenta de que la niña lo había estado evitando, después del inconveniente en la fiesta, no había tenido oportunidad de disculparse por su actitud. Realmente no sabía qué era lo que le pasaba cuando estaba con ella, sentía que un fuego le recorría el cuerpo cuando ella lo miraba, y ni hablar de cuando lo enfrentaba. Se podía decir que encendía la parte animal en él.
    –Hola. –dijo en tono conciliador.
    –Hola. –respondió secamente Rin.
    –Yo quería disculparme por lo que te dije en la fiesta. No era mi intención faltarte el respeto. – Sus palabras eran sinceras.
    –Está bien, acepto tus disculpas, pero tienes que prometerme que te comportarás. –
    –Lo prometo. –levanto su mano derecha imitando a un boyscaut– Y te demostraré que sí se cómo tratar a una dama hermosa como tú. – Las palabras del muchacho sonrojaron a la pelinegra.
    – ¿De veras? ¿Y como se te ocurre que me lo demostrarás? –pregunto coquetamente.
    –Pues, de la forma convencional, invitándote una cena. Claro si tú aceptas. – Rin quedo pensativa ante la propuesta, tenía miedo en lo que podía terminar una cita con Seshomaru, no por lo que pueda hacer él, sino por sus propias acciones.
    –Déjame pensarlo y yo te diré. ¿De acuerdo? –dijo mientras se dirigía a la salida de la cocina.
    –Estaré esperando tu respuesta pero mientras tanto ¿Te molesta si hago esto? –acto seguido la beso apasionadamente y Rin gustosa le correspondió.
    Un fuego abrasador recorrió ambos cuerpos, haciendo que pidieran por más. Los brazos de Rin rodearon el cuello de Seshomaru, él correspondió acariciando la cintura femenina. El toque era tan placentero que llenaba lugares ocultos en el corazón del muchacho, el acto no era algo tan solo carnal, iba más allá del sexo, llegaba a su pecho.
    La muchacha terminó el beso apenada, sino se detenía en ese momento no iba a ser responsable de sus actos y eso iba a perjudicar su reputación intachable.
    –Lo lamento, tengo que irme. –dijo acelerada y le dio un corto, pero apasionado, beso en los labios al muchacho.
    Iba tan contenta por los pasillos de la mansión, dirigiéndose a la recamara de su amiga, la sensación que recorría por sus venas iba haciéndole cosquillas por las extremidades, era algo totalmente nuevo para ella. Se sentía en el cielo.
    Entró sin tocar la puerta y se tiró de espaldas en la gran cama de su amiga, con una enorme sonrisa en sus labios. Hizo caso omiso a la gran maleta que había al lado de ella, solo salió de su ensoñación cuando Kagome hablo.
    – ¿Y a ti que te ha ocurrido para que estés tan contenta niña? –dijo con una sonrisa divertida, verla así de feliz la ponía muy contenta.
    – Me ha besado, ¡besado! ¿Puedes creerlo? Porque yo no. –
    – ¡Oh por Kami! ¿Te ha besado? ¿Seshomaru? Oh Rin que alegría. Es un muchacho genial, y hacen una pareja muy linda. Tendrán hijos hermosos. –
    – ¡Kagome! Que cosas dices –dijo roja hasta los pelos. – Me ha besado y me pidió una cita. –dijo otra vez sonrojada.
    – Rin, tú si que te lo tenías guardado, ¿Y que le has dicho? ¿Has aceptado? –dijo mientras seguía poniendo ropa en su maleta.
    – De hecho, le dije que tenía que pensármelo. Es que tú no entiendes, –dijo cuando vio la próxima protesta de su amiga hacia su persona – cuando estoy a su lado me siento como otra persona, me dan ganas de tirarme encima de él y besarlo, y lo se, es algo malo y poco moral, pero es que es tan guapo. –
    –Yo no creo que sea algo malo, a mi me sucede lo mismo cuando estoy cerca de Inuyasha, realmente estoy enamorada de él y espero ansiosa el día de nuestra boda. –
    – ¿Kagome, tú crees que este bien que sienta deseos poco decentes para con Seshomaru? –
    – ¿Sabes qué es lo que yo creo? Creo que cuando uno ama tanto a una persona, quiere demostrárselo con cuerpo y alma, creo también que tu corazón no es el único que siente, tu cuerpo también y pide por el hombre que desea. En fin yo no creo que sea malo que sientas deseos por un hombre.
    Las palabras de Kagome dejaron pensante a Rin, en cuanto quiso volver a la realidad se dio cuenta de la gran maleta que había justo a su lado.
    – ¿Y esta maleta? ¿Piensas irte sin decirme nada? –dio en tono bromista.
    – Y cómo quieres que meta bocado si casi y me dejaste hablar. Inuyasha me invitó a irme el fin de semana con él a un lugar, que no me ha querido decir cual es. –
    – Oh, eso es realmente tierno. Espero que se diviertan en su fin de semana amoroso. –Finalizo la frase guiñándole un ojo y acto reflejo Kagome se sonrojó.



