Separados Por El Destino Y Unidos Por El Amor (ishizu X Atem) :love:

Re: Separados Por El Destino Y Unidos Por El Amor (ishizu X Atem) :love:

Ahora soy yo la que saco tiempo para pasarme ^^
ya estoy de Vacaciones creo que ahora si tendre algo de tiempo
para venir a revisar tus actualizaciones, espero el proximo capitulo!

saludos

Catsu

 

Re: Separados Por El Destino Y Unidos Por El Amor (ishizu X Atem) :love:

CAPITULO 19: “EL ÚLTIMO ADIOS” PARTE III

No se tenían muchos datos sobre aquella persona que había leído por último los escritos sagrados, por que había sido condenado al olvido.

-¿Habrá alguna manera de rescatar datos de ese hombre?-preguntó Ishizu a Simón quien había dado la noticia.

-No lo creo posible Alteza-contestó Simón-Cuando una persona es condenada al olvido se elimina todo dato sobre esa persona y con mucha suerte logramos conseguir la información que les traje.

-Ya no te preocupes más-pidió Atem a Ishizu abrazándola-Ya encontraremos algo y si no, te prometo que no dejaré que haga más daño.

Ishizu sonrió con las palabras de Atem, pero aún no estaba tranquila.

-Tengo un mal presentimiento sobre todo esto-pensó Ishizu-Necesito conseguir más datos sobre ese ser antes de que cause graves daños como esos incendios en la ciudad. No puedo dejar que dañe a más gente.

-Por ahora será mejor atender el resto de los asuntos pendientes-dijo Atem besándola en la mejilla-¿Deacuerdo?

-Si-contestó Ishizu y enseguida sintió cercana la presencia-¡Regresó!-exclamó alarmada soltándose de Atem que aún la abrazaba.

-Se acerca al palacio-dijo Atem igualmente alarmado-¡Prepárense de inmediato para atacar!-ordenó Atem a Simón.

Simón salió del lugar para dar la orden y Atem estaba a punto de salir, pero fue detenido por el brazo.

-Espera-detuvo Ishizu preocupada por lo que Atem planeaba hacer-¿Qué estás haciendo? No podemos atacarlo con monstruos por la obstrucción de magia y las armas no lograrán…

-Debo intentarlo-dijo Atem-Buscaré la forma de proteger ambos reinos, a mis amigos y a mi familia.

-Atem, por favor… tu y yo sabemos que no lograrás nada no quiero que…-decía Ishizu suplicante.

-Lo siento, pero lo intentaré-dijo Atem.

Después de estas palabras, Atem salió del lugar para seguir a sus tropas.

-¡Terco!-pensó Ishizu enojada y preocupada-Tengo que hacer algo para que no suceda una tragedia-dijo tras salir del lugar en busca de las tropas y Atem.

-¡Alteza!-exclamó Mai que veía correr a Ishizu por el pasillo de donde se encontraba la habitación de la cual salía.

Ishizu se detuvo enseguida al oír que la llamaban y volteó donde la voz le indicaba.

-¿Ha sentido eso?-preguntó Mai.

-Si, la presencia se acerca y Atem ha enviado a las tropas para tratar de atacar-dijo Ishizu con preocupación.

-Pero no creo que…-

-Lo sé-interrumpió Ishizu-Ahora voy a buscar la manera de detener todo esto.

-¿Pero como?-preguntó Mai.

-No lo sé-contestó Ishizu bajando la mirada y pensando por unos instantes su respuesta-Lo único que se me ocurre es tratar de traspasar la barrera que evita que pueda manifestar toda mi magia pero…

-No creo poder ayudarle mucho-dijo Mai-Pero seguro lo lograrás-dijo sonriendo como un cumplido.

Ishizu sonrió a su amiga y volvió a tomar su carrera hacia el salón principal, donde se reunía el ejército del Viejo Egipto.

-¡Atem!-exclamó Ishizu al verlo preparándolo todo-Por favor, detén todo esto-se acercó a él mirándolo a los ojos.

-No, hay que intentarlo-dijo Atem muy decidido.

-Escúchame Atem-pidió Ishizu-No te precipites aún, déjame intentar pasar la barrera que se siente-pedía suplicantemente.

-Pero ¿tú sola?-preguntó Atem alarmado-No, es mucho esfuerzo y apenas puedes usar la magia. No dejaré que te arriesgues de esa manera.

-Hay que intentarlo antes que arriesgar a más personas-dijo Ishizu-Recuerda que ambos tenemos el deber de proteger nuestros reinos.

Atem se encontraba preocupado, no quería que Ishizu lo intentara, pero tampoco podía arriesgar así a su gente.

-Al menos que te ayuden-pidió Atem no muy convencido de ceder-No quiero que lo hagas tu sola.

-No, se que puedo lograrlo sola-dijo Ishizu-Además, si todo sale bien, seguramente no podré luchar con magia por un tiempo, así, tu y el resto podrán atacar usando los monstruos.

-Pero…-quiso objetar Atem.

Ishizu no dejó que Atem siguiera y corrió al balcón principal ubicado en la planta alta del palacio y se puso en posición de exclamar un hechizo. Atem, había corrido tras Ishizu, pero había sido detenido por Jhono y Honda que pedían participar en la lucha.

-Nosotros queremos ayudar Alteza-decía Jhono decidido.

-Así es-dijo Honda-También queremos ayudar a proteger el reino.

-Pero, Jhono, piensa en tu familia-decía Atem-Honda, no es buena idea.

-Por mi familia quiero luchar-dijo Jhono.

-Yo lo haré por mis amigos-dijo Honda.

Atem sabía que ellos pensaban como él con respecto a proteger lo que querían y decidió ceder a su petición.

Mientras tanto, Ishizu ya se encontraba en el balcón.

-Es momento de empezar-pensó Ishizu alzando sus manos, pero se detuvo enseguida-¡NO! ¿Cómo pudo llegar hasta aquí tan rápido? Debo apresurarme-dijo sorprendida al sentir la presencia ya cerca al palacio.

Ishizu volvió a tomar su posición, pero nuevamente se detuvo al ver llegar una caravana y que de ella salía Marik.

-¿Qué?-se preguntaba Ishizu-¿Qué hace él aquí? Ya no debo distraerme pero… ¡Hermano!

Ishizu observó como Marik comenzaba a ser envuelto por obscuridad al salir del carro, alarmada, olvidó su tarea y bajó de inmediato donde su hermano.
Cuando Ishizu se encontraba en el salón principal, Marik ya se encontraba dentro del palacio a mitad del salón.

-¡Hermano!-exclamó Ishizu para llamar la atención de Marik.

-Hola hermana-saludó Marik con una voz diferente-Hacia tiempo que no venía a visitarte.

