Shizuoka Shizuoka

Shiori

Le miré con calma, verle tan apenado me dolía, en especial tan deprimido por la situación.
— Desde mi perspectiva, Tsuna, admito que tu padre al estar tan obcecado en su testarudez de que lleva la razón no ayuda, más no es culpa tuya y sé que lo estás pasando fatal—. Dije apenada— De todos modos, ¿Solo nos queda esperar? Eso parece, es que...Ay, y Shizuoka sin nosotros, estando ya bastante mal... Maldición, ¿Por qué?—. Me pregunté tensa solo para ver que ahora dirigía su mirada hacia mí

— Lo sé, por su forma de verlo, él mismo piensa que tiene la razón solo por ser él, pero es que no es que no escuche a los jóvenes, es que no escucha a nadie. Él mismo ha dicho que los rumores del pueblo son falsos sin contrastarlos, por lo tanto creo que solo se escucha a sí mismo... Y no tiene razón—. Dije apenada para tratar de consolarle mientras él empezaba a darle instrucciones a Misato, ¿Estaremos bien? Espero que tenga razón y no sea solo para evitar que traten de rescatarnos, no es que desconfíe de él en lo absoluto más bien, no me fío nada de Nagato más decidí quedarme en silencio solo al lado de Tsuna, más que nada porque tampoco es que yo no deje de sentirme culpable por hallarnos en esta situación.

 

Togashi
Cuartel

Soltó la cadena con rapidez para que nadie notara aquel movimiento, confiando en el buen oído de Matsuda. Siguió de pie en su lugar, en actitud vigilante para seguir engañando los sentidos de quienes trabajaban en el cuartel. Los miraba sin verlos, pues toda su concentración estaba puesta en sus oídos. No tuvo que esperar mucho para detectar los sonidos de alguien bajando por la ventaja, seguido del suave y relajante bullicio de unos matorrales moviéndose. A duras penas pudo percibir la presencia de Matsuda, su sigilo era muy bueno. Quizá lograba darse cuenta de su presencia por el hecho de que ya sabía que estaba ahí y que respondería a su llamado. Si fuera como aquellos guardias, concentrado en otras cosas, habría pasado completamente desapercibido.

Aguardó unos instantes, para darle tiempo a Misato de regresar. A ella no lograba escucharla de ninguna manera, por lo que al cabo de un rato dio unos discretos pasos hacia atrás, de modo que los matorrales quedaron bastante cerca de su espalda.

—Me creyeron uno de ellos y me dieron una misiva con información clave —dijo en voz baja, pero lo bastante audible para que Matsuda, y tal vez Misato, escucharan. Hizo un movimiento como si se rascara el cuello, pero con eso extrajo disimuladamente la carta de entre sus ropas sin que nadie lo viera. Llevó una mano atrás, con la misiva entre los dedos, dejándola al alcance de Matsuda—. Todo lo que necesitamos está aquí. Leela.

 

Cuartel
[Ukita; Matsuda; Misato; Togashi; Tsuna; Shiori]

Tsuna escuchó a Misato y afirmó; pues la verdad estaba molesto con su padre, pero sobre todo estaba preocupado por todos esos rumores de los que habló Shiori, y por ellos decidió enfrentar a su padre —Confío en ustedes; espero hagan entrar en razón a mi padre —finalizó ante Misato antes de que volviera a escabullirse sin ser detectada, aquello le resultó algo impresionante.

Después se quedó escuchando a su nueva amiga Shiori, algo de lo que dijo lo hizo pensar —Shiori, mi padre siempre ha temido ser traicionado; su mejor amigo lo traicionó en una guerra, casi matándolo, es por eso que no toma nada bien la deslealtad —la observó llevando una de sus manos a su boca —Y tienes razón, descartó por completo los rumores. Si tanto teme a ser traicionado ¿Por qué no dudó de la información? —se levantó y miró hacia dónde Misato se había ido, ya no había rastro de ella —Soy un idiota, Shiori —dijo aun en voz modulada, aunque parecía querer gritar; volteó a Shiori tomándola de los hombros —Si mi padre no duda de esa información; seguramente es porque ha sido él el que la ha plantado —se separó de ella y comenzó a comerse las uñas recargándose en la pared para después dejarse caer lentamente —¿Qué estás tramando, padre?

---

Matsuda tomó la misiva; mientras a su lado aparecía Misato, fue tan silenciosa que hasta Matsuda se sobresaltó; no habló, le indicó que se acercara mientras iba desdoblando el papel en sus manos; ambos lo leyeron.

—Salgamos de aquí —mencionó Matsuda con seriedad poco usual. Recogió su cadena y los tres volvieron a escalar la muralla a prisa.

Se alejaron del cuartel para poder hacerle una seña a Ukita, quien dejó su acto caer. Los listones se aflojaron y la danza de mantas se detuvo haciendo que los soldados se acercaran a revisarlas. Para ese momento, Ukita y el resto ya no estaban mas allí.

Corrieron hacia el callejón donde Ukita había explicado su estrategia, iba a preguntar sobre los resultados pero Matsuda le entregó la misiva —Togashi logró engañar a los guardias, creyeron que era uno de ellos y le han dado información valiosa— Ukita observó a cada uno de los presentes para después dirigir su vista hacia las letras.

—Debemos ir ante Takeda ¡Ahora!— mencionó Ukita mientras corrían hacia la casa feudal.

Contenido oculto

madarauchiha

Bruno TDF Kuno Vizard misión exitosa! Ahora van hacia la casa feudal; pueden entrar al salón de audiencias como ustedes gusten; Ukita y Matsuda los seguirán y apoyarán en la decisión que tomen.

EXP obtenido para cada uno de ustedes:
50 EXP por obtener información
150 EXP por resolver un misterio
150 EXP por encontrar algo útil para el clan

350 EXP para ambos en total

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Salón de audiencias
[Takeda; Kenzaburo; Kato; Takano; Nagato; Hideyoshi; Tetsuo; Kirara; Riku; Yuzuki]

Las palabras de Kenzaburo resonaron en varios de los presentes; muchos estaban allí reunidos por causas muy parecidas, adultos que tuvieron que crecer en un abandono forzado. Takeda sonrió ante las palabras de su amigo.

—El General en esta guerra debe ser el señor feudal de Shizuoka —mencionó Nagato cruzándose de brazos.

—El General debe ser el guerrero más respetado, o el más fuerte, uno que mantenga el ánimo de sus soldados en alto—dijo Takano mientras observaba fijamente a Nagato.

—Podemos adentrarnos después a ese tema —dijo Kirara frenando otra discusión de egos entre Nagato y quien le respondiera a sus rabietas; para después mirar hacia Hideyoshi —Concuerdo que primero debemos hablar de números.

Nagato afirmó ante Kirara —En Shizuoka tenemos doscientos treinta y cinco soldados.

—Kanagawa tiene trescientos cincuenta — mencionó Takano con seguridad.

—Nagano brinda seiscientos soldados — La voz de Tetsuo era seria, pero en su rostro mostraba una ligera sonrisa.

—Yamanashi cuenta con cincuenta soldados — Kirara habló sin vergüenza en sus palabras.

—Desconocemos los números que puedan brindarnos los Tao —Aclaró Takeda —Y dudo que Nara intervenga.

—La Prefectura de Mie, también mandará refuerzos por la espalda de las tropas Taira; pero también desconozco el número —mencionó Takano observando a Hideyoshi, quien había no había notado la ausencia de Goro en Shizuoka.