    Cuando por fin pudieron despedirse de los padres de Inuyasha, los jóvenes se dispusieron a comenzar su viaje. Llevaban ya una hora y media de viaje y todo estaba de maravilla, Kagome se sentía muy cómoda junto al ojidorado.
    Durante el transcurso del viaje hablaron de ellos, de sus vidas por separado. Kagome le contó desde cuándo era amiga de Kouga y Sango, de que Rin era como una hermana para ella. De que su abuela había sido su mayor inspiración en la vida, de que todo lo que hoy formaba parte de la joven era gracias a su abuela.
    Por su parte Inuyasha le contó a Kagome, que toda su vida había sido tranquila, que siempre se habían llevado mal con Seshomaru, pero que se querían, que sus padres siempre siendo maravillosos, le dieron todo lo que él quería. Que, incluso, antes de que Kagome llegara, Inuyasha estaba perdido, que bebía todas las noches y salía de fiesta en fiesta. Pero que con su llegada su vida se reacomodó.
    Las palabras tan profundas y personales de Inuyasha hicieron que se metiera un poco más en el corazón de la joven.

    Horas más tarde, llegaron hasta un pueblo. Kagome, que estaba adormilada, se espabiló de inmediato. El lugar era muy llamativo, tenía casas pintadas de colores cálidos y llamativos. Había flores por todos lados y estaba todo en perfectas condiciones.
    Inuyasha siguió conduciendo hasta que se alejaron varios kilómetros del pueblo y llegaron a un sendero. A la lejanía se podía ver una casa que estaba iluminada ligeramente.
    –Bien, es aquí. Espero que te guste el lugar. –dijo una vez aparcado el coche.
    Kagome se bajo y contemplo admirada la imponente casa que se alzaba frente a ella. Era de estilo moderno y tenía dos pisos.
    Mientras ella observaba la casa Inuyasha tomó las maletas de ambos y la dejó junto a la muchacha.
    –Linda ¿No? –
    –Es realmente hermosa. Pero ¿A quién le pertenece este lugar? –
    –Es la casa de campo que me dejó mi abuelo cuando murió. Solía venir aquí muy seguido. –dijo ensombreciendo su mirada. Kagome pudo notarlo.
    – ¿Extrañas a tu abuelo? –tocó con su mano el brazo del joven.
    –Un poco, de hecho, lo que más extraño es venir a aquí, este era como mi lugar para ser yo mismo. Sin estereotipos ni nada parecido. –
    –Es muy lindo lo que dices. Y si a ti te hace bien venir aquí podemos venir todas las veces que sean necesarias. –al finalizar la frase lo abrazo.
    Inuyasha correspondió inmediatamente el abrazo. Cuando se separaron sus rostros quedaron muy cerca el uno del otro e Inuyasha no pudo hacer más que acortar la distancia con un tierno beso, que luego se convirtió en apasionado.
    Todavía besándose entraron en la casa, el muchacho dirigió a Kagome al sofá y lentamente la recostó en él, para luego posicionarse sobre ella.
    El beso, las caricias, las palabras bonitas, todas esas acciones en conjunto estaban haciendo que la muchacha perdiera la cabeza, y que Inuyasha no pudiera hacer más que pensar en poseerla.
    Cuando las cosas subieron de grado el joven recuperó un poco la conciencia.
    – Yo estoy seguro que quiero hacer esto contigo, pero no quiero obligarte a nada. –
    – Yo... yo, lo lamento Inuyasha pero creo que deberíamos esperar hasta la boda. – dijo muy apenada la joven.
    – No tienes de que preocuparte cariño, esperaremos lo que tu desees, pero mientras tanto podemos seguir besándonos, ¿No lo crees? – con una gran sonrisa la beso sin esperar respuesta.
    Los besos seguían y cada tanto tenían que tomarse unos momentos para respirar. Cuando entrada la noche decidieron irse a dormir, el dilema comenzó de nuevo.
    – Sigo insistiendo, Kagome, yo creo que no hay problema en compartir la recámara. Si lo que tienes es miedo a tentarte con este genial cuerpazo, te prometo que dormiré con mi pijama puesta. – dijo juguetón él.
    – ¡Inuyasha! Pero qué cosas dices. – dijo avergonzada y roja. – Yo no tengo miedo de tentarme con tu “cuerpazo”, como tú lo has llamado, lo que no quiero es dormir contigo antes del matrimonio. Eso no esta bien y lo sabes. –
    – Kagome, yo no le veo el problema a que durmamos juntos. Es lo más normal que cuando dos personas se quieren deseen tener sexo. – él sabía que ella no estaba hablando del sexo, pero tenía ganas de jugar un ratito al gato y al ratón. Y esta noche Kagome sería su hermosa ratoncita.
    Se acercó a la joven peligrosamente y puso sus manos en la cadera femenina, al tiempo que se acercaba a su boca.
    – Te deseo. Y yo se que tu también me deseas. Lo he visto en tus ojos cuando me miras, y recorres mi cuerpo con tu mirada. Pero lo que me encantaría es que recorrieras mi cuerpo con tus manos, de esta manera. – tomó la mano de Kagome y comenzó a pasarla por su torso, debajo de su remera.
    La joven que estaba hipnotizada por la sexy voz del mucho y por los roces, se dejó hacer.
    – ¡Inuyasha! Es suficiente. Ya se qué es lo que haremos. Dormiremos en la misma recámara, en la misma cama, pero no habrá nada de sexo. ¿Lo entiendes? –
    –Lo que usted deseé mi Ama y señora. –dijo en tono juguetón.