-Esta sensación…está sensación es la misma cuando el Faraón Bakura…-pensaba Ishizu.

-¿Qué te trae por aquí?-preguntó Atem que aparentemente no veía lo que rodeaba a Marik-Será mejor que…-decía acercándose a Marik.

-¡Detente!-paró Ishizu alarmada-¡Aléjate de él por favor! ¡Rápido!

Atem paró su caminar al oír la preocupación en las palabras de Ishizu y volteó a verla confundido por su reacción.

-¿Qué sucede?-preguntó Atem-¿Por qué…?

Atem fue lanzado por una fuerza proveniente de Marik, haciendo que todo el ejército presente en el palacio, se preparara para atacar al recién llegado.

-¡ATEM!-gritó alarmada Ishizu corriendo hacia su esposo para auxiliarlo después del golpe que había recibido.

-Cuidado hermanita, no te vaya a pasar lo mismo-dijo Marik desplegando más poder haciendo que Ishizu fuera lanzada lejos de donde Atem-A estas alturas ya debes saber quien soy-dijo riendo.

El ejército dio el primer paso para atacar.

-¡Deténganse!-ordenó Ishizu que se levantaba y Atem corría donde ella.

-¡Deténganse!-siguió Atem al ver que el ejército no estaba dispuesto a obedecer.

Los guerreros obedecieron de mala gana y se detuvieron.

-Gracias hermanitos, pero yo puedo detenerlos solo-dijo Marik usando la misma fuerza en contra de todos los presentes.

-¡Detente!-pidió Ishizu levantándose nuevamente lo más rápido que pudo-¡Marik, por favor despierta!

-¿Despertar?-rió Marik-¿Que no vez que soy realmente yo?

-A mi no me vas a engañar-dijo Ishizu-Yo se que estas dentro del cuerpo de mi hermano.

-Ya veo-dijo Marik-Aún no sabes quien soy.

-¿Entonces así es como se acercaba?-preguntó Atem solo para confirmar.

-Así parece-contestó Ishizu.

El ejército volvió a tomar su posición de ataque esperando la orden de alguno de los Reyes. Atem se acercó donde Ishizu y se antepuso a ella con la intención de protegerla en caso de un nuevo ataque.

-Dinos quien eres-ordenó Atem.

-¿Yo? Yo soy hermano de ambos-contestó riendo Marik.

-¡Déjate de mentiras!-dijo Ishizu colocándose a lado de Atem -Y sal de inmediato del cuerpo de Marik.

-¿Mentiras?-seguía riendo.

-¡Preparen el ataque!-ordenó Atem.

-Espera-murmuró Ishizu a su compañero-Por favor no lo hagas, podrían lastimar a mi hermano.

-¿Qué piensas hacer?-preguntó preocupado Atem.

-Por favor, solo espera-pidió Ishizu-Confía en mí.

-¿Aún creen que pueden detenerme?-preguntó Marik.

Ishizu comenzó a acercarse a Marik lentamente con una sonrisa que mostraba confianza en sus acciones.

-Si, si lo creo-dijo Ishizu haciendo pausas a su caminata conforme hablaba-Y lo demostraré cuando sea el momento.

Atem se dio una idea de lo que Ishizu planeaba y comenzó a acercarse a Marik del lado opuesto al de Ishizu a pesar de que no quería que ella intentara algo tan arriesgado como lo que Ishizu tenía en mente.

-Y dime ¿Cómo planeas hacer eso hermanita?-preguntó Marik sin darse cuenta de los movimientos de ambos y en especial, no prestó mucha atención a los de Atem que se acercaba a él.

-Es muy simple-dijo Ishizu sonriendo-Espero que esto funcione-pensó un poco preocupada.

-¿A sí?-preguntó muy confiado Marik.

-Por supuesto-dijo Ishizu-Solo tengo que encontrar tu punto débil.

-¿Qué te hace pensar que tengo un punto débil?-preguntaba divertido el malvado riendo con cada comentario de Ishizu.

-Todos tenemos un punto débil y pronto descubriré el tuyo-dijo Ishizu ya a tan solo un metro de Marik pero sin dejar de sonreír con la misma confianza que tenía desde el principio.

-¿Dónde está?-preguntó Marik al darse cuenta que Atem no estaba donde él lo ubicaba-¿A dónde se fue?

Marik volteó del lado opuesto al que estaba Ishizu buscando a Atem y hallándolo.

-¡Eso no te funcionará!-exclamó Marik lanzando una vez más a Atem con la energía obscura que despedía y que solo Ishizu lograba ver.

¡Alteza!-gritaban los presentes preocupados, pero Atem estaba bien, o al menos eso demostraba.

Una vez hecha su acción, volteó donde Ishizu que ya estaba a escasos centímetros de él.

-No te distraigas-dijo Ishizu.

Al decir esto, tocó con ambas manos a Marik pronunciando un hechizo, pero este no parecía reaccionar al acto de ninguna forma.

-¡Funciona!-pensaba Ishizu apunto de perder la paciencia al no tener efecto-Ra, por favor ayúdame.

-¿Pensaste que podrías vencerme?-preguntó Marik.-Recuerda que no puedes usar magia-reía una vez más-Y aunque pudieras hacer algún hechizo no podrías detenerme.

Tras decir esto, Marik tomó una de las manos de Ishizu con la intención de alejarla, pero al tener ese contacto, Marik comenzó a sentir un efecto del hechizo que Ishizu no dejaba de pronunciar.

-¿Qué? ¿Qué sucede?-preguntaba Marik sorprendido y sin poder moverse-No, si ella logra liberarse… no podré…

El resto de los presentes, sintió la debilidad en el campo que les impedía utilizar la magia y de inmediato empezaron a invocar a sus bestias.
Marik se encontraba rodeado por los monstruos de los poseedores de los Artículos Milenarios e Ishizu, después de un enorme esfuerzo por derrotar la barrera, cayó al suelo desmayada justo en el momento en que la barrera desapareció completamente de todo Egipto.

-¡Mana!-exclamó con preocupación Atem al verla tan cerca del enemigo e inconciente-Tengo que sacarla de ahí-pensaba.

Marik, que desde sentir los efectos del hechizo, solo se movía en forma de convulsiones sin poder moverse a voluntad y al caer Ishizu, quedó aturdido sin poder hacer nada.

-No puedo dejar ahí a Mana-pensaba Atem con desesperación-¡Ríndete ahora!-dijo-Estas rodeado, no podrás escapar.

-Tengo que regresar la barrera-pensaba la presencia dentro de Marik.

La presencia intentó regresar la barrera, pero Ishizu había logrado bloquear gran parte de su magia.

-Ya no puedo permanecer en este cuerpo-pensó la presencia- Al ver sus imposibilidades en el lugar.

Después de pensar esto, el cuerpo de Marik cayó inconciente al suelo y Atem corrió donde Ishizu.