—Me informaron que ciento cincuenta soldados siguieron a Kato desde Saitama — aportó Nagato.

Nadie mas aportó mas información así que Nagato continuó —Perfecto; entonces podemos obtener esos números por medio de la red de espías —dijo clavando la vista en Takeda

—Pero sobre todo es importante que se nos informe un número aproximado de los enemigos que se acercan a Shizuoka, y necesitaremos saber la identidad de su general para estar preparados —Takano también observó a Takeda.

Takeda cerró los ojos por unos instantes, respiró profundamente para luego exhalar con calma —Hemos perdido a los shinobi en Iga —al abrir los ojos observó a Takano —Hoy la lechuza de Obata me informó que los Hattori han perecido; llevándose consigo a un traidor mas en el clan, Natsu —desvió la mirada, el tema de las traiciones comenzaba a afectarlo de manera personal.

—Veo que tu espalda está más desprotegida que nunca — Nagato no pudo esperar para hacer un comentario fuera de lugar.

• Shizuoka
• Kanagawa
• Nagano
• Saitama
• Yamanashi
• Tao

• 
  Shizuoka= 235 soldados
  135 (infantería) 45 (caballería) 25 (artillería) 40 (flota) 5 (herreros)
  
• 
  Kanagawa= 350 soldados
  167 (infantería) 33 (caballería) 50 (artillería) 100 (flota)
  
• 
  Nagano= 600 soldados
  200 (infantería) 200 (caballería) 150 (artillería) 30 (médicos) 20 (herreros)
  
• 
  Saitama= 150 soldados
  80 (infantería) 45 (caballería) 25 (artillería)
  
• 
  Yamanashi= 50 soldados
  50 (caballería)
  
• 
  Tao= 145 soldados
  82 (infantería) 63 (flota)
  

Contenido oculto

Yáahl Monpoke John Whitelocke rapuma

 

Togashi
Cuartel --> Calles de Shizuoka

Los eventos posteriores a la entrega de la reveladora misiva se desenvolvieron con una velocidad que le resultó vertiginosa, pero la urgencia con la que se movieron era meritoria. Habían descubierto una verdad de alta gravedad y debían actuar con rapidez para evitar una incidencia en contra de su líder, una humillación que podría suponer otro duro golpe para su moral. En los ojos de Togashi volvieron a reflejarse la pelea contra Kato, Takano herido y apenas vivo, y Takeda hablando con dolor contenido de cómo su madre había muerto en sus brazos.
Apretó los dientes, corriendo con los demás en dirección al callejón: no iba a permitir que ese maldito señor feudal se saliera con la suya.

En el callejón se reencontraron con Ukita, quien también se sumó a la lectura de la misiva. Cuando hubo terminado, Togashi la recuperó para guardarla entre sus ropas. Fue allí cuando reparó en que seguía vistiendo el uniforme de la guardia de Shizuoka. Chistó con molestia, preguntándose si lo habían visto los pocos habitantes que quedaban en la ciudad. Consideró abandonar la armadura en aquel callejón… Pero se retractó.

No… El señor de Shizuoka planeaba tomar un atrevimiento en contra de Takeda… Pero sería él quien perpetraría su propio atrevimiento. Esta era una moneda que estaba dispuesto a pagar…



Casa feudal--> Salón de audiencias

Siguió a los demás con rapidez hacia la Casa Feudal; optar por dejarse puesta la indumentaria había servido, además, para no perder tiempo valioso. Una vez alcanzaron la entrada de la casa feudal, Togashi se acomodó el casco de manera tal que sus ojos y parte de su identidad quedaron ocultos, aunque podía ver a la perfección los rostros de Matsuda, Ukita y Misato.

—Seré yo quien informe de esto —dijo con firmeza y seguridad—. Vamos.

Se adentró en los terrenos del lugar. No tardó en alcanzar la sala donde se celebraba la audiencia. Abrió ligeramente la puerta desde el exterior y se asomó para presenciar lo que allí se estaba hablando. En ese momento terminaban de repasar los números de soldados disponibles para la guerra y Takeda reveló que habían perdido a sus aliados en Iga, quienes en el camino se llevaron a otro traidor consigo, Natsu. Esto le valió un comentario fuera de lugar por parte de Nagato, quien parecía estar regodeándose en la desgracia de su líder. Verlo ahí, sentado por encima de los demás, tan altanero, hizo que enfureciera como pocas veces le ocurría. Pero entonces siguieron las palabras de aquella chica, Yuzuki:


“Haremos todo lo posible para proteger la espalda de nuestro señor a cualquier costo.”


Oír aquello hizo que recuperara gran parte de su compostura… Era cierto lo que ella decía. Esto no se trataba de hacer quedar mal al señor de Shizuoka, la seguridad de Takeda era lo más primordial en aquel momento. La verdad contenida en la misiva no era un arma de humillación hacia Nagato, sino un escudo para proteger a su señor y al clan de los trucos sucios de aquel. Estaría en una sala rodeada por aliados. Era mayor el número de personas que confiarían en él, así como él depositaba su compañerismo en ellos. Tomó una bocanada de aire que dejó escapar en un largo suspiro. El aire salía, pero su espíritu se llenaba de calma.

Abrió la puerta sin alboroto. Casi le parecía sentir cómo la cabeza de todos los presentes giraba en su dirección, cómo decenas de ojos se clavaban en su armadura como flechas. Togashi agachó ligeramente la cabeza para mantener su identidad salvaguardada. Entró dando pasos lentos pero firmes. Pasos de guerrero. Avanzó hasta quedar de pie frente a Nagato y dando la espalda a Takeda y los demás.

—Arima Nagato —comenzó a decir, con un tono solemne pero desprovisto de formalidades— Tu hombre ha tenido la amabilidad de hacerme llegar esto.

Metió la mano por debajo de su coraza, de la cual extrajo la misiva. La desdobló frente a los ojos del señor feudal de Shizuoka y comenzó a leer en voz alta y clara, para que todo los allí presentes tomaran conocimiento. La misiva decía así:

Contenido oculto

Hoy es el día que atacamos.

Entraremos a la casa feudal y tomaremos de prisionero al líder de los Minamoto; como hemos estado diciendo, no lastimaremos a nadie de los involucrados, nadie debe salir herido.

Al tener a Takeda en resguardo mostraremos a los Minamoto lo poco preparados que están para una emboscada interna, mostraremos sus puntos débiles como nos dijo nuestro señor. Sus descuidos podrían llevar a su líder a una muerte fácil de predecir.

De este modo aprenderán a cuidar sus espaldas, incluso en terreno amistoso.

He soltado mentiras de conspiraciones internas; seguramente los Minamoto estarán detrás de mi, sin sospechar que este movimiento es grupal.

Actúen con naturalidad y mostremos lo que la guardia de Shizuoka es capaz; demostremos que la mente de nuestro señor es digna de admiración y respeto. Nuestra gente no debe apantallarse mas por un simple apellido, la guardia de Shizuoka ha disminuido en números debido a las guerras; pero demostraremos ante todos que aun podemos dar demasiado, aun somos dignos y orgullosos.

Y de ese modo, dejarán de vernos como inferiores, pues somos guerreros experimentados, ¡Somos samurai!

Sin dar lugar a una reacción inmediata por parte de Nagato, se dio la vuelta y se acercó a Takeda, a quien le extendió la misiva para que la viera con sus propios ojos.

