Shizuoka Shizuoka

Casa feudal
[Yin; Misato]

Nagato los acompañó mientras sirvientes los guiaban hasta sus habitaciones; en el área central se montó una mesa amplia dónde fueron ataviados de atenciones, comida, bebidas y ropa limpia. Cuándo por fin fueron dejados solos con Nagato; este se encontraba de muy buen humor.

—Entonces... —inició Nagato —... ¿el Emperador quiere hacer creer a Japón que unirá a los Taira y a los Minamoto?—dejó escapar su risa molesta que ya conocían —¿En verdad cree que todos loa habitantes son incrédulos? Me parece una táctica sumamente ridícula ¿Por qué quieren pretender una boda si las guerras continúan?

Los aliados sabían que Takeda no se dirigía a Kioto, y por ello no mostraban disgusto o preocupación por la situación; pero no por ello se alejaban las dudas del todo —El joven Minamoto se encuentra bien ¿Cierto?

Yin afirmó ante Nagato; sin adentrarse a los detalles de la pérdida de su brazo en Niigata.

—Bien— dijo Nagato, mientras entrecruzaba sus manos, guardando silencio unos momentos. Después se levantó sin anticipar su salida —Recuérdenle que Shizuoka espera paciente—Y sin decir más, se retiró de las habitaciones.

Yin por fin relajó su postura, Misato podía notar que había estado tenso ante la presencia del señor de Shizuoka. Tomó una taza de té antes de cualquier alimento, bebió calmado — Puede ser un hombre tosco; pero creo que genuinamente estaba preocupado por el señor Minamoto

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Ikoma-kun

 

Misato Aoyama

Entramos como invitados en la casa Arima por el mismísimo Nagato, verlo tan amistoso me resultaba irreal, casi no llegue a reconocerlo.

Nos invitó a descansar y comer en el salón, recibimos muy buenas atenciones que casi olvidada quien fue el hombre que intento un truco sucio contra Takeda.

En la sala el señor Arima comento sobre el plan de los Taira de celebrar una falsa boda para engañar a la nación. Una tonteria a todas luces pues Takeda fue visto al frente de la batalla en Nagano.

Verlo confirmaba nuestra favorable situación, los aliados confiaban en las palabras de Takeda.

Me despedí del señor Arima con una reverencia mientras esté dejaba la sala.

—Mis señor le honrará con su visita, señor Arima.

Observe de reojo a Yin y vi como permanecia rígido por la presencia del señor Arima, deje escapar una risa al verlo relajado.

—Lo se Yin, ni siquiera pude reconocerlo—tome un cuenco con té para beberlo—recuerdo hace unos amaneceres Takano y los demás estaban a nada de...removerlo—le susurré a Yin para no levantar sospechas—Pero estoy muy cómoda al saber que nadie creera la farsa de la boda.

Tome un poco de arroz y lo acerque a Yin una vez termino su te.

—Ahora quiero que te relajes y comas lo que necesites, hemos gastado mucha energía en nuestro entrenamiento y aún tenemos mucho que esforzarnos.

 

Casa feudal
[Yin; Misato]

Yin sonrió ante las palabras de Misato —Creo que tienes razón; debemos descansar —decía pensando en la posibilidad de que los Minamoto hubiesen matado a Nagato, en como Tsuna hubiera tenido que asumir los deberes de corte y negó; el joven Tsunayoshi era noble, pero inexperto. Después, su mirada se enfocó en Misato mientras bebía té; era tan elegante incluso en acciones tan simples; parecía ser sumamente delicada, pero ella era fuerte y decidida, y era una de las razones por la que amaba a la mujer frente a él. Yin no se había dado cuenta que no paraba de sonreír, sabiéndose afortunado de poder disfrutar ese momento a su lado.

—¿Desearías descansar a mi lado? —Preguntó con prudencia y timidez; su rostro se ruborizó ligeramente. No sabía cómo preguntarlo, y ahora se sentía avergonzado —Después de comer, si así lo deseas.

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Ikoma-kun

 

Misato Aoyama

Nuestra estancia en Shizuoka se torno en la más pacífica en mucho tiempo, no hace mucho tuve que lidiar con el problema que aquejaba a la señora de Yamanashi y el encuentro con Kaze. Aún quedaban muchos riesgos que correr y sería así mientras los Taira mantuvieran su poder. Por el momento me quedaba meditar y descansar.

