Shizuoka Shizuoka

Calles de Shizuoka
[Hideyoshi]

Su contacto afirmó ante la nueva misión —Buscaré en todo Japón si es necesario; nosotros siempre estaremos en deuda con el clan Soga —ella habló con seriedad para después alejarse e iniciar su búsqueda —Lo mantendré informado por medio de misivas, por favor; no oculte su rastro o no llegarán nunca.

La mujer se dirigió rápidamente a la salida de Shizuoka. Mientras tanto Ukita caminó hacia él, era de esperarse que él podía rastrearlo con facilidad. Su rostro aun no parecía recuperar el color, seguía algo débil —Fue duro el entrenamiento por lo que veo —mencionó Ukita al ver los golpes y el sudor en Hideyoshi.

—Necesito hablar contigo —mencionó indicándole que lo siguiera; pues no quería hablar en las calles. No lo guio a ningún establecimiento, simplemente avanzaron en dirección al Oyaji, junto a este había un campo enorme de girasoles; eran lo suficientemente altos para esconderse entre ellos.

—Hay un traidor entre los hombres de Arima —mencionó mientras miraba a sus costados revisando que nadie los estuvieran oyendo, gracias a su habilidad, podía asegurarlo —El tercer día de mi encierro no pude dormir debido al dolor de los golpes del señor Arima; así que pude escuchar por las paredes de la celda por la noche. Uno de sus hombres planea traicionarlo, aun no sé quien es pero planeo averiguarlo ahora que soy un hombre libre.

Ukita era un hombre serio, por lo que su expresión era apacible a pesar de la situación —Debía avisarte; pues no está en mis planes que me acompañes, necesito que esta tarea sea realizada con sigilo —mencionó eso con el tacto necesario — Creo que el señor Arima sospecha de esto; pues tiene una mala relación con todos aquellos que son espías o tienen las habilidades como detectives.

Guardo silencio esperando la respuesta de Hideyoshi para después recordar que debía decirle algo mas —Agradezco tu ayuda, gracias a ti me han liberado de aquellas torturas.

 

Soga no Hideyoshi 曽我秀吉

Calles de Shizuoka

Hideyoshi se había quedado bastante contento por la respuesta que le había dado su contacto. Pensaba que quizás pudiera dar con su maestro, Shinomori-san, o al menos con alguna escuela que le permitiera retomar los estudios de la técnica que había dejado deteriorarse con el paso de los años.

El hallazgo de Ukita le trajo un cambio en su estado anímico.

—No tienes que agradecerme, de no haber logrado tu liberación Takeda estaría aquí ahora mismo armando un escándalo y poniendo todo en peligro—pero eso no le interesaba—. Me preocupa lo que dices acerca del traidor, deberemos hablarlo con más detalle si te parece, y tendremos que tratar esto directamente con el señor Arima pero antes deberíamos estudiar un poco más la situación, para medir nuestras palabras antes de hablar con él, pero tampoco podemos demorarnos mucho.

Pensó un poco en la información que tenía, que no era mucha, sobre las relaciones y vínculos de clan y parentales en Shizuoka.

—Así que escuchaste eso en la celda... si pensamos un poco, es probable que hayas oído a un guardia hablar de eso. Esto no es definitivo, pero es probable, ¿no lo crees? Y si un guardia dispone de esa información es porque puede que la fuente de la traición provenga dentro de la guardia misma de la ciudad. Si yo fuera Akishino, probablemente recurriría a la autoridad del jefe de la guardia de la ciudad para tratar de sublevar las tropas en contra de su legítimo señor, y así dar un golpe interno. Deberíamos investigar al hombre de la naginata, y no descartar a ese otro hombre que había ingresado con paso firme, el de baja estatura con pelo lacio y ojos fríos. No sé sus nombres, pero hay trabajo por hacer.

Razonó un poco más. No podía obviarlo, de lo contrario, estaría sesgando mucho su visión.

—No me gusta desconfiar de quienes aprecio, pero los hijos del señor podrían estar involucrados. Si su hija quiere acceder al poder antes de lo previsto, o si Tsunayoshi está desesperado ante la idea de que el futuro de la ciudad quede en manos de su hermana... todo puede ser, pero yo comenzaría a investigar a la guardia.

Esperó la respuesta de Ukita, el tema era sensible, y no podían tomarlo a la ligera.

