Shizuoka Shizuoka

Misato Aoyama

Todos ya habían escogido su rol para la batalla llevándome la pequeña sorpresa de Togashi y su disposición a ser el herrero, por otro lado sonreí al saber que Matsuda me acompañaría en continuar el legado de Obata y el clan Hattori. Gracias a sus enseñanzas poco a poco iria tomando el rumbo de aquellos intrigantes guerreros de las sombras conocidos como Shinobi, algo que jamás hubiese esperado.

El resto de la reunión se trató de probables zonas para una eventual huida...una que esperaba jamás ocurriese; Los guerreros restantes asumieron su rol para la guerra por Shizuoka.

—Estare en la clínica si me necesitan—indique dando una reverencia para Takeda y Nagato, la asamblea había concluido siendo convocada otra una vez concluya la misión de reconocimiento.

Al salir por mi mente rondaba otras cuestiones que aún me embargaban ¿Como podran sellar o destruir a Shi? Un arma que según sabía no podía ser quebrada y tal vez...solo tal vez Rengo sea la respuesta...claro si es que ya no deseaba escuchar a Mara... un dios manipulador y ¿Estarán bien Kuroki, Rengo y Kibo? Esperaba que lo estuvieran...Takano tenía razón en considerar que aún eran niños con mucho por aprender.

Cuestiones que eran demasiado con una guerra a punto de estallar, trone un poco mi cuello por el dolor de la caída del muro, si iba a entrenar era muy lógico procurar atención médica antes que cualquier cosa.

 

Shiori

La obviedad era que aparentemente Nagato no parecía que no tuviera cariño por su hijo sinó más bien, la consideración de que tiene la razón por defecto siempre. Por otro lado, es verdad que esa rigidez en su pensamiento de que siempre tenía la razón no ayudaba mucho en hacer creer lo contrario, como él mismo acababa de reconocer, había tenido cuidados por su parte, de todo tipo, del mismo modo que los iba a tener de mi parte, con la diferencia de que como mínimo, me gustaba escuchar las opiniones de los demás. No por nada, sinó porque yo misma defiendo que no todos tenemos la razón absoluta, sinó que tenemos todos distintos puntos de vista, y dentro de todos esos puntos de vista, está la razón. Simplemente me mantuve cerca de él, demostrándole en todo momento que no estaba solo, pero ésa no era la única intención, también trataba de hurgar en mis sentimientos para pensar en cómo podría reaccionar él a, bueno, cuando logre ser yo la que se sincere. Mi historia no es precisamente de aquellas que cualquiera lograría llegar a entender, y, auqnue pareciera mentira, considero que ésta es la situación más adecuada para contárselo, pues a saber cuándo sería la próxima vez que tuviera la posibilidad, si es que la tenía, antes de la guerra. Quizás entonces fuera demasiado tarde ya.... Pero Tsunayoshi no parecía haber acabado de hablar, así que volví a dirigirle la mirada para escuchar lo que tuviera a bien añadirme.

Le sonreí, para acariciarle con el fin de animarle un poco.
— No creo que sea odio lo que sienta por tí, Tsuna. Simplemente creo que es de la clase de persona que no acepta opiniones ajenas a las suyas. Simplemente creo que está cegado, Tsuna. Por otro lado, no creo que sea una mala persona, simplemente creo que no es de la clase de persona que se vea capacitada para gobernar—. Dije con calma, mirándole— Sin embargo, si que veo que tu puedes ser un líder nato.
Me sorprendió enormemente que no más acabé de pronunciar lo de que veía en él un líder nato, pareció rellenarse de energía, como si me hubiera leído de antemano lo que iba a decirle.

Sonreí ámpliamente mientras asentía enérgica ¡Exacto! Ese es el Tsunayoshi que Shizuoka necesita y que él mismo necesita sentirse para mejorar todo lo que le atormenta. Claro que es una persona, claro que es el sucesor de Shizuoka.
— Y no solo eso, sinó que debes sentirte feliz viendo como con tus decisiones, ayudas al pueblo a prosperar y puedes mostrar que eres un líder, un auténtico líder, y que puedes hacerlo de forma excepcional. Y, has hecho dos cosas correctas, nadie es perfecto, Tsuna, más al final, la cooperación de todos es la que hace esa perfección, pero hey, ¡Todos somos los mejores en algo! Hay parte de verdad en esas palabras, más ¿Que significa ser el mejor? Quizás no signifique que tu lo seas, sinó que te rodees con las personas que hagan que puedas llegar a serlo. Más, hey, Tsuna, eres alguien maravilloso, y sobre la experiencia ¿Por qué no la adquirimos juntos? Yo tampoco me considero la experta de nada pero, juntos y con las personas adecuadas, lograremos dicha perfección.

—No solo estar a tu lado, Tsuna. Sinó, consecutarlos a tu lado, si me lo permites—. Dije conmovida con calidez.

