Un chico de cabellos verdes que hacían combinación con la maleza que se extendía a su alrededor, corría mientras la lluvia lo golpeaba con fiereza, cosa que no parecía importarle mucho. Corría y corría mientras las lágrimas que salían de sus ojos se perdían con las gotas de lluvia que tambien resbalaban por su rostro. El solía ser un chico muy orgulloso, por no mencionar que demasiado. Pero aquella vez no le importó ni su orgullo ni nada, en verdad. Se permitió llorar por aquella vez, como una excepción muy importante. Porque en verdad lo necesitaba. Aunque él fuera de guardar y callar los sentimientos o emociones, aquel día lo sacó todo. Aquellas lágrimas cuando rozaban su piel le quemaban, pero a la vez le hacían sentir mejor. Le permitían desahogarse. Porque era lo que necesitaba y él dolor podía aguantarlo perfectamente. La verdad es que estaba tan desesperado que quería arder de verdad y soportar aquel dolor sólo para calmar todo aquel mar de sensaciones que se mezclaban en su cabeza. En su corazón. Agonía, rabia, tristeza, fiereza, destrucción. Llanto. Que no cesaba y lo hacía desesperarse. Casa vez más. No quería llorar, eso no era lo suyo. Él no hacía eso Era un espadachin con dignidad, aunque ahora no tuviera demasiada. Aquel remordimiento volvió de nuevo y una punzada de dolor hizo que su corazón se parara de golpe. Respiró entrecortadamente e intentó coger aire mientras escurría sus ropas que volvían a estar mojadas al instante. Se maldijo entonces, por no poder seguir adelante, por no poder parar aquello que sentía, por ser tan débil. Se odiaba. La odiaba. Volvió a recordar su cara y se estremeció, se dejó caer al suelo y escondió la cabeza entre las piernas. Definitivamente la amaba. Alborotó su mojado pelo ideciso. La odiaba, la amaba... Meditó durante unos segundos. Aquello no tenía mucho sentido. -Aahh...- se tumbó sobre la tierra mojada manchándose. Estaba agotado, realmente agotado. Había golpeado tanto, habia corrido tanto, había huido tanto, que los músculos le estaban jugando una mala pasada. Pero no pudo más, se destensó, para luego hacer un obillo consigo mismo para resguardarse. Pero ella seguía en sus pensamientos, aunque ya no estuviera. Aunque la hubiera dejado ir ella seguía estando con él como si le perdonara y eso lo hacía sentir culpable. Realmente culpable. A los pocos segundos cayó dormido y aquel llanto había parado de golpe. Ahora que ella había vuelto con él, ya no sentía miedo. Se sentí seguro. Suspiro ya dormido y se removió en él suelo como Si se encontrase en Una cama super cómoda. Frunció el ceño y habló entre susurros. - Seremos los mejores.- afirmó muy convencido pero al cabo de un rato corrigió su frase.- Seré el mejor del mundo. Porque ella ya no estaba. Aquella chica alta y morena, de pelo corto que tanto lo hacía enrrabiar. La quería. La quería de verdad. Lo tenía decidido. Sería el mejor. El mejor de todos y del mundo, por ella.
Hola! Gracias por invitarme. Una historia muy bonita, en la cual podemos ver a un Zoro llorando y desesperado por la muerte de su amiga y a la vez persona amada. Aunque el lo dude por un instante pensando que la odia. Me ha gustado el progreso de los sentimientos de Zoro a lo largo de la historia, en la cual a veces duda, tiene miedo, se siente culpable... En cuanto a las fatas ortográficas he visto un dedazo, que la palabra "cada" has puesto "casa". Otra cosa que me ha dejado descolocada ha sido, aquí: Hay creo que le falta o un punto o tres puntos. Y espadachín lleva tilde. Avísame cuando publiques algo nuevo. Porfis!! Adiós!! =)
Bonita historia, pero no llega a convencerme del todo. En comparación con otros escritos tuyos, este se queda corto. El sentimiento que quisiste imprimir en él no me llegó, para nada. No logré captar ese sentimentalismo propio de un drama, de una tragedia. Tal vez sea porque la trama en sí ya está muy quemada, pero no me ha gustado del todo. Podrías haberle dado un enfoque distinto, otro punto de vista o una narración distinta. Eso habría ayudado mucho. Tuviste muchos errores ortográficos y de expresión, a parte de puntuación y redundancias innecesarias, además de que necesitas urgente un diccionario de sinónimos. Estoy desde el móvil y no puedo remarcártelos, pero te recomiendo una segunda lectura, en profundidad y pausada, deteniéndote en los errores y corrigiéndolos. No leemos.