Shizuoka Hamamatsu

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Territorio enemigo; Dunas Noreste
[Taiyo; Inosuke; Riku; Matsuda; Kyoko; Shinrin]

Ambos se mantuvieron en esa agonía aparente; pero no disminuía la realidad, con el cuerpo de Taiyo expuesto de ese modo. Tanto Masamune como Riku parecían haber sido desprovistos de energía y ánimos por la vida, colgaban como un par de marionetas, sin vida, sin alma.
Los guardias avanzaban en rondas observando la escena y riéndose de las víctimas, de repente, las lágrimas de Masamune volvían, haciendo que los soldados lo molestaran y lanzaran insultos o incluso le escupieran, este no se quejaba, se sumía aun más en su derrota.

Un guerrero debe
ser capaz, y soportar las humillaciones,
y ocultar sus contrariedades​

—Por favor, mis señores; al menos liberen mis manos de sus ataduras; deseo poder limpiar mis lágrimas, las cuales queman con este sol —dijo Masamune entre sollozos —Por favor, se los imploro.

Los guardias se burlaron aun más de él y lo golpearon con el palo de sus lanzas al estómago.

Si el guerrero no hace nada,
permanece a la espera de la muerte,
morirá como la raquítica planta presa del hielo en invierno.​

Masamune lloró con fuerza sorbiendo sus mocos con fuerza, asqueando a los guardias. El golpe había sido fuerte; pero era más dolorosa aquella humillación, aun así, aquello era una fachada, algo que hacía el herrero para generar compasión y encontrar una debilidad en sus captores. Y la encontraría aunque eso le costara la vida allí mismo.

• Masamune
• Riku

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  PV=91
  
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  PV=70
  

El tiempo comenzaba a avanzar y sin siquiera saberlo, estaban siendo observados meticulosamente.

Contenido oculto

Monpoke puedes unirte al plan de Masamune o ignorarlo y dejar que el se lleve la tunda.
Si decides unirte es un dado de 20, debe ser de 10 o superior para convencer a los guardias.
Si fallas, tiraré un dado de 20, eso representará el daño directo hacia Riku

 

Fujiwara no Riku

Estamos juntos. En una confianza mutua donde se pondrá aprueba nuestra resistencia.

A la espera de un plan que no me ocurriría. Uno que viene en usar a nuestros enemigo.

"Por favor". Lloriqueo con la voz baja, elevandola solo lo suficiente para ser escuchado. "Liberen mis manos, déjenme dedicarle una plegaria. Por favor".

Levanto los ojos rojos hacía... el cuerpo de Taiyo, una escusa no alejada de la verdad. Demostrando que realizarlo me traerá más mal que bien, el aceptar su ida.

Amaterasu. ¿Es está la movida de su mano?

Quiero despedirme de èl. De su alma.
...

 

Territorio enemigo; Dunas Noreste
[Taiyo; Inosuke; Riku; Matsuda; Kyoko; Shinrin]

Los guardias miraron a Riku con asco —¡Ya cállense! Tienes las manos atadas, ya están juntas; puedes rezar de esa manera.— dijo un guardia al otro haciéndolo reír.

—Son guerreros, deberían tener dignidad —mencionó con asco girándose para no verlos.

El otro guardia lo imitó —Debieron haberlos matado a todos, odio que me asignen tareas como estas, no soporto a los llorones.

Masamune miró a Riku y afirmó mientras seguía su acto de llanto. Mientras lloraba lo más patéticamente que pudiera, le mostró a Riku lo que intentaba lograr desde hace rato. Colocó sus manos con cuidado sobre su pecho, dónde una de las agujas sobresalía, y con delicadeza comenzó a indicarle que rosara la soga sobre el delicado filo de la aguja. Su intentó fue inútil pues ya había caído una de esas agujas al suelo, sólo le quedaba una sobre su pecho.

Riku inició el movimiento y con una delicadeza digna de un artesano, la soga cedía lentamente; mientras que Masamune volvía a fallar, al parecer su fuerza como herrero le jugaba en contra en esta tarea.

Masamune se veía frustrado; pero sonrió al ver como Riku lo había logrado sin perder ninguna aguja.

—Junto a tu cuello está el pestillo —susurró Masamune —deslízalo y podrás escapar— dijo señalando una abertura entre las maderas alrededor del campamento —No es momento de investigar mas, huye. Y diles a todos que encontré el mismo final que este joven — dijo con tristeza —No quiero que me busquen, no quiero que alguien muera en mi lugar.