 

Jardín de girasoles
[Hideyoshi]

Ukita afirmó —También creo que pueda ser uno de los guardias, y es por ello que no dije nada al señor Arima, él pensaba que yo era un espía del norte; pero estoy seguro que sus ataques hacia mi eran más por ser del norte que por ser un espía. Hay temas sensibles que descubrir de él, no confía fácilmente de los demás; si yo le decía mis sospechas simplemente las descartaría y arruinaría todo con su boca floja —señaló a Hideyoshi —pero de ti se fio en un sólo día, es posible que si obtenemos buena información será mejor que seas tú quien se la de —No sólo Nagato sentía tensión hacia Ukita, Ukita también parecía reacio a intercambiar palabras con el señor de Shizuoka.

Ukita guardó silencio mientras escuchaba sus alrededores, debía siempre de vigilar que no fueran escuchados —Yo investigaré en el cuartel, si desconfías también de los hijos del señor Arima, creo que será mejor que tú me ayudes con eso, tus habilidades son mejores si de hablar se trata —mencionó para después levantar la mano en alerta.

El sonido seseante de una flecha se escuchaba cerca. Ukita le indicó a Hideyoshi que esperara allí, para explorar un poco antes de regresar con él —Es Chiharu, la hija del señor Arima; está practicando con el arco; puedes hablar con ella, investigar un poco. O si quieres y ves prudente, puedes acompañarme; iré a investigar un poco a los guardias.

Contenido oculto

John Whitelocke puedes ayudar a Ukita o investigar a Chiharu. Si quieres observarla en secreto deberás tirar un dado de 20 caras y obtener 15 o mas de 15 para tener un sigilo que te evite ser descubierto, o simplemente salir de entre los girasoles xD

 

Soga no Hideyoshi 曽我秀吉

Jardín de girasoles

Escuchaba todo con suma atención, este tema lo tenía seriamente preocupado. Ukita parecía alguien bastante sensato, la impresión que tenía previamente sobre él estaba nublada por los prejuicios. Se lo había imaginado como alguien bruto y torpe, pero hasta ahora parecía demostrarle más bien lo opuesto.

—Estoy de acuerdo contigo en todo. Te dejaré el tema de los guardias a ti, estoy seguro que podrás manejarlo, y espero puedas averiguar algo. Nos reencontraremos antes de que caiga el sol, si te parece—y miró hacia la dirección donde provenía el siseo de las flechas lanzadas al viento—. Me interesa conocer a la hija del señor, a esa mujer que al parecer es tan fuerte que el propio Nagato la prefiere antes que a su primogénito varón.

Con estas palabras se alejó, esperando que Ukita hiciera lo mismo para cumplimentar su propia misión con los guardias.

Entre los girasoles, trató de observar a la noble joven que encandilaba a todo Shizuoka. ¿Es realmente oro, esta mujer que brilla tanto? Quería descubrirlo.

"Lamento no tener las habilidades de Mao ahora mismo, esa jovenzuela era hábil para moverse sin ser detectada", pensó, recordando a una camarada del clan, sin saber que esta estaba siendo buscada por traición.

 

​

 

Jardín de girasoles
[Hideyoshi]

​

Hideyoshi se encaminó guiado por el sonido de la flecha entre el campo de girasoles. Pero sus movimientos fueron muy bruscos y provocó que la joven apuntara con su arco ante Hideyoshi, la flecha ya estaba tensada, lista para disparar. Pero Chiharu se mantuvo en aquella posición, sus manos no temblaban su mirada fija en el samurai.

Era una niña; posiblemente de la edad de Mao o un poco mayor; cabello corto y mirada amplia.

—Veo que a simple vista estás desarmado —dijo sin bajar el arco —Tus pasos fueron fuertes, mucho más que los de un animal salvaje. Sacudiste los girasoles a tu paso, dándome el sitio perfecto para apuntar. Puedo soltar la flecha ahora, podría herirte de gravedad —Destensó la flecha y bajó con delicadeza su arco, sintiéndose capaz de controlar la situación, siendo que aun se encontraba a una distancia prudente de Hideyoshi. Si este se movía de manera peligrosa, podría tensar el arco nuevamente con tiempo suficiente —Yo puedo perdonar tu intrusión en el campo de girasoles; pero si te ve el señor Tomoka, seguro te golpea. Estás en su propiedad privada.

