Sleepy Hollow [Sleepy Hollow] La pesadilla de Ichabod Crane [Long-fic]

Tema en 'Fanfics sobre TV, Cine y Comics' iniciado por Andrea Sparrow, 23 Marzo 2015.

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    Andrea Sparrow

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    [Sleepy Hollow] La pesadilla de Ichabod Crane [Long-fic]
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Misterio/Suspenso
    Total de capítulos:
    41
     
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    877
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    Cap. 21 El mensaje oculto


    - ¿Por qué me trajo aquí? - preguntó Katrina van Tassel.
    - Porque...aquí estarás más segura- observó van Garret.
    - ¿Segura para qué?- ¿Para evitar que sus planes se realicen? ¿Para que no apoyara a Ichabod en el juicio? Es usted un malnacido.
    -Tal vez- comentó van Garret- pero tu condestable tiene que aprender la lecci´n y decidirse a ser tu albacea y así tú podrás cederme la herencia.
    - No puedo hacer eso, aunque tampoco me interesa la dichosa herencia.
    - Lo sé, así que por eso te tengo aquí...por eso quiero que lo convenzas para que arregle el asunto de la herencia y se largue de Sleepy Hollow para siempre.
    - Eso haremos, en cuanto salga bien librado del juicio por el asesinato del abogado Martin.
    - Yo no dije que tú podías irte...-señalò deteniéndola mientras ella sostenía en brazos a Mandalay.
    - No pensará que permaneceré aquí y dejaré que Ichabod se vaya...
    - No...no haré tal cosa...sólo pretendo pasar un rato agradable en tan buena compañía y ya si quieres quedarte, para mí sería un gran honor.

    Katrina vio venir sobre ella a van Garret. La esposa del condestable forcejeaba para evitar que la tocara y van Garrete escuchó llorar a Mandalay. Al var a Katrina tan asustada, la soltó y dijo.
    - Tranquila, Katrina...que más pronto de lo que crees serás mía...y vas a ser tú misma quien lo va a pedir...

    Mientras tanto Ichabod buscaba afanosamente a Katrina. No sabía dónde comenzar a buscar. Era como buscar una aguja en un pajar. El joven Masfat le recomendó:
    - Vamos a buscar primero a su casa, tal vez ya esté de vuelta.
    - Tienes razón...primero a la casa...después...a donde sea.

    Tomaron un carruaje que los llevó directo a la casa y buscaron primero a Rebecca pero no la encontraron.
    -¡No puede ser! ¿También se la llevaron a ella?
    - Así parece, condestable- murmuró preocupado el joven Masfat.
    - Joven...acompáñeme...hay un lugar donde podríamos encontrar algo.
    - Claro, condestable, vamos...

    El lugar era un escondite que tenía Katrina desde hacía tiempo cerca de su casa y en el cual había escritos algunos conjuros y hechizos de magia blanca. Tal vez ahí podría estar Rebecca o podría investigar algo que le diera alguna pista.

    Avanzó por un camino de hojarasca...la vereda sinuosa le parecía conocida...tiempo atrás Ichabod y Katrina habían estado ahí, ella le había mostrado algunas cosas...ese camino sinuoso llevaba al árbol del infierno...así que mientras Masfat buscaba en los alrededores, decidió llegar hasta allá.


    Llegado al lugar, un viento helado lo recibió fustigando sus cabellos...la piel se le erizó y sintió que su estómago se volvía del revés. De pronto escuchó aquellos cascos...aquellos cascos que al correr revolvían la hojarasca a su paso y que anunciaban la llegada de aquel ser del inframundo. Esperó unos segundos y se escondió detrás de algunos arbustos, mientras el viento le helaba los huesos y hasta el alma.

    Palideció de pronto cuando frente a sus asombrados ojos apareció de pronto el ser que parecía dormir para siempre en las entrañas de aquel árbol seco. Pero estaba ahí, rondando y relinchando el caballo furtivo y desafiante.

    Ichabod no se atrevía ni a respirar...el caballero Decapitado no notó al parecer su presencia, sin embargo no se retiraba...parecía buscar a alguien más. Como si esperara la llegada de alguien importante.

    El Jinete Sin Cabeza revolvió al caballo furioso un momento más y vio llegar a una vieja bruja que llevaba tomada del cuello a su madre, Rebecca. Trató de evitar que el dolor lo llevara a tomar una decisión equivocada que pusiera en riesgo la vida de su madre. La vieja bruja habló con el Jinete con voz aguardentosa:

    -"Caballero...ella nos ayudará...ella es la artífice, tiene que ser ella...la que realice en su momento el sacrificio de sangre...no desesperes, mi señor...que pronto llegará aquel que ha de ser el sacrificado, el escogido para pagar por la vida de tu amada..."

    Ichabod no pudo soportar aquella escena y las palabras que escuchó y cayó cuan largo era. Pero Rebecca alcanzó a mirarlo mientras la vieja bruja se la llevaba.


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    - Mujer...necesito descansar- dijo Rebecca a la bruja.
    - Descansa...pero no tardes...
    Rebecca dibujó un círculo oculto...escribió algunas palabras difíciles de entender y las escondió entre algunos arbustos.

    La bruja la jaloneó de nuevo y se la llevó de allí.

    Masfat pasó por el lugar y observó aquel escrito. Luego reparó en que el condestable estaba desmayado y lo ayudó a recobrarse.

    -Masfat...esto es peor de lo que creí...
    - Condestable...un mensaje...a unos pasos de aquí.

    Crane y el joven llegaron a aquel pastizal encontrando aquel mensaje.
    -Difícil de descifrar- dijo Ichabod.
    - Pero no imposible, condestable- comentò el muchacho con suma seguridad.
     
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    1973
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    Cap. 22 La búsqueda



    -¿Dónde buscaremos el significado de éste mensaje?- pensó Ichabod y luego se lo refirió al joven Masfat.
    - El libro de magia que la señora Katrina usaba...¿recuerda dónde lo tiene?
    - Un tiempo lo traje conmigo...pero pensé que no sería necesario traerlo siempre...espérame, Masfaat...voy a la recámara y vuelvo enseguida.

    Fue a la habitación de la casa donde él y Katrina dormían y buscó por todos lados pero no encontraba el libro. Luego fue a la recámara que ocupaba Rebecca y encontró un libro similar.

    Lo tomó y lo revisó de momento. Era parecido al que Katrina poseía. Lo guardó en su pechera y fue donde Masfat a releer al mensaje.

    Les costó bastante trabajo traducirlo:
    "EL JINETE...MANIPULADO...YO INTENTARÉ SALVARLOS..."

    Ichabod ya no pudo leer más, quedaba todavía algo por leer que no había sido concluido.
    -¿Pero...dónde empezar a buscar?- se preguntó Ichabod de nuevo.

    En eso van Garret llegó donde él y dijo:
    - Sabemos lo que ha pasado con Katrina.
    -¿Dónde están los testigos que usted citó? ¿Por qué no se presentaron?
    - Parece que fueron amenazados, condestable. Más de uno ha desaparecido y no tengo señales...

    Ichabod no podía ni quería confiar demasiado en él pero tampoco tenía lementos contundentes para acusarle de algo.
    -¿Qué recomienda hacer, van Garret?
    -Pues...lo primero es encontrar a su esposa, condestalbe, mientras ella está desaparecida su juicio no continuará y a usted le conviene salir bien librado de él.
    -Es verdad...-señaló Ichabod- es necesario demostrar de una vez por todos mi inocencia...buscaré a Katrina y a la brevedad se llevará a cabo el juicio.

    - De acuerdo con usted, Ichabod, eso será lo que haremos?
    - ¿Lo que haremos?
    - Claro...yo me uno a la búsqueda. Varios de los van Garret al igual que yo desean que Katrina aparezca...antes de que el Jinete cobre más vidas.

    -¿Cómo sabe que el Jinete está detrás de la desaparición de Katrina?
    - Ya se lo dije: el Jinete quiere venga a alguien que perdió y por eso desea cobrarlo en el último descendiente de los van Tassel...tu hijo..
    -¿Y la herencia?
    - Si Katrina cede la herencia, la persona interesada en realizar la venganza desistirá de manipular al Jinete.
    - ¿La misma persona que se llevó a Katrina y a mi hijo? ¿Eso es lo que quiere decir usted? ¿Que la persona que manipula al Jinete se llevó a mi hijo y a mi esposa?
    - No puedo aseverar tal cosa, Ichabod, yo no sé que impías intenciones tenga quien se llevó a tu familia, pero todo va en función de esa desaparición.
    - Lo dicho...debo encontrar primero a Katrina y a Mandalaly...pero le exijo que en la medida de lo posible mi juicio se detenga hasta que haya noticias de ellos.

    -De eso no se preocupe...su juicio no avanzará mucho.

    Cuando van Garret se hubo ido Masfat preguntó:

    -¿Entonces? ¿Dónde empezaremos a buscar a la señora Katrina y al niño?
    - No haremos tal cosa, joven Masfat- dijo colocando su mano en el pecho del joven en actitud de detenerlo.
    -¿No va a buscar a Katrina y al pequeño Mandalay?
    - Joven Masfat...algo me dice que lo que planeo va por buen camino...le diré lo que haremos...haremos todo lo contrario de lo que van Garret diga...ese hombre sabe mucho más de lo que aparenta. Así que...primero le daremos celeridad al juicio del asesinato del abogado Martin. Esa debe ser nuestra prioridad.
    - Pero...¿y si descubre van Garret que usted no está haciendo lo que le dijo?
    - No lo creo tan suspicaz; cuento con usted...usted será para mí un gran apoyo...uno muy importante.
    Esto es lo que usted tiene que hacer...-dijo.

    Y dicho ésto le explicó al joven lo que tenía en mente.

    Rebecca permanecía al lado de aquella vieja bruja.
    -¿Hasta cuándo piensas tenerme aquí?

    -Hasta que...mi amo lo diga...Él tiene la última palabra...cuando traiga al escogido para el sacrificio...todo se completará y mi señor de las sombras volverá a su reino...
    -¿Quién es tu amo?
    - No puedo decírtelo...es un secreto...pero pronto lo sabrás...
    -¿Por qué no me dejas actuar a mi manera? Si dejaras que mi energìa se viera liberada...podría hacer antes de lo previsto que tu señor de las sombras volviera a su reino.

    - Eres una tonta...sólo sabes hacer magia blanca y él necesita MAGIA NEGRA.

    - En ocasiones la magia blanca puede usarse de manera convieniente como si fuera magia negra...

    La vieja bruja sonrió y poniendo un cuchillo en el cuello de Rebecca añadió:

    - No creas que no lo sé...pero tú sola te has puesto al borde del abismo...tendrás que usarla como se te indique...aunque no quieras, querida.- añadiò la bruja con voz aguardentosa.

    Mientras tanto Ichabod con Masfat se escondían detrás de unos arbustos mientras esperaban a que saliera el ama de llaves de cierto caballero importante de los que habitaban en las afueras de Sleepy Hollow. Miraba para todos lados en actitud que más que atenta y previsora parecía graciosa.

    - ¿Está seguro de que estamos haciendo lo correcto?- preguntó Masfat.
    - Más que seguro, joven...más que seguro. Hay que lograr darle celeridad al juicio de mi inocencia, van Garret cree que yo estoy buscando afanosamente a Katrina y quiero pescarlo en lo que no quisiera pero que es lo que más temo.

    -¿Qué cosa, condestable?- insistió el chico Masfat.

    - En que...van Garret está detrás de la aparición de los tres, joven...temo que ese viejo esté detrás de esa misteriosa desaparición...pero si hago todo lo como lo tenemos planeado estoy seguro de que le daremos la delantera.

    Esperó a que saliera el ama de llaves y allí abordó al Juez que salía de la casa.

    - Señor...-comenzó Ichabod.
    - Condestable...me extraña encontrarlo tan temprano aquí.

    - Señor Juez, he venido a saludar al duque Vermont...
    -Tengo entendido que era un buen amigo del abogado Martin.
    - Lo desconocía- añadió Ichabod entrecerrando los ojos.- Yo vengo para arreglar algunos asuntos referentes a la custodia del joven Masfat.
    - Ah...entiendo, condestable. Bueno...pues espero que su asunto en la corte se resuelva para bien pronto...
    - Señor Juez...-insistió el condestable Crane- aprovecho esta ocasión tan particular para pedirle un poco de apoyo a fin de conocer más a fondo la forma en que mi caso va avanzando...¿sabe usted? Mis abogados no se han presentado, es por eso mi preocupación. Espero pueda recibirme sin ningún inconveniente.
    - Lo espero en un par de horas en mi casa. Enviaré mi carruaje por usted aquí y le llevaré.
    - Gracias, señor Juez.

    Llegó donde el conde Vermont. Una recia mirada y un aire de justicia lo envolvían.
    - Conde...
    - Condestable...-saludó Vermont. Sé a qué ha venido.
    - Gracias...
    - Adelante- invitó Vermont.

    Entraron a la casa y Vermont le sirvió un whiskey escocés.
    - No, gracias- rechazó Ichabod- por el momento no apetezco beber nada.
    - ¿Rechaza usted el mejor whiskey escocés? Vaya...se nota que no es usted inglés, condestable.
    - No, sabe usted que no lo soy, pero no es esa la razón por la que declino su ofrecimiento a beber...necesito estar completamente sobrio para poder hablar con usted.
    - Bien, le escucho- señaló Vermont mientras le invitaba a sentarse.

    - Conde...he venido porque usted era muy amigo del abogado Laurent Martin...para mí es necesario que atestigue a mi favor en el juicio que se lleva en mi contra. Usted mejor que nadie debe saber que yo no fui quien lo asesinó.

    Vermont se levantó con algo de afectación.
    - Martin era mi amigo, sí...y aún recuerdo bajo qué circunstancias encontré su cadáver.
    -¿Cómo lo...encontraron?- preguntó Ichabod temblando mientras aceptaba de una mocita una taza de té.
    - Decapitado...

    El sonido de la cuchara contra la duela del piso despejó un tanto al conde quien estaba sumido en sus cavilaciones al respecto de la muerte de su amigo. Ichabod se contuvo y dejó que la mocita levantara el servicio.

    - ¿Por qué se puso usted tan nervioso, condestable?
    - Es que...hay muchas cosas oscuras que creo que usted desconoce en ésto, conde...
    - Parece que sí...de lo que estoy seguro es que...no fue usted quien asesinó a mi amigo.
    - Yo podría hablar a favor de mi inocencia y mi testimonio no sería válido en este caso al decir que en efecto yo no fui, pero usted casi no me conoce...¿por qué piensa o asevera que no fui yo?
    - Porque...sé quién está detrás de ésto y voy a llegar a las últimas consecuencias. Por eso le recibía a usted hoy, condestable...considéreme un testigo de peso... moveré mis influencias para llegar al fondo de este asunto...se develará la muerte de mi amigo y usted saldrá exonerado.
    - Gracias, conde...¿le puedo pedir un favor?
    - El que sea, amigo...
    - En nombre de la amistad que le unió a Martin, prométame que no dirá a nadie que tuvimos esta charla...
    - Me parece bien...nadie debe saber que estamos en la búsqueda de la verdad. Cuente con ello, condestable.

    Al poco rato llegó el carruaje que llevaría a Ichabod a casa del abogado.

    Descendió del mismo y el ama de llaves de éste lo introdujo a una salita.

    El juez lo hizo pasar. Iban a charlar largo y tendido. Todo apuntaba a que el juez lo pondría al tanto de los avances de su juicio. El juez era algo severo pero también un hombre justo y comprensivo que se daba cuenta de lo difícil que era para Ichabod, un hombre tan joven, pasar por una situación tan delicada como tener desaparecida a su esposa y a su hijo, sin contar con que aún no sabía lo referente a su madre.

    - Señor Juez...apelo a su honestidad como magistrado y le quiero preguntar directamente...¿qué grado de avance tiene mi juicio?
    - Sabe que por ahora no ha habido sesiones, pues estamos en espera de que tenga señales de vida de su esposa y su pequeño, condestable.
    - Lo sé...pero el juicio podría ir avanzando a mi favor en lo que mi familia aparece...
    -¿Ya tiene usted alguna idea de dónde pueden estar?
    - Aún ninguna, señor juez.
    - En vista de eso...habrá que emplear el tiempo en conseguir las pruebas a su favor. Yo me encargaré de validarlas personalmente de manera que, en la siguiente sesión, usted sólo tenga que explicar la naturaleza jurídica de las mismas y yo pueda aseverar si son fidedignas o no.
    - Gracias, señor Juez...no podría pedir más en un hombre tan honesto como su Excelencia.