• Masamune
• Riku

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  PV=91
  
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  PV=70
  

Contenido oculto

Monpoke no te quería decir que sólo tenías dos intentos jajajaja te estreso de mas.
Lo has logrado en el primero. Así que puedes huir tirando tu dado de sigilo. D20 esta vez espero si sea superior!!!
Si tu dado es superior, puedes intentar arriesgarte a rescatar a Masamune o llevarte el cuerpo de Taiyo. Pero Masamune no tiene sigilo, así que deberá tirar 15 o mas de 15 para salir sin ser detectados. Y para llevarte a Taiyo deberás tirar otro dado de sigilo y superar el 10

 

Fujiwara no Riku

"Taiyo. Taiyo Fujiwara". Corrijo con pesar las palabras de Masamune. "Ese es su único nombre".

Suspiró con pesar y miro al cielo, moviendo las manos lentamente. Cuidando de no hacer notar el corte o terminar de romper la soga.

Vive.

Debo vivir. Desplazo la vista hacia el lugar señalado, la ruta de escape. Tan cerca y tan lejos.

Dudo si podré seguir confiando en mí sigilo, en llegar hasta ahí sin ser notado. Pero, hacerlo equivaldría abandonar todo lo demás.

A Masamune.
Taiyo.
Kosu.

Vive.

Siguen tronando en mí mente esas palabras. Una orden que no tengo permitido desobedecer.

Vivir si aún significa dejar todo atrás. Abandonar o traicionar.

No...
¿Cual es la opción? Estando solo.

Aprieto con fuerza los párpados, lamentando en silencio lo que haré a continuación.

Es todo lo que puedo hacer...

Deslizandola tranquilamente entre los dedos, lanzó la aguja hacía Masamune.

"Me iré sin ti cuando vea que no tienes salvación". Susurro atrevido al fulminarle valiente con la mirada, ojos rojos dirigidos plenamente hacía lo suyos. "Intentalo o muere".

¿De que soy capaz? ¿Además de condenar a quienes me rodean? ...

"Cuanto antes termines de intentar, antes te dejare o nos iremos". Al menos, le de esto. Por darme una solución para salir. "Así que mueve esas manos"

Ser atrevido no está en mí. El valor no es algo que alguien como yo se pueda permitir.

...

No más.

Vive.

 

​

 

Territorio enemigo; Dunas Noreste
[Taiyo; Inosuke; Riku; Matsuda; Kyoko; Shinrin]

Masamune lo miró intrigado, estaba perdiendo tiempo para escapar, aun así volvió a intentarlo, cortando con éxito sus ataduras —Agradezco tus intenciones, pero yo no tengo movimientos gráciles, huye ahora, yo trataré de escapar de la mejor manera que pueda, no quiero que te capturen por mi culpa.

Los dos guardias seguían de espaldas, por lo que Masamune seguía soltando un esporádico llanto lastimero.

• Masamune
• Riku

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  PV=91
  
• 
  PV=70
  

Contenido oculto

Monpoke
Opciones=

1- Huir solo
Así que puedes huir tirando tu dado de sigilo. D20 esta vez espero si sea superior!!!
2- Huir con Masamune y el cuerpo de Taiyo
Masamune tira su dado de sigilo en este post (15 o superior para no ser atrapado)
Y para llevarte a Taiyo deberás tirar otro dado de sigilo y superar el 10
3- Recuperar tus cosas y después huir
d20 de sigilo.
d20 de noqueo 10 o superior a ambos guardias
d20 de sigilo para ir buscar información en la carpa del general
d20 de robo 10 o superior por katana
d20 de robo 10 o superior por objetos (medicinas y monedas)
d20 de robo 10 o superior por tu yoroi

 

Fujiwara no Riku

"Eso debería decirlo yo, por la idea de usar las agujas". Sonrió leve al notar su éxito, una sonrisa tanto verdadera como falsa. Una que máscara de lo que repente siento.

Vive.

Se siguen repitiendo sus palabras, una orden que pone todos mis sentidos patas arriba. Susurros que se convierten en una tormenta.

Hacía Masamune, me mostré atrevido. Cuando realmente no soy más que una persona al borde de un colapso.

Tomo respiraciones...