Asentí solo para acabar sentándome a su lado. Era ahora el mejor momento...
— Cuando te dije lo de la perfección, también me lo aplicaba a mí misma, ¿Sabes? Curiosamente mi vida ha ido de equivocación en equivocación.
Nací en el clan Mori, pero cuando era pequeña, entablé amistad con un chico de los Taira. Mi clan estuvo en desacuerdo por obvias razones, sin embargo, joven e ingénua, decidí desertar de los Mori.
Cuando los Taira me acogieron, me entrenaron e hice misiones para ellos, más ¡Era feliz! Al menos hasta que llegó aquél aciago día. El día en que mi perspectiva de los Taira cambió completamente.
Para comprobar mi lealtad para con ellos, me pidieron que fuera a atacar una aldea, una aldea que hasta donde mi perspectiva alcanzaba no tenía tampoco demsaido peligro, más allí fui. Cuando consecuté mi misión, me hicieron matar a un niño, a alguien inexperto en combate y, como era de esperar no pude, pero mirando todas las crueladades que los Taira hicieron con ese clan, decidí tomar la decisión de ayudar a aquél niño a marcharse y al llegar al cuartel, simplemente renuncié a ellos, accedí con el fin de que me dejaran vivir no revelar nada de lo que allí ocurrió. Pero deserté y, estuve durante mucho tiempo vagando por mi cuenta sin rumbo, ocultándome dónde podía hasta que me percaté de la guerra y, de un modo u otro acabe viniendo a Shizuoka, y bueno, me acogistéis y aquí estamos. No he querido revelar esta información a nadie antes, en vista de como andan las hostilidades, más, no creas que soy de las que traicionan, más si que he cometido demasiados errores en mi vida. Tsuna, sé que eres alguien de fiar, y para mí un buen amigo a pesar de hacer poco que nos conocemos, más por favor, necesito guía al respecto, de hecho también he decidido confesarlo es porque no quiero tener secretos contigo, de hecho solo busco mi lugar, una última oportunidad para hacer bien las cosas, solo eso... —. Comenté, ahora siendo a mí a quien le costaba mantener la entereza, no es que temiera tanto la reacción de Tsuna, sinó que no creo superar nunca haber arrebatado tantas vidas, incluso algunas de gente que intentó convencerme de que desertara de los Taira, o gente a la que quizás, simplemente quería que recapacitara y les arrebaté la vida sin miramientos, sé que es una guerra, sé que la vida no es justa y que quizás haya gente que esté con los Taira simplemente por estar confusa. Aunque poder sincerarme aunque solo fuera con una persona, ya era un alivio. Y en especial por habérselo dicho a alguien que me ha ofrecido su amistad y, que estoy segura de que me comprenderá

 

Togashi
Salón de audiencias

Los miembros más antiguos del Clan también hablaron para clamar la clase de guerrero que ocuparían durante la guerra, donde descubrió que Ukita tenía experiencia en los aspectos marítimos, mientras que Tetsuo era especialista en ataques a distancia y Kirara se manejaba con habilidad a caballo. Eran las especialidades que más llamaron su atención, pero sintió que iba bastante bien con aquellas personas. Y estaba seguro de que algunos debían sentir algo parecido ante su decisión de obrar como herrero. Miró uno de sus brazos: todavía estaba envuelto con las protecciones de la guardia de Shizuoka, pero aún podía sentir bajo las ropas la delgadez de sus músculos. En todos esos días había recuperado parte de su fuerza perdida, así que confiaba en que sería capaz de mantener el ritmo del martillo.

La audiencia derivó en asuntos geográficos. Se acercó a mirar el mapa que Takano enseñaba mientras hablaba de posibles rutas de huida y cuestiones estratégicas diversas que logró entender a duras penas. Confió en que no necesitarían huir por las rutas señaladas. La audiencia terminó con la asignación de los miembros encargados de la misión de exploración. Aunque lo tentaba seguir ayudando a sus compañeros, temía no contar con la misma suerte esta vez, encima cerca de territorio enemigo.

—Permaneceré en la ciudad haciendo unas diligencias, pero estaré siempre listo para ayudar en lo que sea necesario —declaró, mirando a Takeda y Takano—. Si me buscan, estaré en las inmediaciones del Cuartel y del Mercado.

Se despidió con una reverencia de sus superiores e hizo lo mismo con Nagato; aunque, en su caso, la reverencia fue menos marcada. Giró sobre sus talones y abandonó la sala de audiencias.


Calles de Shizuoka

En una zona poco concurrida de las calles de la ciudad, se desprendió del uniforme de guardia. Se lo había puesto encima de su propia ropa, por lo que no fue necesario hacer un cambio que lo obligara a desnudar su maltrecho cuerpo en medio del aire frío. Liberarse de la armadura le trajo alivio, pues era pesada y para ese entonces ya le estaba dando mucho calor llevarla puesta. La ató con prolijidad con el nudo de la cuerda que servía de cinturón. Hecho esto, se acercó a la zona del Cuartel. Pudo ver que los guardias seguían atareados con el desastre que Ukita les había regalado, pues seguían montando las tiendas de campaña que había derrumbado. Aprovechó toda esta movilización, para dejar el uniforme a las puertas del cuartel. Se había asegurado de que nadie lo viera haciendo aquella devolución, por lo que se marchó rápidamente de allí, rumbo al Mercado, el cual iba a ser su destino luego de la venta en la Casa de Armamento.

Contenido oculto: Movimiento

-Al Mercado a seducir comerciantes

 

Cuartel
[Ukita; Matsuda; Misato; Togashi; Tsuna; Shiori]

Tsuna bajó la mirada cuando le dijo que podría ser un líder nato; pues no se sentía capaz, no era fuerte y no conocía de política porque su padre jamás lo inmiscuyó en esos asuntos —Mi padre me considera débil, por eso le pidió a todos que me mintieran, que me dijeran constantemente que era el mejor, y ahora sé que no lo soy —miró a Shiori —Pero es allí dónde mi camino hacia la búsqueda de fortaleza inicia.

Después Shiori relató su historia y lentamente la sonrisa de Tsuna se fue esfumando. Cuando ella terminó de hablar, Tsuna se mantuvo en silencio, rascó el dorso de su mano con nerviosismo —Has traicionado; pero es por amistad y compasión —dijo para observarla —Este amigo... —su voz era baja, no quería que nadie los oyera —... ¿sigue con los Taira?

Contenido oculto

madarauchiha

---

Salón de audiencias
[Takeda; Kenzaburo; Takano; Nagato; Hideyoshi; Tetsuo; Kirara; Riku; Yuzuki; Misato; Togashi; Ukita; Matsuda]

"Estaré en la clínica si me necesitan"

Takeda hizo una reverencia hacia Misato —Gracias, Misato —mencionó antes de que se fuera.

