Shizuoka Shizuoka

Togashi
Afueras de la Clínica

Apuró de un trago la medicina antes de seguir a Takano y los demás. No confiaba del todo en la mezcla servida en aquella Clínica por temor a otro ataque estomacal; pero a final de cuentas, en su experiencia anterior se había recuperado. Prefería pasar un posible mal momento en lugar de causar problemas a su clan en su estado actual.

En camino a la salida fueron interceptados por un sujeto a quien no conocía, pero el cual sí pareció reconocer a Takano. Estaba acompañado por otra persona. No pudo identificar a ninguno de los dos. Optó por detenerse detrás del Minamoto para observar cómo aquella persona le cortaba el paso y lo llenaba de preguntas. El malhumor de Takano era más que palpable, casi como una densa nube sobre su cabeza que podría ser cortada por cualquier filo. Togashi se limitó a oír el intercambio entre ambos en silencio, y aprovechó para observar a las demás personas que había en el lugar, todas ellas golpeadas y con leves heridas. Saltaba a la vista que el asunto que los había traído a ese lugar era muy serio.

Finalmente lograron salir de la Clínica, pero el hombre volvió a alcanzarlos, esta vez preguntando por sus nombres. Togashi dudó un instante, preguntándose si de verdad había motivos para mentirle, puesto que la gente parecía estar esperando la llegada de los Minamoto a la ciudad. La respuesta de Kohaku terminó por convencerlo, al parecer la alternativa era mantenerse ocultos.

—Gon… Gonsake —dijo justo al tiempo que le daba un poco de tos—. Me llamo Gonsake —respondió, esta vez con la voz más compuesta. Sólo el destino sabía por qué había elegido el nombre de su hermano para presentarse.

Se preguntó cuál sería la mejor manera de quitarse a aquella persona de encima, pues estaba claro que Takano no quería saber nada con él. Volvió a tener otro ataque de tos; esta vez llevaba bastante mal su enfermedad, pero aquello le dio una idea.

Se aproximó unos pasos hacia el hombre desconocido y su acompañante, Shiori.

—Por seguridad, será mejor que vayan a casa ambos —advirtió en un tono amable, pero no desprovisto de firmeza—. Hemos tenido un largo viaje, pero como podrás ver, me encuentro enfermo. No he parado de toser y… —y como para reafirmar sus palabras, justo en ese momento le sobrevino un poderoso estornudo. Togashi tuvo la precaución de apartar la vista de sus interlocutores y estornudar directo al suelo, impidiendo así cualquier contagio—. No es mi intención que terminen como yo en un momento delicado como éste, pero quizás podamos conversar en mejores condiciones después de que descanse. Al menos ya he tomado una medicina.

 

Tanaka Heya

Dejó a su caballo en el establo, esperando que al menos estuviera mejor que él y continuó su camino a la clínica, pensando en lo nublada que debió haber estado su mente como para creer que Takano era Murai intentando matar a sus compañeros cuando aún estaban en Kamakura: habían maneras mucho más rápidas o silenciosas de matar a alguien que simplemente darle patadas. Al menos Togashi despertó y Heya no hizo nada de lo que pudiera arrepentirse luego.

"Entrenamiento de guerra"- la clínica traía varios recuerdos a Heya. Estuvo en silencio escuchando el intercambio entre Takano y el niño, evitando reír. Bebió el frasco de medicina antes de salir de la habitación, donde cruzó miradas con aquel hombre que a Takano no parecía caerle muy bien.


"¿Me podrían decir sus nombres?". Heya dudó un momento si debería cooperar. Al parecer Kohaku también los conocía, cosa que quitó algo de presión sobre Heya.

"Mi nombre es....Kosuke". Una leve sonrisa se dibujó en los labios de Heya. —Hikomori—. Su voz salió ronca, recordándole que aún estaba enfermo. —¿Tú eres?— Agregó justo antes de que convenientemente le diera un ataque de tos, pues no sabia aún con quien estaba hablando, y preguntarle a aquel tipo seria más rápido que preguntarle a Takano el porqué lo estaba evitando.

 

Fuera de la clínica.
[Takano; Kohaku; Heya; Terunobu; Togashi; Shiori]

Tsunayoshi miró a Kohaku —Te recuerdo, no recordaba tu nombre pero si la máscara; ayudaste a Chiharu en el campo; le va a dar mucho gusto poder volver a verte —mencionó con genuina alegría.