    *Pareo: Es una prenda de vestir, que se usa para cubrir la parte inferior del cuerpo de una mujer cuando está en bikini. Suele ser de una tela casi transparente y de colores llamativos.

    --------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

    Disculpen la tardanza! No tengo más que decirles que me disculpen y que disfruten el nuevo capitulo. Las amo :) Only Love
     
    • Me gusta Me gusta x 4
  4.  
    only love

    only love Iniciado

    Escorpión
    Miembro desde:
    27 Noviembre 2011
    Mensajes:
    16
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Solo el amor puede hacer esto
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    11
     
    Palabras:
    1578
    Capítulo 9: Propuesta de amor.

    El olor a comida la despertó, sentía que si no comía algo su barriga se la comería a ella. Después del largo viaje y la muy larga noche había quedado exhausta. Su olfato la guió hasta el lugar procedente a su llamado. Lo que vio la dejó sorprendida, Inuyasha se había levantado más temprano para prepararle el desayuno.
    Vio la mesa acomodada y preguntó:
    – ¿Hay algo en lo que pueda ayudar? –
    Con el sonido de su voz, Inuyasha se dio vuelta y observo a su recién levantada prometida. Su apariencia era adorable, tenía el cabello un poco revuelto pero le quedaba sexy. Ella no se había dado cuenta, pero su short para dormir se le había levantado un poco de más y podía apreciar sus hermosas y estilizadas piernas. Simplemente tenía ganas de desayunar a Kagome. Observar a la joven era algo que le llenaba el alma, por el simple hecho de que Kagome era una mujer muy pura de corazón, y se le notaba a leguas.
    –De hecho, si hay algo en lo que puedes ayudar. Puedes venir aquí y darme mi beso de los buenos días, preciosa. –
    Kagome se sonrojó ligeramente pero se acercó a Inuyasha y lo besó con mucho amor.
    Cuando se alejo lo observo bien y le dijo:
    –Debo admitir que el traje de cocinero te queda genial, cariño. – El joven llevaba un gorro de chef, con un delantal a juego, pero debajo de su traje solo llevaba su pantalón de pijama.
    ––Lo se, me veo sexy. – acto seguido hizo una pose que intentó ser sexy y fue más graciosa que nada. Kagome se rió y se sentó en la mesa diciendo:
    –De eso, si que no hay duda. –
    Desayunaron entre risas, besos y caricias. Ambos se estaban divirtiendo con la compañía del otro. Finalizado el desayuno decidieron dar una vuelta por el pueblo para conocerlo.
    Pasaron por tiendas de regalos, en las que Kagome no tardó en llevar recuerdos para todos sus seres queridos. Inuyasha la miraba contento y sobre todo enamorado. Estaba seguro que su plan iba a salir a la perfección. Algo que venía pensando desde antes de la fiesta de compromiso.
    Inuyasha nunca supo cuándo se dio cuenta de que estaba enamorado de Kagome, solo supo que no quería apartarse de su lado jamás. Que su presencia llenaba de luz sus lados más obscuros. Que su sonrisa hacía que su corazón palpitara, y que sus besos le dejaban el mejor sabor en su boca, uno que jamás había sentido, el gusto del amor.
    La mañana pasó rápido y cuando se dieron cuenta estaban almorzando en un sitio muy cómodo y pintoresco. Luego del almuerzo, Inuyasha llevó a Kagome a conocer la tumba de su difunto abuelo. Llevaron flores y rezaron en honor a su ser amado. La joven se sintió muy emocionada porque Inuyasha la llevara a un lugar tan importante para él. Aquellas pequeñas acciones hacían que su corazón se estremeciera por la sensación de ser alguien importante en la vida de su futuro marido. Alguien importante como lo era él para ella. Pasaron el resto de la tarde de aquí para allá, hasta que se hizo la hora de la cena. Era el momento de llevar su plan acabo.
    –Kagome, me gustaría que regresemos a la casa para cambiarnos de ropa e ir a cenar a un excelente lugar. Estoy seguro que te gustará. – dijo el ojidorado.
    –Claro que por mi no hay problema cariño. – y así juntos se dirigieron a la casa de Inuyasha una vez más.
    En cuanto llegaron Kagome pudo notar algo raro, la casa estaba levemente iluminada, y en la entrada de la casa habían pétalos de rosas, haciendo un sendero.
    Inuyasha la miraba con una sonrisa expectante en su rostro. La joven lo miró desconcertada y quiso preguntar:
    – ¿Qué di...? – interrumpida por Inuyasha en plena frase, la joven calló.
    – Creo que hay algo que te pertenece allí adentro. –
    Los ojos de Kagome demostraban duda, desconcierto, miedo y curiosidad. La incertidumbre que Inuyasha le generaba la estaba poniendo nerviosa, no tenía ni la menor idea de a lo que se refería el joven.
    Entro a la casa titubeando y cuando llegó a la sala pudo contemplar que en el centro de la misma, en vez de estar el mobiliario tal que como cuando habían llegado, había en su lugar una mesa con unas velas en el centro, pétalos a su alrededor y todos los utensilios para una cena.