Tetsuo se acercó a Hideyoshi y habló en voz baja mirando hacia Nagato —Un regente impertinente... traté de advertirte de sus actitudes; pelea con todos, provoca a todos, es mal señor feudal pero un excelente guerrero. Por desgracia cree que es más listo que los demás. No confiemos en él políticamente; temamos de él en el campo de batalla —dijo con odio —Su espada fue la que me arrebató a mi hermano — el odio que le tenía Tetsuo a Nagato se había notado desde el primer instante que cruzaron miradas —Ese hombre es mi enemigo, Hideyoshi. Aun así, no pienso tocarlo —lo miró —Por un momento me emocionaste con esa expresión, quiero decirte que hubiera disfrutado verlo morir, lo hubiese aplaudido y al responsable de quitarle el aliento le hubiera regalado una vida de lujos hasta su muerte. Pero yo soy un ser político, amigo mío; yo guardaré mi flecha en el carcaj, no atacaré con venganza; porque confío en lo que los Minamoto puedan lograr sus objetivos —apretó sus puños —Y si eso significa fingir una sonrisa en su mesa, beber sake con él, incluso pelear a su lado; lo haré. Guardaré mi orgullo; pero mi odio no se disipará jamás, por eso... —miró a Togashi —... Iré a comprarle a ese buen hombre el mejor sake que esta nefasta ciudad pueda darme. Lo ataviaré de de las mejores ropas, su estómago jamás estará vacío —sonrió con malicia — Porque ese hombre me ha dado de las más grandes satisfacciones en mi vida adulta; ver a Nagato arrodillado y humillado —abrazó por el hombro a su amigo — Y todo gracias a nuestra alianza, así que prepara tu garganta, que también la quemarás con el alcohol que beberás esta noche.

"Si me buscan, estaré en las inmediaciones del Cuartel y del Mercado"

Con esas palabras se despidió Togashi, Tetsuo se separó de Hideyoshi y siguió a Togashi. Takeda también hizo una reverencia —Gracias, Togashi.

Mientras tanto Nagato observó a Yuzuki —Fue una orden directa de Takeda —mencionó Nagato hacia Yuziki — Será liberado; pero sus decisiones aun no dependen de él, no mientras yo siga aquí —dijo saliendo de la habitación, así evitando opción de réplica ante sus palabras.

Mientras tanto Riku hablaba con Kirara—No debes preocuparte; yo me encargaré de Shinko, haz lo que tengas que hacer —mencionó Kirara con una sonrisa sincera —Gracias por tomar esta misión; necesito a los Fujiwara más involucrados en ellas.

Matsuda miró a Riku cuando este se dirigió a él; escuchó sus palabras y se ruborizo con una gran sonrisa en su rostro —Oh, Fuji... —dijo mirando hacia un lado para después volver hacia Riku —Muchas gracias por darme su mensaje —rio avergonzado, para luego hacer una leve reverencia antes de que Riku se dirigiera hacia Takeda.

Takeda escuchó, alertando los oídos de los que estaban cerca —Natsu y ...—mencionó Takeda para luego mirar hacia Takano.

—Está hablando de Rengo sin duda alguna —afirmó Takano para luego mirar hacia Yuzuki.

"Me retiro"

Con esas palabras se despidió Riku, Takeda hizo una leve reverencia —Agradezco tu mensaje, Riku.

—También me voy, debo ir con mi hermano —mencionó Kirara para comenzar a avanzar hacia la salida.

—Kirara...—dijo Takeda tratando de detenerla. Ella se detuvo.

—No debes preocuparte Takeda; Yuzuki me ha dicho todo. Seré impulsiva y agresiva pero no soy tan densa como Nagato, no abandonaré la alianza; eso sería estúpido —lo miró —No quiero más disculpas, quiero acciones. Mientras los Minamoto cuiden de los míos no los culparé; pero si un Fujiwara sale herido por culpa de Murai, nunca mas te atrevas a verme a la cara —culminó Kirara para después salir de la habitación.

—No podemos culparla —mencionó Takano para después sacudir el hombro de Takeda — Tampoco debes culparte; deja que él venga a nosotros. Esta vez nadie dudará, sabemos que hacer —después Takano miró hacia Kenzaburo y cerró los ojos — Lamento tu pérdida, pero respeto tu lealtad —dijo para después dirigirse a Takeda — Y también respeto tu fortaleza en esta situación.

—Kenzaburo me había informado que en Chiryu pudo encontrarse con Natsu y Rengo, ellos viajaban juntos. Y si Natsu encontró su destino a manos de Obata...—dijo Takeda deteniéndose brevemente —... es probable que Rengo....

Takano negó —Misato mencionó que Rengo se encontraba con Kuroki; separado de Natsu— refutó las especulaciones de Takeda.

Takeda observó a Kenzaburo —Entonces Kuroki no está perdido —suspiró — No podría soportar otra traición dentro del clan.

—Rengo siempre ha sido distante; pero sé que no podría matar a nadie, mucho menos traicionar a su familia —dijo Takano mirando a Yuzuki para después volver hacia Takeda — Y Kuroki es parte del clan, confiemos en él como también lo ha hecho Misato al dejarlo solo.

Matsuda afirmó ante esas palabras. También confiaba en Kuroki.

—Reuniré lo necesario para la misión de expedición —mencionó Ukita —me encargaré de revisar los números por mar. Matsuda, tu guiarás al equipo en tierra —Matsuda afirmó mientras este comenzaba a avanzar hacia la salida.

Takeda hizo una reverencia hacia Ukita —Gracias, Ukita— después se giró al resto de los presentes —Gracias a todos por permanecer a mi lado. Ahora, si me disculpan, iré al templo; hace muchos soles que no coloco incienso.

—Te acompañaré —mencionó Matsuda mientras Takano veía como todos se disipaban.

—Iré contigo, Yuzu —mencionó Takano al ver que ella se dirigía hacia la salida también.

• Shizuoka
• Kanagawa
• Nagano
• Saitama
• Yamanashi
• Tao

• 
  Shizuoka= 235 soldados
  135 (infantería) 45 (caballería) 25 (artillería) 40 (flota) 5 (herreros)
  
• 
  Kanagawa= 350 soldados
  167 (infantería) 33 (caballería) 50 (artillería) 100 (flota)
  
• 
  Nagano= 600 soldados
  200 (infantería) 200 (caballería) 150 (artillería) 30 (médicos) 20 (herreros)
  
• 
  Saitama= 150 soldados
  80 (infantería) 45 (caballería) 25 (artillería)
  
• 
  Yamanashi= 50 soldados
  50 (caballería)
  
• 
  Tao= 145 soldados
  82 (infantería) 63 (flota)
  

Contenido oculto

Bruno TDF Kuno Vizard Yáahl John Whitelocke Monpoke rapuma

---

Herrería
[Riku]

Entró a aquel sitio que estaba forrado de armas nuevas, algunas aun en cajas de madera; el hombre que atendía el local no parecía ser herrero, era mas un comerciante —Buenas tardes, ¿busca un arma en específico?