-¡Enciérrenlo!-ordenó Atem refiriéndose a Marik-Necesito que lo vigilen hasta no saber si la presencia sigue en su cuerpo.

Los guardias obedecieron sus órdenes mientras Atem levantaba a Ishizu del piso.

-¿Mi amor?-llamaba Atem suavemente y mirándola preocupado-¿Estas bien?

-La Reina estará bien-dijo Mai que se acercaba con su bebé en los brazos-Solo está agotada.

-Si, lo sé-dijo Atem aún preocupado-Solo espero que se recupere pronto.

Atem llevó a Ishizu a su habitación para que descansara y se dirigió donde se encontraba Marik en caso de que hubiera peligro.
Una hora después de la llegada de Atem donde Marik, él despertó muy confundido.

-¿Qué sucedió?-preguntó Marik despertando-¿Qué hago aquí?-siguió sorprendido-Ah, ya recuerdo un poco.

-¿Estas bien?-preguntó Atem.

-Si, creo que si pero ¿Por qué estoy atado?-preguntó Marik al ver cadenas en sus manos y pies.

-¡Suéltenlo!-ordenó Atem-Desde que perdiste la conciencia la presencia desapareció, pero quería asegurarme que no fuera una trampa.

-¿Exactamente que pasó?-preguntó Marik-No recuerdo mucho.

Atem le explicó con detalle a Marik lo sucedido en la tarde, pero el no recordaba todo lo ocurrido.

-Yo… yo lo siento mucho-se disculpó Marik-No era mi intención…

-Lo sabemos muy bien-dijo Atem-Pero por ahora deberías preocuparte por tu esposa e hijo ¿Recuerdas lo que sucedió con ellos?

-Si, creo que les dije que era importante que viniera-contestó Marik-¿Y mi hermana? ¿Cómo estás Ish…?-estuvo apunto de decir el nombre Ishizu, pero se detuvo enseguida- ¿Cómo esta ella?

-Ella está descansando-contestó Atem extrañado por el nombre que estuvo apunto de salir de la boca de Marik, aunque él no supo lo que realmente quiso decir.

-¿Podría quedarme hasta que despierte?-preguntó Marik.-Quiero disculparme con ella y quiero asegurarme de que está bien.

-Si, quédate el tiempo que gustes-contestó Atem-Pero ella sabe muy bien que no fue algo que quisieras hacer.

La noche llegó y todo era tranquilo, la magia se podía activar sin ningún problema, pero Ishizu aún no despertaba.

-Papá ¿Dónde está mamá?-preguntaba Hor-Hur a Atem fuera de la habitación principal.

Atem se agachó a la altura de su hijo y veía salir de la habitación de a lado a Mokuba.

-Por ahora ella está durmiendo-contestó Atem-Y lo mejor será no despertarla.

-Te lo dije-dijo Mokuba feliz de tener la razón-Mamá peleó en la tarde y está lastimada ¿no es así?-le preguntó a Atem ocultando su preocupación.

-Si, así es-contestó Atem-Ella peleó en la tarde, pero no está lastimada, solo está cansada ¿Pero tu como sabes eso?

-Oí mucho alboroto en el salón principal y vi lo que sucedió-contestó Mokuba-Pero mamá me dijo que si pasaba eso, lo que tenía que hacer era ir donde mi hermano hasta que ella o tu fueran por nosotros.

-Pero no te oyes preocupado-dijo Atem extrañado por la reacción de Mokuba.

-Es solo que mamá me dijo que debía confiar en que todo estará bien para que así sea-contestó Mokuba-Y también dijo, que sin importar lo lejos que estuviéramos, ella nos protegería.

Atem abrazó a ambos niños para posteriormente levantarse.

-Vengan niños-dijo Atem-Esta noche los acostaré yo.

-¿Y también nos cantarás?-preguntó Hor-Hur emocionado por la idea.

-¿Cómo?-preguntó perturbado Atem-Yo no se cantar… eh… creo que deberán dormir hoy sin la canción de su madre, pero si quieren les cuento alguna historia.

Atem acostó a los niños contándoles historias que había escuchado cuando niño y así logró dormirlos después de un largo rato.

-Por fin se durmieron-dijo Atem tras un suspiro saliendo del cuarto de los pequeños-No creí que se necesitaran 8 cuentos para que durmieran, además de todas esas preguntas-pensaba Atem-Son unos niños muy despiertos-dijo sonriendo-Creo que lo haré más seguido.

Atem se dirigió a su habitación donde Ishizu aún no despertaba y tras darle un cálido beso en los labios, se acostó junto a ella abrazándola con la esperanza de su pronta mejoría.

-Recupérate pronto-dijo Atem como último para dormir.

A media noche, cuando todos ya dormían en el palacio, Ishizu comenzó a despertar lentamente.

-¿Dónde estoy?-se preguntó recién que abría los ojos-¿Qué pasó?

Ishizu sintió los brazos que la envolvía y dirigió su vista hacia Atem para sonreír al verlo profundamente dormido.

-Se ve tan lindo cuando duerme-pensó Ishizu-¿Pero que pasó?

Ishizu se levantó de la cama con algo de dificultad, ya que aún estaba débil y no quería despertar a Atem.

-Ya… ya empiezo a recordar-se dijo-Pero ¿Qué sucedió con la presencia? ¿Y Marik? Ya no siento rastros de ese ser pero…pero hay otra sensación dentro del palacio muy diferente.

-¿Y los niños?-se preguntó Ishizu.

Ishizu fue a la habitación de sus hijos, donde los vio durmiendo tranquilamente.

-Creo que debo dejar de preocuparme-dijo Ishizu saliendo del cuarto-Atem hace un excelente trabajo como padre, esposo y Faraón. Todos deben estar agotados por lo sucedido.

Ishizu se recargó en la puerta de la habitación de sus hijos pensando un poco.

-Solo espero que Marik esté bien-pensaba algo preocupada al no saber exactamente lo que pasó con él-Espero no haberlo lastimado. Me gustaría verlo lo antes posible, pero no quiero despertar a nadie.

Ishizu comenzó a caminar por el palacio.

-Por ahora ya no podré dormir más-pensaba Ishizu-Pero esa sensación que hay dentro del palacio me parece familiar.

La sensación que Ishizu sentía desde que había despertado la inquietaba al ser algo que ella reconocía como vago recuerdo, pero los recuerdos no llegaban completos a su mente. Finalmente decidió buscar el lugar donde se originaba esa energía que la llamaba.

-Me será difícil encontrarlo-pensaba Ishizu-Esa sensación está por todo el palacio ¿Qué será?

