One-shot de Naruto - Siempre a tu lado (ItachiXKonan) [terminado]

Tema en 'Fanfics Terminados de Naruto' iniciado por Samantha, 31 Enero 2014.

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    Siempre a tu lado (ItachiXKonan) [terminado]
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    21
     
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    Hola, traigo la continuación de esta historia.
    Les advierto que el capitulo, está un poco flojo, así que espero que los tomatazos no sean tan fuertes. u.u

    -------------------------------------------------------------------------------------

    Capitulo 8: Un problema llamado Harumi Terumi.


    La cena transcurría de manera agradable, Itachi llevó a Konan a su casa, los Namikaze se fueron después, Madara y Fugaku entraron en la biblioteca a platicar, Mikoto, Shise y Sasuke se acostaron. Itachi iba llegando ya que había llevado a su amiga, iba directo a acostarse cuando alguien lo detuvo al pisar el primer escalón de la escalera.


    —Itachi-kun, ¿puedes acercarte un momento? —le pidió la mujer de cabellos rojos, por lo cual el Uchiha obedeció.


    —Dígame, Terumi-san —habló con seriedad.


    —Por favor, no me digas así, me haces sentir vieja, puedes llamarme Terumi —le sugirió mientras sonreía de manera seductora, cosa que notó el azabache.


    —Como diga, Terumi-san —enfatizó en el “san” para que se diera cuenta del respeto. No le agradaba esa mujer.


    —Quería pedirte un favor, claro si no te molesta —preguntó para luego darle un sorbo a su te.


    —Todo depende de que favor sea —aclaró.


    —Cálmate que no es nada del otro mundo. Mira mi sobrina Harumi llega mañana de Italia, yo la iré a buscar, pero me gustaría que el tiempo que esté aquí la lleves a conocer la ciudad y a los centros comerciales, ella es un poco tímida y no tiene muchos amigos, de hecho le cuesta hacer amistades —le explicó con voz triste fingida.


    —Eso debería pedírselo a mi hermana Shise, ella es una chica, no tiene muchas amigas, pero conoce muy bien la ciudad y sus alrededores —le sugirió de manera educada.


    —Pero me gustaría que fueras tú, te ves más maduro —sonrió de manera lasciva.


    —Está bien, pero será sólo un día, porque yo siempre estoy ocupado. Que tenga buenas noches —le aclaró para luego irse.


    —Ju, será un hueso duro de roer, pero de seguro caerá, así como cayó el tonto de su tío. —en su rostro se dibujó una sonrisa malévola.


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    Era domingo, en casa de los Uchiha, ya todos estaban despiertos. En la habitación del hermano menor; Sasuke, se encontraban los dos mayores, Itachi sentado en el sillón viendo la televisión, Shise recostada en el lado derecho de la cama y Sasuke acostado del lado izquierdo con su brazo derecho sobre los ojos. Ellos eran muy unidos, a veces iban a la habitación de Itachi o a la de Shise, pero hoy tocaba en la del más pequeño. Itachi estaba muy pensativo, no le había agradado nada la plática con la esposa de su tío, tal parecía como si se le estuviera insinuando, aparte de eso, le pidió que le enseñara la ciudad a su sobrina, había algo que no le daba buena espina.


    — ¿En qué piensas príncipe azul? —le preguntó su hermana lanzándole una almohada.


    —En Konan, eso es seguro —sonrió con complicidad.


    — ¿Por qué tengo que responder a sus preguntas?, Shise, que sea la última vez que hagas eso —amenazó el mayor, para luego devolverle la almohada.


    —Lo pregunto porque no estás viendo la televisión, cambias los canales, pero tus ojos miran para fuera de la ventana. Perdón si te molestó —se disculpó.


    —Cambiando de tema, ¿qué les pareció la esposa de nuestro tío? —preguntó Sasuke.


    —Bastante altiva, no me gustó la manera en la que miraba a mi amiga, parece que desprecia a los que no son de su clase —respondió Shise con molestia.


    — ¿Ah sí?, no me fijé en ello —preguntó Itachi analizando la situación— no voy a permitir que esa señora quiera humillar a Konan. Ella me pidió que le mostrara la ciudad a su sobrina —comentó.


    —Bueno, es posible que te la quiera meter por los ojos, con eso de que todo quede en familia —comentó el menor.


    —Ya di mi palabra de que la llevaría, pero sólo un día, espero que esa chica no sea un problema —dijo Itachi sobándose las sienes.


    —Aniki, si de algo debes estar seguro, es que esa chica traerá problemas —estaba vez habló Shise.


    */*/*/*/*/*/*/ITACHIXKONAN/*/*/*/*/*/*/*


    Konan ya estaba despierta, se encontraba arreglándose para bajar a hacer el desayuno, su tía volvió a trabajar en el turno nocturno, hace poco había llegado y se acostó a dormir, por lo tanto era la única despierta. Había decido quedarse en casa, no le gustaba salir los domingos, además; últimamente había salido más de la cuenta con el sexy Uchiha, como lo llamaban su club de fans. Sintió un poco de miedo al acordarse de las arpías que andaban detrás de ese chico, pero luego recordó el “Yo te protegeré” y se sonrojó de sobremanera. El timbre de su teléfono la sacó de sus pensamientos. Mira la pantalla, indicaba “Sasori”, ¿qué acaso el marionetista no dormía?, se preguntó.


    ***Conversación telefónica**

    —Buenos días —contestó

    —Buenos días, te llamaba para invitarte a la casa, mi abuela está de cumpleaños y me pidió que te invitara a ti, a Itachi, Shise, Deidara, Hidan, Tobi, Shisui, bueno ya sabes; el grupo, ¿vendrás? —preguntó.

    —Claro, sabes que le tengo mucho cariño a Chiyo-obaa-san, gracias por la invitación Sasori —le dijo muy feliz.

    —De nada, llamaré al resto. Bye.

    ***Fin de la conversación***


    Bajó a la cocina para hacer el desayuno, cuando el timbre de su caso sonó. Fue a ver quién era, se sorprendió al ver una cabellera rubia, de inmediato le abrió para darle paso a su amigo, era Namikaze Deidara, es rara su visita puesto que él nunca venía. Lo invito a desayunar, pero el chico no tocaba bocado, así que decidió preguntar.


    — ¿Qué te trae por aquí Deidara? —preguntó la chica mientras mordía su tostada.


    —Necesito de tu ayuda, Shise me ignora y eso la verdad me duele, ella siempre fue mi amiga, como iba a saber que gustaba de mí, ella tampoco sabía que yo gustaba de ella… por Dios, yo no tengo la culpa tanto ella como yo ignorábamos el mutuo sentimiento —esto lo dijo casi con un hilo de voz.


    —Bueno, en cierta parte tienes razón, pero también debes entenderla a ella —comento— pero te prometo que hablaré con ella, claro… no te aseguro nada, ya ves que los Uchiha son más tercos que una mula y no dan su brazo a torcer —le aclaró.


    —Dímelo a mí que llevo años conociéndolos. —dijo con una leve sonrisa.


    —Bueno, ahora come tu desayuno, que es raro no verte comer, tú siempre andas de buen apetito y si me desprecias la comida me enojaré —le advirtió.


    /*/*/*/*/*/*/*ITACHIXKONAN/*/*/*/*/*/*/*


    Madara y Mei salieron al aeropuerto una hora antes, para buscar a la sobrina de Mei, Harumi. Llegaron a la mansión Uchiha, la chica estaba asombrada con la inmensa casa que tenía en frente. Mikoto y Fugaku los recibieron. Estuvieron un rato en la sala, Mikoto subió a la habitación de Sasuke donde seguían sus hijos, tocó la puerta y pasó. Itachi e sonrió de manera dulce, es que él no se cansaba de ver a su madre, la amaba, para él ella era la mejor mujer del mundo.


    —Chicos, la sobrina de Mei-san ya está aquí, bajen para presentarlos —informó en tono cansado.


    —Ya lo sabíamos madre, vimos llegar el auto del tío Madara —habló Itachi.


    — ¿Por qué no han bajado entonces? —preguntó un poco sorprendida, sus hijos eran muy educados, su hija era toda una dama y sus hijos eran unos caballeros, sobre todo Itachi.


    —Por qué no nos dan buena espina, sobre todo la esposa de nuestro tío —espetó Sasuke quien era tan sincero a la hora de decir las cosas.


    —Igual a mí, pero no olviden la manera en la que los he educado, así vamos —los jóvenes la obedecieron, se levantaron y la siguieron. Bajaron las escalera entraron en la sala.


    —Buenos días —saludaron los chicos. En la sala también estaban Tobi y Shisui.


    —Chicos les presento a Harumi Terumi, la sobrina de mi esposa —habló Madara desde el sofá. Por lo cual Shisui y Tobi hicieron una muestra de disgusto, acto que no pasó desapercibido por los jóvenes Uchiha— Harumi, ellos son Itachi, Shise y Sasuke —los presento.


    —Gusto en conocerlos —dijo con una sonrisa altiva y algo perturbadora para los chicos, ya que no le quitaba los ojos de encima a Itachi desde que entró a la sala.


    —Igual —dijeron secamente.


    —Oye Itachi, ¿cómo está tu novia?, a decir verdad me cayó muy bien —dijo Shisui.


    —Konan no es mi novia, no aún —dijo algo serio.


    —Ven vamos a platicar en otro lugar así me cuentas qué ha sido de tu vida en este tiempo, ayer casi no pudimos hablar porque no le quitabas los ojos de encima a la chica —a Shisui le gustaba molestar a Itachi, aunque esos comentarios los hacía para que la trepadora de la sobrina de su madrastra escuchara.


    —Claro, vamos —aceptó.


    —Itachi-kun, recuerda que me prometiste que le enseñarías la ciudad a Haru-chan —habló la pelirroja, cosa que sorprendió a Mikoto.


    —No lo he olvidado —respondió en tono serio, y es que Itachi no había sonreído en su presencia para mantener la distancia, siempre se mostraba indiferente.


    —Mimi, lleva las maletas de Harumi-chan a la habitación de Shise, por favor —la joven Uchiha palideció ante aquel comentario.


    — ¿A mí habitación? —Dijo en tono molesto— madre, aquí hay demasiadas habitaciones —habló entre dientes.


    —Lo sé hija, pero Harumi necesita relacionarse más con las personas, además estoy segura que serán buenas amigas —Mikoto sabía que su hija no estaba contenta, le estaban invadiendo su privacidad.


    —Como quieras —aceptó para luego salir de la casa.


    —Mis hijos son difíciles, Sasuke más que todo, pero son unos amores, siempre y cuando no intestes inmiscuirte en sus cosas —sugirió con una sonrisa.


    /*/*/*/*/*/*/ITACHIXKONAN/*/*/*/*/*/*/*/


    Uchiha Shise caminaba por las calles, estaba molesta, esa persona no le agradaba en nada, parecía buitre acechando a su presa, por la manera tan sugerente con la que miraba a su hermano. Caminó rumbo a la casa de su ahora amiga, Yutaka Konan, dobló la esquina, abrió la rejilla y entró para tocar el timbre. Espero a que le abrieran, no tardó mucho en recibirla su amiga, la hizo pasar, pero se sorprendió mucho al ver al rubio artista sentado en la sala.


    —Volveré otro día —dijo para dar la vuelta y dirigirse hacia la puerta, pero la voz del chico la detuvo.


    —No es necesario, ya me iba —le dijo para luego regalarle una sonrisa.


    — ¿Se puede saber por qué sonríes?, pareces idiota —dijo molesta.


    —Es tu culpa —rió bajito— tu me haces parecer idiota, no lo puedo evitar… estoy enamorado de ti, así que el amor me vuelve idiota —le aclaró con una sonrisa de medio lado— nos vemos Konan, gracias por el desayuno; nos vemos… princesita —esto último lo dijo para luego acariciar su cabello y salir de la casa.


    — ¿Quién se cree?, idiota —dijo.


    — ¿Por qué no le das una oportunidad?, él te quiere y está desesperado, tanto que vino a pedir mi ayuda —le comentó.


    —Estoy muy molesta con él, quizás cuando se me pase la molestia —le contestó— cambiando de tema. Hay otra cosa que me tiene molesta, la sobrina de la esposa de mi tío está en casa y se quedará por un buen tiempo. Ni a mí ni a mis hermanos nos da buena espina, y lo comprobamos cuando notamos que se quería comer a Itachi con la mirada. Para más colmo va a dormir conmigo, esto es el colmo —explicó en tono serio.


    —Hasta yo estuviera molesta, pero quizás no sea como ustedes piensan, es posible que la estén juzgando mal. Con respecto a lo que dijiste que se comía a Itachi con la mirada, eso no es raro, pasa todo el tiempo en el instituto, a tu hermano le llueven las enamoradas —esto último lo dijo en tono serio.


    —Pero la única que llama su atención eres tú —sonrió de medio lado, mientras lograba que la chica se sonrojara.


    —Por cierto. Hoy en el cumpleaños de Chiyo-obaa-san, Sasori me invitó, ¿ustedes irán? —preguntó.


    —Sí, deberás estar lista a las siete, pasaremos por ti —le comentó.


    —No es necesario, la casa de Sasori me queda muy cerca, me puedo ir caminando —le dijo.


    —Como quieras.


    /*/*/*/*/*/ITACHIXKONAN/*/*/*/*/*/


    El día pasó muy rápido, ya casi eran las siete, Konan decidió salir un poco más temprano para ayudarle a Sasori en lo que se le ofrezca. Deidara también había llegado, sólo faltaban los Uchiha, quienes venían un tanto mal humorados, pues su padre les pidió que llevan a Harumi ya que Tobi y Shisui también iban a la fiesta y era de mala educación dejarla sola. La chica no perdió tiempo y se sentó junto a Itachi, muy pegada a él de hecho, cosa que le incomodaba, puesto que cada vez que el auto daba vuelta en esquina la chica se recostaba a él más y más, de vez en cuando le lanzaba una mira de suplica a su hermana o a sus primos, pero era inútil, parecía un chicle. Llegaron a la mansión Akatsuna, Itachi fue el primero en bajar, pero la chica de inmediato lo tomó del brazo, ¿qué le pasaba?, tenía que despegarse cuanto antes, de seguro Konan estaba aquí y no quería un mal entendido, la acción de la chica lo tomó por sorpresa, lo haló del brazo y se adentraron en la casa, sorpresa para Itachi, venía Konan con una bandeja de bocadillos, la cual casi se le cae al ver a su azabache junto a esa chica. Bajo la cabeza y fue a llevar la bandeja a la cocina, Itachi como pudo se soltó de la chica y caminó hacía la cocina en busca de Konan. Allí se quedaron sus primos y su hermana con la salamandra pegajosa, así la había apodado Shisui.


    —Harumi, se ve feo que una dama, si es que conoces el concepto de “dama”, esté pegada a un hombre e insinuándose, además como podrás notar, no le agradas a mi primo, su corazón ya tiene dueña y no eres tú precisamente. Vamos Shise, Tobi, ya quiero saludar a nuestros amigos —le aclaró Shisui quien estaba más serio que nunca, Itachi era su primo y su mejor amigo, y no iba a permitir que esa Harumi lo atrapara en su telaraña, porque para él, ella era una tarántula venenosa.


    —Eso es lo que tú crees, imbécil, yo siempre consigo lo que quiero y esta vez quiero a Uchiha Itachi, él será mío. —pensó mientras una malévola sonrisa se dibujaba en su rostro.


    /*/*/*/ EN LA COCINA/*/*/*/


    —Konan, espera… no es lo que piensas —aclaró Itachi mientras la tomaba por el brazo de manera suave.


    —Que importa lo que yo piense, tú y yo no somos nada… sólo amigos, además se nota que esa chica es de buena clase, te convendría más que esta simple becada de tu instituto —dijo casi al borde de las lágrimas.


    —Mírame y escúchame, esa chica no me interesa, de hecho me molesta su presencia, que importa si es de buena clase, yo amo a la becada de mi instituto, ella es quien me conviene. Es hermosa, dulce, sexy y tiene unos labios tan dulces como el helado de vainilla. Y bueno, eso de que sólo somos amigos… puede cambiar, sí aceptas ser mi novia —le aclaró. La chica estaba muy sonrojada— se que dije que te esperaría, pero tú decides si aceptas o no, yo igual te esperaré —la abrazó. Eso era un gesto no muy normal en Itachi, pero él amaba a esa chica así que las apariencias no importaban si se trata de ella.


    —Konan suspiró, no se sentía lista para otro noviazgo, pero también quería a Itachi, así que se arriesgaría— Acepto… —Itachi abrió los ojos de sobremanera y la besó, fue un beso corto, pero dulce. Una lágrima rodó por sus mejillas, pero Itachi la limpió con su dedo pulgar.


    —Gracias… —el Uchiha no dijo nada más, y la abrazó.


    Desde lejos unos ojos verdes llenos de envidia miraba la dulce escena, una sonrisa lasciva se dibujo en el rostro de Harumi Terumi. Los Uchiha conocerían su lado dulce, pero malvado, les haría la vida imposible a los hijastros de su tía y a la estúpida Uchiha, quien se creía tanto, pero al resto le haría ver como una chica tímida, dulce y delicada. Ya se inventaría algo para sacar a esa mujercita del lado de Itachi, pero algo si era seguro, ella sería la señora Uchiha, cueste lo que cueste.


    CONTINUARA…
     
  2.  
    Samantha

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    Saludo a todos los lectores que siguen esta historia. Aunque no vea sus comentarios, se que están allí siguiendo este fanfics.

    Advertencia: el capitulo está dedicado a la pareja DeidaraxShise. El próximo será SasuSaku.

    Espero sea de su agrado.

    *****************************************SIEMPRE A TU LADO**********************************************

    Capitulo 9: Oportunidad desaprovechada


    Se encontraban aun en la fiesta, el ambiente estaba muy movido para ser el cumpleaños de una anciana, en la reunión se encontraban los amigos de la tercera edad de la cumpleañera y los amigos de Sasori a los que la señora estimaba mucho.

    Sasori eran chico muy serio, reía poco y sólo lo hacía con sus amigos; los que siempre estaban con él, de hecho, Deidara y Shise eran los únicos que conocían la linda sonrisa del pelirrojo, vaya que era linda, podría enamorar a cualquier chica; su club de fans moriría por una sonrisa de él. Después de ayudar a su abuela a atender a los invitados, se sentó con sus amigos a platicar, le llamó mucho la atención una chica pelirroja de ojos verdes, quien a simple vista parecía ser amable.


    — ¿Y ella quién es? —preguntó con un tono de indiferencia.


    —Oh, qué mal educado soy, ella es mi prima política, es la sobrina de la que ahora es esposa de mi padre —dijo Shisui en tono sarcástico— por cierto que no te engañe su apariencia angelical —comentó para hacer molestar a la chica.


    —Gusto en conocerte, soy Terumi Harumi, y no le pares a lo que dice Shisui, me odia porque nunca he puesto mis ojos en él —lanzó de una vez el veneno letal, claro, las cosas con Shisui habían pasado de otra manera y eso era algo de lo que nadie se enteraría… por ahora.


    —Soy Akasuna no Sasori —habló con indiferencia, normal en él— cambiando de tema. Deidara, una chica de nuestra clase me pidió tu número de teléfono, supuestamente quiere conquistarte, pero le dije que perdía su tiempo —le explicó. Él no era persona de ventilar las cosas pero en este caso quería ver que expresión ponía su amiga, hacerla molestar era muy gracioso.


    — ¿Ah sí? —Dijo en tono divertido, molestaría un rato a la chica de cabellos negros— ¿se puede saber quién era? —preguntó.


    —Yakushi Akane —contestó, para luego mirar a Shise, quien tenía su seño fruncido, esto hizo que una sonrisa casi visible se formara en su rostro.


    —Ah, ella es la prima de Kabuto, no voy a negar que es linda, pero no me gusta, tú ya sabes cuales son mis gustos —aclaró— me gustan morenas de piel clara y ojos oscuros como la noche —esto lo dijo mirando a Shise, quien se sonrojó por el comentario, y por la intensa mirada azulina que tenía frente a sus ojos negros. Esto hizo que se levantara de golpe y saliera hacía al jardín, necesitaba respirar, de seguro se estarían burlando de ella allí adentro.


    El chico rubio también se levantó y la siguió. Los demás decidieron espiar al par de tontos que no se decidían, salieron de la sala y se escondieron en la jardinera que tenía un arbusto prominente. Vieron como Deidara tomaba a Shise por el brazo para detenerla, esta a su vez lo miraba con el seño fruncido, el rubio le dijo algo para luego acercarla más a él tomando su cintura, los que estaban escondidos querían acercarse más para saber que estaba platicando.


    ++++++++++++++++++Por otro lado+++++++++++++++++


    Deidara se levantó del sillón y siguió a la Uchiha, no necesitó correr ya que caminando la podía alcanzar. Llegó hasta donde estaba ella, la tomó del brazo para detenerla, la acercó un poco más a él, y la tomó por la cintura, así estuvieron a pocos centimetros el uno del otro.


    —Es tan difícil para ti perdonarme, sé que me equivoqué tú también te equivocaste, pero no por eso vamos a estar toda la vida así, como si no nos conociéramos de toda la vida, tu sabes que me gustas, que te quiero, que… te amo —esto último lo dijo para acercar su rostro al de la morena, juntó sus labios en un beso suave y delicado, pero la Uchiha le dio un empujón y lo separó de golpe.


    —No puedo… —corrió hasta la sala, se despidió de la señora y se fue, dejando a un consternado rubio. ¿Qué le pasaba? Se preguntaba Namikaze Deidara, será que en realidad no siente lo mismo que yo, Deidara sentía un gran vacío dentro de él, su orgullo no la deja ver más allá, se dijo. Así que caminó hasta donde estaban los demás —chicos, ya pueden salir, me iré a casa —dijo. Los demás se quedaron de piedra, ¿acaso Deidara los vio?


    —Espera Deidara, te llevaré, así platicaremos en el camino —le sugirió Itachi— Shisui, Obito, tomen un taxi —le dijo.


    —No te preocupes —sonrió su primo.


    —Espera Ita-kun, ¿y qué pasará conmigo? —preguntó Harumi.


    —Tú te irás con tus primos —dijo en tono de indiferencia— vamos Konan.


    Deidara, Itachi y Konan se despidieron de la abuela de Sasori, salieron de la casa y se montaron en el auto. Deidara estaba muy mal, sentía que ya no era necesario seguir luchando por Uchiha Shise, esa chica era demasiado terca y nunca daría su brazo a torcer. Sentía rabia y dolor al mismo tiempo, tanto que una fina lágrima rodó por sus mejillas, pero la limpió rápido para que nadie se diera cuenta. Nunca había sufrido el desencanto de un rechazo.


    —Mi hermana es demasiado terca… y orgullosa —dijo Itachi, mientras conducía— pero creo que necesita una lección, no se lo que le habrás dicho, pero te ayudaré para que se dé cuenta de su equivocación, y creeme, se va a arrepentir —habló. Itachi quería mucho a sus hermanos, pero si estos de equivocaban y por su equivocación hacían sufrir a otros, entonces él les pondría mano dura.


    —Te vas a poner en su contra, ¿no se supone que es tu hermana? —preguntó Konan.


    —Sí, es mi hermana, pero lo mismo que siente Deidara por ella, lo siente ella por Deidara, pero necesita un escarmento… o celos —sonrió de medio lado.


    —¿Quieres que le dé celos a Shise? —preguntó sorprendido.


    —Así es, tienes demasiadas chicas para escoger, aunque puedes escoger a Yakushi Akane —le sugirió.


    —No puedo jugar con una chica…


    —No vas a jugar con ella, te vas a ir enserio, porque mi hermana debe saber que uno nunca sabe lo que tiene hasta que lo pierde. Sí, sé que no te gusta, pero puedes intentarlo, así que apartir de mañana ignorala, enseñale que ella no es la unica que tiene orgullo.


    —Me das miedo —dijo Konan.