Después de eso, Yuzuki entró con Takano —Podrías contener tus manos al menos en momentos de crisis como este—mencionó como reproche hacia Yuzuki, aquello, sin un contexto podía mal entenderse.

Contenido oculto

Monpoke
Yáahl +50 monedas +50 EXP

---

Clínica
[Misato; Akari; Hatato; Kyoko]

La clínica seguía con varias personas en su interior siendo atendidas por heridas menores. Allí se encontraba el niño que parecía haber acompañado a Kato en la entrada de Shizuoka junto a la mujer que parecía cuidarlo; ella también había recibido a una lechuza del mismo modo que Misato. El ave causó revuelo al entrar por la puerta hasta llegar a la mujer.

Contenido oculto

Kuno Vizard

---

Clínica
[Togashi; Tetsuo]

—¡Espere por favor!— mencionó Tetsuo quien lo seguía —Permítame acompañarlo; Togashi ¿No es cierto? —Preguntó sin esperar respuesta mientras observaba aquel mercado —Shizuoka se destaca por su venta de textiles de gran calidad; es una lástima que los artesanos huyeron a Kamakura por refugio; no hay demasiados negocios abiertos —dijo señalando uno —Herramientas para cocina, no me parece extraño que sea el único sitio donde sus artesanos no huyeron; seguramente son herreros.

Contenido oculto

Bruno TDF

 

Riku

"De momento poseo el arma que necesito". Niego con gentileza su pregunt a luego de corresponder el saludo. Debo comprar otras cosas.

Tal herrero parece tener un stock interesante, correspondiente a lo esperado de una ciudad capital con un cuartel.

"Más bien, busco deshacerme de una". Ofrezco colocando sobre el mostrador la katana simple, pero no mostrando gran intención al regateo. No queriendo sea el centro de nuestra conversación

Hago en tratar no mostrar interés en los clientes recién llegados, no deseando interrumpir aquello que parecen llevar...

"Por la experiencia que parece cargar, presumo tienes conocimiento de herreros y su forja" . Hago un pequeño gesto a las armas de la tienda, las cuales es probable la mayoria sean de diferente herreros. A la vez, armas de buena calidad. "Quisiera saber sobre cierto herrero de tiempo atrás". Le muestro en una mano el Hanko. "Esta es la firma dejada en su forja".

 

Kenzaburo

Takeda había conseguido, todos habían conseguido una magnifica victoria en la prefectura. Una alegría agridulce, ya que siempre había bajas. La pérdida de los shinobi de Iga era algo tremendo, pero antiguo ronin, ahora ya samurái, empezaba a detectar una desazón incontenible en su ser. Kenzaburo no parecía haber perdido a una simple chiquilla, una traidora según las lenguas, sino a alguien de su propia familia. Nadie podría entender el extraño y complejo vínculo que les unía, había unido, a aquellos dos que parecieron nacer tal para cual. Absorto en sus pensamientos y su propio malestar, la audiencia había terminado rápidamente y Kenzo respondió a las palabras de Takano con una simple afirmación de cabeza, aturdido, muy lejos ya de aquella enorme sala.

Miró hacia los lados y describió con sus pies un circulo completo; girando sobre sus talones y volviendo a caminar hacia la puerta de salida, la cual deslizó y a pasos apurados llegó al exterior. Tomó una gran bocanada de aire y se permitió relajar los musculos de sus brazos al extenderlos y apoyarlos sobre sus rodillas mientras se doblaba sobre sí, para poder respirar mejor.

—Mao... —musitó en silencio y recobró la compostura, carraspeando y evitando que miradas curiosas estén sobre él. Se sacudió el cabello y polvo del camino cayó como una especie de nieve. Se golpeó las palmas y rastreó el rastro de Terunobu. Quería dar con su caballo y partir en una misión de expedición que seguramente la pequeña Mao hubiera querido. Lo haría por ella.

 

Misato Aoyama

Camine lejos de la casa feudal aún sintiendo las pequeñas contusiones y golpes ocasionados por la caida en la misión de infiltración, al llegar deslicé la puerta saludando en silencio a los demás pacientes; No sabía cuánto tiempo pasaría antes de volver a entrenar, pero haber decidido permanecer en la ciudad que muy pronto estaría bajo asedio me preparaba mentalmente para la lucha, además podría estar y recibir a Kuroki con prontitud así también como los Tao; tenía mucho que contarles a todos, Kuroki sabría que la katana maldita está a nuestro resguardo junto a la noticia de la muerte de Masaki...el hermano de Yin, vencido gracias a la ayuda de los dioses y nuestras espadas.

—Buenos días he venido a tratar algunos golpes por una fuerte caída, en cuanto pueda espero su tratamiento por favor—solicite amable y sin ánimos de apresurar al personal de la clinica.

Al tomar asiento todo estuvo tranquilo hasta que repare mi atención en una lechuza similar a la que recibí de los Hattori, en efecto era un ave mensajera. El revuelo fue notable por su repentina aparición.

—acaso será...—murmure al ver a la mujer recibir su mensaje, guiada por la curiosidad me acerque hasta la mujer—Disculpa pero ¿Es un ave de la aldea de Iga?—sin apartar la vista mostré el papel con el mensaje—no hace mucho acabo de recibir un ave mensajera con...ciertas noticias—dije con cierta tristeza en mi voz. Aún permanecía consternada por la caída de nuestros aliados, todo aquello parecía cambiar mi percepción por los shinobis, todo al recordar las enseñanzas de Obata.