—Quien firma esto es… —giró la cabeza, en dirección a Hideyoshi y Takano— Masashigue Sumitomo.

 

Misato Aoyama

Al salir del cuartel esperaba a dar la información poco relevante que pude recopilar; si la traición se cernía sobre el señor de Shizuoka solo restaría rezar por su seguridad....

Pero como siempre el destino aguardaba las más grandes y temibles sorpresas.

—¿T-Todo es su plan?

Mis orbes café leían una y otra vez las líneas de la misiva obtenida gracias al talento nato del señor Togashi para el disfraz. Un frío de muerte recorrió mi piel al escuchar cada palabra...era una agresión abierta a nuestro líder; lentamente aquel temor mutaba a una visceral indignación ¿Así respondían a nuestra voluntad de proteger al pueblo de Shizuoka? ¿Más traición? No podía permitirlo.

Traición...la imagen de Mao...una pequeña cuya mente y corazón fueron tomados por un Shinobi, sentenciandola a su final; Natsu...nuestro reencuentro no sería una cálida bienvenida..aún tenía en mente sus actos ignorando por completo el hecho que había caído en batalla.

—No hay tiempo que perder...el señor feudal debera explicarse ante todos por esta ofensa—declare con frialdad, mirada centrada y voz algo elevada.

Llegamos a la casa feudal, ubicamos rápidamente la habitación, apoye la idea de Togashi de el dar su parte...lo había ganado por su valiosa actuación...de verdad me alegraba haberlo ayudado aquel día; Muy cerca de las puertas corredizas escuchamos la charla de los allí reunido, trataron el tema militar contemplando el número de tropas a nuestra disposición.

Takeda entre la información ofrecida, destacó la caída de los Shinobi de Iga, pero la más abrumadora noticia fue el enterarme de la muerte de Natsu, quien colaboro con la terrible desgracia.

—Natsu...—pense con un abrumador enojo, al final era un traidor en toda el sentido del termino, el...había asistido al asesinato de nuestro maestro en Nin; un cúmulo de sentimientos encontrados se manifestaron mi...por un lado me sentía aliviada, pues ya no tendría la oportunidad de enfrentarlo y matarlo...algo que no hubiese dudado, poco me hubiese importado lo que Rengo o Kuroki pensaran al respecto ¿Como lo habrían tomado los niños si manchaba mis manos con la sangre de Natsu? no podía pasar por alto su crimen...los Hattori habían quitado ese peso de nuestro camino dictando sentencia y castigo al traidor...aunque el dolor para algunos permanecería por un largo tiempo...un ser querido se había ido.

"Veo que su espalda está más desprotegida que nunca"

Fruncí el seño en demasía, el cinismo de aquel hombre estaba colmando mi paciencia; por mi mente llegó la fugaz imagen de Mao entrando al Dojo del maestro Harima, vociferando un sermón sin temor alguno.

Acaso el ¿Pretendía imitar al miserable del señor de Hiroshima? Rogando por su vida a cambio de vender a quienes confiaron en el...incluso a mi familia luego de aportarle nuestra cosecha y no solo eso mi propia vida en los campos de batalla...ganas no me faltaban para caer en el error de la pequeña.

Pero habían distintas formas de expresarse; algo que Togashi puso en práctica.

Dentro de la sala el samurái leyó la misiva con seguridad y sosiego...mismo gesto que imite al final. Aunque claro no iba a quedarme callada del todo frente a una gravísima ofensa.

—Una forma de enseñanza muy brusca a mi parecer...pero asi es la guerra—intervine sonriendo fijando mis pupilas en Nagato sin miedo alguno— por desgracia ya hemos sido víctimas de traidores que han encontrado su castigo, algo que nos ha permitido estar muy alertas, no importa que tan pequeño sea el rumor...indagamos por información con la cabeza fría sin caer en la paranoia, siempre habrá uno de nosotros preocupado por amenazas ocultas señor... asegurando así que las mentiras colapsen muy pronto—aquello podía ser tomado como un ataque a la altanería que llevó a Tsuna a prisión pero no podia obviar detalles, era lo mismo que pensaba al sospechar de Kuroki y su misión oculta, misión frustrada por mi intervención— y he aquí el resultado...dejaré que nuestro líder opine al respecto de su "lección".

Finalicé con un tono casi sarcástico, mi enojo podía ser casi palpable en mis palabras pero todo había sido canalizado como la opinión de la maestra que fui por poco tiempo en la última aldea que habite...solo restaba ver cómo reaccionaria Nagato, volverse loco no le ayudaría, pues estaba rodeado de nuestros aliados.

 

Salón de audiencias
[Takeda; Kenzaburo; Takano; Nagato; Hideyoshi; Tetsuo; Kirara; Riku; Yuzuki; Togashi; Misato; Matsuda; Ukita]



Las últimas palabras de Nagato habían sido un golpe de agua helada para Takeda; quien lo miraba sin ceder ante sus palabras, a pesar de que en su interior se hablaba otro dialecto, uno muy tormentoso que estaba muy próximo a externarse.

Takano iba a arremeter en contra de Nagato con su respuesta; pero Yuzuki se le adelanto, sus palabras fueron justas y afiladas; como lo habían sido la de los presentes ante aquella audiencia; por primera vez en mucho tiempo, eran un equipo unido, cuidando uno del otro; sus aliados seguían con ellos haciendo esa unión aun más fuerte contra un rival que sólo vociferaba.

"Pero haremos todo lo posible para proteger la espalda de nuestro señor a cualquier costo"

Takano sonrió ante las palabras de Yuzuki, no necesitaba decir mas, o al menos no creía necesitarlo hasta que un guardia hizo acto de presencia; parecía dirigirse hacia Nagato, algo que extraño a los presentes. Un guardia jamás entraría sin anunciarse primero, y menos caminaría frente a su señor sin una reverencia. Nagato parecía molesto y dispuesto a quejarse pero el guardia se adelantó.

La voz era de Togashi. Y detrás de él entraron Misato; Ukita y Matsuda.

Escucharon con atención. Las reacciones fueron diversas, Takeda miró con recelo ante Togashi. Tetsuo negaba mirando hacia el suelo, sonriendo. Kirara observó a Togashi con asombro mientras hablaba. Takano se mantuvo sereno, hasta que Togashi volteó su vista hacia él y Hideyoshi.

"Quien firma esto es... Masashigue Sumitomo"

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La risa de Takano inundó la sala, haciendo que varios lo voltearan a ver, siendo que el no solía reír, posiblemente la mayoría jamás lo habían visto siquiera sonreír. Fue una reacción parecida a la que tuvo Kenzaburo en Kamakura al enterarse del plan secreto en contra de Kato; ahora era él quien lleno de sorpresa, reía ante la revelación hecha por Togashi. Observó a los involucrados, Ukita, Matsuda, Misato y Togashi, habían actuado por cuenta propia; pero en beneficio al clan, estaba orgulloso.

"no importa que tan pequeño sea el rumor...indagamos por información con la cabeza fría sin caer en la paranoia"

Misato terminó rematando a Nagato, quien sólo se comprimía en su asiento, al darse cuenta que sus planes para humillar al clan que consideraba novato había fallado mucho antes de ser ejecutado. No podría embarrarles en la cara su falta de preparación, no podría alardear de sus cualidades como general, no podría hacer nada ante la evidencia demostrada. Su rostro lo mostraba, estaba acorralado; pues el que resultó humillado había sido él.