    Ichabod salió con una ligera esperanza de volver a ver a su esposa y a Mandalay. Ahora tendría que elaborar una tesis para demostrar su inocencia.

    Mientras tanto Masfat se encargaba de vigilar sin ser visto a van Garret. Un compañero suyo de la escuela le ayudó a contratarse como mozo en las caballerizas, y pondría a Ichabod al tanto de todo lo que extraño que sucediera.


    Katrina seguía arrullando a su bebé en aquella sórdida y oscura habitación. Había sido bien tratada, pero van Garret no perdía el tiempo en tratar de seducirla...estaba cerca de obligarla a ceder a cambio de la vida de Ichabod...al menos...eso era lo que van Garret creía...
     
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    406
    Cap. 23 La visita inesperada Primera Parte

    Tras que Ichabod se reuniera con el juez decidiò volver a su casa. Las habitaciones, aunque bien dispuestas, despedían un olor a tristeza que llenaba el corazón de Ichabod de una profunda soledad.

    Se paseaba por la estancia, por el hall, por la pequeña sala, por las habitaciones en busca por lo menos de la esencia lejana de su familia...por lo menos del olor que Katrina despedía...del olor de su pequeño...del perfume de los cabellos de Rebecca...hubiera preferido mil veces morir antes de tener que perder a los tres asì, golpeò varias veces la mesa del escritorio y decidiò salir de allí. El encierro lo estaba asfixiando...algo tenía que hacer para recuperarlos pero no podía confiar en van Garret...no debía confiar en él...

    Bajó encontrando de vuelta a Masfat quien había corrido bastante agitado de vuelta a casa del condestable.

    -¿Qué pasa, joven?- preguntó Ichabod.
    - Nada...aún...-contestó Masfat jadeante.

    Ichabod preguntó de nuevo:
    - Algo sucede...pero...tranquilícese.
    Pidió a la mujer del servicio que le preparara un té para el joven y uno para él y cuando el joven se calmó lo escuchó:
    - Condestable...es necesario que entremos en esa casa. Hay un itinerario muy raro...Van Garret a ciertas horas no sale de la casa pero no se deja ver ni en la sala, ni en su estudio, ni siquiera en las caballerizas...
    -Lo está usted espiando, joven Masfat...-preguntó esperanzado.
    - No es espionaje, condestable Crane, es más bien, investigación a fondo.
    - No dude entonces que pronto pueda pensar en ponerlo al tanto en los fundamentos del derecho, joven...-prorrumpió Ichabod para no llorar.

    El joven Masfat se colocó tras su silla y le encendió un puro. Ichabod lo probó pero no pudo seguir fumándolo. Lo sacudió un segundo y luego lo tiró junto con las demás colillas. Luego avanzó un poco cabizbajo y comenzó a repasar lo que Masfat le había dicho.

    - Dice usted, joven Masfat que van Garret tiene un itinerario muy extraño...
    - Asì es...todo apunta a que algo esconde...
    - No puedo arriesgarme pero...creo que es necesario que...
    - Condestable...¿qué hará?
    - No lo sé...pero creo que es necesario que lo haga...

    Partió esa noche por la entrada principal de la casa y esperó a que el guarda saliera. Estaba casi seguro de que la encontraría...
     
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    1058
    Cap. 24 La visita inesperada (Parte II)




    -Este es el trayecto- describía Ichabod en el suelo de aquel jardín terroso.
    - ¿Hacia dónde, condestable?- se preguntó Masfat.
    - Hacia el interior, joven...necesito entrar a la casa y dar de una vez por todas con lo que tanto miedo tengo encontrar.

    Masfat trataba de adivinar lo que el condestable quería hallar pero no estaba seguro de que diera con eso.

    Linterna en mano, siendo ya la puesta del sol se internaron a la casa por la parte trasera...el cuarto de servicio donde Masfat descansaba cuando no cuidaba los caballos de van Garret.

    -Por aquí es la entrada- musitó Masfat cuando Ichabod vio un pequeño túnel que guiaba a una escalera.

    Subieron con cuidado por las escaleras mutiladas, donde la alfombra parecía ya estar carcomida por la polilla. Pasado un rato subiendo poco a poco se encontraron ante un cúmulo de pequeñas habitaciones.

    - ¿Ha visto ascender a van Garret por aqui alguna vez, joven Masfat?- preguntó Ichabod.
    - Nunca, condestable- aseveró el joven temblando.
    - ¿Sabrá si hay alguna entrada por otro lado?- insistió Ichabod.
    - Pues...no estoy seguro pero...creo que por la cocina.
    - Aguarde aquí, joven...si ve algo raro escóndase.

    Ichabod llegó a la cocina pasando por la sala que estaba en penumbras.

    Avanzó lentamente por un pilar redondeado que llevaba directamente a un gran fogón y ahí decidió entrar sigilosamente hacia un pasadizo. Una puerta corrediza que llevaba hacia otra puerta. Las escaleras eran casi de caracol y darles la vuelta completa requería de alguien con los reflejos bien colocados. Cuando Ichabod intentó subir un mareo comenzó a hacerlo presa...era difícil proseguir la subida sin caer por el vértigo. Pero entonces escuchó voces en la cocina. Tuvo que subir y cerrar la puerta. Su suerte estaba echada.

    Avanzó despacio deteniéndose de las paredes. Entonces cuando trató de seguir el mareo lo volvió a atacar. Por un momento creyó desfallecer.

    En tanto el joven Masfat había tenido que volver. Escuchó el ruido del bastón de van Garret que volvía. Tuvo que atenderlo y entretenerlo en la sala. Mientras el chico no cuidaba los caballos se dedicaba a atender a van Garret. En esta ocasión el nervio comenzaba a hacer presa del temple del pobre joven que temía que van Garret tratara de moverse hacia el interior por donde Ichabod había entrado.

    Pasado un rato tuvo que ir a la cocina a buscar un buen vino y llevárselo a la sala. Van Garret esa noche buscaría la ocasion propicia para estar con Katrina. Quería obligarla de algún modo a condescender a sus bajos instintos.

    Van Garret comenzó a beber. El chico Masfat se esforzaba al máximo para hacer que aquel hombre pudiera quedar vencido por la bebida. Pero el hombre tenía un pensamiento preciso en lo que deseaba hacer desde hacía días.

    Ichabod contenía la respiración para no desmayar. Sentía casi el suelo cuando escuchó el llanto de un niño. Sin pensarlo dos veces se dirigió hacia la habitación más cercana...avanzó lentamente y como pudo trataba de abrir la puerta. Usó una pieza metálica, forzó la chapa y entonces entró en el lugar. Estaba oscuro y sombrío. Dejó de escuchar el llanto del pequeño y creía que sólo había sido una alucinación cuando sintió una mano que lo tocaba por la pierna derecha.

    Ichabod casi grita cuando se volvió hacia abajo y vio a Katrina alcanzarlo. La felicidad que en ese momento embargó a los esposos era difícil de describir. Ichaobod la abrazó y tomó en sus brazos a su pequeño.

    - ¿Estás bien, mi amor?- preguntaba Ichabod insistente.
    - Sí, Ichabod...tenía tanto miedo que fuera él...
    -¿El quien?- preguntó de nuevo.
    - Van Garret...él es quien me tiene aquí...
    - Lo sabía...lo presentía...¿pero sabes acaso con qué objeto?
    - Aún no estoy segura...pero debe ser lo de la herencia...no me queda duda...además de que no quiere que se arregle tu caso...
    - Eso es un hecho...ese desgraciado quiere verme en prisión cuanto antes...
    - Tengo miedo, Ichabod...tenemos que salir de aquí.
    - Vine con el joven Masfat...creo que del otro lado de la habitacion por aquella puerta estará él, así que sólo tenemos que cruzar con cuidado la estancia.

    Escucharon pasos. Ichabod se quedó con el corazón en un hilo...esperando el momento en que creyeron que van Garret iba a entrar. Pero para su sorpresa era el joven Masfat.
    -Logré llegar por éste lado- dijo abriendo la puerta hacia donde ellos estaban.

    Ese rescate les abrio una esperanza. Ichabod besó con ternura los labios de su esposa...Katrina correspondió a su beso como si fuera a ser el último de su existencia...Mandalay parecía entender que sus padres estaban juntos de nuevo. Pero ahora era muy peligroso moverse. Van Garret estaba en la casa.

    - Joven Masfat...tiene que despistar a Van Garret...es necesario que vuelva para que no sospeche nada.
    - Está bien, condestable. Cerraré aquí y cuidaré que no suba.
    - Gracias.

    Mandalay fue recostado en la cunita que había dispuesto van Garret para el efecto. Ichabod miró a su esposa y la abrazó con suma ternura. Los besos tiernos subieron de tono y Katrina comenzó a perder la cordura entre los brazos de su esposo. Pasado un rato la gran cama se convirtió en un altar en el que los esposos hacían derroche de amor por todo el tiempo que llevaban separados...era como una especie de premio a tanto sufrimiento. Ichabod acometía tiernamente a Katrina sintiendo su corazón estallar de amor mientras ella repetía su nombre incesantemente...por fin él éxtasis más hermoso hizo presa de sus cuerpos y almas dejando que ambos se quedaran allí...desvanecidos en el lecho.

    - Ichabod...no quiero perderte, mi amor...
    - Yo tampoco...te sacaré de aqui en cuanto pueda...no dejaré que van Garret se salga con la suya...por cierto...mi madre también desapareció...
    - ¿Sabes acaso por qué?- preguntó Katrina.
    -No tengo idea...pero empiezo a pensar que están por obligarla a hacer algo horrendo.

    En efecto, Rebecca tenía que utilizar sus conocimientos de magia para usarla en contra de Ichabod. Pero ella se las ingeniaría para evitarle un daño al ser que más amaba en la vida.
     
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    Cap. 25 Necesidad de un héroe

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    Tras aquel grato encuentro entre los dos esposo, Ichabod dejó recostada un segundo a Katrina en la cama, mientras terminaba de vestirse. Dio un largo y tierno beso a su bebé que parecía estar esperándolo. Luego escuchó de nuevo ruido en la puerta frontal, la que llevaba al exterior. De nuevo era el joven Masfat.
    - ¿Qué ocurre?- preguntó Ichabod un tanto asustado. - ¿No le ha ocurrido nada, verdad, joven?- insistió el condestable.
    - No, señor, nada- dijo el joven- pero van Garret está ahora muy ebrio y dormido. Tuve que hacerlo beber hasta dormir. Pero no podrá quedarse aquí demasiado tiempo. Cuando él despierte...
    - Es que...no puedo dejar a Katrina y a mi hijo aquí, con ese infeliz.
    - Es más peligroso tratar de salir. En cuanto se dé cuenta que no están será capaz hasta de matarme...y pensará que usted se la llevó...es muy arriesgado.
    - Tiene razón- convino con él Ichabod- lo mejor será que me prometa que cuidará bien de Katrina y de mi hijo por el momento...necesito que lo haga...y yo le prometo respaldar su seguridad en la medida de todas mis posibilidades. Ya hablé con el juez y estoy seguro que en breve tendré todas las pruebas listas para poder ayudarlo. El conde Vermont está de mi parte y es necesario que pueda asegurar su testimonio.
    - ¿Y el asunto de la herencia?- preguntó Masfat como si supiera mucho de los asuntos de Ichabod.
    - Usted siempre piensa en todo, joven Masfat, eso también tengo que pensarlo con detenimiento.


    Una tormenta terrible azotó esa noche Sleepy Hollow. Los cascos de aquel caballo maligno volvieron a irrumpir en la sombría y al parecer tranquila noche. Rebecca escuchó su sonido muy cerca de donde había dejado aquel mensaje oculto para Ichabod. El jinete asomó tras el breñal y Rebecca lo convocó.

    - ¿Para qué me llamaste?
    - Quiero hacer un pacto contigo...

    Un par de horas después Katrina despertó y en cuanto lo hizo notó que Ichabod ya no estaba a su lado. Miró la cuna y ahí estaba Mandalay completamente dormido. Una notita escrita en manuscrita se encontraba junto a la lámpara de noche:

    "Amor...falta poco para que volvamos a estar juntos...sólo tienes que ser paciente y pensar mucho en nosotros...esta nota procura entregársela al joven Masfat y solamente a él después de leerla...no es conveniente conservarla y lo sabes...pero...sólo quiero que sepas que daré toda mi vida si es preciso para que volvamos a tener la tranquilidad por la que tanto soñamos...Siempre tuyo...Ichabod".

    Katrina sintió una luz de esperanza asomada a su corazón, la cual se apagó poco a poco al sentir las toscas pisadas de van Garret de nuevo en aquel piso alfombrado que guiaba a la habitación. Pero pronto aparecería de nuevo ese valiente héroe en escena.
     
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    Andrea Sparrow

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    [Sleepy Hollow] La pesadilla de Ichabod Crane [Long-fic]
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    Misterio/Suspenso
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    868
    Cap. 26

    Masfat como pudo trató de evitar que van Garret subiera a ver a Katrina, pero fue inevitable. Sin embargo, no fue tan crítico ya que Katrina fingió dormir y Mandalay también dormía ya como presintiendo el peligro en que madre e hijo se encontraban envueltos. Van Garret sonrió irónicamente y añadió para sí:
    - Duerme, Katrina, duerme por ahora…ya habrá tiempo para que arreglemos nuestros…importantes asuntos.
    Luego bajó las escaleras y pesadamente se tendió sobre un sillón del vestíbulo que daba a la sala. Masfat lo miró sentarse allí y respiró profundamente.
    Mientras tanto Ichabod con el corazón desesperado debía darle atención a los avances de su jucio. Para su fortuna Vermont había ejercido sus influencias para lograr encontrar evidencias de que Ichabod no había sido el asesino de su amigo Martin. Ichabod lo visitó de nueva cuenta al día siguiente.
    - ¿Ha tenido noticias de su señora esposa?- preguntó el conde con interés.
    - Por ahora…ninguna…pero sigo investigando…aunque mi corazón no me engaña.
    - Es verdad…el corazón no se engaña, aunque lo pueda uno tener destrozado.
    - ¿Puedo saber a qué se refiere?-indagó Ichabod.
    - Condestable…le revelaré un secreto que a nadie he dicho y que nadie debe saber debido a la delicadeza del mismo y también a la mala interpretación que las lenguas harían de él…estoy enamorado de ella…
    - ¿De quién?- insistió Ichabod con algo de duda.
    - De la viuda Martin…la amo desde que la conocí, pero ella prefirió a mi difunto amigo…eso me llevó a reprocharme muchas veces por ese sentimiento que siempre traté de ocultar y que logré en vida de mi difunto casi hermano, a quien aprecié en verdad, y por ella es que he decidido llegar al fondo de su asesinato…no sólo por mí sino por la esposa de quien en vida fuera un excelente ser humano y un amigo entrañable.
    Ichabod respiró un segundo. Aquella confesión del conde le llegó a lo profundo y señaló.
    - Tal vez para la mayoría de la gente que no le conozca, como le conozco yo a usted ahora, esa confesión podría dar de tajo con cualquier sospecha en contra mía, y todas se irían directamente hacia usted…de alguna manera esta información que pone en mis manos hace de mí también un testigo de honor en su favor…no puedo sorprenderme del amor, lo que sí me sorprende, y gratamente de su parte, es el sacrifico que hizo para ocultar sus sentimientos hacia ella y la fidelidad a la amistad que le unió al abogado Martin en vida.
    - Gracias, condestable- añadió Vermont- y le agradezco que guarde mi secreto. Sólo le pido algo…que en algún momento que usted requiera revelar esto lo haga aún en detrimento mío…siempre y cuando su inocencia se vea puesta en entredicho.
    - Oh, no, conde- añadió Ichabod- no podría hacer semejante cosa…no me pida que sea capaz de traicionar la confianza que el día de hoy usted ha depositado en mí.
    - Esa confianza la he puesto en usted con el fin de poderle ayudar y de esa manera ayudarme a mí mismo…lo que quiero es que de alguna manera usted me ayude también a conseguir el amor de la viuda, cuando sea el momento oportuno, pero no he de ser yo quien lo revele aunque la muerte llegue antes…
    - No lo hará…a nuestros enemigos no les conviene quitarnos ni a usted ni a mí del camino tan fácilmente…en especial a mí quieren tenerme en prisión antes de asesinarme.
    - Por cierto…le veo preocupado, Ichabod…
    Ichabod no podía revelar que su madre estaba también desaparecida…le había prometido no revelar el hecho de haber vuelto y tampoco revelar que era otro motivo de angustia para él. Ese sufrimiento sólo él lo llevaba consigo.