 

Togashi
Mercado

Se sentía algo más tranquilo ahora que había devuelto al cuartel algo que les pertenecía. A fin de cuentas, los guardias de Shizuoka tenían la obligación de acatar las órdenes del señor feudal por muy cuestionables que fuesen. No tenía lugar para la duda o el cuestionamiento, hacer algo semejante ante un autoritario como el tonto de Nagato de seguro les supondría problemas más serios que unos barrotes. Ese hombre no tenía piedad ni con su propio hijo…

En esto pensaba cuando distinguió, más allá, la zona del mercado. Estaba bastante despejada y la mayor parte de sus negocios se hallaban cerrados. Entonces se giró al oír la voz de Tetsuo, quien al parecer lo había seguido hasta allí y le pedía que lo esperara. Togashi detuvo su andar para permitir que el joven se pusiera a la par de él; escuchó con interés lo que tenía para contarle sobre el comercio de Shizuoka y la huida de los artesanos. Miró el negocio que Tetsuo le señaló, el de herramientas de cocina, atraído por la posibilidad de que hubiera herreros. No debían ser especialistas en armas, pero por algo se podía empezar…

—Soy Togashi, en efecto —asintió con su solemnidad característica, girándose de nuevo hacia Tetsuo. Recordaba haber hecho un tramo del camino a Kamakura con el joven Azai; en esa ocasión viajaron en silencio debido a la dificultad del viaje. Le agradaba su personalidad tenaz, por lo que compartir el día con Tetsuo no lo desagradaba—. Veo que tienes bastante conocimiento sobre el comercio de esta ciudad, ¿te instruyes sobre los diferentes territorios de Japón? —quiso saber con genuino interés— Y no me refiero solamente al comercio, sino a diversos temas —volvió a mirar hacia el negocio de herramientas de cocina y con un gesto de la cabeza invitó a Tetsuo a acompañarlo—. Si quieres seguimos hablando mientras vamos a ver ese negocio. No me vendría mal ver el trabajo de ese lugar y de paso conseguir algunos objetos con los que comerciar después.

 

Shiori

Le solo para sonreírle en mis constantes intentos por animarle, asintiendo con amabilidad, su fortaleza... De hecho, lo era... Sí que lo era en el fondo, hay que tener valor para enfrentarse a su padre, solo o con ayuda, más en eso fue mas valiente que la mayoría.
— Como referí con anterioridad, creo que nadie es nunca mejor o peor que nadie, Tsuna. Sinó que por otro lado, creo que la fortaleza todos la tenemos si sabemos buscarla. Yo confío en ella, como digo yo tampoco soy la mejor en nada, simplemente trato de no dejar que esa sensación me invada, sigo adelante porque sé que el pasado nada lo va a cambiar, Tsuna...Eres noble, y creo que también eres muy fuerte, simplemente hay que ver el valor que le echaste cuando decidiste venir aquí, cuando te enfrentaste a tu padre. Más, ¿Sabes? Considero que en esencia eres mucho más fuerte que él. Lo digo en serio—. Sonreí, pues en el fondo lo creía, al fin y al cabo, él quiere hacer bien las cosas y veo en él, que de querer en el fondo tratar de seguir en lo que él mismo considera correcto, puede llevarlo a cabo hasta las últimas circunstancias.— Solo, no te centres en hacerlo solo ni dejes que esos pensamientos te soliviantes en demasía, más cuando éstos pensamientos te atribulen, me tienes a mí para consolarte y deshogarte.
Finalmente, ví que la sonrisa de Tsuna iba desvaneciéndose poco a poco a medida que le iba relatando mi pasado. Sabía que no era la clase de cosas que eran agradables de escuchar, en especial cuando has depositado la confianza en alguien, más con la guerra que se avecinaba, quizás de no ser yo, algún Taira lo habría hecho y de todos modos, siempre era mejor que se enterara por alguien en quien confía que no por un completo desconocido, en especial cuando se ha mostrado tan abierto a mí, al menos hasta que empezó a hablar mientras se rascaba la nuca con nerviosismo.

— Sí, porque en su día creía que hacía lo correcto, más desafortunadamente estaba equivocada. No me siento orgullosa de lo que hice tampoco, por eso quiero compensar mis errores sea como sea—. Dije, bajando el tono de voz a casi un susurro.

— No volví a saber nada de él desde ese día, pues cortamos la amistad, pero puedo asegurar que lo estaba cuando me marché del clan—. Contesté en el mismo tono susurrante— Igual, lamento haber hecho todo lo que hice, más espero que no haya caído por esto nuestra amistad, prometo que solo quiero hacer lo correcto y redimir mis acciones, no traiciono por placer, lo siento.—. Añadí, en parte con tristeza.

 

Cuartel
[Ukita; Matsuda; Misato; Togashi; Tsuna; Shiori]

Tsuna negó — No me entiendes, Shiori —dijo mientras se recargaba en la pared de la celda —No es mi preocupación que me traiciones. Temo que esta vieja amistad tuya, si es que sigue con los Taira, buscará la manera de lastimarte porque lo traicionaste —estaba preocupado, no enojado —Shiori, no ganabas nada contándome tu pasado y lo hiciste de todas formas, en cambio podías perderlo todo, sabes mi estatus, yo podría dejarte en esta celda mientras yo salgo —sonrió — Es por eso que no quiero que le digas a nadie de esto, si mi padre se entera no dudará en tomar acciones sin escuchar respuestas y no podría detenerlo, ya experimentaste en carne propia la diplomacia de mi padre.

Bajó la mirada— Me han mentido toda mi vida. Estos últimos días no he podido ver a los ojos a ninguna persona en Shizuoka por vergüenza, todo porque tenía ante ellos una actitud ególatra y de alta presunción debido a que yo me creía el mejor en todo, porque me hicieron creer que lo era, y yo fui ciego al creerles. Ahora que he puesto los pies en la tierra puedo crecer, pero me di cuenta que estaba solo, incluso mi maestro, Sanada, me mintió. Ha sido una pesadilla caminar en esta ciudad a la que llamo hogar, siendo que no hace mucho tiempo me creía rodeado de personas que confiaban en mi — miró nuevamente a Shiori —Quiero tener personas en las que puedo confiar a mi lado, así podré ser un mejor líder en el futuro; y debo confesar que no hubiera soportado enterarme de tu verdad en boca de alguien mas, por eso valoro la honestidad sobre cualquier otra cualidad. Muchas gracias por confiar en mi, Shiori.