Poco a poco Ishizu, recorrió el palacio buscando el lugar donde se sintiera con mayor fuerza esa sensación, su recorrido la llevó a uno de los altares a Isis que se encontraban dentro del palacio. Después de hacer una oración en señal de respeto a la diosa, Ishizu comenzó a buscar la concentración de la sensación que se encontraba, sin duda alguna, en algún sitio del altar.

-Me preguntó donde está-pensaba Ishizu procurando no dar la espalda al altar.

Pero su búsqueda la llevó a las paredes traseras del altar. El lugar, era una enorme habitación con jeroglíficos en las paredes y columnas que sostenían el lugar; al fondo, se encontraba un gran altar en escalinata con regalos para a diosa, así como joyas, telas, perfumes, etc. Por todo el lugar se podían observar estatuas y dibujos de la divinidad que eran iluminados por las antorchas encendidas en las paredes.

-Disculpe-pidió Ishizu a la estatua central del lugar.

Ishizu se dirigió muy curiosa hacia la pared que despedía con intensidad la sensación que reconocía.

-¿Por qué aquí?-se preguntaba mientras tocaba con delicadeza la pared-¿Qué hay tras esta pared?

Ishizu tocó una de las imágenes de la diosa Isis, lo cual provocó que una luz comenzara a despedirse de los jeroglíficos de todo el lugar.

-¿Qué sucede?-preguntó Ishizu alarmada-¿Qué está pasando?

Cuando la habitación quedó iluminada con las luces salidas de los jeroglíficos, un hueco se formó al lado izquierdo del altar, dando forma a una puerta. Las luces de los jeroglíficos se apagaron.

-¿Y esto?-se preguntaba confundida Ishizu-¿Qué hace aquí?

Ishizu no sabía si era seguro entrar al lugar, del que solo salía una luz blanca y no podía distinguirse lo que había dentro.

-Lo mejor sería no entrar hasta avisarle a alguien-pensaba Ishizu-Pero…no se que hice para abrirla…

Después de meditarlo un poco, decidió entrar ganada por la curiosidad que sentía cada vez que veía la luz salir del lugar.

-Tendré que ir con precaución-pensaba mientras caminaba lentamente hacia el lugar.

Ishizu entró sin problemas ni obstáculos al misterioso lugar vacío.

-¿Qué es todo esto?-preguntó Ishizu sorprendida al ver que solo habían grabados en las paredes.

Ishizu comenzó a leer los escritos con detenimiento, al principio le pareció muy interesante la lectura, pero al avanzar.

-Esto parece ser una predicción o profecía-dijo Ishizu al leer lo primero-El profeta es…

Ishizu pasó su mano con delicadeza por los jeroglíficos que representaban el nombre de aquella persona y lo miró con melancolía.

-Entonces debo confiar en que esto un día se cumplirá-pensó sonriente.

Ishizu continuó leyendo hasta que su cara dio un gesto de una leve risa.

-Esto debe ser una coincidencia-dijo sonriendo-O tal vez estoy aquí para confundir. Si, eso debe ser.

Ishizu continuó leyendo hasta el final, pero ya no reía, su cara mostraba completo asombro ante los escritos y a la vez coraje. Al acabar la lectura, regresó donde el nombre del profeta y se dejó caer frente a esta pared.

-No puede ser-decía Ishizu negándose a lo que veía-Esto debe ser una broma, yo no puedo…

Incrédula, volvió a leer todo, pero esta vez estaba convencida de lo que veía.

-¿Todo lo que ha estado pasando es por mi culpa?-se preguntaba Ishizu con la voz quebrada-Tanta gente ha sufrido por mi presencia…

Ishizu comenzó a llorar por lo que se había enterado, se sentía mal por todo lo ocurrido desde que apareció aquella presencia.
Después de un rato, logró tranquilizarse un poco sin dejar de sentir culpa.

-Pero… si las cosas son así-pensaba-¿Por qué no se cumplió todo? ¿Por qué sigo aquí?

Ishizu se tiró en el suelo donde se sentó.

-Entonces yo no soy la que se menciona-decía Ishizu sonriendo, pero no convencida-Seguro solo fue una confusión.

-¿Confusión?-se oyó una voz en la habitación, pero no había nadie más-¿Estas segura de eso?

Ishizu comenzó a buscar con la mirada la dueña de la voz hasta que frente a ella, apareció una luz como destello del que Ishizu solo pudo notar la silueta de una mujer.

Un poquito tarde, pero aquí está mi continuación. Espero que les haya gustado y les haya dejado intriga jeje.

 

Re: Separados Por El Destino Y Unidos Por El Amor (ishizu X Atem) :love:

hola!
que bien tu fic ha progresado bastante, felicidades por la octava pagina!
^^ me encanto la parte de Atem y sus hijos fue realmente
tierna, me hubiese encantado ver a Atem intentando cantarle xD

salu2

Catsu*

 

Re: Separados Por El Destino Y Unidos Por El Amor (ishizu X Atem) :love:

CAPITULO 20: “EL ÚLTIMO ADIOS” PARTE IV


-¿Quién eres tú?-preguntó Ishizu antes de que la luz se desvaneciera-¿Qué haces aquí?

-Creo que debo ser paciente-se oyó la voz casi murmurando.

La luz se desvaneció lentamente dejando ver a una mujer de cabellos negros, piel morena, ojos amarillos y colmillos remarcados.

-¿Quién…?-quiso volver a preguntar Ishizu pero con completo asombro.

-No importa que no recuerdes-dijo la mujer acercándose a ella-Ya debiste haberte dado una idea ¿No es así?

Antes de que la mujer se acercara más a Ishizu, ella se hincó en el suelo bajando su tronco hasta tocar con el piso y con la cabeza abajo.

-Lamento mi descortesía, es un honor…-decía Ishizu sin voltearla a ver

-Levántate ya-interrumpió la mujer riendo un poco.

Ishizu se levantó quedando solo hincada hasta que la mujer ofreció su mano para ayudarla a levantar del suelo.

-Es momento de que hablemos-dijo la mujer-Afortunadamente “él” ya se fue, pero regresará y ya no dará más oportunidades, solo ha estado jugando.

-¿A quien se refiere?-preguntaba Ishizu confundida después de haberse levantado-Se refiere a ese…

-Así es-contestó la mujer-Ese “ser” o “presencia” como tú le llamas ahora, solo ha estado jugando con tu mente al saber que no tienes memoria. Eso hasta lo puedo hacer yo, pero no estoy aquí para eso.

-¿Entonces lo que está escrito es cierto?-preguntaba Ishizu sollozando-Pero ¿Cómo pude hacer algo como eso?

-Antes entendías mejor lo que es el círculo de la vida-dijo la mujer-Si, tú lo decidiste de una forma.

-Yo…-pensaba perturbada Ishizu-¿Entonces que hago aquí?-preguntó extrañada-¿Por qué sigo en este lugar?