Takano escuchó los nombres que otorgaban Kohaku; Togashi y Heya ante los presentes. Kohaku lo había hecho porque esa fue su orden la última vez que visitaron Shizuoka, y ver como Togashi y Heya siguieron ese patrón lo hizo afirmar levemente, pues le agradaba que trabajaran en equipo sin necesidad de decírselos. Aunque esta vez no era necesario.

—Señor Gonsake, me preocupa el estado de todos ustedes; al venir de la clínica quiero suponer que ya están medicados; Shiori y yo también fuimos recientemente atendidos por nuestras heridas —dijo mirando hacia Heya quien también se presentaba como Hikomori —Mi nombre es Tsunayoshi Arima, soy hijo del señor feudal de Shizuoka; pueden llamarme Tsuna —miró a Takano, confundido pues tampoco sabía su nombre a pesar de ser al que mas ubicaba. Terunobu se mantenía en silencio, alerta de lo que podría suceder.

—Hey Tsuna —mencionó Takano —Debo hablar con tu padre.

—Eso será algo difícil, no suele hablar con civiles....

—Mi nombre es Takano —dijo interrumpiendo a Tsuna; pues debía iniciar su suguiente jugada, de ese modo sabría si las acciones de Hideyoshi habían sido correctas— Soy el estratega militar del clan Minamoto, hemos venido a planear la guerra en Shizuoka— miró al resto —No necesitamos encubrirnos mas —volvió la vista hacia Tsuna —nuestro diplomático se adelantó, su nombre es Hideyoshi, seguramente ya ha hablado con tu padre a nombre de nuestro líder, Takeda Minamoto.

Tsuna se quedó sin palabras, sólo les indicó que lo siguieran, incluyendo a Shiori. Avanzando hacia la casa feudal.

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Casa Feudal
[Hideyoshi; Goro; Tetsuo; Takano; Kohaku; Heya; Terunobu; Togashi; Shiori]

Nagato y Hideyoshi habían comido y bebido con exceso; mientras que los presentes los observaban con incomodidad. Chiharu se escondió detrás de su tazón cuando Hideyoshi le recalcó su habilidad con el arco.
Goro lo miró algo desconcertado, no sabía que decir ante eso, pues el estaba allí esperando una respuesta que aun no le habían dado para ir a Tsu. Tetsuo observó con recelo a Sanada dando un sorbo a su sake, mientras que Sanada comía plácidamente.

Nagato se levantó de golpe al ver como caía Hideyoshi —¡¿Los Soga no resisten una noche de sake?!— preguntó mientras reía, avergonzando por completo a Chiharu. —¡Necesitas mas entrenamiento!— dijo bebiendo directo de la jarra.

Tetsuo lo observó anonadado —No deberían ponerse tan ebrios con un ataque próximo —mencionó soberbio a pesar de que sus mejillas también estaban enrojecidas.

La cena fue interrumpida por Tsunayoshi, quien deslizó las puertas con fuerza, dejando pasar a todo el grupo que acompañaba a Takano; Terunobu; Kohaku; Heya; Togashi y Shiori.

Lo primero que encontró Takano fue a Hideyoshi en el suelo; perdidamente borracho y dormido; llevándose sus dedos a los párpados, masajeándolos con dureza.

Chiharu se levantó al reconocer a Kohaku, Tetsuo levantó su vaso con sake al ver a Terunobu.

Nagato observó a los presentes, estaba tan borracho que no estaba molesto por la intromisión —¿Y ustedes quienes son? —preguntó bebiendo.

Takano lo observó e hizo una reverencia—Somos parte del clan Minamoto; mi nombre es Takano...

—Ah, el hijo de Kato Harima ¿eh? —dijo acercándose con fuerza alertando a Takano quien se irguió y comprimió los puños; pero Nagato lo sacudió de los hombros —Bebe muchacho —se giró ante los recién ingresados —Todos beban y coman —levantó su jarra mientras Takano se alejaba de él —¡Por destruír a los Taira!— bebió hasta terminarse la jarra.

Hideyoshi había cumplido, Nagato no era hostil ante su presencia, eso era bueno; pero Takano no veía a alguien en aquella mesa y eso le preocupaba.

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Soga no Hideyoshi 曽我秀吉

Casa feudal

No estaba seguro si habían pasado unos minutos o un par de horas en su sueño de borrachera, y la verdad, para el lector puede ser significativo pensar en estas escalas, pero para Hideyoshi la pregunta no tenía mucho sentido, ya que en esos tiempos no se pensaba el tiempo de manera serial y cuantificada en horas y minutos como se conceptualiza hoy en día. No obstante, eso no impidió que Hideyoshi se lo preguntara en su propio idioma y con sus propias nociones. Al fin y al cabo, no pensaba en algo muy diferente de minutos y horas cuando se preguntaba si solo habría pasado "un poco de tiempo" o "un poco bastante".