Ejerzo presión en la atadura, dejando deslizar la cuerda de mis manos.

"No creo me condenes". Le dedico una mirada a Taiyo, un adiós junto una oración silenciosa. "Eso debería decirlo yo"

¡Vive!

 

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Territorio enemigo; Dunas Noreste
[Taiyo; Inosuke; Riku; Matsuda; Kyoko; Shinrin]

Masamune salió de su aprisionamiento, liberó es pestillo sin hacer un sólo ruido, levantó la madera que aprisionaba su cuello, la dejó a un lado con cuidado y después salió de esa celda individual, sus pies se volvieron tan ligeros que ni siquiera marcó la arena a sus pies. Se escondió para no hacer ruido mientras esperaba a Riku.

En cambio Riku alertó de inmediato a los guardias los cuales voltearon apuntando con sus lanzas —Malditos gusanos....—

—¿Dónde está el otro?—Preguntó el guardia sin bajar la lanza.

Masamune estaba escondido, se notaba la duda en su rostro, aun así miró sus manos; eran fuertes y ásperas, manos de un artesano. Dedos gordos llenos de callosidades, uñas cortas, uno que otro hueso roto y mal sanado; pero fuertes, tan fuertes como el acero que debía forjar diariamente. Masamune salió de su escondite, levantó sus manos como cuando levanta el martillo para golpear el acero caliente; bajó los brazos con fuerza golpeando simultáneamente los cuellos de los guardias, justo debajo de la mandíbula. Ambos cayeron ante los pies de Riku

—No puedo creer que funcionara —dijo mirando sus manos, las cuales temblaban de la adrenalina, después miró a los guardias, para luego ver a sus alrededores, esperando no haber alertado a nadie. Sin pensarlo demasiado, quitó el pestillo de la prisión de Taiyo, liberándolo delicadamente, y así poder sacar su cuerpo, el cual montó en su espalda, listo para huir.

• Masamune
• Riku

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  PV=91
  
• 
  PV=70
  

Contenido oculto

Monpoke bendita sea la suerte que ha regresado a Masamune después de tanta mala suerte.
Opciones=

1- Huir
Ya no necesitarían tirar dado, pues los guardias están noqueados

2- Recuperar tus cosas y después huir
Puedes usar la ropa de uno de los guardias para pasar desapercibido.
d20 de sigilo para ir buscar información en la carpa del general (así te enteras de dónde están tus cosas y las de los demás)
d20 de robo 15 o superior por katana (me había equivocado antes, es 15 porque tu no tienes la habilidad de robo)
d20 de robo 15 o superior por objetos (medicinas y monedas)
d20 de robo 15 o superior por tu yoroi

 

Fujiwara no Riku

Una señal derrota, nuevamente. Otro fracaso al cual sumar a la lista.

Por cada vez que siento la necesidad de actuar, encuentro la forma de arruinarlo.

Cuánto más deberé fracasar... Para entender que estoy mejor haciendo nada.

Quizás, por una vez... Debería actuar sin tener a nadie a mis espaldas. Solo. Ser el único condenado.
...

"Eres alguien bondadoso, Masamune". Toda emoción se fueron de mis palabras, incluida la gratitud que debería estar sintiendo.

"Desconozco a dónde irás ahora, pero se que puedo confiartelo". Inclinó la cabeza a su dirección, le sonrió cansado caminado hacia los dos cuerpos desmayados. Cumpruebo su estado. "Yo no sé que hacer... donde llevarlo". Cierro los ojos con pesar. "Si a Kai... O a Shizuoka.


"Pero...". Abro los ojos. Ese pequeño segundo fue el detonante en el cual regreso mí voluntad. "Si se que estoy en una misión". Suelto en una voz dura, una un poco atragantada por las emociones.

Despojo con cuidado y rápido a ambos guardias de su ropa, su uniforme, todo el tiempo prestando atención a los alrededores.

"Que debo volver a Shizuoka cuanto antes". Ya he roto esa orden.

Agarró los cuerpos y los tiro a cada uno a una de las presiones, cerrando el pestillo y dejarlo atrapados. Al menos temporalmente.

Agarró rápidamente las sogas anteriormente cortadas y los amordazo. Eso evitarán que griten.

Terminado el trabajo de esos dos, un señuelo temporal. Voy hacia las ropas de uno de ellos.