-El te vio tan feliz aquí que quiso extender tu estancia-decía la mujer señalando uno de los pocos dibujos en las paredes-Pero él no contaba con que la “presencia”-decía en burla-Se fuera a dar cuenta ni que te seguiría.

-Entiendo-dijo Ishizu no muy convencida-Pero…

-Es momento de que regreses-interrumpió la mujer-Claro, si es que quieres evitar un caos.

-Pero ¿Y mi familia?-preguntaba Ishizu retrocediendo-No la puedo dejar así como si nada.

-Tendrás que, si no quieres que “el” les haga daño-dijo la mujer en un tono muy duro-Esa será tu decisión.

Ishizu solo volteó su rostro cerrando los puños así como los ojos.

-¿Es mi única opción?-preguntó Ishizu sin dejar ver su rostro.

-Será mejor que me marche-dijo la mujer dándole la espalda a Ishizu-Mi trabajo aquí ha concluido. Lo demás quedará en tus manos.

-Gracias-dijo Ishizu-Nos veremos pronto.

La mujer abrió un portal lleno de luz, igual al que llegó.

-Te estaremos esperando-dijo la mujer y se marchó por donde llego.

Ishizu se quedó parada por unos momentos sin moverse más que para respirar, hasta que decidió salir de ese lugar.
Ella regresó frente al altar de la diosa Isis y observó, como la puerta del cuarto secreto se cerraba sola.

-¡Con que aquí estabas!-se oyó la exclamación de alguien tras Ishizu.

Ella volteó y vio a Atem que entraba al lugar.

-Te estaba buscando-dijo Atem bajando la voz al ver algo diferente en ella-¿Estás bien?

Preguntó acercándose a ella y tomándola entre sus brazos.

-¿Te sientes bien?-preguntaba desesperado.

-Estoy bien-contestó Ishizu viéndolo con una sonrisa-Solo estaba pensando en… ¿Qué sucedió con Marik?-recordó con desesperación.

-El está bien-dijo Atem-Pero tú ¿Estás segura que te encuentras bien? Me preocupas…

-Si, solo estoy un poco débil, pero pronto estaré bien-dijo Ishizu-Pero dime ¿Qué fue lo que pasó?

-Lograste derribar la barrera obstructora-explicó Atem-Y la presencia se esfumó del cuerpo de Marik, inclusive… no se siente cerca de Egipto.

-Que alegría oír eso-dijo Ishizu abrazando con fuerza a Atem.

-Será mejor que descanses… no, ya no debes tener sueño-dijo Atem riendo un poco-Seguro debes estar hambrienta.

-Si, un poco-contestó sonriendo Ishizu-Iré a la cocina a prepararme algo.

-No, déjame despertar a alguien para que…-decía Atem.

-Yo puedo prepararme algo-dijo Ishizu-No es necesario que despiertes a nadie.

-Pero debes estar aún débil-dijo Atem-Por favor déjame levantar a alguien…

Atem no dejó que Ishizu dijera nada y corrió para buscar a alguien.

-Solo ve al comedor por favor-fue lo último que dijo.

Ishizu obedeció, pero su caminata fue lenta y veía todo con melancolía. Al llegar al comedor, visualizó a su familia en la mesa.

-Ojalá que…-dijo en voz alta callándose a sí misma-Solo quiero estar una semana más aquí… se que no pasará nada si solo logro estar una semana más…

A partir de ese día, Atem puso en búsqueda a la guardia real para hallar a la presencia donde quiera que estuviera. No quiso decirle nada a Ishizu por que supuso que ella querría participar y el estaba preocupado por su estado.
Ishizu se dio cuenta, pero no hizo nada por que Atem supiera nada de ello.
Los días pasaron rápido para Ishizu, todo era feliz, normal… Pero el día final llegó…
Esa noche, justo después de de la cena, Ishizu fue donde Marik, que aún se encontraba en el palacio.

-¿Sucede algo?-preguntó Marik al ver tristeza en la cara de Ishizu que entraba a su cuarto.

-Hermano, tienes que saberlo…-decía Ishizu que se sentaba junto a Marik en la cama-Yo…yo debo irme y no podré regresar…

Marik solo sonrió un poco al escuchar a Ishizu, ella quedó extrañada por su reacción.

-Necesito que me ayudes…-decía Ishizu mirando la nada sorprendida cara de su hermano-Pero…pero…

-¿Qué necesitas?-preguntó Marik.

-¿Por qué…? ¿Acaso tú… tu ya lo sabías?-preguntaba con sorpresa Ishizu-¿Cómo? ¿Cuando?

-La última vez que vi a nuestro abuelo…él me dijo todo-contestaba Marik-Pero como sabrás… no podía interferir a pesar de que lo intenté más de una vez…

Ishizu quedó ida en las palabras de Marik.

-Debes hacerlo herma… perdón, supongo que debo hablarle con respeto…-dijo Marik.

-No-contestó Ishizu saliendo de su mente-No quiero que nada cambie antes de irme.

-Ya no lo pienses más y solo hazlo-dijo Marik abrazándola-Te voy a extrañar, pero…

-Yo también los voy a extrañar a todos-dijo Ishizu abrazando a su hermano.

-Y dime… ¿En que te puedo ayudar?-preguntó separándose de Ishizu.

Ishizu le dijo a Marik un par de cosas y se despidieron el uno del otro.
A partir de ese momento, todo siguió su curso, tal y como si todo fuera normal; Ishizu fue como siempre a arropar a sus hijos, pero esta vez en compañía de Atem y ambos fueron a su habitación al dejar profundamente dormidos a Hur-Hor y Mokuba.

-Son unos niños muy vigorosos-dijo Atem sentándose en la orilla de la cama y en tono orgulloso.

-Lo se-dijo Ishizu con una leve sonrisa y sentándose junto a Atem-Tengo algo que decirte-en tono seco.

​

-¿Qué sucede?-preguntó extrañado Atem volteándola a ver.

-Se lo que has estado haciendo-contestó Ishizu abrazándolo-¿Pero por que no me dijiste nada de la búsqueda de la presencia?

-Lo siento, pero pensé que querrías involucrarte en eso-dijo Atem sonriendo-Y no podía dejar que lo hicieras estando débil-pasó su mano por la mejilla de ella.

-Esta semana… esta semana ha sido tan…-decía Ishizu aferrándose al cuerpo de Atem.

-Y vendrán más días así-interrumpió él abrazándola-¿Por qué tengo esta sensación de tristeza?-se preguntaba.

Ella se acercó a sus labios para darle un beso que fue contestado con la misma calidez y ternura con la que fue dado. Ambos continuaban abrazados, sus labios no se separaban y comenzaban a recostarse.