Takeda observaba a cada uno de los presentes, apretó sus labios con fuerza conteniendo sus emociones. Miró a Kenzaburo a su lado, permanecía allí, con mirada al frente, cuidándolo, pensando en su tranquilidad a pesar de la distancia, un verdadero amigo, no un simple soldado. Yuzuki, su confidente, una hermana que siempre lo defendería y escucharía pese a todo, con el coraje suficiente para enfrentarse a quien lastime a los suyos. Hideyoshi, su mente astuta siempre adelantándose a los eventos que él no podría controlar solo, tenaz e inteligente. Los Fujiwara, guardando sus rencores y manteniendo su casta en alto, preparados para todo, fuertes y decididos. Tetsuo, con su sarcasmo y impertinencia, con un carácter difícil y aun así no se doblegaba ante nadie. Takano, aquel que siempre lograba centrarlo, aunque no fuera de la manera más serena; confiaba en él; así como lo hacía en Ukita, quien siempre buscó ayudarlo a pesar de las complicaciones. Matsuda, su primer alumno junto a Yamagata; crecieron juntos a un lado de Fuji. Misato, su calma y astucia lo habían salvado en varias ocasiones, una guerrera honorable que siempre pelearía por la justicia, sin pizca de duda en su mente. Y Togashi, al hombre al que le había dado su katana que lo acompañó en su infancia, una katana que nunca fue suya; renació en manos de Fuji para llegar al dueño que estaba realmente destinada. Y allí estaba él, hablando con fuerza ante Nagato.

Takeda perdió todo lo referente a su pasado; pero no estaba solo. Jamás había estado tan protegido como en este preciso momento. Sonrió.

"y he aquí el resultado...dejaré que nuestro líder opine al respecto de su lección"

Takeda volvió su vista hacia Nagato —Haber hecho o dicho "algo", significa que ese "algo" le pertenece. Es responsable de ello y de todas las consecuencias que le sigan. Un samurai es intensamente leal a aquellos bajo su cuidado. Para aquellos de los que es responsable, permanece fieramente fiel. Las palabras de un hombre son como sus huellas; puedes seguirlas donde quiera que él vaya; eso es el verdadero significado de lealtad— mencionó Takeda —Se lo dije hace unos momentos cuando me preguntó que era lo que necesitaba para ganar este guerra —señaló a los presentes —Estas son las mil manos de Kannon; puede atacarme de cualquier dirección; porque yo no estoy indefenso; tengo su lealtad y eso me es más que suficiente. Porque esa lealtad lo ha derrotado hoy señor Arima —Señaló hacia Nagato —Es usted el que está desprotegido.

Nagató se levantó clavando su mirada en Takeda —Los buenos guerreros son capaces de escoger a la mejor gente, desplazarlos adecuadamente y dejar que la fuerza delímpetu logres sus objetivos —bajó de la tarima —Hoy me han demostrado que mis métodos no son suficientes para detenerlos; son capaces de luchar por cuenta propia —Nagato se arrodilló — Hoy por primera vez en mucho tiempo; puedo mostrar mi espalda sin miedo. Yo Arima no Nagato, hijo de Arima no Sumeragi; orgulloso líder de Shizuoka...— hizo una reverencia frente a Takeda —... Acepto cualquier castigo que vea necesario ante mi atrevimiento.

—No asesinaré al Señor de Shizuoka en su territorio; no castigaré tus confabulaciones pues estas no han sido ejecutadas gracias a la acción temprana de los míos; a cambio del perdón que estoy mostrando, pelearás a mi lado hasta tu último aliento que te lleve ante tus antepasados; serás un brazo aliado en contra de le hegemonía Taira. Pero sobre todo, pedirás perdón por tus acciones a los presentes, quienes representan a mi familia a la cual has insultado; liberarás a tu propio hijo de la celda y prestarás tu sabiduría en la estrategia militar —Takeda mencionó su sentencia.

—Minamoto no Takeda; seguiré sus pasos de ahora en adelante, seré una extensión de tu brazo en esta guerra y en las que vienen para proteger Japón — se irguió para después hacer una reverencia ante el resto — Mis acciones provienen de mis miedos, la traición y la falta de preparación siempre son las causantes de una guerra perdida, quería probar su valor e inteligencia, de una manera poco convencional. Lamento mis ofensas y acciones ante ustedes, clanes aliados que sólo han mostrado su benevolencia sobre esta Prefectura.

• Shizuoka
• Kanagawa
• Nagano
• Saitama
• Yamanashi
• Tao

• 
  Shizuoka= 235 soldados
  135 (infantería) 45 (caballería) 25 (artillería) 40 (flota) 5 (herreros)
  
• 
  Kanagawa= 350 soldados
  167 (infantería) 33 (caballería) 50 (artillería) 100 (flota)
  
• 
  Nagano= 600 soldados
  200 (infantería) 200 (caballería) 150 (artillería) 30 (médicos) 20 (herreros)
  
• 
  Saitama= 150 soldados
  80 (infantería) 45 (caballería) 25 (artillería)
  
• 
  Yamanashi= 50 soldados
  50 (caballería)
  
• 
  Tao= 145 soldados
  82 (infantería) 63 (flota)
  

Contenido oculto

Yáahl Monpoke John Whitelocke rapuma Bruno TDF Kuno Vizard
Han obtenido +300 EXP por obtener un aliado.

 

Togashi
Salón de audiencias

Takano parecía el menos sorprendido por la lectura de la misiva, al menos eso fue lo que percibió cuando se había girado para poner en manos de Takeda la misiva de Masashigue, viéndolo de brazos cruzados, tan sereno. Pero apenas terminó de pronunciar el nombre del firmante, su semblante cambió y dejó escapar una risa sonora que pareció envolverlos a todos. Togashi se quedó mirándole con cierta sorpresa, no esperaba una reacción como aquella. Parecía estar, incluso… aprobando que hubieran actuado a espaldas de él.

Misato también había intervenido en la audiencia después de la lectura de la carta, y el señor feudal no podía hacer otra cosa que permanecer encogido en su asiento, completamente expuesto ante las pruebas y ante la unión de los presentes como clan. Cuando Takeda lo responsabilizó por la ofensa que estaba planificando a sus espaldas, Nagato no sólo bajó de su tarima por colocarse al nivel de los demás, sino que luego hizo una reverencia de rodillas, aceptando el castigo que creía merecer. Togashi, todavía con el casco de guardia puesto, lo miró con mala cara, los labios fruncidos: se había derrumbado y entregado en cuestión de segundos, producto su propios ademanes patéticos. Aunque consideraba noble que Nagato clamara por un castigo, se preguntó si el señor feudal hubiera hecho lo mismo de haber concretado su plan de secuestrar a Takeda, pues todo aquello se debía a que llegaron a tiempo para delatarlo.

Sin embargo, su líder optó por la sabiduría, la inteligencia y el código Bushido. No castigó a Nagato porque su plan no llegó a concretarse, pero le exigió que fuera su aliado durante la guerra que se avecinaba, algo que Nagato aceptó casi sin rechistar. Al parecer, ahora respetaba un poco más al clan Minamoto, que lo había derrotado en su propio territorio. Ahora tenían un nuevo aliado en su causa. Supiró: había sido difícil después de todo.

Por su parte, mientras escuchaba las sabias palabras de Yuzuki, se giró para colocarse junto a Ukita, Matsuda y Misato. Se quitó el casco lentamente, dejando al descubierto su cabello atado por la cinta roja de Kanade… y su sonrisa.