El cuenco del té reflejaba mi rostro, observe hasta perderme en mis pensamientos. ¿Cómo lo estarían pasando el resto de clan? Esperaba que Kuroki no estuviese en demasiados problemas, Yuzuki, Kohaku...¿Traerán buenas noticias para nuestra causa? Quién sabe...


¿Desearías descansar a mi lado?

Solo una frase basto para regresarme a la realidad, Yin quería compartir cada momento a mi lado...dormir...con Yin... Mi corazón no hizo sino acelerar y elevar el rubor de mis mejillas

La vergüenza me había silenciado por un momento y el silencio llegaba a ser incómodo, aún con la prudencia de Yin su propuesta me tomo desprevenida...

Vamos, no podía ser así con el.

—emm, lo siento es que estaba pensando en los demas—excuse mi largo silencio con Yin—pero si, eres a quien yo amo y descansaría feliz sintiendo la calidez de tu corazón—acepte con una sonrisa, busque su mano para entrelazar nuestros dedos. Shizuoka se había convertido en una tierra elegida por el destino donde encontraría a mí otra mitad.

 

Casa feudal
[Yin; Misato]

Aquel silencio petrificó a Yin; estaba completamente asustado, a diferencia de cualquier combate dónde demostraba entereza y valentía; allí estaba, aguantando la respiración, esperando no haberla incomodado, pensando en otras maneras o momentos donde pudo haberse expresado mejor; pero al escuchar sus palabras, dejó escapar el aire que mantenía dentro sintiendo el tacto de la mano de Misato provocando una gran sonrisa en Yin, quién seguía sonrojado, tanto por vergüenza como también por el amor que sentía por Misato.

Para Yin, ella era como ese primer sorbo que se da al té cuando hace frío; tan reconfortante, tan necesario. Ya no podía imaginarse sin ella; pero sabía que ella era libre y eso también era algo que amaba de su personalidad, podía observarla como una semilla de diente de león al aire, disfrutar de sus movimientos, de todo lo que ella representaba para él.

El sol comenzaba a ocultarse, y ellos simplemente olvidaron el tiempo.

Ese momento sólo era para ellos.

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Ikoma-kun podemos avanzar al siguiente día y movernos de shizuoka; o moverse de Shizuoka esta misma noche; o también permanecer en shizuoka y avanzar al siguiente día. Todo depende de que quiera hacer ahora Misato.

 

Misato Aoyama

La noche cobijo la capital de Shizuoka y el día finalizaría una vez más, luego de alimentarnos fuimos conducidos hasta una habitacion, siguiendo la mirada de Yin tome su mano para ser guiada hasta nuestro sitio de reposo, ya dentro deslicé la puerta para cerrarla, sin voltear deshice el nudo de mi cabello y este se balanceo libre por mi espalda...una vista que Yin debía estar apreciando.

—Ha sido un día duro—afirme acariciando el mentón de mi amado—Se que aún resulta muy duro entrenar luchando contra mi—mis dedos empezaron a jugar con un mechón de su cabello—mereces descansar a mi lado y con la calidez de mi corazón.

Ambos nos recostamos en el futón con la ternura y cuidado que una pareja destinada a la felicidad podía mostrar.

Yin me arranco una sonrisa cuando se acurrucó a mi lado, por instinto mi mano acariciaba su cabello logrando adormecerlo...su rostro reflejaba gran ternura como el de un niño durmiendo.

—Descansa cariño...—Dije antes de posar mis labios en los suyos. Un beso fugaz pero con un verdadero sentimiento.

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Pues quisiera moverla a la armería por lo que estará un rato más en Shizuoka al día siguiente

 

Misato Aoyama

Al percibir los primeros rayos del sol abrí los ojos encontrándome con Yin aún descansando, seguro y cómodo. No recordaba alguna ocasión en mi vida donde podía mencionar una sensación similar.

Observe a Yin unos instantes más incluso me atreví a deslizar mis dedos en su mejilla, una delicada cairica que lo había hecho sonreír aún dormido. Decidí levantarme no sin antes dar un fugaz y delicado beso en la mejilla de Yin, inicie atando mi cabello y arreglándole con cuidado.

—solo resta hacer esto—Tome las tres katanas y salí con rumbo a la armería con el fin de ganar algo por la katana del coleccionista de cráneos. Yin seguramente se sentiría mal si supiera que fui a vender algo sin su ayuda.