Chiharu se acercó al árbol donde estaba clavando las flechas, las arrancó con dificultad; pero lo logró —Te vi ayer en la casa feudal —mencionó —Sé que eres un invitado de honor; pero actúas como bandido tratando de esconderte entre los girasoles. Si eres un samurái, no deberías actuar de esa manera.

Contenido oculto

—No nos han presentado; mi nombre es Chiharu; hija del señor Arima; hermana menor de Tsunayoshi —hizo una reverencia — ¿Usted es?

Contenido oculto

John Whitelocke

 

Soga no Hideyoshi 曽我秀吉

Jardín de girasoles

Hideyoshi no esperaba ser reprendido por una niña a quien apenas acababa de conocer. Se acercó un poco, pero no demasiado ya que la jovencita había mostrado poca confianza ante su presencia.

—Por suerte el señor Tomoka no está, ¿no?—sonrió ante su propio chiste—. Reconozco que puedo parecer un bandido, y un samurai no debería actuar de esa forma. Pero ocurre que no solo soy un samurai, también soy un diplomático, y por definición, también he sido un espía—no creía que esas palabras fuesen a servir para caerle mejor a la niña, pero quería ser sincero luego de haberse ocultado entre la vegetación—. Mi nombre es Hideyoshi... Soga no Hideyoshi, y estoy aquí para ayudar a tu familia en la defensa de la ciudad.

Observaba su pose con el arco, su flecha ya destensada, y su cabello. Le recordaba a una niña de la que se había enamorado hace más de veinticinco años.

—Quería conocer a la hija del señor, y ver de qué estaba hecha la señorita que parece ser la gran promesa de Shizuoka.

 

​

Anochece en Shizuoka.

Jardín de girasoles
[Hideyoshi]

Chiharu sonrió levemente ante el chiste; pero se giró a mirar al Oyaji, en el balcón no había nadie asomándose a esas horas. Volvió la vista hacía Hideyoshi para escucharlo atentamente —Soga; un apellido con gran historia; su familia se ha desempeñado como grandes aliados a lo largo de la historia, siendo considerados como grandes diplomáticos, si tenemos a alguien como usted con nosotros, seguro podremos hacer una mejor estrategia. Mi padre es demasiado emocional.

Mencionó colgando su arco en su espalda mientras guardaba las flechas en su carcaj; al parecer su entrenamiento había terminado —Eso soy señor Soga, una promesa; porque nací mujer —dijo sujetando con fuerza la última flecha, si fuera más fuerte seguro la hubiera roto en dos —Y por ser mujer y ser de una casa de alta alcurnia, me vuelvo un producto político —observó a Hideyoshi —Por lo tanto una promesa para el imperio. Y mi padre es obstinado, no sigue reglas impuestas; no entiende que debo casarme con un Taira para mantener la paz. Para evitar la muerte innecesaria de mi gente.

Guardó esa última flecha —Yo nací lista para defender a Shizuoka; y sé que al ser mujer no sería necesariamente con mi arco y flechas; si eso era soportar el martirio de un matrimonio impuesto, lo habría hecho — Se estaba sincerando por completo con Hideyoshi, su enojo era palpable —Mi padre es tan tibio que cree que sus hijos son iguales; yo no flaquearía ante un Taira, yo primero tomaría mi propia vida antes de que me utilicen como moneda de cambio.

Contenido oculto

John Whitelocke

 

Soga no Hideyoshi 曽我秀吉

Jardín de girasoles

Entendió que aquella joven venía atravesando un momento difícil en los últimos tiempos. Al pensar en la situación empezó a recordar que no venía aquí para compadecerse de otros, sino para investigar. Lamentaba que aquella joven que le recordaba tanto a su primer amor tuviera que sufrir así, y sobre todo que él tuviera que sospechar de ella.

No obstante, Hideyoshi decidió aplicar el razonamiento lógico para tratar de llegar a algunas conclusiones a partir de lo que escuchaba.

"Es poco probable que ella sea la traidora. Está claro que no tiene la más alta opinión de su padre, pero él es también un activo defensor de la libertad de su hija. Ella misma acaba de decir que prefiere quitarse la vida antes que ser una moneda de cambio, ¿y no es eso contra lo que se opone su padre en definitiva? Sería poco razonable para ella traicionar a la persona que se opone al vínculo por el que tanto asco ella siente", pensaba.