Mientras se levantaba con dolor de cabeza, nuca y aun sintiendo las heridas del entrenamiento de la tarde, Hideyoshi notó la presencia de Takano. La voz estruendosa de Nagato lo había despertado.

—¡Tacaño!—dijo tosiendo—perdón, digo, Takano—se corrigió.

Se levantó casi de golpe, y miró a Nagato.

—No sé si hubo presentación, pero él es Takano, el hijo de Kato Harima, era el hombre que estábamos esperando, y junto a él... parte del clan Minamoto por lo que veo, solo una parte—no podía ocultar la decepción de no ver a nadie más de los que veía, ni Mao, ni Kenzo, nadie de los Tao ni los Fujiwara, ni Yuzuki que parecía tener un enamoramiento adolescente por Takano—solo una parte... pero una parte importante—repitió, antes de dirigirse a Takano—. Al señor Nagato no le gustan las formalidades, simplemente pasen y disfruten, coman y beban, como verán, yo ya he disfrutado un poco del sake—se imaginó la cara de Takano cuando lo hubo visto estampado en el suelo, y sintió escalofríos—. Está todo bien, aquí todos tenemos el mismo objetivo, derrotar a los Taira. Disfrutemos esta noche, que aun quedan unos días para la batalla.

Buscó una excusa para acercarse a Takano, y para ello se acercó al grupo. Se alegró de ver a Togashi, y volvió a acercarse como para indicarles donde ubicarse, pero era una excusa para decirle algo al oído al comandante de los Minamoto.

—Togashi, ¡cuánto tiempo! Me alegro de verte—dijo antes de tener a Takano a un aliento de distancia, para dirigirse a él—. Realmente las cosas están bien, Shizuoka ha llegado a un buen entendimiento con nosotros, incluso hemos redactado un documento, aquí quedó una copia, otra fue enviada a Takeda, ya la verás. Pero mentiría si no dijera que hay un par de asuntos que me preocupan, luego lo hablaremos en privado.

Se tomó la cabeza, realmente le dolía. Necesitaría descansar unas horas más.

 

Casa Feudal
[Hideyoshi; Goro; Tetsuo; Takano; Kohaku; Heya; Terunobu; Togashi; Shiori]

Takano bufó ante las primeras palabras de Hideyoshi; si no estuvieran frente a un señor feudal, hubiera recibido una patada allí en el suelo, así como lo había hecho con Daichi y Togashi en Kamakura. Pero Nagato no se alejaba al comportamiento de Hideyoshi, posiblemente aquello no fue planeado; pero moverse al ritmo de Nagato funcionaba para crear mejores relaciones, así que no dijo nada; estaba en un ambiente donde el comportamiento de Hideyoshi era el correcto, estar borracho y alegre, obviamente eso le molestaba.

—¡El hijo del desgraciado Kato Harima! —Dijo Nagato golpeando la espalda de Takano quien apretó los labios mirando al techo, deseando haberse ido mejor a un shukusha a descansar —Mira, tienen la misma mirada antipática— comenzó a reír esperando que los demás lo hicieran —El hijo nunca supera al padre; pero es bueno tener a un Harima en Shizuoka.

Aquel comentario le cayó de peso a varios de los presentes. Tetsuo en especial se notaba molesto mirando hacia Nagato.

Tsuna estaba avergonzado de su padre pero impresionado al ver al honorable Soga de ese modo, sonrió al escuchar sus palabras, era un hombre muy gracioso, a diferencia de su padre que era molesto estando ebrio.

Miró a Shiori, la había guiado hasta aquí; se sintió algo apenado pero ya era muy tarde como para decirle que se reunirían después —Ella es Shiori, también peleará por Shizuoka — mencionó haciendo que Chiharu, su hermana menor, sonriera ante Shiori; pues era bueno al menos tener a una mujer mas en aquella mesa.

Takano escuchó las palabras de Hideyoshi, era bueno saber que al menos no estaba completamente perdido en el alcohol —Ukita —mencionó en voz baja —¿Está bien? —preguntó cruzándose de brazos frente a la mesa, sólo quería una respuesta corta, observando a Nagato emborracharse aun mas. Su cabeza punzaba; por lo que los gritos lo ponían mas irascible; pero debía comportarse, no comprometería lo que Hideyoshi ya había logrado con su labia y buen humor.