Mirando uno de esos pares de prendas y les cubro los rostros. Así no verán. No serán reconocidos hasta que alguien mire debajo.

"Que debo luchar y proteger". Luego ese corto tiempo de silencio, vuelvo hablar.

Me empiezo a vestir con el atuendo restante.

"... Que debo vivir".

Escondo la lanza restante bajo la arena.

"Para ello necesito mí katana, las medicinas que he elaborado... Puedo recuperar o reemplazar todo eso, todo menos mí vida. Pero no tengo el tiempo, el lujo de esperar hallarlo en medio de una guerra".

Me alejo de èl decidido en partir a la carpa del general. A recuperar lo que nos pertenece.

"Necesito tener valor". Paso una mano por mí herida del cuello, quitando fácilmente algo de la sangre seca.

"Huye ahora". Los despido con esas palabras. Afirmando que no me espere.

 

​

 

Territorio enemigo; Dunas Noreste
[Riku; Matsuda; Kyoko; Shinrin; Masamune]

Masamune afirmó —Las segundas oportunidades deben ser saldadas —dijo ante Riku —Iré a Shizuoka; Fuji me dijo que los suyos estaban allí, prometo que cuidaré de él, le haré una sepultura digna.

Masamune observó los movimientos de Riku mientras escuchaba sus palabras.

"Huye ahora"

Dijo esto y por un momento dudó, no era bueno quedarse solo en territorio enemigo. Pero negó por lo bajo, sabía que si se quedaba sólo sería un estorbo al no ser hábil en el sigilo, ya había tenido demasiada suerte, y no podía jugar con ella. Afirmó ante Riku y salió de aquel lugar con perfil bajo.

Riku salió vestido con la ropa de uno de los guardias; avanzó por el campamento hasta llegar a la carpa dónde había sido aprendido por primera vez.



—!Tú de nuevo!— gritó el guardia que antes te había capturado, esta vez no te sometió, esta vez atacó; pero Riku sostuvo la lanza con fuerza y a pesar de no ser su arma, logró bloquear el ataque del guardia sin demasiado esfuerzo.

—¡Ayuda!— gritó el guardia.

Otro llegó corriendo y clavó su lanza en el pecho de Riku acercándose a él mientras la clavaba aun mas —Finge tu muerte— susurró la voz femenina. Era una mujer que habías visto brevemente al entrar a la clínica y despedirte de Kirara, era lo único que sabías de ella.

• Riku

• 
  PV=33
  

Contenido oculto

¿Qué fue lo que pasó?

Kyoko se infiltró, en el proceso trató de recuperar los objetos sin éxito alguno; Riku tiró su dado en el post anterior y superó el ataque sorpresa del guardia; pero Kyoko para salvar tu vida se abalanzó y atacó, esta vez Riku no logró bloquear el ataque.

Mi idea era que Kyoko te clavara tu propia katana para que te fueras con ella T-T pero Kyoko está salada con los malditos dados xD o es la suerte de Riku en esta misión reflejándose en ella... vaya... su nombre de hecho significa "espejo"

Monpoke tírame un dado de 5o nuevamente :3

 

... Riku

¿Debo ser salvado en cada situación? Tirarme a mí mismo hacia la muerte y todos aquellos que me rodean...

Desde ahora estamos muertos.

Vive.

...

Observo hacia esta nueva figura, una persona desconocida y a la vez conocida. Alguien de quién apenas conozco se arriesga por mí.

Los ojos se me llenan de lágrimas, impotencia mostrada en una cara de credibilidad. En no creer la llegada de este momento.

Las piernas me tiemblan por segundo, a un ritmo más acelerado que mí propio corazón. Haciéndome ceder en altura por cada microsegundo, la fuerza y voluntad que me abandona.

Miro hacia, el lejano sol en el cielo, o al menos lo intento por la caída sin fin de lágrima.

Una fuente que no parece llegar a tener fin.

"... Ta... Taiyo". Suelto débil, quebrado en voz y espíritu. "Yo... Lo siento".

Una verdad, palabras y lágrimas que no necesito actuar. La apariencia lastimosa que he tratado de ocultar, es la que sale a la luz en este momento.

En el de ceder muerto.

 

Territorio enemigo; Dunas Noreste
[Riku; Matsuda; Kyoko; Shinrin; Masamune]

El pecho de Riku aun se movía ligeramente; el guardia lo observó, levantando su lanza para terminar de una vez con su vida, pues eran órdenes directas. Tirar a matar si uno de los rehenes trataba de escapar.