    Rebecca recordaba algunos hechizos importantes…pero tenía que buscar la manera de no usarlos en detrimento de la vida y salud de Ichabod. Aquella vieja bruja apareció ante ella de nuevo.
    - Mi señor no me ha hablado ahora…y temo por eso…yo esperaba que mi señor Jinete de las Tinieblas se dignara informarme de sus designios…pero me extraña que no se haya dignado ahora hablarme…y si eso no sucede es signo de que ningún conjuro funcionará antes de que eso pase…sin embargo, algo me grita que debo cobrar otra víctima más…Ichabod Crane…pero creo que hay que esperar…mi amo debe tener otros planes mientras tanto para él.
    - ¿Qué esperas que haga entonces?
    - Que hagas todo lo posible porque mi señor de las Tinieblas regrese desde su Árbol de la Muerte para cobrar una víctima más, antes que la del escogido…necesito que me hable e informarle a mi amo.
    - Entonces…eso haré- dijo mientras recordaba el trato que había hecho con aquel ser oscuro.
    Esa noche el Jinete volvió a cruzar en su caballo las campiñas de Sleepy Hollow, cobrando ahora la vida de otro van Tassel…aquel que había estado en combinación con van Garret para asesinar a Martin. Nuestro héroe cada vez tenía más cosas en su favor.
     
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    [Sleepy Hollow] La pesadilla de Ichabod Crane [Long-fic]
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    Misterio/Suspenso
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    Cap. 27 Jelly Vermont

    Rebecca se sentía culpable por el trato que había hecho con el Jinete. Sabía que si fallaba tendría que entregar la vida de quien más amaba…y tendría que evitarlo a toda costa. Si era preciso, se entregaría ella misma si fuese necesario a fin de no tener que romper la felicidad de aquella hermosa y pequeña familia que Ichabod Crane había logrado iniciar con aquella joven van Tassel…pero para llegar a aquella hermosa felicidad era necesario que alguien tal vez tuviera que sacrificarse…¿sería acaso ella misma?

    Ichabod visitó de nuevo secretamente a Vermont…éste le mostraba la documentación que en común había compartido con el occiso.
    - Cualquier evidencia es necesaria a su favor, condestable, no dude en utilizar todas y cada una de las pistas que le sean de utilidad con tal de que quede claro que no fue usted quien asesinó a mi buen amigo Laurent.
    - Le agradezco, conde- añadió Ichabod- estoy comenzando a elaborar una tesis al respecto sobre estas pistas…en cuanto la tenga bien elaborada y revisada se la presentaré…
    - Eso espero, condestable…cuente conmigo para ello. Pasado mañana tenemos una reunión extraordinaria con el juez, solicité una audiencia a fin de que valide estas pruebas…lo veo preocupado…¿es por su señora esposa?
    - Sí…estoy angustiado…quisiera poder hacer algo al respecto.
    - Tengo la forma de ayudarlo.
    Llamó a la mocita que le atendía personalmente:
    - Jelly Mitchell…es una confiable ama de llaves, ha sido una fiel sirvienta y alguien de suma confianza.
    - Lamento no comprender del todo lo que pretende, conde Vermont.
    - Sencillo, Crane…la señorita Mitchell se hará pasar por alguien fiel a van Garret para poder llegar a encontrar alguna pista que le haga saber dónde se encuentran ella y su hijo…
    Ichabod pensaba que tal vez sería de mucha utilidad, sobre todo por la edad aún débil del joven Masfat y quien corría también peligro encasa de aquel terrateniente. Ichabod aceptó de buena gana…nada perdía con probar, aunque sabía que tenía que cuidarla en función de la confianza que el conde ponía en aquella joven.
    - Acepto…y le prometo que resguardaré hasta el máximo la seguridad de la señorita Mitchell…
    - Gracias, Crane…para mí será un gran gesto de su parte el aceptar…señorita Mitchell…¿acepta usted ayudar al condestable Crane?
    - Claro- comentó la joven, lista para lo que tuviera que hacer.
    Ichabod la llevó con ella a su casa y la presentó a su ama de llaves. La joven y la matrona de la casa Crane comenzaban a llevarse bien. Lo preocupante era cómo llegan hasta van Garret a través de Mitchell…tenía que revelarle muy a su pesar lo que sabía al respecto del paradero de su esposa e hijo.
    - Señorita Mitchel…¿puede pasar a mi despacho?
    Mitchell entró con él. Ichabod comenzó:
    - Señorita Jelly…me temo que lo que voy a decirle no será fácil de entender y mucho menos de aceptar…me temo que la ayuda que me veo precisado a necesitar de usted será más riesgosa de lo que cree?
    - ¿Puedo saber a qué se refiere, condestable?- preguntó Jelly.
    Ichabod comenzó a explicarle…ahora sí era necesario que supiera que Katrina y su hijo
    estaban encerrados en casa de van Garret. Jelly se llevó las manos al pecho.

    -Pero…eso es muy grave, condestable…-aseveró Jelly.
    - Lo sé…pero será la única forma de saber cómo ayudar…¿está dispuesta? No quiero arriesgarla contra su voluntad.
    - No se preocupe, condestable, yo seré fiel a la señora Katrina y a su hijo.

    Pasado un rato le informaron a Ichabod que una nueva vida había sido cobrada por el Jinete.
    -¿Quién estará detrás de todo esto?- se preguntaba.- Es más que obvio que el Jinete está siendo manipulado, es cierto, pero…lo que más me pesa es que…tal parece que están haciendo tiempo…

    Investigó un poco más, el van Tassel muerto era íntimo amigo de van Garret, el último que quedaba…si van Garret lo consideraba su amigo…¿por qué querría matarlo?

    En tanto Katrina seguía en espera de la vuelta de Ichabod a pesar de que Masfat le asegurara que no tardaría. Pero en su lugar una bella joven arribó a la casa.
    - Soy Leonor Grandchester…me pongo a su servicio…supe que necesitaba una mucama.
    - Así es- respondió van Garret- así que puede empezar en el momento que quiera…sólo no entrará en la habitación que da a la azotea…
    - Entiendo- dijo Jelly mientras sabía que ese sería el primer lugar que visitaría.
     
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    Andrea Sparrow

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    [Sleepy Hollow] La pesadilla de Ichabod Crane [Long-fic]
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    Cap. 28 Una visita providencial.
    En cuanto Jelly se internó en la casa van Garret comenzó a revisar con sigilo todas y cada una de las habitaciones que conformaban la casa de aquel hombre ruin y sin escrúpulos. Trató de no hacer demasiado ruido para encontrar rápidamente la habitación de la señora Katrina pero el sonido de una canción de cuna le reveló que había otra mujer en esas habitaciones.
    Se acercó lentamente a la entrada de dicha habitación.
    -¿Se le ofrece algo?- preguntó con dulce voz Jelly-
    A Katrina la voz le inspiró suma confianza.
    - ¿Quién es usted?
    - Mi nombre es Leonor y soy la nueva mucama…¿puedo ayudarla en algo?
    - Necesito sábanas limpias para mí y…para mi bebé.

    -
    -
    Leonor entendió que ella era la esposa del condestable. Ahora iba a ser buen momento de presentarse y de cuidar de ella.

    Buscó entre las llaves, pero como no conocía bien las que habrían cada habitación decidió ir por la llave maestra. Con ella era seguro poder entrar a la habitación y conversar con Katrina. Sin embargo, la llave maestra la tenía el joven Masfat y ahora se encontraba junto a van Garret en un asunto importante.

    -Vas a llevar este recado al juez…no está lejos…se lo tienes que dar en mano…¿entendiste? A nadie más…
    - ¿Y si no se encuentra, señor?- preguntó Masfat.
    - Si no está, te vuelves inmediatamente y me regresas el recado,muchacho. Ahora ve…y no tardes.

    Masfat se dirigió a casa del juez, justo cuando Ichabod arribaba junto con Vermont.
    - Joven Masfat- dijo Ichabod saludando- ¿qué hace aquí?
    - Un recado de van Garret para el juez…me pidió que se lo entregara en propia mano.
    - Yo no estoy autorizado para saber su contenido- dijo Ichabod.
    - Pero yo sí…soy abogado y esto es un caso que tiene que ver con usted.
    El conde Vermont revisó a tras luz el contenido del sobre y lo leyó sin dilación.
    - Van Garret le exige al juez que el caso Crane…nuestro caso…sea llevado ante un tribunal federal…
    - ¿Puede hacer eso?- preguntó Ichabod.
    - Debe tratarse de una razón de peso- dijo Vermont- para que esto pueda proceder. La única es que…le acuse de algo más…
    - ¿Qué recomienda que hagamos?- preguntó Crane.
    - Condestable…guardemos esta carta hasta no saber cómo va su caso…ésta puede ser una prueba de las artimañas de ese hombre.
    - Joven Masfat- dijo el condestable al muchacho- dígale al su amo que entregó el sobre..usted no se preocupe..
    Luego, aparte dijo al jovenzuelo:
    - Si puede ver a mi esposa y a mi hijo, digales que pronto iré por ellos…y que los amo.
    - Se los diré, condestable- aseveró Masfat retirándose presto.
    Jelly esperó la vuelta de Masfat para solicitarle la llave maestra. Con ella pudo abrir mientras el joven esperaba afuera.
    - Katrina van Tassel?
    - No…Katrina Crane- dijo ella con firmeza.
    - Lo sabía…mi verdadero nombre es… Jelly Mitchell…soy criada del conde Vermont y ahora ayudante del condestable para su cuidado…no se preocupe…no la dejaré sola…usted puede confiar en mí…van Garret no le hará daño.
    - Gracias, Jelly…
    - No diga que la vi…van Garret me prohibió entrar a su habitación. Tal vez quiera que arregle su cama y la cuna cuando usted no esté aquí.
    - Eso es lo que temo…salir…
    En la tarde, el viento comenzó a mecer algunos árboles y a permitir que la hojarasca cubriera las campiñas de Sleepy Hollow…Rebecca sentía cada movimiento de la naturaleza…recordaba los buenos tiempos junto a su hijo…antes de que el padre de éste intentara acabar con su vida…pero eso parecía ser parte de un amargo pasado…ahora era momento de dejar venir al presente y salvar la vida de Ichabod y de Katrina de una vez por todas.

    La vieja bruja daba vueltas en un mismo lugar…parecía buscar algo de mucho valor. Van Garret irrumpió en la estancia del casucho viejo.
    - Te tengo algo que te gustará- dijo dándole una bolsa de monedas de oro…
    La vieja lo hizo sentar.
    - Ya casi logramos que suceda…sólo falta Rebecca…pero me falta un precioso amuleto.
    - ¿Cuál?
    - Cabello de la hermosa niña…-dijo la vieja.
     
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    [Sleepy Hollow] La pesadilla de Ichabod Crane [Long-fic]
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    Cap. 29 Trampas
    Van Garret sonrió al ver que parecía ser demasiado fácil lo que la vieja bruja solicitaba.
    -¿Tan sólo un trozo de su cabellera rubia? Eso será lo más fácil del mundo…
    - Mi señor…tú no puedes cortarla…deberá ser alguien que tenga conocimiento de la magia blanca…
    - Entonces…tendrás que enviar a Rebecca…suéltala y harás que vaya por el mechón de cabello de Katrina y te lo traiga.
    - Es peligroso- añadió la bruja- no debemos arriesgarnos…Rebecca podría ponerla sobre aviso.
    - Es posible…pero…de hecho ella me tendrá que ayudar en algo más y con eso podríamos lograr conseguir lo que tanto necesitas. Llámala…
    -Aquí estoy- dijo Rebecca valientemente- ¿qué es lo que quieres de mí?
    -Ah vaya…parece que estás al pendiente de lo que hago o digo…pues bien…te informaré…quiero que me ayudes a conseguir los favores de Katrina y un recuerdito de ese momento.
    - Pero…¿cómo te atreves a pedirme semejante cosa? ¿Piensas acaso que yo voy a condescender a semejante bajeza? Lo mismo que hiciste con la madre, no podrá hacerlo con la hija…eso no…
    - Bueno entonces te tendrás que atener a las consecuencias de lo que le suceda a tu hijo si te atreves a desobedecer mis órdenes…quiero que lo hagas a cambio de la vida de tu hijo, o la vieja bruja hará que el Jinete cobre de una vez la vida de tu hijo…
    - Sabes que si haces eso inmediatamente no podrás lograr lo que tanto anhelas…Katrina es la última víctima que debes ofrecer al Jinete…si cobras antes la vida de Ichabod tu deseo de ser el dueño de las tierras de Sleepy Hollow que pertenecieron a van Tassel jamás lo verás realizado.
    - ¿Y a ti qué te importa eso? Lo que tú más deseas es verte libre, supongo…entonces deberías preocuparte más por la vida de tu hijo…entonces…te espero esta noche en la caballeriza, justo atrás de la casa, justo a la medianoche. Le darás dos toques al portón de la caballeriza y mi mozo te abrirá así que sabré enseguida qué ocurre contigo. Lo sabes ya…a la medianoche.

    En tanto Ichabod deambulaba por la casa del conde Vermont.
    - Siento su preocupación, condestable…yo mejor que nadie entiende lo que le está pasando…
    - Es que…ahora no sé cómo jugar con van Garret, tiene una carta oculta que desconozco…eso me pone en desventaja frente a él…
    - Lo sé…no podemos abrir esta carta porque sería delito abrir la correspondencia ajena…pero tal deberíamos hablar con el juez para que la abra antes de tiempo.
    - ¿Bajo qué incentivo, señor conde?
    - Tal vez…el de que está usted amenazado de muerte…
    - Eso sería una calumnia porque no tenemos pruebas de ello…necesitaríamos algún indicio que nos permitiera demostrar que van Garret me ha amenazado de muerte uan sola vez…o las pruebas fehacientes de que mi esposa y mi hijo están en su casa…
    - Eso es peligroso para ellos…Jelly está haciendo todo lo posible por cuidar de su esposa y su pequeño.
    - Así es…cada noche va a llevarme un informe de cómo se encuentran, no sé cómo se las ingenia para ello pero se lo agradezco infinitamente, tanto a usted como a ella, señor conde.
    - Seguiré su caso, condestable Crane…le juro por la vida de mi amigo Laurent que no descansaré hasta que van Garret pague todo lo que debe y su familia esté completamente fuera de peligro…ahora necesito tener en lugar seguro a la viuda Martin…pero no puede ser en mi casa.
    - Lo sé…no se preocupe…buscaré un lugar seguro para ella, así estaría seguro de su estado.
    - Gracias, Crane…quiero a nombre de ella…pedirle disculpas porque fue ella quien interpuso la demanda…estoy seguro que fue presionada por las circunstancias…pero solamente cuando hable con ella podría saber qué la motivó a hacerlo.
    - Si usted quiere, podrían verse en mi casa, hoy…a la medianoche.
    - Estaré como un solo hombre, se lo aseguro…-añadió Vermont despidiéndose.
    En la noche la oscuridad en Sleepy Hollow parecía ser más tenebrosa que nunca. Rebecca llegó con cuidado. Tenía que ser sigilosa si no quería cometer un error que pusiera en riesgo la vida de Katrina, de Ichabod o de su hijo.
    Masfat la reconoció.
    - Mi señora- dijo ubicándola en la oscuridad- ha aparecido…¿qué hace aquí?
    - No le puedo explicar nada, joven Masfat…sólo necesito que me guarde el secreto…esta noche tengo que ver a van Garret, pero me ha pedido algo más que horrible.
    Rebecca puso al tanto al chico de las intenciones negras de van Garret. Masfat decidió que haría todo lo posible para evitarlo.
    - ¿Quiere que avise al condestable, mi señora?
    - Sería lo ideal…pero no quiero que esté aquí mientras van Garret está presente…temo por su vida, por la de Katrina y por la del bebé…por favor, no le diga nada hasta no saber que tenemos a van Garret a resguardo.
    Ichabod concertó la cita con la viuda Martin.
    - Señora Martin…necesito que venga a mi casa esta tarde.
    - ¿Puedo saber para qué, condestable? Sabe usted que no tengo nada que hacer nada en la casa del asesino de mi esposo.
    - Usted como yo sabe perfectamente que no asesiné a su difunto esposo Laurent…usted mejor que nadie lo sabe.
    - ¿Quiere tal vez llevarme a su casa en calidad de rehén para obligarme a desistir de mi acusación?
    - Se lo juro por mi honor que no es para eso…si quiere, puede hacerse acompañar de su ama de llaves…verá que no tengo nada que ocultar.
    - Está bien…¿a qué hora?
    - A las ocho en punto.
    Cuando las ocho sonaron en el reloj de la torre de Sleepy Hollow la viuda Martin arribó a la casa Crane. Allí le abrió el ama de llaves y entró con sumo sigilo. Ichabod no estaba ahí.
    La viuda Martin avanzo un par de pasos para encontrarse frente a frente con el conde Vermont quien la esperaba.
    - Soy yo quien te cité, Eloísa…fui yo…
    - Charles…-diijo con los ojos cristalizados.
    - Quiero saber por qué fuiste capaz de decir que el condestable Crane había asesinado a Laurent…sabías perfectamente que el condestable quería encontrar algo muy importante.
    - Lo sé…déjame explicarte…¿no hay nadie que pueda escucharnos?
    - Nadie…
    - Tenía temor de que…van Garret pudiera hacerte algo…me amenazó con mandarte matar…
    - Pero…
    - Sí, Charles…tenía miedo de que te hicieran daño…porque yo…te amo…
    Un beso unió a los dos mientras Vermont no terminaba de creer lo que escuchaba de labios de la viuda.
    - ¿Y Laurent?
    - A Laurent lo amé mucho pero en cuanto él murió y tú estuviste tan cerca de mí, apoyándome…tuve la sensación de que el amor había vuelto a mi corazón…pero traté de ocultar ese sentimiento…fue por ti que mentí con respecto a la muerte de Laurent.
    - Tendrás que ponerlo por escrito para que sirva como testimonio para el condestable…
    - Estoy dispuesta a declarar en el momento que sea necesario.
    Ichabod se fue hacia la casa de van Garret. De forma oculta trató de llegar junto a Katrina. Jelly…o Leonor…le esperaban en una habitación contigua, preparada para que los esposos y el bebé pudieran reunirse.
    El momento fue emotivo. Leonor los dejó solos.
    - Mi amor…¿cómo ha pasado todo?
    - Mal…van Garret ha intentado varias veces tenerme por la fuerza…pero Masfat lo ha emborrachado para que no pueda ni ponerse en pie.
    - Lo sé…sé lo que estás pasando…pero quiero que vuelvas conmigo a la casa.
    - Jelly cuida de mí en todo momento a escondidas de van Garret, por eso me siento segura pero en las noches los fantasmas de esta casa me abruman y tengo mucho miedo.
    - Ya, linda- dijo ichabod abrazando a Katrina. –Pronto este infierno terminará.
    Pero Rebecca se encontró mientras tanto con van Garret. Trató de impedir que van Garret llegara en ese momento hasta Katrina. Lo único que consiguió fue van Garret la tomara por la fuerza, lastimándola.
    Masfat no sabía cómo decírselo al condestable Crane.
     