    – ¿Inuyasha? ¿De qué se trata todo esto? –
    –Esto, mi querida, es lo que debería haber hecho, hace ya un tiempo atrás. – acto seguido la condujo a la mesa y la ayudó a sentarse. Un servicio de camareros apareció y sirvieron la cena. Pero antes de comenzar el joven le dijo.
    – Con el paso del tiempo me he dado cuenta de que a mi vida le faltaba algo, trate de encontrar eso perdido en mi. Lo busqué en el alcohol, en las mujeres, incluso en fiestas. Y nada de eso llenaba el vacío que había en mi corazón. Llegue a pensar que había algo muy mal conmigo. Hasta el día en que tú reapareciste en mi vida.
    >>Tu voz, tus sonrisas, tus caricias, tus besos han hecho que mi alma, mi cuerpo y mi corazón cobraran vida nuevamente. Me has hecho sentirme amado, querido. Has hecho que yo ame. Me haces reír, me haces feliz, en fin, me haces ser un mejor hombre.
    Y no sabes las gracias que les doy a nuestros padres por haber hecho ese bendito acuerdo, que hoy me permite estar a tu lado.
    >>Kagome yo se que las condiciones en las que nos impusieron nuestro matrimonio no son las más comunes, pero quiero decirte que me haces el hombre más feliz del universo, con solo tus sonrisas.
    >>Así que ¿Le harías el favor a este pobre hombre de aceptarlo, correctamente, como tu marido? – con estas últimas palabras se arrodillo y le entregó a la joven el anillo de compromiso que había comprado para ella con todo su amor.
    Cada palabra de Inuyasha hacía cada vez más feliz a Kagome, no pudo evitar largar todas las lágrimas que guardaba en su ser. Entre gimoteos le contesto:
    – ¡Oh Inuyasha! Me haces la mujer más feliz del mundo. Y sí, sí, sí acepto casarme contigo. Te amo. – Sin pensarlo dos veces se tiró sobre Inuyasha, cayendo los dos al suelo, y no paró de besarlo hasta que él tiernamente se acomodó con ella sobre su regazo y la separo ligera y tiernamente.
    –Eres el amor de mi vida. No sabes cuanto he estado esperando por ti. Ahora quiero que aceptes este anillo como mi verdadera promesa de amarte hasta mi último suspiro. –
    –Inuyasha, yo te amaré más allá de la vida. Te seguiré amando incluso estando en otro mundo. –
    La joven no cabía en sí por su felicidad, no podía creer que Inuyasha le confesara su amor. Ella que creía que para él solo era un matrimonio arreglado, que se iba a sentir atado a ella y sobre todo sin amor. Pero todas esas dudas se esfumaron cuando el joven comenzó a confesarle su amor por ella. Sentía ganas de llorar de felicidad, nunca antes se había imaginado que era posible llorar de felicidad, si bien si lo había oído, pero jamás le había ocurrido.
    Una vez comenzada la cena, Kagome recordó un detalle.
    – ¿Y cómo lograste hacer todo esto cariño? –pregunto mirando la decoración.
    –La verdad es que pedí ayuda a un viejo amigo que tengo aquí. Le dije que necesitaba que arreglaran la casa para una cena romántica y nada, él me ayudo. –
    –Oh, ya entiendo. Pues la verdad que todo quedó genial. –
    –Verdad ¿No? Voy a tener que dejarle un presente en muestra de mi agradecimiento. –
    –Inuyasha, hay algo que no entiendo. ¿Por qué armaste todo esto? –
    –Kagome, tu no entiendes que yo te amo con todo mi ser, y quería que tuvieras lo que te mereces, una propuesta de matrimonio real, quería que tu supieras por mis propios labios, lo mucho que yo te amo, cariño. Lo mucho que deseo estar junto a ti. –
    –Oh Inuyasha eres de lo más tierno, eres todo lo que siempre quise. Te amo. Y yo también quiero estar junto a ti por siempre. –
    –Y yo a ti cariño. Ahora solo tenemos que concretar la fecha de nuestra boda. ¿Cuándo te gustaría que fuera? –dijo el joven mientras se llevaba a la boca un bocado de pasta.
    –La verdad es que no se, no tengo idea de cuanto tiempo nos llevará prepara todo, creo que dentro de unos cuatro meses ¿Tú qué piensas? –
    –Me parece genial, lo que tú digas. –
    –Grandioso, entonces será dentro de cuatro meses. Tu madre estará muy contenta con nuestra decisión. –
    –Lo se, pero lo único que me importa es que tú estés contenta con nuestra decisión. –
    –Y te aseguro que lo estoy, estoy feliz por nosotros. –Dijo con una gran sonrisa en su rostro.


    Hola mis queridas lectoras y lectores. Les quiero agradecer a todos por leer mi historia y por dejarme esos mensajes que son tan inspiradores para mi. De verdad se los agradezco y quiero que sepan que siempre los tomo en cuenta, son muy importantes para mi.
    Espero que disfruten el nuevo capitulo, porque yo si lo disfrute muchísimo escribiéndolo.
    Desde ya gracias por sus hermosos comentarios que me hacen tan feliz y espero que lo disfruten. Hasta la próxima.
    Only Love.
     