    —¿Puedo confiar en ti en que no le dirás nada, cierto? —le preguntó a su novia.


    —Claro, confía en mí —le sonrió.


    Itachi llevó primero a Konan a su casa, luego dejó a Deidara para dirigirse a la suya. Estacionó el auto y entro a su casa, subió las escaleras y antes de entrar a su habitación, miró hacia la de su hermana que estaba en frente, la puerta estaba entre abierta mira por la separación y vio que la chica estaba sentada en la ventana, quizas pensando en lo que había pasado. Entró a su habitación, se dio una ducha y se acostó a dormir, mañana había clases y no quería llegar tarde.


    A veces a las personas hay que hacerle ver las consecuencias de sus errores, él no quería ser duro con su hermana, pero el verdadero amor no se encuentra a la vuelta de la esquina y mucho menos se obtiene tan facíl, debes luchar, ser una fiera, hasta que puedas lograr la felicidad con la persona a la que amas y por la que has dado todo. La vida es una constante carrera y si no la corres no podrás llegar victorioso a la meta y es posible que alguien más obtenga el premio.

    CONTINUARÁ...
     
    Última edición: 14 Junio 2015
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    Monokuma J

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    Va muy interesante el fanfic, ya quiero ver que hara Terumi para separar a Itachi y Konan :p
     
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    Samantha

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    Hola, estoy aquí de nuevo con el siguiente capitulo. Las dos primeras hojas van dedicadas a las fans del SasuSaku, espero les agrade.
    Cualquier error, por favor dejenlo por escrito acá, para mejorarlo. Me gustaría saber su opinión.

    Advertencia: si eres fans de Karin, entonces abstente de leer; aclaro, Karin me agrada, no tengo nada en su contra, pero era necesario escribir esto. :/.


    Capitulo 11: Este día no fue hecho para mí.



    El día lunes llegó, cada quien se preparaba para ir a realizar sus respectivos deberes. En la casa de los Haruno una chica de cabellos color rosa y ojos verdes se levantaba con mucha pesadez, la noche anterior no había podido dormir nada, y era que había alguien que no podía salir de su cabeza; Uchiha Sasuke, se preguntó… ¿por qué tuvo que enamorarse de un imposible?, claro sólo a ella se le ocurría poner sus ojos en alguien como Sasuke, altivo, orgulloso, guapo, inteligente; entre otras características, ya sabía que él no se fijaría en ella; pero, poner sus ojos en ¿Uzumaki Karin? ¿Qué le pasa? ¿Acaso no se da cuenta la clase de persona qué es?, arrogante, cizañera, mal intencionada, le gusta coquetear con los chicos, es cruel y no le importa dañar a quien sea sólo para obtener lo que quiere. Este asunto la tenía muy mal, ella amaba al Uchiha, pero ya no podía hacer nada, él ya había escogido.


    Se ducho para espabilarse, se vistió bajó a desayunar y salió al instituto. Caminó de manera lenta, no tenía ánimos de ir, no quería encontrarse ni con Sasuke ni con Karin, a leguas se podía notar la mala noche que pasó, sus ojeras, sus ojos cansados; era más que obvio. Siguió caminando, al doblar la esquina se encontró con el gran edificio, aún había poca gente, claro era muy temprano.


    —Por lo menos estaré sola un rato —se dijo, para sí misma.


    Entró al instituto, caminó hasta su aula que quedaba en el segundo piso, entró y se sentó a pensar, no pasó mucho tiempo cuando se quedó dormida. Mientras ella dormía, un azabache entro sin hacer ruido al salón, iba a saludar, pero se dio cuenta de que la chica estaba dormida, sonrió de medio lado, pasó su lado y se sentó en su puesto. El chico no le quitaba los ojos de encima, a él sí le interesaba la Haruno, sólo que no quería admitirlo… menos delante de su ruidoso amigo quien de seguro lo molestaría con el tema todo el tiempo. Se levantó de su asiento, con mucho cuidado acarició el rosado cabello, el cual sintió muy suave y oloroso; según él, a nardos. Hizo un pequeño movimiento para despertarla, ya que si sus compañeros empezaban a llegar de seguro la molestaría por quedarse dormida. La movió un poco y le susurró al oído:


    —Haruno, despierta —pero la chica no despertaba. Volvió a llamar— Sakura, despierta —esta vez su voz era más alta y la movió con más fuerza, la chica se movió para luego levantar la cabeza, mayor fue su sorpresa al encontrase de frente con Uchiha Sasuke, el culpable de su trasnocho. Se sonrojó a más no poder.


    —Sa… Sasuke —dijo en un susurro.


    —Hasta que despiertas, ¿acaso no dormiste bien, o tu novio no te dejó dormir? —esto lo dijo para molestar a la chica, sin embargo, sintió una leve punzada en el pecho al decir la palabra novio.


    — ¿Qué insinúas? —preguntó molesta.


    —Nada, sólo lo dijo en juego —dicho esto se sentó en su lugar, pero sin dejar de mirar a la chica.


    Los estudiantes comenzaban a llegar, uno por uno hasta que el salón se llenó con todos los integrantes de esa aula, Naruto como siempre llegó un poco tarde, pero no tanto como para interrumpir la clase, tenían la clase con Kakashi, así que no se preocupaban mucho. Mientras Kakashi-sensei llegaba, Hinata y Sakura platicaban de la mala noche que esta última había pasado, y sobre el culpable de su trasnocho, en eso se acerca Karin para molestar a las chicas, sobre todo a la Haruno. Sasuke desde su puesto nota la cercanía de la muchacha y presta más atención al asunto.


    —Nanami, yo aún no entiendo cómo es que en este instituto de tanto prestigio, permiten el acceso a gente tan desagradable, que ni siquiera son de nuestra posición social… —ríe de manera sínica— y de paso enamorada sola, porque Sasuke-kun sólo se interesa en mí, yo sí tengo clase, en cambio tú, eres una pobretona de quinta, que intenta encajar en una sociedad que no es parte de tu realidad.


    Sakura no se esperaba esas palabras tan hirientes y menos delante de todos, estaba claro que Karin la odiaba con todas sus fuerzas, sentía vergüenza sobre todo con el Uchiha. Sus lágrimas rodaban por sus mejillas, quería salir corriendo de allí, sentía las miradas de burla de los demás; esta vez Karin se había pasado. Desde su puesto Sasuke había visto todo y Naruto miraba a su prima con el seño fruncido, ¿cómo podía ser tan cruel?, nadie de su familia era así, ni siquiera su tío; el padre de Karin. Sasuke se levantó y se acercó hasta donde estaban las chicas.


    — ¿Qué te hace pensar que me interesas?, no podría interesarme alguien tan desalmada como tú —espetó con un tono de voz fría— ¿qué importa la clase social cuando hay amor? ¿Puedes decidir acaso a quien amar?, el que tengas una posición mejor dentro de la sociedad no te da derecho de tratar mal a alguien, tu eres de carne y huesos igual que esa persona, no eres inmortal —seguía con su tono frío.


    —Sasuke-kun… —decía la pelirroja, quien estaba sorprendida por el trato que le estaba dando su adorada obsesión.


    —No he terminado —esta vez frunció el seño— entiende esto, jamás me interesarás, mis ojos ya se fijaron en alguien más, y no eres tú. Espero no volver a tener que decirte esto de nuevo, no me gusta hacer sentir mal a la gente, pero recuerda, no hagas lo que no te gusta que te hagan. Vuelve a meterte con Sakura Haruno, y haré que te expulsen de esta institución, tú sabes que tengo poder para ello —sin más se devolvió a su asiento, donde lo esperaba un Naruto sorprendido con los ojos blancos y la boca abierta. De igual forma, Sakura no podía creer lo que estaba escuchando y Karin salió del salón corriendo. Los demás estudiantes estaban con la boca abierta, les había quedado claro que no es bueno hacer enojar a Sasuke Uchiha.


    —Estuviste genial Sasuke-teme —dijo Naruto esta vez con su típica sonrisa zorruna— mi prima se lo merecía, no sé a quien salió así, tan venenosa —dijo pensando.


    —No molestes, dobe —dijo cerrando sus ojos.


    —Pero dime algo, ¿te gusta Sakura-chan?, porque el otro día me dijiste otra cosa —preguntó el rubio.


    —No quiero hablar de eso —dijo con un tono irritado.


    —Está bien, pero yo sé que si te gusta, dattebayo —dijo para molestar.


    —Si sigues voy a golpearte usuratonkashi —habló ya molesto.


    Con Sakura y Hinata


    — ¿Viste como te defendió Sasuke?, si en verdad le gustara Karin, ni siquiera hubiera movido un dedo para ponerla en su lugar —comentó Hinata.


    —Tengo que darle las gracias, no imaginé que él se comportara así conmigo —dijo un tanto feliz y con una leve sonrisa.


    —Creo que le gustas —agregó Hinata.


    —No lo creo, de seguro lo hizo porque no tolera las injusticias, además escuche cundo dijo que ya sus ojos se habían fijado en alguien más —habló con desanimo.


    —Eso es lo que tú no sabes —comentó la Hyuuga con una dulce sonrisa.


    Mientras tanto en los baños.


    —Te juro que esos dos van a pagar esta humillación, nadie, absolutamente nadie humilla a Uzumaki Karin y se queda tan campante, que se cuiden de mí porque no saben de lo que soy capaz, ¡no lo saben! —habló con mucho rencor para luego golpear el mesón.



    *-*-*-*-*-*-*-*-*-*ITACHIXKONAN*-*-*-*-*-*-*-*-*



    Itachi y Konan iban caminando de la mano por todo el instituto, sus clases ya habían terminado, se dirigían a las canchas de futbol ya que el Uchiha tenía entrenamiento y no quería dejar a su novia sola por allí, debido a que Nagato la asechaba. Algunas personas comentaban sobre cómo habría hecho la chica para atrapar a semejante galán como lo era Uchiha Itachi, en todos los años que llevaba estudiando nadie le había conocido novia, hasta ahora. Caminaron hasta las canchan, Konan se sentó en una de las gradas que estaba frente al campus, miraba con ánimo el entrenamiento, su novia se veía tan lindo. Luego se dio de cuenta que alguien más la acompañaba y miró hacia su derecha encontrándose con la hermana de Itachi, quien también miraba el entrenamiento, pero su vista de desviaba hacia el chico rubio de coleta alta, quien estaba haciendo sus ejercicios de estiramiento.


    — ¿Cómo estás Shise?, no te había visto en todo el día —saludó Konan para luego preguntarle.


    —Bien gracias. Estaba en clase, pero quise venir un rato a ver el entrenamiento —respondió.


    —Umh, ya veo, pero creo que no fuiste la única con esa idea —dijo la chica señalando a una rubia de ojos verdes que se acercaba a las gradas mientras saludaba al Namikaze quien correspondió el saludo sonriéndole a la chica. Esto hizo que Shise frunciera el seño, ya que la chica que había saludado a Deidara era Yakushi Akane.


    —Me doy cuenta… —dijo en tono frío.


    —Y tal parece que a él no le desagrada —dijo para picar.


    —Puedo notarlo… —habló en tono serio, sin quitar la vista de ambos. La chica rubia se acercó a ellas y las saludó.


    — ¿Qué tal? —Dijo con una sonrisa— ¿puedo sentarme con ustedes? —preguntó.


    —Claro, siéntate —dijo Konan sin darle mucha importancia.


    —Uchiha-san, quiero hacerle una pregunta, bueno, es que usted conoce muy bien a Dei-kun —dio algo sonrojada. ¿Dei-kun?, ¿pero que se creía esta para llamarlo así?, esos eran los pensamientos de la Uchiha.


    — ¿Qué quieres? —preguntó mientras se imaginaba lo que estaba le iba a decir.


    —A mí me gusta Dei-kun desde hace tiempo, pero no conozco mucho de él, más que los que todos saben. Tus eres su mejor amigo al igual que Sasori-san, podrías decirme ¿Qué le gusta? ¿Qué no le gusta?, ¿qué tipo de chica le gusta?, me gustaría conocerlo más —preguntó un poco avergonzada ya que nunca había entablado conversación con ninguna de estas chicas.


    —No estoy autorizada para darte esta información —dijo en tono despectivo. Mientras miraba hacia el lugar donde se encontraba Deidara, quien estaba intentando defender el balón. Se veían muy guapo, su cabello se pegaba a la cara debido al sudor, la franela también se pegaba a su cuerpo por causa del sudor, esto hizo que la Uchiha se sonrojara y que varios pensamientos no sanos vinieran a su mente. Ni loca le daría información a esta sanguijuela. Deidara es mío. Pensó de manera egoísta.


    —Por favor, tú eres la única que puede ayudarme —dijo de manera suplicante.


    —Lo siento, pero no haré eso —fueron sus últimas palabras.


    —Que mala eres —dijo en tono triste. Por lo cual la Uchiha pensó: “manipuladora”.


    El entrenamiento finalizó, los chicos se dirigían hacia los vestidores, se tardaron alrededor de veinte minutos mientras se duchaban y se arreglaban. Itachi, Deidara y Sasori de dirigieron al lugar donde estaban Konan, Shise y Akane esperándolos; sí, Akane aún seguía allí… era persistente la muchacha. Itachi saludó a Konan con un beso y a su hermana le revolvió los cabellos. Sasori saludó a las chicas con un beso en la mejilla y Deidara hiso lo mismo, pero a Shise sólo la saludó con un apretón de manos, cosa que le sorprendió a la gran mayoría menos a Itachi y Konan quienes ya sabían lo que pasaba.


    —Oigan, porque no vamos a tomar un helado —sugirió Sasori, quien notó el ambiente un poco tenso.


    —Sí, estoy muy deacuerdo —dijo Akane muy feliz, mientras tomaba a Deidara por el brazo.


    —“¿Y a esta quién la invitó?” —pensó Shise un tanto molesta.


    Iban caminando hacia la heladería, Itachi agarrado de manos con Konan, Deidara iba platicando con Akane, Shise a un lado de Sasori. Mirando con molestia la conversación que mantenían ambos rubios, Sasori se estaba divirtiendo al ver los gestos de molestia que hacía su amiga.


    — ¿Hacen una linda pareja, no? —comentó para hacerla molestar.


    —Sí, se ven tan lindo juntos —dijo con sarcasmo.


    —No te entiendo, ayer tuviste la oportunidad y no la aprovechaste, él debe estar dolido —dijo en tono serio.


    —Lo sé, fui una tonta, yo y mi estúpido orgullo, de seguro me debe estar odiando, y sabes que es lo peor, que estoy enamorada de él —esto lo dijo casi en un susurro.


    —Las oportunidades se presentan una sola vez, tú verás si las aprovechas, en tu caso; perdiste —habló en tono tajante, por lo cual esta miró al rubio quien hablaba muy animado con la otra rubia.


    —Al parecer no le dolió mucho, mira lo animado que está.


    —Es lo que tú crees, pero es todo lo contrario —finalizó.


    Entraron a la heladería, tomaron asiento en una de las mesas, en el orden en que venían. Konan e Itachi ordenaron helado de fresa, Deidara de chocolate… Akane hizo lo mismo, Sasori de Vainilla y Shise de limón. Seguían conversando cando dos chicos se acercaron a su mesa. Eran Takuya Kimimaro y Uzumaki Nagato al parecer se habían hecho amiguitos, de seguro se acercaron para molestar, que es lo unico que saben hacer.


    —Así que ya te hiciste novia del Uchiha, vaya que eres rápida, no pierdes tiempo, es raro que todos tus novios hayan sido gente pudiente, como se nota lo interesada que eres —comentó en tono de reproche por lo cual Itachi se levantópara reclamarle.


    —No lo hagas Itachi, no vale la pena gastar saliva con alguien así —le sugirió Konan.


    —No me digas que eres un cobarde que se deja mangonear por su noviecita, Itachi-san —rió descaradamente.


    —No te contestó como debe ser porque estamos en un lugar público, sino te daría tu merecido, ímbecil —dijo muy molesto.


    —¿Ah sí qué esperas?, yo no como de lugares públicos —amenazó.


    —Ya Nagato, por favor —esta vez fue Deidara quien intervino, no le gustaba la manera de ser de su primo— no hagas líos, esto pone a la familia en boca de todos, por favor, además Konan puede andar con quien quiera; a la final, fuiste tú quien terminó con todo ¿No? —le aclaró Deidara.


    —Esta bien primo, pero esto lo hago por ti. Saludos a la tía Kushina —dijo Pein. Por otro lado, Kimimaro le lanzó una mirada de odio a Deidara, quien lo miró mal, ya que le había guiñado el ojo a la Uchiha.


    —¿Ese idiota no se cansa?, podrá ser tu primo, pero es de lo peor —comentó Sasori mientras comía de su helado.


    —Digamos que él y Karin son las ovejas negras de la familia, pero igual se les quiere —dijo en tono cansado.


    —Itachi, ya me quiero ir —dijo Konan en tono triste.


    —Está bien, te llevaré a tu casa —le contestó.


    —Dei-kun, me acompañas a mi casa por favor —pidió la chica, en tono amable.


    —“Se está tomando muchas atribuciones, para tratarnos poco” —pensó— claro, no hay problema —finalizó para luego despedirse.


    —¿Quieres que te lleve? —se ofreció Sasori, mientras sonreía.


    —Que más da —dijo la Uchiha con un tono de frustración.


    CONTINUARA…

     
    Última edición: 25 Julio 2015
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    Samantha

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    Aviso:

    Buenos días amados lectores que siguen esta historia, paso a disculparme con ustedes, por favor perdonen que me tarde tanto en actualizar los capitulos, este mes es de mucho más trabajo, soy docente y ando un poco estresada con los informes finales de los estudiantes, pero prometo que actualizaré los más pronto posible, por favor sean pacientes.
     
  6.  
    Samantha

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    Título:
    Siempre a tu lado (ItachiXKonan) [terminado]
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    21
     
    Palabras:
    3495
    Saludos alos lectores que siguen este fic. Después de casi un mes les traígo el capitulo número doce de esta historia.
    Advertencia: es un poco triste y algo violento, sin embargo, espero sea de su agrado.

    *-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*


    Capitulo 12: Trampas.


    Harumi se encontraba recostada en la habitación que le había preparado Uchiha Mikoto. Respiraba un poco agitada, el motivo; Uchiha Shisui, ese imbécil siempre se las arreglaba para arruinarle los planes… no se daba por vencido. Se levantó y comenzó a caminar de un lado al otro, necesita pensar en algo para que Uchiha Itachi cayera en sus redes, y sacar a esa mustia de su camino, también tenía que idear un plan en cual ella fuera la víctima y Konan quede en mal ante los ojos de los Uchiha; incluyendo a Itachi. Para poder lograr todo eso tenía primero que pensar en algo para sacar a Shisui de su camino o por lo menos hacer que se regrese a Italia… ese idiota aun no supera que lo haya utilizado, pensó la chica mientras una lasciva sonrisa se dibujaba en su rostro.


    —Aunque, no puedo negar que lo disfruté mucho, después de todo no eres tan malo en la cama… Uchiha Shisui —murmuró para luego soltar una leve risa.


    ***POV DE HARUMI***


    Faltaban pocos días para la boda de mi tía Mei y Madara, estaba emocionada, por fin tendríamos todo lo que se nos antojara, tanto mí tía y yo éramos un par de ambiciosas y eso lo sabíamos de sobra. Aquel día Madara nos invitó a cenar, en la cena estaban: Shisui, Obito, Madara, mi tía y mi persona, Madara le había pedido a la tía Mei que nos mudáramos con ello a su mansión; ella se hizo la sorprendida al igual que yo, pero esa era una de las cosas que más ansiábamos. Terminó la cena y la noche pasó muy rápido.


    Al día siguiente, recogimos algunas de nuestras cosas, puesto que estábamos seguras de que el Uchiha mayor nos compraría lo que quisiéramos. Madara llegó y nos montamos en su auto lujoso, tardamos un poco más de media hora en llegar ya que había bastante tráfico y eso hizo que nos retrasáramos. Llegamos a la gran mansión, la cual era decorada con un estilo barroco, esos muebles de terciopelo, las pinturas antiguas y muy costosas, las columnas con un toque griego, la cocina al estilo italiano, el enorme jardín que se perdía en lo inmenso del lugar, parecía el palacio de la emperatriz Sofía de Austria, y qué decir de las habitaciones, eran tres salas de mi casa, todo era hermoso y lujoso; digno de una reina… todo para nosotras.


    Los días fueron pasando y el matrimonio de mi tía llegó, la recepción fue en los jardines de la mansión. Se podía ver como la alta alcurnia de Italia y sus alrededores iban llegando en sus grandes limosinas haciendo acto de presencia. Las horas fueron pasando, yo intentaba encajar con algunas jóvenes hijas de aristócratas, pero algunas ni me prestaban atención, al parecer era muy poca cosa para ellas. Noté que esas chicas y chicos platicaban muy amenamente con los jóvenes Uchiha, también noté que el segundo hijo de Madara; Shisui, en varias ocasiones se quedaba mirándome, así que deduje que probablemente le gustaba, esta era mi oportunidad para darme a conocer; seduciré al menor de los Uchiha y me casaré con él.


    Esa noche los novios se fueron de luna de miel, en la mansión sólo quedábamos Shisui y yo ya que Obito había regresado a Japón, al parecer estudiaba haya y sólo pasó una temporada acá por lo del matrimonio de su padre. Subí las escaleras y me fui a mi habitación, me duche me unté las mejores cremas perfumadas, me puse una pijama sexy y salí a la habitación de Shisui, entré sin permiso, él se sorprendió ya que al parecer iba saliendo de la ducha; se veían muy apetecible ante mis ojos… sonreí sin pudor ante la sorprendida mirada de él. Fui acercándome lentamente mientras me iba quitando el pijama, desabroché mi bracear y bajé mi blúmer, para luego quedar completamente desnuda, vi como él corrió para tapar mí desnudes, pero yo no lo dejé:


    —Sal por favor, no sabes lo que haces —rogó con la mirada nerviosa.


    —Por supuesto que sé lo que hago, quiero estar contigo, quiero que me hagas tuya —sentencie para luego atrapar sus labios en un salvaje beso.


    Él se resistía a todo esto, pero después que comencé a besar su cuello no aguantó más y me lanzó a la cama, estuvimos más de tres horas teniendo sexo, ya que lo habíamos hecho tres veces; para ser su primera vez y mi primera vez… nos comportamos como unos play boys, ese día perdí mi virginidad, pero no me importaba, tenía que sacar provecho de esto.


    Después de esa noche comenzamos a tener una relación a escondidas, por ahora no me convenía que los demás supieran y todo iba al pie de la letra. Un día me comencé a sentir mal, eran mareos, vómitos y algunos desmayos. Me hice la prueba de embarazo, la cual salió positiva… eso no estaba en mis planes, de inmediato me fui a la clínica y me practiqué un aborto, estuve un día internada, cuando llegué a casa, Shisui me recibió con los brazos abiertos, al parecer había visto la prueba de embarazo, le dije que en mi vientre no había nada porque lo había abortado. Shisui tenía una expresión de terror en su rostro, noté como varias lágrimas caían por su rostro, pero eso no me conmovió; después de todo me daba igual, yo no lo amaba.


    — ¿Por qué lo hiciste? ¿Cómo pudiste matar a tu propio hijo? ¡Nuestro hijo! —Me gritó y me tomó bruscamente del brazo— no te tembló el pulso para hacer semejante atrocidad, ¿Qué clase de persona eres? —esto último lo dijo casi en un susurro, mientras caía de rodillas al piso.


    —Exacto no me tembló el pulso, no voy a perder mi escultural figura por una criatura, que además no estaba planificada —aclaré mientras hablaba en un tono frío.


    — ¿Qué? ¿Acaso no me amas?, no te entiendo —dijo al borde del llanto.


    —Por supuesto que no —hablé con una sonrisa burlona— digamos que te utilice, quería encajar en la alta sociedad y tú eras mi boleto de entrada, ¿qué crees?, lo logre… jajajajaja —esto último lo dio con una fuerte carcajada.


