Long-fic Sin saberlo me enamoraste (SesshomaruxKagome)

Bueno, es la primera vez que subo algo aquí y la primera vez que crearé una historia, estoy nerviosa xdd , bueno, espero que les guste y que por favor comenten, se los agradecería mucho.
Sesshomaru y Kagome no están juntos desde el principio, la historia tiene que ver de como se gustan y como se encuentran y eso.. espero les guste y la lean, les repito, porfavor, Comenten!! Gracias si leíste esto
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Capitulo 1. Sin saberlo me enamoraste. SesshomaruxKagome

Todo comienza en una noche como cualquier otra , cuando Kagome junto a sus grandes amigos están caminando con el propósito de encontrar alguna pista que los ayude a acabar con Naraku, aunque por más que buscan, nunca encuentran nada. Deciden dormir, por lo cual encienden una fogata para no sentir frío. Cuando todos dormían dos pequeñas luces despiertan a Inuyasha, se da cuenta que son las acompañantes de Kikyo, sin pensarlo las sigue, pero, Sango despertó y decide seguirlos sigilosamente para ver de que se trata la visita que le hará a Kikyo, también preocupada por su gran amiga Kagome.

Inuyasha: Kikyo.. ¿Qué sucede? –dijo y se sentó al lado de la gran sacerdotisa, quien estaba recostada en un árbol-

Kikyo: Inuyasha.. mi amor.. ¿No me extrañabas? –dijo con su melancólica voz mirándo románticamente a los ojos a inuyasha-

Inuyasha: Yo.. c..claro que sí –dijo y la abrazó, Sango se sorprendió y abrió mucho los ojos dando un paso atrás. Mi querida amiga Kagome, cuanto sufrirá por el estúpido de Inuyasha pensó para si misma Sango-

Kikyo: Quiero decirte 2 cosas. Una es que recuerdes que siempre estaré contigo, siguiéndote, y que al morir, nuestras almas estarán juntas por siempre. Recuérdalo –dijo mirándolo con esa fría mirada, e Inuyasha asintió algo confuso, porque también amaba a Kagome, aunque no fueran nada- Y que, Naraku.. tiene una nueva extensión, así como Kagura y Kanna, pero esta vez es un hombre. –dijo e Inuyasha se sorprendió, Sango también-

Kikyo: Su presencia muchas veces cuesta percibirla, así que debes tener mucho cuidado. –dijo mirándolo fijamente-

Inuyasha: Gracias Kikyo –dijo con media sonrisa- Hace mucho que no sabía de Naraku.. –dijo mirándola con una cálida mirada-

Kikyo: Inuyasha, bésame. Solo a veces puedo mirarte porque estas con Kagome –dijo e Inuyasha se sorprendió-

Inuyasha: Kikyo.. –susurró y Kikyo le tomó la cara con sus dos manos y lo besó tiernamente, Inuyasha no cerró los ojos, pese a que creía que estaban solos, sus amigos aún estaban muy cerca-

Sango: ¡Qué descarado es! –pensó para sí misma, oculta tras un árbol mirando aquel escena, muy enojada-

Kikyo: Creo.. que es él. Está corriendo.. muy rápido –dijo y se separó rápidamente de Inuyasha-

Inuyasha: ¿Qué? –dijo sorprendido- Percibo el olor de Kagura.. Kikyo, quédate conmigo, puede pasar algo –dijo y la escondió detrás de su espalda-

Kikyo: ¡Inuyasha! ¡No vienen hacia acá! ¡Se fueron por esa dirección! –dijo y agarró fuertemente la espalda de Inuyasha mientras apuntaba por donde vino Inuyasha-

Inuyasha: ¿¡QUÉ!? ¡¡KAGOME!! –gritó con desesperación. Sango se preocupó mucho y se devolvió corriendo, pero la criatura fue mucho mas rápida, era más rápida que Koga.-

Sango: Kagome, Miroku, Shippo… espero que estén bien.. –pensaba mientras corría lo más rápido que podía, pero, cuando llegó vió algo horrible. Miroku estaba ensangrentado y Shippo estaba escondido había mucho humo. No estaba Kagome, ¿Dónde se metería? ¿Qué le sucedió? – Su excelencia –le dijo con una voz muy preocupada- ¿Qué le pasó? ¿Se encuentra bien? –dijo y le tomó la nuca para que recostara su cabeza en sus piernas, una lágrima corrió por la mejilla de Sango-