    • Me gusta Me gusta x 3
  5.  
    only love

    only love Iniciado

    Escorpión
    Miembro desde:
    27 Noviembre 2011
    Mensajes:
    16
    Pluma de
    Escritora
    disculpame que no te conteste antes :) tengo planeado que la historia llegue a tener aproximadamente 30 capitulos, poquitos más, poquitos menos, pero eso en fin.
    Muchas gracias por tus buenos ánimos te lo agradezco. Te mando un beso grande! nos vemos
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  6.  
    only love

    only love Iniciado

    Escorpión
    Miembro desde:
    27 Noviembre 2011
    Mensajes:
    16
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Solo el amor puede hacer esto
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    11
     
    Palabras:
    1762
    Capitulo 10: Wedding planer.


    –Kagome y yo nos casaremos en cuatro meses. – Dijo Inuyasha sosteniendo la mano de su prometida, enseñando el anillo de compromiso que llevaba orgullosa.
    El anillo era realmente hermoso, era un diamante blanco en forma de rosa con pequeñas incrustaciones de piedras semipreciosas de color rosa pálido. Estaba sujetado a un cintillo de oro que reposaba de forma muy delicada en su mano derecha.
    Todos los reunidos allí, el sr. y la sra. Taisho, Seshomaru, Rin, Sango, Miroku, Kouga, Ayame y por último los padres de Kagome, quedaron gratamente sorprendidos con la noticia.
    Inuyasha y Kagome habían organizado una cena en restaurante muy sofisticado para largar la bomba, y habían decido invitar a sus más allegados.
    En el instante en el que dieron la noticia, todas las mujeres se pusieron de pie y felicitaron a la joven, mientras que la hacían a un lado para atosigarla con miles de preguntas como:
    – ¿Cómo será tu vestido? –
    – ¿Dónde se casarán? –
    – ¿Quiénes serán tus damas de honor? –
    – ¿Cuándo lo decidieron? –
    – ¿Cómo te lo propuso? –
    – ¿Qué tipo de boda te gustaría? –
    – ¿Dónde vivirán? –
    –Por favor señoras, no puedo contestar todas sus preguntas a la vez, no se como será mi vestido, aunque tengo una idea de lo que quiero. Tampoco se dónde nos casaremos, eso deberíamos decidirlo con Inuyasha. Mis damas de honor serán mis mejores amigas, con eso me refiero a ustedes Sango, Rin y Ayame. –Ante este último comentario las damas solteras comenzaron a pegar saltitos de la alegría y a abrazar a Kagome por la noticia. – Chicas yo también las quiero, pero no puedo respirar. –
    –Si es verdad deberíamos dejarla respirar, porque si se muere no tendremos boda. –Dijo Sango con malicia. –
    –Bien pero ahora sigue contestando las preguntas. –La insto Izayoi.
    –Si claro ¿Dónde me había quedado? –Pensó unos instantes –Oh si ya lo recuerdo. Lo decidimos la noche antes de regresar, Inuyasha me propuso matrimonio en la casa de campo. –
    – ¡Ohhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh! –se escucho una exclamación a coro por parte de las damas ante la historia de amor de la querida Kagome. Todos los caballeros acompañantes les quedaron mirando con desconcierto.
    –En fin, me preparó una cena sorpresa y allí me dijo que me amaba y que quería proponerme matrimonio como era debido. –
    – ¿Les estas contando de mis hazañas querida? –preguntó un cariñoso Inuyasha mientras tomaba por la cintura a su prometida. Un sonrojo se formo inmediatamente en las mejillas de la joven que todavía no estaba acostumbrada a estas nuevas atribuciones que se tomaba el joven, para con ella.
    –Inuyasha no ves que estamos tratando temas importantes, se que es tu novia pero necesitamos arreglar cuestiones importantes, así que ve tú con los demás caballeros. –Dijo Izayoi poniendo sus brazos en jarras.
    –Auch. Que tu madre se deshaga de ti es realmente triste –dijo con dolor fingido en el oído de Kagome. –Vendré por ti luego dulzura. –acto seguido beso su mejilla y se fue a sentar con los demás caballeros.
    Las mujeres también se acomodaron con un nuevo orden en la mesa, estaban todas las damas juntas de un lado, cuchicheando sobre la boda. Y en el otro extremo se encontraban los hombres discutiendo sobre el futuro inminente de la pareja, dejando a más de uno con la idea de también formar su familia pronto.
    Cuando la cena finalizo cada uno se dirigió a su respectivo hogar. Los padres de Kagome se irían de viaje inmediatamente asique la dejaron en la casa de los Taisho, estarían de vuelta para la boda de su adorada hija.
    Pasaron tres semanas desde el viaje de Inuyasha y Kagome y ese día tendrían la primera cita con la wedding planer más famosa del mundo. Ella llegaría a la mansión a eso de las tres de la tarde y faltando dos horas para la cita, Sango llego de improvisto a visitar a Kagome, quien estaba almorzando junto con Rin en el patio.
    En cuanto las jóvenes la vieron notaron algo extraño en la muchacha de pelo castaño, se veía muy pálida y más delgada. De inmediato se acercaron a Sango preocupadas.
    – ¿Sango, que te ocurre? Te ves muy mal. –Dijo Kagome preocupada.
    – Si Sango, dinos si podemos ayudarte en algo. – y acto seguido Sango se hecho a llorar.
    – ¡Oh niñas, estoy en problemas! –
    – Sango dime que sucede, me estas preocupando realmente. –Kagome estaba ya muy nerviosa por la congoja de su amiga.
    – Es que… es que yo… yo –sus nervios no la dejaban armar una frase completa– estoy embarazada. –dijo y se tapo la cara avergonzada.