La mujer observó esto, no era la culpa de Riku, estos guardias eran de elite, entrenados para evitar fallar, fuertes y de ojos atentos, ciervos aferrados a su líder. Este era el ejército de los Taira, no eran un séquito de bandidos entrenados descuidadamente para la guerra, no eran agricultores que jamás habían tomado armas; eran guerreros con su convicción atada al Imperio.

La lanza lanzó un reflejo del brillo del sol hacia Riku mientra comenzaba su descenso directo al corazón; sangre...

Sangre...

La sangre cayó tibia en el rostro de Riku; la sangre directa del cuello del guardia, un corte preciso, digno de un asesino. El guardia cayó a un lado de Riku, no respiraba mas, sus ojos completamente abiertos mostrando su entera sorpresa, su boca abierta con sangre y una mueca de dolor.

—Guarda bien esa imagen —mencionó Kyoko molesta —Así es como se ve un muerto —dijo limpiando su tanto en su ropa; para después jalar a Riku del cuello de su kimono sin importarle el dolor de su reciente herida infringida por ella misma —Destruí mi oportunidad de infiltrarme con el enemigo para salvar tu vida.

Los pasos se escuchaban cerca, los refuerzos se acercaban, era momento de correr.

—Maldición —Soltó a Riku —Sígueme, saldremos de aquí.

---

Kyoko lo guio por dónde Riku había entrado al campamento la primera vez, después corrió a prisa, cubriéndose entre las dunas para no llamar la atención de un arquero.

Esperaron unos momentos allí hasta que fue seguro seguir avanzando. Kyoko lo guio hasta dónde estaban Matsuda y Shinrin con su lobo, Kiba. Para su sorpresa, también estaba Masamune con el cuerpo de Taiyo, el cual ya había sido cubierto por respeto

• Riku

• 
  PV=33
  

Contenido oculto

Monpoke

 

????

¿Quien soy?

Eso me preguntó al correr sobre la arena, huyendo del enemigo. Defendiendo una vida que deje de desear, siguiendo una orden de quién no si se el nombre.

Arrastrar los pies y salpicar sangre de una herida abierta, soportando con confor el dolor. Recibiéndolo aún
por mucho que sea motivo de sufrir. El dolor es... una señal de permanecer con vida.

El portar un nombre, vaya recuerdo más ambiguo. Porque se suponía que cargar uno era razón de orgullo.

Que solo por aquello tendría una familia. Que podría protegerla. Un anhelo de permanecer con alguien.

Todo cae. Debo de rendirme.

En el ritmo de uno pequeños latidos, el escenario frente a mí cambio. Tierra muerta y abandonada se haya bajos pies.

Carente de rastros de luz o vida por mucho mire al horizonte, todo consumido por una niebla de oscuridad. Un sin fin de un gran campo de muerte y desesperación.

Donde nada ni nadie tiene permitido vivir o crecer. Este es el lugar donde yo debo permanecer y esperar en agonía mí final.

Pero...
Entonces... ¿Que es está luz?

Solo a unos metros de distancia. Un pequeño brillo en el suelo, una parpadeante llama amarilla. Una luchadora solitaria en este terreno, resistiendo ante la fuerza del viento y el veneno del suelo.

Esa misma, tan débil y cerca de desaparecer, es una señal de...

El suelo seco tiembla por cada paso que doy, quebrandose, al ir caminando atraído e hipnótico hacia la luz.

La sensación empeoró al acortar la distancia, suficiente para hacer sonar una advertencia y duda en mí mente hasta obligarme a deternerme. Continuar es peligroso.

Si voy hacía la luz, seré tragado por el suelo a apenas alcanzarla. E, incluso si llego, solo me espera ser engullido por la oscuridad una vez la luz muera.

Hay muchos caminos por seguir, otras direcciones que tomar. Dejarla morir suena lo mejor. A un estoy a tiempo de dar marcha atrás.

Si lo hago, si me retiro, viviré. Viviré... posiblemente sin hallar la salvación. ¿Eso siquiera se considera vida?

Trate de apartar los ojos de la llama, hacer caso a la advertencia e irme, pero en su lugar me aún más atraído a ella. Abrumando mí propia alma de una fuerte sensación a nostalgia.