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John Whitelocke

 

Togashi
Afueras de la Clínica --> Casa feudal

El nombre falso que ofreció a Tsuna al final no había sido necesario. Togashi presenció cómo Takano se presentaba con su auténtico nombre y revelaba sin más la naturaleza del grupo que conformaban, tras lo cual aquel hombre, hijo del señor feudal, se limitó guiarlos hacia el edificio donde hallarían a su padre.


Si había un escenario que no esperaba hallar, era el de Hideyoshi durmiendo en el suelo y al señor feudal afirmando que necesitaba entrenamiento en el consumo de alcohol al tiempo que vaciaba una jarra enfrente de todos; todo esto acompañado por el barullo de los invitados a aquella suerte de descontracturado banquete. Togashi observó el lugar con su tosca seriedad de siempre, pero una ligera sonrisa asomó a sus labios por todo lo que veía: siempre había detestado las formalidades, por lo que encontrarse en un lugar más relajado y fuera de protocolos le cayó bien, a diferencia de lo que ocurría con Takano. Notarlo tan frustrado e indignado hizo que recuperara su semblante impasible. En parte entendía la molestia de Takano, al fin y al cabo estaban padeciendo los mismos síntomas.

Fue entonces cuando Hideyoshi se levantó. El diplomático notó la presencia del grupo, ante lo cual se levantó con movimientos torpes y se acercó hacia él para recibirlo con una alegre bienvenida, a la que Togashi respondió con un calmado gesto de la mano. Observó el intercambio de palabras con Takano, aunque consideró oportuno no intervenir de momento.

 

Soga no Hideyoshi 曽我秀吉

Casa feudal

A Takano se lo notaba algo ansioso, no pudo esperar a que estuviera en privado para debatir, pero era algo entendible ya que Ukita había sido una preocupación del clan que le había robado el sueño a más de uno.

—Logré que lo liberaran y que se amigara con Nagato—susurraba—, pero me preocupa su ausencia. Luego le comentaré en detalle.

Ya eran muchas palabras dichas casi al oído, por lo que le pareció más prudente alejarse un poco. Notó que Kohaku también estaba escuchando lo que le decía a Takano, por eso había susurrado para que él también pudiera oír, así como Togashi, pero no para que pudieran oír los demás.

Volvió a sentarse y atinó a tomar el sake, pero se decantó por el agua.

—Señor Nagato, demasiado sake por hoy. Quiero que me curen las heridas así mañana puedo seguir siendo productivo, y sin secuelas del alcohol.

"Ukita, ¿algo te ha pasado? ¿Estará el traidor en el cuartel? ¿Cuánto tardará mi rumor en surtir efecto?", pensaba.

Eran preguntas que debían esperar una respuesta.

 

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[Hideyoshi; Goro; Tetsuo; Takano; Kohaku; Heya; Terunobu; Togashi; Shiori]

Takano observó la leve sonrisa en el rostro de Togashi y no dudo en reprocharle —¿Te divierte?

Chiharu afirmó ante Kohaku —He seguido practicando —iba a decir mas pero se distrajo con la presencia de Chiasa— No creí que los volvería a ver tan pronto, y mucho menos dentro del castillo; la última vez que nos vimos parecías querer evitarlo a toda costa —mencionó para después alejarse un poco, momento que Kohaku aprovechó para escuchar los susurros de Hideyoshi.

—Bien hecho—mencionó Takano, no quería hablar demasiado al respecto, no en la comida, no enfrente de tanta indisciplina. Kohaku y Togashi también pudieron escuchar lo sucedido con Ukita.

Chiharu regresó con Kohaku y le ofreció semillas de girasol a Chiasa, las había tomado de la mesa, pues eran una buena botana, y Shizuoka gozaba de girasoles, así que eran un regalo del dueño del Oyaji hacia Chiharu.

Nagato sonrió ampliamente a Hideyoshi —¿Quién te ha acomodado la paliza? —preguntó burlón —¿Retaste a Sanada a un duelo? —dejó la jarra frente a él, golpeando con fuerza la mesa —Ve a tu habitación, yo me encargaré de que un médico te atienda; no salgas en esas condiciones a las calles, borracho y herido, una mala combinación.

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Chiharu avanzó a un lado de Kohaku, siguiéndolo a la mesa; ella ya había comido así que sólo se dedicaría a hablar con él, algo que le resultaba refrescante; pues a veces sentía que tenía que hablar como una adulta frente a todos esos hombres —Cambié el ángulo de disparo, en lugar de clavarlas de frente, las clavaba en un ligero ángulo, así me era más sencillo sacarlas del árbol —sonrió orgullosa —Lo entendí al ver como los agricultores usan la hoz para cortar los tallos, si cortan horizontalmente la planta muere más rápido y resiste mas al corte. —observó a Chiasa —Tomoka-dono siempre lo hacía, me regalaba varias semillas que encontraba mientras limpiaba el campo de girasoles —la mirada de Chiharu se clavó en la mesa, humedeciéndose un poco —Hace tres soles Osuka murió— apretó su hakama sobre sus rodillas —Quedó dormida, observando el campo de girasoles, Tomoka-dono ya no cuida el campo de girasoles.