Miroku: No te preocupes Sanguito –dijo con mucha dificultad- Los cobardes nos atacaron por sorpresa –dijo adolorido, con media sonrisa para no preocupar a Sango-

Shippo: ¡Kagome! ¡No está! ¡La secuestraron! –dijo llorando y gritando-

Inuyasha: ¿¡QUÉ!? ¿¡CÓMO QUE LA SECUESTRARON!? –dijo alterado después de oír las últimas palabras de Shippo, inmediatamente se sintió culpable, no sabía que le harían a su amada Kagome-

Sango: ¡Cállate cretino! ¿Por qué mejor no vas a besarte con Kikyo y me dejas todo a mi y a Shippo? –le gritó furiosa- ¿Qué será de nuestra amiga Kagome ahora? ¡La pueden matar! –le gritó nuevamente e Inuyasha quedó perplejo, no había ningún rastro de Kagome y creía que todo era su culpa.-

Shippo: ¡No se llevo su arco y flechas! –grito llorando desconsoladamente-

Sango: Shippo por favor dime que sucedió –dijo seria-

Shippo: Esta bien –dijo con voz temblorosa- Yo, estaba durmiendo junto a Kagome plácidamente, cuando de repente, apareció Kagura junto a un extraño monstruo que se parecía mucho a ella, sentí mucho miedo por lo cual desperté a Kagome y a Miroku, en eso me fui a esconder y Kagome se paró difícilmente y quería agarrar su arco.. pero..-tomo aire con mucha pena- pero.. ¡El acompañante de Kagura la agarró por la cintura y le golpeó la cara!-gritó llorando- ¡Pueden ver que esta sangre es de Kagome, después de recibir aquel golpe! –dijo y señaló donde habían gotas de sangre, Sango miró asustada e Inuyasha gruñó pensando que todo era su culpa- Miroku fue atacado por Kagura, que le envió distintos ataques como Danza de las cuchillas y otros más.. y luego.. Desaparecieron

Miroku: Vamos a buscarla Sango –dijo y se paró con dificultad, pero no resistió y cayo nuevamente quejándose-

Sango: ¿Está usted loco? No puede ir en ese estado; lo llevaré con Kaede, que su aldea está cerca para luego ir a buscar a Kagome. –dijo acariciándole la cara-

Inuyasha: ¿Y que hay de Kagome? ¡Hay que ir por ella ahora! –gritó golpeando el suelo, imaginando cosas terribles-

Sango: Ya te dije que puedes irte con tu adorada Kikyo ¿Cómo estuvo el beso? Ni creas que te guardaré el secreto, apenas encuentre a nuestra amiga Kagome, se lo diré todo. Espero que esté bien-

 

Graciias a los que la leyeron :) Ojalá comenten :) Bueno acá va el segundo capítulo, espero que les guste....
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Kagome: ¿Qué planean hacer conmigo? ¡¡SOCORRO!! ¡¡INUYASHAAAAAAA!! ¿Qué quiere Naraku? –decia intrigada mientras la feroz criatura saltaba de rama en rama rápidamente, no le decía palabra alguna, así que decidió rendirse y silenció todo el camino mirando aburrida el suelo. Kagome miró que esa criatura llevaba una gran hacha, y era muy formida. (Se parecía a Kagura en algunos rasgos, no poderes)-

Ya llegamos –dijo con una masculina e imponente voz aquella criatura- ¡Qué parlanchina eres boba! –dijo al tirarla al suelo, Kagome observó el lugar en donde estaba, era una montaña, se sentó en una roca que había cerca y miró el río y luego miró hacia el cielo, sus hermosos ojos brillaban con la luz de la luna. Espero.. que Inuyasha venga a salvarme, pronto.. pensó para sí misma, ¿Por qué tengo la mala suerte de justo no estar con mi arco y mis flechas? Se regañó a si misma-

¿Qué tanto miras? Estúpida –dijo mirándola con desprecio, Kagome se enojó y le respondió-