    —Eres la peor persona que he conocido en toda mi vida, jugaste conmigo, mataste a mi hijo, te burlaste de mí hasta el cansancio, pero esto no se queda aquí… tú vas a pagar todo lo que has hecho, porque todavía no ha nacido nadie, absolutamente nadie, que se burle de un Uchiha y salga ileso, vas a pagar con sangre lo que hiciste… te lo juro —terminó de hablar o mejor dicho de amenazarme. Por un momento sentí miedo, pero perro que ladra no muerde. Pensé para luego sonreír.


    ***FIN POV DE HARUMI***


    —No debo bajar la guardia contigo, eres la sombra que me persigue a donde quiera que voy, pero algún día me voy a deshacer de ti; amorcito —sonrió levemente.



    */*/*/*/*/*ITACHIxKONAN*/*/*/*/*/*


    En la sala de la mansión Uchiha se encontraban Fugaku, Madara, Mikoto y Mei, en el otro sofá que estaba pegado a la ventana que daba al jardín, estaban sentados Sasuke, Itachi y Shisui, estos dos últimos estaban leyendo un libro, mientras que Sasuke sólo miraba por la ventana. De pronto se escuchó como alguien azotaba la puerta, lo cual hizo que los presentes prestaran atención a lo que pasaba. Obito traía a Shise cargada como un saco de papas.


    —Obito, ¿qué significa esto? ¿Por qué traes a tu prima así?, ¡bájala ahora! —sentenció Madara.


    — ¡Él, es un salvaje, me dejó en ridículo delante de todos! —exclamaba la chica quien se encontraba muy molesta.


    —Vamos, no es para tanto. Se enojó porque le hice una bromita y allí estaba su rubio tormento con la novia —aclaró con una sonrisa marca Uchiha.


    — ¿Cómo qué rubio tormento? —Preguntó Fugaku levantando una ceja— acaso estás enamorada y aún no nos dices.


    —Nada de eso, sigue creyendo en la sarta de idioteces que dice este que dice ser Uchiha… es un insufrible. Cuídate las espaldas porque esta no la dejaré pasar O-b-i-t-o —amenazó para luego ir a su habitación.


    —Por Dios, estos chicos. Vamos mejor a la biblioteca para que platiquemos sobre ese asunto que tanto los atormenta —sugirió Mikoto. Salieron de allí y se dirigieron al lugar sugerido.


    —No sé que hayas hecho, pero tuvo que ser bastante vergonzoso como para que se enojara así —le dijo Itachi.


    —Ya sabes cómo son las mujeres —dijo con una mueca de aburrimiento— hablando de eso. Ototo, hay algo que quiero preguntarte desde hace mucho tiempo, sólo espero que no te cohíbas de decírmelo y no te preocupes por nuestros primos, ellos son una tumba —le aclaró.


    — ¿Qué será? —preguntó Shisui.


    —Sé que entre tú y Harumi pasó algo, no creas que no me di cuenta que se hacían miraditas, una vez los escuche hacer cosas, creo que fue en las vacaciones cuando estuve allá… no quiero mentiras —aclaró.


    —No es nada que te incumba —espetó— ciertamente si tuvimos algo, pero no tengo porque contarte mis intimidades —dijo.


    —En este caso sí, porque tú mismo te has dado cuenta que esa arpía le puso el ojo a Itachi, así que es mejor que hables para evitar luego una mala jugada de esa chica —le explicó.


    —Yo no quiero hablar de ese asunto, es muy doloroso —dijo en tono triste, luego se levantó y se fue a su habitación.


    —Obito, no lo obligues, de todas maneras estaré alerta por si intenta algo, sé que no es la chica buena que aparenta —le comentó Itachi para tranquilizarlo.


    —Necesito saber que le hizo esa mujer a mi hermano, desde entonces ya no es el mismo —habló con preocupación.


    —La verdad tarde o temprano saldrá a luz y eso es algo que nadie podrá evitar, las personas nunca pueden durar tanto tiempo fingiendo algo que no son, en cualquier momento saldrá al exterior la víbora que lleva dentro —acotó Sasuke con una sonrisa marca Uchiha.


    —Que palabras tan filosóficas, ototo-baka —dijo Itachi para luego darle un toquecito en la frente, cosa que molestó al menor.

    —No molestes.



    */*/*/*/*/*ITACHIxKONAN*/*/*/*/*/*


    En el centro comercial dos chicos caminaban cerca de la pista de hielo del Mall, se les notaba un semblante de aburrimiento. Una era un chico pelirrojo de piel clara y ojos color miel casi dorados, el otro era rubio de piel tostadita y sus ojos eran de color azul, sus nombres era Sasori y Deidara. Se sentaron en una de las meses de un pequeño café que había en el centro comercial, pidieron chocolate caliente y roles de canela. Cuando iban a degustar el chocolate escucharon una voz que provenía del otro lado del centro comercial, Sasori sonrió a manera de burlas y Deidara casi se ahoga con el sorbo del chocolate.


    —No puede ser —susurró el rubio.


    — ¿Para qué la ilusionas entonces?, se sincero con ella, dile que no te gusta, que si estás con ella es porque quieres darle celos a Uchiha Shise, y te libras de ella —le propuso el pelirrojo.


    — ¿Crees que es así de fácil?, me da pena con ella, no quiero que se sienta mal —habló con remordimiento.


    —Será más difícil si sigues con este juego, ella es un ser humano y no merece lo que le estás haciendo —le aclaró— por cierto, viene con una amiga —señaló a una chica de cabello castaño que venía con ella.


    —Hablaré con ella… —le dijo, para luego encontrarse con la chica de frente.


    —Hola chicos. ¿Cómo están? —Saludó con una dulce sonrisa— ella es Nanami Yakushi, es mi prima. Nanami, él es Dei-kun; mi novio, él es Sasori, el mejor amigo de Dei-kun —los presentó para luego tomar asiento, por lo cual Deidara pidió dos chocolates más.


    — ¿Nanami es que te llamas? —preguntó Sasori, por lo cual ella asintió con un leve sonrojo, que a él le pareció adorable— ¿Te gustaría caminar un rato por el centro comercial?, así dejamos a los tortolos solos un rato —sugirió, de modo que ella estuvo de acuerdo. Se levantaron y se alejaron de allí.


    Akane y Deidara se quedaron platicando, aunque la que platicaba era la chica, el rubio sólo respondía a sus preguntas. Le preocupaba el hecho de que Sasori los dejó solos para que él cortara con todo este engaño, Akane era una buena chica y él no quería lastimarla, no se lo merecía, tenía que ser sincero con ella y con él mismo.


    —Akane… —la chica seguía hablando— Akane escúchame… —al parecer no le escuchaba— ¡AKANE!, escucha por favor —dijo por lo bajo ya que había llamado la atención no sólo de la chica quien se asustó, sino la atención de todos los que estaban en el local.


    —Perdón no te escuché… —dijo algo apenada.


    —Es importante que me escuches, sólo... no sé como comenzar —habló el rubio quien tragó grueso debido al nerviosismos— y…yo no puedo seguir con esto, no puedo seguir mintiendo, tú en realidad no me gustas, te pedí que fueras mi novia para darle celos a la chica de la cual sí estoy enamorado, perdóname por comportarme contigo como un canalla, por jugar con tus sentimientos, por no pensar en que podría lastimarte —le confesó, su mirada mostraba arrepentimiento. Por otro lado la chica era un mar de lágrimas.


    — ¿Qué derecho tenías de hacer esto?, yo que siempre te he querido. ¡Quién es, dime quién es! —exclamó alterada.


    —Es Shise… —le dijo, para luego bajar la cabeza, lo que él no notó fue la expresión de la joven, esa mirada que antes era dulce se transformó en una de odio. Se levantó pero no sin antes darle una advertencia:


    —Te vas a arrepentir de haber jugado conmigo, de haberme ilusionado y por haber roto mis sueños. Te voy a cobrar lo que me has hecho con lo que más te duela; dalo por hecho. —amenazó para luego marcharse.


    Deidara hizo lo mismo, buscó a su amigo y le contó lo que había sucedido y la amenaza que le dio la Yakushi, la verdad se preocupó aun más al pensar en que algo le pudiera pasar a la Uchiha, se subieron al auto de Deidara el cual condujo hasta la mansión de los Uchiha, tenía que advertirle sobre la amenaza de Akane, por lo menos para que se cuide de ella. Al llegar se bajaron del auto, el mayordomo les abrió y los hizo pasar a la sala donde sólo estaban Itachi y Obito quienes les pidieron que se sentaran.


    — ¿Qué tal Deidara-sempai? —saludó Obito o Tobi como lo llamaban muchos.


    —Hola Tobi, no estoy para juegos, estoy muy preocupado, no debería tomármelo enserio porque una mujer herida es capaz de decir un montón de cosas, pero no puedo restarle importancia —explicó, pero los otros excepto Sasori no le entendieron.


    — ¿A qué te refieres? —interrogó Itachi.


    —A que terminé con Akane y le dije que no la amaba, que sólo había estado con ella para darle celos a Shise, entiendo su enojo, pero ella me amenazó y dijo que pagaría lo que le hice con lo que más me duela, así que… ¿no sé si es que le hará daño a alguien de mi familia o a la chica que amo? —explicó mientras caminaba de un lado a otro.


    — ¿No puedo creer que hayas hecho eso?, pero bueno, a lo hecho pecho. No creo que intente algo estúpido en contra de mi hermana, se metería en un grave problema —comentó Itachi.


    —De igual forma debemos estar alertas, uno nunca sabe, además no permitiré que esa loca le haga daño a mi prima —esta vez habló Tobi.


    —Bueno yo me voy a casa, estoy seguro que debe estar enojada, después del papelón que le hizo pasar Tobi, yo le hubiera lanzado una bomba —habló en tono cansado.


    —Gracias por avisar —le dijo el Uchiha.



    */*/*/*/*/*/*/*Un mes después*/*/*/*/*/*/*/*



    A simple vista las cosas estaban corriendo de manera normal, Harumi seguía ideando un plan para atar a Itachi a ella, Karín no se daba por vencida con Sasuke, pero este le dejaba bien en claro que él a quien quería era a Sakura. Los torneos nacionales de fútbol ya habían comenzado hace dos días, la mayoría de los estudiantes habían ido a apoyar a los jugadores de la selección de Tokio, en la institución sólo estaban los representantes de los talleres de ciencias y de arte, así como los que pertenecían al círculo de lectura y a las olimpiadas de matemática que también se acercaban. Los pasillos se encontraban vacios, uno que otro pasaba por allí. Uchiha Shise se dirigía con gran prisa a los laboratorios, se le había hecho tarde y tenía que llegar al taller de Ciencias Biológicas, iba tan distraída y pensando en su retraso que no se percató de que alguien la seguía, esa persona aceleró sus pasos y de un empujón la lanzó al baño, la joven Uchiha cayó de boca debido a que se tropezó con uno de sus libros, además de golpear su nariz con el filo del lavabo, lo que causo el brote de la sangre que comenzaba a resbalar por sus fosas nasales. Colocó su mano en su nariz y se horrorizó al ver la sangre, se levantó como pudo y se volteó para ver al causante de lo que había sucedido, pero se sorprendió al ver allí a Yakushi Akane, por lo cual se enojó más.


    La rubia no le dio tiempo de que la morena protestara, puesto que la tomó del cabello la soltó y le dio una cacheta la cual provocó el flujo excesivo de la sangre.


    — ¿Te volviste loca, por qué me atacas así? ¿Qué te hice? —reclamaba la Uchiha, quien hablaba con dificultad.


    — ¿Qué me hiciste?, no sí ahora entiendo el por qué no querías ayudarme con Dei-kun, el motivo es que él te gusta. ¿Sabías qué me pidió que fuera su novia sólo para darte celos a ti? —Habló con rencor— no sólo eso, también terminó conmigo, pero sabes, él tiene que pagar lo que me hizo, ¿qué crees?, se la estoy cobrando; si no es mío… tampoco será para ti; ¡desgraciada!, porque antes, te mando al otro mundo —le dijo para lanzarse encima de ella.


    Se subió encima de ella y comenzó a halar de sus cabellos, Shise trataba de detenerla pero le era imposible, el golpe que recibió en su nariz había sido muy fuerte cada vez salía más sangre y eso comenzaba a debilitarla. Akane tomaba a la Uchiha por el cabello para luego estampar su cabeza contra el suelo, otro flujo de sangre comenzaba a salir, la chica seguía golpeando y golpeando hasta que notó el charco de sangre que se hallaba alrededor suyo, la morena tenía los ojos casi cerrados, dedujo que estaba al borde de la muerte, como pudo lavó sus manos y salió corriendo, dejando a la chica allí, agonizando. Shise abrió sus ojos lentamente, esos oscuros ojos que intentaban permanecer abiertos, pero que poco a poco se fueron cerrando, pero antes de cerrar sus ojos, dijo una palabra poco audible:


    Te amo Namikaze Deidara —fue su último aliento.


    */*/*/*/*/*ITACHIxKONAN*/*/*/*/*/*


    En la mansión de los Uchiha, Mikoto y Mei estaban en la sala tomando un té caliento, ya que estaba haciendo un poco de frío, un leve escalofríos se coló por los huesos de Mikoto lo cual hizo que su tasa cayera al suelo, al instante sintió un dolor en el pecho.


    — ¿Qué es esto que siento? —dijo un tanto nerviosa poniéndose la mano en el pecho.


    — ¿Te ocurre algo? ¿Quieres que llame a Fugaku? —le preguntó la pelirroja.


    —No lo sé, siento algo extraño, como si fuera a suceder algo malo —dijo preocupada.


    —No te preocupes, ¿qué malo puede suceder?



    ¿Es amar acaso un sinónimo de egoísmos? ¿Acaso amor no es dejar que la persona amada sea feliz con quien realmente ama? ¿O ese amor no es amor, sino un simple capricho?, en ocasiones nos podemos equivocar y cometer errores de los que nos podemos arrepentir, sin saber que le estás haciendo daño a quien “supuestamente amas”, un corazón no se vuelve malo de la noche a la mañana, simplemente es malo, aunque puede llegar a cambiar, esconde su YO interno. Es importante saber que cada acción tiene una consecuencia y cada consecuencia se debe pagar, no existe un delito perfecto, porque aunque nadie te haya visto… siempre hay uno que te ve y que tarde o temprano hará justicia, aunque corras no podrás escapar del castigo que te espera.



    CONTINUARA…
     
    Última edición: 25 Julio 2015
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    Samantha

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    Siempre a tu lado (ItachiXKonan) [terminado]
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    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    21
     
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    Acá esta el siguiente capitulo de la historia.

    Espero les gusto, gracias a todos aquellos que leen este fanfics, que aunque no comenten se que lo siguen, sin embargo en bueno dar una crítica para ver en qué puedo mejorar.


    Capitulo 13: Momentos dolorosos.


    Eran las 8:40 PM


    La familia Uchiha se encontraba en el hospital, después de que el director de la institución llamara a la mansión informando sobre lo que había ocurrido con la joven, la cual habían encontrado en el baño de chicas rodeada por un charco de sangre que emanaba de su cabeza, cuando la encontraron estaba casi sin signos vitales y era poco probable que sobreviviera, había perdido mucha sangre y recibió golpes muy fuerte a nivel occipital. Si lograba salvarse podría quedar ciega o parapléjica.


    Mikoto estaba muy alterada, sus ojos estaban hinchados de tanto llorar, Itachi que estaba con ella trataba de calmarla, aunque él también estaba destrozado y desesperado, pero no podía perder la calma, tenía que ser fuerte… por lo menos delante de su madre. Konan y Sasori intentaban consolar al rubio Namikaze, el cual estaba a punto del colapso, se preguntaba ¿Cómo una día de victoria se había convertido en una tragedia?, no podía creer que ella estaba al borde de la muerte, pero se hacía una idea de quién había sido la culpable… después de todo, sí cumplió con la amenaza.


    —Fue ella —susurró mientras empuñaba su mano y fruncía el seño.


    — ¿A qué ella te refieres? —indagó Konan.


    —A Akane, ella me amenazó, dijo que le pagaría el haberme burla de ella, y cumplió su amenaza —explicó apretando los dientes contra sus labios por la rabia que sentía, así que se levantó rumbo a la salida, pero sus amigos no lo dejaron.


    — ¿A dónde crees que vas?, no tienes pruebas de lo que estás diciendo, habrá que esperar a que Shise despierte —explicaba la chica.


    — ¿Y si… no despierta?, ¡no voy a dejar que esa criminal escape! —esto último lo dijo para salir corriendo del hospital en busca de Akane, no sin antes ser escuchado por los presentes.


    — ¿A qué criminal se refiere? ¿Es acaso la persona que atacó a mi niña?, ¡dime por favor, porque si es así yo misma la destruiré! —decía al borde del desespera y prorrumpiendo en llantos para luego caer de rodillas al suelo.


    —Por favor mamá cálmate, no ganamos nada con perder la calma —decía Itachi un tanto enojado— sospechamos que pueda ser Akane, la ex novia de Deidara, ella estaba dolida porque él terminó su relación con ella, y juró vengarse —dicho esto caminó hacia la salida, seguido por Konan quien le dijo a Sasori y a Shisui que no dejaran a Mikoto sola.


    En la salida del hospital, en una banca que estaba justo al lado de la puerta se encontraba Itachi sentado, con las dos manos en su cabeza y llorando, le dolía aun más lo que estaba pasando, sentía que era su culpa, si no hubiera planeado aquello de darle celos, esto no estuviera pasando. Si su hermana muere por su culpa esto no se lo perdonaría.


    —Ita… —no tenía palabras, nunca había visto al moreno en ese estado. Lágrimas bajaban por sus mejillas mientras abrazaba a su novio, pero este la apartó de ella.


    —Déjame por favor, quiero estar solo —al ver el semblante frío del chico entendió que allí sobraba así que entró a la sala y se acercó a los demás. Le dolía esa actitud de Itachi, pero comprendía su situación, ella sólo quería decirle que no se sintiera culpable puesto que no somos adivinos como para saber lo que nos tiene preparado el destino.


    **********En la sala de espera**********


    — ¿Mikoto-san, quiere que le traiga un café o un té?, necesita algo que le calme los nervios —sugirió Konan.


    —Gracias Konan, pero… lo único que quiero es que salga alguien del quirófano y me den noticias de mi hija, estoy muy angustiada, tengo demasiado miedo… no quiero perder a mi hija —de nuevo volvió el llanto.


    —Es una lástima que Shise-chan se esté muriendo, ella me caía muy bien, hubiéramos sido buenas amigas —dijo con imprudencia para lastimar a los demás— me importa poco si se muere, a la final terminaré siendo la única sobrina preferida de Madara —pensaba la chica, ¿hasta dónde podía llegar su ambición?


    —Eres una imprudente, Shise no se va a morir, ten un poco de respeto hacia la señora Mikoto —reclamó Konan.


    —No te tomes atribuciones que no te corresponden, mustia, yo soy más de la familia que tú, así que me puedo expresar como quiera, además ¿No sé qué haces aquí?, tu presencia no hace falta —contestó Harumi con altanería y destilando veneno.


    —Aquí la única que se toma atribuciones que no le corresponden eres tú, Konan es mi novia, y si te reclamó fue por tu imprudencia, tú no tienes nada que hacer aquí, así que largo —aclaró mientras su mirada se tornaba más fría de lo normal, esto le causó temor a la chica quien no dudo en salir del lugar.


    —Fuiste muy grosero con mi sobrina, Itachi-kun, pero esto lo sabrá Madara —dijo un tanto ofendida.


    —Diga lo que usted quiera, es igual que ella, o ella es igual que usted; no le perdió pisada —a Itachi ya no le importaba nada, no iba a permitir que alguien más le hiciera daño a su familia, y esto lo decía por las Terumi— son igual de ambiciosas y de trepadoras, si mi tío no se ha dado cuenta de la clase de persona que es usted, yo sí, así que no deseo ver sus lindos rostros por aquí —les advirtió. La madre del joven estaba sorprendida por aquellas palabras, su hijo no era así, ella no lo crío para faltar el resto a una dama. En efecto Itachi era muy respetuoso, un chico muy educado y galante, pero cuando se trataba de su familia, era como el celo del león cuando cuida su manada, no le importaba decir las verdades a quien sea, porque el Clan Uchiha se respeta.


    — ¡Insolente! —exclamó molesta la Terumi para marcharse del sitio.


    —Te desconozco Uchiha Itachi, no tenías que hablarle de esa manera, posiblemente tu tío se moleste por lo que hiciste —decía la morena mientras lo retaba, su única acción fue tomar a Konan de la mano e ir a la cafetería, estaba de muy mal humor, y no la quería pagar con su madre… la que menos culpa tiene en todo esto.



    */*/*/*/*/*ITACHIxKONAN*/*/*/*/*/*


    En la mansión de los Yakushi, se escuchó el azote de una puerta, pero no vieron quien era porque la persona había pasado corriendo. Kabuto quien se encontraba por la cocina fue a ver quién era, pero se sorprendió mucho, o más bien se asustó un poco al ver rastros de sangre en las huellas de unos zapatos ¿De mujer? ¿Le habría pasado algo a su hermana o a su prima Nanami?


    — ¿Akane-chan estás ahí? —preguntó.


    Subió las escaleras hacía la habitación de su hermana, pequeños rastros de esa sangre también estaban en el pasillo y se perdían en la habitación de la más joven. Tocó, pero nadie contestó, así que optó por entrar, allí los rastros de sangre sólo eran manchas casi visibles, escuchó el caer del agua. Tocó la puerta:


    — ¿Eres tu hermana? —volvió a preguntar, pero esta vez sí obtuvo respuesta.


    — ¿Quien más podría ser, tonto? —dijo con una voz casi audible.


    La joven se había sorprendido ante la presencia de Kabuto, así que se frotó fuerte la ropa para quitar los rastros de sangre, estaba muy nerviosa, había matado a una persona… a Uchiha Shise, sí Fugaku Uchiha o Itachi descubren que fue ella, de seguro la hundirían en una cárcel de por vida, ese clan es muy poderoso, acabarían con ella en un segundo, tenía que huir, no podía quedarse ni un minuto más. Se quitó la ropa la metió en una bolsa y la escondió, lo mismo hizo con los zapatos. Salió rápidamente de la ducha, se colocó la bata de baño y salió, encontrándose de frente con su hermano mayor.


    — ¿Puedes explicarme esas manchas de sangre que están desde la entrada para acá? —preguntó.


    —Me corté el talón con un pico de botella, estaba usando mis sandalias de suela plana y no me fije, terminé cortándome —explicó mostrándole el talón lastimado, cortada que se hizo para disimular.


    —Bien, iré a ver quien toca el timbre con tanta insistencia —mencionó el de cabellos plateados para salir de la habitación y bajar para ver quién era.


    Se vistió más rápido de lo usual, se peinó, se colocó un poco de perfume y salió de su habitación, no podía levantar sospechas, antes de salir escuchó unos gritos que provenían de la sala, era la voz de Deidara, al parecer se notaba muy furioso, optó por quedarse en su habitación, estaba segura de que el rubio sospechaba de ella, por lo de la amenaza.


    En la sala


    — ¿Por qué culpas a mi hermana de algo que no hizo? —preguntaba Kabuto un poco alterado.


    —Porque ella me amenazó, me dijo que se las pagaría y juró vengarse con lo que más me doliera, ella es la única sospechosa. Kabuto, tu hermana no es el ángel que aparenta ser —le dijo mientras lágrimas corrían por su mejilla.


    —Mi hermana, no sería capaz de matar y menos por tu ingratitud —decía Kabuto tratando de defender a su familiar, pero fue interrumpido por el timbre, el mayordomo abrió y desde afuera se vio a unos agentes de policía, a Fugaku, a Madara y a Minato que venían con ellos.


    —Traemos una orden de arresto en contra de la señorita Yakushi —habló un hombre que mostraba la chapa de policía.