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    Cap. 30 Riesgos inminentes

    Rebecca estaba lastimada…había sufrido una vejación tremenda y brutal por parte de Van Garret. Su aliento entrecortado y el dolor la hacían presa…apenas si podía reconocer al joven Masfat. El muchacho la arrastró hacia el interior de las caballerizas procurando ocultarla. Lo único que podía hacer por ella era acomodarla y darle a beber algo de licor mientras hablaba con el condestable Crane.
    Van Garret estaba más que furioso. Esta vez iba a ser casi imposible evitar que se aprovechara de Katrina para sus sucios fines.

    En tanto Ichabod besaba incansablemente a Katrina. La joven esposa gemía dulcemente al sentir aquel cuerpo delgado y a la vez fuerte sobre ella colmándola de intensas caricias.
    - Katry…no sabes cómo te he extrañado…ya no podía pensar en nada más que en estar a tu lado…y al lado de nuestro hijo…-dijo mientras se entregaban mutuamente con sumo amor en aquella alcoba alfombrada.
    - Ichabod…moría sin ti, amor…
    - Lo sé…
    - ¿Vienes ya por nosotros?
    - Es lo que más deseo…pero hoy no puede ser…sin embargo…ésta noche no estarás sola…procuraré quedarme aquí…
    - ¿Y cómo harás eso?
    - Masfat estará con él…el juez vendrá a verlo esta noche…estará verdaderamente ocupado…
    - Eso espero…moriría si te pasara algo…
    - Juro que no te expondré…si es necesario te llevaré conmigo…lejos de Sleepy Hollow…
    - A nuestra casa en Nueva York…nunca debimos venir…
    El llanto del niño fue consolado por los dos, mientras Leonor procuraba evitar que van Garret entrara a esa parte de la casa.
    Masfat dejó a Rebecca bien escondida y fue a avisar con cuidado a Ichabod. Cuando llegó tocó dos veces la puerta: era la señal convenida para que pudiera saber que se trataba de él.
    - Joven Masfat- dijo entreabriendo la puerta.
    - Gracias al cielo, condestable…por un momento pensé que era van Garret quien estaba en la habitación…
    - ¿Qué pasa, joven?- insistió Crane.
    - Condestable…la señora Rebecca.
    Masfat lo preocupó en demasía. Ichabod dio un beso a Katrina y a su hijo.
    - Linda…tengo que ir a ver qué sucede con mi madre…si no vuelvo no te preocupes…llegaré en la noche…no sé cómo tenga que hacerlo…pero volveré aunque sea de madrugada.
    - No te arriesgues, Ichabod…es lo mejor.
    El condestable fue con Masfat hasta el cobertizo donde la colocó. En espera de noticias Rebecca gemía. Ichabod se acercó a ella y la abrazó con dolor. Su madre acarició su rostro y besó su mano. El condestable con lágrimas en los ojos dijo a Masfat:
    - Joven…esconda bien a mi madre y trate de buscar un doctor…por ahora no es conveniente que la lleve a la casa…
    En la casa del condestable Charles y Eloísa se besaban intensamente. El calor de sus caricias los llevó al umbral de una habitación y ahí el amor hizo de las suyas en esos recién reconocidos amantes.
    Cuando la fuerza de la pasión y la intensidad del momento los hizo volcarse uno sobre el otro, Charles dijo a Eloísa:
    - ¿No te arrepentirás de esto?
    - No, Charles…estoy segura que faltando Laurent tú eras el único hombre en que podía confiar y a quien volvería a amar…
    - Las cosas pueden ser críticas de ahora en adelante…
    - Lo sé…no me importa…sé que estás de parte de la verdad…y eso es lo que me anima…¿ya vendrá el condestable?
    - No lo creo…habría escuchado la puerta.
    - Tal vez no…-añadió la viuda Martin- no se escucha hasta acá…
    Vermont bajó hasta el vestíbulo y decidió esperar allí al condestable. Las horas pasaban pero Ichabod tardó mucho en volver. Cuando lo hizo llegó con el rostro desencajado.
    - ¿Le ocurre algo, condestable?
    - Nada…nada…-añadió mesándose el cabello con desesperación.- Señor conde…¿conoce usted algún médico de confianza?
    - Sí…el doctor Wegstein…búsquelo…vive a un kilómetro de mi villa.
    - Enviaré a Masfat por él…
    - ¿Su esposa o su hijo acaso?
    - No, señor conde…-añadió Ichabod- después le explicaré…puede quedarse tranquilo…enciérrese por favor y no dé señales de vida.
    - Está bien, condestable, no se preocupe…
    Ichabod fue a buscar al médico. Su madre podía sufrir algún trauma…además no sabía en qué condiciones físicas se encontraba. Sólo esperaba poder encontrarla con bien.

    Van Garret fue donde Masfat y no reparó en que Rebecca estaba lastimada.
    - Hoy no podrá ser…hoy no podrá ser…- añadió.
    El hombre decidió irse a la sala. Masfat tuvo que ir tras de él.
    - ¿Se le ofrece algo?
    - ¿Dónde está Leonor?- preguntó.
    - Está arriba…¿la llamo?
    - Llámela…tiene que poner en orden todo…el juez viene para acá…
    Masfat sintió que el alma le volvía al cuerpo. Pero ahora no sabía dónde estaría el condestable.
    El juez arribó en su carruaje minutos después. Tenía que hablar primero con él.
    Van Garret creía que se trataba del asunto de la carta que espera hubiera llegado a sus manos. Pero no era por esa razón.
    Cuando el juez hubo entrado, van Garret lo recibió con bastante ironía.
    - Señor juez…adelante…
    - Buenas noches, señor van Garret…
    El juez entró y tomó asiento en un mullido sillón que van Garret dispuso para el efecto.
    - ¿Y…a qué debo el honor de su visita?
    - Pues- comenzó el juez- es sobre el asunto de la herencia van Tassel…algunos documentos no están en orden y me han pedido que ese asunto quede bien resuelto…
    - ¿Puedo saber quién se lo pidió?
    - El condestable Crane, para ser precisos…anda preocupado por el asunto…quiero terminarlo cuanto antes.
    Van Garret comenzó a preocuparse. Pero por otro lado pensó que todo iba en función de la libertad que tanto buscaba y que no se había dedicado a buscar a Katrina, contrario a lo que había convenido inicialmente.
    - Pensé que su juicio no iba a continuar debido a que su familia estaba desaparecida.
    - Así parece…pero el condestable no quiere dejar que el tiempo pase con respecto a su caso…piensa que una cosa podría ayudarle a la otra.
    - Señor juez…hace días le envié una carta solicitándole que revise el caso Crane…
    - No he recibido nada…
    - No puede ser…la envié casi personalmente…
    - No lo sé…pero…aprovechando que estoy aquí…quiero que revise los documentos que traigo y que me diga ¿qué objeto tenía su carta’
    - El de…anexar un cargo más al caso del condestable…
    - ¿Puedo saber cuál es ése?
    - El de…despojo…
    - ¿Despojo?
    - Sí…la propiedad que ocupa ahora…es propiedad de los van Garret.
    Ichabod logró llegar hasta el lugar donde el doctor Wegstein parecía estar solo. El condestable entró con sigilo y preguntó por el doctor. Él mismo le recibió.
    - ¿Puedo saber en qué puedo ayudarlo?
    - Doctor…mi nombre es Ichabod Crane…el condestable ichabod Crane…necesito que me acompañe a Sleepy Hollow… es un caso…de vida o muerte…
    En tanto, Rebecca se sentía un poco mejor pero trató de hablar con Masfat que procuró no dejarla sola en lo que volvía Ichabod.
    - Joven Masfat…tiene que decírselo a Ichabod…van Garret está tramando algo siniestro contra él…pero…déle esto…por si no puedo hablar ya con él…
    - No diga eso, mi señora- dijo Masfat con lágrimas en los ojos- el condestable ya vendrá…
    - Usted…tiene que evitar…que Ichabod muera…sólo usted podrá evitarlo…
     
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    Andrea Sparrow

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    [Sleepy Hollow] La pesadilla de Ichabod Crane [Long-fic]
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    Para adolescentes. 13 años y mayores
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    Misterio/Suspenso
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    41
     
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    1157
    Cap. 31 El baile de máscaras.

    - Así que…la propiedad que ocupan el condestable y su esposa…es propiedad de los van Garret, según me relata.
    - Así es, señor juez- continuaba aquel hombre, muy cierto de sus aseveraciones.
    - ¿Podría mostrarme los títulos de propiedad? Como sabe, llevo poco tiempo en Sleepy Hollow y desconozco mucho de las costumbres y la forma de cómo se llevan las familias que pertenecen a este lugar.
    - En algún tiempo, señor juez, la unión entre los habitantes de Sleepy Hollow era bastante armoniosa y firme, tanto como que somos parientes cercanos. Pero todo empezó a salir mal desde que apareció…el Jinete…
    - A mí no me venga con esas cosas, van Garret…eso del Jinete me parecen tan sólo historias fantásticas…
    - Pues…tan sólo pregúntele a cualquier mujer y niño en Sleepy Hollow y le dirán que no es una historia fantástica…has el mismo condestable Crane sabe que no miento cuando digo que la historia del Jinete es algo verdaderamente oscuro e increíble…
    - Señor van Garret…en ocasiones los seres humanos hacemos cosas más increíbles y oscuras producto de mentes enfermas y retorcidas que pudieran ser más fantásticas pero que son más reales de lo que pensamos…
    - ¿Qué insinúa?
    - Nada…sólo hablo de lo que percibo…señor van Garret…¿no cree usted que su…acusación de despojo, es demasiado rara considerando los problemas por los que está pasando el condestable Crane? ¿No le parece que es una acusación verdaderamente grave?
    - Considerando la rareza del condestable y de que fue capaz de asesinar a un buen hombre como Laurent Martin que prácticamente no se metía con nadie, entonces tal vez el condestable no es más que un hombre que busca su propio beneficio.
    - No vine a eso, señor van Garret…hablemos del otro asunto.
    Mientras tanto Ichabod llegó con cuidado a la parte trasera de la caballeriza con el doctor Wegsteina. Dejó que el médico revisara a Rebecca mientras el joven Masfat permanecía en la puerta vigilando los movimientos de van Garret.
    El médico dijo a Crane:
    - Condestable…la salud de la señora es…delicada…no puede permanecer aquí…es preciso llevarla a otro lado…cuanto antes.
    - ¿A un hospital se refiere? No…no puedo arriesgarla…otra vez un hospital no…
    - ¿Por qué? – preguntó el médico.
    - Porque…ella ya estuvo en un hospital y la trataron muy mal…quisiera llevarla a mi casa pero…
    - No se preocupe…mi consultorio está muy bien dispuesto…le prometo que nadie sabrá que está ahí…tendrá los cuidados necesarios.
    - Yo estaré pendiente de todo lo que le haga falta…la cuidaré en todo momento…pero…¿qué tiene, doctor?
    - Está angustiada…tuvo una crisis de regresión en cuanto despertó…refirió todos los detalles de las vejaciones de las que fue víctima…y dijo algo que me pareció un poco raro.
    - ¿Qué? ¿Qué le dijo mi madre, doctor?
    - Que su hijo estaba en riesgo…que lo iban a matar a usted, condestable…
    - ¡Maldito!- dijo para sí Ichabod mientras escuchaba las demás indicaciones delmédico.
    Al poco rato fue a ver a Rebecca quien le esperaba.
    - Madre…-comenzó.
    - Ichabod…corres mucho peligro estando aquí…
    - Lo sé…pero no puedo dejarte sola…en un rato iré con el doctor a su consultorio y allá te veré…
    - Sólo espero que…pronto podamos estar todos juntos…Ichabod…tienes que cuidarte…me odiarías si supieras lo que he hecho últimamente.
    - No me importa…sólo quiero que estés bien…y yo te cuidaré de van Garret…no dejaré que seas victima de su odio infernal.
    - El joven…Masfat…será tu compañero…y él evitará que te pase algo malo…debes defender a tu familia.
    Rebecca se desvaneció de momento. Su hijo y el médico la llevaron a su consultorio.

    Mientras van Garret seguía conversando con el juez, Katrina estaba con Jelly quien acomodaba su cuarto, en tanto la esposa del condestable daba de comer al pequeño Mandalay.
    - Lamento lo que está usted pasando, señora Katrina- dijo Jelly.
    - Gracias…yo también siento lo que está sucediendo, y me preocupa usted…se arriesga demasiado.
    - Su familia vale este riesgo, señora Katrina…yo perdí a mi familia hace tiempo…mi esposo y mi hija murieron en un incendio provocado que nunca pudo ser demostrado…a pesar de que el abogado Martin y el conde se esmeraron en dar con el culpable…de igual forma ese descubrimiento no iba a poder devolverme a mi marido y a mi niña- dijo Jelly soltando un par de lágrimas.
    - Jelly- dijo tiernamente Katrina- en verdad, lo siento mucho…¡cómo quisiera hacer algo para agradecerle todo lo que está haciendo por mí y por el niño!
    - No tiene que agradecerlo…por cierto…en un rato habrá un baile de máscaras aquí en la mansión…
    - ¿Un baile de máscaras?
    - Si…y usted estará obligada a estar presente…pero no se preocupe…que el condestable también estará…le aseguro que van Garret no tendrá oportunidad de hacerle daño esta noche mientras el condestable esté aquí, ya verá- dijo guiñándole el ojo.
    El juez siguió hablando con van Garret.
    - Entonces…no hay celeridad en el caso Crane…
    - Pues…mientras no aparezca su familia- dijo el juez.- Pero…su acusación no procederá mientras el juicio sea por otra razón y tendrá que ser en los tribunales…no aquí.
    - Señor juez…sólo espero que…actúe usted por sus propios motivos y no por ser presionoado por alguien más.
    - De eso…puede estar seguro- dijo el juez saliendo rápidamente de la casa.
    Van Garret se dio cuenta que el juez sospechaba de él y que no había logrado convencerlo totalmente de la culpabilidad de Ichabod.
    En la noche comenzó el baile de máscaras. Jelly le preparó un vestido hermoso a Katrina y al poco rato tuvo que salir. Varios hombres y mujeres pervertidos estaban presentes. El mismo van Garret la recibió en la sala y el baile comenzó.
    Al poco rato dos caballeros llegaron a la casa. Uno de ellos llevaba una máscara blanca y el otro una negra. El de la máscara blanca dijo al otro:
    - ¿Quedó bien?
    - Sí…muy segura.
    - Bien…suerte entonces…
    - Igualmente.
    Se separaron entonces y cada uno tomó una ala de la estancia.
    El caballero de la máscara negra deambuló por la casa y la escudriñó con cuidado.
    Katrina se sentía más que desolada. Se veía hermosísima con un antifaz dorado. El hombre de la máscara blanca se acercó levemente a ella y dijo:
    - Señorita…¿podemos bailar?
    - Señor…yo…
    - ¿Bailamos?- dijo tomándola para bailar.
    Katrina tenía mucho miedo pero cuando bailando se levantó la máscara ligeramente.
    - ¿Tú?- dijo con una sonrisa leve susurrando.
    - Si, mi vida…soy yo- dijo Ichabod ocultando su rostro nuevamente.
     