Contenido oculto

madarauchiha

---

Afueras de Shizuoka
[Kenzaburo; Terunobu]

Terunobu estaba allí, cuidando de los caballos como si fuese su obligación, al ver a Kenzaburo levantó la mirada e hizo una leve reverencia —Señor— dijo en respeto, pues aquel hombre frente a él era un samurai, así como lo era Tetsuo, por lo que merecía el más alto de los respetos entre guerreros.

No había una división en los establos, pues estos habían sido sobrepoblados de diversos caballos que esperaban a sus amos.

Contenido oculto

rapuma

---

Herrería
[Riku; Takano; Yuzuki]

El comerciante miró confundido al par que entraba, para después enfocar su atención a las palabras de Riku, para culimnar mirando el hanko en su mano —Oh

Mientras tanto Takano observó a Yuzuki y no pudo evitar ruborizarse, por lo que desvió la mirada molesto —Sabes perfectamente a lo que me refiero— dijo cruzándose de brazos — Y nadie te impide saludarme —concluyó mientras avanzaba junto a ella para hablar con el comerciante.

El hombre encargado de la venta de armas la escuchó mientras alejaba la vista del hanko mostrado; dirigiendo su vista a las armas colocadas frente a él —Está bien, acabo negocios con él y podemos comenzar a negociar precios.

—La katana puedo comprarla a ciento cincuenta monedas—dijo señalando el arma que le había mostrado con anterioridad —en cuanto la firma; es una muy vieja, es buena forja pero no es especializado en armamento; se ha perdido la firma con el tiempo, por lo que se vuelve una rareza si es que posees algo de él. Desconozco su historia, pero sé quien podrá decirte hay un hombre en el mercado que vende herramientas, habla con él, seguramente te dará mucha mas información.

Contenido oculto

Monpoke Yáahl

---

Clínica
[Misato; Akari; Hayato; Kyoko]

Una mujer se acercó a atenderla mientras Misato hablaba con Kyoko; ella la observo al inicio escéptica para después suavizar su mirada al leer el mensaje y afirmó a su pregunta —Recibí el mismo mensaje; fui alumna de Hamami, esposa de Obata— dijo si vacilación —Si has recibido esta noticia eres parte de los Hattori o los Fujibashi; yo soy de los Momochi, mi nombre es Kyoko —dijo con tranquilidad —Al menos ahora han vuelto a estar juntos, dónde sea que estén.

Contenido oculto

Kuno Vizard

---

Clínica
[Togashi; Tetsuo]

Tetsuo afirmó con una sonrisa —Es mi deber saber detalles como estos; ahora soy siguiente en sucesión a la prefectura de Nagano; pero antes fui instruido en el comercio y la política, era mi función desempeñarme con consejero de mi ahora difunto hermano— mencionó ante Togashi mientras avanzaban hacia el comercio —Y no detendré tus negociaciones, pero por favor; permíteme pagar por lo que necesites. Considéralo un favor por humillar a Nagato frente a todos —soltó una risa — Agradezco a los Dioses que me permitieran vivir tan magnífico instante.

Contenido oculto

Bruno TDF

 

Riku

"Acepto las monedas". Le doy por aceptada la oferta sin pensarlo demasiado, no sonando como si fuera una verdadera estafa. Además, comerciar no está entre mis campos. Nada lo está.

No especializada en armamento.
¿Què significa eso? Es vieja, tal como se puede suponer por lo poco que Masamune le contó a Fuji.

"Responder preguntas de otros herreros no debería ser parte del negocio, me siento agradecido a que igual me proviera de unas pocas palabras". Bajo levemente la cabeza ante aquellas pocas palabras dichas.

La historia del herrero, su origen ¿Pregunto porque quiero saberlo? Es... debo saberlo. No dedicaré mis días en respuestas, en arruinar y abandonar lo que poseo por el pasado. Es lo que jure.

Aún si descubro algo... No haré nada. O eso deseo....

"Esta es una de sus katanas". Desenvaino un poco a Kosu al hacer un gesto para que lo vea, mostrando suficiente para mostrarle su filo. Por lo menos, si es una rareza de una vieja generación, no hace mal en mostrarle. "Un arma que me ha acompañado varios años".

Pero desconozco la edad del hierro, el tiempo en cuando fue forjada.

"No les detendré más". Doy media vueltas mirando a Yusuki y Takano, quienes estan esperando con cierto... Ánimo particular. Procure no encarar demasiado hacia sus rostros y acciones, aquello que hagan no es mí asunto.

Ya tengo las monedas, ahora falta ir a la herbolaria por ingredientes o una receta de ser posible.

Pero, no hace daño dar un vistazo por el mercado. Tal vez consiga unos recursos.

Contenido oculto

Al mercado ̶a̶ ̶c̶o̶m̶p̶r̶a̶r̶ ̶u̶n̶ ̶̶t̶e̶n̶e̶d̶o̶r

 

Shiori

Cierto... Era algo que me precoupaba, igual que los Taira que pudieran reconocerme, así que miré nuevamente a Tsuna para asentir, lo sabía, pero no solo él, sino cualquier Taira que pudiera reconocerme buscaría la forma de vengarse, ya no solo por traicionarles, sinó a su vez, también si descubren que mi lealtad ha cambiado de bando...