    —No pueden hacer eso, ¿de qué se le acusa? —preguntó el joven.


    —Intento de asesinato, hay pruebas sobre ello, de hecho por lo que veo aquí también. —Mencionó uno de los oficiales mientras señalaba las manchas de sangre en el piso— ¿Dónde está la chica? —Kabuto señaló hacia arriba. Los policías subieron, se escuchó un estrepito, habían tumbado la puerta de la habitación, luego se vio como los policías traían a Akane esposada.


    — ¡Por favor hermano ayúdame, no dejes que me lleven, te juro que yo no hice nada! ¡Suéltenme imbéciles! —forcejeaba la chica.


    —Fue ella, vimos las cámaras del instituto, se veía a ella con la ropa manchada de sangre y sus manos también tenían rastros de ella, los pasillos del instituto tenían huellas de sus zapatos. Yakushi Kabuto, ten por seguro que tu hermana pasará el resto de su vida en la cárcel —amenazó Fugaku.


    Deidara, su padre y los Uchiha salieron de esa mansión y se dirigieron hacia el hospital. Al llegar vieron a los demás en la sala de espera, aun no había noticias sobre el estado de la morena. Una hora después salió uno de los médicos, para informales el estado en que se encontraba la joven.


    — ¿Familiares de Uchiha Shise? —anunció.


    —Somos nosotros —dijo Fugaku.


    —Debo ser muy sincero con ustedes el estado de la señorita es muy delicado, es posible que no llegue a ver el amanecer, sufrió un grave traumatismo craneal, ha perdido mucha sangre, el tabique de su nariz estaba destrozado, lo pudimos reconstruir, necesitamos cuatro litros de sangre para hacerle la transfusión; el problema es su tipo de sangre, ella es A negativo, no cualquiera lo tiene —explicó.


    —Amor tú tienes el mismo tipo de sangre —le dijo Mikoto a Fugaku quien enseguida se dirigió al banco de sangre.


    —Lo malo es que una persona sólo puede donar dos litros máximo —aclaró el galeno.


    —Le daré toda mi sangre si es posible, pero sálvela por favor —rogó Fugaku.


    —Yo puedo donar los dos litros que faltan, tengo el mismo tipo de sangre y soy donante —se ofreció Konan.


    — ¿Harías eso por mi hija?, esto no tendré con qué pagártelo —dijo Mikoto abrazando a la joven.


    —Haría eso y mucho más, no tiene que agradecer, lo hago porque Shise es mi amiga, mi cuñada —aclaró. Caminó al banco de sangre y se sentó al lado de Fugaku para que les hicieran los respectivos exámenes.


    —Vales más que todo el oro del mundo, Shise es la luz de mis ojos, si la pierdo parte de mí se iría con ella —le dijo mientras finas lágrimas rodaban por sus mejillas.


    —Ya verá que ella saldrá de todo esto, es fuerte y estoy segura que debe estar luchando por su vida, es una Uchiha, no se dará por vencida tan fácil, con todo respeto, ustedes son bien tercos, incluyendo a Madara-san al que casi no conozco, pero que estoy segura que es el más terco de todos, si dicen que es como Sasuke; entonces acierto —comentaba para darle ánimos, si el más fuerte de la familia decaía, entonces los demás se vendrán abajo.


    —Mi hijo no se equivocó contigo —sonrió sinceramente.


    La transfusión de la sangre se llevó a cabo, enseguida se la colocaron a la chica, quien seguía inconsciente, de eso ya habían pasado cinco días en espera. Se turnaban para quedarse con ella, los que más pasaban tiempo con Shise eran Deidara, Mikoto y Konan, Itachi y Sasuke se quedaban por las tardes y algunas noches Fugaku. El médico se acercó a Konan quien era la que se encontraba en esos momentos con la Uchiha, para informarle que la chica había despertado, pero que había un problema, el traumatismo craneal había traído consecuencias, el nervios óptico sufrió lesiones, esto le produjo la perdida de la vista, era poco probable que volviera a ver. Entró a la habitación, no sin antes avisarle a Itachi y a Deidara que Shise había reaccionado. Se acercó a la camilla de la chica, podía ver el rostro aun hinchado de la morena, esa chica la había atacado con ganas, pudo observar la gaza que cubría su nariz debido a la operación y las vendas que ocultaban la herida, también notó que su largo cabello negro no estaba, posiblemente lo hayan cortado para poder hacer la operación. Sus ojos se veían apagados, sin brillos, se veían pequeñas lágrimas que brotaban de sus oscuros ojos.


    —Shise… —habló Konan, la chico volteó hacía el lugar de donde provenía esa voz, ella la conocía.


    —Konan —respondió con dificultad.


    — ¿Cómo te sientes? —preguntó mientras la tomaba de la mano.


    —Me duele toda la cara y la cabeza —pronunció.


    —Sabes, se que vas despertando, pero estoy segura que cuando los policías se enteren de que has reaccionado, vendrán a interrogarte —le advirtió.


    —Lo sé. —Afirmó— de igual forma, ella ya no debe estar en el país, de seguro huyó —hablaba con dificultad.


    —Si te refieres a Akane, ella fue detenida el mismo día que te encontraron en el baño de chicas —le comentó.


    — ¿Cómo se dieron cuenta que había sido ella? —preguntó, pero no le contestaron porque escuchó que unas personas entraban a su habitación, eran las voces de su madre y su padre, también escuchó la de Itachi y la de Sasuke.


    La familia Uchiha estaba feliz, ya que su hija había despertado, pero su semblante cambió cuando le dijeron que ella había perdido la visión, sin embargo, agradecieron a Dios por haberle dado otra oportunidad a su niña, después de un rato, salieron de la habitación, hasta ahora Deidara no se había acercado a ella, pero Fugaku le pidió que se quedara con la muchacha. Se acercó a la camilla y se sentó a su lado, no pudo aguantar más, abrazó a la chica y se echó a llorar, por un momento la creía perdida.


    —Perdóname, todo esto es mi culpa, si yo no la hubiera utilizado a ella para darte celos, nada de esto hubiera pasado —sollozaba, mientras seguía abrazando a la Uchiha.


    —Tú no sabías que esto pasaría… en todo caso aquí sólo hay una culpable y soy yo, porque si hubiera aceptado mis sentimientos hacia ti, tú no hubieras pensado en esa locura. Pero de nada sirve buscar culpables ahora, y estoy segura que ella la debe estar pasando peor que yo —dijo con una leve sonrisa.


    —No imagino verme sin ti, eres mi mejor amiga, la chica que amo, mi inspiración, con la que quiero compartir un futuro. Sé que no es momento de decir estas cosas, pero quiero que sepas que mis sentimientos por ti no cambiaron en ningún momento, simplemente estaba dolido —le dijo en el oído.


    —Yo… te amo, pero, ¿estás seguro que quieres pasar tus días al lado de una incapacitada? —preguntó.


    —Tan seguro como que te amo desde hace mucho —esto último lo dijo para luego darle un suave beso, el cual fue correspondido.


    Días después Uchiha Shise fue dada de alta, pero continuaba en reposo en su cama, Fugaku contrató a una enfermera para que la cuidara, Deidara le había pedido matrimonió, eran aún menores de edad para casarse, pero sus padres le concedieron el permiso y se casaron por el civil, ya después vendría la ceremonial. Ella se fue a vivir con su esposo a la mansión de los Namikaze, la Uchiha hacía un gran esfuerzo por recordar cada rincón de esa casa para así poder caminar en libertad sin tropezarse, su cabello iba creciendo poco a poco y su vientre también, estaba esperando un bebe.


    */*/*/*/*/*En Italia*/*/*/*/*/*


    En la mansión Uchiha, se encontraba una mujer pelirroja muy molesta, caminaba de un lado al otro. Aun recordaba la insolencia del primogénito de Fugaku, ese chiquillo no sabe con quién se metió, convencería a Madara de mudarse a Japón sólo para fastidiarles la existencia a Uchiha Itachi, y a esa mujercita que dice ser su novia.


    —Sí creías que yo era un hueso fácil de roer, estabas equivocado, ya verás el infierno que les espera a ti y tu noviecita —dijo mientras una sonrisa malévola se dibujaba en su rostro.


    CONTINUARA…
     
  8.  
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    21
     
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    Hola, acá el siguiente capítulo. :)

    Escenas del capítulo anterior:


    En la mansión Uchiha, se encontraba una mujer pelirroja muy molesta, caminaba de un lado al otro. Aun recordaba la insolencia del primogénito de Fugaku, ese chiquillo no sabe con quién se metió, convencería a Madara de mudarse a Japón sólo para fastidiarles la existencia a Uchiha Itachi, y a esa mujercita que dice ser su novia.


    —Sí creías que yo era un hueso fácil de roer, estabas equivocado, ya verás el infierno que les espera a ti y tu noviecita —dijo mientras una sonrisa malévola se dibujaba en su rostro.


    Capitulo 14: Regresan los problemas.


    En una cafetería de Tokio se encontraban conversando un chico y una chica. El chico era de estatura alta, pelirrojo, de tez pálida; la chica, también era pelirroja, usaba anteojos, vestía de una manera provocadora, ambos eran hermanos, sus nombres era Uzumaki Nagato y Uzumaki Karin. Los chicos mostraban una expresión de molestia y hastío. Estaban hartos de que la familia siempre los excluyera de los eventos importantes; como por ejemplo, la boda de su primo Deidara, se sentía frustrados porque no fueron tomados en cuenta y eso no lo olvidarían jamás.


    —Aun no puedo creer que la tía Kushina nos haya hecho esto —comentaba Karin en tono rencoroso y apretando sus dientes.


    —Ya olvídalo, de todos modos esa boda no era la gran cosa; a leguas se nota que el primo se caso con la Uchiha por pura lástima, ya ves que quedó ciega —le explicaba Nagato— me hubiera gustado más que se muriera, así podría disfrutar del sufrimiento de Itachi. A ese maldito lo tengo entre ceja y ceja, pero aun no me conoce —sonreía con malicia.


    — ¿Qué piensas hacer para separarlo de Konan? —sonrió malévolamente.


    —Voy a deshonrarla, estoy seguro que un Uchiha anhela casarse con una chica pura que no haya sido tocada por nadie, le haré creer que ella se entregó a mí por voluntad propia, jajaja —dijo esto último para soltar una carcajada.


    —Excelente idea, luego me ayudas para separar a la odiosa de Sakura Haruno de mi Sasuke-kun —comento para luego dar un sorbo de su soda.


    +*+*+*+*En otro lugar de Tokio*+*+*+*+


    Konan estaba en su habitación leyendo el drama de Romeo y Julieta, el cual le habían asignado en la clase de literatura, tenía que realizar un breve resumen de la historia y dar una crítica acerca de ese relato. A decir verdad no le hacía mucha gracia leer ese tipo de novelas, las historias dramáticas no eran lo suyo, a ella le gustaba más el suspenso, la acción, las novelas de vampiros y muertos vivientes. Ya se estaba aburriendo, dejó a un lado el libro se levantó y salió de su habitación… necesitaba respirar, no podía concentrarse en lo que estaba haciendo, puesto que tenía ya casi tres días sin ver a su príncipe azul, ¿por qué no habrá asistido a clases estos últimos días, estará enfermo, o, ya no querrá verme?, eran las preguntas que invadían los pensamientos de la muchacha. Tomó su abrigo y salió de casa, quería ir a casa de los Uchiha, pero le daba un poco de pena. Ella sabía que era bien recibida, pero tenía cierto temor, ¿y si Itachi no la quería ver? Se dejó de preguntas absurdas y desvió su caminó a la mansión de su amado. Caminó casi treinta minutos hasta la mansión Uchiha ya que quedaba algo retirada de su casa.


    Tocó el timbre y espero a que el mayordomo abriera. Esperó menos de un minuto hasta que un hombre alto la hizo pasar para anunciarle a la señora de la casa la llegada de la chica. El mayordomo la llevó hasta la sala de estar donde se encontraba Mikoto Uchiha conversando con Sasuke quien le dio una leve sonrisa a la muchacha. La señora se levantó y la saludó con un abrazo, gesto que esta recibió amablemente.


    —Konan, que bueno que estás aquí, ¿por qué no habías venido, acaso discutiste con mi hijo? —preguntó extrañada.


    —No, no es eso, es que he estado ocupada con la escuela —aclaró— vine a saludar y a saber de Itachi, hace tres días que no asiste a clases —le informó.


    —Vaya, pensé que lo sabías —dijo en tono preocupado— Itachi tuvo que acompañar a su padre a Londres, se presentó un inconveniente con una de las empresas, así que tuvieron que salir hace tres días justó media hora después que mi hijo regresara del instituto —explicó, cosa que alivió a la chica de cabello azul.


    —No, no me informó, de seguro y no le alcanzó el tiempo. —contestó— Mikoto-san, ¿cómo está Shise?, hace mucho que no la veo, ni siquiera he podido pasarme por la mansión Namikaze, a veces veo a Deidara por los pasillos, pero siempre anda apresurado, así que es difícil conversar con él, Sasori dice que aun no se acostumbra a la idea de que va a ser papá —comentó con una sonrisa.


    —Mi hija está bien, se ha recuperado muy rápido de lo sucedido, y en cuanto a lo de ser padres, eso se lo advertimos bastantes veces, pero no hicieron caso, ahora que se ajusten los pantalones —Comentó Mikoto en tono de molestia, no era que le desagradara la idea de ser abuela, lo que pasaba era muy joven para ser mamá.


    —Me alegro mucho que esté bien. —contestó en tono de felicidad.


    Konan se quedó bastante rato en casa de los Uchiha, Mikoto la había invitado a cenar y de paso llamó a su hijo Itachi para que hablaran por teléfono. Itachi se sintió muy feliz al escuchar la voz de su novia, se disculpó por no haberse comunicado con ella, en ningún momento tuvo tiempo ya que no había parado en el hotel, al cual sólo iba a dormir, además de que llegaba cansado. Todos esos días estuvo metido en la empresa con su padre, quien se notaba bastante preocupado. Itachi le dijo que trataría de llegar lo antes posible, al parecer habían encontrado la causa del problema, pero todavía tenían mucho que hacer. Se despidió de la chica con un “te amo”, el cual fue correspondido por ella, quien sonrió al escucharlo decir esas palabras.


    —Bueno, al parecer cenaremos nosotras solas, Sasuke salió con sus amigos al centro comercial —le anunció la Uchiha.


    Cenaron en silencio y luego se sentaron al lado de la chimenea, Mikoto sacó un álbum de fotos de sus hijos cuando eran pequeños. Las fotos más lindas a su parecer era donde aparecían los tres Uchiha tratando de cargar a Sasuke cuando era un bebe, se veían muy tiernos, Itachi se le hacían muy lindo… su sonrisa no había cambiado, sigue siendo igual de cálida. Mikoto sacó otro álbum de fotos, pero esta vez las fotos eran antiguas, eran fotos de ella y de Fugaku, el Uchiha mayor era igualito a Itachi, si hasta su estatura era similar. Seguían mirando las fotos, el tiempo pasó bastante rápido, ya eran casi las diez, se dieron cuenta porque Sasuke iba llegando… se veía enojado.


    —Mikoto-san, debo irme, mi tía debe estar preocupada —le explicó la muchacha.


    —Le diré al chofer que te lleve, para que no te vayas sola a estas horas de la noche —le dijo.

    Salieron de la casa, Mikoto llamó al chofer y le pidió que por favor llevara a Konan a su casa, el hombre aceptó muy amablemente, sólo se tardó quince minutos en llegar a su casa, agradeció al chofer, se bajó y miró extrañada, no recordaba haber dejado la ventana abierta. Abrió con sus llaves, entró, pero encontró las luces apagadas, de seguro su tía iba a doblar guardia de nuevo; ese trabajo la estaba consumiendo, pensaba la chica. Subió las escaleras y entró a su habitación, cerró la ventana y se sentó en su cama para quitarse las medias. Detrás de ella apareció una sombra, tapó su boca para que no gritara, su corazón latía a mil por horas… conocía esa asquerosa fragancia. La persona la volteó con brusquedad quedando frente a ella. Allí estaba él, Uzumaki Nagato, mostrándole una mirada sádica, la cual le causó un escalofrío, intentó zafarse, pero este tenía más fuerza que ella, la tomó con brusquedad y la beso de manera salvaje… ella sabía lo que iba a pasar, su tía no estaba, no había nadie que la ayudara, se sentía impotente; una lágrima rodó por sus mejillas. Él la empujó sin ninguna delicadeza a la cama, se subió encima de ella y comenzó a lamer su cuello dejando notorias marcas en esa parte.


    —No lo… hagas por favor —rogaba mientras más lágrimas salían de ella.


    —Tranquila, estoy seguro que esto te va a encantar —dijo para volver a besar sus labios de manera salvaje.


    Quitó su ropa salvajemente dejándola desnuda, ella intentaba gritar, pero el tapó su boca mientras ella lloraba debido al trato que este le estaba dando, Nagato disfrutaba de lo que estaba haciendo, puesto que esa noche había sido el primer hombre en la vida de Konan, el la había hecho suya a la fuerza… ¿y qué importa?, pensaba el pelirrojo, de seguro que Itachi no tomaría las sobras de otro. Terminó con lo que estaba haciendo, se vistió y dejó a la chica allí… tratando de taparse con una sabana, asustada y temblando. Se acercó a ella y le dio un beso en los labios, ella por su parte se limpió con un gesto de asco.


    —¿No te gustó?, que mal, ya había pensado en una segunda ver… aunque… pensándolo bien, esa es la puedes pedir a Uchiha Itachi, si es que desea acostarse con alguien que ya no es virgen —esto último lo dijo acompañado de una carcajada. Salió de la habitación, bajó las escaleras y salió de la casa como si nada.


    Konan estaba destrozada, lloraba sin consuelo, se sentía sucia, impura… ese hombre le quitó lo más preciado… su virginidad, la que tanto estaba guardando para el día de su matrimonio. Se levantó como pudo; le dolía todo el cuerpo, caminó hasta el baño, abrió el grifo y dejó salir el agua, no le importaba que estuviera fría, eso no era nada. Dejó que el agua le cayera, mientras las lágrimas volvían a salir. Nagato era un ser despreciable, le había causado mucho daño, ¿qué le había hecho? ¿Por qué se ensañaba con ella de esa manera?, eran las preguntas que se hacía la chica.


    Salió del baño, se vistió, sus ojos estaban hinchados de tanto llorar, se acostó un rato mirando al techo, luego cayó en cuenta de que tenía que buscar una píldoras anticonceptivas de emergencia, no quería quedar embarazada de ese desgraciado al que odiaba con todas sus fuerzas. Salió de su habitación y se metió en la habitación de su tía, registró los gabeteros haber si encontraba algunas píldoras que fueran efectivas, no halló ninguna, mañana a primera hora pasaría por la farmacia, no le iba a dar el gusto a ese imbécil de verla derrotada, sabía que eso le traería consecuencias con su novio, que tal vez Itachi la despreciaría por no ser virgen, pero Uzumaki Nagato no se iba a salir con la suya, tenía que pagar por lo que había hecho.


    Pasó toda la noche en vela, gracias a Dios que era viernes, hoy sólo tenía taller de artes y geografía, ya se pondría al día. Esperó que fueran las siete de la mañana, salió rápido de su casa hasta la farmacia que quedaba a dos cuadras de allí, compró las píldoras y se encaminó de nuevo a su casa, no se dio de cuenta de que alguien la observaba. Desde la otra calle venían Sasori y Deidara que iban a saludarla, pero al notar que esta regresaba a su casa, se miraron algo extrañados.


    — ¿Será que no va a clases? —dijo Deidara en tono interrogante.


    —Quizás se siente mal, estaba en la farmacia —comentó el pelirrojo sin mucha importancia.


    —Vamos —sugirió el rubio.


    Siguieron el mismo camino que la chica del origami, tocaron la puerta y esperaron que abriera. La chica abrió y saludó a los dos jóvenes que estaban frente a ella. Los hizo pasar y los llevó hasta la sala, donde se sentaron en un sofá que estaba pegado a la ventana. Los chicos pensaban que era posible que estuviera enferma, ya que estaba algo pálida, con ojeras, sus ojos rojos; se le veía mal.


    —Te vimos en la farmacia y decidimos venir ya que no andabas con el uniforme, dedujimos que no irías hoy, ¿estás bien? —habló Sasori con su típico tono pasivo.


    —No tienes buena cara, al parecer pasaste mala noche —le dijo Deidara, por lo cual ella bajó la mirada— ¿dije algo malo? —preguntó apenado.


    —No, no dijiste nada malo, y sí, no pase una buena noche. Tuve un encuentro desagradable… —no pudo seguir hablando, sentía un nudo en la garganta, las lágrimas comenzaron a salir de nuevo, se tapó la cara con las dos manos, no quería contarles a ellos lo sucedido, pero eran sus únicos amigos y tenía que desahogarse con alguien.


    — ¿Por qué lloras? —Interrogó Sasori acercándose a la joven— dinos por favor, puedes confiar en nosotros.


    —Nosotros te ayudares, sea lo que sea —afirmó Deidara mientras se sentaba a su lado.


    —Nagato estuvo aquí… anoche, él…el… —no podía hablar, las palabras se hacían un nudo en su garganta.


    — ¿Qué te hizo?, si se atrevió a ponerte una mano encima te juro que se las va a tener que ver con nosotros, sobre todo con Itachi —amenazó Deidara.


    —Ya, deja que nos explique —habló Sasori.


    —Él entró por la ventana y se escondió en mi habitación, sentí que alguien me había tapado la boca, cuando me volteó lo vi, me trató de una manera salvaje, él… me hizo suya a la fuerza…me violó —dijo en su susurro, la avergonzaba tener que contar algo tan horrible, esta vez lloraba con más sentimiento, de nuevo se hacía presente la sensación de asco.


    — ¿Cómo dices? —Dijo Deidara un tanto exaltado.


    —Esto no se puede quedar así, vamos a hacer la denuncia… ¡él tiene que pagar, maldito desgraciado! —Exclamó Sasori dejando a la chica y al rubio impresionados por su actitud, nunca habían visto al pelirrojo tan furioso— es que nos va a tocar de a pedacito —hablaba entre dientes.


    Konan no quería que nadie supiera lo que había sucedido, se lo contó a ellos por ser sus mejores amigos, pero no quería problemas con él, Nagato sería capaz de hacerle daño a Itachi, no quería que le pasara nada a él. La chica les rogó para que no fueran a la policía, ellos accedieron, pero le dijeron que le contaría a Itachi, ella era su novia y él tenía que saberlo, aunque eso significara problemas.


    —Hablaré con su tía, te quedaras en mi casa con la excusa de que mi esposa se siente sola y te pedí el favor de que te quedes allá, no te dejaremos sola aquí, después de lo sucedido, estaremos al pendiente de Kaori-san —le explicó Deidara.


    —Él tiene razón, aquí no te puedes quedar, así que obedece —le dijo el pelirrojo.


    —Está bien… —dijo en un susurro.


    Subió a su habitación, empacó una maleta con sus cosas, el uniforme del instituto, parte de su ropa algunos zapatos y sus cosas de aseo personal. Bajó las escaleras para luego encontrarse con los chicos quienes la esperaban con la puerta abierta. Le escribió un mensaje a su tía explicándole para donde iba y salió, caminaron hasta la mansión de los Namikaze la cual no estaba muy lejos de allí, sólo que en sentido contrario a la de los Uchiha. Por lo visto Sasori y Deidara tampoco asistirían hoy a clases, primero estaba su amiga. Tenían suerte de que su mamá no estuviera en casa y Naruto estuviera en el instituto, entraron a la mansión y subieron directo a la habitación de Deidara y de Shise, quien estaba sentada en un sillón que había en el cuarto escuchando las noticias. Deidara entró y la saludó con un beso, esta sonrió y lo saludó, Sasori también la saludó y Konan también, esta última se sentía muy feliz de verla, se veía muy linda con esa pancita, además su cabello estaba a la altura de su cuello.