Finalmente, ya a media noche, todos dormían menos una persona, Ishizu. Ella se levantó de la cama cuidadosamente, pues no quería despertar a Atem que la abrazaba.
De algún sitio cercano al guardarropa, ella sacó un viejo vestido que se colocó.

-¿Tanto tiempo ha pasado ya?-se preguntaba Ishizu al verse en el espejo con un vestido blanco, de fina tela, pero desgastado. Le quedaba corto y un poco justo en algunas partes-Al menos aún me entra.

Ella estaba apunto de salir de la habitación, cuando volvió su mirada a Atem que dormía. Ella se acercó sigilosamente hacia él y se hincó junto a la cama de frente a su esposo.

-Buenas noches-le dijo con la voz quebrándose para proceder a besarlo-Lo siento.

Ishizu se dirigió a la puerta dándole la espalda a la cama, sin notar que de los ojos de Atem brotó una lágrima.

Ishizu se dirigió una vez más a la habitación de sus hijos, donde al entrar, ambos dormían pacíficamente. Ella se acercó caminando entre ambas camas cuidadosamente y dio un beso en la frente a cada uno de los niños.

-Cuídense el uno al otro y yo los cuidaré desde donde esté-decía al mirarlos y pasar sus manos en el cabello de ambos-Pórtense bien.

-¿Mamá?-preguntaba Mokuba que se despertaba lentamente.

-Sh…-puso su dedo índice en la boca-Duerme-susurró colocándole su mano sobre sus ojos para que los cerrara.

Mokuba cerró sus ojos e Ishizu miró una vez más a ambos cantando al tiempo que se acercaba a la puerta de la habitación:

Callen mis niños, no hay que llorar​

Duerman y sueñen felices​

Siempre mi arrullo deben recordar ​

Y así yo estaré junto a ustedes.​

Ella salió del cuarto y se dirigía a la salida principal, ubicada en el Salón del Trono. La entrada, como siempre, se encontraba vigilada y cuando Ishizu estuvo a punto de proceder a usar sus poderes para salir, una voz la detuvo.

-¿Quién eres tú?-se oyó una voz femenina que hizo voltear a Ishizu.

-Teana ¿Qué haces aquí?-preguntó sorprendida Ishizu.

-Alteza, lo siento, no la reconocí-decía Teana-Yo solo… bueno, es que no podía dormir y decidí dar un paseo ¿Y usted?

Ishizu dio un suspiro-¿Puedo hablar contigo?-preguntó recibiendo una respuesta afirmativa con la cabeza-Y sabes que no es necesario que me llames “alteza” cuando estamos a solas.

-Lo siento-se disculpó Teana-Yo…

-Será mejor hablar en otra parte-dijo Ishizu invitándola a seguirla.

Ambas llegaron, a través de los pasillos, a la sala principal de juntas, donde al entrar, se sentaron en las sillas más cercanas a la puerta de la larga mesa.

-¿En que le puedo ayudar?-preguntó Teana.

Ishizu se sentía un poco nerviosa, pero finalmente decidió hablar.

-Pues quiero hacerte una pregunta-dijo Ishizu buscando la manera más tranquila de introducir el tema-¿Tu… tu quieres a Atem no es así? Bueno, mejor dicho, lo amas.

-Bueno, es mi amigo y es normal que le tenga afecto-contestó Teana de una forma tranquila.

-No, no ese tipo de amor-decía Ishizu-Me refiero a que lo vez más que solo como un amigo…

-Pero…-decía Teana agachando la cabeza y sonrojada-¿Cómo…? ¿Cuando…?-preguntó un poco alterada.

-El día en que te conocí, lo supe-contestó Ishizu-Yo permanecía escondida en lo que Atem los preparaba para la noticia, pero pude darme cuanta en tus ojos que cuando el mencionó amarme… te dolió… Y creo que tienes razón de lo que dijiste aquella vez.

Teana preguntó con la mirada a lo que se refería.

-Se que lo hablamos, pero aún así sigo creyendo que tenías razón-explicaba Ishizu-Yo no me merezco estar a lado de él por que le hice mucho daño.

-Pero…-quería decir Teana-Lo importante es que él esté feliz ahora.

-Hazme un favor Teana-pedía Ishizu viéndola con una sonrisa-Cuida mucho de él-hizo una pausa-¡Que tonta al pedírtelo! Siempre lo has hecho.

-¿De que habla?-preguntó Teana confundida-¿Por qué me dice esto?

-No puedo decírtelo todo, pero debo irme-contestó Ishizu-Pero no podré regresar…

-¿Y el faraón… él lo sabe?-preguntó Teana alterada.

-No, nadie más debe saberlo-dijo Ishizu.

-No puedo dejar que se vaya-dijo Teana alterada y levantándose de su asiento-Solo lo lastimaría si se va así…

-Lo sé bien-decía Ishizu-Pero… No le digas, te lo suplico…

-Lo siento, pero debo informarle-decía Teana acercándose a la puerta.

-Perdóname Teana-decía Ishizu y extendió una mano haciendo que Teana se desmayara-Pero no puedo dejar que él se entere antes de tiempo.

Ishizu llamó a los guardias para que se llevaran a Teana a su habitación. Aprovechó el suceso para esquivar a los guardias y logró salir del palacio.

-Es momento de partir-dijo Ishizu para sí misma que ya se encontraba en la ciudad caminando solo oculta con la cara cubierta como alguna vez.


Pues lamento mucho que la continuación haya quedado bastante corta, pero ya me había tardo y quería dejarles algo. Espero que les guste y pronto les traigo el resto.

 

Re: Separados Por El Destino Y Unidos Por El Amor (ishizu X Atem) :love:

A, por cierto una nota:

La canción que puse está vez, fue una pequeña modificación que le hice a una que colocan en la película "El príncipe de Egipto"

Espero que les guste.

 

Re: Separados Por El Destino Y Unidos Por El Amor (ishizu X Atem) :love:

Después de este capítulo, les daré solución a las incógnitas de mi FF con Yugi y sus amigos.



CAPITULO 21: “EL ÚLTIMO ADIOS” PARTE V

Antes del amanecer, Ishizu se dirigió a un pueblo a las orillas de la ciudad, donde se detuvo frente a una casa humilde y llamó a la puerta. Una mujer de cabello corto y negro, abrió la puerta.

-Buenas noches-saludó Ishizu-Disculpe la hora, pero ¿Se encontrará el señor Dalin?

-¿Quién lo busca?-preguntó la mujer viendo a Ishizu de pies a cabeza.

-¿Quién es?-se oyó una voz dentro de la casa que se acercaba a la entrada-¿Mana?-preguntó al ver a la mujer frente a su casa.

-Buenas noches-saludó Ishizu-Veo que aún me recuerdas.

-¿Quién es ella?-preguntó la mujer dirigiendo su mirada al hombre.

-Una vieja amiga-siguió Ishizu.