Reí apenada, asintiendo.
— Sí...Lo sé, pero a juzgar por las circunstancias, Tsuna, tampoco tenía otra alternativa. Si no te lo explicaba yo, quizás algún Taira o aliado acabaría por hacerlo, la diferencia es que, de ser así y otros se enteran, reinaría aún más la desconfianza hacia mi persona y ya sabes como es la gente cuando desconfía. Tú por otra parte, me otorgaste mi confianza desde el primer minuto y con lo que me has acabado contando aquí, decidí abrirme contigo, pues no quise tener secretos de éste estilo...—.Más, mientras trataba de proseguir, la voz de Tsuna me interrumpió nuevamente

Sonreí negando con la cabeza.
— No lo haré, te lo prometo, no le diré a nadie más lo que ha ocurrido, por eso me he mantenido completamente en silencio al respecto hasta que no hemos hallado a solas—. Expliqué con calma, pero en voz muy baja—Al ser algo tan delicad0 y sobre la celda, sé que no lo harás, aunque podrías como bien has dicho... Tsuna, tranquilo, me siento mucho más aliviada de que lo sepas tú—. Dije con calidez— Porque precisamente sabía que tú eras el único que en estas circunstancias podrías llegar a ser más comprensivo conmigo, al ser de las personas que considero que siempre das oportunidades, y sí, ésa es otra razón por la que he ido con tacto hasta ahora.
Al acabar de hablar ví como Tsuna había vuelto a retomar esa mirada deprimida y gacha de antes de haberme sincerado yo con él y, evidentemente iba a escucharle.

Cuando me explicó todo ésto, finalmente pareció devolverme la mirada, le entendía. La verdad era que me veía reflejada en él más de lo que incluso yo misma imaginaba, ambos engañados y ahora que intentamos hacer lo correcto todo parece que nos viene en contra.

Ahora solo pude sonreír asintiendo con suavidad, confiaba en él, de hecho siempre fue alguién que me transmitió confianza desde que le conocí en la arquería, ofreciéndose para entrenar conmigo con la katana.
— Tsuna, claro que confío en tí, de hecho como he referido en varias ocasiones, me gustaría ayudarte en todo lo que necesites para tener una vida mejor y atestigüar lo bien que creo que lo puedes hacer. Y no te culpo por sentirte así, cuando toda tu vida has vivido bajo una premisa que te recuerdan dia tras día, es normal que si es lo único que conoces, lo que si que valoro es que has logrado encontrarte a ti mismo, a tu yo verdadero, y créeme que es maravilloso—. Sonreí conmovida— Igual, gracias por darme una oportunidad de expresarme, y me alegro de que me hayas permitido sincerarme Tsuna—. Así fue como me puse en posición, intentando abrazarle con firmeza y calidez para animarle, yo también lo necesitaba de todos modos.

 

Togashi
Mercado

Togashi asintió mientras Tetsuo le contaba un poco sobre sus responsabilidades pasadas y presentes como heredero de un señor feudal. No sabía que su acompañante había tenido un hermano, al que iba a servir como su consejero en un futuro, así como él alguna vez se había dispuesto a ser el maestro de su hermana pequeña, también difunta. Por la forma en que lo evocaba en aquella conversación, Togashi asumió que Tetsuo había querido a su hermano. Eso hizo que se vieran como parecidos: ambos compartiendo la pérdida de un hermano.

Luego el Azai le pidió que le permitiera pagar lo que necesitase, propuesta que lo desconcertó un poco hasta que Tetsuo dejó ver su alegría por la humillación que había perpetrado contra Nagato. Una pequeña sonrisa asomó a su rostro.

—No voy a mentir —dijo—, fue realmente satisfactorio humillar a ese tonto de aquel modo, por su actitud de todos estos días y lo que descubrí que planeaba hacer en contra del clan. Se arrodilló tan rápido que dudo que se le suban los humos durante un buen tiempo —hizo una pequeña pausa, pensativo—. Te doy las gracias por el favor que me ofreces —agradeció amabilidad con una pequeña reverencia—. Me viene bien porque mi manutención no es que sea muy buena. Trato de subsistir comerciando, justamente —evitó mencionar que también robaba.

Faltaba poco para llegar al negocio de herramientas. Togashi aprovechó el trecho que les quedaba para seguir conversando.

—¿Cómo se llamaba tu hermano? ¿Fue un gran guerrero?

 

Kenzaburo

En el exterior de los establos, la ciudad fermentaba un olor ocre y a cuero; Kenzaburo podía oler a la guerra como un lobo huele la comida a millas de distancia. Estarían a nada de encontrarse, finalmente, cara a cara con sus enemigos. Dentro del establo tuvo la suerte de encontrar a Terunobu, el protector de Tetsuo. El chiquillo quizá no era consciente de que tenía consigo a un hombre noble y leal hasta la médula. La clase de hombre que cree en su deber hasta el final, hasta sus últimas consecuencias. Le generaba simpatía su honor y lealtad, la misma que profesaba él mismo pero para con Takeda. Terunobu sería capaz de dejar la vida por su amo, Kenzaburo también. La nobleza del guardián leal hasta la muerte.

—Terunobu. —musitó Kenzaburo mientras se acercaba hacia él y le golpeaba el antebrazo. —Vamos de caza. ¡Monta! —caminó por el espacio, observando los caballos con fijación hasta que dio con el suyo. Estaba a un lado, observando por una de las paredes de madera que dejaba entrever el exterior. El animal añoraba la naturaleza, tal cual su propio dueño. —Aquí estas, Makoto. Tch, tch, andando.

El caballo avanzó hasta situarse a su lado y la diferencia de tamaños era considerable; el animal era negro, poseía un brío y un porte dignos de un caballo de guerra. Kenzaburo puso su frente en el cuello del animal para sentir el calor de aquella bestia repleta de fuerza y control al mismo tiempo. Luego lo tomó por las riendas y se dirigió a Terunobu antes de salir de los establos.

—No hay tiempo que perder. —y montó en Makoto una vez se encontraron fuera, aguardando por Terunobu.

 

Cuartel
[Ukita; Matsuda; Misato; Togashi; Tsuna; Shiori]

Ambos esperaron allí abrazados, hasta que el sonido de alguien acercándose los obligó a separarse. Tsuna levantó la mirada y allí se encontraba aquel guardia, Masashigue —Son libres —mencionó mientras abría la celda. Su mirada no se cruzó con la de ninguno, se le notaba avergonzado.