    —Konan, viniste a visitarme, no sabes cuánto te he extrañado —dijo la Uchiha con mucha felicidad.


    —Yo también te he extrañado, y me alegro que ya estés bien —le dijo acercándose a ella.


    — ¿Por qué no están en el instituto? —preguntó en tono extraño la chica de cabello azabache.


    —No, pero ya te explicaremos eso con más calma, ahora le diré a alguien del servicio para que le prepare una habitación a Konan, se quedará unos días acá —le avisó el rubio de ojos azules a su chica.


    — ¿Qué está pasando? —preguntó preocupada.


    —Algo terrible, pero será mejor que Konan descanse un rato, al parecer pasó toda la noche en vela —comentó Sasori.


    —Bueno, sabré esperar.


    *+*+*En Londres*+*+*


    Itachi estaba recostado en su cama del hotel, cuando sintió que alguien tocaba la puerta, se levantó muy a su pesar, estaba cansado y lo que menos quería era recibir visitas. Abrió la puerta encontrándose con su padre, su tío Madara y el par de pelirrojas que lo hacían poner de mal humor. Hizo pasar a los presentes, Mei Terumi lo miraba de mala gana mientras que su sobrina al pasar por al lado de Itachi le guiñó un ojo, por lo cual este rodó los ojos, cerró la puerta y se sentó en un sofá apartado, saludó a su tío y a las mujeres quien sonreían de manera sínica.


    —Hijo, Madara está aquí porque nos va a ayudar con lo que nos falta, posiblemente estemos partiendo para Japón en dos días —le explicó— tu tío compró una mansión en Tokio, así que se irá a vivir cerca de nosotros, Shisui y Tobi también vivirán con él —finalizó.


    —“No puede ser” —pensó Itachi, ya que él sabía que de seguro había sido capricho de esas dos.


    CONTINUARÁ…
     
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    Victoria Uchiha

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    Perdona me desaparecí por mucho tiempo, pero vengo a decirte que me dejaste impresionada con este capitulo, y con algo de coraje, konan no se lo merecia, pinche nagato desgraciado, infeliz, le diría mas pero me voy a escuchar muy mal, en fin la trama, todo esta de maravilla, se nota que eres toda una profesional me atrapas con tu manera de escribir, no me pude d.espegar hasta que acabe de leer.

    Espero continuación, no se te olvide etiquetarme que lo leere no tengas duda de de eso :)
     
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    Samantha

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    Gracias por tu comentario, me alegra mucho que te haya gustado.

    La verdad me costó escribir las cosas malas que le pasaron a los personajes en anteriores capítulos y en este, es la primera vez que escribó algo tan intenso, es como un reto. En el siguiente capitulo, la cosa se pondra color de hormiga cuando Itachi se entere de lo que sucedió.

    Trataré de actualizar el proximo fin de semana.
     
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    Samantha

    Samantha Soy Nami en New POT xD Comentarista Top

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    Título:
    Siempre a tu lado (ItachiXKonan) [terminado]
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    21
     
    Palabras:
    2009
    Saludos, traigo el siguiente capitulo de esta historia, espero les agrade.


    Escenas del capítulo anterior:


    —Hijo, Madara está aquí porque nos va a ayudar con lo que nos falta, posiblemente estemos partiendo para Japón en dos días —le explicó— tu tío compró una mansión en Tokio, así que se irá a vivir cerca de nosotros, Shisui y Tobi también vivirán con él —finalizó.


    —“No puede ser” —pensó Itachi, ya que él sabía que de seguro había sido capricho de esas dos.


    Capítulo 15: Amenazas


    Le alegraba el hecho de que sus primos y tío estuvieran cerca de su familia y de él, pero no le agradaba la cercanía de esas mujeres. Intentó sacar todos esos pensamientos para luego preguntarse cómo estaría su novia… la extrañaba, necesitaba estar cerca de ella, besar sus dulces labios, aspirar su aroma, y… tragó grueso al imaginarse con su novia… haciendo aquello, que no le desagradaba, pero que aún no era tiempo, volvió a apartar esos pensamientos e intentó dormirse.


    Los dos días pasaron bastante rápido, por suerte con la ayuda de Madara, quien era muy astuto para los negocios, se pudo solucionar el problema. Partieron de Londres, en la noche. En el avión a Itachi le tocó sentarse con la chica Terumi, Fugaku, Madara y su esposa se sentaron juntos. Itachi se había quedado dormido, pues ya era tarde y quería llegar rápido para ver a Konan, pero sin que él se diera cuenta Harumi se acercó un poco para darle un beso en la mejilla y luego tomar una foto, por lo cual Itachi despertó.


    — ¿Qué haces? —preguntó apartándose de la chica.


    —Nada, sólo me recostaba un poco, estoy cansada y estos asientos son incómodos, además hueles rico —explicó de forma tranquila para luego aspirar cerca del cuello del moreno, cosa que le erizó la piel al susodicho, por lo cual frunció el seño.


    —Qué pena por ti, pero no quiero que te acerques a mí —aclaró, en tono frío.


    —Que cariñoso eh, pobre de tu novia, tener que soportar a alguien tan frío como el témpano de hielo que causó el naufragio del Titanic —dijo con sarcasmo.


    —No tengas pena por ella, porque cuando se trata de mi novia, es cosa diferente —contestó.


    —Sí tú lo dices —contestó en tono de enojo, al parecer este chico tenía respuestas para todo.


    No pudo conciliar el sueño de nuevo, así que esperó a llegar. Pasaron dos horas más, vio la pista de aterrizaje muy cerca, un rato despues bajaron del avión, en la sala de espera estaban Mikoto, Sasuke, Shise, Deidara, Shisui y Tobi. Itachi se extrañó al no ver a su novia allí, caminó hacia sus familiares, saludó a su madre y a su hermana con un cálido abrazo. Después de que todos les dieron la bienvenida, partieron a la mansión Uchiha, Itachi estaba pensativo, pues se le hacía muy raro que Konan no haya ido a recibirlo en el aeropuerto.


    —Ella no pudo venir, tenía un compromiso con su tía —explicó Deidara, quien conducía su auto, mientras miraba por el retrovisor al moreno, que estaba sentado en la parte trasera con Sasuke.


    —Ya se me hacía raro que no viniera —dijo un poco aliviado.


    —Ella ha estado actuando muy extraña estos ultimos días, el otro día iba caminando con nuestra madre por el centro comercial y la vimos, cuando la ibamos a saludar, se fue, además en el instituto me ha estado evadiendo —explicaba Sasuke con molestía. Deidara y Shise, sudaron frío, pues su hermano, tiende a deducir las cosas de una manera muy hábil, y eso que sólo tiene catorce años.


    —Son ideas tuyas… enano —dijo la Uchiha para desviar un poco el tema— ¿Itachi, viste lo mucho que ha crecido tu sobrino? —le preguntó mientras acariciaba su pancita.


    —Sí, pareces un balón —esto lo dijo con intensión de molestar.


    — ¿Cómo se te ocurre decir algo así? ¿No ves que estoy sensible? —reclamó casi al borde de las lágrimas.


    —No sabes lo que has hecho —comentó Deidara dando un suspiro de cansancio— Ya Shise, no es para tanto —dijo.


    —A ti no te importa, porque no eres tú el que tiene que cargar con esto —dijo limpiándose las lágrimas.


    — ¿Qué difícil debe ser tu vida al lado de mi hermana?, te compadezco —comentó Sasuke con una sonrisa de medio lado.


    —Diviértete todo lo que quieres… idiota —espetó molesto.


    Siguieron conversando de otras cosas, como por ejemplo qué nombre le pondrían al bebe, a quién se iba a parecer, ese tema del parecido había traído una disputa entre Sasuke y Deidara. Sasuke decía que el bebe sería todo un Uchiha, pero Deidara decía que sería un Namikaze con todas sus letras, y así estuvieron hasta que llegaron a la mansión de los Uchiha. Bajaron del auto, Deidara y Sasuke seguían discutiendo, Itachi bajó y ayudó a su hermana a bajar, dejaron a los dos idiotas afuera y entraron a la casa, donde ya estaba el resto de la familia.


    — ¿Dónde están Deidara y Sasuke? —preguntó Fugaku quien estaba sentado a un lado de su esposa.


    —Están afuera discutiendo, el parecido del bebe —contestó Itachi.


    —Por supuesto que va a parecerse a los Uchiha, de eso no hay duda —comentó Fugaku orgulloso.


    — ¿Tú también? —Preguntó Itachi, ya cansado del tema— iré a descansar, estoy agotado.


    Dicho esto se despidió y subió a su habitación, le pasó el seguro por si a “alguien” le daba por invadir su espacio. Se dio un largo baño de agua tibia y se echó a la cama, cayo rendido… a decir verdad extrañaba su cama, la comodidad de su habitación, la suavidad de sus almohadas y la tranquilidad; sobre todo eso, la tranquilidad. Estuvo durmiendo durante cuatro horas, se levantó un poco pesado, aun tenía cansancio, miró su reloj y vio que eran las ocho y quince de la noche. Salió de su cama muy a su pesar, se cambió, peinó su cabello y lo ató con su típica cola, salió de su habitación y bajó las escaleras, tenía pensado ir a casa de Konan. Caminó a hasta la salida, encendió su auto y se fue. Al llegar a la casa de la chica, encontró todas las luces apagadas. Bajó del auto y caminó hasta la entrada de la casa, tocó la puerta varías veces, pero nadie le contestó, ¿dónde estaría?, se preguntaba el moreno. Entró de nuevo al auto, marcó el número de teléfono de su novia para luego encender el motor. Repicó varias veces hasta que escuchó la voz de Konan, ella se notaba un poco nerviosa, de pronto escuchó una voz conocida, pero no quiso indagar.


    — ¿Dónde estás?, voy saliendo de tu casa, pero nadie está ahí —le dijo— dame la dirección para irte a buscar —comentó.

    —No hace falta Ita, estoy con mi tía —decía mientras una lágrima resbalaba por sus mejillas— nos vemos mañana, ¿sí? —dijo ella y colgó.


    —Está bien… —esto no lo dejó convencido, además de que le había colgado, Sasuke tenía razón, estaba rara, había algo que no encajaba, no quería ser metiche ni desconfiar, pero la voz que había escuchado era la de Nagato.


    /////Por otro lado/////


    — ¿Qué diría tu noviecito si se entera que le mentiste? —sonrió con malicia.


    —¡Tú me obligaste! —exclamó llorando— ¿no te cansas de hacerme daño? —preguntó casi en un susurro.


    —No, además ya sabes que pagué una bala muy cara para que atraviese la frente de Itachi y una para tu tía, termina con él, no te le acerques, estaré vigilando tus pasos —amenazó— sabes que yo no habló por hablar, así que ni se te ocurra hacer una estupidez, sino quedarás huérfana y sin novio. —terminó.


    —Eres lo peor que he conocido —dijo para luego marcharse del lugar.


    Salió corriendo de ese sitio, ya no quería estar ahí, lo peor del caso es que Nagato la tenía en sus manos, este la amenazaba con hacerle daño a Itachi y a su tía, ellos estaban en peligro… no podía permitir que él les hiciera daño. Llegó a casa de Deidara, les explicó a él y a Shise que regresaría a su casa, estos insistieron en que se quedara porque Nagato podría hacerle daño de nuevo, pero ella dijo que en su casa estaría bien. Agradeció la hospitalidad de sus amigos, se despidió de Minato y de Kushina y luego salió de la mansión Namikaze, tomó un taxi hasta su casa, se bajó y caminó hasta la entrada, abrió la puerta y subió hasta su habitación. Se sentía sola, humillada, sin siquiera poder contar lo que le estaba sucediendo. Mañana mismo terminaría con Itachi, aunque eso le desgarraría el alma, ella lo amaba, pero no podía permitir que la maldad de Nagato lo alcanzara. Ella ya no tenía salida, pero él sí… apartarse de ella.


    —Tú y yo somos de mundos diferentes, no nacimos para estar juntos, tú mereces a una chica sin tantos problemas, que sea igual que tú en posición —decía entre sollozos— yo sólo soy una maldición para ti… Itachi. Nunca te dejaré de amar, porque te clavaste en mi corazón como una estaca. Sé que vas a odiarme por todo esto, pero prefiero tu odio que verte muerto —terminó de decir para luego soltar el llanto.


    Toda, la noche lloró, como nunca lo había hecho, sentía un sabor muy amargo, en su boca. Su pecho se oprimía y su corazón dolía, sentía que en cualquier momento moriría. Ya no tenía nada, ni siquiera era libre de decidirr cómo vivir y con quién vivir, ya no era dueña de su vida. Era un pájaro enjaulado al cual le cortaron las alas para nunca más volar. Esa noche fue parecida a aquella en la que perdió su honra y lo más valioso que tenía, la diferencia es que ahora había perdido la esperanza de ser feliz y de querer una vida diferente al lado de su gran amor.


    ******En otro lugar******


    Harumi estaba recostada en su cama, leyendo una revista, mantenía una sonrisa en su rostro como si uno de sus maquiavélicos planes haya dado resultado.


    */*/*/*Flash Back*/*/*/*/*


    Media hora antes:


    Estaba la chica terminándose de arreglar ya que se había dado un baño, estaba secando su cabello cuando el teléfono repicó, tomó el aparato y miró la pantalla, sonrió con cinismo, al ver el número en la pantalla, le dio a contestar:


    —Diga —habló en un susurro.


    —Ya está todo listo, la chica no se acercará más a tu Uchiha, después de la amenaza que le di, ten por seguro que no molestará más —habló la persona.


    —Muy bien Nagato, te pagaré muy bien lo que has hecho —le dijo ella con una sonrisa malévola.


    —No me hace falta dinero, eso me sobra, aunque puedes pagar de otra manera —comentó.


    —Sólo di dónde nos veremos y ahí estaré —habló con un tono de descaro.


    —Todo a su tiempo lindura, primero lo primero. —Aclaró— Necesito que reveles unas fotos que te pasaré por correo, para que luego se las enseñes a Itachi, estoy seguro que después de que vea esas fotos, va a odiar a Konan por toda la eternidad —finalizó con una carcajada.


    —Claro —contestó con una carcajada igual a la del hombre.


    */*/*/*Fin Flash Back*/*/*/*/*


    Si su plan salía bien, en poco tiempo sería la señora de Uchiha. ¿Cómo había conocido a Nagato?, eso es fácil, en la fiesta de Sasori cuando Nagato intentaba colarse a la fiesta, después de que Itachi y Konan se fueran de allí. Harumi y Nagato se habían confabulado para acabar con la relación de esos dos, así tuvieran que hacer hasta lo imposible… él por venganza y ella por capricho. Después de esos pensamientos terminó de leer la revista y se acostó, mañana sería un día interesante.



    ****************************************



    La maldad es un sentimiento que existe desde el principio de los tiempos, corre por tus venas como el pecado, tú eres quien decide si le da paso o no.


    CONTINUARÁ…
     
  12.  
    Samantha

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    Saludos. Aquí el siguiente capitulo. ;)
    *****************************************************



    Capítulo 16: ¿Traición o Verdad?, no todo es como lo pintan.


    *-*-*-*-*NARRACIÓN DE KONAN*-*-*-*-*-*


    Hoy sería un día muy difícil para mí, hoy tenía que inventar algo para que Itachi se decepcionase de mí. El corazón se me estaba desgarrando, él era mi vida… tenía tantas ilusiones, pero la maldad de Nagato las destruyó por completo. Terminé de arreglarme y bajé a desayunar, mi tía Kaori estaba allí, tomándose un café… sin sospechar nada. Me senté a su lado e hice lo mismo, comí una tostada y luego salí al instituto.


    Caminaba sin fijarme en quien iba y venía, tenía demasiados problemas como para fijarme en las demás personas, me paré un minuto para respirar, tenía unas inmensas ganas de llorar, el sólo pensar que tenía que hacer aquello, me destrozaba el alma, ¿qué iban a pensar los demás de ella?, ¿qué pensaría su amiga y cuñada Shise?, ella quien le brindó su amistad. Iba tan sumida en mis pensamientos que no me di cuenta de que alguien me seguía, sólo hasta que esa persona me abrazó por detrás y me dio un beso en la mejilla.


    — ¿Me extrañaste? —me dijo una voz que conocía muy bien, ¿no puede ser?, es… Itachi— ¿Por qué no me esperaste para ir juntos al instituto? —me preguntó. Yo estaba muy nerviosa, no podía darle la cara.


    —Pensé que irías directo —dije en un tono seco.


    —Entiendo… mira vayamos al grano, ayer estabas rara y hoy te veo nerviosa, ¿te pasa algo?, estás rara —indagó.


    —No pasa nada, pero ya que andas muy directo, quiero que sepas que ya no quiero nada que tenga que ver contigo —abrió los ojos a más no poder, no podía creer lo que estaba escuchando de mi boca— me equivoqué, en realidad no te amo, siempre he amado a Nagato y esa es la verdad —finalicé, para luego encontrarme de frente con Nagato quien se puso a mi lado, ¿de dónde había salido?


    —Esto no lo puedo creer, tú no eres así, ¡me estás mintiendo! —replicó enfurecido, mientras miraba a Nagato quien tenía una sonrisa de insuficiencia.


    —Pues créelo Uchiha, y te advierto, aléjate de mi novia —le dijo para luego tomarme de la cintura y arrastrarme con él— “muy bien hecho gatita, le has salvado la vida a tu comadreja” —me dijo en un susurro, mientras mis lágrimas salían sin consuelo.


    Todo había pasado tan rápido, pero tenía que hacerlo, no podía permitir que ese mal nacido le hiciera algo a Itachi. Debe estar pensado que me burlé de él… que lo traicioné… que le jugué sucio, Itachi no va a perdonarme esto… nunca. En estos momentos estaría feliz de que una bala atravesara mi cuerpo o que un carro me pasara por encima, la muerte es mejor que esta tortura y sufrimiento que estoy sintiendo.


    *-*-*-*-*NARRACIÓN DE ITACHI*-*-*-*-*


    No podía creer todo lo que había sucedido en un instante, Konan, la única chica de la cual me he enamorado, se ha burlado de mí, de mi amor, de todo lo que había soñado para los dos… me traicionó… y no le importó hacerme daño.

    Siento una furia tan grande que soy capaz de matar a quien se atraviese en mi camino. ¿Cómo pudo hacerme esto? ¿Dónde está ese amor que yo veía en su mirada? ¿Se esfumó así de la nada? Sus ojos no mentían, sus besos parecían sinceros.


    — ¡Todo era una farsa! ¡Ella es una farsante! ¡La peor de todas! —grité mientras golpeaba la pared con mucha frustración. Una traviesa lágrima rodó por mis mejillas.


    Caminé a la escuela a pasos lentos y cabizbajos, tenía tantas preguntas dentro de mí. No podía pensar en el hecho de que ella haya hubiera vuelto con ese patán, había tantas cosas que no encajaban. Itachi Uchiha estudiaba a las personas antes de conocerlas, él sabía que Konan no era como estaba aparentado… a menos que fuera una talentosa actriz y tuviera tan malos sentimientos como para tratarlo así. Las personas malas se conocen a simple vista, por más que escondan su verdadero yo. Aquí hay algo más, y lo iba a averiguar.


    Llegué al instituto, un poco más allá de la entrada estaba Sasuke y mis amigos, quienes habían visto llegar a Konan con Nagato, en sus rostros se notaban lo confundidos que estaban, sobre todo Sasuke quien tenía el seño fruncido y las manos empuñadas. Les pasé de largo, no quería hablar con ellos, no quería explicar algo que ni yo mismo entendía. Llegué a mi aula, ahí estaba ella sentada y él a su lado, este se levantó, le dio un beso y me pasó por un lado mientras sonreía de manera sínica. Aproveche que Nagato no estaba para acercarme y hablar con ella, era posible que él la estuviera amenazando, de Nagato no se esperaba nada bueno.


    —Si no me amabas ¿Por qué jugaste con mis sentimientos? —pregunté mientras la tomaba por el brazo de manera brusca. Noté algo extraño en su mirada… ¿miedo acaso?, podría ser, en mi rostro se dibujaba una mirada de furia.


    —Ya te dije, siempre lo amé, estuve contigo porque tienes una buena posición y quizás yo podría salir de abajo, pero Nagato igual es un chico que me puede dar un buen porvenir, lo siento Itachi, pero esta soy yo en realidad… no soy la que conociste, esa era alguien fingida para atraparte —explicó mientras sonreía con cinismo. No podía creer lo que escuchaba de sus labios, vi que ella desvió la mirada y allí estaba él mirando desde los casilleros y dentro en el salón estaban nuestros amigos, quienes se sorprendieron al escuchar las palabras que ella había dicho.


    —Miré hacia Nagato, luego la miré a ella y pude notar unas lágrimas que se esforzaban por no salir de los ojos de Konan — No te creo —le susurré y salí de allí, ese día lo pasé en la azotea, necesitaba pensar, no entré a ninguna clase y en el receso tampoco aparecí, ni siquiera sentía hambre.


    El lugar donde estaba, nadie lo visitaba, ya que esa puerta ante los ojos de otro estaba sellada, pero yo encontré la manera de abrirla, así que por eso sólo yo vengo acá. Me acerqué a la baranda y miré hacia un lugar apartado de los edificios, un poco más allá del campus. Vi como Nagato jaloneaba a Konan y la estampaba contra la pared, a simple vista ella se resistía y hasta pude ver una pequeña discusión, me alarmé al ver que esté sacó un cuchillo y se lo puso en el cuello, también vi como la besaba de manera salvaje. Entonces me di cuenta de que Konan si estaba mintiendo, y es porque ese desgraciado la estaba amenazando con algo y lo iba a averiguar. Salí con velocidad de la azotea y bajé las escaleras con mucha rapidez, sentía que muchos demonios se apoderaban de mi interior, estaba equivocado ese desgraciado si pensaba que le iba a hacer daño a mi novia y yo no me iba a dar cuenta. Yo soy Uchiha Itachi, quien no se deja llevar por las apariencias y que ve más allá de lo que no se ve, una persona que analiza las situaciones. Necesitaba a sus amigos, él no podría llegarle solo, ella podría estar en peligro.


    *-*-*-*NARRACIÓN NORMAL*-*-*-*


    Itachi llegó hasta el pasillo donde estaba su salón y pudo ver que estaban clases, pasó de largo con mucho cuidado para que el profesor no lo viera y bajó hasta el piso número cuatro donde estaba el aula de su hermana, Deidara y Sasori, aunque por ahora sólo estos dos estaban, Shise no asistía debido al embarazo. Les hizo seña a Deidara y este se la devolvió.


    — ¡Ah! ¡Tengo un horrible dolor de estómago!, creo que me cayó mal algo del almuerzo, necesito ir al baño —exclamaba Deidara casi en el piso— no creo que pueda aguantar mucho, necesito que alguien me acompañe por si me desmayo en el camino —Itachi vio todo el drama y sonrió de medio lado, sabía lo loco que podría llegar a ser su amigo, pero no tanto, caminó hasta los baños para encontrarse con ellos.


    —Está bien Namikaze-kun, que su amigo Akasuna-kun lo acompañe —le dijo el profesor. Estos salieron camino al baño, sin mencionar que Sasori había creído todo el drama. En la puerta de los baños, Deidara se comienza a reír y el pelirrojo le lanza una mirada molesta.


    — ¿Se puede saber por qué te ríes?, hace un momento casi que no caminabas de un dolor y ahora te ríes como maniático, ¿qué sucede? —le preguntó tomándolo por el cuello de la camisa.


    —es que… —no pudo terminar porque Itachi apareció.


    —Yo le pedí que saliera, pero jamás pensé que iba a hacer un drama de ese estilo. Deberías ser actor de cine —le dijo Itachi con una leve sonrisa.


    —Casi me mata del susto, este idiota —reclamó.


    —Lo siento Sasori-danna —se disculpó— ¿qué sucede contigo?, has estado huyendo todo el día y ahora te apareces como si nada —reclamó molesto.