Una nostalgia agria, del tipo que es mejor jamás volver a sentir. Y, a la vez, hay una paz desordenada. Complicada y dolorosa de abrazar, pero no dan deseos de soltarla por su calor.

¿Què eres?

No me pudo el impedimento de querer preguntar, lo que sea esa llama. Está relacionado conmigo.

...

Nuevamente, repongo mis fuerzas y vuelvo a caminar. La duda y el miedo de desaparecer aumento, deseando hacerme cambiar de opinión. Que no vale la pena en arriesgar la vida.

Yo tampoco lo entiendo. Reconozco me dirijo a callejón sin salida, donde me esperara sufrir por mantener su corta vida.

El suelo a los lados se derrumbó, cayendo hacía un pozo de oscuridad sin fondo. Dejando un pequeño e inestable puente entre la llama y yo, colgando sobre la misma nada que trato de evitar.

Caminar se volvió cada vez más complicado, donde un paso en falso significaría morir. Debo andar recto, superar el miedo.

Me arrodillo frente la llama y estiró lento los dedos hacia ella, a hacer contacto con el destino que tengo por delante.

Sonrió cálido hacia la llama, cerrando los ojos y sentir su último segundo calor.

Puedes descansar. Yo no te abandonare. Una promesa, un juramente de un alma moribunda a otra que se mantiene firme.

Vuelvo a abrir los ojos, notando de inmediato que salí de ese mundo oscuro y regrese.

Regrese al sentido de mí mismo, a la realidad. Recordando quien soy, de mis emociones y rumbo.

Una de mis manos reposaba sobre el pecho de Taiyo, dedos apretados sujetando la capa que lo cubre. Un agarre amable, casi como si fuera un apretón de manos.

No puedo asegurar si estará seguro o no... pero, mientras viva, acepto cargar tu espíritu. Seguir tu deseo.

Por ello, para lograrlo, préstame tu fuerza. Yo no puedo con tanto. Por favor, Taiyo, préstame tu fuerza.

Me despido en silencio de èl, sonriendo sin lágrimas a al fin poder dedicarle una oración.

"No te agradeceré por salvarme la vida por sobre infiltrarte. Vienes por una misión y yo la mía, no debimos relacionarnos, debí morir". Hablo despacio, vacío, apenas quitando la mirada del cuerpo de Taiyo. Dirigiendo mí voz hacia la persona que me salvó. "Mí valor no es tan grande para hacer tal sacrificio".

En este mismo día es cuando un gran peso acaba de caer sobre mis hombros, solo para darme cuenta de la verdad que conozco. Me es imposible soportar esa carga. De la confianza a la cual debo responder.

Ahora, debo deber mí gratitud a esta persona. Pegarle de alguna forma.

"He perdido mi katana. Solo me espera morir en esta guerra, tal como pudo suceder múltiples veces hoy. Sucederá tarde o temprano, personas como yo no están destinadas a vivir mucho". Yo solo lo arruinó. Las intenciones carecen de valor si gente va morir por mí torpeza, desearía morir antes que acabar en este tipo de vida.

Acaricio el pecho de Taiyo otro momento, bajando un poco la cabeza antes de continuar.

"Pero... gracias a esas acciones puedo continuar complicando una promesa". Trato de sonar agradecido, pero no pude encontrar la fuerza. Una emoción que actualmente se encuentran sellada.

"Seguiré viviendo. No me detendré y estancarè en este día o el siguiente, eso puedo prometerlo, que no salvaste a alguien que va a morir sin luchar. Si llego a tanto, trataré de saldar esta deuda algún día". Con todos aquello que probablemente mueran en adelante.

Si hoy no tengo valor, algún día quizás lo haga. Mientras viva y camine hacia adelante.

En ningún momento los mire a los demás, siquiera a atreverme a preguntar la razón del porque están aquí.

No creo eso importe ahora. Su misión terminó antes de que incluso empezará.

"Soy culpable de mucho. No puedo pedir por su perdón, no, ni yo mismo me estoy dispuesto a perdonar". Viviré con el castigo. No pobre soportar toda la carga, mucho menos el dolor... Aún así, deberé vivir.

"Por ello, debo regresar a Shizuoka. Tengo esa obligación". Por mi mismo, experimentar y sentir ese momento de tragedia. Quitarlo de mi mente y pasarlo a carne propia. De solo pensarlo me desalienta y estruja el corazón... desearía huir.