  12.  
    Andrea Sparrow

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    [Sleepy Hollow] La pesadilla de Ichabod Crane [Long-fic]
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    Cap. 32 El baile de máscaras (Parte II)

    El condestable Crane sentía una necesidad verdaderamente urgente de permanecer todo el tiempo al lado de Katrina. El baile de máscaras era la ocasión excelente para evitar que van Garret hiciera de las suyas. Asì tendría tiempo, junto con el conde Vermont de investigar a fondo lo que estaba sucediendo y vengar en cierta forma lo sucedido con su propia madre.

    - ¿Cómo te enteraste?- preguntó Katrina a Ichabod en voz baja mientras bailaban.

    - Jelly…me mantuvo al tanto de lo que van Garret pretendía…pero no pudo decirme todo…-dijo con tristeza mirando a un costado.

    - ¿A qué te refieres?- insistió Katrina, desconociendo lo que el viejo había realizado en perjuicio de Rebecca.

    Ichabod trató de cambiar su semblante y relató brevemente.

    - Que te baste saber que van Garret tiene una deuda conmigo…y no sólo es relativa a lo que te ha hecho a ti…ni lo de su acusación por lo de Laurent…pero es justo que sepas, amor que, ahora más que nunca creo que ya lo tengo en mis manos…

    - ¿Eso crees?- preguntó Katrina- Dime que ésta vez no es sólo una ilusión…que no es sólo el deseo de que esta pesadilla termine.

    - Lleva el paso, reina mía- añadió Ichabod- o nos perderemos- insistió mientras seguían bailando y ahora el salón se convertía en una gran recepción cuando una contradanza se dibujaba en el piso del lugar.

    Van Garret permanecía en el salón observando todo con demasiado tranquilidad. Súbitamente notó la presencia de Masfat merodeando por la casa. Se acercó al muchacho y musitó:

    - Te he dicho miles de veces que no entres a la casa cuando no te necesite…

    - Lo sé, señor..dispénseme…es que…tenía curiosidad por saber cómo eran estos bailes…aquí en Sleepy Hollow, usted sabe, hace tanto que un baile como éstos no se organizaba…

    - Lo sé…¿recuerdas a tu padre, verdad, chico? Supongo que lo recuerdas tan bien como yo…pero creo que también has de recordar por momentos al condestable.

    Mientras tanto Vermont merodeaba por la biblioteca y comenzaba a revisar afanosamente varios libros, en la búsqueda de algún indicio que tuviera que ver con los secretos sangrientos y oscuros que saturaban la vida y mente de Van Garret. Uno de ellos, que no tardó en encontrar, fue el de aquella "maldición" con la que supuestamente los van Tassel habían sido condenados a causa de la riña con los van Garret. Ahí se relataba en una especie de bitácora punto por punto los detalles que, a los ojos de los van Garret, hacían de los van Tassel una especie de familia maldita por el destino. Un nombre aparecía ante sus ojos: el del causante de aquella desgracia. Pero Vermont no reparó tanto en eso, como en el sentido que aparecía en un viejo dibujo: los van Garret sabían de magia negra. Eso era más que evidente en un grabado que Vermont encontró en aquel material. Probablemente fueron ellos mismos quienes lanzaron aquella supuesta maldición a los familiares…pero…la razón parecía aún oculta. Aquel objeto del robo era la aparente causal…al menos eso era lo que la bitácora relataba. Pero después aparecieron ante sus ojos registros de que aquel objeto había pasado de generación en generación. Entonces…debía estar en alguna parte.

    Mientras Vermont investigaba lo referente a ello, Ichabod fue llevado por Katrina a ver a Mandalay. El pequeño sonrió con sus mejillas sonrosadas ante los ojos amorosos de Crane que lo sostenía con sumo amor entre sus brazos.

    - Cada día que pasa lo veo más grande…-dijo con tristeza.

    - Lo sé…es porque está más lejos de ti…y creo que cada día se parece más a ti…

    - No lo creo…tiene tu dulzura y tu sonrisa…

    - Y tus ojos, Ichabod- señaló Katrina mirando al condestable.

    La pareja se dio un largo beso. Abrazaron a Mandalay mientras el condestable preguntaba a Katrina sobre cómo había pasado los días recientes.

    - Si no fuera por Jelly…creo que ya me habría muerto de susto-dijo abrazándose a Ichabod.

    - Lo sé, amor…yo no he muerto pues me sostiene la esperanza de que este infierno está por terminar…

    - ¿Quién es el caballero que llegó contigo?

    - Es el conde Vermont…amigo entrañable del difunto Laurent…y por azares del destino, enamorado de la viuda Martin.

    Katrina se asustó pero luego sonrió:

    - Tal vez es que…estando tan cerca, no podía ser de otra manera…-musitó ella.

    - Tal vez…ahora está ella en la casa. Vermont cuida de ella…

    - ¿Y tu madre?

    - Katrina…mi madre…está en una clínica…-dijo tristemente.

    - ¿Qué le sucedió?

    Antes de seguir, Ichabod preguntó a Katrina.

    - ¿Te dice algo este libro?- preguntó mostrándole el que Rebecca le entregara a través del joven Masfat.

    - Sí…es su libro de magia…pero…¿cómo fue que te lo dio?

    - No lo sé…pero dime…¿sabes por qué lo haría?- insistió Ichabod como si supiera que Katrina estaba al tanto de los secretos que hacían de su vida un peligro a causa de lo sucedido.

    - Sólo sé que…no te lo habría dado…si tu vida no estuviera en sumo peligro…y no sólo por causas humanas…sino sobrenaturales.

    Ichabod tembló. La sangre se heló en sus venas y se apoyó en el diván para no desmayarse. De pronto, le había parecido verse en un ataúd a punto de ser sepultado.

    Katrina lo hizo volver:

    - ¿Cuándo te lo dio?

    - Hace un rato…no sabes lo que hecho para poder estar aquí antes de que van Garret intentara algo contigo…

    - Te pregunto por los movimientos de la luna…

    - No me percatado de ello…

    - Hoy es luna nueva, ichabod…-observó Katrina con sumo temor.

    Vermont por fin pudo acceder a una parte importante. En un viejo testamento de los van Garret se hacía mención de aquel objeto. Era necesario conocer la identidad de quien pudiera haber sido el supuesto asesino y cuál sería el paradero de aquel objeto evidencia del asesinato.

    Tras buscar en diferentes fuentes, encontró un almanaque con el árbol genealógico de los van Garret. Todo apuntaba a que la maldición era tan sólo un pretexto. El verdadero asesino no estaba donde las evidencias aparecían. Los van Tassel eran bastante supersticiosos y probablmente se dejaron amedrentar con una falacia como la de la maldición. Un trasfondo menos sobrenatural pero vinculado a él hacían la diferencia.

    - Ahora sabré el nombre del asesino- dijo sin más, cuando unos pasos irrumpían en la estancia desconcentrándolo…
     
  13.  
    Andrea Sparrow

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    [Sleepy Hollow] La pesadilla de Ichabod Crane [Long-fic]
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    Cap. 33 El asesino


    Vermont buscaba afanoso en aquellos papeles el nombre de quien desatara aquel lío de la maldición oculta que hiciera de los van Tassel objeto de vejaciones y burlas por parte de sus parientes más cercanos.Por fin estaba ante sus ojos una verdad que ni los mismos van Garret y van Tassel más veteranos conocían del todo o no estaban dispuestos a revelar. Sin embargo aquellos pasos lo turbaron, y cuando aquel nombre estaba por aparecer, ante sus ojos una voz femenina lo interrumpió:

    * ¡Váyase!

    Vermont se asustó y se incorporó:

    -¿Quién?- preguntó con bastante temor.

    -¡Váyase, le he dicho!- contestó aquella voz impregnada de seguridad y a la vez de angustia.

    Vermont dejó el escrito en una mesa de madera capitoneada, que era por lo demás vetusta y poco firme. El crujir de la madera se confundió con los latidos de su corazón.

    Luego, sus propios pasos lo hicieron sentir que quien lo reconvenía a marchar no tenía la menor intención de agredirlo. Hizo silencio y escuchando los latidos de su propio corazón asió la perilla de la puerta y con valor encontró frente a él a Jelly.

    -¡Jelly! Me asustó usted sincerándose más tranquilo.

    -No podía decirle nada….es muy arriesgado que estén usted y el condestable aquí.

    -Hemos venido por dos motivos de suficiente peso, y no pienso irme sin terminar lo que empecé: sin llevarme lo que estoy casi seguro de encontrar.

    - Señorita, por favor…un poco de sensatez de la que a usted le sobra…no haga que se precipite una tragedia por un arranque de intransigencia de su parte…suficiente ya con lo que ha pasado a la madre del condestable Crane.

    - ¿De qué habla?- preguntó Vermont.

    -No se lo ha contado, por lo que veo…

    -No…supongo que ha sido por falta de tiempo- añadió Jelly- o tal vez…

    - Tal vez…porque es demasiado grave…Jelly…van Garret cada vez se hunde más…y más…


    En tanto Ichabod seguía huyendo de la mirada furtiva de van Garret que insistía en buscarla para estar con Katrina con mayor intimidad. Poco a poco Ichabod hizo lo conveniente para alejar a Katrina lo suficiente de van Garret hasta que quedaron en un pasillo un tanto oscuro pero que daba directamente hacia la habitación que la señora Crane ocupara en la casa van Garret en ese horrible destierro.

    Ichabod estrechó la cintura de Katrina con sumo amor y dijo a su oído:

    * Así quería tenerte

    * Ichaobod- suspiró Katrina al sentir el aliento del condestable tan cerca de ella y la suavidad de sus palabras en su oído.

    Ichabod hizo acopio de valor y su aliento fue rozando lentamente la barbilla de su esposa y volviendo a su nariz la rozaba haciendo delirar a Katrina. Ella sólo percibía aquellas sensaciones tan perfectas que erizaban su piel y la hacían imaginar lo que tenía Ichabod en mente hacer en esos momentos.

    * Hace tanto que no rozo tu piel, mi amor…que no hundo mi nariz en tu blonda cabellera…en tu breve cintura…en el aroma de tu cuerpo…en los latidos de tu corazón…

    * Ichabod…

    Entonces no hicieron falta las palabras. Ichabod besó a Katrina con suma ansiedad, apenas rozando sus labios mientras ansiaba internarse en su boca y saborear cada punto de ella…sentir y degustar la miel del amor enredando su lengua con la de Katrina hasta perder el sentido. Y así fue…al poco rato las prendas fueron dejando el camino libre para poder dar paso a su candente amor…al fuego que sus corazones deseaba hacer arder. Entre sonrisas y besos la cama esperaba por ellos. La camisa blanca de Ichabod y la seda que malcubría el cuerpo de Katrina se besaron…la seda se alejó entre suaves e intensas caricias hasta que su piel se unió por completo en un cálido abrazo que los enardecía. Ichabod recorrió sin piedad los pliegues del cuerpo de su amada…parecía la primera vez que lo hacía…quería ser delicado y tierno y a la vez apasionado y salvaje. Tal conflicto de deseos fueron entendidos por ella que, remolineando la cabellera negra del condestable gemía ante los espasmos de placer que la embargaban…Ichabod se internaba en aquel rincón suave y húmedo que añoraba la presencia fuerte y ansiosa de su esposo. Y en cuanto la mente dejó paso al blanco interno…cuando se hizo el silencio…Ichabod se hundió en aquella cavidad dulce y femenina arrancando un Te quiero ardiente y amoroso…el tiempo desapareció…sólo su amor…su hijo estaba ahí…dormido…seguro de saber que sus padres veían por él y que se amaban…que pronto ese infierno terminaría. Ichabod repetía en los castos oídos de Katrina mil veces te amo hasta sentir que estaba poseyéndola hasta el paroxismo…gemía y repetía:

    * Soy tuyo…tuyo Katrina…siénteme…todo tuyo, mi amor…-dijo entrecerrando los ojos y entregándose al delirio de ese momento.

    * Y yo tuya…sigue…amor…sigue.

    Ichabod se movía cada vez más rápido pero de forma precisa y efectiva haciendo del cuerpo de su amada un altar. De pronto la fuerza de sus movimientos consiguió el culmen exquisito que los hizo subir al cielo y bajar de golpe.

    * Ahhhhhh!- gimió Ichabod entre los brazos de Katrina que estrechó la espalda de Ichabod llorando de emoción cuando su cuerpo miró las estrellas centelleantes junto a su cama.

    El tiempo avanzaba y ellos, recostados y abrazados en uno solo, deseaban que la noche se hiciera larga.

    De pronto un golpe en la puerta alistó a los esposos.

    * ¿Quién?- preguntó Ichabod.

    * Yo…Vermont…-dijo suavemente el conde- no se asuste…ya tengo lo que vinimos a buscar.

    * Gracias, señor conde…

    * Trataré de salir sin ser visto…tenga cuidado…

    * Lo tendré- añadió Ichabod.

    Jelly lo sacó con cuidado de la casa para que van Garret no sospechara. El conde dijo a Jelly:

    * Señorita…Dios quiera que encuentre usted una gran felicidad pronto…se la merece…es usted un ángel.

    * No diga eso, señor conde…vaya…que la viuda Martin debe estar esperándolo muy preocupada.

    Una gran sonrisa se dibujó en el rostro del conde quien abandonó la casa van Garret bastante presuroso.


    Van Garret trató de encontrar a Katrina. El joven Masfat comentó:

    * Señor van Garret…la señora Katrina debe estar en la cocina tal vez…

    * Iré a buscarla…usted vaya a su habitación si la encuentra y dígale que quiero hablar con ella.

    * Se lo digo…

    Van Garret se dirigía al cocina pero encontró el pasillo que daba a la biblioteca. Un impulso lo hizo ir hacia allá. Le parecía raro pero fue…y encontró uno de los cajones abiertos. Revisó si no faltaba nada…pero se percató que aquel libro enorme que tanto había guardado no estaba en los estantes…el espacio estaba ahí…alguien había entrado. Jelly podría ser quien pagara las consecuencias.


    Jelly volvió a la cocina. Masfat la vio pasar y dijo.

    * Leonor?

    * Joven…¿qué ocurre?

    * Van Garret…está buscando a Katrina.

    * No…esta ocupada con el condestable…

    * Dios mío…espere joven Masfat…tenga…

    Le entregó un frasco con una sustancia extraña.

    -Pongale unas gotas en la bebida…lo harán perderse hasta mañana.

    - Yo por mí le ponía el frasco entero…gracias Jelly.

    Masfat se llevó el frasco dispuesto a hacer dormir como fuera a aquel maldito hombre.
     
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    Andrea Sparrow

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    [Sleepy Hollow] La pesadilla de Ichabod Crane [Long-fic]
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    Cap. 34 Salvación temporal.

    Cuando Masfat bajó dispuesto a hacer dormir a van Garret, el juez llegó a la casa. El viejo desistió de las intenciones de tomar a Katrina en ese instante debido a la inminente llegada del juez.

    Ichabod sabía que corría demasiado peligro. Entonces decidió vestirse y dejar a Katrina y a Mandalay con cuidado.

    * Tengo miedo…-expresó Katrina.

    * No te preocupes- dijo Ichabod tras besarla de nuevo- todo está bien, amor…necesito bajar…necesito saber qué es lo que pasa con él…sé que Masfat y Jelly se están arriesgado mucho para que nosotros podamos tener un poco de tiempo uno al lado del otro…para poder estar juntos este tiempo que parece estamos robándole a la vida de forma más que injusta…

    Katrina lo abrazó y dijo:

    * Procura que no te vean…espera que van Garret se haya dormido y sales.