Al entrar en la armería pude notar la considerable ausencia de armamento, consecuencia directa de la reciente guerra en Shizuoka.

—Buen día señor armero—salude con una reverencia al herrero local, solté la katana de kotetsu pero junto a ella tome a Seishin.

—llevo conmigo una katana y deseo obtener cierta ganancia pero antes...

Desenfunde con cuidado y respeto a Seishin para intentar averiguar cierta informacion sobre la misma.

—¿Me gustaría su ayuda para conocer la historia de esta katana. Solo supe que fue obra de Hoshi Harima pero solo eso.

Podría haber encontrado la respuesta en mi último encuentro con Kato pero....No era muy cómodo charlar con el, prefería buscar información por cualqueir otro lado.

 

Casa de armamento
[Misato]

El hombre la observó y no tardó en ruborizarse; Misato era una mujer muy hermosa y elegante. Siempre causaba impacto a varios de los locales. El hombre desvió la mirada a Kotetsu y se sorprendió; desde la saya ya sabía que aquello era de buena calidad.

—No voy a mentirle; esto parece ser un buen acero ¿Puedo revisarlo? —preguntó por cortesía; pues se sabía que debía revisarla para poder tasarla.

Pero antes de poder hacerlo; Misato desenfundó a Seishin y el armero volvió a mostrar sorpresa —Harima Hoshi... hace muchas estaciones no escuchaba su nombre. Tras su muerte, muy poco se ha escuchado de su acero —miró a Misato y negó —Yo no sé nada de su historia; sólo puedo decirle su valor. Pero hay un herrero local, uno que ya no hace armas; pero hace unos instrumentos de cocina muy buenos, y tal vez sus cuchillo se puedan considerar armas; pero no le digas eso; o dejará de hacerlos, y vaya que pocos filos cortan el pescado tan limpiamente...—dijo con alegría — Búscalo en el mercado; su nombre es Yukimura.

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Ikoma-kun puedes obtener más ganancias o descuentos usando tu habilidad de "galantería" sólo necesitas tirar un d20 y obtener 10 o superior. Este hombre es un negociante, no es un herrero. Así que si no obtienes galantería, no podrás regatearle.

 

Misato Aoyama

El hombre parecía muy interesado en la calidad de la katana y supondría una buena ganancia por ello, pero en cuanto a Seishin el desconocia la historia de la misma. Sin insistir más guarde con cuidado a mi katana en su saya. Sin embargo escuché que un hombre llamado Yukimura podía saber de ella.

—Ire por el pronto pero antes regresemos a la katana que le venderé—el hombre pudo apreciar mejor la calidad de la hoja y así podría proponer un valor justo.

Pero aún así pensé en adelantarme y obtener una ganancia mayor si cabía posibilidad.

—Puedo intuir que será una suma de monedas razonable por la katana—dije observando la katana con cuidado, mis ojos recorrían la katana que perteneció al horrible pretendiente de la prefectura de Yamanashi.

—Ha sido una ocasión muy particular en la cual conseguí está katana...es una larga historia, así que entenderé muy bien la cantidad que pueda ofrecer, aunque...—levante la mirada para atraer la del encargado, dibuje una calida sonrisa en un intento de ablandar su corazón—tambien estaría encantada en una ganancia mayor por ella.

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un 20 perfecto, espero los encantos de Misa no lo hayan desmayado xD

 

Casa de armamento
[Misato]

El negociante miró directamente a Misato y su mente fue fulminada unos breves instantes —Un arma de tan buena calidad puedo venderla a mil quinientas monedas — el hombre se ruborizó al instante y cerró los ojos. Había hablado en voz alta, y se dio cuenta de ello demasiado tarde.

​

No entendía que había sucedido en su cabeza; él es un negociante, y de los mejores; podía incluso competir con el negociante de la armería de Yamamoto; y allí estaba ahora, dando el precio de venta a un arma que iba a comprar. Acababa de sentenciarse a perder dinero si Misato buscaba venderla.

Todo por ser débil a una bella sonrisa.

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Ikoma-kun que bueno que no vino Yin xD le hubiera resultado incómodo ver eso xD

 

Misato Aoyama

Esperé atenta la respuesta del comerciante mientras nuestras miradas se encontraron, no tuve que esperar mucho tiempo cuando el hombre reacciono ofreciéndo una buena cantidad de monedas.