—Seguro esto es gracias a los Minamoto—mnecionó Tsuna hacia Shiori, indicando que no era una acción directa de su padre —Debo ir a agradecerles.

Contenido oculto

madarauchiha eres libre. Puedes ir a dónde desees.

---

Afueras de Shizuoka
[Kenzaburo; Terunobu]

Terunobu afirmó y subió a su caballo —Makoto es un buen nombre — dijo mientras acomodaba la crin de su caballo — El mío es Chikara, significa fortaleza. Es el hijo de mi primera monta, su madre murió en la guerra de Gujo...— negó mientras apretaba las riendas siguiendo a Kenzaburo, seguramente no le interesaría oír historias como esa.

Contenido oculto

rapuma
La dinámica será sencilla:
Deberán tirar un conjunto de 5 dados de 10 caras, dependiendo del resultado sumado de los dados será el resultado de la acción.
1-14= El animal los descubre y sale corriendo sin que puedas atraparlo.
15-30= Hieres lo suficiente al animal; si en tu siguiente tirada vuelves a sacar este rango de números lo habrás obtenido.
31-50= Logran cazar sin problemas a su objetivo.
Pueden hacer los tiros de dados un máximo de 3 veces al día.

---

Herrería
[Riku; Takano; Yuzuki]

Takano evitó la mirada de Yuzuki ante sus primeras palabras —Te controlaste, así fue —mencionó —Así como también trato de hacerlo —trataba de desviar el tema; sintió el tacto en su mejilla y con eso regresó su mirada a la de ella, se mantuvieron en ese momento por unos instantes. Cuando su mano se separó de su rostro, la escuchó.

—Tu madre y mi padre en la misma ciudad, eso puede traernos problemas. Prometo que me encargaré de que Kato no se acerque a ella si es necesario, no quiero que cause problemas con su presencia; no a tu madre, al menos — dijo con sinceridad manteniendo su voz firme, Takano no era el mejor expresando su cariño de manera directa; pero el proteger a los que le importaban era su manera de demostrarlo.

La notó tomar aire con fuerza, iba a preguntarle que pasaba por su mente; pero no fue necesario —Rengo tomó su decisión, si hubiera mantenido a nuestro lado, no habría tenido que pasar por lo que pasó. Decidió adherirse a la persona menos adecuada, otra a la cual su toma de decisiones le costó la vida —dijo refiriéndose a la muerte de Natsu con frialdad —También me preocupa y me gustaría que no lo hiciese— se sinceró con Yuzuki — Es muy emocional, temo que Kuroki no pueda controlarlo si se entera o ya sabe de la muerte de Natsu, temo mas que la desesperación lo lleven a un peor camino del que ya tomó; pero sobre todo, temo que se encuentre solo.

---

El comerciante entregó las monedas a Riku —Quedarse con información es egoísta —mencionó ante Riku —Siempre que no sea prejuiciosa para uno, creo que es importante compartirla —después miró a Kosu, le sorprendió verla —Es raro ver algo de su forja en un arma, gracias por mostrarla—dijo despidiéndose de Riku.

Riku se dirigió a Takano y Yuzuki —No nos detienes —mencionó Takano con respeto haciendo una leve reverencia.

El comerciante ya estaba inspeccionando las armas dejadas por Yuzuki —Por las flechas puedo darte veinticinco monedas.

Contenido oculto

Monpoke Yáahl

---

Mercado
[Togashi; Tetsuo]

Tetsuo rio ante las palabras de Togashi —Tú y yo seremos buenos amigos, Togashi —dijo para terminar de escuchar su pregunta, la cual lo hizo borrar ligeramente su sonrisa —Azai no Takagi; mi padre lo llamó así porque sabía que crecería alto y fuerte, y no erró— sonrió —Mi hermano fue un extraordinario guerrero, no sólo era fuerte, sino que también era muy respetado por sus hombres. Siempre lo admiré... —su sonrisa se borró por completo — Y siempre lo extrañaré

Contenido oculto

Bruno TDF

---

Comercio de utensilios de cocina
[Riku]

Avanzó por el mercado hasta llegar al comercio, el sonido de un cuchillo siendo afilado en una piedra era el único ruido de un mercado que seguramente antes rebosaba de diversos ruidos. En la entrada se encontraba un viejo, afilaba su cuchillo sin levantar la vista hacia Riku.

—Más allá de un buen cuchillo, lo más importante es tener una piedra. Te puedes comprar el mejor cuchillo del mundo pero si después no tienes cómo reafilarlo cuando pierde el filo original, estás perdido, no lo recuperas más— dijo como si Riku le hubiese preguntado.

Contenido oculto

Monpoke

 

Kenzaburo

Salieron de Shizuoka, siguiendo el sendero, en busca de animales locales. Estaban en una montaña, no sabía realmente qué encontrar por allí. Podrían probar una partida de caza por aquí y luego descender un poco a más terreno boscoso.

—La guerra de Gujo. —replicó Kenzaburo, moviendo ligeramente las riendas de Makoto para que pueda comenzar a galopar suavemente. —Cuéntame de esa guerra, Terunobu. Estamos a nada de entrar en una y no hay mejor consejo o historia que calme mi ánimo. ¿Qué función desempeñabas?

Intentó seguir algún rastro de los animales, tensando su cuerpo ante la idea de una emboscada.

 

Riku

Inclino la cabeza ante el presunto consejo del hombre, dudando si lo dice por su emocion al oficio o dice que compre tanto un cuchillo como una piedra. Una oferta de venta.

"El filo no solo se pierde, también se desaprovecha en manos inexpertas" Suelto simple ante el uso de sus palabras, cuyo tema veo de un angulo diferente. Desde el punto de vista de una katana en vez de cuchillo. "En alguien sin hambiciones, sucede ambas".

"Perdoneme señor". Cambio un poco el tono a una más respetuoso. "No vengo a comprar nada. Quien atiende la herrería te menciono, que podrías conocer algo sobre cierta persona que busco información. Un herrero".

No agrege más, poniendo en pausa la conversación hasta recibir su atención.