—Buen trabajo, guerreros —felicitó.

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Salón de audiencias
[Takeda; Kenzaburo; Takano; Nagato; Hideyoshi; Tetsuo; Kirara; Riku; Yuzuki; Togashi; Misato; Matsuda; Ukita]

Ukita y Matsuda sonrieron ante Togashi —Ha sido una misión perfecta

Nagato observó a Yuzuki mientras ella hablaba, aun de rodillas; mirando hacia arriba —No deseo entrometerme más en los asuntos de los Minamoto; veo que pueden avanzar sin caer en las trampas; ahora sé que los traté como inferiores... —mencionó levantándose —...siendo que somos iguales.

Kirara hizo una leve reverencia hacia Takeda, en disculpa a sus palabras tan apresuradas en un momento doloroso para él —Si no tenemos a los shinobi de Iga, entonces debemos mandar a un equipo rastreo —Kirara volvía a enfocar la temática de la audiencia, enfocándose en la estrategia militar — Tú equipo ha demostrado una gran habilidad en infiltración, propongo enviarlos a hacer un conteo general de las tropas enemigas; de los Fujiwara podrían ir Riku y Taiyo; uno con habilidades para pasar desapercibido y otro capaz de analizar rostros.

Los Taira habían hecho su primer movimiento; eliminar toda red de información para el clan; dejándolos sin información valiosa en una próxima guerra.

Takeda afirmó —Shizuoka tiene puerto así que deben dividirse en dos equipos, tierra y mar. Sería una misión para obtener información, nadie deberá atacar, todos deben regresar.

—Mientras que los demás debemos quedarnos en la ciudad haciendo las preparaciones pertinentes, entrenamiento y defensa de la ciudad —mencionó Tetsuo

—Estoy de acuerdo; no podemos desplegar los números en el mapa si no conocemos un poco al enemigo; si la misión de exploración falla, tendremos que organizarnos con el mejor sistema de defensa. Y en batalla ir conociendo al enemigo— aclaró Nagato.

—Antes ordenaría a aquellos que considero son los más aptos para esta misión de exploración—mencionó Takano —Pero me han demostrado que puedo confiar en sus habilidades; así que estoy dispuesto a oír solicitudes

—Debemos ir eligiendo la clase de guerrero que seremos en la guerra — mencionó Kirara —Para eso son las preparaciones de guerra; probar los beneficios y habilidades de cada uno de nosotros.

• Shizuoka
• Kanagawa
• Nagano
• Saitama
• Yamanashi
• Tao

• 
  Shizuoka= 235 soldados
  135 (infantería) 45 (caballería) 25 (artillería) 40 (flota) 5 (herreros)
  
• 
  Kanagawa= 350 soldados
  167 (infantería) 33 (caballería) 50 (artillería) 100 (flota)
  
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  Nagano= 600 soldados
  200 (infantería) 200 (caballería) 150 (artillería) 30 (médicos) 20 (herreros)
  
• 
  Saitama= 150 soldados
  80 (infantería) 45 (caballería) 25 (artillería)
  
• 
  Yamanashi= 50 soldados
  50 (caballería)
  
• 
  Tao= 145 soldados
  82 (infantería) 63 (flota)
  

Contenido oculto

Yáahl Bruno TDF John Whitelocke rapuma Kuno Vizard Monpoke
Vayan pensando en que Clase les gustaría desempeñarse
También si quieren ir a la misión de exploración o quedarse en Shizuoka a entrenar. Nadie está obligado a elegir una u otra, los dejo a ustedes decidir (partirían en la noche así que falta un buen rato, no se van en el siguiente post)

 

Kenzaburo

Afirmó con la cabeza hacia las palabras del viejo Hideyoshi, las cuales hicieron que sintiera un extraño sentimiento en su estómago, como si fuera algo parecido a la vergüenza atacarle internamente. Cuando el diplomático retiró su mano, aun quedó el calor del orgullo calando hondo en su cuerpo. Le agradeció las palabras en silencio.

Se mantuvo firme como una sombra, siempre a un lado de Takeda, con la mirada filosa clavada en Nagato como un arpón. No era un intento de amenaza tampoco, simplemente el samurái poseía una mirada intensa y oscura. Lo observaba mientras revelaban los detalles de la misiva junto la lechuza. Los shinobi habían muerto, junto con Natsu. Apretó los puños con fuerza: lo había tenido a merced en Chiryu y lo había dejado ir. Aunque le daba tranquilidad que el traidor estuviera muerto, sin querer su mente se trasladó hacia la pequeña Mao al oír la palabra traidor. Traidor. Apretó los ojos con fuerza y se rascó la poblada barba de su mentón. Todo el mundo finalmente tiene que pagar por lo que ha hecho.

Instintivamente dio un paso hacia delante, como queriendo cubrir a Takeda con su corpachón pero se detuvo en el momento en que la poderosa voz de Yuzuki rompió el tenso silencio que había dejado las últimas palabras de Nagato. Kenzo la miró con asombro; no la conocía mucho, apenas habían intercambiado unas palabras y estaba en deuda con la mujer por haberles atendido, tanto a él como a su pupila, luego del desastre en Tsu. No sabía que la mujer tuviera tanto ímpetu como el mejor de los hombres. Sonrió levemente, estaba satisfecho con el clan. Realmente satisfecho. Y cuando el vagabundo ingresó en la audiencia disfrazado de guardia, se alarmó. ¿Cuál podría ser la razón de sus vestimentas? pero en poco tiempo se enteró del plan secreto de Nagato y todas las fichas cayeron como un gran tablero de fichas. Las últimas palabras fuertes de Takeda para Nagato, las palabras de agradecimiento, las miradas, el contexto y el ambiente cambiaron para bien; habían logrado afianzar otro aliado de gran calibre.

—General. —dijo Kenzaburo con una reverencia luego de las palabras finales de Yuzuki, que se cerraron como un broche de oro al discurso de Minamoto. No cabía duda que toda la gente deJapón empezaban a comprender que aquel muchacho era capaz de volver la esperanza y levantar los ánimos del pueblo.

—Kinshi. —informó el samurái con decisión. —Sé montar bien y podré acudir a los combates con rapidez, tanto para socorrer como para exterminar. —se llevó un puño al pecho, mirando a Takeda. —Seré de la caballería, señor.

 

Shiori
Miré nuevamente a Tsuna justo cuando me volvió a dirigir su mirada. Finalmente le dediqué una triste sonrisa para acariciarle. Quería consolarle de verdad pero no sabía yo si mi consuelo sería suficiente debido a la presión que debía sentir por lo que decía su padre. Igual me sabía mal por él, la presión era obviamente demassiado elevada como para que un simple consuelo pudiera servirme de mucho a estas alturas. Aunque mientras esos pensamientos parecían perderme, sus palabras volvieron a sacarme de mi ensimismamiento.

Ese me resulto un dato bastante revelador.
— Pero no es deslealtad lo que le ofrecimos, Tsuna, era meramente una forma de intentar hacerle reaccionar, ¿Por qué si no habríamos insistido? Simplemente hemos intentado hacer lo correcto por todos, ya no solo por él, ¿Por qué tiene que ser tan testarudo? Eso en parte es lo que me preocupa y—. Bajé la mirada para alinearla con la suya propia— Vamos amigo mío, no debemos rendirnos ahora, recuerda que pase lo que pase no estarás solo ¿Recuerdas? Entiendo que esto te ha de superar, más hemos de mantenernos fuertes con esto. Y cuando la guerra acabe, prometo intentar ayudarte con que la relación con tu padre mejore.

Le miré con denotada tristeza. Quizás porque yo misma tuve que traicionar amigos en el pasado, a gente que conocí, claro que eso mismo era algo que quería mantener en secreto para mí misma y rezar que no saliera nunca a la luz, era algo que jamás me iba a perdonar a mi misma y por eso empezaba a entender como se sentía Nagato. Finalmente acaricié el rostro de Tsuna.
— Las traiciones son reprobables, eso es cierto... No puedo culpar a tu padre de que se sienta traicionado, en especial porque yo misma la noto reprobable. Sin embargo tampoco entiendo porque quiere relacionar algo así como una insubordinación, temo decir que parece obsesionado con que todo el mundo lo quiera traicionar—. Dije apenada por él, aunque antes de que pudiera acabar de hablar él pareció levantarse para

—Quizás....—.Traté de contestar cuando el mismo Tsuna volvió a hablar

Esta "revelación" me dejó casi sin palabras, empezándome a llevar mis manos a la boca, pero ¿Que? ¿Para qué?
— Pero e-espera Tsuna, ¿Eso no sería aún más contraproducente si cabe? Quiero decir... Si tu mismo dices que él ha hecho que se expanda la información falsa ¿Para que si solo va a empeorar la situación donde la veracidad de la información debería ser crucial? ¿Que puede planear? Ahora mismo necesitamos que nos faciliten nuestra situación de la guerra, no para que encima se genere más confusión falsa, pero ¿Que podemos hacer nosotros por el momento?—. Pregunté preocupada— Solo se me ocurre tratar de hacer algo con tu padre cuando esto acabe, Tsuna, pero creo que ahora empiezo a entenderle un poco más, aunque siga sin compartir su comportamiento. Aunque te agradezco de corazón que me lo hayas confiado Tsuna—. Inconscientemente derramé una lágrima, pero ni yo misma sabía si era de felicidad, enojo o frustración, tratando de que pasara desapercibida me la limpié con la manga.

 

Misato Aoyama

Habiamos logrado algo importante, conseguimos colocar en su lugar al altanero señor de Shizuoka; una sonrisa se formo en mi al ver como mis palabras le calaron en lo más profundo de su mente, lo estabamos acorralando...nos habia subestimado y eso lo llevo a la derrota.

Sacudi un poco la cola de mi cabello mientras escuchaba las sentidas disculpas de Nagato, fue cuando tambien le comprendi en sus razones para actuar de forma tan radical; la traición es una deshonra que se paga caro y dos de los nuestros ya habian encontrado su destino...no podia ser de otra forma...y para rastrear al traidor buscariamos información sea cual sea el costo.

—continuemos igual de fuertes como el clan que somos—respondi amable a Togashi.

La tension entonces se disipó dando como resultado una nueva alianza, entonces nos sentimos seguros de poder luchar juntos sin mayores problemas, confiando asi en las estrategias planteadas y en nuestro espíritu de lucha.

Observe a Takeda y pude sentir entonces que era un lider digno de seguir...senti al clan como mi nuevo hogar luego de lo logrado aquel dia.

La reunión retorno al tema militar enfocandose en recopilar información sobre el numero de tropas y requerian a alguno de nosotros, a su vez debiamos elegir la clase de guerreros segun ciertas habilidades. Algunos ya habían escogido.

—Senin...aunque ya no cuento con la red de informantes Hattori me considero una aprendiz shinobi instruida con las enseñanzas del maestro Obata, ademas mi sigilo me permitió recorrer de principio a fin el cuartel...aun con el numero de soldados, no fui detectada—relate con un tono amable y humilde— incluso pude verificar la salud de Tsuna y su nueva amiga en las celdas.

Medite por un momento sobre la misión de reconocimiento debia decidir si ir o no.

—Yo me quedare en Shizuoka, fue muy satisfactorio ver progresar mi habilidad de sigilo pero, retomare la idea de afinar mi habilidad para el combate entrenando aqui; a mis 16 veranos de vida conoci el frente de batalla pero hace solo unas cuantas estaciones solo preste mi servicio como guardaespaldas de mercaderes— dije confirmando mi deseo de estar en Shizuoka y prepararme para la batalla y debia estarlo ya que seria la segunda vez que enfrente a un ejercito preparado.

 

Riku

No debería estar aquí.

La propia de idea de incompetencia es una la cual siempre me sigue, solo se refuerza al estar en un ambiente como este por primera vez.

No sé nada.

Clases de guerrero... ¿A qué se refieren? ¿No seré solo un simple soldado? La aguja del montón de heno.

Estoy desorientado al ir escuchando las palabras de todos, sintiendo por lo menos una pizca de alarde al mencionar las clases.

Kensei...

De las cuatro mencionadas, solo está logro llamar mí atención. Un significado en sincronía con mí compresión, y a la vez lejano de aquello que conozco.

¿Soy acto?

"Lo que me importa es lo que veo ahora frente a mi, deja atrás tus inseguridades, mantén tu espalda erguida; que eres un Fujiwara".

Aquello que me invade, lo que obliga a progresar y retroceder. Sin importar cuánto logré, me es insuficiente. Me exijo conseguir más, negándome estar satisfecho.

Siempre sintiéndome inseguro. El brillo de un día queda débil ante la oscuridad de años. Solo son puntos diminutos de luz luchando contra un abismo oscuro.

"Lucharé portando una katana, esa es mí desición". Una egoísta, pensando simplemente en aquello que quiero. Sin pensar cual sería el mejor bien para todos. "Un guerrero que avanzara hacia delante y morirá una vez lo derriben de sus propias pies"

No hubo duda en mis palabras, totalmente seguro de la siguiente decisión. Aún si la inseguridad de mis capacidades persiste, es aquello que deseo.

"Kensei". Declaró al enderezar la espalda y frente en alto, sonando firme en aquella elección. Una inamovible.

Decir palabras que decidirán el rumbo de tu vida, tal como debe hacerse con seguridad y determinación.

Sin arrepentimientos en ser un Fujiwara, en morir por ellos. En ellos que confían en mí cuando yo mismo no lo hago.

"Yo, Riku de los Fujiwara. Acepto el cumplir con el reconocimiento por tierra o mar". Agrego luego de una pequeña pausa, acepto si es apoyar el Clan. Si es una petición de Kirara.

 

Togashi
Salón de audiencias

—Ha sido una misión perfecta.
—Continuemos igual de fuertes como el clan que somos.

Asintió complacido ante las palabras de sus compañeros de clan. Mejor dicho, ante las palabras de su familia. Se dio cuenta de que su aprecio por todas aquellas personas había crecido, tanto hacia los que portaban el apellido Minamoto como hacia quienes llevaban su estandarte junto a la flor azul. Ese sentimiento llegó a un punto tal que se había involucrado en una misión riesgosa para él, un hombre que no era experto en ocultar su rastro, con tal de proteger al clan que le había dado cobijo en el peor momento de su vida. Actuó con seguridad, pensando en proteger no sólo a los suyos, sino al propio señor feudal, que los había recibido en su ciudad y a quien creía en peligro de recibir una traición, cuando la traición era hacia ellos. El resultado había sido mucho más satisfactorio. Junto con Ukita, Matsuda y Misato, lograron aprovechar el tiempo que los demás otorgaron en aquella audiencia sin saberlo, para dejar alto el honor de los Minamoto.

Kirara habló entonces, volviendo a centrar la audiencia en la estrategia militar. La pérdida de la red de informante volvía apremiante la necesidad de salir a hacer un reconocimiento de las tropas enemigas que se habían instalado en las cercanías de Shizuoka. Por otra parte, otro grupo debería quedarse en la ciudad a hacer las debidas preparaciones para una eventual embestida bélica, y reforzar las defensas en caso de que la misión de exploración fallase.

Además, debían elegir qué rol cumplirían durante aquella guerra. Togashi se lo planteó con detenimiento mientras los demás hablaban. Lanzarse a la batalla como un espadachín resultaba tentador, pero se preguntó entonces si sería lo más prudente que gran parte del clan se centrase en el ataque, pues los soldados auxiliares también eran de gran importancia. Además, por su mente volvieron a circular los recuerdos de Gifu, la legendaria figura de Masamune y su reciente trato en la Casa de Armamento de Shizuoka, que estaba repleta de armas. Sobre todo, recordaba su encuentro con Nakatomi Hikonobu, el herrero de Gifu, cuyo amor y pasión por la herrería habían dejado una marca en él que lo acompañó desde entonces. La calidad de sus armas y su capacidad le habían resultado admirables. Era importante mantener a las tropas bien armadas, pero él no era herrero…

“Jamás dudes de tus habilidades.”

Las palabras del comerciante cruzaron por su mente, haciéndole abrir los ojos con decisión. Aquellas palabras habían aparecido con otro significado para él. Eran ciertas: no era bueno en las artes de la infiltración, por ejemplo, y sin embargo lo había hecho bien. No tenía motivos para titubear. Dio un paso al frente.

—Yo, Minamoto no Togashi, me desempeñaré en la guerra como clase Shokunin—dijo—. Considero que es importante contar con todos los herreros que podamos durante la batalla, daré todo de mí para mantener a las tropas bien armadas y protegidas con fuertes yoroi. Sé que dominaré las técnicas de herrería rápidamente.

 

Soga no Hideyoshi 曽我秀吉

Casa feudal

Togashi miró hacia él cuando terminó de leer. Una media sonrisa le dedicó a ese cruce de miradas, Togashi había hecho un trabajo excelente, y al parecer por la compañía que traía, parece que Ukita, Matsuda y Misato lo habían ayudado.

Todo lo que vino después fue sencillamente la subyugación de Nagato Arima como vasallo ante su nuevo líder, Minamoto no Takeda.

—En otras palabras, señor Arima, no tendrá que hacer más que respetar aquel documento que firmamos.

"Al fin y al cabo todo lo que habías puesto en tinta era pura hipocresía, no tenías ninguna intención inicialmente de aceptar las condiciones de Takeda así como así. Imbécil", pensó con desdén.

—Ahora que se han acabado estos patéticos intentos de demostración de fuerzas—dijo con desprecio hacia la figura de Nagato—supongo que podremos hablar con seriedad de números y posiciones para la guerra. Así como tengo una partida de shogi sin finalizar con nuestro estratega, tenemos una partida a medio empezar con los Taira.

Mientras sus camaradas comenzaban a declarar sus intenciones de cara al tipo de rol que ocuparían en la guerra, pensó que a él le podría servir el caballo para comportarse con destreza en la caballería. No obstante, si formaba parte de la caballería...

—Los que elijan la caballería piensen bien lo que hacen. Si van a ir en una división montada a caballo, deberán cultivar el don de la paciencia, ya que la caballería normalmente es quien ingresa a último momento en la batalla, una vez que el enemigo descubre sus flancos, la caballería irrumpe para descompensar las filas del enemigo. Esto por supuesto depende del territorio donde se de la batalla. Si es un asedio, entonces la caballería tendrá que esperar detrás de una colina o en los márgenes de un bosque, fuera de la ciudad, para atacar al enemigo cuando intente asaltar la ciudad. Si es en campo abierto, para el estratega será más fácil determinar cuando la caballería entre en acción, pero generalmente nunca es al comienzo, ya que cualquier infantería con yari sería desastroso para un ataque de caballería frontal.

Se sirvió un poco de agua fresca.

—Ahora, esta es una ciudad donde un asedio no cobra gran sentido. Está rodeada de defensas naturales, montes y mesetas. La ciudad en sí misma está construida sobre una elevación, un río la atraviesa por en medio y tenemos acceso al mar, es una ciudad fácil de defender. La caballería es más útil en campo abierto. Esta ciudad es ideal para defenderse con lanceros y arqueros. Tendremos que decidir que tipo de batalla daremos. ¿Guerra de guerrillas? Para desgastar al enemigo. ¿Defensa posicional? Podemos aprovechar la ventaja geográfica, pero esto el enemigo es lo que espere seguramente. ¿Batalla en campo abierto? Sería una posibilidad que probablemente no esperen, pero deberíamos elegir el lugar ideal para llevarla acabo. En mi opinión, la posición que ocupamos es ideal. Las tropas del enemigo se cansarán rápidamente y perderán su energía, sus defensas bajarán y tendremos una ventaja.

Propuso varias ideas, aunque no ofreció una solución conclusiva ya que al final y al cabo eran los Arima quienes mejor conocían el territorio, eran ellos quienes mejores respuestas podían dar acerca de este asunto. Sin lugar a duda Takano también debía tener estudiado esto a fondo.

—Mi caballo es muy lindo para hacerlo entrar en combate, no quiero verlo sufrir. Yo formaré parte de los hanshi, es mi lugar natural. Como tal supongo que Takano me dará un rol inicial en el combate, al ser una infantería ligera deberemos tomar acción al principio, sería lo lógico, ¿no es así?

"Aunque puede que tengas algo diferente en mente para la infantería ligera. ¿Qué estás planeando, Takano?", se cuestionó.

Contenido oculto: La cosa se pone interesante

Muy interesante, más de lo que ya era

 

Cuartel
[Ukita; Matsuda; Misato; Togashi; Tsuna; Shiori]

Tsuna suspiró —Mi padre es una persona difícil de entender; siempre me ha hecho a un lado en cuanto a la toma de decisiones, a su vez jamás me ha faltado nada, y siempre he gozado de cuidados de su parte —miró a Shiori —No sé si es amor u odio lo que siente por mi.

Sonrió —No me rendiré Shiori; Yuzuki y Takano lograron abrirme los ojos, no era el guerrero que yo creí que era, toda mi vida me mintieron, haciéndome creer que era el mejor, cuando estaba lejos de serlo. Y hoy, cuando una guerra está próxima a pisar mis tierras, sé que mi fuerza no es suficiente, y es por eso que debo de mejorar y ganarme mi lugar como futuro líder de esta Prefectura — miró hacia Shiori —Y sé que tú estarás a mi lado mientras me ves cumplir mis objetivos.

Se acomodó en la celda, sabía que gritar o golpear aquel sitio no le ayudaría a salir —Sólo nos queda esperar a ser liberados Shiori. Espero que la señorita Misato informe de esta situación y algo se logre para que nos puedan sacar.

Contenido oculto

madarauchiha

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Salón de audiencias
[Takeda; Kenzaburo; Kato; Takano; Nagato; Hideyoshi; Tetsuo; Kirara; Riku; Yuzuki; Misato; Togashi; Ukita; Matsuda]

Los guerreros daban sus posiciones dentro de las tropas; Kenzaburo eligiendo ser Kinshi; Yuzuki y Riku escogiendo ser Kensei; Misato plantando su lugar como Senin; Hideyoshi decidiéndose el título de Hanshi y Togashi tomando la inesperada elección de shokunin.