"Tampoco creo que me esté mintiendo con todo esto que me cuenta, ya que no hay forma que ella pueda sospechar que estoy acá para investigarla, por más que me haya visto escondido entre la vegetación", sopesaba.

Su inclinación era descartar a Chiharu como posible sospechosa de la conspiración contra su padre y señor. Por ende, optó en relajarse un poco en su trato.

—Hay algo mejor que puedes hacer con un Taira, antes que optar por el suicidio. En lugar de tomar tu vida, puedes tomar su vida. A eso estamos dispuestos jovencita.

Decidió acercarse, tratando de entablar una mayor confianza.

—Chiharu... por lo que lucharemos en unos pocos días y noches será por la libertad de tu familia para decidir su futuro. Para que tú puedas decidir tu futuro. No es propaganda, es así. Hemos redactado un documento con tu padre que así lo afirma, si ganamos, no tendrás que pensar en casarte contra tu voluntad, no tendrás que volver a vislumbrar esa posibilidad. Si los Taira ganan puede que te quieran tomar a la fuerza, casarte con un noble aliado o afín al imperio, y convertirte en esposa y rehén de lujo—hizo una pausa—, eso si es que no deciden someter a tu familia al genocidio—cerrando la idea bastante lúgubre.

Pero pensó que era atinado agregar algo más, para que todo cerrara perfectamente.

—Incluso si ahora mismo alguien traicionara a tu padre y entregara Shizuoka, no sería garantía de nada. Puede que tu propio padre cambie de opinión y se entregue, aun así, no sería garantía. El solo indicio de rebelión ante el imperio llevará al ansioso de Akishino a tomar rehenes y buscar garantías más acordes con las costumbres de la institución imperial—su idea se clarificaba, a lo que apuntaba—. Solo hay un camino para la libertad, para el honor y futuro de tu familia, y es la victoria. En esta situación, no hay medias tintas, no hay grises.

"Claro que hay grises, claro que hay medias tintas. Siempre los hay en la política, pero lo que más sirve ahora para la causa Minamoto es que esta familia vea esto como un asunto de vida o muerte, de blanco o negro", se decía a sí mismo.

 

Jardín de girasoles
[Hideyoshi]

Chiharu afirmó —Entiendo; la situación en Shizuoka es compleja; pero confío en la victoria, mi padre será obstinado; pero es el mejor guerrero que he visto jamás. Derrotarlo no será sencillo, y menos con la guardia de Shizuoka y ahora el clan Minamoto de nuestro lado —hizo una reverencia —Esta ayuda a mejorado el humor de mi gente, es por eso que aprecio su presencia en esta ciudad.

Se irguió nuevamente —Ahora debo volver a casa; no quiero que mi padre movilice a toda la guardia porque no aparezco a la hora de la cena— miró hacia Hideyoshi —¿Usted también viene a cenar?— preguntó pues estaban siendo huéspedes en la casa feudal, su hogar.

Chiharu sentía confianza con Hideyoshi; a pesar del pésimo encuentro, el hombre se había justificado y no tenía por que desconfiar de un aliado tan importante. Aun tenía mucho que aprender de la vida.

Contenido oculto

John Whitelocke

---

Afueras de Shizuoka
[Takano; Kohaku; Heya; Terunobu; Togashi]

Takano guió al equipo fuera de Kamakura; pero el clima fue inclemente, haciendo que la enfermedad de Kohaku se extendiera al resto; la gripe los había debilitado en el camino. Llegaban en la noche a Shizuoka, con el frío que calaba en cada parte de su cuerpo.

—Iremos a la clínica antes de reunirnos con Hideyoshi—mencionó Takano manteniendo su equilibrio a pesar de tener un rostro enrojecido por la fiebre; bajó del caballo dejándolo en los establos de las afueras de la ciudad, invitando a que el resto hiciera lo mismo; también ellos debían descansar de aquel largo viaje.

Lo siguieron sin quejas, pues la verdad es que todos necesitaban el tratamiento.

---

Clínica
[Takano; Kohaku; Heya; Terunobu; Togashi]

Ingresaron a la clínica; donde rápidamente fueron atendidos por una mujer; el sitio tenía a varias personas con algunos moretones y una que otra nariz sangrante, al parecer todos eran simples civiles.