    – Sango –dijeron al unísono Kagome y Rin –. Pero ¿Quién? –dijo esta vez Rin.
    – Mi…Miroku. Cuando Inuyasha y tu se fueron a ese viaje, el me invito a una cita y luego a conocer su casa y allí las cosas se fueron de nuestras manos. Pero yo no sabía que él no se había cuidado. Y ahora, ahora estoy embarazada, ¿Qué le diré a Kouga? Me matara. Y luego lo matara a Miroku. ¿Y Miroku? No sé como decírselo tengo mucho miedo. – ambas jóvenes miraban con mucho dolor a su amiga.
    – ¡Oh cariño! Lamento tanto que estés pasando por esto, pero un niño siempre es una bendición, nosotras te ayudaremos en todo lo que tú necesites y si quieres te acompañaremos a hablar con Miroku. –dijo Kagome mientras la abrazaba.
    – Así es Sango, sabes que puedes contar con nosotras siempre que lo necesites, estaremos aquí para ti. – dijo Rin al momento que se unía al abrazo con sus amigas.
    – Tengo una sugerencia, Inuyasha vendrá en unos momentos, ¿quieres que le diga que traiga a Miroku así hablan? –pregunto insegura Kagome, pero con la intención de ayudar a su amiga.
    – Creo…creo que estaría bien. Si amiga, por favor ¿puedes decirle que venga? Le diré todo ahora y ya veremos. –los restos de su llanto todavía podían sentirse en su voz.
    Kagome llamo a Inuyasha y le dijo que trajera a Miroku junto con él, el muchacho no pregunto y solo obedeció. Pasaron el rato en silencio las muchachas, ya que no querían atosigarla con preguntas. En cuanto aparecieron Inuyasha y Miroku el clima se puso algo tenso, todos se saludaron y Kagome, Rin e Inuyasha se retiraron del lugar para dejar a los jóvenes que conversaran tranquilos.
    A grandes rasgos Kagome le conto lo que había sucedido a su prometido, una vez que Rin se retiro del lugar el hablo.
    – Diablos, Miroku se paso, esta vez sí se paso, será mejor que acepte sus responsabilidades o lo matare. Kagome lamento mucho esto, de veras. –dijo un poco avergonzado por su amigo.
    –Cariño no tienes que disculparte conmigo, yo solo espero que el no la deje abandonada, Sango no podría soportarlo, creo que siente algo por él. –
    Dejaron su charla inconclusa ya que el anuncio de que la wedding planer había llegado hizo que se fueran a encontrar con ella.
    –Buenas tardes, mi nombre es Julie Anderson. – dijo ofreciendo su mano a Kagome y luego a Inuyasha.
    Era una mujer de unos cincuenta años aproximadamente, tenía su cabello rubio y vestía elegantemente. Era de Inglaterra pero hablaba en un perfecto japonés.
    –Mucho gusto, mi nombre es Inuyasha y ella es mi prometida Kagome. Es un placer Sra. Anderson. –dijo mientras sostenía su mano lo cordialmente necesario.
    –El placer es mío, y por favor llámenme Julie. –
    –De acuerdo Julie, ¿Por qué no pasamos a la sala? –dijo esta vez Kagome.
    Una vez en la sala empezaron a contarle que era lo que querían y lo que esperaban, tenían bien decido que era lo que deseaban y eso ayudo mucho. Al cabo de una hora y media, Julie se fue con una idea muy clara de lo que harían.
    La boda se celebraría en cuatro meses, en un salón muy prestigioso, invitarían a familiares, amigos cercanos, amigos no tan cercanos, socios, inversores y mucha gente influyente en el medio.
    Inuyasha también se retiro de su hogar para seguir trabajando.
    Kagome tenía muchas ganas de saber qué es lo que había pasado entre Sango y Miroku así que sigilosamente se dirigió hasta el patio, lugar donde los había dejado la ultima vez, y se encontró con una Sango pensativa mirando al horizonte. Se acerco a su amigo y la abrazo desde atrás.
    –No importa lo que pase, tu y yo estaremos siempre juntas apoyándonos, seré lo que necesites, tu amiga, tu hermana, el padre de tu bebe, lo que tú quieras, jamás me separare de tu lado. Te amo amiga. –las palabras de Kagome hacían que silenciosas lagrimas cayeran de los ojos de la pobre Sango.
    –Kagome no sabes lo bien que me hacen tus palabras. –se dio la vuelta para mirar mejor a su amiga y continuo– Miroku quedo en shock, casi no hablaba y se puso blanco como un papel, no sé qué es lo que voy a hacer, no sé cómo se lo diré a Kouga, lo matara, Kagome lo matara. Yo lo conozco, se cegara y querrá asesinarlo. No puede matar al padre de mi bebe. –
    –Shh… tranquilízate Sango, esto no te hace bien a ti ni al bebe. Te prometo que nada pasara, Inuyasha estará ahí para ayudarlo a Miroku, como yo lo estaré para ti. Iré contigo a decirle a Kouga, no te dejare sola. –
    – ¿Harías eso por mí? – dijo Sango mirándola algo sorprendida.
    – Eso y mucho más. –
    Juntas se dirigieron al departamento que habían rentado los hermanos.
    Luego del cálido recibimiento por parte de Kouga, las jóvenes se dispusieron a contar lo sucedido.
    El ataque de furia que sucedió al estado de shock de Kouga fue abrumador, dejo a ambas muchachas asustadas.
    – ¡Sango! ¿Cómo pudiste ser tan estúpida como para dejarte embarazar por ese canalla? ¿Por qué? Es que no lo entiendo. ¿En qué diablos estabas pensando? ¿Qué haremos ahora? Te ha deshonrado y será mejor que tome las decisiones concernientes a este tema y que no se quiera desentender, porque juro que lo matare, lo juro. –
    Ambas muchachas quedaron en silencio por el arranque de ira del joven.
    Al fin y al cabo todo había salido bien, solo tendrían que esperar por Miroku, pero Kagome tenía un buen presentimiento con respecto a él, se notaba que la quería.