    * Está bien…lo haré por ti y por el niño- dijo con decisión.

    En tanto van Garret llegó al despacho y recibió en audiencia privada al juez.

    * Señor juez…me alegra que haya venido a la reunión.

    * Pues realmente…a reuniones como ésta no estoy acosumbrado…-dijo el juez- pero insistí en venir…porque…estoy interesado de manera particular y casi personal en el juicio Crane…y necesito pruebas que puedan demostrar la culpabilidad de Ichabod Crane y de alguna forma también hacer notar las causas por las cuales estaba tan interesado en asesinar al abogado Martin.

    * Pues…yo tengo elementos para ello…y no sólo eso…tengo evidencias de que Crane está también interesado en borrar toda evidencia.

    * ¿Por qué lo dice, señor van Garret?- insistía el juez.

    Para entonces Ichabod ya estaba cerca del despacho y escuchaba con atención lo que van Garret decía a aquél.

    * Verá…me acabo de dar cuenta que alguien…estuvo aquí y robó una evidencia que era de mucho peso para el caso…es una reliquia de familia que tiene información importantísima para las dos familias.

    * ¿Y por qué supone que fue el condestable quien la robó?- preguntó el juez.

    Fuera, Ichabod decía para sí:

    -¡Maldito! No tienes vergüenza…¡cómo nos has hecho daño!

    - Supongo- continuaba van Garret- que lo hizo porque está interesado en que no haya dudas acerca de la información de los van Garret y van Tassel…mostrando esas evidencias puede tratar de disculpar su interés en asesinar al abogado que conocía muchos secretos de las familias de Sleepy Hollow y usarlos en su propio beneficio.


    El juez comenzaba a dudar…¿sería en verdad cierto que Ichabod era capaz de alguna atrocidad?

    Ichabod avanzó despacio por la duela del piso. Trató de salir para que van Garret no percibier su presencia, pero cuando salía un rechinido lo hizo contener la respiración y ponerse nervioso. Tuvo el alma en un hilo…de pronto su corazón se detuvo…la vida se quedó en suspenso en ese instante, parado allí, sin poder hacer nada…

    Van Garret escuchó el rechinido.

    -¿Lo ve, señor juez?- dijo éste.- Alguien está interesado en buscar en mi casa…y no estoy dispuesto a permitirlo.

    Ichabod estaba más que nervioso…si van Garret salía en ese instante lo descubriría. Pero Jelly llegó entonces y lo llamó.

    * ¡Condestable! –dijo en voz baja- por aquí…

    Ichabod alcanzó a notar a Jelly que le indicaba el camino por donde salir. Entonces avanzó con cuidado por una escalera que daba a las caballerizas.


    Van Garret y el juez salieron del despacho y trataron de seguir el ruido. Masfat se dio cuenta que van Garret estaba cerca pero al ver al juez notó que van Garret no iría al cuarto de Katrina, sabía que era el último lugar que el hombre visitaría en ese momento.


    Ichabod salió hacia la caballeriza. Jelly respiró hondamente.

    * Condestable…¿qué hará ahora?

    * Ver a Vermont enseguida…tenemos que dar completamente con el secreto de los van Garret y van Tassel…y de paso armar mi defensa.

    * Entiendo…me alegra que haya podido salir con bien.- dijo Jelly.

    * Gracias, señorita Jelly- dijo Ichabod- pero…aún temo por Katrina.

    * No se preocupe…-repuso Jelly- mientras yo esté aquí nada le sucederá a la señora Katrina y al niño.

    Los ojos de ichabod se cristalizaron. Luego dirigió una mirada al balcón y lanzó un beso a Katrina y a su hijo.

    * Amor…pronto vendré…te lo juro.

    Se dirigió a su casa. Ahí la viuda Martin dormía en la habitación que había sido de Rebecca. Ichabod se quedó en la puerta a la expectativa…recordó los momentos en que ella dormitaba sin ningún problema…y ahora…en aquel hospital…su corazón se hizo pequeño, con una nuez…

    -¿Le pasa algo, condestable?


    Ichabod por primera vez tenía miedo…pero un miedo terrible…que movía las fibras más fuertes de su corazón…miedo y odio…un odio impotente que podía llegar a enfermar a cualquier mortal.

    * ¿Qué le sucede, Ichabod?- preguntó de nuevo el conde Vermont

    * Nada…es que…van Garret hizo algo…terrible con mi madre.

    * Cuéntemelo, por favor…téngame esa confianza…Jelly algo me contó pero no se atrevió a contármelo…

    Ichabod relató lo que van Garret había realizado, la vejación de la que su madre había sido objeto por parte de ese horrible hombre. Vermont se llevó las manos a la cabeza y dijo:

    * Maldito…pero ¿sabe? Esto es demasiado grave, condestable…demasiado…esta vez van Garret está cavando su tumba poco a poco…

    Crane insistió.

    * No se lo conté para que nos venguemos de Van Garret.

    * Condestable…lo que ese hombre hizo es un grave delito…no lo va a dejar pasar…

    * Claro que no- insistió Crane- pero tampoco voy a agarrarme de eso para atacarlo…no puedo ser tan subjetivo, señor conde…no puedo hacerlo…la vida de mi madre es tan importante para mí…tiene que ser algo de más fondo…y para eso era necesario buscar lo que usted encontró…

    * Sí…así es…tengo en mi poder una información muy importante que proviene de una época mucho anterior a nosotros…desde la fundación de Sleepy Hollow. En ella se echa de ver que la supuesta maldición es sólo una falacia, no existe tal, pero esa información está tergiversada, fue confundida con el miedo y la superstición…

    * ¿Es en serio?- preguntó más tranquilo.

    * Cierto…-dijo el conde Vermont- en un momento se lo muestro.

    Cuando se lo iba a mostrar un viento helado hizo presa de la región. Vermont se quedó con la mirada perdida. Las luces se apagaron. A Ichabod se le heló la sangre en las venas. De pronto

    los cascos de aquel caballo volvieron a escucharse…el Caballero Sangriento volvía a hacer su aparición.

    En el hospital donde Rebecca estaba ella pudo escuchar un sonido aterrador. La mujer se despertó bañada en sudor. La enfermera que la atendía la llamó:

    * Señora…¿se siente usted bien?

    * Ya viene…-dijo Rebecca- ya viene a cobrar la sangre que por tanto tiempo ha buscado…hay que hacer algo…antes de que lo haga…

    La enfermera pensó.

    * Esta mujer se está volviendo loca…
     
  15.  
    Andrea Sparrow

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    [Sleepy Hollow] La pesadilla de Ichabod Crane [Long-fic]
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    Misterio/Suspenso
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    41
     
    Palabras:
    1513
    Cap. 35 Rebecca Crane



    Mientras Crane permanecía en su casa, Rebecca en el hospital continuaba teniendo alucinaciones terribles. El jinete decapitado seguía atormentándola en sueños, las visiones eran complejas y duras de interpretar; sin embargo, ella conocía perfectamente el fundamento de tales pesadillas…conocía la naturaleza oscura de lo que en su mente se desarrollaba. Y lo que más le preocupaba era que no había forma precisa de explicárselo a Ichaobd…era necesario e indispensable que el condestable Crane estuviera al tanto de las visiones que había tenido, pero no sabía del todo a quién recurrir que fuera de confianza.

    Ichabod junto al conde Vermont se quedaron a la expectativa. Crane temblaba como una hoja y Vermont también estaba algo asustado.
    -¿Escuchó usted eso, condestable?- preguntó el conde.
    - Sí…la…lamentablemente…sí- dijo tragando saliva.
    - No se asuste, señor Crane…estoy seguro que alguien está manipulando al Jinete para que sea capaz de amedrentarnos…pero no lo va a conseguir…mientras tanto, hay que esconder estas evidencias…en cuanto podamos debemos empezar a revisar el caso. Usted indíqueme un lugar que considere conveniente para guardar estos documentos.

    Lo hizo subir a una pequeña habitación y allí en un baúl viejo guardaron dichos documentos. Crane pensaba que tal vez no era el mejor lugar pero estarían más que seguras esas evidencias.
    - Gracias, condestable- dijo Vermont- gracias en nombre de Martin, y en nombre de ella…
    - No tiene nada que agradecer…al contrario…soy yo quien está agradecido con usted por ayudarme en esto…-dijo Crane.

    En tanto Ichabod siguió conversando un rato con Vermont acerca de cómo había encontrado semejantes pruebas, contó a Vermont también que Katrina se quedó durmiendo en la misma recámara donde horas antes habían estado y la forma en que había salido de la habitación y lo que había escuchado decir a van Garret y al juez.

    - Avancé lentamente por unas escaleras que estaba en la parte de abajo. Todo era oscuridad y el olor a humedad se impregnaba en mi nariz. Traté de acostumbrame a la ausencia de la luz y toqué una de las paredes. Estaba recubierta de brea. Cada vez que pisaba un escalón la madera crujía espantosamente y los chillidos de las ratas…helaban mi sangre…

    El temperamento asustadizo del condestable era demasiado sensible a ese tipo de situaciones, provocando que con demasiado sigilo revisara los puntos del lugar para descubrir qué había debajo y luego subir a alguna parte de la casa.

    Mientras tanto, el juez y van Garret terminaban aquella conversación.
    - Llegaré hasta las últimas consecuencias…no dejaré que nadie trate de burlarse de mí, mucho menos Ichabod que fue capaz de matar al abogado Martin con tal de quedarse con las propiedades.
    - Me retiro- dijo el juez- creo que no he venido en buen momento.
    - Claro que sí, señor Juez- añadió van Garret- creo que no pudo venir en mejor ocasión. Usted es testigo que alguien está espiando en mi casa y eso es un delito…su usted gusta puede quedarse a la celebración, por mí no hay ningún inconveniente.

    Pero el juez escuchó las risas lujuriosas de algunos de los asistentes. Por un momento sintió fastidio y algo de náuseas.
    - No tengo tiempo hoy- añadió el juez- en otra ocasión vendré con más detenimiento.

    En cuanto el juez salía van Garret llamó al joven Masfat insistentemente. Esperó unos breves segundos y luego escuchó su voz:
    - Masfat…vigile un momento a la gente, voy a hacer algo importante…enseguida vuelvo…

    Tras el relincho del caballo del Jinete el condestable Crane volvió a a alarmarse y dijo a Vermont.
    - Tengo que volver a la casa de van Garret…tengo mucho miedo por Katrina y mi hijo.
    - Vaya…en cuanto vuelva revisamos los documentos.
    - Está bien, señor conde…está usted en su casa.


    Masfat sabía perfectamente lo que van Garret tenía en mente hacer. Subió las escaleras que llevaban al cuarto de Katrina y tocó la puerta.
    -¿Condestable?- preguntó por fuera.
    -¿Masfat?- contestó Katrina.
    -¿Está usted con el condestable Crane?- preguntó Masfat.
    - Acaba de bajar, joven Masfat.
    - Van Garret no tardará en venir hacia acá…si lo encuentro primero lo dormiré antes de que pueda hacerle algo a usted, al niño o al condestable.
    -Leonor está atendiendo a los invitados…cuide de ella también, por favor…

    Katrina se preocupó en demasía. Sin embargo razonó sobre las posibilidades. Van Garret debía tener demasiada suerte si lograba hacerle algo a alguno de ellos. Solamente podía hacerle daño a uno a la vez, así que primero debían cuidarse ella y el niño…Ichabod si estaba cerca. De alguna manera, Masfat era el elemento clave para evitar una tragedia.

    Crane trató de volver a la casa ingresando por un sótano. Pasó por las asquerosas escaleras por lo menos para despedirse de Katrina y de su hijo. Comenzó a subir con dificultad cuando notó que Leonor llegaba justo a tiempo al lado de Katrina y escuchó cuando le decía que van Garret no estaba en la casa. Prefirió no volver para no perjudicar a las dos y fue avanzando más aún por aquella escalera tan horrible.

    Más abajo el hedor era prácticamente insoportable. Lo más probable era que estuviera cerca de una cloaca. Se cubrió el rostro con un pañuelo y notó que el pasillo daba precisamente a los desagües; sin embargo, descubrió una pequeña puerta de madera que estaba mal cerrada y bastante enmohecida. Al ver que era de madera usó un trozo de metal que estaba cerca como palanca y con todas sus fuerzas jaló hacia él venciendo la entrada. Así puedo penetrar en aquel rincón tan oscuro. Lo que encontró lo dejó verdaderamente helado. En aquel lugar se encontraba un cuarto de torturas; un potro en la parte central, un triturador de huesos, un trepanador, una pila de agua helada, una máquina horrenda para serrar y un casco con púas que traspasaban las sienes.

    Trató de no desmayarse. El espectáculo era verdaderamente criminal. Demasiado para ser soportado por cualquier ser humano dotado de sangre en las venas.

    Revisó si había vestigios o señales de algo que pudiera servirle de evidencia. Sólo algunas inscripciones en latín y los dibujos de los instrumentos de tortura permanecían intactas.

    Ya dentro se encontró frente a frente con un par de caballos y se ocultó cuando escuchó otro ruido. Alguien avanzaba ruidosamente pisando la paja. De pronto, un grito de susto se escuchó en labios de Ichabod.
    -¡Condestable! ¡Aquí está usted!- dijo Masfta controlando su propio temor:
    - Joven…Masfat…no sabe…cómo me alegra verlo en estos…momentos- afirmó respirando hondamente el condestable.

    -¿Qué hace aquí?- insistió Masfat.
    - Vine a dar a las caballerizas- indicó Crane más tranquilo, pero no tiene una vaga idea de lo que acabo de descubrir.
    -¿Tan grave es condestable?- preguntó el chico Masfat con los labios temblorosos.
    - Más de lo que usted se imagina…

    -Venga, le ayudo- dijo incorporándolo.
    - Gracias, joven Masfat- añadió Crane sacudiéndose la ropa.
    -¿Qué hará ahora?- preguntó.
    - Necesito uno de los caballos de van Garret…voy a la clínica que está en las afueras de Sleepy Hollow…voy a ir a ver a mi madre…-dijo con suma tristeza.

    Van Garret tras despedir al juez tomó su propio caballo y lo siguió. El juez se sintió un poco nerviosos…le pareció que alguien lo seguía…casi podía escuchar las pisadas del caballo detrás de él. Avanzó un poco más rápido y de pronto un viento helado circuló por los alrededores.

    La fuerza de aquella loca carrera se acrecentó y el juez corrió con fuerza pero logró tomar el camino de la derecha. Otra persona se cruzó con él en el camino.

    El jinete sin cabeza avanzó con rapidez y con un solo tajo de su hacha cobró la vida de alguien más.

    Van Garret muy seguro volvió y se acercó presuroso. De pronto encontró a la víctima sin cabeza. La cabeza rodó a unos pasos de allí. Se acercó para reconocerla. Era la cabeza del nuevo reverendo del pueblo.

    Crane llegó sin dilación a la clínica. Pidió al médico hablar con Rebecca. El doctor lo hizo pasar.
    Cuando se encontraron, la escena fue más que conmovedora. Ichabod derramó un para de lágrimas en el regazo de Rebecca en cuanto estuvieron solos en la habitación a al que sólo una pequeña rendija permitía la entrada de un destello de luz:
    - Madre…no sabes la falta que me has hecho…
    - Mi pequeño- dijo ella acariciando los cabellos del condestable.

    El silencio reinó un momento en la habitación.