—Entrenamiento de guerra —mencionó Terunobu mientras inhalaba sus propias secreciones nasales evitando que estas escurrieran de frente. La mujer los llevó a una habitación que compartirían con un pequeño niño con las rodillas raspadas.

—Enfermedad de viajero— mencionó la mujer al llevar su mano a la frente de Togashi, algo que la ruborizó a ella —Les traeré un poco de medicina para ello; estarán en perfectas condiciones mañana por la mañana, sólo necesitan beberla y descansar.

La memoria de Togashi no le traía buenos recuerdos de la última medicina que ingirió.

—¿Cuál es el costo por cada frasco? —Preguntó Takano mientras sacaba su bolsa con monedas.

—Diez monedas por cada una— mencionó la mujer mientras Takano le extendía el costo por todos los presentes, ella tomó el dinero y se retiró de allí para ir por la medicina

Contenido oculto: Etiquetas

Gigi Blanche Bruno TDF OneMoreee

 

Soga no Hideyoshi 曽我秀吉

Jardín de girasoles

El encuentro había terminado siento notoriamente agradable, algo que reconfortaba al viejo diplomático, ya que a fin de cuentas la joven le caía muy bien. Pensó en responder afirmativamente ante las palabras de Chiharu, pero lo sopesó un poco mejor.

—Iré a cenar con ustedes, solo espero que me aguarden un poco, o que comiencen sin mí. Tengo un último pequeño asunto que resolver antes de la cena.

Se despidió de la jovencita para alejarse brevemente del jardín hacia las calles de Shizuoka.

Calles de Shizuoka

"Es bastante improbable que el traidor se encuentre en la hija del señor, ¿entonces puede que Ukita haya dado con el traidor cuando fue a investigar a los guardias? No lo sé, debería hablar con Ukita primero pero no creo que haya descubierto al traidor aún, así que me las apañaré para acelerar esta cuestión", pensaba en solitario.

Se acercó a un grupo de campesinos que andaban por ahí, y eligió cubrirse un poco el rostro con un kasa, ya que esos sombreros de paja de arroz son muy comunes en el budismo y nadie se extrañaría de que los ande usando. Cuando logró acercarse un poco se dispuso a esparcir el rumor.

—Perdón por la intromisión pero lo que está por pasar en Shizuoka es inminente. Se comenta que Nagato ha descubierto al traidor... sí, había un traidor en las filas de Nagato, y él lo ha descubierto. El traidor no sabe que ha sido descubierto y por eso Nagato trata de mantener en secreto el asunto, así lo sorprenderá mañana por la mañana, a más tardar por la tarde, para apresarlo y luego ejecutarlo públicamente.

Luego de que los campesinos se quedaran con esa información, esperó que la cosa funcionara. No hay nada más hablador que un campesino fuera del tiempo de cosecha o siembra, tiene poco trabajo, poco por hacer, y mucho por hablar.

"Solo espero que este rumor se difunda rápidamente. Podría poner nervioso al traidor o traidora, sea quien sea, y hacer salir a la rata de su cueva, donde estaba segura. A veces no hay nada mejor que hacerle creer al enemigo que su posición es insegura, para que se dirija directamente hacia la posición que realmente es insegura", se decía.

Se dirigió a ver a Nagato, que seguramente estaría con sus hijos. Al fin y al cabo estaba hambriento.

Contenido oculto: Habilidad

Cultura local (difundir rumor)

Contenido oculto: Movimiento

A la Casa feudal

 

Togashi
Clínica

Entró a la Clínica con las articulaciones doloridas y la fiebre entorpeciendo la solidez de sus movimientos. El clima había vuelto a ser inclemente durante el viaje y ninguno de los que componían aquel grupo estuvo a salvo de la enfermedad del viajero. Para colmo, los síntomas acrecentaban el constante malhumor de Takano, por lo que procuraba en todo momento guardar un solemne pero incómodo silencio.

Aprovechó estas circunstancias para observar con detenimiento a las personas que había en aquel establecimiento, las cuales no eran pocas. Todas padecían de moretones, dolores y algunos parecían haberse roto la nariz. Terunobu mencionó que se trataba de un “entrenamiento de guerra”, lo cual lo dejó con muchas inquietudes ya que ninguna de esas personas no tenían aspecto de ser guerreros con experiencia. Sólo eran civiles. ¿Entonces contra qué los estaban preparando? ¿Era caso una buena idea?