-Pasa-invitó el hombre sonriendo.

Dentro de la sala, las tres personas estaban sentadas en diferentes sillones.

-Ha pasado tanto tiempo…-dijo el hombre.

-Si, lamento la hora pero…lamento más el nunca haber venido antes-se disculpó Ishizu arrepentida.

-Lo entiendo-respondió el hombre-Creo que desde que te vi junto al faraón… sabía lo que sentías…

-Pero debí venir a hablar de frente contigo-decía Ishizu.

-Te esperé mucho tiempo, pero conocí a alguien más-contaba Bese-Te presento Scarlet, mi esposa-se acercó a la mujer que lo abrazaba.

-Me alegra oír eso-dijo Ishizu-Mucho gusto.

-Mucho gusto-contestó la mujer algo fastidiada.

-Pero lo que no entiendo es lo que pasó contigo…-decía Bese.

-Bueno pues… pasaron muchas cosas-dijo Ishizu-Y les diré algo pero… deben prometer no decir nada-pidió.

Ishizu se descubrió la cara haciendo que la pareja quedara sorprendida y le hiciera una reverencia.

-¡Alteza!-exclamaron ambos con sorpresa.

-No, por favor levántense-pedía Ishizu suplicante.

-Pero…-quería decir Bese.

-Por favor, no digan nada de lo que saben-pedía Ishizu- Y sobre todo…

-No se preocupe, nosotros no diremos nada-dijo Bese viendo a su esposa que asentaba con la cabeza.

-Una cosa más-pedía Ishizu-Dudo mucho que mi marido venga aquí pero… si lo hace… Por favor no le digan que me vieron.

La pareja se miró desconcertada, querían preguntar la razón pero no podían hacerlo.

-Está bien alteza-contestó Bese-No diremos nada.

-Tengo que irme-dijo Ishizu levantándose de su asiento-Fue un gusto volver a verte Bese, sobretodo por que formaste tu vida.

-A mi también me dio gusto verla-contestó Bese.

Ishizu se despidió de la pareja y se dirigió a la casa de sus padres, donde Apus recién salía con la barca del sol para arar la tierra.

-¡Padre!-llamó Ishizu acercándose apresuradamente al hombre-¡Que gusto verlo!

-¿Qué? ¿Cuánto tiempo…? Pero ¿Cómo? ¿Qué haces aquí?-preguntaba de forma desconcertante el padre de Ishizu.

-Quise venir a despedirme-decía Ishizu-Me voy a ir y no voy a regresar.

-¿De que hablas? ¿Qué sucedió? ¿Acaso ya no vives en el palacio? Tu hermano no nos dijo mucho sobre ti-decía Apus-Nos dijo que te habías casado.

-Bueno es que… hace poco enviudé y regresé al palacio-inventaba Ishizu-Pero la Reina es algo celosa y seré enviada a otro sitio y no podré regresar.

Apus miró a su hija seriamente y posteriormente entraron a la humilde casa, donde Bastit estaba apunto de salir, pero quedó pasmada al ver la figura de su hija frente a ella.

-¡Hija!-exclamó apunto de llorar Bastit.

-¡Madre!-se oyó la melancolía en la voz de Ishizu mientras era abrazada por la primera.

-¿Qué haces aquí?-preguntaba Bastit gimiendo-¿Y tu familia? Quiero conocer a mis nietos.

-Lo siento, pero… acabo de enviudar y… regresé al palacio junto al faraón-decía Ishizu como primero que le pasaba por la mente-Y… la Reina es celosa, así que seré enviada a otro lugar.

-¿Y mis nietos?-preguntaba Bastit con tristeza al oír las noticias-¿Dónde están?

-Se quedaron en el palacio-contestó Ishizu-Pero seguro Marik regresará y los llevará a conocerlos donde nos lleven.

-¿Y cuanto tiempo tienes?-preguntó Apus procurando seriedad.

-Solo unos minutos-contestó Ishizu-Todo está listo para irme en cuanto regrese…

Ishizu inventó una pequeña historia con respecto a su vida para sus padres y finalmente llegó el momento de marcharse.

-Espero pronto verlos-decía Ishizu despidiéndose.

-Espera por favor-pidió Bastit que junto con Apus se retiraron un momento-Espera un momento.

Al ver que sus padres se alejaban, Ishizu corrió a la cocina y de un bote sacado de entre lo más escondido de una pequeña bodega de comida, sacó unos pequeños frutos que guardó en su puño.

-A pesar de tanto tiempo… no hay muchos cambios-pensó Ishizu mientras se dirigía rápidamente a la sala donde se suponía, debía estar.

Ishizu llegó justo a tiempo a la sala, donde sus padres llegaron con un pequeño bulto en las manos.

-Toma-dijo Bastit entregándole el paquete-Tu abuelo quiso que te lo diéramos cuando tuvieras a tu propia familia.

-No sabemos lo que es-siguió Apus.

-Gracias-dijo Ishizu abrazando a sus padres-Adiós.

Ishizu siguió su camino, mientras sus padres la despedían desde la puerta de su casa.
Ishizu supo guardar con ingenio aquellos frutos y con el bulto en manos se sentó a la orilla de un peculiar árbol a las orillas del Nilo.

-No se si…-decía Ishizu viendo el bulto y después de una breve pausa, lo desenvolvió-Esto…

Dentro del bulto, había un pequeño medallón de plata con el símbolo de los artículos del milenio.

-Pero ¿Qué…?-iba a preguntar Ishizu alterada, pero se detuvo al oír el trote apresurado de varios caballos-¡Llegaron antes!-exclamó levantándose del suelo apresuradamente dejando caer el medallón a los pies del árbol.

Unos momentos después, Ishizu entró al río caminando, y una vez más, cuando el agua le llegó a la altura del pecho, se dejó llevar por la corriente. Lo último que vio antes de hundirse, fue a Atem que bajaba desesperado de su caballo.

-¡MANA!-gritó con extrema fuerza Atem al verla hundirse en el río y sin mas ni más, se arrojó para rescatarla-Tengo que llegar a ella-pensaba fervientemente mientras nadaba buscando a Ishizu.

Atem llegó en poco tiempo donde Ishizu y la sacó de aquel lugar tendiéndola en el suelo mientras sostenía su cuerpo entre sus brazos.

-¿Pero en que estabas pensando?-preguntaba Atem furioso mientras Ishizu expulsaba el agua tosiendo-¿Estas bien?-cambió el tono a preocupación abrazándola-Temía perderte.

Ishizu dejó de toser y lo miró a los ojos con una leve sonrisa, de alguna manera Atem sabía lo que quería decir con esa mirada y miró el puño de Ishizu que dejaba caer aquellos frutos en menor cantidad.