—¡Es un acuerdo señor!—celebré juntando las palmas de mis manos en un aplauso—Empuje la katana y espere las monedas por el arma, el hombre aparentemente estaba demasiado ruborizado por mi...tal vez dejar a Yin fue lo mejor, no sabía cómo podía tomar aquella escena el pobre...solo le sonreí y nada más.

—Confio en qué los dioses le devolverán el doble luego de este negoció— dije inclinandome ante el hombre que parecía contrariado.

Ya con el dinero solo me restaría ir al mercado a resolver mi pequeña duda y por último ir por Yin.

 

Casa de armamento
[Misato]

El negociante entregó las monedas y cuando tomó la katana en sus manos la miró —Daikokuten; por favor, ayúdame a vender esta arma y recuperar al menos mi inversión —Su voz fue muy baja, Misato no podría escucharlo mientras ella salía de la casa de armamento — Qué poderosa es la belleza; todos somos víctimas eventualmente — Se intentó excusar a sí mismo del mal negocio que había hecho.

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Comercio
[Misato]

Misato avanzó hacia el mercado; no tardó demasiado en encontrar el negocio que mencionó el comerciante. Un hombre se encontraba revisando el filo de varios cuchillos; al parecer se preparaba para afilarlos; tal vez los locales llevaban sus instrumentos de cocina con Yukimura para que fueran limpiados y afilados como era debido.

—Buenos días, señorita. ¿Busca algún instrumento?

Era el único presente en aquel comercio; no había duda alguna que aquel hombre era Yukimura.

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Ikoma-kun

 

Misato Aoyama

Muy satisfecha con la ganancia partí de la armería con rumbo al mercado y ver al que fue un gran forjador de armas...ahora dedicado a la creación de utensilios de cocina.

Tras una caminata finalmente alcance el lugar indicado allí un hombre revisaba con cuidado el filo de unos cuchillos, se trataba de Yukimura sin lugar a dudas.

Respondí a su saludo con una reverencia.

—Buenos días buen hombre, he venido con la intención de obtener cierta información—Desenfunde con cuidado a Seishin frente al herrero y que esté le estudie con cuidado—esta Katana fue forjada por Harima Hoshi, la encontré en el monte Genji y en verdad desearía saber su historia—dije adelantando el nombre del herrero tras la katana.

—Uh y por supuesto luego veré si posee algo que desee comprar por supuesto.

La búsqueda de la historia de Seishin era mi forma de agradecer a la katana mi tercera oportunidad de vida tras la batalla contra Masaki y haber conseguido la bendición del shijin Genbu...si algo no había cambiando en mi era mi fascinación por las historias sobre hazañas, de niña o de adulta siempre escuchaba muy atenta.

 

Comercio
[Misato]

Yukimura no dijo nada; sólo extendió sus manos para alcanzar la katana y así inspeccionarla con calma; al terminar de revisarla miró a Misato — Esta arma tiene una triste historia, algunos viejos herreros conocemos estas cosas —inició — Lo sé porque su color y el nombre de su creador siempre han desatado dudas entre los nuestros. Ese hombre... hacía mucho más que armamentos, y esta arma se creía perdida. Y es por ello que antes de responder, me gustaría que me dijera dónde la ha encontrado

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Ikoma-kun

 

Misato Aoyama

Atendí cada palabra de Yukimura recordando la historia que la señora Tachibana nos relato, luego de mi encuentro mortal con Shi las dudas sobre el nombre de Harima Hoshi seguían muy presentes, el herrero conocía sobre que tipo de armas llegó a forjar...eran más que armas.

—Cuando subí la montaña Genji con destino a Kamakura di con una vieja casa abandonada, solo había un saco de monedas, un tablero de Shogui y la katana reposando cerca de ahí—respondí observando con intriga a Seishin—Desde entonces la he llevado conmigo.

Sabia que Hoshi no era solo un herrero y había sido un espiritista, aguarde por la respuesta del hombre con gran interés, Seishin parecía un arma normal para haber sido forjada por un espiritista responsable de crear a Shi. A excepción de mi repentino interés y determinación por dar con el asesino de Hana y haber sido bendecida con una segunda oportunidad de parte de los kamis, no llegue a percibir más fuerzas extrañas.