    Rebecca fue quien lo rompió:
    - ¿Cómo están Katrina y el niño?
    - Bien…pero aún corren peligro.
    - Lo sé…lo sentí hace un rato…el jinete volvió a cobrar otra víctima…
    - ¿Cómo es que lo sabes?- preguntó Ichabod.
    - Hijo…soy aliada del Jinete…he hecho un pacto con él, para defenderte y defender a tu familia…
     
  16.  
    Andrea Sparrow

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    [Sleepy Hollow] La pesadilla de Ichabod Crane [Long-fic]
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    Misterio/Suspenso
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    1389
    Cap. 36 Amarga confesión


    Ichabod Crane se sintió más que abrumado por esa revelación que no esperaba. No…verdaderamente no lo esperaba. Dentro del cúmulo de situaciones que estaban sucediendo y ponían en riesgo su tranquilidad y su felicidad, así como la de su nueva familia, esa er ala posibilidad que ni remotamente había imaginado.
    Rebecca observó a su hijo con ojos de ternura. Trató de ver en él al pequeño que año antes truviera entre sus brazos, pero no lo encontró. En su lugar habló a un joven condestable serio y angustiando que buscaba la respuesta a muchos enigmas y la solución a un conflicto de vida o muerte. Eso no era lo que quería para él. Parte de la culpa era suya, o al menos así lo consideraba, por su debilidad y su tendencia a buscar la verdad a la luz de lo esotérico, generando en su hijo un espíritu demasiado sensible. Pero también era de su padre, Linnus Crane, por ser tan duro y regio al grado de limitar al muchacho en muchas situaciones de su vida sin permitirle descubrir por sí mismo su responsabilidad en la naturaleza y su manera de ver las cosas que en ocasiones no tienen suficiente explicación. En cualquier caso, ya no había nada que hacer; Ichabod era como era y eso no lo iba a poder cambiar. Sin embargo tuvo miedo de él, de su reacción ante aquella cruel e increíble confesión. Por un momento no fue capaz de ver cuál sería la reacción de su hijo en aquel momento, todo podía suceder
    Ichabod respiró hondamente, se llevó una mano a la cabeza y otra la recargó sutilmente en la pierna izquiera mientras sentado en la cama junto a Rebecca analizaba lo que tenía frente a sí.
    - Simplemente…no lo puedo creer- se limitó a decir.
    Para Rebecca esto fue un balde de agua helada. Hubiera deseado que Ichabod reaccionara violentamente o se hubiera descargado en lágrimas o en enojos, para así darse cuenta inmediata de lo que pasaba por la cabeza de su hijo. Pero aquella pueril respuesta que dejaba una puerta abierta a cualquier conclusión, era lo más desconcertante que había visto en la personalidad de su hijo. Entonces comenzó a llorar y dijo.
    -¡Perdóname, Ichabod! Perdóname…por favor…tuve que hacerlo; pero no me dejes así, sin saber realmente qué piensas. Sólo quiero que sepas que lo hice por ti y por tu familia; lo que más deseo es saber que ustedes están fuera de peligro. Es lo único que me motiva para seguir viva.
    Ichabod por respuesta abrazó a su madre contra su corazón, besando su cabellera y diciéndole tiernamente:
    - Claro que te perdono, madre…lo único que sé es que vamos a salir de esto…todos y bien…porque no dejaré que ese monstruo infernal te dañe a ti tampoco.

    Rebecca se tranquilizó. Después de todo, parecía que realmente había inculcado en su hijo la nobleza de sentimientos y de alguna forma un carácter a prueba casi de toda dificultad.
    - Pero…lo que aún no entiendo- dijo Ichabod- es qué clase de trato hiciste con el jinete.
    Rebecca hizo una pausa y explicó:
    - Recordarás que hace tiempo fui secuestrada…pues bien, la vieja bruja que me llevó con ella, lo hizo por órdenes de van Garret. Ella sirve a viejo, y manipula al Jinete, pero sus poderes son limitados. Para favorecer algunos de sus conjuros, la bruja necesita de la magia blanca, la cual desconoce. Ella está buscando realizar un magno sacrificio para lograr que el Jinete regrese de donde vino…pretende cobrar la vida de su hermana.
    - Pero tengo entendido que ella la mató- dijo Ichabod.
    - No…eso fue lo que ella pensó pero n ofue así; la hermana de la madrastra de Katrina está “viva”…y ahora quiere vengar el que su hermana estuviera en poder del jinete.
    - Entonces, van Garret le ha ofrecido pagarle bien a cambio de que ese sacrificio lo cobre en…
    - Tu propia persona…o en uno de los tuyos…
    - Y así él podría cobrar la herencia de Katrina…-concluyó Ichabod Crane.- Lo que sigo sin entender es qué clase de pacto hiciste con él.
    - Le ofrecí mi persona a cambio de la tuya…de la de Mandalay…no puedo dejar que el Jinete intente acabarlos…
    - ¿Sabes cómo piensa cobrar nuestras vidas? – preguntó el condestable.
    - A través de un sacrificio de sangre, que no se ha realizado porque…aún falta algo.
    - ¿Qué…cosa?- insistió Ichabod muy nerviososo.
    - Que…van Garret tome a Katrina como mujer…
    Ichabod se levantó y recargó su cabeza contra el dorso de su mano contra la padre.
    - Pero…¡esto es demasiado! Entonces el interés de van Garret en que sea juzgado por asesinato es sólo para tratar de realizar todo legalmente sin que parezca un asesinato...y para dejar a Katrina completamente indefensa…lo e la parte del Jiente una autoridad judicial claro que no lo creería…-repuso el condestabla al fin.
    Rebecca suspiró e Ichabod continuó:
    - Pues no sé cómo tenga qu ehacer pero no voy a permitir que el Jinete cobre ese trato con tu vida, habrá que hallar otra solución, pero el Jinete no tocará ni un solo cabello de las personas de mi familia y de quienes tanto me han ayudado.
    Mientras tanto Jelly conversaba con Katrina después de la “fiesta2 que ofreciera van Garret.
    - Me alegra que ese hombre no le haya causado ningún año.
    - Gracias a usted, Jelly…o Leonor- dijo con una sonrisa.
    - Sí, señora Katrina…usted puede llamarme como usted quiera..y me tranquiliza que aún ese hombre no se haya atrevido a lastimarla…como a…
    - ¿A quién?- preguntó Katrina pues ella aún no sabía lo que había sucedido con la madre de Ichabod.
    - Señora…es difícil…van Garret…ultrajó a Rebecca…está en una clínica…el condestable fue para allá.
    Katrina se angustió. Eso era demasiado. ¡Cómo debía estar sufriendo Ichabod por ella!
    - Esto es…inaudito- dijo por fin estallando en lágrimas.
    - Le traeré un té- observó Jelly saliendo y cerrando la puerta.
    Abajo encontró a Masfat que esperaba a que volviera van Garret.
    - ¿Dónde está el viejo?- preguntó.
    - Aún no ha vuelto, Salió rápidamente en su caballo y no ha regresado.
    El relincho del Jinete aún se escuchaba de nueva cuenta. Jelly tembló y Masfat se asustó.
    - Esto…es demoniaco…¿qué hacemos?- preguntó el joven Masfat.
    - Espera a que llegue van Garret…yo iré a encerrar a la señora Katrina tras llevarle la bandeja con la cena y el ´te….¿tienes las gotas?- insistió Jelly.
    - Sí…aún las tengo…la llegada del juez impidió que se las diera.
    - Dámelas…le daré la cena y aprovecharé para dormirlo…cuando el viejo se haya dormido ya avisa al condestable…¿quieres?
    - Sí, Jelly- repuso el joven Masfat.
    En tanto el conde Vermont seguía en casa del condestable esperándolo. La viuda Martin reposaba en la habitación. Vermont llegó hasta ella y al verla despierta le dio un suave beso en la frente y dijo:
    - Linda…¿dormiste?
    - Tuve muchas pesadillas…tengo miedo…
    - No lo tengas…yo no dejaré que nada malo te suceda…ya pronto pasará este infierno…yo sé lo que te digo…es demasiado y no puede durar tanto.
    Entonces la besó apasionadamente y la recostó sobre la cama. Poco a poco la ternura de sus besos lograron que se despojara de la ropa mientras la viuda acariciaba su pecho entre la camisa…él descubrió lentamente su cuerpo y acarició con suavidad cada centímetro de su piel…sus labios se posaron en los pliegues de su fisonomía inundándola de amor y placer. Aquel momento intenso duró un par de horas hasta que la noche entró sin dilación.
    Mientras, Ichabod se despedía de su madre.
    - Rebecca Crane…te juro por la vida de mi famiiia que ni a ti ni a ellos les sucederá nada…
    - Hijo…lee el libro de magia que te di…ahí encontrarás…muchos de los secretos que no he podido revelar pero creo que es momento de que empieces a conocerlos todos.
    Ichabod asintió con la cabeza. Comenzaba el momento de revelar la verdad.
     
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    Andrea Sparrow

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    [Sleepy Hollow] La pesadilla de Ichabod Crane [Long-fic]
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    Cap. 37 Asesinatos y verdades por revelar

    El condestable se reunió con Vermont. El documento que necesitaban para comenzar a develar las mentiras o “verdades” en relación con la herencia maldita de los van Garret estaba ya en su poder…sólo era cuestión de revisarlo a la luz de las ciencias.
    - ¿Está preparado para ver lo que sea?- preguntó Vermont al condestable Crane.
    - Todo- dijo Ichabod- lo que sea con tal de demostrar de una vez por todas quién es responsable en esa situación…la vida de mi familia completa está en juego y no voy a arriesgarme más sin saber en qué terreno estoy pisando.
    Vermont notó un fuego viejo que ardía en los ojos del condestable. Esa faz serena y taciturna pareció iluminarse de pronto…parecía como si varios años se le hubieran venido encima al condestable, pero en lugar de verse más anciano se notase que la edad le sentaba demasiado bien. El conde hizo la observación:
    - Ichabod…está usted muy cambiado.
    - Conde Vermont…la vida de mi madre también está en peligro.
    - Sí…algo me dijo el joven Masfat…
    - No es sólo por lo que hizo van Garret…ella misma cometió un gran error y tengo que librarla de eso…aunque no sé cómo.
    - Ya habrá tiempo, condestable Crane, sólo es cuestión de tiempo…concentrémonos en esta información que es vital para todos, para su libertad y para liberar la memoria de mi amigo y la de quien fuera el amor de su vida…y que ahora lo es todo para mí.
    Vermont asintió. El ver al condestable luchando por su familia le daban ánimos para continuar y demostrar su inocencia y ayudar a que el nombre de su amigo se viera libre de sospechas infundadas.
    Desplegaron el documento cuando de pronto llegó un carruaje que les informaba sobre las exequias del reverendo en turno.
    - Tendremos que dejar esto para después- dijo el conde Vermont.
    - Llevemos el documento con nosotros…es necesario que no pase a otras manos…- observó Ichabod.
    - Lo sé- dijo Vermont- pero hay que ser cautelosos…¿de qué habrá muerto el reverendo…si estaba tan sando?
    Ambos se miraron con cierto recelo…esto era algo realmente extraño.

    En tanto Katrina también se preparaba junto con Mandalay para ir a las exequias del reverendo. Van Garret lo había permitido considerando que era un hombre respetable en Sleepy Hollow a pesar del tiempo que llevaba en el lugar. Pero ya gozaba del aprecio y consideración de los parroquianos.
    Jelly la acompañaría. Katrina se sentía más tranquila. Jelly observó mientras llevaba una taza de té a Katrina y ayudaba a ésta a cambiar a Mandalay:
    - Tal vez…esté el condestable en las exequias.
    Katrina no pudo reprimir varias lágrimas…el sólo hecho de escuchar nombrar el nombre de su esposo la hacía sentir triste y melancólica.
    - ¡Cómo quisiera que esto terminara de una vez por todas, Jelly!- observó Katrina- quiero volver a mi casa, junto a él…con nuestro hijo y con la madre de Ichabod…esto es peor que una maldita pesadilla…una pesadilla que parece no tener final…
    Pero Jelly tenía la esperanza de que pronto las cosas cambiaran de rumbo…era necesario que las mentiras y asesinatos sucedidos recientemente en Sleepy Hollow no quedaran impunes, por el contrario, había que hacer pagar a los verdaderos responsables de las masacres…o al verdadero y Unico responsable…fuera natural o sobrenatural…
    Salieron ambos carruajes en dirección a la casa del reverendo. El del conde Vermont llegó primero junto con Ichabod y entraron a la sala donde hablarían sobre las bondades del reverendo. Poco rato después llegó Van Garret junto con Masfat, Katrina y Mandalay, junto con Jelly.
    Van Garret se reunió con viejos conocidos mientras Katrina y Jelly permanecían juntas. En cuanto Ichabod vio a Katrina cerca sintió que su corazón latía apresuradamente…Vermont tuvo que detenerlo para que no fuera raudo a abrazarla frente a todos.
    - Condestable- dijo Vermont- yo lo entiendo, pero es mejor que no se precipite…ya habrá tiempo.
    - Lo dudo, señor conde…creo que lo que menos tenemos ahora es tiempo…- aseguró Ichabod.
    Katrina y Jelly se sentaron en un lugar preferencial. Van Garret estaba sentado en otra ala de la iglesia con otros amigos suyos.
    - ¿Está aquí Katrina van Tassel?- preguntó el nombre.
    - Sí…¿por qué?
    - Porque no veo al condestable…-dijo aquel joven.
    - Pues…por ahí debe estar…de hecho…creo que tuvo que salir de viaje y me la encomendó…por eso vino conmigo.
    El hombre no dudó de las palabras de Van Garret…después de todo siempre había sido su amigo…parecía no tener idea de lo que realmente ocurría.
    Ichabod se escondió detrás de una cortina mientras escuchaba las palabras amables que se decían sobre el reverendo. De pronto el niño hizo un movimiento hacia donde él estaba, el pequeño lo reconoció.
    Katrina trató de calmarlo y se volvió hacia donde estaba el pequeño y preguntó:
    - ¿Qué pasa, bebé? ¿Qué viste?
    Katrina avanzó con cuidado hacia la cortina y encontró a Ichabod que le indicaba que guardara silencio. El condestable Crane la tomó de la cintura y clavando su mirada aguileña le dio un beso apasionado.
    Katrina apenas pudo sostener a Mandalay y dejó que el condestable la estrechara entre sus brazos.
    - Katry…te extraño demasiado…ya no puedo vivir así..
    - Lo sé…yo tampoco…ya no puedo estar así, viviendo a la fuerza con ese hombre…
    Ichabod se armó de valor y dijo.
    - Hoy mismo te sacaré de esa casa…te lo juro por mi madre…
    En eso escucharon ruidos y tuvieron que separarse.
    Pasó un rato. Ichabod y el conde estaban separados uno del otro para no despertar sospechas. Cuando salían Ichabod llevó a Katrina hacia el otro carruaje y a Jelly hacia el de van Garret. Se cubrieron ambas con un chal del mismo color. Van Garret creyó que se trataba de Katrina. El niño iba con ella, así que no había ninguna duda.
    Sin embargo, Masfat se encargó de llevarse al niño rápidamente hacia la casa del condestable. Katrina bajó del carruaje y se encontró en su casa. Lloró entre los brazos del condestable. Jelly estaba con van Garret quien al darse cuenta que había sido burlado, juró que esta vez sería implacable…pero su presa ya no estaba dentro de su jaula.
     
  18.  
    Andrea Sparrow

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    Escritora
    Título:
    [Sleepy Hollow] La pesadilla de Ichabod Crane [Long-fic]
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Misterio/Suspenso
    Total de capítulos:
    41
     
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    Cap. 38 Una casa…dos amores…


    En cuanto estuvieron juntos, Ichabod y Katrina parecían dos recién casados…aunque realmente tenían poco tiempo de ser marido y mujer. Pero aquellas situaciones dolorosas que los habían tenido separados habían sido un parteaguas en su relación…ahora se sentían más enamorados que nunca y lo que menos deseaban era verse separados nuevamente.
    Ichabod estrechó en sus brazos a Mandalay. El niño le sonrió abiertamente. Los ojos de Katrina reflejados en aquella carita le recordaron dos cosas: el hecho de sentirse feliz…y también la gran responsabilidad que tenía de acabar con todo aquel embrollo…por muy sobrenatural que pareciera.
    El conde Vermont celebraba ampliamente aquel encuentro. Pero sabía que debían tener cuidado…Jelly estaba ahora en manos de Van Garret y Masfat tenía que controlarlo para evitar que algo le ocurriera a la mucama.
    - Me siento responsable- dijo Ichabod a ambos- creo que hay que asegurar la protección del joven Masta…él es quien ha arriesgado más su vida en este noche…no podremos poner la cabeza en la almohada hasta que sepamos que el joven está totalmente fuera de riesgo.
    - Conincido con usted, condestable…es necesario asegurarnos que el chico Masfat esté seguro de las acechanzas de ese hombre perverso.
    Ichabod entonces consiguió que dos criados de su casa y de la del conde se trasladaran a cuidar de la seguridad de aquel mancebo y ellos estarían al pendiente de lo sucedido.
    La viuda Martin bajó intempestiva al escuchar un carruaje detenerse frente a la casa. Al ver al conde Vermont frente a ella lo abrazó incesante y amorosa. Vermont le regaló varios besos y dijo suavemente.
    - Aquí estoy…para cuidar de ti…conseguí que la señora Crane volviera a su hogar…y tú y yo estamos reunidos de nuevo.
    Ichabod invitó:
    - Si lo prefieren…puedo ofrecerles mi humilde casa para que se queden a descansar. Espero con ello no poner en riesgo a ninguno de los dos.
    - No, condestable. Al contrario, agradezco su gentileza…no nos moveremos…yo me siento comprometido a cuidar también de su señora esposa y de su hijo…así que…usted disponga de la habitación que considere más acorde para la señora y para mí.
    Katrina e Ichabod convinieron en que se quedaran en la habitación de su madre mientras ella no podía volver.
    -Mañana mismo arreglaremos lo necesario para que la madre de usted esté de vuelta aquí- dijo Vermont.
    - Lo sé…mañana lo discutiremos- dijo lanzando una mirada tierna y deseosa a Katrina- debemos todos descansar- dijo suspirando.
    Al poco rato Ichabod dormía entre sus brazos a Mandalay. Aquella escena enterneció a Katrina quien se acercó y dio un beso a su hijo y luego a su marido. Éste devolvió el beso en la mejilla de Katrina y juntos colocaron a su bebé en la cuna.
    Al instante los ojos de ichabod centellearon sobre los de ella…su amada…y tomándola de la mano acarició su blonda cabellera y sus labios saborearon los de su esposa…Katrina estrechó a su esposo entre sus brazos y el amor volvió a nacer en aquella cama que ya los esperaba.