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Chiharu no podía levantar la mirada pensando en Tomoka —Perdona por decírtelo ahora, debí haber esperado a que terminaras de comer; seguramente he arruinado ese último bocado— mencionó mientras arreglaba los platos acumulados, dejándolos apilados en un intento de distraerse de sus pensamientos.

—Los girasoles están bien, aun resisten a pesar de todo, siguen mirando hacia el Sol; porque es una flor resistente, soporta varios soles sin agua— mencionó alejando los platos mientras Nagato la observaba atento, a pesar de su embriagués.

Después las palabras de Kohaku la hicieron levantar nuevamente la vista —Me encantaría hacerlo; he tratado de hablar con él pero se ha encerrado en el Oyaji, no he podido convencerlo. Sale por las mañanas al balcón dónde su esposa descansaba; pero se encierra por el resto del día; ahora mismo no lo encontraremos; pero podemos intentarlo mañana por la mañana —Chiharu estaba emocionada, la idea de que Kohaku la acompañara era prometedora, tal vez el lograría algo que ella no había logrado.

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Gigi Blanche

 

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Chiharu sonrió al escuchar su nombre —No me has mentido; Kohaku-kun —utilizó su nombre —Tus ojos hablaron por ti aquella tarde, fui yo quien no supo escuchar —aquella tarde cuando se conocieron; mostró su rostro ante Chiharu, y sus ojos destellaron junto a los girasoles — Hay verdades que se ocultan; pero no por ello se convierten en mentiras —Las palabras de Chiharu eran sinceras, siempre lo habían sido; confiaba en él, no juzgaba su carácter por sus palabras, sino por sus acciones.


—Ahora que eres miembro del clan Minamoto, entiendo tus razones; fuiste prudente e inteligente. Tu líder es privilegiado de tener a alguien como tú entre los suyos—mencionaba con cercanía, como si lo conociera de bastante tiempo atrás — Entonces, Takeda Minamoto sigue con vida —dijo mirando hacia Takano— Es difícil creerlo, todos crecimos con las historias del exterminio de los Minamoto en Kioto, en verdad me es difícil imaginar como alguien pudo haber escapado tan fácilmente de un sitio tan amurallado y protegido como lo es la capital.

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Gigi Blanche

 

Soga no Hideyoshi 曽我秀吉

Casa feudal

Se dirigió a la habitación, agradecido de que por fin recibiría un poco de atención. No era solo eso, se marchó en silencio esperando que Takano lo interceptara o se acercara a su habitación para poder terminar de conversar, pero debería ser antes o después de que lo atendieran, ya que no podían confiar en cualquier persona sabiendo que había alguien que conspiraba en contra de Shizuoka.

"Si Takano no llega poco después de que me hayan curado, simplemente me echaré a dormir", pensaba.

Caminó por la gran morada de la familia de Nagato, entre los pasillos y las pinturas de arte autóctono. Finalmente halló su habitación y esperó allí a que llegaran para atenderlo, supuso que Nagato no fallaría en enviarle alguien a pesar de su borrachera. Él no estaba mucho mejor, aún sentía la falta de lucidez, pero toleraba mejor su estado debido a que había logrado dormir un poco.

Aún le dolía la nuca.

 

Soga no Hideyoshi 曽我秀吉

Casa feudal

Se despertó casi como nuevo. El sueño había sido muy reparador, pero fue clave que lo atendieran antes de ir a dormir. Los moretones y magulladuras eran solo manchas en la piel, apenas dolían.

Salió de su habitación bebiendo de un cuenco de agua. Se acordó que aún estaba desarmado, y sintió un poco desnudo su cuerpo al notar que sus kodachis seguían sin su amo.

Entro a la habitación de Takano. Estaba con un tablero de shogi, y también estaba Ukita. "Ahí tienes lo que tanto te preocupaba", se dijo.

—Tenemos que hablar lo que quedó pendiente de anoche—ya no había atisbo ni rasgo de la borrachera de la noche anterior, su cuerpo procesaba las secuelas del alcohol con gran eficiencia—, podemos hacerlo jugando al shogi si quieres, ¿qué tan bueno eres?—se dirigía a Takano.