Las sensaciones no mejoraron cuando una mujer les mencionó lo de las medicinas. Eso no le traía recuerdos precisamente agradables de la última vez que bebió algo como aquello. Pero supuso que era lo mejor y no arriesgarse a contagiar a las personas de su alrededor, o peor: luchar enfermo. Fue una pena que Takano se adelantara a pagarlas, cuando notó el rubor en el rostro de la mujer había sentido la tentación de aprovechar para pedirle un descuento.

—Gracias —agradeció de mala gana a Takano, seguro de que no obtendría más que una respuesta irónica, mientras observaba cómo la ardilla de Kohaku se acercaba a un niño solitario con el que compartían la habitación.

¿Quién sería y por qué estaba solo?

 

Jardín de girasoles
[Hideyoshi]

Chiharu afirmó —Lo estaremos esperando señor Soga —mencionó antes de irse hacia la casa feudad.

Mientras tanto, Hideyoshi decidió esparcir un rumor, uno bastante inteligente. Los rumores correrían más rápidos que cualquier flecha.


Casa Feudal
[Hideyoshi; Goro; Tetsuo]

Hideyoshi volvió a la casa feudal; allí los sirvientes lo recibieron nuevamente; dándole un calzado cómodo para que pisara por la casa, lo guiaron hasta un salón amplio con una mesa central, allí en la cabecera estaba Nagato bebiendo sake moderadamente, rodeado de Tetsuo, Goro, Chihary y Sanada; Ukita ni Tsunayoshi estaban presentes.

—Bienvenido Hideyoshi —mencionó sin formalidades Nagato, mientras el sirviente le indicaba dónde sentarse, a un lado de Nagato, como invitado de honor.

Contenido oculto

John Whitelocke

---

Clínica
[Takano; Kohaku; Heya; Terunobu; Togashi]

—Agradéceme con acciones, las palabras no significan nada para mi—mencionó Takano hosco hacia Togashi mientras se cruzaba de brazos; la relación entre ambos siempre había sido tensa, algo que la mayoría en el clan tenían en común con Togashi.

El niño observó a Chiasa y sonrió; después miró a cada uno de los presentes, se notaban muy enfermos así que al principio se mostró reacio a hablarles; pero mientras jugaba con Chiasa, su nerviosismo se disminuyó — Se ven muy mal; creo que no soportarían una pelea así —mencionó observando el deplorable estado de los presentes —Pero no se preocupen, el clan Minamoto nos ayudará en la guerra, seguro son todos guerreros fuertes e invencibles.

—¿Inservibles? —Inquirió Takano con ironía.

—No señor, invencibles — sonrió ingenuo el pequeño niño; que si supiera que estaba viendo a los Minamoto que habían acudido a ayudar a Shizuoka, posiblemente se decepcionaría.

—Ah, vaya — Takano rascó su oído —Escuché mal

La mujer regresó y le entregó un frasco a cada uno —Bébanlo y se sentirán mejor— después observó al pequeño para iniciar a vendar sus rodillas —Deben de dejar de arrastrarse por debajo de las casas, es muy mal visto; y mira lo que te has hecho ahora

Contenido oculto: Etiquetas

Gigi Blanche Bruno TDF OneMoreee

 

Soga no Hideyoshi 曽我秀吉

Casa feudal

El cambio de calzado le sentaba muy bien, sin ser en algo que estuviera pensando era algo que venía necesitando, y se dio cuenta tras el cambio. Ahora caminaba con frescura y liviandad, disfrutaba el final del día confiado en que su rumor tendría el efecto deseado sobre la población y sobre el objetivo con el que querían dar.

—Nagato—dijo simplemente para pasar a sentarse a su lado. Observó a su hija, a quien había visto hace muy poco, le hizo una imperceptible seña con los ojos a modo de un saludo muy informal.

A la sala le faltaba algo, además de sus espadas que todavía no habían llegado. Se preguntó si se demorarían o si llegarían un poco antes de lo pensado.

"No está el joven Tsunayoshi, tampoco Ukita", se dijo, mientras reflexionaba sobre la relación de padre e hijo que tenían en esta familia.