    Hola a tod@s espero que disfruten este nuevo capitulo, perdon por la tardanza y perdon por los errores de ortografia, lo mio no es la tecnologia, asique tengo problemas para entender como funcionan estas netbooks :/ jaja pero desde ya les agradesco a todos los que leen mi historia, tambien les agradezco los "me gusta" y los comentarios. Un saludo enorme.
    Only Love.
    Disfruten :)
     
    • Me gusta Me gusta x 2
  7.  
    Emily Lee

    Emily Lee Iniciado

    Aries
    Miembro desde:
    11 Junio 2011
    Mensajes:
    25
    Pluma de
    Escritora
    NO MANCHES..!! COMO PASO ESO? wuaw :eek: de lo que se pierde uno... KE CHIDO..!! espero ke Miroku se haga responsable o lo mato y pobre sango se veia tan derrumbada pero pasando a lo de Inu y Kag... este como te lo dire...MMM... ME ENCANTO..!! inu es tan romantico y lindo y todo Kawai..!! espero la conti pronto nos estamos viendo por aki :p
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  8.  
    only love

    only love Iniciado

    Escorpión
    Miembro desde:
    27 Noviembre 2011
    Mensajes:
    16
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Solo el amor puede hacer esto
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    11
     
    Palabras:
    1260
    Capitulo 11: POV Miroku.

    Hacia una semana que Miroku no salía de su casa. Su estado era deplorable, no comía, no dormía, no se bañaba, no iba al trabajo, y todo esto era a causa de la noticia que le había dado Sango.
    No entendía como había sido tan idiota de haberla dejado embarazada, en realidad si lo sabía, pero en ese momento se le pasó todo por alto, hasta incluso cuidarse. Es que su cuerpo, su rostro, su cabello, todo eso había hecho que se olvidara de hasta su propio nombre.
    Y ahora estaba en una encrucijada. No es que ella no le gustara, lo volvía loco de hecho; pero entablar una relación seria, no iba con él. No sabía si estaba dispuesto a dejar a todas sus otras amantes, no sabía si estaba dispuesto a dejar su vida así como era. Había pasado mucho tiempo con su rutina, el estaba acostumbrado a estar solo; tenía sus costumbres, sus manías y sus gustos. Y para colmo Sango era una niña. Recién salía del internado, recién estaba comenzando a conocer el mundo. Pero ahora tampoco iba a poder vivir mucho, estaba esperando un hijo, pero no cualquiera, sino su hijo. El fruto de una noche de pasión y alcohol. ¿Qué iba a hacer ahora? Y como si fuera poco también, tenía un ejército que quería cortarle sus atributos.
    Primero estaba Kouga, el hermano mayor de Sango, al cual no lo había visto desde la cena de Inuyasha y Kagome. Sabia de buenas a primeras que si lo agarraba lo haría papilla. No tenía ninguna intención de encontrarlo en ningún lugar.
    En segundo lugar se encontraba su mejor amigo en el mundo, Inuyasha. Estaba realmente enfadado, no podía creer que había dejado embarazada a la mejor amiga de su prometida. Estaba de más decir que si no se hacía responsable no solo iba a perder su amistad con Inuyasha, sino que este se encargaría de hacérselo saber todos los días.
    Y por último se encontraba Kagome. Todavía recordaba la mirada asesina que le dedico aquel día en la mansión Taisho. No la conocía bien, pero algo le decía que ella era la más peligrosa de los tres.
    Su vida era un asco. Había sido un idiota de primera. Y lo peor de todo es que creía que sentía algo por Sango, algo importante. La noche en que Inuyasha y Kagome anunciaron su fecha de casamiento, el sintió una cosquilla en la barriga como de ansiedad, ante la idea de poder dar la misma noticia agarrado de la mano de Sango.
    ¿Cómo sería criar a su hijo juntos? ¿Sería niño o niña? ¿Sería como Sango pero en pequeño?
    –Diablos –dijo entre dientes. Ya estaba pensando en niños. Pensó que lo mejor sería salir de su apartamento, despejar su mente.
    Fue a un parque cercano, se sentó en una de las bancas que había cerca de un pequeño arroyo artificial. Dejo vagar su mente por lugares que nunca se hubiese imaginado que llegarían. Pensó en estar casado con Sango, en verla con su vestido de bodas, en estar con ella durante todo el embarazo, en poder acariciar su barriga cuando ya estuviera a punto de nacer. Pudo ver la imagen de una niña igual que Sango, cargándola en sus brazos y amándola como nunca había amado a nadie.
    Al otro lado del parque, una imagen muy particular, interrumpió sus pensamientos. Un muchacho de aproximadamente la misma edad que Miroku estaba sosteniendo una hermosa niñita de unos pocos años de edad. Y de pronto su mente evoco una imagen, que a pesar de que nunca había ocurrido, se le hizo tan familiar y anhelable. Su mente hizo un sonio como si todas las piezas hubiesen encajado y el joven supo que no había otro lugar en el mundo en el que quisiera estar que junto con su nueva familia, Sango y ese bebe al cual iban a esperar juntos.