 

Comercio
[Misato]


Yukimura sonrió ligeramente, no era una de alegría, sino de tristeza—Este filo jamás tuvo un nombre heredado por su herrero; porque como sabrás, ese es el deber del guerrero para el que está forjada el arma. Pero esta katana jamás llegó a su dueño... de hecho; fue forjada después de que este muriera.

¿Un arma forjada para un guerrero muerto?



—Se dice que Hoshi siempre fue un hombre muy solitario; muy enfocado en sus estudios, por ello se le consideraba un hombre brillante; pero el hombre no era un monje dedicado a su oficio; también tuvo un gran amor, un amor que engendró un hijo. Uno frágil, delicado... —Yukimura colocó con cuidado la katana mostrando la saya color amatista —... dicen que los ojos del niño eran violetas. Ya sabes... siempre parece que los bebés tendrán los ojos claros hasta que crecen y se tornan obscuros. Pero Hoshi jamás supo cómo serían los ojos de su hijo; murió en primavera, y dicen que por eso creó esta katana con este color en la saya. Violeta, cómo los ojos de su pequeño—miró a Misato, entregándole el arma nuevamente — Esta arma es poesía. Pues se dice que Hoshi la dejaría en aquel sitio que fue su hogar, y quemaría todo—sonrió — No lo quemaría por odio o despecho; simplemente lo haría porque al quemar la amatista se tornaría color café claro. El color que Hoshi creía que serían los ojos de su hijo al crecer.

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Ikoma-kun

 

Misato Aoyama

El herrero sonrió pero más que alegría desprendía un aire melancólico. Prosiguió a relatar la historia del porque Hoshi había creado aquella katana, al principio escuché de un hombre con el sueño de tener una familia con quién compartir, sin embargo el sueño de criar un hijo se vio frustrado, la salud del pequeño no resistió y sucumbió.

—Violeta—susurre mientras observaba a Seishin, un arma en honor al hijo perdido. Aunque por alguna razón no llego a completar su poesía para con la katana.

—Apenas en primavera...aún demasiado pequeño y fragil—Dije con voz algo quebrada de verdad no soportaba cuando la felicidad de un niño sea tan efímera cómo una llama en medio de una caverna...dejando a los padres en completa oscuridad.

—Hoshi...un nombre que aún parece rodeado de misterios y leyendas, como está katana—amarre a Seishin en mi cintillo—se suponía que debía quedar en medio de cenizas pero ahora ha tenido unas... interesantes batallas.

Se dice.

Cuando la señora Tachibana nos relato la historia de Kato mencionó el posible destino de Hoshi a manos de Kaito, según dicen...sin embargo nunca mencionaron su tumba...tal vez Kaito debía haberlo sepultado en una zona desconocida.

Frote mi frente para dar un alto a mis pensamientos, debían existir muchos secretos pero muy difíciles de desenmarañar. Le estaba dando muchas vueltas.

>>Y por esas batallas queria conocer mejor a Seishin, una forma de agradecer por tanto recorrido.

 

Comercio
[Misato]

Yukimura miró a Misato y afirmó —Saber la historia de cada metal que tenemos en manos nos hace valorar su existencia; así como entender un poco al artesano. Yo ya no apruebo el uso de las armas; pero comprendo que tenga ahora un nuevo valor para usted por las peleas que han tenido juntos — bajó la mirada y continúo con su trabajo —El artesano es responsable de todo lo que se hace con los filos; es mucha responsabilidad. Es por ello que varios herreros famosos se hicieron amigos del anonimato o recurrieron al exilio; a veces personas peligrosas terminan buscándolos para saldar cuentas por algo que ellos no hicieron.

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Ikoma-kun

 

Misato Aoyama

Asenti a las palabras de Yukimura y senti cumplida mi pequeña misión con la katana que enfrentó a Shi y a Genbu. Observe la dedicación del viejo herrero que ya no deseaba tener vínculos con armas, solo con herramientas para la alimentación.

—Se que es un favor averiguar la historia y analizar una Katana pero quisiera compensarlo con comprar una de sus creaciones. Sería un honor poder cocinar algo para mi familia alguna vez con la ayuda de sus cuchillos.

Con todo lo vivido no había pasado por mi mente demostrar mis talentos para la cocina a los demás integrantes del clan o...a Yin...estaría seguro que estaría feliz si prueba algunas de mis recetas familiares, sin duda pondría todo mi esfuerzo y cariño.