Se sirvió algo de sake para luego mirar a sus compañeros de viaje, Tetsuo y Goro. No les hizo ningún gesto, luego hablaría con ellos para ver qué habían estado haciendo. También se hallaba Sanada, quien había demostrado su fortaleza en el dojo unas horas atrás.

"¿Será posible que esté sentado con el traidor?¿Chiharu o Sanada?¿Tetsuo o Goro? No, imposible, si empiezo a desconfiar de la gente con la que viajé no llegaré a ningún otro punto más que la paranoia. Chiharu está casi descartada. Sanada en cambio, me ha dejado una muy buena impresión pero apenas lo conozco", pensaba.

Decidió hablar.

—Mi señor, ¿qué hay de su noble hijo varón y de Ukita? Si esta cena es para relajarnos entiendo que no hay necesidad de sus presencias, pero si vamos a empezar a hablar de los preparativos para el combate, sería útil el que estén aquí. ¿Qué es lo que ha pensado al respecto?

 

Casa Feudal
[Hideyoshi; Goro; Tetsuo]

Nagato tomó sake soltando un suspiro de satisfacción, uno incluso que no disminuyó su buen humor a pesar de las preguntas de Hideyoshi —No, no, no —mencionó mientras Chiharu observaba a Hideyoshi, pues le impresionaba que hablara con tanta claridad e informalidad ante su padre, y que este no reaccionara como solía hacerlo —Estamos cenando, no necesitamos hablar de estrategias fuera del cuartel, las paredes pueden tener oídos— clavó su mirada en la comida servida al centro; era un festín, diferentes tipos de pescado, encurtidos y sopas finamente preparadas, humeantes y con un olor celestial.

—El señor Nagasada no creo que quiera compartir una mesa conmigo; entiendo su enojo, insulté a sus ancestros repetidamente. Y Tsunayoshi sigue haciendo rabietas porque lo he mantenido alejado de todo; y así seguirá siendo —tomó un tazón de sopa miso y lo empezó a tomar a velocidad directamente del tazón.

Sanada se mantuvo en silencio; pero no tomó nada de la mesa, se mantenía sin hacer ningún movimiento. Mientras Chiharu comía lentamente.

Tetsuo tomaba sake; observando a Nagato en todo momento, mientras que Goro comía recatadamente.

Contenido oculto

John Whitelocke

---

Clínica
[Takano; Kohaku; Heya; Terunobu; Togashi]

Takano bajó la mirada hacia Kohaku —Síganme; seguramente Hideyoshi nos espera en la casa feudal — avanzó al exterior de aquella habitación dejando atrás a la mujer y al niño; volviendo a la recepción donde estaba un conocido de Takano.

Tsuna estaba en la clínica, al parecer había sido atendido también; sus golpes parecían fuertes pero el joven no parecía demostrar el dolor que posiblemente sentía. Varias personas lo saludaban o reverenciaban, era des esperarse, siendo el hijo del señor feudal.

Contenido oculto: Tsuna

A su lado se encontraba una mujer que parecía también ser una guerrera; pero ella no era reconocible por ninguno de los presentes.

Takano trató de guiar al grupo sin tener que toparse con Tsuna; pero este lo reconoció enseguida, no conocía su nombre, y mucho menos sabía que pertenecía al clan Minamoto. Corrió y logró interponerse frente a ellos, a su lado permanecía aquella mujer guerrera.

—Hey —mencionó Tsuna hacia Takano —Han llegado en gran momento, necesitamos guerreros fuertes —miró detrás de Takano, observó con detenimiento a Kohaku, a Heya y a Togashi, estaba algo decepcionado —¿Y Yuki?

Takano recordó que ese era el nombre que Yuzuki había utilizado en Shizuoka para no dar su verdadero nombre y no levantar sospechas. Al menos había logrado lo primero.

—No está en Shizuoka — Takano mencionó seco, intentando salir de la clínica, había demasiada gente y el tenía fiebre, estaba mojado y muy molesto.

—¿Está bien? ¿Qué sucedió? ¿Dónde está?— inquirió Tsuna con genuina preocupación.

Takano lo sujetó con fuerza de los hombros y lo movió a un lado para que el clan pudiera salir de la clínica, hizo esto para evitar tener que gritarle, no sería gran idea gritarle al hijo del señor feudal en un lugar atiborrado de personas.