    Sango tenia días sin poder descansar correctamente, hasta que decidió que era hora de dejarle bien en claro las cosas a Miroku. Se dirigió hasta el apartamento del muchacho en cuestión, estaba un poco estresada y desarreglada, por su drástica decisión.
    Justo cuando iba llegando hacia el apartamento alguien la sujeto por su brazo, tanto fue el susto que pego un alarido.
    –Shh… Tranquila, soy yo Miroku. –dijo el joven acercándose lentamente para depositar un tierno beso en la mejilla de Sango.
    –Miroku he venido a hablar contigo. Hay ciertas cosas que quiero decirte. –hablo un poco turbada por el beso del muchacho.
    –Que bueno, porque yo estaba por ir a verte. También necesito decirte algunas cosas. – puso su mano en la espalda baja de Sango y la guio hacia el apartamento. – ¿Por qué no subimos y hablamos tranquilos? – ella solo asintió con su cabeza.
    Juntos se dirigieron hacia la casa de Miroku en silencio. El abrió la puerta y la dejo pasar, guiándola para que se sentara en uno de sus sofás.
    – ¿Te gustaría beber algo? –
    – Agua, por favor. – sin decir más, el muchacho fue hasta su cocina y sirvió los vasos y volvió junto a Sango. –Gracias. –dijo una vez que tomo lo que le tendía el muchacho.
    – Sango yo creo que te debo una disculpa, me he portado como un idiota no tengo excusa para mis actos, lo único que tengo es mi arrepentimiento. –
    –Miroku, yo no he venido a pedirte nada, solo a decirte que puedo criar a este niño sola, que no quiero a una persona junto a mí que no me quiera, que no me ame y que sobre todo no ame a nuestro hijo. Soy consciente de que no lo buscamos, que no es esperado, pero yo si lo deseo ahora, si lo amo y ante todo, si quiero tenerlo y criarlo.
    >>Y no quiero obligarte a nada, no voy a negar el hecho de que me da tristeza que no lo quieras como yo. Pero no se puede obligar a una persona a ama a otra. Tampoco vengo a pedirte que le des tu apellido. Es tu decisión que hacer con nuestro hijo.
    – Sango, es curioso cómo puedes parecer y una dulce niña, en un momento y en otro, demostrar que eres una mujer hecha y derecha. Quiero que sepas que jamás me sentí obligado a nada contigo, todo lo que hice fue relativamente consciente, y asumo todas mis responsabilidades como el caballero que soy. Pero ten en cuenta algo my importante, –se acerco a la joven y tomo su rostro entre sus manos y la acerco a él– yo quiero formar una familia contigo, quiero criar a este niño juntos, quiero casarme contigo, y quiero vivir el resto de mi vida junto a ti si me lo permites. Sé que esta no es la mejor manera, pero–se arrodillo frente a Sango y ella con los ojos anegados en lagrimas lo miro– ¿Quiere casarte conmigo? –.



    Bueno, lo único que tengo para decir es PERDON. Lo sé, esta vez me excedí, paso mucho tiempo desde mi última actualización y o tengo justificativo, lo único para que tengo que decir es que mi próxima actualización va a ser muy pronto.
    Paso a decir también que les agradezco enormemente sus reviews, ya sea por alentarme o para retarme por mi retraso.
    Muchas disculpas a tod@s por mi falta de educación y espero que puedan disfrutar el capitulo. La semana que viene va a estar la conti… porque seguro que me van a querer matar por como lo deje xD jejejje. En fin les agradezco por todo. Besos.
    Only Love.
     
    • Me gusta Me gusta x 2

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso