Shizuoka Shizuoka

Kenzaburo



Mientras Takeda hablaba ese aura característico que le rodeaba comenzó a fluir, envolviendo al samurái en recuerdos distantes. Su mente viajó raudo al pasado, viéndose a sí mismo de pequeño, con miedo, dudas, terror y hambre; miseria y penas. Mucho miedo, un miedo oscuro que le quemaba el pecho y le hacía llorar en silencio para no despertar sospechas en ese bosque en donde vivía. ¿El nuevo Japón sería sin tanto... miedo, sin tanta codicia, sin tanto odio? Kenzaburo vio al pequeño de su pasado, corriendo, gritando, intentando luchar en vano; ésa era la razón por la cual había acogido a Mao en una primera instancia: no quería que un niño pasara por lo que él tuvo que pasar, quería poner un alto, quería cambiar eso siempre que estuviera dentro de sus posibilidades.

—Hace no mucho fuiste un hombre triste a mi ver; ahora ese hombre al que taché de débil y patético me parece sabio, considerado y sensato. —le abrazó con fuerza, la primer muestra de cariño física que el ronin daba a alguien más aparte de su pequeña Mao. Se separó y le miró con intensidad.—Los Taira te persiguen porque representas todo lo que temen. Algunos árboles florecen, otros mueren. El ganado crece fuerte, algunos mueren por lobos. Algunos hombres nacen lo bastante ricos e idiotas para disfrutar de la vida. Hay cosas que no podrás cambiar, Takeda. Hay circunstancias de vida en las que no podrás hacer nada, simplemente aceptar el camino e intentar seguir. Pero recuerda mis palabras: mientras existan las injusticias y gente como Murai sigan vivos, juro por mi sangre y mis antepasados que te seguiré y ayudaré. Esa serpiente logró conquistar la mente de una chiquilla y habrá lamentado haberlo hecho. Le daré caza. —habló con decisión, con un destello distinto en sus ojos: había encontrado sus nuevos objetivos, su nueva meta ahora que ni Kozaemon ni Mao estaban en su presente. —Hemos matado, cada uno tiene su propia historia... somos malos, pero no somos como ellos; no somos Tairas. Y te golpearán, Takeda, lo harán. Para destruirte buscarán hacerlo con tu corazón, no con tu mente. Necesitas estar fuerte, necesitas ser el líder que necesitamos. Y hoy has ganado algo valioso e infinitamente poderoso. Algo temible. —su mano derecha comenzó a tener movimientos sin poder controlarla, eran los nervios rotos de sus músculos. —Te has ganado mi lealtad. Y eso no tiene precio.

Observó el tanto que colgaba de la cintura del Minamoto y sonrió levemente. Caminó hasta el árbol y sujeto la katana de Mao, levantándola para poder asirla con fuerza.
—Ayame ha podido dar con tu tanto. Tu me has devuelto esto. —apretó la saya de la katana de su discípula y suspiró. —Ella no tendrá una tumba sin nombre. Sé perfectamente dónde hacer que descanse. —recordó el Daruma de piedra enorme de una de las prefecturas en donde había estado; sería un buen sitio. —¿Recuerdas mi pasado, mi historia Taira? —volteó a verle. —Kato Harima le mató en Saitama. Kozaemon fue el hombre que me salvó, me dio un propósito. Ahora ya no está y el mundo se me hace tan... no lo sé. Todo brilla distinto. —guardó la katana en su cintura, justo por debajo de la suya propia. —Matemos a los que tengamos que matar, salvemos a los que tengamos que salvar y demos cobijo a la gente que sufre con esta guerra. Ése es el camino y lo caminaré contigo, encantado de dar mi vida por la causa.

Realizó una reverencia larga, de varios segundos. Se irguió.

—La hija de Kato me dijo que te diriges a una audiencia con el señor feudal. No entiendo de etiquetas ni protocolos, pero a juzgar por mi apariencia estoy seguro que quizá mi presencia sea tomada como hostil.

 

Jardín
[Takeda; Kenzaburo]

Aquel abrazo tomó desprevenido a Takeda, quien solo pudo sonreír levemente, bajando sus hombros; aquel hombre le estaba quitando parte de el peso que representaba la muerte de Mao, una decisión radical que tenía que tomar, la cual sabía afectaría a varias personas de maneras distintas; poniendo su credibilidad en juego, una que posiblemente pudo perderse si Yuzuki no hubiera estado allí.

—Hay muy pocos que pueden dar caza a Murai ahora que ha desaparecido su rastro —dijo con firmeza —Pero conozco a las personas adecuadas para ello, sé que tardarán en dar con él, pero encontrarán la manera; siempre lo hacen, porque me han protegido sin que yo pueda verlos. Aunque quisiera...— negó, para después mirar hacia Kenzaburo — Tu lealtad es más valiosa que un ejercito entero; así que te pediré que vivas, para poder mostrarte lo que es un Japón en paz; y cuando eso pase, beberemos sake juntos como hermanos.

El ulular de una lechuza lo hizo mirar al cielo; después el chillido del águila se hizo presente, causando una pelea en el aire.

Kato salió de su habitación y extendió su brazo, y con una voz poderosa gritó —SANGATSU— y así, el águila que atacó a la blanca lechuza, cesó el ataque colocándose en el brazo de su dueño.

Takeda a su vez extendió su brazo para recibir a la ya débil y herida lechuza; en su pata había un mensaje amarrado, la sangre seca lo alarmó haciendo que desenrollara el mensaje con velocidad. Leyendo el contenido.

"Y te golpearán, Takeda, lo harán. Para destruirte buscarán hacerlo con tu corazón, no con tu mente. Necesitas estar fuerte, necesitas ser el líder que necesitamos."

Las palabras de Kenzaburo, tan frescas y certeras en aquel momento. Sus manos temblaban mientras sostenía aquella misiva. Llevándolo al último recuerdo que tuvo con Obata, cuando le dio aquel tanto que Kenzaburo y Ayame le devolvieron hace unos días.

Takeda suspiró con fuerza, sabía que aquella información recibida era importante pero no habló al respecto, aun no. Miró hacia Kenzaburo y luego hacia Kato— Nagato es alguien impulsivo por lo que sé; su temperamento es difícil de controlar, cualquier reto o mirada agresiva lo harán brincar hacia cualquiera. Pero estando ante mi presencia deberá aprender a controlarse, o será mi voz la que lo haga contenerse — mencionó con seguridad.

Takeda le indicó a uno de los sirvientes que se acercara; indicándole que acomodara un salón para una audiencia; el sirviente obedeció. Mientras tanto Kato dejaba libre a su águila para después sostener a la lechuza de Obata, la llevaría con Shinrin, ella podría curarla.

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rapuma puedes ir o no ir a la audiencia, es tu decisión. En mi siguiente post la iniciaré.

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Dojo
[Takano; Misato; Sora; Hideyoshi; Yuzuki]

Takano negó ante la nueva noticia de Misato —Murai...¿Cuántas veces mas te burlarás de nosotros? —dijo con furia, apretando sus puños al punto de que empezaron a temblar — Esta guerra; al haber tomado partido en ella, nos ha colocado como el verdadero objetivo de los Taira.

Miró a Yuzuki, sus palabras eran como las suyas —Va a caer; pero dudo que aparezca frente a nosotros pronto, y ahora sin la ayuda de los Hattori, perdimos la oportunidad de poder dar con él; nuestra espalda está expuesta.

Avanzó hacia la salida del dojo —Es tiempo de encontrarnos con Takeda y hablar con Nagato, toda esta información cambia muchas cosas... — el tablero se había reacomodado nuevamente.

Matsuda los esperaba fuera del dojo, al verlos hizo una reverencia —Señorita Misato— dijo con atención en sus manos también había un pedazo de papel, igual al que ella recibió del búho —Creo que también ha recibido la noticia —bajó la mirada con preocupación — El señor Ukita y yo atenderemos una misión importante, sería de gran ayuda si nos brinda su apoyo.

Allí desde el exterior del dojo, se podía ver a los Fujiwara, conversando con un desconocido fuera de la clínica.

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Kuno Vizard Yáahl John Whitelocke el en próximo post nos vamos a la audiencia! jajaja ya los tres han estado en una así que ya saben. Ustedes deciden se participar en ella o no. Kuno tu decides si asistir a la audiencia o ayudar en la misión de Ukita. Yuzu, tu decides si primero vas y hablas con los Fijiwara, o los enfrentas en la audiencia.

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Clínica
[Togashi; Clan Fujiwara; Akari; Hayato y Kyoko]

Kirara abrazó a Shinko quien no paraba de llorar, le parecía algo abrupto; pues Shinko era un bebé cuando su padre murió, aun así; aquel dolor de recordarlo era muy fuerte, como si su nombre le trajera demasiadas memorias tristes, tal vez por culpa de Kirara, quien le contaba viejas historias de él.

Taiyo sonrió ante Riku y afirmó ante lo que oía —Riku es un buen discípulo; me enorgullese que haya ganado la confianza de Sasaki Kojiro —mencionó Taiyo haciendo que Kojiro se irguiera y lo mirara — Tu arma es famosa; me gustaría enfrentarme a ti en un entrenamiento amistoso.

Kojiro afirmó con entusiasmo, demostrando su edad.

Taiyo miró a Riku —Pero primero quiero ver de ti esa nueva técnica.

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Monpoke

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Cuartel
[Tsuna; Sanada; Tetsuo; Shiori]

Nagato estaba molesto, era evidente —Que imprudencia al darme la espalda de este modo—los empujó con fuerza para abrirse camino delante de ustedes, ahora era él quien les mostraba la espalda.

Tetsuo miró al cielo en hartazgo; era como pelear con un hermano menor. El cual no iba a ceder. Pero calló, era importante salir de allí y reunirse con el resto.

—Confían en Tsunayoshi; lo sé — mencionó Nagato —¡Masashigue!— gritó Nagato haciendo que un guardia con una naginata se colocara inmediatamente a su lado, Tetsuo se detuvo a inspeccionarlo con cuidado.

—Señor Arima— reverenció el guardia a su señor

—Arreste a Tsunayoshi y a su nueva amiga de lengua sagaz— ordenó Nagato alertando a los presentes.

—Mi señor, por favor; eso es excesivo — interfirió Sanada al ver como comenzaban a someter a Tsuna y a Shiori frente a ellos.

—Deben aprender respeto—nuevamente se giró ante ellos, ya cuando Tsunayoshi y Shiori se encontranan de rodillas, amarrados de las manos por detrás de su espalda, cada uno con dos guardias que les detenían de los hombros.

—Esta es mi prefectura; si no sabes callar, aprenderás a hacerlo —mencionó ante Tsunayoshi para despupes mirar a Tetsuo quien seguía mirándolo con desprecio, pues sus días en Shizuoka ya lo había preparado para reacciones como estas, las tuvo antes con él mismo, Hideyoshi y Ukita — Joven Azai, acompáñeme; tenemos una audiencia a la cual acudir, sólo recuerde algo... — dijo acercándose mas hacia él —...usted no está atado porque usted si es necesario.

Esto hizo que Tsunayoshi se intentara safar de aquellas ataduras, resultando en un golpe en la nuca de Masashigue el cual lo noqueó al instante.

—No se preocupe señor, los cuidaré —mencionó Masashigue con una reverencia; Tetsuo lo miró con atención mientras dirigía a los guardias hacia el interior del cuartel, cargando a Tsunayoshi y arrastrando a Shiori hacia las celdas.

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Celda
[Tsunayoshi; Shiori]

Fueron soltados de sus ataduras y lanzados al interior de la celda. Los cuatro guardias salieron del lugar, quedándose solos con Masashigue, el guardia con la naginata.

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madarauchiha :P

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Casa de armamento
[Togashi;Ukita]

El comerciante volvió a mirar la katana, haciéndolo dudar de su primera inspección; después miró a Togashi —Las personas que saben hacer negocias son pocas — dijo como un cumplido hacia Togashi —Está bien, puedo darte las doscientas cincuenta monedas que quieres, el negocio ha marchado bien, así que podré aventurarme a una compra como esta —dijo guardando nuevamente la katana para después contar las monedas y dejarlas en un saquito para entregarle a Togashi —Sólo un consejo amigo —mencionó como un susurro —Jamás dudes de tus habilidades, pude haber ofertado menos por esa falta de decisión al final, de tu negociación.

Ukita entró a la armería, observó a Togashi —Te buscaba, se llevará a cabo una audiencia en la casa feudal, eres libre de asistir o faltar a ella —mencionó para después ver cómo Togashi se había ganado varias monedas, sonriendo ligeramente —Yo debo seguir investigando sobre el posible traidor. Ahora que Matsuda está en Shizuoka, podrá apoyarme en esta investigación.

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Bruno TDF puedes ir a la audiencia o elegir otro camino para Togashi.

 

Riku

Desearía poder hablarle a Shinko, pero ni yo comprendo a profundidad sus sentimientos.

Tristeza hacia un padre perdido. Si. En eso nos relacionamos.

"Recién llegando y hablando de maltratarme". Permaneciendo los ojos medio clavado en Shinko, hablo con gracia y emoción hacia la solicitud de Taiyo. Tomando sus palabras de una manera diferente a la dicha.

¿Soy un buen discípulo? ...

Levanto el puño hasta mi rostro, apretando con fuerza y determinación. Aceptando el entrenar y enfrentarme a él, esta vez un enfrentamiento verdadero. "No lo prefiero de otra manera".

El entrenamiento nunca debe terminar.

 

Misato Aoyama

—Masuyo...Mao—murmure en voz baja ojos muy abiertos...al final conocía el verdadero nombre de la pequeña aunque en circunstancias nada agradables, cada una de las palabras de Yuzuki calaron dejando una devastadora sensación, no estaba acostumbrada a que una pequeña con toda una vida por delante muriese de una forma tan...apenas conocí a la niña y me hubiese gustado hablar más con ella.

¿Por qué dolía aquella noticia? Cuando Kenzaburo Sora y yo derrotamos a Masaki, no solo podía estar feliz de seguir viva, no solo por la felicidad en los rostros de la gente de Chiryu o por haber resuelto gran parte del enigma de Shi...

También podía estar feliz de haber fortalecido el vínculo con el samurái, podríamos conocernos mejor y aprender uno de otro, hubiese ayudado a educar a Mao para canalizar toda aquella actitud explosiva y desafiante...podríamos haber contado con una guerrera digna de reconocer. Pero nuevamente supe que una mente joven fue seducida por otra maliciosa, dejando un vacío en el corazón de quién fuese su maestro.

—Ya veo...Mao decidió seguir su destino...aún sabiendo las consecuencias, nadie está por encima de ellas—Talle mis ojos limpiando las lágrimas que amenazaban con resbalar, no había tiempo para lamentarse. Takeda había hecho lo que debía hacer como líder...por muy doloroso que fuera.

Di una delicada caricia al plumaje del búho agradeciendo su informe, ya podía partir a donde debía Takano aviso entonces que era tiempo de la audiencia. Al salir Matsuda y Ukita aguardaban en las cercanías, instantáneamente pensé en el aviso de los Hattori al verlo.

—Lo sé señor Matsuda—asenti con tristeza—e-es una terrible pérdida.

Matsuda sin más rodeos pidió mi ayuda en cierta misión de gran importancia, lleve una mano a un mechón de cabello para meditar...Takano ya había recibido información útil solo debía explicarle a Takeda, solo me hubiese quedado replicar las palabras de Hana en Chiryu...pero seguro podía esperar, la audiencia debía tener asuntos más relevantes.

—Esta bien los acompañaré...—acepte con una sonrisa, dirigí mi vista hasta el resto—Takano, ayudaré a Matsuda con una misión por lo que no podré estar en la audiencia, oh...se que el tema sobrenatural lo abruma pero explique con cuidado por favor...tengan mucha suerte.

Me despedí así de Hideyoshi, Yuzuki y Takano, estaba segura que el diplomático ayudaría a convencer al señor de Shizuoka junto a Takeda y el resto.

 

Togashi
Casa de armamento

Miró con detenimiento la expresión del comerciante cuando éste volvió a examinar la katana que le vendía. Sus ojos mostraban duda, aunque no tuvo la plena certeza de si aquella inseguridad se debía a que le hizo sentir que estaba pagando poco por algo valioso, o porque sentía duda de su oferta. Pero al final, aquel hombre pareció quedar convencido de sus dichos, aceptando el trato de pagar cincuenta monedas más de las que ofreció en un principio. Aludió que había pocas personas que sabían hacer negocios, en un claro cumplido hacia su persona. Togashi asintió, más para sí mismo que para el comerciante, satisfecho por saber que seguía siendo un comerciante respetable pese al paso del tiempo y las heridas de su espíritu renaciente. Tomó la pequeña bolsa con las monedas. Se inclinó levemente para prestar a atención, asintiendo en el proceso, recordando la importancia de mostrar seguridad y templanza al vender algo.

—Un buen consejo es incluso más valioso que un montón de monedas —convino, mirando al comerciante—. Se lo agradezco, lo tendré siempre presente cada vez que haga negocios —asintió.

Por su cabeza cruzó la idea de dedicarse al comercio cuando toda esa guerra contra los Taira terminase; tal vez podría centrarse en el negocio de las armas, como una suerte de armero errante. Pero entonces alguien más entró al lugar, quitándolo de sus breves ensoñaciones y haciendo que se girara. Se trataba de Ukita, quien acudía a avisarle sobre el próximo inicio de una audiencia en la casa feudal. Le dio la opción de asistir o de no estar presente. Togashi asintió, pero no respondió de inmediato. Se llevó una mano al mentón, con el ceño fruncido y los ojos cerrados en señal de que lo estaba pensando. El señor feudal le parecía un necio dominado por la terquedad, por lo que la idea de participar de una audiencia ante él no le estaba resultando muy atractiva. Aunque no quería quedarse sin hacer un aporte a la causa de su clan...

—Ahora que la mayoría del clan se encuentra en la ciudad —dijo—, tengo confianza en que Takeda estará bien acompañado durante la audiencia, sobre todo si Hideyoshi permanece a su lado. Mi presencia no hará mucha diferencia… No obstante, no pienso quedarme de brazos cruzados... —miró a Ukita a los ojos, decidido—. Permítanme ayudarlos en su investigación...

 

Dojo
[Takano; Misato; Sora; Hideyoshi; Yuzuki]

Takano afirmó ante Misato —Será difícil hablar al respecto sin que crean que la locura de mi familia me ha alcanzado —mencionó con sinceridad — Si he de hablar de esto será con los miembros del clan Minamoto únicamente—miró hacia Sora, pero no dijo nada.

Después dirigió su atención a Yuzuki, quien planeaba ir a hablar con los Fujiwara —Los esperaremos en la audiencia... si es que aun planean acudir a ella.

Se despidieron; se adelantarían a la casa feudal.

Matsuda guió a Misato por las calles de Shizuoka.

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Kuno Vizard Yáahl

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Calles de Shizuoka
[Ukita; Matsuda; Misato; Togashi]

Ukita guio a Togashi a las calles de Shizuoka; dónde se reunieron con Matsuda y Misato en un callejón abandonado—Señor Togashi; veo que ha decidido acompañarnos —mencionó Matsuda mientras los búhos que los habían acompañado volvieron a levantar el vuelo.

—Creo que necesitamos a alguien que pueda avisarnos desde el exterior —mencionó Ukita —aun así requeriremos que su sigilo sea adecuado; el señor Nagato se ha vuelto algo paranoico con el tema del espionaje, si nos descubren en esta investigación; seguramente acabemos encerrados, dañando la reputación del clan.

—Es por eso que he traído a la señorita Misato; ahora que el clan está casi en totalidad reunido, podremos actuar de mejor modo; ella siempre ha sido la mejor en ocultar su rastro— Matsuda suspiró, recordando su estancia en Iga, dónde Misato había demostrado sus habilidades con eficacia, la miró con tristeza —Haremos honor a los Hattori con nuestras acciones —observó a Ukita y a Togashi —Los búhos que acaban de ver partir nos dejaron información muy delicada; los ninjas en Iga han sido derrotados.

Ukita masajeó su mandíbula en incredulidad, era otro golpe para el clan —Lamento escuchar esta noticia.

Por un momento el silencio reinó; pero Matsuda fue el que lo rompió —Debemos continuar, por favor señor Ukita; infórmenos de la situación.

Ukita miró a todas direcciones serciorándose que nadie los estuvoera viendo o escuchando —Debemos descubrir que es lo que trama un guardia llamado Masashigue; es uno de los guardias principales de Nagato, es así de peligroso. Al parecer Takano cree que es alguien enviado para que nosotros caigamos en su trampa, haciendo obvias sus acciones. Cuando estuve en prisión mientras ustedes estaban en Kamakura, lo escuché hablando de como traicionaría a Nagato en la guerra. Es por ello que debemos descubrir todas sus intenciones; para ello planeamos seguir un plan trazado por Hideyoshi; pero antes de ejecutarlo, debemos obtener toda la información posible. Para ellos, debemos volver a infiltrarnos al cuartel general; desde la última vez que lo hice, han aumentado las medidas de seguridad. Es por ello que necesito saber si están seguros de participar en esta misión; pues estoy seguro que esta vez, los guardias no detendrán al infiltrado, simplemente tirarán a matar.

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Kuno Vizard Bruno TDF

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Clínica
[Togashi; Clan Fujiwara; Akari; Hayato y Kyoko]

Taiyo soltó una risa ante la respuesta de Riku, satisfecho con esa respuesta; Kojiro los miró sonriendo para después borrar ese semblante viendo lo que había causado con Shinko, estaba decidido en disculparse; pero una voz que no reconocía interrumpió su pensamiento.

Era Yuzuki; miembro del clan Minamoto. Y al escucharla, los Fijiwara rediririegon su atención hacia ella. Kirara entregó a Shinko a Taiyo, mientras este se sostenía del guerrero con los ojos cerrados. Temblaba.

Kirara se cruzó de brazos y la observó —¿Vienes a decirme como cayó ese gusano? No te detengas en los detalles, quiero oírlo todo.

Kojiro los observaba, aquel apellido resonó en su memoria. Aquel tema no era su incumbencia; pero no se marchó.

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Monpoke Yáahl

 

Kenzaburo

Observó el intercambio entre el águila y la lechuza; el Harima y el Minamoto, las personalidades de las animales parecía tomar forma con la apariencia de Kato y el propio Takeda. Arrugó un poco el entrecejo al notar el impacto en el rostro de su líder pero relajó un poco la postura a mantener en ese momento.

—Iré contigo. —informó Kenzaburo hacia Takeda y luego se giró hacia Kato, logrando una reverencia acorde. —Maestro.

Siguió de cerca a Takeda, mirándose sus propias ropas mientras andaba. Estaba sucio, desprolijo, con barba de más de tres meses. Se rascó la barbilla, acariciando la barba que se juntaba en su perilla. Debía de afeitarse. Limpiarse. Estar limpio para recibir a la muerte en la guerra próxima a estallar.

 

Riku

Momentos atrás, una simple palabra incorrecta fue la señal. La advertencia que serviría a prever la noticia, ablandar el impacto antes de la respuesta directa. Antes de la reverencia.

Búsqueda. Así le llamo, sea consciente o inconsciente. Búsqueda, localización del objetivo. Pero sin matarlo, no lo cazaron.

Escapo

Éxito o fracaso. Apenas me he detenido a pensar alguna de esas posibilidades, deje mi vista totalmente siega hasta escucharlo. ¿Confianza o falta de interés?

Desde un comienzo no esperaba nada.

¿Odio a Murai? Odiaré a cualquiera que sea una amenaza para el clan. A nuestros enemigos.

Es un desgraciado.

Ciego y una dificulta al caminar. Logra su escape de igual forma, continua con vida. Una seguridad con la cual parece cargar siempre, seguridad de lograr su cometido y salir impune de ellos.

Metio la pata al ser capturado. Se desaprovecho ese fallo de su parte, su fracaso. Hubo confianza...

Desear golpear, desahogar la frustración.

¿Quien debía tener más priorida? ¿Una niña desviada o Murai? La traidora o el Taira asesino.

...

Doy pasos atrás, lejos de las dos personas que son el centro de esta situación. Cuidando no entrometerne en el medio.

No hay nada que deba decir, sugerir. Le depende a Kirara hablar, depende de nosotros escuchar. Depende de ella tomar la primera acción.

No gritare. Por muy molesto me sienta, no cuestinare el resultado o reciente exhibición. Tampoco lo cual seguirá después.

"Impartir justicia por traición". Hablo en voz baja, un susurro neutro casi dirijido a la nada. Pero va a Kirara, discimular mis palabras como una voz interna, para hacerle recordar entre su furia la promesa de la persona postrada frente nosotros. Si sus palabra son ciertas. "Por su parte, ella cumplió".

No te desahoges con ella, no dejes de confiar. Su palabra sigue estable por el momento. La reputación podrá verse manchada, pero la cuestión es confiar en lo que es capaz. Lo que dice y promete.

Takeda. Prometiste ambas. Solo cumpliste una, ¿La de mayor peso para ti?

Debo prepararme para enfrentar a Murai. Medicina vs Veneno.

 

Misato Aoyama

Aceptando la misión permití ser guiada por Matsuda hasta un lugar recóndito mejor de posibles curiosos, no solo estaba Ukita, el señor Togashi estaba dispuesto a ayudar.

Matsuda seguía muy afectado por la caída de nuestros aliados, podía ver su ánimo demasiado decaído y no necesitaba indagar más para saber que su corazón aún duele la muerte de Mao...pero podía mantenerse firme.

Escuché atenta la situación actual según Ukita, debíamos infiltrarnos en el mismo cuartel donde Ayame dejo una misiva, incluso ella una Shinobi con experiencia fue herida. La seguridad del cuartel prometía ser infalible...debía rezar por nuestro triunfo y salvación.

¿Iba a arriesgarme?

"Haremos honor a los Hattori con nuestras acciones"

—Maestro Obata—pense en el viejo y sabio maestro Shinobi, sabía el incalculable aprecio que Takeda manifestaba para el, incluso cuando le conocí supe que no podría olvidar sus enseñanzas en Iga, ellas formaron entonces parte de mi vida.

—Permitirnos un traidor en las filas de Shizuoka sería dejar una brecha para un golpe letal—apunte con seguridad—ni siquiera nuestro clan escaparía de las repercusiones de una repentina traición y nuestra moral caería muy temprano, el maestro Obata seguro dio su vida antes que servir al enemigos, nunca me perdonaría no haber intentado frenar la mano de un traidor a tiempo—eleve la mirada al cielo—Es mi oportunidad, como usted dijo señor Matsuda, de honrar y enorgullecer a nuestro maestro... enfrentamos al mismo enemigo, pueden contar conmigo para que está guerra no se pierda apenas inicie.

Había dejado en claro mi intención de infiltrarnos en el cuartel, confiaba en el apoyo del equipo así como en mi habilidad, cerro los ojos y mi mano rozo delicadamente la norma del lalago el amuleto contra el mal. Debía estar preparada para asegurar nuestro terreno de batalla...no debíamos dejar el camino fácil a nadie.

 

Togashi
Calles de Shizuoka

Siguió los pasos de Ukita a través de las calles de la ciudad, hasta que se desviaron a un callejón abandonado donde también se encontraban Matsuda y Misato. El primero hizo una cierta mención a su presencia, como si no esperara verlo involucrado en la misión que tenían por delante, pero Ukita mencionó que iba a ser necesario que alguien vigilara el exterior de algún lugar para advertirlos sobre peligros. Togashi se limitó a saludar con un gesto solemne y silencioso, para luego prestar atención al intercambio que se producía entre aquellos tres. En el medio se dio la noticia de que habían caído unos aliados importantes en Iga; Togashi no estaba muy al tanto de los shinobis de aquella ciudad, sólo lo suficiente para comprender que aquella era una pésima noticia para el clan. Bajó la cabeza en el silencio que se produjo.

—Por mi parte, estoy más que dispuesto a avanzar con esto —dijo después de que Ukita y Misato terminaron de hablar—. No soy bueno en las artes del sigilo —miró a Ukita—. Pero tal como has dicho, puedo ayudarlos desde el exterior, advertirles por si se aproxima algún peligro. Además, antes de unirme al clan era alguien que se la pasaba escondiéndose, por lo que quizá entienda lo suficiente para que mi sigilo, si bien no pulido, sea el adecuado para cumplir mi parte en esta misión.

 

Soga no Hideyoshi 曽我秀吉

Dojo

Había pasado unas cuantas horas muy tranquilo en el dojo, pensativo y meditativo. Veía los aconteceres a su alrededor y no decía nada. Se encontraba en un momento de absoluta paz y calma, había logrado relajar su cuerpo y mente. El espíritu que antes sobrepasaba los límites de su cuerpo ahora se hallaba contenido dentro de su caparazón con suavidad.

Abrió los ojos. Meditar despierto a veces parecía casi como estar dormido. De una forma u otra, en un momento dado, creyó estar soñando. ¿Era posible soñar despierto? Recordó cuando le dijo a Natsu que moriría solo y olvidado, luego de que alguien lo pasara por la espada. Se preguntaba por qué se acordaba de eso ahora. En su breve y muy lúcido sueño vio los cadáveres de cientos de hombres en el campo de batalla, pero no se vio a él entre ellos, también vio a muchos hombres vivos. Takano estaba de pie, Yuzuki estaba de pie, Kenzaburo estaba completamente bañado en sangre, como si un akuma lo hubiera poseído. Pero él no estaba. ¿Había asistido a la batalla? Vio a Togashi tumbado en el suelo, ¿estaba muerto o muy mal herido? Vio el cuerpo de Mori, sin vida. Vio el cuerpo de Natsu... ¿por esto era que recordaba aquellas duras palabras propinadas? El cabello de Takeda ondeando por el viento y su espada que danzaba entre la luz vespertina, ¿a qué hora se daría el combate?

"Qué más da... no soy un oráculo, no puedo ver el futuro. Los sueños nos anticipan aquello que nos da miedo, que nos preocupa, o que echamos de menos, nada más", pensó.

Luego oyó a Yuzuki, hablaba de una audiencia. "Claro, hay asuntos pendientes por resolver", se dijo.

Salió de su letargo y se movió hacia su destino.

Contenido oculto: Movimiento

La casa feudal

 

Jardín - Salón de audiencias
[Takeda; Kenzaburo; Kato; Takano; Nagato; Hideyoshi; Tetsuo]

Takeda guardó aquel fragmento de papel con cuidado; revelaría su contenido a su momento, porque no podía quebrarse en aquel momento, debía mantener la frente en alto; enfrentarse a sus obligaciones, las cuales jamás lo dejarían descansar.

El sirviente regresó y los guio ante el salón principal; dónde se llevaría a cabo la audiencia. La sala era amplia; y en el tatami había pequeñas mesas, en cada una había una taza lista para poder servir un poco de sake. El salón se dividía en tres secciones, a la derecha y a la izquierda se reflejaba el mismo acomodo, espacios dónde los involucrados podrían sentarse y mirar hacia el espacio central, dónde se sentaría el señor feudal. Haciendo así, énfasis en su importancia en ese espacio.

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Takeda; Kato y Kenzaburo entraron; los tres estaban más acostumbrados a una reunión sin rangos, dónde la distribución de los lugares no estaba marcada de ese modo; era una sutil forma de Nagato para decir que él en Shizuoka era superior, y que su palabra era más poderosa.

Aquella audiencia sería difícil.

Takano entró siendo dirigido por otro sirviente, entró a un lado de Hideyoshi. Sora no entró al salón.

Aquel fue un reencuentro incómodo. Había demasiado por decir, pero no era el lugar adecuado.

—He sido informado del resultado de las misiones —mencionó Takano.

—Enfoquemos esfuerzos en sólo hablar de las estrategias de guerra — mencionó Takeda, no quería ahondar en detalles; el peso de la muerte de Mao, la separación de Kuroki y la aniquilación de los Hattori se sumaban a sus preocupaciones. Necesitaba concentrarse.

Aguardaron unos momentos en silencio, hasta que las puertas al salón volvieron a abrirse, frente a ustedes aparecía Nagato, avanzando con fuerza, resonando sus pasos por el tatami para llegar a la tarima central, allí extendió su mano señalando el tatami que ahora se encontraba frente de él, donde los que habían llegado a la reunión se sentarían. Indicándoles que se sentaran.

No iba mostrar ninguna inferioridad de rango. Demostrando sin palabras, que consideraba menos a los presentes.

Tetsuo también entró, incorporándose con el resto; su semblante mostraba su molestia.

Nagato clavó su mirada en Kato —Tu atrevimiento es algo inaudito, tu presencia es una molestia

La audiencia pronto daría inicio, y ya había tensiones. Nagato después miró en dirección a Takeda —Entonces tu dices ser el último de los Minamoto— mencionó inspeccionándolo, dudando de la veracidad de su presencia —Si fueras hijo de quien dices ser... —miró con desprecio hacia Kato —... no deberías confiar tu vida ante el culpable de la muerte de Sogo Minamoto — volvió hacia Takeda — Deberías matarlo en venganza ante tu clan, pero si tienes miedo; yo puedo hacerlo por ti

—Absténgase de iniciar un conflicto interno —mencionó Takano con tranquilidad.

Aun nadie tomaba asiento.

Nagato sonrió —El cachorro defiende al padre —soltó una risa seca —¿Por qué no debo de matarlo? Kato Harima...

—Porque es uno de los míos —Takeda interrumpió levantando su vista a Nagato; pues si algo había entendido es que no permanecería en silencio como lo hizo en Kamakura, y no daría a dudas en sus convicciones como lo mostró en Nagano; hablaría con la autoridad que le correspondía, ese era su deber como líder —Todas las personas que están ante usted son mis aliados; y si los tocas te haré pedazos con todas las espadas que tengo. Esta es mi forma de proteger a mi gente —Sus palabras eran acusatorias pero su voz mostraba serenidad —y mi razón de vivir.

Nagato lo miró con severidad —Entonces si hay en ti un Minamoto...— sonrió —... sólo uno defendería a sus inferiores amenazando a al Señor de la prefectura que está pisando. Nada inteligente, un desperdicio.

—Señor Arima; cree que todos los presentes somos inferiores; su nivel de descortesía me obligaría a retirar a los míos de Shizuoka; pero no lo haré. Porque no peleamos para usted, peleamos por la gente que usted es incapaz de proteger solo —Takeda no retiraría sus palabras. No cuando eran insultos a los suyos.

—Su nivel de arrogancia puede conducirlos a una muerte prematura —amenazó Nagato.

—El comandante incapaz de controlar su irritación, lanzará a sus hombres al asalto como un enjambre de hormigas , con el resultado de que un tercio de sus hombres sean asesinados — Dijo Tetsuo mientras miraba sus uñas con tranquilidad, era una amenaza bastante decorosa.

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rapuma John Whitelocke

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Calles de Shizuoka
[Ukita; Matsuda; Misato; Togashi]

Ukita estaba complacido con la respuesta de ambos —No esperaba oír menos, esta misión debe ser ejecutada ahora; los altos mandos entrarán en una audiencia, aprovecharemos que nuestro posible enemigo crea que todos los Minamoto estaremos involucrados en ello — mencionaba con seguridad, era un plan que había pensado por mucho tiempo —Es por ello que sólo nosotros sabemos de su existencia —cerró los ojos, pues con esto decía que este plan no había sido permitido ni por Takeda o Takano —Seré yo quien asuma las consecuencias si fallamos. Pero eso no sucederá, no podemos hacerlo.

Matsuda afirmó —Es arriesgado; temo más a una represalia de Takano a que nos descubra algún guardia

Ukita soltó una débil risa; su estado seguía algo desgastado; había sido víctima del encierro de Nagato por siete soles, su ropa aun le quedaba holgada y sus ojos aun se veían cansados. Matsuda tampoco estaba en la mejor de las condiciones, sus ojeras lo delataban. Incluso Misato se notaba exhausta de un viaje extenuante. En esta situación, Togashi era el de mejor aspecto, parecía tener más vitalidad que el resto. Pero no podían detenerse a descansar, el momento dado por la audiencia era idoneo y no podían desaprovecharlo.

—Escuchen bien —inició Ukita — Avanzaremos hacia el cuartel general; yo crearé una distracción para que los arqueros se alejen de la zona de la muralla dónde escalarán para entrar. Ya que estén dentro; Togashi, tendrás que hacerte pasar por uno de los guardias; entre los tres tendrán que intentar noquear al guardia mas cercano; Togashi, usarás sus ropas para quedarte protegiendo el acceso que utilizarán Misato y Matsuda para infiltrarse al cuartel. La habitación por donde subirán estará vacía. Ya dentro Matsuda deberá registrar los documentos que indiquen las guardias, así sabremos perfectamente dónde debe estar y que debe de estar haciendo a cada hora —Miró a Misato —Misato, tendrás que buscar a Masashigue, es un hombre que porta una naginata; podrás distinguirlo de cualquier guardia porque en su arma trae atado un listón rojo, que lo condecora como capitán. Síguelo, escucha sus palabras, observa sus movimientos. Haga lo que haga, no actúes por tu cuenta; no podemos arriesgarnos a que nos descubra.

Mencionó mientras se asomaba a las calles —Síganme, es momento de iniciar el plan.

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Kuno Vizard Bruno TDF en el siguiente post inician con el ascenso a la muralla.
Escalar/descender= necesitas tirar un dado de 20 uno para saber si desciendes de aquel lugar sin lastimarte (debes obtener un dado de 15 o superior para evitar lastimarte) sólo tiren 1 dado para escalar y descender. Si caen no serán descubiertos pero perderán -15 pv

Después deben tirar un dado de 20 que represente el noqueo del guardia.
Bruno: debes obtener un dado de 15 o superior para noquearlo.
Kuno: debes obtener un dado de 10 o superior para noquearlo.

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Fuera de la Clínica
[Togashi; Clan Fujiwara; Akari; Hayato; Kyoko; Yuzuki; Kojiro]

Kirara apretó sus puños mientras Taiyo sostenía con fuerza a Shinko; quien no parecía haber prestado atención, absorto en sus pensamientos.



—Lo que propones que haga contigo es algo que debería hacer con Murai; lastimarte a ti o a otros no saciará mi deseo de sangre; nada lo hará, aunque destruyera toda esta ciudad me quedaría el mismo vacío. No me quitará el dolor que siento al ser burlada por él tantas veces — pensó en su padre; su imagen aun era vívida en sus recuerdos; su muerte en Kioto, su despedida. Y el como otro Sugita la salvaba y ahora el otro buscaba su muerte —Sólo quiero que recuerden que mientras Murai escapó a los mejores guerreros de los Minamoto, no pudo escapar de mi, lo atrapé y rompí sus colmillos; para que después ser despojado de su vista y sesgado de su andar. Su intensión nunca fue enfrentarse a ustedes, el busca a los míos; Murai siempre ha sido mi responsabilidad como líder del clan Fujiwara, jamás debí pedirles un favor que no les correspondía —miró con fuerza a Yuzuki —Ustedes han eliminado a la persona que me arrebató mi venganza; cumplieron su promesa como clan de eliminar a un traidor — levantó sus manos para juntarlas y tronar sus dedos con fuerza —Pero Murai está destinado a caer de nuevo en mis manos, y cuando lo haga; lo haré desear haber muerto ante las manos misericordiosas de Takeda...

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—... porque conmigo no encontrará paz; desataré un infierno ante los sentidos que aun le quedan—Avanzó dándole la espalda a Yuzuki —Levántate, no es momento de pedir disculpas; hazlo si uno de los míos muere por este error —siguió avanzando — Tenemos una audiencia a la cual acudir, escucharán la voz de los Fujiwara, pues seremos pocos; pero pisamos fuerte.

Kirara avanzó dejando a todos atrás.

Shinko aun temblaba mientras Taiyo lo sostenía —Gracias por su coraje al venir a darnos tan malas noticias señorita Minami — dijo Taiyo —Lamento que no podamos dar consuelo, esta noticia nos es devastadora; implica volver a vivir con miedo a un ataque por la espalda.

Kojiro hizo una reverencia tanto a Yuzuki como a Taiyo —Esto es la famosa fortaleza de los clanes de las flores —mencionó con seriedad —Cada vez estoy mas convencido de que asistir a esta guerra ha sido lo correcto.

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Monpoke Yáahl

 

Misato Aoyama

El plan había dado inicio, centre mis sentidos apenas Ukita logro crear la distracción lo que permitió nuestro acercamiento a la muralla, debía tener cuidado y no pronunciar palabra alguna al menos no la cantidad necesaria.

Al estar cerca eleve la vista donde la muralla se alzaba, mi respiración bajo su ritmo, centrando de una manera mis pensamientos para mantener equilibrio y no caer.

Escalar, algo que en definitiva no era mi fuerte pero no era de quejarme por algo así a la hora de actuar...y luego estaba el guardia, el recuerdo de mi primera misión en Nara no levanto mi ánimo, hizo falta dar muerte al guardia para no ser descubiertos pero esperaba no se diese tal caso en ninguna circunstancia.

>>Bien...allá voy.

 

Riku
Clínica >> Salón de audiencias

Quede complacido ante la respuesta de Kirara. Entiendo que su odio es dirigido a Murai y no a los Minamoto, aun si su escape son en parte culpables.

Debe morir.
No me importa bajo que mano sea. Siempre y cuando deje de respirar, estaré complacido.

Kirara, si te quieres encargar de matarlo, déjame cubrirte de la manera en que pueda. A ti y a todos.

Es incorrecto pensar que mis conocimientos de medicina serian capaces de combatir los venenos de un experto como él, pero no me daré por vencido. Por cada cosa extra es un camino a la seguridad.

Elije el veneno equivocado y fallaras, porque cada uno de nosotros tendrá en sus manos la medicina para neutralizarlo. Ese sera mí objetivo.

Tanto el mente, apenas me doy espacio para expresar irritación. Incluso tal sentimiento le traería satisfacción.

Observo en silencio unos segundo la espalda de las dos mujeres alejarse, yendo a una reunión de la cual ni me entero. Siempre de un lugar a otro.

"Y solo es su primer día aquí". Hablo ante las palabras de Kojiro. "El futuro nos depara mucho más, estos no son los días donde podamos caer y ser consumidos".

Me desvisto tirando la prenda sucia y arruinada al suelo, poniendo sobre el Yoroi el haori recién cocido. Aquel que ahora me presenta como un Fujiwara.

"Se debe prevalecer ante los sentimientos. Y así lo haremos mientras permanezcamos juntos". Reposo unos momentos mí mano sobre el hombro de Shinko, como una pequeña muestra de consuelo donde no hace falta habla.

Seguiré a Kirara. Sus decisiones y acciones, sean impulsivas o calculadas, lo hace por su clan. Porque aún en media de una rabia bestial, sigue siendo ella.

No has defraudado. Pero no creas te dejare luchar contra Murai sola, cosa se vuelva a escapar o herirte, te acompañere. Porque eliminarlo nos concierne a todos.

 

Togashi
Calles de Shizuoka --> Cuartel

Ukita les dio indicaciones antes de lanzarse a las calles rumbos al cuartel general. El plan era arriesgado y, por si no fuera poco, se estaba haciendo a espaldas de Takeda y Takano, quienes en ese momento debían estar dirigiéndose a la audiencia, si es que no habían llegado. Por tanto, lo que venía a continuación requería precisión y la menor cantidad de errores posibles.

Siguió al grupo hasta la muralla del cuartel. Cerró los ojos para despojar las emociones de su cuerpo y lograr la máxima concentración. Al abrirlo, su semblante y su mirada eran afilados, refulgentes: estaba centrado y nada iba a detenerlo. Escaló la muralla, repasando la parte que a él le competía en aquella infiltración: hacerse pasar por uno de los guardias e impedir que Misato y Matsuda corrieran peligro.

Descendió de la muralla como pudo. Si se lastimó, su concentración le impidió sentir el dolor, pues a su alcance había quedado un guardia. No conocía en qué zona debía golpearle para lograr un noqueo limpio, por lo que optó por estrellar su puño cerrado en la nuca del guardia. Aquello debería ser suficiente, esperaba…

 

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Cuartel
[Ukita; Matsuda; Misato; Togashi; Tsuna; Shiori]

Esperaron un poco a la señal de Ukita, Matsuda estaba alerta al respecto. Ukita inició su distracción; una de las tareas más peligrosas del equipo; pues debía distraer a todos los arqueros para Matsuda, Misato y Togashi subieran sin ninguna preocupación de ser detectados.

La distracción debía ser lo suficientemente atractiva para enfocar a la artillería del cuartel; a su vez no crear ninguna alerta que despertara la movilización de todas las tropas; eso alertaría a toda Shizuoka, la cual se preparaba para una guerra.

Y fue así, como una de las tiendas que varios soldados había colocado en el exterior cayó haciendo que las personas dentro salieran corriendo, quitándose de encima la tela y maderas que caían sobre ellos; lentamente todas las tiendas habían caído del lado este junto a la muralla; alertando a los arqueros y guardias quienes miraban con incredulidad; pues parecía como algo invisible jalaba las cuñas y las piquetas, nadie entendía bien que estaba sucediendo.