    —Necesito que me ayuden, algo está pasando con Konan, esta mañana terminó conmigo y luego la veo con Nagato. Ustedes fueron testigos de todo lo que me dijo en el aula, pero… —explicó para luego hacer una pausa— yo se que todo eso es mentira y lo comprobé hace un rato cuando vi que él sacó un cuchillo para ponérselo en el cuello y la estaba besando de manera salvaje, ese tipo le podría hacer algo, a lo mejor quiere abusar de ella —finalizó, Sasori y Deidara se miraron de manera nerviosa cosa que Itachi intuyó.


    — ¿Ustedes saben algo que yo no sé verdad? —interrogó con el seño fruncido.


    —Te lo diremos luego, ahora vamos a ver qué está pasando con esos dos —le dijo Deidara para desviar un poco la pregunta, tenían que pensar como le iban a decir a Itachi que Konan había sido violada por Nagato y que quizás él la estaba amenazando.


    Caminaron con mucho cuidado, para que nadie los viese salir de los edificios. Caminaron por todo el campus hasta llegar a un lugar de donde podrían esconderse y averiguar lo que estaba pasando con esos dos. El conocía muy bien a esa chica, ella jamás haría una bajeza como la que le quería hacer creer. Se acercaron un poco para poder escuchar lo que él degenerado le decía a Konan. Itachi estaba que se lo llevaba el diablo, estaba furioso, tenía ganas de matar a Nagato. Vio como este rosaba el cuchillo por las piernas de la chica, mientras ella temblaba de miedo, Itachi vio como Konan lloraba, intentó moverse del sitio iba a ir a enfrentar a Nagato, pero Deidara lo detuvo, le dijo que aun no.


    —No cometas una locura, se supone que intentamos saber la verdad, ¿no es así, Uchiha? —le reclamó el rubio en voz baja para que no se escuchara.


    Seguían mirando la escena, él le decía muchas cosas horribles a la muchacha mientras besaba su cuello y tocaba uno de sus pechos, esto enfureció aun más al Uchiha, pero esta vez fue Sasori quien lo detuvo. Itachi se estaba comportando como todo un posesivo, se notaba la impotencia en sus ojos. Escucharon como Nagato le dijo algo a Konan que los dejó atónitos.


    —Debes cuidarte de mí y seguir haciendo lo que te digo. He hecho muchas cosas para vengarme de Itachi, una de ellas fue alimentar el odio que la hermana de Kabuto sentía por la hermosa Shise, digamos que tuve mucho que ver con lo que le sucedió a la Uchiha —sonrió con malicia— pero supongo que tu no dirás nada, si mi primito el sonso se enterara de que por mi culpa su esposita casi muere, mi tío Minato me deshereda y tú la pasarías muy mal. Recuerda también que les he pagado a unos matones para que asesinen a tu tía porque de la bala que impactará en la frente del Uchiha… me encargaré yo —le confesó. Deidara quería matarlo, él era el culpable de lo que le había pasado a su Shise, pero ya se las pagaría.


    — ¿Hasta dónde puede llegar tu maldad? —decía Konan entre sollozos.


    —Digamos que no tiene límites, además tengo una aliada, la cual será la nueva novia de Itachi —le decía— porque según lo que me dijo se divirtieron mucho en Londres, esa Harumi… se las sabe todas —confesaba con descaro. Mientras que los chicos grababan todo lo que él decía, Itachi no podía creer que Terumi Harumi estuviera metida en todo esto, esos dos la van a pasar muy mal… habían desatado la furia de un Uchiha, nada más y nada menos que… la furia de Uchiha Itachi, es que sería implacable con esos dos, ya se enterarían.


    — ¡Ahora lárgate, no quiero ver tu apestosa cara, me das lástima! —le dijo para darle un empujón y dejar a la chica en el piso— Ah… ya veré que hacer para que Itachi se entere de que fuiste mía —esta vez una carcajada salió de él.


    Esto hizo que Itachi quedara congelado, su cara se transformó a una de impresión, no daba crédito a lo que escuchaba ¿Konan se había entregado a Nagato?, una lagrima de rabia bajó por sus mejillas mientras apretaba sus puños y sus dientes, ¿cómo era posible eso? ¿En qué momento?


    —Ella no se entregó a él por voluntad propia —dijo Sasori.


    —Te explicaremos luego… ven —le dijo Deidara para salir de los arbustos.


    La chica intentaba levantarse, pero el dolor y la rabia la habían debilitado, se sentía como una basura… como un desecho, tenía que proteger a Itachi… no importaba si tenía que parecer una prostituta ante sus ojos; tenía que protegerlo a él y a su tía. Intentó levantarse de nuevo, pero vio a tres personas en frente de ella. Levantó la cabeza, pero se puso muy nerviosa cuando vio ahí a Itachi a Deidara y a Sasori quienes no traían una buena cara, sobre todo Itachi quien parecía asesino en serie.


    CONTINUARÁ…
     
  13.  
    Samantha

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    Hola!!!! Traigo el siguiente capitulo de esta historia, espero sea de su agrado.
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    Escenas del capítulo anterior

    —Ella no se entregó a él por voluntad propia —dijo Sasori.


    —Te explicaremos luego… ven —le dijo Deidara para salir de los arbustos.


    La chica intentaba levantarse, pero el dolor y la rabia la habían debilitado, se sentía como una basura… como un desecho, tenía que proteger a Itachi… no importaba si tenía que parecer una prostituta ante sus ojos; tenía que protegerlo a él y a su tía. Intentó levantarse de nuevo, pero vio a tres personas en frente de ella. Levantó la cabeza, pero se puso muy nerviosa cuando vio ahí a Itachi a Deidara y a Sasori quienes no traían una buena cara, sobre todo Itachi quien parecía asesino en serie.



    Capítulo 17: Verdades.


    Konan hizo un gran esfuerzo por pararse del suelo, pero las piernas le temblaban, Itachi le tendió la mano y Sasori y Deidara también ayudaron a levantarla. Quería llorar porque al parecer Itachi y los otros vieron todo lo que había pasado, eso ponía en peligro al Uchiha y a su tía, varias lágrimas rodaron por su mejilla al imaginarse lo que pasaría si Nagato se diera cuenta de que ellos lo sabían todo. Les dio la espalda para salir de allí, no quería un interrogatorio por parte de los jóvenes, pero le fue imposible, Itachi fue más rápido y la tomó del brazo.


    — ¿Por qué nos mentiste? ¿Por qué no nos pediste ayuda? —interrogó el moreno.


    —Itachi, hay un motivo, por si no te diste cuenta, ese mal nacido la tiene amenazada con matarte a ti y a su tía —le explicó Deidara.


    —De todos modos tenías que confiar en mí, sé que no estaba en Tokio, pero debiste contarme todo y no tratar de alejarte de mí —le dijo para luego acercarla a él y abrazarla.


    —Tengo mucho miedo, no quiero que él te mate y tampoco que le haga daño a la única persona que tengo en este mundo —le explicó entre sollozos.


    —Al parecer la niña linda que tienes por prima política también anda metida en todo esto —acotó Sasori con una mueca de disgusto.


    —Debemos hacer un plan para hacer caer a la muchachita esa, y para que Nagato no se entere que lo sabemos todo —comentó el rubio.


    —Por ahora, es mejor que no intentes acercarte a ella, Itachi. Nagato es capaz de muchas cosas, tú ya lo oíste. Lo bueno es que tenemos esta grabación, debemos dársela a la policía… ahí él confiesa lo que te hizo, Konan —explicó el pelirrojo.


    Al escuchar lo que había dicho Sasori, Konan bajó la cabeza, sentía vergüenza con Itachi, no se sentía digna de él. Itachi al verla la abrazó aun más, se sentía culpable por dejarla sola tanto tiempo, pero aun así no dejaría de amarla, así que accedió a lo dicho por el Akasuna. Konan, Sasori y Deidara volvieron a las clases, Itachi se fue a su casa, sabía que algún profesor del instituto llamaría a su casa para saber el motivo por el que no había ido… le esperaba un buen regaño por parte de su padre, pero no se arrepentía, gracias a eso se había dado cuenta de todo lo que había sucedido en su ausencia. En todo el camino estuvo pensando en lo que haría con esa chica que intentaba separarlo de su Konan, era muy astuta… pero no más que él, la haría caer en su propia trampa, sabía que ella intentaría hacer y decir cosas para que los demás se lo crean, pero él la desenmascararía delante de todos… incluyendo a su tía que es igual o peor que ella.


    Llegó a su casa, subió las escaleras y se dirigió a la habitación que ocupaba su primo Shisui, él conocía más a esa chica… él lo podría ayudar, además tenía que poner en evidencia lo que ella había hecho con ese bebe que también era de su primo. Tocó la puerta y luego pasó, allí estaba también Obito o Tobi como le decían otros, se sentó en uno de los sillones, pero antes cerró muy bien la puerta para que nadie escuchara. Obito se extrañó de la actitud del menor y le preguntó que le pasaba, el mencionado le comenzó a explicar lo que había sucedido con su novia, la cual estaba siendo amenazada por su ex novio. Itachi hizo una pausa y les explicó que Harumi también estaba aliada con Nagato, la prueba de ello estaba en una grabación que habían hecho mientras se escondían para escuchar lo que el pelirrojo le decía a su novia. Tanto Tobi como Shisui no podían creer todo lo que Itachi les estaba contando, parecía una película de ciencia ficción. El hijo de Fugaku les pidió su ayuda porque ellos conocían mejor a la chica, y necesitaba que también lo ayudaran con lo de Nagato, por lo cual ellos le dijeron que tenía todo su apoyo.


    —Cuenta con nosotros, te ayudaremos a desenmascarar a esa malvada mujer y a su malvada tía, mi padre no ve más allá de los pechos de Mei-san —le dijo Shisui.


    —Además hay algo que tú no sabes —comentó Obito para luego señalar a su hermano— en varias ocasiones ella me ha insinuado, pero como mis gustos no son las viejas, la he dejado ahí con tremenda calentere, además jamás traicionaría a mi padre —dijo este con una sonrisa de medio lado.


    —Hay que ver que son unas joyitas —dijo Shisui con una mueca de disgusto.


    —Eso sí está grave, aunque no lo parezca, el tío Madara es peligroso. Mei Terumi no sabe dónde se metió —acotó Itachi muy serio.


    *-*-*-*MANSIÓN NAMIKAZE*-*-*-*


    Deidara y Sasori habían llegado a la mansión Namikaze, el rubio saludó a su madre con un beso y subió directo a la habitación, pero se paró un rato en la puerta a pensar, cosa que extrañó a su amigo pelirrojo. Le hizo señas para pasar de largo y tocar la puerta de la habitación de Naruto, esperaron un rato para luego ver al rubio abrir la puerta, este los hizo pasar y los miró con los ojos casi cerrados… se le hacía raro ver a esos dos ahí, normalmente él es quien visita la habitación de su hermano.


    — ¿Qué hacen aquí eh? —preguntó el rubio menor.


    —Necesitamos tu ayuda —dijo Deidara mientras se mordía el labio inferior.


    Sasori lo miró extrañado, ¿acaso le contaría todo a su tonto hermano? Deidara miró a Sasori y negó en señal de que no le contaría a Naruto. Así que este le pidió prestado su ordenador portátil porque el suyo estaba dañado, el rubio menor le dijo que se lo prestaría pero no saldrían de su habitación porque estaba haciendo un informe para mañana. Deidara tomó la laptop y conecto su USB a su teléfono, descargó el video y lo pasó a su correo, allí estaría seguro por si le pasaba algo a su móvil, tenían que tener respaldo. El rubio mayor le dio las gracias y le revolvió el cabello.


    —Nos vemos, Naru-chan —se despidió Deidara, Naruto odiaba que lo llamaran Naru-chan así que hizo un gesto de disgusto.


    —Adiós Naruto-kun —se despidió Sasori.

    —Chao Sasori, de nada… Deidi —le dijo Naruto para molestar— Estos andan en algo raro, él nunca me pide favores, normalmente soy yo quien le pide favores a él —analizó el joven Namikaze.


    Sasori se fue a su casa y Deidara entró a su habitación, vio que Shise estaba dormida, se acercó y le dio un beso en los labios, aunque esto no la hizo despertar, se removió un poquito debido al contacto… últimamente casi no dormía, sentía molestias, al parecer el niño pateaba mucho. Decidió darse un relajante baño para olvidar un poco todo lo que había pasado el día de hoy, sentía cierto miedo, ese Nagato era capaz de muchas cosas, ¿y si se atrevía a matar a su amigo?, ese sería un golpe muy fuerte para los Uchiha, tenían que detener a ese desgraciado antes de que ocurra algo malo. Abrió el grifo y esperó a que el jacuzzi se llenara, le colocó el jabón líquido y esencia de mandarina, ese olor lo relajaba, se desvistió y entró a la cálida agua, se sentía tan bien, se sentó y echó la cabeza hacia atrás, cerró sus ojos y masajeo la sien. Estaba tan distraído que no se dio cuenta cuando alguien entró en el baño y se metió al jacuzzi con él, abrió los ojos cuando sintió que se le sentaba encima, sonrió de medio lado, al ver a la chica que amaba en frente de él y desnuda. Recorrió su cuerpo con su mirada azul, ella era de piel muy clara, su cabello estaba a la altura del cuello, sus ojos muy negros… aunque no podía ver, su abdomen ya estaba bastante crecido, un poco más y revienta, pero aun así se veía hermosa.


    — ¿Quieres un masaje de relajación? —le preguntó con una sonrisa pícara, no podía ver, pero sabía cómo entrar sin que se diera cuenta.


    —Adelante… Uchiha —le respondió este con una mirada de lujuria.


    *-*-*-*MANSIÓN UCHIHA*-*-*-*


    En la mansión Uchiha, específicamente en la habitación de Sasuke, estaban Gaara, Kiba, Shino y Shikamaru; faltaba Naruto, pero este ya venía en camino. La reunión se debía a que el rubio llamó a Sasuke y a sus amigos para conversar sobre algo que le molestaba, de los cuales sus hermanos estaban enterados y ellos por ser tan jóvenes… no. Gaara ya estaba algo fastidiado por esperar a Naruto, el rubio siempre hacía lo mismo, llegaba tarde y ellos tenían que esperarlo, Kiba y Shino se lanzaban un balón de futbol que tenía Sasuke, Shikamaru estaba durmiendo y Sasuke mirando por la ventana, pero un portazo los hizo reaccionar a todos, era Naruto quien venía con su portátil y traía una cara de preocupación.


    — ¿Se puede saber para que nos reuniste, dobe? —Pregunto Sasuke en tono serio— sin mencionar que te has tardado mucho —agregó.


    —Es algo bastante delicado, pero antes de decirle tenemos que hacer un pacto de silencio, esto no lo puede saber nadie… dattebayo —dijo un poco preocupado.


    Naruto les contó sobre el extraño comportamiento de Sasori y de su hermano, les contó que él les había prestado la laptop para que ellos hicieran no se qué cosa, pero el rubio era muy curioso así que entró en el correo de su hermano y vio el archivo que él había guardado, la clave del correo era fácil “princesauchiha”, así le decía él a Shise, al parecer el archivo era un video o algo así, les dijo que se había colocado los audífonos para escuchar mejor, pero que al escuchar se quedó como piedra, en la grabación se oía la voz de su primo Nagato diciendo un montón de barbaridades… no sólo eso, también comprometía a la prima política de los Uchiha.


    — ¿Te atreviste a invadir el correo de tu hermano? ¿Acaso te volviste loco?, si Deidara se entera te corta la cabeza y te lanza a los leones —decía Kiba muy asustado, él conocía muy bien el carácter del rubio.

    —Hace tiempo me hice la idea de que eras un tarado, pero ahora pienso que eres peor que eso —esta vez habló Gaara.


    —Es un dobe, ni modo, habrá que mandar a tomarle las medidas —comentó el Uchiha en tono serio.


    — ¿Las medidas de qué? —preguntó Shino.


    —Del ataúd, porque después de que su hermano se entere que revisó el correo y que además sacó información confidencial, será su funeral —agregó Shikamaru.


    —Déjense de tonterías, esto es muy delicado, la verdad es que necesito contárselos para ver en qué podemos ayudar a nuestros hermanos… y a tu primo Sasori, Gaara —decía Naruto muy serio, esto preocupó a los demás— ¿Dónde está Sai?, le dije que viniera —preguntó el Namikaze.


    —No lo sé —contestó Sasuke.


    —Miren, cuando escuchen esta grabación van a quedar de piedra igual que yo —les dijo Naruto abriendo el ordenador.


    Los chicos tuvieron que colocarse unos audífonos, porque Naruto les dijo que podría escucharse fuera de la habitación, así que hicieron lo que el rubio les pidió. Tanto Sasuke como los otros estaban asombrados por las barbaridades que el primo de Naruto le decía a Konan, la novia de Itachi. También escucharon cuando Nagato dijo que él había metido la mano para hacerle daño a Shise, Sasuke se quitó los audífonos de golpe, no quería seguir escuchando, pero Naruto le pidió que la hiciera, por ultimo Nagato amenazaba a Konan con matar a Itachi y a su tía si se atrevía a decir al Uchiha que él la había violado. La grabación terminó y todos se miraron con el seño fruncido.


    — ¿Cómo es posible que tu primo cometa todas estas atrocidades, Naruto? —interrogó Gaara, quien tenía un semblante serio y preocupado.


    — ¡Ese maldito se atrevió a hacerle daño a mi hermano, es que cuando lo agarre no va a quedar nada de él! —exclamaba Sasuke, quien estaba más que furioso, parecía león enjaulado.


    —Ni tú ni nosotros vamos a agarrar a nadie, no ves que ese tipo es peligroso, además hay que ir con cuidado… la sobrina de tu tío Madara anda metida en todo esto… y nosotros también por haber escuchado dicha grabación —reflexionó Shikamaru.


    —Tenemos que ayudar a nuestros hermanos Sasuke, y a tu primo también Gaara, no podemos permitir que mi primo Nagato les haga algo malo, dattebayo —decía el rubio quien estaba muy nervioso.


    — ¿Qué podríamos hacer nosotros, pedir ayuda a nuestros papis y que después de que Nagato se entere de ello le estampe una bala en medio de la frente a Itachi? —Preguntó Kiba más que nervioso— estamos entre la espada y la pared —finalizó.


    —Lo mejor que podemos hacer es quedarnos al margen de todo, si vemos que las cosas se comienzan a calentar no quedará de otra que entregarle esa grabación a la policía o en todo caso a nuestros padres —sugirió Gaara en tono tranquilo.


    —Tal vez tengas razón, pero a esa mujercita llamada Harumi la tendré vigilada en todo momento, estoy pensando en poner mini cámaras por toda la casa, aprovecharé un día que ella salga de comprar con su tía para colocarlas —propuso el Uchiha.


    CONTINUARÁ…
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    NOTAS DEL CAPÍTULO.

    Bueno quiero informarles que estamos a tan sólo tres capitulos del final, ya pronto culminará esta historia llena de drama y enrredos.
     
  14.  
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    Aquí el siguiente capitulo.
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    Capítulo 18: Trampas… Una luz en medio de las tinieblas


    Era un nuevo día, un día bastante frío, habían nubes negras las cuales anunciaban lluvia, estás eran las últimas de la estación ya que faltaba poco para que entrara el invierno, la gente caminaba de aquí para allá con sus sombrillas en mano para que la lluvia no los fuera a tomar desprevenidos. Algunos locales de la ciudad aún estaban cerrados puesto que aun era muy temprano, sin embargo había otros dueños que abrían a primera hora. Ese día Sasuke Uchiha se había levantado más temprano de lo usual, iba con un objetivo en mente; comprar las mini cámaras. Desayunó y salió antes que su hermano Itachi. Corrió hasta uno de los locales que estaban en el centro, antes de cruzar la calle se encontró con Gaara quien venía con Shikamaru, el novio de su hermana Temari. Respiraba algo agitado ya que había corrido hasta ahí.


    Ambos muchachos vieron con rareza al Uchiha ya que él no era de ir tan aprisa por la vida, Sasuke les explicó que tenía que ir a comprar esas mini cámaras antes de que su hermano notara su ausencia en el instituto, tanto Gaara como Shikamaru se ofrecieron a acompañarlo para que luego no llegara solo a clases. Entraron en la tienda y preguntaron si tenía mini cámaras, de esas que casi no se notan pero que además tienen un mini audio. Debido a que el hombre no entendía la explicación del Uchiha, Sasuke le mostró una imagen que tenía en el teléfono, el hombre al ver lo que el chico quería le dijo que si tenía varias de esas, así que el moreno compró unas veinte. Shikamaru y Gaara pensaron que era un exagerado, pero luego cayeron en cuenta de que la mansión Uchiha era bastante grande, así que a lo mejor y tendría que comprar más para abarcar algunos espacios. Las cámaras salieron un poco costosas, pero eso al muchacho no le importó, tenía que ayudar a su hermano de alguna manera y cobrarle a ese Nagato lo que le había hecho a su hermana.


    Salieron del lugar hacía el instituto, aun faltaban quince minutos para que tocara la campana de entrada, además de que estaban muy cerca de allí. Llegaron a la puerta del edificio, pero se encontraron con la sorpresa de que Itachi estaba parado en el portón, con los brazos cruzados y el seño fruncido… se notaba su mala cara, de seguro estaba molesto por no encontrar a Sasuke temprano, el menor de los Uchiha intentó persuadirlo, pero el mayor fue más rápido y lo tomó por el lado posterior del cuello de su uniforme.


    — ¿Se puede saber dónde estabas? —Preguntó Itachi con un tono de ultratumba que asustó al pelirrojo y al de la cola alta— Saliste más temprano ¿Por qué apareces a esta hora? —volvió a interrogar.


    — ¿Eres mi padre acaso?, no tengo que darte explicaciones —contestó en tono altanero.


    —No evadas mi pregunta, tonto hermano menor —le dijo en tono serio.


    —Itachi-san, yo le pedí a Sasuke que nos encontráramos los tres en el centro para venir juntos a clases, pero me quedé dormido y llegue después de la hora acordada —explicó Shikamaru, ya que sabía lo arrogante que era el menor de los Uchiha y nunca le daría explicaciones a su hermano mayor.


    —Es cierto —apoyó el pelirrojo.


    —Está bien, voy a creerles porque yo también tuve su edad y al igual que ustedes tenía mis secretos —comentó con una sonrisa de medio lado, algo tramaban, pero no se molestaría en averiguarlo, son cosas de adolescentes.


    Terminaron de hablar y caminaron hacia donde estaba el resto del grupo, conversaron un rato, pero sonó la campana y se dirigieron a sus respectivas aulas. Itachi iba entrando a su salón, pero vio algo que le hizo hervir la sangre, allí estaba el mal nacido de Nagato besando a su novia, el moreno sentía que en cualquier momento iba a explotar e iba a ahorcar a ese individuo, pero tenía que contenerse, por suerte llegó Sasori quien estudiaba con él en la misma aula, le tocó el hombro y le hizo una seña para sentarse.


    —Tú sabes que ella no lo hace por gusto, así que por un momento hazte de la vista gorda… león —sugirió en tono cansado.


    —Es muy fácil decirlo, espero nunca estés en mis zapatos… titiritero —le dijo un tanto molesto.


    Dejaron de platicar ya que Kakashi-sensei había llegado para dar su clase de literatura, todos tomaron asiento y prestaron atención, de vez en cuando Itachi volteaba para ver a Konan quien le devolvía la mirada un tanto nerviosa. Las clases pasaron de manera lenta para algunos y muy rápido para otros. El timbre sonó anunciando la hora del almuerzo, la mayoría de los estudiantes se reunía en la cafetería o en el comedor, otros se sentaban aparte con sus grupos y comían de manera tranquila. Itachi y su grupo estaban reunidos en la cafetería del instituto siempre almorzaban allí, además del grupo de Sasuke. Konan les pasó de largo y se sentó con Nagato y su grupito de alimañas el cual estaba conformado por: Kimimaro Kaguya, Kabuto Yakushi, Karin Uzumaki y extrañamente la sobrina política de Madara quien sólo llegó a saludar y se acercó al grupo de Itachi, quien dejó de hablar cuando la vieron.


    — ¡Hola chicos! —saludó alegremente— desde hoy estoy estudiando en este prestigioso instituto, ¿qué creen?, estoy en la clase de Deidara-kun? —comentó con una emoción fingida.


    Por desgracia —susurró Deidara entre dientes, ya que la chica no había parado de preguntarle tantas casas.


    — ¿Qué dijiste? —preguntó en tono inocente, realmente no había escuchado lo que el rubio había dicho, cosa que si escuchó Itachi quien estaba al lado del Namikaze.


    —Nada… por favor me pasas la mostaza —le dijo a Hidan que estaba en frente de él.


    —Puedo sentarme con ustedes —preguntó, por lo cual algunos asintieron, menos Itachi, Sasori y Deidara quienes disimulaban que estaban concentrados en su comida— ¿Qué extraño que tu novia no esté aquí contigo, Itachi? ¿Acaso terminaron? —preguntó, pero se llevó una mala cara de Itachi que casi la fulmina con la mirada, cosa que le encrespó los bellos a la chica.


    —Terminé, chicos, nos vemos en el entrenamiento —dijo esto para ignorar a la joven, levantarse e irse del sitio.


    —Por lo visto todos los Uchiha son así —comentó con sarcasmo.


    —No, claro que no, pero si buscas a un Uchiha te aseguro que lo encuentras… tienen mala fama de ser peligrosos, que te lo digo yo que estoy casado con una Uchiha —le contestó para levantarse e irse, de igual forma, Sasori hizo lo mismo.


    — ¿Qué habrán querido decir? —preguntó.


    —Haber preciosa, no creo que seas tan tonta como para no darte cuenta que esos tres no te pasan pero ni que se tomen un litro de cianuro… ¿Sí captas, cierto? —le explicó Hidan en tono tajante, a decir verdad esa chica tampoco le daba buena espina.


    En la otra mesa, Naruto, Sasuke y el resto de sus compañeras veían con disimulo lo que sucedía en la mesa dónde estaba Itachi, algunos se sorprendieron ya que Itachi, Sasori y Deidara eran chicos muy caballerosos, de hecho la mayoría de las chicas de ese instituto morían por una sonrisa de esos tres, ¿cómo era que trataban así a esa chica?, pero Sasuke, Naruto, Gaara, Shikamaru, Kiba y Shino sabían el motivo de ese desplante… y es que si esa chica creía que se burlaría de ellos, estaba equivocada, porque esos tres cuando se juntaban eran tan letales como la bomba de Hiroshima y Nagasaki. Sasuke les hizo seño a los chicos, para ir a un lugar apartado y platicar acerca de un asunto concerniente al mismo tema. Caminaron un poco más allá de las canchas de tenis y se sentaron en una de las gradas que estaban cerca de allí.


    —Hay algo que no pensamos, esa chica estudiará acá… de seguro para poder planear mejor sus artimañas —habló Sasuke quien se cruzó de brazos.


    —De seguro se unirá con mi primo para torturar a la pobre de Konan-chan, dattebayo —decía Naruto en tono molesto.


    —Y quizás que otras atrocidades, tal vez hasta quiera coquetear con Deidara, con eso de que están en el mismo salón —acotó Kiba.


    — ¡Eso si que no se lo voy a permitir, Dattebayo! —exclamó con el puño cerrado.


    —Naruto, el objetivo de Harumi no es Deidara… es Itachi, así que no te preocupes; claro, no hay que bajar la guardia, quizás quiera molestar —explicó Gaara.


    —Ya dejemos de hablar sandeces y hagamos un plan para mantenerlos vigilados acá en el instituto —sugirió Shikamaru.


    Se juntaron un poco para planear una estrategia y que nadie los oyera, en estas adversidades eran uno para todos y todos para uno, aunque sus hermanos no supieran que ellos tenían conocimiento de lo que estaba sucediendo, ayudarían todo lo que fuera necesario; sin embargo, sabían que se estaban metiendo en la boca del lobo ya que si uno de esos mal intencionados se llegase a enterar de que ellos estaban al tanto de la verdad… también estarían sentenciados a muerte, pero era un riesgo que iban a tomar.


    */*/*/*/*MANSIÓN NAMIKAZE*/*/*/*/*


    Kurenai-sensei y Anko-sensei habían ido a darle las clases correspondientes a la Uchiha quien sólo podía realizar las pruebas orales y escuchar las clases, Kurenai estaba impartiendo Biología, le estaba explicando los cromosomas y las anomalías que estos traían en los genes en ciertos casos, produciendo algunos síndromes como el Down y el Turner. Mientras Kurenai explicaba, la morena trataba de poner toda su atención, aunque no la viera, ella sabía que la profesara caminaba de un lado al otro, hubo un momento en el que la chica vio un visaje de luz, cosa que la dejó estática por un momento, cerró sus ojos para luego abrirlos, y ahí estaba de nuevo… otro visaje, era como si apenas viera como la sensei caminaba de un lado al otro.


    —Kurenai… sensei… podríamos parar cinco minutos —le dijo la chica algo consternada.


    — ¿Estás bien, Shise?, te noto algo pálida… ¿no será que ya vas a tener a tu bebe? —dijo un tanto preocupada.


    —No… no… sensei, para eso todavía falta tres meses… es sólo que sentí un poco de cansancio mental, es difícil escuchar y no poder ver —dijo disimulando su emoción— No diré nada aun, no quiero hacerme falsas esperanzas —pensó la chica.


    —Kurenai, déjalo hasta ahí, que descanse quince minutos para luego continuar yo con Historia y Geografía —le sugirió Anko.


    —Está bien, disculpa si la clase estuvo algo tediosa, pero así es este tema —le dijo Kurenai a la Uchiha.


    —No se preocupe, sensei, a mi me encanta la Biología, mi sueño es ser genetista —le explicó con emoción, por lo cual sonrieron las mayores.


    */*/*/*/*/*EN EL KONOHA SCHOOL*/*/*/*/*/*


    Konan estaba en clases de matemática con Iruka-sensei, la clase se estaba haciendo medio tediosa, así que pidió permiso para ir al baño, necesitaba espabilarse o sino no rendiría en la siguiente prueba; Iruka podría ser muy bueno, pero era bien estricto a la hora de presentar una prueba con él. Salió del aula y se dirigió a los baños, sin darse cuenta de que alguien la seguía con la mirada. Desde su salón Harumi había visto pasar a Konan, así que le pidió permiso para salir un momento a Orochimaru-sensei el profesor de Química, quien se opuso al principio, pero luego accedió puesto que la chica no desistiría. Salió con rapidez y caminó de manera sigilosa para que la chica de cabello azul no notara su presencia, vio como la Yutaka entraba en los sanitarios, así que ella entró muy rápido y de igual forma cerró la puerta, ante la atenta mirada de la otra chica, quien volteó los ojos con fastidio. La Terumi miraba a la morena con auto-suficiencia y de pies a cabeza, mantenía una sonrisa de medio lado en su rostro mientras se iba acercando a la muchacha. Konan no pestañó ni un momento, no iba a permitir que esa malvada la amedrentara.


    —La verdad no sé qué hace una pordiosera como tú, en un instituto de prestigio como este —habló la pelirroja con un tono de desprecio.


    —Yo no soy ninguna pordiosera —se defendió— estoy aquí gracias a mi capacidad intelectual, cosa que a ti te falta —le dijo mientras sonreía de medio lado.


    — ¿Quién te crees para hablarme así… mustia? —insultó Harumi mientras la tomaba por un brazo— ahora que miro muy bien el lugar, ¿no fue aquí donde casi matan a la tonta de Shise?, vaya sería un excelente lugar para que a su amiga le pase lo mismo… o algo peor —amenazaba mientras le daba una mirada malévola, pero la chica no se dejó.


    — ¡Suéltame, tú no me harás nada!, que te quede claro… este… es mi territorio, así que no voy a permitir que vengas tú a querer humillarme porque sino la vas a pasar muy mal… princesa de Mónaco —dijo esto armándose de valor, tenía cierto temor, pero pudo sacar valentía para enfrentar a la chica.


    —Ja, te crees muy valiente, pero no sabes con quien estás tratando —le dijo en tono desafiante.


    — ¿Qué no sé con quién estoy tratando? ¡Por supuesto que lo sé!, con una recién llegada que tiene ínfulas de grandeza y que además se junta con un delincuente para poder obtener lo que quiere porque no tiene los suficientes ovarios como para conquistar al chico que le gusta; y que además, se vale de trampas sucias y maquiavélicas para hacerle daño a otras personas… créeme, Harumi… sé muy bien con quién estoy tratando; sin embargo, tú no sabes quién estás tratando —finalizó para luego salir del baño y dejar a la chica con la boca abierta, a la Terumi no le quedó más remedio que ir a su clase, se sentía algo consternada, no se esperó una contesta de ese tipo, aparte de que se llevó un regaño de Orochimaru por tardar mucho, así que tuvo que quedarse a terminar lo que le faltaba.


    Las clases terminaron cada quien se dirigió a su hogar, Itachi se fue con Sasuke, Tobi, Shisui y Harumi, aunque no les hacía gracia tenerla cerca, la chica hacía todo lo posible por pegarse a Itachi mientras que este le sacaba el cuerpo, le hastiaba su presencia y hasta le molestaba el olor de su perfume… odiaba las fragancias dulces, a él le gustaban los olores cítricos como el perfume que usaba Konan. Deidara se fue con Naruto para su casa, ambos se habían ido caminando, les gustaba caminar por la tarde, así que siempre lo hacían. Más adelante estos dos se encontraron con Kimimaro y Kabuto los cuales se dirigían en la misma dirección. Los rubios iban a ignorarlos, pero Kabuto se acercó a Deidara.


    —Perdona que te moleste —le dijo a Deidara, quien lo miró serio— quería saber cómo está Shise —le preguntó en tono cohibido, sentía que lo que había hecho su hermana le había dejado mala fama a él.


    —Está bien, no puede ver… pero está bien —le contestó para luego seguir su camino.


    —Deidara dile a mi princesa que le envío saludos —esto lo dijo Kimimaro para molestar al rubio.


    —Ten por seguro que eso es algo que no le voy a decir, de por sí que ya ni se acuerda que existes —le contestó Deidara.


    —Dónde hubo fuego quedan cenizas —le picó.


    —Créeme, allí ya no queda ni polvo, me encargué de dispersar todo rastro de inmundicia —dijo con una sonrisa de medio lado.


    —Algún día me cobraré esta —le dijo.


    —Te estaré esperando —contestó, para luego seguir su camino.


    —No deberías prestar atención a su sandeces, lo hace para fastidiar y lo sabes —decía Naruto.


    —Me molesta su actitud, ni él me pasa ni yo lo paso, el sentimiento es mutuo. —Contestó frunciendo el seño.


    Siguieron su camino hasta la mansión Namikaze, llegaron a la puerta y entraron, estaba todo en calma. Se fijaron en la sala, allí estaban Minato, Kushina y Shise, la pelirroja tejía un pequeño suéter; para su nieto… seguro, Minato platicaba con Shise sobre el nombre que le pondrían al niño, ya faltaba poco para que naciera y aún no habían pensado en un nombre. Naruto sonrió, quería participar en la conversación al igual que Deidara quien entró saludando a todos, a su madre con un beso, a su padre con un saludo y a su chica con beso en los labios. Se unieron a la plática, Naruto quería que el niño se llamara Deishi por Deidara y Shise, los antes mencionados lo querían llamar Deisuke, Minato decía que le quedaría muy bien el nombre de Deimaru y por último Kushina dio su opinión: era mejor esperar a que el niño naciera, si sacaba la apariencia de los Namikaze, le pondrían cualquiera de esos nombres, pero si sacaba la apariencia de los Uchiha, debía tener un nombre acorde con su rasgo físico. Minato levantó la voz, con mucho orgullo deciendo que el bebe sería todo un Namikaze, Naruto, Shise y Kushina sonrieron de manera nerviosa al pensar que tanto Deidara como Minato pensaban igual que Fugaku y Sasuke quienes decían que la criatura sería todo un Uchiha, daba cansancio pensar en la disputa que se armaría si estuvieran esos cuatro en un mismo sitio.

    —Dei, me llevarías a casa de mis padres, quería visitar a mi mamá y así saludar al tío Madara —le pidió la morena al chico rubio.


    —Esta bien, iré a darme un baño, me visto y nos vamos, ¿te parece? —le propuso con una sonrisa.


    —Claro, ve. —le dijo. Pero una vez más quedó paralizada al ver otro rayo de luz deslizarse por sus ojos, esta vez pudo notar algo amarillo— ¿sería el cabello de Deidara? —pensó, Naruto la miró algo preocupado.


    — ¿Te sientes bien, dattebayo?, te noto algo ansiosa —preguntó el chico.


    —No te preocupes, estoy bien, a veces el bebe patea y me causa ciertas molestias —le dijo.


    —Eso es normal, estás en los últimos meses, y aun faltan las contracciones, tteebane —le dijo con una sonrisa.


    */*/*/*/*/*En la mansión de los Uchiha*/*/*/*/*/*


    Los chicos habían llegado, Itachi estaba muy cansado al igual que Sasuke, Obito y Shisui hicieron lo mismo, subieron a sus habitaciones seguido de Harumi, quien observaba con detenimiento a Shisui, no podía negar que el idiota estaba como quería, le gustaba todo de él, pero sólo cuando tenían intimidad. Según ella nadie sabía de la relación que estos habían tenido, además de que ella había quedado en estado y había abortado, si Madara se llegase a enterar que ella había abortado a su primer nieto, de seguro la hundiría en la cárcel por asesinar a un miembro de su clan. Caminó por el pasillo, llegó hasta su habitación, se cambió, se colocó una toalla de baño, tenía pensado darse una ducha, pero no en su baño. Salió de su habitación y miró que nadie estuviera por ahí, caminó a la habitación de al lado que era la de Shisui y entró de manera sigilosa, se escuchaba el sonido del agua que caía de la regadera… se estaba bañando; perfecto, sonrió. Abrió la puerta del baño, entró en silencio para luego desplazar las cortinas con cuidado, una vez dentro lo abrazó por la espalda y lamió el lóbulo de su oreja.


    — ¿Te quieres divertir un rato? —susurró causándole un escalofríos que recorrió la espalda del joven, este volteó sorprendido encontrándose con la chica de frente. Shisui sonrió, esta era su oportunidad de quitarle la máscara a la víbora y de cobrarse la muerte de su hijo… así que la serpiente cayó en su propia jaula, pensó el Uchiha para luego deborara sus labios.


    CONTINUARÁ…

    NOTA:

    A tan sólo dos capitulos del final, actualizaré el sábado.
     
  15.  
    Samantha

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    Aquí el siguiente capitulo, espero sea de su agrado. ;)
    ..............................................................................................


    Capítulo 19: Descubiertos… La Verdad Siempre Sale a la Luz.


    Después de un rató, Shisui soltó con brusquedad a Harumi, se salió de la tina para ponerse la bata de baño, tomó a la chica por los brazos, esta como pude tomó la bata de baño, pero luego se le cayó, el chico la haló con mucha fuerza hasta la puerta de su habitación, gritandole unas cuantas verdades que desde hace mucho quería decirle, esto llamó la atención de Madara, Fugaku, Mikoto, Mei y el resto de los jovenes que estaban en sus habitacines. Todos salieron al pasillo, y se sorprendieron al ver a Shisui en bata de baño y la sobrina de Mei desnuda, Madara y Fugaku voltearon la mirada con respeto, mientras que Mei corría a auxiliar a su sobrina.


    —¿Cómo te atreves a hacer algo tan atroz?, te voy a denunciar —decía Mei muy alterada.


    —Atroz fue lo que su sobrina hizo hace dos años, ella, Harumi me sedujo y hasta tuvimos intimidad, de esa relación hubo un producto… nuestro hijo, ¡el que ella abortó!, anda diles que no eres la niñita dulce que aparentas, ¿por qué no le dices que no tuviste escrupulos ni te tembló el pulso para matar a una criatura que recien se estaba formando? ¿Por qué no les dices que te acabas de meter en mi baño para seducirme de nuevo? —decía sin perder el tono de voz con el que comenzó, Madara no daba credito a lo que estaba escuchando por boca de su hijo.


    —¡Callate maldito!, todo eso es mentira, no pueden creerle, el sólo está dolido porque nunca me fijé en él ni correspondí su amor —explicaba la Terumi casi al borde del llanto.


    —Tu sabes muy bien que no miento, da la casualidad que la vez que me confesaste tu crimen ese día intentaba hacer un video de amor para ti, pero mira con lo que saliste, ¿qué crees?, todo quedó grabado y lo he estado guardando para una ocasión especial, te dije que algun día pagarías la muerte de mi hijo, así que te ha llegado el día —dijo en tono amenazante.


    —¡Estás difamando a mi sobrina! ¡No tienes derecho! —exclamó furiosa Mei para luego darle una cacheta a Shisui, quien sonrió de medio lado.


    —Mejor callese, porque usted también tendrá lo suyo, es igual de zorra que su sobrina —insultó el moreno— padre, ¿sabías que tu esposa le ha abierto las piernas más de una vez a tu hijo mayor?, ¿o no Obito? —Obito, abrió los ojos de sobremanera, sentía un poco de miedo de decir la verdad, no sabía como reaccionaría su padre, pero terminó por asentir.


    —Madara, amor… no puedes creerles, ¡tus hijos no me soportan, me odian! —decía muy nerviosa, pero Madara la miró de manera asesina, sus ojos denotaban la furia que estaba apunto de explotar en su interior.


    —Shisui, no puedes hablar por hablar, debes tener pruebas de todas estas cosas, porque sino te va a ir muy mal —le explicó Fugaku— vamos a la biblioteca, allí podremos hablar mejor, Harumi, vistete, te esperamos abajo en cinco minutos… ni un minuto más —sentenció con la mirada.


    Todos se fueron a la biblioteca, menos Harumi quien se fue a vestir. No podía creer que todos sus planes se hayan venido abajo y todo por la culpa de su primo político, quien no había superado lo del aborto. Se puso lo primero que encontró; total, posiblemente no pasaría la noche en ese lugar, después de que todo se sepa, quizás la enviarían a la carcel por haber abortado a un bastardo Uchiha. ¿Cómo era eso de que su tía se le insunuaba a Obito?, sabía que su tía no era una blanca paloma, pero de allí a ofrecersele al hijo mayor de su esposa, era bastante. Harumi había escuchado muchas cosas de Madara y uno de ellas es que era muy peligroso, era mejor tenerlo de amigo, porque de enemigo, le haría ver su suerte.


    Bajó a pasos lentos, no quería llegar a la sala, tener que dar un drama y ver la cara de triunfo que de seguro Itachi y el resto pondrían. Bajó las escaleras poco a poco, tratando de pensar en lo que haría o diría, faltaba un escalón para bajar cuando se encontró de frente con Deidara y Shise que venían hacía ella. Volteó los ojos con fastidio, la morena le caía muy mal, como le hubiera gustado que se muriera y ver la cara de sufrimiento de todos esos que ahora la retan, sonrió con malicia… aún podía hacer algo. Los ignoró y caminó hasta la biblioteca, mientras Deidara la seguía con la mirada.


    —No tiene muy buena cara —le dijo en el oído a la Uchiha.


    —¿De quién hablas? —preguntó la morena.


    —De Harumi, anda con cara de pocos amigos. Por cierto, ¿dónde estarán todos? —se preguntaba el rubio quien dirigió a Shise hasta la sala para sentarla en uno de los sofá.


    ==========En La Biblioteca=========


    El ambiente estaba tenso, Madara caminaba de un lado al otro, parecía león enjaulado, de vez en cuando miraba a sus hijos quienes le devolvían la misma mirada de furia que tenía él, luego miraba a su actual esposa y era cuando su furia se encendía más. Madara sentía que le habían lanzado un balde agua fría, pensar que su esposa y su hijo, lo hayan traicionada de una manera tan vil… aunque, si se detenía a pensar, por lo que dijo Shisui ella era quien se le insinuaba. El mayor de los Uchiha siempre educó muy biena sus hijos, enseñandoles la integridad y honestidad… aunque él no lo fuera en ciertas ocasiones, debido a los negocios que hacía con gente que pertenecía a alguna mafia, sin embargo; siempre tartó de que sus hijos no se salieran del camino correcto. Sus pensamientos seguían dibagando hasta que escuchó que se abría la puerta de la biblioteca, allí iba entrando la sobrina de su esposa, con su cara bien lavada, aparentando de que nada de lo que se decía era cierto, pero si algo conocía Uchiha Madara era la mirada y el comportamiento de una persona cuando mentía… esa chica estaba mintiendo, podía ver la sinceridad y el dolor en los ojos de su hijo menor cuando estaba diciendo todo lo que esa chica había hecho.


    —Muy bien, ¿tienes alguna explicación coherente para todo esto? —interrogó Madara, mientras sus penetrantes ojos intentaban escudriñar los azules de la pelirroja.


    —Soy inocente de todo lo que tu hijo me acusa… ¡yo no mataría a mi propio hijo! ¡No soy una desalmada! —gritaba para disimular su nerviosismo.


    —¿Por qué sigues mintiendo, cuando te digo que tengo pruebas es porque las voy a sacar ahora mismo, tu teatrito, se acabó… di la verdad, ¿o quieres que encienda la grabadora? —sentenció Shisui quien caminaba hasta ella muy despació como tigre asechando a su presa.


    —Tu no tienes ninguna prueba, sólo lo dices para hacerme presión, pero no lograrás nada porque nada es cierto —decía esta, pero no estaba en sus planes que Shisui presionara un botón para luego escucharse su voz en la grabadora.



    ***GRABACIÓN***



    — ¿Por qué lo hiciste? ¿Cómo pudiste matar a tu propio hijo? ¡Nuestro hijo! —Me gritó y me tomó bruscamente del brazo— no te tembló el pulso para hacer semejante atrocidad, ¿Qué clase de persona eres? —esto último lo dijo casi en un susurro, mientras caía de rodillas al piso.


    —Exacto no me tembló el pulso, no voy a perder mi escultural figura por una criatura, que además no estaba planificada —aclaré mientras hablaba en un tono frío.


    — ¿Qué? ¿Acaso no me amas?, no te entiendo —dijo al borde del llanto.


    —Por supuesto que no —hablé con una sonrisa burlona— digamos que te utilice, quería encajar en la alta sociedad y tú eras mi boleto de entrada, ¿qué crees?, lo logre… jajajajaja —esto último lo dio con una fuerte carcajada.


    —Eres la peor persona que he conocido en toda mi vida, jugaste conmigo, mataste a mi hijo, te burlaste de mí hasta el cansancio, pero esto no se queda aquí… tú vas a pagar todo lo que has hecho, porque todavía no ha nacido nadie, absolutamente nadie, que se burle de un Uchiha y salga ileso, vas a pagar con sangre lo que hiciste… te lo juro —terminó de hablar o mejor dicho de amenazarme. Por un momento sentí miedo, pero perro que ladra no muerde. Pensé para luego sonreír.



    ***FIN DE LA GRABACIÓN***


    Todos habían quedado con la boca abierta, hasta Shise quien iba entrando… ella también había escuchado todo lo que decía la chica en esa grabación… una lágrima rodó por las mejillas de la morena, ¿era real lo que escuchaba o era una novela? Harumi estaba más que furiosa, ahora si no podría ocultar la verdad que salió a flote por la bendita grabación, la unica opción fue intentar salir corriendo, al intentarlo empujó a la Uchiha que estaba casi en la puerta, esta perdió el equilibrio y cayó al suelo golpeandose el vientre con el filo de una pequeña mesa, pero no fue gran cosa… o eso pensaba, Deidara enseguida la ayudó a levantar. Itachi quien era muy veloz a la hora de correr, salió en busca de la chica, no podía escapar, detrás salió Shisui, sguido de Tobi y Sasuke quienes ayudarían a los otros. Madara desvió su vista hacia su esposa, esta tembló al sentir la terrible mirada que él le había lanzado.


    —No me quedan dudas de lo que dijo Shisui de ti —dijo acercandose a su esposa— pero esto no se va a quedar así, voy a divorciarme de ti, de mí no vas a ver ni un yen, por adultera… mira que sonsacar a mi propio hijo. Ahora mismo nos vamos a la habitación a aclarar nuestras cuentas —le dijo tomandola por el brazo.


    —No voy a permitir que se maltrate a una mujer en mi casa, Madara —dijo Fugaku interponiendose en el camino.


    —Descuida hermano, que le daré el trato que una perra merece, hoy mismo se hirá de esta casa… a la calle, como la prostituta regalada que es —le dijo— y tu sobrina que se preparé, porque va a pasar el resto de sus días en la carcel, haré que todo el peso de la ley caiga sobre ella, no le van a quedar más ganas de abortar de nadie —terminó para halarla hasta las escaleras y subirla a la fuerza.


    —Santo Dios, esto es demasiado —decía Mikoto llorando, por lo cual Fugaku la abrazo— Hija ¿Estás bien?, esa chica te empujó con mucha fuerza —decía Mikoto preocupada.


    —No te preocupes mamá, mi bebe y yo estamos bien, no fue nada —dijo esta para no preocupar a su madre, pero la verdad, sentía una pequeña punzada en la parte baja de su abdomen, seguro que había sido por el impacto del golpe.


    Escucharon unos gritos que provenían de afuera, por un momento pensaron que Madara le estaba pegando a su esposa, pero cuando salieron vieron como Itachi y Shisui traían a Harumi quien intentaba escapar, luego miraron hacia las escaleras y vieron como Madara lanzaba un poco de bolsas hacia abajo y arrastraba por las escaleras a Mei, la soltó cuando bajaron el último escalón, le dijo que se largara, porque no había perdón ni segundas oportunidades, el clan Uchiha se respeta, todavía no ha nacido el primero que haya intentado burlarse de los Uchiha y haya salido bien parado. Les hizo seña a Itachi y Obito que eran los mayores para que metieran a Harumi en el auto, se la llevarían a la delegancia, esa niña iba a pagar el sufrimiento que le había causado a su hijo menor. Los tres morenos salieron con la joven y se montaron en el auto rumbo a la delegación, dejando allí a Mei, quien no paraba de llorar.


    —Esta de más decirte que te vayas —dijo Fugaku, para luego subir las escaleras y perderse en el pasillo.


    —No tengo a donde ir, yo no tengo más familia que mi sobrina —habló la pelirroja, mientras se levantaba del piso.


    —No debería hacer esto, debido a lo que ustedes le han hecho a nuestra familia —le dijo, para luego sacar un dinero de su carte— ten, para que te pagues una habitación, en una residencia, ahora vete —le extendio la mano.


    —¿Una residencia? —dijo esta.


    —¿Y qué esperabas? ¿Un hospedaje en un hotel cinco estrellas? —esta vez habló Sasuke, quien se llevó una mala mirada de la mujer— termina de largarte —le dijo señalando la puerta.


    La mujer recogió las bolsas que Madara había lanzado por las escaleras, caminó por la puerta y salió del lugar, no podía creer que todo lo que había construído se había acabo en un segundo, todo por el descuido de su inecta sobrina, en esos momentos sentía unas ganas inmensas de abofetarla hasta que la mano se le cansara. Deidara y Sasuke y Shisui veían todo desde el lugar donde estaban, iban a la sala cuando un grito hizo que se detuvieran, allí en la escalera estaba su hermana, doblada y sosteniendose la parte baja del abdomen, volvio a gritar, pero esta vez llamó a su papá, quien bajó a mil por horas. Mikoto también bajó para ver lo que pasaba, se preocupó mucho al ver a su hija allí. La mujer vio como un liquido bajaba por sus piernas, mientras la chica la miraba aterrorizada, Deidara estaba nevioso y Sasuke no sabía que hacer. Fugaku tomó a su hija en brazos y la montó en el auto, Mikoto y el resto hicieron lo mismo, el mayor condujo a toda velocidad hasta la cliníca donde una vez estuvo internada su hija.


    Bajaron del auto y enseguida los atendieron, uno de los medicos que estaba en emergencia se llevó a Shise para ver que era lo que pasaba, al parecer la chica daría a luz debido a que la fuente se había roto. Mikoto le explicó que aún no era tiempo, su hija tenía a penas seis meses, el doctor le dijo que sería un parto muy riesgoso, pero que tenían que proceder o sino el bebe podría morir, también les explicó que no era la primera vez que un niño nace a los seis meses, que era de alto riesgo, pero que podrían salvarse. Se llevaron a la Uchiha para la sala de parto, ellos se quedaron en la sala de esperar, no permitieron que ninguno entrara al lugar ya que era un trabajo muy serio el que debían hacer. Los gritos de la morena se escuchaban hasta la sala de espera, cada vez que el rubio los escuchaba sentía que se iba a desmayar, mientras se agarraba de los pelos, de igual forma Sasuke quien estaba más pálido de lo normal, Mikoto caminaba de un lado al otro y Fugaku respiraba hondo y se frotaba las sienes. Mikoto paró en seco, ni tiempo les había dado de llamar a Minato y a Kushina, no le diría a Deidara… se notaba que el pobre estaba a punto del colapso nervioso. Tomó su telefono y marcó el número de la pelirroja, ésta contestó, la morena le contó que estaban en el hospital porque a s su hija se le había adelantada el parto, no pudo seguir ya que Kushina pegó un grito y le dijo que estaría allí es cinco minutos, luego se escuchó que ella había colgado la llamada, cerró el telefono y fue hasta donde estaba su esposo. No sabía cuánto tiempo había transcurrido desde entonces, ¿una hora, dos horas, media hora?, esto se le hacía una erternidad.


    Se escuchó un poco de alboroto, eran Kushina y Minato que venía por el pasillo, detrás suyo venían Naruto, Nagato y Karin, quienes habían ido a visitar a su tía Kushina. Kushina estaba preocupada, sólo esperaba que todo saliera bien para su nuera y su nieto. Estuvieron unos veinteminutos, cuando se escuchó el llanto de un bebe, Deidara abrió los ojos a más no poder para luego caer de largo a largo. Minato y Nagato lo levantaron y lo acostaron en uno de los sofás que estaban en la sala de espera, llamaron a una enfermera para que lo atendieran. Vieron salir a un médico de la sala de partos, el hombre caminó hasta ellos y se paró en frente con una sonrisa.


    —Uchiha Shise está muy bien, el niño también está fuera de peligro, pero hay que mantenerlo un tiempo en la imcubadora debido a que es seis mesino —explicó el medico— Bien, quiero felicitar al padre de la criatura, ¿dónde está? —preguntó el medico. Algunos se apartaron para dejar ver a un Deidara que iba reaccionando despues del desmayo.


    —Allí está doctor —dijo Minato. Deidara miraba al medico con asombro.


    —Vaya, el bebe es igualito a su papa, tiene el cabello del mismo color, claro aun no se sabe de qué color son sus ojos —dijo el medico con una sonrisa, pero Deidara volvio a demayarse— es normal que pase eso, de seguro estaba muy nervioso, así que se agotó —explicó.


    —¿Podemos ver a mi hija? —preguntó Mikoto.


    —Ella quedó muy cansada, al principio pensamos que tendríamos que hacer sesarea, pero respondió muy bien a las dilataciones así que fue un parto normal, la pasaremos a la habitación, pero hay que dejar que descanse, probablemente despierte por la noche. —explicó. El ruido del telefono hizo que el medico callara, así que decidió retirarse para seguir con su labor.


    —Gracias doctor —agradeció Fugaku— moshi moshi, no, no estamos en casa, venga a la clinica, el bebe de Shise ya nació —le informó Fugaku a Madara quien había llegado con Itachi y Obito a su casa y se extrañaron de no ver a nadie. Ellos se encaminaron al hospital.


    —“Esta es la oportunidad, de esta no te salvas, Nagato” —pensó Sasuke para sacar tu telefono subirle al audio y darle click. Esto llamó la atención de los presentes quienes miraron al chico debido al ruido que hacía, Fugaku le iba a decir que le bajara volumen, pero se sorprendió de escuchar la voz del pelirrojo en la grabación.


    ***GRABACIÓN***


    —Debes cuidarte de mí y seguir haciendo lo que te digo. He hecho muchas cosas para vengarme de Itachi, una de ellas fue alimentar el odio que la hermana de Kabuto sentía por la hermosa Shise, digamos que tuve mucho que ver con lo que le sucedió a la Uchiha —sonrió con malicia— pero supongo que tu no dirás nada, si mi primito el sonso se enterara de que por mi culpa su esposita casi muere, mi tío Minato me deshereda y tú la pasarías muy mal. Recuerda también que les he pagado a unos matones para que asesinen a tu tía porque de la bala que impactará en la frente del Uchiha… me encargaré yo —le confesó.


    — ¿Hasta dónde puede llegar tu maldad? —decía Konan entre sollozos.



    —Digamos que no tiene límites, además tengo una aliada, la cual será la nueva novia de Itachi —le decía— porque según lo que me dijo se divirtieron mucho en Londres, esa Harumi… se las sabe todas —confesaba con descaro.


    — ¡Ahora lárgate, no quiero ver tu apestosa cara, me das lástima! —le dijo para darle un empujón y dejar a la chica en el piso— Ah… ya veré que hacer para que Itachi se entere de que fuiste mía —esta vez una carcajada salió de él.




    ***FIN DE LA GRABACIÓN***


    En esa grabación se escuchaba como Nagato le decía a Konan todo lo que había hecho, intentó correr, para huir de allí, pero se tropezó con un hombre que traía una camilla, esto le dio tiempo a Minato para detener al sobrino de Kushina, la pelirroja no podía creer lo que escuchaba, su sobrino… su único sobrino, les había dado una puñalada por la espalda. Fugaku se acercó furioso hacia el muchacho, lo tomó por el cuello y lo levantó, el chico ni se inmutó y lo miró con rabia.


    —¿Así que has pagado una bala para mi hijo? —le dijo entre dientes— no me gusta deberle nada a nadie y no me ensuciaré las manos con una rata de alcantarilla como tú, pero yo te pagaré una estadía de setenta años en la carcel, ¿qué te parece? —sentenció el mayor. Para luego mirar a su hijo Itachi quien iba entrando con su primo y su tío.


    CONTINUARA…

    NOTA:

    Mañana por la noche publicaré el final de esta historia.
     
  16.  
    Samantha

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    Acá el final, no quedó como esperaba, realmente la inspiración falló. ._.
    Espero sea de su agrad y gracias por leer. :)
    ...........................................................................................................


    Capítulo 20: Siempre a tu lado.


    Madara, Obito y sobretodo Itachi estaban confundidos, al parecer había pasado algo de lo que ellos no estaban enterados. Itachi se sorprendió al ver como su padre tenía a Nagato tomado por las solapas de su camisa mientras le decía que lo iba a enviar a la cárcel. Kushina estaba tan consternada que no aguantó tanta presión y terminó por desmayarse. Deidara quien ya se había recuperado de su desmayo, la tajó para que no se cayera y la acostó en el mismo sofá que estaba hace unos minutos. Miró a Naruto con el seño fruncido, ya que la única manera de que Sasuke tuviera esa grabación sería sacándola de su correo… por lo visto eso fue lo que pasó, por un lado se sentía bien de que la verdad saliera a la luz, pero por el otro sentía que ahora varias personas estaban en peligro; sobre todo Konan.


    — ¿Te metiste en mi correo, verdad?, mocoso entrometido —le dijo en tono de furia.


    —Nosotros queríamos ayudar —expresó Naruto con preocupación.


    — ¿Ayudar?, no ves que ahora todo está peor, Konan, su tía, Itachi y Sasuke están corriendo peligro —le dijo en tono de frustración.


    Deidara dejó de reclamarle a Naruto ya que vio como Minato y Fugaku se llevaban a Nagato para la delegación. Madara, Obito, Shisui e Itachi también fueron con ellos. El rubio dio un suspiro al ver que quizás los chicos no lo habían hecho mal después de todo, miró a su madre quien ya había recuperado la conciencia y a Mikoto que estaba sentada junto a ella, ambas estaban devastadas, sobre todo la pelirroja quien quería mucho a su sobrino, a un lado de Kushina estaba Karin quien no paraba de llorar, era terrible todo lo que se estaba viviendo en esos momentos, y pensar que su esposa y su hijo estaban ahí en medio de tanto alboroto. Le dijo a Naruto y Sasuke que estuvieran al pendiente de las mujeres, él iría a ver como estaba Shise.


    *-*-*EN UNA DE LAS HABITACIONES*-*-*


    La morena abría sus ojos, los sentía pesados, estaba cansada después del esfuerzo que había hecho al dar a luz a su hijo, intentó moverse un poco para acomodarse. Poco a poco abrió los ojos, se llevó una gran sorpresa, ¿estaba viendo o era un sueño?, en frente de ella estaba Deidara y la miraba sonriente, pestañó un poco, para luego darse un pellizco, comprobó que no era un sueño ya que le había dolido… y mucho. Deidara la miró extrañado, ¿por qué la chica hacía eso?, ella sonrió mientras unas lágrimas bajaban por sus mejillas, no podía creerlo… estaba viendo. Muchas veces se habían entristecido al saber que tendría a su hijo, pero no podría verlo. Intentó sentarse pero aun sentía pesadez, así que Deidara la ayuda mientras subía un poco la cama para darle acomodo a la chica.


    — ¿Estás bien? ¿Por qué te pellizcaste? —le preguntó.


    —Estoy muy bien… porqué… puedo… ver…verte —dijo casi a punto de llorar, Deidara abrió los ojos a más no poder para luego abrazarla.


    — ¿Puedes verme?, pero, ¿cómo? —expresó con alegría.


    —No lo sé, desde hace rato veía ciertos visajes, no quise decir nada para hacerme ilusiones, pero ahora te puedo ver, a ti, a tus ojos azules, tus cabellos dorados y tu hermosa sonrisa… pobre ver a mi hijo —alegó muy emocionada— ¿cómo está nuestro bebe, Dei? ¿Por qué no lo han traído para conocerlo? —preguntó un poco asustada.


    —Tranquila, el bebe está bien, pero como es seis mesino, debe estar en una incubadora, si quieres conocerlo tendrás que ir hasta donde lo tienen, pero ahora descansa, de seguro estas muy cansada —explicó este mientras acariciaba su cabello.


    —Sí, estoy cansada, pero no tengo sueño, ¿dónde están todos? —preguntó al no ver allí a sus familiares.


    —Están afuera —dijo cortante.


    — ¿Ha pasado algo? —preguntó al ver la actitud del rubio, este la miró y negó con una sonrisa, pero ella sabía que le estaba mintiendo.


    *-*-*En la delegación*-*-*


    Bajaron al muchacho y se lo llevaron para adentro, ya era la segunda vez que estaban en el mismo sitio. Nagato se resistía a entrar, unos oficiales que estaban en la entrada ayudaron a Minato y a Fugaku. Itachi está sorprendido por lo que había pasado, ¿cómo Sasuke se había atrevido a tanto?, gracias a Dios que todo salió bien, sólo esperaba su Konan estuviera bien. Fugaku le dijo que ahora todo iba a ser diferente que fuera a buscar a la chica, ellos se encargaban de todo, al parecer no había fianza para todo lo que había hecho Nagato, de eso se encargaron Minato y Fugaku.


    Itachi salió para la casa de Konan, moría de ganas por verla, ya no había obstáculos que los separaran, tomó un taxi ya que en el auto estaban los demás. Eran las siete de la noche, el día había sido muy ajetreado, desde que llegó del instituto no había descansado nada, fueron sorpresas tras otras. Bajó del taxi y sonrió al verse frente a la casa de la Yutaka, lo más normal era que tocara la puerta y la chica le permitiera pasar, pero sonrió de medio lado al notar la ventana abierta. Itachi no era hombre de entrar sin permiso, hoy se tomaría esa osadía, muchas cosas de la que habían sucedido le dejaron en claro que si quieres hacer algo… hazlo, porque si lo dejas para mañana quizás no te de tiempo.


    Dentro de la casa Konan estaba preparando la cena, su tía estaba viendo la televisión ya que era su día libre, así que aprovecharía para descansar un poco de tanto trabajo. Konan llamó a su tía anunciándole que la cena ya estaba servida, se sentaron a comer, aunque la chica aun seguía preocupada por las amenazas, no se imaginaba una vida sin su tía, la única que la acogió cuando sus padres fallecieron, de no ser por ella… habría parado en un orfanato. Siguió comiendo en silencio, mientras miraba a su tía, esta le regaló una linda sonrisa que ella correspondió.


    —Te quiero mucho, tía Kao —expresó.


    —Yo igual cariño, pero te he notado muy preocupada estos últimos meses, ¿pasa algo?, sabes que puedes confiar en mí —le dijo.


    —No pasa nada, es que los profesores nos están presionando ya ves que falta poco terminar la clases, y nuestra graduación. —le explicó.


    — ¿Siempre vas a estudiar medicina? —le preguntó mientras se llevaba una cucharada de arroz a la boca.


    —Sí, aunque esperemos que quede entre los mejores, quisiera esa beca que ofrece la university Tokyo Of Center, y para ello debo obtener uno de los mejores promedios de mi promoción… el mejor promedio es Itachi, de seguro él irá a una de esas universidades de alto prestigio acá en Tokio —explicaba mientras se levantaba para colocar su plato en el fregadero.

    Lavó los trastes y luego se fue a dar una ducha, se sentía cansada; mentalmente, ya no dormía como antes, su vida se había convertido en un desastre. Subió las escaleras y se metió en el baño, se duchó por unos veinte minutos y luego salió entró a su habitación, se estaba secando el cabello, cuando sintió que alguien la abrasaba y le daba un beso en el cuello, reconocía ese olor, era la colonia del Uchiha, reaccionó de inmediato, ¿qué hacía él ahí?, se volteó con brusquedad para luego cruzarse con la oscura mirada del moreno.


    — ¿Qué haces aquí?, vete, no ves que Nagato se puede dar cuenta y te puede hacer daño —le decía muy preocupada.


    —No te preocupes por él, está preso y pasará un largo tiempo de estadía en la cárcel —le explicó para luego intentar dar un beso, pero después ella lo esquivó— ¿Qué pasa, ya no te gusto? —preguntó.


    —No es eso… yo ya no puedo estar con nadie… ya no soy pura —dijo bajando la cabeza.


    —Nagato te robó tu virginidad, más no la de tu corazón, para mí sigues siendo virgen y pura —le dijo para luego capturar sus labios en un dulce pero apasionado beso, Konan lo volvió a separar de golpe al saber lo que podía pasar si se seguían besando así— mi tía está en casa —dijo sonrojada.


    —Descuida, no pasará nada… que tu no quieras —sonrió de medio lado, la chica se sonrojó a más no poder, porque casi se dejaba llevar por el momento— aunque si no hacemos ruido no se dará de cuenta —dijo molestando a la chica, por lo cual esbozó una sonrisa.


    —Te desconozco —susurró más que sonrojada— yo no podría hacer algo así aquí y menos con mi tía en casa —dijo.


    —Yo no dije que fuéramos a hacer lo que estás pensando, eres una pervertida —decía Itachi, quien quería reírse de la chica, su cara era un poema. Sí, había insinuado lo de hacer el amor, pero no tenía las santas pelotas de hacerlo ahí, era una falta de respeto hacia la señora Kaori— lo que quise decir, es que podemos salir por la ventana e ir a caminar un rato, que mal pensada, ju —finalizó.


    — ¿Crees que no me doy cuenta?, hablas con doble sentido, aquí el único pervertido eres tú… Uchiha —le dijo en un tono de molestia.


    —Ok, no te enojes, fue una broma —se disculpó— por cierto, Shise ya tuvo a su bebe, se le adelantó el parto —le dijo.


    — ¿Qué?, pero apenas tenía seis meses, ¿cómo está ella y el bebe? —preguntó preocupada.


    —Están muy bien, si quieres podemos ir a la clínica para que la veas —le propuso.


    Itachi volvió a salir por la ventana y tocó el timbre para pasar como una persona normal, saludó a la señora y le pidió permiso para llevarse a Konan, le dijo que irían a visitar a su hermana a la clínica, ya que había dado a luz. La señora aceptó, la chica se arregló y salieron en busca de un taxi. Ambos se sentían felices, no podían creer todo lo que había pasado en tan poco tiempo, a la final el mal no pudo triunfar. La felicidad los embargó más cuando llegaron al hospital y se enteraron de que Shise había recuperado la visión, además de conocer al hijo de ella, al que le colocaron por nombre “Deishi”, como había querido Naruto, quien moría de la felicidad.


    El bebe estuvo por un tiempo en el hospital, ya que necesitaba de los cuidados de un medico, Shise pasaba casi todo el día y la noche con él, aunque ella y Deidara se turnaban. Todo iba muy bien en la vida de los ahora padres.


    Sasuke y Sakura se hicieron novios, les costó un poco ya que el Uchiha era algo cabezón y se le hacía difícil expresar sus sentimientos, pero a la final terminó por aceptarlos y pedirle a la Haruno que fuera su novia. Naruto y Hinata seguían siendo novios, se llevaban de maravilla, aunque siempre había sido así. Sasori seguía soltero, aún no encontraba a su media naranja, pero así era feliz. Shisui y Tobi, ahora eran más felices y se comunicaban mejor con Madara, quien terminó comprando la mansión para vivir en Tokio y estar cerca de la familia. ¿Qué pasó con Konan e Itachi?, ellos terminaron la escuela, habían entrado en la universidad que querían, Itachi se inscribió en la misma universidad que Konan para estar cerca, ahora estaban de vacaciones y uno disfrutaba de la compañía del otro.


    En la casa de la tía Kaori, se encontraban estos dos personajes amándose el uno al otro, complementándose y siendo uno. Ambos sentían deseos de tenerse, de vivir una vida juntos y no separase más, de enfrentar los problemas y adversidades que la vida les tuviera deparada, además de formar una familia con muchos hijos y nietos. Al finalizar ambos estaban cansados, Konan estaban recostada en el pecho del moreno mientras este trataba de calmar la respiración.


    — ¿Quieres casarte conmigo? —preguntó de golpe, cosa que hizo espabilar a la chica.


    — ¿Es enserio? —dijo asombrada.


    —Claro que es enserio, ya no puedo separarme de ti —le dijo con una sonrisa— ¿aceptas?


    —Acepto —dijo esto para sellar los labios del moreno con un beso— yo también quiero estar siempre a tu lado, nunca separarme —le contestó.


    —Somos mayores de edad, ¿hay algo que impida que nos casemos ahora? —preguntó. Ahora la chica abrió los ojos a más no poder.


    — ¡Estás loco, para preparar una boda se necesita tiempo! —le dijo un tanto nerviosa.


    —Lo sé, pero podemos casarnos por civil como hicieron Deidara y Shise, luego vendrá la ceremonia —le explicó.


    —Entonces… sí —le sonrió— es la primera vez que hago este tipo de locuras, que puedo hacer… te amo y esa es la realidad.


    —Uchiha Itachi nunca había tal cosa, pero también te amo, así que por ti haría todas las locuras que sean necesarias. —le dijo para luego volver a besar a su novia.


    No importa cuanta tierra te eche el destino, sólo debes sacudir la tierra y seguir adelante, cuando el amor es verdadero, sincero y estable, todo lo que venga podrá ser superado, eso fue lo que aprendieron Itachi y Konan, por lo cual siempre se tendrán el uno al otro, y si uno llegase a faltar, en algún momento podrás volver a estar.


    “Por qué si vuelvo a nacer de nuevo es para estar siempre a tu lado”.


    Atte. Uchiha Itachi.


    FIN.
     
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