-NO-gritó desesperado Atem y detrás de él se encontraban Shada, Karim, Marik y Teana que miraban la escena-¿Por qué lo hiciste?-preguntó desesperado-Debemos ir al palacio a buscar la cura.

Atem estuvo apunto de levantar a Ishizu para llevársela, pero ella colocó sus brazos alrededor de su cuello y le dio un delicado beso.

-Ya no hay cura-le dijo suavemente-No desperdiciemos el tiempo que me queda.

-¿Por qué lo hiciste? Te dije que yo encontraría a esa presencia y la destruiría-decía Atem dejando caer lágrimas por sus mejillas-No me dejes.

-Hay cosas de las que no es tiempo que sepas-contestó Ishizu con una delgada voz y sin perder esa leve sonrisa-Pero yo estaré con ustedes.

-Tengo que hacer un esfuerzo-decía Atem con la intención de volverla a levantar tras su desesperación-No puedo quedarme aquí a verte…

-NO-paró Ishizu levantando su voz y abrazándolo débilmente por el efecto de los frutos-Tengo… tengo algo muy importante que decirte… yo…

Atem detuvo su acción y solo tomó una de las manos de su esposa y la miró a los ojos-Por favor…

-Pero… me gustaría…-decía Ishizu tratando de apretar con todas sus fuerzas la mano de él, pero solo podía sentir como la fuerza se le escapaba poco a poco-Te he estado ocultando algo muy importante…-al decir esto, Ishizu, que se debilitaba, cambio su forma, dejando ver a Ishizu, la verdadera apariencia de Ishizu-Yo…

-¿Qué te sucede?-preguntaba Atem sorprendido al ver el cambio.

-¡Ella no es la Reina!-exclamó Shada sorprendido al igual que sus acompañantes con excepción de Marik.

-No es verdad-dijo Atem suavemente mirándola con dulzura-Ella es mi amada, y lo sé… por que sin importar nada… puedo distinguir ese único brillo en sus ojos.

Ishizu se sentía feliz oyéndolo hablar así y con su otra mano tocó la mejilla de Atem-Tengo que decirte que todos estos años…-bajó su mirada apenada y luego regresó a verlo-Mi verdadero nombre es… Ishizu Ishtar…-decía titubeantemente-Y lo que vez… es mi… mi verdadera apariencia.

Atem se quedó callado por un tiempo-No quiero perderte

-Pero… ¿No estás enfadado?-preguntó Ishizu extrañada por su respuesta.

-Que más da-contestó Atem-Después de todo… no cambiaste tu persona-le sonrió pero las lágrimas no dejaban de brotar.

Ishizu comenzó a sentir unas pulsadas por todo el cuerpo que la obligaron a retorcerse alarmando a los presentes.

-¿Estás bien?-preguntó Atem preocupado-Por favor, no me dejes-pedía suplicante-No nos dejes…

-Cuida bien de nuestros hijos…-pedía Ishizu ocultando el dolor que la comía por dentro-No dejes que…

-Si, pero los cuidaremos juntos-decía Atem derramando lágrimas sobre el rostro de Ishizu-No dejaré que te vayas, no, aún no…

-Te a…-estuvo apunto de decir Ishizu, pero fue interrumpida por el delicado toque de los dedos de Atem sobre sus labios seguidos por un dulce y cálido beso-Si lo dices ahora, solo será como obligación-decía con la voz quebrada.

-No pude… no pude decírtelo antes…-prosiguió Ishizu-Por que dejaba que me callaras-Ishizu posó ambas manos sobre el rostro de Atem secando sus lágrimas que brillaban con el sol del amanecer-Pero… ahora puedo decir… Te amo-Ishizu comenzó a acercar sus labios a los de Atem con una sonrisa, pero sus manos quedaron completamente débiles cayendo lentamente y escapándosele el último de sus alientos justo en el rose de un beso que no pudo ser con una última lágrima que brotó de sus ojos.

 

Re: Separados Por El Destino Y Unidos Por El Amor (ishizu X Atem) :love:

Antes de dejar lo que sigue dejaré unas aclaraciones:

*En lo que sigue, Yugi estuvo en el torneo de Kaiba, pero para que queden las cosas, Ishizu y Marik no son los que participaron, serán Sejmit y Tut.

*Ellos no tendrán los artículos del milenio, en el FF les aclaro las herramientas que ocuparon.

Creo que por el momento es todo.

 

Re: Separados Por El Destino Y Unidos Por El Amor (ishizu X Atem) :love:

En cuanto pueda les aclaro todo...

Recuerden que les pedí sugerencias sobre como decirles lo que pasó ahí, si con un capítulo "especial" o con Yugi y sus amigos. Y según yo ganó el de Yugi y sus amigos.

 

Re: Separados Por El Destino Y Unidos Por El Amor (ishizu X Atem) :love:

Ok, no se me impasienten, que estoy trabajando en ello, solo que la escuela no deja mucho tiempo libre. Por el momento les dejo lo que podrían tomar como introducción.

Gracias por leerme y más que esto me está quedando super largo jeje.

Un pequeño niño tímido, sentado en lo que es la azotea de su escuela, mira melancólico el cielo.

-Yugi-se oye un grito de una persona que se acerca-Con que aquí estabas.

-Si-contestó el chico no muy animado.

-¿Aún no sabes lo que sucedió con el rompecabezas?-pregunta el chico rubio que había llegado sentándose a su lado.

-No-contestó Yugi-No tengo ni idea… es tan extraño…

-No te preocupes amigo-dijo Joey tratando de animar a su compañero-Buscaremos el rompecabezas donde quiera que esté.

-Gracias-dijo Yugi-Pero no hay pistas de lo que haya pasado.

Por otro lado, un avión recién aterriza en Ciudad Dominó, dejando a una visita inesperada.

 

Re: Separados Por El Destino Y Unidos Por El Amor (ishizu X Atem) :love:

Ok, no se me impasienten, que estoy trabajando en ello, solo que la escuela no deja mucho tiempo libre. Por el momento les dejo lo que podrían tomar como introducción.

Gracias por leerme y más que esto me está quedando super largo jeje.

Un pequeño niño tímido, sentado en lo que es la azotea de su escuela, mira melancólico el cielo.

-Yugi-se oye un grito de una persona que se acerca-Con que aquí estabas.

-Si-contestó el chico no muy animado.

-¿Aún no sabes lo que sucedió con el rompecabezas?-pregunta el chico rubio que había llegado sentándose a su lado.

-No-contestó Yugi-No tengo ni idea… es tan extraño…

-No te preocupes amigo-dijo Joey tratando de animar a su compañero-Buscaremos el rompecabezas donde quiera que esté.

-Gracias-dijo Yugi-Pero no hay pistas de lo que haya pasado.

Por otro lado, un avión recién aterriza en Ciudad Dominó, dejando a una visita inesperada.