Takano afirmó a las palabras de Hideyoshi —Tenemos por el momento la ventaja geográfica, como bien ha destacado Hideyoshi; quien sea el primero en llegar al campo de batalla y espere la entrada del enemigo se encontrará fresco para la lucha, quien sea el segundo en el campo y tenga que apresurarse a la contienda, llegará exhausto. Debemos ser más inteligentes que ellos, desplazando al enemigo y no siendo desplazados por ellos. Es por ello que la misión de reconocimiento es tan crucial, así sabremos los números y podremos iniciar el ataque al verlos al horizonte en lugar de esperar para organizar nuestra estrategia y dejarlos descansar de su viaje. No deben intimidarnos. —dijo sacando un mapa, de aquellos que había robado en Iwakura; mostrando las entradas a Shizuoka y las prefecturas hermanas — Kanagawa; Nagano y Yamanashi nos respaldan, dándonos la ventaja para huir a cualquier prefectura si nos llegasen a superar en número. El ataque más eficaz de cada comandante debe ser el de frustrar los planes del contrincante, y después evitar la unión de las fuerzas enemigas —mencionó, quien al desconocer los números y posición del enemigo sólo podía teorizar por el momento; señalando las prefecturas enemigas —Gifu puede representar nuestro peor enemigo; y Aichi puede resultar una trampa, no conocemos las alianzas de esa prefectura. Si nuestras fuerzas son diez a uno, debemos rodearlo; si son cinco a una, es necesario atacarlo, si son dos a una entonces dividamos nuestros soldados en dos. Si son iguales, podemos ofrecer batalla; si son ligeramente inferiores en número, podemos evitar al enemigo; si son bastante desiguales en todos los sentidos, podemos huir de él. Cada comandante debe provocar a su rival para derrotarlo lo más rápido posible; así tal vez, usar a sus soldados a nuestro favor; es mucho más conveniente capturar un escuadrón entero que destruirlo, tomar y dominar un regimiento, un destacamento o una compañía entera antes que acabar con ellos.

Contenido oculto

Datos territoriales [ver mapa]

Takano analizó las clases elegidas por cada uno de los presentes, para después escuchar al resto.

—Kensei —mencionó Takeda sin duda alguna —mi lugar esta sólo con el sable frente a mi enemigo.

—Ite— dijo Tetsuo —Aun no soy maestro pero sé defenderme muy bien con el arco; proporcionaré apoyo a distancia.

—Mantendré mi posición como Kensei —mencionó Nagato con seguridad.

—Por el entrenamiento que he recibido pertenezco a la caballería, he estado con mi caballo prácticamente toda mi vida — mencionó Kirara —seré Kinshi.

—Si bien he aprendido a utilizar la katana; fue mi entrenamiento físico el que me ha forjado —mencionó Takano — Shugenja, destruiré a quien se acerque.

—Tengo amplios conocimientos navales por haber crecido al norte en Aomori —dijo Ukita mirando hacia Nagato con orgullo al pronunciar su procedencia —Seré Kensei. Y ayudaré a la misión de reconocimiento.

—Uniré fuerzas con Misato; formaré parte de los Senin y también ayudaré a Ukita con la misión de reconomiento—dijo Matsuda convencido, gracias a su encuentro con lo venenos en Nara, había tomado un camino completamente distinto al que alguna vez planeó.

Takano miró hacia Nagato —Su hijo, Tsuna; ¿Cuál será su posición en esta guerra?

Nagato negó —Tsuna no peleará, no tiene la habilidad.

Takano se talló los ojos, no iba a volver a caer en una pelea verbal con ese hombre que no entendía razones a la primera, estaba casado de él, por lo que hablaría con Tsuna al respecto directamente.

—Entonces la misión de reconocimiento; Ukita, Matsuda, Riku y Taiyo. Tienen el día de hoy para descansar, saldrán por la noche —atajó Takano tomando el control sin preguntarle su opinión a Nagato.

—Otra audiencia se llevará a cabo cuando el equipo de reconocimiento regrese de su misión —mencionó Takeda —Si no hay nada mas por mencionar, podemos diseminar a los presentes.

• Shizuoka
• Kanagawa
• Nagano
• Saitama
• Yamanashi
• Tao

• 
  Shizuoka= 235 soldados
  135 (infantería) 45 (caballería) 25 (artillería) 40 (flota) 5 (herreros)
  
• 
  Kanagawa= 350 soldados
  167 (infantería) 33 (caballería) 50 (artillería) 100 (flota)
  
• 
  Nagano= 600 soldados
  200 (infantería) 200 (caballería) 150 (artillería) 30 (médicos) 20 (herreros)
  
• 
  Saitama= 150 soldados
  80 (infantería) 45 (caballería) 25 (artillería)
  
• 
  Yamanashi= 50 soldados
  50 (caballería)
  
• 
  Tao= 145 soldados
  82 (infantería) 63 (flota)
  

Contenido oculto

Bruno TDF Kuno Vizard Yáahl John Whitelocke Monpoke rapuma

 

Riku

Asiento en silencio al control de Takano al hablar del reconocimiento, si Kirara no dijo nada, yo tampoco. Ella misma nos ofreció.

"Descanse en una casa abandonada de camino hasta aquí". Informo hacia Kirara tranquilo, un volumen moderado, hablando sin sonar fuerte o demasiado bajo. "Por el momento no necesito descansar. Voy a encargarme de unos asuntos por la ciudad, ire a la clínica cuando termine". Confió en que Shinko estará bien, solo no puedo postergar nada. Debo moverme.

Siendo dada por terminada la audiencia y hablarle a kirara, me levanto y preparo para salir en silencio.

No fue sin antes darle una mirada a los Minamoto, a Matsuda. Decidí acercarme a él al considerarlo unos segundos.

"Matsuda ¿Verdad?". Pregunto unos momentos antes de hablar, siendo tsmbién una presentación hacia él. "Conocí a tu esposa en Iwakura, quien renovó mi katana y cuyo Maestro previo de una a Kirara y Taiyo". Hago una pequeña señal al mover mi mano hacia la funda de Kosu. "Me pidió le diera un mensaje: Dice que te ama y desea volver a verte pronto".

Tal mensaje seria complicado de contar, pero le prometí hacerlo.

"Y...". Cambio un poco en dirección hacia Takeda, quien me asegure supiera mi acercamiento, bajando un poco la cabeza antes de suspirar en silencio. Levanto la vista para mirarlo a los ojos sin mala intención, no unos de odio como quizás esperaba. "Tengo otro mensaje de su parte, es sobre Natsu". Otro traidor del Clan. "Dijo que lo vio en Iwakura varios soles atrás, acompañado de un chico parecido a ti. Considero fue antes de estar en la entrada a Kamakura".

"Es todo". Termino ante ambos y paso a mirar hacia los dos con quien formaremos el reconocimiento. "A no ser tengan en mente otro punto de encuentro, encontremonos en las afueras de la ciudad. Espero por poder colaborar con ustedes". A pesar de todo aquello que dije, no me mostré feliz o alegre. Mis propios pensamientos no me dejaban.

Sin más a quien hablar, pego camino derecho hacia la puerta. Pegando media vuelta una vez llegue debajo del humbral y hacer una reverencia a todos los presentes. "Me retiro".

Ahora si, abandono la audiencia

Contenido oculto

A la herrería con intención de vender la katana simple