Sine nomine III A orillas de un océano de soledad, rendida en la playa de los sueños rotos, donde el insomnio susurra hoy remotos ecos de velada realidad. Y todo pasa y hasta se olvida el olvido, y mil mariposas de melancolía revolotean esta noche la memoria perdida. Duerme una marea de lágrimas las penas y drena la arena del tiempo el dolor, de todas esas promesas de amor tan falsas como cantos de sirenas. Y todo queda y se abandona el abandono, a la tempestad de un mar de mil momentos agitados por alborotadas olas de recuerdos.