Fuera de la clínica.
[Takano; Kohaku; Heya; Terunobu; Togashi; Shiori]

Tsunayoshi los siguió fuera de la clínica —¿A dónde se dirigen? —preguntó mientras miraba hacia atrás revisando que Shiori lo hubiera seguido, allí estaba ella —Shizuoka necesita guerreros.

Takano seguía avanzando hacia la casa feudal ignorando a Tsuna. Este caminó detrás suyo, como si ya fuera parte de ese pequeño grupo —Ella es Shiori, también se unirá a la guerra en Shizuoka —mencionó ante los presentes —¿Me podrían decir sus nombres?

Contenido oculto: Etiquetas

Gigi Blanche Bruno TDF OneMoreee madarauchiha

 

Soga no Hideyoshi 曽我秀吉

Casa feudal

Nada lo deleitaba más que el buen pescado, y en eso Hideyoshi, como en muchas otras cosas, era un auténtico japonés. Comió tanto como pudo, ya que las heridas del entrenamiento en el dojo lo habían dejado muy hambriento y necesitado de alimento.

—Si no es mucho pedir, me gustaría que alguien tratara mis heridas antes de dormir, o mañana temprano en su defecto. El entrenamiento de hoy fue duro.

Siguió comiendo y bebiendo sake, puede que terminara ebrio si seguía así. Al rato, comenzó a sentir un poco la falta de coordinación, producto del alcohol. Empezó a hablar y decir cosas que no venían mucho al caso.

—Chiharu, pude notar que eres realmente buena con el arco—le dijo, antes de cambiar de interlocutor—. Goro, no has hecho nada más que estar en silencio desde que partimos de Kamakura—sonrió, luego de echarle eso en cara—. Ese de ahí puede que sea más fuerte y hábil con la espada que tú—seguía hablando con poca delicadeza, completamente borracho, y esta vez le decía eso a Tetsuo, acerca de Sanada—.

No habló con Nagato en su estado de ebriedad, pero lo miraba con frecuencia.

—Puede que muera en pocos días, y poco me importaría, pero mi familia, mi apellido Soga moriría conmigo, no he tenido hijos... aún... y Takeda... Takeda Minamoto fracasará si no estoy ahí para aconsejarlo, ¡¿qué será entonces de Japón?!—empezó a lagrimear, se sentía triste y completamente honesto acerca de sus sentimientos. Cuando el alcohol lo había desinhibido frente a todos, luego comenzó a sentir las emociones contrapuestas—. Mi apellido y Japón desaparecerán con los Taira... no podemos perder... no podemos—en un brevísimo ataque de lucidez recapacitó—. Perdón, he bebido mucho sake, no debería hablar de los asuntos políticos ahora, no es un buen momento.

Intentó levantarse pero cayó de espaldas al suelo, se golpeó la cabeza... y quedó dormido. El sake le había dado con todo esa noche.

 

Al ver al grupo de personas que me observaban no pude más que reverenciar ante ellos como acto de educación. Temo que, para alguien que traicionó a dos clanes con anterioridad, debía mostrarme educada y correcta para evitar levantar sospechas al respecto.

Esbocé una dulce sonrisa al escuchar como esa persona me trataba con tal corrección pues eso para mí, era cuanto menos, verídicamente loable por ende y para sonar aún mejor decidí presentarme yo misma como corroboración a la amable presentación de Takano.

— En efecto, como él ha referido, me llamo Shiori. Dada la posibilidad que me ha otorgado el destino, anhelo con fervor, poder aliarme junto a vosotros en esta contienda que está por inciar en Shizuoka. Daré lo mejor de mí misma para estar a la altura de lo que requiere esta situación beligerante contra los mismos Taira y, en efecto, también he de agradecer al señor Takano la oportunidad de permitirme unirme a vosotros—. Finalicé con una marcara reverencia, denotando que mi honor ahora se hallaba con cada uno de los presentes.

Y me había venido bien esta oportunidad. Tras mi deserción de los Taira tuve que buscarme la vida por mis propios medios durante años. Esta oportunidad significaba para mí mucho más que una mera querella personal hacia ellos, era...Una oportunidad que me había ofrecido la vida para permitir al fin guiarla en la dirección correcta y como no, al fin tener la posibilidad de pertenecer a algo que permitiera aportar mi granito de arena a la prosperidad de este mi amado país, es por eso que creo que, empezar con buen pie era crucial en este momento y de corazón, esperaba haberlo hecho bien.