¡Deja de tratarme así! ¡No sé que es lo que planean conmigo, pero , no les resultará! ¡Inuyasha vendrá a salvarme y de eso estoy segura! –le gritó frunciendo el ceño la queridísima Kagome, la criatura la golpeó fuertemente haciendo caer a Kagome- ¡Auch! –dijo y se tocó su labio, tenía mucha sangre. Sintió escalofríos, hacía mucho frío y veía como se movían las hojas de los árboles-

¡Basta repugnante humana! ¡O si no, te mataré!-dijo mirándola con una escalofriante mirada-

Dime, que quieren de mí, ¿Por qué me secuestraron? –dijo intrigada, al fin la criatura le respondió-

Ya que insistes tanto, te diré , Kagome. –dijo mientras el frío viento movían su larga cabellera morada, luego apareció Kanna junto a Kagura-

Kagome –dijo con esa dulce voz Kanna, quien cargaba su espejo como siempre- Tú sabes que eres una sacerdotisa muy parecida a Kikyo, más bien su reencarnación. Y al igual que Onigumo Naraku siente que cada vez le duele intentar matarte. Por eso nos lo ha dejado a nosotros, debemos asesinarte.

Kagura: Y yo tendré el honor de ser tu asesina! –dijo dispuesta a asesinar a Kagome , pero Kanna la detuvo-

Kanna: Kagura, Naraku quiere hablar con nosotras, también recuerda que es nuestro hermano quien debe asesinar a Kagome. Porque es muy difícil detectar su presencia, y la idea es que no nos encuentre Inuyasha hasta que este muerta.

Kagura: Esta bien –dijo cerrando su abanico, algo enojada-

Kagome: ¡No se saldrán con la suya! ¡Inuyasha vendrá a salvarme!

¿Por qué vendría a salvarte? Si yo mismo ví como se besaba con aquella sacerdotisa Kikyo. –dijo con una malvada sonrisa- Kanna, muéstrale –dijo y Kanna asintió , movió su espejo mostrándole a Kagome una escena que la desconcertó vió a Kikyo e Inuyasha besarse, aunque Inuyasha estaba abriendo los ojos. Mas allá estaba su amiga Sango mirando sorprendida-

Kanna: Esto fue en el momento cuando te secuestraron.. –dijo con esa tierna voz-

Kagome: Ah, con razón no estaba, cuando ustedes vinieron –dijo con una amarga pena, pensó que Inuyasha no se veía con Kikyo, y mucho menos que aún, eran novios.. No me ama.. pensó mientras lloraba ¡Que tonta fui! Pensar que Inuyasha me amaría.. cuando siempre ha estado enamorado de Kikyo. No entiendo porque lo amo tan apasionadamente, que , por mas que intento no puedo dejar de amarlo (mas lágrimas caían de sus ojos, con sus chasquillas no se le veían los ojos y rió para disimular, claro, que era obvio que estaba llorando, apretó los puños dispuesta a esperar su cercana muerte) Inuyasha, está con Kikyo-

¡Deja de llorar estúpida! –dijo cuando Kanna y Kagura se habían ya marchado- ¿Estás lista para que te mate? –dijo sonriendo exageradamente-

Kagome: ¿Lista? Que tonto eres, no quiero morir. –dijo limpiándose las lágrimas-

Pero el dolor que sientes es tan profundo, que sientes que mueres por dentro. –dijo en un tono burlón, lo que más enojo a Kagome- Naraku los matará a todos. ¿Creían que iban a ganar? Estan muy equivocados. –dijo y después empujo a Kagome tirándola al suelo, Kagome quedó toda manchada y su uniforme también- ¡Cómo disfruto esto! ¡Sobretodo tratándose de una sacerdotisa! -dijo amarrándole fuertemente el cuerpo con unos rayos con forma de serpiente, que los sacó de su hacha mágica, eran tan fuertes y filosos, que comenzaba a salirle sangre por mu muchas heridas que causo ese hechizo. Kagome no podía moverse y le era muy difícil respirar; trató de divisar si estaba Inuyasha y nada. Resignada cerró sus ojos para hacer menos cruel su muerte. Aquella criatura se preparó para matar a Kagome, con el hacha y una sonrisa muy maliciosa. Pero de repente un youkai de pelo plateado se acerca a él sin hacer ruido-