    Ichabod necesitaba sentir a Katrina más suya que nunca…la forma tierna de tenerla hizo de aquel instante y lugar un día en el paraíso. La cadencia de los movimientos de Ichabod en el cuerpo de su esposa era lo más hermoso que alguien hubiera podido plasmar en una pintura. Pero no había necesidad de ello…sólo ellos eran testigos de tanto amor.
    Jadeantes y cubiertos con una sábana…sus cuerpos se estrecharon amorosos y se quedaron dormidos uno sobre el otro con una suave te amo por cubierta.

    En la habitación contigua el conde Vermont también daba rienda suelta al amor que la viuda Martin despertaba en él…la adoraba…era ya todo para él, y por ella estaba dispuesto a luchar hasta los más encumbrados límites. Respetaba y veneraba la memoria de su amigo y por ello, quería brindarle a la viuda todo el amor que podía, por él y por el difunto.
    La viuda se entregó intensa en aquellos fuertes brazos, elegantes y monumentales. El conde, de cuerpo fornido la estrechó y ella se perdió entre su cuerpo y sus tiernas caricias.
    Cuando el límite de la pasión los envolvió a los dos, sus cuerpos destilaron esa esencia intensa hasta quedarse dormidos juntos hasta el amanecer.
    Muy temprano, Masfat ensilló el caballo de van Garret. Irían a hacer una visita al juez. El momento más difícil para todos se avecinaba.
    En aquel hospital psiquiátrico, la madre de Ichabod había podido utilizar un cuadernillo para escribir un par de conjuros. Consiguió de una enfermera la salida..ésta se la concedió por un par de horas y ella se dedicó a buscar a aquel a quien había hecho aquella horrenda promesa. Pero ahora podía ser diferente. La vida de su hijo y su familia podían verse libres totalmente con sólo su pequeña contribución.
     
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    Andrea Sparrow

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    [Sleepy Hollow] La pesadilla de Ichabod Crane [Long-fic]
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    Para adolescentes. 13 años y mayores
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    Misterio/Suspenso
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    Cap. 39 La gran revelación comienza.

    Era muy de mañana cuando Ichabod y Katrina se despertaron con el llanto de Mandalay. Ella estaba feliz después de muchas semanas de no tener cerca a su joven esposo. El condestable se levantó y acarició levemente la faz de Katrina, apenas creyendo que estaba a su lado, tanto ella como su pequeño hijo. Ichabod Crane respiró aliviado al darse cuenta que no era sólo un sueño. Corrió las cortinas y se acercó a ella regalándole un tierno beso en los labios. Katrina despertó un poco adormilada.
    - Mandalay ya tiene hambre- susurró dulcemente.
    - Sí…así parece.
    El condestable compartió con ella aquel íntimo momento, besando la cabeza de Katrina mientras Mandalay prendía sus pequeños labios al pecho de su madre.
    Pasado un rato Katrina bajó arreglada y miraba con picardía a Ichabod…una leve y pequeña complicidad los unía…Vermont y la viuda Martin también pasaban por un momento similar. Ichabod palmeó al conde mientras desayunaban y pasado un rato ellos fueron a conversar a la sala mientras las mujeres conversaban.
    Katrina jugaba con Mandalay. La viuda Martin hacía cariños al pequeño.
    - Vaya que es hermoso su hijo, señora Katrina…el condestable está feliz con él…
    - Sí…ha tenido mucho miedo por él…-comentó ella al notar cuán bien la viuda Martin se llevaba con su pequeño que le tomaba las manos en actitud amistosa.
    - Si tan sólo mi difunto esposo me hubiera dejado un hijo…
    Katrina la miró con dulzura y añadió:
    - Usted es todavía bastante joven…el conde tampoco tiene hijos y la ama…¿por qué no lo intenta?
    La viuda se sonrojó vivamente y añadió.
    - Es que….no estamos casados…y…
    En eso Ichabod y Vermont irrumpieron en la charla diciendo:
    - Señoras…tienen que guardar la calma…las horas para que el misterio de la herencia y el asesinato de Laurent Martin se aclare…son pocas ya…
    - ¿De cuánto tiempo disponemos?- preguntó Katrina.
    - De cuarenta y ocho horas…mañana es mi juicio- dijo el condestable tembloroso y nervioso.
    Pasado un par de segundos de tensión Ichabod retomó la palabra.
    - La cuestión aquí es…¿cómo vamos a descubrir a Van Garret?
    - ¿Saben algo de Jelly?
    Mientras tanto Jelly estaba encerrada en espera de noticias. Masfat había tratado de convencerlo de que había sido sólo una equivocación suya, pero el viejo no creía aquella historia. Estaba más que seguro que Jelly era cómpice de Crane.
    - Ese estúpido condestable es el causante de mis desgracias…pero la hora se acerca…ya está a la puerta…el caballero Negro volverá a cabalgar…ésta vez por la sangre de un van Tassel…el más importante de todos…el heredero de la Maldición.

    Jelly trataba de escapar. Masfat había tratado de hablar con ella y le había dicho que en cuanto encontrara la mejor manera de salir iría a rescatarla. El conocía un poco mejor aquella tenebrosa mansión.
    Jelly en verdad estaba atemorizada…como nunca antes lo había estado. Temía lo peor y el único consuelo que tenía era que Ichabod y Katrina estaban bien.

    En la casa Crane el panorama era realmente de incertidumbre.
    - Hemos revisado este viejo documento. La vida de Mandalay está en completo riesgo.
    - ¿Por qué?- preguntó Katrina.
    - Sólo puedo decirte por ahora, amor- dijo el condestable- que mi padre también estaba inmerso en este sucio trato…ese cuervo de rectitud resultó ser un buitre de inmensa maldad.
    Katrina lloró junto con el pequeño en brazos.
    - Juro por mi vida- exclamó Ichabod resueltamente- que no dejaré que ni a mi familia ni a ustedes les suceda nada.
    - Sólo nos falta salvar a tu madre.
    - Eso es lo que más temo…-dijo Ichabod- temo que no sea posible…no sé cuáles sean los alcances del trato que hizo con el Jinete Decapitado…por eso…no sé cómo ayudarla.
    Katrina y la viuda convinieron en que entre ellas la ayudarían a salir de ese inmenso problema.
    Jelly por fin encontró de manos de Masfat la salida a aquel agujero donde estaba encerrada. Bajaron por la escalinata circular que daba a las caballerizas y sin que van Garret lo notaran se fueron hacia el hospital psiquiátrico.
    Ichabod y Martin prosiguieron preparando la defensa del condestable…el tiempo apremiaba y la defensa tenía que estar bien fundamentada. De lo contrario, todo saldría mal.
    Mientras tanto Katrina y la viuda se organizaban para buscar la manera de ayudar a Rebecca.
    - Yo conozco de hechicería blanca- dijo Katrina- ella y yo…sabe usted…
    - No es necesario que me de explicaciones que no necesito- dijo la viuda- no la juzgo porque usted es una hermosa persona y lo demás no me interesa.
    - Gracias, señora Martin.
    - Señor Vermont- dijo el conde tras de ellas.- Antes de que algo más suceda…¿quieres casarte conmigo?- dijo dirigiéndose a la viuda.
    - Claro- aseguró emocionada la viuda.- Claro que acepto.
    Ichabod había decidido ir a buscar a Rebecca. Fue sin dilación mientras Katrina ofrecía té a sus amistades. Pero cuando llegó ya no la encontró.
     
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    Cap. 40 El juicio de Ichabod Crane (Parte I)

    Pero…¿a dónde había ido la madre del condestable? Era difícil precisarlo…por lo menos para alguien que no la conociera como él…pero él…su hijo…sabía casi perfectamente dónde la hallaría. Así que se guió por aquel libro que un día su madre le dejara…ese libro de protección al ser amado…similar al que Katrina había usado en aquella ocasión para salvarle la vida ( Sleepy Hollow). Avanzó por aquel hospital psiquiátrico, pero al no encontrar a nadie más que le diera algún indicio del paradero de su madre, interrogó a las enfermeras quienes accedieron a retenerla en caso de que volviera.
    Ichabod se internó en aquel oscuro bosque al que prácticamente nadie quería entrar. Pero era necesario…tenía que enfrentar a aquel ser antes de que éste acabara con la vida de Rebecca y lo dejara huérfano por segunda vez. El condestable era inteligente, tanto como atolondrado, pero cuando se trataba de la vida de quienes amaba, era capaz de todo.
    Katrina comenzó a preocuparse por al vida de Ichabod. Había tardado ya demasiado.
    La futura condesa Vermont dijo:
    - No creo que sea de cuidado, señora…el condestable tal vez se entretuvo con los documentos que necesita para el juicio de mañana.
    - Lo sé…eso es lo que más me preocupa…porque aún no ha abierto el último…el documento definitivo…donde aparece el nombre del responsable de esa absurda maldición.
    En tanto en la casa van Garret, Jelly había buscado ya la forma de deshacerse del viejo. Sin embargo él había usado sus artimañas para tratar de indagar el paradero de Jelly. Por lo menos ella ya estaba con alguien más.
    El viejo van Garret se dirigió a casa del juez y dijo:
    - Señor juez…exijo que se me escuche…tengo pruebas de que el condestable Crane ha estado usándome para sus fines..ahora…escondió a una testigo de peso…
    - ¿A quién?- interrogó el juez.
    - A la criada de la casa Vermont…ella sabía todo respecto al asesinato del abogado Martin…ahora la debe tener en su poder y nos va a hacer creer que tal vez yo la tengo…
    El juez se detuvo un instante y preguntó serenamente:
    - ¿Quiere decir que Crane escondió a la crida del conde Vermont para asegurarse que el secreto no se sepa?
    - Así es…-siguió van Garret.- La criada del conde era informante de éste en cuanto a los…amoríos que lleva con la esposa del difunto abogado en las propias narices de éste…Crane ha permitido y solapado ese amor ilícito…así que ya comprenderá usted todos los intereses que están de por medio y lo mucho que le importan al condestable.
    - Entiendo…-dijo el juez al parecer convencido.- Bueno…pues…espero que el condestable Crane tenga forma de negar todas esas acusaciones…si no…se hará justicia, van Garret.
    - Gracias, señor juez- concluyó el viejo.- Sabía que podía contar con usted…así el nombre de nuestras amadas familias quedará libre de toda culpa y mancha. Con su permiso.

    Ichabod encontró primero a la vieja bruja que esperaba por él para un conjuro de vuelta del Jinete.
    - Mujer…he venido…como se me había ordenado.
    - ¿Qué deseas, buen mozo?- dijo la mujer con voz aguardentosa.
    - Vengo porque…mi madre me dijo que mi sangre forma parte de éste rito satánico…y quiero salvar la vida de ella.
    - Tu madre- dijo con ironía- no tiene salvación…ella misma se comprometió y ahora no podrá salir de ésta…sólo muerta…
    Ichabod trató de entender más de aquel juego de palabras.
    - ¿La necesitas…muerta?
    - Digamos que sí…necesito su sangre para poder convencer al Jinete de acabar con…
    - No sigas…si sólo necesitas la sangre de mi madre…aquí tienes la mía…te sirve igual…llevamos la misma sangre…-dijo sonriendo.
    La bruja trató de detenerlo. Había descubierto sólo una parte del conjuro que tenían que realizar para acabar con la herencia de Ichabod. Mandalay era la otra pieza clave.
    - Aunque tú me dieras la tuya…necesito sangre de un van Tassel…así que…ese no puedes ser tú…
    - Tendrás la sangre que quieres…pero primero…tienes que explicarme para qué la quieres…
    La bruja soltó toda la verdad.
    - El tiempo apremia…así que…ya no tengo nada que perder…tu sangre y la de tu van Tassel son la clave para que van Garret viva por siempre…quiere usarlas para rociarlas en un conjuro sobre el testamento de los van Tassel y con esa sangre apoderarse para siempre de la voluntad del Jinete Decapitado y sembrar el terror en Sleepy Hollow…y más allá de sus fronteras.
    La sangre se heló en el cuerpo del condestable.
    - ¿Pero por qué…la mía?- insistía Ichabod temeroso.
    - Porque…hay un secreto en tu familia que aún debes conocer, pero…creo que no tendrás tiempo…ahora…serás mi prisionero- dijo mientras trataba de ejercer su influencia oscura sobre el joven condestable.
    Sin embargo, Ichabod tomó el libro que su madre le diera. Encontró en breve la página correcta y leyó el conjuro, sudoroso y balbuceante. La bruja comenzó a ennegrecer y gritaba mientras sentía que se ahogaba.
    - Dame ese libro…dámelo, Ichabod Crane…
    Cuando estaba animado a dárselo en una triquiñuela, la bruja misma tomó unas tijeras y estaba a punto de encajarlas en el cuerpo del condestable. El ofreció el libro y de éste salieron inmensas y gruesas gotas de sangre.
    Ichabod huyó como pudo. La vieja bruja entonces conminó al Jinete de nueva cuenta.

    Mientras tanto Jelly y Rebecca buscaban la raíz de mandrágora para un ritual de protección hacia Ichabod y su familia. Escucharon el relincho del Jinete y Rebecca entendió que había llegado el momento de luchar la batalla final.
    La mañana llegó sórdida a Sleepy Hollow. El condestable y el conde estaban ya frente al juez, ante la disposición de que como abogado y acusado debían estar listos con las pruebas fehacientes de que aquél no era culpable del asesinato de Martin.
    Van Garret en primera fila estaba listo para observar aquel espectáculo.
    - ¿Y bien, condestable?- instigó el juez.- Nos quedamos en que…nos presentarían las pruebas necesarias para evidenciar que usted no asesinó a Martin.
    - Y aquí están- adujo el conde Vermont.- Mi defendido, el condestable Crane no fue el asesino del ilustre abogado Laurent Martin, porque…Ichabod no estaba en la casa…tengo una testigo de peso…que pase a declarar mi primer testigo: la viuda del hoy occiso…la viuda Martin.
    La mujer avanzó lentamente por la escalinata y tras el juramento sobre la Holy Biblie, comenzó a declarar.
    Ichabod sudaba. La vez anterior la viuda era la principal acusadora y ahora era la principal testigo.
    Katrina llegó con el niño. Eso puso más nervioso a Ichabod…pero aún estaba seguro de que todo saldría a pedir de boca. Van Garret se relamió los labios con morbo…gesto que Ichabod sintió más duro y ruin que todo cuanto antes pudiera haber hecho aquel hombre.
    - Díganos, señora Martin…¿qué sabe usted al respecto del asesinato de su marido? La ocasión anterior usted misma acusaba al condestable…
    - Por miedo, señor juez…porque…alguien muy poderoso me presionaba para ello…alguien que amenazó con matar a una persona que en todo momento me protegió y fue incondicional de Laurent…el conde Vermont, aquí presente.
    - Entendemos su miedo- señaló el juez- pero detállenos…¿quién es ese hombre?
    - Jeremiah Van Garret…aquí presente…
    El hombre parecía estar muy seguro de lo que sucedía. El cuchicheo en la sala lo ponía nervioso pero respondió con presteza.
    - Esta mujer está loca…seguro producto de la gran pena por la pérdida del abogado Martin…
    - No es verdad…soy testigo de la forma inclemente en que usted amenazaba a mi marido para que le firmara ciertos documentos comprometedores…y le amenazaba también con tomarme por la fuerza si él no le ayudaba. Mi marido se negó y este miserable juró vengarse.
    - ¿Y lo hizo?
    - Sí…por eso…mató a Laurent.
    - ¿Puede probarlo?
    - Claro- dijo ella.- Pregúntele a van Garret si le es familiar esta daga…
    El hombre palideció. La prueba era casi contundente.
     

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