Matsuda sonrió y en voz baja hablo —Ese es el famoso fantasma de Uto— afirmó ante Misato y Togashi para que iniciaran su ascenso. Misato tuvo dificultades, cayendo del otro lado lastimándose; mientras que Togashi logró un salto perfecto, digno de admiración; subió con velocidad para bajar de un salto, levantando un poco de polvo alrededor de él, amortiguando el impacto como un experto; incluso hizo que Matsuda pareciera un simple novato, siendo que escalar lo hacía desde niño y se le daba con facilidad.

Los tres avanzaron hacia la edificación cruzando el patio, dándose cuenta que los arqueros seguían distraídos con el espectáculo que les estaba demostrando Ukita. Una lástima que no pudieran verlo.

Al llegar a la edificación, encontraron al guardia que estaba defendiendo la parte trasera de la pagoda; Misato fue la primera en intentar noquearlo sin éxito, alertándolo y justo cuando iba a sonar el cuerno para después voltear a verla; recibió un impacto fuerte en la nuca de parte de Togashi; quien al caer lo sujetó en sus brazos. No pudo ni ver el rostro de sus atacantes.

—Y dime Togashi... —mencionó Matsuda en voz baja —... ¿Qué hacías antes de unirte a nosotros? —dijo con una sonrisa mientras desvestían al pobre guardia; para terminar atándolo y amordazándolo.

Togashi se vistió con velocidad, adoptando la postura del guardia; mientras Matsuda escondía al hombre prácticamente desnudo y noqueado. Después sacó una kusarigama, una hoz con cadena; la cual lanzó hacia la ventana que aun permanecía cerrada, atorando la hoz en el marco, la jaló con fuerza para cerciorarse de que estuviera bien sujeta.

—Subiremos, jala de la cadena para alertarme; yo permaneceré atento —mencionó Matsuda para subir con Misato hacia la ventana. Una acción que Misato vio desempeñar de Ayame, aquella ninja que acompañaba a Kenzaburo.

Ambos subieron; Matsuda abrió la ventana con cuidado, entrando a una habitación vacía, llena de rollos.

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Momento de la segunda fase. Ukita en el post pasado sacó su dado de 20 así que la distracción es tan buena que no deben preocuparse de los arqueros.

Misato debe buscar a Masashigue. por lo que debe tirar un dado de 50 caras:
1-11--- no lo encuentra
12-33--- lo encuentra
34-44--- lo encuentra y se da cuenta que Shiori y Tsuna están encerrados
45-50--- consigue información muy valiosa

Nadie puede descubrir a Misato; su bonificación de de +10 en sigilo la hace prácticamente invisible :3

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Matsuda, debe buscar en los documentos y tirar un dado de 20 caras.

1-10-- no encuentra nada útil
11-20-- encuentra los documentos

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Togashi; debe mantener la fachada de guardia, por lo que deberá tirar un dado de 50 caras.

1-11--- un guardia lo ve y sospecha de él
12-33--- un guardia lo ve, le sonríe y se acerca a platicar
34-44--- un guardia lo ve y lo saluda amistoso
45-50--- un guardia lo ve y le entrega algo

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Fuera de la Clínica
[Togashi; Clan Fujiwara; Akari; Hayato; Kyoko; Yuzuki; Kojiro]

Shinko levantó la vista hacia Yuzuki, sus ojos estaban rojos; pero su mirada mas que tristeza mostraba miedo; se aferró mas a Taiyo para después sumergir su cabeza en sus ropas para evitar que alguien mas lo mirara, apretando sus manos con fuerza mientras Taiyo lo miraba preocupado; pero no dijo nada. Después la mano de Riku sobre el hombro de Shinko provocó que este soltara un grito, algo que nadie había escuchado de él en mucho tiempo; provocando que Kirara se girara y corriera como si aquello fuera una alarma de guerra.

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—Shinko— mencionó Kirara mientras lo abrazaba; él abrió los ojos; la vio y algo en él se activó; soltándose del agarre de su hermana; Taiyo fue el siguiente en reaccionar, pero Shinko se escabulló entre sus brazos para salir corriendo. Kojiro e incluso Yuzuki trataron alcanzarlo pero fue inútil.
Cuando parecía que Shinko se escaparía; Riku logró interponerse junto con Inosuke; frenando el paso y haciendo que Shinko no tuviera más que detenerse.

Kirara avanzó hacia ellos; pero Taiyo la frenó —Déjamelo a mi, debes ir a esta audiencia —mencionó para acercarse a Riku y afirmar con orgullo, sus reacciones habían sido superiores —Ve con Kirara, yo cuidaré de él — Shinko cubrió su rostro, aun temblaba.

—Lamento que mis palabras causaran esto; no era mi intensión —mencionó Kojiro avergonzado ante Kirara y Yuzuki.

—No había pasado en mucho tiempo; pensé que...—Kirara hizo una mueca de desaprobación; para después soltar un gran suspiro —Cuida de él, Taiyo.

Dijo sin detenerse esta vez; debían ir a la audiencia, o de nuevo terminaría siendo relegada de las decisiones debido a su ausencia.

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Jardín - Salón de audiencias
[Takeda; Kenzaburo; Kato; Takano; Nagato; Hideyoshi; Tetsuo; Kirara; Riku; Yuzuki]

Kirara entró junto con Riku y Yuzuki para encontrar un escenario poco común; todos estaban de pie, a pesar de las almohadillas alrededor. Nagato tenía una mandíbula tensada; mientras que Takano se mentenía con su expresión usual de pocos amigos. Takeda se mantenía firme, no mostraba miedo o inseguridad con su presencia. Kato tenía los brazos cruzados con los ojos cerrados, simplemente ignorando aquella situación. Kenzaburo estaba a un lado de Takeda mientras Tetsuo mantenía una sonrisa sarcástica a un lado de Hideyoshi quien también esperaba.

—¿Tenemos una guerra a puertas y nadie es capaz de tomar asiento?— mencionó Kirara sentándose en una de las almohadillas —Hablemos de números y estrategias; no vine a ver lucha de egos ni espectáculos mediocres —Kirara aun portaba la ropa clásica de una medica; no se había detenido a arreglarse ni a portar kimonos elegantes, debía de estar allí para luego volver a sus deberes.

—Los Fujiwara son los que menos números poseen, por lo tanto son los que menos poder tienen en decisión— mencionó Nagato, haciendo entender a Kirara por qué todos seguían de pie.

—Si mi memoria no me falla, después sigue usted señor Arima— mencionó Kirara haciendo que Tetsuo afirmara con mofa.

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rapuma John Whitelocke Yáahl Monpoke