"Y si alguien me desidirá un castigo, depende de una sola persona". Porque ese será el mayor pesar, que venga de alguien de quien aprecio.

 

Territorio enemigo; Dunas Noreste
[Riku; Matsuda; Kyoko; Shinrin; Masamune]

Kyoko lo miró y negó, no pensaba responderle pues estaba molesta, en cambio miró a Matsuda —Será imposible entrar nuevamente ¿Cierto?

Matsuda afirmó —Han iniciado el proceso de desmontado del campamento, si lo intentamos de nuevo seguramente caeremos; es siempre mejor regresar a informar antes que caer aquí.

—Shino estaba dentro; al parecer preparaban sus cosas para que ella se fuera del campamento a la brevedad, sólo estaban esperando...— dijo para mirar a Taiyo, deteniendo sus palabras por prudencia.

—¿Quién era su séquito? —preguntó Matsuda.

—No pude averiguar mas, escuché al guardia gritar y fue cuando actué— aclaró Kyoko con molestia.

Shinrin avanzó hacia Riku seguida de su lobo —Cuando llegamos y pudimos ver lo que sucedía, entendimos que Taiyo se había ido hace tiempo— se hincó a su lado sacando sus instrumentos médicos —Kirara no podía perder a dos de ustedes.

—Cada mañana nacemos de nuevo. Lo que hacemos hoy es lo que mas importa —dijo Matsuda —Es una frase de Buda que Takeda repite todo el tiempo —mencionó mientras miraba al campamento enemigo —Habla sobre ver el ahora en lugar de pensar demasiado en el pasado y....— Matsuda guardó silencio mientras observaba con atención —Shino... está saliendo en la carreta nuevamente —alertó— Seguramente de camino de regreso a Kyoto; sólo la acompaña Aki, quien dirige las riendas.

—Tal vez no quiere llamar la atención —mencionó Shinrin mientras atendía las heridas de Riku.

—Debo seguirla— mencionó Matsuda.

—Es demasiado arriesgado —atajó Shinrin.

—Iré contigo, podremos llegar al meollo del asunto si nos damos prisa, inclusive; podemos asesinarla si tenemos éxito — dijo Kyoko.

—Bien —mencionó Matsuda —Ustedes vuelvan a Shizuoka, los soldados comienzan a movilizarse.

Contenido oculto

Monpoke

 

Riku

Levanto las orejas en una señal de atención, creyendo que seria burlado por la mujer. No fue así. Fui ignorado.

De cierta forma, eso mismo me trae consuelo.

Le di unos momentos a Shinrin para tratar las heridas, aquellas que preferiría que sangren durante todo un día. Sin tratar, tolerar obstinado ese dolor.

Deslizo con cuidado ambas manos bajo el cuerpo de Taiyo, asegurado, endereso las piernas y me levanto de la arena. Cargandolo en los dos brazos.

Le dedico una última mirada de pesar antes volverme y hablar.

"Inosuke, un perro shiba, ya ha partido llevando una misiva con un aproximado sobre sus números. Debo ir y entregar la identidad del general". Resoplo un poco por la nariz, no en molestia, solo uno de que me trabe en hablar. "Y agregar que Murai ya se ha puesto en contacto con él".

Cambio un poco la mirada hacia Shinrin. "Hay otro Taira en el campamento, de nombre Kodoku, se llamo a si mismo medico y por seguro tiene un amplio conocimiento de venenos. La bufotoxina es uno ellos".

"Ha gastado quince agujas como si nada, jugando, abra que tener en consideración que lleva amplios recursos y tener lo necesario para responder".

Vuelvo la mirada hacia delante, indicando que estaba listo para partir. "Es todo lo que tengo".

Por conseguir esa pequeña información, alguien murió. Por tratar de conseguirla, fracase.

No vale el presió.

 

Territorio enemigo; Dunas Noreste
[Riku; Matsuda; Kyoko; Shinrin; Masamune]

Escucharon la información dada por Riku, Matsuda afirmó, en su semblante cada vez se notaba mas el odio —Es momento Kyoko, andando—dijo Matsuda mientras Shinrin y Masamune los veían partir.

Riku ya había colocado a Taiyo sobre sus hombros, pero fue Shinrin quien lo guió hacia los caballos que habían dejado él y Taiyo, junto a los propios —Volvamos a Shizuoka.

Contenido oculto

Monpoke